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pues de Ia temiética elegda sino de fe forma de abordarla, a través de aproximaciones histérco-inerpretativas, del referencial t6rico uilizado, buscéndose, tanto cuanto posible, recoger en sus fuentes ‘originals as conteibciones que permitieran una aproximacisn segura al tema. La ulzaci6n de citas se impuso como un imperative frente a Ja riqueze del material consultado, ademés de spoyarse en el oportuno recuerdo do Lukics: “Toda cita es al miso tempo tna interpretacién” (1974: 9). La busqueda fundamental es, por lo tanto, pensar histSricamente 1! Servicio Social y, més espectfcament, el Servicio Socal brailefo en sus conexiones con ef capitalismo. La recurencia al vasto panel de Ia historia, en especial de Inglatera, donde se dio la génesi, Se instimy6 como una condicién necesaia para comprender tanto el Servicio Socal cuanto el eapitalismo y las Flaciones entre ambos. Ni rlato de experiencia ni andlisis de una situacion de prctica specifica, esta tesis pretende ser pura y simplemente una reflexion ontoldgica: anclada en condicionalidades materiales y clreunstancias histércas. Re-creando la propia historia de Servicio Social, de forma tal a acompafar su tayectori, [0 que se pretende es desvendat [a ‘odisea por éste record, y en ella comprender Iss fonmas histéricas de manifestacin de ta identidad, a través de sus conexiones con Ia conciencia y von la prictica social de los agentes. Tal ebjetivo parie de la convicsién de que esta comprensién es bésiee. para ) Histrica Alemane, también Hamada Escuela Clisca Alemana, y scentla el cerdcter de sistema comercial del capitalism, situindolo ‘como una forma de organizacién de la produccién que. se mueve entre el mereado-y el hero. En eso sentido el énfsisrecae ms sobre el uso de Ia moneda y ol frea del mercado, vsualizandose ai el eapitaismo, fundamen talmente en su dimension de categoria cconémica. En realidad, ésia no se separa de la dimensin his6rica, sin embargo, en esta vertiente, que se detiene primordialmente en el cardeter comercial del sistema capitalist, en su condicién de produccién para el mercado, Ia historia seaba por quedar relegada 8 un plano secundario y distante, Se corre el riesgo, en consectencia, de caminer para un abordaje tauloldgico y redaccionista, en el cul el origen del cepitalismo esta en el propio captalismo, y sus etapas de crecimiento econémico 2 Preps dcara qa “es exes eles sn Ia exis del ape evel sip I fern de culo ata Dab, 195: se relacionan apenas con las ampliaciones del mercado 0 del yolumen de inversiones. Karl Blicher y Gustav von Schmoller, partdarios de Ia Escuela Histrica, dejan claro en sus principales obras, Industrial evolution (1893) y Princpes d’ économie polite (1890) respectivamente, que “el capitaismo es un sistema de actividad evondmia dominado por un cierto ipo de motivo, el motivo Iucro” (x Dobb, 1983: 7). Segdin Bucher, el eriterio esencal para idetificar el capitalism es la “relacién existente entre produccién y consumo de bienes, o para ser mis exact, Ja exteasiin de la ruta recorida por Tos bienes al pasar del productor al consumidor” (dem. 6-1) Siendo ast, es pequefia La contibucisn offecida por esta linea en Ja baisqueda de comprensién del capitaismo como categoria de inerpretacién histrica, como lave heuristics para desvendar la estructura social y as distintas insttuciones econémicas que le corresponden, La tereer veriente, fundada sobre el pensamicnto de Karl Marx, amplia de modo considerable la cuestién, pues pare de huevos presupuests. La esencia del capitalism deja de ser buseada cen Ia taturaleza de las transacciones monetarias o en sus fines lucrativos, el capital no es més encarado como una cosa y la modalidad de propiedad de los medios de preduccién ganan nuevo sentido. A partir de los sigificados qu le son atrbuides inicilmente por Mar’, y que configuran los fundamentos de esa tercervertente,, cL capital es_una_relaci6n_social_y el capitlismo un determinado ‘mado de produccién, marcado no apeaas por el intercam sino esenclalmente. por Ia dominacién del proceso de_produecién par el capital. El conoepto de modo de produccién, segin Wilizado or Marx, abarcaba tanto la naturaleza ténica de Ia produccion — por él Tamada de etapa de desarrollo de las fuereas productivas — como Ta manera por It cual se definta la propieded de los medios de produccién y las relaciones sociales ente las personas, derivadas dde sus implicaciones con el proceso de produccién. El modo de producsién capitalise definia asf una forma espectfica y peculiar 2. fas pei cmp uo lat loge dl rmination ose dew Mun Sep et Diorio Oxo, sugimlewo te de 185%, xsd fe pny one ais gl Wiiam My (er Bot, ‘9st, eee de relaciones sociales entre Jos hombres, ¥ entre Est y Tas fuerzas productivas, relaciones mediatizadas por la pose privada de los redios de produccién, Definfa también, como consecuencia, na feva estroctura social, pues la concentracién de Ia propiedad de las medios de prodvecin en las mans de una clase que representaba apenas una minoria de la sociedad determinaba el surgimiento de ‘otra clase, conslituide por aquellos que nada tenfan, ano ser s0 propia fuerza de trabajo. En este contexto, y aqui se acentia el énfasis de esa tereer_veriente, su_marea peculiar, el_cepitalismo ‘como modo de produccién pass a asentase en relaciones sociales le talita, marcadas fundamentalmente por la compra tien, pues es ‘mpllctas Ia existncia de medios_de_produccién bajo Ia forma de ‘uabao- libre assaciado. Los signfiados aebuidos pitas por esta vertente, que hace de las furmlaciones de Mars sus furdamentos, dejan claro que comprender el capitalism como categoria histrca implica visualarlo no apenas como un perfodo histico 0 como un orden econdmico distin. Es_greciso Consideration su condeién de catesora histrice, social y econd- ‘ica, como un-moo de producsion ascciado-aun ssiems de eas ¥-A-tna fase istrea, Hl elemento crucial de ta concepe 2 pues el erdter comercial del captaismo, o el esprit capitalist Srprendedor y aventureo, al mismo tempo que raconal yds pla, como queria Sombart es en relia el modo de poduccion pitas y ls vlacones sociales que le son propias, deterninando| lnvruplura entre el capital el trabajo y entre Tos hombres, como miembros de clases sociales, que pasan a diferenciase a patir de la pose privada de los medios de produccién. > ata os la conccpein predominantemsente aceptada y en uso nls modema fistoriogata socioecondmica y es también aquella que ofrese un mayor mgr explicativ,inlasive en el plan histo, aa esa_complja catego que es el capitalism. Siendo asf Eonsais el hortonte de estas relexines, c1yo fimo eb dexcubrir los nesos de ateuacin entre el capialomo 9 el Servicio Social, Desvendar la trayectora hisérica del capitalismo a Ia luz de esta concepeién, para Ioclzar el momento y ls condiciones del eS = | surgimiento del cepitaismo indasrial, en cuyo lecho se gesté el Servicio Social implica incursionar por el tiempo y penetrar en Ia estructura de la sociedad, de forma tal de identificar It fase de las fuerzas productivas y la organizacién social comrespondiente, espe- cialmente en ol sistema de clases. La historia del capitalismo es Ja historia de as clases sociales; éstax consituyen el elemento funds ‘mental para comprender tanto el capitalismo en si mismo cuanto la marcha histérica de la humanidad, profundamente relacionada con sus conflicts, antagonismos y luchs, eta ims, en especial, verdaderas fuerzas motrices de aquella marcha. La importancia de cesta ley de la marcha de Ia historia, sitematizada por Mars’, es tan crucial que Engels consideré que ella “tiene para fa historia La misma importancia que Ia ley de ta transformacion de ls energta tiene para las ciencias naturales” (in Mark, 1987: 12-13) Asi, pam alcanzar el objetivo buscado — comprensién det ‘capitalismo como categortahistéricay sus conesiones con el Servicio Social —, se toma indispensable volver en el tiempo e inguitir 1a historia, con ella dialogar. Tal ditlogo hoy puede ser hecho a partir de ls sociedades antiguas y mediovals, sobre las cuales los vances ‘de Ia investigacidinhistria lanzaron importantes laces y recogieron Sgnificatvas evidencias sobre st orgunizacién social y econdmica. sas evidencias permiten que lot hstoriadores afiemen, con cierta precsidn, que ya en esa época se realizabantransacciones monetarss ‘que procuraban el Iucro y que por To tanto, en un sentido my eléstico del tmino, pueden ser eonsieradas transacefones de na- turaleza capitalsta. De esa forma, ellas estarfan presentes en préc- ticamente fdas las épocas histérices, tomando. muy compleja a tarea de precisar el momento de_surgimiento del capitalismo 0 incluso su periodzacién histrica. Esto tal vex constituya un factor cexplicativo para la heterogencidad de posicionamientos encontrados 4. Soin ey de ema de In nin ds this que se esuroon a dnl pol, osteo Suen enor ouecango "stg, son en rad peas exeson mato moe car de Ths de es fever some y orf tt ttn Hw ctfin eae ta lt, 2m, urs ue condone pore lode deuralo desu sale eos, Pet | fc de peace y dani, eae Joao pore pce” | (Gaga oe 1987 12, en cls a nei y 4 Tas principals fses de desaallo det Sota, So propia comple Inca, como catego Stn ily Sn oe econ an ht call, emi at Ta hésqusda de Coextones He {Stes gueposdan cont en Tacos exlavos apis th a perspective eo gue etamotbseandy on mse de pricion Ssoriado un stern de Mens y 4a fae Mion Tx este‘comoto, en el cal el mado de rodccin y Ut races soles derivate 68 se tran Wor indices el nero. de blsqueda, tees que corer con fi. el Devo capa nag! on el ct se expan de forma esable Tasers que marcan est sige. Beet, x fndeental Isat agela ie epost el elemento deiner dl caps, $2 taco dotinivo coc ta pose pivada los medion So product por una eas y Ta expoucion dela Tere de bj aguas se no lov etrtan Fata separa ene meds de frofueiony praetor ya snseuetesoborsnaion dea de | Eos a dot del capil pein qe insure a clo de Ia © ida de espa proceso de scum pri rn las socedden medals, con sv esonomts al, Is relaiones de acambio ean sles, y tat sabordnaciéa 10 (eur deforms contact, taco nens compl. Los gos SaV'y XV sana excoter sin ember el fda? inmero en fines crs, por um lado deivadas dee intesh. dfeion dss Efenacioesmonetias on intro por code a desertion evn esac fowl on fang de anaes de so Prepos Centadisons interns Cn cl desl e aptisno eran, Schr oo put dela pera mid oe sito AV, ns elasones prices ene cap son ivi por ovale comer, ios itewanior se vosten esa ter mat comps, les san 2 tener como objevo Ia scumuaciga de a guns y eae. Seaman ee fos campesinos late, etre prodactor es 5, Cobeetemne con Ik conta del expatiane gue estos apis, ‘weeranes el fossa care en odo de rosin etn eI ace Sova gue tee cotecanente sted poptad de laden Y gues ein ‘date econ e sie y pes de vein en | rmedios de producein, se va infiteanda disimuladamente, hacigndose scompatiar de su habitual corolario, la divisi6n social del trabajo. Iniciindose con une primera ruptura entre Ia hilandeia'Y tejeduria, se vuelve a cada momento mis compleja, determinando nuevas y crecienes divisiones. Aquella economia natural de la sociedad me- devel entra en compés de descaracterizacion progresiva, siendo aceleradamente substituida por nuevas formas de intercambio, ls {gue acentian la separacidn entre ef propietario y el productor. El prospero ducio de la tierra, de la propiedad agricola, va a meta- Imorfosearse en comerciante o mercader, pasando en seguida de comerciants @ mayorista, haciendo del ‘comercio exterior y del ‘monopotio la base esencial de su riqueza. Fiindose dentro de las ‘murallas de las nacientes y vigorosas ciudades, los burgos® de la poca medieval, Tas cuales tenfan libre acceso desde que poseyeran lote © propiedsd en su interior, los burgueses pasan a controlar el mereado urbaro, a wavés de sus monopolies. Los centros de poder se desplazan de los feados para los burgos. Cuanto més acumulan ‘iqueza, mayor es su poder politico, lo que permite a los burgueses ‘mantener un control exclusivo sobre el gobierno urbano, ya en el siglo XV. La politica de contol de mercado es altamente favorecedora 4e os monopolas, y asf Jos burgueses se tornan una clase cada ‘vez més préspera. Uniendo sus companies mayoristas por especia- lidades 0 por ramas de comercio, frtalecen atin més su poder, acabando por someter totalmente los pequeiosprodctoresy artesanos 2 su control politico y econémico. Los siglos XIV y XV son ‘mareados por esa ascendente y poderosa oligarquia barguesa, que ceoncentraba en as manos tanto el poder politica cuanto el econSmico. Ente serd el panorama de toda Enropa, desde el siglo XIV hasta el XVL Francia, Inglaterra, Italia, Alemania, Holanda, consitayen ejemplos tpicos de tal situaién, en que Ia masa de los artesanos es crecientemente dominada por el capital mercantil. El. trabajo asaariado y Ia subordinacin del trabajador al capital mercantil se ‘oman usuales y frecuentes. 6 rg: Yn Bot Me, casio, oes ae, o mena y mr cei, tofenet or mul de defen, much ecu fen 2 ferme eh lad Del lis bua, ste, fren, dr el ero burgh, hed ee, fer et Cor, 1582 125. t intenso desarollo del capital, en ou fase mercanti, se tizo acompatar por la cecién de una fuerza de trabajo aslriads 1 destnida de medios de produceiGn, La tayectria del trabsjador 4 dio en camino opuestoal de la buguesa, pues en ln medida fn que ésta fae delerminando su enajenacion de los medios de produccin, a comencar por la ter pasando en seguida por sis tctvidades atcsanales, el teabaador fe siendo compelido asometerse al trabajo. aslarindo, indispensable para proveer su subsisencia familia, De campesino a “ajedor agricola, de abt para tejedor y en sepuida pra vajador asalriado, eta clase empobrecign de Campesinos, pequeRos productores y anesanes aslariados, no two como escapade ls redes dela oigarguia buguesa, despntando ys.en a segunda ita del siglo XVI como tbejadoresaslriados, portato como proletirios, en ol sentido etimoléyico del témino® El ciclo de vida del capital, cuyo inicio veniamos buscando, puede ser lcalizado por lo tate, en To que refiere a Europa Occidental, Yen especial en Ingltere, en a segunda mia del siglo XVP. A Gs altura, el modo de produce Iaido por ia sociedad feudal fa se ate subordinada pletamen al capital, produciendo una Inova estacara socal y-un auevo contexo poltic, parametadcs por las concepsiones y por Ios cbjetivas de fa burguesa El proceso de acumulcinpriitiva del capital habia cumplido tun ciclo bastante significavo, el cul result la existence de una {herza de trabajo asaariaday Hib. El empleo de abajo aslariado signfiaba para la burgoesfa na forma de obtener luro, de acarlar apt, La prodaccién se subordinaba cada vez mds al capital y la inflencia del capital mercantile volva relevane,ligindose pro- tresivamente modo de prodvcidn. Ea esta fase hay una creviente necesidad de rano de obrs, pues tanto en el eampo como en la 7. “Todor age expres wan poe Bre (98:14) pr rere 2 un monet mi cl bea via fon campo, 8 etiam nw teh com Ca eset Sl Poko. “bante eo taj 9 cambio des la, av vie de” (er ca, 1 6, 2, Me so ci ry i ett on oer primers ea ec enti” aed xeon POE a Hc cre Meftrin” n Bsth, 15 8 ciudad ingoranes motions eben proce. a a ‘Sim, donde ho yen povena ms se dors st ea tie come, be pesca partes eau ebay ot Paper peg eae er oreo eee ener core secon ee egrehed npenrgreg et nae trom oben tw sts Se in ded area {sri tins rt ls maven recs y dt aes acti con ou con domi Se waa Explidon dela era oe campeon teabatan por moe ina tls exigent eo date tel cael, es for lncin fur pda rr mano de sesh coon semua ls anode ot gue rescbr feeb ok Yiu de bn contoneso Sc englda del sls gt ‘on oh minno datas con ue proela aI tage, legis opin no bad, La Lay del Auer, de 136 ope de usar de alu Si geoMS IT See ee Y lr Ley de lo Paes, de 99% decane Igoe 9 esa 2 dou decals comers de msn a on ae porch stem deans pie. elas selene Wajda Dues cia. Se atest Sg ca fina de taj det cul secesata pen sop caps At Urabe, poets slates svabun ‘dno peat onl ats ft del ela lie 1 ifrencictny los atagoians ct a est sen susan deat de captions css Se mah da Sipufcnivsalancines tole eee, races 9 pee ee Enel detarolo de em lng tayeca gus ho en Bape, Oe ee ee por Mun “amino rine evusonaton m tnt el cat Proto” se tanfoma on “conercan 3 eh sap’ tse Smo 188360) Sen a vdenemte ose hte on nomena pres We sions el cain ot Sonja ccnsari, te oneness coma ee Tes hats es price ss En el periodo que va del siglo XVII al XIX, cuando se esarrolla el capitalise compettivo, en su fase mercantile industial, Ja articulaién de tales cicunstancias y flujos crea condiciones miy favorables al crecimiento de una sociedad capitlista El siglo XVI, dems de haber abrigado algunas unidades fabriles de produccién, testimoni6 Ia creacin de imporantes inventos, los que por cierto preanunciaban un futtso ya prOximo. Fue también en su escenario Fistérco que ocuri la RevoluciénInglsa, on el perfodo comprendido centre 1640 y 1660, abrindo caiminos para una nueva_poltica condmica ¥" socil, Hberando la industria de las concesiones de ‘monopolios hechas por los reyes y czeando los espacios necesarios para la lire expansién del capitalismo. El siglo XVII, por su vez, Mnareado por tansiciones revolucionarias, por momentos de intensa bosleracidn de los antagonismos, constiuy’ una época de especial importancia para la historia de la humanidad. Louis de Saint Just, rniembro dela corte de Luis XVI, patidario y defensor de las ideas de Robeipiere, eon quien fe gecutdo en jolio de 1974, ‘tse weft a exe pelo!“ igo VII debera ser puesto eh El pon ix Hobson, 19822, Pleo histo de Ia Reo tla Frances, al siglo es merecodcr de I conidomciSn Ge {She izs Sine Sus. pes de esa Revolcin resularon trans. fermaciones dello signcado pollico, scaly condo, 0 {Gio en cl plno nacional sino tanbin mundial. No obtnte aya So, al como la ReveucénIngea, ua revelcin bugiesa, que A coi Se Mars son sevoluciones qe “nen vida con (197 {o)h, us conics con el caplsno som de unk iporancla ruc E> Rotlucin Frances la gue wealiza en el plano politico EL impacto pot ell producido, en fatvnqueda desu obo de derbar 1 Antiguo Régimen ens SASSEIN ngust cvs le demolitn de a maquina ext ¢ hizo desmoronar la estructura social de! feudalismo. En la historia Snvenal, Te exprsion del rconocmento 60a magnitod de al 10. Las rere agit so a del igho XVI, staan plane et eo sce meen oo aes Sats Gevnstn cos genet tlio fee pts de alo is po ‘Sts rvoacias tone sda eos hep alesman su Supe ut Ta deta ode de soe anes que ta haya peal 2 apne ata de ise eahaor dew ps dime Y topes” (Mar 187 1, revolucisn para la vida de toda la sociedad fue su adopei6n como rmareo de referencia dela era contmporinea. Para los tabsjadores, ‘que vivan bajo dominio del capital, baja el yigo de lo-captalista, Js impacts trades por la Revolucién Francesa fueron may grandes {La ampliacivulgacion de fa Declaraion de fos Derechos del Hombre {del Cindadan,aprobada en Par en la histica Asambles Nacional det 26/08/1782 estbleciendo los principios sobre los cuales deberia asenlae la neva sociedad, dempens. muchos ieaes de tucks sin ‘embargo los wabajadoes consitan un grupo bastante hetrogéneo ain sin conciencia de clase, en esta capa. Anaigndos 10s Aniguos bites de abajo, se mantentin presos a una actitod inividalista en el dest. de-sus fonciones, no. consiguiendo ‘onstuir su identdad de class, durante cl siglo XVIL” Como ‘ategoria histrica que es, la idetidad se constaye en el moviento 4e 1a histori a lo largo del camino de In propia clas, lo cual al producr su existencia, su vida material, produce la historia humana Esta es, por lo tanto, una historia viva, candente, multidimensional, plene de movimiento, pulsindo con la propia vida. Su ritmo se felaciona diretament con la maduraci de las condiciones inernas de los diferentes peridos histéricos de Ia vida de la sociedad, to {que Te imprime un movinieno contdctoro y compleo, que s ‘expres tanto por momentos de lentil como por otros de tensa tctivided, capes de determina un repeating cambio en la dtecign el fu histic, de promaver la transiicn de una Gpoca bisrica Ys estractura social pa otra. Asi fue con la Revolucin France ‘en el plano politico volucion Tadustial, ei el plano_de Ja relacién_capital-trabajo. Engels, a quien se attibuye el ‘rigen de fa expresisn Revolucin Indust, considerd que éta tuvo pars Inglaterra la “misma imporanca qu la revolucién politica tuvo para Francia la lossfcn pare Alemania” (1985: 23)". En 11, Po, partments ee oe vepeittn fos hme cams acre 2 amuse epi Mstoria, aeeo lega ves Set esi. ere {tod pu una ver que fenrononshuisds oe pincpon ese Je ‘Stes timo a inp” Oe 1969 16, satrayad net) 12. fo ques refi sexes evolu inal de esta que ‘pes ants aby 1 Eales, yor apn In agnoae (sigan on que wlio a pars de 14S, a en cea ya expe Yer en es edo, Dot (18515) cl conjunto de tas transformaciones que venian produciéndose en Ja sociedad en relaci6n ala estructura social, organizaciGn econémica y modos de produccisa, la Revolueién Industral, segin hoy es aceptade por los bistoriadores y demés estudiosos de Ia sociedad, constituy6 una transformacién esencial, en Ia medida en que tans form6 el propio modo de_produccién. Con ella se consumd la ruptura que estaba instauréndose en el proceso do trabajo desde Ia dinastia Tudor, cuando el campesino Tue separado de la tier, apartado de los medios de produecién. Ahora, al final del siglo XVII, éte se vein substcuido por Ia méquina, Ja cual ya no dependia de su energia para moverse, separado de su fuerza de trabajo, pues solamente éta, convertida en mercanca, iteesaba a los duets del capital. As, la Reyoluci6n Industrial, que se inicis fen Inglaterra en final del siglo XVII y que Iuego de la primera mitad del siglo XIX se imadié por toda Europa Occidental, ya través de fos fujos migratoios alcanzé tambin los Estados Unidos, no significa apenas ef momento do Jos grandes inventos que revo: Iucionaron tas téenicas.y el proceio de_produccida, Significa el ‘momento ciuelal de surgimiento y ascensiGn del capitalise inde. [a mdquina vapor, creada_por James Watt, y el telar mesic, creado por Richard Arkwright, segdn Engels, fueron “los inventos mis importantes del siglo XVII" Engels, 1985: 16). La introduccién de las méquinasautomiticas y el surgimiento de Is grandes unidades fabriles fueron resultados materiles de la Revolucign Industrial, cuyos efectos sobrepasaron Los limites de la fibrica y aleanzaron a Ty sociedad como un todo, En este sentido, no consttuye tna 2exageraciOn afinmar que la Revolucién Industil, cual un Caballo {ide Troya, abrigaba en st interior una revolucién econémica y una revolucién social que Ia cambiaron el rostra del siglo XIX, EI nuevo modo de produccién exigla Ia concentracién de los trabajadores en un espacio espécfico: Ia fabric, la industia, locus de In concontraciéa de la produecién,teniendo en vista la expansion el capital La miguina a vapor y el telar mecinicg se volvieron ox vertaenae dinses_de_ios-capitalists.y-Ia fabrca,_su_templo. No vacilaban en alabar continuamente a sus nuevos dioes, brn indoles renovadas oftendas, manteniéndolos limentados ‘de la energia vital que robaban alos trobajadores, hombres, mujeres, 6venes, adultos e incluso nos, expropidndolos de su uerea de teabajo. Su templo — la modema industria — permaneeta siempre | eno, aunque no de adoradores sino de obreros, cuya vida era coidianamente sacrifcada en nombre de la acumulaci, del capital Y de la produccién de plasvali 7 Hay en ese momento una demanda continsa de mano de obra para atender el ritmo de la produccisn, y de esta manera, la concentracién de la poblacién obrera, la que pasando a. vivir en los alrededores de la fébrica ve a incrementar el surgimiento de las ciudades industries, como condicidn necesara del capital, ‘eabejando juntos en la fbrice en un proceso de intensa ivisién social del raajo, bejo riguroso mando del dust. del pital, vviendo en Ii mismas lcalidadesy suliendo las mismas amarguras de Ia vida obrea, los tabujadores comienzan a superar la heterogensidad y poco a poco van definiendo y asumiendo cstategias que configuran st forma de protest, su rechazo a ser destruides por le méquina, devorades por el capitalismo. Bl propio movimiento del capital desencedena el movimiento el profetanado, de forme tal que al gran surto de desarollo waldo por la Revolocién Industria, sobretodo en su periodo éureo, de 1880 1 1875, perfodo de las grandes industries siderrgicas, de la lamada era ferroviaria, comespondié un cambio cuslitativo de fn damental imporuncia para la historia de Ia sociedad, Los obreros individuaes, por fuerza de sus movimientos y luchas y de forma contradictria y compleja, se habian transformado en un proketaiado fabril de caricter mis homogéneo, eaminando ya colectivamente* pam ta consirucién de su idenidad de clase. Las inntimeras teansformacionestafdas por la Revoluién Indstialhabianacentuado* profundamente Ia poarizacién social: a sociedad de clases en el tkimo cuarto del siglo XIX era una realidad innegable, a modema sociedad burguesa hizo con que la raptura y le cision aleanzaran su punto terminal. ule ta pores ester a ots ‘ign antrum fancies ovine us aes ues up esl poe en dete tsi © ne tgs con un mi enc ep “La modems sociedad burguesa, que despunté do las ruinas de a sociedad feudal, no abolié les contradiceiones de clase. Unicamente substtuys tas viejas clases, las viejas condiciones de opresién, las viejas Tormas de lucha, por otras nuevas, Nuestra época, Ia época de la burguesia, se distingue, con todo, por haber simplificado las contradicsiones de clase, Toda la sociedad se va dividiendo cada vez mis en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enftentan directamente: la burguesia y el proletariade.” (Marx Engels, 1981: 31) EI modo de produccién capitalista y el ieario que le da sustentcién hbian calado hondo en la estructura de Ia sociedad, representando para la burguesia no una fase de Ia historia sino =u ‘momento final, el momento. donde Ja historia se completa. Para. el proetariado, Ia ascensién del capitalismo significaba la explotacién do sus propias vides, ef dilaceramiento de sw historia. La expresion material y concreta de tales antagonismos seré a lucha de clases, Instiuyéndose como un verdadero signo de las relaciones entre burguesfa_y proletariado, 1.2. Ascension del capitalismo y manifestaciones obreras Durante casi todo el siglo!XVII fue marcante ef dominio del capital sobre el teabajo. Los trabajadores no estaban oxganizados en cuanto clase, configurando. an una fuerza de tabajo bastante heterogénea, cuyos intereses comunes no superaban el horizonte del ofieio 9 de Ta funcién En el tercio final del siglo XVI, ¢ incluso en las década iniciales del siglo XIX, cuando el proceso de produecién ya habia sufrdo un significative incremento como resultado de los grandes inventos que surgieron en Inglaterra desde Ta época final de la inastia Tudor, Ia industia doméstica y la manufacture simple continuaban juehando para no ser absorbidas por las nuevas formas de produccign industrial. Se trataba, sin embargo, de wna fucka ingloriay desigual, pues los impactos producidos por la Revolucion Industrial eran macroscépicos, sleanzando la sociedad como un todo, fademis de haber sido autopropulsives. Aun invento se sucedfa ‘otro, a los cuales correspondia. una innovacién tecnolégica que reperentia en el proceso de producisa, la que a su vez demandebs ‘una nueva forma de organizaci6n del trabajo Desde el advenimiento de la méquina a vapor-y del telat mecénico, verdaderos simbolos de la Revolucién Tndustal, ls so- ciedad no podia mis ser pensada sino a partir del principio del movimiento. Nada era establ, todo se revolucionaba a cada momento El propio conoeimiento, como producto socio-histrico que es, estaba avanzando e impulsaba la creaeig de nuevas inventos, el surgiminto de nuevas téenicas, compatibles con la etapa de deserollo de la sociedad, con la maduracién de sus fuerzas productivas. Al, el periodo que va de 1775 2 1875 apcoximadamente, a fo largo del cal se dessrolls esé Conjunto de transformaciones que. se conven cioné en llamar de-Revolucién Industral, sin_duda representa_n momento crucial de Ia historia de la humanidad, Puede no haber, como es sibido, consenso histxico sobre su periodizaci6n, pero incontestablemente hay un reconocimiento universal de sus efectos sobre la esirvctura do Ia sociedad. Engels, en ef vigor de. sus ‘eintieuato afios de edad, con entusiasmo javenil declaraba que Ia “Revolucign Industrial transforms {a sociedad burguesa en su con- junto” (1985: 11). Tal entusiasmo, sin embargo, se notria de la savia de Ia realidad, pues algo de muy importante se haba consumado con la Revolucign Industrial: fa fase mercantil del capitalism habia sido superada. Esta Revolucién inauguraba y consolidabe, a través de su intenso aunque intermitente flujo revolucionario, una nueva fase del capitalismo — el captaismo industrial — que en realidad ya se insinuaba desde el trio final del siglo XVII. La fase del api industrial, que twvo inicio con el aparecimienta de las ‘méquinas movidas por energie no humana y no animal, demandabs una répida recomposicién del escenario social, pues su continuidad histérica dependfa dela consolidacién del modo capitalista. de produccign, fundado esencialmente en la compra y veala de fuerza de trabajo. Era preciso por lo tanto, promover una ripida transicion de la mano de obra para un sisiema salaral, El capital, como relacin social de produccién, tiene como earscterstica su condicién de expandir valor. Consttayendo fundamentalmente valor en movi riento, iene un cielo de vida que se desarolla de modo continuo Yy repetido, a través de operaciones de intercambio, produccisn realizacién. EI desarollo de ese ritalisico circuite, a través del cual el capital cumple su vocacién de expandir valor, presupone como requisite indispensable ens fase indus de una fre de taboo aslrnd ite. As par ia eect 2 complete, lt elaciones de produccin son fundancnaes, pus fs en interior gue el potedor del dinero se ans cn Capitals y pewoniicando el expt, consume la mereanacie 4c aajador mediante compa de st fuerza Je wabaj ys ‘ujezion al dominio dl capa Pofuciendo capita, @ waves dat producto de su tbo, el tabsjaor permite que el posesdor det dinero convene cada! vez més capt en sis props, mas, excluyeno de pose ast mist, el produtor de weremefa af Como al rete de i publica’ De una forma, pofunameat anuaginicn y contacto, el capclisay el tabsader come Deroniceciones de categoria conta, se producer por fo tans una misma sitciin' la cal expresay seproguce un tase te" apano eo fe instr meeninan niversal de las elacones,prsons cote, cenfuando pavement Ja fractura que separa fas clases sociales, " La marca de In csén, de la npr, de la tragmene opi del sistema capitis va haiénonepesete de arma cae ‘ez mis afd, 8 media que vara el peocxo de conslidscidn dl capiaismo,Reaizindoe a avs de sit yet inmanentes ¢ invites, prescribe una marcha inexorable, aastando com cls 1a puperzacion de Ta exten capa de la poblcion isy_ una relent concent de propiedad y does meds de proces 14 Bnet ue size pute qt weet a ler design de ‘tein “Sem el pox de to so Ueno Be oo ewe ‘cabo precast prod el mrs aeons contre se ‘sey a on or tei re re cr ‘neds de sie oe compan pt, ce mcd e pode quo wie - fois lps wane Stn ren 2 el frma cai, tu everest exh Toda expos Jo Capi pode conezonas eSnips tae Gren te ot {eh de va, on jt ee Ceo ed an | bs, cients apenas et niu! Wee um eps roi labret oda it cons Cnty, faa peau 6 ebro cone scene lk oman capa (tae 1964, 2: 66, moe 1S. A fo to den bm de su ven, Rage C85) en var pnen se (fle as lyse cpa escapee Sesion |, lean Ts cas peas 9 de paper de ac ere | cen as manos de los capitalists. El proceso de trabajo estésubordinado fl dominio del capital. Vivir en la sociedad burgness constituda ‘ignificaba vivir bajo elsigno del capita bao I impositva condicign de Ta venta de la fuerza de trabajo. Las innovaciones tecnoldgicas taldas por la Revolucién tne steal, atnadas a la expansién del mercado y al incremento del proceso de produccién, ampliaron considerablemente, en esa fase Inicial del siglo XIX, la demanda de mano de obra. Las mismas circunstancias determinsban sin embargo, la introduccién de expre- sivas alteraciones en el proceso de produccién, Le impontan, desde cl advenimiento de las miguinas, un carcter eoletivo, directamente Suiordinado a la divsién social del abajo! una de las principales fstrategias a través de Tas cuales se concretizan las relaciones de flienacion y antagonisme incrustadas ea la médula dl capitalismo. ‘Asumiendo formas cada vez. mas complejas, Uevabs al tabajador Al aislamiento en Ia ejeeucién de funciones cays nexos con el proceso global de produccién nunca Te eran aclafados, Someriendo Al control y al manadato del duefo del capita, el trabsjador sutra foble violencia: ademés de separado de su fuerza de trabajo era reducide a Ia condicién de mero accesorio de Ia méquina. Su Contrato fundamental no se daba mas con los otros seres humans, ‘Sino con la maquina, euyos deseos preisaba subordinar su votuntad y 2 cuyo ritmo debia responder con su accién. El tiempo pasa & fer la medida de todas las cosas, aungue ya no tiene mas Ia duraci6n fonereta de la actividad creativa; es un tiempo especialzado, del tual se debe sacar toda el provecho en tGeminos de producci6n. El hhombre se transforma asi en esclavo del tiempo, sometido a Teyes abstracas y-dominado por el mundo de las cosas!” 16, Ea ein ste J cui de isin scl del ual ett preset ce rss moms de a do Mar nea io Un cone ect ‘Ea epnen capi cco i expres dr lies de lean yang [fence nae Ge. En eae Cay (198 tay pata flanenon ‘ge neds, Sone Mae ests econ de aes aoc ae pees Sov dene como "lta deo Tomas hetopées de bp Gl got ‘Sree erden, gee Y vend are, 19841 2. 7. shan hres pen tet a eo: opto el ela e130 ‘meu eon 6 eset or cers, como fo de In weld do ‘retovomoors Bncsn yn oe qn sa Hr (Ue Waa) dn arte vale AA final del siglo XVII, y predominantemente en la primera mitad del siglo XIX, con Ja Revolucién Industrial en Europa, especialmente en Inglatera, ya en pleno proceso y madurez, el mercado de trabajo se encontraba también en un momento de expansion, demandando un gran aumero de brazos obreros. La base de la picimide demografica de la clase obrera se habia ampliado considerablemente a lo largo del siglo XVIII, no sélo por el crecimiento naural dela poblacin sino también por la proetsizacion de pequefios productores y artesanos. La tasa de natalidad durante fn primera ritad det siglo XIX se mantenfa en alta, mientras la de rmortalided, que habia comonzado & decrecer al final del siglo XVI, se conservaba en un nivel mis bajo, Ast, en cuanto los capitalists xpandian su capital, los tabujadores expandian 1a poblacia, te Droduciéndose en escala decreciente, Durante el perfodo dare de la Revolucién Industial, aprox ‘madamente entre 1850 y 1870, y que sucedié a algunos perfodos imteemitentes al inicio del siglo, la ascensién del capitalismo fue notable en toda Europa Occidental, correspondiendo al momento de ‘maduracin plena y consolidacién del capitalismo industrial, pe y del luc, que rige el sistema capitalist, se extendia por toda Ia ) Sociedad burguesa consid, calando hondo en la esencia de las felaciones socisles y tomando, a cada momento, més dificil Ia " sobrevivencia del trabajador y de su familie, brill fulgurante del progreso capitalista de Europa Occidental 1 lo largo del cuarto de siglo que va de 1850 a 1875, que llenaba de entusiasmo a Tos duetos del capital, ocultaba una dura realidad su_erecimiento_se hizo acosia de Ta explorcién de la clase trabajadora, cuyo proceso de_pauperiacién caminé eon Ia misma imtensidad en que se de la figueza_en las manos de la burguésia. Sin embargo “la nacraleza no prodave, por tun Tado, poseedores de dinero o de mereancias, ¥ por at, metos poseedores de las propias fuereas de trabajo, Esa relacign no tiene forigen en la naturaleza, ni es incliso una relacié comin a todos los periodos istérios” (Mara, 1984, I, 1: 189) Se trtaba por Jo tanto de una situacién que trafa In marca e la trastoriedad y que no_podia ser aceptads_pasivamente. Y de esta forma, no fue serenamente que el tabajador asisié a la ascensign del capitalism y a la sujecién de su vids al dominio Gel capital Hay restos hisionsnmay antguosy fidedigns que evi dencian que la protesta y el rechezo al masacre impuesto por el capitalismo estin presentes desde su fase de acumulacin prittiva Manifestindoe de diferentes formas y expresando los varios niveles del proceso onganizativo de la clase trabsjadora, Ia protesta obr puede ser encontnda desde las décadas iniciles del siglo XIX, ea ‘especial en Inglaterra, donde el prletsriado, a esa altura, ya era un segmento estable de la poblacisn. No casualmente, por lo tanto, Inglatema fue la cxna del movimiento obrero y los trabajadores fabriles sus grandes hécoes anénimos, Denominados por Engels de hijos mis viejos de la Revolucign Industrial" (1985: 31), en realidad fueron por ésa engendrados, razén por Ta cual expresan, “desde el principio hasta nuestros diss, el nfcleo del movimiento obreo” Caminando paralelamente al desarrollo del propio sistema capitalist, In protest, el rechazo y la resistencia obcera expresaban las relaciones antagénieas entre clases de forma cada vez mds evidente. En un verdadero movimiento de contaros, burguesia y proletatiado se rmovian incompatblemente en ef escenario soci, fuchando por objetivos opaests, lo que determinaba un grado de tensién perma rente en Ia sociedad. La reprodaccién ampliada del dominio de clase Las primeras formas de_opesicién de Ios trabajadores a esa dora realidad se expresaron en la resistencia, dicgisndose-no direc- ‘amente al opresor, al explotador, sno a su instrumento de explotacsn, al smbolo de fa ‘opeesi6n: Ia. maquina. Tnvoducida crecientement® fn la preduccign industrial, la maquina alteraba de forma imeversible l proceso socal de trabajo, exigiendo del trabajador largas y penosas jomadas, a través de las cuales el captalista procuraba obtener los Tuoras méximas de su inverssn. Porno demandar un gran aprendizaje anterior y ni siguiem gasto de fuerzas fiscas especiales, la industria capitalista trajoa la fabrica mujeres, jévenes y nifios, lo que inmplicaba en graves repercusiones para’ Ia personalidad de esos Jvenes trabajadores y para la estructura de su vida familar. [a victoria de la méguina significaba la derota del tabajador; para no ser demotade, era preciso desta, ast como 4 la fébrica que la abrigabs. Las primeras insunecciones contra las méquinas ‘curiron en Eutopa, al final de siglo XVI, Jo que levé a las autoridades a prohibir su uso durante cierto periodo para que se calmaran los énimos de fos trabsjadores. Sin embargo, las posibi- lidades de expansién del capital tratdas por el uso de las magquinas, 4ejaban alucinades a los capitalists, quienes paulatinamente fueron consiguiendo de las autoridades liberacién para su uso. En 1758 fas primeras méquinas de cortar lana fueron destruidas por los obreros ingleses. En 1765, luego de la liberacion del uso de las ‘iquinas en Sajonia, hubiecon también manifestaciones locales. Intentando imped [a eontnuidad de tales manifestaciones, en 1769, l Parlamento briténico promulgé un decreto estableciendo la pena 4de_mmerte_como castigo por fa destrucciGn de las-méguinss ‘dbrieas. Cereenados por le severa legslaci6n pariementaria, los obreros pasaron a recurir a peticiones suseritas por gran numero 4 trabajadores, mediante las cuales exigian al Pérlamento la pro- hibisin del uso de las miquinas. Frente ala ausencia de respuestas 8 sus pedidos, se vieron impulsados a rocumtir @ estrategias, més cstensivas, incluyendo manifestaciones de masa, las que irfan a constitu tctca privilegiada del moviziento de los tabsjadores en Tas décadasiniciales de siglo XX, fundado ya en nusvas bases de Icha. En so fase inicil, correspondiente a Tos primeros flujos ex- Pansionistas de Ia Revolucién Industrial y de la ascension del apitalismo, la insurecei6n de los rabajadores era contra la sumision de la vida humana a los interes del capital, conta la humillacién cotiiana que los capialistas les imponian, tansformandolos en mera caticién de expansién de su capital y violentando su dignidad de ser humano, cuya fuerza de trabajo ere comprada & precios cada ver més degradantes. Ast, las manifestaciones de insureccion de fos trabajadores eran impuisadas por el inctemento de la violencia y de Ie explotacién que los capitalistas contra ellos cometian, transformando su existencia en una lucha eghntinua y desigual por [a sobrevivencia Hay una crecionte onda de manifestaciones, sobretodo a lo largo de ls primeras décadas del siglo XIX, lo que llevs al Gobierno e la Restauracin Inglesa a reaccionar con el reeradeciiento del castigo méximo a los “insurectos",restanrando la pena de muerte por la destuccidn de fas méguinss. Unidos en un movimiento que tenfa por objetivo centra a dettuién de las méguinas ¢indignados con el rigor de las medidas adoptades por las autoridades, los teabajadoresintensifiaron sus taques. ELmbvimiento.que en alisién uno de sus llderes, el trabaiador William Ladd, recibis el nombre 5 luddismo < 1a, 56 extendié de forma andguica por todos los distritos manufactureros ingleses, scbretodo durante fos primeros quince afios del siglo XIX. Valiéndose de técticas politiamente poco eficaces, en vex. de oponerse a la “forma social fn gue eran explotados” (Marx, 1584, 1, 1: 491), los wabajadores s€-volviron contra las mdguimas, destruyéadolas en gran ntimeto, Jo que exaceibs In ia de sus propetros. Se instaurs una época de verdadero terror, pues incluso para atemorizar a fs wrabajadores las autoridades inglesas se valin de estategias a cada momento mds severs, no hesitndo en utilizar Ja pena mdvima, como ocurié Tai, es fueron -lo.que determing un refljo del movimiento, La desiguldad de las fuerzas de los competidores lev6 a los twabajadores 4 retoceder en la contienda, aunque el avance de la explotacién cepitalst determin6 imperatvamente su retomo, y lo «que es més imporante,Hlevé también « In ampliaién esos ranifestaciones para fuera del escenario londrino. En. 1831, en Lyon, Francia, los tejedores de seda. destyeron impulsivamente sus méquinas. En 1844, los de Silesia, que ya en 1792 y 1794 ‘habian ensayado menifstaiones de insureccin conta las opesivas condiciones de (abajo a las cuales eran sometidos, invisticron también conta las maguinas. Fueron duramente reprimiios por las ‘topas, las cuales aplastaron fa insurecién con sangre. En Boheria, cn fos disttos de Leitmeritz y de Praga, en el mismo aio los teabajadores tomaron por aslo las Fbvicas y destruyeron las mé- uinas,siendo castigados severamente, El vigor de la represién y ia péida de vidas “obreras os Tevaron a reflexionar sobre los sbjetves de sus manifestaciones y sobre las estategias en uso, las ‘ales, marcadas por el espontaneismo y por la falta de pricipios ‘ocganiativos,estaban dsigieno municisn gaa el blanco equivocado nente fos trabajadores.comenzaron__percibir. i les ‘presores eran los dues de Tos, mediosde-produssién_y-n0 las méquinas;ellas eran apenas. su insinumento. La toma de conciencia | 4 esa realidad hizo con que los tabsjadoes buscaran alin sontenid organizativo para sus manifesaciones, ls cuales presi- ee wettest ogni de los misma: Pa eo sr por la evocaci6n de un antiguo dispositive legal, ‘promnlgado ea 1563 por la rina Elisabeth y tevigoiado en 173 or ef Sacto Inperio Romano, a, través el cual se-prohibia_el_ {erecho de ssociacién a lor aprendics de ofiios, que exstfan en aguel momento en casi (ode Europe, Tnpidiendo la iberad de aociacin, el dispoiivo sigifcaba grave obsticlo para la unin de Tor tbsjadores. Algunss tentatvas de diminir sus nefastos ffectos se haan repstado a lo largo del tiempo; etre tas se Situsba falters utiizada por el zapatero toning Thomas Hardy, quien en 1992 fund6 en Londres Ia. primera sede de las Sociedades Comespondints, digas a inteteses comporatives © inegradas por obvros y aprendces de ofici, Basindose en tas cde los hombres, public en 791, tal sociedad coasideraba natural fel derecho la asociacién. Esparciéndose por toda Inglaterra y congregando un gran numero de aflliados, esas sociedades fueron toleradas por fa burguesia, en la medida en que su accién no envolvfg Ia prctica politica como tal. Bl agravamiento del cuadro polltco, derivado de los conflictos entre Francia e Inglaterra, llev6 sin embargo a la edicién de los Actos Combinados de 1799 y 1800, 4 través de los cuales se_prohibia rigurosamente la reacién de yer naturaleza. Los ideals ibertarios, ‘or la Revolocién Francesa, consinsyeron sigificativa base para la orgonizacion de los tabsjadores, ensibi- lizindolos no s6lo para [a importancia de los derechos humanos sino también de Ia solidardad y de la coopecacién tanto entte los trabajadores como entre lat naeiones. La contibucién politica de li Revolucién Francesa fue por lo tanto relevante para que los ‘obreros ingleses perseveraran en sus luchas, concentréndolas en la Doisqueda de Ia liberad de asociacién. A esa altura, final de la primera década de 1800 ¢ inicio de las segunda, ya se podia reconocer una cieta identdad de clase entre los tmabajadores, construe a partir de intereses comunes y apoyada en su conciencia social, Las propias condiciones de dominacién que los capitalists imponian a los obreros acababan por consituir elementos esi 2 adores del desarrollo de su conciencia que como categoria histrica y social se instituye a cada momento. Asi en el mismo, movimiento, contraditorio en que el capital, y el tmbajo_aslarind.se_cieaban ¥y-s¢_tgeteaban, conti producia lambién_la_concienc ‘ome une realidad eminentemeste de Lenin, “no solo refleja el mundo objetivo, sino_que también lo ca” (1963: 206). La condicién de clase, uno de los ms importantes erminanles dela coneienei te ls personas y grupos eoiales, ‘eonjuntamente con las condiciones peculiares de trabajo y de exis- tencia social, Hlovaba a los obreros ac inar_en el proceso de ‘communes. Entre tales fines, la conquista de la libertad de asociacién se destacaba como una lucka esencial, en la cual concentraban muchos de sus esfuerzos. Habla en ese momento dos_tendencias que orientban_ le corganizacién de los trabajadres: Ta_cooperativista y Ja_sindical_ ‘ropiamentedicha. En fa lucha por la eonguista de derecho politico e libre aseciacidn, los adeptos de ambas tendencias se unieron, Togrando en 1819 realizar una manifestacién de masa en Manchester, ciudad inglesa que era un verdadero simbolo de la indusralizacion copitalista, En 1824 consigueron finalmente, a duras penas, que el Perlamento aprobara una ley a tavés de la cual quedatan anulados todos tos textos legales anteriores que. irpedian.la-asociacion de ls trabajadores pera cuslavier fin. Tal derecho, que anteriormente slo petenecta& Ia aistoeracia y ala burguesa, a partir de entonces fue extendido a los tabyjadores. Sus ascciaciones, que frente alas cirounstaneias vivian en la clandestnidad, pudieron aparecer libre mente. Ademds dela ya existotes, otras fueron creadss, ampisindose {base asociativa del movimiento de los wabajadores. Alimentindose de Tas propuestasteGricas del socialsta Robert Owens (1771-1858), cl lider laborista John Doherty fund6 en 1829 el Sindicto General de los Tejedores, y en 1830, en Londres, surgié la Asocincion [Nacional de Proteccién al Trabajo. En 1833, ain bajo la influencia de Owens, fue formulado un plan de creacién de un Sindicato ‘General, que procuraba fundit las tendencias cooperaivistas y sin- dicalsts en una perspoctiva socialist, Finalmente, a través de ‘ples negeciaciones, en 1834 fue fundado el Sindicato General Nacional Consolidado —- Trade Union —, marcando una importante | conquista del movimiento sindicalista ingles, Sus grandes objetivos eran: “fjar el salario, negociar en masse, en cuanto fuerza, con los Petrones, relamentar los salarios en funcidn de los beneticios del battén, aumentarlo en el momento propicio y mantenerlo al misino nivel para cada ramo de wabjo" (Engels, 1985: 244), La historia de esa Asociacién caminé por un fujo bastante liregular, pues no habiendo cantado con el apoyo ni de ls atoridaes, ‘que con frecuencia determinaban la prision de sus lderes, ni de ‘os empresarios, que negaban empleo a sus miembros, acsba. pot Yaciarse répidamente, y con ésta tambign la influencia de Robert (Owens en e! movimiento de los tabajedores inglés, Las cuestiones sociales més amplias, af lado de las sinicales, volvieron a preocupar la clase tcabajadora, poos en 1832, a taney de Ia Carta de Ia Reforma, ef Parlamento una vez mls habla beneficiado a las clases tas, restringiendo los derechos. poltcos de los trabajadores. Transitando para una nueva fase en It etal el ideario de Ia Revolucisn Francesa y de los derechos sociales volvian 4 ocuper posicién de destaque, se centraron en la reflexién sobre las bases de su politica asociativa. Una nueva gsociacin, de mayor Porte y de naturaleza democritia, surgié en 1836, denomindndose ‘Asociacidn General de los Trabajadores de Londtes: En exe momento, a sitwacién de los trabajdores era bastante tense en lngtaters Prosiguiendo en su marcha expansionisia, y come que paseldes por Sus leyes inmaentes, el captalismo se expundia,fortaeciéndose en 4a Wbre competencia y produciendo crisis ciclicas, que solo venfan & incremenar a pobreza y Tos problemas sociales dervados do sta, Poralizacidn de fas actividades y huelgas se tomaron frecuentes, aunque no siempre aleanzaron los objetives buscados, en general sitmados en el plano de reivindicaciones laborales, como sari, jomada de wabsjo, instalaciones adccuadas y otras de Ta ‘mista haturaleza, El resultado més importante de esas manifestaciones cra fl avance que proporcionaban al proceso orginizativa de los taba jsdores. Como lo afirmaba Engels, eran “ia escuela de guctra de los obreros” (Engels, 1985: 253), ELS de mayo de({838) la Asociacién General de los Trabajado de Londres, a través d2"ina comisién liderada por Witliam Lovet, ‘edaet6 un importante documento, denominado Carta del Pueblo, en | cl cual firmabe su condicién de oposicion a la burguesta, Reclamando una base demecrética para la Cémara de los Communes, tal cata, de natualezanitidamentepoltica, establcta los seis grades objetivos buscados por la clase trabajadors: +“ sufragio universal para todos los hombres adultos, sanos de espirim y no condenados por erie: + 2. renovacién anual del Parlamento; +3. fijacién de una remuneracién parlamentaria, a fin de que los ‘andidatos sin recursos puedan igualmente ejercer un mandato; + 4, eleceion por escrutinio secret, a fin de evitar la corrupeisn YI imtimidacion por Ia burguesf; + 5, circunsripciones electorales iguales, a fin de asegurar repre: sentaciones equitetivas; + 6. sbolicién de la dsposicién, ahora ya meramente nominal, que va Ia elegibilidad exclusivamente a lo propiearios de ters fen el valor de por lo menos 300 libra estelinas, de modo que cada elector sea a partir de ahora elegible” (Engels, 1985: 257) BI impulso tro por ef Cartismo, como queds conocida ese ‘movimiento que luchata por la aprobackia de la Carta del Pueblo, fue muy significativo, imponiendo un nuevo ritmo para las mani festaciones de los trabajadores sobre todo a pati de 1838, periodo rmareado. por crisis comercial y desempleo. La oposiciéa a la Dburguesfa se tomé mis organizada; como locus del capitalisma constituido, las ciudades pasaron a ser el escenario de la lucha entre Ja burgoesia y ef proletaiado, La clase tabajadora, ms unida en tomo do sus objetivas comones, avana6 en su marcha organizativa, Sus movimientos se extendian a través de estrategias dversificada, ‘especialmente de masa, y dotadas de mayor combatividad. El ejemplo elisico de ese periodo es Ia huclga general de agosto de 1842 en Inglaterra, reuniendo vacios distros industrales. Las cartisas habian conseguide mas de tres millones de firmas para su Carta del Pucblo, fo que demostraba el vigor del movimiento, que tenia también como expresiva bandera de lucha la euestiér de lt jomada de trabajo de diez horas, El Parlamento, temiendo las manifestaciones, acabé por audoptar una politica mis blanda, haciendo importantes concesiones de naturaleza sociopolitica, a lo largo de los cinco alos que sucedieron a a huelga general de 1842. Entre éstas, merecen fret: a ky de mirc, I abolin de ts impute Gc inporucin il tye, faints IG) a an aaa ey pe Hib mada de Glo en ie og Las anesschones de resistencia de es obrezs en laglaterasepcenteo de la Revolucién Indra y del captains conto, haoun vena dese at lexis inlet ligt el fin eo primer alla nd Saran soa est ne inporanas vio con la apotacion Gen ey oases horn. Sh embargo la opens ner Yen In cmhrctn Go exten iiss, o Taha eleva, atau tego camino ar evosin. a ae ea del mvinions Ge tos ature ing fa a in pene men tsyentnains yd‘ Ik aiéaimgult, lo qe clan It ‘Shen en too de fs fren sabe ls uae sempre habla ‘a pesquaign ca, El roe roviniextat soe lo frome do pug, tnt "on rat Seda Bn oa AratiaeJemstcine demas dese Je 1848 rods pot ‘cis aul de enpio. La cle tajaor en ese monedto tia taste nero, gue amt a barges poco fon sus facins coeds, Sin din, el ayeco hotaes A: stands hale proce ints rola, ene fo ‘het eben tr deeador por leant + ol tat de concn de cae parla concienia de cass tube cio cx in cu tabaidom, levels cient on tds clad a tulezn do pepe evoluona: 2. in imporncin dei coniusia de alana, icv ete Slams pe la cocaine kn cbjavor busdee bo et bedrest clara eens +3, ee alot domino del capal sobre ol tbo yn ern tbirarene cousoade y rputiads por abate; + 4. los trabajadores tenfan conciencia de que, a tavés de sus tunetaoee po pear tno n i Cangusa cont a poser pbc pn lca sn ots ‘Aa n0 oben effin de In primer mia del silo XIX haya encour a ovimins de ow tajeen apes tcloeato refi, esto pou er nereade con sf, bn teat coma tn tomate be yee Al do dos Sinan ites que eonsttan aes enpleaves part reflajo, habia una coyuntura istéica continental de alto significado ‘Buropa era barrida en ese momento por una onda revolucionaia. La crisis financiera y comercial de 1847 habia recrudecido el espa e lucha, el cual parocia sobrevolar el continent. Ea Kali, el aio

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