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© Rainer Siemens CEMTA Primer Semestre 2022

Lección 4: El budismo
1. El término “budismo”
El término “budismo” desciende de la palabra “Buda” (“iluminado”). “Buda” en realidad no es un
nombre, sino un título asignado a Siddhārtha Gautama (siglos VI-V a.Cr.) por descubrir los
principios que liberan al hombre del deseo, origen de todo sufrimiento, y le permitan alcanzar el
“nirvana” (“apagar”, es decir, la “extinción del deseo”, saliendo así del samsara). Es importante
resaltar, por lo tanto, que otras personas también pueden ser designadas con el título “Buda”, ya
que también llegaron a la iluminación, la verdadera comprensión de toda la realidad.1
La aplicación de la palabra “budismo” a todos los seguidores del Buda “original”, Siddhārtha
Gautama, se explica por el dominio colonial de los imperios europeas que abarcó gran parte de
Asia oriental: “Los europeos crearon la denominación ‘budismo’ en el s[iglo] XVII para nombrar
a cuantos gravitaban en torno a la figura y las enseñanzas de Buda.”2 Sin embargo, el término
“budismo” no señala a una “unidad monolítica”, ya que el “budismo” cuenta con más de 250
grupos y modalidades.3
2. Difusión del budismo
El budismo es practicado por 480 a 540 millones de personas. 4 Conforme a esto, el budismo
representa el 7% a 8% de la población mundial, siendo la cuarta religión en términos numéricos.
El 98% de todos los budistas viven en Asia oriental. China es la nación con más budistas en el
mundo, teniendo 244 millones de fieles, lo que representa a un 18% de su población. El budismo
es la religión dominante en naciones como Bután, Myanmar, Camboya, Hong Kong, Japón, Tíbet,
Laos, Macao, Mongolia, Singapur, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam. Importantes poblaciones
budistas también se encuentran en Taiwán, Corea del Norte, Corea del Sur y Nepal.5
De acuerdo con las estadísticas del 2010, América del Norte tiene una población de 3,9 millones
budistas, Europa a 1,3 millones, mientras que América del Sur, el Oriente Próximo y África
reparten entre si a 1 millón de budistas. Cabe resaltar que el budismo también crece por la actividad
evangelística. Así, por ejemplo, en Nueva Zelanda el 25-35% de los budistas se convirtieron a esta
religión. El budismo crece, además, en los países nórdicos de Europa (por ejemplo, en Finlandia).6
3. Aspectos históricos
3.1 El Buda: La vida de Siddhārtha Gautama
La vida de Siddhārtha Gautama permanece envuelto en la obscuridad. Así, por ejemplo, se sabe
que Gautama vivió unos 80 años. Pero la erudición moderna todavía no fue capaz de determinar
los años de su nacimiento y muerte. Las cronologías propuestas para la vida del Buda oscilan entre
los siglos VII a V a.Cr.7
En relación con la biografía de Siddhārtha Gautama se tiene la dificultad de distinguir entre el
“Buda histórico” y el “Buda de la leyenda”.8 Generalmente se cuenta que Gautama provenía de
una familia noble. Aparentemente su padre fue un rey de una región montañosa que actualmente
se encuentra en Nepal. Él protegió al joven Gautama de las duras realidades de la vida como el
sufrimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. Alrededor de los 25 años, Gautama tuvo varios

1
Cf. (Guerra Gómez, 1999, pág. 225).
2
(Guerra Gómez, 1999, pág. 219).
3
Cf. (Guerra Gómez, 1999, pág. 219).
4
Para las diferentes estimaciones cf. (Buddhism, 2022).
5
Cf. (Buddhism, 2022).
6
Cf. (Buddhism, 2022).
7
La erudición conoce cuatro posibilidades: 1. Aprox.: 624 - 544 a.Cr. 2. Aprox.: 567 - 487 a.Cr. 3. Aprox.: 448 - 368
a.Cr. 4. Aprox.: 563 - 483 a.Cr. Para esta discusión cf. (Mark, 2020).
8
Cf. (Williams, Buddhismus, 2006, pág. 188).

1
viajes en carro, saliendo así de su burbuja de comodidad y lujos. Así pues, observó por primera
vez a un anciano, experiencia que le abrió los ojos a su propio destino. En un segundo viaje, se
encontró con una personas enferma y adolorida, lo que le mostró la realidad del sufrimiento. Cada
vez más, angustia y desesperación llenaban su corazón. Estos sentimientos le invadieron aún más,
cuando, durante un tercer viaje, observó un cortejo fúnebre con el cadáver del fallecido.9
Recién durante un cuarto viaje encontró una luz de esperanza, ya que observó a un sanniashi hindú,
un hombre santo, que practicaba la meditación y el ascetismo para liberarse del samsara, es decir,
la salvación del sufrimiento asociado al ciclo de reencarnaciones.10
En este tiempo, Gautama ya estaba casado y junto con su esposa tenía un hijo.11 A pesar de esto,
a los 29 años abandonó su familia para buscar la soledad en el desierto. Cabe resaltar que, en aquel
entonces, la convención religiosa exigía que la búsqueda de iluminación envolvía una renuncia a
la propia familia. Gautama, por lo tanto, abandonó a su esposa y su hijo en el cuidado de sus
parientes. Sin embargo, se relata que la esposa quedó indignada por esta decisión.12
Al principio, Gautama procuró la iluminación de acuerdo con los principios hindúes, es decir,
mediante la meditación y el ascetismo. A pesar de sus esfuerzos, Gautama no logró la iluminación.
Al final, él se sentó debajo de un árbol por todo un día entero. Durante las horas de la madrugada,
él recibió una revelación tras otra, obteniendo así la iluminación. Habiendo buscado una vida sin
deseos, esta noche logró el nirvana (la “extinción del deseo”). Recién a partir de este momento,
Siddhārtha Gautama se convierte en el Buda, el iluminado.13
Por medio de esta iluminación, el Buda supo comprender la auténtica estructura de la realidad, lo
cual le liberaba del sufrimiento, alcanzando el nirvana. Según sus enseñanzas, el mundo inducía
al hombre creer en ciertas apariencias, en creer en lo irreal en vez de lo real. Así pues, el hombre
permanecía ignorante ante el hecho de que todo lo que él anhela perece. Esta ignorancia causa el
sufrimiento, siendo el remedio ante este mal el conocimiento acerca de verdadera esencia de la
realidad. Este discernimiento liberaría a la persona del sufrimiento. Ya que el Buda buscaba y
enfatizaba este conocimiento existencial y su relevancia para la vida concreta, él no mostraba un
interés filosófico-teológico para la existencia de un Dios creador.14
Por el resto de su vida, unos 50 años, el Buda enseñaba estos principios, juntando discípulos en un
monacato. Al principio, solamente hombres (“bonzos”) eran recibidos, pero después el Buda
también admitió a mujeres (“bonzas”).15 Finalmente, el Buda falleció a los 80 años en Kushinagar
en una arboleda colmada de flores.16
Cabe resaltar que la vida de Siddhārtha Gautama estaba insertada en el contexto social-religioso
más amplio de la India. La religión védica, junto al brahmanismo predominante, estaba en un
declive (aprox. 500-200 a.Cr.). La eficacia de sus rituales y sacrificios fue cuestionada. Además,
la creciente urbanización favorecía un individualismo espiritual que se desprendía de la
intermediación de los brahmanes.17 La iluminación del Buda ciertamente responde a este cambio
en el sentir religioso, porque él también cuestionaba el sistema ritual y sacrificial de los brahmanes.
Según él, estos actos no conducían a la pureza. Asimismo, él criticó el sistema de castas impuesto

9
Cf. (McDermott, 2013, S. 40-41).
10
Cf. (McDermott, 2013, S. 41).
11
Se cuenta que Siddhārtha Gautama fue casado a los 16 años y que 13 años después su hijo nació. Cf. (Geschichte
des Buddhismus, 2022).
12
Cf. (McDermott, 2013, S. 41-42).
13
Cf. (McDermott, 2013, S. 42-43).
14
Cf. (Williams, Buddhismus, 2006, págs. 188-189).
15
Cf. (Guerra Gómez, 1999, pág. 226).
16
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
17
Cf. (Hinduismus, 2022).

2
por la religión védica, ya que toda persona debía responder sin distinción social al dharma
(también conocido como “dhamma”, “enseñanza”) cómo única ley de aplicación universal.18
3.2 Historia posterior
La leyenda cuenta también que el Buda reunió antes de su muerte a sus discípulos alrededor suyo.
En su mano sostenía una flor de loto. Al parecer, ningún seguidor suyo comprendió la importancia
de esta flor. Únicamente el monje Mahakashyapa sonreía y percibió el significado profundo de
este suceso, ya que esta flor representaba la puesta en movimiento de la rueda del dharma.19 Debido
a esto, la flor de loto representa en el budismo hasta el día de hoy la pureza necesaria para alcanzar
el nirvana.20 Por su comprensión de este símbolo, Mahakashyapa se convirtió en el mayordomo
del legado espiritual del Buda.21 Cabe resaltar que, durante los primeros siglos, las enseñanzas del
Buda no fueron reducidas a textos, ya que se preservaron mediante la memorización en grupos y
la transmisión de los maestros a los discípulos.22
Tres meses después de la muerte del Buda, sus seguidores celebraron el primer concilio para fijar
el “dhamma” (la “enseñanza”) y el “vinaya” (reglas para la vida monástica). El segundo concilio
se celebró unos 100 años más tarde y terminó partiendo el budismo en dos escuelas: El budismo
“mahayana” (“gran vehículo”) el budismo “hinayana” (“vehículo inferior”), hoy en día también
conocido como budismo “theravada” (“doctrina de los ancianos”).23
Durante el reinado del emperador Aśoka (268-232 a.Cr.), el budismo se difundió por toda la India.
También se celebró el tercer concilio budista. En sus dominios, Aśoka implementó los principios
budistas, conduciendo su nación a la prosperidad, ya que afirmaba los principios budistas de la no
violencia y la paz. Asimismo, impulsó la construcción de numerosos monasterios y envió a monjes
misioneros a las naciones vecinas. Debido a esto, el budismo se estableció en Sri Lanka, Myanmar,
Camboya, Laos y Tailandia.24 Cabe resaltar que, siglos más adelante, el budismo pasó por un
marcado descenso en la propia India. Las causas de este proceso todavía no son conocidas en su
plenitud. Se especula que el surgimiento de variantes teístas del hinduismo y la conquista islámica
favorecieron la paulatina desaparición del budismo en el subcontinente indio.25 Hoy en día,
solamente el 1% de la población india es budista.26
Después del reinado del emperador Aśoka, el budismo siguió esparciéndose por toda Asia oriental.
La escuela budista del mahayana llegó a naciones como China, Tíbet, Mongolia, algunas regiones
de la actual Rusia y la península coreana. A partir del siglo VI (d.Cr.), el budismo alcanzó al Japón
con su variante del “budismo zen”.27A diferencia de esto, las naciones del sureste asiático (como
Sri Lanka, Tailandia, etc.) aceptaron el budismo hinayana (o theravata).28 A partir del siglo XIX,
el budismo generó un gran interés en occidente, atractividad que permanece hasta hoy en día.29
McDermott describe al budismo como la “religión no cristiana preferida en occidente”.30

18
Cf. (Buda Gautama, 2022).
19
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
20
Cf. (Blümel, 2018).
21
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
22
Cf. (Williams, Heilige Schriften, 2006, págs. 194-195).
23
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
24
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
25
Cf. (Williams, Buddhismus, 2006, pág. 193).
26
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
27
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
28
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
29
Cf. (Geschichte des Buddhismus, 2022).
30
(McDermott, 2013, S. 39).

3
4. Las enseñanzas centrales del budismo
4.1 Las sagradas escrituras del budismo
Al principio, el budismo resguardaba las instrucciones del Buda mediante la recitación de sus
enseñanzas. Esta transmisión oral resguardaba la fiabilidad de las doctrinas de Gautama, ya que
fueron memorizadas y recitadas en grupos. Así pues, el grupo habría detectado inmediatamente
cualquier alteración y desvío del contenido original. Sin embargo, de acuerdo con una tradición
budista, las enseñanzas y los principios del Buda fueron puestos por escrito en el siglo I a.Cr. Se
especula que, durante épocas de conflictos y graves agitaciones sociales, en las que numerosos
recitadores pudieran haber fallecido, por lo que la transmisión oral estaba en peligro de cesar, nacía
la necesidad de salvaguardar las doctrinas budistas mediante escritos.31
Debido a esto, las enseñanzas del Buda, que fueron recitados durante el primer concilio, conforman
el fundamento del canon budista. De esto nacieron tres colecciones de textos canónicos, conocidos
como los “tres cestos” (“tipitaka”). Aunque estos sean aceptados por todos los budistas, ciertas
corrientes conocen escritos apócrifos adicionales.32 Se conocen, además, innumerables
comentarios exegéticos, los cuales fueron escritos por grandes eruditos budistas y los que son
conocidos como shastras.33 Aquí solamente se mencionarán los rasgos del tipitaka:
1) Los sutras: Son discursos dados por el Buda, los cuales imparten sus doctrinas y declaraciones
acerca de diversas temáticas. También pueden incluir las enseñanzas de sus discípulos más
cercanos.34
2) Los textos vinaya: Estos escritos exponen las estructuras y las ordenanzas de la vida en los
monasterios.35
3) Aparte de los sutras y los textos vinaya, con el correr del tiempo el canon budista se amplió con
un tercer tipo de escritos: Los textos abhidharma. Estos escritos describen la perspectiva del
mundo a partir del punto de vista de una persona iluminada. Aunque las enseñanzas abhidharma
aparecieron después de la muerte del Buda, se considera que reflejan sus palabras y convicciones.36
4.2 Las convicciones centrales del budismo
4.2.1 La “confesión” del budismo
Como ya lo vimos, el budismo se centra en el camino para obtener la liberación del sufrimiento.
Debido a esto, las especulaciones metafísicas (¿cómo es Dios? ¿cuál es la realidad última? etc.)
ocupan un lugar marginal. Por lo tanto, no se conocen, como en el cristianismo, una serie
determinada de “dogmas”. Se afirman, más bien, ciertas convicciones centrales. La única
“confesión de fe”, que el budismo afirma, es conocida como las “tres joyas”:
Me refugio en Buda;
Me refugio en el Dharma;
Me refugio en el Sangha (la comunidad budista).37
Estas tres convicciones centrales desvelan los principios de toda la realidad. Es decir, la persona
iluminada percibe mediante ellas “como las cosas realmente son”. Esta comprensión de la
existencia a partir de la propia iluminación conduce a una vida santificada. Esto significa que la

31
Cf. (Williams, Heilige Schriften, 2006, págs. 194-195).
32
Para esto cf. (Williams, Heilige Schriften, 2006, págs. 196-197). Williams menciona, por ejemplo, a los sutras del
mahayana y los textos tántricos.
33
Cf. (Williams, Heilige Schriften, 2006, pág. 198).
34
Cf. (Williams, Heilige Schriften, 2006, pág. 195).
35
Cf. (Williams, Heilige Schriften, 2006, pág. 195).
36
Cf. (Williams, Heilige Schriften, 2006, pág. 195).
37
(Harris, 2006, pág. 199). Traducción por este autor.

4
persona reconoce todo, incluso el propio ser, está en un proceso constante de transformación
degenerativo y, por lo tanto, sometido a la vanidad. El “deseo”, es decir, el anhelo egocéntrico por
las cosas perecederas (como la juventud, el dinero, la belleza, la salud, etc.) causan el sufrimiento,
ya que estas aspiraciones indudablemente quedarán decepcionadas. Pero, una vez que este deseo
por lo pasadero se extingue (“nirvana”), el sufrimiento se acaba.38
4.2.2 Las cuatro nobles verdades del budismo
Estas enseñanzas, es decir, la relación entre el deseo y el sufrimiento como también la liberación
del sufrimiento se resumen en las primeras tres de las “cuatro nobles verdades” del budismo.39
Estas afirman lo siguiente:
1) La universalidad del sufrimiento: El sufrimiento no se debe confundir simplemente con el dolor
físico o psíquico-emocional. Se refiere más bien a la “insuficiencia sentida”, a la “angustia vital”
y al “conjunto de todas las tensiones existenciales”.40 Ciertamente, los cristianos comprenden esta
primera verdad noble: “[E]n el nivel más profundo, todo en la vida es insatisfactorio.” Incluso en
medio la diversión se percibe que falta “algo”.41
2) La cause del sufrimiento es el “deseo”: Conforme a la segunda verdad noble, es la “sed” por
los “placeres”, “los objetos agradables” y “de una existencia perpetua” conlleva el “miedo de la
muerte”.42Así pues, el Buda enseñaba que las personas sienten tres deseos principales: “[E]l deseo
por el placer sensual, el deseo de llegar a ser alguien reconocido y estimado, y el deseo de no
existir o el suicidio”43 (siendo este último raras veces presente).
La causa por la que somos guiados por estos deseos es nuestra ignorancia.44 Se nota que, en el
budismo, al igual que en el hinduismo, el verdadero problema consiste en la falta de conocimiento
y no, como el cristianismo lo afirma, la separación entre el creador y la criatura por el pecado.
En ¿qué consiste esta ignorancia? La persona no conoce la estructura verdadera de toda existencia.
El primer rasgo de la realidad es su “impermanencia”, es decir, todo está sujeto a cambios. Así el
Buda también rechazó el concepto del Brahman como realidad suprema e inmutable.45
El segundo rasgo consiste, como lo afirma la primera verdad noble, en el “sufrimiento”.46 El
sufrimiento se origina en la decepción causado por los deseos no llenados.
Y, finalmente, la existencia no conoce el “ser”. Es decir, no hay una cosa inmutable, ya que todo
está sujeto a cambios. De acuerdo con el Buda, asumir que hay algo inmutable nos apega a este
ser, por lo que seremos “incapaces de renunciar el deseo”. Esto nos mantiene atrapados en el
sufrimiento y el ciclo del samsara.47
3) El fin del sufrimiento: Para liberarnos del sufrimiento debemos, por lo tanto, extinguir el deseo
por las falsas esperanzas que las cosas impermanentes ofrecen.48En la aniquilación de toda sed y
todos los deseos se realiza el nirvana, es decir, la cesación de todo sufrimiento. Recién esta
condición permite el escapa del karma y su la ley de causa y efecto que condiciona el samsara, es
decir, el ciclo de reencarnaciones.49 Cabe resaltar que en esta vida todavía hay personas

38
Cf. (Harris, 2006, pág. 199).
39
Cf. (Harris, 2006, pág. 199).
40
Cf. (Guerra Gómez, 1999, pág. 229).
41
Cf. (McDermott, 2013, S. 43).
42
Cf. (Guerra Gómez, 1999, pág. 229).
43
(McDermott, 2013, S. 43).
44
Cf. (McDermott, 2013, S. 43).
45
Cf. (McDermott, 2013, S. 43-44).
46
Cf. (McDermott, 2013, S. 44).
47
Cf. (McDermott, 2013, S. 44-45).
48
Cf. (McDermott, 2013, S. 45).
49
Cf. (McDermott, 2013, S. 46).

5
“nirvanianas”, es decir, con todo deseo extinguido, pero con los rasgos de una persona. Recién
después de su muerte, pasan por la purificación completa y alcanzan el nirvana final.50
4) El óctuble camino para conseguir el nirvana: El budismo ofrece en su cuarta verdad noble un
camino para lograr la liberación de todo deseo. Esta vía se conoce como “óctuble camino”. Se lo
analizará en el siguiente subcapítulo.51
4.2.3 El óctuble camino para conseguir el nirvana
El noble camino óctuble muestra, como su nombre indica, ocho verdades que guían a la persona a
la extinción del deseo, escapando así el sufrimiento y el ciclo de renacimientos asociado a él.52 El
camino óctuble y sus ocho verdades se dividen en tres categorías generales:53
La sabiduría apropiada:
1. La comprensión correcta
2. La determinación correcta
La conducta moral apropiada:
3. El hablar correcto
4. El actuar correcto
5. Asegurar correctamente el sustento de vida
La meditación apropiada:
6. El esfuerzo correcto
7. La consciencia correcta
8. La meditación correcta
Los primeros dos pasos del óctuble camino, la sabiduría apropiada, nacen de la comprensión
budista de toda la realidad (sufrimiento, deseo).
Esta perspectiva condiciona el valor de la moral como fundamento de la vida budista. Las
siguientes conductas correctas son centrales: La protección de toda vida (incluso animal), no robar,
evitar toda conducta adúltera, no mentir y evitar toda sustancia intoxicante (como estupefacientes
y alcohol). Los budistas no consideran estas reglas como negaciones o privaciones, sino como
libertades que cultivan una vida íntegra en el respeto a los demás. La vida moral también es
sostenida por la ley del karma, ya que tanto los actos negativos como positivos son retribuidos
acordemente. Esta perspectiva no quiere encubrir una actitud egocéntrica enfocada únicamente en
la propia liberación. Se percibe, más bien, que todos estamos relacionados: Lo que beneficia a una
persona, favorece a toda.54 Ciertamente, esta ética budista tiene marcadas similitudes con los
preceptos morales de la Biblia.55
Este énfasis en la vida moral no debe pasar por alto la importancia de la meditación. Para este fin,
el budista emplea diversas técnicas de meditación (como la concentración en un punto fijo,
enfocarse en el ritmo de la respiración, etc.). Así pues, la meditación asiste en el camino para
deshacer al propio espíritu de la codicia, el odio y los engaños. La meta final consiste en lograr el
nirvana (la cesación de todo deseo)56 y, mediante esto, liberarse del ciclo de reencarnaciones.57

50
Cf. (Guerra Gómez, 1999, pág. 230).
51
Cf. (McDermott, 2013, S. 46).
52
Cf. (Mather & Nichols, 2001, págs. 84-85)
53
Para esto cf. (Harris, 2006, págs. 199-201).
54
Cf. (Harris, 2006, pág. 201).
55
Cf. (McDermott, 2013, S. 47-48).
56
Cf. (Harris, 2006, págs. 201-202).
57
El concepto budista de la reencarnación se distingue de la reencarnación hindú. En algunos casos se prefiere el
término “renacimiento”. Manuel Guerra observa: “El budismo creen en la reencarnación, pero sin alma que se
reencarne. Pero ¿qué es lo que pasa de una existencia a otra al reencarnarse? Lo llaman ‘naturaleza búdica’ y

6
4.2.4 ¿Qué es el nirvana?
Como se mencionó varias veces, el nirvana se logra con la extinción del deseo. Este estado se
percibe como una condición ética suprema, la cual está más allá de todos los constructos éticos
humanos. Se lo caracteriza con sabiduría y compasión, aunque sobrepase todo entendimiento que
una persona no iluminada pueda alcanzar. Es una absoluta seguridad y bienaventuranza. En fin, es
la liberación.58 Aquí todo ser cesa de existir – aunque en realidad nunca existió. Es una “realidad
beatificante” y “una especia de cielo, pero sin Dios ni ángeles”.59
4.2.5 El budismo: ¿Una religión atea?
Manuel Guerra observa con respecto al supuesto “ateísmo budista”:
Los estudiosos del budismo suelen admitir su ateísmo. Y, en teoría, tienen razón, aunque merece el
calificativo ‘agnóstico’ más que el de ‘ateo’, pues Buda sintió tan profundamente la contingencia
(duḥkha) humana que, obsesionado por superarla, marginó a Dios, sin dedicar tiempo a negar su
existencia.60
El budismo, por su agnosticismo característico, no proclama a un Dios “hacedor de las cosas y
modelo de los hombres”.61 Tampoco el dharma budista debe ser equiparado con lo divino, ya que
no es un ser divino, sino un “orden impersonal que lo rige todo”.62
De acuerdo con esto, Guerra denomina al budismo como “pancosmismo” (“el universo es todo”),
ya que asume que el “universo es eterno y eterna e ininterrumpidamente sometido a un proceso de
degeneración hasta que llega a la total degradación ético de los pueblos. Entonces se inicia un
nuevo ciclo cósmico igual a los anteriores.”63
5. Las principales “escuelas” del budismo
El budismo conoce varias “denominaciones”. Entre ellas están el theravada, el mahayana, el zen y
el budismo tibetano. En lo siguiente, se analizarán el budismo theravada y el mahayana.
5.1 El budismo theravada
La palabra “theravada” significa “camino de los ancianos” y surgió durante el siglo II a.Cr.
Probablemente esta escuela sea la más cercana a las enseñanzas originales de Buda, ya que afirma
las enseñanzas budistas como las hemos descripto anteriormente. Ciertamente, su meta principal
consiste en la liberación del samsara y lograr el nirvana.64 El theravadismo se caracteriza por su
rechaza de las tendencias universalistas propuestas por el budismo mahayana.
5.2 El budismo mahayana
Las diferencias entre el budismo mahayana (“gran vehículo”) y su rival el theravadismo se originan
en unas sutrasmahayanas escritas entre los siglos I y IV (d.Cr.).65 Estos escritos desvelan las
principales diferencias con el budismo theravada:66

‘budheidad/budeidad’. Cuando se urge más a un budista, suele responder con metáforas, comparándolo con ‘el oleaje
de la conciencia inmaterial (no material ni espiritual)’, con la ‘corriente de la conciencia’, con el agua que fluye sin
cesar, más o menos contaminada, pero sin barco alguno, sin nada consistente (alma) que lleve nada (mérito-demérito),
etc.” (Mather & Nichols, 2001, pág. 231).
58
Cf. (Harris, 2006, pág. 202).
59
Cf. (Guerra Gómez, 1999, pág. 230).
60
(Guerra Gómez, 1999, pág. 234).
61
(Guerra Gómez, 1999, pág. 235).
62
(Guerra Gómez, 1999, pág. 235).
63
(Guerra Gómez, 1999, pág. 235).
64
Cf. (McDermott, 2013, S. 48-51).
65
Cf. (McDermott, 2013, S. 51).
66
Para las principales enseñanzas del budismo mahayana cf. (McDermott, 2013, S. 51-52).

7
a) El universalismo: Para el theravadismo, únicamente los monjes logran el nirvana, mientras que
el budismo mahayana extiende la liberación del samsara a todos.
b) Una liberación rápida: Según el theravadismo, alcanzar el nirvana duraría muchas
reencarnaciones. Pero el budismo mahayana contempla la posibilidad de lograr la liberación
después de una vida. Además, la persona alcanzaría este objetivo sin la práctica de las rigurosas
meditaciones. No sorprende entonces que la escuela mahayana sea la más numerosa y popular.
c) Buda como dios: De acuerdo con el budismo theravada, Buda era un mero hombre. Pero el
mahayanismo lo considera divino, restando importancia al Buda histórico.
d) Numerosos budas: Para el theravadismo Gautama fue el único Buda. Pero el mahayanismo
acepto la existencia de infinitos Budas. En realidad, cada persona tiene una naturaleza latente de
Buda que puede realizarse.
e) El concepto del bodhisattva: Para el budismo mahayana, el bodhisattva es el tipo de persona
ideal. Él está en camino en convertirse en un Buda, pero renunció a esta meta para ayudar a los
demás en alcanzar este objetivo. El bodhisattva está, por lo tanto, entre la tierra y el nirvana.
f) Varios niveles de verdad: El mahayanismo reconoce a varios niveles de verdad, siendo el más
bajo el Buda terrenal, es decir, el Gautama histórico. Por encima de este nivel están los cielos
maravillosos que son poblados por Budas y bodhisattvas. Recién más allá de esto, en el tercer
nivel, está el nirvana.
6. Una perspectiva cristiana del budismo
Las diferencias más importantes entre el cristianismo y el budismo pueden resumirse en los
siguientes aspectos:
a) El concepto de Dios: El budismo no conoce, a diferencia del cristianismo, “un Dios personal
que es a la vez inmanente y trascendente”.67 Ciertamente, Buda no conocía por su agnosticismo
un dios trino.68 Esto tiene como consecuencia que Jesús no puede ser la luz del mundo y el hombre
no puede recurrir a su gracia para lograr lo que somos incapaces de conseguir. Cada persona debe
alcanzar por su propio esfuerzo el camino al nirvana.69
b) El pecado: Para el budismo, el deseo es el problema principal, ya que causa el sufrimiento. Pero
para el cristianismo, no todo deseo es pecaminoso. Más bien, las ambiciones egoístas y la codicia
que desechan las leyes de Dios son depravadas. Además, el cristianismo afirma que el pecado es
“real” y definió a la humanidad desde sus inicios.70
c) La ética: Como lo vimos, el budismo muestra una marcada similitud con la visión ética de la
Biblia (especialmente los diez mandamientos). Cabe resaltar que Buda rechazó el sistema hindú
de las castas y enfatizó la igualdad en los deberes morales.71
Sin embargo, las premisas que sostienen esta perspectiva moral análoga se distinguen. Por un lado,
para el budista los deseos resultan en pecado. Pero el cristianismo también afirma que no desear
lo justo, expresado en el amor al prójimo, es pecado.72 Por otro lado, la ética es, especialmente
para el budismo theravada, como un barco que nos guía al nirvana. Aquí dejan de existir las
diferencias entre el bien y el mal. Pero para el cristianismo, la diferencia entre bien y mal es parte
de la realidad que permanecerá.73

67
(Mather & Nichols, 2001, pág. 85).
68
Cf. (McDermott, 2013, S. 53).
69
Cf. (McDermott, 2013, S. 53).
70
Cf. (Mather & Nichols, 2001, pág. 86).
71
Cf. (Mather & Nichols, 2001, pág. 87).
72
Cf. (Mather & Nichols, 2001, pág. 86).
73
Cf. (McDermott, 2013, S. 54).

8
d) La salvación: Para el budismo, la salvación comienza con superar la ignorancia con respecto a
la verdadera estructura de la realidad. Alcanzar la sabiduría tendrá eventualmente dos
consecuencias: Por un lado, la liberación del samsara para alcanzar el nirvana. Y, por otro lado, la
formación del carácter personal mediante el óctuble camino. En esto se percibe una marcada
presencia con el cristianismo, ya que el budismo propone un concepto de auto-salvación, mientras
que el evangelio bíblico depende Jesucristo, Hijo de Dios, enviado por el Padre para obra la
salvación mediante la cruz y resurrección. El creyente cristiano no busca la salvación dentro de sí
mismo, sino que mira hacia afuera, hacia la persona de Jesucristo.74
Se debe mencionar también que, especialmente para el budismo theravata, para escapar del
samsara, es necesario vivir el monacato. Esto implica romper los lazos familiares y sexuales. Pero
para la fe cristiana, el matrimonio no es un impedimento para alcanzar la salvación.75
Con respecto a la esperanza de la salvación futura, budismo y cristianismo también conocen
conceptos divergentes. Para Buda, en el nirvana “tú” dejas de ser “tú”. Pero el cristianismo afirma
que la vida eterna se vivirá como ser individual en la comunión de innumerables santos.76
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198). Wuppertal: R. Brockhaus Verlag.

74
Cf. (Mather & Nichols, 2001, pág. 86).
75
Cf. (McDermott, 2013, S. 54-55).
76
Cf. (McDermott, 2013, S. 56).

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