Las hay serias, de ocasión y de respuesta, de Sol y de
Luna, las hay contagiosas: sonrisas cosquilla, sonrisas cebolla. Pero sobre toda sonrisa, está la tuya. Está la tuya que no es sólo sonrisa, que no es gesto sino pupila y boca, nariz y garganta y es que la tienes tan adherida que sería imposible describirte sin ella. Pero no sólo está la tuya, pues por debajo está la mía que ríe cuando sonríes, reflejo maltrecho y desfigurado que si bien forma parte de la sonrisa precedente no logra continuarla. Es tu sonrisa mi ventura y mi fortuna, mi pedacito de cielo de 7 colores. Es por tu sonrisa que nace la mía. Es tu sonrisa anulación de sonrisas, creación de sonrisas. Cuando tú sonríes, cuando tú sonríes.