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Biblioteca Virtual Escriva de Balaguer. Voz San José
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ción, silencio y humildad se complacen en túrgico. En 1955, Pío XII instituyó la fiesta
poner de relieve al comentar el misterio de de san José Obrero, el 1 de mayo. Su su-
la Encarnación. Pero la veneración pública cesor, Juan XXIII, quiso que se introdujera
y general al Santo Patriarca no comienza el nombre de san José en el canon de la
en Occidente hasta los siglos XIII-XV y Misa. Juan Pablo II escribió la Exhort. Ap.
va unida a los santos de la época que la Redemptoris Custos (15-VIII-1989) sobre
propagaron, principalmente san Buena- la figura y la misión de san José en la vida
ventura, santa Brígida de Suecia, san Vi- de Cristo y de la Iglesia.
cente Ferrer y san Bernardino de Siena. En
el siglo XV, Juan Gerson, famoso teólogo 2. La devoción de san Josemaría a san
y canciller de la Universidad de París, dio José
un gran impulso a la devoción a san José,
San Josemaría tuvo siempre una es-
y fue el primero que lo llamó “Abogado
pecial devoción a san José, que resumía
Todopoderoso de la Iglesia” (cfr. Jantsch,
refiriéndose a él como aquel “a quien tan-
1962, p. 172). En el siglo siguiente, el do-
to quiero y venero” (AD, 72). Este amor al
minico Isidoro de Isolanis insiste en la im-
Santo Patriarca se desarrolló en san Jo-
portancia de la devoción a san José para
semaría con ímpetu creciente hacia el fi-
la paz del mundo y la extensión misione-
nal de su vida en la tierra, y con singular
ra de la Iglesia. En su obra Suma de las
intensidad durante la catequesis que lle-
prerrogativas de San José (1522), suplica
vó a cabo en América en los dos últimos
al papa que ordene a la Iglesia universal
años (1974-1975) (cfr. Herrán, 1994, p. 12).
celebrar cada año fiestas en honor de san
Junto a la filiación a la Virgen Santísima,
José, para obtener el fin de las guerras (cfr.
consideraba muchas veces la filiación a
Martelet, 1999, p. 226). Es también cono-
san José. Enseñaba que la paternidad de
cido el impulso que en el mismo siglo dio
san José respecto a Jesús no se reduce a
a esta devoción santa Teresa de Jesús,
un mero título jurídico: es auténtica pater-
quien manifestó su confianza en la protec-
nidad establecida por Dios, que quiso po-
ción de san José, dedicándole doce de los
ner a san José a la cabeza de la Sagrada
conventos que fundó. En el siglo XVII, se
Familia. Esta paternidad se extiende espi-
debe mencionar a san Francisco de Sales,
ritualmente a quienes están unidos a Cris-
quien colocó a la Orden de la Visitación
to. Por esto san Josemaría llamaba a san
bajo el patrocinio de san José. En el siglo
José, nuestro Padre y Señor y consideraba
XVIII destaca san Alfonso María de Ligo- que realmente formamos parte de su fami-
rio, que puso a los Redentoristas bajo la lia: “No es un pensamiento gratuito; hay
protección de san José y escribió un librito muchas razones para afirmarlo. En primer
con una novena al santo. lugar porque somos hijos de Santa María,
Por lo que se refiere al culto, la fiesta su Esposa, y hermanos de Jesucristo, hijos
de san José está comprobada en Bolonia todos del Padre del cielo. Y luego, porque
en el año 1372. Partiendo de Bolonia, la formamos una familia de la que san José
Orden de los Servitas, que ya eran espe- ha sido cabeza” (citado en Herrán, 1994,
cialmente devotos de la Madre de Dios, p. 14). En esta línea, escribe también: “La
contribuyó a la extensión del culto de san Iglesia entera reconoce en San José a su
José. Sixto IV, probablemente en el año protector y patrono. A lo largo de los siglos
1481, introdujo la fiesta de san José en se ha hablado de él, subrayando diversos
la liturgia romana. En 1621, Gregorio XVI aspectos de su vida, continuamente fiel a
declaró de precepto la fiesta de san José, la misión que Dios le había confiado. Por
el 19 de marzo. En 1870, Pío IX proclamó eso, desde hace muchos años, me gusta
a san José Patrono de la Iglesia universal invocarle con un título entrañable: Nues-
y elevó su festividad al máximo rango li- tro Padre y Señor. San José es realmente
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Padre y Señor, que protege y acompaña ción y alegría la decisión de celebrar la fies-
en su camino terreno a quienes le vene- ta litúrgica de San José Obrero. Esa fiesta,
ran, como protegió y acompañó a Jesús que es una canonización del valor divino
mientras crecía y se hacía hombre” (ECP, del trabajo, muestra cómo la Iglesia, en su
39). Como fruto de su especial devoción vida colectiva y pública, se hace eco de las
al Santo Patriarca, san Josemaría quiso verdades centrales del Evangelio, que Dios
nombrarlo Patrono del Opus Dei. quiere que sean especialmente meditadas
San Josemaría contemplaba a san en esta época nuestra” (ECP, 52).
José como un modelo eminente de san- San Josemaría subraya también que
tidad cristiana. La tradición devocional lo san José es la persona que más intensa-
ha presentado de hecho como el mayor mente ha tratado a Jesús y a María: “Si
santo después de la Santísima Virgen, de- flaqueamos, acudiremos al amor de Santa
bido a una especial predestinación divina María, Maestra de oración; y a San José,
(cfr. Herrán, 1994, p. 43), y también como Padre y Señor Nuestro, a quien veneramos
paradigma de santidad en las tareas or- tanto, que es quien más íntimamente ha
dinarias: “Eso nos enseña la vida de San tratado en este mundo a la Madre de Dios
José: sencilla, normal y ordinaria, hecha y –después de Santa María– a su Hijo Di-
de años de trabajo siempre igual, de días vino” (AD, 255). Propone al Santo Patriar-
humanamente monótonos, que se suce- ca como maestro de vida contemplativa
den los unos a los otros. Lo he pensado y de celo por las almas: “Hemos hablado
muchas veces, al meditar sobre la figura hoy de vida de oración y de afán apostó-
de San José, y ésta es una de las razones lico. ¿Qué mejor maestro que San José?
que hace que sienta por él una devoción Si queréis un consejo que repito incansa-
especial. Cuando en su discurso de clau- blemente desde hace muchos años, Ite ad
sura de la primera sesión del Concilio Vati- Ioseph (Gn 41, 55), acudid a San José: él
cano II, el pasado 8 de diciembre, el Santo os enseñará caminos concretos y modos
Padre Juan XXIII anunció que en el canon humanos y divinos de acercarnos a Jesús”
de la misa se haría mención del nombre de (ECP, 38). En este sentido, escribe también:
San José, una altísima personalidad ecle- “José ha sido, en lo humano, maestro de
siástica me llamó en seguida por teléfono Jesús; le ha tratado diariamente, con cariño
para decirme: Rallegramenti! ¡Felicidades!: delicado, y ha cuidado de Él con abnega-
al escuchar ese anuncio pensé en seguida ción alegre. ¿No será ésta una buena razón
en usted, en la alegría que le habría pro- para que consideremos a este varón jus-
ducido. Y así era: porque en la asamblea to, a este Santo Patriarca en quien culmina
conciliar, que representa a la Iglesia entera la fe de la Antigua Alianza, como Maestro
reunida en el Espíritu Santo, se proclama de vida interior? La vida interior no es otra
el inmenso valor sobrenatural de la vida de cosa que el trato asiduo e íntimo con Cris-
San José, el valor de una vida sencilla de to, para identificarnos con Él. Y José sabrá
trabajo cara a Dios, en total cumplimiento decirnos muchas cosas sobre Jesús. (…)
de la divina voluntad” (ECP, 44). Maestro de vida interior, trabajador empe-
ñado en su tarea, servidor fiel de Dios en
relación continua con Jesús: éste es José.
3. Aspectos de la personalidad de san Ite ad Ioseph. Con San José, el cristiano
José aprende lo que es ser de Dios y estar ple-
Al meditar sobre la personalidad de namente entre los hombres, santificando el
san José, el fundador del Opus Dei pone mundo. Tratad a José y encontraréis a Je-
de manifiesto el valor divino del trabajo: sús. Tratad a José y encontraréis a María,
“Como todos los cristianos que vivimos que llenó siempre de paz el amable taller de
aquel momento, recibí también con emo- Nazaret” (ECP, 56; cfr. C, 560; F, 554).
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La devoción a san José en el fundador rrán, San José en la vida y enseñanza del Bea-
del Opus Dei estaba íntimamente unida a la to Josemaría, Folletos Mundo Cristiano, 578,
devoción a la Sagrada Familia, en cuya in- Madrid, Palabra, 1994; Franz Jantsch, José de
separabilidad insistía. Jesús, María y José Nazaret, Madrid, Rialp, 1962; Bernard Martelet,
José de Nazaret, el hombre de confianza, Ma-
formaban una familia unida a la que con
drid, Palabra, 1999; Ignasi Soler, “San José en
frecuencia llamaba la trinidad de la tierra: los escritos y en la vida de San Josemaría. Hacia
“Entre los bienes que el Señor ha querido una teología de la vida ordinaria”, Estudios jo-
darme, está la devoción a la Trinidad Beatí- sefinos, 118 (2005), pp. 259-284; Federico Suá-
sima: la Trinidad del cielo, Dios Padre, Dios rez Verdeguer, José, esposo de María, Madrid,
Hijo y Dios Espíritu Santo, único Dios, y la Rialp, 19904.
trinidad de la tierra: Jesús, María y José.
Manuel BELDA
Comprendo bien la unidad y el cariño de
esta Sagrada Familia. Eran tres corazo-
nes, pero un solo amor” (citado en Herrán,
1994, p. 12). Por eso conviene mantenerlos SÁNCHEZ RUIZ, VALENTÍN MARÍA
unidos también en la vida interior, según un
itinerario de la vida espiritual que va desde (Nac. Orellana la Vieja, Badajoz, Espa-
la trinidad de la tierra hasta la Trinidad del ña, 16-X-1879; fall. Madrid, España, 30-
Cielo: “A través de Jesús, María y José, la XI-1963). Valentín María Sánchez Ruiz fue
trinidad de la tierra, cada uno encontrará confesor del fundador del Opus Dei desde
su modo propio de acudir al Padre, al Hijo 1930 hasta 1940. No tuvieron relación du-
y al Espíritu Santo, la Trinidad del Cielo” rante los años de la Guerra Civil ni durante
(Burkhart - López, II, 2011, pp. 141-143). unos meses en 1932, con motivo de la di-
Señalemos finalmente que para san solución de la Compañía de Jesús en tiem-
Josemaría, la figura de san José está siem- pos de la Segunda República.
pre ligada a la fidelidad. Le gustaba ima- El P. Sánchez Ruiz entró en la Com-
ginárselo joven, fuerte y casto, trabajador pañía de Jesús el 10 de febrero de 1894.
y responsable: “Fidelidad y San José son Recibió la ordenación sacerdotal el 21 de
dos temas unidos y con frecuencia repeti- junio de 1911. Hizo una labor benemérita
dos en la doctrina del fundador de la Obra” en el mundo de las publicaciones católicas
(Soler, 2005, p. 279). De ahí que escriba: a través de la Editorial El Apostolado de la
“Su fiesta es, por eso, un buen momento Prensa. Tuvo gran difusión en España su
para que todos renovemos nuestra entre- Misal cotidiano para uso de los fieles.
ga a la vocación de cristianos, que a cada San Josemaría, alentado por la fama
uno de nosotros ha concedido el Señor” que tenía el P. Sánchez Ruiz de ser un
(ECP, 43). buen director de almas, le pidió que fuese
su director espiritual a principios de julio
Voces relacionadas: Familia, Santificación de la; de 1930. La primera conversación tuvo lu-
María Santísima; Sagrada Familia; Trabajo, San- gar en la Residencia de los jesuitas de la
tificación del. calle de la Flor. En esa primera entrevista
san Josemaría le habló del Opus Dei. Unos
Bibliografía: AD, 55-72; C, 551-574; ECP, 39- días más tarde le llevó las notas que tenía
56; F, 475-587; Ernst Burkhart - Javier López, escritas sobre la Obra. El 21 de julio, el P.
Vida cotidiana y santidad en la enseñanza de Sánchez Ruiz le devolvió esas hojas y ac-
San Josemaría. Estudio de teología espiritual, cedió a ser su director espiritual.
II, Madrid, Rialp, 2011; Joaquín Ferrer Arellano,
San José, nuestro Padre y Señor. La trinidad de El P. Sánchez Ruiz solía recibir a san
la tierra. Teología y espiritualidad josefina, Ma- Josemaría en distintos lugares: en el cole-
drid, Arca de la Alianza, 2007; Laurentino Mª He- gio de Chamartín, en Leganitos, en la calle
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