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Parte de la ciencia económica que estudia los agregados económicos con el objeto de
comprender su funcionamiento de conjunto en un país o región. La macroeconomía utiliza
categorías tales como empleo global, renta nacional, consumo, oferta y demanda agregadas,
valor promedio de los precios, etc., siguiendo en general la conceptualización realizada por
John M. Keynes. Su propósito es estudiar las influencias que determinan el nivel de la renta
nacional y el crecimiento económico, así como otros problemas relacionados a los anteriores,
como el desempleo y las recesiones.
No existe una línea divisoria neta entre la micro y la macroeconomía, ni tampoco una
oposición que haga imposible utilizarlas combinadamente en el estudio de los problemas
económicos. La macroeconomía es útil para apreciar y comprender la evolución de la
economía de un país y el modo en que diversas decisiones públicas afectan su
comportamiento, pero puede llevar a conclusiones erróneas si se pasan por alto los efectos
microeconómicos que tienen sus variaciones, en cada caso específico, sobre los precios
relativos y la asignación de recursos.
Desde mediados del s. XVIII los economistas se ocuparon por estudiar el crecimiento
económico, la inflación, el intercambio internacional y los pagos internacionales, entre otros
temas, todos ellos a temas macroeconómicos. Sin embargo, no fue sino hasta la década de
1930, época de la Gran Depresión que surgió la macroeconomía moderna. En estos años de la
depresión hubo un fuerte estancamiento de las actividades productivas y un muy elevado
nivel de desempleo. Hubo también en ese periodo un importante debate sobre si la economía
de mercado podría funcionar en forma apropiada, pues también cobraban gran atractivo las
tendencias socialistas y de planificación central, por ejemplo en países de Europa, como
Alemania, Italia y Rusia, se da un alejamiento de la democracia liberal.
La ciencia económica no ofrecía las soluciones necesarias para la Gran Depresión. En medio
de ese agitado clima aparece John Maynard Keynes, quien revolucionó el pensamiento
macroeconómico, al argumentar que la producción no depende de la oferta, sino que depende
de la demanda, entre otros planteamientos. Keynes realizó sus principales aportes en 1936 con
la publicación de su libro Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero.
Keynes sostenía que la depresión y el desempleo eran resultado de un gasto privado (consumo
e inversión privados) insuficiente, y que la forma de solucionar eso era aumentar los gastos
del gobierno. Keynes se enfocó en el corto plazo. Una frase de Keynes fue "en el largo plazo,
todos estamos muertos", con la cual denotaba que para él no eran muy preocupantes las
consecuencias a largo plazo. Sin embargo, Keynes pensaba que a largo plazo el aumento en el
gasto público provocaría alguna inflación y que la tasa de crecimiento de la producción
disminuiría. Así una política para la disminución del desempleo a corto plazo podría
aumentarlo a largo plazo. Los problemas de corto y largo plazo están relacionados en alguna
forma, y sus
soluciones deben contemplar ambos plazos.
Por otro lado, el determinar qué factores afectan el ingreso nacional, la producción nacional,
el nivel general de precios, el desempleo, entre otros, así como la forma en que se afecta la
economía por el gasto del gobierno, los impuestos, la cantidad de dinero en circulación y el
costo del dinero, etc., son todos estudiados dentro del ámbito de la macroeconomía. Se puede
decir que la teoría macroeconómica estudia agregados, es decir grandes conglomerados de
consumidores, productores, etc. Así, cuando se habla del consumo, no se hace referencia a
cuáles familias consumen, ni qué bienes consumen y en qué cantidad, sino que lo que interesa
es el volumen total de consumo de todas las familias juntas y cuáles factores afectan ese
volumen total de consumo.
Esta división será esencial para comprender los factores que determinan el nivel de
producción, los precios, el desempleo, etc.
Precios e
Nivel de precios O. Agregada Inflación
y costos
Producción po-
Comercio
tencial Exterior
Capital, trabajo,
tecnología
La demanda agregada mide el gasto total que realizan las diferentes entidades de la
economía.
Las compras totales comprenden los automóviles, los alimentos y otros bienes de
consumo comprados por los consumidores o las familias; la planta y el equipo
comprados por las empresas; los submarinos y los computadores comprados por el
Estado, y las exportaciones netas.
Las compras totales dependen de los precios a los que se pueden comprar los
bienes en el mercado, de las fuerzas exógenas y de la política del gobierno.
La curva de pendiente positiva es la curva de oferta agregada o curva O. A.
En general, las empresas desean vender todo lo que puedan producir a precios
altos.
En otras situaciones, como una expansión provocada por una guerra, los factores
pueden estar funcionando a pleno rendimiento, ya que las empresas se esfuerzan
por producir lo necesario para satisfacer todos los pedidos.
CUENTAS NACIONALES
Es el valor del producto interno bruto medido a precios de un año base. Se le define
como el producto que se obtiene en cada ejercicio eliminando las variaciones de los
precios al valuarse cada uno de los productos y servicios prestados, por el precio de
un año de referencia al que se le denomina año base, mismo que es definido por el
Sistema de Cuentas Nacionales de México.
El producto interno bruto (PIB) es la suma de los valores monetarios de los bienes y
servicios producidos en un país durante un ejercicio; es un valor libre de
duplicaciones que corresponde a la suma del valor agregado que se genera durante un
ejercicio, en todas las actividades de la economía. Asimismo, se define como la
diferencia entre el valor bruto de la producción menos el valor de los bienes y
servicios (consumo intermedio) que se usan en el proceso productivo; su cálculo toma
como referencia los precios de los bienes y servicios vigentes en cada año, a los que se
les denomina precios corrientes.
Se obtiene restando el consumo de capital fijo del producto interno bruto. Este
concepto permite conocer el valor de la nueva producción final, al suprimirse la parte
de la formación de capital destinada a sustituir el acervo de capital que dejó de tener
utilidad económica.
Valor total a precios de mercado del flujo de bienes y servicios durante un periodo
específico generado por los factores propiedad de residentes dentro y fuera del país
en cuestión. El PNB es igual al producto interno bruto más el ingreso neto de los
factores provenientes del resto del mundo.
El producto nacional es una medida mucho más adecuada que el producto interno
para calcular el valor de la producción en países en los que la renta neta de los
factores de producción provenientes del resto del mundo es cuantiosa y muestra
considerables fluctuaciones. Cabe señalar que el producto interno de los países
importadores netos de factores de la producción es mayor que su producto nacional;
mientras que los países exportadores netos de factores de la producción presentan la
situación inversa.
PIB = C + I + G + X - M
PNB.
Cualquier concepto real medido a los precios de un año base se ajusta para
tener en cuenta los efectos de los cambios en los precios que ocurren año a año.
El deflactor de PNB.
Antes de 1972, el PNB nominal es menor que el PNB real, debido al simple
hecho de que los precios han estado aumentando generalmente cada año en año.
Por lo tanto, en los años anteriores a 1972, los precios fueron menores que en 1972.
De esta forma, el PNB nominal expresado a los precios registrados de años
anteriores a 1972. Como un ejemplo, considere el gasto en carne para filete, que
costó $0.20 por libra en 1910, pero $1.00 por libra para 1972. Si todo el resto de los
productos sufrió un incremento similar en sus precios entre 1910 y 1972,
encontraríamos que el PNB real de 1910 medido en términos de los precios de
1972, sería 5 veces mayor que el PNB nominal real en 1910. Y efectivamente, esto
es lo que sucede, habiendo tenido un PNB nominal para 1910 ($185.6 miles de
millones) aproximadamente 5 veces mayor que el PNB nominal de 1910 ($35.4
miles de millones).
AHORRO o DESAHORRO
CUENTA DEL SECTOR PÚBLICO
GASTOS INGRESOS
- Gastos de Consumo - Ingresos por la propiedad de empresas
- Subsidios - Impuestos Indirectos
- Intereses de la Deuda - Impuestos Directos de S.A.
- Transferencias corrientes a flias. - Impuestos Directos de familias
(Jubilaciones) - Aportes Jubilatorios
- Transferencias de las familias.
SUPERÁVIT o DÉFICIT
CUENTA DE LAS EMPRESAS
GASTOS INGRESOS
- Importaciones - Exportaciones
- Impuestos Directos de S.A. - Vta. Bienes de Consumo
- Impuestos Indirectos - Vta. Servicios
- Aportes Patronales - Vta. Bienes de Capital
- Depreciación - Variación de Existencias
- Salarios - Subsidios recibidos
+ / - BENEFICIOS NO DISTRIBUIDOS
CUENTA RESTO DEL MUNDO[8]
GASTOS INGRESOS
- Exportaciones - Importaciones
- Transferencias recibidas del exterior - Transferencias pagadas al exterior
AHORRO O DESAHORRO
CUENTA AHORRO - INVERSION
USOS FUENTES
- I.B.I. Fija - Ahorro de los Hogares
- Variación de Existencias - Ahorro del Gobierno
- Ahorro de las Empresas
- Ahorro del Resto del Mundo
- Depreciación
Las columnas deben ser iguales
CUENTA CONSOLIDADA DEL PRODUCTO-INGRESO
DEBE (GASTOS) HABER (INGRESOS)
Valor Agregado Ventas Finales
- Remuneración de Asalariados - A las Familias
- Beneficios no distribuidos - Al Sector Público
- Rentas - Bienes de Capital
- Depreciación
- Impuestos Indirectos menos Subsidios
V.A.B pm = Y.B.I. pm P.B.I. pm
La última cuenta nos muestra los indicadores fundamentales de la macroeconomía.
Al mismo tiempo, puede observarse sus equivalencias y los fundamentos teóricos de
los cuales provienen:
El Valor Agregado es la porción de valor que cada sector agrega al proceso
productivo. Este valor no es más que la retribución a los factores de producción: es
decir, es el ingreso que perciben los factores por su esfuerzo en la producción de
bienes y servicios. Esta producción, que al consignarse en la cuenta consolidada
está libre de duplicaciones, resulta el Producto Bruto Interno, es decir, la generación
total de riqueza de un país, el cual se realiza en la venta de los bienes finales de la
economía, de modo tal que éstas ventas finales resultan el gasto final de la
economía.
Así resulta que: V.A. = INGRESO = GASTO FINAL = P.B.I
Cuando el ingreso disponible cae a muy bajos niveles, tal y como sucedió
durante la Gran Depresión, las familias retiran fondos de sus cuentas de ahorros u
obtienen préstamos para comprar los bienes necesarios. El ahorro es negativo
porque los consumidores deben retirar de sus cuentas de ahorro o liquidar otros
activos para poder comprar los bienes de consumo que su ingreso disponible, por sí
mismo, yo no puede adquirir.
BALANZA COMERCIAL
La inflación, la balanza de pagos y los tipos de cambio flexibles.
Debido a su tamaño y a la importancia secundaria de su comercio internacional, los
Estados Unidos pueden ser considerados como una economía cerrada sin comercio
internacional para el análisis de los determinantes del ingreso real, la inflación y el
desempleo. Pero las consecuencias de la inflación incluyen efectos sobre las
relaciones económicas de Estados Unidos con el resto del mundo. La mayoría de los
países son mucho más pequeños y el comercio internacional forma una parte mucho
mayor de su PNB.
Otros países bajo sistemas de tipo de cambio se ven profundamente afectados ante
una decisión de Estados Unidos de incrementar su tasa de crecimiento monetario y,
por lo tanto, su tasa de inflación. La inflación de Estados Unidos viaja hacia el resto
del mundo a través de diferentes rutas. En primer lugar, el incremento en los precios
generado por los exportadores de Estados Unidos, crea un incentivo para los
extranjeros que producen bienes de exportación y bienes competitivos de las
importaciones incrementen sus precios. En segundo lugar, los incrementos de
precios de los Estados Unidos inducirán a los extranjeros a dirigirse a otros
abastecedores y crearán un incentivo para que los residentes en los Estados Unidos
compren más bienes extranjeros. Nuestras exportaciones disminuirán y nuestras
importaciones aumentarán, generando un déficit en nuestra balanza comercial con
otros países.
2.- Los bancos centrales extranjeros pueden rehusar vender los dólares excesivos y,
por lo tanto, pueden retenerlos. Entonces, el circulante doméstico permanece en
circulación. Así es como la inflación de Estados Unidos puede causar indirectamente
una aceleración del crecimiento de las ofertas monetarias domésticas de las
naciones extranjeras, un incremento en sus propias tasas de inflación y, finalmente,
un incremento en la tasa mundial de inflación.
• Las importaciones se refieren a los gastos que las personas, las empresas o
el gobierno de un país hacen en bienes y servicios que se producen en otros
países y que se traen desde esos otros países a él.
• Las exportaciones son los bienes y servicios que se producen en el país y
que se venden y envían a clientes de otros países.
La balanza comercial se define como la diferencia que existe entre el total de las
exportaciones menos el total de las importaciones que se llevan a cabo en el país.
Se dice que existe un déficit cuando una cantidad es menor a otra con la cual se
compara. Por lo tanto podemos decir que hay déficit comercial cuando la cantidad de
bienes y servicios que un país exporta es menor que la cantidad de bienes que
importa. Por el contrario, un superávit comercial implica que la cantidad de bienes y
servicios que un país exporta es mayor a la cantidad de bienes que importa.
Es muy importante para cualquier país tener una balanza comercial positiva; es
decir, en superávit, porque de esta forma están entrando más recursos al país a
través de las ganancias de las exportaciones que los recursos que salen por el pago
de las importaciones, ya que los productores nacionales y la economía en general
tienen mayores recursos para realizar sus actividades y desarrollar otras nuevas y,
así, incentivar y desarrollar la economía nacional.
A través de las finanzas públicas, vía la política fiscal, se pueden afectar algunos indicadores
macroeconómicos, tales como el ahorro, la inversión o el consumo público y privado. Así
tenemos que:
Cuando los ingresos son mayores que los gastos existe un superávit público, es decir, el
gobierno cuenta con un ahorro que se puede canalizar a incrementar la inversión y el
consumo. En contraposición a esta situación favorable que predomina en el sector público, el
sector privado se ve afectado en sus niveles de ahorro, inversión y consumo.
La situación contraria se da cuando los gastos del gobierno son mayores a sus ingresos
provocando un déficit público. En este caso el ahorro, la inversión y el consumo del sector
público se reducen y se incrementan los del sector privado.
Una situación de equilibrio fiscal se presenta cuando los ingresos públicos son iguales a sus
gastos. En este caso, solo se da una reasignación de los recursos, puesto que, el gobierno los
retira de una parte del sector privado vía impuestos, para asignarlos a otros grupos del mismo
sector privado.2 De esta manera, bajo un equilibrio entre los ingresos y los gastos públicos, el
ahorro, la inversión y el consumo, tanto público como privado, no se modifican.
El balance público determinado por la diferencia entre los ingresos y los gastos de gobierno
no es el único que puede afectar la relación entre el ahorro, la inversión y el consumo público
y privado, existen otros balances que tienen una fuerte incidencia en dichas variables
macroeconómicas, tales como:
• El balance económico:
Es igual a la diferencia entre los ingresos totales del sector público y sus gastos totales,
excluyendo los intereses generados por la acumulación de deuda de ejercicios anteriores.
• El balance presupuestario:
Es el saldo que resulta de comparar los ingresos y egresos del Gobierno Federal más los de las
entidades paraestatales de control presupuestario directo.
Nótese que los ingresos son una variable que incide directamente en el ahorro, la inversión y
el consumo público y privado, puesto que, a mayores ingresos públicos se puede llevar a cabo
una política expansionista en el gasto, la inversión y el consumo, tanto público como privado
y viceversa.
Por esta razón, una vez que se abordaron algunos tópicos relacionados con las Finanzas
Públicas, el estudio se centrará en la estructura de los ingresos públicos federales de México.
1
El sector paraestatal está integrado por organismos descentralizados, empresas de
participación estatal, instituciones nacionales de crédito, organizaciones auxiliares nacionales
de crédito, instituciones nacionales de seguros y de fianzas y los fideicomisos. Véase:
Instituto Nacional de Administración Pública (1999), "La organización de la administración
pública en México". Noriega Editores. México, D.F. 5 p.
2
Para fines del análisis económico sólo se manejan dos sectores: el público y el privado. El
sector social puede formar parte de uno de los dos sectores citados, dependiendo de la
actividad que realice y del origen de sus recursos. Por ejemplo: los ejidatarios, las
cooperativas y los pequeños propietarios al realizar funciones de producción, se consideran
dentro del sector privado; mientras que, los partidos políticos, al recibir financiamiento
público forman parte del sector público.
3
Aquellas que están incluidas en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). En el
PEF del año 2000 aparecen como tales: Lotería Nacional; Caminos y Puentes Federales de
Ingresos (CAPUFE), Comisión Federal de Electricidad (CFE), Luz y Fuerza del Centro
(LFC), Petróleos Mexicanos (PEMEX), Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) e
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
4
Las que no están incluidas en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Este grupo
incluye a un gran número de entidades. La relación completa puede ser consultada en:
Instituto Nacional de Administración Pública (1999), Op. Cit. 563-568 pp.
Ningún problema de la política económica contemporánea, es tan crucial y complejo como el considerar la
privatización y la reforma del sector público de una economía. Estos aspectos de la política pública, se
encuentran íntimamente relacionados con los grados de intervención económica del estado y con la regulación
de los mercados. También se hallan orgánicamente vinculados a otros aspectos, tales como la asignación óptima
de los recursos públicos, la provisión de los bienes públicos, y la distribución de la riqueza de la sociedad.
Uno de los rasgos de la ideología neoliberal es el dogma de las privatizaciones. Las privatizaciones como
imperativo absoluto, sin discusión, sin reflexión, sin discriminaciones, sin discernimiento acerca de qué bienes
colectivos conviene –por su peculiar índole, por su peculiar funcionamiento, por el peculiar ámbito de la
economía en que se encuentra- transferir a la actividad privada.
Privatizaciones, sin más, a cualquier precio, de cualquier modo, cualesquiera sean las consecuencias,
cualesquiera sean los efectos y costos sociales, y su impacto sobre el bien común.
A continuación definimos que es la privatización, siendo éste un término que se utiliza para expresar y abarcar
una gran variedad de ideas; es extraordinariamente ambiguo. Expresa una gran multitud de conceptos de diversa
amplitud y profundidad.
Mas adelante nos adentramos en el contexto mundial y en América Latina en el cual se hicieron las
privatizaciones en nuestro país.
También veremos el proceso de privatización en Inglaterra y porque tuvo una gran influencia en las
privatizaciones que se realizaron en nuestro país anterior a la década de los noventa y porque muchas de las
privatizaciones fueron realizadas por presiones con el F.M.I.
II. NOCION GENERAL
La palabra "privatización" es un término que se utiliza para expresar y abarcar una gran variedad de ideas. En
general, puede decirse que la palabra privatización es un término extraordinariamente ambigüo. Expresa una
gran multitud de conceptos de diversa amplitud y profundidad.
El término "privatización" constituye, pues, de hecho, una aceptación muy amplia en la que se engloban desde
el sentido estructural de a quién pertenece una empresa, hasta el punto de vista sustantivo, de como se llevan a
cabo las actividades de una empresa dentro de la disciplina de las fuerzas de mercado.
La privatización abarca y comprende una amplia gama de posibilidades que van desde la total
desnacionalización en un extremo hasta la completa sujección a la disciplina del mercado en el otro. Se ha
descrito frecuentemente como un término paraguas, que incluye una gran diversidad de políticas ligadas
únicamente por el hecho de implicar un reforzamiento del mercado en detrimento del Estado o del sector
público. Comprende, por lo tanto, desde el cambio de propiedad de la empresa del sector público al privado,
pasando por la liberalización o desregulación de las actividades previamente restringidas al sector público, hasta
la provisión de bienes y servicios en determinadas condiciones, por empresas del sector privado antes adscritos
en exclusiva al sector público.
III. RAZONES DE LA PRIVATIZACION
No resulta tarea fácil exponer los motivos determinantes de la privatización. Efectivamente, no existe, en
general, una exposición sistemática de los mismos, sino que hay que extraerlos de los discursos ministeriales, de
los debates parlamentarios y de un país a otro, y aún dentro del mismo país, varían de una época a otra. Además,
los argumentos que se suelen esgrimir para justificar la privatización son muy diversos cuando no
diametralmente opuestos. Por todo ello, es bastante complejo proporcionar un cuadro general y sistemático de
los mismos.
OBJETIVOS DE LA PRIVATIZACIÓN
Es evidente que resulta muy difícil deslindar entre las razones o motivos de la privatización, y los objetivos que
se persiguen al ponerla en práctica. Es casi imposible, en efecto, distinguir con claridad entre el por qué de la
privatización y el para qué de la misma. Ambas consideraciones se encuentran íntimamente relacionadas y
totalmente imbricadas en su origen y desarrollo. Unas veces, la una es primero, y la otra después, o a la inversa,
o simplemente, las dos son la misma cosa.
No obstante, de forma totalmente ideal, pueden establecerse ciertos objetivos o fines a alcanzar en todo
programa de privatización, que resulten claramente autoevidentes. Estos serían los siguientes, muy
esquematicamente bosquejados:
1) Que las decisiones de dirección y de gestión de las empresas privatizadas resulten completamente
despolitizadas.
2) Conseguir una mayor eficiencia en el rendimiento de las empresas privatizadas.
3) Alcanzar un mayor grado de competitividad en las empresas, liberalizando el mercado, para, precisamente,
así obtener una mayor eficacia.
4) Procurar que los bienes y servicios proporcionados por las empresas privatizadas expresen los costes reales.
5) Que las inversiones realizadas reflejen el verdadero coste del capital utilizado.
6) Incrementar los fondos del Tesoro mediante la venta de los activos públicos.
7) Evitar el despilfarro que supone el mantenimiento de subvenciones continuas a empresas con pérdidas
permanentes, y cortar así el déficit del presupuesto.
8) Ampliar el mercado de capitales permitiendo el acceso al mismo de nuevos inversores.
V. MODALIDADES DE LA PRIVATIZACION
La elección de una u otra modalidad dependerá de los objetivos que se persigan y del tipo de
actividad económica que se considere. Sin embargo, pueden originarse situaciones conflictivas entre
los objetivos a alcanzar en el proceso de privatización, especialmente entre los objetivos financieros y
las posibles mejoras de la eficiencia. En efecto, el valor de los activos públicos en venta, es mayor
cuanto mayor sean los privilegios monopolísticos que la empresa privatizada, o en proceso de
privatización, retenga en su poder. Pero, entonces, en este supuesto, el objetivo de la eficiencia no se
logrará, puesto que, de esta forma, el monopolio privado podrá fijar los precios a unos niveles
superiores al coste marginal. La ausencia de competencia, en este caso, impedirá el mejoramiento de
la eficiencia productiva.
Existen básicamente cinco métodos para proceder a la transferencia de la propiedad de una empresa pública.
Estos son:
a) La venta directa
Esta forma de privatización, generalmente bastante extendida, consiste simplemente en la venta global de la
empresa pública a una compañía perteneciente al sector privado. Esta forma de venta es muy usual y se practica
para la mayoría de los países. Este tipo de ventas directas se suelen producir a iniciativa del gobierno, aunque, en
ocasiones, son las compañias privadas las que realizan sus propuestas de compra en cuanto se pone en marcha un
programa de privatización.
b) La oferta de venta pública
Este procedimiento de privatización, especialmente puesto en práctica por los países industrializados, constituye
la fórmula mas ampliamente extendida de transferencia de la propiedad de la empresa pública. Sin embargo, la
complejidad técnica de sus fases de preparación y posterior desarrollo, restringen su utilización a las empresas
estatales de mayor magnitud. Entre los objetivos que suelen perseguir los Gobiernos al poner en práctica una
oferta de venta pública, figura el alcanzar una "democratización" del accionariado de las principales industrias
del país. Este deseo de promover un "capitalismo popular" tiene por finalidad, fundamentalmente, el crear
grupos de interes favorables a la privatización, evitar la excesiva concentración de capital y demostrar que el
proceso de privatización no pretende favorecer únicamente a determinados grupos económicos fuertes,
estableciendo una oligarquía. Por otra parte, la participación popular en el capital social de la empresa pública
privatizada, puede constituir también un poderoso instrumento de protección contra una posible
renacionalización en el futuro.
Esta forma de privatización es también la más compleja desde el punto de vista técnico. Los riesgos que se
derivan de una oferta pública de venta, tanto para el Gobierno como para los pequeños ahorradores que
pretenden atraer, exigen que se seleccione cuidadosamente a la empresa que se pretende privatizar a través de
este procedimiento. En efecto, promocionar una oferta pública de una empresa que se encuentra en dificultades
financieras, puede resultar muy difícil y arriesgado. Incluso puede también resultar preciso el proceder a la
restructuracióin financiera de la misma, con la consabida consecuencia de despidos, reformas estructurales, etc.
Todo ello se evitaría si la empresa disfrutara de una situación financiera saneada.
a) Concesión
Una concesión implica el traspaso de poderes del concedente (la administración) al concesionario (un
particular). Existen dos modalidades. 1) La concesión de servicios públicos en la que el Estado encomienda a
un particular la organización y funcionamiento de un servicio público por un determinado lapso. La
retribución del concesionario es el precio pagado por los usuarios. 2) La concesión de obra pública: la
administración contrata a una empresa para la realización de la obra a la que no le paga un precio por ella
sino que le otorga por un plazo determinado la explotación de la obra que se construye.
Las concesiones pueden ser onerosas o gratuitas e incluso subvencionadas en el caso de actividades no
rentables. En los casos de modalidad onerosa, en general los concesionarios pagan al Estado un canon cuyo
monto, forma y regularidad de pago se establecen en los contratos.
El pago del canon no implica en sí mismo una transacción de balance de pagos, ya que es una operación entre
una empresa residente y el Estado. Sin embargo, cuando en un consorcio participan inversores extranjeros, el
mismo es tomado como una empresa de inversión directa. Por lo tanto, las utilidades que genera se registran
en la cuenta corriente y los flujos de reinversión, aportes de capital, deuda con matrices y cambios de manos
se incluyen en la cuenta financiera.
En este tipo de contratos, los sectores más dinámicos fueron los de comunicaciones (Televisión y
radio), construcción de rutas y caminos, y transporte terrestre. La aplicación de esta modalidad se
inició en 1990 cuando se privatizaron a través de concesiones, rutas nacionales y dos canales de
televisión estatales.
b) Franquicia
Las franquicias constituyen otro instrumento de privatización, que consiste fundamentalmente en la concesión,
casi siempre con carácter exclusivo, de la prestación de un servicio público a una entidad privada. Una
franquicia en exclusiva consiste en un adjudicación de privilegios monopolísticos a una empresa privada para
que proporcione un servicio determinado, con precios regulados por una dependencia del Gobierno.
En este procedimiento de privatización, como en el método de la contratación pública, el gobierno es el
ordenante y una entidad privada es la productora. Sin embargo, ambos sistemas se diferencian por la forma de
pago al productor. El Gobierno es el que paga al productor en el caso de los bienes o servicios contratados, y en
cambio, en el supuesto de la franquicia, es el consumidor el que paga al productor por los bienes o servicios
prestados.
El sistema de franquicia es particularmente aplicable en aquellas circunstancias en las que el Gobierno desea
controlar las características del servicio, o aquellas otras en las que la financiación se realiza a través de
subvenciones gubernamentales. En este sentido, sectores, tales como los transportes, en general, líneas aéreas,
etc. son los candidatos ideales para la aplicación de esta modalidad.
Aunque no sin problemas, la franquicia constituye un procedimiento muy atractivo para compaginar la
eficiencia y la competitividad. De hecho, se han conseguido logros muy importantes en la provisión de ciertos
servicios, como el de la recogida de basuras, servicios de limpieza, etc. Sin embargo, en otros sectores que
presentan por lo general dificultades de regulación, y de un peso económico muy importante, tales como el agua,
energía, etc., la fran quicia plantea problemas de cierta consideración.
c) Concursos de contratación pública
Se trata de una concepción de la privatización, considerada desde un punto de vista mucho más amplio que el
expuesto en la sección anterior. Ahora, se trata ya de contemplar, no la transferencia de la propiedad de la
empresa pública al sector privado, sino de proceder a la privatización de la actividad de la propia empresa
pública. Es, pues, una perspectiva mucho más amplia.
En este sistema de contratación pública, la empresa privada es la productora del bien o servicio, y el Gobierno el
ordenante. En este método de contratos públicos, el Gobierno es el que: 1) Expresa las demandas de bienes y
servicios públicos solicitadas democráticamente; 2) Inspecciona la provisión de los bienes y servicios por parte
del sector privado; 3) Proporciona el pago de tales servicios al contratista.
La decisión de contratar con empresas privadas la provisión de servicios públicos o cualquier otra realización,
no significa, en modo alguno, un fracaso de la actividad gubernamental, sino simplemente que se busca la
manera de conseguir mejores logros mediante el aprovechamiento de las capacidades especializadas del sector
privado.
Esta experiencia de privatización ha sido practicada, especialmente, por Estados Unidos, Inglaterra, gran parte
de Europa Occidental y Japón y ha originado un extraordinario éxito de ahorro de los costes, que a nivel
municipal han llegado a alcanzar incluso del orden del 40 al 60 por cien en USA.
3. LIBERACION O DESREGULACION
Este método de privatización es el más simple de todos. Por medio de él, el Gobierno se limita a derogar las
normas que impedían a la iniciativa privada competir con el monopolio estatal. Con frecuencia la desregulación
no consiste solamente en suprimir regulaciones preexistentes, sino también en promulgar una nueva normativa
destinada a modificar las condiciones de la competencia en un mercado determinado.
La desregulación desempeña un papel muy importante en la liberalización de las restricciones existentes que
condicionaban o impedían la entrada en un determinado mercado. Si el mercado que se liberaliza es
perfectamente competitivo, las ganancias que se obtienen en la eficiencia de la asignación de recursos,
indudablemente, se producirán. Sin embargo, se ha recomendado la regulación, o incluso la nacionalización, en
la circunstancia de un mercado de monopolio natural, como remedio para conseguir unos precios óptimos y una
asignación de los recursos eficaz.
EFECTOS DE LA PRIVATIZACION
El proceso de privatización debe contemplarse desde la perspectiva de ver hasta donde es capaz de llevar a cabo
la consecución de sus dos objetivos más importantes, que son: el mejoramiento de la situación financiera del
Estado, y el incremento de la asignación y la eficacia productiva de la economía. El logro de estos dos efectos
macroeconómicos puede muy bien reflejar la situación financiera y competitiva de cada una de las empresas en
particular.
a) Efectos sobre la eficiencia económica de la empresa.
En primer lugar, desde el punto de vista teórico, puede alcanzarse la conclusión de que los mecanismos del
mercado de capitales y la exigencia de obtener unos beneficios para satisfacer a los accionistas, constituyen un
sistema más seguro y rápido para estimular la rentabilidad de una empresa, y no la concesión de subvenciones e
inversiones realizadas por el gobierno, que a falta de su coherencia, en la mayoría de los casos, suelen ser
dirigidas a satisfacer necesidades políticas a corto plazo, más que a motivos de rentabilidad a largo plazo.
Además, al ponerse en práctica una gestión del personal más flexible y eficaz, y al enfrentarse también
competitivamente con otras empresas del sector, constituyen factores, que contribuyen a una mejor eficiencia
operativa y económica de la empresa.
Sin embargo, en la práctica, no se puede formular con carácter general el principio de que el sector público sea
más ineficiente que el sector privado; lo que ocurre es que el primero se encuentra mediatizado en su actuación
por una serie de factores políticos extraeconómicos, incluso conflictivos entre sí, la mayoría de las veces. Por
otra parte, no pueden aplicarse métodos científicos de comprobación generalizada, puesto que resulta imposible
que la prestación de un mismo servicio sea gestionada a la vez por el sector público y el sector privado y en las
mismas circunstancias, por lo que la diferencia en el rendimiento puede ser debida a factores exógenos a la
economía.
Lo único que puede decirse, en términos objetivos, es que los burócratas tienen menos probabilidades de
gestionar correctamente una empresa, que los empresarios del sector privado. Pero, como sucede en las
principales cuestiones políticas, ésta afirmación es más materia de opinión que principio general riguroso.
b) Efectos sobre la situación financiera del Estado.
Es evidente, que la privatización consiste no solo en un programa político y económico, sino que también
supone una transacción financiera. Y esta transacción financiera puede revestir diversas características y ser de
una cuantía y magnitud muy diferentes.
En muchas privatizaciones, la cantidad de dinero que pasa del sector privado al público es muy pequeña, y las
ventajas financieras para el Gobierno son muy a largo plazo y casi intangibles. Pero, sin embargo, en las ventas
importantes de bienes públicos tienen un efecto inmediato y directo sobre el presupuesto fiscal y la deuda
pública. En efecto, en la práctica, las principales ventas que se han realizado, tales como British gas, en Gran
Bretaña, Paribas, en Francia, etc..., el impacto presupuestario inmediato fue enorme.
Sin embargo, una vez realizada la venta, sus resultados deben incluirse inmediatamente en el presupuesto, con el
fin de evitar serios problemas financieros para el Gobierno. Caso de no hacerse así, puede originarse un ritmo en
el proceso de privatización artificialmente alto, que desemboque, en ocasiones, en un cierto despilfarro
financiero.
c) Efectos sobre el mercado de capitales.
En primer lugar, todo proceso de privatización genera una enorme expansión de los mercados financieros, al
introducirse en él nuevos inversores.
En segundo lugar, otro efecto positivo de la privatización, consiste en que el volumen de capital del mercado de
valores ha experimentado un enorme auge que ha cristalizado en un aumento de las carteras de inversión de las
entidades financieras, y en una capitalización general del mercado.
Finalmente, otro tercer efecto positivo del proceso de privatización, estriba en la profundización del mercado,
permitiendo el acceso o introduciendo en el mismo, a compañías privadas, que de otra forma no podrían acudir a
él. La disponibilidad de fondos de financiación, se ha incrementado enormemente en aquellos países en los que
se han llevado a cabo las privatizaciones.
Por último, simplemente poner de relieve que en todo proceso político de poner en marcha la privatización, debe
de fomentarse y estimularse que los activos públicos en venta se distribuyan entre el mayor número posible de
nuevos inversores, y esto, no por razones de justicia y expansión del mercado solamente, sino, sobre todo, por
propio interés político y económico para que el proceso privatizador pueda llevarse a cabo, favoreciendo la
creación de grupos de intereses comprometidos directamente en el proceso de privatización.
d) Efectos sociales de los programas de privatizaión.
Su principal objetivo social consiste en incrementar el nivel de bienestar social, evitando la existencia de
desequilibrios regionales. Entre estos objetivos redistributivos figuran la consecución de precios bajos,
proporcionar salarios elevados, etc. Sin embargo, como norma general, puede afirmarse que las empresas
estatales han fracasado en llevar a feliz término esta función social, especialmente, en lo que se refiere a las
clases más económicamente débiles y desprotegidas.
Por otro lado, los efectos sociales de la provisión de bienes y servicios por empresas privadas puede encontrarse
condicionada por las siguientes razones:
En primer lugar, si las ganancias derivadas de la reducción de los costes van a revertir a favor del consumidor o
de los nuevos propietarios de la empresa, va a depender, tal como expresa la teoría microeconómica, del grado
de competitividad al que la empresa privatizada se encuentre sometida.
En segundo lugar, la reducción de los costes de la empresa como consecuencia de la modernización de las
técnicas de producción y de la reducción de los salarios en el reajuste realizado, se traducirá en una simple
transferencia de renta de los empleados de la empresa a los consumidores del bien producido.
Y finalmente, el Estado utiliza frecuentemente a las empresas públicas para suministrar ciertos bienes de alcance
general, tales como productos alimenticios básicos, agua, carbón, energía petrolífera, etc. o determinados
servicios tales como el transporte por ferrocarril, transporte urbano, etc., pero a precios subsidiados, y por lo
tanto, artificialmente bajos. En estas circunstancias, la privatización no conduce a un descenso de los precios,
sino más bien a un ahorro en las cargas del presupuesto nacional. Esto puede permitir al Gobierno la posibilidad
de utilizar estos recursos financieros en proyectos de tipo social, tales como la educación, la vivienda, y
prestaciones sanitarias. Todo ello, no son más que consecuencias debidas al proceso de privatización.
Por otra parte, otro aspecto muy importante del impacto social de la privatización, consiste en que se la ha
utilizado como mecanismo para transformar a los trabajadores en propietarios de las empresas en las que
desempeñan su trabajo. Esta extensión de la propiedad de la empresa entre sus propios trabajadores ha sido
bastante considerable en Gran Bretaña.
VII. LAS PRIVATIZACIONES EN EL CONTEXTO MUNDIAL
Las privatizaciones son un fenómeno o tendencia que afecta a todos los países. Esta tendencia está
inserta como una política de racionalización del Estado moderno, dentro del proceso global de
transformación de las economías nacionales.
Los procesos de privatizaciones que se dan en la mayoría de las regiones, subregiones y países del
mundo contemporáneo, obedecen a una intencionalidad de hacer más racional la acción de los
gobiernos y hacer más eficaz el funcionamiento de los mecanismos de Estado.
En este contexto, en muchas realidades nacionales, están en desarrollo procesos de venta, de fusión
y desincorporación de empresas públicas, así como la decisión de entregar actividades que
tradicionalmente controlaba el sector público, como son: electricidad, petróleo, ferrocarriles, correos y
telégrafos, agua potable y otras. Esta reducción de la actividad estatal, en la producción de bienes y
servicios, responde como a un consenso de aceptar como inevitables las privatizaciones para reducir,
así, las dimensiones y frenar las tendencia al crecimiento de la propiedad pública.
Con la crisis que sufren los países socialistas, y el desprestigio de la economía centralmente
planificada, esta situación ha fortalecido las ideas neoliberales, entre las cuales destaca aquella que
sostiene: "...las empresas públicas en general, no son reconocidas por su eficacia y buen desempeño
económico." Por ello, se ha ido imponiendo la corriente ortodoxa de pensamiento que sugiere la
venta, fusión, desincorporación y liquidación, en particular de las empresas industriales públicas. La
justificación que se da en estos casos es la de ampliar o mantener el gasto social y no utilizar una
parte importante del presupuesto nacional en el desarrollo de este tipo de empresas que compiten
con las del sector privado.
Por otra parte, se plantea una posición con respecto a la política pública de redefinir el papel del
Estado en materia de intervención en la economía nacional. Aquí surge toda una línea de acción para
enfrentar la crisis; tal línea se sustenta en una comprensión neoliberal de reducir el sector de
empresas públicas para ampliar la actividad productiva del sector privado; aunque la visión de este
objetivo estratégico de la postura neoliberal se esconde tras la política de sanear las finanzas públicas
para reducir el déficit fiscal.
EL PROCESO DE PRIVATIZACIONES EN AMÉRICA LATINA
En América Latina, el proceso de privatizaciones se ha dado en un contexto político complejo.
Se puede decir que inicia con las dictaduras militares, surgidas en el cono sur durante la década de
los años setenta, las cuales desmantelaron los sistemas de empresas públicas mediante la venta,
fusión y liquidación de las mismas. Este proceso responde a una cierta forma de inducción
proveniente de los países industrializados (del norte) que han puesto en práctica la política de
privatizaciones como uno de los elementos claves para hacer avanzar sus programas estabilizadores
y de reconversión industrial, así como fortalecer el proceso de Globalización. Además, los organismos
financieros internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y la Banca privada
internacional) han propiciado la privatización en todo el continente.
Las empresas públicas, en América Latina, han jugado un papel importante en el desarrollo
económico y social, así como en la consolidación de los Estados nacionales e independientes de la
región.
Sin embargo, la crisis de la deuda externa, los problemas actuales de modernización de la
administración pública, la apertura comercial y el nuevo trato al capital extranjero, han creado
condiciones en muchos países latinoamericanos para impulsar las privatizaciones como un proceso
de aprendizaje y modernización productiva que pretende cambiar décadas de intervención del sector
público en la economía de cada realidad nacional del área; sin embargo ". Se reconoce la necesidad
de encarar pragmáticamente este tema, también se quiere destacar que la discusión, con frecuencia,
no toma debida consideración de la conveniencia y de las dificultades para privatizar empresas
públicas."
Resultados de las privatizaciones.
Los resultados en términos financieros son los que aparecen más claros y evidentes; especialmente los ingresos
estatales por venta de empresas, que viene a aligerar el déficit del presupuesto público de cada país. No son tan
espectaculares los resultados en cuanto al ahorro presupuestario derivado de no tener que financiar déficit de
empresas públicas; en unos casos por lo importantes que han sido los costes de los saneamientos previos a las
privatizaciones; y en el caso de servicios públicos (transporte, por ejemplo) porque las subvenciones públicas al
servicio en cuestión se han mantenido bajo el nuevo régimen de explotación privada.
Respecto al tema de si las privatizaciones mejoran la eficiencia económica de las empresas, las evidencias
acumuladas hasta ahora apuntan a que las mejoras en eficiencia no dependen en gran manera del tipo de
propiedad sino más bien de otros factores que provisionalmente podríamos enunciar así: el hecho de que exista o
se permita una competencia de mercado para la empresa (o un mecanismo equivalente), y adoptar una forma
organizativa y unos criterios de gestión de empresa privada en el sentido, no tanto de maximizar resultados, si no
de que la gestión de la empresa pueda desenvolverse en un marco jurídico , laboral y financiero idéntico al de las
empresas privadas, y sin las típicas intervenciones-peticiones aleatorias de aquellos cargos políticos que estiman
tiene una cierta autoridad sobre la empresa. Como ingredientes importantes de este segundo aspecto
organizativo, parecen estar la profesionalidad de la dirección de la empresa y los incentivos que se le establecen,
ligados a la consecución de unos determinados objetivos de gestión (no necesariamente la maximización de los
Resultaos); todo ello adecuadamente explicitado en el correspondiente contrato de empleo.
Parece evidente que los países occidentales que quedan en una situación más propiamente de “economía mixta”
son Canadá, España e Italia, ya que –además de partir de un sector pública empresarial muy importante- la
pérdida de peso especifico durante la ola mundial de privatizaciones ha sido mínima por ahora, y no parecen
probables, a medio plazo, cambios notables en este sentido.
Cambios radicales, como el de Gran Bretaña o aun de mayor alcance, se hubiesen ciertamente dado también en
los países en vías de desarrollo que hemos examinado y que partían de unas economías fuertemente estatalizadas
y que han optado por pasar plenamente a economías de mercado (ayudados en este sentido por las fuertes
presiones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial )
A pesar de que los gobiernos respectivos están sujetos a fuertes presiones en ese sentido, estas presiones
obedecen a la lógica del funcionamiento de estos organismos internacionales: al igual que ha venido ocurriendo
el países como Turquía, Brasil, Argentina o Filipinas, las subvenciones para cubrir los déficit de las empresas
pública forman una parte dominante del desequilibrio presupuestario del país y constituyes a su vez una causa
importante del endeudamiento externo que deben renegociar con los organismos internacionales; la respuesta
afirmativa de estos a la refinanciación de la deuda está siempre condicionado a que le país adopte un programa a
mediano plazo de estabilización presupuestaria y de desestabilización de la economia.
La desregulación:
En este punto lo central fue introducir el concepto de competencia en el sector. Para eso se busco
eliminar la prestación monopólica del servicio creándose un mercado mayorista y otros minorista para
la compra-venta del fluido. La desregulación habilita la competencia entre las empresas y lleva a una
búsqueda espectacular de reducción de costos. La desesperación por reducir costos sumada a la
falta de control efectivo amenaza la calidad y seguridad en la prestación del servicio eléctrico, como
lamentablemente hemos podido comprobar en nuestro país. La estrategia de las empresas consistió
Comparativo de Ingresos y Egresos de privatizaciones
9,000,000.00
8,000,000.00
Ingresos
7,000,000.00 año 1992
6,000,000.00 Egresos
año 1992
5,000,000.00
Ingresos
4,000,000.00
año 1996
3,000,000.00
Egresos
2,000,000.00 año 1996
1,000,000.00
0.00
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Total
Nacional 1.787 1.963 5.477 4.496 848 1.319 291 1 83 3.156 19.422 81%
Provincial - - 19 960 74 91 445 1.219 439 1.181 4.427 19%
Total 1.787 1.963 5.496 5.456 923 1.410 736 1.220 522 4.337 23.849
Nacional 1.787 1.963 5.477 4.496 848 1.319 291 1 83 3.156 19.422
Efectivo 611 1.943 2.972 2.851 783 1.319 291 1 83 3.156 14.009
Títulos de Deuda (VE) 886 20 2.198 1.521 29 - - - - - 4.654
Fideicomisos - - 308 124 37 - - - - - 469
Otras 290 - - - - - - - - 290
Provincial - - 19 960 74 91 445 1.219 439 1.181 4.427
Efectivo - - 19 960 74 73 445 1.219 439 1.181 4.410
Fideicomisos - - - - - 18 - - - - 18
Total 1.787 1.963 5.496 5.456 923 1.410 736 1.220 522 4.337 23.849
La Privatización del Sector Eléctrico (SEGBA)
Las características generales del proceso de privatización en el sector eléctrico no escapan de las
descriptas a nivel global, pero interesa señalar algunas particularidades.
Hasta 1992, el sector eléctrico estaba conformado por cuatro empresas nacionales y dos binacionales
destinadas al aprovechamiento de los recursos hidroeléctricos. Las empresas nacionales
garantizaban el 84% de la generación y eran propietarias del 100% del transporte.
En cuanto a la distribución, esta estaba a cargo de dos empresas nacionales que abastecían el 55%
del consumo eléctrico nacional, veintiún empresas provinciales que abastecían el 34% y cuyo límite
era el territorio provincial, y cerca de 600 cooperativas privadas que prestaban el 11% restante del
servicio en áreas municipales.
Al inicio de la reforma del sistema eléctrico, las empresas se enfrentaban graves dificultades
económicas y financieras por causa del endeudamiento al que habían sido empujadas por el desvío
de fondos propios para cubrir gastos del presupuesto nacional y por el atraso en las tarifas. Esto
derivó en una fuerte reducción de la capacidad de inversión y de mantenimiento y consecuentemente
en el deterioro del desempeño técnico.
Esta situación influyó sobre el precio de venta. Como el interés del gobierno era asegurarse la
presencia de inversores privados, se dejo en libertad a los oferentes para la fijación de precios. En el
caso de las centrales térmicas, se tuvo en cuenta para la cotización la vida útil restante, por lo que
fueron cotizadas entre un 10 y un 30% del valor de reposición. En muchos casos el valor base de la
licitación no llegaba a cubrir el valor de los edificios y terrenos de la empresa.
En el caso particular de la empresa SEGBA, el gobierno absorbió la suma de 1.480 millones de
dólares de deuda, transfirió 330 millones a las empresas adjudicatarias y cobró 1.294 millones por la
privatización, con lo que no llegó a cubrir con ese precio ni siquiera el valor de las deudas.
A fin de asegurar rentabilidad y la competencia, la reforma del sistema se encaró en dos sentidos,
1. separando completamente los distintos procesos de la industria: Generación
(producción de energía), Transporte (vinculación de la producción con el
consumo), y Distribución (abastecimiento a los usuarios),
2. se procedió a la atomización de empresas definiendo unidades de negocio mínimas.
Efecto de las Privatizaciones Sobre los Usuarios:
Hay tres aspectos centrales para analizar dentro de las consecuencias de las privatizaciones sobre
los usuarios:
1) Acceso al servicio
2) Tarifas
3) Calidad
Cada una de ellas, tiene íntima relación con el modo en que se realizó la reforma y los objetivos
centrales a los que se apuntaba con el proceso de privatización. Hemos descripto en la parte anterior
que dichos objetivos estaban centrados en privilegiar la participación de capitales extranjeros y
grandes grupos económicos, así como también dar un marco de garantía a los inversores de las
utilidades que generaría su participación en el sector.
El caso de ENTEL
La privatización de ENTEL fue definida por un decreto presidencial que dispuso una separación de la
empresa tanto funcional como geográfica. Funcionalmente fue dividida en servicios básicos, internacionales
y competitivos. El servicio básico se dividía a su vez en dos zonas – norte y sur – en la que cada una de las
empresas adjudicatarias gozaría de monopolio por siete años con opción a extenderlo tres años más. A su vez
se crearon dos empresas denominadas “Sociedad Prestadora de Servicio Internacional” y “Sociedad
Prestadora de Servicios en Competencia”. Estas últimas se adjudicarían conjuntamente y por partes iguales a
los consorcios que ganaran la licitación del servicio básico.
La privatización se realizó en dos pasos. En noviembre de 1990 se vendió el 60% de las acciones de cada una
de las empresas de telefonía básica. Cada consorcio que participaba en la licitación debía tener uno o más
operadores de telecomunicaciones que tuvieran al menos 10% del capital del consorcio. Asimismo se
impusieron restricciones en cuanto al nivel de activos que cada consorcio debía disponer y en cuanto a ciertos
servicios técnicos que deberían garantizar (por ejemplo garantizar que el tiempo de conexiones fuera como
máximo de 15 días). Poco antes de la licitación se introdujo un contrato de management entre el operador y
los accionistas sobre temas de transferencia de tecnología, de planeamiento, de contratación de personal
calificado y de formulación de presupuestos anuales de operaciones.
Se utilizó un sistema de "doble sobre", por el cual primero se evaluó la capacidad técnica y financiera y luego se
permitió realizar ofertas a los grupos precalificados. Una vez que los consorcios calificaban tenían dos meses
para preparar sus ofertas. Se fijó un precio base en efectivo de U$S 100 millones para la zona norte y U$S 114
millones para la zona sur. Se estableció que el grupo ganador de la licitación sería aquel que ofreciera el mayor
Siete grupos se presentaron a la licitación y calificaron, pero una semana antes de la presentación de los
segundos sobres se introdujeron cambios de último momento en las condiciones legales (por ejemplo el nivel
de activos requeridos) y como consecuencia tan sólo fueron tres las ofertas recibidas en la fase de cotización
de precios: la de Telefónica de España, Bell Atlantic y STET/France Telecom. El grupo encabezado por
Telefónica de España resultó ganador en ambas zonas. Como los pliegos no permitían que el mismo
consorcio obtuviera las dos compañías, Telefónica decidió quedarse con la del sur. La zona norte fue
entonces entregada al segundo mejor postor, el grupo de Bell South. Sin embargo, este consorcio no pudo
juntar los títulos de deuda que había prometido y aunque le extendieron el plazo se retiró, quedando entonces
el tercer grupo como adjudicatario.
La recaudación total fue la parte en efectivo acordada en la licitación más títulos de deuda externa argentina por
un valor nominal de U$S 5150 millones, correspondiéndole U$S 2372 millones a STET/Telecom y U$S 2778
millones a Telefónica de España. Dichos títulos cotizaban a un 14% de su paridad. De esta manera se
constituyeron las nuevas empresas prestadoras de servicios de telecomunicaciones: Telefónica de Argentina S.A.
(Operador: Telefónica de España) y Telecom Argentina S.A.(Operadores: STET y France Telecom).
El Banco mundial prestó asistencia técnica y financiera para la privatización de ENTEL, ya que dicha venta era
una de las condiciones que el organismo exigía al gobierno argentino para otorgarle el “Préstamo para la
La privatización fue completada con la venta de 30% de cada una de las compañías mediante oferta pública de
las acciones que mantenía el gobierno. La venta de las acciones de Telefónica de Argentina se realizó en
diciembre de 1991 y generó ingresos para el estado por U$S 838 millones. El año siguiente en Marzo se realizó
la venta de las acciones de Telecom obteniéndose ingresos por U$S 1.227 millones. El restante 10% de cada una.
XVIII. Resumen
La aplicación de un programa de privatización de empresas públicas implica una decisión
estratégica por parte de un gobierno de retirarse de la actividad económica directa. Uno de los países
precursores en adoptar este tipo de programas fue el Reino Unido. A fines de la década del 70, el partido
conservador británico puso en marcha un extenso programa de privatizaciones con la idea de reducir la
intervención del gobierno en la actividad económica y ampliar la participación del sector privado. En
América Latina, el primer país en desarrollar un programa de privatizaciones de gran alcance fue Chile,
cuando a partir de 1974 el gobierno militar transfirió a manos privadas la mayoría de las empresas que
habían sido nacionalizadas por el gobierno anterior, devolviéndolas a sus antiguos dueños. Unos años
después, el programa también alcanzó a las más grandes empresas públicas de infraestructura y
transporte.
Más tarde, a partir de mediados de la década siguiente y particularmente a comienzos de los 90´s, estos
América Latina. En estos países, además de perseguir objetivos de largo plazo, las privatizaciones fueron una
manera de aliviar los abultados déficits presupuestarios de los gobiernos, en un momento en el que el acceso al
crédito era muy restringido. México fue uno de los primeros de la región en emprender un amplio y extenso
programa de privatizaciones. Luego de ventas de empresas públicas menores llevadas a cabo a mediados de los
ochenta, se privatizaron a fines de la década las dos aerolíneas nacionales y las empresas de telecomunicaciones
y, a principios de los noventa, bancos nacionales y empresas mineras y de manufacturas de hierro y acero.
El amplio proceso de privatizaciones encarado por el gobierno argentino a comienzos de la década del
noventa se enmarcó en este contexto. En ese momento, se inició en el país un importante proceso de reformas
que apuntó a la reestructuración de la economía y a la redefinición del rol del estado en la misma. La
privatización de las principales empresas estatales (avalada por la Ley de Reforma del Estado de 1989)
constituyó uno de los lineamientos principales de la nueva política económica, cuyo primer objetivo residía
en la estabilización de precios, paso primordial para lograr la confianza y credibilidad de los inversores y la
subsecuente entrada de capitales necesarios para el crecimiento de la economía.
Las privatizaciones aliviaron la situación financiera del gobierno en varios sentidos. El ingreso de efectivo
sirvió como financiamiento en un momento en el que el acceso al mismo era escaso tanto interna como
externamente, y la aceptación de papeles deuda pública como forma de pago permitió mejorar la situación de
las cuentas externas y de ese modo, acercarse a un acuerdo con sus acreedores, que desde la década anterior
presionaban por la realización de este tipo de operatoria. Por último, se mejoró la situación fiscal ya que el
estado se desprendió de empresas que generaban déficit y las nuevas empresas privatizadas generarían
futuros recursos tributarios con el pago de impuestos.
La forma en que se realizaron los pagos de las privatizaciones respondió a distintos motivos prioritarios a lo
largo del proceso. Los primeros desprendimientos realizados por el Estado Nacional tuvieron como objetivo
central reducir la deuda externa y facilitar la regularización de los pagos externos, requisito necesario para
generar confianza en la comunidad de negocios y crear las condiciones para lograr el acceso a los mercados
de capitales y la estabilidad macroeconómica. Para cerrar el paquete financiero - que concluyó con la
negociación del Plan Brady en 1992- el estado necesitaba reducir el stock de deuda a refinanciar a un monto
compatible con los fondos disponibles para destinar a la compra de las garantías del nuevo plan de
refinanciación.1
Durante los años 1990-1991 fueron vendidos algunos de los activos más preciados del Estado, a diferencia de
otros países que comenzaron sus procesos privatizadores con la venta de activos menores. En el año 1990 el
valor nominal de los títulos entregados en pago ascendió a U$S 6.343 millones lo que representó un 47% del
total para todo el período. A partir de 1992, ya lanzado el plan de convertibilidad, con la mejora en el
ordenamiento de las cuentas públicas y con la economía en franca recuperación, las privatizaciones
comenzaron a privilegiar la recaudación en efectivo.
Todo este proceso estuvo caracterizado por una amplia participación del capital extranjero llevando a un
rápido crecimiento de los flujos en concepto de inversión extranjera directa y de inversión de cartera.
PROPUESTA
Para llevar a cabo el proceso de privatizaciones se debería haber preparado el escenario adecuado, es decir
establecer un marco regulatorio en donde las empresas privadas tuvieran limitado el ejercicio de su poder para
no controlar nuestra economía y no propiciar la fuga de dinero proveniente de sus ingresos a los distintos países
de origen.
Este marco regulatorio, además, nunca debería haber dejado de lado los intereses de los usuarios y de los
trabajadores de esas empresa, los que se vieron perjudicados al no ser protegidos por el Estado.
XXI. BIBLIOGRAFÍA
• Bocco Arnaldo, “Las privatizaciones y sus consecuencias” en revista argentina Administración y
empresas nro. 556, año 1997 (mayo-junio)
• Verges Joaquin, “Las Privatizaciones de empresas”, Editorial Eada Gestión
• Tesoro José Luis, “La privatizaciones del mundo y en la Argentina”, en revista argentina
Administración y empresas nro. 235, año 1989 (octubre-noviembre)
Pagina de internet: monografías
Ciencia de las finanzas públicas
1. Concepto y terminología
La palabra analizada proviene, en el latín medieval, del verbo latino “finire”, del cual emanaron
el verbo “finare” y el término “finatio”, cuya significación sufrió algunas variantes.
1) En un primer período designaba una decisión judicial, después una multa fijada en
juicio, y finalmente los pagos y prestaciones en general.
2) En un segundo período (alrededor del siglo XIX) se consideró que negocios
“financieros” eran los monetarios y bursátiles.
1
3) En un tercer período ser circunscribió la significación de la palabra “finanzas”,
empleándola únicamente con respecto a los recursos y los gastos del Estado y las
comunas.
A la voz “finanzas” se le suele adicionas la palabra “públicas”, con el deliberado propósito de
distinguir las finanzas públicas estatales de las privadas.
En no pocas oportunidades se utiliza el término en estudio en el sentido de finanzas privadas
(expresión que hace referencia a problemas monetarios, cambiarios y bancarios en general, y a los
económicos que conciernen a los particulares) y ello es motivo de confusiones idiomáticas incluso en
la República Argentina existió en un tiempo un Ministerio de Finanzas con atribuciones ajenas a las
finanzas públicas.
A la ciencia de las finanzas (finanzas públicas) se la suele también denominar ciencia de la
hacienda (o de la hacienda pública)
Pero todos estos términos hacen referencia a la ciencia que estudia la actividad desarrollada
por el Estado para obtener ingresos y efectuar sus gastos.
2. Introducción
La disciplina a la que le corresponde estudiar la actividad financiera crea disyuntivas, que se
plantean a la hora de establecer su ubicación dentro de las ramas del saber. También hay disidencias
en cuanto a su carácter científico o meramente informativo, y a si es válido que estudie tanto los
medios como los fines del Estado, o bien se limite a analizar sólo los primeros.
Para Harold Groves, “el de la hacienda pública es un importante campo de investigación en el
que se estudian los ingresos y los egresos de los gobiernos, tanto federales como estatales o
locales”. Según el autor “varios son los puntos de vista desde los que cabe apreciar la hacienda
pública como, por ejemplo, el del abogado y el contador. Tanto el uno como el otro tratan el tema
desde el punto de vista de los intereses del contribuyente, al que orientan en el cumplimiento de su
deber de pagar los impuestos, pero procurando la reducción de éstos para la ventaja personal del
aquél.
Sostiene Adolfo Atchabahian que “el hombre llega constituirse en formas de comunidad y de
sociedad” y que “ la culminación de este proceso consiste en el Estado, comunidad política perfecta,
asentada sobre un territorio e integrada por individuos ligados a una autoridad pública por relaciones
de subordinación. También sostiene que entre las diversas entidades (el hombre, la familia, el gremio,
el municipio, la provincia, el Estado) “hay un grupo amplio y complejo de acciones, destinado a
satisfacer las necesidades mediante la aplicación de bienes materiales o la prestación de servicios
útiles. Este último sector de la conducta de los entes da origen a la actividad administrativa de
naturaleza económica llamada hacienda.
La hacienda es, por consiguiente, la coordinación económica de la actividad humana y de los
bienes.
Si aplicamos el concepto de hacienda a la esfera del Estado, ésta puede definirse como la
coordinación económica activa de personas y de bienes económicos, establecida por los
habitantes afincados en su territorio, con la finalidad de satisfacer las necesidades de orden
colectivo o común que los individuos no podrían satisfacer aisladamente.
Los elementos que se presentan en la hacienda pública son:
a) El sujeto, que es un ente colectivo formado por la reunión de los habitantes en un lugar;
b) La materia administrable, que es el patrimonio del Estado, o sea, el conjunto de bienes
pasibles de posesión estatal;
c) La actividad, ejecutada por los órganos administrativos y que sirve para dar vida a la
hacienda, pues la pone en acción,
d) La finalidad específica, que es satisfacer las necesidades colectivas, como rasgo
claramente distintivo de la hacienda pública respecto de toda la hacienda privada.
7. Política Financiera
Se ocupa de determinar la elección de los gastos públicos a realizar y de los recursos públicos
a obtener para sufragar a aquéllos, en circunstancias de tiempo y lugar determinados.
La política financiera pone el acento en los fines. Esto quiere decir que la selección de gastos y
recursos se hace en función de designios que el gobierno desea alcanzar en un momento dado.
Por eso, los análisis de política financiera se hacen generalmente antes de poner en ejecución
las decisiones.
Sucede que el tiempo y los medios para conseguir los fines son escasos y pasibles de
aplicación alternativa, y los fines son determinables según un orden de importancia. Por lo cual se
evidencia un aspecto económico.
Se ha dicho doctrinariamente que la política financiera es una ciencia normativa, una ciencia del
”deber ser” económico financiero. Su estudio se halla íntimamente ligado por los principios de la
política económica y la política social que están vigentes en un determinado Estado y en un cierto
momento histórico.
En lo que respecta al campo económico, la política financiera debe seleccionar los gastos
públicos, no sólo conforme a las necesidades de la población, sino también a la capacidad
contributiva existente en la comunidad. Para dar orden de prioridad de los gastos tendrá en cuenta
cuáles serán más beneficiosos para mejorar la actividad económica.
Con respecto al campo social, la política fiscal es la encargada de determinar las categorías o
grupos sociales cuyas actividades no es conveniente promover o aquellas que se quiere incentivar. Lo
referido da lugar a importantes decisiones financieras respecto del sistema tributario a implementar, a
las exenciones o deducciones tributarias y a la aplicación de las alícuotas convenientes para cada
actividad.
Un aspecto a cuidar es el hecho de que, a menudo, los propósitos de la política financiera
resultan ser incompatibles entre sí y, en la práctica, uno o varios de dichos propósitos deben ser
sacrificados en aras de la consecución de uno u otro.
Por eso es que la política financiera difiere radicalmente de la economía financiera. Ésta puede
dar soluciones óptimas desde el punto de vista del cálculo económico, pero puede llevar a una
convulsión social que resulte intolerable.
8. Economía Financiera
La economía financiera es la ciencia que se preocupa de lo que “es” y constituye una parte de
la ciencia económica general.
Los estudios sobre economía financiera se realizan generalmente después de adoptadas las
respectivas disposiciones.
El gobernante, como máximo responsable de la marcha del sistema económico, debe tener
presentes los efectos de su actividad sobre la economía en general y sobre las economías de los
individuos
En definitiva, la economía financiera examina el aspecto económico de cada decisión que se
tome en ese campo, y se refiere concretamente a:
a) si los frutos obtenidos fueron los que se tenían en mira según las intenciones del
gobernante al realizar determinados gastos públicos;
b) las repercusiones que tuvieron y siguen teniendo en la economía general las
detracciones de parte de la riqueza de los particulares que se operaron a favor del
Estado.
3.5.COMERCIO INTERNACIONAL
Los argumentos de carácter económico a favor de un sistema de comercio abierto son muy sencillos
y se fundan en gran medida en el sentido común comercial, pero también en la realidad, o sea en la
experiencia adquirida en materia de comercio mundial y crecimiento económico desde la segunda
guerra mundial. Los aranceles aplicables a los productos industriales han bajado vertiginosamente. El
1º de enero de 1999 su media era inferior al 4% en los países desarrollados. Durante los primeros
decenios posteriores a la guerra, el crecimiento económico mundial tuvo una media de
aproximadamente el 5% anual, y
ESTAS FUERON SUS PALABRAS
esta elevada tasa se debió en
parte a la reducción de los
En un sistema de comercio absolutamente libre, cada obstáculos comerciales. El
país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en comercio mundial creció a un
los empleos más beneficiosos. Esta persecución del ritmo aún más rápido, con una
provecho individual está admirablemente relacionada
con el bienestar universal. Distribuye el trabajo en la media de alrededor del 8% en el
forma más efectiva y económica posible al estimular la mismo período.
industria, recompensar el ingenio y al hacer más eficaz
el empleo de las aptitudes peculiares con que lo ha
dotado la naturaleza; al incrementar la masa general Los datos demuestran que existe
de la producción, difunde el beneficio por todas las una relación estadística
naciones uniéndolas con un mismo lazo de interés e
intercambio común. Es este principio el que determina
indudable entre un comercio más
que el vino se produzca en Francia y Portugal, que los libre y el crecimiento económico.
cereales se cultiven en América y en Polonia, y que La teoría económica señala
Inglaterra produzca artículos de ferretería y otros.
convincentes razones para esa
relación. Todos los países,
(David Ricardo, Principios de Ec. Política y Tributación,
1817)
incluidos los más pobres, tienen activos -humanos, industriales, naturales y financieros- que pueden
emplear para producir bienes y servicios para sus mercados internos o para competir en el exterior.
La economía nos enseña que podemos beneficiarnos cuando esas mercancías y servicios se
comercializan. Dicho simplemente, el principio de la "ventaja comparativa" significa que los países
prosperan, en primer lugar, aprovechando sus activos para concentrarse en lo que pueden producir
mejor, y después intercambiando estos productos por los productos que otros países producen mejor.
¿Pero por qué un país determinado se especializa en un producto concreto? La respuesta parece
obvia: cada país se especializará en aquellos productos que pueda producir ventajosamente con
respecto a los demás países. ¿Y qué significa producir ventajosamente? Adam Smith respondió a
esas preguntas afirmando que los países se especializarán en producir aquellos bienes sobre los que
tengan una ventaja absoluta, es decir, que sean capaces de producir el mismo número de bienes
aplicando menor cantidad de trabajo. Su discípulo David Ricardo dio un paso más, demostró que
todos los países se pueden beneficiar especializándose cada uno en la producción de bienes aunque
no tengan ventaja absoluta en ellos; es suficiente que tengan ventaja comparativa, es decir, que
sean capaces de producirlo a un precio menor.
CUADRO 15.1
VENTAJA ABSOLUTA
Nº obreros 10 10
Si no existiese el comercio internacional, tanto la empresa española como la francesa tendrían que
dedicar la mitad de sus empleados a fabricar zapatos y la otra mitad a fabricar abrigos.
Mensualmente los españoles podrían producir 350 pares de zapatos y 70 abrigos mientras que la
empresa francesa produciría 175 pares de zapatos y 100 abrigos.
Pero si existe la posibilidad de especializarse e intercambiar productos a través de la frontera, las
empresas podrán dedicar todos sus obreros a la producción en la que son más hábiles, consiguiendo
la española setecientos pares de zapatos y la francesa doscientos abrigos. Como la producción
conjunta ha aumentado (antes había sólo 525 pares de zapatos y 170 abrigos en total) el comercio
beneficiará a ambos países que podrán disponer de más zapatos y abrigos.
CUADRO 15.2
VENTAJA COMPARATIVA
Nº obreros 10 10
Si no hay comercio internacional ambas empresas tendrán que dedicar parte de sus trabajadores a
cada uno de los productos. Supongamos que, como antes, la empresa española dedica la mitad de
los obreros a cada uno de los bienes consiguiendo así producir mensualmente 175 pares de zapatos
y setenta abrigos. Para facilitar la comprensión del modelo conviene que supongamos ahora que la
empresa francesa dedica siete trabajadores a la producción de calzado y tres a la de abrigos, con lo
que conseguirá 490 pares de zapatos mensuales y sesenta abrigos.
Aunque la empresa española es menos eficiente en la producción de ambos tipos de bienes, tiene
ventaja comparativa en la producción de abrigos. Obsérvese que, si no hay comercio internacional, el
precio de los abrigos españoles equivaldrá (relación interna de intercambio) al de 2,5 pares de
zapatos, mientras que a los franceses les costará un abrigo lo mismo que 3,5 pares de zapatos. Es
decir, a los franceses les resultan más caros los abrigos, en comparación con los zapatos, que a los
españoles. Un contrabandista despabilado podría intentar sacar provecho de la situación llevando
abrigos españoles a Francia y zapatos franceses a España.
Si la empresa española dedica todos sus trabajadores a fabricar abrigos y la francesa los suyos a
producir zapatos el resultado conjunto será de setecientos pares de zapatos, todos franceses, y
ciento cuarenta abrigos, todos españoles. El resultado conjunto sigue siendo superior al que se
conseguiría si no fuese posible la especialización. Ambos países podrán disponer de más zapatos y
más abrigos que antes. Ambos países saldrán beneficiados.
Obsérvese que si alguno de los países estableciera barreras aduaneras que impidieran los
intercambios ambos países saldrían perjudicados. Algunos grupos de presión españoles podrían
pedir el establecimiento de dichas barreras en defensa de la industria nacional de zapatos. Grupos
similares pedirían en Francia la protección de su industria de abrigos. Estas tendencias
proteccionistas suelen tener desgraciadamente buena acogida social. Pero los ciudadanos partidarios
del proteccionismo no se dan cuenta de que la protección de industrias ineficientes se realiza a costa
de industrias más eficientes que serán las perjudicadas. En nuestro ejemplo, la protección de la
industria española de zapatos perjudicaría a la industria española de abrigos. En general todos los
ciudadanos del país se verían perjudicados por el establecimiento de barreras comerciales ya que su
disponibilidad de productos sería menor.
Esta fórmula está mostrando una tentadora forma de mejorar la RRI: manipulando el tipo de cambio.
Si, siguiendo el ejemplo, el cambio pesetas/francos disminuye, la RRI aumentará con el consiguiente
aumento de nuestro bienestar. En otras palabras, si hacemos que con nuestras pesetas se puedan
conseguir más francos que antes, podremos obtener así más zapatos franceses a cambio del mismo
número de abrigos. Se dice de una moneda que es "fuerte" cuando su tipo de cambio con respecto a
las demás permite una RRI favorable... y mantiene esa relación de forma estable. Es el momento,
pues, de que veamos cómo se determina el tipo de cambio.
Si el precio de una divisa, su tipo de cambio, es alto, habrá poca demanda. Los turistas, al darse
cuenta que tienen que entregar mucho dinero para conseguirla decidirán viajar a otro país; los
importadores encontrarán excesivamente caras las mercancías. Si el tipo de cambio baja, la cantidad
demandada de divisas aumentará. Es decir, la función de demanda de divisas es decreciente como la
de todos los bienes. La oferta de divisas manifestará un comportamiento igualmente lógico: cuando el
tipo de cambio sea alto se ofrecerá más cantidad de divisas que cuando sea bajo.
Una peculiaridad destacada de los mercados de divisas es la posibilidad de que los bancos centrales
intervengan manipulando los tipos de cambio. Cualquier fluctuación en los tipos de cambio es
considerada indeseable ya que provoca inseguridad y puede desalentar el comercio internacional. Es
por ello que durante largos períodos históricos los mercados de divisas han estado funcionando en
sistemas de cambios fijos, en los que los bancos centrales intervenían para mantener los tipos.
El sistema de patrón oro ha adoptado diversas formas durante el período de su vigencia, más de
siglo y medio. La forma más pura, el patrón-moneda oro, fue el más extendido durante el siglo
diecinueve y hasta la Primera Guerra Mundial. Después aparecieron diversas variedades como el
patrón-lingote y los patrones de cambios, entre ellos el sistema del FMI.
El Patrón-Oro
Aunque han existido también el patrón plata y el bimetalismo, el sistema más característico de tipos
de cambio fijo es el del patrón oro. El funcionamiento de este sistema requiere que el país que
desee integrarse establezca un precio oficial del oro en su moneda y se comprometa a comprar y
vender a ese precio todo el metal que se le ofrezca o se le demande, permitiendo a la vez su libre
importación y exportación. Los tipos de cambio quedan determinados por la relación entre los precios
oficiales del oro en cada divisa.
La principal virtud del patrón oro era su capacidad de reajustar automáticamente los desequilibrios en
las balanzas de pagos. Si las exportaciones de un país eran
superiores a sus importaciones, recibía oro (o divisas
convertibles en oro) como pago y sus reservas aumentaban
provocando a la vez la expansión de la base monetaria. El
aumento de la cantidad de dinero en circulación corregía
automáticamente el desequilibrio por dos vías, haciendo crecer
la demanda de productos importados y provocando inflación lo
que encarecía los productos nacionales reduciendo sus
exportaciones. Si, por el contrario, el comercio exterior del país
era deficitario, la disminución de las reservas de oro provocaba
contracción de la masa monetaria reduciendo la demanda
interior de bienes importados y abaratando los productos nacionales en el exterior.
Pero el sistema tenía también serios inconvenientes. El país cuyo déficit exterior provocaba
contracción de la masa monetaria sufría una fuerte reducción de su actividad económica
generalizándose el desempleo. Los países con superávit podían prolongar su privilegiada situación
"esterilizando el oro", impidiendo que el aumento en sus reservas provocase crecimiento en la
circulación monetaria e inflacion.
Tras la Segunda Guerra Mundial, en el mes de julio de 1944, delegados de cuarenta y cuatro países
se reunieron en Bretton Woods, en los Estados Unidos, para establecer un sistema monetario que
pusiera orden en los mercados cambiarios y favoreciese el comercio internacional. Uno de los
acuerdos adoptados en aquella reunión fue la creación del Fondo Monetario Internacional, entre
cuyos fines está el establecimiento de un sistema multilateral de pagos que proporcione estabilidad
en los tipos de cambio.
De allí surgió un sistema de tipos de cambio fijos pero ajustables en el que el dólar jugaba un
papel central. Los Estados Unidos fijaban el precio del oro en dólares y se comprometían a comprar y
vender el oro que se le ofreciese o demandase a ese precio. Las demás monedas fijaban sus tipos de
cambio con respecto al dólar. Los bancos centrales de los países adheridos al sistema se
comprometían a intervenir en los mercados de divisas para mantener el tipo de cambio de su
moneda.
Si las importaciones son superiores a las exportaciones, el país estará demandando más divisas que
la cantidad de moneda nacional que están demandando los extranjeros. Ese comportamiento en los
mercados de divisas presiona hacia la depreciación de la moneda del país. En esas situaciones el
banco central debía intervenir para evitar la fluctuación en los tipos de cambio, vendiendo divisas de
sus reservas a cambio de su moneda. Pero esa solución era válida sólo a corto plazo ya que las
reservas de divisas son limitadas. Si las causas que provocaban el exceso de importaciones sobre las
exportaciones permanecían a largo plazo, el país debía devaluar el tipo de cambio oficial de su
moneda. Obsérvese el distinto uso que tienen las palabras depreciación —presión ejercida por las
fuerzas del mercado— y devaluación —decisión política adoptada por las autoridades del país.
En el caso de que las exportaciones superen a las importaciones, el volumen de las reservas del país
tiende a aumentar. Si ese flujo resultaba excesivo las autoridades podían revaluar la moneda. Pero
como generalmente se considera que los superávits comerciales indican una eficiente política
económica y conducen a un mayor nivel de vida, los gobiernos eran reacios a adoptar esa decisión.
El sistema del FMI presentaba muchos inconvenientes. Cuando existían dudas sobre la estabilidad
de una moneda y se creaban expectativas de una posible devaluación (o revaluación), la oferta (o la
demanda) de esa moneda en los mercados de divisas presionaba con tanta fuerza que obligaba al
reajuste; al confirmarse las expectativas, los especuladores obtenían pingües beneficios por lo que se
estaban estimulando desplazamientos internacionales de capitales que resultaban bruscos y
desestabilizadores.
El crecimiento del comercio internacional requería una gran liquidez que no podía seguir dependiendo
de la política monetaria de los Estados Unidos. En el año 1971 se suspendió la convertibilidad del
dólar en oro con lo que este metal dejó de tener relación legal alguna con los sistemas financieros.
Durante un par de años más el sistema internacional siguió teniendo al dólar como patrón, hasta que
en 1973 se decidió permitir la libre flotación de las monedas en los mercados de divisas.
La balanza de pagos
La Balanza de Pagos es un documento contable que presenta de manera resumida el registro de las
transacciones económicas llevadas a cabo entre los residentes de un país y los del resto del mundo
durante un período de tiempo determinado que normalmente es un año. Utilizaremos aquí las
especificaciones del Quinto Manual de Balanza de Pagos elaborado por el FMI, que son las utilizadas
con mayor o menor fidelidad por la mayoría de países. Como ejemplo utilizaremos los datos de la
economía española tal como los elabora el Banco de España. Los países europeos siguen las
normas del FMI con algunas normas adicionales
específicas que permiten la elaboración por el
Banco Central Europeo de una Balanza conjunta.
El BCE define la Balanza de Pagos como "la
estadística que recoge, con el desglose apropiado,
las transacciones transfronterizas durante el
período del calendario al que se refieren, mensual,
trimestral o anual".
En realidad, en España, más de la mitad del importe de la cuenta de servicios es debido al turismo.
En concreto, la cuenta del servicios de ese mismo año fue:
En la cuenta de rentas, los ingresos son las rentas percibidas por los propietarios de factores
(trabajo o capital) españoles empleados en el extranjero, mientras que los pagos son las rentas que
enviamos a extranjeros propietarios de factores productivos (trabajo o capital) empleados en nuestro
país. Las rentas del trabajo recogen la remuneración de trabajadores fronterizos, estacionales y
temporeros. Es una rúbrica en la que la información que se obtiene nunca será muy precisa ya que,
además de que muchas pequeñas rentas no se declararán, parte del total de las rentas se gastará en
el país de origen.
SALDOS
VNP VNA
VNP-VNA
Las inversiones directas son aquellas en las que el inversor está guiado por el objetivo de obtener
una rentabilidad permanente e influencia en los órganos de dirección de la empresa invertida.
Las inversiones de cartera son las adquisiciones de valores negociables cuando representen un
porcentaje menor de la empresa invertida. El umbral lo establece el FMI en el 10% del capital.
Los derivados financieros incluyen las opciones, los futuros financieros, los warrants, ya sean sobre
acciones o sobre valores, las compraventas de divisas a plazo, los acuerdos de tipos de interés futuro
(FRA), las permutas financieras de moneda o de tipos de interés y cualquier otra permuta financiera o
swap , sea sobre índices, cotizaciones medias, o cualquier otra clase de activos.
La cuenta de variación de reservas del Banco de España era, hasta la creación de la UEM, la
contrapartida del conjunto de las operaciones exteriores de los otros sectores. Tras la creación de la
UEM, la variación del saldo de la cuenta del Banco de España con el Eurosistema es, en general, la
principal contrapartida del conjunto de esas operaciones, contrapartida que el Banco de España ha
de ofrecer necesariamente, mientras que la variación de las reservas es el resultado de decisiones
propias ligadas a su política de gestión de sus activos y a las directrices del BCE.
Los fondos de pensiones de los países más ricos han acumulado enormes masas de capital que son
gestionados y encauzados a través de poderosos fondos de inversión internacionales. Las utilización
por estos fondos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) otorgan una
extraordinaria fluidez y volatilidad a las transferencias de capitales.
El quinto manual del Fondo Monetario Internacional sobre Balanza de Pagos recomienda un sistema
de elaboración y presentación de las estadísticas de activos y pasivos financieros externos a la que
denomina "la posición de inversión internacional". Ese tipo de estadísticas se realizaban desde hace
muchos años, pero el nuevo sistema propuesto por el FMI está muy adaptado al moderno
funcionamiento de los mercados de capitales internacionales, a las necesidades de los analistas y a
las exigencias de los organismos económicos internacionales.
El Banco Central Europeo define al PII como el balance anual del saldo de los activos y de los
pasivos financieros transfronterizos en una fecha de referencia.
Las inversiones que se recogen incluyen tanto las directas y de cartera como los préstamos y
depósitos y cualesquiera otros activos y pasivos. Se trata, por tanto, de un concepto amplio que
abarca la totalidad de los activos financieros (inversiones de nuestro país en el exterior) y de los
pasivos (inversiones del exterior en nuestro país).
Para corregir los desequilibrios de la balanza de pagos, los gobiernos tratarán, lógicamente, de
fomentar las exportaciones. Pero para ello, en algunos casos, se sentirán tentados a utilizar medidas
perjudiciales para el resto de los países, por lo que pueden provocar reacciones indeseables.
Además, siempre está la tentación de establecer barreras a las importaciones.
Los acuerdos internacionales para derribar estas barreras no servirán de nada si no hay una voluntad
liberalizadora clara y firme. La imaginación de los dirigentes políticos podrá siempre descubrir nuevos
métodos "no prohibidos" de dificultar las importaciones.
"Freedom" de Mort Künstler. 1985. A finales del siglo XIX y principios del XX, los
emigrantes que pretendían entrar en Estados Unidos eran retenidos en el edificio
que se muestra en el cuadro, situado en Ellis Island, en el puerto de Nueva York.
Los instrumentos de fomento a la exportación son de varios tipos: comerciales, financieros y
fiscales.
El triunfo internacional del sistema de libre comercio está generando una reacción crítica que se
aglutina como movimiento anti-globalización. Los críticos de la globalización consideran que aunque
este fenómeno esté resultando favorable para la prosperidad económica es definitivamente contrario
a los objetivos de equidad social.
La protesta que se manifiesta en enfrentamientos contra los organismos internacionales, FMI, OMC y
otros, es de hecho una reacción contra el excesivo triunfalismo del liberalismo económico que debe
ser tenida muy en cuenta. La voz de las ONG y otros participantes del movimiento anti-globalización
está teniendo un eco en el interior de estos organismos internacionales que cada vez están
mostrando una mayor conciencia de la necesidad de afrontar los problemas sociales globales a la vez
y con el mismo interés que los financieros.
Para juzgar las ventajas y los inconvenientes de la globalización es necesario distinguir entre las
diversas formas que adopta ésta. Algunas formas pueden conducir a resultados positivos y otras a
resultados negativos. El fenómeno de la globalización engloba al libre comercio internacional, al
movimiento de capitales a corto plazo, a la inversión extranjera directa, a los fenómenos migratorios,
al desarrollo de las tecnologías de la comunicación y a su efecto cultural.
Esfera armilar en la biblioteca del Escorial, el monasterio-palacio
construído en el siglo XVI por Felipe II, el emperador "en cuyos
dominios no se pone el sol".
Por ejemplo, la liberalización de los movimientos de capital a corto plazo sin que haya mecanismos
compensatorios que prevengan y corrijan las presiones especulativas, ha provocado ya graves crisis
en diversas regiones de desarrollo medio: sudeste asiático, México, Turquía, Argentina... Estas crisis
han generado una gran hostilidad a la globalización en las zonas afectadas. Sin embargo sería
absurdo renegar de los flujos internacionales del capital que son imprescindibles para el desarrollo.
En cualquier caso, aunque el progreso global facilite la consecución a largo plazo de objetivos
sociales, la especial gravedad de algunos problemas requiere una actuación decidida, sin esperas.
Por otra parte, es posible que los críticos anti-globalización no sean conscientes de los efectos
sociales positivos de ésta. Consideremos por ejemplo el efecto que está teniendo la globalización
cultural, el turismo y los movimientos migratorios sobre el papel de la mujer y los derechos de los
niños en las sociedades más tradicionales.
Una crítica que suele plantearse en los países avanzados es que la globalización reduce los salarios
reales y provoca la pérdida de puestos de trabajo. Los críticos sostienen que la oleada de productos
que requieren mucha mano de obra generados en países en desarrollo de salarios bajos destruye el
empleo en los países industriales. Este argumento se suele utilizar para restringir las importaciones
de los países en desarrollo. En realidad el tema es bastante más complejo. En las últimas décadas,
primero un grupo de países y luego otro han comenzado a abrir su economía y a beneficiarse del
comercio. A medida que estos países prosperan, sus salarios reales aumentan, y dejan de ser
competitivos en una producción que requiere un uso intensivo de mano de obra. No sólo dejan de ser
una amenaza para los trabajadores de los países industriales sino que además se convierten ellos
mismos en importadores de bienes que requieren mucha mano de obra. Este proceso se observó en
Japón en los años setenta, Asia oriental en los ochenta y China en los noventa.
Los beneficios de la globalización casi siempre superan a los perjuicios, pero hay perjuicios y, para
contrarrestarlos, se necesitan instituciones adecuadas. Cuando las empresas de capital extranjero
causan contaminación en los países en desarrollo, la solución no es impedir la inversión extranjera o
cerrar esas empresas, sino diseñar soluciones puntuales y sobre todo organizar la sociedad, con
ministerios, normas medioambientales y un aparato judicial eficaz que las imponga.
El reforzamiento de las instituciones debe producirse también a nivel internacional. El FMI debe
diseñar medidas de previsión y control de los perjuicios causados por los movimientos espasmódicos
de capital a corto plazo. Además, deben actuar de forma más coherente. Por ejemplo, si la OMC
fomenta el libre comercio, no debe aceptar barreras comerciales justificadas por razones sociales. La
lucha contra el trabajo infantil, por ejemplo, no debe basarse en represalias comerciales sino en un
mayor intervencionismo de la Organización Internacional del Trabajo o la Organización Internacional
de la Salud.
Al analizar la distribución geográfica del comercio exterior español destaca en primer lugar la
importancia de las relaciones con los países de la Unión Europea que absorben el 72% de nuestras
exportaciones y proveen el 64% de nuestras importaciones.
La importancia de los países europeos en nuestro comercio exterior es causa y consecuencia lógica
de nuestra pertenencia a la UE. Solicitamos nuestra entrada en los años cincuenta precisamente por
eso, porque ya entonces eran ya nuestros mejores socios comerciales. Desde la entrada de España
en la UE, en 1986, nuestras transacciones comerciales han aumentado de forma importante.
Para detectar la profundidad de los cambios conviene notar que en 1985 EEUU era nuestro principal
proveedor (cerca del 11% de las importaciones procedían de aquel país) y nuestro segundo cliente
(absorbiendo el 10% de nuestras exportaciones). Si ahora EEUU ha descendido algunos puestos no
ha sido por disminuciones en el volumen de nuestras transacciones con ese país sino porque el
volumen intercambiado con los países europeos ha crecido mucho más.
Contrariamente a lo que se podía esperar de nuestra proximidad cultural,
Latinoamérica había mantenido muy escasas relaciones comerciales con España: el
peso del comercio español con todos los países latinoamericanos era inferior al que
se tenía con los países africanos, más próximos geográficamente. Solo
recientemente ha empezado aumentar y previsiblemente seguirá aumentando. Las
fuertes inversiones de empresas españolas en Latinoamérica y la llegada masiva a
nuestro país de emigrantes latinoamericanos establecen sólidas bases para el
crecimiento de los intercambios comerciales.Los países asiáticos proveen más del
13% de nuestras necesidades, pero el desequilibrio comercial con ese continente es
muy alto. Eso es debido principalmente a que en Asia están contabilizadas las
importaciones petrolíferas procedentes del Golfo Pérsico, pero también a nuestro
déficit comercial con los países de Extremo Oriente, Japón y China incluidos.
Obsérvese entre nuestros proveedores la presencia de varios países proveedores de petróleo
(Argelia, Nigeria, Libia y México) indicativa de la política de diversificación que se sigue para
garantizar nuestro suministro y evitar una excesiva dependencia.
EXW, FCA, FOB, FAS, CFR, CIF, CPT, CIP, DAF, DES, DEQ, DDU, DDP
Estos trece términos estandarizados facilitan el comercio internacional al permitir que agentes de
diversos países se entiendan entre sí. Son términos usados habitualmente en los contratos
internacionales y cuya definición está protegida por copyright de ICC.
En esta página se ofrece una definición básica de su significado. Para su correcto uso es necesario
conocer y comprender los derechos y obligaciones que confieren a los compradores y vendedores, lo
que no se explicita en esta página. Esa información puede obtenerse de ICC www.iccwbo.org.
EXW
EXW
(Ex-works,ex-factory,ex-warehouse,ex-mill.)
El vendedor ha cumplido su obligación de entrega al poner la mercadería en su fábrica, taller, etc. a
disposición del comprador. No es responsable ni de cargar la mercadería en el vehículo
proporcionado por el comprador ni de despacharla de aduana para la exportación, salvo acuerdo en
otro sentido. El comprador soporta todos los gastos y riesgos de retirar la mercadería desde el
domicilio del vendedor hasta su destino final.
FCA
FOB
(Free-on-Board-Libre-abordo)
Va seguido del puerto de embarque, ej. FOB Algeciras. Significa que la mercadería es puesta a bordo
del barco con todos los gastos, derechos y riesgos a cargo del vendedor hasta que la mercadería
haya pasado la borda del barco, con el flete excluído. Exige que el vendedor despache la mercadería
de exportación. Este término puede usarse solamente para el transporte por mar o vías acuáticas
interiores.
FAS
Labreviatura va seguida del nombre del puerto de embarque. El precio de la mercadería se entiende
puesta a lo largo (costado) del navío en el puerto convenido, sobre el muelle o en barcazas, con todos
los gastos y riesgos hasta dicho punto a cargo del vendedor. El comprador debe despachar la
mercadería en aduana. Este término puede usarse solamente para el transporte por mar o vias
acuaticas.
La abreviatura va seguida del nombre del puerto de destino. El precio comprende la mercadería
puesta en puerto de destino, con flete pagado pero seguro no cubierto. El vendedor debe despachar
la mercadería en Aduana y solamente puede usarse en el caso de transporte por mar o vías
navegables.
CPT
(Carriage-baid—Transporte-Pagado-Hasta)
El vendedor paga el flete del transporte de la mercadería hasta el destino mencionado. El riesgo de
pérdida o daño se transfiere del vendedor al comprador cuando la mercadería ha sido entregada al
transportista. El vendedor debe despachar la mercadería para su exportación.
DAF
(Delivered-at-Frontier-Entregado-enfrontera)
El vendedor cumple con su obligación cuando entrega la mercadería, despachada en aduana, en el
lugar convenido de la frontera pero antes de la aduana fronteriza del país colindante. Es fundamental
indicar con precisión el punto de la frontera correspondiente.
DES
(Delivered-exShip-Entregada-sobre-buque)
El vendedor cumple con su obligación cuando pone la mercadería a disposición del comprador a
bordo del buque en el puerto de destino, sin despacharla en aduana para la importación.
DEQ
DDU
(Delivered-Duty-Unpaid-Entregada-derechos-no-pagados)
El vendedor cumple con su obligación cuando pone la mercadería a disposición del comprador en el
lugar convenido en el país de importación. El vendedor asume todos los gastos y riesgos
relacionados con la entrega de la mercadería hasta ese sitio (excluídos derechos, cargas oficiales e
impuestos), así como de los gastos y riesgos de llevar a cabo las formalidades aduaneras.
DDP
(Delivered-Duty-Paid-Entregada-derechos-pagados)
El vendedor asume las mismas obligaciones que en D.D.U. más los derechos, impuestos y cargas
necesarias para llevar la mercadería hasta el lugar convenido.
3.6.CRISIS ECONOMICA
1. CICLOS ECONÓMICOS
Se llaman ciclos económicos a las fluctuaciones de la actividad global, caracterizada por la
expansión o la contracción simultánea de la producción en la mayoría de los sectores.
Una definición más actual del ciclo económico es aquélla que dice que hay ciclos económicos
cuando el producto nacional observado aumenta en relación al producto potencial -que es la
producción que alcanzaría un país si todos los recursos estuvieran empleados plenamente- (una
expansión) o disminuye en relación a él (contracción o recesión).
El comportamiento cíclico de la actividad económica se puede medir con muchas magnitudes no
sólo con la producción nacional, sino también con la tasa de inflación, la tasa de desempleo, el
número de quiebras, la creación de negocios, la medida del déficit público, etc.
Los ciclos económicos no son idénticos, tanto en lo que se refiere a su duración como a la
intensidad; pero estos movimientos, que en principio parecen erráticos, se pueden descomponer en
movimientos que constituyen una sucesión de fases ascendentes y descendentes.
4. CAPITALISMO
El capitalismo es un sistema económico en el que predomina el capital sobre el trabajo como
elemento de producción y creador de riqueza, pudiendo dicho capital ser propiedad de personas
jurídicas o de personas naturales no asociadas empresarialmente a otras.
Para definir al capitalismo es necesario definir sus principios básicos, ya que no existe un consenso
sobre su definición. Generalmente, el capitalismo se considera un sistema económico en el cual la
propiedad privada desempeña un papel fundamental. Este es el primero de los principios básicos del
capitalismo. Se incluyen también dentro de éstos la libertad de empresa y de elección, el interés
propio como motivación.
Sobre la propiedad privada, el capitalismo establece que los recursos deben estar en manos de
las empresas y personas particulares, de esta forma, a los particulares se les facilita el uso, empleo y
control de los recursos que utilicen en sus labores productivas.
Como consecuencia de lo anterior, los particulares podrán utilizar los recursos como mejor les
parezca.
La libertad de empresa propone que las empresas sean libres de conseguir recursos económicos
y transformarlos en una nueva mercancía o servicio que será ofrecido en el mercado que éstas
dispongan. A su vez, son libres de escoger el negocio que deseen desarrollar y el momento para
entrar o salir de éste.
La libertad de elección se aplica a las empresas, los trabajadores y los consumidores, pues la
empresa puede manejar sus recursos como crea conveniente, los trabajadores pueden realizar un
trabajo cualquiera que esté dentro de sus capacidades y los consumidores son libres de escoger lo
que desean consumir, buscando que el producto escogido cumpla con sus necesidades y se
encuentre dentro de los límites de su ingreso.
5. FLUCTUACIONES
Se denomina fluctuaciones a los movimientos caracterizados por olas periódicas de dilatación y
contracción que no tienen un lapso fijo. Se distinguen entonces de las fluctuaciones estacionales, por
la naturaleza de su ritmo: las estaciones (por ejemplo las estaciones del año) tienen ritmo fijo o
regular, en cambio las fluctuaciones cíclicas tienen un ritmo variable o irregular, aunque un modelo
fácil de reconocer.
Aun cuando los ciclos no se desenvuelven en períodos fijos de tiempo ni en secuencias regulares
de sucesos, pueden ser medidos.
La estadística proporciona recursos para diferenciar las estaciones de los ciclos y para descartar
de una serie cronológica las variaciones estacionales y las tendencias a largo plazo y aislar así las
fluctuaciones cíclicas, permitiendo además determinar variables que influyen o determinan el ciclo.
Aunque los estudios a largo plazo pueden encontrar la duración promedio de determinada
fluctuación cíclica, es imposible predecir la duración de cada ciclo, la cual no puede deducirse del
promedio, ni de la duración del ciclo anterior ni de la de algún grupo de ciclos precedentes.
En cambio es posible determinar el carácter necesario o inevitable de determinadas fluctuaciones
cíclicas, cuya necesidad y desenvolvimiento concreto, resultan por una parte de la compleja
interrelación de múltiples variables y por otra, de la unidad de indisoluble de la determinación y la
probabilidad, que caracteriza la vida económica.
BALANZA DE PAGOS
RESUMEN GENERAL
(MILLONES DE US $)
(*) Un signo positivo indica una disminución del activo o aumento del pasivo correspondiente. Un
signo negativo indica un aumento del activo o disminución del pasivo correspondiente.
Fuente: Banco Central de Venezuela.
3.7.POLITICA ECONOMICA
La política económica, entonces, consiste en el que el Gobierno emplea sus poderes legítimos
manipulando diversos instrumentos, con el fin de alcanzar onjetivos socio-económicos
previamente establecidos. La política económica tiene distintos objetivos, dentro de los cuales
se puede decir que los principales son:
Cada área provee al gobierno de distintos instrumentos de política fiscal y monetaria. Además
algunos autores reconocen la existencia de otras áreas de política económica y otros distintos
instrumentos.
ECONOMÍA POLÍTICA
Ciencia que trata del desarrollo de las relaciones sociales de producción. Estudia las leyes
económicas que rigen la producción, la distribución, el cambio y el consumo de los bienes
materiales en la sociedad humana, en los diversos estadios de su desarrollo. La economía
política es una ciencia histórica. Revela las condiciones y causas del origen, evolución y
cambio de unas formas sociales de producción por otras, más progresivas. La economía
política roza los intereses económicos y políticos fundamentales de los hombres, de las
diversas clases de la sociedad y, en las formaciones antagónicas de clase, es campo de una
aguda lucha clasista. Por esto no existe ni puede existir una economía política única para
todas las clases.
La economía política surgió en la época del régimen esclavista como ciencia que trata de la
administración de la hacienda doméstica. A este significado inicial se debe el nombre de la
ciencia, derivado de los palabras griegas “politeia” y “oïkonomia” (“politeia”: organización
social; “oïkos”: casa, hacienda; y “nomos”: ley). La economía política empezó a desarrollarse
como ciencia independiente al nacer el modo de producción capitalista. A ese período
corresponden las primeras tentativas de interpretar teóricamente y elucidar varios fenómenos
del capitalismo. En los siglos XVI-XVIII, surgió y se desarrolló la corriente del pensamiento
económico y de la economía política conocidos con el nombre de mercantilismo . Los
mercantilistas, centrando su atención en los fenómenos superficiales de la vida económica de
la sociedad, atribuyeron un significado decisivo a la esfera de la circulación, al comercio, al
dinero, como fuente única de la riqueza. En el período en que se forma el modo capitalista de
producción , cuando la burguesía era todavía una clase ascendente y desempeñaba un papel
progresivo en la lucha contra el feudalismo, cuando las contradicciones entre la burguesía y el
proletariado aún no se habían desarrollado, surgió y se estructuró la economía política
burguesa científica o clásica. Sus fundadores, W. Petty , A. Smith r) y D. Ricardo , iniciaron la
investigación científica del modo capitalista de producción, hicieron muchos descubrimientos
importantes en la elucidación de las leyes que rigen la producción social y la distribución de
los bienes materiales. Sin embargo, la limitación burguesa y el insuficiente desarrollo del
capitalismo impidieron a los clásicos de la economía política burguesa descubrir la esencia
explotadora y el carácter históricamente transitorio del capitalismo, poner al desnudo las
contradicciones antagónicas del mismo. Desde el momento en que la lucha de clases del
proletariado empezó a amenazar la existencia del capitalismo, la economía política burguesa
clásica cedió su puesto a la economía política vulgar, es decir, no científica, que domina en el
mundo capitalista hasta el presente. Sus primeros representantes, J. B. Say, T. R. Malthus , J.
S. Mill , MacCulloch y otros, suplantaron el conocimiento científico de los fenómenos
económicos por la descripción de sus nexos puramente externos, superficiales, con miras a la
intencionada defensa del régimen capitalista. Cuando aparece el marxismo, la tarea principal
de los economistas vulgares estriba en refutarlo. Utilizando el anticomunismo como principal
arma político-ideológica del imperialismo, la economía política burguesa contemporánea
dirige burdos y primitivos ataques contra el socialismo científico y los países socialistas,
inventa nuevas impugnaciones “científicas” del marxismo, intenta adaptar la doctrina
económica marxista—leninista a les nuevas necesidades de la apología del capitalismo actual.
En las condiciones a que da origen la lucha entre los dos sistemas mundiales—el socialista y
el capitalista—, los economistas burgueses consideran, que su principal tarea estriba en
conservar por todos los medios el capitalismo, presentarlo como capitalismo “popular” del
que se afirma que ha perdido su naturaleza capitalista y se ha convertido poco menos que en
socialismo, con lo que pretenden evitar su hundimiento inevitable. Estudiando el modo
capitalista de producción y aprovechando con espíritu crítico los elementos científicos de la
economía política burguesa clásica, Marx y Engels crearon, por primera vez, la economía
política proletaria, auténticamente científica, que se convirtió en importantísima parte
integrante del marxismo — leninismo. El marxismo llevó a cabo un cambio radical,
revolucionario, en la economía política. Allí donde los economistas burgueses veían
relaciones entre las cosas, Marx descubrió relaciones entre los hombres, entre las clases
sociales, relaciones económicas de producción. Son, precisamente, las relaciones de
producción entre los hombres, en cuanto las relaciones fundamentales y decisivas de todas las
relaciones sociales, las que constituyen el contenido de los fenómenos sociales, objeto de
estudio de la economía política. Frente a los economistas burgueses, que consideran el modo
capitalista de producción como perpetuo, invariable y plenamente concordé con la naturaleza
y los intereses del hombre, la economía política proletaria descubrió los leyes internas del
origen, desarrollo e inevitable hundimiento del capitalismo, por primera vez demostró
científicamente la limitación del capitalismo, su carácter históricamente transitorio.
6. Contenido
Se refiere a las múltiples actividades que el Estado desarrolla en el campo financiero. Se
incluyen dentro del D.F los siguientes sectores:
1) La ordenación jurídica de los recursos económicos del Estado.
2) Normas que regulan la gestión financiera. Están comprendidas en ella la ordenación jurídica
del presupuesto del Estado y la de los actos administrativos mediante los cuales se obtienen los
ingresos y se ordenan los gastos, y los pagos que se originan en el cumplimiento de los servicios
públicos.
De lo anterior se desprende que para el D.F.la hacienda pública es un ciclo entre ingresos y
gastos públicos, relacionados entre sí por medio de un plan jurídico exteriorizado en forma contable y
monetaria, que el el presupuesto, cimiento básico de toda la actividad económica del Estado. Por ello
son objeto especial de estudio los postulados fundamentales del presupuesto, su naturaleza jurídica y
su proceso vital.
También se puede nombrar la teoría del gasto público, que consiste en el procedimiento de
aplicación de los ingresos a los fines del Estado, surgiendo relaciones activas cuyo modelo es la
relación jurídico-tributaria y relaciones pasivas, inversas en su estructura a la anterior.
Por otro lado incluye la relación entre los ingresos y gastos del Estado expresado por medio de
un plan jurídico de actuación, que exige una organización administrativa adecuada que se pueda
relacionar con los particulares y sea especialmente fiscalizada para observar el principio de legalidad.
6.1. La juridicidad del gasto público en la República Argentina
Tiene una triple manifestación:
a) Ley de Administración Financiera del Sector Público Nacional (L.24.156) Según la cuál
los presupuestos comprenderán todos los recursos y gastos previstos para el ejercicio, los
cuales figurarán por separado y por sus montos íntegros, sin compensaciones entre sí (Art.
12)
b) Ley Anual de Presupuesto General de la Nación, se presenta al momento de la
planificación, cálculo o estimación del gasto.
c) La tercera manifestación está referida a un momento posterior al de su ejecución o
materialización y se identifica con la verificación o control de su adecuada gestión, lo cual es
establecido por disposición constitucional como “Cuenta de inversión”
6.2. La juridicidad de los recursos públicos en la normativa argentina
a) Ley de Administración Financiera (L.24.156 y cc.) contiene importantes disposiciones
generales respecto a los recursos públicos en general.
b) La ley mencionada proporciona el significado de lo que se debe entender como “recursos” en
el campo presupuestario además de sus clasificaciones y otros aspectos.
c) Cuando se ejecuta el presupuesto impera el principio de las cifras brutas estando prohibidas
las compensaciones. (P.ej, no se puede descontar del producido de los impuestos nacionales
el costo de funcionamiento del órgano recaudador, AFIP)
d) Los tributos dependen de leyes ajenas al presupuesto y su regulación jurídica es estudiada
por el derecho tributario, en el cual adquiere importancia decisiva el principio de legalidad.
El resto de los recursos estatales se rige, a su vez, por normas jurídicas diferentes, pero en
todas ellas está presente dicho principio de legalidad.
12. El reglamento
Reglamentos son las disposiciones emanadas del Poder Ejecutivo que regulan la ejecución de
las leyes, el ejercicio de las facultades propias y la organización y funcionamiento de la
Administración en general.
Conforme al Art. 99 inc.2 de nuestra C.N. es atribución del presidente de la Nación, quien
cuidará de no alterar el espíritu de la ley que se reglamenta.
El reglamento contiene también normas jurídicas aun cuando no emana del Poder Legislativo
sino del Poder Ejecutivo.
Los decretos que regulan la ejecución son denominados decretos de ejecución. Se
caracterizan por ser normas secundarias o complementarias que tienden a facilitar la aplicación o la
ejecución de una ley. Si se dictara una ley que prohibiera al Poder Ejecutivo reglamentarla, tal
prohibición sería incostitucional.
Las leyes tienen vigencia y operatividad desde el momento de su promulgación,
independientemente de que se haya dictado o no su decreto reglamentario.
También existen otros decretos llamados decretos autónomos. Se trata de una categoría muy
limitada de decretos. El PEN puede autolimitar sus propias facultades discrecionales mediante el
dictado de estos reglamentos. Así, el decreto 1759/92, de recursos y procedimientos administrativos,
es un reglamento autónomo porque regla la actividad administrativa tendiente a la revisión y el control
de los propios actos.
La facultad corresponde originariamente al Poder Ejecutivo, o sea, al presidente de la Nación,
pero se puede delegar a órganos especializados ante problemas técnicos complejos. Conforme al
decreto 618/97, la AFIP en su Art. 7 preceptúa que el administrador federal está facultado para
impartir normas generales obligatorias para los responsables tributarios y terceros, en las materias en
las cuales las leyes autorizan a la Administración Federal de Ingresos Públicos a reglamentar la
situación de aquéllos frente a la Administración.
Estas normas entran en vigor desde la fecha de su publicación en el B.O., salvo que ellas
determinen una fecha posterior, y regirán mientras no sean modificadas por el propio administrador
federal o por el Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos.
El mencionado decreto 618/97 confiere también al administrador la función de interpretar con
carácter general las disposiciones del decreto recién citado y las normas que establecen o rigen la
percepción de gravámenes a cargo de la AFIP. Estas interpretaciones pasan a ser de cumplimiento
obligatorio, entonces pasan a tener una función reglamentaria (Art. 8 decr.618/97)
En materia financiera no tributaria hay importantes reglamentos como el Decr.2666/92,
reglamentario de la ley 24.156. Complementan la legión financiera entre otros: el decr.1215/92,
decr.2629/92, decr.1139/93, decr.1024/95, decr.340/96.
A estos decretos se suman reglamentos de ejecución en materia financiera que emanan de
otros organismos. Así por ejemplo tenemos la resolución 1/93 de la Secretaría de Hacienda y
resolución 358/92 y la 238/96 dictadas por la misma entidad.
Los códigos tributarios provinciales y municipales otorgan a los respectivos organismos
impositivos facultades semejantes a las concedidas en el orden nacional.
Recursos públicos
1. Concepto y definiciones
Los estudios sobre los recursos públicos son más antiguos y más profundos que las teorías
relativas a los gastos públicos.
Al respecto se expresaron: los cameralistas, los fisiócratas y el liberalismo económico, quienes
dieron una trascendental importancia a los recursos públicos, relacionándolos con sus distintas
concepciones filosóficas acerca del rol del Estado.
Actualmente, los ingresos públicos son obtenidos por el Estado de muy diversas maneras,
explotando sus propios bienes patrimoniales, empleando su poder coactivo y contratando
empréstitos, recibiendo ayudas y donaciones, aplicando penalidades, etc.
Esta gran variedad de fuentes ha causado dificultades en cuando a la conceptualización y
clasificación de ellos, lo cual implica la circunstancia de que se hayan producido tantas posturas
disímiles en los temas señalados.
Muchas y muy diversas han sido las definiciones ensayadas para precisar los rasgos distintivos
de los recursos públicos, la mayoría de las cuales vinculan a tales ingresos con las nociones de
satisfacción de necesidades públicas o con la prestación de servicios públicos.
Las concepciones de Adam Smith, Gustavo Ingrosso y Adolfo Atchabahian se tornan
incompletas dado que conectan indefectiblemente el concepto de recursos públicos con las
erogaciones necesarias para cubrir los recursos públicos, aunque desde el punto de vista doctrinal el
autor comparte tales conceptos, la realidad indica el creciente uso de las muy objetables “finanzas
extrafiscales”.
Por lo cual, se considera adecuado definir a las finanzas públicas como aquellas riquezas que
se devengan a favor del estado para cumplir sus fines y que en tal carácter ingresan en su Tesorería.
Los ingresos devengados a favor del Estado se suelen designar indistintamente con las
palabras recurso, ingreso o entrada.
La voz recurso ha sido y es la más usada, no obstante quizás esta palabra se originó en una
mala traducción de las leyes francesas.
Se sostiene que el empleo de las palabras entrada o ingreso no entraña ceñirse exclusivamente
al ingreso de presupuesto de caja, que conceptúa como ingresos a los realmente entrados en el
Tesoro público, porque esas voces se pueden aplicar no sólo al acto material del ingreso de los
fundos a la Caja del Estado, sino que con sentido jurídico, también pueden designar el derecho del
estado a percibir ingresos o a hacerlos entrar efectivamente a la Caja del Tesoro.
El autor discrepa con la posición anterior dado que considera correcto diferenciar la palabra
recurso que tiene el carácter de toda suma devengada, de las palabras ingresos o entradas.
2. Evolución histórica
En las haciendas del mundo antiguo, las necesidades financieras eran cubiertas mediante
prestaciones de los súbditos y de los pueblos vencidos, con rentas patrimoniales y por medio de
monopolios estatales. Había un neto predominio de los ingresos patrimoniales provenientes de bienes
del dominio particular del monarca, tales como minas tierras. No se distinguía entre patrimonio del
Estado y patrimonio particular del soberano.
Sin embargo, hubo en esas épocas rudimentos de tributación por ejemplo, en el Antiguo Egipto
en la era de los Ptolomeos, en Grecia en la época de Pericles y en Roma en los años de Julio César.
Durante la Edad Media el patrimonio del Estado continuó confundido con el del soberano y era
la principal fuente de recursos, ya que los tributos perdieron toda la importancia y se convirtieron en
fuentes excepcionales de ingresos. Funcionaba el sistema de regalías, contribuciones que se debían
pagar al soberano por concesiones generales o especiales que el rey hacía a los señores feudales
(ej, el derecho de acuñación de moneda o el derecho de utilización de agua). También se difundieron
las tasas que los súbditos debían pagar a los señores feudales por determinados “servicios” que
éstos prestaban). Así, los vasallos debían pagar tributos para que los señores les permitieran ejercer
profesiones o empleos, para transitar ciertas rutas o cruzar los puentes. Veamos que continúa
predominando el carácter patrimonial de los ingresos.
La formación gradual de los grandes Estados motivó profundas transformaciones en el sistema
del ingreso público. En lugar de ser pagada por el señor, la “ayuda” era percibida por el rey
directamente de los habitantes de los diversos dominios señoriales. Si bien fueron ayudas, se tendió a
darles carácter permanente lo cual el rey aprovechó para recaudar anualmente la misma. Este
sistema de ayudas feudales hizo surgir la concepción del impuesto moderno.
Sin embargo, la concepción del impuesto sufrió profundas variantes. Primitivamente, el
impuesto se fundamentaba sólo en la soberanía absoluta del rey. Esta arbitrariedad (que predominó
entre los siglos XVI y XVII) comenzó a despertar la resistencia de las clases menos pudientes, que
eran más castigadas por el autoritarismo. Con posterioridad a la Revolución Francesa surgieron ideas
liberales, que repudiaban la discrecionalidad y el autoritarismo y querían encontrar justificativos éticos
en el impuesto, considerándolo como un precio que se pagaba al Estado por los servicios generales
que éste prestaba con la idea de graduar ese precio según la potencialidad económica de los
ciudadanos. En el siglo XIX el Estado obtenía la mayor parte de sus ingresos de los recursos
tributarios.
En el siglo XX, el Estado Moderno asumió ciertas actividades económicas e industriales antes
desconocidas, y la empresa pública pasó a constituirse en fuente de ingresos. El fracaso del
intervencionismo y el advenimiento del neoliberalismo adaptado al nuevo esquema globalizado
revistieron esta tendencia.
7. Precios públicos
Son aquellos ingresos que tienen como característica central la de ser contraprestaciones por
los bienes y servicios prestados por el Estado en el campo económico y que, reconocen su fuente en
el consentimiento del obligado y su causa de ventaja o provecho que le proporciona la prestación
estatal.
Esta cuestión ha sido enfatizada por la doctrina la cual no ha uniformado opinión acerca de su
naturaleza y diferenciación con las tasas.
Se habla de precios privados cuando son convencionalmente establecidos con arreglo a las
leyes de mercado por lo cual no tienen carácter tributario.; de precios públicos si son establecidos
unilateralmente en forma diversa a la del mercado pero con el propósito de cubrir gastos públicos. Por
último, son precios políticos cuando se fijan tarifas inferiores al costo de producción de los servicios
mínimos.
En criterio del autor considerar precio a las sumas cobradas por empresas y órganos estatales
que no impliquen la retribución de funciones públicas divisibles o servicios públicos absolutos. Por
ende, estos ingresos no revisten carácter tributario, al no existir ejercicios de facultades inherentes a
la soberanía sino razones de oportunidad económica o política.
8. Recursos gratuitos
El Estado puede obtener ingresos de la entrega no onerosa de bienes por parte de terceros, sin
que el Estado utilice su poder de imperio.
Estos pueden provenir de particulares (ej, donaciones, legados, etc); de entes internacionales
o de Estados extranjeros (ej, ayudas internacionales para reconstrucción por daños bélicos)
Los ingresos derivados de los recursos gratuitos son de escasa importancia cuantitativa y de
irregular percepción.
9. Recursos tributarios
La mayor parte de los ingresos provienen de las detracciones coactivas de riqueza
denominadas “tributos”.
Los principios aplicables para distribuir la carga del tributo son: capacidad contributiva,
contraprestación, beneficio, indemnización, expropiación, gratuidad, onerosidad, etc.
Generalmente son en dinero, constituyen prestaciones obligatorias exigidas por el Estado en
virtud de su potestad de imperio, para atender sus necesidades y realizar sus fines políticos,
económicos y sociales. Comprenden los impuestos, las tasas y las contribuciones especiales, siendo
las primeras de mayor significación; las contribuciones especiales, a su vez, incluyen las de mejoras,
y diversos gravámenes que se denominan “contribuciones parafiscales”.
La teoría gradual de los recursos patrimoniales hasta llegar a los recursos tributarios
Según Seligman y Einaudi los recursos patrimoniales constituyen precios que el Estado
percibe por la prestación de servicios en el mercado.
Pero, el Estado no pretende –necesariamente- obtener precios que logren las máximas
ganancias sino que actúa teniendo presentes el interés público y los fines políticos. Por ello, no es
infrecuente que el Estado fije precios menores de los que le brindarían la máxima ganancia.
La parte del costo no cubierta por los usuarios de los servicios la cubren los contribuyentes.
Esto indica que el costo del servicio cuando no esté a cargo de los usuarios deberá ser financiado con
otros recursos, principalmente por impuestos.
Este criterio consiste en considerar precios privados aquellos que el Estado obtiene por ofertar
en el mercado comportándose como un sujeto cualquiera, precios cuasi-privados cuando se
determine según las reglas del mercado, pero asoma un fin público; y precios públicos aquellos
originados por la venta de productos o servicios en el mercado con fines eminentemente públicos que
explican las razones de la asunción de la actividad por empresas públicas.
Ejemplos de precios cuasi-privados son los obtenidos por la explotación de bosques, de precios
públicos, los de las empresas de ferrocarriles o de correos y telégrafos.
Monopolios fiscales
En ciertos casos, el Estado puede crear empresas con carácter de monopolios por expresas
disposiciones legales que no sólo estatuyen la creación de las empresas a cuyo cargo estará la
explotación monopólica, sino que también toman medidas para la prohibición de actividades en
competencia y conminan severas penas para los infractores.
Estos monopolios pueden abarcar actividades primarias (producción agrícola o industria
extractiva), industriales y comerciales. La característica saliente consiste en el ejercicio de la actividad
económica para obtener como recurso toda la ganancia que pueda obtenerse, según las leyes de
monopolio.
Las normas prohibitivas y represivas de las actividades competitivas tienden a lograr
efectividad total o casi del monopolio.
Los recursos que se obtienen por medio de los monopolios fiscales tienen una evidente
similitud con los que consisten en impuestos a los consumos de los artículos mismos.
La similitud del monopolio fiscal con el impuesto al consumo es tal, que puede considerarse el
precio obtenido como la suma del costo más una ganancia normal del empresario más el impuesto al
consumo.
Desde un punto de vista estrictamente económico. De Viti de Marco sostiene que la elección
entre el impuesto al consumo, dejando en manos de empresas privadas la explotación industrial y
comercial, y el monopolio fiscal, depende del nivel de costo al cual el Estado puede efectuar dicha
explotación. Si el costo para el Estado es igual o mayor que el costo para la empresa privada, es
conveniente que el Estado deje la explotación a la empresa privada y se limite a establecer un
impuesto al consumo. Si ese costo fuera menor, entonces sería conveniente el monopolio fiscal.
Empresas mixtas
Son también recursos patrimoniales del Estado los que obtenga de su participación en
empresas mixtas o de participaciones accionarias en sociedades con mayoría privada de capital.
Tales recursos son aleatorios, dado que las empresas pueden no arrojar ganancias. El objetivo
de la preservación del interés público desde adentro de la empresa conjuntamente con la posibilidad
de obtener recursos, no parece fácilmente realizable en teoría, puesto que puede resultar
contradictorio el logro de ambos fines y es posible que se verifique una inconciliable divergencia de
intereses entre el capital y el empresario privado y el capital y la representación estatal.
4. Recursos tributarios
Son aquellos que el Estado obtiene mediante el ejercicio de su poder de imperio o sea por
leyes que crean obligaciones a cargo de sujetos en la forma y cuantía que dichas leyes establezcan.
Tienen la característica de obligatoriedad por imperio de la ley.
Paradoja de la correlación entre Estados absolutos y recursos patrimoniales u ofrendas
voluntarias y entre Estados constitucionales y recursos coercitivos
Puede resumirse en el siguiente esquema:
a) Estado absoluto – recursos patrimoniales y ofrendas al poder público.
b) Estado constitucional – recursos coercitivos.
El segundo esquema se explica por el principio político-institucional según el cual el poder
coercitivo que se reconoce al Estado, sólo puede ejercerse con los límites y garantías de la
Constitución. La ley es la única fuente de las obligaciones tributarias.
Es decir, que los recursos tributarios nacen del poder del Estado pero los acompañan las
limitaciones que la Constitución crea al ejercicio de dicho poder y las garantías que ella establece
para todos los habitantes del país.
5. Las tasas
Generalidades
Es un tributo caracterizado por la prestación de un servicio público individualizado hacia el
sujeto pasivo.
Es un recurso obligatorio cuya fuente es la ley y tiene el carácter de coercitivo, no tiene, pues,
el carácter de precio.
Su importancia presupuestaria es escasa.
Concepto. Controversias
6. Contribuciones especiales
Concepto
Tributos que la ley establece sobre los dueños de inmuebles que experimentan un incremento
de su valor como consecuencia de una obra pública construida por el Estado y otras entidades
públicas territoriales.
Existen casos de tributos establecidos a cargo de grupos de habitantes que gozan de
beneficios especiales no ya por una obra sino por la prestación de un servicio público que no se
individualiza hacia determinadas personas, pero beneficia en forma indirecta y especial a dichos
grupos.
Es éste el caso de los servicios municipales de alumbrado público y de barrido. Se prestan en
general, pero los habitantes de los inmuebles sitos a cierta distancia de los focos del alumbrado
público, o frentistas de las calles en que la Municipalidad presta el servicio de barrido, reciben un
beneficio diferencial, por lo cual pueden ser gravados también en forma diferencial para la
financiación del servicio. Estos tributos también son contribuciones especiales.
Jarach no comparte la teoría que incluye en la especie tributaria de la contribución especial a
los aportes y contribuciones de la seguridad social, dado que a pesar de ser cierta la vinculación
causal entre los aportes y los beneficios, esto no constituye una forma de contribución por un servicio
general que les depare un beneficio diferencial. Se trata aquí también, de un impuesto.
El caso de las contribuciones por los beneficios diferenciales obtenidos por los inmuebles en la
zona de influencia de nuevas obras públicas es universalmente aceptado como ejemplo típico de la
contribución especial y recibe el nombre de contribución de mejoras.
2. Clasificaciones
Deuda interna y externa
DEUDA INTERNA DEUDA EXTERNA
Es la contraída en el mercado de capitales del
Aquella que se contrae en el mercado de
país o, si son empréstitos, si se colocan en el
capitales del exterior
mercado interno
Está concebida en moneda del país Concebida en moneda extranjera
Es pagadera en el país Es pagadera en el exterior
Implica económicamente, una deuda de los Representa una deuda de la economía
contribuyentes que pagan impuestos con cuyo nacional hacia los capitalistas extranjeros,
producto el Estado satisface los servicios de la cuyos servicios deben ser cubiertos por el
deuda hacia los capitalistas. esfuerzo productivo del país.
Desde el punto de vista macroeconómico El problema se vincula con la balanza de
como los pagos de los contribuyentes pagos y la situación del país en orden a los
coinciden con los derechos crediticios de los compromisos financieros internacionales.
capitalistas, no hay deuda en la economía
nacional en su conjunto.
El problema gira en torno a la distribución
entre sectores económicos y entre
generaciones
Deuda consolidada
Se caracteriza por elementos formales y otros sustanciales.
Los elementos formales son;
1. Sanción legal de la decisión de emitir la deuda. Ley que debe ser aprobada
por el Poder Ejecutivo en virtud de una ley que lo faculta expresamente.
2. Inscripción de la deuda en el Gran Libro de la Deuda Pública, como medio de
publicidad.
3. Previsión en el Presupuesto de las erogaciones destinadas al servicio de la
deuda por amortización cuando la deuda no es perpetua y por intereses.
En lo sustancial, se caracteriza por constituir una especie de recurso que implica para el
Estado ciertas obligaciones como la de pagar los intereses en los vencimientos respectivos y la
de devolver el capital nominal en el término establecido.
El plazo de duración de la deuda consolidada no es puramente transitorio.
La deuda flotante, cuando se acumula superando los límites de su duración legal y de su
función transitoria, deberá tarde o temprano ser objeto de consolidación con el consentimiento
de los tenedores del crédito, mediante la sustitución por la deuda consolidada.
La deuda consolidada puede consistir en un préstamo de plazo mediano o largo por
alguna institución bancaria o financiera nacional o extranjera, se suele adoptar la forma de
empréstito estipulándose la facultad del acreedor de colocar los títulos entre el público en la
plaza o en las plazas que convengan.
La forma más usual de la deuda consolidada es, los empréstitos públicos.
Estos empréstitos son préstamos de dinero en los que la deuda y el crédito respectivo
están fragmentados en títulos-valores, nominativos, al portador o a la orden, negociables por
simple tradición, por endoso o cesión, según las condiciones de emisión. Pueden ser en
moneda nacional o extranjera, con o sin garantías reales o personales
La emisión puede ser bajo la par, cuando el tipo nominal de interés es inferior a la tasa
que rige en la plaza. La diferencia entre el valor de emisión y el valor no minal a su vencimiento
asegura al suscriptos una diferencia de capital a su favor cuando se le devuelva el importe del
título.
Se indica como ventaja principal de la emisión bajo la par que es más atractivo el
empréstito sin ofrecerán interés más elevado al de plaza, y su desventaja es que cuando la
tasa de interés del mercado se reduzca a un valor inferior al que regía al momento de la
emisión, el Estado no puede aprovechar la oportunidad para convertir la deuda a las nuevas
condiciones de interés de plaza, por cuanto el tipo nominal del título ya es inferior al tipo del
mercado en el momento de la emisión, salvo que la tasa del mercado haya descendido hasta
por debajo del tipo nominal del empréstito.
Clasificación de empréstitos
• Voluntarios: Cuando los suscriptores adhieren a ellos sin ninguna clase de
coerción. A pesar que las condiciones y cláusulas contractuales son fijadas
unilateralmente por el ente emisor, el suscriptor al aceptarlas adhiere
voluntariamente a la oferta. El empréstito en este caso configura una relación
contractual.
• Patrióticos, jurídicamente son empréstitos voluntarios, sin embargo, el móvil
que inspira a los suscriptores es el de contribuir con sus ahorros a una causa
común en la que se halla empeñado el país.
• Políticos. Constituyen una variante de los anteriores dado en los que la
captación de las voluntades de los ciudadanos para la suscripción del
empréstito se logra a través de presiones políticas. Un ejemplo fue el
empréstito “9 de julio” del año 1959 de la República Argentina en el que hubo
coerción sobre los empleados públicos y empresas privadas para la
suscripción o la aceptación de títulos en pago de sueldos o créditos.
• Forzosos, son aquellos cuya suscripción es obligatoria para todos los sujetos
que se hallen en la situación económica que la ley pertinente define. Tienen
carácter tributario en cuanto a la obligación de suscribirlos, y carácter de
empréstito dado que atañe a la devolución de capital prestado o eventuales
intereses. Son ejemplos de estos los emitidos durante la segunda guerra
mundial en Gran Bretaña y en Alemania en pago de salarios, de acuerdo con la
política de “salarios diferidos” propiciada por Keynes.
3. Aspectos técnicos
Se plantean el la doctrina y en la práctica política los siguientes problemas:
1) Correspondencia de la deuda pública con determinados gastos.
2) Efectos de la deuda pública en razón de su emisión y colocación.
3) Incidencia y efectos de la deuda pública en razón de su creación y
existencia y servicios. Carga y límites de la deuda pública.
4) Emisión, conversión, amortización y extinción de la deuda pública.
5) La deuda pública y el sistema de seguridad social.
Incidencia en el tiempo
El segundo interrogante es el siguiente: ¿Una parte de la carga de la deuda pública o su
totalidad se transfiere a las generaciones futuras o todo recae sobre la generación presente?
La doctrina y la opinión de los políticos ha sido de un carácter oscilante.
Adams afirmó y dio por entendido que la deuda pública es un medio para redistribuir la
carga de los gastos del Estado parcialmente sobre las generaciones venideras. Los
economistas, por su parte, siguieron a David Ricardo en posición contraria a la anterior
negando la distribución de la carga sobre las generaciones venideras.
Sin embargo, una nueva corriente doctrinal sostiene y demuestra la existencia de una
distribución intergeneracional de la carga de la deuda pública. Entre ellos se ubica a
Benvenuto Griziotti.
David Ricardo
Sostuvo que “Desde el punto de vista de la economía, no hay una diferencia entre las
diferentes maneras por cuanto 20 millones de libras en un solo pago, un millón por año a
perpetuidad o 1.200.000 libras por 45 años, son el mismo valor, pero la gente que paga los
impuestos no lo estima así y por ello no llega sus negocios privados de acuerdo con esta
premisa…”
El argumento de cargar a la posteridad el interés de nuestra deuda o de aliviarla de una
porción de tal interés, es usado a menudo por personas bien informadas pero Ricardo no le ve
peso alguno.
Se integra esta equivalencia entre sumas actuales (del impuesto extraordinario) y sumas
anuales de un empréstito perpetuo o redimible en el plazo de 45 años (impuestos anuales para
el pago de los intereses o redimible en el plazo de 45 años, respectivamente) con el
reconocimiento que la transferencia de bienes reales de la economía del sector privado a la del
sector público siempre acontece en el presente y no en el futuro.
Lo que interesa no es la consecuencia de la sustitución del bien privado por el público,
sino el de la distribución de la carga sobre sectores de la población y, sobre generaciones de
contribuyentes, para lo cual es irrelevante la búsqueda del uso de los recursos mediante el
gasto.
De Viti de Marco
El planteamiento de Ricardo no podría aplicarse en absoluto a otros supuestos nada
irreales, sino muy probables, como los impuestos cobre los réditos de profesionales y
trabajadores, lo que motiva el nuevo planteamiento de De Viti de Marco.
Divide a la sociedad en tres personas, cada una representante de las tres clases y
supone que el Estado establece un impuesto al patrimonio o emite un empréstito. En la primera
hipótesis sólo el capitalista tiene el dinero líquido para pagar el impuesto, el propietario y el
profesional deberán pedir prestado el importe del impuesto extraordinario al capitalista, al cual
pagarán los intereses y la amortización de la deuda hasta su extinción.
En la segunda hipótesis, sólo el capitalista suscribe el empréstito, el que se supone se
ajusta a las condiciones del mercado. Pero se establece sobre toda la población un impuesto
anual que se aplicará a toda la población por el monto necesario para el servicio de intereses y
amortización de la deuda pública. Las dos hipótesis llegan a la misma conclusión
sustituyéndose solamente al capitalista particular por el Estado en la relación del contrato de
mutuo en el caso del impuesto extraordinario. Se agrega que, las condiciones del mutuo estatal
serán mucho más ventajosas para los contribuyentes, los que de este modo preferirán el
empréstito al impuesto extraordinario.
En la teoría de De Viti de Marco, la tesis de la igualdad de presión tributaria del
empréstito y el impuesto extraordinario se suplanta por otra teoría. Se trata de la teoría de la
amortización automática de la deuda pública. Sostiene el autor que a medida que en el país, se
crean nuevos ahorros, una parte de éstos se destinará a la compra de títulos de la deuda
pública, los que irán difundiéndose entre toda la población. De este modo, será cada vez más
completa la coincidencia en las mismas personas del carácter de contribuyente y de dueño de
los títulos.
Cuando ello sea logrado plenamente, habrá un crédito y una deuda o viceversa, en
concepto de intereses y de impuestos, que podrán compensarse, quedando así, extinguida la
deuda.
Griziotti
Refuta las teorías anteriores.
• Sostiene que, en su planteamiento, De Viti de Marco supone como único
impuesto el que grava la propiedad y que produce el efecto de la amortización.
Sin embargo, la realidad es que se utilizan muchos otros impuestos por
ejemplo, a los consumos, a las transferencias de bienes, a las superrentas, que
no producen amortización.
• Ataca a la teoría de Ricardo dado que la misma presupone la continuidad
política, financiera, económica y demográfica entre generaciones de
contribuyentes y requiere, además, que ningún cambio en la legislación fiscal o
en el estado de la riqueza y de la población tenga por efecto hacer variar con el
tiempo la presión tributaria. Pero los hechos reales no se ajustan a estos
requisitos. Pobladores emigran, cambia la legislación fiscal, se modifica la
composición de los contribuyentes que pagan impuestos para el servicio de la
deuda pública, aumenta o disminuye la presión fiscal, etc. Finalmente, las
generaciones venideras no derivan de la totalidad de las anteriores, sino sólo
de una fracción de ellas.
• El impuesto extraordinario provoca una restricción de los consumos más que el
empréstito que requiere de inmediato otro impuesto sólo necesario para el
pago de los intereses. Por ello, el impuesto extraordinario tiende a sacrificar
más gravemente la generación presente.
• Niega la continuidad y afinidad de intereses entre las generaciones presente y
futuras.
• Para refutar a De Viti de Marco, sostiene que las decisiones del Estado, que
elige entre un empresario y un impuesto extraordinario, depende de las
valoraciones políticas y de los intereses de las clases dominantes y no de
juicios de valor por parte de los contribuyentes o de los capitalistas.
• Otro argumento contra Ricardo-De Viti de Marco consiste en las diferentes
valuaciones del patrimonio futuro y del valor actual de una deuda anual
destinada a la recaudación fiscal para cubrir los servicios de la deuda pública.
Según Griziotti, la pretendida igualdad de presión de un impuesto al patrimonio
o la de un impuesto anual a perpetuidad para costear el servicio de la deuda,
carece de razón, ya que padre e hijo no pretenderán determinar el valor actual
de un pago anual a perpetuidad, sino al límite de su vida probable.
• Refuta la teoría de la amortización automática de la deuda pública expresando
que, en la hipótesis extrema de perfecta distribución de los títulos entre los
contribuyentes, de modo que cada uno posea tantos títulos que su renta iguale
el monto del impuesto a su cargo, no puede borrarse la deuda del Gran Libro
de la Deuda Pública, ya que con ello se borran no sólo las cifras anuales de los
intereses, sino que también la cifra del valor del capital del título y no es cierto
que el importe que se seguirá pagando si no se cancela la deuda, equivalen
como deuda perpetua a las 100 libras de capital (ver ejemplo pag 95)
Musgrave
Se pregunta cuál es el papel de la elección de la alternativa “deuda” en relación con las
funciones estatales de producción de bienes y servicios de redistribución de ingresos.
La primera afirmación es que la alternativa del préstamo sirve para detraer recursos de la
formación privada de capital, mientras que la alternativa del impuesto tiende a detraerlos del
consumo privado.
Se plantean, a continuación, el problema de la financiación de aquellos programas del
Estado que requieren un gasto inicial y la actitud de los contribuyentes que no desean soportar
la carga total al comienzo sino postergar su pago. Ello podría lograrse mediante préstamos
privados obtenidos para el pago de impuestos o para el consumo o bien por la sustitución del
impuesto por el préstamo.
La proposición inicial es equivalente a la tesis de De Viti de Marco, pero luego la teoría
de Musgrave comienza a alejarse de la corriente Ricardo-De Viti de Marco. El primer paso de
su razonamiento consiste en la configuración del Presupuesto de capital y la inclusión en él de
la deuda para la financiación de los gastos de capital. Se trata de dos conceptos distintos los
que pueden justificar el doble presupuesto: uno es el principio del “pas-as-you-use”, o sea,
“pague a medida que se utilice” el bien o servicio, legítimo criterio distributivo en el tiempo del
gasto según el beneficio de los usuarios.
La teoría de Musgrave abarca varios aspectos del problema de la distribución de la carga
de la deuda pública.
El estudio de la deuda pública según la problemática del esquema de las finanzas
clásicas es integrado por Musgrave con el análisis de los problemas que plantean el enfoque
moderno de las finanzas compensatorias, o sea, de las que se proponen la estabilización
económica al nivel de plena ocupación.
Según Head, para desarrollar una teoría de la incidencia de la deuda pública, se
necesita una estructura teórica diferencial, que permita una comparación entre los efectos de la
redistribución intergeneracional de la deuda y de los impuestos. Este autor examina estos
efectos teniendo en cuenta el distingo convencional entre la incidencia de impacto, la
incidencia de intención y la incidencia efectiva.
Con respecto a la primera, establece que la carga reposa sobre los contribuyentes
legales de los impuestos necesarios para el servicio de la deuda, mientras que la incidencia de
impacto de los impuestos reposa sobre los contribuyentes legales del período corriente.
Con respecto a la incidencia de intención de la deuda pública, ella recae sobre los
contribuyentes de intención de períodos futuros, a la vez que la incidencia de intención del
impuesto reposa sobre los contribuyentes de intención del período corriente.
Esto permite concluir que hay una pesada carga diferencial de la deuda sobre
generaciones futuras, como en el caso de la incidencia de impacto.
Con respecto a la incidencia efectiva (diferencial) de la deuda, ella se aleja de la
incidencia de impacto y de la intención, sólo en la hipótesis que haya una ilusión de deuda y el
deseo de dejar un patrimonio negativo.
En tal caso, queda alguna carga diferencial sobre las generaciones futuras.
En supuestos diferentes, la carga diferencial sobre las futuras generaciones desaparece
completamente
La presión del impuesto extraordinario comparada con la del impuesto periódico que se
establezca para el servicio de la deuda constituyen la incidencia diferencial entre impuesto y
empréstito.
Si el Estado recurre al impuesto extraordinario sobre el patrimonio, los herederos
legítimos lo recibirán con la merma por el monto de dicho impuesto.
La economía general quedará disminuida por dicho importe en forma definitiva, que sólo
puede neutralizarse por la utilidad del bien o servicio creado por el gasto correspondiente. Con
la elección de la vía del empréstito, la incidencia inmediata está dada por el impuesto periódico
que se establece para cubrir el servicio del empréstito.
Este impuesto puede ser sobre el patrimonio o sobre la renta. Sin embargo, puede
crearse para este propósito un impuesto de cualquier otra naturaleza.
El nuevo gravamen que puede tener el efecto de amortización, con lo cual el empréstito
vendrá a incidir a la generación presente, como el impuesto extraordinario. Pero en los casos
de otros impuestos no pasibles de amortización, la creación de un nuevo gravamen afecta
desde el mismo momento de su creación y como impacto o percusión las generaciones futuras.
El empréstito es causa del impuesto y que éste, además de su incidencia de impacto
sobre las generaciones futuras, podrá o no trasladarse hacia atrás o hacia delante y en medida
igual, menor o mayor a su monto, repercutiendo sobre las generaciones presentes o futuras.
Esta distribución de la incidencia del empréstito constituye la carga de la deuda pública y
representa la incidencia efectiva de ésta.
Pareto
Pone como premisa tácita que detrás en la pantalla de las teorías del Estado hay una
clase dominante que mueve las riendas del Estado, para satisfacer no las necesidades
públicas, sino sus propias pasiones, sentimientos e intereses. Por lo cual, en el caso específico
de los empréstitos, no es de importancia el problema de la carga de la deuda y su distribución
entre generaciones presentes y futuras, pues el Estado no piensa devolver a su vencimiento el
monto recibido en préstamo, sino elimina prácticamente su deuda con la devaluación de la
moneda, los impuestos, las conversiones, etc.
Según este autor, los artificios con que el Estado ha de defraudar a los tenedores de
títulos no pagando deudas son medidas monetarias, que destruyen el valor de dichos títulos.
En resumen, la política monetaria interfiere con al de la deuda pública, pero no se debe
atribuir a ésta los excesos y las incidencias de aquélla.
Deuda interna
Repetimos que la carga de la deuda pública está representada por la incidencia de los
impuestos u otros recursos, mediante los cuales el Estado efectúa el pago de los intereses y la
amortización de la deuda existente.
Los pagos de transferencia mencionados alteran la distribución de la renta nacional
pesando realmente sobre los contribuyentes cuyos ingresos resultan cercenados a favor de los
poseedores de títulos.
Es cierto, en cambio, que la transferencia que se opera para el servicio de la deuda
incide disminuyendo determinados consumo o ahorros, mientras que los pagos de los intereses
y el reembolso del capital permitirán a los tenedores de títulos efectuar diferentes consumos
inmediatos o ahorrar los fondos recibidos para consumos futuros, para inversiones o bien para
simple acumulación.
Los costos serán soportados por la economía nacional y su importe afectará el ingreso
nacional en su conjunto.
Los límites de la carga de la deuda tributaria están dados por el crecimiento de la renta
nacional. Si a partir de un momento determinado el crecimiento de la carga de la deuda no es
porcentualmente mayor que el de la renta nacional, la deuda interna es tolerable y hasta es
dable admitir una relación causal entre el crecimiento de la deuda pública y el de la renta
nacional.
2. Objetivos
La emisión corresponde a contrapartidas determinadas con toda precisión en la ley
orgánica respectiva, como compra de divisas de los exportadores de mercaderías o de los
importadores de capitales, compra de oro y otros metales preciosos; compra de títulos del
Estado en el mercado libre; descuento a favor de bancos tenedores de letras de Tesorería;
redescuento a favor de bancos de sus carteras de documentos de particulares o de entidades
privadas o públicas, adelantos transitorios a favor del Estado.
En todos los casos hay límites de monto, normas legales regulatorias o simples reglas
empíricas de prudencia.
4. Efectos
Los efectos de la emisión podrán ser apreciados cualitativamente a través del juego del
multiplicador, principio de aceleración y la acción combinada de las dos.
La inflación es un impuesto ciego, en el sentido que su creador, el Estado, no determina,
previo estudio en la incidencia y efectos, sobre quién ha de recaer, en definitiva, la carga de
esa financiación.
La pretendida ceguera de la inflación no es mayor que la de cualquier impuesto, cuya
incidencia se determina según las intenciones del legislador.
La inflación actúa sobre todas las relaciones económicas del país, con el alza del nivel
de precios y también con una conmoción general de los precios relativos.
No toda expansión de la moneda circulación debe ser necesariamente generadora de
inflación.
En efecto, en una política fiscal monetaria de reactivación de una economía deprimida, el
uso de la emisión de billetes como recurso para financiar gastos, deberá disminuir o detenerse
mucho antes de haberse alcanzado la plena ocupación.
BIBLIOGRAFIA:
Finanzas Públicas – H.Villegas
REALIZADO POR:
Romina Mariel Ferrari
(UNLaM)