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plo. La nueva arquitectura rusa se levanta gracias a la voluntad de todos, y no gracias a cualquier proyecto de cualquier gru- po. Nuestras construcciones evan el sello del colectivismo, tunido a la racionalidad americana, al més severo cientifismo leninista y a la elasticidad revolucionaria, 130 EL ARQUITECTO EN LA LUCHA DE CLASES: A las preguntas formuladas por el Grupo de Arquitectos de Praga, «Leva Fronta, Hannes Meyer dio las siguientes contes- taciones: 1. ¢Cuiles son sus relaciones con la arquitectura actual? Segin usted, cuales son los factores determinantes para la definicién de Ja arquitectura contemporénea’ Sin duda alguna, Ia lucha de clases, incluso en el campo de la arquitectura, se ‘sostiene con armas bastante afiladas. Este factor obliga a los arquitectos a un continuo andlisis de las situaciones sociales que encuentran su expresién en la arqui- tectura de nuestro tiempo. Cuanto més claramente reconoce- mos los procesos sociales de la lucha de clases, tanto més obli- gados estamos a juzgar la forma de todas las ‘manifestaciones en el campo arguitecténico, tinicamente a la luz de ta accién reefproca que se interpone entre la forma y su contenido social. El arquitecto vende el producto de su propio trabajo intelec- tual y depende, por lo tanto, de su cliente, mas de lo que pueda depender el carnicero de su clientela. En su calidad de traba- jador intelectual, el arquitecto esta sometido al dominio de 1a Clase dirigente, mucho mas de Io que puede estarlo un peén. ‘lus tesultados de este continuo andlisis marxista de nues- tra sociedad me obligaron a repasar gradualmente los errores de mi precedente interpretacién liberal y reformista de las con- Giciones sociales, a las que estaba especialmente sometido, de- Dido a mi actividad profesional al servicio del movimiento neu tral de las cooperativas y de los sindicatos libres. Esta inter- pretacién analitica me ofrecié la posibilidad (como director del Bauhaus de Dessau) de comprometerme en una teoria arqui- tecténica marxista, para la formacién del arquitecto socialista, y de defender al proletariado revolucionario. Desde entonces, Ine dediqué, con inflexible tenacidad, a introducir las teorias de Marx, Engels y Lenin en el proceso de la construccién, guiado por Ja linea del partido comunista que, tinico entre todos los partidos, evidencia y utiliza la téctica de la practica marxista Bt ten la lucha social, La relacién existente entre 1a arquitectura Contemporinea y yo es la relacién dialéctica de un combatiente reyolucionario en el campo de la construccién. Para la definicion de la arquitectura contemporénea un tinico factor aparece determinante: nosotros estamos implicados en una época en la que el proletariado revolucionario, bajo la di- reccién del partido de Lenin, ha tomado el poder y ha empezado a construccién del socialismo sobre la base del materialismo dialéetico. Dentro del gigantesco esfuerzo constructive de la Unién, Soviética, asistimos al nacimiento de la nueva arquitec- tura de la era socialista, IL. {Qué opina usted de Ja negacién del arte en los proyectos para la construceién. de viviendas y para la planificacién urbana profesada por los arquitectos que se definen progresistas? ¢Qué To que opinan del arte, bajo este aspecto? Yo juzgo el rechazo del arte en la construecién, sostenido por una parte de los arquitectos progresistas del mundo capt talista, como uno de los sintomas de la descomposicién de la cultura burguesa, La revolucién francesa de la clase burguesa sacé de su entusiasmo ideolégico, inmediatos y potentes impul- 0s artisticos, que encontraron su expresién en las construccio- nes de la época clisico-roméntica de la primera mitad del ‘glo XIX, mientras el capitalismo, cada vez, més potente, se apo- Ger6, mas tarde, de aquellos medios estilisticos para transfor- mar los pilares de su propia potencia, es decir, las bolsas, en ‘antiguos templos, 0 para otorgar un arcédico encanto a las faglomeraciones residenciales de obreros, esclavos de sus fé bricas. ‘Algunos de nosotros, «arquilectos progresistass, asqueados por la hipocresfa y In vacuidad de tos sucedaneos artisticos de Ja practica de la construccién capitalista, habjamos, en su tiem- po, transformado en axioma la ausencia del arte en la arqui- fectura. Entre estos, los mejores se comprometieron en «repre- sentar por medio de la construccién el proceso vital de Ia so- ciedad». Estos esfuerzos que tienden a una arquitectura clara- mente social eran el fruto de las relaciones de fuerzas existentes en el interior de la lucha de clases en el periodo posbélico, Telaciones que temporalmente aparecfan cambiadas. Durante ierta fase, parecia que el baricentro del poder se hubiese Gesplazado hacia Ia clase obrera, En el campo de la construc- ion, este hecho se manifesté en las realizaciones de numerosos programas constructivos sociales, puestos en marcha por los 132 Ur sindicatos libres y las cooperativas. En aquel tiempo, nosotros Jos arquitectos, con nuestras actuaciones, situamos én primer término el factor social en Ia configuracién arquitecténica; lla- mindolo earquitectura funefonal>, aunque fuese vélida para un conjunto social, cuyas disfunciones se manifestaban siempre mis frecuentemente. |No hay que maravillarse, pues, si incluso esta tentativa de reforma de ta arquitectura burguesa, en el mejor de los casos, acabé por transformarse en algo mecinico! Pero debemos preguntarnos: ¢Cudl es Ta funcién del arte en tuna sociedad que esti a punto de morir y cuya ideologia se limita al beneficio financiero derivado de las conquistas impe- rislistas? Qué finalidad tiene el arte en el urbanismo de Ia ciudad capitalista, euryo sinico resorte es la especulacién del suelo? @Cusl es fa funcién del arte en la vivienda alquilada por el trabajador intelectual 0 manual, dado que esta vivienda repre- senta uno de Ios medios de explotacién del hombre por el hom- bre? Entre explotadores y explotados no existe ninguna ideo- Togia en comin; por consecuencia no puede existir un arte en comin, Las masas obreras combaten para obtener pan y un techo, mientras que cl arte burgués se ha convertido en un privilegio para una exigua clase evolucionada, cuyo proceso de Aegeneracién se refleja en su artificiosidad. relacién con la arquitectura_socialista, consideramos «Arte» Ta suma de todas las disposiciones que ta organizacién leoldgica de una construccién o de la planificacién urbana requiere, para que resulte inmediatamente evidente al. prole- tariado. El valor de este arte es determinado por su contenido politico. En esta arquitectura proletaria la sublime experiencia te vida de Ia masa obrera es Ta prestacién suprema, su herofs- mo y st. voluntad revolucionaria constituyen las inagotables fuentes de esta arquitectura. ¥ es precisamente la arquitectara Ja que conoce un impulso inesperado, gracias a las pretensiones formuladas por Ia clase obrera, por lo que se refiere a sus vit viendas: y todo esto a través de los programas de construccién a gran escala, que deben ser proporcionados a la amplitud numérica de la masa obrera; a través de la sociedad planifica- Gora de su organizacién constructiva, que es un componente de la economia planificada socialista; a través de la elasticidad reyolucionaria de sus métodes de construccién, que no conoce carrera alguna de cardcter personal ni obstaculo alguno por parte de Ta propiedad privada; a través de Ia economfa de sus propios medios de construccién que, apartados de la especula- ion, pueden emplearse segrin las necesidades econémicas. 133 TIT, Los esfuerzos de los arquitectos que se autodefinen pro- gresisias tienden a simplificar el trabajo (por ejemplo en la eco fomia doméstica) ¥ a substituir la gestidn individualista de la casa, Con tn grandioso aparato colectivo. ¢Considera usted estas mani Fettaciones (de las cuales la. iluminacién, la calefaccién central © Ia umucrter de la cocina constituyen xinicamente unos ejemplos) Como anillos de una evolucién normal o, al contrario, como sinto- mas de na crisis que deberia combatirse? ‘La «colectivizacién» técnica de 1a manera de vivir burguesa es una consecuencia de Ia concentracién capitalista y un sin- toma de la incipiente destruccién de la familia como célula de Ia sociedad burguesa. Fl chogar propio» debe ser abandonado. ‘Ya se estan desarroliando las formas embrionales de la vivien- da colectiva del futuro, «La abolicién de la economia indivi: dualista es inseparable de Ta abolicién de la familia» (Marx, Ueber historischem Materialismus», vol. I, p. 105, Elementar- biicher des Kommunismus). Pero no hay que hacerse demasia- das jlusiones: cl capitalismo ha transformado desde hace mu- Cho tiempo el modelo de vivienda de su economia doméstica Colectivizada en cultura genuina, como los hoteles de Iujo con apartamentos alquilados para largos periodos en la city, en Ia Riviera, o en los Alpes. Alli viven, segtin las estaciones del aio, Ia moda y el humor, Ia crema de la sociedad parisita del capitalismo. Si ahora los arquitectos radical-burgueses, quizs fneluso por un sentido de amistad hacia Ia Unién Soviética, pro- ponen también para Ia clase burguesa la «Casa Comin», no Febemos cometer el error de considerar este proyecto abstrac- {amente, sino que debemos examinarlo en vista de su efecto Sobre la lucha de clases, Est claro que la «muerte de la cocina» tiene lugar por la presién de fuerzas econémicas en lucha por a existencia, dentro de la cual, en primer lugar, se distingue 1 intelectual burgués: ante ta imposibilidad de tener servicio; fn su esfuerzo de disminuir Ia superficie de la vivienda, para ‘que cl alguiler sea lo més bajo posible, y por otros motivos Ginilares, La concepeién liberal de la «liberacién de la mujer de la esclavitud de Ia cocina» no cambia los términos de su posicion en el seno de Ta sociedad moderna. ¢Para qué le sitve Gate ahorro de tiempo? ¢Contribuiré a rebajar los salarios con Su trabajo menos retribuido que el de sus colegas? ¢Puede, Sobre todo, encontrar trabajo en los perfodos de paro? ‘Los propagandistas de la «colectivizacién» de Ia economfa doméstica burguesa definen su procedimiento como un «pro- greso social», Pero, ,qué progreso social representa esto, si, en el mejor de los casos, favorece tinicamente a un pequefio circulo 134 de familias burguesas, mientras queda fuera del aleance, por su precio, de la gran masa de los obreros, cuya situacién, como consecuencia de todo lo expuesto, sigue invariable? Despucs de todo esto los capitalistas quieren que nosotros clasifique- ‘mos ideolégicamente como reformismo la «Comuna burguesa», edificada sobre el terreno de la sociedad capitalista, Nosotros, en cambio, debemos reconocer y desarrollar la « téenica del aparato de la vivi para el mejoramiento del eje hereditario que la clase obrera, fen un momento determinado, tomara de la burguesia IV. Piensa usted que la situacién econémica actual representa tun limite 0 incluso el fin, para Ja actividad de un arquitecto joven? La situacién econdmica actual representa ciertamente el fin para la actividad de aquellos arquitectos cuya conciencia esta obscurecida por la presuncién burguesa de casta. Sufren ante la imposibilidad de ver realizados sus proyectos, puesto que su suefio de independencia en la supuesta «profesién libre» se ha volatitizado. Dentro de las posibilidades de sus medios, se ocu- pan, para huir de la realidad, del arte idealista. En caso con- trario, desarrotlan temporalmente algin trabajo. subordinado, © escogen, por algtin tiempo, otra profesién. En cambio, la reciente agudizacién de la crisis ahogaré, desde el punto de vista profesional, al arquitecto con conciencia de clase, pero Jo emancipard gradualmente desde el punto de vista politico, de una posicién de espera. El arquitecto sabe que en el sistema capitalista, como trabajador intelectual en Ia mesa de dibujo, um esclavo al igual que su compafero, el peén de la cons rruceién. Sabe que presta su propia obra en calidad de abo- tudo del captalisme y debe: stministrar el ptsaje-arquitect nico para el teatro de Ia cultura burguesa, La agudizacién de Ja crisis econémica no significa el fin de la actividad politica el arquitecto con conciencia de clase, sino que le abre un mmenso campo de accién al servicio de Ia idea socialista, V._cBn qué consiste, segin usted, el deber social del arquitec- to? ¢Ouizds en ocuparse de los probiemas de forma y de estilo © de tos de la coyuntura? zo bien debe contribuir a elevar 1as post bilidades de vida de todos los ciidadanos? E1 arquitecto progresista tiene ef deber, hacia la sociedad, de analizar, sin reservas, la propia situacién dentro de la cri- sis econémica y de actuar, en consecuencia, en la lucha de 135 clases. No existe posibilidad, para él, de permanecer alejado; debe elegir una de las dos partes en lucha: 0 cl socialismo 0 cl capitalismo, El arquitecto progresista, como combatiente ac- tivo, abrazara Ia causa del proletariado revoluctonario. En el seno del proletariado la actividad profesional del arquitecto, a pesar de la crisis, serd algo sensato y necesario. Incluso la parte estilistica, el terrible espectro de la Escuela de Arquitectura burguesa, sera para él tan vital e importante como los proble- mas de la coyuntura. Podré usar ambos elementos como ins- trumentos para un severo anflisis de las épocas culturales sadas y, de modo especial, del capitalismo. Dado que el ara tecto proletario reconoce Ja relacién dialéctica entre forma y contenido en todas las fases histéricas de la arquitectura, sabe que Ia arquitectura socialista puede alcanzar su expresién més alta sirviéndose de la experiencia arquitect6nica burguesa, feu- dal y de la de todos los precedentes perfodos histéricos del desarrollo arquitecténico. ‘Ademds, su pertenencia al proletariado revolucionario impe- diré al arquitecto «llevar a un nivel més alto las posibilidades de vida de todos Ios ciudadanos»; dejar tranquilamente el cumplimiento de esta buena accién a la masa de los fascistas ssocialistoides». En su calidad de arquitecto protetario, el ar- quitecto progresista estar dispuesto a «cambiar de arriba abajo las posibilidades de vida de Ia masa obrera por medio de la Jucha revolucionaria y de Ia reconstruccién socialistan, puesto que, tinicamente a través de este camino, la humanidad podra aleanzar la finalidad suprema de la sociedad sin clases. VI. Segin usted, gqué camino deberé tomar el arquitecto para alcanzar Ia meta prefijada? En los paises de régimen capitalista el camino de la arqui tectura socialista no pasa a través de los proyectos de imagi- narias «ciudades socialistass, como actualmente afirman, a ve- ces, grupos de arquitectos radicales. Esto es, ademés, equivo- cado desde el punto de vista ideolégico, puesto que, partiendo de principios mecénicos, desconocen la verdadera esencia de a ciudad socialista, Esta, bajo el continuo cambio de datos nacionales y topogrificos, como unidad econémica dentro de la economia planificada socialista, en Ia realidad, s6lo puede sur- ‘al unfsono con Ia tictica de la reorganizacién de la sociedad sin clases. Pero dejémonos de dafiosas utopias. Para la afirmacién de 136 lun arquitecto socialista se necesitan hoy, en un pais capitalis- ta, cuatro presupuestos: a) vida en comtin con el proletariado 5) profunda instruceién profesional y politica ©). participacién activa a la organizacién de la lucha de cla- ses del proletariado ) conexién con Ia prictica constructiva bolchevique de Ia Unidn Soviética, Sélo viviendo estrechamente unido al proletariado, el futuro arquitecto socialista conocer las condiciones econémicas de Ia vida de los obreros, sus sufrimientos y sus necesidades.. precisamente para el arquitecto socialista, intelectual pertur- ‘ado por Ia duda, el continuo contacto con la clase obrera serd tuna ayuda segura, que necesitaré en su lucha, Su existencia individual cesa, se transforma en parte integrante de Ia masa obrera en lucha, y sus instintos revolucionarios se afinan por medio de la prdctica que contramarea la téctica de los obreros tn lucha. Debe prepararse para su misién a través de una ins- truccién politica y profesional extremadamente amplia y pro- funda, Aprenderd lo mejor de la técnica capitalista, los métodos y todas las conquistas en cl campo de la construccién, para poder perfeccionar al maximo Ia arquitectura socialista. Es ésencial para él una decidida y clara ideologia marxista, que dcbera aprender a través de una continua y eléstica reflexién sobre la economfa politica, sobre el materialismo dialéctico y sobre todos los fundamentos del marxismo-leninismo. Pero esta instruccién politica debera reforzarse y ponerse a prucba todos los dias, con la praxis. Por este motivo es necesaria su activa participacién en las organizaciones proletarias comprometidas th la lucha de clases. A ellas debe dar lo mejor de si mismo, Yello como deber hacia la sociedad. El arquitecto socialista no Yenunciaré a los contactos habituales con su ambiente profe- sional; precisamente aquf es donde debe luchar atrevidamente por la nueva arquitectura, después de haberse aliado a colezas que defiendan sus mismas ideas. A través de un despiadado andlisis, hay que poner al desnudo el cardcter clasista de Ia Ciudad burguesa y la relacién del caos econémico con el de Ja construccién, Los arquitectos maduros y los que se encuen- tran ante sus primeras experiencias deberdn colaborar para aleanzar, desde hoy mismo, en Ia forzada calma de Ia crisis del trabajo, Ia creacién de aquella doctrina socialista de la cons- truccién que es Ia base de la disciplina arquitecténica, y que 137 resulta necesaria para la formacién de nuevos

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