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Castellani

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JAUJA
Buenos Aires -Mendoz
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2021
Índice
Imagen de tapa

San Agustín de Hipona


GERARD SEGHERS (1591-1651)
Palacio de Kingston Lacy, Inglaterra

RO «coca rre os Cosme o rs cra qee 9

1 El Punto de Partida: la “Subjetividad” en San Agustín...... 11


e A RN ES 31
III El Esquema Vivo del Agustinismo............ A doncia lento de 49
IV San Agustín y la Filosofía Existencial..........o.oomm.. 71
V La Destrucción de la TradicióN.....wooconinononinsnccrnsarsess :
A AA A o A A 109
Prohibida la reproducción parcial o total de este libro, su tratamiento infor-
mático y la transmisión por cualquier forma o medio, ya sea electrónico, VII El Prejuicio Idealista y el Principio de la Sabiduría ......... 129
mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo
y por escrito de los titulares del copyright.
WAI La Prueba de la Existencia de Dios ......occoosioisniiiciónasss 149
IX El Dolor: La Naturaleza del Mal .........oonoococinooccccnonnnconnnoss 167
Todos los derechos reservados.
Hecho el depósito que marca la ley 11.723 MEL Paba y da Vida EStica sucinta 187
(O by Ediciones Jauja
O by Ediciones Vórtice ME El AA Y INORONDE.. ir cir ide 207
XII El Placer y el Ascetismo: los Falsos Éxtasis.................... , 221
Castellani, Leonardo
San Agustín y nosotros / Leonardo Castellani RR. Kecotas y Problanmás coco corininccninnicnscoraneorcagenco
csainón sooeresi UN
2* ed. revisada
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Vórtice; Mendoza: Jauja, 2021
412, :23x 16cm. Índice Temático y OnoOMÁáStiCO....ooconicinnacicninicnicianos ¿10010
ISBN 978-987-8494-04-3
1, Teología. 2. Filosofía Cristiana. 3. Historia Universal. 1. Título
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Nota de los editores

Este libro reúne las conferencias que Castellani dio en el Teatro del
Pueblo (Buenos Aires) en el segundo semestre de 1954, tomando
como eje la figura de San Agustín, con ocasión del 16* Centenario de
- su nacimiento.
Prólogo *

Henos aquí en marcha para un nuevo cursillo de conferencias,


que esta vez se atreven con los principales problemas de la filosofía,
excepto los de filosofía política, el cual conviene poner bajo la
protección de Dios y de San Agustín, cuyo 16” centenario (n. 354)
se conmemora este año. La Universidad de Tucumán refresca la
memoria del gran Padre de la Cristiandad de Occidente con una
serie de lecciones que durarán todo el año; aquí no se ha hecho
nada hasta ahora. Yo procuraré inspirarme en San Agustín en todas
“estas lecciones, de tal manera que al final de ellas los puntos
fundamentales de filosofía queden explicados. ¿Por qué? Porque
San Agustín nos es necesario hoy día: las condiciones del mundo
en que vivimos son en gran parte similares o análogas al mundo
en que él vivió; y que él dominó con su poderoso entendimiento.
Dios le había dado ese intelecto gigantesco, para que fuese el in-
geniero de un mundo nuevo y el liquidador de un mundo viejo;

* En marzo de 1954 Castellani dio en Tucumán tres conferencias sobre San Agustín.
El curso se abrió con estas palabras: “La Universidad de Tucumán, que es prez de esta
nación como lo fue el Congreso de Tucumán y la batalla de Tucumán, se ha honrado a sí
misma tomando la iniciativa de celebrar el 16? centenario del nacimiento de San Agustín;
y me ha intimidado un poco al confiarme este cursillo, para el cual me siento ciertamente
pequeño. La Universidad de Tucumán me inspira no solamente reconocimiento sino también
una especie de asombro; y otro sentimiento que es muy importante, y es que cada vez que
he pasado por Tucumán, y ésta es la tercera, he salido reconfortado y levantado de ánimos.
Y releyendo estas vacaciones a San Agustín, no en un éxtasis de devoción beata, como los
felices traductores y prologuistas de sus obras, sino con una interrogación personal en el
alma y en los ojos, me ocurrió el pensamiento si aquella pequeña ciudad de Hipona no se
parecería a esta hermosa ciudad —aquella ciudad de la Mauritania que fue durante cuarenta
años por lo menos un baluarte denodado de la cultura y de la tradición romana; me atrevo
a decir, más que la misma Roma”.
Advertencia: Algunas frases del manuscrito han sido suprimidas.

9
y aquella pequeña ciudad de Hipona de la Mauritania fue durante
Cuarenta años por lo menos un baluarte denodado de la cultura y
la tradición romana; me atrevo a decir, más que la misma Roma.
La lucha por la cultura hoy día es muy dura. ¿Y qué es la cul-
tura, si bien se mira, sino un esfuerzo por revivir la tradición,
revivificar la tradición? ¿Y qué es la tradición sino el patrimonio
de la Humanidad, la herencia que recibimos sin mérito y sin es- EL PUNTO DE PARTIDA:
fuerzo al nacer? ¿Y cuál es la característica de nuestra época sino LA "SUBJETIVIDAD" EN SAN AGUSTÍN
un inmenso movimiento por destruir hasta la raíz de la tradición
occidental y una heroica decisión de conservarla y revivificarla?
Pues bien, ésta era la característica del tiempo en que actuó Marco
Aurelio Agustino: un mundo se venía abajo, el eje de la cultura
del mundo parecía romperse. Roma había sido invadida y saqueada, Para celebrar dignamente a San Agustín, hablar agustinianamente
Roma la eterna y la invencible, por los godos de Alarico; y es lo mejor. Mejor que exponer en esquema seco o muerto sus
al
morir San Agustín la ciudad de Hipona estaba sitiada por los ván- ¡ideas o alguna de ellas —y mejor que tejer loas y alabanzas a su
dalos: toda su nación estaba invadida por los bárbaros y un muro genio gigantesco— sería filosofar como él filosofó y aplicar sus
de bronce se extendía más allá de Milán. Eso lo hizo morir. principios y su manera de caminar desde ellos a los “temas de
Y
San Agustín fue el padre, o si q el ingeniero de la actual nuestro tiempo”, que cuando son realmente de nuestro tiempo, no
tradición occidental: no digo de la tradición religiosa solamente, pueden ser sino los temas eternos a todos los tiempos. Y uno de
digo de la tradición a secas. : ellos es la subjetividad, la interioridad.
- Imitar la grandeza, la profundidad y la belleza literaria de San
Agustín es inaccesible a mí —y a casi todos; pero tratar de seguir
sus pasos y filosofar agustinianamente es accesible. Para eso tra-
bajó y escribió él: no para ser recitado.
El principal tema filosófico de nuestro tiempo es la subjetividad,
por el cual comenzamos. “La subjetividad es la verdad, sólo lo
verdaderamente subjetivo es cierto”, exclama Kirkegor; y tras él
todos los llamados existencialistas. ¿Cómo es eso? ¿No es lo con-
trario? ¿La verdad no es la objetividad, como siempre nos han
enseñado? “Lo único verdadero que yo tengo es mi existencia; en
ella, todo se vuelve verdadero; fuera de ella, no sé nada”. ¿Cómo?
¿Tu efímera y despreciable existencia, eso es la verdad? Este grito
no viene sólo de Kirkegor, viene de más lejos. “¿Qué soy yo para
el Universo? Nada. ¿Qué soy yo para mí mismo? Todo”, dice
Sénancour repetido por Unamuno. “Pienso, luego soy —dice Des-
cartes—, y aquí comienza toda la filosofía”. Leyendo a San Agustín
surgen al lado de uno las sombras gigantescas de los más grandes

10 11
filósofos modernos: Kant, Nietzsche, Kirkegor, Hegel, Klages, su vida religiosa era su vida intelectual; de tal modo que al final
Max Scheler, Rousseau, Spengler, de sus Confesiones, que es una especie de “epístola a Dios” (como
San Agustín también dijo: “la subjetividad es la verdad”, aunque la llama Papini) introduce, incongruentemente al parecer, una
no con esas palabras. El rasgo característico de la filosofía agus- meditación filosófica sobre el “Tiempo” y además sus investigaciones
tiniana es la interioridad filosófica, que tiene tres notas: incoadas acerca del Génesis, con escándalo de los retóricos que
1%, la fusión indisoluble de filosofía y religión; dicen que eso pertenecía a “otro género”. El recuerdo de sus pe-
2*, los problemas filosóficos tratados todos juntos y en forma cados y errores y las líricas efusiones de su mística están mezcladas
con su investigación filosófica, de aquel momento. Tanto así que
no sistemática;
3", el yo como punto de partida; y no sólo como punto de parti- algunos críticos han mantenido que los libros 11, 12 y 13 no
da, sino penetrando y envolviendo toda la especulación abstracta. pertenecen a las Confesiones sino a otra obra. Pues no señor, per-
tenecen all right a esta obra, la cual cierra con un broche levantado
¿No son ésas las notas características de todo gran filósofo? y solemne. Lo mismo hace James Joyce en su Retrato del artista;
Por lo menos son las notas distintivas de la llamada hoy “filosofía el cual imita la forma de las Confesiones, aunque no su espíritu.
de la existencia”. Pueden resumirse con el nombre de “subjetividad La fusión de muchos elementos que el método separa o aísla
metafísica”. “Es curioso, hay tanta gente en el mundo, en Améric (pues San Agustín es filósofo, teólogo, poeta, polemista y místico
a,
Europa, Asia, Africa y Oceanía —hay tantos hombres en la tierra, a la vez): esta fusión cuando no es “confusión”, es característica
en los mares y hasta en los cielos, y sin embargo todas las cosas de los más grandes genios de la Humanidad, y se produce cuando
que realmente suceden, me ió a mí” —dijo un humorista. la filosofía se siente perdida, y vuelve enérgicamente a sus comien-
Es cierto, todo lo que realmente sucede, no sucede realmen zos, apoyándose en la subjetividad: no en la subjetividad vulgar,
te
si no sucede en alguna forma para uno; si no, no interesa. que significa capricho, diletantismo o escepticismo, sino en la
Pero mucho antes de esto Agustín había dicho: “Quiero cono- “subjetividad metafísica.
cerme a mí mismo y para esto necesito conocer a Dios”. —¿Nada “Deum et animam scire cupio... —-Nihilne plus? —Nihil omnino” ?.
más quieres saber? —Absolutamente nada. “Deus semper idem; ¿Qué quieres saber? —Dios y el alma —-¿Nada más? —Nada en ab-
noverim me, noverim Te” '. Y por eso, comienza a filosofar desde soluto. La subjetividad o interioridad es el fondo de toda la es-
la vida... peculación de San Agustín y por eso ella inicia la especulación
San Agustín filosofa desde la vida. cristiana. El cristiano lo único que quiere es salvar su alma, después
San Agustín filosofa desde la vida y desde su vida; de tal modo de sentirla perdida; y para salvarla necesita conocer a Dios; para
que el maestro y fundador de toda la literatura autobiográfica conocer a Dios necesita ejercitar su razón. Disociar su razón y su
no solamente nos dejó la primera de las autobiografías en sus fe, el hombre cristiano no puede; porque si cree que una y otra
Confesiones sino que toda su obra puede considerarse una especie le enseñan “la verdad”, no va a admitir la teoría averroísta de las
de vasta autobiografía, porque toda ella está como calcada sobre dos verdades. Pero el filósofo cristiano puede prescindir de la fe
su vida interior; y hasta en sus Sermones y en su Tratado de la mientras filosofa, como hizo Descartes, por razones de método.
Trinidad brotan de repente una especie de centellas autobiográficas Mas hoy día ha venido el existencialismo y ha hecho irrumpir a
que inflaman el texto. Su vida intelectual era su vida religiosa y la teología en el seno de la filosofía: ha dado, nos guste o no, un
cariz religioso o antirreligioso a la filosofía.

1 “Oh Dios siempre el mismo; conózcate y conózcame”.


2 - Soliloquia, 1, cap. 2.

12 13
Vamos a explicar el significado de la palabra subjetividad
, po- interesantes, pintorescas y bien escritas, pero no son filosofía.
niendo para eso muchos ejemplos y pocos silogismos;
y después Esta mezcla de filósofo y poeta lírico se da mucho hoy día, por
vamos a ver la explicación que hace San Agustín de esa
interioridad desgracia. Platón fue un gran poeta y un gran filósofo; pero en él
filosófica al primero y al último de los problemas de
la filosofía. las dos disciplinas no se mezclaban sino que se apoyaban: lo mis-
Al problema criteriológico: ¿existe la verdad?, contra
los aca- mo Agustín.
démicos.
El llamado subjetivismo tiene que ver con esta subjetividad; y
Al problema político: ¿qué tenemos que hacer ahora
?, contra también con la otra. Es la escuela filosófica que atribuye al cono-
los macaneadores. cimiento esencialmente y formalmente la operación de nuestro
¿Qué se entiende hoy día por “subjetividad”? El
Dr. Vasallo intelecto; de modo que nuestras ideas y conceptos sean las hijas
en su libro ¿Qué es filosofía? distingue tres o cuatro
significados de ciertas formas a priori o categorías, o ideas innatas, o meca-
de esta palabra, mas nosotros distinguiremos los dos
extremos: nismos ocultos, o troqueles o moldes, o lo que sean. Así hablamos
subjetividad en sentido vulgar y subjetividad en sentid
o filosófico: del “subjetivismo” de Don Manuel Kant o de Protágoras, de Ros-
y en medio de ambas pondremos el subjetivismo,
que participa mini o de Nikolai Hartmann, de Gentile o de Bradley. Que si
de ambas: palabra ambigua. dijeran solamente que nuestra actividad intelectual interviene
En sentido vulgar lo “subjetivo” es lo propio exclu
sivamente esencialmente en la formación de las ideas universales, estarían
del sujeto, oponiéndolo a lo “objetivo”, que es lo univer
sal; o sea, en lo cierto; mas si dicen formalmente o determinantemente (en
la verdad. / forma que el intelecto dé al conocimiento su propia determinación),
Cuando nos dicen “eso es subjetivo”, nos dicen
“ésas son cosas entonces yerran y se dirigen en realidad de verdad y en forma
suyas que yo no admito, eso le parece a Ud”.; y cuand
o decimos velada a la “subjetividad” en el sentido vulgar de la palabra.
“quiero ser objetivo”, significamos al contrario
que queremos Mas la subjetividad en el sentido filosófico actual se refiere a
eliminar nuestra afectividad, nuestros intereses, nuestros
prejuicios nuestra vida en lo que tiene de más profundo, a sus raíces mismas
y Opiniones, y hasta nuestra idiosincrasia y natura;
y atenernos al que se llaman existencia; y en este sentido se debe entender la
“objeto”, o sea a la realidad escueta. Una alucinación
es una rea- paradoja de Kierkegaard: “La subjetividad es la verdad; solamente
lidad, pero es una realidad “subjetiva”, válida para lo subjetivo es cierto”. Porque en este sentido la subjetividad
el alucinado
solamente, no para los demás, anoser en el sentid
o de la realidad coincide con “el ser”, con el misterioso punto en que el Ente se
psicológica: es su verdad (porque el deliriumtremético
tiene tanto vuelve un [nteligible; ya que lo inteligible es la verdad “objetiva”.
miedo a las serpientes que no existen y que ve como
si existieran), De modo que la paradoja del danés, que encierra una verdad
es su verdad, sí; pero no es la verdad.
profunda, crece hasta convertirse en esta cuasi-contradicción: “La
En ese sentido la subjetividad es la enemiga de la
filosofía; y subjetividad es la objetividad”.
por eso los antiguos decían que para filosofar hay que
acallar las En efecto, hay un punto en que el objeto y el sujeto no hacen
pasiones; y Alberto Magno, que no son filósofos los
que no pueden más que uno: y ese punto se llama conocimiento, no cogitación
“trascender la imaginación” (“non transcendentes imagi
nationem ”) o discurso sino memoria o saber, como dice el Africano. Dios,
—lo cual no significa “suprimir la imaginación”, por ejemplo, es el sumo objeto-sujeto (aunque
sin la cual no se hable en las
podemos pensar, sino dejarla abajo —subiendo más escuelas, por modo de decir, de “los objetos del intelecto divino”.)
arriba.
El filósofo que no trasciende esta subjetividad partic Dios es el pensar que tiene a sí mismo por objeto, o sea es la
ular o
vulgar no expresa verdades universales y ciertas, sino
solamente Suma Subjetividad, la Suma Interioridad.
Opiniones e impresiones suyas, las cuales podrán a veces
ser muy

14 15
De ahí que cuando estamos realmente seguros de algo es cuando , Conceptions of modern psychiatry. Esta búsqueda de aprobación
podemos reducirlo a nuestra subjetividad, en este sentido; a la se desplaza más tarde hacia otras personas o grupos sociales (a
conciencia de nuestro propio yo. Trataré de explicar estas nociones ó la Iglesia por ejemplo) y al ambiente en general: no hay hombre
tan nuevas con un ejemplo vulgar, tomado de la ética. . que pueda quedar indiferente a una desaprobación general. Aun
Supongamos que un hombre sea acusado de un crimen no por en los que tienen una robusta moral personal, una conciencia pro-
uno solo sino por muchos; que sea acusado, juzgado, sentenciado, pia singular y robusta, una desaprobación general produce una
castigado, digamos por el mundo entero, siendo inocente: por más turbación profunda que puede llegar al vértigo. Somos hijos del
inocente que él sea, el juicio ajeno penetrará en su conciencia ambiente. Nuestra moral está apuntalada por la sociedad. El “su-
hasta una hondura increíble, y la turbará, si no la falsea. Claro fragio universal” es poderoso.
que si me acusa a mí el mundo entero de haber asesinado a Musso-
lini, yo no creeré haber matado a Mussolini. Mas si no es de un 2%. Como saben ustedes, Bergson en su último libro, Les deux
pecado concreto histórico el cargo, sino de algo más general, como sources de la Moral et la Religion (Alcan, París, 1932), ha hecho
de ser fariseo, o tergiversador, o indócil, o sublevado, o dificil, un estudio profundo sobre la moral social y la moral personal,
o loco, de una cualidad o cualificación viciosa, entonces los es- b cayendo un poco pesadamente sobre la primera; y en efecto, la
tragos que puede hacer en ocasiones la presión del juicio ajeno moral social es exterior y su hipertrofia lleva al puritanismo y al
son increíbles; y tanto más cuanto más delicada sea la conciencia E fariseísmo. Sin embargo, la moral social es natural y necesaria,
atacada. “Nuestra conciencia no es nada más que el juicio ajeno y es la moral de la mayoría de la gente: los héroes morales, los
trasladado adentro”, dice Pirandello, exagerando hasta el error - filáretoi o amantes de la virtud, como los llamó Aristóteles, son
paladino un hecho real, la realidad de la moral social; y eso es pocos. Si no hubiera policía, habría innumerables criminales; y
una especie de manía en él, expresada de muchas y finas maneras policías en sentido amplio. somos todos con respecto al prójimo,
en muchísimos lugares, por ejemplo en la ingeniosa comedia ho porque controlamos de una manera u otra los “usos” sociales, que
Ciascuno a modo suo y en la tragedia Enrico IV. “Lo que los de- son el sostén de la moral. Hablemos de los usos.
más creen que nosotros somos, eso somos —incluso para nosotros Ñ
3%, La moral social está encarnada en los usos o costumbres
mismos- en cierto modo”, exclama el relativista italiano.
colectivas, en las “buenas costumbres”. La importancia de mantener
Si el hombre no tuviese más que lo que llaman “moral social”, y
las costumbres, y aun lo que llamamos convenciones po
66 3 A s

esta proposición sería aproximadamente verdadera; pero existe hombre medio es


es inmensa desde el punto de vista moral. El
también la “moral personal”. Consideremos sin embargo un mo-
sostenido dentro de la moral social (si no de la virtud) por la ar-
mento esto que se llama “moral social” —que podríamos llamar
madura permanente de los usos, de las costumbres, del ejemplo,
moral “externa”.
de la aprobación o desaprobación de sus conocidos: lo que todos
1?. El niño es tremendamente influenciable por el juicio ajeno, dicen que es bueno, lo que todos aprueban, lo que todos hacen,
depende de la aprobación de los demás, sobre todo de sus padres, eso es lo que hay que hacer... Paul Hazard sostiene que los grandes
de la madre primero de todo: el niño busca continuamente la viajes y descubrimientos de naciones ignoradas e insólitas,
aprobación de su madre, y ella modela en forma imborrable sus ñ. depravaron la Europa del siglo XVII; es decir, fueron factor causal
sentimientos y sus costumbres; vale decir, su moral,
en la disolución de costumbres que siguió al Renacimiento: lo
El gran
psiquiatra yanqui Harry Stack Sullivan ha estudiado la profundidad mismo obraron las dos tremendas guerras pasadas, desbaratando
increíble de esta “aprobación social” en el niño en su excelsa obra las costumbres en Europa. Es sabido que los emigrantes en general

16 17
sufren en su moral: la emigración relaja. Las grandes ciudades en su comienzo, ahora hace un siglo, un enérgico llamado
portuarias son ciudades de moral floja, notó Aristóteles: aconsejando acia la subjetividad hecho a la filosofía: Pascal, Schopenhauer,
que la capital de una nación no sea un puerto: porque la afluencia lletzsche, Kirkegord, Hamamn. La filosofía se había desparramado
de extranjeros perturba los usos. El tucumano o el correntino que disipado en el cosmos, en las nubes, por todas partes, en busca
bajan a Bs. As., sin ir más lejos, se desacostumbran, se des-usa de una pretendida “objetividad”, que despreciaba el alma humana
n,
se relativizan en sus usos —es decir, se desmoralizan; anoser particular y el destino del hombre concreto, “¿Qué puede importar
que
posean una fuerte moral personal, como los santafecinos. El pecado al espíritu objetivo, es decir a la evolución ideal del mundo —decía
de escándalo viene de allí justamente, de que la mayoría de los .. egel- que en un rincón de la Grecia un viejo calvo, feo, parlero
humanos sólo es poseedor de una moral social: viendo a otros y molesto haya sido obligado, injustamente o no, a tomar la ci-
faltar a la ley, fácilmente asumimos la invalidez de la ley. De cuta?”. Pero que Sócrates haya sido injustamente condenado o
ahí
viene también que cuando desgraciadamente choca la moral perso- justamente condenado importa enormemente a mi existencia, clamó
nal con la moral social, se produce un “conflicto trágico”, que Kirkegord. Y lo mismo se puede decir de Cristo: los objetos de
Max Scheler estudió en una de sus brillantes monografías titulada nuestro conocimiento para ser conocidos tienen que subjetivarse,
“El conflicto trágico entre la moral rutinaria y la moral viva”, que b lo cual es obvio: todo conocer es una cosa que se vuelve objeto
produce una víctima: Jesucristo, Juana de Arco, Savonarola... en un sujeto; que se subjetiva. Kirkegord, que toda su vida luchó
contra Hegel —para arrancarlo de sí mismo primeramente—, acabó
Pero volvamos a nuestro héroe, al hombre que siendo inocente
¿por construir la refutación más acabada y eficaz de lo que hay de
es condenado por el mundo entero. La vehemente tentación de
- falaz y deleznable en esa pretenciosa aunque grandiosa filosofía.
este hombre es que, al verse juzgado por malo, se dé por malo y
Al lema “El espíritu es objetivo”, opuso el lema “El objeto e
se vuelva malo; o caiga en un vértigo en el cual no pueda hacer
espiritivo” o “espiritual”, si Uds. quieren (aunque “espiritual
pie y no esté ya seguro de nada, es decir, se vuelva escéptico:
dice otra cosa) y arrancando la filosofía de las nubes de lo histórico:
como Pirandello. Pero si vence estas tentaciones, su único camino
mundial (weltgeschichtlich), de los juegos infinitos de lo “triádico ,
habrá sido refugiándose en la “subjetividad”; haciendo pie en la
, de los malabarismos de la “mediación” y la “inmediación”, la
roca firme de la conciencia infalible del propio yo. La seguridad
h forzó a encogerse y esconderse en un corazón de hombre: imitando
se producirá solamente cuando habiendo traspasado todos los
no ya a Descartes en su Cogito, o a San Agustín en sus perennes
estratos de su alma (las “pieles de cebolla” psíquicas) que dependen
Soliloquios, sino imitando a la filosofía misma: a Sócrates ya
de otro —del trato, del ambiente, de la educación, de lo que ha Job el Idumeo. Eso se llamó existencialismo. Su nacimiento obede-
aprendido o recibido— llegue al fondo vivo y espontáneo de su
ció a un imperativo histórico; aunque hemos de reconocer con
yo, a la subjetividad, o sea a su existencia percibida y exclame:
dolor que en torno de su cuna hubo sólo una hada benéfica y siete
“No. Si yo admitiera esto, tendría que dudar de mi existencia
brujas.
misma”. Ésta fue sin duda la actitud de Juana de Arco conducida
Veamos a San Agustín a las presas con la filosofía de su tiempo;
a la hoguera; y éste es el significado de aquellas palabras de San
y primero contra los kantianos, eclécticos y escépticos de entonces,
Agustín: “Oh Dios que hablas dentro de mí sin ruido de VOCES,
es decir, los Académicos —y después, saltando por sobre los pela-
ayúdame a despreciar las vanas voces de los hombres”.
gianos, que eran naturalistas o rusonianos; y sobre los maniqueos,
De esta subjetividad esencial, que es el fondo de la filosofía
que eran como teósofos; y sobre los arrianos, que eran racionalistas
de un Agustín, de un Pascal y de un Kirkegord, hemos de hablar
(simplemente porque no hay tiempo para verlo todo), lo miraremos
en estas clases. Es necesario. El llamado hoy “existencialismo”
a las presas con los parlanchines histórico-mundiales, desde la

18 19
ventana de su magna obra de filosofía de la historia, La Ciudad "felicidad, ya tiene la fe y la aspiración a la sabiduría... ¡Pero eso
de Dios.
s una confusión de métodos!, dirá alguno. No necesariamente,
El primer encuentro o encontrón de San Agustín, despué
s de si las tres cosas trabajan en forma “estructural”, de la misma ma-
haber leído el Hortensius de Cicerón y haberse inflamado
de amor nera que dirá más tarde el Africano que el alma se percibe, se
a la filosofía —a la sabiduría- fue, como uds. saben,
contra los conoce y se ama en un mismo acto, del mismo modo hay una
“Académicos”. Eran los lejanos discípulos de Platón,
próximos acción conjunta y una causalidad recíproca en estas tres cosas,
discípulos de Carnéades, escépticos sutiles y refinados y hombr Ñ que sin embargo están ordenadas entre sí; pues en el orden del
es
muy leídos y sabios: “La verdad no existe; o no podem
os llegar - movimiento, primero es la razón, después la fe y luego la sabiduría;
a ella; o consiste simplemente en un continuo camin
ar hacia ella; y en el orden de la finalidad, primero es la sabiduría, después la
en una aproximación que es la probabilidad; la cual
nos basta fe, después la razón. La sabiduría consiste en saber a Dios y el
para manejarnos en la vida y solventar las cuestiones
necesarias alma y ser dichosos con ese saber, que es un sabor: sapientia; y
de la praxis”. Esto sostenían errónemente ( y “perv
ersamente” “para alcanzar esa dicha la razón abraza la fe.)
dirá más tarde San Agustín) los de la Tercera Acade
mia. Sería Para no resumir los diálogos filosóficos (que tienen Uds. a la
como un cortejo continuado y perenne sin casamiento
posible; mano en una traducción barata de la B.A.C.; barata en todos los
eso huele a impotencia. sentidos), trasladémoslos más bien a los “Académicos” de nuestro
Es característico el abordaje de Agustín ya convertido tiempo y dialoguemos con ellos agustinianamente:
al cris-
tianismo y desechada la “impiedad maniquea”, a la filosof
ía mayor
de su tiempo. No intenta resolver metódicamente lo que
llaman S.A. —¿Eres filósofo?
hoy “el problema del conocimiento”, porque para él el conoci
miento ER. Me tengo por tal; y por cierto dicen que soy el primer
significa “Dios y el alma”, es decir, la existencia de Dios
y la filósofo de la América del Sur.
inmortalidad vd y a Dios y el alma no sale a buscarlos por -Luego ¿posees la filosofía?
los caminos del mundo sino en sí mismo; de modo que sus diálog
os --=No lo sé. No he llegado a ella.
filosóficos comienzan por una situación de hecho,
por un hecho, - —Di pues que no la posees, pero que existe.
por una “anécdota”; mas esta anécdota es abordada por
una mente Ciertamente.
filosófica ya en posesión de la fe cristiana...
—¿Es verdad o error?
(¿No es esto una traición a la filosofía? ¿No es lo que
hoy lla- Yo diría que es el esfuerzo hacia la verdad.
mamos “fideísmo”? No: como veremos más tarde, pues
la fe para ¿No es pues la verdad?
San Agustín supone la razón; y hay como tres instancias:
1? la ra- —Es el camino y el movimiento hacia la verdad...
ZÓn, “video ut credam”?; 29 la fe, “credo ut intelligam”
*; 3" la —Luego ¡existe la verdad!
sabiduría, “intelligo ut amem” *. Pero estas tres cosas —y aquí La poseo como la puede conocer el hombre; es decir en conti-
está lo peculiar— no son consecutivas, como las he enumerado, l nua inquisición, investigación y progreso.
sino simultáneas: cuando Agustín dialoga con la razón
en los —Progresar me parece muy bien. Pero ¿cómo sabes que papers?
Soliloquios acerca de la inmortalidad del alma y la
verdadera ¿Recuerdas el dicho de Licentius, el amigo de San Agustín: “-¡Có-
mo se parece este muchacho a su padre! —¿Conoces a su padre?
3 “Veo para creer”.
4 “Creo para entender”.
5 “Entiendo para amar”.
6 Francisco Romero.

20 21
=No”. Si conoces que te aproximas a la verdad,
de alguna manera
conoces la verdad. puede conocer el mar, porque no puede surcar el mar
en an he
Yo no niego que conozco verdades particular
es, cada una con direcciones posibles de la superficie y el fondo, responderá: > ,
su propia evidencia científica. Lo que niego
es que podamos pero puedo ir de aquí a Río de Janeiro. Si no puedo conocer to O
conocer la Verdad con mayúsculas: y menos
imponerla a otros. el mar, puedo conocer a Río y puedo conocer a Buenos Aires,
—¿Qué entiendes por “la Verdad”?
tout de méme”. Así podemos conocer a Dios y al alma; a Dios en
—¡La Verdad absoluta!
—Pues esas verdades relativas que conoces
¿son verdades por dice Agustino—. Desciende dentro de ti mismo, y encontrarás la
participación de la Verdad Absoluta, o lo son
en sí mismas? Si lo i dureza de la existencia, el indestructible ser. £ bid
son en sí mismas, son verdades absolutas. Si
lo son por participación, A San Agustín opone a los Académicos (o relativistas que
conoces en algún modo la Verdad Absoluta.
' diríamos hoy) la interioridad, la autoconsciencia, la subjetividad,
Todo eso es dialéctica, argucias y versucias,
son juegos de que es irrefragable. Los relativistas dudan de todo... Es imposible
palabras. No me interesan. De sobra sabe Ud.
que yo llamo Verdad físicamente dudar de todo.
Absoluta al fondo de todas las cosas.
rd viven; si dudan, recuerdan por qué dudan; si dudan,
—¿Dios y el alma, quieres decir? ¡Ése es el
“fondo de las cosas”! intienden que dudan; si dudan, quieren estar ciertos; si dudan,
-Si Dios existe, si el alma existe... Atrévase
Ud. a aseverar que iensan; si dudan, saben que no saben; si dudan, juzgan que no
conoce con certeza a Dios y al alma.
y que afirmar temerariamente. De todo esto no pueden dudar
—He aquí que dejando la dialéctica, hemos llega
do al fondo del siquiera los que de todo lo demás dudan; pues si todo esto no
tema. “Deum et animam scire cupio. Nihilne
plus? Nihil omnino”. fuese, ni siquiera dudar podrían”. (De Trinitate, X, 10, 14).
Nadita más. Pero retomemos antes de seguir
lo que has concedido , No es el simple “Cogito, ergo sum” ” de Descartes, el cual es
en tu fuga. Conocemos verdaditas, verdades
relativas. Si son ver- una reducción simplista de la “interioridad” agustimiens Ha >
dades, tienen una relación esencial con la Verda
d: ¿o es que crees subjetividad a la vez criteriológica, psicológica y aer a
que las verdades pueden ser contradictorias
entre sí? presencia del alma a sí misma, que trataremos de expresar ahora
—No sé siquiera si la verdad existe. Lo que
conozco, lo conozco s técnica $, '
como verosímil solamente.
e qeda A percibe a sí misma sin intermediario al percibir las
Si conoces solamente lo verosímil, y lo
verosímil no tiene cosas, en el mismo acto en que percibe las cosas: el sujeto en
relación esencial con lo vero, como el nomb
re lo dice, entonces objeto hacen una sola cosa. Pero no se percibe a sí misma de
tiene relación esencial con lo falso. Conocerí
as simplemente lo mismo modo que percibe las cosas: se siente, se (00, se e
falso con apariencias de verdad, lo cual es
la definición misma se pone; llámenlo como quieran: es la “conciencia”. No percibe
del error: “afirmar lo que no es como si fuera
”. Es decir, conoces P su naturaleza o esencia sino su acto; sobre el cual puede después
la nada, lo cual es contradictorio. Conoces
y no conoces. reflectir, es decir, hacerlo objeto de un nuevo acto, pensar que
Una cosa es que no podamos comprehender
a Dios y al alma,
y Otra que no podamos conocer a Dios y al alma.
Sé que ésos son
dos abismos inabarcables pero sé que se pued
e ir en barca a ellos
y en ellos —y no solamente hacia ellos. No
puedo meter el mar
en mi barca (es decir, abarcarlo) pero puedo “Pienso, luego soy”. :
surcar el mar en mi
3 Ves Lodo Klagos, Das Wesen des Bewusstseins, cap. 1 y 1 (L. C.).

22 23
hicieron según Aristóteles los presocráticos (aunque eso convie tre ción; es un descenso en sí mismo; y ese descenso en sí mismo
ne
verlo más de cerca) y a que alude en su De Trinitate el Africa es previo a las pruebas metafísicas de la existencia de Dios de
no.
¿No conoce de ninguna manera su naturaleza? Es imposi Tomás de Aquino. y ide
ble.
No podemos saber que una cosa existe sin saber algo acerca "El alma, e tiene un conocimiento perenne e infahble de sí
de
ella. El alma se percibe existente, pero no percibe su desnud isma, la “conciencia”, que Agustín llama memoria O 'natiqia"
a
existencia sin ninguna esencia, lo cual es absurdo. Me ¡ “saber”; y tiene otro conocimiento, que él llama cogitación ,
percibo
existente y pensante; y pensante tal o cual cosa; y percib “por el cual conoce discursivamente las cosas materiales en sus
o las
cualidades de mi pensamiento, y la primera de todas su “razones universales, y a sí misma reflexivamente. En este último
irrefra-
gabilidad, es decir, su posición positiva en el ser, “conocimiento reflexivo intervienen las sombras o imágenes de lo
y después su
universalidad y su necesariedad, que es también percep material, con las pasiones a ellas anejas, que inducen al hombre
ción del
ser: “esto es” - “lo que es, es” - “lo que es no puede A error acerca de sí mismo: y el conocimiento de sí mismo es la
al mismo
tiempo no ser”. He aquí el error esencial de Descartes: - cumbre y el fundamento de todo otro conotjmiento cierto y vital:
“Pienso,
luego soy”. No, no percibimos directamente nuestro pensar, “Deus semper idem, noverim Te, noverim me » Oh Dios, siempre
ni el
pensar primero que las cosas. “Pienso lo pensado, luego existi 'l mismo, conózcate y conózcame, es la aspiración indeficiente
mos”.
O simplemente “existimos”; “el ser es”, de Parmén Agustín. Mas para conocerse a sí mismo, el hombre no necesita
ides.
¿Percibo a Dios inmediatamente o conjuntamente con mi | adir, sino quitar; quitar las “notiones illatae”, las nieblas de
exis-
tencia? No, éste es el segundo error de Descartes, que cosas materiales, que dada la natura de nuestro conocimiento
conduce al
ontologismo. No percibo a Dios como una consecuencia una sensibilidad unida a una mente-, contaminan o empañan
inmediata
de la conciencia de mi imperfección, que resulta de “la duda”. arismente el lago profundo de la conciencia, donde el espíritu
San Agustín sube a Dios por medio del concepto de “verda es transparente a sí mismo y el Espíritu Supremo se refleja. El
d”, de
verdad absoluta, la cual sí se revela en la autoconsciencia: conocimiento de la espiritualidad del alma y por ende de su in-
pero
la Verdad, sobre todo la verdad científica, es percepción ortalidad es para Agustín consecuencia necesaria de la visión
de la
naturaleza. En la percepción cierta de los seres existentes clara de la autoconciencia.
está
implicada la existencia de Dios, porque está implicada la Cuando el alma se percibe con certeza a sí misma, no se percibe
existencia
de la Verdad absoluta. Pero éste es un salto vertiginoso. No como agua, aire o fuego; al contrario, se percibe como diferente
lo
puede dar el intelecto sino después de mucho ejercic de todos sus objetos: es un conocimiento cuasi-negativo, si en
io, no lo
puede dar cualquier intelecto. Se puede decir que conoc quieren: se pone como diferente, se pone como sujeto. Cuando e
emos a
Dios en cada cosa que conocemos, pues no podríamos conoce filósofo opina que el alma es fuego, o éter, o música, es porque
r si
no es en virtud de la que está sobre todas las cosas inconm ha dejado contaminar por los objetos externos la pura visión
ovible
Verdad; pero si eso “se puede decir”, no se puede tan fácilm negativa de sí mismo. Para conocer las condiciones genuinas de
ente
probar. La prueba supone una gran masa de filosofía: de “dialéc | su yo no necesita añadir sino quitar, purificar de nieblas o sombras
tica”
platónica. La prueba de Agustín de la existencia de Dios su directa mirada interior. “Cuando él entra en sí, desciende en
por la
existencia de la verdad científica (que está en el diálogo su subjetividad, conoce la inmortalidad” (Kirkegor). ]
De libero
arbitrio) no es nada fácil %; y supone una mente ya famili Éste es el principio de la ascética y de la mística de San Agustín,
arizada
con la verdad científica. Más que una demostración, las cuales no puedo explanar aquí '”. Para conocer la verdad que
es una mos-

9 Cfr. cap. VIII 10 Cfr. cap. XII.

24 25
está en él y vivirla, el hombre necesita
una purificación que es a, pero ni siquiera encontrará “cosas interesantes”: a las bo
esfuerzo, ejercicio y sacrificio: necesita
retrotraerse al mundo de idas encontrará un capítulo contra Jorge Luis Borges en qu e
lo sensible y penetrar cada vez más
en el fondo de sí mismo. fí cano se burla de los que sostienen que la creación A repi :
“Noli foras ire: in interiori homine habi
tat veritas” ". El conoci- ontinuamente en una serie de “ciclos”, o sea, la La de 2. :
miento de Dios y el conocimiento de es
sÍ mismo corren parejos, no plorno, que constituye una de las preocupaciones más en
podemos adquirir el uno sin el otro.
La verdad es interioridad; y ás estériles de Borges ?; o un capítulo contra Papini en q
así como de la conciencia del propio yo,
identificado irrefragablemente Africano declara ferozmente que el fuego eterno... es a...
con el ser, parte la investigación criterio
lógica de Agustín, así en a de política: un tercio del volumen, hasta el libro dl sed
la interioridad termina también su psic
ología y su metafísica. ansagrado a responder a una objeción de los paganos, care
De la interioridad también se nutre
su “política” por llamarla ruina del Imperio era debida al Cristianismo”, objeción pe $ :
así —o su filosofía de la historia, cont
enida en su obra La Ciudad sobre la cual volveremos; la segunda parte es un peri mi se
de Dios. Es un lugar común decir que
esta obra “magna y ardua”, paganos, qué dijeron de los dioses my de los de 4
de los Séneca
logíaVarrón,
'nios—
como él la llama en sus Retractaciones, y Plotino; donde San Agustín hs e
funda la filosofía de la
historia. Pero La Ciudad de Dios no es filosofía
de la historia en losamente toda la tradición del paganismo, todo lo que n e
sentido moderno; es, en todo caso,
“teología de la historia”. La . eno en la cultura pagana, hasta la más pequeña o ns ' y
interioridad está presente en ella, es pe.
decir, la fe en la revelación y la tercera parte es un resumen de la teología cristiana, de
cristiana y la propia experiencia espir
itual; y está ausente en las Pe ado Original hasta la Parusía, con largas discusiones a
obras que se escribieron después de
más que filosofía de la historia podr
J. B. Vico y J. G. Herder, que l infierno y del cielo. ¿Dónde está la política aquí? po Ps
las civilizaciones”.
ían llamarse “sociología de está en el Objeto de todo el libro. En esta larguísima « qu ego
teológica construida sobre la quintaesencia deta mesa e
Hay que tomar con gran cuidado,
vastos vuelos sobre el pasado del mund
por no decir recelo, esos y de la historia de Israel, el “superperiodista” que sen gus vá
o, con el fin de deducir o a pregunta: “¿qué debemos hacer?” de todo el mundo sm
predecir el futuro del mundo, que entu
siasman a nuestros contem- - consternado, Agustino responde simplemente lo con
poráneos. El futuro no se puede dedu h debemos aliarnos con Genserico, no debemos plain co 9, ns
cir del pasado histórico sino
por medio de la profecía; porque el pasa
do histórico es contingente, no debemos aliarnos con Atila, ni con Ataúlfo , ni con os , _
y del futuro por tanto noto sólo a Dios
. Es discutible que pueda ni con los “hotros”; debemos ser nosotros mismos, limpiar e 00d
existiruna filosofía de la historia veramente a sh e
profunda, es decir, perio de crímenes y hallar a Dios; entonces sen
que asigne con certeza el “sentido” del
movimiento de la historia -—dremos fuerza. -¿Cómo lo sabes? —Por mi subjetividad, porq
y por tanto su fin y su término, si se
prescinde de la revelación:
O se cae en la mera conjetura o se cáe
en una mala teología.
El que habiendo oído decir que La Ciud
ad de Dios contiene la
política de San Agustín (la edición
que yo tengo está traducida y 12 Desde que el mundo es mundo, el mundo dura;
prologada por Barker, profesor de cien y durará por miles y millones.
cia política en la Universidad Retornará toda anterior figura
de Oxford) y lea esos largos diecioch
o libros —o panfletos- se va pues son finitas las combinaciones.
a llevar un gran chasco: no solament Los átomos que forman mi estructura
e no encontrará nada de po- volverán a tejerse en mis facciones,
por más complejidad que tú le forjes
11 “No vayas afuera, en el interior del hombr al Eterno Retorno, dijo Borges.
e habita la verdad”. (Castellani, A1 Siglo Veinte).

26 27
EN

a Dios, se acabaron /as guerras civil


es, y no necesité más ir a ¿O ué diría Agustín a esta “enérgica respuesta”, como dice la
mendigar auxilio a mi amigo el rico
Romaniano o a mi maestro 10 enérgica revista? Primeramente, notaría los $ prr000s que
el infl uyente Victorino: es decir, aliarme
con los potentes
, como en estas 10 líneas. Después Agustín diría lo siguiente: d
hacen estos imperatores ahora, que por
ir uno contra otro abren “Son dos imperialismos. Poco importa si son imperialismo
las puertas a Genserico. Los dolores que
padece ahora Roma no mómico o imperialismo político: las dos cosas hoy. día van
vienen del Cristianismo, sino del impe
rialismo. Todo el libro cuar- ES guerras no son nunca meramente económicas, son
to contiene la crítica más decisiva que
se ha escrito a lo que hoy impre también ideológicas; y en este tiempo, cosa sumamente
llamamos “imperialismo”. ¿Por qué
los Romanos, después que traña, son guerras religiosas —es decir, heréticas. La cio
Numa Pompilio estableció la paz, quis
ieron ensanchar su nación viética y la economía americana podrían perfectamente conciliars
con guerras? ¿Es lícito que una naci
ón se ensanche con guerras y por
ran endedostambién
sus sus zonas de influencia política— si se ere
injustas? ¿Es lícito a un hombre hone «ideas»—ideas que versan sobre el fin del e re
sto desear que su nación se
ensanche por cualquier medio? Por ning
ún medio: porque la guerra nm definitiva, y por tanto sobre la naturaleza del ali , i »
es siempre una calamidad, incluso las
guerras victoriosas, incluso esimista y maniquea del Oriente, y la idea progresista y «li E
las guerras justas, que no son nunca
del todo justas... En suma, del hombre del actual Occidente. Son conciliables tambi 4q
la política internacional de Agustín es
la misma de los profetas dos ideas, porque se tocan en un mismo fondo, que es la
hebreos: “No busquéis la alianza del
Egipto, no pongáis vuestra asión de conseguir la felicidad del hombre aquí en la tierra,
esperanz a en Asiria, volved al Señor, nues
tro Dios”. medio del saber, del poder y de las fuerzas la da
¿Qué nos importa a nosotros? ¿Acaso
ahora hay bárbaros en ”No hay que aliarse con ninguna herejía, porque no 0 4097
nuestras fronteras? ¿Que no hay bárb
aros? nas y herejías malas, todas las herejías son PA y a se
ento natural es coligarse y aliarse entre ellas contra a tra der ,
“No es menester que el Septentrión los lance
, omo ante nuestros propios ojos se han aliado los pg y los
los bárbaros están dentro de Roma”
(García Tassara). rianos. La posibilidad de alianza del e stagos gt O seg dl
», que es la idea religiosa que impregna hoy al mundo esos : A
Aquí tengo la respuesta de un gran polít
ico a la pregunta
: “¿qué el «dinamismo» violento representado por Stalin o Hitler,
hay que hacer?”. En una entrevista de la revis
ta Esto Es * leemos posibilidad real y demostrable: sus dos teologías tienen un y
esta “enérgica” afirmación de un distinguido
profesor y diplomático, fondo. Si eso ocurriere, tendríais sobre vosotros el Anticristo
que fue Secretario del canciller Peluffo:
ica a vuestra tradición, que por España se een la
Frente al Comunismo y a la ais o que él representa, la única
fuerza eficaz en el plano del poder mater adición de Occidente. Pero España es débil. Los españoles son
ial son los Estados Unidos. '
El hecho de que junto a los valores Fundamen - débi ndo están desunidos.
tales de nuestra civilización, o, alles son fuertes cuando están unidos; rá sil
los EE.UU defiendan cosas menos estim
ables como ser ideologías
anacrónicas, sistemas económicos injustos E fuerte Sudamérica si estuviese unida, como los Estados ni
(como el Capitalismo), no
quita fuerza al hecho primordial de que
sin su presencia no se alzaría de Norteamérica. Pero a los gallegos les cuesta muchísimo bob
ninguna valla seria ante el avance del Comu
nismo [subrayado nuestro]. la tradición de ellos es desunirse... No, eso es la E e o
que se formó justamente hace poco, al romperse la verda qa
dición. Los gallegos sólo pueden unirse od en ds a
13 N* 13, 23-11-54,
de una religión; cosa que les pasa a todos los pueblos. Pues ;

28 29
ahí está la tradición de ustedes, yo la puse
en ese libro, yo fui el
ingeniero que hizo los planos de la tradi
ción de Occidente. Si
ustedes pueden reedificar sobre esos plano
s, tendrán paz; si esa
tradición es destruida del todo, ya les dije
antes lo que pasa”.
Resumiendo pues lo dicho simplemente
diremos que la carac- 1
terística del filosofar agustiniano es la interiorid
ad y la característica
de la filosofía actual es la subjetividad
y que esas características LAS CONFESIONES
ocurren en tiempos cruciales —y son una
especie de retroceso de
la filosofía a sus fuentes como esas “actínea
s” con las que Driesch
hizo tantas diabluras, que amputadas dema
siado de sus tentáculos
y miembros no pueden ya regenerarlos desd
e dentro; y entonces
retroceden vitalmente, y por indiferencia
ción de sus tejidos viejos
diferenciados regresan al estado concentrado
de embrión o huevo;
y desde allí regeneran un animal nuevo. Así
estas filosofías signi- nando uno habla sin leer un papel, necesariamente alguna vez tro-
ficarían por un lado la agonía del pensamie Za, a no ser que sea muy seguro. Lo esencial es que se puede en-
nto y la tradición oc-
cidental; y por otro lado significan una espe
ranza de total regene-
ración. an los Académicos.
Cuál de los dos términos se dará, es
el secreto de Dios. entren anterior expliqué los significados de la palabra
Pero entre tanto, oh vieja Buenos Aires,
que eres panzona y tividad” y “subjetivismo”. Subjetividad en sentido vulgar es lo
perezosa como un viejo e ignorante como rario, lo particular; subjetivismo es una escuela filosófica, repre-
un joven, tú “confirma
cetera, quae moritura erant”: conserva
la tradición, que ha de da por Kant: el conocimiento es hecho por A. intelecto
perecer, dice la Escritura **. ¿Qué tradi minativamente —por las categorías o “formas a priori”. Subjeti-
ción? La tradición de los
que te fundaron y educaron, de los que idad en sentido filosófico actual es la “conciencia” en lo que tiene de
te crearon. ¿Cuál es la
tradición? Ya lo veremos, por lo menos S profundo. Allí mora la verdad; allí está Dios, según San Agustín;
en lo que concierne a la
tradición filosófica. ¿Y para qué la voy
a defender si tiene que Jero descender allí no es fácil.
perecer? Oh mon Dieu, todos tenemos que Puse un ejemplo tomado de los conflictos de lamoral social y de la
perecer; pero entretanto
tenemos que vivir; y para vivir hay que
hacer algo. ¿Qué cosa? moral personal: un hombre oprimido por la moral social ye refugia en
“Confirma” —conserva. ¿Me aconsejas que
me haga conservador, 'su conciencia, para librarse del vértigo y del escepticismo. “Refugiarse
el Partido Conservador va a heredar a er su conciencia” es una frase común. Todas nuestras certezas las re-
Perón? La contestación,
otro día. mos necesariamente a nuestra propia existencia. “Es curioso; hay
tanta gente en América... hay tantos montones de hombres... y todo lo
ue sucede realmente me sucede a mí”. pnlediós
Después vimos cómo San Agustín aplicaba su “interioridad * a los
oblemas filosóficos: al primero, que es la existencia de la verdad; al
timo, que es la conducta política. San Agustín se puso a recoger la
e ición pagana y a luchar contra los errores religiosos, es
decir, con»
14 Apokahypsis 3, 2. tra las herejías, que pululaban en el Imperio; y su “política” tuvo un

30 31
resultado inmenso. Los curas “politiqueros” de su tiemp
o no tuvieron ¡tradición europea, de la cual él fue el ingeniero imperturbable, co-
tanto resultado.
o un ingeniero que está de pie sobre una altura en medio de una
Hoy veremos la “interioridad” de San Agustín
en su libro “más ludad terremotada. Y que sea capaz de arrostrar el terremoto.
leído”, las Confesiones.
Necesitamos un San Agustín existente, no una sombra.
Se dice que las Confesiones es el libro más leído
de San Agustín, Y como no podemos suscitarlo, necesitamos aproximar su gran-
que es como el corazón de toda su obra y es el padre
de la abundantí- losa sombra y traerla a nuestros tiempos en cuanto es posible, porque
sima literatura autobiográfica actual. Pero no hay
que ilusionarse ni Ara eso y no otra cosa se han inventado los estudios históricos y filo-
caer en beaterías. No es un libro leído por muchos
ni puede serlo, ni cos. De nada nos serviría saber lo que dijeron los sabios antiguos,
comprendido y gustado por muchos; ni menos un
libro que ejerza un lo que dicen los hierofantes de ahora, si no sabemos cuál es para
influjo histórico apreciable hoy día.
Dsotros la verdad, una verdad por la cual se pueda vivir y morir: “no
Los libros duran más que los hombres, pero no
son, propiamente ne interesa lo que los hombres han dicho sino cuál es la realidad” Adi-
hablando, eternos. Arrebatados por la corriente
ineluctable del Tiem- ) el mismo Agustín. “Non quid homines dixerint sed quid veritas rei
po, que en nuestros días parece precipitarse más verti
libros también pasan —aunque cuando son grandes,
ginosamente, los If”. ¿Qué realidad? Aso
no pasan nunca Lo que hizo la fuerza de Agustín, fuerza que después de dieciséis
del todo. Es leído hoy por una minoría; pero eso
no es despreciable. elos llega hasta nosotros como un trueno lejano, es que fue un exis-
Los grandes libros antiguos sobreviven realmente
en el corazón de nte, plantado en la vida como un poste o como un árbol, internado
una minoría. Que esa minoría exista y que se amplí
e lo más posible, n la realidad total con todas sus raíces, sus ramas y sus flores, con
es uno de los fines de la educación universitaria.
sa pasión devoradora de absorber realidad y fundirse con la realidad
Se podrían decir tantas cosas particulares de las Confe
siones, tantas e es característica del verdadero sabio, y también en otro plano del
anécdotas, tantas agudezas y tantos diferentes punto
s de vista para un rdadero santo. Para nosotros es un verdadero sabio y un verdadero
charlista; mas aquí hemos de mirarlas desde el enfoq
ue de la subje- Ar o: pero no vayan a creer que siempre fue así. El verdadero existente
tividad y tratar de determinar las coyunturas de ese
animal tan singular ive en la realidad; y la realidad no es un cuento de hadas de ésos que
y movedizo: la figura interna de Agustín que hay
en ellas contrapuesta tan fácilmente los hagiógrafos, como el Padre Ángel Custodio
a sus dos figuras externas, la razón decisiva porqu
e'se escribieron, y vega; la realidad tiene de todo, tiene fragmentos ásperos (o es toda
el punto oscuro que queda en ellas, la “confesión”
no hecha del todo; lla áspera) y tiene mezcla de tierra y de fango. Marco Aurelio Agus-
porque es imposible absolutamente al ser human
o confesarse del ino moró en la realidad, y por tanto, se enfangó: después se limpió;
todo. No hay que afligirse por eso, el prójimo
nos confiesa a veces después lo enfangaron. Nosotros lo vemos limpio; pero no lo vieron
mucho más de lo que desearíamos. '
todos sus contemporáneos, ni siquiera los cristianos. Ahora noso-
El mundo actual necesitaría de San Agustín pero no
de la momia ros vemos al Obispo africano (si no me engaño) pintado por Tiépolo
de San Agustín, o de la pintura de San Agustín que
hizo el Tintoretto bn la bóveda del Escorial como una figura de estatura sobrehumana,
o el Greco, sino de un San Agustín vivo y actuante,
como el del siglo jue ondula conforme al estilo barroco como resistiendo a un viento
IV, un genio intelectual y moral sentado en el trono
pontificio; o por empestuoso, pisando al demonio del orgullo y a las víboras de la he-
lo menos en alguna sede central de Europa que
dominara todo el pa- rejía, con una pluma roja en la derecha y en la izquierda un gran info-
norama de nuestro tiempo con su mente imperial;
que creara una nue- l o azul apoyado en la cadera, con vestiduras rozagantes y suntuosas,
va Cristiandad, como creó la antigua, hoy deshecha;
y si eso no es ya ina alta. mitra, luengas barbas rubias y un círculo de oro detrás de la
posible, por lo menos que nos dijera con certeza
qué tenemos que onbeza —en medio de dos columnas de una inmensa catedral en edifi»
hacer ante las ruinas de la antigua Cristiandad, ante
la destrucción de “ención, Eso no vieron ciertamente en Agustín los contemporáneos;
Al
hi
32 33
aunque yo no afirmo que el pintor haya mentido. Lo vemos así no- uién compararla por entero; pero digamos que se parecía a una mez-
sotros. la de tres afamados actuales, el P. Pío de Pietrelcina, el arzobispo
Por de pronto, Aurelio Agustín era númida (no hay que decirles a au aber, a quien tuve el honor de conocer en Munich, y el poeta
los españoles que Agustín fue un moro; pero los númidas eran de la Claudel, a quien tuve el gusto de conocer en Bruselas; o digamos
Mauritania, aunque de raza blanca); de mediana estatura, morocho, ¿quieren una cruza del gran escritor eclesiástico Hilario Belloc y el
delgado, lampiño, de cabeza grande y cabellos negrísimos —calvo en Obispo de Hungría Mons. Mindszenty... En cambio hoy día nos apare-
su vejez— (la pintura de Ary Scheffer), más parecido a un irlandés, a e no ya como una figura discutida sino como alguien que es insos-
un gallego o a un criollo de hoy que a ese jeque beduino de los pintores e chable, más grande en la Iglesia que un Papa, aunque sea Hildebran-
modernos o a ese patriarca escandinavo de los pintores del Renaci- o o Sixto V, grande como cualquiera de los que llamamos grandes
miento. Era un hombre “discutido”, como dicen hoy, del cual corrían lantos, más grande que los más grandes poetas. Ha sido agigantado
rumores de toda clase, algunos muy feos, como por ejemplo, que or la posteridad. ¿Qué es la posteridad, la famosa “jueza” infalible a
había odiado a su padre —precio común que hay que pagar a la fama; a cual nos referimos y apelamos todos los “incomprendidos”? La
y no crean que en Roma misma, en los círculos pontificales, en lo que eridad es una superposición de minorías. A los grandes de hoy los
llamaríamos hoy “el Vaticano”, le tenían omnímoda confianza: no, moce una minoría —que trasmitirá su conocimiento aumentado a una
no, no; no ascendió en su carrera, no le dieron una sede mayor que esa tinoría de la generación que viene— y ésta lo aumentará para la ge-
sede provinciana que tampoco ellos le habían dado —se la dio en he- eración siguiente; y así entrarán los Agustines de hoy en el llamado
rencia un Obispo de África—, no peligró nunca ser Papa: en los “cír- templo de la Gloria” vano templo en el fondo— por medio de una
culos vaticanos” lo tenían como una especie de Obispo raro y un poco posición de minorías. La mayoría no conoce a los grandes, sino
sospechoso, que había tenido una juventud desastrada, escribía mu- ués de mucho tiempo y por autoridad, más bien que por visión
cho, quizá demasiado, no se sabía muy bien si administraba muy bien X pia. ¿Acaso el pueblo argentino conoció a Lugones, en su interio-
los bienes eclesiásticos, era un poco maniático acerca de las “herejías”,
las cuales al fin y al cabo no tienen tanta importancia como los bienes ¿A qué se debe este fenómeno que podríamos llamar la ley de las
eclesiásticos y las obras de beneficencia; y aún era peligroso que ca- d s figuras? Se debe a una ley psicológica que voy a exponer breve-
yera él mismo en alguna herejía por su audacia en opinar; y por la nte.
cantidad de temas diversos que le daba portratar: hay que especializarse % El profesor español Camilo Yela expuso en una notable conferencia
en algo. Nada se podía decir en contra de su moralidad, la cual ahora 15 de marzo pasado en Tucumán, lo que para él es la “unificación
era intachable (¡ahora!), pero esos Obispos que no son enviados por de la Psicología”: la conducta. Según él la conducta y la conciencia
Roma, que no son ni siquiera italianos, sino que los nombra el pueblo s am la misma cosa, vista por dos caras, que son las dos caras de la rea-
mismo, la asamblea de los fieles, es decir “la iglesia”, gritando adentro lad psíquica. Perfectamente: así se pueden estudiar muy bien los
del templo un Domingo: “¡Queremos a Agustín de sacerdote, quere- animales; y también muchísimos hombres. ¿Y cómo vamos a conocer
mos a Agustín de sacerdote!” (¿qué sabe el pueblo?), bisoña tenerlos a un hombre sino por su conducta?... Anoser que se confiese; pero la
un poco en vista, bisoña observarlos atentamente, bisoña. misma confesión debe controlarse por su conducta. pat
¡Cuán diferente es la figura que hace Agustín para nosotros y la “La conducta es la conciencia encarnada; la conciencia en cambio
que hizo para sus coetáneos! ¿Cuál es la verdadera? Las dos son ver- es la conducta percibida” —nseñó en resumen el profesor Yela.Nues-
daderas; pero la más verdadera y como el corazón de las dos es la que tra conducta manifiesta nuestra conciencia; nuestra conciencia inspira
él mismo hizo para Dios y para los siglos venideros en las Confesiones. nuestra conducta. Está muy bien, pero...
La figura que hacía en su tiempo no encuentro en este tiempo con

34 35
A
2

Hay dos con

A
ductas en el hombre —por lo
y necesariamente en todo hombre menos en el hombre culto tras a novela o lo que sea ¿Culpable o no culpable?; mientras "E
superior. Del aforismo de Yela
se sigue, pues, que observando no errible Diario de un seductor, incluido en las Etapas del camino A
la conducta externa de un hom
conozcamos toda su concie bre ida —acerca del cual corre en la Argentina un error pri y
ncia; porque “la vista engaña
la gente, y deb ”, com o dice Fcausa de un editor, que lo ha publicado separado del ea o Y
ajo de una mala Capa puede
conducta externa no siempre haber un buen bebedor. La ¡end o en la “solapa” que es el diario de sus relaciones as mr
revela a todo el hombre. Hay
zamarra de ovejas, dijo Cris lobos con siendo
lido ser así que es el polo opuesto—; es decir, lo y ul A
Kirkegor
to. amputado del pentimicato ón
Desde luego, las dos conductas y el un an s0
están ligadas entre sí y la ext
erna el 0SO, y permaneciendo en lo que él llama “el plano estético”:
Al contrario, a veces son con
trapuestas, ya que la conduc
ta externa Es elcc va Agustín: después de su conversión llevó Pe. en y
» 2%, ., r .
está modelada directamente
por el factor del ambiente o
tancia”, a la cual debe por nec la “circuns- lor ordinaria, y consignó eso como mandato expreso en pa es :
esidad responder: no nos por y escribió para su Segundo Cenobio. Exteriormente
entre amigos que entre enemig tam os igual fue 'S sd
os. “Yo soy yo y mi circun
dice Ortega; sí, sobre todo mi stancia”, jular, hombre de origen patricio, pobre de bienes materiales, s to
yo externo. En el tartufo hay
ductas: en el doble y en el fals dos con- ¡dedicado al estudio. Detrás de esas apariencias comunes a ;
o la cosa es clara; pero se da
en hombres sincerísimos: hay el caso aun dos que había en su alma y sus extraordinarias aventuras e a
también ovejas con piel de cab
lomas con piel de serpientes. ras , pa- sales. Desde la Curia Romana lo veían como un Obispo o
una ciudad de África, un poco inquietante por su
Véase el ejemplo de Kirkegor: A 0
el Kirkegor interno, revelado
por raje en opinar y definir, mezclado en polémicas con todos e ne
y, y demasiado intelectual para el gusto de los curiales. No "a a
resolvió ser exteriormente un lista de promociones y ascensos; y no había nipón po igro q
hombre ordinario -un hombre A

común. San Agustín en La honesto lciese lo que se llama “una carrera eclesiástica brillante , pe
Ciudad de Dios les dice a los
que cuando un filósofo, com maniqueos - Pero el existente Agustín, honrado más por Dios que Pe os pe
o su amigo Victorino, se con
Cristianismo, no necesita mud vierte al re «se reveló en un libro escrito a los cuarenta yseis años, .. .
ar de usos, de costumbres, ni
(como hacían los maniqueos
), sino mudar Sus errores:
de vestido Aipués de: su bautismo y cinco de su episcopado. “Mi libro da »
cristiano mantenía su conduc es deci r, que el Mia siones produce edificación y elevación espiritual en Aaa
ta ordinaria, y no se ponía
distintivos de la Acción Cat ni sotana ni Ben, como las produjo en mí al escribirlo” —dirá él en sus , ..
ólica —en aquel tiempo.
one y. No es un libro ocioso, un libro de ostentación, de gusto,
ujo: ibro necesario. e y
E e po a escribirlo, primero por el propio ímpetu nao
interne después por un motivo externo ocasional, un e , P..
de inteligencia y corazón,
y los tormentos
explicación o autodefensa. Todas las autobiografías que e. Pus
interiores, permanecieron
siempre ocultos y necesaria
mente velados —incluso por lahasta
de hoy contienenincluso
Chesterton, una autodefensa en mayor o menor grado, pon
la de Bellarmino, No conoRRmOs unes
físico poco favorecido y lev un exterior
emente desgraciado y ridículo.
raíz de su vida y quizás sus La extraña au obiografía en que no se pueda discernir ese elemento; una a
dones, que él llamaba “el agu
secreto que se llevó a la tum ijó n”, fue el fensa a veces irónicamente escondida detrás de una A
ba; secreto revelado quizás
críptica escritura de sus
tres Diarios: el diario de
a medias en la El traductor y prologuista de la edición bilingúe de .. po raid
su vida, Tagebuch; (BAC), Ángel Custodio Vega, en el capítulo 111, llam
36
39
he
DE

formal de las Confes


iones, defiende vehementemente
escribió esa gran efusión lírica y que San Agustín » /a, y de la cual depende no sólo toda la literatura autobiográfica
teológica acerca de su alma para en cierto modo toda la literatura cristiana; incluso la gran novela
“humillarse y vencer las tentaciones de la vana
gloria”, trayendo para « erna, que es psicológica, es decir, subjetiva; es decir, en cierto
probarlo un texto de Posidio, que
bien leído no dice esa soberana sim- do autobiográfica: La ciudad de un hombre, de Leónidas Barletta,
pleza. Es verdad, desde luego,
que era humilde y era odiador Historia Argentina de Ernesto Palacio es también un poco subje-
vanagloria y sus humos; pero pone de la
rse a hablar de sí mismo sin nece
sidad, aunque sea para decir - la; no digo que sea una novela, n
mal de sí mismo, no es un acto
dad. Ésa se llam a “humildad de garabato”: hablar
de humil- Reflexionad sobre el carácter especial de la gran “novela” moderna,
mal de uno para que g mero literario más importante de nuestros días. ¿Cuál es? Una
los otros lo alaben. El panegirista
exclama entusiásticamente: “Pero...
¡cosa sorprendente!, escribe un estigación de la interioridad. Eso no lo conoció el mundo antiguo.
libro para ser despreciado que esta ¡depende del Cristianismo, para el cual “un pensamiento de hom-
y Provoca un encendido y contin lla
uo aplauso... porque «El que se
lla será ensalzado»”. El
hum i- ev ale más que todo el Universo”; y literariamente, eso viene de San
que se humilla será ensalzado,
uno que escribe un libro para obte es verdad; pero istín.
ner un fin y obtiene de inmediato Voy a confirmar eso de que toda autobiografía es una autodefensa
fin exacta mente contrario, no es un buen el
escritor. No, no. Tienen ra- iminando las dos más grandes obras de este género, hoy tan soco-
zón Luis Bertrand, De Labrioll
e, y Harnack: una autodefen
autojustificació n o más exactamente una autoex
sa o una lo. Las dos autobiografías más importantes que existen después de
plicación fue la causa e A gustín, la del Cardenal Newman y la de Juan Jaime Rousseau,
Ocasional pero constriñente del gran
poema autobiográfico del Africa- s autodefensas o autoelucidaciones.
no: eso de envilecernos a los ojos
de los demás no es necesario; y man era católico pero no era Cardenal todavía cuando en 1864
gran escritor no escribe nunca sino un
lo que es necesario. “Vosotros me ó su celebrada Apologia pro vita sua, la autobiografía más leída
pensáis culpable. Yo soy culpable
hasta un grado que vosotros no ¡lengua inglesa. El poeta Charles Kingsley, canónigo anglicano
pensáis; pero no como vosotros
lo pensáis” —estas palabras puestas Westminster, autor de Hypatia y Westward Ho!, le había dirigido
boca de Agustín son exactas. en
San Agustín descubrió su subjetiv serie de furiosos ataques en la Daily Review de Londres, si no me
idad, haciendo un retrato del es- gaño. Lo acusaba de doblez, falsía y mentira y acusaba a la Iglesia
tado de su alma en el tiempo de
su conversión y expresando el inte
g0zo espiritual que siguió a su conv nso ' ólica de esa moral tortuosa (“de permitir la simulación”, conforme
ersión, porque eso era necesario, la teología moral de San Alfonso María de Ligorio, según él. La acu-
a causa de los arrianos, a causa de
los maniqueos y sobre todo a caus ción era especiosa, porque la conversión de Newman fue realmente
de los cristianos -y de las cristian a
as. Las beatas en el atrio de la Igle
cuchicheaban acerca del pasado sia proceso intelectual lento y laborioso y el acusador aducía una serie
mujeriego del Obispo mujeriego;
Obispos maniqueos, sus ex-corre los hec
' os, fechas y textos que eran reales aunque interpretados
ligionarios, observaban que su
versión significó el desahogo eco con- reidamente: según él, Newman arteramente se había quedado dentro
nómico y una rápida ascensión en
carrera; los oradores y funcionar su glesia Anglicana después de hacerse católico, para hacerle, Suena
ios arrianos, gente de su propia
social, patricios, reparaban que clas e psde adentro, como un traidor en una fortaleza o como una quinta
la Iglesia Católica era entonces
sociedad en alza: como si dijéra una | na”, que dicen hoy; y eso era típico de los métodos de la Iglesia
mos “el caballo al cua] hay que juga
la fija (dejo otras calumnias peores), r”, nana y de su moral “jesuítica”.
y esto era verdad: pero no era la Herido por este ataque, en su fe y en su honor caballeresco (New-
verdad de San Agustín. No era
la subjetividad. Sólo la subjetividad
la verdad. Esos rumores vulgares es nan era un verdadero gentleman), escribió Juan Enrique "Newman
o malévolos fueron el aguijón que ina inmortal Historia de mis Opiniones religiosas desde su niñez hana
disparó a Agustín hacia una Obra
gigantesca, de índole enteramen $ dividida en cuatro etapas; y la encuadró en un capítulo preliminar:
te

38
39
“El método de Mr. Kingsley y el modo de responderl
e” y un final e. He hecho el primer paso y el más penoso en el laberinto oscuro y
titulado “Repuesta general y en pormenor a Mr. Kings
ley”. El libro es h. fangoso de mis confesiones (1, pág. 25),
genial y la mejor prosa que se ha escrito en Inglaterra,
dicen los ingle-
ses —aunque para nosotros los no-ingleses resulte n embargo, cuando él revele al mundo su buen corazón, el laberinto
un poco difícil se-
guir sus sutiles vericuetos: porque efectivamente
todo un capítulo de
la historia religiosa de Inglaterra está contenido en Las Confesiones él escribe:
esa historia de una
subjetividad; la cual termina elevándose de golpe
a las alturas con una
afirmación de la existencia de Dios y una demostraci He dicho la verdad. Si alguno sabe cosas contrarias a lo que acabo de
ón de la necesidad
de una Iglesia Infalible, que son netamente agust exponer, mil veces probadas que fuesen, sabe mentiras e imposturas; y si se
inianas y también
(digamos) existencialistas: “Yo estoy tan seguro niega a escudriñarlas y esclarecerlas conmigo mientras estoy en vida, no
de que Dios existe
como de mi propia existencia; aunque cuando intent ama la justicia ni la verdad. En cuanto a mí, declaro altamente y sin temor:
o poner las bases
de esta seguridad en figuras lógicas hallo dificultad - quienquiera examine por sus propios ojos aun sin haber leído mis escritos,
en hacerlo de mo-
do que me satisfaga” —sin embargo lo hizo en el libro mi natural, mi carácter, mis costumbres, mis propensiones, mis placeres,
llamado Gram- mis hábitos y es capaz de creerme un hombre inhonesto, ese tal es un
mar of Assent- y después de explicar esta afirmación
con la conside- hombre que hay que ahorcarlo.
ración del mundo que nos rodea, arguye la necesidad
de la existencia
de una religión infalible en páginas llenas de fineza
y de fuerza psico-
lógica, para concluir con una penetrante definición y
rechazo de la > ar epintió de ellas; pero era un hombre honesto. Pobre Rousseau.
herejía que él llama “liberalismo religioso” y que
nosotros llamamos bió su libro para hacerse amar; y necesitaba hacerse amar, Se
hoy “modernismo”.
Los doce libros y tres tomos de Las Confesiones perseguir '*.
de Rousseau son 'estas dos obras, que son las dos cumbres menores de la literatura
también una autojustificación, aunque sea diame
tralmente opuesta tobiográfica, la acusación que las suscitó está manifiesta. No así en
por el espíritu a la de San Agustín y a la de Newman;
porque Rousseau ¡del Africano. Sin embargo, sabemos que esa acusación existió; y
nos descubre sus pecados y torpezas no con arrep
entimiento sino con
una especie de falsa ingenuidad y candor afectado e no lo supiéramos, podríamos adivinarla.
que es típico de él 2 conversión de Agustín, como la conversión de Newman, pueden
y que hay que leerlo para conocerlo; no envueltos
en un vivo dolor, ecer como un buen negocio, como un cálculo bien hecho. En
velados púdicamente y enérgicamente abominados,
sino servidos con po de San Agustín la Iglesia Católica, organizada durante la per-
todos sus detalles con una salsa dulce de naturalida
d y desahogada icución de Diocleciano y liberada por Constantino, ¡ba creciendo en
inocencia, que conviene al que ha sido llamado “el
santo de la naturale- " dery prestigio, es decir, políticamente; e iba creciendo políticamente
za”. Por naturaleza, Rousseau es bueno; de sus
graves desórdenes mo-
rales tiene la culpa la educación.y el ambiente, es decir, Istamente porque no se metía en política; en tanto que los Maniqueos,
la sociedad; por los cuales perteneció Agustín, habían sido objeto de un decreto de
eso él quiere reformar la educación y reformar la
sociedad. Rousseau stierro de la Urbe —y después fueron heridos con otros decretos aún
nos cuenta minuciosamente toda su vida, con una
tersura y elegancia nás graves. Ambrosio, Obispo de Milán, su padrino de bautismo, ha-
literaria intachables, y una elocuencia y un patet
ismo propios de ese Ya salvado el trono y quizá la vida al Emperador niño Valentiniano 1H
gran hipersensible, para mostrarnos que él es tan
bueno que todo lo ere consejero íntimo de la Emperatriz Justina. Lo que se venía abajo
que él hace, cualquier cosa que sea, no puede ser
sino muy bueno y
admirable. Él es el santo de la natura. De modo
que si al comienzo de
su larguísimo itinerario personal nos dice:
15 Sobre Rousseau, ver Psicología Humana, cap. X, El Delirio de Juan Jacobo.

40 41
era el Imperio, no la Iglesia; los
bárbaros violaban todas las frontera
y la sucesión en el trono imperial s ac ados a sangre y fuego por los vándalos de Genserico. Pero su
era meta de sublevaciones militare
y terribles guerras internas; no s lima misión había sido llenada: el arquitecto de la Cristiandad eu-
guerras civiles, porque los que pel
no eran los civiles: intrigas pala eab an pa había plantado los cimientos y trazado hasta la última línea de
ciegas y sublevaciones de gene
que para voltear al gobernante que rales, ple os. El centinela había hecho su guardia en la noche. El resto
no les gustaba, fusilaban a Dorreg
y se aliaban a los franceses; quie o lenecía a Dios:
ro decir a Alarico, a Genserico
Atila. o a
“Aurelio Augustino hizo un hábi Si Dios no construye la casa, en vano trajinan los arquitectos.
l cálculo político que salió bien
esta suposición de los maniqu ” Si Dios no vigila la ciudad, en vano se desojan los centinelas.
eos no puede ni pasarnos hoy
mente; Agustín se convirtió al Cris por la
tiani smo después de una dramát +q

lucha consigo mismo por una ica 1 > aquí que el gran arquitecto y centinela hace dimisión de su ta-
inflamada aspiración a la Verdad
Dios vivo y vero, que lo hubiese y al n las manos de Dios: “Certé el buen certamen, concluí mi carrera,
llevado al martirio si necesario
=y lo llevó en cierto modo. Sab fuer a ardé la fe —en adelante me espera la corona de la justicia que me
emos que no hizo ningún cálc
sabemos que (hablando en lenguaje ulo; y rá. no día Dios, justo juez”.
mundano) el cálculo si lo hubiera,
no le salió bien. Per a que ai defendido a Agustín es menester he ye
Efectivamente, el cálculo hábi usemos —y él ya no puede defenderse y explicarnos más su conducta.
l, en el sent ido mundano, hubiera
sido aburguesarse, acomodarse, ' un hecho en su vida que lastima nuestra sensibilidad romántica y
casarse y vivir cómodamente: real
el ideal epicúreo: vinos viejos, izar su conducta con una mujer; con su mujer, la madre de su hijo Adeo-
libros viejos, mujer nueva.
Agustín podía haberse casado lo, y él nos narra ese hecho en el libro VI sin dolerse de él y en apa-
con la madre de su hijo Adeoda
con la otra muchachita rica de cato to o la sin reparar en él mayormente. A los treinta y un años, va
rce años que su madre le había
curado; en plena virilidad, a los pro- su resonante panegírico del Emperador pronunciado delante de la
treinta y tres años podía haber
guido una magistratura honrosa conse- te, cuando había comenzado a separarse de los maniqueos y a es-
y bien rentada; lleno de dotes natu
y de amigos influyentes podía rales li los sermones dominicales de Ambrosio... su madre Mónica lo
haberse convertido (sin hacer rsuadió a que despidiese a su concubina, que había PO
éticamente reprobable, al cont nada
rario) en un cristiano del mon
su padre Patricius o su rico ami tón com o l diez años, y se comprometiese con una niña patricia que sap a
go Romaniano —en vez de lanz
Una nueva y desconocida aventu arse a trece años y por tanto no podía casarse sino dentro de dos a OS -.
ra espiritual. Pero se lanzó a
Aurelio Agustino de Roma se conv ella y mi n os; y la Mónica del diablo creyó haber obtenido un gran triun
irtió en... San Agustín de Hipona
Comenzó una vida de lucha espiritu . on eso. Pero Agustín, después de despedir a su concubina sete
al -más brutal que un combate 9mó otra nueva, y le dio el disgusto del orbe a su pio a
de hombres— no sólo contra el
error, el sectarismo y la herejía,
contra sus malas inclinaciones sino nad: e. La mujer despedida, que le había sido fiel tantos años, A
y hábitos viciosos y “contra las
tades de este aire y las tiniebla pote s- voto de continencia, perdió a su hijo y a su amante, volvió a su pueblo,
s éstas”, que había de limar
por día y año por año hasta mori su vida día y hundió en la oscuridad, y no sabemos nada de ella, ni siquiera su
r a los setenta y seis años cargad
inmensas responsabilidades, ane o de
gado el corazón de llanto, despre
por sus Superiores, pobre como ciado ino cuenta lamentando con grandes ponderaciones el robo de
un siervo, temeroso por la suerte
Imperio y del mundo, aterrado del 3 peras que hizo cuando era arrapiezo; y cuenta con aparente indi-
por la catastrófica y para él indi
noticia del saqueo de Roma por gerible ferencia o almenos seca brevedad este hecho que lastima rol sen-
los godos de Alarico —a morir, a
a Dios la muerte y obtenerla dela pedir ni “Sibilidad romántica y lo hace aparecer a nuestros ojos como un villano.
nte de los muros de Hipona siti
ados San Agustín no fue un villano, fue uno de los corazones más nobles y
Mr
42
43
generosos que han existido —si es que hay
alguna evidencia psicológica 0 y pensaba todavía en el matrimonio: primer momento, A
en el mundo, es ésa. ¿Qué pasó aquí? “Ése
es un enigma que no resol- iento; la mala costumbre y el vicio inveterado arrastran a en
veremos jamás”, dice Papini: todas las conj
eturas que se pueden hacer “segunda mala relación, no es capaz de resistir a la pasión a a
para justificar este hecho caen por su base.
¿Esa mujer le fue infiel? 1e. Tercer momento, después de convertido, tiene fuerza para s
No. ¿Se le volvió insoportable? No. ¿No
podía casarse con ella porque ) todo, el matrimonio incluso, por el voto de celibato o :
era pagana? No. ¿No podía casarse con
ella porque era esclava? No. An agustiniano que fue Kirkegord diría que Agustín saltó del es :
¿Ya no la amaba más? No. El bienaven
turado Ángel Vega dice: “la i al estadio religioso, no suprimiendo el estadio ético, pr
verdadera razón hay que buscarla en la ,
providencia divina, que tenía te, eso es imposible, sino absorbiéndolo en el estadio pops
dispuesto de él que fuera Obispo de su 0
Iglesia, y había que despojar- adio ético hubiera sido un honesto matrimonio. 2... meliora
le de ese impedimento”. La providencia
es muy bicha, pero en este que / deteriora sequor... cantó el es > po : si
caso se equivocó, porque el futuro Obispo
tomó enseguida otro impe- Y luego sigo lo peor. Sólo la adhesión
dimento.
La ie liceos la voluntad del hombre, Pp
Las palabras del interesado, en el capít i a
ulo XV del libro VI, son las o; sin ella nos engañamos acerca de nosotros y estamos 2.
sigui
entes:
nosotros mismos, y somos presa > las aves de presa también invi
les itan las tinieblas éstas *”.
Entre tanto mis pecados se multiplica
ban, y arrancada de mi costado l Dos R a San Agustín en público, puesto que él mc
como obstáculo para mi matrimonio, aquél
corazón adherido a ella manaba sangre, destr
la con quien solía dormir, mi só en público, en una obra que, llamada Confesiones, es en reali
ozado y herido. Y ella se vol- ¡cho más que eso. ¿Cómo la definiremos literariamente en pocas
vió al África haciendo voto a Ti de no conoc
er otro varón dejando conmigo
mi hijo natural y suyo. Pero yo desdichado, y bras?
no imitador de ella, impaciente El a
de la dilación, que sólo después de dos años San Agustín era a la vez un gran poeta, un gran filósofo
había de conseguir la que pre-
tendía
, no siendo amador del matrimonio
sino siervo de la libídine, me
stico; y el libro surge a la vez de esos tres hondonares, sin conf cr
procuré otra, no ciertamente mujer legítima. 'con una riqueza de torrente; riqueza incluso lingúística, porq ha
atínA clásico en manos de este orador-creador se Do
que no se puede traducir y que creó la lengua latina ma a +0
Este drama psicológico, del cual realment
e podría sacar un drama
un escritor moderno, aparece como un relá dedia e influyó en las lenguas modernas hasta nuestros po sta :29
mpago ante nuestros ojos,
en las palabras breves y exactas del gran vedo, por ejemplo, en Montaigne en Francia, en John onne ai
escritor. Es el drama de la
flaqueza humana, con la cual no habí
an contado ni la devota madre ni glaterra. Su lengua es dura y al mismo tiempo llena de encajes y éd
la pueri
l prometida: “mis pecados se multiplicaba
n”. Sin la graci lescos, como las puertas de bronce cinceladas por Ghiberti; e
a de
Dios no puede el hombre nada en orde
n a su salvación, como repetirá amolda y pliega maravillosamente a los afectos de mi alma, ore
después tan insistentemente el gran doct de párrafo majestuoso de Cicerón, a las ingeniosidades, Apia i ce
or de la Gracia. Agustín
aceptó con sinceridad y de buena fe el y bruscos saltos del pensamiento de la prosa alejandrina; coc
consejo de su madre que era
bueno, de corregir su vida, encauzán
dola en un honesto matrimon de la ternura y melancolía un poco romántica de los grandes elegí
y la madre, buena casamentera y despiada io;
da con las otras mujeres, “latinos, sobre todo del delicado Tibulo.
como suelen ser las mujeres, condenó a
la concubina y buscó otra no-
via “jovencita, noble, rica, virtuosa, y bien
educada”, como la describe
Agustín. Cuando en el 387 escribía los
Soliloquios, esperaba el bau- 16 Sobre la unificación del psiquismo humano, cfr. Castellani,i Freud, pp. 26-27,
- 57-60, -60; y
. Psicología Humana, cap. V, X y XL.

44 45
El libro es una epístola a Dios, dice Papini con feliz epíteto; es so- ¿en nuestra vida. Salvar el alma no significa asegurarse por me-
de o
bre todo, sin que Agustín lo supiese, un testamento del mundo antiguo le unas cuantas prácticas exteriores, a manera de póliza
u E
al nuevo mundo que iba a nacer, a la Cristiandad Europea; y es un ida, un puestito confortable en un cierto lugar de delicias de
la muerte;
legado preciosísimo y sin precio hecho a nosotros, que estamos ante imba que existiría más allá de la atmósfera y después de
especie
las ruinas de esa Cristiandad amenazada por bárbaros cien veces peo- ue el alma debe ser salvada desde ya, y se salva por una
-
res, no sólo desde fuera sino desde dentro como él ante las ruinas del investimiento de la Verdad. La verdad de que hablo es el conoci
Imperio, al cual su poeta favorito y amado, el gran Virgilio, había pro- t ios y de sí mismo. Els
palabr ería, sino
metido la eternidad, y que parecía derrumbarse todo alrededor: s la al se alcanza por medio de batuque de
n Maestro que habla dentro. No consiste en añadir reacia
ulos, ene .
His ego nec metas rerum nec tempora pono: , que ya tenemos sino en sacar cosas, en quitar obstác
en e
Imperium sine fine dedi * ar sombras y fantasmas, porque esa verdad esencial existe
do de nosotros; habita aquí: noli foras ire, no vayas afuera; in in-
habita la
En las Confesiones nos dejó pues Agustín su lección fundamental, or homine habitat Veritas, en el interior del hombre
la lección de la interioridad, y de la “importancia del alma”. Su admi- peso opaco de la
1; pero está como abrumada y sepultada bajo el
rado maestro el famosísimo orador Mario Victorino Afro, que tenía
una estatua en Roma —ser orador en aquel tiempo era ser a la vez un gran destrozo yo arranqué de mí Í lo que impedí
E. su manifes-
impedíaa su :
de
maestro y estadista— se había convertido al Cristianismo; y un día le fui como inundado del gozo de la verdad; pero las raíces
dijo al sacerdote Simpliciano, auxiliar de San Ambrosio, uno de esos edimentos y las fuentes de las sombras de la muerte permanecen
la
monseñores... simplicianos: “¿Sabes que ahora soy cristiano? -No te como material de trabajo y de combate vital incesante. No es
e mi
creeré —respondió Simpliciano— hasta que no te haya visto adentro de fía lo que me estorbaba, al contrario. Después y a través
,
una iglesia. Pero ¿por ventura son las paredes las que hacen a uno versión yo prosigo la afanosa búsqueda de las verdades particulares
” Y
cristiano?”, arguyó riendo el orador neoplatónico. Respuesta risueña go qué es la memoria, qué es la mente, qué es el tiempo,
ma O sé;
que tiene empero un profundo significado: no es la exterioridad lo que e preguntan yo sé lo que es, pero si me preguntan ya
la Creac ión e qe
hace al cristiano, ni los muros de la iglesia, ni las medallitas al cuello, tigo qué significan esos misteriosos días de
nes de la
ni las prácticas exteriores, ni siquiera el bautismo que nos dieron a los s habla el Génesis, y cómo se conciertan todas esas imáge
cienci a tradic ional o la
3 meses de edad, aunque sea también necesario; lo que hace al cris- orada
! Escritura que nos ha procurado la
tiano es una mutación interior que Cristo comparó nada menos que a vestigación actual. Investigar eso es mi oficio y es también mi pa-
un segundo nacimiento. La expresión de esa mutación interna es el in, pero... «e caja:
humana,
objeto del libro llamado Confesiones; nunca antes de Agustín y muy abed que esos preciosos conocimientos de la ciencia
al y fun-
pocas veces después de él, la lengua humana consiguió una expresión guno sirve de nada al que carezca del conocimiento esenci
mos y So-
más exitosa de un fenómeno interno. amental de la realidad que vivimos y en la cual nos move
Lo que nos dice San Agustín en definitiva es lo siguiente. sos: de la existencia, del existente y del Existir; y de la causa del
Primero de todo... “Hay que salvar el alma, es decir, la vida” (como xistir.
dice exactamente el Evangelio), lo que hay de más profundo y perma-

17 Término en el tiempo, ni a su suerte valla


les pongo yo (Júpiter): su imperio eterno sea.
(La Eneida, 1, 278-279, trad. del P. Alfredo Meyer).

46
47
E ¿dl dios
mI

EL ESQUEMA VIVO DEL AGUSTINISMO

mo una frase
' tengo tanto respeto a mi público que a veces supri
disgustarla.
Eque veo una persona conocida sentada allí y no quiero
ra muda.
¿pués pienso y veo que estuvo bien suprimida. Censu
za a
ado uno habla de memoria y no pegado a un papel, tropie
al es
les pido disculpas de mis tropiezos eventuales. Lo esenci
ime a la ver-
y el conjunto sea verdad —o mejor dicho, que se aprox
mo decían los Académicos. El hombre en esta vida sólo puede
lo que
aproximaciones a la Verdad, en eso tenían razón. En
era en negar la existencia de la Verdad —si hay aprox imaci ones
rdad, existe la Verdad.
rencia:
guntas que me han dirigido después de la segunda confe
ocó. Los san-
9, ¿Se equivocó Santa Mónica? Yo creo que se equiv
Tengo la im-
también se equivocan. De hecho, Santa Teresa [...] '*
Santa Mónica
sión de que la “primera esposa” de San Agustín [...]
ro que hizo
ecía al oficialismo eclesiástico y ella no. El milag
nder a él con
e aguantar con paciencia el destrozo de su vida y respo
a. Es un mi-
n acto de generosidad y amor: hizo voto de continenci
ágro mayor que resucitar a un muerto.
orgullo infinito
' 22. Esa “subjetividad” de que Ud. habla ¿no es un
en mi habita la
¡egoísmo infinito? ¿Eso de decir que Yo soy todo, que
lerdad?

el original.
18 Esta frase y la siguiente aparecen inconclusas en

49
Cucú cucú, cantaba la rana,
Efectivamente, eso puede ser orgullo. Yo tengo un amigo que
cucú cucú, debajo del agua.
mientras lo dejan hablar de él, habla; en cuanto se habla de otra cosa, ¡Qué monótona es la rana humana!
se acabó el mundo: se duerme. Atención: “¿Qué soy yo para el Uni- ¡Qué monótono es el hombre mono!
verso? Nada. ¿Qué soy yo para mí mismo? Todo”. Están aquí el orgu- Y luego: a mí, para mí,
llo y la humildad en potencia. Es una cosa natural, que puede volverse en mi opinión, a mi entender,
humildad, como en San Agustín, o soberbia como en Descartes o en mí mí mí mí.
el poema Narciso de Paul Valery: Y en francés hay un Moi.
El Moi francés ¡ése sí que es grande!
Et quels événements étinceler dans l'oeil... ¡Monsieur Le Moi!
Jy trouve un tel tresor d'impuissance et d'orgueil... Cu cu cu cu Cu.
Sólo los que aman saben decir Tú.
Hallo en mí tal tesoro de impotencia y orgullo... erencias o bien
Es un descenso en sí mismo hasta tocar la huella de eternidad que preguntas no caen en el marco de estas conf
hay en nosotros. cen mejor a otras futuras.
Algunos dejan la impotencia y se quedan con el orgullo; otros al * oo
revés. San Agustín:
qué es lo que
Dos amores fundaron dos ciudades. El amor de sí mismo llevado hasta l es el esquema vivo del agustinismo, es decir,
ojada de sus amarras
el desprecio de Dios, fundó la Ciudad del Hombre. El amor de Dios llevado hoy de la filosofía de San Agustín, desp
s a Su época y a
hasta el desprecio de sí mismo fundó la Ciudad de Dios *? astanciales o residuos transitorios concerniente
ema. :
lación? Tratemos de desentrañar ese esqu
¡Pero estos dos amores se basan en la conciencia del Yo! una filosofía la de Aurelio Agustín:

Que nulle vierge enfant échappée au satire, ue nace dentro de la fe


Nulle! aux fuites habile, aux chutes sans émoi ue toma por base la interioridad
Nulle des nymphes, nulle amie, ne m'attire la demostración de la
Comme tu fais sur l'onde, inépuisable Moi, ) que establece como teoremas primeros
ualidad del alma y la existencia de Dios
ciones “la existen-
) que usa como término medio de esas demostra
Nadie, ninguna ninfa ni amiga me atrae
ela al escepticismo
e la verdad” desarrollando una refutación paral
como tú sobre el agua, ¡oh inagotable Yo!

lógica ymo-
BENAVENTE 5) que una vez fundada se desarrolla por la línea psico
en torno de la doctri-
¡l principalmente; para decirlo en una palabra,
En el meeting de la Humanidad
millones de hombres gritan lo mismo:
a del “Amor”
eto, no basada en el aná-
yO yO yO yO yo yO 1) que establece una metafísica de lo concr
Santo Tomás) sino en la
yO yO yO yO yo yo. sis metódico del concepto de ser (como
ema del mal
lerificación continua de la existencia: probl
19 La Ciudad de Dios, L XTV, cap. XXVUL
51
S0
n Agustín no pone pues la fe al término de la filosofía, sino que
;
7) que se hace presente a los grandes problemas morales y políticos
fun-
de la época; no a la manera de los “progresistas” de nuestra época, que losofía nace en el seno de la fe. ¿Quiere decir que la fe es el
s
sacrifican el presente al futuro; sino al contrario, cuidando el presente, ento o punto de inicio de la filosofía? No, eso se llama en nuestro
entendiendo el presente, preparó sin saberlo un inmenso futuro. fideísmo o tradicionalismo. ¿Quiere decir entonces que Su fe es
e
lonal? No, así dicen en nuestros días los racionalistas. ¿Quier
ba-
Voy a pasar ligeramente sobre estos puntos, deteniéndome más en Ir que en Agustín la fe y la filosofía son dos cosas separables,
los últimos y tocando solamente los que han de ser temas de otras s en la voluntad o el sentimiento la una, en la razón la otra? No:
la
conferencias. En Tucumán hice un esquema vivo que tenía más de bretenden los cientificistas y los modernistas, y en el Medioevo
a
esquema que de vivo; aquí sería inoportuno y pedantesco. irina de las dos verdades de Siger de Brabante. Apresurémonos
Anécdota J. S. G. renir estos errores vulgares.
mo
1) La filosofía de Agustín nace dentro de la fe cristiana: cuando Mo tas: de Agustín old ut intelligas”, usada por el fideís
, ha sido
, poner a la fe como fundamento de todo conocimiento
Agustín comienza a filosofar en Cassiciacum, rodeado de un grupo de
amigos intelectuales (el primer Cenobio), ya es cristiano. Su educación € endida y usada, como tantas otras frases del Africano. La frase
pleta y exacta es: “Intellige ut credas verbum meum; crede ut
ha pasado por una serie de tramos vigorosos: ha leído a Aristóteles en
as verbum Dei” ”
su juventud, al cual descifró él solo sin maestro, nos anoticia él; ha
muchas frases de San Agustín que han sido mal usadas y
estudiado después a Cicerón, cuyo diálogo Hortensius lo inflamó en
Ésta es una de ellas: las otras tres que rectificaré en esta
amor de la filosofía; ha ejercido el oficio de rhétor?!, lo cual en aquel
ia son:
entonces suponía un conocimiento general de la literatura, la historia
y la política; ha leído con entusiasmo los neoplatónicos (las traduccio- a y haz lo que quieras”.
nes latinas y los comentarios a Plotino de su paisano Victorino Africa-
no); se ha interiorizado en la doctrina de los Académicos y las teorías Massa damnationis” ?.
de los astrólogos o “matemáticos”; ha comenzado a leer con pasión
p Fa ,

esa gran enciclopedia literaria, moral y mística que es la Biblia. En y


'D os amores crearon dos ciudades”.
Á
suma, no sólo es un hombre educado y culto, eruditus como decían de
| muchísimas otras; por ejemplo, la frase sobre latolerancia
yl
4

entonces, sino que posee toda la ciencia de su tiempo, disertus; quiere ción de los
¿prostitutas que el Dr. Carrillo quería convertir en aproba
llegar a sapiens y para eso ha aceptado la fe cristiana con todas sus dh
stíbulos oficializados.
consecuencias: la fe es para él el camino de la Sabiduría. La Sabiduría Té nto la fe como la filosofía se apoyan para Agustín en la razón: la
es algo identificado con la Verdad, la Felicidad y el Amor. La filosofía ionada
y ofía se apoya en la razón científica, o sea en la razón evoluc
de
“el máximo grado de abstracción e informada de los principios
para él no es “una materia”; la filosofía es filaletía —o sea amor a la
da
¡ciencias particulares; la fe se apoya en la razón natural, adheri
Verdad beatificante.
de afecto , que
t todas sus amarras a la vida real, y cargada por ende
ia
20 Creemos que se trata del Padre Juan Santos Gaynor, y que la anécdota es la referida
en De Kirkegord a Tomás de Aquino, cap. IL, Mi Filosofía: “Ahora leeré la meditación (muy
mam os sentido común, y que él llama cognitio o notitia o memor
literaria) acerca de mI FILOSOFÍA; meditación nacida de que el finado P. Juan Santos Gaynor me Y
dijo de sopetón al fin de una conferencia mía: «Ahora sé lo que es Ud.: Ud. no es tomista, es
agustiniano». «Pero Santo Tomás también fue agustiniano», le repliqué. «No: Ud. es mucho más
para que llegues a enten-
agustiniano que Santo Tomás». Me fui muy intrigado al Parque Lezama a meditar qué era yo, si 42 Emplea la inteligencia para que llegues a creer mi palabra; cree
es que era algo”. la p de Dios. ?
21 Maestro de retórica. ñ y E Durminidad es) una masa destinada a la condenación.

52 53
certifi-
o sapientia. A la fe no llegó Agustín por un mero impulso de senti- en bargo, él ¡qué gran maestro fue! Sus contemporáneos
miento, de cansancio o desesperación, sino a través de procesos inte- oírlo era un encanto.
lectuales conocidos (procesos intelectuales no exentos de “Angustia”) Agustín, no es el
¡El punto de partida de la filosofía de San
que tienen un carácter principalmente de actividad crítica natural; enne, amigo de
so, luego soy”, como decía el bueno de Mers
como la implacable crítica intelectual a que sometió a sus correligio- ad. El hombre ine-
artes; sino mucho más amplio: es la interiorid
narios los maniqueos. La fe para él se basa en la razón, y es como si bien y teme el mal:
olemente quiere la felicidad, quiere para sí el
alos estoicos
estigación de vita beata era común a los epicúreos,
dijéramos el primer uso de ella, el más necesario, el indispensable. La
filosofía podrá venir o no venir después, pero si viene no podrá contra- vida feliz se re-
s académicos de aquel tiempo. En torno de la
decir a la fe, porque la razón no se combate a sí misma. De modo que joven enfermizo,
ve mucho y por muchos días la mente de ese
se podrían establecer estos peldaños: rmedad del pecho
s do, supersensible, amenazado por una enfe
culosis, angina
toris malum” (¿asma y bronquitis crónica, tuber
- el sentido común y la buena voluntad a) y puesto sobre
s o falsa angina?, probablemente esta últim
- la fe y la razón científica económicas. La
nas de dificultades de todas clases, incluso
primero ora”. El
ón le dice entonces: “Escribe lo que piensas; y
- la sapiencia o sabiduría
pá-
- la contemplación o unión con Dios dor una larga plegaria, que se cuenta entre las
n dirige al Crea
quiero leer
s más hermosas de la lengua latina, cuyo comienzo
almente
allí está el concepto de Dios para Agustín; primordi
Pero todo esto San Agustín le llama filosofía o filaletía, amor a la
a través de
verdad; ¿a qué verdad? No a una verdad abstracta y disecada, sino a
la Verdad, la Verdad conocida en uno mismo, pero
una verdad viviente y vivible y vivificadora, una verdad por la cual se creadas:
pueda vivir y morir: una “existencia”. Y es esta verdad viva y vital la
que desde el principio pone en marcha todo el proceso, de modo que m ut bene te rogem,
Deus, universitatis conditor, praesta mihi primu
siendo el término dél, es en cierto modo también el principio, porque emo ut liberes [...] Te
inde ut me agam dignum quem exaudias, postr
vera sunt quae vera sunt
“no te buscaríamos si ya [en cierto modo] no te hubiésemos hallado”, invoco, Deus Veritas, in quo et a quo et per quem
quem sapiunt quae sapiunt
ni “podríamos ir a Ti, sino atraídos y empujados por Ti”, dirá más omnia. Deus, Sapientia, in quo et a quo et per
rum [...] Deus Lux [...] Deus
tarde el Doctor de la Gracia. Por mucho que el hombre trabaje, trajine omnia |...] Deus Beatitudo [...] Deus Pulch
Rex 24
y se esfuerce por conseguir la Verdad, la Verdad siempre se le ha dado
gratuitamente; y ella se ha anticipado a su trabajo, trajín y esfuerzo,
s. En ellos se
que tienen su invisible origen en ella misma. sí comienzan los dos “diálogos” de los Soliloquio
De allí la profunda doctrina platónica contenida en el diálogo De ene el inicio del filosofar agustiniano.
Magistro, donde a vueltas de una ingeniosa disquisición psicológica y s internos de su
semántica acerca del lenguaje, Agustín niega enérgicamente el título 3 En ellos el joven filósofo desciende a los reino nta
y después se pregu
de Maestro a todo hombre y lo otorga solamente al escondido Maestro me y recuenta todo lo que encuentra en ellos;
lágrimas acerca de
que habla desde dentro; no pudiendo hacer los maestros humanos (a uscamente acerca de su inmortalidad. Derrama
los cuales, sin embargo, si son buenos, se debe alta reverencia) sino de s
j
reador de todas las cosas, dame en primer lugar la graciai de rogarte bien, bien, despué
despertar al Maestro no humano y suministrarle materiales. Su nombre O
por último, líbram e [...] Te invoco, Dios Verdad , en quien, de
E de ser escuchado y,
es la Verdad; y es una cosa subsistente y personal. “Noli foras ire”, no ras. Dios, Sabiduría [...] Dios Bienaven-
len y por quien son verdaderas todas las cosas verdade
te disperses en lo exterior. Y la fe nos enseña que ella se hizo hombre. ...] Dios Hermoso [...] Dios Rey.

$5
54
ella, implora a la divinidad, marca innumerables ambages, dudas y muchos temas filosóficos que la sostienen y corroboran. Las
precauciones. Los dos diálogos son tan vivos, elegantes y hermosos sd e San Agustín tienen un carácter enciclopédico, no son mono-
quizá como los más hermosos de Platón —y digo quizá porque por mí As: su mente que era una mente musical toma un tema y lo desa-
mismo no me siento capaz de juzgar. A en toda su amplitud, con todas sus armónicas y contrapuntos y
El raciocinio que subtiende estos dos diálogos sutiles es el siguiente, y es decir, arroja, como todo gran filósofo, su intuición filosófica
reducido a su esqueleto: en mi alma existe la Verdad; no existe como en cualquier punto de su sistema que toque.
algo adventicio o sobreañadido, sino como su vida misma. La verdad h

es universal y permanente: es trascendente a mi persona, que sin em- “No negarás en consecuencia que hay una inmutable Verdad
bargo vive de ella. La verdad no es un cuerpo, no es algo material y nedora de todas las cosas que son inmutablemente verdaderas; la
por tanto mi alma que es su subjectum tampoco es algo material. La 'no puedes llamar tuya o mía o de ningún hombre porque a la ma-
verdad es imperecedera, y mi alma también. La verdad es Dios: por- de una luz secreta y pública a la vez, a todos los que ven verdad
que si existe algo superior a la razón humana, ese algo yo llamo y 's ofrece y presenta de maravilloso modo” (L.A., II, 12). Esta
debe ser llamado Dios. Pero la Verdad es superior a la razón humana. ad es la única que puede hacer felices a los hombres (XI!) y la
Este raciocinio, que ha sido tema de innumerables discusiones, es ¿cosa del mundo que se posee con seguridad (XIV). Ahora bien,
difícil. Supone el conocimiento de teorías sutiles, la doctrina del cono- recho prueba la existencia de Dios (XV) porque si hay algo que
cimiento de Platón, la doctrina de la materia y forma de Aristóteles, la perior y transcendente a nuestra razón, algo que la juzga y la
doctrina de la “participación” de Plotino, Pero supuestos esos conoci- Igo a donde nuestra razón trata continuamente de ascender y
mientos, Agustín percibe de un solo golpe y como por intuición la al se somete gozosa —y eso es la Verdad— entonces eso es Dios.
espiritualidad de su espíritu, su conexión con una realidad imperece-
dera, y por ende, su conexión esencial con otro Espíritu Supremo, que
no es otro que la Verdad Subsistente, el “lugar” de todas las verdades. es inmortal.
No hagamos a San Agustín la injuria manualesca de decir: “Agustín ta prueba es difícil pero no oscura, y está sustentada en San
dice que vemos nuestra alma, que viéndola vemos su espiritualidad, tí por todo un cortejo de raciocinios y teoremas filosóficos in-
que por su espiritualidad sacamos su inmortalidad, y por su inmorta- utibles. Para conocer a Dios no parte San Agustín del alma huma-
lidad, la existencia de Dios”. sus ideas, como Descartes; sino del mundo externo que se ofrece
Ver nuestra alma es ontologismo [...] 2. stros sentidos, pero tal como está ya dentro del alma transformado
Yo no veo mi alma, sino que en el acto de conocer tengo conciencia. encia: sobre todo la ciencia matemática y la ciencia moral. Existe
Cuál es el “ser de la conciencia” (Das Wesen von Bewusstseins)... eso ascala: los sentidos juzgan de las cosas materiales y son superiores
es dado a muchos nombrar, a pocos ver. Mi alma se percibe como as; el sentido interno juzga de los datos externos; la razón juzga y
diferente del objeto: el objeto son las cosas sensibles y materiales; mi ¡ina al mismo sentido interno, a la imaginación y a la memoria;
alma se pone como sujeto. Y eso es sentirse no-material = espiritual. yla Verdad está por encima de la razón y la juzga, siendo sin em-
Esta demostración está solamente indicada en el Soliloquio II, que
es una especie de “programa” de la filosofía agustiniana, comparable las”. La palabra “inmutable” vuelve continuamente en los escritos
al Protréptikon de Aristóteles. Está más desarrollada en el segundo lan Agustín como un estribillo, porque efectivamente en ese carác-
libro del diálogo De libero arbitrio: también encajada en —y rodeada Amirable de nuestro conocer y de la ciencia humana, que ha hecho
ar tanto a los filósofos, reside la fuerza de la demostración; carác-
25 Aquí el texto trae: “Anécdota Aybar”. de que muchos hablan, pero pocos ven y tocan” dice el Africano:

S6 57
Ce, Conoce la
Y Cara eternid, ad! Tú eres
(ibid.),
presunción enterame
para hacerse Perverso nte gratuita de que
, que el bien nos es da
, de ahí esa man
deíqua
doO yque
e cuando estallan

o AN

PP. Mas Ivan de uno a uno. E


de la “massa
ella, tan eficaz
hombre no que no perdon

Filosófico. Pobre San Agu mo dice Voltaire en


hombres. ¿Es verdad que stí n: fue el menos feroz de
San Agustín dijo que los
sin bautismo se condenan niños que mue-
? Es falso, señora mía...
¿Es verdad que
fuego eterno ? No sól lo inventó, pero al
El fuego eterno no tiene la
eternidad de Dios, como exp
muchos predicadores. No puede lican mal
tener sino la eternidad del hombre
Si el mal es como connatura .
l al hombre en el presente
naturaleza dañada, el mal no es natural sin embargo,
est ado de
raleza. El mal es una no es una:
priv
ación, ho €s una sustancia
|
AER

y rechazar
creado el infierno, estatuye un Dio iado feroz y haber xr y to cidas. El adulterio es pecado no en cuanto es un
s bueno que es la luz, un Dios razo xu2 le o en cuanto engendra un hijo, porque esas cosas son bie-
nable, benéfico y chamaril sto.
Has
-
ta aquí vamos bien. Pero si uno o en cuanto lo hace fuera del orden, y por tanto fuera de la
fija un poco, ve que a quien tien se
e verdaderamente miedo Víctor nía universal, y por tanto fuera de Dios. Dios colabora en él, muy
es a la “Sombra” (“L 'Ombre Hugo
, Les Ténebres, le Tout Lug pesar; Dios coopera, pero el hombre lo tuerce; tuerce como si di-
tras que al Dios Luz lo trata man ubre”) mien-
o a mano y hasta le palmea la n os la mano de Dios. Eso que dicen los predicadores que el peca-
Por tanto, el verdadero Dios espalda.
para Víctor Hugo es en realid mata a Dios y que lo mata con las mismas manos de Dios, es una
bra; porque verdadero Dios ad la Som-
es aquél a quien se teme, se verdad metafísica, que horrorizaba a San Agustín, el cual no se cansa
se respeta; no aquél a quien rev erencia y
se tutea. Que en el fondo de ñ de repetir que aquél que hace un delito se sirve
todas las co- de Dios, o sea se hace
h
4

62
63
Dios él mismo convirtie
ndo a Dios en un medio;
del Universo una reali y pone en el orden
e hizo grandes a nuestros próceres.
Mas ¡he aquí el castigo de los
es! Por lo demás, los oráculos
han predicho que la n va secta
delos. crestianos no duraría más
de 365 años en
llegó a Roma el año 70 faltan 23
años para que
0 arios, esperad un

Os cristianos. Cuando el Impe


. | militarmente invencible;
riono era cristiano
en cristiano por obra de bastó que se convirtiera
Con e se aflojase adentro y
afuera: con sus doctrinas
de la mansedumbre, del
ciencia, los cristianos han perdón y de la pa-
ablandado la recia fibra : “¡Oh insensatos que ya no pad
tianismo con su Dios mansit romana. El Cris- ecéis
de error sino de ver.
o que se hace crucificar co adera locura! ¡Que cuando el mismo
deshace el coraje, deshac mo un cordero, Oriente está gimiendo sobre los
e el orgull
o, deshace el amor a la años y los peligros
del Imperio, llenáis los teatros
gloria, todo 8)
para ver farsas
obscenas, impías y sacrílegas! Sab
ed que el auxilio de Cristo (es decir,
64

a
65
il ile it
en derse con esto que
fue un “progresista”,
nuestro tiempo, hijos del como los |
Marqués de Condorcet.
ista y no futurista,
ANN e

"PIOS pecados pa
Os dioses: arroj sados no en
aa manos tado al progreso de su vid
da €S, Pero sin perd
er un
a, se le aca-
es decir, de Un "y de gentlema Dogma del
iversitario y n, co- gma de Echeverría y so
> SINO que discur de ca ballero. No Vo bre todo de
re y analiza cifera es que siguió a Casero
con la lucidez im s, el “iluminismo
Las otras dos pa placable
rtes
dicho Muchas
veces el 31 “El Progreso es la Pro
Por accidente. Es una videncia sin Dios. Esto es, una teoría de que
Mucho más milagrosa que especie de optimismo ateo, fundado en una pertodo siem ha ido
un milagro” (Chesterton, pet
the World State). Whar Saw in Ámerica, cap.ua coincidencia
XI, Wells and

67
Má de
N
hoy Sifracn
saber, celo ex
clusivista, Mabatur oppjs,
O, la preten
olganización
sión de
los Milagr PÁvidham rizo ]
de la primi C- sd
O éxito en
ej Imperio
€ causes
exclusive
Practice 2eal, the iM
SPread Us of ri Medi
elf with SO gid Virtue and th cte €xpe clation
Much SUCCES e CO of, An
S in the RoAStitution F the pr other -33 Fuerz
man Empire im
” (L.C.). itivo
A,
virilidad.
34 “si quebra
" do se Prec
68 las ruinas lo heri ipitara el orbe,
h.
Or
acio, Carmin
rán
um,
filosofías se puede decir
que no son existencialista
to Tomás, Descartes, s: la de Platón, San-
Spinoza, Hegel: son
“es encialistas”,
Un movimiento se define
por su dirección, por s jj
, dijo ¡ ialismos, h el ateo, el 3
que había tres existenciali
fin: basta que varios mo «o AA ¿Puede la existencia ser pue ¿A 3
vimientos tengan una
an algo común; todas las misma partida para stuales existencialistas llamará neutral? ¿Neutra :
fil osofías existencialistas par
da, del Yo; y t ten de Jaspers, neutral Sartre? ¿Neutral Scho
ninan de alg en Dios,

ecía Kir .€l administrador indigno de todas


las riquezas del espíritu que más; entonces vengo”. Hay un progreso para-
me fue enemigo, aquél que uien aborrezco, aquél que
lo her siempre 1 y del bien en el mundo, hasta el Juicio definitivo. Un gi-
y los convertirá en el párraf eda todo— tomará mis libros vivientes fesaba y el cura le dijo: “¡Ay infeliz! ¿Qué harías sipress
o 57 de la Historia de la
Profesor. Al destructor del sistema Filosofía: e] ibios te llamara a juicio?”. Y el gitano le dijo: Pues ¡no dir!”.,
lo convertirá en otro sis
Profesor. Y a este repudi
o que Pongo aquí, lo. con tema: el a este Juicio de las Naciones no se podría dejar de va ¡sara
y lo lanzará desde la cát vertirá en otro párrafo
edra: el Profesor. Y si la conferencia anterior dije que el “Progreso In efini no
zará desde la cátedra» ta lee esto de que «lo lan-
mpoco se asustará y tam ués de Condorcet era quimérico, un progreso en línea rec
la cátedra, y así indefi bién lo lanzará desde
nidamente. ¡Maldito sea!”.
elici
lic aterial en la Humanidad
¡ es desmentido
esm porr la la!historia;
a Dlbalgo hay un progreso en la historia —o mejor dicho dos
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73
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alejandri nos acerca del proble ma de
en 1.682s par
ón deislasta rel a tom ar pos ici ón; re ch az o viole; mn.
de igione
itivas, la romana
de todas las religiones pos

continúa psp

broke,
literatura , en Rousseau, en Hume,en Stuart Mill, en Boling
«mbmáa lécico de oenco
puegun ntrar exactamente esta misma posición religio-
todos.
g1coo deestá
artre tal“al com en ro ense nin con tanta romántica elocuencia, rica imaginación

éstos dogmatizan y
berbio y flexible lenguaje. Y lo que es más,

36 “Cuando se extinga nuestra breve luz,


dormiremos una noche perpetua”
(Catulo, Carmina, V).
o, Obsceno, ciego; y es nada todo el resto

erra lo retoma y exclama: ¿Acaso ha sido?
yo, la tierra misma, pronto no habré existido.
5! A esos fuegos fatuos llamamos alma
s; ¿63
Pasajero, ¿qué
es lo que he

dos ratos a la faz del abismo?


El hombre ETERNO: es eso lo que el mortal añora.
Tú preguntas al cielo, al gran cielo que ignora,
que te aturde con rayos y te ofusca de estrellas,
qué hilo te anuda, oh mosca, dentro su enorm
e tela,
dónde vas, de qué vienes, cuál será tu morada...
Tú debías sentirte de tal manera Nada,

79
que con ese va
cío que tú ll
Nada tienes qu amas la esfera
e ver —dado
Y con lo que que ella existiera
ella es Conde, ,
si es que algo 'a.nO hay más infier
no, tu efímera es conde, no, no, sueño que al ho
Vida NO tiene Pr
oporció , horrible, sueño detest mbre doma,
able de Roma.
do a un nivel!: tú creías
, yo niego.
el honor, tontera; el mártir
, ciego,

: Quiere fundar una


o ntología sólida,
ha descubierto. Es
errados Nimio de Anquín, el P. Sepi 4
ch, Miguel Ángel Casares, el | a -maestro
Quiles y los demás tomistas que se
liable con
imaginan que Heidegger es conc
el tomismo, es decir, que or de a ausente y el honor del país)
¡Neutral respecto de Dios un metafísico,es sant
“neutral respecto de Dios” ae
ha salido del principio idealista, contin o cielo! Heide
extremo, es el último eslabón del heg
úa a Hegel
elihd
smo. |
de tragarse a. or; pen

puede acabar. osa perfectamente inteligible cuan


Da-Sein, el hh de 0) Dato
ante del Sein,el
Wesen des Grundes y todo. 1 Entwurf, el Besorgen, el
tinos del verbo sístere, exisi mp todos los compuestos la-
-sistir
(o ser= 'Ser
E escoger el de-sistir. Y al leer con O! uno concluye
spul : exposición del
alter de Reyna y encontrar en Profesor peruano
Heidegg a rever
todos los nombres cruzados (Ser
= Nada, Vida= Muerte,
gunta si la boga de esta filosofía no
la ontología aristotélica con
encia = Angustia, etc.) se pre-
San
vendrá (aparte de su termino, ogía román
«Encarnación», «Oferta», «Náusea»
, «Preocupación», «Salto», «Nauf tica de «Angustia»,
pecie de cosa como una novela polici ragio»...) de que es una es-
ima-
amó al prójimo de la manera más alta que se puede
al, que cuanto más misteriosa más interesante” (Castellan
“Existencialismo”, en Filosofía Cont
emporánea). i, "Kirkegor
o
obras geniales,
inar, comparable a la de los m ás grandes santos... Sus
38 “Y además, el filósofo debe
ocultar su indignación; excepto
GOBIERNA. La indignación del cuando gobierna; y NUNCA
filósofo debe convertirse en energ
insultos” (tachado en el original). ía para hacer su obra, no en y j y j más
paul
!

82 83
intento con hace
r eso ificado hech
2 SUS oyentes, el da echooss . Ha hecho
ño del pseudo-mae
hos para siempre el acce tro
so al “mensaje” q
do tundo moderno,
a

Tano de sí es
tudios
CIrcunspecto
tema, en todo caso, Judicio
Omitiendo Co
a haber elegido
este de lo religioso”; Dala
sas cgeta más grande
puede falsific
ar del Y Cxagerand de la Biblia después
o Cosas de] siglo V:
un gran homb triviales, se
re, es clar
o. Pero
e 39 SinSi embargo,
al hablar de hombres
tan grandes,
nuestro juicio * Un obsesion ado del problema del
debe Ser mesu mal;
rado y pru- ” el profeta de la inte
109
ri or id ad ;
un escritor de “c
84 onfesiones”.

85
iran: éstos tienen la angustia de la angustia. ¡Ojo con la
msciente! Es peor que la consciente. ¿No hay hoy día
is de angustia”? Muchas de esas gentes que
tornillo” son angustiados que se oc: ;
conocerla, el que la co
¡Dichoso
h pias

_ mirarle la cara; pero mírenlos obrary movers


celable inquietud se traduc en sus actos y gestos. 1 cómo la.
diez análisis psicológicos, si hubiera tiempo, Podría hacerles ustia es la reacción ante la Nada. o 62 OU
en seres humanos que no parecen angustia de angustias escondidas miedo, no es tristeza, que tienen objetos determinados; el
dos. la angustia es indeterminado. Su objeto es la Nada, el Vacío,
Éstos no viven una vida auténtica;
viven una vida inauténtica; no onocido; lo Sin Fin, lo Absoluto —es decir, Dios. La primera
salen del estadio estético, el estadio
ínfimo de la vida interior; —pero
para que no tuviesen ninguna angustia serí ición de Dios al hombre en el actual estado del hombre es ésa: la
a necesario que no fuesen Jra Ausencia, la cual no podemos pensar y no podemos dejar de pen-
mortales, que igno rasen la muerte, que no supieran
La definición religiosa del hombre que han de morir.
es: “el animal que sabe la muerte”.
Llevamos nuestra muerte con noso
tros, sólo que algunos la miran, p 40 Años después Castellani escribió en su cuaderno de notas un comentario elogioso de una
obra de Sciacca, y concluyó: “Tendremos que revisar nuestro juicio sobre el filósofo italiano”,

86
87
sar; y todo aquél que hable de Dios sin haber senti
do esto, no sab sía es otra. Plato est reprehensibilis, quia nimis alegorice
na-da de Dios, aunque pueda tener una gran devoc
ión a la Virgen: mde ambigue determinat”
j 2 41
*. "di
Fátima... Mn Agustín trataría a Kirkegor con más benignidad: “¡Cómo
:
Es muy sencillo: hay tres clases de hombres: unos que La palabra «angustia» (en alemán Angst) no he
están
ontacto inmediat
con Dios
o posi
9 negat
tiivo,
vo y sonlos sante ! | ¡as latinas m gnific
de
a pi
.
aa de a

' 0 PA
11' ra qué

¿De dónde soy yo? Soy conting | uedo ser y no ser; y por
tanto Me dncojuó a la fiesta del mundo...
qué esen elcierto modo, soy Nada. ¿Cómo
Ser? Esto enseñó Aristótele
de una Nada brotó el Ser? ¿Y
s. Pero ahora vienen ustedes,
hombres del Norte, con la tabeza llena dé brumas y de niebla 'los grandes poetas lo saben! .
'

s y de sa
vapores de cerveza, «come il tuo maledetto Jalso Iddío Marti
no Lute- ta 15 dijo así, en forma más directa, pero menos hermo
ro», y consus palabrotasrománticas—Angustia, Pecad am ente hablando:
o, Desesperación,
Paradoja, Instante, Subjetividad- enturbian el lúcido
vino del pensa-
miento latino. Has hecho lo mismo que Platón, ello sus afirmaciiones son al mbi-
mezclar metáforas, | Platón es reprensible porque abusó de la alegoríaÍ y por
símbolos, alegorías, parábolas y poesías en
la filosofía. Filosofía es Aid hasta que descanse en Ti”
2 X “Nos hiciste,la Señor, » para Ti, , y nuestro corazón está inquieto
mfestones, L. 1, cap. 1, 1).

88 89
Nos hemos juntao ndo, no sé si por obra del peronismo, siendo sustituido ve
por el egoísmo,
'movimientos igualmente antitradicionales? '
y el mismo egoísmo
Ixi ste pues una “antitradición”, es decir una coodicidi 060 nda
nos desapartó.
No existe propiamente hablando una erutndd
Seguí tu

itas, aparecen
plemento” de La . la resol ción del gran dama dela Hisori, dama ue :
tagonista y muchos antagonistas.
pos; y menos nos ¡lusionemos de que vamos a salvar la tradición ar-
nes ese mundo ideal de valores humanos que brad
gentina o la tradición hispánica inundando al país por radio de una
"sin merecerlo... y sin agradecerlo. No todo lo que heredamos
tormenta de tangos, de jazzes o de rumbas o de guitarreros cuyanos o
| rad porn. Un hijo hereda de su padre una casa y una tuberculosis:
correntinos. a es tradición, la tuberculosis no es tradición. La tuberculosis
¿Cómo puede haber una tradición liberal argentina, si el liberalismo e ser tradición en una familia: hay que romperla cuanto antes.
nació de Locke y de Hume, dos ingleses, en el siglo XVIII, cuando
da día, moralmente hablando, se rompen las casas y se cultivan
aquí ya había una tradición; y en su forma original ha desaparecido betcilosis.

92
Vamos a considerar
la destrucción de
el divorcio y la guer la tradición en dos
ra social; ejemplos,
y su invisible víncul
de la tradición en fil o en la destrucción de Trento en
osofía p r obra del “principio llenos de costumbres tenaces
volucionó la filosofía ha ideal ista”, que re-
ce máso as (la tenacidad en no cambiar es una de1
Los lósofos actuale enos. 0 DAI A .
0 me 106 explica t ); el Quijotey los libros de Alejandro Man
zoni.
ul— que estaban « la Bibliotecdea mi padre; «
"Y
y

ie a Shakespeare no es
inglés culto no basta entender
espeare, hacen falta muchas otras Cosas;
porque la cultura in-
lo. se clausura en Shakespeare. La cult
ura, que ante todo es na-
sin embargo está c. tal, no es la dote de una sola nación,
do a la vez causa y efe ada por la época en
que actúa, de la cual ni siquiera de una sola religión,
cto
[...] Toda filosofia, por , por ese fenómeno sutil que llaman los es en cierto modo par 2l Cristianismo asumió en sí cuidadosamen
abs tra cta que fil óso
te; sie
fos «causalidad recípr n- te toda la tradición paga-
condicionada por el Apa
tiempo y la civilizac
rezca, posee el caráct
er de la temporalidad oca» por no decir nada de la tradición hebrea.
Contemporánea, cap ión Que le da su tier : es decir, está Hemos visto quién lo
. I, Panorama). ra, su agua y su atm
ósfera” (Filosofía hizo, San Agustín, y hemos visto cómo lo
hizo. “Todo lo que los filó-
sofo
s han encontrado de bueno es nuestro”
, decía San Clemente de
94
95
yista Marías: la alternativa
es “filosofía tradicional
dentes”. Ese sincretismo que
anhela Julián Marías...
10 hablar de la gran “Industri
a Unificada del. He
1 puntode vista superior a su veneno
sidad”.

Poco sólido, Esta frase, así


como suena,
A ho Enorme; que es a ruptura de la tra.
e XVII. No se'
sa en el cielo, una perturbación de los
adicionista o destructiva; co principios, una filosofía anti.
mo por ejemplo el epicureís
mo, el aca-

M4 Filipenses 4, 8 y 1 Copin hos 3.2% cl


- €nérgica frase de Juvenal— según la
ndo el ejemplo del Augusto
Emperador: la tradición del
“matrimonio sacro” se hab
ía destruido de

97
ada la pro
ituidas les era garantiz patre,
los
con espanto la rebelión ales y civiles: eran
raíz en el patriciado romano; y el patriciado vio hos religiosos, soci 1
tó y corrompió. ne “P at ricios” y también
de los plebeyos —a los cuales después el Imperio aplas e do nd e pr ov ie s
ria” como decimo
n Roma.
Pero la Iglesia recogió la tradicióde no “padres de la pat
Los que han visto Derecho Ro: o saben que en Roma existía el | apenas llegan a Al
(c« “barraganía to o
el Sa-
a” de Alfons
concubinato legal
de

por medio de |. | | er
comienzo;
de la mitología, la formación de la sociedad romana en su óricos en “ntensísimo frío, se
ga na ro n den tro de los ugares habitados,
s, una vez unidos en
sociedades
después extendió sus conclusiones a los otros puebl os hist nd e est os fer oce
y AUN de los Fuertes, de do
lado sus posesiones,
Y
rimonios sacros”, tos, que habían vio
su Scienza Nuova, libro lleño de hallazgos. Los “mat de familias ma ta ba n a los vio len
en ellos se refugiaba
n; y ad em ás
cos, monogámicos e n a los míseros que
es decir, contraídos con ritos solemnes y públi recibían en protecció
toda la tribu, eran lite-
indisolubles, y controlados y garantizados por
s y Penates *. A
ralmente en el núcleo único de la religión de los Lare 46 Congregación, grupo.
47 Eneida, VI, 853.
45 ' Dioses domésticos de los romanos.
'eitos conmueven
0” y la ex lusión | dí | 7

uestión del trabajo por


la esclavitud:
existe esta ley que tenían que trabajar
de pu ra equida toda su vida
rentes tengan d de
derec hos dife
rentes
» POr interés pro-
e la salud de sus
, Manos, y
- PÍO, Gran COMO €s la Casa de Albe
Can rto Gra fi
Puede hace tidad q '£ NUMerario gna en Sa
n Juan, Po
r sin crTjim adquirido r ejem.
"9 APLOPiándos en, No en Poco t
Puede iempo:
e. l trabajo ajen uno hacerse ico en P €SO no se
o, > AUNQUE oc
sea enla fo o tiempo
rma tan ] tole
-

Crosas Ss
eun Crimen que gritaban,
"0 me
Ortuna no a
Quiridas
Signific
lent,
O eran € con
las « “Cas
as”de 1 da
Patricios
102 ro-
8 Getulio
Va
tes de Poorgassm , llamado “padre de
Conferenci los pobres”
a, el 4 »
de agosto de fue Presidente de Bras
1954, il. Se suic
idó Poco
que luchar a veces hasta el mart
irio. El pobre Luis XIV, a qui
manuales de historia le sacude en los As rupturas sociales, en parte fruto de las pasiones
n por la cabeza su famoso “El
Est , están apoya-
soy yo”, se volvió absolutista ado cobran cons istencia por la ruptura de la tradición en
(como lo ha demostrado Belloc filosofía,
presión de su lucha con ) bajo la na filosofía antitradicionalista. No me extenderé
tra el poder del dinero; y |
también por la defección de las otras fuerza
rel objeto de otra conferencia. Baste
decir que con E
—Contrapesar e ufre una revolución total, impe

ba fuerter nte formado en Inglaterra, estaba obre todo en su oficio. En lo que concierne al conocimiento de
y la lucha social estalló. Al cap formado el proletariado , Descartes es tan bueno como Judas.
italismo le conviene el divorcio; |
está sas torres monstruosas que ha construido la filosofía moderna,
s levantadas en realidad contra el cielo, dependen todas de la
tura de la tradición filosófica; ruptura que es en el fondo, como la
>
gueses. “¿ Vosotros nos orre de Babel, un pecado de orgullo. Le dotó al precario intelecto
del
libre?”, dice.
y o» a 173
Vosotr
os vivís en un hervidero de
¿AP
. ombre de los caracteres del intelecto angélico: se lo hizo intuitivo,
adulterios, legalizados
. .

O no legalizados. Vosotros viví nnato e independiente de las cosas. Esta rebelión de la razón humana
s de hecho en el amor libre”.
contra sus propios límites y contra la realidad es comparable a la rebe-
104
105
lión de los ángeles: “non serviam” —no serviré. Y la consecuencia fue ¡que está en los cielos! “Porque sabes que no llegarás, por eso
a
en
que no sirvió de veras, en los dos sentidos: se volvió inservible. Esta ande” —dijo un gran poeta, que por cierto no se puso nunc
las
rebelión está en el comienzo de la crisis actual y se llama “raciona- 10, Ss fue grande. Tenemos que luchar por todas
lismo”; y es la más grave de las rupturas
de la tradición, después de la ue han quedado hasta el último reducto, prescindier
as serán todas “integradas de nuevo en Cristo'
e
1 fuerzas o por la fuerza ¡

y 1

49 Pero finalmente el viento del Progresismo ha entrado tambi ón en la Iglesia: “Hace so-
lamente dos días un sacerdote me dijo que él no cree más en la Iglesia Católica, ésta, Él cree en
la que va a venir: un sacerdote que dice la misa y predica todos los días.Y hoy me mandaron:
una propaganda de un libro de un padre agustino, Robert Adolfs, que se titula La /glesia es algo
distinto; y la propaganda dice más o menos los siguiente: la Iglesia hoy día pasa por una crisis
espantosa, porque antes teníamos una tradición fija 'a la cual se apegaban los católicos, y ahora
resulta que toda esa tradición antigua era equivocada. Todo eso debe ser clausurado, todo eso ha
elaudicado, y por lo tanto naturalmente hay una gran crisis; pero tenemos que esperar la forma-
ción de la nueva Iglesia que ahora se viene, y «es¡una cosa distinta». ¿Distinta de quién? Que no
vaya a ser tan distinto que venga a ser la Iglesia del Anticristo” (Cristo ¿vuelve o no vuelve?, 11.
Las profecías actuales, Vórtice, Bs. As. 2004, pp. 289, abreviado).

106
he hecho
que a vece
buenos de A s me dej
Jan bastante mal, y
“Andad asi yo uso los Chis. te
s

delirio colectivo,
cubiertos y conv
ertidos
el primero
108...
4

no stín disp
de la existencia de
Tomás

+9 HTimoteo 2,9,
café, la “Angusti
“solicitud mund a
ana”, Un
n General de Em
pleados
€ pasó en el Bras
il? —No,
hablar”, sj
ora; y despu
é s M e
Saber esta v Más seguro”... Puesdijo: «
erdad q bie
hi Vamos a e
xami

verdad. Lo
s
con la verdad
Umano, NO so
lógica:
lamente Crea
dor de
mu

52 Juan 14, 6;
8, 32,
isto” .Deahí aut
e: “Y o pi en so, luego ex
nt
opio Yo existe
el problema subea la exi
o, al fin al del Bachi, al estudiar
la filosofía en qu in to añ uí se tra- to *,
en ta qu e era un a cosa importante. “ Aq
del “criterio”; me di
cu el signo O medida
es el cri ter io de la verdad, es decir, s diversos
ta de saber cuál es verdad o no”. Lo
s seguro que algo mún, O
por la cual sabemo io es la ev id en ci a, o el sentido co
filósofos dicen que
el criter de Humanidad,
consenso o plebiscito
tas, o el
las ideas claras y distin

propias ideas puestas


decía que €
criterio; pero" escartes externo:
y de allí con el mundo pueden
tencia de Dios,
en conexión con la exis id ea
cuales no
s clarasy distintas, las El hombre lo pri-
y que su se ña l er an las
engañarnos.
pu es es o sería Dios mismo iento y Su
enga ña rn os , almente su pensam
son sus ideas, norm 54 Verinfra p.
158.
mero que conoce

de Criterio.
53 Entonces director
l-
ad ol es ce nc iai a , , ] ventud No .. 18 adu
ju
infancia, ni1 ñez,
ombre son cinco: , a
ún Descartes; pero las pseudo- onden a un
“Todo error es una mentira” seg iO. s o in ve nc io ne s del poeta resp
ficcio ne mi o ex terno;
y
; las falsedades de los poetas no Así también las ecto al1 mund
mentiras de los niños no son mentiras re sp
.

terna áy exteme» 0
me nt ir as
unque sean
son falsedades...
i
etico den qna realidad: in
respon
io
' mentira disculpable en un poeta,

bid. Ca ar
jda uno
pero su mente está. O ar ado co po
-osa, con su pequeño mund muy subj
o, etivo unapsó
ia l, pe
e lo erroAr :inicia Se in cu lp an , se atormentan y
€ hay una vaca encer rada , se vituperan,
n malos, no so
n malos de
-eincierto toda: ando Oscarcito dice que n; y no so
verdadero dentro de un mundillo una parte de ra

lud, tres hijoar s opequeños
en el tarro de la leche en polvo, es una mujej r que ti
1 en e Mi al a sa
o al metamundo de los cuentos de todo. Pongamos os s hi
tiene ddo
parecido al trasmundo de los poetas orme con la y le ng ua la rg a, y un mar! ido que
genio irritable;
pol
hadas. Son los adultos en quienes
la boca no está conf no muy sanos poco ta le nt o y un
a las cosas; y las cosas que de eso a matrimonio, amos Q
mente y la mente no está adecuada ¿8 un de . ¿E s es o po sible? Sí. Pong
porquerías. Como decía Oscarcito fierno gran
derivan, de esa falta de verdad, son pueblo chico in
del
edades del hombre? —Las edades
en la escuela: —¿Cuántas son las 117

116
mujer, llevada de su Preocupación ma
ve a sus vástagos terna] — Pued
desamparados- se e morirse pronto, ndo en una nación, el ser inteligente, el ser veraz
deshereda po rta com y
alos dos hijastros, 9 Una madrastra: quiere.
Pus bienes, todo n crimen, esa nación es invertida, es sodomi
lo que gana, ON als a de fuego de Sodoma.

grandes filóso, deas creativas


los grandes artistas. Ellos sí que ven primero sus ideas y después
las cosas: sus ideas son como modelos o razones deste
llantes de acti-
vidad intelectual, en las cuales ellos ven todas las cosas
, no en su ma-
terialidad, sino como si dijéramos en sus planos vivos:
en sus “esque-
mas dinámicos”... Pero el hombre no es así,
helás, el hombre no es
así; aunque los matemáticos y los caudillos políticos creen
fácilmente
que ellos son así. Siendo un espíritu inmerso en una sensi
bilidad, tiene
118
119
o puede tener
gap dela
el 1dlo último que
¡ento.
yy 8 Bl aa o primero que
PS Ja
te
teatro argen tinote
no ra
existe, el cine argentino existe en form a de plaga | Si la razón humana hace en cierto modo la verdad, el alma hu
- Si
Mo"bay EHica; e pro no producen obras inmortales). mana es espiritual e inmortal: la participación de algo que es eterno ;
, nO hay discernimiento, no hay una seria formación . no puede darse a la materia; una cosa material no puede ser sujeto de
intelectual; en suma, h '
hay razón. E la hay filosofía, y por yA

1 |
a y es ensal- vn :
a, es glorificada a yy be beatificada, es sosegaday alamillad
la vez aguijoneada do de un alma. con respecto a esos mundos en oda todos nadamos y
pa hos ico bt en gloria, su sumisión 'se donde tantos naufragan; y la necesidad de levantarse sobre lo sensible,
efuis dtSICa ose tisidio gustín puede formular esas dos tesis que todas las religiones han predicado; es para él un primer momento
de su larga investigación. Hay que despegarse de lo sensible para lle-
LON alla A d , - garala Verdad: eso se llama ascética. Es el primer momento del cami-
80 superior a la razón humana, Dios existe. no de Agustín y el último momento del camino de Huxley. Huxley es
el hombre más inteligente que hay hoy en Inglaterra: es otro bárbaro.

123
phía Prima”
aré yo «Philoso
Esta ciencia llam damental”)
amamos aquí «Fun
ndos inferiores: (o sea lo que ll as
irnos del todo de esos mu cipios y las caus
Cla ro que no po de mo s sal mos pres- que busca los prin de
sac arn os los ojo s y ta arnos los oídos, no pode y que vuelve al
hombre sabio.
re
“no podemos los sob rinos; no podemos pres- : del homb
del e de
cindir del cine, por lo me no s
de los vecinos =pero nadie
asin o! : y!

los
ia Los
y ella nestudd
el o ,a,
alm
“el mu | cota
itud,
En cuanto a la eX
que los principios,
nada hay más exacto en menor número de principios
e tien
y las ciencias qu
n
afísica en prosa; y tambié
tas.
son las más exac
elogio arrebatado de la Met es decir, al Sol, es de r,a
ci la Verdad; En cuanto a ser Capaz de enseñar,
sólo lo particular
o en he xá me tr os a Apo lo, sos cita- los que conocen
himn sólo tenemos algunos ver puede enseñar a
y del que
himno que se ha perdido, hizo de él lla- y las causas part
iculares—
os fil óso fos gri ego s y el elogio que Cicerón subir a lo univer
sal.
dos por otr reliquias frag- puede hacerlos
río de elo cue nci a”. Uniendo todas esas er
trabajo, se puede compon
mándolo “áu reo
mentadas que tene mos, lo cual me costó
125
una cosa así:
124
, Ser iado teóri

A yq soy como mi madre,


yo soy un idealista,
ista,
yo tengo alma de art
soy todo Kó-raz ón

o.
—como dice el tang
“¡Como gustéis!”,
¿Y cómo hay que tenerlo en definitiva?
Alma de queso y plumas de chimango. a
como gustéis. Depende de la situación en que
meno va E
M ó

fue Ud. no le puede hacer daño,


El idealismo filosófico es en definitiva el sistema de Hegel, que
emas admirarlo todo Mees. q
quien recogió en sí, digirió y sobrevivió a la patulea de los sist
filosóficos cartesiano k ár olos con unpoder y una

“Del dolo noes led eo o sea “entendiente”, porque no lenteniió;


pero puede ser talentudo, es decir, inteligente para engañar o para en A OZOS de San: Roque.
“canta dino i religión
engañarse; de modo que uno puede admirarlo por un lado y despreciarlo
(como lo de ese
Y pe. i que devino un ;puro devenir, salen una falsa
seDios
por otro. Ud. puede tener a Hegel por un hombre preclaro struos a la vezadmirables
hace Menéndez y Pelayo, a causa de su Estética maravillosa) o por un y una pésima política del —y una cantidad de mon
charlatán sofista ridículo (como lo hace Schopenhauer), o por un de- - y ridículos. Ale formula así el principio
monio suelto, como hacía el Padre Ferragud, mi profesor de Historia N. Johann Gottlieb Fichte _Juan Teófilo Pino
de la filosofía: —¿Hegel? ¡Tu ssuegra! ¡Sofissta inmundo! ¡Mardito! * y idealista:
A

130
Pensar y no pensar a la vez. ell, que nos interesa particularmente en esta conferencia,$
adilla del todo. Esas novelas, que existen en gran cantidad, ;
Y después añade: igno de nuestra época, son expresiones magnas de dese:
esesperación. No todas son perversas sin embargo (a
son); porque también se puede expresar la dese:
de la esperanza
como quejándose y como,a
2K en dos

vb Pesadilla actual viene te npleme |


ella principalmente.
evo que se llama “litera- Víctor Hugo: pri “Poter ch'ascoso a comun did impera” que -
ijo Leopardi. Así Hegel enseñó que Todo es Dios; y el eco de los
existencialistas ateos dice que Todo es Nada.
El maniqueísmo pervade el mundo moderno y es más grave que el
- esplín * inglés, porque es el esplín total. El otro día nombré a dos
56 De Constantin V. Ghe ingleses bárbaros, Locke y Huxley, y dije que eran bárbaros; pero no
57 De Jocelyn Brooke
cn
58 Spleen: mal humor, tedio, hastío.
quise insinuar que todos los ingleses eran bárbaros —al revés, en algu- A se a Hegel: exactamente como una moneda buena a una mon
has cosas son los más inteligentes del mundo: en poesía, por ejemplo; sa.
1
y en política, quizá, no en política teórica sino en po peines. De esta metafísica “idealista” de Descartes parte toda
Pero hoy día la mitad o los Ss qu ad isional de nuestros. días. Se llama. “idealismo”. o

LEÓNdedo esto le vamos a echar la culpa a Descartes y a Fichte y a comparar al Purgatorio, o. ]


Hegel? “Non tutti, ma buona parte”.». Hay que ennegrecerlos a estos és han recibido una especie de e bión del conoc
señores lo bastante para que no se puedan confundir con San Agustín; ino. Pero esto es sobrenatural, es un milagro. Hegel suprimió lo
porque he leído el otro domingo en un diario que San Agustín en el
fondo fue idealista, y que se parece a Hegel % . Efectivamente, se pa- El caso de los filósofos idealistas es enteramente diferente: padecen
de una irrupción clandestina de la mística dentro de la filosofía, po-
demos decirlo así; y la mística fuera de su lugar es una cosa explosiva.
59
60
Caballero chúcaro.
“San Agustín cumple 1600 años”, Luis Farré, en La Prensa, 29-V111-54, El idealismo actual es como una corrupción de la teología mística; lo

134 135
de tu abuela, fran
cesitocochino! Tengo
Poner “el caso en aquí que hacerme
pro del idealista” el idealista,
Pensar una C08a —a rgumentar a favor
que esté fuera del de él,
ería Pensary no pe Pensamiento es co
nsar Vez: éste es el comi ntradictorio;
enzo de laSabidurí
a,

5 tan sn
comp
a del ateísmo”, -en-sí”
men, Descartes ] Mi propio
dijo; “ “onsidera el mundo id Yo,
Schelling:
“conocemos eal de
ideas son todo”. Solamente esos mundos son Crea
Sartre: “todo las ción
Sartre Puede es nada”. as conoce; y a lo
decir hoy día conocido
tencia, la cual que todo es "Sólo el vulgo pu
es un desastre, na. ede Creer que
un
¿Quién tiene razón ac
erca del Amor (po r e $ l 1 . .
ms

roce monstruoso de dos ep 3 dicen que el Amor no es


j fi j Fi

idermis dice Diderot- á l / se vuelve comienzo y principio


y l los dlidealis e (por tanto el Fin
| es el Princip
Princi io),

el 'no-yo o sea
: “suevolución
todo es Idea gelatinizada,
todos y cada uno, se
desreal y real, cosa pensada,
Oigámoslo a él:
y el pensar es el suefío de un beodo.
Lo verdadero es el devenir de sí mismo Todo es Idea, Espíritu Absoluto,
(por tanto, la Verdad no es Permanente), POj N 1, de la nube,a el sol, dle
el bruto,
un círculo cerrado cuya terminación, ' e ' ci Pe PA
e y lo
138
139
Como una niebla transparente y
sucia, — A 'Ón práctica; es decir, la creación más grande de nt
y el destino del hombre és bien
notorio:
servicio militar obligatorio,
“No adorarás la obra de tus manos” —dice el seg;
| vivir para el Estado —y para Pru
sia.

Como dijo Nietzsche, , toda la Evo


lución del Exeo Absoluto yvaa
de: gol sentado

ido. yb 0 hor; pero exis-


tolatría e es uno de los má Si dl como religión. La esta- mo sidijéramos las diversas encarnaciones de iritu. Pro da
la Er a modo que si una atrocidad acaece en el mundo, como un robo, una
usurpación, las Malvinas por ejemplo; y eso acaece, dura y permanece,
- entonces eso es divino, porque lo que existe mientras existe es divino,
te a adorar otra cosa, y lo de modo que no anden gritando “injusticia, atropello, violación del
es la Obra maestra de la derecho”, porque “la fuerza es la que hace el Derecho”; ni siquiera la
61 Apokalypsis 13, 1-10. muerte de Sócrates, ni siquiera la muerte de Cristo fueron injusticias;
las hizo el Estado: fueron necesidades de la Evolución del Espíritu

141
n Bernardi,
ju ri st as al em anes hegelianos Vo
Absoluto; como de
cían los Jacovella cuando
tía aquí inocentemente Bruno eación
Carl Schmitt, y repe la pa rt er a ne cesaria para toda cr
ci a es zis creíamos
decía que “la violen en los cuales nosotros los na
ti em po s a. Yo
política”. Eran los
la fu er za no so tr os ; por lo menos Jacovell
ao
que íbam ne
tes r

clavitud. A
¡bertad es es z.
Guerra es pa
2 +2.s0n 5
"well en su pesadilla de n
Estado que n tiene la Inquisició
en religión, que él ob vés , c o m o en
alitario convertido con la boca 2.
1984 es un estado tot tal co mo él lo conocía a tra olamente Pp! ti en en que gen
y éstos NO s qu e
eas del Estado Nazi, pe- sino co en 1 g
prolongando las lín eso su libro es un libro de so sería estu H Benéfi
gue rra ing les a; por ale- Española (e al
de la propaganda de los rus os lo ha n hecho difundir en lH or ar de amor vi1 endo
y por eso rque ve que
sadilla-propaganda
no pu ed e ac ab ar de leer esa novela po
ino ya
mán y en ruso: Un lat un a pe sa di ll a. Sin embargo, han hecho
que es
que es inverosímil,
142
s
ng un o de lo s dogmas pero lo
ia ni
ar, que no camb en Kierkegaard.
se puede invent levantó como un tigre Soer
se ismo
ni es seguro que exista
— y tienen
uí al ab an za s al Cristian
aq
Kirkegor, que
nt e na di e lo ve, veces
—porque personalme pe ro no si empre son 5 sino a cristiano que t
que ver claramente
que 2 + 2 so n 5,
pensamiento humano
idea- ión del Espíri
me lo quiera hacer el nsamient o. o.es, 1 :
—¡ojo!: qu e 5 ha invent
4 y a veces 6, confor sa s ya no son la medida del pe iste en hs inventado
ta do . La s co
lista —o sea el Es
s] triur mal no cons
En suma. el mal tri

. Para VOS ( es muy mala noticia, que entienden


E
tiados”, dice K S U awi mid o el Infierno, y he SUpri- los españoles, s no se P ce rc anía del amigo
ge l- yo he qu ie ne ma si ad a
oh Hegel. _No —dice He isto; el Evangelio “dentro de los límites de amigos co n posa: la de ligión
de Cr UN am ig o no es una es nd ra de sprecio. La Re
mido la Resurrección mo no quiero que
lean los dos distan ci a;
la familiaridad en ge
si no , Se vuelve pros-
a buena noticia. Co gion y Erster deshace la am is ta d,
pero a di st an ci a;
eguida;
la Razón pura” es un ge l: Philosophie der Reli am ig a del Estado, le jo s que sea pers
me ne s de He Oda al San- qu e se r No ta n sta
tremendos volú os ej em pl os fáciles: lean la tiene
it ur a lo dice mil veces. Cuando la Religión no mole
dar é un
de Unamuno, y El tituta, la Es cr usada.
Teil, Zweiter Teil, les Lorca, La Tía Tula qu e sea aservida y
en to de Ga rc ía mo trasladado ni ta n ce rc a
tísimo Sacram Un am uno: el Cristianis
del mi sm o más total
Cristo de Velázquez a fa ls if ic ac ió n sutil, la herejía
145
ntra est
al plano estético. Co
144
s anda mal.
la Re li gi ón , UNO de los do UN
o sin molestarse
do a
tado ni el Esta ga ll in er
un poco al Es dos gallos en UB
r
ómo puede habe gallina. pla 04 lana
2 Un o de el lo s es ni ca y es filosofía castel
filosofía ca st el lá la Ver-
a decir que ésta es
ve d a d e r a :
es la verdadera Él osofía de
te, es de ci r,

mal mayor; $ tado


ta do ob li ga , el Estado st ig a y ha ce la guerra. El Es
Es ca armá
empos!), el Estado excelencia; y un
cobrar en estos ti el A r m a po r
or de armas, es a por hacer daño
es el gran portad r daño a los demás, pero empiez er. Todo
está hecha para
hace
cu do , un a lanza, un revólv
es que
al que la fleva.
El Estado es un
st o in út il : qu e hay que desear
ga
peligroso y es un en lugar de los
Estados
eso es pesado y Dios mi o! , ¿p or qu é
útil. ¡Oh
sea siempre in
146
62 Sobre la
Gr
3 Juan 16, an Apostasía, Ver Luca
2 s 18, 8: 11 Te
salonicenses 2,3 -4;
Apokalypsis
1177 =2,
esa dis-
ve r la ex is te nc ia de Dios. Pero .
n para miento de la exis
jén una disposició la fe si el co no ci
fe. ¿Cómo sería ición Se necesita
para ver
cri sti anos el pueblo vivía en
Un clima de posición no es la fe ? ¿Q ué di sp os
s sig los io a la
ia de Dios es prev
gra nde
esidad en ese tiempo inquietud, el cuidado
En los
milagros. No había nec s, la no es angustia eN I
mil agr os; y se pro duc ían
o, Santo Tomás de Aquino lal existencia de Dio s? Se tinecesita queli inteneré, pe ro
de probar la exi stencia de Dios. Si embarg o caminos á m e n l ele gus
“an“angus si
la Suma Teológica las cinco vías sjoso; M AR
alineó cuidadosamente en
4

en¡ realidad no son más que un


- para probar la existencia | Pm”

16h LP
elac en,
| Pi a yO co mpren lo aBoethov
dí lo que pasa con el
gusto ar tí st ic o:
uesto sa.
dos cos as. Ve rd ad es que en la mi plicación de los es ye ns ky : qu iz á no esté bien disp ?
entre estas auto- o a Stravi ede entender PP
a los panes, en el caminar sobre el mar no a
pero no comprend
vinsky. ¿Cualqui
er ho mb re pu
puede saber
no autosugestionó autosugestionó comprender aStra o- Un hombre
resurrección de Lázaro no bi en di sp ue st como
sugestionó al mar y en la “¿Por Cualquier homb
re que esté NO en tender a Dante;
de Nazareth que le reprochaban: teratura, Ser inte li ge nt e y
nte este
Lázaro; pero a Sus paisanos
como en Bethsaida?” les
respondió: italiano, saber li me di jo un día: «he leído a Da
inteligente qu e co in-
qué no has hecho aquí
portentos
con perlesía le pre- una señora muy a mu ch o, se ocupa de cosas po
fe”; y al padre del muchacho 0054. Macane
“Porque no tenéis
Señor, ayudami incredulidad”. Se necesita verano: no es gran
guntó: “¿Crees 1ú? Creo, Esa dis pos ición es la fe. Se necesita 151
a el mil agr o.
una disposición par
150
A a
o pecado y el
conocimiento del ateísmo com l
teresantes”. Yo he leído en la Nuova Antologia un trabajo de Benedetto impotente de la fe y e c
Croce sobre Paul Claudel, en que se niega que Claudel sea poeta, se e der librarse de él, la nostalgia 2.
generalizado q se
lo llama nm ón inevitable? Ese grito se ha:
'misticant »pers (ue poe más OA Ade a en toda su Obra, O e ==
ay poetas que no tienen otra cos '
años, encerrada: en
ermann mm durante cincuenta erítico* 'el drama rañlexiv '
¿como dice un
pe preto

stín.
fallutas; 4% báiso prueba; San Agu y e cuándo el hombre se da
ace el interés religioso? Y... nac dice San
esto no es sólo una conveniencia, es una / Obiligacióó: muchos hoy día desciende en sí mismo, como
e de lo que él es;€cuando
no llegan: esto es un hecho. El ateísmoes hoy día uno de los “pecados
a
colectivos”, como lo llama Zubiri: uno de esos pecados que nos son religioso? Pues porque me
as no hay hoy día interés Po sd
inoculados en forma de inyección o inhalación antes de que los conoz- TI en sí mis mos , porque se desparraman A
NA Pp:
camos; y cuando los conocemos, a veces es tarde. ¿Qué es ese grito dice San Pedro, “azotados
como “mudos animales”, que
desesperado que se contiene en el poema Rolla de A. de Musset sino
153
152
nues-
ma qu in ar ia s tormentosas de
”; po rq ue to da s las enormes em po lo sp e Je a entrar
en
mentas otro ti y "nadie e
ép oc a lo s em pujan a eso; en tier ue
tr a la
olación osoló (
sí mismos. “Des a Escritura *.
razór!
descienda en su tcoe”
Co ¿su permanen

la fiesta:
'Y se ala :
io alpaso»
al cementer so
Pero yO digo: ¿aca
spuesta! >"
eso es una re

P: 451.
Oraciones,
en El Li bro de las
Heine”,
ni, «Heinrich
lazadas por gal hay espíritu, querp-
ido 61 Castella
an sidoreemp devotos. —ES Y la do , Ca 155
"tal —d ic en ma eñ or fu si
ani, Él ruis
Iglesia” (Castell
estra
Pa gr ec it o. ¿Q ui én es Dios? -¡Nu
,
oses hay?-No sé
e ¿Cuántos di -y Se les iluminaba
el rostro pro-
Se puede
Madre del Valle!
ob ar a , por sus efectos; no y una
Ha
aio Dios se ha de pr , eo”, como dicen. é Le Semne,
Y idea de Di os
hasta Hegel y R sn
An se lm o Dios2
pretendido obar a
sd e Sa n
a de filósofos, de ló so fo s, qu e ha n
fi
nos muy grandes

O O de la moral,
po prueba por el orden moral de los kantiano amo!
espiritual,
- la
, no €S-
ción es defe ctuosa nicenses 2,4.
nt o: ¿po f qué , pues, si esa defini de la calle Mi atheu?—La 70. 11 Te salo
mento, UN mome a de Catequesis nasto”
69 “Pero un mo lo explicándolo así para la Revist mandé, y porque lo echaron alca
en artícu rque lo
cribe Ud. un bu ué lo escribí, po
y sencilla: porq
respuesta es mu
ginal).
(tachado en el ori
158
y me negó el principio de
causalidad. El principio
rincipio de todas las cienci de causa
as, y en realidad de todo
n e se resuelve en el pe
principio de contradicció
O es”; n: “el ser.
por lo cual Hume, al Pretender
dad, lo destruía todo, inc, destruir el princi
r
re
ligióny la moral, que.
A n
p
A
ñ

Fniñ o. os: “pj


¿Cómo podrían
hacerse a sí Mism
Puede salir; tod; lo que as si
] es «' adi a nada, nada
Prende to; es ej filósoo sale, sale de'alga das ! Pcla
fo Hu me
como decía el p Ferragud, el filó..sofo E nio co
Hume y su abuela”,m.
. “¡yel filósofo
ume es el que no Un
lo Comprende. Todo movimiento tiene
principio y fin, es imposible
con un solo término o con un movimiento
ninguno, porque el término
movimiento su dirección, es lo que da al
y no puede haber un movimiento
ción. El fin del movimiento sin direo-
está
Porque es el que da la dirección. en cierto modo ya en el principio,

161
La
ta , ca ro Vo il a? Vo ltaire lepogo escribía a
máquina perfecta O imperfec tres pde
Vemos que el mundo se mueve hacia fines: vemo
s que las cosas
M e fs una carta en verso llamada Carta a los
s,
los alcan
«naturales se dirigen hacia fiyne zan, como el movimiento
en el sentido de L'Univers m'emb rrass |
del pájaro que hace su nido tie 'un fin, no sólo
o
sin sen-
, es un movimient
término sino en el sentido de inte |
do, es un movim >. Los seres inte

30% cuerposo ON e
- que se jesprovistos de inteligene amo
regul
€ inyeccioneso con un ánodi | conf orme a un fin, pues se les ve siempre ad,
de un modo que no : por cas
al pobre ma- r, de dondede se$ ve
o hacihaaci lo mejojor;
en el cerebro de un mono, pueden hacerle hacer diabluras i mo modo
“mis Los seres desprovistos
de RV
rle el ins-
caco, pueden suprimirle el instinto sexualo bien enloquece a su prop iofi n. intel ige:
ad llegan por un ser
adentro el ins- tanto que Son dirigidos
tinto sexual; pero no pueden hacerle funcionar desde a tienden a un fin,
sino en o, hay un se r
cha es dir igi
igi da por el arquero. Lueg
funcionar! la fle
tinto sexual. ¡Ni el de ellos mismos pueden a veces hacerlo que lo conoce, como
a partir del fin),
Este argumento, que se llama teleológico (es decir, sidero / veo que nO
hay
por el energú- más lo pienso y con
no ha sido rechazado por ningún gran filósofo, anoser alrededor, y cuanto
Creador (L.C.).
que se llamó fi- de haber criatura
sin
meno de La Mettrie, el autor del Hombre-máquina, ro ni e
ojem
reloj sin rela
a
pue
los resortes de esa
lósofo. Si el hombre es una máquina ¿quién montó 163

162
ana, ha
"que la ver y Dios..
dna
o des

contingenc
O Vi ia Y
0 Ser, no es vir la conti 8éncia, contin.
tan fácil, Sentirse
el 1
ibe 1
o Corrige ex
+ -OMO Se hace e e Ncia erdad in0 muta r si
está esta no q;
Conoce e M algo que stá más de eso, O pet 3
Ver cómo par,
PrOpia al
lo izo San
Agustín:
¡ Mar, por,
la conti tá dentro. Ímite: co ! una
algo. da ind ;
- Pero para demos Pr
da Le
] hizo d
Scendiend ia? ; ; Oce el es ; sentiy esta
dem
¡ EN A

165
mismo
no es tá p resente al
si

n
ne
ón
; por delegaci , dice la Escri
tura
m u r e ”
creó la

y
multiforme
que €
pesadilla,
-
de aq uí . So mo s ciegos de na
do no es
verdadera del to ,
menos falsa: la Frob tá
to ; so mo s to po s.
to co nt ra Di os . Ese grito es
cimien u n gl libro de
a al hombre bro de Job. El
El dolor arranc ] en El Ti
jundo,
es ad o de la man d e l M a l
expr

0 Diab r
que sufre; s ob ra s má ¡grandes tienen po
al ¡: su tre a es la
ar a y más concis
con Joby tamb l; la má s cl rte
el at eí sm o, Y por tanto el ma do el libro penúltimo de la pa
tema f. To vi-
anos Karamázo questación mara
novela Los Herm e distintas facetas, con una or rte
se nv ue lv e desd eo ; el li br o pe núltimo de la pa
ar de UN at ición del
l Mal visto por pués de la apar
llosa, el tema de Ka ra má zo f (d es reali-
, el at aq ue ce rebral de Juan in di re ct a a la objeción; y €N
42
especie de resp
uesta Respuesta
diablo) es una so n un a re sp uesta indirecta.
atro volúmenes
dad todos los cu
170
ment e: ¿hay
po r úl ti ma vez, terminante
egun to
, Juan? Te pr
ombre? ¿Quién ramázof!
uan Ka
hay Dios? ¡J |
. Dios o nO NO hay.
'or última vez: de los hombres,
Juan?
pu es se bu rl a
Quién nrió Juan.
serel diablo so

es
,8 los casos e padr rraba
ta la ence
qu e pa ra ca stigar a suniñi des-
s hi jo s, UN A madre y ar Ñ
torturana su invierno en
una letrina;
ch e en chico
en perros a un
toda la no
ja ur ía de ci ada,
trozar por su
pe rr o fa vo ri to de una pedr ripción
derrengado a Su umbre. En esta última desc logo,
rvid monó
de toda la se sp ué s hace Su famoso
Y de
echa el resto;
172
Entonces Juan desenvuelve contra Cris
to—o mejor dicho, contra la ¡Cómo! j
¿Querría Ud. no ser racional, ha ber nacido bruto o demente?
E
Iglesia Romana-, su terrible poema o parábola me al ete haber dejado de crear al ángel y al hombre, qabiendo
del Gran Inquisidor,
que es el libro de Job vuelto al revés Al
“El mal existe en el mund: dl
Tomás. Luego, ¿Dios no imposible, Dios no podía ha
cobardía.

vación, si el pecado, que '


caballos co o dolesor,
un acto, un acto pecaminoso que ha
" dicho, salieron unos centauro: iras”.
y que decir mentira Ojo, el el. pecado no es mal
s”. Ojo, | mu
mitad hombre y mitad caballos quesonalla vez lango
y alacranes y caballos y hombres y mujeres y leone
stas y murciélagos a decir, una realidad; sino que es malo en cuanto es un acto ca:
todos los males, como de la famosa caja
s, es decir, salieron rente de la debida ordenación, de la debida rectitud: es un acto recen
de Pandora; comenzando por La mentira no es un mal en cuanto es palabra, la palabra es un ;
el mal de la caída de Adán, en que intervino a ene
el diablo. sino en cuanto es palabra desviada del fin mn la Ps
¿Quién hizo pues el mal? La voluntad libre
de la criatura racional. ] idad con la mente, care
j da, palabra que carece de ¡identida.
—¿Por qué Dios le dio voluntad libre a la
NO, no sería criatura racional. —Y
criatura racional? —Porque si DO Uno toma una cosa creada por Dios para el bien, que es la
bueno, que no sea criatura racional. palabra, y la desvía de su fin.

174
uló nada, |
atado y ambiguo, e no ame cas
ue es un relato obsceno, dispar E Je
La blasfemia es pecado, es un gran pecado; pero no es pecado por e antes.
or qu '
sino que dejó las cosas pe
ser una palabra, ni por ser una palabra ingeniosa, como lo es a veces; ficultad! May, ]
como aquella blasfemia que inventó un EMOS: “Suerte que Dios no
- ¿Cómo suprime Leibnitz la di
"males, el mal cd

duist de son A: mi
igiones orientales, menosAn hin -
Leibnita fue un ohotible: filósofo: cltrieniaino * eseribió un bib vación; lo mismo qu
al es una sustancia y no una pri dl
llamado Teodicea —o sea “justificación de Dios”- sobre el problema ras, Heráclito,
quam anteriores a Aristóteles: Pitágo ant o
del mal, en contra del enciclopedista Pedro Bayle. Pedro Bayle fue el mo Ana xág ora s. Hub o alr ededor del siglo Vl a.C. una
el mis rtándolas
francés que inventó la blasfemia: “Suerte que no hay Dios”... que des- s menos la hebrea— que apa
reformas de todas las religione lismo O e
pués repitieron Stendhal y Nietzsche. Leibnitz sale de apuros negando las hizo caer en el dua
del monoteísmo primitivo fondo, atea a
simplemente que exista el mal. Era cartesiano. Voltaire escribió para problema del mal es, en el
¡Toda solución dualista del Ormuz y Ahri-
burlarse del optimismo leibnitziano una novelita llamada Cándido,
Zor oas tro es la más cla ra y neta: existen dos dioses,
de
177
176
mán, la luz
y las tiniebla
alma; y Ahrim s: Orm
Credo de Ni to da s la s Visibles, 1
cea la cl áusula :
imán visibil, O Se puso en el Yo soy aquel es
h MEA
tim OMhium ef píritu
ViSibilioi ” 78,> que buscando sin
st del mundo, y €SO
“el tregua hacer el
mal
es el sólo consigue hacer crecer el bi
Modo que en $0,

dichoso; p Creado e revó


lverE,l
la Creación , Bal Sa
Palabras e n boca hacia su fin Dios al final, que 'Feprimenda de El
del diablo: iú
en contrapunto sin pr y la intervención
'2 Cra, puso tr a en
las si uiente se uno de los Ca el
s ntores: ¡qué enredo, Dios mío! eámbulos,
78 (Dios es A 84, pobre lógica ¡Pobre re
el (, Fe latina, pobre clar
9 ¡Pobre Mallea! * ador) de todas las COSas vi cabeza! Es Una idad francesa, y
¿Por qué no sibles € invi discusión en la pobre mi cabeza,
£ncuentras si
quien te lea? bles, las respuestas, cual las Pregun
tas no Concue mi
¿Y quie n te crea? nadie hace Caso rdan con
(tachado en de lo que dice e]
el Otro, y parece qu
e han
178 80 Fausto, 1,
1335-1336,
Todos esos bichos, car
o literato greco-latino,
figuras del diablo; y el dia son el diablo, son
blo tiene que ver con los
'ecuerdas ya el comienzo pesares de Job: ¿no
del poema? Satán entra,
entre los |

+» Y el Padren
ducido: en griegouest ro, ¡P nuestro castellano está ma
y en latín, la últimaadre
y

hos de todo mal, amén”, petición no dice: “Más líb


sino que dice: “Líbranos de el Malo”, ra-
cir, del Diablo, “The Evi es de-
l One”, como dicen los
dicho, en los textos ori ingleses. O mejor
ginales esa palabra sig
Cosas, el Mal y el Malo: nifica a la vez las dos
SMA focas NG Úxo
El Dr. Diego Pro me dec tod TOVNPOÑ.
ía en Tucumán: “Ud.
privación. Yo admito dice que el mal es
que el mal es pri vación en muchos cas
os; pero

181
con un escalpelo
O con un cincel de hierro, obre ancianos, sobre niños, y niñas: Santa Inés, San Tarcisio; y los
en un granito, . rtires no fueron vencidos por el dolor, no se rindieron al dolor; al
contrario, hubo casos en que milagrosamente el dolor se les volvía
Alegría; o no lo sentían o lo sentían como una exaltación del ánimo
ue los volvía serenos est

_ Sabemos nada ni tú ni yo, no podemos


: | , hechos y túno, tú tienes una pesadillsaber nad No, yo me atengo
a; yo estoy despierto, ¿Cuán- 81 “Cristo no se puso a responder los grandes problemas teológicos de: «¿por qué sufren
O han ocurrido en la historia hechos atroces como los los niños?, ¿por qué sufren los animales?, ¿por qué sufren los justos?» -se contentó con sufrir
tú, Juan Karamázof? En las persecucione que imaginas él mismo; y con hacerlo en apariencia «injusto» a su Eterno Padre; pues salta a los ojos que la
s de los tres primeros siglos: inescrutable justicia de Dios se parece tal vez extrañamente a las injusticias de los hombres.
en las Actas de los Mártires tenemo ”-Miento. Cristo respondió una vez por todas a las susodichas preguntas: «—Maestro, ¿quién
s con qué superar la misma e pecó, este hombre o sus padres, para que naciera ciego? —Ni éste pecó ni sus padres, sino para
ginación de Dostoiewski: se ensa que se manifestara en él la gloria de Dios».
yan entonces todos los tormentos
posibles sobre la flor de la sociedad ”El principio del monólogo del Gran Inquisidor de Dostoiewsky fue respondido de una
romana; también sobre mujeres vez por todas en esta palabra. Autoritativamente, Cristo afirmó que el Poder y el Amor pueden
>
compensar satisfactoriamente a cualquier dolor de la tierra, por atroz o inexplicable que parezca.

184
185
2
re
de la In mos Un día p
iquidag o
» (Las r Qué la Infini
Parábol ta Equi
a de C dad Nec
Parábola esitaba PASai
risto,
cra
te Arma monto Vesti Ir
del Fuer
d o, abre la
viad g APariencia
o), s
186
RESPONDO
que es imp
Creado. La osible que
beatitud €s el fin del h
el bien Perf ombre cons
ecto que ista en al
del todo aQ gún bien
uieta el ap
es
able. El objeto de la voluntad, que
sería último fin si aún dejase algo dese ncia es la
l; como el de la intelige
el apetito humano, es el bien universa re,
nada aquietará la voluntad del homb
verdad universal. Esto muestra que crea da, mas sólo
halla en cosa algu na
si no es el bien universal, que no se ada.
mente una bueneza particip
en Dios; porque toda criatura tiene sola
voluntad del hombre, conforme a
Según esto, sólo Dios puede colmar la
¡Imo 102: Él colma de bienes tu deseo.

] trina elaborad
oc a sobr
o di-
ati. ar,
coincidido en esta
part
an Agustín, si n haber estu ad
di
sólido y colectivo, todos; pero en definitiva, el útil de vi da , co n Ta ién hay que reco
mbié
-
adquirir todo lo útil y aun mucho su propia n Ag us tí n.
todos los útiles, con el que se puede istóteles ni a Sa oso, it que pacid raA
Yes la plata. “Los jó- rectament e ni a Ar tético, plano ético y e plano religi
de lo placentero, “pecuniae oboediunt
omnia” o es ¡ el influjo de la mística cristian:
todo; los viejos lo saben”, ha dicho
nocer en ese plan ri or,
venes se creen que en la plata está n lo s tr es pl an os de la vida inte vi íaa unitunitiiva. Las tr
es vidas mís-
so vía ilum
umin
inat
atiiv a y
iva,
con su vía purgat
(Eclesiastés 10, 19).
82 Todas las cosas obedecen al dinero

188
que son amargas.
qu e so n du lc es , sino las raíces
; porque el medio es.
,
designa los frutos
nos para el filósofo. Finalment
e, hay
in suma, pone el medio en lugar del fin el fin sigue'S
ticas se convierten en tres pla bres según la psi- y lo qu e im po rta en la práctica:
analogía de esta división con la división de los hom es lo ar du o
me at revo a decir, un de
a, rajásicos y sáttwicos *..
ic
en tam
cología hinduista o vedánt
ásicos na gran novedad,
ónde los planos de
-- Kirkegor caracteriza
la vida interior diciendo que sio Kirkegor en esta divisi JIJI,

! AristótellC (idéntico a
k vida estética es lo
vida qe q E

en sola conferencia) e as.


es to no So n mi tologías inventad
, la vez.El rajásico no a del brahmánico por ten : porque la realidad
rse a dos. aplicación: su inteligencia que están allí, en rarios,
as de símbolos lite
no pued propiamente de grad o sino de me nt ad o, si no
una inteligencia menor; 10 $ cuestión medios, y además (y por eso mismo) está calzada y como a at or pa ra ve rl
em os
a los
no está aplicada a los fines sino tu, la pasión. La pasión es necesaria para la acción, son los por dentro; aunque
nos ay ud
Gu zm
i z m á s án el Bu enro y el Cid, y final.
por la 'volu ntad, el ímpe suyo la pasión circunscribe y el Fausto , ¿por
| mo son Don Juan iera de las historias, el mismo Kirkegor y NO
penetrada que se exaltan en la lucha; pero de
«hombres de acción», los hombres co
alqu informe, raro
y estrecha el intelecto,
Los ramásicOs (que en Salta
llaman «matacos») son los que
no tienen excelencia de enten-
tienen solamente de prestado, mente, un santo cu es pe ci e de santo, UN santo
a lo más sentido común; y ése lo
dimiento de ningún género, sino difunde en el ambiente cultural común, sin negar por eso que : - qué no? —par a mí es un a a para nosotros de que
por la luz que viene de arriba
y se
por supuesto; porque no habl
amos
si qu ie re n, pe ro que tiene la ventaj
tengan intelecto propio con su
propia actividad espontánea,
ació n socia l y de su ejerc icio de he- canonizable
hombre posee, sino de su actu
aquí de la facultad, que todo ránea, Panorama, abreviado). 191
cho” (Castellani, Filosofía Contempo

190
bien que
tales y no

84 Vivió
alos Santos en el siglo
anti XIX
no €s lo j er de más Ce
ce al santo; 0S Vemos rc
85 Ecl, ] Mism de Ordinari a,
10, Cinturón NO o
hace a

192

193
Ñ
la descrip
social, y he olvidado
Ña, Me he metido en filosofía una sola Pp
nes, haciéndote pobre, y después, si Dios quiere, subirá
s al plano reli- elos lo describían con
Hipo estético... Nuestros abu se
gioso. Y después verás que todo el mundo es una pura
ocasión de do. Cualquier retrato que
asquivano, el huero, el disipa
subre, todo, es una categoría filos
hacer actos heroicos por Dios. | dd
El atolondramientola, irresponsabilidad, la:amorali-
ismo, la Y

que Zorrilla hace


| que lo vuelve tan pueril, oso sin pasar por el
pobres y de los que trabajan, s plano estético al plano religi
“esto los comprendo *.. »
e mí incluso fi-
alma. Ese horror carga sobr actu al no es sólo
1 ' o fe en Dios . Mi situ ació n
a social; ha sentido los pe n vivi ente de infinitos
88 “Ud. conoce experimentalmente el gusto amargo de la injustici explotadoy tenido por aa ps hera i eprese nta ció
den y el dolor
o la amargura seca de ser ada Ada sino que se de los que se pier
retortijones de la «inseguridad»; ha saboread l cristiano, Cit.,
días ha pasado sin pan; ha querido A o que viven y sufren ig qu ” (Ideal comunista O Idea
tonto encima; ha andado algún tiempo sin vivienda y algunos y ofendidos», me
ha robado; ha escrito un libro
editar libros y no ha podido; ha editado un libro, y el editor le erro ed
di
y los dueños de Dictio, Bs. As. 1977,
poniendo en él toda su alma, y los capigorrones de la crítica orias del Norte Bravo,
honesto y eximio beneficiado con él le or y el Personaje”, en Hist
revistas y diarios le han hecho el silencio en torno; y la sociedad a la que ha A
ha pagado con el desprecio... etc., eto. En una palabra: Ud. ha visto que lo que dijo Carlos Marx p.173.
de esta época y la
en su Manifiesto es verdad. Yo también. Yo siento lo mismo que Ud. el horror
195
194
dirigente, Ss.
de esta
y Se ed uc ó en Un medio
¡o Patricio naci
ó, vi vi ó
i d oa lo s am bi en tes de la clase |
o
ularmente pare a allí una
clase:
1
ta d co n to da s sus leyes tení un”
dirigente ingles
a: 1 San Agustín en
San /
(su amigo Rom
de , su s bi en es : eS0 es amistad.
dado darle la
mitad
istad), abras “vicio'

salto se p ci a y el pe ca do , no se puede pá-


ay homogeneid. adAdánentrdio
tnocen lpe el Pecado,
un salto y adquirió de un go
cado”. ¿Qué ciencia? La
sargradualmente ci a. “L a Ciencia es el Pe tiva. Q1 ué confusión!
Ci en cia obje
la Libertady la gr an enemigo, la cien el humor es lo que prepara
ge l, su
ciencia de He vía decir que ¿Qué tiene que
s co nf us o parece toda a lo re li gi os o.
Pero má lo ético as? ¿No
ara) el salto de les y teológic
(no elimina, prep n es ta s co sa s mo ra
y el humor, co
ver la ironía
198
Ss el desapego
el humor €
gar uno de sí mismo 5
ambio,

pero no se puede despe


200
do, y el hombre puede falsificarlo todo. El poeta lo mima todo, es un
imo especializado. Un poeta puede representar muy bien aunsanto,
ra lo cual debe entenderlo, en parte al menos; puede hacer un Ms
igos, no había higos: media o tragedia, como Lope de Vega, con la vida:
Bernard Shay dice que es unmaldijo a la hi le San Segundo de Ávila,y puede ser un buen dra
rasgo de ferasidaa.
omo un ge 'orismo. Es to; pero es un santo pintadEl poeta
o.ha bajado.

n ateo; y mu ur

'men macaneador. Él decía


bl
óstol. Si no 1 «nunca, paciencia; pero la verdad es que, vol-
nbre religioso, que no sab
Al

do toda tu facultad poética en lo religioso con una continua insa-


o,

ía si
b ( ulzá solamente el poeta de él era o no un hombre acción, eres más que poeta por el mismo hecho de ser tan poeta”.
A End vez quiero repeti la religión.
r que la religión puede ser s-la palabra misma de Claudel: “Los grandes poetas son los que
k ; hos A E lo 1 y bajada al
€n proporciones enormes despreci
p an un tanto la poesía”, con un desprecio es ecial bien enten-
e! plano religioso un ho en Nuestros tiempos
mbre por el hecho d dido, no con el desprecio de la zorra a las uvas, sino con el desprecio
(como dicen ahora), , por igión
tener d evocioÍ nes o por del águila a las uvas; y la gran palabra de Pascal: “Los verdaderos
aunque sean buenos, hacerrdpoemas devotos
como los de Bern árdez. El poeta puede filósofos se burlan de la filosofía”... ¡Natural! Un gran poeta y un gran
imitarlo filósofo es ante todo un existente; y la existencia es siempre más que
202
203
esto a
qu ié n le enseñará todo
ia. ¡Oh,
ta ci ón de la existenc o,
la repr es en
la revista Sur! del sufrimient
el signo
la capillita de qu e lo re li gioso está bajo ve rd ad es triste”, ni
la
di jo «J a
iacca, AranguroO”
or ta Renan, qu e
o gi Kirkeg pérfido a ósta . Se
el n de Lu te ro gozo
la desesperació
10 dijo c o m o
ade Kirkegor<s religión es alegre Y carand o
| dicen que la

|
¡ es Un
b el Psalmo, que de Cristo. Si la
continuó :tando en voz go de humorismo r que yO
Fu e, si se quiere, es o no quiere deci
espera nz a. e de
es tá ba jo el signo del de Mo za rt para limpiarm
go el Don Juan verdadero sufrimiento; quie
religión -
pu ed a oí r el fu e un qu e
no que o es el hombre
qu e oí po r la mañana, an o re li gi os
sermón está en el pl
ci r qu e el hombre que
re de
204
22 Te esentado
(para no hapr
blar de
Mayo, Superi
ora
q :
el público no la sigue. ¡ ¡
y elreque más l teatro p he visto en un hospital.
¿Cre
Dirección Cu
“dirección”
ón”, acer hombres sabios, ho en Uds, que a fuerza de músic,
Oficial por falta: nisi nr ados y buenos, como dij
“na; y toda dirección bu “Su discurso del Luna o
ena Mlósofo Pitágoras i 22 de este mes que.
7

rin Sul "Halaban e


e pp Pasaba, arias 1 lias pob
¡ O 2 y un >: ri
| ail
itarreros y los can an O; Y meic A , nos, tie Paciencia. Bueno: yo he
£0Z0 Y descanso, pa iscusión, r ¡ es así exactamente; Per reconstruido la
esto de ahora much Mi o la discusión existe...
“distracción” —o o más fácil y b a: revement
dispersión, | 0 e la discusión en
tre el arte y la mo
d después la cuestión del arte mode ral; y
rno,
En San Agustín no est
á esta discusión: San
Poetas, más o menos Agustín condena a los
como Platón, porque
las torpísimas hazaña nar ran embelleciéndolas
s de los dioses Paga
, Virgilio, al cual sabe nos; pero después cit
de memoria, y a Per a a
Por tres; y en el diálog sio y hasta a Ovidio cad
o De Magistro lo lla a dos
ma divino a Virgilio.
San
209
- Barrés replicó con mucha.
_raria, de esas que les gl
sar (cuando aún no

La ocasión de ese libris


a dificultad está
steta: el Prudente podría ser Pla en la discusión entre el Prudente y el
nalista |
tón; el Esteta, Teófilo Gautier.
discusión sin salida: el Pru Parece
dente parece aplastar al Esteta
alto de la más alta de las desde lo
- (De hecho Ba- virtudes morales; el Esteta
parece fulminar
“el chambelán de la Iglesi ori
a” más: “Vita quae est secun-
¡ j uae secundum actionem”
0 vi
está bajo el signo de la mplación es superior a la (La
acción). Es lo que hemos que
Aristóteles, visto ya que dice

211
ioteca de Alejandría. ps
- El monólogo del Prudente sería el siguiente: “La moral es la regla alifa Omar, que mandó incendiar la bibl
de la conducta, es decir, la ordenación total de la vida humana; y para premo Comendador de los Creyentes, en estos libros está encerrado e
libros dicen lo. mismo
el cristiano es: nada menos que la condición de la salvación, Es impo- osoro de la ciencia de la antigiedad”. “Si esos
son malos. A quemar-
1guna e humana Ae a la soberana ani de la ue el Korán, son superfluos; si dicen diferente,
| _Furlon; Jeba-do: nstonteo iodo
! hizo gra-

Aporque cont ' l m

'no se prueba con canciones mu oca


0 nada que ver con las
eselq péxcibe los valo- Aen las. canciones; la verdad no tiene
s. Él dice que los valores cibnema Las obras de arte son ficciones”.
la boda de yin
setigiodos son ise Vistos: y es verdad; pero los valores religiosos te discurso también es verdadero... en
caiga en manos de un ma
están en la cima de una escala de valores humanos; y si Ud. suprime pero Dios nos libre y nos guarde de que F
todos los escalones intermedios de esa escala, el escalón superior se poeta,
discursos verdaderos y .
viene abajo; o lo que es peor, se queda en el aire, no se puede llegar a a ¿Cuál es la concordia entre estos dos
tratado de psicología y de
él, o si se llega, se produce la monstruosidad de la “religión desencar- trarios? La concordia sería un verdadero
pocas fórmulas:
nada”, que es la religión del fariseo. El tipo clásico del fanático es el moral. Pero voy a ver si lo puedo dar en

213
212
- Pero es primer el arte y la moral, hemos de man
o dar por la borda al arte y preferir
: » Perece todo. De ectitud de la vida, la sanidad mental la
ma - y la integridad del alma.
4 prudencia en ¡Cuántas personas conozco env
Puede hacer daño el campo de enenadas quizá definitivamente
a mí mismo, no 1n libro; o disipadas, Pulverizadas por
, fri vol
la puedo publicar... Eso és
alos demás, no la la puedo boot j cli 6
iza das por una mul tit ud de
les parece si echáramos Po
la bor
rda todo el arte moderno, y

O, a cau-
( armoniosamente
nl:
'erdadero contem
plativo,
Ucir una obra da | grandes creaciones de las épocas pasadas.
ñina: su
es un verdadero co El primer hecho que saltaa la vist
ntem- a es que el art hoy ha perdido la
te de ninguna ve engua, no tiene un lengua
je común, no existe un estilo.
rdad: se yerguen como individualidade Los artistas
el arte con la mi s monstruosas, y cada cual pre
rada que uno estudie su lenguaje. Y tende
Vivamos en este esto es consecuencia de una cosa
> Y €n caso de ch bajo ya conocemos, la destrucción que
oque real entre de la tradición en Occidente,
producido la confusión de las que ha
lenguas. El segundo hecho evi
dente es

215
el mu-
em an ia , el mu se o de Londres —y
España, Al a terciar y les dije:
, el mundo, Italia, consideré autorizado
criterios simples: hay que analizar ¿de Bs. As.-, así que

Picasso es a la vez
un
que no se puede juzgar hoy día con los tres te ng am os ra zó n?
los cuales siempre permanente es —¿Qué impide que y UN vivo; y que en
cima re-
una cantidad de elementos, uno de de se qu il ib ra do
de la época. Juzgar a los antiguos m talento pictórico,
UN
artista. Eso puede
ser
el espíritu de la época o el desorden mo.es pr op io de to do
mentos, cloruro de sodio —cloroy
es como hacer un análisis de dos ele
ejecución, etc.; estos modernos
Y

sodio; fondo y forma; talento y


is de « uímica orgánica. .
cen uno de esos complicados anális

| , que Picasso er $”, que no teniendo talento dice ca si to do . El medios avivado,


uno
añado una fama postiza, y o astucia O
real sino habilidad para imitar, se hab; tí st ic o pu ed e te ne r talento para vivir s y
pidez de la gente burlándose ue no tiene talento
ar Premios municipale
ahora explotaba el esnobismo y la estu que era un anormal, un de- ede arre gl ar se pa ra ga na r
el -puede
del mundo entero; Padró González decí
a Pano izquierda: pu ma po st iz a, ma ntenerse en el cart
un a fa empo y
de moda por la cantidad de locos nacionales, hacerse op aganda—, en un ti
sequilibrado, un semiloco puesto aservilá nd os e a un a pr
de la poo
sueltos que hay hoy día, a los cual
es representaba. Á mí me parecía hasta hacerse rico, fu nc io na n los controles normales
no nos 06
que tiene un gran talento de pintor;
que cuando quiere, puede pintar
lo
en un medio en que ntiras es UnO de los fenóme
ura que op ag anda a base de me
había visto mucha más pint ge nc ia . La pr
que quiere. Yo no soy pintor, pero
mitad de las obras maestras que hay
ellos, creo que he visto más de la 217

216
nuestro tiempo: una vez
que el artista sirve a la
Propaganda losirve a él, Propaganda N.N., la
dándole el talento que despatarrada, envenenada
que no tiene —a los ojos notieneo laimportancia o endemoniada, la proyec
tan fuera de sí
de la masa, aturalment
los medios técnicos de Jue disp e. La propaganda, con mo un contagio. A veces par
ecería
el mediocre a | Un fenómeno tremendo: ncluso a toda la especie.
, que 1
ar fingir el ar

a conclusión de tod esto es que hoy día la lucha ste. 07


no es ya entre el
e y la Moral, sino entre Dios y el
demonio en el cam po del Arte,
ueo. El Arte necesariamente
u objeto es un Tras-
ue es uno de los nombres de
Dios y es también
vía algunos pocos nombres
han ensuciado sus vestiduras”, en Sardes que no
sublime embriaguez dice Dios a nuestra época ”.
n, 26-1X-1954), Castel
rse, sí; pero ¿hacia la lani conservó el re- Por suerte
eternidad? ¿o hacia el
caos?”, 91 Apokalypsis 3, 4.
218
sos a todos, paciencia: yo hace tiempo que estoy necesitando una bredi
1 dolorcar.e
, yl dolor , Max dice
Kirkegor Scheque
ler elescr ibouren reli
librogios
na ai
MAAbajoA el signo
temporada de descanso *. Pero no; no nos llevarán presos; al contrario, homb o está
a lo mejor me condecoran. A la edad que tengo no me voy a volver de
golpe un mal patriota o un mal hombre. Y solamente van presos...
Aristóteles da recetas acerca del placer en su Ética a Nicómaco;
solamente que
así como para e d

al entes. CNO IA entre sí, s siglos


de cinco
má op
imiento,y hoy día disputan todavía; lo cual se epi PP...
e 0
- El conflicto entre el arte y la moral es eterno porque es eterno
también el conflicto entre la moral y el placer. Les dije que el placer versidad de definiciones que dan los psicólogos modernos
po
es la flor de la vida, según Aristóteles; y que por lo tanto el dolor es la se fenómeno psicológico importantísimo, incluso los mismos
ps pr
triste flor de la muerte; por lo tanto, parecería que hay que seguir siem- élicos; pues una cosa dice Hamilton y otra dice Klages
Schope
pre al placer para ir a la Vida. ¿Por qué pues nos vienen los filósofos lacer y otra dice Spencer y. otra dice Bergson y otra dice
|
1auer”... e via dicendo.
de
94 Cuando Castellani dio esta conferencia, ya había comenzado el conflicto de Vamos a ver los dos enemigos del placer y después la recta
Perón con la
Iglesia. “finición del placer.

222 223
gustín Pres
el li cribe para
los Placeres br o x de a1 s Co ira Dios la
y exam n
es decir, c O Se hallaba
on
/ a luc,
jerarquizarlos, lo m j 5
alcanzan los placeres espirituales se entregan a los carnales casi inevi- no sabiendo plantear los problemas y ados deleznables, comi
stoicos y los epicúreos, llegan a result
tablemente —dice tranquilamente el santo, repitiendo a San Ambrosio, en y
su maestro. Por donde se ve el daño que pueden hacer los adversarios Hamilton dice que el placer consiste
extremosos del placer, es decir, los fanáticos; como por ejemplo los mesurada, dice él. Darwin d i
acción de una tendencia, ¿Qué
kantianos: precipitar al vulgo a los placeres carnales y a l n el. 31:
E son dice que
hombres, como Nietzsche o Klag el error acerca de l

A A rai

a
dl

ce far
van al cine, que un
"ustedes, un beso da má placer según dicen los que o que el que sm.
mA licó

Aristóteles no dio ninguna definición del placer; tenemos que


match de box, que es de una actividad bárbara, Cre
sacarla en limpio sus discípulos. Lo que pasa con Aristóteles es que espiritual de la victoria —y y
contempla el problema del placer no en sí mismo sino en el ámbito del el match tiene un gran placer, el placer
n, imaginándose que son SON a
problema más amplio de la felicidad, que es lo que hay que hacer; es dinero—, y los espectadores tambié
arriba; otro placer espiritual. Pe-
decir, es un filósofo que sabe clasificar, sabe reducir las especies a sus que están boxeando con el vecino de
dad que ha desplegado...
géneros, cosa que no saben muchos psicólogos modernos; los cuales ro el que pierde, con toda la activi

227
226
El placer indica o señala un bien; es verdad, oh Bergson.
Efecti- * dice la gent
La diversida
e: d de los placeres, deen lala moral
cual veniinsiste muchí-
vamente, el placer acompaña a un acto, es el epife
nómeno de un acto; sritóel es la clave de la
contra Sócrates, del placer.
ii La
y todo acto tiene un objeto y ese objeto es un fin, es
decir, un bien. sens placer consiste simplemente en jerarquizar a los placeres, e
¿Pero no hay objetos malos y por ende actos malos? Malos
moralmente rehuir los dañinos los superiores a los
o malignos y preferir
| Pero esono es nada fácil.Y aquí entra el ascetismo (pero di
Pd
sí; pero malos metafísicamente no, porque el mal,
ya lo hemos visto,
de la inteligencia: un
mente, después si
E del AS
O

bidlabios de marfi dientes es dede esmerald


narfill,, unosunos dient P
unos a
ojos de
aca o
:er es como el garbo de coral, unos cabellos como la plata, unaspra
| | de vampiresa y unos meneos como el Tranv a S tá pri
parecen hermosos (“la pe
hermosura del diablo”); una esp e aire, el “donaire” —por eso los onvence nada. Homero describe a los
AS q ose
¡Por ma od
niños son graciosos. La gracia, dice Bergson, se
produce en los movi- a res. hablando mal de Elena, mujer maldecida: e
nos dese
mientos que tienen una cierta “plenitud”. LE ue nos está haciendo pasar horrores, y s1
;
Hay muchísimos placeres diversos, “ cada uno tiene
sus gustos”, A con Troya, la perla del Mediterráneo, y con P
“de gustos no hay nada escrito” y “hay gusto Devolv,
s que merecen palos”, per ¡Qué porquería de mujer, qué desastre!

228 229
admirables. Los amigos amigos
los griegos, que se vaya con su Menelao, al cual traicion amigos admiradores y los amigos que paran su auto
y los que le ayudan a uno; los admiradores son los
a ea id deje en paz, por Júpiter”. Pero en ese pr pe firme un libro, pero no
Elena y la miran y se quedan mudos: y eran viejos, no jóvenes. Y en » par n a uno en la calle para pedirle que les quieren que '.
| muda
pa mirada de admiración que le dirigen, aparece esta decisió r auto; los admirables son los que
n a subial
s hay que aplicarles
conclusión de la disputa: “Por esta mujer vale la seo lind casa para admirarlos a ellos. A ésto 4

Y en ade y no jóvenes:
los jóvenes iban y morían en el es el dominio de sí mismo neces

) sé si ura el ¡lla escuela


mas de ira ver un amigo la educac
ardeio sogo y consigue
s es buen
' O ascetismo co- oderna de pedagogía. Pues bien, Dio en el amor de El; y entonces
ue sus elegidos pongan su placer en ÉL, que le
as que el mundo no entiende,
entre paréntesis, soy un bicho anómalo: DD aparecen cosas portentosas, cos y para
ceño poco ie admirables para la Humanidad
tismo, me cuesta un esfuerzo; quedarme en casa, placer. Lo mism ee dan horror, pero que dan frutos
pasa con los amigos... El estoico Séneca decía: “cada vés la Iglesia. sino
ue fui dl regla: que no hay que azotarse
los hombres, volví menos hombre”... Yo diría: “cada Mo De donde se sigue la siguiente Don Qui -
E e si no se azota por amor, como
vera un ami go, vuelvo menos amigo”... Bueno, eso tiene e por amor, nadie se azota bien tenegros; se
grandes excepciones. Hay tres clases de amigos: los amigos
b ts b
jote se azotó por amor de Dulcinea en la Sierra de Bel
OA, ,
231
230
azotó, se puso cabeza abajo y dio zapa
tetas en el aire todo desnudo,
que lo dejó espantado a Sancho, que el éxtasis del místico
es el mundo; pero después San- el éxtasis
Chose a n poco por amor a Don Quijote. Los que del metafísico , a
'or, los que se azotan por azotarse, no se azotan no el éxtasis estético del artista,”el éxtasis de la visión creadora”
van muy lejos; pronto :
azotarse, y ¡ojo al Cristo! comienzan el éxtasis del hombre de acción del da
a azotar al prójimo. el éxtasis del hombre de bien común, que es como un
ecir, que el
está de todos los otros; de calidad inferior; pero e

formar “productores”, en todos los sentidos de la palabra; productores


y reproductores y recontraproductores. ee |
Pero del problema de la educación hablaremos, si Dios y la policía
95 En La Renovación de la Moral quieren, en la próxima. ¿Y por qué no ha de querer? Llevaré el texto
tido de este término: “En griego hallamos(Parte Segunda, 2, 11), S. Pinckaers, O.P., expone el sen-
primeramente el sustantivo théa, que signif
de mirar, aspecto, espectáculo, lugar
desde el que se ica: acción de mi conferencia a la policía antes de darla. ¿Por qué no? No es pe-
theáomai: consi mira, lugar en el teatro. De donde
derar con asombro, con viene
ligencia. De donde el sustantivo theorós: admiración; tratar de ver; contemplar mediante la inte-
espectador en los Juegos públicos. De
theoreín: asistir a los juegos públicos;
ver, visitar un país. De donde viene donde el verbo 96 Como uno, aún recordado en Atenas, tacaño aunque rico, que así acostumbra
que gusta de contemplar, de observar: el adjetivo theoretikós: ba a y ed
contemplativo” (abreviado). los insultos de la gente: “el pueblo me silba, mas en casa yo me aplaudo cuando
contemplo las
monedas en mi arca”.

232
233
cado amar a la patria —ni pensar
en ell a. El que ama, piensa
y eso es contemplación ”. en lo que

hombre va a la
zón a los saltos: prime o el mono se convirti € re-ho1 bre
pre-hombre se convirtió en un hombre paleolítico; el paleo Ítico se
convirtió en un neolítico; el neolítico en un primitivo; el primitivo
97 Aunque “en la auténtic
en
del espíritu que percibe el ser, a contemplación cristiana se trata ciertamente de VER, un bárbaro; y el bárbaro en nosotros, que somos la flor de todas esas
por oposición a lo que no es de ese acto
conversiones. ¿Y nosotros? Nosotros, el hombre contemporáneo, se-
”, sin
embargo ella “no es un estudio o no tien
de pura inteligencia, en el sente más que la apariencia de
sino un estudio llevado a
cabo
ido en que lo entendemos
inteligencia” (Pinckaers, loc. cit.) por el hombre entero: corazón y espíritu, amor
e
98 Proverbios 8: 3, 31.

234
el Ser:
la br as de Sa n Ag us tín a Su puebteloroenHeraclio
as pa
1. Les voy a leer: unguando nombró o al presbí
no hay maestros 106 ¡dir'“eec menteme el Vaticaannoo))
ctata
los ma es tr os ve rd ad eros; y si les dicen que raióR :
Argentin a
les dicen que hay siete o
diez o veinte e
lo cr ea n; y si
verdaderos, no pública —y si les
o- ma est ros con sie te puestos en la Enseñanza lo crean,
-pseud re s, pelos y señales—, no
lis ta con los no mb
an a Uds. una a
vor! 1”
porafan
lo cre do

E
|
, aa A p del sacerdocio permite
el s las naciones sia. Este poder ia el valor Sur
10 y ens eña d a toda e su Cue nt o de la fe. En la gl! orae br e '
ga el luga r de Cris to para al e v a ¿ Santo Tomás perior al cono ci im
mi ie
el
ranza ri c Y
que el Obispo ten uale s, sino que nza con la pio es perfec- da una viide da susuper s enseña que labienaventuo ción era
cio nes cult cuy o acto pro i
no se limita a las fun ange lio, incum art. 1, ad Im.) «San to To má
exp one r el Ev
escribe: “Enseñar, esto es, es lo mismo que enseñar” (Suma Teológica, TLeña que “apacentar es,
q. 67, a de Dios: o
cede de la cd más que de la voluntad, teológico” (P inc
kaeli,
cionar [...] y per fec cio nar 1m. También San Pío X ens
la intelige nc ia e como en el plano
doctrina en el art. 2, ad pu o €npel s nive
Encontramos la misma |
es” (Efesios oa humana, tant $5-
ante todo, adoctrinar”
(Ac erbo Nimis). erios de “pastores y doctorde 1943 y de enlatecu ieitdea laM
imre
ndmb vida
26), B.A.C.,
T. XI b, pp-231
ramos vi 6-1X-4
104 En San Pablo encont
ent ina
stín (“La Arg
loc. cit.) del sucesor (2
El idea l pau lin o se re: i
,en Seis Ensayos y Tres
Cartas,
6 Ac ta de nombramiento
4, 11). una Revo 10
ció n de Jun io es
hoy. ¿La Revolu
182-183). plación teologal pro- 239
Dictio, Bs. As. 1978, pp- primer lugar corresponde a la caridad. La contem
105 En esta vida el

238
RNADA ll
ESCENA V”, JO án).
de un predicador gallego que os , el Ar queólogo y el Capell
plir con su deber 107, Me hace acordar le s, hi da lg
(El Visorrey de Nápo
en la catedral de Santiago, en una restos de
hizo un panegírico de San Agustín Appia, se ntados sobre los
mal; porque explicaba las mana sobre la vía y bajos
misa solemne, el P. Cobos;y le fue , muy a, su valentía, su Sa- ]
En la campaña ro
hierba sedistinguen inscripc
iones
ca
les de San Agustín, su castidad su pobrez un templo, entre la ¿lo lejos se ve la basíli
espíritu de trabajo; y después de cada párrafo se volvía. s. La puesta del so
-sturanas rota
mitray báculo
no donde estaba encapotado y con:

ene
que más necesidad ti
ni 4 ad

os de aquello: sabía o decir, sabían latin hasta el mu nd o es el


( además para leer, escribir, pe- fuerte en
acer Versos, y MA que
una
tiempo
catedral, es:
cerlc
en una iglesia con cátedra; y ellos, de- Aquél que es elmás él.
0
.
en política. Vivían en
de las almas, su mayor preocu- mbién de z vaa volver a Ro
ma
lear y meterse temporal y cura individual Italia, e Italia ta a su Merced, la pa
jada a los presbíteros la administración sobre las cuestiones Oscuras, golpear sobre las cuestiones Una ve z má s, gr ac ia s
entras so br e do
pación era desde allí arriba mandar luz sacros, despanzutrar herejías, disputar
cuestiones " H alos 2 -
do ha re ti ra do Su oposición, Y mi p '
candentes, resolver adivinanzas y problemas y los libros de la Escritura y di- El Francés re zongan pados de Rusia se h
los libros de los herejes
«opinables» de filosofía y teología, leer de la doctrina ortodoxa, función primordial del Apóstol. no los embajadores arro a pa
escalones del Va ti ca Papa Se aprestan
rigir en primeros motores la impartición parecido al boceto del Obispo que
Santo Tomás de
y el Ja pó n, los legados del nuevo
los de la India
Agobardo,
Así al menos aparece el batallador posésores de la ciencia arquitectónica,
que escla-
Aquino trazó siglos más tarde: «iluminadores, especulación» (Suma
del superabundar de su
a los otros Trento.
recidos ellos primero pueden esclarecer
en Las Ideas de Mi Tío el Cura, pp.112-113).de raso”.
Teológica, Y-M, Q. 1 88, art. 6, c.)”,
Literaria, “Paul Claudel. La chinela 241
108 Le soulier de satin. Cfr. Crítica

240
si y en el
. | enternecimiento y la cóleral Pone en
he ee Soma dl /
Hidalgo 1- Y pronto la cúpula nueva de San Pedro troneará como una
- gran parva de trigo por encima de la Europa indivisible. E 0 A uiero dejar a ese príncipe de los pintores tl
- Arqueólogo - Roma está bien donde está. Pero para mí, soy feliz de / doin as. He aquí esta Italia vivientey de mármo:
soba a ver Nápoles. ma
derrumbarlo. 1 a Preferiría. que mandéci al Duque ;
/ y ese pueblo, sonoro que Apolo y dp a uno $ qe y] Hi d algo

as Se
dras antiguas2. y Str
surgir . del suelo de las pie ultados, he aquí que
de los Cinco l'lcd sep | '
Colinas sobre el talud
or si cúpula de la fe renova
a es Un predicador del
¡Hidalgo Que Pedro Pablo Ru
sino par sus ja a resultar que Rubens
rubias nacaradas...
ojos ' mo
o
| ps rificado la Carne y A
Visorrey- ¿Señores, me tomáis pr un necio? Nuestro amigo Rubens es
¿Y qui én mej or que Rubens ha glo
od eado revestir y que son
demasiado altivo. No es como un modelo que y le envío esa hija del sol, gre que un Dios ha des
¡es como un desafío! Sangre, esa carne y san
redención?
Hay otra cosa que hacer con una obra maestra que copiarla, es rivalizar + instruménto de nuestra
con ella. No son sus resultados lo que ella nos muestra, son sus medios.
, 243
242 '
Está escrit
o que las

te en la Ay
le como “e entina q
j Palafrén
El P, Mein e do oye
vielle ha
fabrica o
el buen Ca
mino
política —la política en sentido alto, la conducción recta de una Na- ¡ a a nuestra Facultad y revalida sus títulos europe
cid no puede ni siquiera ver el fin de la educación, que es la e a al cabo es justo que se haga honor y reverencié
A l alma por medio de la inteligencia y de la verdad. Un Universidad Argentina?”. Pues sencillamente, sl quiere
ese la Verdad especulativa, la Sabiduría, la contemplación la tal camarilla le pondrá una serie de obstáculos burocrá
/0, ser un ía
Estado malo, tal que después de una terrible carrera yl '
'glamentistas
Y E

inventado una novedad: me O


emente tener un título
Quieren que uno haga propaganda de la bretedela religión yo
filosofía de la religigión: propaganda
haga! filosofía
unoo haga st e
un título argentino y gustarles a ellos; y no tener un título argentino o p
1 tante durante veinte años, ahí tienen veinte li
no gustarles a ellos, es no saber; de modo que Enrique Gaviola no filosofía
sabría física y no podría enseñarla; y un barbilampiño que sale del duela ma y que los propaguen. Ahora mi deber es hacer
Instituto Nacional del Profesorado sabe necesariamente Física
y
puede enseñarla. Esto es una perfecta idiotez y hay que denunciarla; ja, Mendoza 1999, p.102.
” * ión?”, en Castellani j por Castellani, Jauja,
porque es dañosa al bien común. Uds. dirán: “¿Por qué Enrique Libre”, en Castella ni por Castella ni, cit., p. 117.
Ga- Lo ce e ata

246 247
mera exterioridad, laría Se el 0
- el culto de María Santísima en una basta cambiar
r meum el labia mea
| de la religión. “Veritatem meditabitur guttudia suede ser sustit uida por cualquiera mujer:
bunturimpium” "Y. hc aa
tiene
se puede creer enla Iglesia hoy día, ese este de la fe:

i o
y SUD
como si eso tuviese un és poder mágico, y
palabreríasy aun especies consa actu able a trav del entendimiento, o mejor
y la vida teólogo, es decir, sólo os aprovecha el manjar
tenemos: 'egurada la gracia de D z de “intencional”, como dice el is espiritualme con la
nte fea Cr is no ,
to
no comé có Cristo mismo en Juan (La
¡Cuentos! La vida eterna es una e sa seria y la vida eterna debe
de la ment e. “Si
dicho,
, decí a San Agus tín neta mente; y más fuerte aún lo indi
eucarístico”
comenzar ya en esta vida: la liberación del alma. Hay que nacer de Coordinación y los Católicos).
114, Castellani llos que los católicos; que
todos esos
nuevo, dijo Jesucristo: eso es la llamada salvación. La Virgen María 115 No hay gente
católicos que se podrían denomi
nar “el ghetto católico”, no la Igle-
licos”. Y
a quien venero más que a mi vida, debe hacernos nacer de nuevo
do. grupitos opuestos entre sí de católicos” están en pelea continua con los “boticarios cató zación
sia Católica: los “bi oqu ími cos do civil , ni org ani
edad alguna, ni Esta
mo hizo nacer de nuevo a Jesucristo. Es evidente que si Ud. convierte mirándola con ojos purame
nte humanos, no hay soci
a, mecánica, inhumana, rígi da y arbi trar ia que lo que llamamos
lo cual yo
burocrática más desagradecidción burocrática exterior de la religión entre nosotros;
Iglesia; es decir, esa organiza
(Proverbios 8, 7)
111 Mi garganta se empleará en la verdad y mis labios detestarán al impío

248
n to do .. . Cu an do de clara sol -mnem
ro no
El Papaes infalible, peque hace pocas veces, por cierto; |
os Igl esia”, he dicho. No estoy ha- te las cosas de la fe,
cosa
e todos |
Los que “se ll am a
an sí mi sm
tico de ch ís ima gente aquí qu
en sí misma, del Cuerpo Mís der co mo ha ce mu ia y
blando de la I g l de
e s i
Criasto
tuye como su villas de inteligenc
burocrático temporal que consti
sino del cuerpo particular son mara ntido moral, cerrar los
Cristo: como dicen; al con- renunciar al propio
se
:n la Iglesia no se ha derrumbado, y dar co mo anticatól
fuerte que antes;
está más lo que se ha derrumbado iniquidad manifiesta, cerrar
algunos jera lico al que no
n Jue qutrs merde en

bién Lu DON
da
ESE
- Nolvamosa cadrete AICA ROA
les
ue recibo. semejante a la Ig
de nuestra Iglesia es a de las
evó contra la vent
h
;
tado
7 ¿Dije que el es
"
ni humana
inguna para ella, subl
Lutero. Lutero se
k
o y contra-evangelio. No ión fue
mana en tiempo de usa de la sublevac
AAA A
su fin. Es
digo simplemente que es un eabus para conseguir
s; ningún imedio le es ilícito ende? ¿A Jesucristo? No pe ro la ca
ni natural ni divi na: está sobr toda s las leye defi fue la oc as ió n,
indulgencias: eso
ra. ¿A qué Dios
hacer todo lo que quie tifican;
claro, defiende a Dios, puede Defienden a Dios Padre Todopoderoso, con el cual se idene tomas
se parece mucho a Jesucris
to. lo que quie re, y nadi e le pued
en los cielos, puede hacer todo
el cual está oculto allá arriba ). AR 5
eras hienas. Pero yo nO digo
en el orig inal y
o —y con otros— como verdad
cuentas (tac hado “Yalo sabía”. y est á dil uvi and o”.
116 Que se portaron conmig estaré sentido en todo caso, eso es asunto mío. Pertenezc
o 117 rno: son las diez
ntido; de los resentidos. 118 “No lo sabía un cue
todo esto porque esté rese dido s; pero no a la
de los humillados y ofen
a la inmensa falange actual no es resentimiento (tachado
en al' original). 251
y es ent end imi ent o,
Esto es fe

250
la
la mañana? dice
| s.caído, lucero de s vuelto gro:
ne omo el
contra la exterioridad, y € or o y te ha
orden de.
que la Iglesia estaba exteriorizada. Gritó como el
'
haber entrado en la |
eso tenía razón; pero se salió de la Igles
ia visible, y en eso no tuvi e Lutero debería *
razón. No fue capaz de volvuner stol”, lo cual
“Apóse probablemen
irbanos, que yo pienso fundrearce: ta? L
lado el martirio;no fue cadepa z su
aceptar destin dónde está? ¿La
|
ara correg lair Iglesia de Alem:
igiosoy tenía u

urbano, y él prefirió conve ndier


su cam hacerse solitario, e ti- nc ue nt a años de vida depe oco se organizará
de un movimiento políticc social preñado de resen en ci en to ci to tamp
tirse en cabeza Dicen que
se ga nizarse, y que por pio, una
“miento y de turbios motivos mundanos,
de modo que de Após tol
in a nunc a ha sa bi do or
ón mal he cha desde el princi ncia
vulgar agitador de masas, en un energúmeno. “¿Dó
nde tu ro ; po rque es una naci os de vida son la infa
convirtió en un en el fu
” Pero ciento ci nc ue nt a añ
;
nación “anómala andar con n an dado
anda res.
dore r
ti de e
no lo haré una naci¡ón; el tiempo quirir experiencia política Sl Si de
camarín de Ntra. Sra. de Pompeya; pero e aquí ad política
119 Yo sería capaz de ir de rodillas al
porque veo que es una exterioridad religi
osa que a mí no me convi ene. He visto una moza a quien
e Cómo se pued am ig o— . Pa ra poder formarse
una manera de orar, la oración ice mi
vidad política? _d
aba demas iado las pierna s. Pero es
tampoco le convenía: mostr , según dicen
oración psíquica y la oración pneumática
somática. Existe la oración somática, la
(tachado en el original). 253

232
2d nim
¡l que te p
,
i
.
Jan
y ño
4 .

Y si eso hay, es mu
, ;

¿lo puede impedir. lo dem ás: “D onde haycomun $


dea e el
es necesario que haya libertad da me nt
losmo ngleses. Y por de pron
omni
y en
je: de1. dic to eso,
es necesario actuar y por tanto eso 0
ierno deben gobernar los mejores, ibles,
tuar. Para que haya buen gob
quié los s
sonne mejors: ellos no pue | medios convenientes y Pos
_ sabido. ¿Y cómo se sabrá mejor, polític ol
moverse, y cómo se hará uno inútiles o te
pued ¡ no puede ejercitar las virtude
se adquieren

] n

e
qu e ha y vo
po lí
ll ticos que quie|ren hac
los la lluviaia .
o rar de Dios sa be n qué semillas si
embran; pero 0
as , o qu e no rante muc :
antemente. en el fin común y medir.con n.él to- Mover con palabr ¿Q ué hi zo el viejo Yrigoyen du an a la
ticos. llas que E llevar
los ojo La
no son buenos polí
A ¡otapcol iia 5 obra que hacer en comú
las cosas. Porque la socie
ino pot formal e se mb ra r se mi
xtos materiales de una nación; lo en la pacientement
raza, el idiomala, religión, las fro y se hund e la soci edad . El hombre va simos años sino gunda vez para
suma
y otra vez, la se
esto, languide ce que sem
es el quehacer colectivo. Quitado, que viaje la nube. Si la
nque no sea más
sociedad como la gota en la nube
viajera. Pero para esto es menester de tronidos [...] Cuando Presidencia una e se pu ed e, au
io, a
o se disuelve con acompaña mien to as siempr o importa sacrific
nube se estanca, la gota se pudre
la sociedad automáticamente
sucumbe, su unidad se torna. solo Y sembrar semill do ha y se qu ía , es
. Claro que cuan
este impulso al más allá cesa, s
cen las dos bases fundamentale
aparente, su convivencia empieza
a minarse por dentr o, desf
dere
alle
cho, la carid ad, que soci almente se brar verdades
que socialmente se llama
del consorcio social: la justicia, , Parte Segunda, Vórtice-Jauja,
erno”, en Cristo y los Fariseos
llama concordia” (“Sobre el Gobi 255
Bs. As.-Mendoza, 2020, p.208).

254
,
E En el trono, en el templo y en el foro
cie de sobre las Cuna s, sobr e el ataú d,
veces se siembra con una especie de terquedad, con una espe signo de honor, ya nO signo de loro,
|
>speración, se siembra con amargura, llorando, como dice la Bi- de resurgimiento y de vi
- :
a; se tiene la impresión de estar malgastando las semillas, las fuer
| E
vida. Pero es la ley de la ve! no A tenemos más que para
5 los camino Sobre la vida, nacimiento y Mi
hombre y Su

“de Hogar, Escuela y Uni


coronada de espinas, la cabeza
del que murió por la Verdad.

122 El 16-11-1951.
-186,191,-193, 205, 234
Apostasía 149, 154, 166 , 144, 146, 168, 169, 174,
178, 179, 182, da 188, 212, 221, E
Apóstol 203, 240, 252 228, 232, 233
Aranguren, José Luis L. 190, 2 p Bien común 246, 253, 254, 255
Argentina 37, 103, 121, 129, 13 , 134, 187, 194, Bioy Casares, Adolfo 63, 134, 178
198, 207, 212, 213, 217, 229, 237, 238, 245, Bloy, Leon 211
247, 253, 254, 276 Boesen, Emilio 84, 203
Aristóteles 17, 18, 24, 52, 56, 80, 88, 105, 109, Bolingbroke, Henry St, John 77
112, 122, 124, 127, 132, 140, 160, 168, 177, Bonaparte, Napoleón 140, 195, 197
187, 189, 190, 192, 196, 197, 202, 211, 222, Borges, Jorge Luis 27, 134, 178
223, 226, 227, 228, 229, 231, 232, 236
Brabante, Siger de 53

259
Bradley, Francis Herbert 15 Cristianos 33, 38, 62, 64, 65, 74, 84, 98, 105, 115, Echeverría, Esteban 67 210 ;
Bréhier, Émile 72 19 /
187, 190, 191, 220, 224, 230, 248 icos Filosofía 9, 11-15, 18-21, 24, 26, A
17, 231,
Bios Robert 134 Cristo / Jesucristo 19, 36, 46, 65, 66, 68, 81, 86, on 18, 32, 40, 52, 102, 110, 187,2 59, 65, 68, 71-75, 82, 83, 85,
Aires 23, 30, 92, 111, 129, 208, 221 93, 96, 98, 107, 111, 112, 113, 134, 141, 144, 233, 245, 120: E 97. 100, 104-107, e 111-1
145, 154, 166, 168, 173, 174, 186, 191, 202, elloc
129-136, 142, 14 156,
204, 209, 212, 232, 238, 239, 249, 250, 254 ci 145, 236, 237, 238, 245, 246, 247, a 190, 194, 195, 203, 207, 21
190, 212, 23
Croce, Benedetto 152 Entendimiento 9, 126, 154, 159, 226, 240, 244, 246,2
Crucifijo 204, 256 246, 249, 250 Filósofo/s - 2, 113, 14,
Epicmoj 42,5 2,236,
Cruz 184, 204, 256, de ureísmo 97, 222, 223, 226 85, 87
82,
Cuestión social. 1,

Familia' ), 29, 39,


a
Fanático/s 212, 226 11,1104143, 143, 146, 155, 181,211,
bcn
) 9, 28, 40, 62, 63, 123, 167, 168, 170, Fanatismo 212, 225,232 Guiraldes, Ricardo 198
19, 27, 7 36, 41, 42, 44, 61, 78, Farges, Albert59
175, 176, 177, 178, 182, 185, 188, 195, 198,
89, 115, 154, 156, 158, 167, 1%: 193, 203, 234, 203, 204, 206, 222, 223, 227, 230 Fariseísmo 17,87, 155, 225, 253
243, 249 Fariseo/s 16, 154, o 254
Don Quijote 196, 199, 232 | Hamilton, William 223, 227, 231
Costumbres (usos) 16, 17, 18, 36, 41,92, 95, 100, Don Juan Tenorio 192, 195, 196, 223 Fausto 191, 192, 19 Hartmann, Nikolai 15
32, 53, CN
197,213 Donatistas 29, 64, 84 Fe 19, 20, 21, 26, 39, 43, 44, 51, Paul 17
153, 171,
Creadores 62, 237 Donne, John 45 83,85, 89, 114, 149, 150,151,
251 o, res dl F. 12, 19, 72, 73, 75, 82, Ni?
Cristiandad 9, 32, 43, 46, 64, 243 Donoso Cortés, Juan 166 203, 239, 243, 247, 248, 249,250, 119, 129, 130, 131, 132, 133, 134,
135, 1 q
52 Cea 73, 126, 15 146, 14
Cristianismo 27, 28, 36, 39, 42, 46, 59, 65, 68, 69, 138, 139, 140, 141, 142, 144, 145,
Felicidad 21, 29,
Dorrego, Manuel 42
73, 83, 85, 86, 95, 101, 102, 129, 134, 140, 144, Dostoiewski, Fiodor 156, 169, 170, 184, 185 173, 226, 230, 232, 158, 159, 160, 165, 198
202, 226
145, 189, 190, 200, 202, 224 Dualismo 177 Ferocidad 61, 64, 65, 66, 89, 200,

260
Hegeliano 84, 142
H r, Martin 73, 74, 75, 76, 81, 5% Interioridad 11, 12, 13, 14, 15,23
9%, 219 , 26, 30, 31, 32, ere a ae
rich 35, 1 46, pl 55, 58, 72, 85, 93,
155, 206. 189, 199, 248, Clive h E
249
Tronía 191, 196, 198, 199, 200 18, 35, 59, 60, 100, 101, 104, 10
Irreligión 82 pa 161, 182, 20% 215, pr 256,
Irreligiosa 154
Isaías, profeta 147

14 76, 194, 250


Inmoral/es 194, Pb 208, 209,
210, e 215,226 de Dios 36,
Inmoralidade25, s
ammenais, Félicité R. de 210.
sd ES, Pra 12, 19, 59,65, 140,
Inmortalidad e AN 55, 56, 156, 'esiones 12,13, e,BA 34, 37,38, , 226,231
171, 205 45, 46, Mauriac, Frangois 220
Intelecto / Inteligencia '9.18, $8, 89, 110,123, :167, Ros in del espíritu 85, 135, 191, 193
24, 31, 36, 53, 58, Lautréamont, Conde de o Ile, Julio 166, 245
59, 69, 86, 105, 106, 112, 113, Mal da 41,95, 111,115, 116, 117, 122, 152,
115, 118, 119, Lavedan, Henry 200
120, 1, 123, 137, 138, 151, 152, 161,
162, Le Senne, René 158 170, 175, 176, 188, 194, 217
163, 165, 188, 190, 193, 203, 209, 214, Obispo/s 34, 37, 38, 145, 199, 225, 238, 239, 240
215, Leibnitz, Gottfried 63, 114, Mersenne, Marin 55
217,219, 229, 232, im 239, 246, 251 158, 168, 174, 176, ica 12, 13,23, 25, 26, 51, 59, 62, 63,371 71, Ontologismo 24, 56
Intelectual S2, 54, 67.9 177, 195 o 60, 67, 133, 136, 176
León, Fray Luis de 220 Moe la. 88, 109, 124, 125, 126, 135, 152,
156, 160, 164, 174, 187, 190, 228 Oración 211, 252
87, 88, San John H. Newman 39,40, 41,226
Orgullo 33, 49, 50, 64, 66, 76, 105, 119, 144, 165 Poderoso/a/os 9, 17, 62, 64, 69, 8 1,102, 14: Religión 12, 17, 29, 40, 62,66, 74, 77,78, San Juan Evangelista 73, 83
144,
Ortegay Gasset, José 36, 130 Poesía 88, 89, 92, 96, 134, 145, 172, o 90, 95, 98,99, 100, 116, 131, 140, 142, San Juan de la Cruz 224, 252
167,
E 133, 142 207,213 145, 146, 149, 151, 154, 156, 159, 161, San León Magno 220, 226
247,
Poeta/s 13, 15,35, 39, 45, 46, 62, 75, 85, 89, 177, 178, 193, 202, 204, 209, 212, 238, San Martín, José de 175, 187
vdd
y 117, 126, 145, 152, 153, 175, 189, oy , 249, 252, 253, 254 96, 110, 118, 131, Bs, : BA
San Pablo 83,
27, 202, 203, 206, 207, 209, 210, vo dre jo :76,77, 78, 100, 123, 177 204, 209, 238
217, 218,220, 229, 230 igi osa 10, 12, 13, 40, 62, 86, 87, 93, 94, 106,
Religi San Pío de: Pietrelcina 39151)
134, 148 146, 158, 178, 19% 19), 203, Am
Política/s 9, 26, 27 28, UN 31, 41, 52, San Pío X 107, 144, 154, 238
San Roberto Bellarmino
Bellarm
ella 37

27,121,2 A
oramer s 144,
ios 245, 247,255, 256 q, gue 2.10 20 53, 54,74, 114, 190, 2800
Sacrificio/s
Salto 24, 82, 119, 165, 187, 191, 193, 194,
19, “Sent idos 57, 121, 122, 125, 159, 160, 164, 166
Sentidos externos 120, 121, 164
as O 198, 199, 200
Sentidos internos 120, 164
Plebeyos 98, 99 am San Alberto Magno 14 Sentimentalismo 192, 194
Plinier, Charles 220 Racionalita 19, 53, 82, 112, 15 | San Alfonso María de Ligorio 39 Sepich, Juan R. 73, 82
ad 27, 52, 56 Ena Ni 198 : San Ambrosio 41, 43, 46, 64, 226 Ser 15, 23, 24, 26, 51, 60, 62, 74, 75,
78, 81, 82,
res 103, 154, 194, 208, 23 n 13, 20, 21, 53-57, 75, 105, 112, 118- San Anselmo 158, 161 88, 105, 112, 113, 116, 120, 122,1 32, 137, 138,
Pobreza 194, 237,240. A 132, 133,135, 141, 144, 160, 161, 6%, vés, San Basilio 220 139, 157, 160, 161, 163, 164, 182,
228, 234,
Poder/es 28, 29, 41, 64, 69, 103, 104, 122, 130, 1
167, 177, 192, 194, 218, 219, 220, 226, 235, San Felipe Neri 201 236
141, 144, 183, 185, 187, 188, San Francisco de Asís 178, 201 Sertillanges, Antonin-Dalmace 174
220,238, 246, 249, 255 San Hilario 226 207
Ar Redención 60, 62, 243, 257 Shakespeare, William 95, 96, 134, 176,
Relativista/s 16, 23, 59 San Ignacio de Loyola 193, 205, 224

265
264
Shaw, Bernard 134, 202 Verdad 11, 12, 13, 14, 15,20, 21, 22, 24, 25, 26,
Simónides 126 31, 33, 38, 41, 42, 47, 49, 51-61,
Simpliciano. 46 -96, 107, 109-128, 131, 134, 135 38,63,142,64, 143,90,
149, 150, 151, 159, 164, 165, 16 ,
, 106, 124, 136, 166
, 40, 81, 98, 0 103, 146, 147, 194, 177, 188, 194, 203
e 249, 254
22, 228, 236, 237

Valery; Paul: 50 de Psicología, Universidad de Tucumán (vol. L, pp. pan 1955


Vanagloria 38
Vargas, Getulio 103 Su Majestad Dulcinea, 1956
Varrón 27, 187, 232 El Evangelio de Jesucristo, 1957
Vaticano 34, 91, 107, 239, 241
Vega, Ángel Custodio 33,37, 44 El enigma del fantasma en coche, 1958
Vega, Lope de 195, 197, 203, 240 El crimen de Ducadelia y otros cuentos del trío, 1959
Vega, Ventura de la 207
Doce Parábolas Cimarronas, 1959
Las Parábolas de Cristo, 1960
- Esencia de liberalismo, 1961
erspectivas argentinas, 1962
Castellani (antología de su obra),
1962
de San Juan, 1963

| | y pl iones y omentarios), 1944


|
2. PróLOGOS / 1 NTRODUCCIONES ; A | - Suma Teológica, tomo 2 (in uye notas, exp icaciones y comentarios), 1944
/ EPÍLOGOS / POSTFACIOS A LIBROS DE TERCEROS -- Suma Teológica, tomo 3 (incluye notas, explicaciones y comentarios), 1945
- Theonas, de Jacques Maritain, 1935 - Suma Teológica, tomo 4 (incluye notas, explicaciones y comentarios), 1945
- La historia fal, d e - Suma Teológica, tomo 5 (incluye notas, explicaciones y comentarios), 1945
- La Iglesia de pa pe po Palacio, 1929 E - La Crítica de Kant, de Joseph Maréchal, 1946
ADO load Vo e wig Kósters, 1940 l - La Reina de las Siete Espadas, de Gilbert K. Chesterton, 1951
A - Señor del Mundo, de R. H. Benson, 1958

269
4. OBRAS EN COLABORACIÓN

-. El libro de la escuela argentina, AA.VW., 1941


a Patrística y la Parusía, con F. Alcañiz, 1961
Jo AA. ME 1967/69

San Agustin iconode BernatGi


E Hamete (, Cide Ha-
mete Benengeli (h), Jacinto Achával, Juan de Salvatierra, Pío Duca D'Elia,
Desiderio Fierro, Desiderio Fierro y Cruz, C. Comte Pomi Diana, Diana
Comte
Pomi, Clara Petty de Saravia, Edmundo Florio, Diego de Udine, Suárez Sana-
bria, Dr. Moisés J. Aspiazu, Erik María Petersen
E
A
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ss

MAMOTRETO AI

Castellani no se limita a exponer sus ideas mediante un

esquema seco, ni a levantar alabanzas a su genio gigantesco,

SIRIO
lo a la tradición cristiana posterior, llegando incluso hasta
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Estas páginas constituyen, además, una vuelta a los prin

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