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RaeeCaronte icici me Keon neue sec) Seniors icanas fa y Catharine Good Eshelman vi mes| iets ‘Historia y vida:ceremonial en las comunidades mesoamericanas: ses tos rele HISTORIA Y VIDA CEREMONIAL EN LAS COMUNIDADES MESOAMERICANAS: LOS RITOS AGRICOLAS sf JOHANNA BRODA CATHARINE GOOD ESHELMAN COORDINADORAS mera ediciba 2008 Portada: mate de las often ag {pintor Nicolls de fess), Foto: Cat Amealtepec, Guero Prologo de Félix Baez-Jorge “Tedoslos derechos reservados. Queda probibia fo parcial de esta obra por cualquier prendidos la reprografiay el tratamiento INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO Iimpreso en Mexico PROLOGO Felix Baez- Jorge iwrmoouccion Johanna Broda | REFLEKIONES ACERCA UE LA FUTUALIOAD EN LAS COMUNIOADES MESOAMERICANAS. capiruto 1 cICLOS AGRICOLAS EN LA COSMOVISION PREHTSPANICA: EL RITUAL MEXICA Johanna Broda capiruLo 2 ACULTO AL MAIZ0 A LOS SANTOS? LA RITUALIDAD AGRICOLA MESOAMERICANA EN LA ETNOGRAFIA ACTUAL Johanna Broda caPiTULO 3 cicto ESTACIONAL ¥ RITUALIDAD ENTRE LOS NAHUAS DEA SIERRA NORTE DE PUEBLA, Lourdes Béez carituLo 4 FIESTAS AGRICOLAS ¥ FIESTAS CATOLICAS-SOLARES EN EL GRAN NAKAR Johannes Neureth CAPITULO § LA VIDA CEREMONIAL EN LA CONSTRUCCION DELA CULTURA PROCESOS DE IDENTIDAD ENTRE LOS NAIIUAS DE GUERRERO Catharine Good Eshelman inpice 105: 1. RITOS DEL CICLO AGRICOLA ¥ COSMOVISION capiruioe RABAJANDO JUNTOS: 105 VIVOS, LOS MUBKTOS, LA TIERRA Catharine Good Bshet man capituto 7 BL CULTO A LOS MUERTOS EN COATETELCO, MORELOS UNA PERSPECTIVA IISTORICA Y ETROGRAFICA) Druzo Maldonado i cariruLo # CICLO AGRICOLA ¥ £1. CULTO A LOS MUERTOS ENTRE LOS NAHUAS DE LA HUASTECA VERACRUZANA Arturo Gomez Mi caPituto 9 \OMIDH KWITOL: NINO MAIZ, LOS NINOS EN LOS RLTUALES AGR{COLAS DE LOS TEENEK DE LA HUASTECA POTOSINA Marcela Hernéndez Ferrer ccapiruco 10 SL PODER SIMBGLICO DE LAS MUJERES (LAS RITUALISTAS NAHUAS DE LA SIERRA NORTE DE PUESLA) ‘ourdes Baez carituLo 11 'ULTO A LOS CERROS ¥ #SPACIO RITUAL EN CHICONTEPEC, \rturo Gomez Martinez capinu.o 12 DE ROCAS ¥ AIRES EN LA COSMOVISON INDIGENA! CULTO A LOS "ERROS ¥ AL VIENTO EN FL MUNICIPIO DE TEPOZTLAN ‘hanna Broda y Alejandro Robles cariruto 13 VEMAS ¥ CANGANDHOS: LIMPIAS CON PIEDRAS EN BL VALLE. °EL MEZQUITAL, BIDALGO engi Sinchez Vazquez, va 255 an 209 I, VIDA CEREMONIAL: REPRODUCCION DE LA CULTURA Y RECIPROCIOAD cariruio 14 OFRENDAR, ALIMENTAR Y NUTRIR: LOS USOS DE LA COMIDAEN EA VIDA RITUAL NAHUA ‘Cathavine Good Esheiman caninp 15 ound DEpseADO A TOTATZIN: LA TRADICION CULTURAL SiusonMunicaN BN FETELCINGO, MORELOS Chnudis Leyva Corto capiruLo 16 CULTO EN CUEVA SANTA: UNA PERSPECTIVA HISTORICA YETNOGRAGICA (ATLACHOLOAYA, MORELOS) Lilises Julio Fierro Alonso cariruco 17 EL CERRITO TEPEXPAN: INDIGENA EN BL VALLE DE IXTIAHUACA ‘Guadalupe Barrientos Lopez cariruLo 18. FIESTAS ¥ MANEJO DEL ESPACTO CULTURAL EN ALGUNAS COMUNIDADES OTOMIES DE IXMIQUILPAN, HIDALGO, Angélica Galicia Gordillo cariruro 19 LA Cita NANTSKUA 0 FIESTA DEL CORPUS EN PUEBLOS PUREPECHAS ‘ida Castilleja cartruce 20 [EL CARNAVAL MATLATZINGA! LA FIESTA DE LA SIEMBRA EN SAN FRANCISCO OXTOTILPAN, ESTADO DE MEXICO ‘Alma Garcia Hernéndex capiruvo 2t LA FIESTA A SAN MARCOS Y SU RELACION CON EL CICLO AGRICOLA IN UNA COMUNIDAD POPOLOCA DEL SUR DE PUEBLA ‘Alejandra Gamez Expinost Py 37a as REFLEXIONES 1 Catharine Good Fshel BIBLOGRAFIA (woice o€ FiGuRAS ¥ CUADROS AGRADECIMIENTOS PROLOGO FELIX BAEZ-JORGE En esta obra colective el quehacer etnogrifico y I fertilizan mutuamente. Esta direccién metodolégica p: examen de las dinimnicas culturales inherentes a las cosmovi Fituales de los distintos grupos étnicos que son estudiados en sus péginas (nahuas, otomies, matlatzincas, purépechas, coras, huichol popolocas y teenek). De esta forma los referentes orales registrados En prolongadas temporadas de trabsjo de campo operan co materiales primados para anudar los hilos de Ia i expresiones individuales de le conciencia colectiva. Ciertamente, es liao es un resultado cimero que patentiza el constante esfuera sociedad nacional y bs efectos motivados por globelizacién. A contr pelo de esta secuela modernizante, las comunidades étnicas enseys Phiewes estrategias de reproducci6n cultural orientadas a la cohesi6 ‘omunitaria yla econfiguracién de su identidad grupal. En este proce {os rituales tienen un papel fundamental. Al respecte, estimo de inter citar la teflexién de Jacques Galinier (1999: 109), que indica que estudio etnograficode los rituales: Johanna Broda y Cetharine Good imonio de que el rico cerem manifiesta en muchas fiestas tradicionales en Ia actual antiguas tradiciones culturales que merecen ser zonservadas e inves- tigadas con mayor detenimiento. nuestros dias. Dan Referencias bibliogrficas Alboresy Broda coords, 1997, ‘Aven, 1980 ‘Aven y Brotherston eds, 1983 Aveni y Hartung, 1989 Calendario de fray Fra 8 rem, 1991, ‘ahagin, 1948, 1950-1969, 1956 -epilveda, 1973 uuérezJicome, 1978 icy, 1976, 1978, 1980, 1991 “orquemada, 1975-1980 60 capiTULo 2 ECULTO AL MAIZ O A LOS SANTOS? LA RITUALIDAD AGR{COLA MESOAMERICANA EN LA ETNOGRAF{A ACTUAL JOHANNA BRODA* El punto de partide para mis investigaciones acerca de le ri agricola mesoamericana ha sido el estudio del ritual mexica, tema que he expuesto en el capitulo 1. En el capitulo 2 me referiré a unos estu- dios acerca de las fiestas fetnografia actual que he realizado en los tiltimos atos' y otros que he impulsado en una linea de investigacién sobre estos temas.” Ellpresente volumen es resultado de estas investigaciones que hemos llevado a cabo coordinadamente, En este capitulo abordaré espectos de este proyecto colectivo en el cual la comparacién entre un corpus de datos etnogréficos provenientes de diferentes grupos indigenas y di ferentes regiones nos permite percibir con més claridad ciertos ek imentos y estructuras comunes. Estos iltimos pertenecen a ciclos de fiestas que acompaian a las actividades agricolas en concordancia con Jos ciclos climsticos y estaciorales. Este culto agricola mesoamericano, bien gira alrededor de las fiestas patronales que se celebran en las iglesias de los pucblos,alcanza sus manifestaciones mis caracteristicas enritos que se llevan a cabo en el paisaje que rodea a las comunidades. Se trata de rituales intimamente vinculados a los fenémenos de la + Instat de Investigaciones Histrias, USA, Division de Posgrado, 2A \ Brod, 1995Abres Brod, coords, 1997; Broday Béer-orge, coords 201; Broda 2001 A Meratieroaleeminaro de posgradoinitulad "Organiracinsociaycosmorxonsindgenas de Mesoaméricd™ que imparto a alammnos de la Divisién de Posgrado de la EXAM y del Doctorado en Antropologte dee usin. Este seminaio ene ya una larga history; si bienen sus inicio te abaresron, sobre todo, temas dela cosmovisbn, del culo y de os paitjes 1 tues prehispanicos en los imo aos nos hemos eafocado creclentement en temas de Iaetograf actual Desde el 0 2000 coordino este seminarioconjuntarentcon Catharine Good y Druze Maldonado. a johanna Broda y Catharine Good _ naturaleza: el cultivo del el paisaje miso en el que li juegan un papel preponderant inuidades con la cosmovision y la dujeron los espanoles mente con estas manifestacio culto pil rye hoy fiestas catél El enfoque puesto de qu jon es un fer mnen importancia sino, sobre todo, las ceremonias. ‘creencias (los mitos) s de la sociedad en los ritos, cin de los mi analizar la influer histérica. EL diarse en hi idad popular ex las comuni- ler de vista el dilatado espacio (1988: 392). interesa destacar la capacidad creativa que los lonizacién En este volum: pueblos indigenas han mostrado durante 500 aftos d para reorganizar sus relaciones sociales, sus creenclas ritos articu: Eindolos con las nuevas instituciones de la sociedad misyon ¥ para mantener dentro del abigarrado mundo del sincretismo, una fuerte 62 — Hisora y vida ceremonial en las comunidades mesoarericanas tdentdad propia. En a religisidad populs indigena se manifesta esta fnuima fusion entre as fiesta cat6licasimplantadas por fargo de cinco sighs y Ta vigorosa trad teres americana que mantiene sus races en las culturas prehispanicas. SINCRETISMO Y RE-ELABORACION SIMBOLICA: EL CULTO A LOS ‘SANTOS Y LA RELIGIOSIDAD POPULAR ge un acontecimiento central ¢ irreversil nuevas respuestas crea han sido abordados de manera novedosa por Félix Baer-Jorge en afios recientes? De acuerdo con este autor, la Colonia es: conceptuadaa partir de a dialéctice de la colonizacién con sus secuclss simbélica y resistencia ala religion. icon y la modernidad (1998: 65) Con referencia al proceso histérico, Béez-Jonge constata que: [uo] decapitada la inteligencia mesoamericana [prehispénica], desman- teladas las manifestaciones can6nicas de las religiones aut6ctonas por cl aparato represiv st de la Corona Espafiola, los cultos populares emergieron como alternativa a la catequesis crist ‘o como mediadores sinbolicos que, en algunos casos terminaron sint®- tizindose con las deidades catblices (ibid, 327) [cursivas |B.) En la Colonia tuvo lugar una reinterpretacién simbdlica (Bartolomé y Barabas, 1990) y la configuracién de nuevas tradiciones popularess 2 la vez se conservaron elementos antiguos que se articularon con la nueva religién impuesta por los espafioles. Por lo tanto, un aspecto iadasaqul debe mveho losis planteamientos de roceaae cloniaes ye sneretismo de 1s Catharine Good las propiedades ret deologias 'y que situar el culto a los santos pa las comunidades indigenas que ocupan 1s procesos ideol6gicos desencader a que: 10 (1998: 155). Las comunidades ind 1 las imposiciones de la p complejo proceso de ev tado formalmente los simbolos de la religién dot en el nivel profundo de su dinémica ha mantenido lealtades a tradicionales gestados en el seno de las comunidades devocio! el mismo sentido afirma Johannes Neurath (en este v incretismo religioso's6lo mantuvo 64 — Historia y vida ceremonial elas comunidades mesoamericanas nahuas del Alto Balsas como xticotoniskeh, “no romperemos ¢l cordén’ natjecn la tradicién de sus ancestros (Good, cap 5 en este volumen) Esta reproduccién ideol6gica que ha tenido lugar al interior de las comunidades ha sido fundamental para la sobrevivencia y cohesion 3. Elsincretismo religioso que surge a partir del ‘0 prehispénico que antes habian fermado parte de la religin estatal, Entre ellas el principal elemento wel culto egricola que se encuentra en intime relacién con las tnanifestaciones de la naturaleza (Broda, 19912, 1995). En este contexto persisten muiltiples.clementos de la cosmovision y del calendario mesoamericanos. Esta continuidad se explica por e echo de que siguen existiendo en gran parte las mismas condiciones ‘geogréficas, climéticas y los ciclos agricolas, Perdura la dependencia ee ins comunidades de una economia agricola precaria y el deseo de Controlar estos fenémencs. Por lo tanto, los elementos tradicionales dela cosmovisiOn y los cultos al agua y ala fertilidad agricola siguen omtespondiendo # las condiciones materiales de existencia de las co- munidade: ‘ce comprender su continuada vigencia y el sentido que retienen pare sus miembros.* CICLOS DE FIESTAS ACTUALES: LA RITUALIDAD AGRICOLA Enadelante presentaré una sintesis* refiriéndomie a una serie de fiestas sclectivamente, analizadasen el orden de sus fechas, Hay que adverts que nose trata del ciclo en una sola comunidad, sino de un corpus de datos 2 partir del cual pretendemos buscar denominadores comunes y re- ‘construir la estructura y el orden interno del ritual dentro de wn sistema regional de transformaciones* Los datos comparativos nos permiten percibir con més claridad ciertos elementos y estructuras comunes que ‘uestran vinculos con laritualidad prehispanica. La estructura de estos 4 Cf Beoda 1991, 1995, 2001s Medina 1985, 200: Flresano 199. ‘ei els no pretends ser exiastiayenl presentciondelos ejemplos, toss dscriben de manera furrtemente resus. © © Parnes trmino cr Neorath (en este volumes) Bs de nowar que el gran pecan dela Pang rie pa sipeaiuimennete dae Seen a ea Fitos que inician el ciclo agricola Febrero 2: La Candelaria, En cierto modo, esta fiesta dedicada a la ‘Virgen de la Candelaria y al cesta festa era importante en un extraordinario arraigo, sobi quenca de México. Se convierte en la fiesta principal de Xo donde la veneracién al Nifio Jestis ~el Nifiopa~ se inserta en un exuberante contexto de simbolismo agricola (Martinez, 2001). En muchas comunidades se bendicen las sei La Cand aunque la siembra tendré lugar mucho tiempo después, ibe de los nifios sobresale en esta fiesta, n Xochimilco, sino tam- | pueblo de San Juan Teotihuacan se cuenta Je tener acceso al mundo subterrineo, que es enas del control del -s voicanes también de San Gregorio— es una fecha importante, es cuando suben ofrendas a “Don Goyo” (Popocatepetl). tras fechas del culto a los volcanes son el 3 de mayo, el 13 de junio y el 15 de agosto. B] Dis de Muertos también es celebrado por los graniceros que agradecen a los yoleanes el cumplimiento del ciclo estacional (Glockner 1996; Albores y de Toluca, de Texcalyacac, v > neste sentido, este capitulo y el capitulo 1 forman una unidad y seberan consultarse conjantamente = "Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas del 3 de mayo, 15 de agosto y 2 de noviembre (Albores 19975 Broda, 1995). ‘La Semana Santa —como es sabido, se trata de una fecha movible-, sin duda, es una de las principales celebraciones en el calendario ‘fstiano. En ella se ha producido un sincretismo muy complejo, que ria grandemente de regiOn en tegi6n, Por su fecha en marzo 0 abril, J; Semana Santa abarca un simbolismo agricola que en algunos lugares te mis fuerte que en otros. El Santo Entierro —representacion de la famba de Cristo- también se vincula estrechamente con la fertilidad por st asociacin con la muerte yl tierra, como por ejemplo entre las comunidades nahuas del Alto Balsas (Good, comunic personal). Entre los coras y huicholes del Gran Nayar, el Santo Entierro se iden- fifica con el sol muerto que baja al inframundo (Neurath, en este importantes elementos de simbolismos agricola y sexu con Ia tierra y el inframundo, de donde provienen la fertili planta sagrada del matz (Béez-Jorge y Gomez, 2001; G otro Lado, los nehuas de Tetelcingo (Morelos) atribuyen a Tota nuestro venerado padre” identificado con Cristo, el exitoso desenvol- lo del maiz y le rinden culto en este sentido (Leyva Corro, en este volumen}. La peticlén Ge jluvias San Marcos (25 de abril) es una fecha significativa en términos del ciclo agricole y se celebra de manera particularmente importante en Guerrero (Good, 20012, b), entre los popolocas del sur de Puebla (Gimez, en este voluumen), asi como entre los mixtecos y los mixes de ‘Oaxaca (Torres, 2002).Sin embargo, también destaca en otras lejanas regiones de Mesoamérica, como por ejemplo entre los chor' Honduras (Wisdom, 1940; Girard, 1962). En numerosas comunidades ‘an Marcos marca un periodo de nueve dias que antecede Ia celebra- cién de la Santa Cruz.* © La segunda ver en el ano pe se festea a San Marcos es 7 de octubre, a finales dl clo agicela (Gir, en ete volumen), er Johanna Broday sharin Good La Santa Cruz (2/3 de may muchas comunidades indigenas de Mé ritos concretos difieren segtin el contexto region se vinculan simbélicamente con el cambio de la e adveni as (marcado por el paso jp de la siembra. Segiin he comenitado amplia- resante fiesta se celebra con particular elaboracién des nahuas del Alto Balsas iia de Guerrero. Al Ja preparaci cerros prote y smportante entre y Honduras. Los in le cosmovisidn mesoamericana, riquezas que garantizan € 2, 3y 4) meet En la region dela Montafia, cerca de Cit ria el gran pozoo Petin de lavas on fata del cove San Juan Ameyatepe, Gere, 2do majo falla natural de Oztotempan, que es un centro regional de pere- (to. Brod, 190. comunidades grinaci6n para una amplia regi nahuas. Desde el 12 de abril (aproximadamente) llegan los peregrinos a este lugar, donde las ce alcanzan su apogeo entre el 25 de nas otras regiones la fiesta de la Santa Cruz no ti abril y el 2 de mayo, cuando alrededor del precipicio o en una capilla extraordinaria importanci 10s encaminados a pedi que contiene decenas de cruces que representan a pecesaria paca la siembra,se distribuyen en diferentes fechas durante los nidades, se entonan las plegarias que piden la Iluvia y meses de mayo y junio, Mencionaremos algunos ejemplosen adelante: la gente (Sepilveda, 1973; Good, 20012, b; Broda, 2001b) E115 de mayo, dfa de San Isidro Labrador, se festeja en la comu- En el altiplano central, en el valle de Ixtlahuaca, se encuentra otro nidad matlatzinca de Sen Francisco Oxtotilpan. En esta regién del ‘centro importante de peregrinaciones: el cerro de Santa Cruz Tepexpan. noroccidents del Estado de México tradicionalmente han convivido Fn sus dos fechas principales, el 3 de mayo y el 15 de octubre (Santa nahuas, matlatzincas, mazahuas y otomies; pertenece a la Tierra Fria y “Teresa), este santuario atrae a miles de peregrinos otomtes y mazahuas lasiembra tiene lugar entte abril y mayo. Llama la atencién que el simbo- de-una amplia regi. Las festividades y danzas duran mas de una semana. 0 lismo agricola y la petic La principal finalidad en la Santa Cruz esl peticion de lluvias para el + enmla celebracién del carnaval matlatzinca, cuyo rasgo sobresal ciclo agricola. En esta regién fria del altiplano el 3 de mayo coincide referente a la fertilidad dela tierra y de la gente (Garcia, en este volumen). on el inicio de a siembra (Barrientos, 2001, en este volurnen).”” Por otro lado, en la ‘Tierra Caliente del estado de Morelos, en San Juan Coatetelco, se siembra hasta fines de junio y principios de julio, Enel dia de San Juan (24 de junio) ~Ia fiesta patronal de esta comu- fnidad de extraccién nahua-, los encargados rituales efectian una peculiar ceremonia que consiste en Hevar ofrendas a los “aires” (veyecame) a més de 30 lugares en los limites del territorio ej Che Broda, 198, 69 sala Santa Oruz en posters dl pusblo, Ameyaltens 7 0 Fguas 1 comookende ala Santa Cruz. Amealtepec, Guerrero, 2 demayo fot.) Broa, 1800 comunidad (Maldonado, 1998, 200: En varias regiones del pais, estas pet fecha fija, es decir, son ‘movibles’, Asf, el ritual que se efecta en la Cueva Santa de San Bartolomé Atlacholoaya, Morelos, tiene lugar en Ia fiesta movible de la Ascensién de Cristo (a fines de mayo/principios de junio). La poza de agua que se encuentra en el interior de esta cueva sagrada tiene poderes mégicos en relacién con las llwvias que son ierro, en este volumen). Por otra parte, en ‘de Tepoztlin, Morelos) les ceremoni fable durante el mes de mayo, segin cas de un afio dado. Los especialistas rituales 1 pueblo a nueve sitios sagrados, 0 “siete cuevas” a espectacular paisaje del lugar. Las oftendas van ‘das a los “aires”, que son concebidos como nifios caprichosos que n ppabitan cuevas y barrancas, son causant storia y vide ceremonial en las comunidades mesoamericarcs enfermedades y controlan jempo” estan intimamente Vinculados al viento, deided prehispanica que recibia culto en esta Tegidn montafiosa del norte de Morelos (Huicochea, 1997; Broda y Robles, en este volumen). Tn el caso del Postectli la montatta sagrada de Chicontepec, Vera- ‘qur las ceremonias se realizan anualmente durante el mes de junio fn un dia que se determina segin las condiciones climaticas, Este ritual Sh extraordivario interés, por su fuerte carga religiosa prehispénice, SE gbordado por Arturo Gémez en este volumen. El Postectitla, a nen Guerrero, es un centro de peregrinacién, -a de la Huaxteca veracruzana, donde nahuas, es, totonacos y teenek han convivido desde tiempos inme- a evangelizacién durante le Colonia fue tenue. EL Postectitla es el lugar de residencia de Apanchaneh, Ie diosa del agua ‘a quien van dirigidos las plegarias y los sacrificios (ci. Gomez, 2002), Finalmente, lacelebracion de la fiesta catdlica movible de! Corpus Christi en pueblos de a regidn purépecha de Michoacén alude también a précticas rituales de raiz mesoamericana, como es la peticién de que a buena temporada de lluvias para el cultive del de elementes vinculades al cerro, como la caceria ritual jon de diversas plantas, flores y frutos caracteristicos de en este volumen). jempo atmosférico. Estos “sefiores Celebrando la maduracién de la planta del maiz En el ciclo agricola, el mes de agosto marca otra etapa importante. La milpa esté creciendo y se necesita garantizar el exitoso desenvol- yimiento de este proceso. En el barrio de la Santa Cruz en Teportlén, Morelos, la igiesia esté dedicada a una antigua imagen de San Salvador. Sibien la fiesta del barrio se celebra el 3 de mayo, dia de la Santa Cruz, Ja segunda fiesta del barrio se festeja el 6 de agosto, dia de San Salvador. Una semana después se hacen unas significativas ceremonias en la “milpa del Santo”! En el centro de la milpa se eleva un cruz floreada Setrata de un vestigioanscrénico das te ‘eaamortizadas con las Leyes de Reform Republicade Indios que fueron en vigenca hasta a actaliad, Johanna Broda y Catharine Good ysmediante trabajo comunal, se ejecutan las labores agricolas necesarias para el crecimiento del maiz. En la vispera, en el patio de la iglesia, las mujeres preparan unos tamales c verdes de mafz; serén consumidas entre la colectividad en del santo’. EI 15 de agosto, la Asuncién de Maria, es una fiesta catolica de gran trascendencia littirgica en el Mediterréneo. En México adquirié un preponderante simbolismo agricola. Entre las comunidades nahuas de Guerrero la gente sube nuevamente a los cerros para sol desenlace del ciclo de cultivo (Good, 2001a; Broda, 20% comunidades nahuas de za en la que llevan largas matas de (Villela, 2001 y comur La maduracién del 10, 1999). rrero con la ceremonia la gente sube por tercera veo al cerro, yalo »”), en unos ritos claramente relacionados cor 10 en general y en Morelos y maduracién de los pri- meros elotes. Este periodo culmina en el dia de San Miguel, el 29 de septiembre. En Morelos se celebra la fiesta del pericés significado simbélico y agricol ierra, 2000). Ein Coatetelco, (Maldonado, 1998, en este volumen), y en Ameyaltepec, Guerrero (Good, 1996a, 20012. en este volumen), Jos muertos hacen su aparicién en la fiesta de San Miguel y comparten con sus familiares la alegria de Jos primeros elotes. De esta manera, los muertos demuestran su intimo ‘antes transformaciones en Is Nueva Espana. 74 © yinculo con el ciclo agricola, con la — © _Historia vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas P.__Historia y vida ceremonial en Tas comunidades meemerioanat ilidad y la suerte de los vivos. Jnwe los teenek de San Luis Potost (Herndndez Ferrer, en este vo- jumen) los muertos y los ancestros, entre ellos los nifios difuntos, Imbién legan en esta fecha, son recibidos con muchas atenciones y se quedaran en la comunidad hasta el 1/2 de noviembre, cuando fnalmente retornan al mis alli de donde velarén por el bienestar de gu comunidad. Es de notar que, segin datos recopilados entre los Sahuas de a sierra de Puebla y los nahuas de la Huasteca veracruzans, os difuntos permanecen atin més tiempo en las comunidades: su regreso se atrasa hasta noviembre 30, el dia de San Andrés ‘Otra interesante fiesta de significado agricola se celebra el 4 de oc- tubre, dia de San Francisco. En Olinala, Guerrero, los nahuas hacen’ tuna procesién por el pueblo en la que llevan como emblemas unos altos pastones adornados suntuosamente con chiles rojos y verdes, otros pro- ductos agricolas, plantas y flores (Long Solis, 1990). Estos bastones floridos son altamente estéticos y recuerdan las insignias de los dioses prehispénicos en los cédices. El ciclo agricola mesoamericano llega a su fin en el Diade Muertos, 12 de noviembre. Esta fiesta, en parte ciertamente de origen europeo, se combind en México con la celebracién de la cosecha. Los aspectos del culto a la muerte son los més conocidos; sin embargo, ha pasado ‘is inadvertido el profuso simbolismo agricola que caracteriza a la fiesta, No es casual, segiin la cosmovisién indigena, esta {intima aso- ciacién entre los muertos y el ciclo agricola, segin comentaremos a continuacién. PERSPECTIVAS INTERPRETATIVAS Sin duda, la fiestas que hemos comentado en esta breve sintesis perte- necen al santoral catdlico y es necesario indagar ms acerca de su signi- ficado y la estructura festiva en Espafia y en Europa en general. Las ceremonias medievales europeas, muchas de las cuales fueron supri- midas a partir del Renacimiento y de a Ilustracién, han sobrevivido en algunos rincones de ls apartadas regiones indfgenas de México. Estos ° Ber cap. 3, en este volumen; Gomez, cap. 8, en et volumes, 75 Johanna Broda y Catharine Good _ las procesiones (tapices, pétalos de lores y aguias de pino esparcidos en el pis, de semillas y de cosechas; la adoracién de cruces en cerros, cuevas ¥ ¢ Ja entrada de los pueblos; el culto al agua, etc. Hace falta llevar a cabo la comparacién sistemtica de tales elemen- mando en cuenta En esta perspectiva, las investigaciones aquf resefiaclas aportan datos etnogrificos contundentes que demuestran que los ritos agricolas y de peticiOn de lluvias estin determinadas por las cordiciones locales, En Europa, que se sitiaen la latitud norte entre aproximadamente 36° yy 60° (Espafia tiene lo climatico es total: mente difere wierno es la €poca fria vuando la natura leza esté dormida; la primavera, que va de marzo a mayo, es cuando la rnaturaleza empieza « resucitar después de los rigores del invierno. En Espatia el verano, que se extiende entre j ‘extrema- damente caluroso y seco, mientras que a partir de octubre el otofio trae fifo, niebla y Iluvias. La cosecha tiene lugar entre agosto y septiembre, pero termina mucho antes del Dia de Muertos. ‘Segtin he argumentado en anteriores publicaciones (198 en a latitud tropical de México (aprox. 15%-23°latitud N) la di climética fundamental es entre la estacién de secas y de lluvias. En un lima extremoso y una geografia montaiiosa y escarpada, la falta de agua durante los meses de mayor sequia (marzo, abril, mayo ~jno se trata de la primavera al estilo europeo!-) o el exceso de ésta durante la 16 jida ceremonial en las comunidades meroamericanas estaciOn de iluvias, sigue siendo una realidad apremiante para el cam: ‘i | Los ciclos agricolas que dependen de estas han mantenido una continuidad ancestral en ® pasta la época prehispanica. En Ie civilizacién mesoamericana la observacion de la naturaleza jugaba un papel fundamental e imprimfa su sello ala cosmovisi6n. El ‘culto del Estado mexica, que es el mejor documentado historicamente, giraba alredecior de las actividades productivas, y porlo tanto el vinculo Entre las condiciones climSticas, geogréficas y agricolas determinaba cde manera decisiva e! ritual ‘Aquino es el lugor para resefiar detalladamenteel ciclo de las fiestas dels dioses de la lluvia y del mafz en la sociedad mexica. Lo he hecho grafia actual y que, de acuerdo con m ia ancestral de la cosmovision y ‘cundante. La division bisica del afl era entre la estacién de secas y de Iuvias. En la cosmovisién prehispanica ~compartida en toda ‘Mesoaméricalos cerros y las cuevas (que son elementos destacados lps) atbengan no silo el ag ine, sno tambien Is | Figuezas y el maiz. Los cerros se invocan para que dispensen 2 dela lluvia y den acceso al don del maiz, ae ee $8-En estos paisajes rituales transformados por medio de la cosmo- E vision, las piedras también eran elementos importantes, De acuerdo . Good (20012, capitulo 6 en este volumen), las piedras equivalen Fallos huesos de los ancestros (cfr. Sanchez, en este volumen), Ellas Be forman parte constituyente de la tierra; por eso en ellos se grababan i figuras y simbolos y se esculpian petrograbados, relieves y“maquetas” B , 1996, 19972). 1 recientemente, por los proceso econbmics dela globalizacién yd neoliberal, stacion ext camblandoradclmenteenel campo o, mis ben, f vids en Is regions ie habtan ls campesinos indigenes pobte se hace cada vez ds insortenible para la encia yl gente que yan encuentra ststentoemigra alas dudadeso «Estado Unis. 7 y ton papel importante en el cic fos velaban por el bienestar de su comunidad y prestaban {que se desarrollaran exitosamente [2s actividades ido, los mexicas hacfan ofrendas a los muertos io del aio agricola; lo hacian sto y septiembre (Xocotlhuetzi). La llegeda de los esta de San Miguel parece ser un remanente de festa cosmovision, al igual que la permanencia de ellos hasta el Dia Ge Muertos (o hasta San Andrés, cl 30 de noviembre), cuando se celebra la cosech: “Todas estas fechas en relacion con el culto de los muertos ai suas de la Huasteca veracruzana, donde maron que “los indios imaginan que los difuntos se conviert cultivadores y cuidadores de la planta del n ‘Gomez, capitulo 8 en este volumen). inalmente, hay que destacar el papel de los nitios en esta cosmo- En anteriores publicaciones he analizado detenidamente este tema 71, 1979, 1983, 2001). Los sacrificios de infantes eran el sacrificio humano més antiguo en Mesoamérica y pertenecian al culto de las deidades de la lluvia y de los cerros. Estos sacrificios se hacian durante Jos meses de mayor sequit (febrero-abril). Los nifios tenfan similitud pero también con los “airé Fiento, Ehecatl, Esta concepci6n sobrevive hoy dia en la creencia tan “difundida en los “aires”, que son caprichosos seres pequefios ~como nifios~y viven en las cuevas, la barrancas y el monte. Elles ‘traen la Huvia. En Morelos reciben ofrendas durante los meses de mayo y jut Los ahuas de la Huasteca veracruzana igualmente creen que los nifios muertos habitan en el cielo como nubes y neblinas y que bajan como ares y torbellinos para fertilizar la terra con la Ihavia (G6mez, cap. 8) + ae aspen pocn edad Sela rtaidadagrela se encuentra pase documentado Bae reine ce Good, er, Maldonado: Ges Herne Fen dot ena presente volume (Condos contayen une aparacon important dl proyecto Sete deimetignm ayo rsa exe i. 2 Fleachen, 197; Broday Robles en ete welumen; Fer en este volamen; Maldonado, Historia y vida ceremonial en las comunidades mesoamericanas sin embargo, los nifcs también tenfan una fntima relacién con el maiz, De acuerdo con la cosmovisién mexica, los nifios al ser sacrifi- ‘idos en los cerros se incorporaban él Tlalocan, el espacio al interior Sete tierra, donde en ls estacién de lluvias germinaba el maiz. Los {afantes sacrficados se identificaban no slo con los taloques, sino sbién con ¢l maiz que apenas iba a sembrarse. En cierta forma, los hhihos eran el mafz. Los riflos muertos desempeftaban un papel activo gn el proceso dela maduracién de las mazorcas,y desde los cerros (es Gecir el Tlalocan) regresaban a la tierra en el momento de la cosecha, {l término de la estacion de Iluvias, cuando el maiz ya estaba maduro (jlo nifios eran ls mazorcas!).* Una analogia de sorprendente pare- ‘Gdo a esta concepcién mexica la encontramos en el dios-nifio Dhipak Ge los teenek de San Luis Potos| y el papel de los nifios en el cumpli- miento del ciclo agricola (Hernandez Ferrer, en este yolumer Is nahuas de la Huasteca veracruzana comperten ideas similares (Sandstrom, 1998, Gémer, capitulo 7 en este volumen).. Hemos analizado una serie de conceptos que en la cosmovisién prehispénica se vinculaban con el ciclo del culivo del maiz que consti- tufa la base material de existencia de las antiguas culturas mesoame- ricanas. Segyin ha argumentado convincentemente Enrique Florescano tn varios libros recientes (1995, 1999), a partir de esta base material Ja concepcibn del crecimiento de la planta del malz se asocié a las dei- dades y se convirtié en el més importante simbolo sagrado de estas calturas. En la época prehispénica, con sus sociedades estratificadas go- bernadas por sus propias élite, esta cosmovisién era compartida por los diferentes estratos de la sociedad. El exuberant ritual se basaba en Ia estructura calendérica, que fue uno de los rasgos mas sobresalientes ‘que compartian todas las culturas de Mesoamérica. El afto solar (de 365 dias) se dividia en 18 meses de 20 dfas (mis 5 dias). En cada uno de los 18 meses se celebraba una fiesta principal y numerosas ceremo- nas menores que marcaban periodos preparatorios o posteriores alas ‘grandes fiestas. Los rituales dedicados a las deidades del agua y de! matz formaban una parte integral de esta compleja red de ceremonias que encontraban su justficacién ideol6gica en la cosmovisi6n, o explica- ‘cin del cosmos, propagadas por el Estado prehispénico. © orqusmada 1969: 151; Boda 2001: 216 79 Johanna Broda y Catharine Good Este sistema se fundaba en una tradicién de siglos ~y mil tamente a raiz de la Con ligados cot jeron como parte coherente dentro de un universo cultural frag- mentado que fue expuesto a fuertes presiones de cambios sociales & ideol6gicos. En este y otros trabajos anteriores (Broda, 1995, 2000b, 20011 propuesto la hipétesis de que la continuidad de los rituales a indigenas después de la Conquista se basa en la estructura del calen- dario, que era una herer vacidn astronémica y de los ciclos de la natur ‘cuatro fechas que marcaban los momentos claves del decir, st Estas fechas (3 de mayo) siguen siendo fechas claves del ato ritual. Sin embargo, al estructura bisica hay otras fechas que adquieren importancia en algunas regiones y comunidades, sobre todo en lo que se refiere a los 10s de peticidn de lluvias y del inicio de la siembra que s¢ extienden alo largo de mayo $ del buen desenlace de la maduracion del maiz que se celebran durante los meses de agosto y septiembre. Finalmente cabe sefalar que el estudio comparativo presentado aqui ayuda a percibiz estos rasgos comunes del ritual que hemos desta- cado en el anélisis de la etnografia, aunque naturalimente ninguna ‘comunidad celebra todas las ceremonias en su conjunto, Propongo que se trata, en los casos particulares, de variaciones dentro de un patron ‘comin fuertemente arraigado. Este patrén comiin, si bien recibié importantes influencias cristianas, sobre todo por medio del los santos, en su estructura basica deriva del calendario ritual prehis- $n del afo resulta edviden de nuevo los periods entre los so produce una subdvsin en ocho partes. Para mayores det = ‘istoriay vida ceremonial en las comunidades meseamericanas nico, Bl simbotismo de estas fiestas y su estrecho vinculo con I Parmovsion y la observacion de la naturaleza, tienen raies profundas {que se hunden en el pasado remoto. Si bien estas aseveraciones son de tipo muy general no obstante deberian formar el marco de referencia para estudiar los ritos agricol fn la etnografia actual. El ritual forma un campo de estudio privi- Jegiado para analizar los procesos de sincretismo ideol6gico que eestran Ia asombrosa profundided hist6rica de ciertas creencias y pricticas indigenas,y su extraordinaria riqueza cultural Referencis bibliogréficas ‘Albores, 1997 Medina, 983, 2001 ‘bores Broda coords, 1997 Neff, 2001 ‘Biez,cap.3 en este volumen Neurath en ese voluman 1986, 1994, 1998 Sanches Vazqueren exe volumen ‘éez-Jorge y Gomer, 200) Sani 1998 ‘Barrientos, 2001, en es Sepalveds, 1973 Broda y Béez-lorge, Boda y Robles, en est volumen Castilleja en este volumen Celestino, 1997 Feerro,eneste volamen Florescano, 1995, 1999 GGalicijen ete volumen ‘Wisdom, 1940 Gimex,en este volumen Garcia Heméndez, en este volumen Girard, 1962 Glockaes, 1996 (Gomer, 2002 Good, 996a, 20012, 2001b, cape. 5, 6, ‘neste volumen, Herndndes Ferrer, en este volumien Hlicochea, 1997 Leyvajen este volumen, 1980 1998, 2001, en estevolumen at

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