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Krishnamurti Solo La Verdad Trae Libertad
Krishnamurti Solo La Verdad Trae Libertad
Krishnamurti
INDICE
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Junio 4 de 1950
II
Junio ll de 1950
III
J·u.nio 18 de 1950
IV
a nuestro conflicto pudiésemos encontrarle una salida,
S I
no recurriríamos a autoridades; mas como no halla-
mos medio de resolver nuestros innumerables conflictos-,
que se multiplican, acudimos a la autoridad -interior o
externa- en busca de guía y consuelo. La autoridad, pues,
ha llegado a ser muy importante en nuestra vida. Es por-
que somos incapaces de comprender y resolver el conflic~
to, que nos valemos de la autoridad como medio de evitar
el conflicto; y ese medio, entonces, adquiere suprema im-
portancia en vez del examen a fondo, de la exploración del
conflicto.
Tenemos, pues, innumerablés clases de autoridad, in ..
terior así como externa. La autoridad externa asume la
forma del conocimiento, los ejemplos 1 los instructores, etc.
Interiormente acudimos a nuestras experiencias y recuer-
dos como guía en momentos de conflicto y ansiedad. La
autoridad, pues, tanto externa como interior. nos ofrece
una esperanza de librarnos de nuestras diversas dificul ..
tades.
¿Pero una autoridad de la especie que sea, interior o
externa, puede resolver nuestros problemas? Cuanto más
buscamos autoridades, ideales, conclusiones, esperanzas,
más dependemos de ellas; y el depender de la autoridad
tórnase mucho más significativo que la comprensión del
conflicto en sí.. Cuanto más confiamos en una autoridad,
más dependientes nos volvemos, porque la dependencia
termi.na por destruir la confianza en nuestra propia com-
prensión de los problemas. La mayoría de nosotros no tie-
ne confianza alguna en nuestra propia capacidad pa;ra re ..
SóL'o LA VERDAD TRAE LIBERTAD 57
confianza es negada.
Confianza no es arrogancia. Cuanto más uno ha expe-
rimentado, cuanto más seguro se siente interiormente, tan-
to más arrogante y obstinado se vuelve. Esa confianza en
sí es tan sólo encierro en sí mismo, un proceso de resis-
tencia. Pero yo creo que existe una clase diferente de con-
fianza, que no es cumulativa. Para explorar la naturaleza
íntima del conflicto, no es posible traer a él fo que u.n-:>ha
acumulado; y si-uno explora con conocimiento previo, ello
deja de ser exploración. Entonces os movéis simplemente
de fo conocido a lo conocido~ de una certeza a otra, de lo
que habéis experimentado a lo que,esperáis experimentar;
y eso no es exploración ni experimentación. Eso es tan
sólo el proceso cumulativo del conocimiento, de la expe-
riencia, y la confianza que él infunde es arrogancia aser~
tiva.
Ahora bien: yo creo que existe una confianza mucho más
sutil, que vale mucho más la pena, y que llega cuando no
hay sentido de acumulación de ninguna especie sino cons~
tante exploración y descubrimiento. En ese estado de
constante descubrimiento, la capacidad de constante explo~
ración, lo que produce una confianza duradera que no es
arrogancia. Y esa confianza, que es tan esencial, se ve
negada cuando hay cualquier clase de autoridad, cuando
dependemos o esperamos de otra persona para orientar la
conducta. El -ser dependiente brinda sin duda una cierta
seguridad de sí, aun cuando ocasione temor; pero esa segu- '
ridad del que sigue a alguien, pertenece a un grupo, cree
en una idea o en ciertos dogmas, es ciertamente un pro-
ceso de encierro en sí mismo. ¿No es así? La mente que se
aísla_.constantemente, no puede dejar de despertar el te-
mor, lo que le hace a uno vagar de una autoridad a otra,
de un agotamiento emocional a otro. Y en ese proceso nues~
tros problemas jamás se ·resuelven; sólo se multiplican.
58 J. KnlsHNAMURTI
Junio 25 de 1950
V
Julio 2 de 1950
VI
Julio W de 1950
VII
Julio 30 de 1950
IX
- Vo
PREGUNTA: me preocupo mucho. ¿Puede Ud: ~éleéí1'•
meéóm.opuedo librarme de la preocupación? · ·
Agosto 6 de 1950
X