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Examen Parcial de Historia Política y Social Latinoamericana

Universidad de Belgrano

Alumnos: Alfonso, Matias y Sánchez Bravo, Víctor Manuel


Profesor: Suarez, Fernando
Fecha de entrega: 17 de mayo de 2023

Objetivos:
*Realice un ensayo donde vincule algunas interpretaciones generales sobre la
historia de América Latina, desde finales del siglo XVIII hasta mediados del
siglo XX, a partir del análisis y la comparación de tres casos nacionales
asignados de forma aleatoria. El mismo deberá partir de un disparador también
asignado por sorteo. El texto deberá priorizar lo analítico a lo descriptivo, debe
articular la mirada general con los casos específicos.

Disparador: De burócratas coloniales a políticos profesionales.

Países estudiados: Venezuela, Paraguay y Ecuador

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Desde el inicio
Un punto de partida no muy alejado en el tiempo y que ayuda a contextualizar algunas
premisas desarrolladas a lo largo del texto fue la gran división que sufrió el Virreinato
del Perú a lo largo del siglo XVIII, que pasando de controlar toda Sudamérica fueron
escindidas de si nuevas intendencias y virreinatos, siendo los mas importantes el
Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Rio de la Plata. Su creación trajo
consecuencias muy positivas para la corona, puesto que eliminaba los ya inoperantes
cargos ocupados por la clase noble en América en favor de profesionales que supieron
sacar jugo del surgimiento de nuevos centros económicos en la región y de la
recaudación de hacienda. A su vez, permitió un control militar mas eficiente, ante las
latentes amenazas de los imperios de Portugal e Inglaterra, como a su vez para la
supresión de levantamientos indígenas y populares.
Sin lugar a duda y a pesar del corto tiempo en el poder (al menos bajo tutela española),
estos nuevos burócratas coloniales tuvieron repercusiones que llegarían hasta casi
entrado el siglo XX, siguiendo con los autores Manuel Chust e Ivana Frasquet 1, nos dan
unas intenciones para una afirmar este supuesto. Manifiestan que “las independencias
no supusieron más que continuidades. La verdadera revolución estaba por llegar”
(p.20). Esto se basa en que la ruptura no es una cuestión de blancos y negros, criollos
apoyaban el bando realista y entre los propios revolucionarios locales había disputas
armadas por cuestiones heredadas del régimen virreinal. A su vez, destaca el interés y la
adopción local de muchos postulados propuestos en las Cortes de Cádiz y su similitud
con los reclamos de los cabildos americanos. No solo contemplaban igualdad de
representación política o la soberanía popular, sino la eliminación de las autoridades
virreinales en pos de gobiernos autónomos y el beneficio local de las recaudaciones
tributarias. Sin duda nos da que pensar que hubiese sido de América si Fernando VII
hubiese aceptado la Constitución de 1812 y reconocido los autogobiernos de América,
puesto que los reclamos independentistas se cumplían, únicamente con una
continuación del orden colonial máximo.

Los primeros ejecutivos organizados


Quisiéramos en esta sección hacer una muy breve revisión de las constituciones o leyes
que regularon la manera en que se conformarían los primeros gobiernos en cada uno de
los países en el que enfocaremos el presente ensayo. Esto nos ayudará a vislumbrar los
primeros pasos en la formación de administraciones autónomas, las responsabilidades
que asumirían los representantes electos, los requisitos para su postulación y el poder
abrumador que daban a la elites locales. No buscamos dar un análisis evolutivo a lo
largo del periodo abarcado durante este trabajo, simplemente destacar cuales fueron las
intenciones expresadas luego de la directa independencia, puesto que nos mostrará que
relación querían estas colonias mantener respecto a su antepasada metrópoli.
El Reglamento de Gobierno de 18132 que firmó Paraguay durante la ola de
autonomización de 1810-14 fue un fallido intento de repartir el poder entre los dos
principales héroes de la revolución. Nombraba a dos cónsules, para los cuales dividía
todas las atribuciones ejecutivas, judiciales y militares equitativamente o teniendo que
ser acordadas entre ambos. Esta centralización dotaba al sistema paraguayos de nulos

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pesos y contrapesos, solo ante la existencia de cónsules opositores entre sí, a lo cual el
sistema quedaría en un statu quo total. Un hecho no menos importante es que este nunca
menciona la palabra “independencia” o intenciones respecto al trato futuro con el
gobierno español, con lo que se demuestra intenciones de seguir en la nomina española,
pero sin el estricto régimen de los burócratas coloniales porteños.
La Constitución de Cúcuta (1821)3 fue sancionada bajo el régimen de la Gran
Colombia, por lo que Ecuador y Venezuela, además de Colombia y Panamá, fueron
afectadas. Estableció la creación de nuevas divisiones subnacionales, las condiciones
para un sufragio muy censitario e indirecto, separación de poderes y cámaras, etc. Con
la disolución de esta República, en 1830, cada nuevo país emprendió la sanción de
nuevas constituciones independientes, para los cuales el nivel de detalle expresado en
Cúcuta serviría de amplia inspiración, sino decir una copia casi directa, como es el caso
de la Constitución de Venezuela de 1830. Ecuador se tomó algunas libertades extras
debido a la necesidad de implantar algunas políticas federales para la concordia de las 3
regiones firmantes, Quito, Azuay y Guayaquil.

¿El sistema se refundó o solo cambió de manos?


Una de las hipótesis que plantearemos en este trabajo es la de una continuidad del
ejercicio del poder colonial en estos estados nacientes post revoluciones, contrario a la
historiografía nacionalista que enarbola la creación de un orden político desde cero. Con
esto no nos referimos a que los virreyes o capitanes locales siguieron ejerciendo su
poder según los designios de la metrópoli, sino que (al menos en los años mas directos)
varios de estos funcionarios coloniales conservaron su poder y que otros nuevos fueron
ocupados por los locales, pero desarrollando las mismas tareas que antes lo hacían los
comisionarios españoles. Preferimos también evitar la argumentación en torno a la
inclusión de partidarios realistas en las juntas de gobierno temporales surgidas en los
distintos países revolucionarios, puesto que si bien su inclusión en el debate fue
sumamente importante (al representar una parte activa de la sociedad que aun esperaba
con buenos ojos el regreso del monarca español al trono) su influencia fue muy
esporádica, producto de la rápida disolución de estos cabildos.
Halperin Donghi4 explica muy bien la visión de Simón Bolívar de mantener el antiguo
orden colonial en la Gran Colombia. Para el libertador, “se habían socavado rasgos del
orden colonial cuya vigencia seguía siendo necesaria para asegurar la supervivencia
de cualquier orden político” (p.216), a la vez que postulaba la necesidad de mantener el
articulado territorial de los países independizados a como estaba antes, lo cual no
sorprenden entendiendo su visión autoritaria, centralista y de miedo a la democracia.
Con todo esto, no caben dudas del intento de conservar el poder en las elites políticas
que ya ostentaban el poder como burócratas coloniales, con la única diferencia de que se
aligeraban las cargas fiscales y estos podían explotarlas por su cuenta y no por la
hacienda española, sin darse cuenta de que muchos de estos optaban por el modelo
liberal. Por ello, el apoyo al modelo bolivariano fue cayendo hasta su desaparición con
el fallido intento de establecer una dictadura, su derrocamiento y exilio. El liberalismo
que vino atrás del conservadurismo bolivariano no trajo democratización o conquista de
derechos, sino era una expresión política dispuesta a borrar esa mancha colonial que era

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cubierta por los conservadores privilegiados; la victoria liberal cerró toda puerta a una
continuidad del modelo colonial en la Gran Colombia.
El caso de Paraguay es único entre los otros analizados, no solo se caracterizó por ser un
régimen colonial en la práctica descentralizado y flexible, con pocos cargos destinados
al escarmiento a la población tanto del campo como de la ciudad y todos fueron
abolidos posterior a la declaración de independencia en 1811. El encomendero era sin
duda uno de los mas destacados, encargado del control de la población indígena y de su
efectividad productiva (de yerba mate y tabaco). Así como los otros, su rol fue abolido,
pero no sus grandes posesiones económicas y latifundistas adquiridas durante este
periodo. Una de las mayores campañas llevadas a cabo por el dictador De Francia fue la
eliminación del poder de los terratenientes, eclesiásticos y de los exportadores de
materias para pasar a su concentración en manos del estado. Sin embargo, muchas de
estas familias (ahora inmersas en su gobierno) siguieron con un altísimo poder, como lo
fue la familia López, que a su muerte asumirían la presidencia de Paraguay hasta casi
finales de siglo, obviamente de descendientes encomenderos criollos.

El caudillismo como puente entre etapas


Con la independencia ya en las espaldas, los revolucionarios se enfrentaron al desafío de
la construcción estatal centralizada, pero en ningún caso sería fácil, clases sociales a la
deriva sin un techo de poder es una fórmula para la búsqueda del interés personal, tanto
en materia territorial como económica, cultural o política. En todos los rincones del
continente había famosos y carismáticos líderes de subdivisiones nacionales con
ejércitos propios dispuestos a guerrear para maximizar esa ganancia propia, suponiendo
aún mas inestabilidad sobre las ya débiles instituciones. Muchos fueron derrotados,
otros llegaron a ejercer la presidencia de sus respectivos países, sin lugar a duda,
podemos afirmar que los caudillos fueron el modelo político de la transición de
burócratas coloniales a políticos profesionales, que moldeó el desarrollo de estas
últimas. Estos ralentizaron las tareas de orden y progreso tan anheladas por los
ideólogos del nuevo sistema estatal, el cual tendría que atravesar décadas de
derramamiento de sangre y políticas autoritarias hasta ver la luz de la prosperidad.
El caso paraguayo es verdaderamente único en la región, como postula Halperin
Donghi, la temprana eliminación de potenciales opositores al ya explicado régimen
francicista (sin dudas el único caudillista de la región que conservó su poder por
décadas) permitió un gobierno sin muchos sobresaltos como vivían los casos
mencionados y el resto de la región. Sin embargo, no pone en consideración la
verdadera anarquía que vivió un Paraguay ya consolidado como nación luego del vacío
de poder dejado por El Supremo tras su muerte, sin herederos políticos aparentes
producto de un personalismo y autoritarismos abrumadores 1. Durante un periodo de casi
dos años se dio una constante sucesión de gobiernos militares que se derribaban entre
ellos (producto de la enorme importancia que depositó De Francia en este organismo) y
que no cumplían los deseos de la sociedad de llamar a un nuevo consulado. Finalmente,
Carlos Antonio López se hizo con el poder, recurriendo al mismo autoritarismo que dejó
su antecesor sin ninguna posibilidad de oposición política, manifestación de las clases
populares o desarrollo de políticos profesionales.
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Sin duda alguna, la sección anterior demuestra el peso que caudillos históricos como
Bolívar tuvieron en el periodo de la transición durante la Gran Colombia, pero
deberíamos aquí hacer un análisis de las situaciones acontecidas una vez encaradas las
independencias de nuestros casos de estudio. En el Ecuador de las épocas más directas a
la independencia, las guerras libradas eran por motivos de poderes regionales. Como lo
mencionamos, la Constitución de 1830 preveía un armado igualitario entre las regiones
mas importantes de la nación, pero las provincias/departamentos siempre planteaban
problemas ficticios, en pos de ganar peso en los distintos ámbitos del armado nacional.
Las peleas caudillistas no levantaban mucho polvo hasta que todo estalló en la Guerra
Civil de 1859 con una guerra de 3 frentes, quedando victorioso el caudillo Gabriel
García Moreno, pero sin ser aún la ultima guerra caudillista del país, que seguirían
guerreando hasta finales de siglo.
La contraparte venezolana es aún peor que la ecuatoriana. 166 luchas armadas se
llevaron a cabo en un periodo de 72 años, en su mayoría enfrentando a Caracas con
cualquier otra región del país, todas las cuales se creían mas prosperas que la capital. El
hecho más importante es sin lugar a duda la Guerra Federal producto de la destitución
del liberal Monagas a manos de los conservadores, derivando en una sangrienta guerra
que concluiría con el establecimiento de una republica federal con predominio liberal y
nuevos derechos civiles.

El rol de la educación superior


Nos gustaría plantear aquí otra hipótesis en torno al retraso en la construcción de una
estructura estatal organizada, democrática y profesional como producto de la carencia
de instituciones superiores de educación que formaran a las futuras clases dirigentes
nacionales. Con esto no nos referimos a la falta de educación de quienes fueron nuestros
libertadores ni la inexistencia de instituciones de educación centenarias en la región,
sino que sus enseñanzas estuvieron muy amoldadas a la influencia intelectual realista
por décadas incluso luego de la independencia, y que su sustitución por corrientes
republicanas de perspectiva nacional no fue fácil. Chust y Fraquest ya hablaban de esto,
sosteniendo que los escritos franceses y estadounidenses llegaron al país esparciendo
sus valores, pero los revolucionarios locales crearon su propio camino, adoptando ideas
de estas experiencias, pero moldeándola a un contexto muy distinto. Esto
lamentablemente no se sostuvo con el tiempo, y situaciones como las experiencias
caudillistas y el centro de los recursos nacionales en las causas bélicas dejaron las
corrientes de pensamiento académicas nacionalistas y su difusión entre los distintos
estratos de la sociedad muy relegada.
Paraguay es el ejemplo más ilustrativo de falta de instituciones que impartieran los
valores, símbolos nacionales y un plan de desarrollo en la educación de su población. La
primera escuela pública surgió recién en 1865 (en un marco de guerra) y una
universidad nacional fue creada recién en 1889, quedando la educación antes de esta
accesible únicamente a unas pocas elites, bajo la influencia jesuita o en instituciones
nacionales extranjeras (como la UNC o UBA). Esto podría explicar varios de los
retrasos que sufrió el país en muchos ámbitos, como el de un desaprovecho de los
mercados externistas en alza (al menos hasta antes de la muerte de De Francia), la
incapacidad de captación de inversiones por una oligarquía poderosa e ilustrada o hasta

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razones para la perdida de la Guerra de la Triple Alianza 1. No obstante, Paraguay posee
muchísimas otras virtudes que otros estados de la región con altísima calidad educativa
de sus elites gobernantes no, como el de una consolidación pacifica de sus primeros
gobiernos (bajo una dictadura perpetua, pero sin importantes rebeliones de caudillos
locales), el temprano desarrollo de una industria nacional o constituciones liberales y de
larga vigencia.
Ecuador tuvo una enorme ventaja comparativa con respecto al resto de países de
Latinoamérica, puesto que desde mitad del siglo XVI las ordenes católicas (por órdenes
directas del papa) comenzaron con la fundación de universidades e instituciones de
enseñanza superior, con el principal objetivo de instruir a los indígenas y mestizos en la
tarea del sacerdocio. Con los años, adoptarían nuevas cátedras de estudio (muy extraño
para estar bajo control de congregaciones jesuitas) en áreas de cosmología o ética, lo
cual supondría una gran base para el futuro de la educación de las futuras generaciones.
Durante las reformas borbónicas en el continente, estas instituciones pasaron de mano a
la corona, con lo que se refundaron eliminando la influencia episcopal, manteniendo las
cátedras de ciencias exactas y sociales y trayendo las corrientes iluministas al debate en
las aulas, lo que sin duda ayudaría a la educación de los futuros revolucionarios y a la
posterior consolidación del estado.
Si bien Venezuela no tiene un historial de universidades antiquísimas como es el caso
ecuatoriano mencionado, si tiene importantes universidades fundadas por la corona
española, como la Universidad Central de Venezuela o Universidad de Mérida. Estas
instituciones presentaban el detalle de estar muy orientadas a las enseñanzas de ciencias
teológicas y médicas, por lo que sería necesario una reestructuración de la institución y
creación de cátedras que eduquen a las clases políticas. Es cierto que en los primeros
años post-independencia la Universidad de Caracas inició un ciclo de “refundación”,
pero los cambios tácitos no llegarían hasta entrados 1830, cuando se fundaron cátedras
en matemática, historia y derecho, además de modificar estatutos y eliminar las
influencias eclesiásticas.

La masonería
No es nuevo en la literatura historiográfica latinoamericana destacar el importante
aporte que tuvieron las ideas masónicas sobre alguno de los mas importantes personajes
de nuestra historia temprana. José de San Martín, Simón Bolívar, Francisco de Miranda,
entre otros predicaban las ideas de libertad, igualdad y fraternidad heredadas de la
revolución francesa y esta corriente liberal e iluminista. A su vez, muchos otros que le
siguieron inspiraron las políticas anticlericales y contra-caudillistas en las tendencias
francmasónicas y siguióse sosteniendo en el tiempo hasta nuestros días. Pero,
¿Podríamos decir que su intrusión o no tuvo un impacto en el desarrollo del orden y
progreso? ¿Los políticos masones fueron el arquetipo ideal de político profesional?
Esquivando las bibliografías conspiranoicas o tendenciosas, hay sorprendentemente
mucho material que indica la influencia que tuvieron estos intelectuales en estas áreas.
La influencia masónica ecuatoriana suele estar muy opacada por el monopolio
ideológico venezolano heredado de la época grancolombina. Sin embargo, esto no evita

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que las logias locales hayan podido cementar un camino propio, muy fructífero en la
creación de condiciones necesarias para hacer del Ecuador un estado moderno, gracias
principalmente a los periodos de gobierno liberal. Gracias al gobierno de Vicente
Rocafuerte, se adoptaron medidas antieclesiasticas que llevaron a la iglesia a una
posición muy combativa (cosa que la desfavorecía ante la sociedad) y se adoptaron
medidas en educación laica, especialmente de las mujeres. Años después, las ideas
masónicas de libertad tuvieron un papel clave en la expulsión de Juan José Flores del
gobierno, el cual había dado un golpe de estado.

En Paraguay, el boom masón llegaría recién en las ultimas décadas del siglo XIX, fruto
de un importante retraso en su asentamiento luego de décadas de aislacionismo,
prohibición (en 1825) y persecución por los autoritarios gobiernos de López y
Rodríguez de Francia. Esto podría, en una deducción breve, vislumbrar la razón de un
retraso en el desarrollo de instituciones educativas autónomas y no jesuitas que
desarrollamos en el índice anterior. Esta diferencia notable sale a flote cuando
destacamos los progresos posibles con la masonería en el juego político. Los dos
partidos políticos mas importantes de la historia del Paraguay, el Colorado y el Liberal,
serian fundados por masones (B. Caballero y C. Báez respectivamente), desde aquí, la
profesionalización vendría de ambos lados.

Partidos políticos antes de su masificación


Para ir concluyendo el trabajo, tendríamos que formular sobre la progresiva
transformación en democracias que tuvieron los países latinoamericanos a finales de
siglo XIX o entrado el XX, esto fruto de una liberalización en las restricciones al
sufragio que evitaba que clases bajas/medias pudieran expresarse en las esferas de la
política, manifestando su voto o candidateándose al gobierno. Muchos políticos verían
en el estado no un beneficio personal elitista, sino la posibilidad de representar las
peticiones de la sociedad en común. Esto implicó verdaderamente una
profesionalización de la política, pudiendo vivir de ella (ya sin ser ad honorem), la
especialización en la tarea gubernativa y la formación de grupos según afinidad de
ideas, los partidos políticos. Su surgimiento presenta amplísimas variaciones
espaciotemporales en cada uno de los países de Latinoamérica, y su simple formación
tampoco puede llegar a suponer la existencia de un sistema de partidos competitivo. No
debemos olvidarnos, en la mayoría de los casos significaron un brazo organizado de la
oligarquía en auge, haciendo provecho de los monopolios estatales o convirtiendo el
espacio publico en privado1.
Algunos, como el de Paraguay, los partidos políticos tuvieron un desarrollo muy tardío,
no repercutieron en la sociedad como un abanico de oportunidades para elegir o
simplemente nunca tuvieron una oposición organizada real. Incluso podría decirse que
supusieron un retroceso en la tarea como políticos honrados, llevando a guerras civiles y
sucesión se golpes de estado.
Venezuela es pionera en la región en el establecimiento de partidos políticos con una
influencia política real en las elecciones. Desde la misma independencia de la Gran
Colombia se organizaron partidos afines a las corrientes presentes en todo el mundo,

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conservadores y liberales. El Partido Conservador estaba integrado por todos aquellos
que venían amasando haciendas y poder desde la burocracia colonial, incrementada
durante la época grancolombina. Estos gobernarían ininterrumpidamente hasta 1849
donde el Partido Liberal patearía el tablero, con una configuración interna mucho más
académica, pero hablando por los comerciantes independientes y los que no poseían las
cualidades necesarias para el ejercicio del voto. Si bien en este punto ya había un
verdadero juego democrático y profesional entre estos, vendrían décadas de guerras
caudillistas, con derramamiento de sangre en la Guerra Federal, divisiones internas de
partidos, como en la Revolución Azul del Partido Liberal y una sucesión sin fin de
cambios en la reglas de juego (variando la alternancia entre elecciones directas,
indirectas y designaciones de sucesores), cosa que acabaría en 1899 por la irrupción de
los militares en el poder. Ecuador vive el mismo fenómeno de división que el caso de su
antiguo compañero de federación. Conservadores y liberales disputándose el poder
desde 1830 en un país dividido es la formula perfecta para la adopción de medidas
autoritarias, los cargos en el estado un recurso clientelista y con un cambio de
constituciones por cada nuevo gobierno asumido.

Conclusiones
Es innegable que una correcta formación de los líderes políticos de los estados es
imposible progresar como país. En la hipótesis planteábamos que los estados en
formación de la región estarían muy atrasados en la materia, pero a lo largo del
desarrollo tuvimos casos que probaban la hipótesis y otros que lo derribaban. Sin duda
el caso paraguayo se amolda excelentemente a nuestro planteo, pero no podemos
ignorar que Venezuela y Ecuador heredaron herramientas mucho más útiles. Ecuador
parece un modelo anhelado por cualquier país, con milenarias universidades y rápida
adaptación a programas nacionalistas, sin embargo, tuvieron una estabilidad en las
ciencias políticas muy cuestionable, con 11 constituciones en solo 70 años, un polo
opuesto al caso paraguayo sin los beneficios que esta poseía. Esta teoría necesitaría un
estudio mas detallado para poder ser probado.
Estamos muy satisfechos con las pruebas recolectadas dentro del capitulo referido a la
masonería. Generalmente su influencia queda en el olvido, pero fueron un factor clave
para romper las cadenas que ataban a las altas esferas eclesiásticas a los nacientes
estados. A su vez, su ayuda en la formación de instituciones educativas superiores,
partidos políticos y causas contra el autoritarismo fueron de gran ayuda en la evolución
nacional. Nuestro supuesto queda más que confirmado

Bibliografía y citas
*Manuel Chust e Ivana Fraquest- La patria no se hizo sola

1
https://youtu.be/HkEtRj6znIY y https://youtu.be/kZOAlMl9Y_A. En este punto no
podemos decir que conseguimos bibliografía que detallen en profundidad la anarquía

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del año 40, pero recurrimos a material audiovisual de calidad académica que respaldan
estos hechos, citados anteriormente.
*https://granlogia.org.py/masones-paraguayos.html

*Alí Enrique López Bohórquez- Establecimiento de las primeras universidades en


Venezuela (siglos XVIII y XIX)

*Tulio Halperin Donghi- Reforma y disolución de los imperios ibéricos 1750-1850

*Ramón Rodríguez Chacín- Partidos políticos en Venezuela en los siglos XIX y XX

* Linda Alexandre Rodríguez- Política y poder en el Ecuador, 1830-1925


*Emiliano Gil Blanco- Los planes de estudio de las universidades coloniales quiteñas
en el siglo XVIII
*Rocío Rosero Jacome- Los nexos masónicos del siglo XIX en la política iberoamericana
y ecuatoriana del primer liberalismo 
*Francisco Armando Castillo Linares- Los Andes siglo XIX. Crónicas de guerra y
caudillos y https://www.venezuelatuya.com/historia/guerra_federal.htm

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