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98 Los AMAMOS, LOS ODIAMOS Y... LOS coy Mos i Después siguen los conflictos entre raz6n y emocign confianza en los presentimientos y la empatia, y mee dencia a proyectar nuestros propios pensamientos en la mente de otros. PSY dese, claro por qué nuestra relacién con las dems cies es tan confusa. 88 ee 3. MASCOTAFILIA {POR QUE LOS SERES HUMANOS (¥ SOLO LOS HUMANOS) QUIEREN A SUS MASCOTAS?. Considere que los animales de compania son esencialmente personas. No se equivocard mucho.” MB. HoLroox ‘Antoine, un joven francés® de algo més de veinte afios, se acerca a una atractiva muchacha en una calle peatonal. Acompafia al joven su lindo perro, llamado Gwendu, que en Bretafia significa blanco y negro. Hola saluda el chico-. Me llamo Antoine. Solo quiero decirte que eres muy guapa. Esta tarde tengo que ir a traba~ jar, pero me preguntaba si me darias tu ntimero de teléfono. Te llamo més tarde y podemos ir a tomar una copa. La joven vacila un momento, dirige su mirada al mucha- cho y al perro, y sacdndose un boligrafo del bolso, dice: Oui. La verdad es que Antoine no es el nombre real del chico. Gwwendu tampoco es su perro y él no esta en la calle peatonal esperando a chicas con las que ligar. En realidad, es c6mpli- ce de un experimento disefiado por un par de antrozodlogos franceses, Serge Ciccotti y Nicolas Gueguen, este tltimo el auténtico propietario del perro. Estudian la efectividad de las 100 [Los AMAMOS, LOS ODIAMOS ¥.. 10S conog rv mascotas como lubricantes sociales, Durante Antoine, seleccionado para el experiment un grupo de mujeres lo escogiera por su ex tivo, se acered a do: das al azar. En Ja otra mitad, Io acompatiaba el perro, al que los inve dores describieron como «amistoso, dinémico y a vatias seman, 'o después de we traordinaro are able», (EI hecho de ir acompatiado de Gwendu, aumentae quimica sexual de Antoine? Mais oui! $i cuando iba se consiguié que aproximadamente un 10% de las mujeres diera su teléfono, cuando anduvo acompafiado de su chien consiguié casi el de un 30%. Resulta que las mujeres j6venes no son las tinicas que se sienten atraidas por personas con perro. Los investigadores descubrieron que los franceses, mujeres y hombres, tienen este le acompafia un perro («Perdone usted, gseria tan ama- ble de dejarme dinero para tomar el autobiis, por favor). Asi que las mascotas —bien, digamos que por lo menos os perros graciosos— pueden ayudarle a usted a conseguir unacia y también a obtener la ayuda de personas desconocidas. Pet el hecho de que las mascotas acttien como lubricantes sociales no explica la razén por la cual las personas nos llevamosacas gatos, péjaros, tortugas e incluso ratas, y los tratamos como’ verdaderos miembros de Desde un punto de vista evol problema. ;Por qué los humanos energia y recursos en unas criaturas con las que no compat mos ningiin gen y que no hacen ningtin trabajo wil? Al Ly al cabo, la mayorfa de las personas amantes de las masom no son jévenes atractivos que pretendan aumentar S¥ Lao cial reproductivo. Los ejecutivos de Ia industria de las et cotas, Ia Asociacién Americana de Médicos Veterinst j todos los antrozo6logos que conozco nos dirfan que si caer emos que 10s animales formen parte de nuestra vida es aoe nos hacen sentir més felices, mas sanos y més queri- a ‘mf me parece que es un poco mds complicado. FFijese en el caso de estas dos personas y sus respectivas mascotas. Nancy Y CHARLIE: CUANDO LOS LAZOS ACTUAN Los aponeses bombardearon Pearl Harbour un par de meses des- pués de que Nancy y Roy Watson se casaran. Inmediatamente después de la boda, Roy se alisté en el ejército y después de recibir formacién como operador de radio le destinaron a Okinawa para luchar contra los japoneses. En 1946, volvié americano. Roy consi cesionario de Ford de la ciudad en la que vi en tener dos hijos y Nancy se quedé en casa para c ‘Al cabo de pocos afios, la pareja habia ahorrado lo suficiente Para comprarse una casita de obra en Ashe\ , Carolina del una cerca. En ninguna de ellas inclufa animales. Roy no sentia ninguna in- clinacién ni por los gatos ni por los perros, y Nancy tampoco se considers jamds como alguien a quien le gustasen los ani- males, Diez afios después de haberse retirado de la Ford, Roy ‘murié de cancer, y Nancy se qued6 sola en la casa que habian_ compartido durante cuarenta afios. La muerte de Roy dejé un Bran vaci6 en el corazén de Nancy. Un afio después, estaba deprimida y sentia que su vida estaba vacia, Sus hijos estaban Preocupados y crefan que no aguantarfa mucho més tiempo Sola en la casa vacfa, Hablaron de mandarla a una residencia. 102 [Los AMAMOS, LOS ODIAMOS ¥... Los con EMos, ver AA dfa siguiente del primer aniversario de Ia Roy, Nancy se detuvo frente @ una tienda parg ue una barra de pan y se fiiéen un cartel colgao eq (= achorros de gato», La cajera le pregunt6 si deseaty a los. Naney dijo que no y regresé a su casa. Pero le co a ta angedotaa su hijo Aaron, que pasaba con ell ager ne semana, El le dijo: «Mamé, vayamos a echarles uy nag Para su sonpresa, Nancy asintié, Un par de patton den manas les aguardaban dentro de una caja de carton ate do de Ia tienda, un calicé y otto negro azabache. Nancy on 26 entre sus brazos al negro y fue un amor a primera rise Lo llamé Charlie. Hace ocho afios que Nancy y Charlie viven bajo el mismo techo, Ella se siente activa, alegre y divertda, Me dice que lay Charlie forman equipo. «Gracias a él tengo una vide ~tice-. Desde que Charlie esta aqui no he vuelto a sen irme sola, Es todo lo que tengo.» Aparte de ser su compa: jlero, Charlie estructura la vida de Nancy. Cuando se levanta Por las mafianas, lo primero que hace es preparar el desayuno para ambos: para él una porcién de atin de lata, para ella un cuenco de cereales. Luego Charlie sale fuera cinco o diez mi rutos. Cuando vuelve, se sube a la falda de Nancy y se que- dan sentados charlando un ratito hasta que el gato se mete en su cuna para echarse una siesta. Se despierta por la tarde, y, Si hace sc ientan el uno al lado del otro en dos sillas cuando vuelve a casa acerca su hocico a Nancy y lo restrieg contra ella unas cuantas veces antes de que la mujer se Vaya alacama, Nancy confiesa que eso de que tu mejor amigo sea un gato tiene ciertas desventajas, Mientras ella duerme, Charlie —- 103 MASCOTAFILIA me joctor Jekyll en mister Hyde. Se dirige fo que los gatos suclen hacer por la noche: presenta con orgullo a Naney el resulta- un pajarito al que acaba de matar, cien- precisamente la semana pasada, Jos animalitos estén destrozados ‘an, y Nancy abre la puerta de casa y le dice cI Jos Heve fuera. El obedece. Charlie avr jarlie son un ejemplo de uno de los mejores la- page > gen unir a una persona y aun animal. La relaci6n 205 de Povsyn su gato ha mejorado infinitamente su vida, y de Nagy que su buena salud, su claridad mental y su capaci- su para vivir sola en casa se deben en buena parte a su rela~ ara Nancy y Charlie no es fuera de lo comtin. Se daen millones de hogares americanos todos los dias. Lo he visto en casa de mis propios padres, a quienes nunca les sustaron los animales hasta que mi padre se jubil6 y tuvieron al primero de sus tres perros salchicha: adoraron a los tres y 4110s tres les pusieron el mismo nombre: Willie. ‘Sin embargo, como nos contaré Sarah Coe, vi ‘ir con mas- cotas no siempre es coser y cantar. Los PERROS DE SARAH? CUANDO LOS LAZOS FRACASAN Sarah es administrativa y trabaja en una clinica veterinaria en la Cos su marido, Ian, trabaja en el campo de la tec- nologia de la informacién. Cuando Ievaban tres afios casa- dos, Sarah decidié que necesitaban un perro. A Tan no le en- {usiasmé la idea, pero finalmente accedi6. Aunque ella nunca ‘habia tenido perros, habia visto a muchos animales con pro- ee 104 Los AMAMOS, LOS ODIAMOS Y... LOS COMEMos blemas de comportamiento debido a su trabajo en la gy ca, y por esta razén ella e lan buscaron concienzud siti cas de docenas de razas antes de decidirse por un shiba in, una raza japonesa de perros muy listos y cazadores de E] Club Nacional de Shiba de América, te iza términos como “valientes y osados", buen principio. Hiro tenia nueve semanas cuando le escogieron entre une camada de cachorros en Oregén. Desde el primer dia plantes un alto nivel de exigencia. Si no le prestaban una constante atencién, gemia desconsoladamente, y no podian con é Je sacaban como minimo una hora y media al dia. Por suerte, cerca de casa tenfan un parque donde estaba permit tar a los perros, pero Hiro era socialmente inepto ¢ incapaz de comportarse en sociedad. Su cardcter antisociable no tar- dé en crear conflictos con los propietarios de los otros perros. Una tarde, Hiro, que para entonces tenia seis meses, deci- did que le gustaba un joven terrier tibetano, también macho. Tan sabia que montarse sobre otro perro es algo habitual en perros jvenes y que no indica nada sobre su orientacién se- xual. Pero el amo del terrier empezé a chil «jA mi perro no lo montan! ;A mi perro no lo montan!». Sin el menor éxito, Ian intent6 explicar calmadamente 4! propietario del terrier que los cachorros solo estaban juga” do. Pero la conversaci6n no tard6 en convertirse en un Com curso para ver quién gritaba més, Después de varios incidentes tan desagradables co™ este, Sarah e Tan se hartaron de que los demas propietaries de perros les dieran lecciones sobre el mal comportamien? lo s MAscorariia 105 _ nde sacarle a pasear y contrataron a un pro ‘os délares al mes se llevaba al ca- ys tenfan una o dos horas get suyo. Dejaror fesional | que por trescient ‘a dar largas carreras, asf el arios que trabajaba con Sarah le sugi- «gs que alo mejor el trastorno por deficit de atencién con hi- dad que suftia Hiro mejorarfa con un compafiero de Juegos. Craso error. Nami el nuevo cachorro hembra shiba, ieee todavia més loca, si cabe. Era una chula: imprevist bie agresiva y exigente, Nami era tan celosa que Tan y Sarah Tan que meterse en la cama sigilosamente por las noches. Ineluso se ponéa celosa cuando Ian besaba a Sarah por las mafianas antes de irse a trabajar. A los dos afios, Nami toma- ba Valium y Prozac. Muchas personas creen que sus perros con sus hijos. Los hijos de Ian y Sarah eran un par de ejem- plares insoportables y psicéticos limitrofes, Sarah es una persona organizada a quien le gusta tener la casa ordenada: el suelo limpio, los muebles a juego. Todo esto cambié con los perros. Mordisqueaban el sofa, destroza- ban las alfombras y, en general, causaban estragos. «No quie- ro que parezca que en mi casa viven unos locos», me dijo. Tan y Sarah son amables y es un placer estar con ellos, pero los perros se cargaron su vida social. La pareja dejé de invitar a sus amigos a cenar porque Hiro y Nami no paraban de ladrar ¢ intentaban subirse a la mesa para comer del plato. ‘A pesar de que los perros estaban destrozando su vida, Sarah ¢ Ian sentian un verdadero apego por ellos. Ella cosia ropa para Nami. Tan se identificaba con Hiro. Me dijo que él y Hiro eran un par de piezas redondas que trataban de adap- lrse aun mundo cuadrado, Los Coe lo intentaron con escue- las de obediencia y consultaron con algunos de los mejores sshesalstas del pais en comportamiento canino. No sirvi6 la. Varias veces al afio hablaban de deshacerse de los 106 Los AMAMOS, L08 ODIAMOS ¥... LOS CoMENog cian er cuando Sarah casi estaba a punto de tirar Ia toalla: tan Se sen, tia demasiado ligado a los perros. Unos meses despu ‘as de uno y otro se intercambiaban, a Les pregunté a los Coe si los perros estaban minandy relacién de pareja y se hizo un profundo y largo silencio, Se miraron el uno a la otra y dijeron que sf, que habfan empera doa visitar a un consejero matrimonial. Una semana desu de haberlos entrevistado, Sarah me mand6 un correo elects. nico, Habian decidido separarse. Ella se mudaba temporal. mente a un apartamento. Me decfa que el estrés de vivir con los malditos perros era un factor determinante en su separa- cién, No estd claro lo que pasard con Nami e Hiro. (QUE ES EXACTAMENTE UNA MASCOTA? Nancy y Sarah demuestran que la relacién entre personas y ‘mascotas a veces funciona y a veces no. Pero qué es exacti- ‘mente una mascota? El historiador Keith Thomas que las mascotas son animales a los que se permite vi casa, a los que se da un nombre y a los que no nos comemos nunca, Es un buen punto de partida, pero hay excepcion Mis vecinos nunca dejan entrar a su perro en casa, y mi det tista no ha puesto nombre a su pez tropical, Incluso en logit concierne a comémoslos hay excepciones de vez en cuando. Una noche, en mis tiempos de universidad y mientras est diaba el comportamiento de los caimanes en Florida, Many Jean y yo fuimos a visitar a nuestro amigo Jim, un profes de agronomia retirado cuya propiedad lindaba con el a8 donde yo tenia mi base de operaciones. Jim tenia un pard® de animales en su pequefia granja: cabras, bantams, polls /MAscOTAPILIA 107 un par de pavos reales y algunos conejillos juscovys ue Jas mascotas de sus hijos. Aquel fin de indias que eran ae iy su mujer Y sus hijos no estaban en casa y Jim esta- a ndose la cena. Mientras charlébamos, Jim escogié dias de su ja cota. Prefiero la definicién de mascota* de James Serpe trozo6logo de la Universidad de Pensilvania. Segtin Serpe qos mascotas son animales con los que vivimos y que no tie- nen ninguna funci6n evidente. Pero incluso con tan laxa de~ finicién las cosas no acaban de encajar. Hasta no hace mucho la mayoria de animales de los hogares americanos" tenian atribuida alguna tarea. Por ejemplo, los perros guardaban los rebaiios, cazaban, cuidaban las casas, tiraban de los carros ¢ incluso ayudaban a batir la mantequilla. Los gatos, mas que como objetos sobre los que proyectar nuestro afecto, se uti- lizaban sobre todo como trampas biolégicas para cazar rato- nes, En Estados Unidos los animales cuya tnica funcién era distraer a sus amos fueron raros hasta el siglo x1x, momento en el que hubo una explosi6n de popularidad de los pajaros enjaulados, sobre todo canarios cantores. La variedad de animales que los humanos han tenido como mascotas es extraordinaria: grillos, tigres, cerdos, va- as, ratas, cobras, caimanes, anguilas gigante: terminable. Pero cuando le preguntas a la gente qué animales consideran mascotas, la mayoria no menciona ni las anguilas ni los grillos. ;En qué animales piensan? Por supuesto la res- Puesta es en gatos y per Los psicdlogos cogn identifica una categoria como prototipo. Ahora mismo pien- se usted en un pajaro. 108 Los AMAMOS, LOS ODIAMOS ¥... LOS coms Mos ee Adivino que ha evocado la imagen de un gong, petirrojo o de un dguila y no la de un emt o lade ye no, La raz6n es que los petirrojos son més «vey. avestruces. ;Qué animales son el prototipo de mascoy poco, Samantha Strazanac y yo pedimos a los alumno, universidad que puntuaran a dieciséi Para dos ellos se ul “mascoticidad”. Por supuesto todos dijeron que los pe los gatos ejemplificaban el concepto de “mascota”. Los nd ces rojos aparecian en tercer lugar; el 75% de los estuiion tes consideraba que tenfan un alto grado de “mase« i Solo la mitad de los estudiantes pens6 en hamsteres, geri conejos, loros y periquitos como mascotas. Los ratone ron una puntuacién baja en nuesta es. Jas taréntulas ocuparon un l- del, gar todavia mas bajo en la ron las boas constrictoras; solo un 5 % de los encuestados as consideré mascotas. A algunos defensores de los animales no les gusta elt mino “mascota”. Lo encuentran degradante para los anim Ies que conviven con nosotros. Quieren que llamemos “ati- males de compaiiia” a nuestros amigos peludos, o dotados de aletas o de alas, y “custodios” a sus propietarios. En Defenst de los Animales, una organizacién a favor de los derechos de los animales, presiona a los municipi apelativo a la condicién de «“propietario” o “propieta una mascota. Casi veinte ciudades (1a mayoria en Califor) y todo el estado de Rhode Island se han acogido a la nuevs nomenclatura y ahora utilizan el término “custodio”, et ‘gar de “propietario”, en sus reglamentaciones para el com de animales. A mi no me gusta mucho el término “animal pafifa”. Muchas mascotas no son verdaderos compact de com Mascorariuia _ ‘cuando mi amigo Joe Bill era pequefio, su mascota favorita cityn eangzejo de rio que vivia en un Cuenco leno de agua joa su cama. {Mascota? Sf. ¢Compatiero? No, _ june mbién es problemdtica la sustitucién del término “pro- pietario de mascota” por el de “custodio". diferencia de Iron ejerce la custodia sobre un io, quien ejeree la “eusto- dig sobre una mascota esté autorizado a deshacerse de ella, «vender 0 esterilizarla en contra de la voluntad de aquella Hasta pueden llegar a sacrificarla si se cansan. Los términos imal de compaifa” y “custodios” son ilusiones lingiisti- cas que nos permiten hacer ver que no poseemos a os anima- les con los que vivimos. La propiedad de las mascotas plantea un a los amantes de los animales como pueda ser la so Leslie Irvine de la Universidad de Colorado, autora del bro If you Tame Me: Understanding Our Connection with ‘Animals, que escribe lo siguiente: «Si reconocemos el va- lor intrinseco de la vida de los animales, entonces no es éti- co tenerlos para nuestro placer, ya sea Ilaméndolos compa- fieros 0 mascotas». Desde una perspectiva intelectual, Irvine cree que es inmoral criar y encarcelar animales para nuestro placer personal, y argumenta que la relacién entre humanos y mascotas se parece més a una relaci6n de esclavitud™ que de verdadera amistad. El problema es que Leslie siente ver- Irvine, «Me da pavor la sola idea de una casa vac las que se meneen de alegria al verme llegar. Pero mi propio acer cuando me dan la bienvenida y me hacen compafifa no justifica tener una provisién de ani Leslie se enfrenta al clasico conflicto entre la raz6n y el cora- 26n, y, como suele ocurrir, gana el corazén. 110 Los AMAMOS, L08 ODIAMOS ¥... 108 coy 105 ao CONVERTIR A LAS MASCOTAS EN PERSoy, 1AS. Igual que Leslie, muchos americanos aman a Segiin la Asociacién Americana de Productos Ma para Mascotas, en el 63 % de hogares americano. cota, En el aiio 2009, compartimos nuestra vi nes de perros, 94 millones de ga US ani ima amufacturagy hay uname la. con 78 mi, bierto que la actitud hi Unidos experimenta oleadas peridicas. Una de estas o se produj a finales del siglo xrx, cuando las mascotas ye virtieron en simbolo de la tranquilidad hogareiia y sobre yr, las madres las Vieron como una forma de inculcar el sentido. la bondad y responsabilidad en los hijos. En los afios poster res ala Segunda Guerra Mundial, se experiments otra vas de interés por introducir animales en los hogares american, esta vez impulsada por el crecimiento de 10s barrios resin ciales y por Ia idea de que tener una mascota en casa era un ele- ‘mento necesario en una infancia normal. _ Pero aunque hace mucho tiempo que los americanos ca- viven con animales domésticos, la relacién entre humanos mascotas (y sobre todo nuestra relacién con los perros y as gatos) esté entrando en una fase nueva. En los tiltimos ais, las mascotas se vienen considerando como miembros de pk no derecho de las familias, una tendencia a la que la industria de productos para mascotas se refiere como humanizacién de las mascotas. Actualmente, el 70% de los propietarios 6 mascotas dice que a veces permite que sus animales duerman con ellos en su cama, dos terceras partes compran regalos sus animales para Navidad, el 23 % le prepara comidas es? ciales y el 18 % las viste en ocasiones especiales. ‘Mascotaritin i re ve Ia proporcién de hogares americanos donde vive ne me una masc™ginero® que hemos gastado en los animales que cantidad d¢ Moxotros se ha disparado. Hoy gastamos més di- cave oe qe en ines idojuegs ¥ mii juts. Peeretamente: 17.000 y suplementos die Sin veterinari, nes de délares en articulos para Tomo arena para gatos, prendas de vestir para perros, gollares y correas, cuencos Para comida, juguetes y tarjetas de a MASCOTAFILIA 119 _ a marcaba una gran diferencia en los indices de 4 Mientras que entre las personas que no te- el 28% habia muerto al final del afio, entre piajue sé tenfan mascota solo habfa muerto 16%. Animada oles resultados, Erika los present6 a la Asociacién 7 ericana del Corazén. Sin embargo, Ios cardilogos se lie Maron a bostezar (si bien hubo uno que calificd su estudio 4p vinteligente”). Fue superior el interés que el estudio des- perté en los medios de comunicacién. El teléfono de Erika Pmpez6 a sonar, y pronto se vio leyendo sus propios articu- fosen Reader's Digest y Time. Un buen comienzo para su ca~ rrera profesional. Fue la primera presidenta de la Sociedad Internacional de Antrozoologia y actualmente es miembro de la Escuela de Enfermeria de la Universidad de Maryland, donde continiia investigando los efectos de las mascotas so- bre la salud de las personas. El estudio de Erika sobre los ataques al coraz6n provo- 6 una oleada de interés por los vinculos que unen a las per- sonas y a los animales. Sélidas investigaciones apoyan hoy en dia la idea de que los animales domésticos pueden tener efectos beneficiosos sobre la salud y el bienestar humanos.* Acariciar a un animal puede hacer que disminuya la presin arterial, incluso si el animal es una boa constrictora. En rea- lidad, el mero hecho de mirar un video de peces tropicales nadando en un acuario puede reducir la presién sanguinea. Karen Allen, bidloga de la Universidad de Buffalo,” descu- bri6 que los niveles de presién arterial de personas adultas se clevaban drasticamente cuando tenfan que resolver comple- Jes problemas de célculo mental en presencia de sus espo- Sas, pero prdcticamente no subjan si lo hacfan delante de su mascota, una mascot supervivencia. ‘fan mascota, dq Enisten otros estudios que también refuerzan la nocién © que tener mascotas es beneficioso para las personas. Por 120 Los AMAMOS, L08 ODIAMOS ¥... LOS CoMENog ejemplo, los nifios que crecen en hogares donde h; tas tienen menos probabilidades de suftir asma y se dias de clase por estar enfermos. Las persona que viven con animales tienen niveles mas bajo terol y un mejor bienestar psicolégico. Un estudi con més de diez mil alemanes y australianos demostrg aquellos que convivian con algtin animal visitaban menoy médico que los que no tenfan mascota. Investigadores de Universidad de Melbourne y de la Universidad Normal gg Beijing descubrieron que las mujeres chinas que tenian pe. ro dormian més profundamente, se sentfan mejor y pasahay menos dias enfermas que un grupo de control de mujeres qu no tenfan mascota. Un estudio realizado en la Universidad de Missouri demostré que un programa de paseos con perro a. mentaba el nivel de actividad fisica de los participantes, in. cluso al margen del programa. Algunos estudios demuestran que las personas adultas que sienten apego por sus anima. les no se sienten tan solas, y en cfrculos médicos se habla de prescribir perros salchicha y yorkies a las personas mayors. ay Mase. de perdey. ancianay 6 de coles, 0 Tealizady ‘SIN EMBARGO..., LAS MASCOTAS NO SON LA PANACEA Estarfa bien poder pensar que tener un perro o un gato curt todos los males, pero no tire todavia sus pildoras de Prozaco Lipitor a la basura. Los medios de comunicacién informan de que los milagrosos poderes de curacién de las mascotas pu den conducir a error. Por ejemplo, segdin decfa un articulo pt blicado en el periédico” de mi localidad, no hace mucho qv investigadores de la Universidad de Missouri han descubie to que treinta pacientes de céncer sometidos a radioterP “consideraban que su salud habia mejorado” tras cuatro VS er Mascoraria 121 a — tas semanas al hospital para someterse a una terapia con pe- + x A periddico lo entendi6 mal. En primer lugar, eran solo ro jos pacientes que asistfan a la terapia con perro; los de- oe patcipantes pertenecian a grupos de control que duran- tc las sesiones se limitaban a leer en silencio 0 charlaban con alguien. Y més importante todavia, 1o que en realidad dije~ fon os investigadores fue que, para los pacientes que sufrfan ‘ancer, doce sesiones de terapia con perro no eran mas bene- ficiosas que leer un libro, Conclufan que no habfa relacién al- guna entre las visitas a los perros y el estado de dnimo de los, pacientes 0 Ia salud percibida por estos. Este no es el Unico estudio en el que se demuestra que Jos animales de compafifa no tienen ningtin efecto sobre la salud humana, Deborah Wells, psicéloga de la Universidad de Queens en Belfast, sin ir més lejos, examin6 los benefi- cios de tener una mascota sobre un grupo de personas que sufria el sindrome de fatiga crénica. ® Las personas que te- nian mascota crefan que vivir con un animal les proporcio- naba una amplia gama de beneficios psicolégicos y fisicos. Pero las mediciones objetivas de su salud y de su bienestar Psicolégico mostraron que los que tenfan mascota estaban tan cansados, deprimidos, estresados, preocupados e infeli- ces como los que sufrfan fatiga crénica y no convivian con ninguna mascota, El estudio que he mencionado realizado con diez mil ale- anes y australianos demostré que el hecho de poser una Mascota no tenia ningtin efecto en la satisfaccién vital de las Personas. Y un intento de réplica del estudio sobre la presién arterial mediante boas constrictoras fracas6 en la reproduc i6n de los hallazgos del experimento original. Los efectos ue pueda tener el pasear con perro sobre el estado fisico!™ tampoco estén tan claros. El estudio sobre el paseo con pe- TO que se llevé a cabo en la Universidad de Missouri mostré 122 [Los AMAMOS, L08 ODIAMOS ¥... 105 COMENos ae que, aunque los participantes se lo pasaban bien co, arama de ejercicio fisico, su presion arterial no dismay tampoco se adelgazaban, Y segtin los resultados de uy at! . eran experimento realizado en Nueva Zelanda, si bien los 1, propietarios de perro andaban més, la actividad fisica nal total en realidad disminufa cuando hacia un tiempo ne lo tenian, De hecho, un estudio realizado en Finlandis os 21,000 personas," demostr6 que las personas con mascon tenfan los niveles de presién arterial y de colesterol més tos que las personas que no tenfan mascota. Asimismo,en estudio finlandés aquellos que tenfan mascota eran mas sus. ceptibles de sufrir enfermedades del rifién, artrtis, ci migrafia, depresiGn y ataques de pénico. Y, aunque lo finla. deses que tenian mascota bebfan y fumaban menos que los que no tenfan mascota, hacfan menos ejercicio y tenfan mis probabilidades de sufrir un exceso de peso. Investigadores de la Universidad Nacional Australiana demostraron que las personas adultas entre sesenta y sesena y cuatro afios que convivian con un animal doméstico est- ‘ban més deprimidas, tomaban mas medicacién para el dolory estaban peor mentalmente y fisicamente que las personas que vivian sin animales. En otro estudio se comparaba a perso- nas mayores que jugaban regularmente con mascotas con ut grupo de control que casi nunca o nunca jugaba con anima les. Los indices de mortalidad de ambos grupos eran iguales, y el hecho de jugar con animales no creaba ninguna diferer cia en la salud y en la sensacién de bienestar de los partic pantes. (Sin embargo, las personas que jugaban con animales bebian més alcohol.) Bien, aunque el hecho de tener una mascota no 10 curar necesariamente de todos los males, haré que nos Si mos més felices y menos solos, ;de acuerdo en esto? Now cesariamente. Un estudio realizado con tres mil america nuevos vad MAscorariLia 123 logidos al azar dirigido en 2006 por el Centro de wn Pew descubrié que los propietarios de perros y = personas que no posefan ningtin animal presenta- abilidades de decir que eran “muy feli- inten la vida. Investigadores de la Universidad de Warwick <* Gran Bretafa examinaron los efectos que tenfa la adqui- F de una mascota sobre la soledad en las personas adul- tas. Las personas entrevistadas contestaron un test psi- tolseico que media la soledad justo después de empezar a comivir con una mascota y seis meses més tarde. Los resul- tados fueron bien claros: la convivencia con un animal no disminufa para nada Ia soledad de los participants. Cémo tenemos que enfrentarnos a descubrimientos tan pares? {Son beneficiosas las mascotas 0 no? Hace poco Erika Friedmann intent6 dar una respuesta evaluando rigu- rosamente los resultados de treinta estudios"™ realizados en- tre 1990 y 2007 sobre los efectos de vivir con una mascota. Descubrié que diecinueve de los treinta estudios respalda- ban la teorfa de que las mascotas son beneficiosas para las personas, pero que diez demostraban que las mascotas no tenfan ningtin efecto o tenfan efectos negativos sobre la sa- lud y el bienestar humanos. Cuando comenté estos resulta- dos con Erika, me dijo: «Si, las mascotas pueden ser benefi- ciosas para las personas». Después afiadi6: «Pero no son la panacea», adultos esc gatos, ¥ {Por QUE LAS MASCOTAS SON BENEFICIOSAS PARA (ALGUNAS) PERSONAS? Asi pues, al parecer tener una mascota hace que algunas per- Sonas, no todas, se sientan més felices y més sanas,"® pero Quizés no hasta el punto que le gustaria que creyéramos @ 124 Los AMAMOS, LOS ODIAMOS ¥.... LOS Cony a la industria de las mascotas. Se plantea entonces te pregunta cientifica: por qué las mascotas mare, ferencia? Existen tres ps idades.""" La primera ¢, en realidad las mascotas no hacen que las personas ., Me tan mejor; la flecha causal puede que apunte en la dea” opuesta. Es decir, podria ser que las personas mis fer con mejor salud tuvieran més tendencia a tener animales ey casa, Quiads porque tienen més dinero y pueden pemmise un animal otal vez porque estén en mejor forma y por estan, z6n tengan la energia de sacar a paseara su perro. Una seg ides que las mascotas mejoren la salud y el bien, estar de sus propietarios porque les animan a socializase con otros seres humanos. Por ejemplo, Deborah Wells demos {que sacar a pasear al perro facilita Ia conversacién con pe sonas desconocidas. Sin embargo, el efecto depende del tipo de perro. Los cachorros labradores que utiliz6 para su esto eran grandes lubricantes sociales; los rotweilers adultos m La tercera posibilidad es que los lazos que unen a hums nos y animales efectivamente mejoren la salud al proporio nar un apoyo social. Para demostrar esta idea, los inv dores tendrian que llevar a cabo un ensayo clinico al aut implica introducir a una serie de in« seen mascota o bien en un grupo experimental de persous que tienen mascota, o bien en un grupo de control de pest 8 Siguien, tna nico al azar en el mundo real, pero Karen més ni menos que con agentes de bolsa. 7 Sus sujetos eran agentes estresados de Wall Street cor tensién arterial alta. Al empezar el estudio, todos {os s se sometieron a un tratamiento médico para baat sién, Los miembros del grupo experimental ademds 200? ron un perro 0 un gato procedente de centros de 2°08 de animales, mientras que el grupo de control solos Mascorari.ia 125 _ iento médico. Seis meses después, Allen y sus individuos a situaciones de estrés; Bes sy consistfa en pasar una diffeil pra matemsti- ua de es punciar un discurso. Los resultados fueron im- ca, ot en Prral como esperaban, durante las pruebas de es- pesos 1a presin arterial de todos los individuos. Pero igs a enfan un animal les subié la mitad de lo que Tes su- 2 os aie partcipantes que solo se haban medicado. Y no se aie an aul os efectos beneficiosos de las mascotas fueron ‘auriores en 1os agentes de bolsa que tenfan menos amigos ato, Este experimento constituye la prueba més contun- vente de que la presencia de un animal en la vida de una per- sera realmente mejora sus funciones cardiovasculares en pe- riodos de tiempo largos. ti6 al trata colegas sometieron ULAS MASCOTAS PUEDEN SER PELIGROSAS PARA LA SALUD? Dicen que Harry S. Truman, tras haber ofdo a sus innume- ables asesores econdmicos decirle: «Por un lado X es ver- dad, pero por el otro Y es verdad», murmuré frustrado: «Tréiganme a un economista que solo tenga un brazo». La antrozoologia tiene el mismo problema. Mi vecina Anne hace poco se rompié el hombro al trope- zar con su perro y caerse por las escaleras. Este tipo de acci- dente causado por una mascota es mucho més corriente de lo ue imaginamos. Durante un afio y medio, en un servicio de Uurgencias" de Sidney se tuvo que prestar asistencia médica a dieciséis adultos que acudieron para recibir tratamiento por fracturas causadas por su mascota. Entre las fracturas ocasio- nadas se contaron cuatro pelvis, dos caderas, tres brazos, dos Tmuflecas, un tobillo, dos costillas, una nariz y un cuello. El 126 Los AMAMOS, LOS ODIAMOS Y... LOS COME og ee Centro de Control de Enfermedades" calcula aiios 85,000 americanos sufren accidentes caus; zar con su mascota, generalmente perros. Las mascotas también pueden significar otros para la salud.!"” Un estudio realizado en 1999 por la Op Research Corporation demostré que aproximadamente yy, de cada seis propietarios de perro informaba de haber su. ddo un accidente de coche 0 de haber estado muy cerca des, frirlo debido a que su perro saltaba dentro del automévi, 60% de los agentes patégenos que los humanos pueden con traer es de origen zoonético,' lo cual significa que puede proceder de animales. Los seres humanos estamos expues. tos a que nuestras mascotas nos transmitan una infinidad enfermedades, por ejemplo lombrices, garrapatas, enferme dad de Lyme, brucelosi leptospirosis, E. ol ankilostoma y Ia justamente llamada enfermedad por arin. 20 de gato. A los doce afios yo tenfa una mascota tortuguta: todos mis compateros tenfan una. ,Quién sabfa que el 98% de estas tortuguitas podia transmitir Salmonella? En 1975 FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos) prohibié venta de crias de tortuga, pero hoy son populares las mas cotas como serpientes, lagartos y otros reptiles. Es de espe rar que la Salmonella relacionada con las mascotas'” vaye fen aumento, y cada afio se dan 75.000 casos de infeccién pr Salmonella"® transmitida por los reptiles y anf ven en los hogares americanos. Incluso la terapia con aim les puede ser un peligro para la salud. Varios equipos 4 ix gacién han informado de que la terapia con perros puel originar y propagar la SARM,"" una bacteria resisten'e alk antibidticos, entre los pacientes de hospitales 0 residenciss ue tod 05 a top MASCOTAFILIA 127 _ {LLEVAMOS EN LOS GENES > NUESTRO AMOR POR LAS MASCOTAS se afos de investigaciones antrozoolégicas han demos- Yeinte afios gon mascotas proporciona beneficios sustan- ue vi ado ae yo ambien tiene algunas desventajas-. Sin embar cise hallazgos no se ocupan del misterio del por los go. tis sienten tanto apego por Ios animales. BI darwinis- Inmmplica que, directa o ndirectamente, Ios organismos de- Te aectuar para incrementar su capacidad reproductiva, es vec, su capacidad de transmitir genes a la siguiente gene crcidn, Pero si ello es cierto, 2por qué Joe y su esposa pagan “délares al mes por un tratamiento de quimioterapia para tnantener vivo a su ya anciano cobrador dorado? {No serfa mejor para sus genes utilizar ese dinero para pagar las factu- ras escolares de sus hijos (0 de sus nietos)? En cuanto a la pregunta sobre “;Por qué mascotas?” los antrozodlogos han previsto una amplia gama de ex nes sobre los lazos que unen'"* a seres humanos y animales + Las mascotas ensefian a los nifios a ser buenos y respon- sables. + Las mascotas proporcionan “seguridad ontol6; €poca postmoderna en que los valores tradicionales y las redes sociales se han debilitado. + Lo mismo que los jardines ornamentales, las mascotas son una expresi6n de la necesidad humana de dominar la naturaleza, * Las mascotas permiten que la clase media se sienta rica. ~ Las mascotas sustituyen a los amigos del género humano. Las mascotas y las personas son seres auténomos que obtienen consuelo mutuo y gozo a partir de su interac- cién, 128, Los AMAMOS, LOS ODIAMOS ¥... LOS CoN, 10s Serr Todas las explicaciones anteriores son ciertas en a mi me intriga mucho més un nivel de explicacion qe to, el nivel evolutivo. Segtin Dan Gilbert, de la Univen de Harvard,"*todos los psic6logos que deciden poner nt ctito sus ideas hacen un voto para escribir algain dia a se que empiece: «El ser humano es el tinico animal que. ies Aqut esta la mia: «El ser humano es el tinico animal convive con miembros de otras especies durante largos rfodos de tiempo por puro placer». La pregunta sobre qué tenemos mascotas es un misterio de la evolucién, im to a por qué los seres humanos son los tinicos mamiferos cos un lenguaje simbélico complejo, cédigos morales, creencias religiosas y la capacidad de aprender a disfrutar de Red Hot Chili Peppers* (la especia, no el grupo musical Pero igual que hay excepciones para la mayorfa de fra- ses que empiezan «Los seres humanos son los tinicos...», también las hay para la mfa, Existen maltiples ejemplos de animales no humanos que han establecido vinculos con un miembro de otra especie. Tras el tsunami del océano {ndico de 2004, una cria de hipopétamo de 272 kilos llamado Owen establecié lazos con Mzee, una tortuga gigante de 160 atios, en una reserva de fauna en Kenia, Mas recientemente, Tarra, un elefante de 4.000 kilos de peso del santuario de elefantes de Hohenwald, Tennessee, se hizo intimo amigo de una pe- ra de salvamento llamada Bella, La pareja era pricticamen~ te inseparable," y cuando Bella se puso enferma, Tarra pet maneci6 varias semanas frente a la puerta del edificio donde su amiga canina se recuperaba. Bill Mason, psicdlogo com- parativo de la Universidad de California en Davis, estudio sistemédticamente los vinculos entre miembros de distin especies mediante la cria de monos Rhesus junto a perros * Grupo musical euyo nombre significa pimientos rojospicates.N- de #7) > ae MASCOTAFILIA 129 ee wo Tras algunas horas después de haber sido presen- adultos.” Tf formadas por un mono y un perro se hacfan aa in par de meses ms tarde, se le ofrecta a cada insepar eno la posibilidad de jugar con su pareja cani- uno dn perto desconocido 0 con otro mono, Escogian a su con ina, Se habian hecho amigos. Par os lazos entre animales de diferentes especies casi sengre se dan en cicunstancias no naturales. Por ejemplo, Seti pruebas de que, en estado salvaje, nuestro pariente we pvereano, el chimpancé,® juegue con miembros de otras iperes. Sigo fil a mi afirmacién de que los seres humanos son los tnicos animales que tienen mascotas. {Cudndo y c6mo se produjo este fenémeno? Respecto a cuindo, carecemos de pistas. Las pruebas arqueolégicas que Gemuestran la posesi6n de mascotas se remontan a 12,000- 14,000 aijos atras en lo que atafie a perros y tal vez a 9.000 en Joconcerniente a gatos. Pero es posible que algunos de nues- ttos antepasados paleoliticos, igual que algunos miembros de sociedades tribales actuales, capturaran de vez en cuan- do un loro o un jabalf y se lo llevaran a casa como mascota. El problema es que los lazos establecidos en épocas tan leja- nas entre animales y seres humanos no han dejado rastros ar- queol6gicos. Digamos que si por casualidad descubriéramos un fésil de 25,000 afios de antigiiedad que representara a un hombre meciendo a una crfa de mono, no podriamos decir si Se trata de la mascota del difunto o si pusieron al mono en su ‘umba como, compaiiero de viaje a la otra vida. jail It asencia de pruebas sidas sobre cuéndo se for aon ls primeros lazos entre seres humanos y animals, lo muino qu demos hacer son contra x enaatit e8 Africa individuos parecidos a nosotros. Sin diy 0s Muchos antrop6logos creen que el verdadero cam- Pensamiento humano se produjo hace aproxima- 130 Los AMAMOS, LOS ODIAMOS Y... LOS CoMENos damente 50,000 afios, tal como lo demuestra la ex de formas culturales: arte, miisica, armamento y herram acién se manifesté tanto en la forma een ‘en la funcién. Mike Tomasello, del Instituto Max Planck Evolutiva, sostiene que este salto en la crea, tividad humana se dio gracias a la aparicién de una capac dad mental nueva y sofisticada: la habilidad para inferi ey, tados mentales de otras personas. Las imagenes grabadas en las paredes de las cuevas que describen seres que eran ne. dio personas medio animales sugieren que nuestros antepa sados empezaron a pensar en los animales antropomérfca- mente hace 35,000-40.000 afios. James Serpell cree que la capacidad de pensar en animales como si penséramos en per sonas abrié la puerta a la doma de animales salvajes y al es- tablecimiento de lazos con estos. Serpell aporta un buen ar- gumento, pero sin una méquina del tiempo nunca sabremos quién fue el primero que decidié que una masa de came pelt- da podfa ser nuestro amigo y no nuestra comida. losin UTENER MASCOTAS ES UNA ADAPTACION EVOLUCIONADA? Tal como se encargan de poner de relieve los creacionistas, nosotros los darwinistas discutimos mucho. No debatimos sobre si los humanos han evolucionado a partir de los mo- nos 0 sobre cusintos millones de afios tiene la Tierra. Eso 500 hechos. No, discutimos por detalles. El tema del poraué ls personas queremos a las mascotas esté relacionado con ¥”? de los debates mas polémicos de la teorfa de 1a evoluciot a adaptaci6n. Los defensores de la corriente de pensamt to adaptacionista estén convencidos de que la mente hums evolucioné para echar una mano a nuestros antepasados /MAScOTAFILIA 131 _ ectos de la naturaleza humana podrian haber evo- ciertos asp a fuetonado igualmente aunque no hubieran tenido nada que ver con el ductivo de las personas. Segiin el vJertosrasgos son simplemente efectos colaterales no funcio- ales. Por ejemplo, los huesos son blancos porque estén for- tnados por calcio, no porque las mujeres se sientan atraidas por los hombres que tienen esqueletos paliduchos. Stephen Tay Gould, de la Universidad de Harvard, comparé rasgos que funcionales. Consideremos como ejemplo de este debate el modo en que los adaptacionistas y los no adptacionistas explican la evolucién del orgasmo en las hembras humanas.'""Los adap- tacionistas (yo me conté entre sus jempos) han ideado un par de docenas de teorfas para explicar por qué los orgasmos se dan a menudo en las hembras humanas y rara- ‘mente, por no decir nunca, en las hembras de las demas es- Pecies. Entre sus sugerencias més innovadoras estén las si- guientes: las contracciones orgdésmicas absorben el esperma nel titero; los orgasmos evolucionaron como un signo para ayudar a las mujeres a distinguir entre los hombres que te- ee buenos genes y los que eran un fracaso desde el punto reels evolutivo; y —mi favorita los espasmos orgésmicos {Que las mujeres permanezcan echadas tras la relacién 132 Los AMAMOS, LOS ODIAMOS V... LOS COMEMog SSE sexual de manera que el esperma no tiene que nadar acon, cortiente para alcanzar el Svulo. Los que mantienen ure tura escéptica ante el pensamiento adaptacionistase bun, de tales ideas. Ellosexplican el orgasmo en las mujereseoe un efecto lateral del hecho de que el orgasmo tiene veniye reproductivas para el hombre (lo mismo que la presence pezones en los hombres es el resultado no funcional dette cho de que los pezones evolucionaron para que los mami ros hembras pudieran amamantar a sus crfa El argumento sobre la adaptacién evol para las explicaciones sobre | les. Me parece que la mayoria de la gente ~incluidos muchos antrozologos~ quieren creer que el amor pot las mascots es un atributo de la naturaleza humana que evolucions" porque ayudaba a nuestros antepasados a sobrevivir y a reproducir- se. Los psicélogos evolutivos sostienen que si una caracter tica es una adaptacién evolutiva deberfa ser comiin, estes: tendida y tal vez, como el lenguaje, ser universal. No es este el caso de Jas mascotas. El antropélogo Donald Brown de lt Universidad de California en Santa Barbara recopil6 una lis ta de casi cuatrocientos rasgos universales'®* humanos qe iban desde chuparse el dedo hasta creencias sobre la muer te, El “interés por las bioformas” forma parte de la list, pe tener mascotas brilla por su ausencia. En muchas partes del tims lo es particula Mi amiga Nyaga Mwaniki, antropéloga, procede de Ia Kenit rural. Los habitantes del pueblo en el que nacié nunca sit ivamente, ef kiambu, la lengua nativa de mi amiga Nyaga, no existe mit guna palabra equivalente a mascota, La gente del pueblo ne perros para protegerse de los intrusos y para echat & elefantes de sus huertos, pero jamais permiten que u" Pe"? Mascorari.ia, 133 _ casa, no piensan en ellos como compafieros y se ho- fan ante 1a idea de que alguno comparta su cama. ro argumento a favor de que tener mascotas ¢s una carac- 7 Fare yolutiva se verfa reforzado si tuviéramos pruebas fe qe el mor por los animales tiene una base genética. Pero to hs tenemos. Los genetistas behavioristas utilizan herma- mos gemelos para determinar la influencia rel es y del entorno sobre un rasgo. Las parejas d idénticos se parecerdn mas que las parejas de mi n aso de que un rasgo tenga una fuerte influencia genética. Comparando los dos tipos de gemelos,"® los cientificos han descubierto que los genes son responsables del 90% de las diferencias entre las personas en su altura, del 50% de las, diferencias en su grado de felicidad y del 35% de las rencias en la frecuencia con la que las mujere embargo nadie ha investigado entre en pecto de nuestra relacién con los animales sigue siendo una pregunta abierta, (La excepcién es nuestro deseo de comer- nos su care.) Por diltimo, si tener animales es una adaptaci6n evoluti- va, en algiin punto de la historia aquellas personas con lazos on los animales individuales debieron superar a sus iguales no tan mascotofilicos en la transmisién de sus genes. La pun- ‘uaci6n final en el juego del darwinismo se mide en términos de éxito reproductivo. El hecho de que nuestro gato nos haga Set mas felices, o mas sanos, o incluso que nos ayude a vi ‘mds tiempo es irrelevante. Vivir con una mascota puede au- Mentar nuestra capacidad reproductiva? Quizé las nifias que ‘tecen con animales en casa tienen més éxito al tener crias €n su edad adulta porque han aprendido destrezas parenta- es cuidando a su perro. O quizé los hombres primitivos eran 134 [Los AMAMOS, LOS ODIAMOS ¥... 108 cong . Mos més aptos para sobrevivir en tiempos dificiles pon comerse a sus animales de compatifa. Suponge qe Pain remota posibilidad de que algunas mujeres se pine existe Ig das por machos con enromes perros y otras, en ¢; Matra. hombres més buenos y agradables que demuestran Pt ridad acariciando cachorrillos. (Recordemos que Any atractivo muchacho francés, consegufa mas nimeros ae al fono cuando iba acompatiado de un perro.) Pero soy esoént, en cuanto a que las posibles ventajas reproductivas ae Vieran nuestros antepasados al enamorarse de un animal oo raran los costes en tiempo y recursos, 7 {LAS MASCOTAS SON UNOS PARASITOS? Si tener animales no tiene una funcién evolutiva, ;por quées- tablecemos lazos tan estrechos con los animales ¢ invertimos tanto dinero y energéa emocional en el que el amor por las mascotas sea, como el color de nuestros sos, un efecto secundario evolutivo, Fijémonos en la teo- ta adaptacionista cuando se trata del lenguaje y del miedo las serpientes, pero cree que nuestro amor por Ia misica es una consecuencia bioldgicamente iniitil de las conexiones de nuestro cerebro. {Es posible que la vision de Pinker en cuat~ toa que la misica no tiene valor adaptativo también valet para nuestro amor por las mascotas? Consideremos la frase més comtin de los americans cuando se refieren a sus mascotas: «Son como mis his» Los seres humanos se sienten atraidos instintivamente PO" los animales que les recuerdan a los nifios: eriaturas de i y cabezas grandes y rasgos delicads, Tales rasgos coos MAscoTAFILia 135 _ os instintos parentales y sirven para ayudamos a trans~ ucsimmestros genes provocando un sentimiento de aten- y cuidado hacia las eriaturas con las que compartimos in restos ‘genes: nuestros descendientes. Pero al operar de un ety avtomético, nuestros instintos pueden ser abducidos, tjemplo, veamos el parasitismo de puesta,” una estra- fona reproductiva que utilizan numerosas especies de paja- 1 Un tordo de cabeza parda deja un huevo en el nido de tn mosquero negro hembra. El pobre mosquero empollaré fon toda naturalidad el huevo de tordo y luego alimentaré ia parasitaria cria hasta que madure lo suficiente comopara ‘echar a volar, Ser que el mosquero obtiene una gran satis- faccién emocional criando a su falso descendiente, sin caer ena cuenta de que ha sido victima de una operacién darwi- niana fraudulenta. En 2005, Mary Jean y yo fuimos victimas de esta estafa. El pardsito no era otro que nuestra gata, Tilly, y el autor mate rial del fraude fue la sabia madre gata que deposité a su bebé frente a la puerta de casa y se dio a la fuga. Nuestro labrador amarillo, Tsali, hacia un afio que habfa muerto, pero nosotros 1no andabamos buscando otra mascota. Una tarde, al llegar a casa después del trabajo, Mary Jean me salud6 con una son- risa de oreja a oreja. En aquel momento of un maullido pla- ffidero procedente de nuestra sala de estar. Mary Jean habia encontrado a un gatito bajo nuestro porche. La pobre gatita abandonada tenfa todos los componentes de los liberadores de instintos maternales. Con aquellos enormes ojos y su sua- ve pelaje, era irre le. El trato estaba cerrado. La idea de que los lazos que se establecen entre seres hu- ‘manos y animales tienen su causa en un fallo de nuestros ins- intos paternales me parece atractiva. El problema es que no explica las enormes diferencias culturales que existen en la frecuencia y en las distintas formas que adopta el tener mas 136 Los AMAMOS, L0S ODIAMOS Y... LOS cons s Se cotas. Quizé otro tipo de evolucién nos ofrece una mejor perspectiva que bre el porqué tenemos animales. la evoluci¢y . N cult lateoria darwiniang ‘TENER ANIMALES COMO VIRUS MENTAL Tal vez.el punto culminante de mi carrera fue en 1979, cy, do iba sentado al lado de Richard Dawkins en un autocar no de etdlogos que nos dirigiamos al acuario de Vancoms, Yo acababa de leer su libro El gen egoista y su lectura np habia impresionado. La importancia del Ii montén de razones, pero en concreto el caj pueden copiarse a si mismos y poser los atributos de lon- gevidad, fecundidad y fidelidad de copia. En la evolucién molecu res que denominamos genes y que nuestros cuerpos utiliza para reproducirse a si mismos. El punto de vista de Dawkins es que la evolucién cultural opera del mismo modo. Solocon la cultura, los gizmos son fragmentos de informacién que © transmiten por i6n y que utilizan nuestras mentes pat reproducirse. El témino gizmo no es que sea muy serio términos cientificos, de modo que Dawkins llamé a sus potéticas unidades de transmisién cultural memes, un tm ‘no que acufié porque rima con genes y recordaba la palabra griega para memoria, Los memes estén en todas partes." Los hay triv var las gorras de béisbol con la parte delantera hacia los hay trdgicos (una efimera moda en Japén en que nas desconocidas entre sf se suicidan en grupo ence! perso ndieo “MASCOTAFILIA 137 SS ee rn brasero de carbon en una camioneta cerrada), [os hay Ly | arte). Los fragmentos de canciones de los entes (el ws Le tame ni ape as zaptillas deportivas de moda y las ideolog on lNuestros antepasados propagaban los memes 1eeccciones de los demas. Pero con el desarrollo del lengua- je simbatico os memes se convitieron en un factor de mu- M pmés envergadura en Ia evolucién humana. Ahora, los me- ates se extienden por todo el globo a velocidad supersénica través de Ia radio y la televisin y, por supuesto, de inter- et, La moda mds nueva de Ta transmisién mimética son los mensajes de texto, un lenguaje que para mi es impenetrable, iqué horror! El término “meme” es en s{ mismo un meme de un éxito extraordinario. Acabo de escribir “meme” en Google y han aparecido 350 millones de entradas. La palabra se ha hecho Oxford. Ayer por la noche, un ibié una horrorosa campa- jia politica como un meme. Pero mientras que los técnicos simplistas, los hispsters atrevidos y unos pocos fil6sofos han jos antropélogos, que son los verdaderos expertos en evolucién cultural, muestran una po- in de los memes es jo laxa y a diferencia de los genes, los memes no son unidades diseretas. Argumentan que las culturas huma- nas contindan evolucionando sin necesidad del apoyo de re- Plicantes imaginarios. Personalmente, soy agnéstico en cuanto a la existencia de memes como entidades reales. Pero es indudable que las ideas y los comportamientos se contagian, y en mi opinién, os memes son una metafora til para reflexionar sobre el rol ela cultura en nuestra relacién con las otras especies. Desde ¢l punto de vista de los memes, tener mascotas es un virus 139 138 Los AMAMOS, LOS ODIAMOS Y... LOS CoMEny 105 2 mental que se propaga por imitacién. La idea suena a racién, pero las pruebas en las que se basa esta perverse son sorprendentemente sdlidas. ‘esa hi. mero, al transmitirse mediante el aprendizaje, mes tienden a formar familias. Los padres catdlicos tener hijos cat6licos y los padres circuncidados suclen ta hijos circuncidados. De igual modo las mascotas se fe en familias, los nfios que crecen conviviendo con mascuas suelen tener mascotas en la edad adulta.'™ Es més, 10s nine que de pequefios han tenido gatos, suelen tener gatos de my. vores, y los que han tenido perros, suelen tener perros, En segundo lugar, y de acuerdo con la hipotesis de los me. mes sobre tener mascotas, las sociedades muestran una an. variedad de actitudes respecto a los an los me. Edimburgo estudio las diferentes formas de tener un peroen la isla de Sri Lanka, cuya sociedad culturalmente diversa pre- senta una de las mayores densidades de perros del mundo. En Sri Lanka la religiOn determina si se tiene o no un perro como mascota. En su capital, Colombo, hay un perro en el 89% de los hogares budistas, a diferencia de los hogares musulma- nes, donde solo tiene perro un 4%. El hecho de que un bu- dista de Sri Lanka tenga veinte veces més probabilidades que ‘un musulmén de tener un perro sugiere que el islam vacua sus creyentes contra la infeccién del amor por los cachorrs, mientras que el budismo crea personas mas sensibles. Ademés, igual que otras formas del cambio cultural, memes de mascotas pueden propagarse rapidamente. Durante siglos las mascotas de primera eleccién'™ en Jos hogares + oneses fueron los peces rojos y los pajaros de jaula. Pet tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los japoneses em?® zaron a imitar diferentes aspectos de la cultura american’ los perros cobraron popularidad, y hoy en dia en una cuarta pt /MASCOTAFILIA ea ogares japoneses hay un perro. En China, el pre- epoonsideraba que tener mascotas era un defecto testa razén se prohibieron las mascotas duran- n Cultural. Cuando en 1990 se levant6 la pro- ‘ompaiifa aumentaron casi con tan- de franquicias de Kentucky Fried mente, en el 10% de hogares ur- idad de dinero invertida 1s en animales ascendié nes de délares. te de los sidente Mi burgués ¥ POF * Revoluci6r in, fos animales de c fez como el ntimero Chicken en Beijing. Act n panos chinos hay un perro, y la cant por lx poblacién china todos los tn una década de casi cero a ta rapide EL AMOR POR LAS MASCOTAS Y EL MITO DE LA CAUSALIDAD UNICA jentificos se originan en Ia falsa Muchos de los debates creencia de que si una explicacién de un fenémeno es corree- ta todas las dems tienen que ser erréneas. Personalmente, prefiero las explicaciones simples a las complejas, y me gusta pensar que existe una respuesta correcta a la pregunta “;Por qué los seres humanos tienen animales?”. Pero, ay, no es asi. Cuando los et6logos explican el comportamiento de los animales se refieren a dos tipos diferentes de cuestiones: in- Jn vale también para entender laciones entre humanos y animales. Las cuestiones in- focalizan el cémo del comportamiento: cémo ope- sus mecanismos neurol6gicos y psicolégi- 0s subyacentes. La idea de que el amor por los animales se ve afectado por los niveles de oxitocina de nuestra corrien- te sanguinea es una explicacién inmediata del hecho de tener animales. Lo mismo que la teoriasegin la. cual la gente quie- Foals mascotas porque hacen que sntamos que alguien nos in cambio, las explicaciones tiltimas focalizan el 140 SS ee porgué del comportamiento: cual es su funcién, cémo ey ciona y si ayud6, y cOmo, a nuestros antepasados a sob vir y a transmitir Sus genes a las generaciones siguiente idea de que tener animales domésticos es el resultado me fallo de los intintos matemales es una explicacin diting Lo importante es que ambos tipos de explicaciones pox. den ser correctos. A mf me gusta tener cerca a Tilly por my, chas razones. Al principio la encontraba adorable porque ss ojos gigantes y sus rasgos infantiles estimulaban mis insin tos paternales, los mismos que ayudaron a mis antepasados a transmitirme sus genes. Esta es una explicacién titima de! hecho de tener animales. Pero ademas me divierto jugando con ella a cazar la lucecita de mi puntero luminoso, lacasa no me parece tan vacfa cuando Mary Jean esta ausente y a ves su espiritu deportivo me hace perder el aliento (es capaz de subirse a lo alto de un cornejo en tres segundos). Tilly halo- grado penetrar en mi coraz6n, Esas son explicaciones inne diatas de mi amor por ella. Las diferentes perspectivas sobre el porqué los humanos tienen mascotas también reflejan los sesgos de las distntss disciplinas académicas. Los psic6logos clinicos creen que vt ‘vimos con animales porque hacen que nos sintamos que dos. Algunos bidlogos dicen que tener animales es una for ma de parasitismo de puesta. Y hay sociélogos para quiens: las mascotas son un simple constructo social humane: PY ello un cachorro puede ser un miembro més de una familia de Kansas, un paria en Kenia y un alimento en Corea. Lo fund ‘mental es que nuestro amor por las mascotas, la relaciO® iis estrecha que existe entre humanos y animales, €s Com ee tiene miiltiples capas. Nuestras mascotas hacen que ff a que alguien nos necesita y pueden ser un apoy® Psion cuando las cosas se nos ponen dificiles. Pero también P ser constructos y pardsitos sociales. Los AMAMOS, LOS ODIAMOS ¥.. Los coMEog SS /MASCOTAPILIA 141 — Yo te quiero, aunque socialmente structo parisito. Al fin y al cabo, padezco el vi- dice que nos Ilevemos a perros y gatos a que pensemos en ellos como en nuestros rly, no te preocupes. seas un 6 rus mental que NO* nuestros hogares ¥ hijos. (Querida Tillie, ,te apetece otra golosina?

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