You are on page 1of 33

.

z
0en -- " -<
"""' u
-
u
f--< -<
H
(/)
p;.¡
en §
u
-<
>-,
en ...... ... Z
O .&. U<
-
f--<
o::
U

:s
'"
. I>l
::J

+'<5
en CI
u
¡z¡
«:
-,
traducción
-de
TOMÁs SEGQVIA

revisada
con la colaboración del AUTOR
y de JUAN DAVID NASIO

nuevamente revisada
por
ARMANDO SUÁREZ
quien tradujo los ensayos
no incluidos anterior-m ente
íNDICE GENERA L

)J(()
siglo veintiuno editores, s.a. de c.v.
CERRO OEL AGUA 2<18, DELEGACIÓN COYOACÁN, 04310, MEXleo, D.f.

siglo xxi editores argentina, s.a. TOMO 1


LAVALLE 1634 PISO 1 ' ·A C- l048AAN, BUENOS AIRES. AAGENTINA

N ota d el director d e es ta colección, por Armando Suárez ix


Nota del traductor, por Tomás Segovia xiii

Uno

Obertu ra de esta recopilación 3


El sobre La carta ro bada 5

Dos

De nuestros antecedentes 59
Más a llá del "principio de real idad" 67
.EI estadio del espejo como formador d e la función del yo
lie] tal como se n os revela en la experien cia psi coa nalítica 86
La agresi vidad en psicoanálisis 94
Introducción teór ica a las funciones del psicoanálisis en
crimin ol ogía 117
Acerca de la causalidad psíquica 142

primera edición en español, 1971


Tres
décima ed ición en español, corregida '1 aumenfada, 1981
vigesimotercera edición en espailol, 2003
El tiempo lógico y el aserto de certid umb re an ticipada.
e siglo xxi editores. s.a . de c.v.
isbn (obra completa) U n nu evo sofisma 187
isbn 968·23- 1270-1 (volumen 1) Intervención sobre la transferencia 204

primera ed ición en francés, 1966


lO édirions du selliL parís Cuatro
rítulo original: écrils
Del sujeto por fin weslionado 2 19
derechos reservados conforme a la ley Función y campo d e la palabra y del lenguaje en psico-
impreso y hedlo en méxicolprinted and made in m exlCo análisis 227
Variantes d e la cura-t ipo 311
De un designio 349
(v]

Ík
'1 íNDICE CENE.RAL INO IC !:: CENEAAL ' lO

Introducción al comentario de Jean H yppolite sobre la 2. La metáfora del sujeto 867


Verneinung de Freud 354
Respuesta al comentario de Jean Hyppolite sobre la Ver- fndices
neinung de Freud 366
La cosa {reudiana o sentido del retorno a Freud en psi- fndi ce razonado de los conce ptos prin cipales 873
coanálisis 384 Tabla comentada de las representac iones gráfi cas 883
El psicoanálisis y su enseli anza 419 T érminos de Freud en alemá n 889
Situación del psicoanálisis y formación del psicoanalista índi ce onorn:ístico 89 1
en 1956 441 Referell cia, bibliogr¡\ficas en orden cronológico 897
La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde
Freud 473

TOMO 2

Cinco

De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de


la psicosis 513
La dirección de la cura y los principios de su poder 565
Observación sobre el informe de Daniel Lagachc: "Psico -
análisis y estructura de la personalidad" 627
La significación del {ala 665
En memoria de Ernest Jones: Sobre su teoría del simbolismo 676
De un silabario a posteriori 696
IdeC\s directivas para un congreso sobre la sexualidad
femenina 701

Seis

Juventud de Gicle o la letra y el deseo 719


Kant con Sade 714
Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el incons-
ciente freudiano 773
Posición del inconsciente 808
Del T rieb de Freud y del deseo del psicoanalista 830
La cien cia y la verdad 831

Apéndices

J. Comentario hablado sobre la Vemeinun g de Fre ud,


por Jean Hyppolite 859

¿,
770 KA NT CON SADE

que sea la aguja curva, cara a los h éroes de Buñuel, la que esté
llamada fin alme nte a resolver en la hij a un penisneid que se
plantea un poco allí.
Sea como sea, se ve que no se ha ganado nad a con remplazar
aquí a Dió tima por Doma ncé, persona a la que la vía ordina-
ria parece asustar m ás de lo que es convenien te. y q ue, ¿lo ha
visto Sade?, condu ye e l asunto con un Noli tangere ma tre1n. 28
V...ada y cosida, la madre sigue es tan do prohibida. Queda con-
Siete
firm ado nues tro veredicto sobr e la sumisión de Sade a la ley.
De un tratado verdaderamente del deseo pues, poco h ay aquí,
y aun de hecho nada.
Lo qu e de él se anuncia en ese sesgo tomado de un encu entro
no es sino cua ndo mucho un tono de r azón.

R . G. Septiembre de 1962.

!JI [No qu ieras tocar a la madre. AS)


\
POS1C1ÓN DEL IN CO NS CIENTE 809
POSICIÓN DEL INCONSCI ENTE de ellas, en un texto que se encabeza con una más intima reu·
nión.
EN EL CONGRESO DE BONNEVAL REANUDADA DESnE 1960 l':N 1964 (1966)

En un coloquio como éste, que reúne en convivencia, a te nd ie ndo


a la técnic.:a de cad a uno, a filósofos, psiquia tras, psicó!ogos )
el comen tario f<llla en ponerse d e acuerdo sob re
H enri Ey - con toda la autoridad con que doml:na el medio psi- el nive l d e verdad en que se mantienen los textos d e Fre ud .
quidl1'ico fran a"s- hab{a reu.nido en su se¡v1:cio del hospital de Es preciso. el in consciente, ir a los h ec hos d e la expe-
Donneval una amplisima con cu rren cia de especia listas, sob re el ri encia freu di a n a.
tema del inconscíenle freudiano (30 de ocLub"e-2 de noviembre El es un concepto forj ado sob re el ras tro de lo
de /960) .' . que ope ra para co nstituir al sujeto.
El informe de nuestros alumnos Laplanche y l.eclaire' pro- E l inconsciente no es una especie que defina en la rea lidad
movió allí una concepción de nueslros trabaios que, publicada el círculo de lo que no tien e el atributo (o la virtud)
en Les Temps Modernes, desde entonces es testimonio, aunque de la conciencia.
manifiesta de uno a otro una divergencia. Puede haber fenúme nos que corresponden a l in co nscie nte bajo
Las intervenciones que se aportan a un Congreso, cuando el est¡JS uos acepc io nes: no por ello d e jan de ser la un a a la o tra
debate pone algo en juego, exigen a veces un comentario j>a.ra extn.l iías. No tie nen e ntre méls rebcic'>n que de homonimia .
que se las sitúe. El que d a mos al lenguaje co mo GlUSa deJ sujeto nos
y basta con qlJ.e la remodelación de los textos se practique de ob liga a precis;l r: la aberración fl orece de re bajar el co ncepto
man era general para que la tarea se haga '('rdua. pr imero ind icado, <tpliG'ul(l o lo a los fen ó menos tui. li biltlln regis-
Pierde además su interés co n el tiempo que necesitan esas bajo la es pecie h o món ima: el co nc.:e pto pa rtir
rernodelaciones. Pues hahria que sustituirle lo qtW sucede en d e e.sos fe nóme nos n o es pe nsa ble.
ese tiempo conJiderado como t iempo lógico. Ac.:use mos pos icic'J n sobre e l equí voco a que se preso
En pocas palabms, tres arios y m.edio después, por no haber tarían el eJ y el no d e nuestras posici o nes in icia les.
tenido apenas ocio para supervisar el intervalo, tomarnos una El incon sc iente f!J lo que decimos, si qu e re mos e nte nd e r lo
determinación que H enri Ey, en el libro sobre ese Congreso qu e que Freud presenta en sus tesis.
publicará la editorial D esclée de BroHw er, presenta de esta ma· Decir qu e e l in conscie nte para Freud no es lo que llama n así
nera: en otras partes poco aña diría si no se e ntendi ese lo que quere mos
"Este texto", escribe, "resume las intervenciones de ]. Lacan, decir: qu e el inconscien te de de Freud no es pura y si m·
plemente. Esto pon.l ue no denomina nad a que va lga Inás co mo
que conslit'/l)'eron por su importancia el eje mismo de todas las
obje to, ni que merezca que ') e le d é más ex iste ncia, qu e lo que
discusiones. La redacción fue condensada por j acques L acan
se definirÍCl situá ndo lo e n e l in-negro ,
mismo en estas páginas e.fcrilas, en marzo de 1964, a petición
El inconsciente a n tes de Fre ud n o es nada más consistent e
mía."
qu e ese in-negro, o sea el co njunLO de lo qu e se orde narb por
Ellcclor habrd. de admitir que pa.ra nosotros ese tiempo lógi('o los se ntidos dive rso!) de la pa la b ra negro , por el hecho de qu e
haya podido redu,cir las cirCU1'lStancius a la mención que se ha ce rech azase e l a tri bu to (o la virtud) de la neg rura (Clsica O Ino ral) .
¿Q ué ha y e n co mún - para LOmar las d efini cio nes, unas ocho .
1 [Véase El irlco rlScitlltt, Mé)'.ico, Siglo XXI , 1970. El tc)(.to de Jaeques
Lacan el! pp. [68 ·1 82. E)
que Dwe bhauve rs colecciona e n un libro a nti guo ( 19 [6), pero
[Tca n Laplanche y Serge Lec1airc, "E l inconsciente: un estudio psicoa na. n o ta n IM\;¡ <!O de fec.:ha d e bido a que su Gtr;.tctel' h ele n k lito no
líti co " , en i bid., pp. 95·\34. 1':] \e "ería redu c.:id o !'I i <;e lo re hi ciese e n días-, qu é
[808J
"-
810 POSICiÓN DEL (NCONSCLENTE POSIC1ÓN Da.. lNCONSCIENTE Bll
en' camón efecti vame nte entre el inconsciente de la se nsación Todo demuestra por el con trario e n ]a realidad psíquica. sea
(en los d ectos de contraste o de ilusiÓn lla mados Ópticos). el cual sea la ma nera e n que se ordena su textura, la distribución,
inconsciente de a utoma tismo que desa rroll a el há bito. e l COCons- heteró topa e n cuanto a los ni ve les y en cada un o errá tica, de
ciente (?) d e la doble personalidad. las emergencias ideicas de la conciencia .
un a act ividad qu e se impone como orientada en la crea- La única función ho mogénea de la con cien da es tá en la ca p-
ción del pensamiento, la telepatí a que algunos quieren referir tura imaginaria del yo por su reflejo especular y en la función
a esta última, el fondo adquirido, incluso integrado a la memo- de descon ocimiento que permanece por elJo ligada a ella.
ria, le pasional qu e nos sobrep asa en nuestro ca rác ter, lo here- La denegación inherente a la psicología en este lugar sería,
ditario .que se re conoce en nuestras nalu nllezas, e l inconsciente de seguir a H egel. más bien de ponerse en la cuenta de la Ley
racional finalmente o el inco nsciente metafísi co que implica el del corazón y del delirio de la presunción ,
"acto del espíritu"? La subvención que recibe esta presunción perpetuada, aun-
(Nada en todo es to se parece. sino por confusiÓn. por lo que que sólo fuese bajo las especies de los honores científicos, abre
los psicoanalistas le han adjuntado de ' oscuranti smo, al no dis- la cuestión de dónde se encuen tra la punta ad ecuada de su pro-
tin-gui-r el inconsciente d el instinto. o como di ce n ellos de lo vech o; no podría red ucirse a la edició n de más o menos copio-
instintual -de 10 ar ca ico o de lo primordial , en un a ilusión sos tra tados.
decisiva mente denun ciada por Claude Lévi ·Strauss - h as ta de La psicología es vehíc ulo de ideales: la psique no represe nta
lo ge nético de un pretendido "desarrollo",) en ella más que el padrinazgo que h ace que se la calilique de
Decimos que no hay nada en común que pueda fundarse en aca démica, El ideal es siervo de la socied ad ,
un a obje tividad psicológica, au n si és ta hubiera sido extendida Ci erto progreso de la nuestra ilustra la cosa, cuando la psico-
a partir de los esqu emas de una psicopa tología , y que ese Caos logía no sólo abastece las vías sino que se muestra deferente a
no es sino el reflec tor para revelar de la psicolog ía el error los vo tos del estudio de m ercad o.
central. Ese error es considerar unitario el propio fenómeno de Habi endo concluido un estudio de este género sobre los medios
la conciencia, hablar de la misma conciencia, conside rada como apropiados para sostener el consumo en los E. U., la psicología
poder de síntesis, en la p laya soleada de un ca mpo sensori al, en se e nroló, y enroló a Freud consigo. para recordar a la mi tad
la atención que lo transforma, en la dialéctica del jui cio ye n la más olrecid a a esa finalidad de la pob lació n qu e la muj er sólo
ensoñación común . se cumple a tra vés de los ideales del sexo (el, Betty Friedan
Ese error reposa sobre la transferencia indebida a esos fenó- sobre la ola de "mística femenina" dirigida, en tal década de
menos del mérito de una experiencia de pensa miento que los la posgu erra).
utiliza como ejemplos. Tal vez la psicología en esa consecuencia irónica confiesa la
El cagita cartesiano es de esa experiencia la haza ña insigne, rau)n de su subsistencia de siempre . Pero la ciencia puede
tal vez terminal, por cuanto a lcanza un a certidumbre de sa ber. acorda rse de que la ética implícita en su formación le ordena
Pero no hace sino denunciar mejor lo que ti ene de privilegiado rechazar toda ideología así delimitada. Así, el in consciente de
el momento en que se apo ya. y cuán fraudulento exten- los psicólogos es debilitante para el pcnso miento. tan sólo por
der su privi legio, para darles con él un esta tuto, a los fenómenos el crédito que éste tiene que darle para discutirlo.
provistos de conciencia. Ahora hien, los deba tes de este coloquio han tenido de no ta-
Para la ciencia, el cogito marca por el contrario la ruptura ble que no han cesado de vol verse hacia el concepto freudia no
con toda segurid ad condicionada en la intuición. en su difi cullad , e incluso que tomaban su fuerza del sesgo de
y la latencia buscada de ese momento fundador. como Selbst- esta dificultad en cada uno.
bewusstsein,a en la secuencia di alécti ca de un a fenomenología Este hecho es notable. tanto m..ís cuanto que el día de hoy
del espíritu por H egel reposa sobre el pres upuesto de un saber en el mundo los psicoanalistas no se aplican sino en vo lver a
absoluto. las fila s de la psicología . El efecto de aversi6n con que tropieza
I {Conciencia de sí o autoconciencia. AS]
en sn comunidad todo lo que viene de Freud es claramente
812 POSICIÓN DEL LNCONscn:NTF POS1C¡ÓN DEL INCONSC U:NT E 813

confesad o, prin ci p al men te en un a fra cciún de los qui e r o tro esc u chas con las e ntona cio nes. Su falla le indi-
prese ntes . na ba ya a los favo res de la d efecció n.
Dato qu e n o p uede dejarse al ma rge n del examen del tema N o d eplorare mos más la ocasió n con eso e!Jtropeada, puesto
en cu es ti ón . Como tampoco ese o tro d e que se deba a nuestra en- que cad a qui én , h a.b ié ndose pe rmitido con largueza el beneficio
se ñanza el qu e este coloq ui o h aya invertido esa corriente. No de un uso basta n te acep tado, h a re fundido cuidadosamente su
'ió lo p;tra dejar se ñ al ad o el p un to -lTluchos lo han hecho-, contribu ción. Aprovech a re mos ocasión p a ra explicarnos so-
') (0 0 p orqu e es to "nos obliga (\ dar cue nt a de las vias que toma- bre nu es tra d oc trin a d el in con sciente en es te momento, y tanto
mos para ello. más legítima me nte cu a n to qu e unas resistencias de reparto sin-
A lo que resulta in vitad o el psicoa n álisis cuando regresa al gulares n os impidi eron decir más.
redil de la "psicologia ge ner al" es a sostener lo que merece, úni- Este miramie n t.o no es p o líti co, sino técnico. Corresponde a
ca me nte a llí y no en las lejan <.ls di [untas, se r denun- la condición siguiente. es ta bl ecida p or nue:'.tra doctrina: los psi-
ciado como mentalidad primili va. Pues la clase de que coana li stas forman p arte d el co nce pto de inconsciente, puesto
Viene a se r servida po r la psicología en nuestra pre- que co nstituye n aqu ell o a lo qu e éste se dirige. No podemos
'i ente, y de la que he mos d ad o un a idea, e ncuentra en ello su p or consigui ente d ejar de incluir nuestro sobre el in-
ve ntaja. co nsciente en la q ue e nuncia. que la presencia del
El psicoa n á li sis e n la nces subvie ne a pro po rcionar una astro- p or si tuarse e n el lugar del Otro, ha de buscarse
logía más dece nte que aque ll a a la que nu estra sociedad sigue e n tod o di scu rso, en su e nun ciació n.
'i acrifi ca nd o e n so rdin a. El suj e to mi smo tle l pretendi ent.e a sostener esa presencia, el
En co nt ra mos pu es justificad a la preve nción co n que el anali \ ta, d e he, e n esta hipó tesis, con un movimiento, ser
an álisis tropieza e n el Este. A él le tocab a no merece rla, mante- informado y e n e n t redich o", o sea : experimentarse so-
niend o la p osib ilidad ele qu e, si se le o freciese la prueba de me tid o a la esci!o, i6 n d el sig nifi cante.
exigencias socia les d ifere n tes, h u biese resultado con ellas menos De d o nd e e l as pe('(O d e es piral de tenida que observa en el
tratable cu a nto peor le trata ran. Prej uzga m m sobre esto segün trahaj o po r nu e.'HfOS alumnos S. Lccl aire y J. La-
nuestra propia posició n en el psicoa n álisis. plan che. qu e lo han limitado a la pues ta a prueba ele una
El psi coan áli sis hubi era hech o mej or en pro fundi .a r !'.u ética pi e/.a sue lta .
e instruirse p or el ex am e n d e la teología, según una vía que y es to es e l sig no mi smo de qu e e n su rigor nuestros enuncia-
Freud nos se ñal ó que n o p odía e vitarse . Cuando menos, que su hec hos prime r<l me nte pa ra la funció n que sólo llenan
deontología en la cie n cia le h aga 'ie ntir que responsable de e n su luga r .
la prese ncia del inco nscie nte en terreno. E n el tie rn po pro ped é uti co, <¡e puede ilustrar el efecto d e
Esa [unció n h a sido la ele . . alumno:'. en este coloquio. e nun ciación preg unta nd o ,d alumn o si imag ina el illcoll \r: iente
y hemos co ntr ibuido a ella el mé todo que ha en el a nima l, a me nos qu e por al g ún efecto de lenguaje. y
tan teme n te el nues tro e n se mejantes ocasiones, situando a cacle) d e lengu aje hum a no. Si co nsie nte e fec ti vamente en que es
uno en su p osici6n e n ("Ui1TH.O ,ti tema. Su pivote se indica 'illfi- p or cie rto la co nd ic i('¡ n para qu e pueda tan pen \ar e n él ,
cie ntc l1lente en las resp uesLas c:o mignadas. h e mos ve rifi cad o e n é l la de las n oc iones de iru·oll\ciente
No carece r ía d e in terés, si b ie n p ara el historiador, contar y d e in st.in to.
co n las notas d o nd e csuín recogic.l m los realmente pro- Feliz ini ( ial. puesto qu e \ i ap elalllo... ,!\iInismo a todo
incluso cortad m de los fallan tes que han dejado en aun l ua nd o haya p odid o se r llevad o ll) ;l\ adelante a
los d eh:!<..:lOs d e las gr<l bad or;l\ Ill ed nica s. Subrayan la c<)- un crecIo o ;.{, o tr o, ¿p odr<i d ecir qu e e n e l ejerció o de . . u<; fun-
ren cia d e aquel a qui e ll . . lI S d e\ ignab a n para acenlu;ll· (sos t.e ne r el c1i <¡c ur.,>o del (Ja cie nle. restaurar ,",u cfeClo d e
co n mayor lacto y fide lidéld lo!) rod eo!) d e un mOme nto ele COlll- \c lltido. p on t: r.\ e e n él e n e n tredicho si le re\ponc1e. como asi-
bate en un luga r d e inte rcambi o . cllilndo nudos, cu ltur,l. llli . , mo si se call a), h a te nid o alguna v e l que con algo
incluso d o n d e ge ntes. le pe rmitían ca pta /" mejor que cllal. qu e . . e p a rel ca a un in stint o?
814 POSICiÓN DEL I NCONSC IENTE. P OSICiÓN DEL IN CONSCIENTE. BI5

Como la lect ura de los escritos analíticos y las traducciones ció n temporal qu e es el fad ing constituyente de su ide ntifica-
oficiales de Freud (que nunca escribió esa palabra) nos atibo- dó n. Es el primer movimiento.
rran de instinto, lal vez tenga algún interés obviar a una retó- Pero en el segundo, toda vez que el deseo hace su lecho del
rica que obtu ra toda eficacia del concepto. El justo estilo del corte significante en el que se efec tú a la metoni mia, la diacro-
informe de la experiencia no es tod a la teoría. Pero es el ga- nía (llamada "historia") que se ha inscrito en el fading retorna
ra nte de que los en un ciados según los cuales opera prese rvan {'I la especie de fijeza que F reud discierue en el anhelo incons-

en sí ese re troceso de la enunciación en el que se ac tu aliza n los ciente (última frase de la T m.u.mdeutung) . Este soborno segun-
efectos de me t:ifora y de metonimia, o sea segú n nuestras tesis do no cierra solamente el efecto del prim ero proyectando la
los mecanismos mismos descritos por Freuu como los del in- topo logía del sujem en e l instante del fantasma: lo sell a, rehu-
consciente. sa nd o a l sujeto del deseo qu e se se pa efecto de palabra, o sea
Pero aquí nos regresa legítimamente la pregunta: ¿son estos lo que es por no ser otra cosa que el deseo de l Otro.
efectos de lenguaje, o efectos de habla? Consideremos que no En es to es en lo que todo disc urso está en e l derecho de con-
adopta aq uí más que el contorno de la dicotomía de Sa ussure. siderarse, de ese efecto, irresponsa ble.
Vuelta h acia lo que interesa :l su autor, los efectos sobre la len- Todo discurso, menos el del enseñante cu and o se dirige a
gua, proporciona trama y urdimbre a lo que se teje entre si n- psi coanalistas.
cronfa y di acronía. En Cll anto a nOSOtros, siempre nos hemos creído imputables
Si se la vuelve hacia lo que nos pone en juego (tanto como de semejante efecto, y, aunque desigual en la tarea de hacerle
a aque l que nos pregu nta, si no está ya ex traviado en los que frente, tal era la proeza secreta en cada uno de nuestros "semi-
sostienen la pregunta), a saber el sujeto, la alterna tiva se pro- nari os".
pone como disyunción. Ahora bien, es ciertamen te esa disyun- Es que los qu e vie nen a escucharnos no son los primeros ca·
ción misma la que nos da la respuesta, o más bi en es al llevar mulgantes que Platón expone a la interrogación de Sócrates.
al Otro a fundarse como el lugar de nues tra respuesta, dándola Que la "secundaria" de donde salen te nga que redobJarse
él mismo ha.io la forma que invierte su pregunta en mensaje. con una propedéuti ca es bastante significalivo de esns carencias
como introduci mos la disyunci6n efectiva a partir de la cual la yesos ama neramientos. De su "filosofía" la mayoría no ha con-
preg unta tiene un sen tid o. servado más que una mescolanza de fórmulas, un catecismo de
El efecto de lenguaje es la causa introducida en el sujeto. b isute rí a, qu e los anestesia para toda sorpresa de la verdad.
Tanto müs resultan presas ofrecidas a la s operaciones de
Gracias a ese efecto no es causa de sí mismo, lleva en sí el gu-
prestigio, a los idea les de alm personalismo con que la civ ili za-
sano de la ca usa qu e lo hiende. Pues su causa es el signiCicante
ci6 n los conmina a vivir por encima de sus posibilidades.
sin el cual no bélbría ningún sujeto en lo reaL P ero ese sujeto
Posibilidades mentales quiere dec irse.
es 10 qu e el significante representa, y no podría representar El idea! de a utorídad al que se aco pla el candidato a méd ico:
nada sino para otro sign ificante : a lo que se redu ce por con- la encuesta de opin ión en la que se escabuJ!e el medi ador de
siguien te e l sujeto que escucha. los ca llejones sin sa lida el meaning of meaning en
Al sujeto pues no se le habla . "Ello" habla de él, y ahí es que encuentra su {·oa rtada toda búsqueda; la fenomenología, cer-
d onde se aprehende, y es to tanto más forzosa mente Cuanto que, n idor que se ofrece a las alondras asadas del cielo: el aban ico es
antes de qu e por el puro hecho de que "e llo" se diri ge a él des- amplio y la di spersión grande en el punto de partida de un a
aparezca corno su jeto bajo el significante en el que se convierte, obtllsi6n o rde naua.
no era absolutamente nada. Pero ese nada se sosti ene gracias a l.a re:-;istellci ;.t, igual en su efec to de nega r a pesa r de H egel
su advenimiento, ahora producido por el llamado hecho en el y de Fre ud , d e::.dicha ue la conci encia y ma!e::.tar ue la civili zació n .
Olro al segundo significan te. Un a XOlV lí [comunidadl de la subjetivaci ón la subtiende, la cual
Efecto de lenguaj e por nacer de esa escisión orig·ina l, el suje- objetiva 1<15 falsas evidencias del yo y desvía toda prueba
to tradu ce una sin cro nía significélote en esa primordial ele un a ce rti dumbre hacia su postergación. (Que no nos opo n-
BI 6 P OS ICiÓN DF.l. 1Nt:ONSCIENT t: POSICI Ó N tlll I NCO!'o-SC IJ::NTt: 817

gan ni a Imi marx iSlas ni a los catól icos ni a los As í e n e l Ba.l1qucle Freud es un com e nsa l a l que pued e co-
mismos, o qu e pase lista.) rrerse e l ri esgo d e in vita r únpromptu, aunque s610 [ue!)e fi á n-
P or eso súlo UIl ,l c ll se ii ,mza lJue qu eb ra nta traza el d ose de la p equ e iia nota e n 1<1 que nos in di ca lo que le debe e n
ca mino del an ;Ui,is yu e jntitula didácti co. puesto yu c su justeza sobre e l a mor, y ta l vez e n la tra nquilid ad de SlI mi-
d e la ex periencia se rabea n por el solo hech o d e re- rad a sobre la tra nsfere ncia. Si n duda se ría hombre co rno para
g i!lt ra rse en esa "".()l vi¡. rea n imar esas ba cCl na les d e las que nadie, si las ha expre-
Es te aporLe de doct rin a LÍ e ll e un n o mbre : es el ..a do, se ::tc ue rd a ya de la embriaguez.
es píritu cie nt ífi co, yue fa lt a abso llll<l me nte e n los lu gares d e Nuestr o se minario n o era "donde 'ello ' habl a", co mo lleg'ó él
r ecl uta mi e nto d e lo!o, d ecirse en brorna . Suscitaba el lugar de sde dond e "e ll o" pod ía
N ues tra e n se l-l ¡,ul lél es annte ma por e l he ch o de que .'\C il1!o,- hablar, abri e ndo m ás de IIn oído a escu ch a r lo qu e, por fél ll<l
(Tibe en esa verdad . de reco n o<.:e rl o, hubi era dejado pasar corno indife re nt e. Y es
La obj CC jC'lll qu e se ha h ech o va ler ele su in c: ide n ci,) en la verdad qn e a l suhrayarlo inge nuam ent e po r e l h ech o de yu e
tran sfere n cia de los ana listas en forma ción dar á risa a los ana lis- era esa mi sm a noche a yue fu ese jusla m ente la v íspera
tas futuros. si gracias a nosot ros los ha y todaví a para yuienes cua nd o lo h abía e n co ntrad o e n la de un pClc ie nte, ta l a u-
I? reud Pero lo yue pruebCl la ausencia de loda doctri- ditor n os marav illaba de yue hubiese sido, h a!'l ta e l pU Il LO d e
na d el p,..,iroa n ¡'t1i ,..,i.., did¡'lcrico e n sus co n la af irma- h acerse texLutt ), lo qu e ha híamos dicho e n nues tro se min ar io.
ción del i E l lugar e n cues ti ó n es la e ntrada de la cave rn a res pecto ele la
Se comp robará e nlonces qu e nu es tro d e la re n o m e no logía cua l es sabido y ue Plaló n Il OS g uía ha cia la sa li da , mi entras que
de H egel no implicaba n ing un a fide li da d a l siste m a, sino yu e pued e un o ¡m ag in :l/' " cl' e n trar e n ella al psicol1nalisla . Pe ro las
predicaba con el eje mpl o la a las d e la cmas .son ul c nos hie iles, porq ue es un a entrada :-\ la yu e nunca
ide rHifi cél c i6 n . Es e n la co ndu cc ió n de l exa me n de un e nferm o llega sin o e n e l mom ento en que están ce rra ndo (ese lu gar
ye n e l mod o de co ncluir de é l d o nde se af irma la (TítiGI <:o nO';I no será nun ca turistico) , y porque el úni c.o medio para yu e
e l b es ti ar io intelect ual. Es no evita lldo las illl p li cLlcio nes entreabr;¡ es llamar desde el interio r.
de nu es tra prax is e n la d eo nto logla y e n el deba le científico Esto no in so lublc, si e l sésa mo del in co n scie nte te ne r
CO IllO se d escllIm lscarará a la b e lla a lma. La ley d e l corazó n, ya efeclo d e pal ab ra, 'le]' est ru ct ura ele lenguaje, pero ex ige d e l
lo hemm di<:ho, h ;lre de L-Is suyas al];í d e la para noia. E.., anali st<l qu e vu e lva la v ista al modo de .'iU cie rre,
];1 ley de una as lu ci a yuc, en la astuci a de la r;¡ Z('m, traza Ull Hian c ia , lalido, Ulla alll"rn a n cía de para segu ir cie rl<l s
mea ndro d e fluj o muy lento. indi cac io nes de Fre ud , de esla es de lo yn e te ne mos yue dar
M "b a lbí, los e UlIn r iados he ge li a n o.'i, induso ;Ilc n iéndo'ie :1 .<¡u cuenta , y eOIl c'\e fin he mos procedido a fUIl C}(lrl O en \ln<l to p o-
texto, son prol) icim decir siempre Otra,co..,,, , que logía .
::;u nexo de fanta s.n;í ti cfl , a la Vel qu e La de lo y lH:': :-.e cicna se in.,>cl·i h e en efecto eH ulla
...u e fec Lo d e las ide ntificacio nes e n s us lrau lpas. geo mc tda d o nd e el esp:,do reduce il una co mbinatori a:
Es nu e::; tr'l propia Aufhebung la qu e t.r:lIls fo nn¡¡ 1;. d e H ege l. propiame nt e lo qu e !le llama Ull uor(/('.
M I propia trampa. e n una ocas iú n d e sei'w!;¡ r. é ll ti lu ga r d e 10<.; Sí le formalmente, en de la irre-
..,a lLOs de un ideal , de ulla CHé ll ( ia. duct ibilidad tI e corte, ...,e POdr;'11l reordenar en el algu na ... fun-
co nfirm a r e n M I fun ció n pU lIlO de <: lrCll c iCl , n ;ub ciones, ent re eHética y lógica , de las i ntere!'ltl IHe....
II <IY mej or, ll egados a que e l dj¡'dogo de Pl atón, por (' uaJlto Se d a lino cuenta de que e.. el cierre de l il H:O lh c ie nte e l qu e
pe rt e nece <11 gé ne "o n'H lli(o, yue 11 0 re ht'J yc ..,ciial ,u' el pllnlo e l) el ti a 1.1 rlave de ..,u espado, y roncretamenll' d e la impro pi ed ad
qu e ya no qu eda o poner "a lo" ¡Il..,ulw.., de lll;¡dcra la" 111;\.." que hay e n hilcc r d e t I \In d e nt ro.
ca ra .. d e guifio l", lO Il :-.erva el ro..,tro de ndnllol a lravé.. . d e lo.'" D Cm uc'i lr a ralllb ié n e l Ilúcleo de UII ti e mpo
'iiglo.., pi e de un g ran clllbu:i lC, en d e qui en lo Il agil ne cesar io d e introd u cir e n tOd a efiGici" de l d bfurso;
lll e jor en la pO\l ur ;'1 que coagula tI e ..,u jurlo con vcrdad. "en.., ible ya e n la ret roacció n , ..,o hre la que h¡Ke
1118 POS ICIÓ;o.¡ DEL I NCONSC IENTr. POSI CiÓN DEl. INCONSCIENTE 819
mu cho ti e mpo, del efecto de sentido e n la frase, e l cua l exige La primera, la enajenación, es cosa del suj e to. En un campa
para ce rrar su CÍ rculo su última pala bra. de objelos, no es concebible ninguna relació n que engendre la
El na cht ra.glich (t-ecordemos que fuimos el primet-o que lo ex. enaje n ación, si n o es la d el sign ificante. Tenem os por origen el
trajo del texto de Fre ud) , el na chtriiglich o apri:s-coup [e fecto a dato de que ningún suje to tie ne razón para aparecer e n lo r ea l,
pO.HC:'íiori ] según el cual el traum a se implica e n el síntoma, salvo qu e exista n allí se res h a blantes. Es co nce b ible un" fí sica
ITlueSlra un a estructura temporal de un orden más elevado. que d é c ue nta de todo en el mundo, inclu ye nd o su pa rte a nima-
Pero sobre todo la experiencia d e ese cierre muestra que no da. Un suj e to sólo se impone en és te por la circun stancia de qu e
sería un acto gra tuito para los psicoa nalistas volver a a brir el ha ya en el mundo sign iri cantes que no quie re n d eci r n ada y
debate sob re la causa} espect.ro imposib le de conjur ar por el pen. que h a n de descifrarse.
sa rniento, críti co o no. Pues la ca usa no es, como se dice también Concede r es ta prioridad a l sign ificante sobre e l :,uj eto es, para
del se r, una trampa de las forma s d el discurso -se la habría nosotros, ten er e n cuenta la ex periencia qu e Freud nos a brió
.<fisipado ya. Pe rpetúa la razón que suhordina al suj e to al efecto de qu e el significante juega y gana, si puede d eci rse, an tes de
del significa nte. que el suj e to se perca te de ello, hasta el punto d e qu e e n el
Sólo como instancia d el inco nsciente, del in co nsciente [reu . juego del IV ilz, d el rasgo de ingenio, por ejemplo, sorprende al
<.liana, se ca pta la ca usa en ese nivel de donde un Hume pre. sujet.o. Con su flash , lo que ilumina es la división del suj e ta
tende d esembosca r/a y que es precisame nte aqu el donde toma co nsIgo m Ismo.
co nsisten cia: la retroacción del significa nte en su e ficac ia, que Pero qu e se la revele no debe enmascararnos que esa divisi6n
hay que d isting uir totalmente d e la ca usa [in a l. no proced e d e o tra cosa sino del mismo juego, del juego de los
Sería incl uso de mostr<l ndo que es la úni ca y verdadera ca usa significa ntes. '. de los signifi ca ntes y no de los sig nos.
primera como se vería unirse la apa rente di sco rdan cia de las Los sign os so n pluri va lentes: representan sin duda algo pa ra
<uatro ca usas de Aristóteles - y l os ana listas podrían, desde su alguien : pe ro de ese alguien el estatuto es incierto, lo m ismo
terreno, a esta reanudación contribuir. que el del lenguaje pretend ido d e ciertos a nima les, le n guaje
Tendrían con ell o la prima de pod er utilizar el ter mino [reu- de signos que no admite la metáfora ni e nge ndra la metonimia.
diana sobrede terminación de otro modo que para un uso de Ese alguien, e n última instancia, puede ser el uni verso en
pirueta. Lo qu e va a seguir esbozará el rasgo que gobierna la cuanto qu e en él circula, nos dicen, información, Todo centro
relaci6n de fun cionamiento e ntre esas formas: su arti culación dond e ésta se totaliza pued e tomarse por alguie n, pero no por
circular, pero no reciproca. un suj eto.
Si ha y cierre y entrada, no está dicho que sepa re n : d a n a dos El registro del significante se institu ye por el he cho de qu e
,dominios su modo de conjunción . Son respectivamente el sujeto un signifi ca nte represe nta a un sujeto para Olro significante,
y el OLro, dominios que aquí só lo son de sustantivarse g racias Es la estruccura, su e ño, lapsus y rasgo d e ingenio, de todas las
a nuestras tesis so bre el inco n sc iente. formaci ones del inconscie nte. Y es la mbién la que explica la
El sujet o, el suj eto cartesiano, es el presupuesto del mcons- división originaria del sujeto. El sil!n : [icante, produciénd ose e n
·ciente, lo hemos demostrado en su debido si ti o. el lugar del Otro tod av ía no ubicado, ha ce surgir allí al suj e to
El Otro es la dimensión exigida por el hech o de que la p a- del ser que n o tiene todavía la palabra, pero al precio de coa-
labra se afirma e n verdad. gularlo. Lo que a llí hab ía listo a hablar - esto e n los d os se n-
El inconscie n te es entre ellos su c.orte en acto. tid os que el pretérito imperfecto. en fran cés como en espa ií ol.
da a l habia, el de co!oca rl o en el instante anterior: es ta b a a llí
y ya n o es tá, pero tambien en el in stante siguiente: un poco
Se le e ncue ntra gober nando las dos o peracion es fu nd a men la les más y estaba por haber podido estar-, lo qu e había allí d esapa-
.en que conviene formular la causaci6 n del suj elo. Operaciones rece por no ser y(\ más que un significante.
que se orde na n en ulla relación circular, pero por ello no. No es pues que esta operación tome su punto de part.ida en
recíproca.
el Otro lo qu e ha ce qu e se la califique de e najenación. Que
820 POS ICiÓN UEL INCONSC IF NT;t: I'()SJC IÓN m ':L I NCONSC II: NTI 82 1

el Otro sea para el el lugar d e su ca usa signiU ca nte no ( ierto sentido qu e ha de l'eribinie o d e la petrificac.:i6n. Pero si
ha ce aquí sino rnQ(i va r la razÓ n p or la que nillgl'ln suj e to puede :-oe queda con el se ntido, es en ese campo (del sen tido) donde
se r (a usa dc sí. Lo cHal impone no sólo porque no sea Di os, vendr.í a morder el sinse n tido qu e se p roduce po r su ca mbi o e n
sino porque ese Dios mismo no podría se rl o, si h emos de pen- significante . Y es cie name nte al campo del ano <1 1 q ue corres·
sarlo como suj eto -sa n Agustín lo vio perfectame nte a l negar ponde ese sinse ntido, a unque prod u cido como eclipse del suj e to,
el atribuLO de ca usa de .,í al Dios pe rson al. La cosa va le 1<1 pena d e d ec irse, ca lifi ca al ca mp o del
La en aje n acib n re'i ide e n la d ivisión de l ljue in co nsciente a tomar asie nto, diremos, en el lugar del analista,
de design a r e n su ca U !)(I. Ad elltrémonos e n la es tru ctura lógica. e nt endámoslo literalmente: e n su sillón . H as ta t<tl p unto que
Esta estructura es la d e un vel, nu evo e n producir aq uí ., u ori· d eberíamos cede rle ese sil!<)1l e n un "gesto simbóli co". Es la ex-
gina lida d. Para e:,o h ay que derivarlo de lo que !la ma n, en la para d ecir : un gesto de protesta , y és te te ndrí a el
lóg ica llamad a m;llcll1 ,íti ca, una re uni ó n (que reconoce ya alGln ce de inscribirse en o p osici6n con lra la consign a que ha
qu e define ciert o vd) d elatado tan lind ame nte en la grosera divisa, en fraut osij és, for-
Esta re uni ó n es (al que e l vel qu e ll amamos de e n ajen ac ión jemos esa palabra, directamente brotada de la [ign oran-
!)ó lo impone un a elecci6 n e nt re sus terminas eli minando un o cia] que un <t prin cesa e n ca rne'> e n el psicoantilisis fra n cés, p<tra
ue ellos, siempre el mímlO sea cu al !lea esa elecció n. Su prenda sustituir el to no presocr:lti co del precepto d e Freuu: Wo es lLJa T,
se limita pues aparente mente a la co nservación o n o de l otro .w ll !eh we-rtlen , el clla-cutí del : el yo (d el <l nali sw sin duda)
téi-mino, cuand o la re uni ó n es bin aria, debe de sal o jar ,, 1 "e llo" [¡'a] (por su pu esto del paciente) .
Esta d isy un ció n se e n c<-trna de mane ra mu y ilu strabl e, si es Que se le di spute a Lecl aire el poder co nsidera r como incons-
que no d r<-t m ¡ítica , en CULJnlo e l sig nificante se e n Glrna en un ciente la secuencia del uni cornio, co n e l pre texto u e que él por
ni ve l m;ís pe rson<-t lizado en la d emanda o en la oferta: en "la su parte es co nsciente de ella , quiere d ecir qu e n o se ve que el
bolsa o la vida" O en " libertad o mu erte", inco nsc ie nte no ti e ne sentido en e l campo uel Otr'o -y me-
Se trata tan só lo ele :,a ber quere mos o no (sic au.l non [sí nos a ún esto qu e re sulta de ello : que n o el efecto de sentido el
o no]) conse rva r la " id¡l o re husar la mu e rte, pues e n lo qu e qu e opera en la inter pretación, sino la articu lació n en el sín toma
h ace al otro té rmino d e la ..dte rn ativa: lél bolsa O la lih ertad, de los significantes (si n ni ngún sen tido) que se encuen tra n a llí
vues tra e lección será e n todo caso d ecep ciOl1<ln te.
H ay qu e fij arse en que lo qu e qu eda está de tod os mod os des-
co rnado: se rá la vida sin la bolsa - y será también, por h a be r
r ehusa do la un a vida un p oco incomodada por el pre- Pase mos él la segumla ope rac ión , en la que -se cierra la causación
cio d e la libe rtad . del su je to. para pone r a prueba en ell a la est ruc tura del borde
Ta l es el es ti gma de qu e e l vd, [un cionando aquí dia léc ti ca- en su [nnción de límile, pero ta mbién e n la que mo ti va
me nle, opere efec ti va menle sobre el ve Z de la reuni6 n 16gica el tras lape del inco nscie nt e, Esa ope ra ción la llama remos: se·
qu e, como Ije sabe, cyui va le a un el (sic el nO ll [.sí y n o]), Corno paración. R econoceremos e n ell a lo que Fre ud llama Ichspallu:ng
se ilustra e n qu e a m;.ís la rgo ténnino h a brá que a ba nd o nar la o escisi6n d el su je to, y ca ptare mos por qu é, en el tex lO donde
vida de la bolsa y qu e no qu ed a rá finalme nte m¡'ls que Freud la in troduce, la funda en una escisión 110 d el sujeto. SIno
la I ibe nad d e mo rir. del objeto (fálico concretamente).
Del mismo modo nu est ro suje to está colocado e n el ve! de La [arma lógica que vie n e a modificar dialécti ca me nte es ta
seg unda ope rac ión se lla ma e n lógica .s imbó lica: la in tersecc ión,
j [V el, " co njllnci Ó!1 qu e p a ra nombrar <1-), o 111;\ ' o tam bié n el produ cto que se form ul a por una perte nencia a-
uc jando l ib re la eleccióll o conj t!t ura, p orq ue d e<:ig na nna úifcrc llcia fun . y a- ,· Esta fu n ción aquí se modifica por una parte tomad a de
dada mera menl e cn la o pinió n , micn lras que (m i denOla una d itcrencia la care n cia a ]a carencia, por la cua l el suj eto viene a e n co nt rar
q llC C!o.l r iha e n la nalUralcl a m ;sma de las COS:1S" (NuelJO Diccionario lalifm.
c,{pwi ol dimo/¡'gicQ , de R <limull úo de M ig u e l, MadriLl, V iclOl iano Stdrel" Abre\'iac iólI de n ucs ll'¡¡ l un a o bjeció n inoperan te.
t 9-10) . ....5] • [E n el o ri g inal , (/- e l 0- (r) . AS}
822 POSICiÓN DEL INCONSC IEN T t.:. S2l
POSICiÓN DEL IN CQNSCI l::NTE

en el deseo del Otro su equivalencia a lo que é l es como su jeto tivamente el deseo del Otro, aun antes de que pueda siquiera
del inconsciente. nombrarlo deseo, mu cho menos aún imaginar su objeto.
Por esta vía el sujeto se realiza en la pérdida en la que ha Lo que va a colocar allí es su propia carencia bajo la forma
surgido como inconsciente, por la carencia que produce en el de la caren cia que produciría en el Otro por su propia desapa-
Otro, segú n el traz(tdo qlle Freud descubre corno -la pulsión más rici ón. D esaparición qu e, si puede decirse, tiene a mano, de la
radi ca l y a la que denomín,,: pu)sión de muerte. Un n i a- es parte de sí inismo que le regresa de su enaje nación primera.
llamado aq uí a llenar otro n i a- , El acto de E mpédocles. al res· Pero lo que colma así no es la falla que encuentra en el Otro,
ponderle. m;mifiesl<\ que se trata aquí de u'n querer. El vel es en primer lugar la de la pérdida constituyente de una de sus
vuelve a aparece r como velle [querer]. Tal es el fin de la ope- p;¡rtes, y por la cua l se enc uen tra en dos partes consti tuid o. Aquí
ración . El proceso ahora. yace la torsión por la cual la separación representa e l regreso
Separare, separa r, aquí termina en se parere, engendrar se a de la enajen ac ión. Es que o pera con su propia pérdida, que
sí mismo . Eximámonos de los favores seguros que encontramos vuelve a lleva rl e a su punto de partida.
en los etimologistas del la tín en es te desli zamie nto de se ntido de Sin dud a el "pudiera perderme" es su recurso contra la opa-
un verbo a otro. Sfpase úni ca mente qu e este desli za miento está cidad de lo que encuentra en el lugar d el Otro pero
fundado en su comú n apa rej a miento en b función de la pan. es para remitir al sujeto a la opacidad de l ser que le ha vuelto
La parte no es el todo, como di cen, pero por lo ge nera 1 in- de su advenimiento de sujeto, tal como primeramente se h a pro-
considerada mente . Pues deberia acentuarse que nada tiene que ducido por la intimaci6n del otro.
ver con el todo. Hay que tomar partido sobre ello, juega su Es ésta un a operación cu yo diseño fundamental volverá a
partida por su propia cuen ta. Aquí, es de su part ición de donde e ncontrarse en la téc nica. Pues a la escansión del disc urso del
el sujeto procede a su pílrto. Y es to no implica la metMora gro- paciente en cuanto que el ana lista interviene en él es a la que se
verá acomodarse la pulsación del borde por donde debe surgir
tesca de que se tra iga de nue vo a l mundo. Cosa que además el
el ser que reside más acá.
lenguaje tendría g randes dificultades paríl expresar con un tér-
La espera del advenimiento de ese ser en ·su relación con lo
mino origi nal, por lo menos en el área del indoeuropeo donde
que designamos como el deseo del analista en lo que tiene de
todas la s palabras empleadas para ese fin tienen un ori ge n ju- intldvertido, por lo menos has ta la [echa, por su propia posición,
rídico o social. Parere es en primer lugar procurar (u n hij o al tal es el resorte ve rd adero y último de lo que constitu ye la
m arido). Por eso el sujeto puede procurarse lo qu e aquí le tra nsferenci a.
incumbe, un estado que calificaremos de civil. Nada e n la vida Por eso la transferencia es una rela ción esencialmente ligada
de ning uno dese nca de na más encarnizamienLO para lograrlo. a l tiempo y a su manejo. Pero el ser que a nosotros que opera-
P ara ser pan, sacrifica ría sin duda gran parte de sus intereses, mos desde el campo de la palabra y del len gu aje, desde el más
y no es para integrarse a la totalidad qu e por lo demás no co ns- acá de la entrada de la caverna, nos responde, ¿cuá l es? Iremos
titu yen en modo alguno los intereses de los otros. y menos aún a darle cuerpo por las propias paredes de la caverna que vivi-
el interés general que se distingue de ell os de muy otro modo. rían, o más bie n se animarían con una palpitación cuyo movi-
Separare, se parare: para guarecerse del sign ifi ca nte bajo el miento de vid a es de captarse, ahora, es decir después de que
cual sucumbe, el sujew a taca a la caden a. que hemos reducido hayamos articulado [unción y campo de la palabra y del len-
a lo más JUSto de un binarismo, en su punto de intervalo. El guaje en su condicionamiento.
interva lo que se repite. la más radica l estructura de la cadena Pues no vemos bien que se tenga derecho a imputarnos des-
significaute, es el lugar frecuentarlo por la metonimia, vehículo, cuid ar lo din ámico en nues tra topología: lo orientamós, lo cual
por lo menos eso enseñamos, del deseo. vale más que hacer de ello un luga r común (lo más verbal no
En todo caso, b;¡jo la incidencia en que el sujeto experimenta está donde se le ocurra a uno decirl o) .
en ese intervalo Otra cosa para moti varlo que los efectos de En cuanto a la sexualidad que podría recordársenos que es
sentido con que 10 solicita un disc urso, es como encue ntra efec- la fuerza con que tenemos que vérnos las y qu e es biológica,
824 P OS ICi ÓN DEL T'05 ICI6:'11 DEl. INCONSCIENTI 8Il5
repli caremos que el análisis tal vez no h a contribuido tanto Si ten emos a bien que en este punto el proceso de di ges ti ó n
como pudo esperarse en una época al esclarecimiento de sus comience, se percibe qu e la Ho mmelelle tendría con qu é sus·
resortes, salvo preconizando su natu ralidad en temas de es trj· ten tarse mucho tiempo (reco rdemos que hay organism os, y ya
billos que llegan a veces h as ta e l arru llo. Va mos a tra tar de mu y diferenciados, qu e n o t.ienen aparato di ges tivo) .
a portarle algo más nuevo, al recurrir a un a forma qu e Freud inú ti l aliadir que pronto se trabaría la lu cha co ntra un ser
mismo en este asunto nun ca pretendió rebasar: la del mito . ta n temible: pero que sería difícil. Pues puede suponerse que
y para seguirle el paso al Aristófanes del Banquete más arri- la tlusen cia de aparato sensorial en la H ommelette no le dej a
ba evocado, recordemos su a nimal de dos espa ldas primitivo para guia rse sino lo real puro, yeso le d aría ve ntaja sobre nm-
en el que se sueld an unas mitades tan firmes al unirse como las otros, hombres, qu e debemos siempre proveern os de un h o-
de una esfera de Magdeburgo, las cua les se paradas en un se· múnc ul o en nuestra ca beza para hacer de lo real mismo un a
gundo tiempo por un a intervención quirúrgica de los celos de realidad.
Zeus, represe n tan a los seres hambrientos de un inen contrable No sería fácil en efecto obviar a lo:, caminos de sus ataques,
complemento que hemos llegado a ser en el a mor. por lo demás imposibles de prever, que as imismo no
Al consideraT esta esfericidad del Hombre primordial tanto conocería obstácul o a ellos. Imposible ed ucarl a, lo mismo po-
como su divisÍón , es el hue vo lo qu e se evoca y tal vez se indi ca nerle trampas.
como reprimido después de Pla tón en la preeminencia COllce· En lo que se refi ere a de.struir a la mejor seria
dida durante siglos a la esfera en una jerarquía de las fo rmas cui da rse de que ll egue a pulular, pues to qu e h ace rle un tajo
sa n cionada por las cÍen cias de la n atural eza. se rí a ay udar a su reproducción, y puesto que e l menor de sus
Consideremos ese huevo en el vi entre vivíparo do nde no que sobreviviese, aunque fuese de un a quemazón, con-
neces ita cascarón , y re cordemos que cada vez que se rompen sus servaría todos sus pode res de dañ ar . Fuera de los efe ctos de un
membranas, es un a parte del huevo la que resu lta herida , pues rayo mortal que además habría que experimentar, la única
las membra nas son, de l huevo fecundado, hijas con el mismo sería encerrarla, agarrá nd ola en las ma nd ibu las de !-ln a
derecho que el viviente que sale a la luz por su perforación. De e:,fera de Magdeburgo por e jemplo, que regresa aquí, úni co ins-
donde resu lta qu e con la sección del cordón , lo que pierde el trumento casua lmente que se propone.
re cién nacido no es, como piensa n los ana listas, a su mad re. Pero sería necesa ri o qu e entrase to da y ell a sola. Pues para
sino su complemento ana tómico. Lo qu e las comadronas llam an ponerle encima los dedos , para empuj ar la por un a nad(l qu e
las secundinas.
desborde, el más valiente lo pensaría dos veces, por temor a qu e
Pues bien, imaginemos que cada vez qu e se rompen las mem·
entre sus dedos se le resbale, y ¿para ir a alojarse dónde?
branas, por la misma salida vuela un fan tasma, el de una form a
Con la sa lvedad de su nombre que va mos a ca mbiar por es(e
infinitame nte más primaría de la vida, y que no estaría muy
oLro más decente de laminilla (por lo demás la palabra om.e-
dispuesta a redoblar el mundo en mi crocosmos.
Rompiendo el huevo se hace el H o mbre (Homme) , pero tam- lelte no es mas que un a me tástasi s' de la palabra francesa lam. e·
bién la H ommeleue. o [fe: laminilla). Esta imagen y este mito 11 0S parecen basta n te

Supongámosla, Bncha crepa para desplazarse como la amiba, apropiados para fiRurar tant.o como para poner en su lugar lo
ultraplana para pasar bajo las puertas, om ni sciente por ser He· que ll amamos la /,i bido.
vada por el puro instinto de la vida, inmortal por ser escisípara. La image n nos presenta la l i bido como lo que es, o sea un
Tenemos aquí algo que no seria agrada ble sentir derramársele úrga no, a lo cual sus costumbres la emparientan mu cho m ás
a uno en la cara, sin ruido durante el sueño, pa ra sellarla . qu e a un campo de fuerzas. Esta concepción se pone a prueba a l

• {Hay aq uí. aparle d el juego de pala b ras CO Il H omme, una alus.i.ón a un di - :-.los llega. bajo la comiglla dd buen lat in , q ue SI! pitorreclI de nu estra s
cho francés: ha y qu c romper los hucvos para ha ce r una tortill a (o//lelt lle). rererencia s a la mct¡tstasis y a la metonimia (s;c). raro que h aga reír al·
er¡uivalente aproximadamente a nu estro: 110 pescan truchas a en · guien cuyo ros tro es sufici entemente expresivo como para ilu scrar el eslo-
jutas. TS] gl n con qu e lo ma rcarfamos: la boñiga de v::l ca q ue rie .
826 POSICIÓ N DEL l NCONSC lE NTI'
POSIC iÓN DEL I NCONSC IENn: 827
reconocer la es tr uctura de montaje qu e Freud confirió a la a Jos cuid ad os de l a mor. No es es to d a r un a razón su fi cie nte de
pu lsión y al articula rl a en ella. su va lor eró ti co, d el cual un cuad ro (en Berlín) d e T iepolo, e n
La referencia a la teorí a electro magnéLica y concre tamente su horror exa ltado al fig ura r a sa nta Aga ta d esp ués de su su pli-
a u n teorema llamado de Sto kes nos perm i tiría si tuar, bajo la cio, es tá mej or hecho para d ar un a idea,
condición de que esa su perfi cie se apoye en u n borde cerrado, De hecho no se tra ta d e l seno, en el se ntido d e la ma tri z,
q ue es la lo na eróge n a, la razón d e la cons ta ncia de l empuje a un q ue sue len mezclarse a pl ace r esas reso nancias d ond e el sig-
de la p uls ió n sobre la q ue Fre ud insis te tanto. 8 nifica nte juega a fondo con la me táfor a. Se tr ata d el pech o
Se ve tam bié n qu e lo que Freud ll ama e l Sc hu b o e l flujo especificado en la fun ción d el d es tete que prefigura la castració n.
[couléeJ d e la p ulsión no es su descarga, si o o q ue ha de d ese ri· Ah ora b ien, e l d es te te es tá de masiado situad o d esde la in ves-
birse m ás bien co mo la evaginación ida y vue lta de un ó rga no ti gació n kle inia na en el fa ntasma d e la partición d el cuerpo de
cuya funci ó n h a de situarse en las coorden adas subje tiv as pre· la mad re pa ra qu e no sospec hemos qu e es entre el pecho y la
cede n tes. mad re donde pasa el pl an o d e se parac ión que hace de l pecho
Ese órga no d ebe ll amarse irreal, en el se ntido en qu e lo irreal e l o bje to perdid o que está en ca usa en el deseo.
no es lo imaginario y p recede a lo sub jetivo condicionándolo, Pues de record ar la relación d e parasitismo e n que la orga-
por es tar enchufado d irec tamente en lo rea l. n ización mamífera po ne a la cría, desd e el embrió n has ta el
A esto es a lo q ue nu es tro m ito, como cualquie r otro mito, recién nac ido, res pec to d e l cuerpo de la madre, e l pec ho a pa·
se esf uerza en d ar un a articulación sim bólica más que un a rece rá ro mo la misma cl ase d e ó rga no, qu e ha d e conce birse
imagen. co mo ecto pía de un indi viduo sobre otro, qu e la pl ace nta rea-
N ues tra lam inilla represen ta aq uí esa parte de l vivien te que
li za en los prim eros tie mpos del creci miento de cie rto ti po d e
se p ierd e a l producirse éste por las vías del sexo.
organismo, el cual q ueda es pecificad o por es ta inte rsecció n.
Esa parte no deja sin dud a d e in d icarse en soportes que la
an a tomía m icroscópica m a terializa en los g lóbulos exp ulsados
en las d os etap as d e los fenómenos qu e se ordenan a lrededor d e
La libido es esa lam inill a que des li za el ser de l orga nismo has ta
la redu cción cf om osómica, en la maduració n de una gó nada
su ver d adero limite, q ue va más a ll á qu e el de l cuerpo. Su fun-
sexu ada.
Al ser represe n tad a aquí. por un ser mor dfero. marca la rela- ción radica l en e l ani mal se ma teri a liza en ta l e tol ogfa por la
ci ón, en la qu e el suj eto toma su p art e, d e la sex ualidad, espe- caíd a súb i ta d e su poder de in timidaciún en el límite d e su
cificad a en el ind ividuo, con su muer te. "terri to ri o".
De lo q ue d e esto se representa en el suj eto, lo que im presiona Esa lami nilla es órga no por ser instrumento del orga nismo.
es la forma d e corte anatómi co (rea n imando el sentido et imoló- E s a veces co mo sen sih le, cuando el histéri co ju ega a experimen-
g ico d e la palab ra a na tomía) en d onde se decide la fun ción d e tar has ta el ex tremo su e lasti cidad.
ciertos o bje tos de los que es p reciso d ecir no q ue son parcia les, El sujeto hablante tie ne el p ri vi legio de reve lar el se ntido
sino qu e tienen un a situació n muya parte. mortHero de e.lie (¡rgano, y por e ll o su relac ión co n la sexu ali-
El pecho femenin o, pa ra tom ar e l eje mplo de los prob lemas dad . E sto porque el significan te como ta l, a l tachar a l sujeto d e
qu e suscitan es tos obje tos, no es úni camen te la fuen te de un a buenas a primeras, ha hecho en trar en él el se ntido de la muerte .
nostalgia " regresiva " por haber sido la de un a limento es tima- (La le tra mata, pero lo aprende mos de la let ra misma.) Por
d o. Está ligad o al cuerpo materno, nos di ce n, a su ca lor, incluso esto es por lo que toda p u bión es virtualmente p ulsi6 n de
mu erte.
11 Es sa bido qu e ese teorema demues tra que el fluj o eJe ro tacional prove- L o impor tante es captar cómo el organism o viene a apresa rse
niente de la super[icie se igual a a la ci rculación de ro tacional sob re el
borde cerrado en que se apoya, la cual es co nsta nte. Ese rotacional se ob -
en la d ialéctica del sujeto. Ese órgano de ] 0 in corpora l en el se r
l iene CO Ill O deri vada de las va ri aciones de un vec tor las cuales so n d efin id as sexu ado, eso es ]0 qu e de l orga nismo el mj eto viene a co loca r
para cad a p unto de boreJe y de superficie en fun ción de su veci ndad . en el ti emp o en qu e se o pera una se paración. Por él es po r el
828 POSICI6N DEL I NCONSCn::NTI'. I'OSIC IÓN DEL tNCONSCIENTE 829
que de su muerte, realmente, puede hacer el objeto de l deseo presa mente el mito ult racondensado que se encuentra en el
del Otro. mismo te xto so bre la creación de la compañera.
Por cuyo intermedio vendrán a ese lugar el objeto que pierde Sin duda había desde antes Lilith, pero ésta no arregla nada .
por naturaleza, el excre mento, o también los soportes que en.
cuen tra para el deseo del OtfO: su mirada, su voz.
A dar vueltas a esos objetos para en ellos recuperar, en él Al co n ar aquí, dejamos en el pasado debates en los que, en lo
rest.-1urar su pérdida origin al, es a lo que se dedica esa ac ti vi. que concierne al inconsciente freudiano, eran bienvenidas in-
dad que en él llamamos pulsión (Trieb). tervenciones irrespon sables, precisa mente porque las responsa-
No hay otra vía en que se manifieste en el sujeto una incí. bles venían sólo de mala gana, por no decir más, de cierto bando.
ciencia de la sexualidad. La pu)sión en cuanto que representa Un res ultado que no dejó de conseguirse por ello fue que la
la sexualidad en el inconsciente no es nunca sino pulsión par. consigna de silencio de ese bando op ues to a nuestra e nse ñanza
da!. Ésta es la caren cia esencial, a saber la de aquello que fue rota a l!l.
dría representar en e l sujeto el modo en Su ser de lo que es aEí Qu e sobre el comp lejo de Edipo el punto final, o más bien
macho o hembra. la estrelIa norteamericana, haya llegado a u na hazaña hermenéu·
Lo que nuestra experiencia demuestra de vacilación en el tica confirma nuestra a preciación de ese coloquio y ha mostrado
sujeto referente a su ser de masculino o de femenino no ha de más tarde sus co nsec uen cias.
referirse tanto a su bisexuaJidad biológica como a que no hay Indi camos aq uí por nuestra cuenta y ri esgo el aparato por
nada en Su dialéctica que represente la bipolaridad del sexo, si donde podría h;¡cer su regreso la precisión.o
no es la actividad y la pasividad, es decir una pola ridad pulsión.
acción·de l·exterior, que es enteramente ina.decuada para repre.
sentarla en su fondo.
A esto es a Jo que queremos llegar en este discurso, que la
sex ualidad se reparte de un lado al otro de nues tro borde en
cuanto umbral del in consciente, como sigue:
Del lad o del viviente en cuan to ser apresable en la palabra.
en cuanto que no puede nun ca finalmente y entero advenir, en
ese más acá del umbral que no sin embargo ni dentro ni
fuera, no hay acceso a l Otro del sexo opuesto sino por la vía
de las putsiones ll amadas parciales donde el sujeto busca un
objeto que le sustituya esa pérdida de vida que es la suya por oApunlemos sin emhargo además que al restilUi;.. aquí bajo una (orma
ser sexuado. irónica la función ót!l objc to "parcial" fuera de la refe rencia a la regresión
con que le echa habilualmente un velo (entend amos que esta refere ncia
Del lado del Otro, desde el lugar donde la palabra se veri. no puede entrar en ejercicio sino a partir de la estruc lura que define a ese
fi ca por encontrar el intercambio de los significantes, los ideales olJjeto -que llamamos el objeto a). no h emos poclido extenderla hasta ese
que soportan, las est ru cturas elementales del parentesco, la me. punto que constituye su interés crucial. a sat-er el objelO (- <p) en cua nto
"causa " del complejo de castración
tá fo ra del padre como principio de la separación, la división Ese objelo es abordado en la comunicación que viene ahora.
siempre vueJta a abrir en el sujeto en su enajenación primera l'ero el complejo de castración que está en el nudo de nuestros
de ese lado sola mente y por eSas vías que acabamos de decir, actuales rebasa los limites que asignan a la teoria las tendencias que
se designaban en el psic:oan<llisis como nuevas poco antes de la guerra y
el orden y la norma deben jns taurarse, las cuales dicen a l sujeto por las que est<l totla vía afectatlo en su co njunlo.
lo que hay que hacer como hombre o mujer. Se medirá el obstáculo que hemos de quebrantar aquf por el tiempo que
No es verdad que Dios los hizo macho y hembra, si esto equi. nos ha hecho fa]t;} para tlar al discurso tle Roma la continuación de este
va te a decirlo de Adán y Eva, co mo lo contradice también ex. texto , como por el hecho de que en el momento en qne lo co rregimos. su
colación original St: todavía.
íNDICE RAZONADO DE LOS CONCEPTOS PRINCIPALES

El leelor encontrará aquí un índice que quiere ser clave.


Ideado conforme a una obra que introduce menos de lo que pone
en cuestión, proPicia al lect or que se su.pone llega a ella desde y,n
punto más o m eHOs firme.
Si este punto es externo, la clave, com o debe ser, favorece esta
posici6n de aportar a él una medida int erna, en una actualidad que
puede ex tenderse desde lo qu.e el psicoandlisis renueva en la teorfa del
sujeto hasta prepararlo para hacer de él la prueba personal, sin falt ar,
en el abanico, los signos de acu-erdo para algunos especialistas.
Si este punto es interno, o sea desde donde se aPlica el psicoandlisis,
la mediaci6n se inv,'erte y aún es necesario d istinguir a los practicantes
que siguen nuestra enseñanza rfe aquellos que se abstienen de ella. Para
los primeros} será ocasión verosímil de m edir en él el exceso de un
texto del que conocen la experiencia. Oportunidad para los segun dos
de buscar qué hacer de él para la suya.
J. L.

ESC LAREC IM I ENTO

1. El lector encontrará en este indice} es tablecido siguiendo un orden


que hemos ins talado nosotros, los conceptos principales de la teoda de
Jacques Lacan, r eferidos a los lugares que dan sus definiciones esen.
ciales, las funciones y las propiedades principales.
2. En las páginas enljstadas a continuació n de los términos del ín.
dice debe buscarse el concepto, no la palabra. Hemos escogido para
designar lo implicito la expresión que nos pareció más adecuada y
más comprehensiva, procediendo por lo común por retroacción a par-
lÍr del último estad io de la teorla.
No se nos escapa que. mediante tal articulación, de hecho nos
enconCIamos proponiendo una interpretación. Así. nos ha parecido
oportuno explicarla en dos palabras con el [in de que se pueda, des·
pués de haber seguido nuestro razonamiento, descontarla del fardo
del índice.
4. Hemos lomado el partido de aislar los conceptos que, con res·
pecto a la teoría del sujeto, interesan, aunque sea por negar su no m-
bre, a las ciencias humanas en su conjunto -med iante la especificidad
de la experiencia analitica (en su definición Iacaniana: puesta en jue·
go de la rea li dad del inconsciente, in troducción d el sujeto en el len-
guaje de su deseo), por efec to de puntuación.
[873J
811 fN DICES INCitE RAZON ....DO 875

5. Si el significante es COllSLitllyCntC pllra el sujeto (1, A) I se puede T. EL ORDEN SIMfi()!.lCO


seguir, a través de sus desfiladeros, el proceso de la transformación
(de la mutilación ) que ha ce del hombre un sujeto, por el rodeo del A . LA SU PREMAcíA DEI. SICN IFICANTE
narcisismo u). Las propiedades de la sobrcdeterminaci6n simbólica (véase: El I1lga,r dd Otro)
explica n que el tiempo lógico de esta historia no sea lineal (r, e).
6. En seguid a <.I<:bcn tomarse en su simulwn cidad los elementos su- 1. exterioridad, la autonomía y el cle.r!,lazamie1ilo del signifi-
cesivamente presentados (11, A, R. e). Se observará que la topología sus desfilad eros
I r';
<lel sujeto no encuentra su <..'StatulO más que si se la relaciona con la n. La exterioridad : 5. Uf 11, 23·24,3)·)'/, se), 46, 51, 26)·26·1
geometría del Yo (M ui) ( 11 , n, <1 y JI, e, 3). De ahí se CSI" en posibili. b. Los desfiladeros: 46, 261, 398, 427, 450'451, 475,488 (y el
dad de captar el de J<l conll1ui caci6n: en su estructura, nombre propio), 598.599, 632·631, 683, 791·792
encuentran su lug.u todas las piczas del juego (11, D) .
7. De la estructura de la comunicación se deducirá cnál es el poder 2. I .a ullidarl
de la cura, con qué oído escuchar al jnconsciente, qué forma ción dar a. Símbolo, letra, Sigllific:lIllC: 7, 1:1, 18, 20, 26, 51, 152,261 '265,
a los analistJs ( 111, n). La última parte- (m, c) se centra en el sig- 284 ,307,318,376,181,517'518,571, 607, 799
nificante emin ente del deseo. La sigu iente sección (IV) es clínica (el b. Arti cu lación: 397, 627·629
inventario es sucinto). l' . Materi al itknl y lugar (le la 1t 1ra : 289.475,638, M3·G44
8. En cuanto a la epistemología IJcaniana, según nosotros marca la
posición del psicoanálisis en el corle epistemológico. puesto que. a 3. La es tru ctura : lo simbólico, lo imaginario, lo real: 5 (suprema.
través del campo freudiano. el sujeto precluido de la ciencia regresa cía de 10 simb6lico sob re lo real y lo imaginario). 19 (lo
en 10 imposible de su discurso. Así. pues, sólo hay una ideologia de "rtali.,>la" y lo n:al simbolizado), 25 (la siluación ima gi-
la que Lacan haga teoría: la dd "yo (moi] moderno", es decir, del
naria), 15 (toma de lo simbólico sobre lo rC<l I). 45 (defenni·
sujero paranoico de la civiliz:...cibn ciclttífica. del que la psicologla des· 1JaciÓn de lo imé"lginario por lo simbólico), 62·61 (el estadio
ca minada teoriza Jo imaginario. al seJVicio de la libre empresa.
dd espejo, regla tIe repartidón enlre lo imaginario y ]0 si m-
9. La densidad d e ciertos tex tos ha ce inútil su fra ccionamiento en
bólico) . 110 (p recedL"nda tIe lo im 'lginario so bre lo real), 265
el indice: uno d e ellos es Subversión del suieto y dialéctica del d eseo (p roducción de lo real mediante lo simhólico), 336-337 (lo ima'
(e l sujelo y el significante).
ginario distinto de lo ilusorio), 368-383 (intersecciones de lo
10. PermÍlasenos al1adir aquí que sabemos (erra do al d
simbólico y de lo real sin inlermedio imaginario: la alucinación,
discurso lacaniano. por haber reconocido en lo que se d a en llamar su
pasi6n dd sujeto, y el actjng-out. acción del suje to), 419 (sc:pa·
"apertura" el progreso de una sislema lÍzélción cUyél coherencia ha sido,
r:-tción de lo imagillí1rio y de lo simbólico), 445·416 (distribu.
para el discurso de Romél, dcfiuilivamentc establecida, y asegurada su
clausura. Por eIJo, segÍln cJ concepto <lue tenemos de esta Lectura, algo ci6n de lo imaginario, de lo real y de lo simbólico), 514·52J
se gana estudiándola como formándose en sis tema, a pesar de la elipse (é"llucinación), 528 (supremacía de lo simbólico sobre lo imagi·
del estilo, necesa ria , seg(m Lacan, a 13 formación d e los analistas. Por nario). 531-532 (supremada de 10 simbólico sobre lo real), 536
nuestra parte. no teniendo 'lue inquietamos por la dicac:ia de la leo· (intrusión de lo ima ginario en 10 real), 627·629 (la estrucrunl),
rla en este campo, alcnlarelllos al lector adel:wtándole que no exisl.e 619 (separa ción de lo im aginario y de lo !limbólico) , 699 (tIis'
Hmite exterior (es dccir, que no produ1.c.. a d fUllcioH;llllicn to del pc..'n. Irihución).707 (suprc:m;lLÍ;t de lo sim bóliro sobre lo imaginario)
sa miemo bajo la constricción de su ('s lructura) a la ex pansión de la
fonnalización en el campo del discurso. puesto que no hay lugar al· 1. Ju!)remada dd significante sorne el sig1iificn.do: 22-23, 25,
guno, en el que su pOlencia desf"JIez ca. del que no pueda cercar las 357 119-450, 17H·183, 491, 6G8, 673' 67-1,681
inmediaciones -y reducir el hueco, cambiando de sintaxis. A reserva de
vcr, mis adelante, volver a formarse su negativo. Apelamos <lquí <l O. 1.0S OES FIt.AOF.ROS un. S ICNIF IC:ANTE
Boole, a Carnap, a los estudios de M. Guéroult so bre Berkeley.
l . I,a géncsis riel Yo : In idrllli/imción imaginnria (véase: La fU11-
JACQtlES-ALAIN }.ULLErt (";ó" del Yo)
o. La simholi zación primordi:.d y la identifi c<¡ción primaria (h
d emanda de tlOlOr y el "Fort-Da"): 39·40, 306-307, 516·r,17,
571, 598, 670·67 /
876 í NDICES íNDI CE RAZONADO 877

b', El estadio d el espejo: 47, 63·61, 86,93, 17,' ,177, 2'10. 251 , n. LA FUNCIÓ N DEL YO
109412, 531, 550, 552, 651 (véa$e: La génes is del Yo, La teoría de la ideo logia)
b'. El narcisismo: 27, 102-112, 394
La agres ividad : 94-116, 240, ))2 (véase: E l clI crpo frag- L La ilusi6n de autonomfa
m entado) a. El desconocimi ento: JI ·N, 49, 84 ,85, 92, 101,106, 155·156,
c', El superyó: 108·1 09, 122·129 (127 '129) , M6. 4 16, 599,633, 168· 181 , 239·240, )2)')24, 332, 333, 339, 358·359, 4]], 647·
662·663, 748 662,8]]
e' , El Yo·ideal: 87,617,661,788 b. La estructura paranoica del Yo (y del conocimiento huma-
no): 59, 89, 104, 4]]
2. La producción del slI.jelo: la identificación simbólica (véase: c. Las formaciones de l Yo (ideales de la persona): 647-661 (véa-
La es tructura del sujeto) se: El superyó, El Yo' ideal, El Ideal del Y o)
a. El ldeal del Yo, la intl'oyecci6n y la función del trazo o d , La puesta en escena: 6, 492·493, 617, 629, 752·753, 758·759
ra sgo unario: 49, 84, 450, 535, 620, G33, 635, 617,661, 732, (véase: El deseo y el jan truma)
788,789, 799 e. La defensa: 9\, 96,323·325, 644·645 (véase: La "frustración",
b. El Nombre-deI-Padre (i ns Lancia del Padre simbó li co, o mu er- La
to) y la represión origi naria: 267, 538, 558,561, 792,793, 796, f, El amor y el od io: 47, 93, 253·254, 331, 421, 587, 598 (véase:
828 (véase: La preclusiórJ) La simbol ización prim ord ial, el narcisismo, el objeto a)
e. La Ley (el pano, la deuda simból icas) : 22, 25, 30·3 1, J 18,
261,265·268, 34 1, 416·117, 749 2. La proyección
d. El Edipo (la identificación secund aria, normali zacl.ora) : 91 J a. La identificación con el Olro, el transitivismo, la proyección,
107·]]2,' 172, 266, 536 la r elació n dual: 8·1 0, 14, 51,53, 69, 76,77, 95, 102, 170·1 7 / ,
202,33 1,406·407,635,748.749
C. LA CADENA SIGNIFICANTE b. El ani mal (la psico logla animal): 88-89, 177 ,182, 288, 329·
330, 332,333, 433, 465, 176, 533, 786·787
1. La repet ición (el automatismo de repet.ición, la insistencia de cl • Categoría s hegelianas : la luchJ. a muerte, el r econocimiento,
la cade na): 5,10, 23,24, 33, 37, 6 1, 63, 140, 306, 482-483, 539, el prestigio, el Amo absoluto: 27, 112.115, 139, 240, 302, 335·
637 (véase: La regresión) 336, 415, 655, 789·790
2. Los dos princiPios (realidad, pla cer): 61,62, 630,744,745 ,752,753 La conciencia-de-sí. la infafuación, el alma bella, la ley del
3. La sobrede terminación y el tiempo lógico (anti cipación y re- cOl'J.zó n. la asru cia de la r azón , el saber absoluto: 161-166 7
lroa cciónj en cuen tro y destino) : 45, 187-203 (201-203). 221, 280·282, 392, 397, 457, 469, 777-778, 810, 816
246,217, 276, 336, 376, 534, 536, 657·658, 787·788, 816
4. L a memoracíón la re m emoraciórl: 35-)6 (o pu esta a la memo -
J
3, La "psicologia colectiv a": 13, 136· 137,156'457,470,619'620,714'
ria como propiedad de 10 vivo). 39 (su vínculo esencia l co n la 715 (véase: El Ideal del Yo, El trazo unario)
ley) , 414 (opuesta a la reminiscencia ima ginaria)
5. La muerte, la segunda muerte, la pulsión de mlurl e, lo real
4. La geo m etría del Yo (espac io imaginario): 64-65, 89, 114-115,
como imposible, el ser de l e"t e: 94, ]]5,]]6, 30009, 332-333,
173' 174, 178,298,406'107 (vé ase: La topología del suje t o)
335,336, 363·361, 368, 371·373, 412-413, '1 21 , 500,501, 533·
5J./, 554, 639, 734, 755, 790·791
C. LA 1·:S11WCTUR¡\. DEL SUJETO

l. El suje to v erdadero
\l . EL YO, EL SUJETO a. El sujeto de la cadena: 271·275, 356, 513,515, 5JJ, 635·636,
641·616,657·658
A. El, CUERPO, EL EL SUJETO (EL ORCAN ISMO, EL CUER.PO PROPIO. EL ú', El sujeto de la ciencia : 270·272, 557, 773,774, 834·839 (véa.
CUERPO FRAGMENTADO) se: El psicoandLisis y la ciencia )
(véase: El es tadio del espejo. El sujeto de la cadena) ú', "Wo Es war, soll Ich werden": 399,401, 504, 650, 781, 796,
34,63,87,90,97·98, 140, 143, líO, 172. 252,253, 269, 289, 398, 491, 842·811
533·5J./, 590, 630, 638, 689'690, 705·706, 727, 782, 797,798, 826·827 ú' , "Cogito, (ergo) sum" : 153·151, 196'197, 789, 810, 813·844
878 INDICES fNOICF. RAZONADO 879
c:. El JUICIOprimar io, la rep resión, la negación, l;:¡ predusión 2. La retórica del itlco1iscienle
(véase en el lndice ele términos en alemán: Dejahung, Ver· a. La punta del deseo: 157· 158, 173, 248'252,256·260,363·364,
driingllngJ Vemeinung, Verwerfllng) 38'1, 448,452'453,489·503,600'603, 640-64 1
b' . La metáfora: 252 (opuesta a l•• n. logla), 186·487, 49H%,
2. La divúión, la escisión y el íading del sujeto: 4, 48. 88. 222, 538·539, 630, 687, 785
281, 321 , 353, 622, 635, 669, 688·690, 711,775,795'796,8/4·8/5, b'. La metonimia: 64. 485,486, 495, 686
8/8··1123 (vé.,e: El d" eo y el Ion/asma)
n. LA EXPER IENCIA ANALÍTICA
3. La lapo logia del sujeto (es pacio simbólico): 4, 49,308·309,3 13,
35/·353,366,4/5,522,533'536,629,669,757 '758,784, 798 (véa. 1. a. La técnica: 61,75·8 1, 230,232·233,24), 247'248,276·277,348
se:: El lugar de la letra, La geometrfa del Yo, El rugar del otro, 11. La asoc iadón "li bre": 45.. 33, 7:', 151 (véa$e: T.a so/,,-rt!(' ln'
¡ J! me ldfora) min(l(.: ión)

D. LA COMUNICACIÓN INTERSUU]ETlVA 2. o. La palabra vacía (discurso de lo im<lgina rio): 78, 239, 2f.1,
333, 411 (véase: El narcisismo, La ilusió'l de autonomía)
1. Critica del positivismo b. Abyección de la teoría del Yo en e l análisis (desdoblamien -
a. El lenguaje·signo : 12,13,285·286, 395,396, 477·178 to del Yo e idemif icaci6n con el analista): 48 (abyección),
b. El metalenguaje: 260,26 /, 338, 34 0, 478, 793, 846 242,243, 292,293, 31I (abyecció n), )24-326 331, 390 (abyec.
ción), 468, 63 1 (véase: La teoria de la ideologla)
2. La función del [jel y el sujeto de la enunciación: 110, r. La "frustración": 239-240, 412·443
192· 193, / 97, / 98, 2.J1·242, 288, 393,394, 197, 517·52J, ,96, 641. ri . La resi.ltcllcia: 100, 11 0, 279·2RO, J21 ·J2 J, 355'357 , 36 1. 101·
647, 779·781 (vé;:J.!\c: La so{Jredelerminació11) 102, 4/5, 443·'114, 575, 701

3. El Olro 3. a. La neutralidad y la respuesta del ana lista : 241, 291 ·


a. Fórmula de l a comuui caci()o: "El lengu aje humano con sti· 292, 295, 298, 333·334, 315 ,316, 412-113, 42 / , 569
tu ye una comunicación donde el emisor recibe del receptor b. La trans ferencia: 100· 101 (negati va), 204·2 15 (2 / 4), 257,
su propio mensaje b ajo una forma invertida" : 3, 34 -35, 316,499, 502, 576-577, 582,592, 605, 8 16
238, 285, 286·287, 335, 340, 420, 454, 6/4 (. La demanda intransit iva y la reg resión: 316, 37) ·
b . El Olro y el o/ro : 2J.1, 412,413, 508, 785·786 (véase: l.a 1'ro· 376, 597-599, 615·6/9 (véase: El lugar del O /r o, Larepe /i·
yección) ción, necesidad, dunonda, deJeo)
c. El lugar del Otro: 46,260,413.416,420'42/,436,504·505,52.9·
535, 553, 556, 608, 635, 657, 779, 783'796 (vé.se: La ,,'pre· 4. a. La puntuación, la interp retación : 242, 282·283, 30/-302,
mada de lo sim bólico) 3/8·322, 325, 350, 358, 483, (,97 (véase: La repetici6,,)
d. "El inconsciente es el di$Curso clel Otro": 251 , 164, 450,531 , 'J. El objetivo y el fin del (la palabTa plena, el lengu<l -
60s, 612·611 , 634, 791, ,109, 8/[, (véase : "Ei deseo riel hom' jc del deseo, la subjetivaci(ln de la muerte): 93,24/,282 -281.
bre e.f el deseo tI,"1 Olm")
290,309, 32R, 335, 366·367, 504, 656, 6 59. 6,,/,662, 665 (véase:
La mI/Ole, La (,lISlracióll)

5. l .a formación de los olIa lislas


Ill . EL DESEO Y SU INTERPRETACl óN
a. El saber de l anal ista y el pSll':oaná lisis didác tico: 2 19-224 , 281 ,
336,348,417,418,474 (véase: l .a epi,tcmologfa)
A. r.A$ FORMAC.IONF$ DEL
1, . Las soci( d. des "na¡¡tira" 228·23 1. 23 3-237, 318, 438'4/ 0, 45/ .
(vb 'ie; l.a (flmuni('artlÍlI)
.f72, !)(',r.-!ífl? , 'iOO (vbsc: l .a Ir·oría rle la id('ologla)
1. El sí11toma (lo (cm uro y la verdad; la .yeprc.fitÍn y el relorno
C:. El. FALO
de lo reprimido) : 13, 96, /57-158, 224·225, 250, 254, 258, 269·
270,282'283, 314-315, )57, 370·371, 400,40/ , 409, 128, 119, 485 , l . l.a.! pulsOo" e.!: 49. 08 ·/ 39, 330, 448, 525, 577, 637·647, 797.798,
508, 669, 681, 688·693 (véase: La verdad) 827·828, 830·833

-.
SSO 'NDlCES (r>lDICF. RAZONADO SS I
2. El objelo .: 39·40,535'536, 563·561, 580, 584·585, 592, 594, 609, tismo me nt a l), 65 (desperso nalización ), 158 (automatismo),
619·620, 636, 661-662, 742, 747, 75 3, 755, 760, 797·798, 805,807, 167, 177,42-1 (automat ismo), 506, 513·561
826·827 h. La pll"anoia (en el se ntid o kra epel iJ.l1o); 60. 91, 103 -101 ,
133, 159· 16 1
El goce, la cnslTad" ,, : 29, 31, 33, 61 , 64, 222, 351·352, 37J.377,
414, 421, 536,538, 546,547, 588, 606,613, 662, 665,675, 693·694,
7JO·7 JI, 799·800 V. EP1STEMOLOGIA \' TEORL\ DE LA ID EOl.OGIA

1. El deseo A. EPISTEMOLOGíA
a. "El deseo del h ombre es el deseo del Otro": 91. 171 ,
268, 380, 673 l . El ,orte epis temoldgico (e l ejemPlo de la fúira): 80·81, 84. gG.
b. El deseo y la Ley; la necesidad, la demanda, el de- 144, 273,384 , 5 13,690.691,776·777
seo y el fantasma: 498, 508, 586, 595, 602,603, 607·610, 6 14,
617, 620,621, 634, 663, 670·672, 708·709, 736, 738, 744·770, 2. La verdad
793,794. 805, 814·815 (l. La verda d como fi cció n, como secre to, co ma sin toma : ] l .
lJ · /4 (opuesta a la exac titud), 37. 62, 183,245·246,275
(op uesta" la exac titud), 301 (o pu esta a b exactitud),
IV. CUNICA 394, 433, 722·723, 787
b. E l psicoa n,íli sis y la cie ncia: 22 1-222.215,273, 277·2i8.
A. r:LfNICA fREUD 1ANA 347,366·367,493,507'508,702,834·856

1. Doro: 204·215. 278. 293·294, 576, 619 La c01ljetura


2. El hombre de las ratas: 278·279. 290·29 1. 340, 576·578 n. Las ciencias co nje tura les ("huma nas"): 266, 2i3-278, 454,
3. El hom.bre de los 10/iUS: 2·16, 278, 289, 299,300, 370·377, 387. 475·478. 834·842
528. 644 b. La psicología como c ie ncia; su o bjeto: 21, 67,74 , 169, 178,
4 . El prr.Jiden te S,.hreber: 234,295, 5 18·5 19, 523,526, 529, 538·561, 40J-1 02, 680
844
5. El peq u eño Hons: 231, 500, 548 n. TEORíA DE LA IIH:OLoc I A
G. lrma (caso (le la inyecúón de): ID, 601 -606
7. Signorelli (ulvido del Homúre): %3-364, 428·,129 1. La ideologla de la li bertad: teoría del yo a utónomo, huma nis-
8. El sue,io de la caTllicrm: 600-609 mo. derechos de l hombre. res ponsabilidad, an tropomorfismo,
maduración inst intiv a, etc.: 113-114, 119,129-01, 252-
U. CLiN ICA PSIQU I Á'rR ICA
254, 103. 16G, 471, 497, 557, 570·571, 750, 757. 762, 788, 845

l . L a neu rosis 2. La id eologla de la libre empresa: American way o ( li(e, hum .:m
a. En general: 28. 116, 140, 32 1, 132, 446. 500, 659; histeria: rel'l.l ions, human eng in ee ring, braintrust, success, ha ppin ess,
happy end, basic personalíty. partern, e lc.: 235-236, 322, 344,
91, 100·101 . 292, 433; lobia : 101, '130. 590,591, 661
360.379,381 '382,385' 386,399, 42H2·1, 457. 57 1. 812, 838
b. La ne urm i" o bsesiva : 90. ]0 1, 292, 302, 1 32-1 36, 538. 577·
578, 588·589, 593, fil3

2. '-ti perversión: t ll gcn<'r3 1: 19, 140, 536, 66 1; sadoma·


so<"¡ u ¡SIllO : 6 1, 112, 709; cscopto Gl ia: 11 2; homosex ual id ad: 11 2,
254. 7 13·7 11 (femen ina ). 726·731 (ma sculina )

3. ,-" psicosis (véase: JI erwerfung)


(l. La psicos is (eH ge neral): 16i-168, 177, 5IJ-564 ; 59 (a uloma-
TAJlLA COMENTADA DE LAS REPRESENTACIONES
GRÁFICAS

r\O\'l:;RTEN(;IA

Si es cieno que la percepción cdipsa a la eslrul.:luftt, infalibkJl1cllle


un esquema conducir{l al sujeto a "olvidar en una imnge n intuitiva
el anál isis qu e la sostiene" (EscTitos, JI) p. 555).
Al simbolismo lo ca prohibir la captura imagin aria -en lo cual su
di[kllllJd se deduce de la teoría.
En el mome nto de leer en los esquemas de La can cierlí15 ac1aracio-
lIes, conv iene recordar esta llamada de atención.
En lodo caso, eSla precaución pone de manifiesto la inadecuación
ele principio ele la r epresentació n gráfica a su ol;ljeto (el objeto del
psicoanálisis). en el espacio de la in zuición (defin id o. si se quiere,
por la eilttica kantiana). Por eso to'Jas las construcciones 3<]uí reco-
).;"ida s (CO Il excepc ión de las redes de la sobredcterminación, <lile run -
(innan en el orden del no tienen más que una función
y maminen con la estructura una rel ación ele analogía.
En cambio, no hay ya ocultamiento ae
lo simbólico en la topología
<I"C L.-.can sit ún desde ahora, ya que este espacio es ese mismo donde
se esq uematizan las r<:l acio nes de la lógica del suje to.
La inadecuación de las aualoglas ha sido señalada sin equívoco al-
guno por Lacan sobre el modelo óptico de los ide ales de la persona,
exaCtamente e n 1<1 ;Jusencia del objeto n simbólico_ Pueden apr end erse,
med ian te la nota a ñatlida al esquema fA (Escritos, It, pp. 535-536), las
reglas de transformación de la geometría intuiti va e n topología del
sujeto.
J--A. M.

L EL VE LA III¡\t ,F.CTICA H'HUSUBJETlVA ( U ,A M ADO "F.sQUEM A L")

Esquema completo: E, p. 47; esquema simplificado: ll , p , !:I30. Repre-


sentación del esquema por la cadena L: 1, p . 49 ..

El esq uema pone en evi dencia que la relación dua l del -yo con su
proyección, aa' (indiferentemente su imagen y la del otro) obstruye
el advenimiento del suje to S al lugar tle su determin ación signiricante,
A, El cuatern ario es fundamental: "una estructura cuatripartita es
(Icsdc el inconscie nte sicmpre exigible e n la construcción de una orde-
n ación subjetiva" (11, p. 753). ¿Por qué? Porqu e restituir la relaci ón
imaginaria en la eS[rtlCtura que la escenifica entraí'ia b. duplicación
[883J
884 f NDICE! 1 >,ULA Of. 1. 1\' 11.1 I'JlI ,r' 1 \( 10 ' 1 1;11. \ f! C "' ''

rle los térm inos: el peq ut:ñ o o tro elevado a gra n Otro, la anulaci ón del que el posiliú n l'\I .¡ maH_;ul;1 por el IH': 1I1r.di -
sujeto oe la cadena sign ifi cante vi en e a 'dupli car el yo. La si me lri;.1 o /:íll (lo!tl' como Otro ¡mabin ario. anula 1m efecto!' (Ic e'i pc jismo .prod ll'
reciprocidad perte nece al registro imagina r io, y la posició n riel Te rcero <.i<Ios p O I- cJ \ ujeto , '! en d qll l' ,:, l(: Ir.llltlu l'a la rela ció n dual la
impl ica In del Cl1:lrto, q ue reci be, según los n iveJes del an:\ li sis. el nomo palabra \ ;Hía l)ar;1 pen.. ihir '11 im¡¡ g-cll real : alea n ¡¡l (.'1 kl1 g-u:'j(- (!C
bre de sujelo l3rhaLlo o el de mu erto (d. 11, p. 569, el brirlgc an alítico) . \ \1 deseo. El clc.'\\ aIl CcimieIlLO d e la i m ¡I ¡;l' 1I virtu al se iIlH:rp n:1a UI III O
la disolu l iún (le la <llIe (010<::1 al 1..:11 la pmi-
1. ibn {le la primera (,0 11 b s;{l\<cdad de qu e \ú lo h:l II C\':ldo
11. I::L M O DELO ÓPTI CO DE LOS Illf.ALES Ile LA P ERSONA . por J:¡ ,leI l" pcjo. plauo (y por Sil mel.l ia l i6n), y !l O hay
i¡t le o l.. . id ar d I'e,,¡ (\u o d t' I:t 0!Jcra t IÚ 'I: b nu eva im agl' n \, it lll:11 IjU l'
Figura 1: 11, p. 653; fj g ur:l 2: p. 654; fi gura 3: TI, p. 660. 'c \'lI t'h e ;¡ forma r {' 11 ('1 hOI ilOJ1I:1! y ( O!llO ficti r i:1 1.1
pertcpci(J11 (Iirecta.
Figura 1: "La ilusión del ramo inve rtido" en BOI1Q.sse. .\¡,í m mo " un qu{' 'jllC¡!,:1 e l1 lo ... S(!:l ca !)a/.
La ilusión consiste en la producción. por medio de un espejo es féri- de n:loca r el yo. {Oll\l illlitlo (' 11 estatuto im:lgill:l rio" ( 11 . p.
CO, ct e la im agen real (inversa y simétrica ) de un ramo oculto, ima gen El modelo, qu e da la, lun ciones imagin :lri:ls y t1d o h it.: lo (l.
qu e se sitú a en el cn ell o de un florero rea l qu e funci ona co mo apoyo II;HIa <I ice ti c \ 11 IlIllfi l'lIl \ imhblica (n , p _ 661 ) .
el e 3comodo.
E.,t.1 ilusión recibe. r etroac tivamen te su in terpretació n de la
tla figura (n, p p. 654-656) : la imagen rea l. des ign ada desde en to nces 111. L A I· \ )K\ I( . I O K ,\ 1)1.1 \l )1': 10
por i (a) . representa la imagen especu lar del sujeto, mien tras qu e el
objelo rea l o so pona la [un ción del objeto parcia l, precipitando la Esquema R: 11. p. ;);\ 1: t:\qUt:IlI ,1 de Slhrt'hel' ( J) : 11. p. :1;13:
formación del cuerpo. Aquf tenemos un a (ase am erior (según un orden de S;Hle_ 1: JI. p. ¡"»1 : 2: 11. p _
de de pen dencia Jógic<l ) ;1} estadio del espejo -que supon e la presen-
cia del 0"0 real (11, p. 657) . '- (,'ow jJo.\iólJl/ dI' lu \jm!uílúo. dI' lo I lIIogill / l I i" " nI' In 1't'(I/ <"11-
I/tr/ll o ,gl")
Figura 2: Variación de la precedente . El esq uem;l !A esd h echo lit' la rellll i('JI} d t' tUll ;ll'in
En la segunda [¡gura, el r:tmo y el llo rera cambian sus papeles, ,imb óli co y tCl' ll i\f jO ¡magin :', la . ]lOr el lU; ldr.i n guJ o (Ic lo real . <kl i·
mi entras qu e, por la localización del observad or en el interior del mitad o en un cuadrado por la (!c {;¡d :t UH O. Si el tri ;íu gul o <iI-
espejo y la in terp osición de un espejo- plano A, se pr odu ce lo ocupa por si so lo Lt mitad dd cuadran o, y 1:I S Olra '\ du:'>
una im age n virtu al. co mpan ell segun(la -c, porquc lI che recuhrirla s en d dihujo.
Es te montaje debe interpretarse as!: puesto qu e las (:SlT\l ctnr;t. En (llan to a la <¡ líneas de p\mto'i. incli c;111
l. La rea lid ad del [Jorero y su im agen real i (a) , ill visibles para el lo imagin ari o,
observador (y ause ntes de la representación), figur an la rea lid ad del Esta construcción exi ge \lna doble lectura:
cuer po y su im agen rea l, cerradas a la perce pción del sujeto_ l. pucde leerM' co mo de la del sujel o ; di s·
2, Sólo le es accesi ble la imagen virtual i' (a) de la ilusió n, reflejo tinguimo... pU éS en él: (JI el lri¡'¡ngulo (Iu e descansa cn 1<1 rda ció ll
im agi nar io en el qu e se anticipa el desa rrollo de su cuerpo en una dual <lel Yo co n el OliO (n:trcí si.,mo, p royección , ca pt nció n), te ni end o
enajenación definiti va. Obsérvese que tanto la im agen real como la (Um o cim a cp. el falo. ohje Lo im aginario "cn el q ue el suj eto se id ent il i'
image n vinu al pertenecen ambas al registro imaginario, pero la se· <;l . .• con su '1e r vivo" (11, p, :,!l-l) , es de cir, especie ba jo l:l cual el :otlliclo

gunda (percepción medi ada por la relación con el Otro) duplica la representa '1í m ismo ; b1 el C:l mpo con las [res fun cione'i
ilusión de la prim era (percepción "directa" - co mo tal, fictici a) . Ideal d el Yo 1. don de tI suje\o l'll cu ent ra su referencia en el regi:'> lw
3, Finalmem e, el pun to I (punto del idea1 d el Yo, en el cual situ ar d e lo ("c ase el modelo óptico), del del ohjcto
el trazo una rio) es el q ue go biern a pa ra el suj eto su imagen oe sí .\1. del Nombre· del·Panre r cn el lugar del Otro A. Pu ede consid craT'il'
(n, p. 659) . ' llI l' 1;1 HIll'a ni duplica la rel..cibn del sujeto co n eJ obje to del dl''\l'O
po r medi o de In cadena significante. rcl;-¡ci ón que el álgebra lacani J lla
Figura 3: Tran.sform ación de la precede n.te, esuibirá \¡ude $ <> n (pero l;¡ Iínca se reveb en seguida _w n\u
La fi gura 3 se obtiene a partir de la precedente medi anle la rota- !'epresent ación inadec uada) : ('1 el campo §i encuadrado y m:\lHellido
ción a 90° del espejo- plano A 'i el desplazamiento del suj eto hasta el por la relación imaginaria y la rebción \ imbótica,
punt o I. Ti ene por obj eto representar el moment o de la cur a en el Pero es tambi én la hi storia del \uje lo la t¡lll ' M! obser va ,II!1 d :

"-
1i\J)JCJ:s TABlA DE LAS RF.I'R.ESENíAClO f\ H GIÜ flCA S 887
el 1,\1 '\oC colotall hh li g ura:-- del <HlU ull:JgillarLo. (jUl' se tradu ce ... por ninguna rever'iió n de si rnetría sobre ningún eje o
udrninan en la figura tic la ma dre;.', Quo real, inscrita en lo simbólico centro cu al(luiera" (11, p . 757), expresa solamente e l d es plazamiento
hajo ti del objeto primordial. exterior primero del sujeto. de la fun ció n respelto de la causa, siguiendo el licmpo d el fantasm;t
tIlle e n Freud lIe"<I el ,Homhre <!c dUJ 1>ing (d. 11 , p. sadiano.
:.o brc tl seg me llto m i se suceden I¡ts idelltificaciones imaginarias for-
m:ldoras del Yo del niño ha)¡la <p. e recihe su en In real de la
it!Clllificacióll !)imhólicl. pues, una :-' ;llcr011b cspl'ófic.:a- I V_ LAS RF.DES 011 LA SOBREDETERMI N AC IÓN
da del ternari o el uiño el1 1 liC c.:Ott(:(.la con la madre en M. n)mo
deseo dc -'11 dCH'O: (:11 pmición lerrcnl, el Padre' \'ehkuI¡ulo por 1;1 Red 1-3: 1, p . 41; repartitorio A6; tabl as Q y O: 1, p . 43.
pal abra materna. Representación de la red J, p. 50 ; redes a, y, 5: 1, p. 50.
Laca n mue:,lr" en \ " nota de 19Gfi d .mo traducir csu.: tu adrad o en El montaje progresivo de las red es h ace surgir algunas d e hs pro·
\ U lopologí¡t. I... t M'p erfi<..ic fR dc he tomanc como la Planaádn dC' 1.. piedades de la sob redeterminaci ón:
ligur" que 'iC ohtendría uni endo i a I y ni <l por b LOnió\l que 1. R ed 1-3: surgimiento de la a nticipació n simple por una red de
(;Ir;u:lcrilt] <..11 ti np;lcio compll'lo la b;'¡IHla de 1.1 prC'iCllt :¡ reparto disimétrico. en el que la memoria aparece como la le y ele-
<..jón elel c.\quel1l:l en debe pues al (Orte cJlu' mental de la repet ició n (gr,ífica co nexa y seudosimétrica) .
desplicg;1 la h:tnda . (;omprcndcmo\ :1!ií que la recia 1i\ 1 no PlICf!;¡ R e partitorio Añ. y cuadro: surgimi ento, por medio de un segun-
l emitir ,1 la rc!;¡cillll del !\ujelo co n el ohjelO del deseo : e l !\Iljcto 110 do r epar to disimétrico, de una anticipación compleja completada po r
e,> m,h que el COrlc ele b handa y lo que reSUll¡1 'oC llama objc lo rI, lo la retroacción_
(lUC verifica y <..omple la la fórmula ele ]call-CJuude Milner sobre 3. Representación de la red 1-3: tr ans formación de la precedente
los "térm in o,> mn mienlr<:ls lJue h.,y homogcnc..:i- en red o. y. 5·
dad li gad:] a los lUg".lTes" (Cflhú:rs 110111' I'Anal)1.fI!. núm . :\ , p_ 9rl) . f:s('
e.o¡ d poder del
\'. 1.05 CR AFOS IlEL DESEO
2. F-sqw:J/w di' Se hrebrr.
"Esquem;¡ de la cslructurCl tlel .\ uj elo :1I término del proce."o P:'I · Grafo 1: IJ, p. 784; grilfo 2: 11, p. 788; grafo 3: 11, p . 795 ; grafo com-
( óti co." pleto: 11, p. 797.
Este esquema es llllil variación del <luterior: la rcC'uS¡¡Ó('lll del NOIII En el primer grafo puede lc('r'ie la inversión que co nstitu ye al sujeto
hrc·(lel-Padrc (,ulu1 P..), quc aCarrc:J )a ausen ei;¡ de la rcprcsc llladúlI ('n su travesía de la cadena sig nificarlte_ Esta inversión se hace por
tic! sujeto S por la imagen rúlica (Iescemra la rc!"dón la an ticipari ó'l, cuya ley impone en el primer cruce (sobre el vector
de los tTes campos: di ve rgencia de lo imaginario y <l e lo simhó lico. re· ->
ducción <le' lo rea l al uesajuste de éstos. SS ) la última palabríl (comprendiéndose también "palabra final", o
El puuto i del yo dcliraute sustituye al suj et o. mi entra'i qu e sea , punlUaci ó n). y la Tf'/rOa cción, enunciada en la fórmu la de la co-
el id eal del Yo 1 toma el lugar del Otro. El tra yecto Sfla'A .,e lr¡lIh· muni caci6n ínters ubjNi va, que h;Icc necesa rio un segu ndo cruce en el
forma en lr<:lyecto ¡aa' f. cual sí tuar al rece ptor y a su bate ría. El segundo grafo compone, a
panir de la célu la eleme ntal, la identificación imagina ria y la iden-
(1 y 2)
1. t ;.H /uema.\ ti,. S(u¡" lificaci6n simbólica en la sincron\a subjetiva; la cadena significante
bquemas cleI falllil sma sétdi¡lIlo . recibe aqu í su especifi cación de palabra. Se vuelve vector de la pul.
Entran en juego cuatro términos : (/, ohjelo del C I1 el sión, entre deseo y fanta smCl, en el grafo completo -mientras que el
S, correlato (segú n $ 0 (1), e l [acf in.g <.!e l su jeLO: $: el sujeto lIam¡¡do grafo inte rmedio p untú a solame nte l;¡ pregunta del suje to al Otro:
"sujeto bruto del placer", del que pod emos adebntar qu e CQ IIIlO(<I CII " ¿Qué me quiere ?" , que ha de invcnirse en su retorno en "¿Qué me
lo imagina ri o al a panir de dOfH!e ha de nal'er el sujeto qui e rcs;".
tachad o d e la cadena ; finalmente , V, la volulluul co mo voluntad de
goce, que se eleva <:1 plal:<.: r co mo el sujeto ta chad o sobre lo
real. Se observa ni que la di"isiún cleI "no exige ser reunida e l!
un cuerpo" (1 1, p . 758) , ya que 110 h:ly hom olog'Í<1 del cspa{ itl
simbólico co n el csp<l(:io de la intuición.
l.a trallsform :u ¡Úl) del primno en el :,<:gundo el c\I:II " 110
fNDICE DE TÉRMI NOS DE FREUD EN ALJ':MAN

Afíadimos aqu.í un i1Jdicc de los t érminos de Freud que son cilar/m / '/1

esle 'Vo lum ell en alemfÍn. Su senlido est á dado en el cuando Ut}
se trata d(' Stl co mentario, es de cir, de un desarrollo so llfe la lradlll '
ción dellérmino o de la, fórmula. Aquí u trata de rem itir simPlem cntl:
(l su cómoda. quiz.d a qui:m quiera., d espués de la l ectUf(l,
volve rlos a ver.
J. L.

Ablchn ung: 328 Fo rl ! Da!: 307, 556, 574


Abzng: 865
!\usa tle: 693 Gcgenstück: 453
asyrnpto tisch : 553- Gegenwunsehtraume: 257
aufgehoben: 672, 862 453
<lufhebt: 670 (. rund sprachc: 5 19
Au fheb ung: 615, 672 , 77 5, 816, 860
861 Jeh (das) : véase \Va Es war.. .
¡\usse n uud lnne n: 373 Jeh 10e:1 1: 170, 650s.
Auss lossung : 863 Tchspa llung: 821 , 8S5
AU SS Lo sw ng aus dcm Ieh: 373 Ideal ich: 87, 650s.

I\edingungen: 678 Kcrn unseres W esen: 498, 506, 567


Begehrcn (das): 670
Hejahung: 367, 372, 376, 539, 639, Masscn : 203
612 , 863, 864 Mensch: 665
Rildung: 41 2
Nachfalge: 865
Darstellbarkc it (R iick<;icht auf): 491 nacht diglich: 246 . 661, 818
Desl Tuktiol1!>trieb: SG!)
Ding (das): 636 5, 414
durcharbcitcn: 238
]) lI rcha rbcírung: 610 Rc:lliUi!: 63

Einbeziehung: 863 Schauplatz (ci ne anderc): 530, GOR.


Einheziehun g jos 1ch: 373 669
endlich e (A nalyse): 624 -625, 66.15 Schuh ; 826
En 1stellung: 5. 491. 609. 641. 64-2 Schwarmere in: 752
Entwurf: 641 Spaltung: 6 14. 622, 669 , 671, G7:.!.
Erniedrigun g: 587, 674 67 3. 731, 796, 834
Ersatz: 859, 864
Es (das): 399·400. 503 (véase Wo Tagtra um: 492
Es war. ..) T rnumarbe it: 491
Espe ([W]e'pe), 644 Trau mdeu lun g: 490, 491 , 600, 692
Traumgedanke : 492
fix icrung; 6 15 Tri eb: 139, 577, 783. 828,

[889]
890 I NDlCES

T ri.ebentmischun g: 865 539, 540, 558, 559, 562, 563, 649· íNDICE ONOMÁSTICO
650, 853
Vberich : 835 VorM eJJun g': 37.'l , 707
O bCT(Tagung: 502 Vo rQcllungs n·p ra'">CnI31l7. : 693
Unbehagen in der Kuhur (das): 270
unendliche (Ana l yse): 624-625 vVah rh eit: 722
Unglaubcn: 328 wied crge (unuell: 373
Urbild: 108, 170, 332, 411, 535
Wicdcrho lungslwang: 5. 39, :/39, 637
Urverdrangung: 670, 688, 796, 846 Ab crnclhy, John : BO 13enveniS le, .€mile: 13, 15- 16, 351
355
uTvcrdriingt : 672 Abhinavagupta: 28 3 Dergson, H enri: 116, 153
Wirklichk eit: 63-
A braham , Karl: 584·586. 62 3, Dernfeld , S.: 341
Ve rdichtung: 491 W;", 350, 363, 448, 488 , 502, 640,
667, 799 Bernheim, lI.: 362
verdrlingt: 539 819
Adtlison . Joseph : 488 Ribrin g, E.: 380
Verdrlingung: 5, 371, 672, 674 , 675, Wo Es war, soll Ieh wcn.l cn: 399.
Aga Khan: 403 Bichat. M.·F.-X.: 304
853 400. 408. 504, 565. 781 , 821, 842, Aga ta, santa: 827 Dinswa nger, Lud wig: 468
Vereinigung : 863. 864 843 · Ag'a lh6n: 805 llIake, W ilU a m : 7?l
Verliebtheit : 47 Wun{krhlock: 36 A.g'Tipa, Meneni o: 424, 656 D1och: 15, 685
Verneinung: 5. 92. 101, 132. 332. WllllSC h : 600 Agripina: 157 llIondel, Ch.: l56
339, 350, 354· 383, 539, 575, 639, Wuusch crfüllung : 492, 609 Agustin, sao : 107 , 171 , 449, 477 ,8 20, Boehme, K .: 573
645, 853, 859·866 Wumeh gel1a nken: 831 843, 852 Doilca u , Nicolas: 404
Verschiebung: 491 Aichhorn, A,: 125, 134 Bolk: 176
Versagung: 442 7.r-iehen : 540 Aimée , caso: 59. 50, 133, 159 BoJo ni a, Escuela de: 130
Vers6hnung: 504. 5'l8 Zwang : 865 Ajuriaguerra, J. de: 144 llonapa r te, Maríe: 123, 167, 236
Verurr.eilung: 859 Zwangsbefür ch lung: 291 Alb y, Jean-Mar e: 550 BOllapan e, Napoleón: lúl · 153, 843
Vcrwerfung: 5. 846, 349, 371, 372, Zwangsneurosc: 270 Al eald e, Ramón: 5-48 Donnarc, L.: 145
Ald biades: B05, 832 Donni e res, R obert de: 732
Alcxantler , E ,: 60. 122, 133 Uoo1e, C .: 276
AJimcna, Dernarl1ino: 126 Horel , Em ile: 259
Amlré-Thomas: 148 llorges. J o rge Luis: 17
An<.lreas-SalomC. Lou: 707 Bosco, J erónimo: 90, 98
Ann::l O., ca so de: 681, 701 Bossuet, J acques-Dénigne: 250
Ludo vico: 445 Doswell , J ames: 721
Ar ¡"ló fancs : 824 Boua sse, J .: 652
33, 176. 277, 424 , 45 1. Bonrn ísien : 167
555, 594, 818, 854-855 , 869 llousque (, J oe: 159
Al'Ilokl, DOltnt : 38 7 Boutonier . J.: 135
ASlrall<l Marin, L. : 67fi llowlby. : 133
Brentano, Franz: 64-2
Aulio Celio: 228, 299, 342
Dreton , André: 89, 446. 590, 622
Am .lIld le J c un e: 296
Brcuer, J.: 244, 356. 681
Bro wnin g, Robe rt: 232
13ahinski , J.: 148
Brückc, Ern st : 680. 836
ilaklwil\, ]-: 86
Brueghel, Peter: 764
Da lint, Michael: 240, 252, 292, 334-
13runea u : 64-3
3%,316-347.412 , 587.66l Druno, Ciordano: 395, 690
RUl'I1i , Ju\es R omai ll: 7-tu , 760, 7131 , Brun o !. Ferdinand: 64-3, 690
76:' Bud,, : 756, 759
R .: Buffo n, C .· L, conde d e: 3, 4
(\ ¡¡l:tiJlc . !l64 nühJ er , Charlo ue : 91, 104, 170
Uu udelaire, 5, 17, 22·23, Buloz, F.: 756
27, 30. 530 Burlu cl, Luis: 770
Ik' n::lIY, M.: 146 Bnmouf, Eugene: 756
!:klllham, J e rt:my: I:W Byron. G.: 540
{89l J
89Z íNDICES J NDlCE ONOMÁSTICO 893
Cailleux: 165 Del ay, J e:m: 719·74 3 J' rkdan , Delty: 8 11 78Z·784, 786, 789, 790, 799, 81ll-
Caillois. Roger: 89 Desearles, Rene: 144, 148-149, 153· Frietl Ja neJer. Kate: 12.5. 126, 133 81 J , 815-816, 860, 861
Calicles: 120 154, 157, 161, 166, 183, 199,835, Frisch, Karl \'on : 286 H ei degger, Manin: 15. 157, 306,
Campa nclla . Tommasso di : 14 844 Fromm, Erich: 65 1 351, 3n, 484, 508, 528, 691, 843
Ca nguilhcm, G.: 838 Deutsch He lenc: 6G7 H ein e. Heinrich: 742
Cannon , W.: 305 Dcvereux, Georges: 623 Calileo: 249. 275 Helmholtz, H . von: 680, 836
Cansi nos Aséns, Rafael: 5 Diuerot, Dennís: 59 Ca rda nacca. Jua n David: 484 Herácli to: 108. 484, 543
Ca nto r, G.: 848 D'Incarville, padre: 725 Carcon, MaurLce: 759 Hérau Ir oe Séchelles: 3
Carlos V: 764 Dióge nes: 427 Gar{bay, Ángel Maria: 719 HesíoeJo: 206
earuso, Igor: 387 Dosto ievski, Fedo r: 122, 303 Ca u llier. Jules de: 161 H esnareJ, Angelo: 128, 728
Casad, Otto: 54 1 DuBois.Reymonu, Emil : G80, 836 Cavarni, Su lp ice ClIillaume Che· HevyeT, C.: 518
Castelli, Enrico: 830 , 833 Dwelsh:Juvers, Ceorges: 809 Heym:w s, e.: 768
valicr: 541
Cénac. Michel: 117
Celb: 145. 152 I ljelmsle\', L. : 839
Cicerón : 15, 483 F.ckermann, J. P.: 721,721 C hil. RCllé: 241 Hobbes, Thoroas: 488
. Cla udel. Panl: 459, 740. 807 Eitingon: 455 ¡'loch heimer : 116
Citle, André: 453, 506. 719 ·743
C lausewiu. Ka rl van : 360 Eliot, 1', S.: 271 G itlc, Charl es: í26, 737 Hoff: 387
Cleopatra: 393 Elisabeth \'on R., caso <.l e: 619. 624- Cide, Julicue: 736 Hoffer , W.: 326
Clerambaull, G. de: 59,60. 148. 158, Elu.'u<.l, Paul: 60, 159 Citle, MaeJeleine: vcme ROIHlcau x, Ho mai s: 167
164 Empédocles de Agrigenlo: 305·307, Madeleine Horuc:y, Karen : 667. 669
e leves, Marie de: 2 13 499, 822 Ghle, Mathildc: 736 H owc, Julia Ward : 432
Coctea ll , J ea n: 410. G87, 759 Eon, Ca halle ro eJe: 21 Gidc, Paul: í2G, 7!:1í HueJg ins, C. V.: 262
Cornte, Augllsle: 250 Epictelo: 750 G ilberl, C. M .: 127 Hugo, Vict.or: 186, 487
Copérnico, Nicolás: 384, 497 . 776, Et'lsmo de Rotteru :Jm: 507 (alclson, Max: 345 Hnrne. Da\'id: 818
777 E{che\'elTY, J osé L\l i..: 71)8 C IO\'cr, EeJward : 125,289,3 13,3 15, BUllI e r, Richard : 5 18
Cornford: 854 EuL'lpides: 323 , 7J9 323, 573, 574, 625 Husserl. Edmund : 153
Courtclin e, Ccorges Moinaux: 739 Ey, !-Ienri: 142·181. 311 , 5!;(i, 80R Lob :lleau. J.-A. oc : 1::12 Hu yghclls , Christian : 27.5, 301
Courtena y. Baudovin de: 449 Ezequie l: 432
Gnclel, K .: 840 H yppolile, Jean: 162-163 , S50, 354-
Cousin, Victor: 322
¡:argue, L.·P.: 159 Cocl he, 1- W . von: 5,252, 305, 427, 383, 859·866
Crebi ll on, Prospcr Jolyol de, padre:
h .'clLner, G. T : 530 486, 72 1, 737
9 J :H;ksO ll, 1-1. : 143. 145. 148
Federn, P.: 656 K. : 145, 148, 1!>2
Cl"eve l. R.: 59. 159 J:lcob, Max: 183
Hllélon, F. eJe Savigllac: 322 Góngo ra, Luis de: 448
Cyrano de Bcrgcrac: 660 Jakobson, R OlDan; 475, 486, 5 17,
Fe uiche l, OUo : 249·250, 323.324, Coya, Fran cisco de: 40, 255
Graci:\n, Daltas¡¡ r : 13A, 389 580, 779, 839
Ch amfort, N.·S.: 14 448, 50J , 547, 65 1, 7 11 ]anef, Pierre; 103.292.294, 727
Cham isso, A. van: 410 Fcnouillard: 462 (; rcen . Anoré: 558
Crenie r . Rogl.:r : 13 1 Jan in, Jutes: 758·759
Champolllo n, 282, Ft:rt:nczi. Salloor: 2::13, 3:!6·3:!8, J a nkél év it ch: 169
491 346, 455·456, 587, 589. 592·593, Críboui lle: 730
Crosrichard, A.: M J a rr y. AlfreeJ: 589, 640
C ha ndr.t Pand ey, Kanri : 283 623, 678 J:.ISpers. Kar/: 407, 453. 519, 615.
Charco t, E.: 532 Fich tc, 1- C.: 393 C;l'olj¡¡ hn , M.: 127
Cn ild enste rn : 486 631, 846
Chasteller, Madamc de: 157 r'-Jedlsig, PauJ-t.mile: 526,540,561. Jawol'ski, H elan: 252
Ch:aeaubriand, R. <.le: 28 563 G uiraud. Pan) : 14 3, 158. 165
Cuil.Ot, F.: 322 Je remía s: 430, 432
Chauvin , R.: 180 Flie:t.S, Robert: 39, 289, 4-15, 489, J cspersen, O.: 474, 517
Chicago, escuela de: 104 539, 600, 624. 611, 650 J esucristo: 253, 255, 499, 712, 767,
H aeckei, Erns{: 54 1
Cho isy, Frau\ois Timo leo n de: 49 Fo llin , S.: 145 Halle , Moni s: 175 799
Chomsky. Noam : 839 FonteneJle. Derna rd le Uov ie r de: Harri S!ion: 179 1oh nson, Samu el : 721
HZ, 76 J lI a rtmalln , H e illL: 401 , 471. 579. Ernesl: 174, 222, 28:1. 4!í1.
Dalbicl, Roland: 442 Foucault, M ichel: 60, 312 455-456, 466, 537, 667, 676,703,
1125, 63 1
D:JIí, Sahador: 59 Francisco de san: 5U4 707-708,7 11,71 3,7 14
lIe:l l y: 12G
f)amoure ttc: 789, 796 Francisco 1: 761 H.: 144, 14 5 JO}'cc, JalDes: 19
Dante Alighieri : 11 .5. 734 Fl'ank , De rnard: 740 Juan Crisóslomo, san: 718
Hegel, C. W. F.: 113. I lri , 132, 149 .
Darwin. Charles: 11 3, 68G, 776 Fl'ank, Hans: 127 lG2- 163, 171 , 183, Z24 , 270, 280, Juan Evangelista , s;m : 255
Davenauf, W,: 488 Fl'cud, Ann a: 91. 92, 133, 323, 33 1. 281, 30Z, 33Z , 359, 389, 392, 397- Juana de Arco: 167
Dédalo: 445 403, 584. 623 700 398, 4;,7, 761. 773-774, 777·778, Ju lio César: 79
894 íNDICES lNDICl'. ON OMÁS'JICO 895
Jung. C. J., 386, 425, 450, 455, 532, Luis II ele naviera: lGI Obe rndorf, C. 1.: 260 ROllllea nx, 723, 732,
573 , 679·680, 697, 836, 864 Luis XIV; 725 735-736, 739-742
Pahlo, san: 118, 769 Rondeaux d e Monrbra y: 725
Kant. l rnmanuel: új, 274, Mac:.a l piue, Ida : 518, :l2G, ;;27, 528. Pandora: 245 486
663, 744·770 537, 542, 514-546. 555, 562-563, l'apin, caso <le hermall:1s: Rallan , Juli en: 113
Katan, M.: ri24 597, 625 133 Raymond: 430
Kep1cr, J.: 690 M:lcDrunswick, Ruth: 300 Parménides: 183 Ro)'cr-.Collanl, P.-P.: 762
Kicrkegaa rcJ . Só rc n : 39, 11 6, 282. M alcbranche, Nicolas: 161. 544·:'4;; P:lsc;li, Blaise: 253, 272. 406, Russell. Bertrand: 173
353, 695 Malinoswski, Bronisb.w; lIS Ti8. 790 RU WCl, Nicolas: 475
Kle in , Mcla nie: 102, IOi· IOR, M:t Il al'mé, Sté pha ne: 03, 241 , 781, Pavlov, 1. p. : 797 Mme. van: 740
128. 332, 536, 594, 6 L7, 647 , (j(;7, 8r>9 l'CTelman; 509, 867-8 i O
673, 682, 700, 707 , 730, 827 Ma ll et , Robe re 740 Hans: 455, 678, 688
Pi3 gC ! , .l ea n : 632 . 838-839
Klossowski , 7G8. 769 M;lOnoni , O .: 362 Ph:hon. tdoll<lnI: 75, 149, 2 18, 548. Sa(k , Marqués de: 744-770
Kuig h t, R. P.: 342 M:lIIU cio, Alelo: 738 SaiIlL-Fond: 755
7R9. 796
Ko hl er, E isa: 104, 170 Maq ui avclo, N ieeoló; H , 127 Sa int-Just, Louis de: 594, 765, 845
Pí e rcl': tí I7
Kó llll: l , W .: 86 M;u 'iva u x. PielTe eh.:: Sa inte - Beuve, Charles - AugusLin:
l'i w:I, P.: 167, 7fi2
Kojcve. Alcx amlre: Hi3 Ma rkov. A. A.: 44 723
P latón: 11 3, 137, 28 1-2 82, 306,
Koyré, Alcxand rc: 275 , 30 1. 690, Ma rlin o u Ca ro , Roge r : 734 376. 389. 461, 471 , 775 , 805, 8 15· S,lld, Hugues: 546
834 M,II'x, Ka rl : 183,224,250. 423, 466. Samara n ch, Fl-anósco de P.: 85,1
81i, 824 , 632
Kraepdi n , f..: 60 <172. 847 S<lll'ón : 800
Po<: , Ed gar Allall: 3-55, 467 , 735
Kris, Ernst: 284, 377·382, 471, 579· M;¡ssc rmann, Julcs H .; 2G2, 263 Po incaré, H e nri: 44 Sapir, E dwanl: 474
580 581, 589, 625, 63 1 Maleo, sa n : 253 I'o li uc r, C.: 1::'2 S;'¡rlre, Jean-Pau l: ll2, 776, 791
P:lul : 665 Po li xeno: 150 Ferdinant! de: 396, 428,
La bro, san Benito: 769 Maur iac. 507, 622. 734 4-t 9, 477. 482, 483 . 491, 603 , 7i9.
Po lo llio; 157
La Druyere, J ean de: 14 Mauss, Ma reel: 124,268 , SO l . 803 814
POlI ge, Fra llcl:': 3 10
La FO[1[aine, J ean de : 430 Maycl·. J.-R.: 848 Saussure, R. de: 369
Po pe, Alcxllld er: <lR8, 7m
Lagache , Daniel: 12::;, 204, 20G, 316, Merleau-Pollry. Ma lll' icc: 169, 369 .'<.:h illcr, F.: 163, 45 1
Po rché, 742
582. 625. 627·654 726 Pra j:l páti: SIO J{';jn: 7 ¡!J, 734-735,
Larncnnai s, F. de: 837 Me)'cnon, J::mil e: 80 i39-74 1
I'ré"U l, j acqucs: 26,' , 562
La M o th e le Vayer, F.: 766 Michel e t, Jules: 446 Sth m iede hc rg, Meli tla: 127 , 380,
JlmU$f . M :ncel: 72 1
Laplanchc. Jea n: 808. 813, 843 Miguel, Rnimllndo de: 820 57!!, 580, 626
La Roch e(oucanld , F. de: 14. 100, Moebiu s, A.: 536, 835, 840 Sdll e be r . caso del preside nte: 234,
Q tI<: n c<l U, Ra ym ond: 68 1
Ill , 150, 253. 389 Mo iscs: 799 2!!5. 394, 5 18-526, 529 , 538-564,
Q uill oc, Mau rice: 723
Las Cases, E. de: 162 M oli ere (J. B. Poque\in): 163-IG1, .
Quincey , T ho mas de: 296
Lcclaire, Scrge: 625. 808. 813, 813 741. 7GB Schn'bcr, Daniel Cottlob Moril7:
Quilltiliano: 148. 449, 485, [i0 1
Leen han lt , Mauriee: 261 MOllg -Tse ( !'Ifelll.. ío): 478 :)G2
Lcfebvre, caso ele la se liol':l: ')d¡rebcr. j o hann -C hris tia n -Da niel
M Olll <l ig ll e, Michcl E)qllern: 169, Rabclais , F r30cois: 268 , 450, .1)02
Ldebvre, M.: 173 '\-011 : 544
Leiris, Miche!: 157
724 R ad ll e. JClll: 483
de Seconda!: !'icgO\ ia , To m:\s: 508
Rank, OltO: 455. fi78, 688
Lc1y, Gilben: 758 S{'[ r y de: 725
44 1 Rt:i<.h, WiltJellll: :270, :Hl4, 32.'). :l29·
Le nin , V. L: 847 Willilm : 2R·1, 483. 186.
Le u wen, Lu den : 157 Monde A. de: 175 330
640, 75B
Lévi-Stra uss, Cl aude: 41, 66 . RS, Miillcr. 709 Reik. ThcoJor: :1411, 1!'í3
Sha r pe, E lla: 593. 626
268, 274. 628, 732. 80 1, 810, B38 · M)'ers, F. W. H.: 77G RCllan, Ernest: 7:36. 767
Signarelli: 364, 429
852 RCL7., Patl I d e Co n di. Clrdell:l1 de: Silberer: 504. 680, 683, 686, 692.
L6 .y-Brnh l, 194, 838, Na,io, Juan Daviu: 388 251 ü96-697
Lhcrmittc. l : 1<1 8. J75 7'!<.:HJ nall . j ohJl Henry: 8-11 Richards, 1. A.: 4i R Angelus: 844
Lidllc llhc rg, G. Ch.: 232. 269, 28'2, j'\jt' wtO Il, Isaac: 690 Ri ckm:lIl: 2011, Sócra res: 99. 120, l j l. 183, 280-282,
301 N ic(\c!la lld , W. C.; rt48 , Sti4, 56 1, Riguel, j acques: 16 768. 805 -806 . 8 15
Loch, j oh n: 70, 545 562 Rimball(l , Arthur: lJO , 237 Sófocles: 394 . 755
Loewcostcin , R.: <17 1, 626, 631, 683 Fricd rLe h : 389, 743 R ivi e rc . .l;lcCl ues: 728 Sokolnicka. Madame: 728
Longo, Lu igi: 649, 666 Nodct, C h .· f-I.: 567 ROII(]C;lU:>., Al'Ilolphe: 72í Soh'e r: 3
Lncr cr io: 15 :\' uo bcl'g, 11.: 65 1 RO lld e..lllx, f;Jl)uartl: 725 SOll che, MOllsieur de la: 725
896 íNDICES

Da lllch : 14:;, 118, 8-11 '1 u rc Jure , los: 725 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS EN ORDEN
Sudm , J ose!: 396, 476 CRONOLóGICO
SI:l rolJinski , J (':\ n : 483 V:tlér)', Paul: 275,461. 484 , 735, 800
SlauIJ: 60. 122 \"lIl1 d en $ tcin cn: J la
$lcrb::l, R .: 325 , 'i'ra : 162
Slokcs, Ccorgc Ca b riel: 826 \lillon. 270
Slrathey, J. : 587 \ 'iurí, Leonardo (I:l: 255, 473. 621
SI Léo: 189 Virgilio: j l, 738
SUll Y:lL·sen : 137 '·oltaire. Fram:ois-Maric ArOlle!: :}
SlIsini, M.: 387
El del espejo
Swill, JonaLh:l.ll: 447 , 48 1 Wnh!, J ea n: 66, 773 Sustentado por primera vez en el XIV Co ngreso psicoanalítico in·
Szasl, Thoma s S.: 677
W:'.i Id er, Roben: 229 ternacional ce lebrado en del 2 a l 8 de agosto de 1936.
' fa ill<.', Hyppolilc : 70 . 148
Walloll , H.: 105, 175 bajo la pres id encia de Ernes t J ones. Hicimos la co muni cación e n
Wart l.Hlrg. Walter von: l!í, 685 la segunda sesión cien tífi ca. el 3 de ago slo a las 15 lt 40. CL Th e
T:nd<.', Cabr iel d e: 130. 605
Wh iu;head , A. N.: 757 lnternalional J ournal of Psychoanalysis, voL IS, parle 1, enero de
T:mli clI , J ea n: 487
T e ilh::lf(1 de Chardif), I'iene: 663 Wkkesteetl : 854 1937 , donde esta co municación fue inscrita bajo la rúbri ca "The
Thom:lS, DyJ:¡n: 790 Wi lli ams, J. D. : 626
looking'glass phase".
Ticpoto, G. )) .: 827 Winni cou, D. W .: 592. 62li
'1'011\:\5 de Aquino, 778 Wi lll<.TSI<: in . Alfrcd : :lS4
W:licls. hant: 132
MnJ allá del "principio de realidad"
T Oyllbce, Arnold : 250 Marie nbad·No irmoulier , agosto-octubre de J936. Aparecido e n L'Évo'
158
Trislan rHermiuc; (¡(lO Zacchi:J , P:lOlo: 136 111l;011 psychialrique, 1936. fa'icículo 111 , número especial de estu·
TrullZ, Erich: 427 . 486 I.cigarni k : 204 dios rre udia nos, p p. 67·S6.
Tudclides: 265 len os, Chrislian: lR7
Tuda\. An toine : 27R 1. ilhoorg. Crcgory: 229 El lógico y el aserIo de rerl.idurnhe anticipada
Redactado en marzo de 19'15. Apareci do en Les Cahien d'Arl: " 1944·
1945".

Vl agresivido.d en psicoanálisis
Informe teórico presentado a l Xl Congreso de psicoanalistns de len·
gl1a francesa reu nid o en Bruselas a mediad os de mayo de 1948. Apa.
recido en la ReiJUe dc Psychorlolyse, Ol'Jffi, 3, julio.sep ti em-
bre de 194·8, pp . 367·388.

El es tad.io d el espejo como formador de la {unciÓ1l del yo


Comunicación nI XVI Congreso Intern acional de Psicoa nálisis e n
Zu ri ch el 17 de julio de 1919. Aparecido e n la Reilue Franfaisr. de
Psychanal)'se, núm . 1 , octubre· diciembre de 1919. pp: 449-155.

In trodu cción teórica (l las funciones del psicoanálisis en crimi,wlogla


Comunicación para la X liI Conferencia de psicoa na li stas de le ngu<l
francesa (29 de mayo de 1950), en colaboraci6n con Mi chel Cénac.
Aparecida en la Revue Franraise dr Psychanalysc, tomo IV. núm. 1.
cllc>ro·m;lI7.0 de 1951, pp. 7·29.

rl arra (le lo. causalidad psíquica


Pron un ciado el 28 de septiembre de 194-6 en las Jornadas psiqu ':l'
tricas de Bonne val. Publicado en Le probleme de la psyrhogane.\·f:
des nevroses el des ps)'c/¡ oses, por Luci en Bonnafé, Henri Ey, Sven
[897J
B0B íNDICES REnRf Nc lAS RIRLIOCRAFICAS 899
follill, J.l cqucs Lélc;m y Julicn Rouart, DcscJéc de Brouwer, 1950, T.o ins l.anúa dc la letra en el illconscicnte ° la razón dcsde Freud
pp. 123· 165. Pronunciado el 9 de mayo de 1957 en el anfiteatro Descartes de la
Sorba na. por petición del grupo de filoso fJa de la Fédération
Interoencilm sobre fa transferencia éltld ian ( S es Lettres. Redacción fechada el )1· 1G de mayo de 1957.
Prollunciado en el Congreso llamado de los psicoana listas de len- PlIblicado en el volumen 3 de l .a Psychanol)'Jc (sobre el tema Psy·
gua romance de J951. Aparecido en la Revue de Psycha. t..haTla/yse eL scicnces de l'homme) , PUF, 1957. pp. 47-81.
nalyse, tomo XVI, núm. 1-2, c nero--junio de 1952, pp. 154: 163.
Ve una cucstión prelimina., a todo tratamiento IJosible de l(l. l Júro .l"i.\·
Función y ca mpo dt' la palabra y del lenguaje I'!'n psicoanálisis Envío al se minario de los dos primeros f;emesues de! año 1955·:)6.
Inform e del Co ngreso de Roma llevad o a ca bo en el Istituto di Psi- RedacciÓn: diciembre de 1957·enero de 1953. Aparec ido en La P.l )'-
cologia dclla Universitá di Roma el 26 y 27 de septiembre de 1953. ('licnaly,e, vo l. 4, PUF, J959, pp. 1-50.
Publicado en La J>,¡ychnnaly5e, PUF, vo l. 1, 1956, pp. 8J-166.
Juventud de Gide o In letra)' el deseo
Introduccir) n al comentario de Jean H yppolilC sobre la Vernc inung Aparecido cn el núm . 131 de la revista Criliqll/', :-abri l <le 1%8. pp.
de Frcud
291 -5 J5.
R espuesta al come nta rio de Jeon H y ppolil e sobre la Verneinung de
Freu d
Seminario de técnica freudi a na del 10 de febrero de 1954, que tuvo La significacióTl del f(l.lo (Uie R C'defltll ng d("f Plltllllls)
lugar en la clínica de la Facultad del hosp ital Sai nte-Ann e y con- Conferencia pronunciada en alemán el 9 de moyo de 1958 (' n t'i
sa grado durante el año 1953-1954 a los escritos técnicos de Freud. lnstitut I\'fax Planek dc MUllich por invit3 t:: ión del profesor Palll
Aparecido en La P,I)'cI,analy,c, PUF, vol. l , J956, pp. J7-28 Y 41 ·19. r-.·fatu.ssek .

J.'rulant(>s de la cura·tilJO La dirección dc la cura y [OJ principios de su podcr


Redact:loo en de 1955. Aparecido en la Ell cydoPédie Primer informe del Coloquio internacional de Ro ya um out, rCllllido
chirurgiCflle, Psychiat rie, lOmo II 1, 2·1955, fascículo 378 12-c1O. del 10 al 13 de julio de por invitació n de la Sodé lé fr ;¡l1/Sélis('
Suprimido en 1960. dc Psychanalyse. Aparecido en Ln vol. 6. PU F. 1961 .
pp. 149-206.
El um inario so bre" La carla robada"
Pronunciado el 26 de abri l de 19!i!i. Escrito (y (echado en Cuitran· Ob srrvn cióll so bre ('1 iTlforme de Daniel Lag(l.che: "Psit.oanrilisis y
co un-San Casciano) de mediado s de mayo a mediados de ag"Oslo d e estruct ura de {(l. IJersonalidad"
]956. Aparecido en 1.a Psychana l)'se, PUF, vol. 2. 1957, pp . 1-44. Inrorme al Coloqu io de Royaumont. 10·I B de julio de 1958. Redac·
ción definiti va: Pasc ua de ]960. Publi cado en l.n vol.
l .a (0.\(1. frc'udian7í o spntido del rclomo a Freud crl psicoanálisis 6, PUF, 196 1, pp . lI1 -J47.
Ampli41dón de una co nfcrencia pronun ciada en 1:.. clínica\. neunf-
psiqui:hrica de Vi ena, el 7 <k novi embre de 1955. Ap:m:c..illo CIl E ll mcmoria de Em('st Jones: sobre Jtl teorja del úmbolinno
Ps )'chi<J lrir¡ lI t', núm. 1, 1956, pp. 22S·252. GuitranCOUf[. em:ro·marzo de 1959. Aparecido en Lo
vol. 5, PUF, 1960, pp. J-20.
Si/u(lción del pSiC()a nli/iús )' formación del IJúcoanalisla en 1956
La segun d::. vers ión apan:ciú eJl Les Élud.cs PhiloJOIJhiques , número Ideas directivas para un co ngreso so bre la sexualidad femenina
cs pecüll de oct ubre·d iciembre <le 1956 para la co nmemor;.,ciÓn del Coloquio internacional de psicoanálisis del 5 a l 9 de septiembre ele
ce ntenario dd na cimienlo <k FI<:tltl. La primera versión existe 1960 en la Universidad municipOll de Amsterdam. Escrito dos años
en sep¡¡rata. antes del congreso. Aparecido en el núm. 7 de Psy€ analyse,
PUF, 1962, pp_ 3·14.
F.l Im'coandlisis y su eus erlonzn
Com uni cació n prescnt:.ad a a la Sociélé de Philosophie cn Srlbvers ión del sujeto )' dialéc tica del deJeo en el in consciente freudiano
su sesión del 23 de fehrero de 1957. Aparecida en el /Julleún de la Co muni cació n a un congreso reunido en Royaumont bajo los aus-
Soci¿lé de f'hilosophic, lema Xf.lX, 1957, pp, G5·85. picios de los "Colloques phiJoso phiques internationaux" b;¡jo el

;s
900 tNDlCES

titulo de La dialectique, por invitación de Jean ,.y;tlll, del 19 al 23


de septiembre de 1960.

Posici6n del inconsciente


Congreso reunido en el hospital de Bonneval bajo el tema del in·
consciente freudian o del .30 de octubre a l 2 de noviembre de 1960.
Intervencioues conde nsadas a pedido de Henri Ey para el libro
sobre El in consciente, publicado po r Desclce de llrouwer en 1956
y por Siglo XXI en 1970.

Kant r01l 5ade


Debía servir como prefacio a La philos oPhie dans le bou.doir (Éd .
d u Cercle du Livre Précieux, 1963, 15 vals.). R , G. septiembre de
1%2. Aparecido en la rev ista Critique, núm. 191, abril de 1963,

Del "Ttieú" de Freud y del deseo del pst'coa nalista


Resumen de las intervenciones en un co loq uio convocado por el
profesor Enri co Cas tell i bajo el título de "Técnica y casufslica" de)
7 al 12 de enero de 1964 en la Universidad de Roma. Publicado en
Aai del co lloquio internazionale su " T ecnica e caJislica"J Roma ,
1964.

f.o ciencia y la verdad


Estenografía de la lección de apertura del seminario llevado. a cabo
en el aílo 1965·66 en la École Normale Supérieure sobre El objeto
del psicoa nálisis, como encargado de co nferencias de la Éco le Pra-
tique des Hautes É[Udes (VI sección) el ] de diciembre de 1965,
J

Aparecido en el primer número de los Cahiers pour l'A7Jalyse, pu·


blica dos por el Cerc1e d'Épistémologie de (' tcole Normale Supé·
rieure eu enero de 1966.

illlproo ¡;l l a de <. \


Gllf. ch.\b,l(iIllO n(11I1. 6tl.loc.:al a
col. ;1 ... t' ]l . ()(ifF)()
Illl 11111 qcmp li'll'(" l' ,"ohrallll"
!) de IlI.WIV clt, 200:,

You might also like