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El aborto y su dimension subjetiva A problemas complejos, instrumentos miltiples Euina Carrit BERRO Toda mujer tiene el derecho de acceder a la maternidad y de renunciar a ella y toda ‘mujer normal, parece asumir este derecho emocionalmente, sea 0 no sea legal. HeLene Drutsce * Introduccién ‘Alo largo de la historia las mujeres de todas las sociedades humanas conocidas, han recurrido al aborto como una manera de resolver un embarazo no deseado/ no esperado. Lo han hecho mas alld del peso de las restricciones legales y de las prescripciones morales o religiosas que han prevalecido en las diferentes épocas y culturas. Este fendmeno evidencia la presencia de fuertes motivaciones detras de las decisiones de abortar, que han estado y estén directamente relacionadas con Jas coyunturas y las realidades tanto materiales como simbélicas de cada mujer. Estas motivaciones se sustentan en argumentos que van desde la imposibi- lidad de hacerse cargo de un hijo por la ausencia de condiciones materiales 0 porque el embarazo es fruto de una relacién no consentida ~violencia sexual-, © porque la maternidad significa en ese momento de sus vidas un obstéculo para la realizaci6n de sus proyectos personales. En el primer caso, se trata de tna eleccién ~muchas veces en contradiccién con sus creencias y sistema de valores- que es impuesta por un sistema social con un doble discurso, que por un lado sacraliza la maternidad pero luego se desliga de la responsabilidad sobre su producto, Que la crianza sea entonces una responsabilidad individual incide en la consideracisn del aborto como una decisi6n privada.? En el otro extremo, 1. Deutsch, H, (1945) La Psicologia de la mujer (1960), vol. I, pég, 172, Losada, Buenos Aires. 2, Lamas, M.(2005)‘Aborto, derecho y religién en el siglo XX", Debate Feminista, 27; 159-164. México. 135 Travesias del cuerpo fernenino Parmci Atxocowaie (cow) Jas mujeres han podido decidir desde posicionamientos més auténomos y més desprendidos de los mandatos culturales de género, cudndo, cémo y con quién desean tener tn hijo, y parecen haberge apropiado de la concepcidn aunque no siempre se explicite- de que la sexualidad y la reproducci6n pueden ser rman parte de los derechos humanos fundamentales. posiciones filoséficas y religiosas de todas las personas implicadas, los derechos reproductivos de las mujeres (y de sus parejas) y la subjetividad de las protago- nistas. Cuando la practica tiene lugar en condiciones de ilegalidad, penalizacién y clandestinidad ? (por lo tanto, en condiciones de inseguricad) proven el esce- nario en que se dirime todo el proceso. El contexto se transforma en un texto ue produce signicados,vivenclas,reacslonesemoclonalsy discusos, qua su vez, recursivamente, determinan las précticas,* Es decir, construyen sul dice Martha Rosenberg: 7 ee “Las posturas reductivas de la comptejidad de lo que esta implicado, que pierden de vista las resistencias de las mismas mujeres que abortan a renun- Ciar a los valores constitutivos de su subjetividad, las de-an asi expuestas a crisis profundas, de resultados que no les resultan previsibles. En las decisiones sobre Ia interrupcién/ continuacién del embarazo se pone en juego en todo su espesor, la arquitectura de la identidad femenina”? La complejidad del fenémeno del aborto con sus multiples dimensiones intervinientes obliga @ mirar la temética a través de un interjuego de lentes que permitan un abordaje mutiple y necesariamente inter y transdisciplinario. No se trata de crear una nueva disciplina, sino de mantener la singularidad disciplinar de acuerdo a la dimensi6n ~el objeto de estudio- de la que se trate y de articular las reflexiones y hallazgos que provienen de diferentes campos y paradigms inves- tigativos y ponerlos en dislogo. Solo asf se podra reducir el efecto simplificador de discursos, de teorizaciones y de abordajes basados en una sola variable, cuyas Broo Tix plied Amen Lato co a exp del Ditto Federal (México efor weg peta portance et ee eciecie iio aeeee pee ee a cae a lena cniperdyie ae Cee ae Se uae yarun te ee amet ‘el caso de riesgo de vida de la mujer, donde el plazo es mayor. . 4. Cart oper, (2009) ‘Aborto stevie Un ude urguayo" XV foadas Intemacionates de Atuatizacion de Picoundliss y Genera Asoeheton de Poceioncn see's 3 de navemive 2009 CD ham Sa bat) “Snutdad seedy tor", Mov, Reva del Area ner Sip de Ess de Mie, ead fe slay Leta UA No juenos Aires . * 136 Elaborto y su dimensién subjetiva una Cans. Bewro consecuencias siguen pagando las mujeres que, aliviadas 0 culpables, pusieron cen riesgo sus vidas y su salud fisica y mental. Los efectos del aborto gconsecuencias universales ovivencias singulares? Habitualmente, las investigaciones sobre el aborto y sus efectos en la salud de las mujeres han puesto el énfasis en los aspectos bio-médicos y gineco-obstétricos y hay escasa literatura a nivel regional sobre las repercusiones psicol6gicas.® Durante muchos afios, los estudios sobre aborto inducido referfan como consecuencias psicoldgicas Ia depresién, la culpa y el atrepentimiento. Varios investigadores sefialaban la aparicién de alteraciones psiquidtricas en el periodo inmediatamente posterior al aborto y describfan lo que se ha denominado el Sindrome Post Aborto (SPA) como el efecto universalmente mérbido del aborto, Desde el campo psicoanalitico, las reflexiones especificas sobre aborto volun- tario, su significaci6n y sus efectos en la vida psiquica son también escasas si las comparamos con la profusién de ensayos y libros acerca de otros eventos de la vida reproductiva de las mujeres, en particular con la maternidad. Las referen- cias a la significacién inconsciente de las experiencias en torno al aborto y a sus eventuales secuelas se incluyen por lo general en el marco de teorizaciones v/ 0 comentarios clinicos mas amplios sobre casos particulares de mujeres en anéiisis. Si tenemos en cuenta que la interrupcién voluntaria de un embarazo es una expe- riencia por la cual han pasado y pasan miles de mujeres’ en edad reproductiva de todas las clases sociales, llama la atencién la escasa atenciGn dedicada al tema. Los psicoanalistas® han estado bastante ausentes del debate social y cuando lo han hecho, en reiteradas ocasiones han teorizado partiendo de algunos aprioris {que no toman en consideracién la complejidad del problema, ‘A pesar de que el objetivo de este articulo no es realizar una revisi6n exhaustiva y sistematizada de la literatura psicoanalitica sobre el aborto voluntario, resulta pertinente consignar algunas teorizaciones, algunas de las cuales son convergentes entre sf Si partimos de Freud, encontramos que en el trabajo “Sobre la psico- igénesis de un caso homosexualidad femenina’, comenta que no puede dejar de asombrarse por cémo los seres humanos pasan por momentos importantes de su vida erética sin percatarse, muchas veces incluso sin las més minima idea de su existencia. En esta misma linea -la del asombro~ contintia: &) Se destacan en este sentido los estudios de Rivas,T; Amuchéstegui, A(1996) Gonzélez, ‘A. (1995); Zamudio, L; Rubiano N.; Viveros, M,; Salcedo H. (1999), 1. Bnnlos paises donde el aborto es ilegal es dificil estimar con precisin su incidencia. Sanse- viero (2005) a través de fuentes directas ¢ indirectas estimé que el rango de ocurrencia para el Uruguay, se podria situar en el orden de los 33.000 abortos por afio. 8, bas excepciones provienen fundamentalmente de psicoanalistas que han incorporado la pperspectiva de género a su praxis. 137 Travesias del cuerpo femenino Parroca Auxovowene (COMP) Por tiltimo, también nos ha causado asomibro los efectos insospechados que pueden resultar de un aborto provocado, el asesinato de un nifio no acid que fueron devididosporl sujet sin remordimiento ni vacilacién alguna” * Las primeras referencias especificas sobre el efecto del abi je e fe el efecto del aborto en la subjeti- vided de tas mujeres fueron relizadas por Helen Deutsch, en “The psvchology of women”, En un capftulo dedicado al embarazo, la autora apunta a que I restricciones legales y los mandatos religiosos: “es “(..) ¢jercen una influencia externa sobre la situacié 6 (.)fercen : sobre la situaci6n psicol6gica, Siempre gugstosimpertivostenen una fuera iesistble, tanto debido al temor le quebrar la ley 0 debido a su lealtad ituaci6: ebasa los Ifmites de la psicologia.” * para sulla iuacién Helen Deutsch toma en consideracié sa consideracién que para comprender las reaccit seoligens Prevasyposteriores de un abort voluntao, es importante conocer razones de la toma de decisi6n. Lo interesante de los planteos de S que aun pariendo desu fielidad& la concepsionRewians sobre le mney ¥ extreméndola en algunos casos) sus reflexiones no son lineales ni centrad inieamente en el mundo intero de sus pacientes. “ ont sborto voluntario ha sido considerado por la main stream psicoanalitica omo un evento siempre traumético para las mujeres que han pasado por la rperiencia. Se lo ha asociado a la castracién ya que destruye la integracics enital, como sefiala Arnardo Rascovsky: Seecen “...que se logra con la creacién del hij¢ fin al it a cién del hijo como fin dltimo de la genitalida y destruccién del cuerpo”? Sento La envidia a la madre y los sentimientos de odio haci vis m sentimient io hacia las hermanas observa eres neurdticas son considerados por Abraham’ como determinacs oy “Freud, S (1920), Un caso de homosexual ’ caso de homoseruaidadfemenina A, volXX, Buenos d a evan astellana: La Psicologia de la Mujer ea Aires Deutch (1945) La Picofgia de la mujer (960) Vo I, 172, Losda, Buenos 1 Rascal A, “Notas cliicas sobre elaborto Ray Notas ro ood enel pragma mr dis, (1968) Tomo XXV, n° pag. 6, clade on Deseo do jp Pasion de io, Esterdad y tcc reproductive del plcoanls, eee P, (2008), pag. 190, Letra Viva, Buenos Aires, Peicoandliss de Ara, (098 “ew spt of he copa fps preset fo tintin of regan Abortion on pyc und sada por A appa tions ofthe Topeka Psychosnalyie Society Bul. Mennin, Cunie, 5 ats 268 58 El aborto y su dimensién subjetiva una Cant Beso Elaborto y su dimension subjeta CO elarmado de un ciclo repetitivo de embarazos no deseados y posteriores abortos. De acuerdo a Calet; las fantasfas inconscientes de infanticidio (asf caracteriza al aborto) son en primer lugar una defensa ~pero ademds- un castigo por los deseos incestuosos (edipicos) inconscientes y que el embarazo inesperado materializa. Elaborto conlleva un duelo particular yno siempre elaborable: el objeto perdido ¢s el hijo que pudo ser o un proyecto de maternidad que se frustra, como sefiala Dinora Pines', y por su parte Julio Aray plantea que el objeto perdido es el feto abortado pero a su vez se pierden aspectos del yo corporal y psicol6gico."® Reimikis® Hev6 a cabo una extensa revisidn biblicgrafica sobre la literatura psicoanalitica acerca del aborto y encontré la escasez seffalada més arriba. Esta autora también plantea que es llamativa en los circulos psicoanaliticos la renuencia a discutir sobre este tema y fundamenta la importancia de comprender Jos diferentes significados que tiene el aborto asf como la necesidad de revisar las implicaciones de la experiencia dentro del contexto terapéutico. Para Remikis, el fenémeno del aborto, cuando tiene lugar mientras se est4 cursando un anéli “otro tipo de psicoterapia—, es una puesta en acto (enactment) particularmente ‘apropiada para analizar las elecciones y acciones humanas en la interfase entre Ia fantasfa y la realidad externa, El aborto, sostiene, conlleva implicaciones tanto para la técnica, como para la comprensi6n del desarrollo humano y el dilema central -también humano- de la destructividad versus la creatividad. De acuerdo a la revisién realizada y a sus propios casos clinicos, la interrupcién voluntaria del embarazo es el resultado de motivaciones inconscientes que no se eliminan a través del acto y que, de hecho, puede dejar secuelas. A modo de conclusidn, llama la atenci6n sobre el hecho de que en toda bibliografia revisada, los autores no mencionan el lugar que ocupa la contratransferencia en estas situaciones. Un aborto puede poner en evidencia las dificultades de las mujeres para identi- ficarse con una representaci6n gratificante de su propia madre. Y, en ocasiones, es lasoluci6n psicosomiética frente al dilema universal de la ambivalencia maternal.” En 1990, esta autora atentia las afirmaciones de sus primeros trabajos y observa (que la maternidad frustrada afecta a las mujeres de acuerdo a su singularidad y al sentido inconsciente que el embarazo tiene para cada una. es Giiado por Reimikis, G1V. (2001) “A Review of the Psychoanalytic Literature in Abortion’. Journal of the American Academy of Psychoanalysis, 29: (2) 251-244 44, Cale, citado por Reimikis, GL. (2001) “A Review of the Psychoanalytic Literature in ‘Abortion’ Journal of the American Academy of Psychoanalysis, 29: (2) 231-244. 15, Pines, D. (1990) “Pregnancy, Miscarriage and Abortion. A Psychoanalytic Perspective International Journal of Psychoanalysis, 71,501~307. 16. Aray, J (1966) Aray, J. (1966) Aborto, Estudio Psicoanalitico, Hormé, Buenos Aires. I1 Reimikis, GV. (2001) "A Review of the Psychoanalytic Literature in Abortion’: Journal of the American Academy of Psychoanalysis, 29: 2) 251-244 18, Pines, D. (1982). “The relevance of early psychic development to pregnancy and abortion. International” journal of Psychoanalysis 65,311-319. 139 Travesias del cuerpo femenino Paria Aunovomsre (ComP.) Es ya clésica la idea de que un embarazo no deseado/no esperado puede ser vivido como una invasién en el cuerpo conducir a conflictos y sentimientos relativos a una madre desvalorizada utodiada y surge michas veces como la respuesta inconsctente frente a una pérdida, En otros trabajos hemos soste- nido que los sentidos que adquiere un embarazo no intencional pueden ser la expresi6n de muy diversas motivaciones, preconcientes o inconscientes. Puede significar la confirmacién de la potencialidad fértil, una manera (vicaria) de terminar una relacién afectiva, una forma de cumplir el destino establecido or sus madres y/o la expresién de una conducta punitiva por el ejercicio de la sexualidad (ei embarazo como un castigo, como sefiala Calef). A partir de su experiencia clinica, Romano” sefiala que antes y después del aborto se observan perturbaciones psfquicas de entidad y que la imposibilidad de hacerse cargo de un hijo por diferentes razones se complejiza por la clandes- Linidad, a la que define como “retroalimentadora de vivencias de oprobio, culpa ¥ castigo”: Sin embargo, afirma que los efectos del aborto inducido suelen ser ‘traumaticos y que éste no deberfa constituirse en una préctica indiferente, sino que cada situacién deberfa estar claramente especificada y ponderada, Pi-Suryer”. destaca por el contrario que, de acuerdo a su experiencia, muchas mujeres que interrumpieron embarazos no deseados/no esperando pudieron restablecer stt ¢quilibrio emocional después de interrumpiclo, En el marco del debate social acerca de la despenalizacién del aborto en la Argentina, Isabel Lucioni opina que el embarazo, partoy lactancia son hechos que conmocionan la vida de una mujer, magnificos y enaltcedores de su autoestimna silos ha deseado; violatorios y traumaticos si no los desea ‘un embarazo no deseado ni asumido” dice, “es un castigo de la biolog fa, ue funciona como una maquina no deseante ¢ iniusea en le prop subjtvidad; maquina desubetvirante unt ala sociedad pact ye cree cay une vida humana, in alin neasada ene combate genctca™ (2007 En el contexto de un proceso psicoanalitico donde se fa i s ico donde se favorece la regresién {2 emergencia de los contenidos inconscientes de las pacientes, os eventos lela vida van adquiriendo otros significados. El aborto puede ser uno de ellos, 9. Cart E; Lépes, A. (2008) Ente e alii ye dotor, Mt A. (200 ‘tivo y el door. Mujeres, sborto y subjetiidad . a ‘iones Trilce, Montevideo y Carril, E.; Lépez, A. (2009), ob.cit vee oman, E (2007, “nts en el propio cuerpo Pipna i, 2 de setembre de 2007; myer, ME (1984), "Deseos inconsctentes de maternidad y demanda d uadern Caps, n° 13, 101. Citado por Amuchdstegui, vo 4 sobre el aborto. Edamex, México. Ps ae eon 2. Lucion 207) “Emierazo no des " Lain (2007 "Embaazonodeseado es olan gna 12.12 de etude de 2009 40 Elaborto y su dimensién subjetiva una Cane. Beno Pero el guidn interpretativo del analista, sus marcos referenciales te6ricos y sus opiniones filoséficas y/o religiosas acerca del tema pueden deslizarse en las interpretaciones o en las reflexiones tedricas posteriores. Destaco la frase freudiana “asesinato de un nifio no nacido”, Esta es una posi- ci6n filoséfica, desde la cual Freud interpreta el aborto de su paciente. Es posible {que haya sido o sea también la de mucho/as analistas, que desde esta posicién y ela premisa de que el camino para la plena consolidacién de la femineidad pasa necesariamente por la matemidad, haya determinado la mirada psicoanalitica sobre la mujer y sus decisiones reproductivas mas alld de teorias y escuelas. Se comprende asf que quede por fuera de la reflexién que la decisidn de algunas mujeres de no ser madres ~alguna vez o nunca~ no necesaria y universalmente refleje un conflicto universal con sus propias madres, la ambivalencia entre el amor y el odio o las dificultades para adquirir lo que Romano” denomina un “yo mater". En este sentido, coincido con Ana Marfa Fernandez y Deborah Tajer cuando sostienen: “La neutralidad necesaria-pero no siempre presente- de los profesionales ‘psi’ con relaci6n a la opei6n de continuar o interrumpir un embarazo hace que muchas veces no se interrogue lo suficiente el universo de significa- ciones en que se inscribe la elecci6n de maternajes y paternajes”* Desde otras perspectivas y particularmente desde estudios en salud reprodue- tiva disefiados desde el paradigma cualitativo, surgen otros datos. La investigaci6n cualitativa, que incorpora la visi6n de los propios sujetos implicados en el fend- meno a investigar y contextualiza e historiza sus discursos y acciones, permite comprender la estrecha articulacién entre los procesos subjetivos y el peso de las representaciones sociales sobre el aborto y las condiciones de subjetivacién de las mujeres en un contexto dado. Cada vez. se reportan mayores evidencias de que la préctica del aborto no acarrea siempre y en toda circunstancia efectos psicolégicos negativos en las mujeres que lo practican ® Los estudios coinciden en que es necesario tomar en. consideracién el contexto legal, los valores y creencias de cada mujer, su grado de autonomfa, el apoyo (o su ausencia) de la pareja o de referentes afectivos 35, Romano, (2007) Ob, cit, Esta autora encuentra que las justficaciones que subyacen a la decisiGn de abortar responden a causas diversas: la ya citada imposibilidad de acceder ‘9 un yo mater en la erianza de un nifio, por tener otros hijos, porque el embarazo fue precedido de una defraudacién amorosa, por el temor a una falla genética o porque cl embarazo es producto de una relacisn extramatrimonial, (Romano, E2007 Pégina 12, 27 de setiembre de 2007) 24, Fernandez, AM, Tajet, D. (2006), "Los abortos y sus significaciones imaginarias” En: Checa S. (Comp.) Aborto: realidades y coyunturas, Paidds, Buenos Aires, p6g. 38. 25, Adler, N. etal, 1990); (Rivas, Amuchéstegui, 1998); (Adler, N. 2000); (Cohen, 8. 2006) (Cai, Lope, 2008). 341 Travesas del cuerpo femenino Parnic AuroLonane (cour) significativos, la estabilidad psfquica previa, las circunstancias en que toma la decisign, la atencién profesional que pueda recibir, el tipo de aborto, entre otros factores. Las respucstas emociofiales frente a la interrupeién voluntatia del embarazo pueden comprenderse -no juzgarse- si se tienen en cuenta los factores antes mencionados. Cuando en contextos legals restrictivos se acentia la reflexion sobre el aborto voluntario consideréndolo fundamental o tinicamente un problema de salud publica, de justicia social ode violaci6n de los derechos reproductivos, quedan rele- ‘zados o ausentes el conocimiento y el posterior andlisis acerca de las condiciones de subjetivacién de las mujeres en este contexto y en los efectos psicolégicos que eventualmenteresulten de a préctica.* De esta manera, la subjetividad implicada en todo el proceso ated, como sostiene Rosenberg” “aplanada’” Por otra parte, cuando se privilegian tinicamente las determinaciones incons- cientes y se omite la consideracién de otras dimensiones, las teorizaciones se ddeslizan hacia un psicologismo (0 psicoanalismo) que suponen sostener que los procesos psiqucos que una mujer pueda desplegar frente a un aborto estén condi- ionados dnieamente por su mundo interno En ambos casos se toma como sujeto ala préetica ensi® ¥ quedan por fuera de la consideraci6n tanto las significaciones sociales sobre el aborto, como los sentidos que cada mujer en particular le asigna {y los modos singulares Con que lo procesa psicol6gicamente.®® El cuerpo enel centro de la escena Supongo que hay una depresion media normal del cuerpo. KARINA Hay una parte de que, bueno es una sola que esié aki, el cuerpo de uno a la hora de decidir... SriRLEY Cuando el cuerpo s¢ erige como el principal protagonista de cualquier experiencia vita, ya 8ea placentera o sufriente, esta experiencia se inscribe en el psiquismo y se expresa en representaciones concientes e inconscientes que 26, Cart, Lépex, 2008), ob ct 21. Rosenberg, 2003), 98 ct. 28, Fernandez, Tajer, (2008), ob cit 29, Ronenbeeg M2008) "Sexualidad, subjtvidad y boro" Mora, Revista del Area Inter- liseiplinaia de Estudios de la Mujer, Facultad de Filasofta y Letras, UBA, N° 8, junio. Buenos Aires 30. Carri, Lépez (2008), (2009), ob ci 42 Elaborto y su dimensién subjetiva una Cans Beno Je van dando textura y sentido a la dimensién subjetiva del cuerpo. Esta dimen- sign ~ que incluye el esquema, la imagen corporal y el cuerpo erdgeno- no es tnicamente la huella de la experiencia corporal directa, sino que ésta aparece desde el inicio de la vida, mediatizada por los cuidados atitoconservativos de los bjetos significativos primeros que a su vez, irdn implantando y posibilitando la temergencia de la sexualidad y el erotismo. Esta huella se entreteje con las otras, las que dejan los discursos sobre el cuerpo que provienen de la cultura. Se crea asf una trama compleja entre la fuerza del soma y esa otra fuerza que imprime valores, restricciones e imperatives, baliza el camino hacia el goce impregna y particulariza el dolor. Esta creacidn intersubjetiva pero intrapsiquica, contribuye a explicar porqué no todas las mujeres viven y significan las experiencias con sus uerpos, sus impulsos, placeres y pasiones del mismo y exacto modo. El aborto como experiencia corporal tiene al cuerpo femenino como tinico protagonista, En el aborto quirirgico, la vivencia corporal se hace evidente luego de haber culminado el procedimiento. En una reciente investigacién® sobre las dimensiones subjetivas implicadas en el proceso de aborto, nuestras entrevistadas reconstruyeron la experiencia a través de recuerdos intensos en. imagenes, sensaciones, olores, independientemente del tiempo transcurrido al momento de la entrevista. En casi todos los casos, relataron un malestar corporal inmediato que, con el paso de las horas se iba tornando difuso hasta desaparecer. Algunas ubicaron ese malestar en los efectos de Ja anestesia, otras en el “dolor en el titero”, pero todas relataron la angustia y el temor previo y post, al dafio corporal (desgarramientos uterinos, esterilidad secundaria, sepsis) que eventualmente pudieran resultar de una practica insegura, oculta, levada a cabo por profesionales anonimos y en lugares alejados. {Pueden comprenderse estas, fantasfas desligadas del riesgo real que implica el aborto inseguro? En el aborto con medicamentos, la corporeidad es omnipresente a lo largo de todo el proceso. Desde hace unos afios, muchas mujeres acceden a un aborto FH. Cartl, E2005) “Cuerpo de mujer. Cuerpo en espera’. E: Corral, P. (Coord.) Nadie sabe lo que puede un cuerpo. Thalasa Ediciones. Madrid 532, Camtl, E Lopez, A. (Responsables) “Aspectos psicol6gicos del aborto voluntario en contextos de ilegalidad y penalizaciOn, Précticas y significados en mujeres uruguayas’ 2005-2007. Cétedra Libre en Salud Reproductiva, Sexualidad y Género (CATSR), Facultad de Psicologta con el apoyo de la Comisién Sectorial de Investigacion Cientfica (CSIC) de la Universidad de la RepsSblica(Uruguay). Se desarrollé una investigacion de tipo cualitativo en base a entrevistas en profundidad con mujeres que transitaron por la experiencia de aborto voluntario, £l universo de estudio incluyé a mujeres montevideanas jovenes y adultas comprendidas entre edades de 20 a 59 afios y de diferentes niveles feducativos, que hubieran vivido la experiencia personal del aborto voluntario en los titimos 10 afios (considerando los plazos de un afto, cinco aftos y hasta diez afios) Este ‘estudio es parte de la linea de investigaci6n sobre Subjetividad~ Reproduccién~ Aborto {que venimos desarrollando con la Lic. Alejandra Lopez en la CATSR y que incluye el proyecto “Aborto voluntario, La perspestiva de los varones” (CSIC- 2007-2009) y “Los profesionales de la salud frente al aborto inducido’, actualmente en ejecucién. 143 Travesias del cuerpo femenino Parma ALrovomeRe (comp) con medicamentos mediante el uso de misoprostol. Estas experiencias estén asociadas a una difusién més amplia de este método, en términos de su eficacia y seguridad, contrarrestando la incideneia de abortos inseguros. En el caso de las mujeres entievistadas, el lipo de préctica (quirirgica 0 con medicamento) ala que tuvieron acceso estuvo fuertemente asociada, entre otros factores, a la distancia temporal entre el momento de reslizaci6n de las entre. vistas y la interrupcién del embarazo. Las mujeres que habfan abortado entre los aftos 2005 y 2006 lo habfan hecho, en casi su totalidad, mediante el aborto con medicamentos. A ellas me referiré en las lineas siguientes. Utiizar el misoprostol implica® para la mayorfa de las mujeres, prepararse Para un procedimiento desconocido. Deben decidir en qué momento del dia van a colocarse las pastillas, dénde lo hardin, qué necesitan durante la espera y si van a estar acompafiadas 0 no. Para aquellas que tieen hijos, les implica organizar la cotidianeidad para que éstos no se vean afectados ni se enteren de lo que estd sucediendo, Pero no siempre es posible disporer de acompafiantes. Algunas mujeres deben vivir esta experiencia en soledad, con la carga de angustia que ello supone ante un acontecimiento nuevo y del cual desconocen los efectos secundarios, los riesgos o las reacciones en sus cuerpos. Otras, prefieren estar solas. Asf se sienten més tranquilas. Si bien las mujeres pueden disponer de mas o menos informacién sobre la administracién del medicamento, su eficacia, sus efectos secundarios y cmo actuar ante determinada sintomatologia, hay otros factores del orden de lo subj tivo que se ponen en juego. El miedo, la angustia o a ansiedad no s6lo determinan el estado de animo de la mujer, sino que tienen un efecto directo en el cuerpo. El.uso del misoprostol enfrenta a las mujeres a una experiencia corporal directa, que pone en marcha vivencias y fantasias concientes e inconscientes, desde el momento de recibir las indicaciones médicas. De las entrevistas, surge que las mujeres sabfan bésicamente la forma de Proceder con la medicacién, los sintomas esperables y la importancia de luna ecografia posterior para comprobar que el proceso ¢e aborto habia sido completado. Algunas pocas estaban al tanto de que podian sentir intensos dolores o tener efectos colaterales (néuseas, vOmitos, diarrea). Esta informacion, auin comprendida desde el punto de vista cognitivo, no impidié que surgieran temores y fantasias de dafio corporal o de muerte asociades manifiestamente a 'a posibilidad de colocarse erréneamente las pastillas y/o no obtener el resultado esperado. Es quizés, por esta razén y por el miedo a lo desconocido, que algunas mujeres prepararon el momento con extremo cuidado, “amando”, de acuerdo a las palabras de una de ellas, todo el escenario. La eleccin de la hora del dia 35. En el Uruguay para acceder a la compra d : eceder al compra de misoprostol para la péctica de aborto, hay Gus zu al mercado clandeing ya qu ee medcamento od venta contlads gn farmacasyrequiere receta profesional de un medic gatrownterSlogo bide oa indicacién para el tratamiento amplio de dlceras sistricess 144 El aborto y su dimensin subjetiva Euna Case. Berao para empezar el proceso pareci6 estar més ligada a factores subjetivos que a la realidad de las indicaciones: para algunas era més segura la noche y para otras, el dia. Celia nos dijo que ella “tenfa todo preparado", porque pensaba que se iba a desangrar”: El momento de colocarse las pastillas en la vagina fue el “més tenso”, porque sentfa miedo a no poder colocarselas bien. Tenfa muchas fantasfas porque “en realidad era como algo que le estaba haciendo yo a mi cuerpo, de lo que no tenfa conocimiento total ni control, entonces por eso me daba un poco de miedo, pero fue ese segundo” Algunas mujeres transmitieron su experiencia corporal a través de un lenguaje infiltrado por fantasfas de estar desangrandose, impregnado del impacto que produjo en ellas la hemorragia, la vision de los Coagulos y los intensos dolores producidos por las contracciones. En este sentido, fue notoria la diferencia en el discurso entre las mujeres de diferentes niveles educativos. Aquellas con menos afios de escolarizaciGn lo hicieron de manera mas descarnada y con menor grado de intelectualizacién, que aquellas de nivel medio o alto. En este sentido, el relato de Alicia fue abundante en detalles sobre su vivencia corporal. Ella habfa optado por colocarse la medicacién durante el dia vse acost6 a esperar. Recién obtuvo resultados al segundo dia y ésta fue su crénica: “Empecé a largar toda una baba marr6n y después con sangre y al tercer fa ya empecé a largar codgulos de sangre, todo el dia. Y viste la distancia que tengo del bafio a la puerta, me bajé de la cama para ir al bao, cuando ego al bafio tuve que cerrar la puerta enseguida porque yo hacia ast {reproduciendo el movimiento de pararse] y me baflaba toda en sangre éviste? hacia bluf asf y me bafiaba toda en sangre. Eso me pas6 como tres veces” Alicia, que ya tenfa cuatro hijos, vivi6 este aborto con mucha culpa, pidién- dole enseguida a Dios que la perdonara, que tomara en cuenta su situacién: * yo cometf pecado, pero El tenfa que darse cuenta de que yo no lo podfa traer al mundo, porque no lo iba a poder mantener” Su religién significa al aborto como el asesinato de una persona, asf lo ha escuchado y asf lo ha hecho propio. La culpa proviene del supery6, pero éste no es una mera agencia generadora de culpa, sino que se alimenta de la regla social y religiosa amplificando asf sus efectos y su severidad. El sangrado le despierta fantasias de desintegraci6n y dafio. corporal que de alguna manera pudieran resultar merecidos por el asesinato cometido, Es razonable suponer que sus percepciones acerca de lo que observan durante el sangrado vaginal hayan estado contaminadas por las imagenes de fetos despedazados que los movimientos pro-vida difundieron en la via piiblica durante el transcurso del debate parlamentario que habia tenido lugar algunos meses atrés. Vio lo que le dijeron que habia que ver. Dice Shirley: “Parecfa que me estaban arrancando algo, era un dolor inso- portable? Tenfa la capacidad de distinguir las situaciones porque sabfa que en 145 ‘Tavesias del cuerpo femenino Parmicix ALxovoweRe (COMP) ‘otras mujeres, el umbral ante el dolor habfa sido més alto que el propio: “se ve ‘que depende del organismo de cada persona porque conozco pila de gente que the dice que no sintid nada o que apertas un minimo dolor como de dolor de ‘varios, pero yo casi me muero de dolor” “éQué le estaban arrancando? éun hijo? éel Srgano? dy el organismo de quién depende? écual el dolor que casi la mata? En la intimidad de una sesi6n estas interrogantes abren la posibilidad de reconectar -o conectar- a esta mujet con ‘su escenario fantasmitico, elaborar las pérdidas, resignificar su historia, En el ‘marco de una entrevista de investigacién, atin puntuando sobre “6rgano” “hijo” (0 “dolor que mata”, nos acercaremos a construcciones de sentido que no van a ser devueltas a quien las produce, serén en todo caso los elementos que permiten ‘comprender y luego analizar y producir teorfa, siempre contextualizada, sobre el objeto de estudio, EI “dolor que mata” en esta entrevistada puede estar asociado ‘aque sentfa que iba en contra de un instinto maternal que atin no tenfa, pero que yale iba a surgir, porque es parte de lo que ~supone- es la naturaleza femenina: “no lo tenfa en ese momento el instinto... después que pas6 todo, como que me empez6 a venir... vefa un bebito y decfa ‘ah... que lindo’ Cuando esta mujer significa ala maternidad como un instinto inherente a su condicién femenina y raz6n suficiente para que emerja su deseo de ser madre, no querer un hijo (o ese futuro hijo) es pervertir una ley natural. Por eso, algunas mujeres como Shirley suponen ~esperanzadamente - que ese instinto va a surgir en algtin momento, casi como parte del proceso evolutivo o la madurez. Las vivencias en el cuerpo que produce el uso de misoprostol no necesa riamente coinciden con lo que se supone que deben sentir desde el punto de vista médico. El cuerpo biolégico es una cosa y el cuerpo subjetivo es otra Estan intervinculados, pero remiten a dimensiones diferentes y necesariamente distinguibles. El cuerpo es una unidad compleja, integral y multidimensional. Se produce en el contexto de relaciones sociales y afectivas en un tiempo hist6rico, a partir de la materia basal que constituye el organismo.™ Este, como dice Alicia Fernandez, se hereda, mientras tanto el cuerpo se construye en el entramado de lo social, lo histérico y lo subjetivo, en las condiciones cotidianas de existencia (materiales y simbélicas). Por ello, no se puede pensar ni sentir el cuerpo de forma aislada, sin relacionarlo con estas condiciones y las trayec- torias biograficas que determinan, en buena medida, el devenir de cada sujeto. En el espacio corporal, se encuentran grabados la historia personal y social, las marcas de los estereotipos, mandatos y normativas sociales que acompafian las socializaciones de género y de clase. Esto determina, en buena medida, las diferentes vivencias y experiencias de las mujeres que han usado misoprostol para interrumpir un embarazo. 34, Carell, Laper, (2008), ob. cit. 135, Fernandez, A. (1994) La sexualidad atrapada de la sefiorita maestra. Nueva Vision Buenos Aires. 146 El aborto y su dimensién subjetiva una Can Berea El cuerpo de las mujeres, cuerpo de la transmisién y de la generacién de vida, es también terreno de la pasidn, el amor y el erotismo, pero el erotismo y las prdcticas sexuales han estado subordinados en nuestra cultura, a la exaltacién de la procreacién. El acto de abortar rompe esta subordinaciGn* ya que al separar la sexualidad y la reproduccién, interpela y moviliza a la sociedad -y a quienes abortan- poniendo en jaque las concepciones ideol6gicas que se tienen sobre la maternidad, la sexualidad y 1a moral sexual que rigen para el universo femenino: una sexualidad permitida y acotada cuando se produce en el marco de una unin legitima y con fines reproductives. Pero si bien la representacién de una femi neidad auténtica ya no esta sostenida por la prescripcién de una sexualidad pasiva y subordinada a ia reproduccién y al placer masculino, a nivel imaginario atin es concebida con connotaciones de pecado y conlleva, por lo tanto, el aceptar su ‘consecuencia: la procreacién.”” Interrumpir voluntariamente un embarazo es una decisién vital trascendente para ~casi- todas las mujeres y como tal no esta exenta de contradicciones y ambivalencias. Las restricciones legales y la clandestinidad, determinan que esa decisin tenga caracterfsticas particulares, ya que es el texto desde donde se procesa toda la experiencia. Las respuestas emocionales yas significaciones que muchas mujeres viven frente a un embarazo no deseado que luego culmina en un aborto pueden analizarse y comprenderse desde una perspectiva que ineluye la dimensi6n inconsciente. Pero esta dimensién no puede privilegiarse frente a la necesaria articulacién entre las condiciones de subjetivacién en que tienen lugar la practica y las significaciones imaginarias que ésta produce. 36. Cartil, Lépez, (2008), ob. cit. 531. Gonzélez, A. (1995) “Crimen y castigo: el aborto en Argentina”: En: Gonzélez Montes, 'S (Comp) Las mujeres y la salud, El Colegio de México, PIEM, p. 167-197. 447 “Travesias del cuerpo femenino Paraic ALxoLoMeRe (conP,) liografia oe -2Gémer, A.(2004) Mértalidad Materna, Aborto y Salud en Uruguay. Ake Le NS oan Ae, ea 59 AN Alkolombre, P. 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Casco Art Hotel, Bariloche, Patagonia Argentina Zurbaran Hoteles Por contactos con la autora: patricia alkolombre@gmaiicom Primera edicién: Octubre de 2011 Impreso en Argentina ~ Printed in Argentina Queda hecho el depsito que marca la Ley 11.723 Prohibida la reproduccion total o parcial de esta obra bajo cualquier método, includos la reprograia, la fotocopia y el tratamiento digital sin la previa y ‘expresa autorizacion por escrito de los titulares del capyright. Esta obra se terminé de imprimir durante Octubre de 2011 en fs Tallees Graficos “Planeta Offset’, Saavedra 565, Ciudad de Buenos Aires Argentina Dedico este libro a las mujeres: hijas, madres, abuelas, hermanas, amigas. Ya todos aquellos, que se ocupan de cuidarlas.

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