‘cuyas péiginas lista, relacién, enumeracién, acumulacién se
convierten en posibles modelos expositivos, museos del
etcétera, siempre abiertos a nuevos descubrimientos.
slo que ocurriria (tal vez seria lo mejor) en un museo
on una tinica obra, porque nos invtaria a imaginar otras
posibles.
+ Lac de aprtara etext de una entrevitalzda Omar
Cabs om asin dl ers Some y mus: arin de a
ras que tela en Bibs en 00 ence pace par
fa ee alesees pie erence ate
Eextode Umberto Eco (y publado en Revs de Ocdete, 290
2, jlo agosto 2005) rege In conerenis nur! a, po
‘pura nel Museo Guggeneim 25 dean de agua Aeris
dels eruzaors ds jomadas Jorge Lneano (qn sca en
tment os derechos de pbs) y Santos Zug partis
omen las misma os sguetes esti Alero Arise,
NavaroBaldewes, Omar Calabrese, Renate Eco Ls Feminder
Galiano, Tams Levens Aloo Pere Sinhes, ia gnc Vier y
Miva Zune
ensayo de abela Perso sf parte itroductora den bro de
‘sina aparcin La ara ha puedo deseo artuos
ensayo sobre elem, Entre su libro mencionaremos cee dl on
Je: dal hopping muses (Mater! 3007) y Somatic dt mot
set (Lterea 201).
EL MUSEO EN EL TERCER MILENIO|
Umberto Eco
Comencemos hablando mal de los museos, y cedamos
la palabra a Paul Valéry:
‘Los museos no me gustan demasiado, Los hay admira
bes, pero ninguno delicioso, Las ideas de clasificacién,
conservacién y utilidad piblica, ideas justas y claas,te-
‘nen poca relacién con las delcias [..] Me encuentro en.
‘medio de un tumulto de crituras congeladas, cada una de
Jas cuales exige, sin conseguiro,lainexstencia de toda as
dems [..] Ante mi se desarollaen el silencio un extraio,
desorden organizado. Me asalta un horror sagrado. Mi
‘aso se hace religioso. Mi vor cambia, se vuelve un poco
‘masalta queen la iglesia, pero menos fuerte defo que seria,
en la vida normal. Pronto ya no sé qué he venido a hacer
cn estas soledades enceradas, que evocan el templo y el
salén, el cementerio y la escuela [..] {Que fatiga, me digo,
qué barbare! Todo esto es inhumano. No es puro. Esta
proximidad de maravillas independientes y enemigas,
tanto mis enemigas cuanto mas semejantes son, resulta,
15paradéjica [..] El oido no aguantaria a dier orquestas
tocando juntas. Elespritu no puede seguir una multiplici-
dad de operaciones distntas, no existen razonamientos
simulténeos. Pero he aqui que el ojo [., en el instante en
que percibe, se encuentra obligado a admitir un retrato y
tuna marina, una cocina yun triunfo personajes en los esta-
dos y posciones... mis diversos yno so esto, ino que
debe acoger en su mirada armonias y modos de pintar
incomparables [J obras que se devoran unas a otras [.)
Pero nuestra herencia nos aplasta, EI hombre moderno,
extenuado por la enormidad de sus mediostéenicos, se ve
empobrecido por el mismo exceso de sus riquezas [Un
«capital excesivo y por tanto inutilizable
EL problema de os museos’,
cen Ocwwres, Pari, Pla, pp. 290 8.
No sé en qué museo pensaba Valéry en 1923, Tal vez
estaba de mal humor aquel dia, teniendo en cuenta que
catorce afios después escribié para la fachada del Palais de
Chaillot unos versos en honor de la exposicin museistica
(Chosesrares et choses belles / ic savamment assembles /
instrusent Uoeil & regarder / comme jamais encore vues /
toutes choses qui sont au monde). Pero desde luego acerts
a captar tres caracteristicas del museo tradicional: (i)
ambiente silencioso, oscuro, poco amistoso; ii) falta de
tun contexto en que situar las obras singulares: (i) abun-
dancia de obras y difcultad para percibirlas y memorizar-
16
Jas todas. Hoy a evolucién de los museos hace que las dos
primeras objeciones de Valéry ya no tengan ningiin valor:
el museo se ha vuelto claro, solar, amistoso, acogedor, y
‘asi siempre a distribucién de las salasfavorece la relacion
entre la obra y su contexto, ;Hemos remediado la tercera
caracteristica?
El museo es por definicidn voraz. Y loes porque nace de
la coleccién privada, y ésta @ su vez de una rapifia. La
coleccién romana nace del botin de guerra. Dice Plinio
(Nat, Hist. 37, 13-14): "Fue la victoria de Pompeyo la que
cred la moda de las peras y las gemas, de igual modo que
la de Escipién y Manlio creé la moda de la plata cincela-