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Desarrollo psicomotor del niño y su valoración en atención primaria

Psychomotor development of the child and its evaluation in primary


care

A. Iceta1, M.E. Yoldi2

RESUMEN
ABSTRACT
En la prá ctica pediá trica diaria la valoració n del
desarrollo psicomotor constituye una de las activida- The evaluation of psychomotor development is
des básicas, pues nos va ayudar no só lo a determinar one of the basic activities of everyday paediatric
si el niñ o presenta alguna alteració n sino a confirmar practice, since it helps us not only to determine if the
que es un niñ o sano. Es por ello fundamental que se child shows some alteration but also to confirm that
sepa valorar adecuadamente, puesto que una altera- the child is healthy. It is thus essential to be able to
ció n del mismo puede ser la ú nica manifestació n de un carry out a suitable evaluation, given that an alteration
trastorno del sistema nervioso. La detecció n precoz de in this might be the only expression of a disorder of the
cualquier disfunció n contribuye a un posible trata- nervous system. Early detection of any dysfunction
miento temprano y a minimizar la aparició n de secue- contributes to a possible early treatment and to
las. minimising the appearance of sequels.

Se describe el desarrollo normal del niñ o hasta los A description is given of the normal
2 añ os, analizando las á reas de desarrollo, las variantes development of the child up until 2 years, and an
de la normalidad y las señ ales de alerta clasificadas analysis is made of the areas of development, variants
cronoló gicamente. of normality and the warning signals classified
chronologically.
De los diferentes tests y escalas de valoració n
exponemos má s detalladamente el test de screening From amongst the different tests and appraisment
Haizea-Llevant por ser aplicable a niñ os de 0 a 5 añ os y scales, we give the most detailed exposition of the
porque permite comprobar el desarrollo en las áreas Hizea-Llevant test, since it is applicable to children
cognitiva, social y motriz, de forma sencilla y rá pida. between 0 and 5 years old, and because it makes it
possible to check development in the cognitive, social
Palabras clave. Desarrollo psicomotor. Tests de and motor areas in a simple and rapid way.
screening.
Key words. Psychomotor development. Screening
tests.

ANALES Sis San Navarra 2002; 25 (Supl. 2): 35-


43.
Correspondencia:
1. Pediatra del Centro de Salud de Alsasua. Ainhoa Iceta
(Navarra). Avda. Carlos III, 55-
2. Servicio de Pediatría. Hospital Virgen del 5ºB 31004 Pamplona
Camino. Tfno. 948151847
Fax 948150506
E-mail: med000744@nacom.es

ANALES Sis San Navarra 2002, Vol. 25, Suplemento 2 1


A. Iceta y M.E.

INTRODUCCIÓN ral entre lo considerado normal y lo


Durante la infancia, la adquisició n pro- pato- ló gico. “Cuanto má s lejos se
gresiva de habilidades es la tarea primor- encuentre un niñ o del promedio, en
dial del sistema nervioso y es al reflejo de cualquier aspecto, es menos probable que
esta maduració n a lo que se denomina sea normal” (Illing- worth 1985). A estas
desarrollo. consideraciones hay que añ adir que al no
A lo largo de los añ os se ha debatido ser el desarrollo un proceso rígido ni
mucho acerca del concepto del desarrollo, estereotipado, existe variabilidad, siendo
hasta que en la actualidad y simplificando, ésta una característica de normalidad que
se tienen en consideració n dos modelos: el debemos conocer2. Por citar un ejemplo,
interaccional, que considera que el desa- hay niñ os que deambulan sin haber
rrollo es fruto de la acció n simultá nea de pasado la fase de gateo, otros se
factores gené ticos y ambientales y el desplazan sobre las nalgas (shuffling)
modelo transaccional segú n el cual los fac- hasta una edad considerada como
tores gené ticos y ambientales, dotados de avanza- da. En la tabla 1 se resumen
plasticidad, se modifican mutuamente. alguna de estas variaciones.
El té rmino “desarrollo psicomotor” se Existe tambié n un tipo poco frecuente
debe a Wernicke y por consenso se limita a de trastornos transitorios del desarrollo a
los dos primeros añ os de vida. los que Illingworth llamó “disociaciones
del desarrollo” que consisten en el retardo
Es fundamental que los pediatras
de un á rea concreta del desarrollo siendo
sepan valorar adecuadamente el desarro-
las demá s á reas normales. Así pues, nos
llo psicomotor de los niñ os en nuestras
podemos encontrar ante niñ os que pre-
consultas, puesto que su alteració n es
sentan una motricidad fina adecuada para
señ al y a veces la ú nica, de una disfunció n
su edad (realiza pinza distal) con imposi-
del sistema nervioso. La detecció n tem-
bilidad para mantenerse sentado (retraso
prana de los trastornos del sistema ner-
en á rea motriz).
vioso, facilita su tratamiento precoz o al
menos la prevenció n de defectos sobrea-
ñ adidos derivados de los mismos. Exploración neurológica
Para ello es necesario conocer adecua- Antes de iniciar la exploració n de niñ o
damente las características de normali- es muy importante la realizació n de la his-
dad, ya que como bien dice Illingworth1: toria clínica. Se inicia con la entrevista a
“El conocimiento de lo normal es una base los padres, recogiendo los antecedentes
fundamental para el diagnó stico de lo familiares, curso del embarazo, parto y
anormal”. posibles complicaciones, periodo neonatal
Se entiende por normal aquel desarro- y valoració n del desarrollo del niñ o, para
llo que adecua la adquisició n de habilida- lo que es prá ctico disponer de la cartilla
des con una determinada edad, a pesar de sanitaria del niñ o en la que deben constar
que no exista una clara limitació n tempo- los datos sobre las etapas madurativas del
niñ o. Durante este tiempo debemos obser-
var al niñ o, comenzando el primer contac-

Tabla 1. Algunas variaciones de la normalidad sin cará cter patoló gico.


Pinza manual entre el dedo pulgar y medio.
DAI* en forma de gateo, sobre las nalgas, reptando.
Marcha sin fase previa de gateo.
Marcha de puntillas (tip-toe gate).
Rotació n persistente de la cabeza.
Retraso simple de la marcha.
Movimientos asociados: sincinesias.
Retraso en saltar sobre un pie.
*DAI: deambulació n autó noma independiente.
2 ANALES Sis San Navarra 2002, Vol. 25,
DESARROLLO PSICOMOTOR DEL NIÑO Y SU VALORACIÓN EN ATENCIÓN

to en forma de juego, siempre con el niñ o


-Reflejos de prensió n: al estimular la
vestido y en presencia de sus padres de
palma de la mano responde con una fuerte
forma que se sienta seguro. Esta primera
flexió n de los dedos sobre el objeto. Ocu-
fase nos informa sobre el contacto del
rre de manera similar en el pie pero con
niñ o, su conducta, si fija la mirada y el
menor intensidad.
seguimiento visual, si utiliza bien o no las
dos manos, su forma de juego, si existe o -Sentidos:
no un déficit de atenció n y tendencia a la -Vista: puede fijar los ojos momentá -
hiperactividad en los má s mayores. Debe- neamente sobre un objeto llamativo, pre-
mos obtener tambié n informació n de la siona fuertemente los pá rpados al paso de
audició n y comprensió n del lenguaje. una luz tenue a intensa.
-Oído: percibe la intensidad de los
EXPLORACIÓN DEL RECIÉN NACIDO sonidos. La mú sica fuerte le excita y la voz
La exploració n del recién nacido ate- de la madre le tranquiliza. Todavía no es
niéndonos a su edad gestacional, antes de capaz de localizar el origen de los ruidos.
comenzar con el desarrollo normal del lac-
tante es la siguiente: El recién nacido pretérmino que
alcanza el término
Pretérmino: 36-37 semanas Cuando el recié n nacido preté rmino
-Decú bito supino: piernas flexionadas alcanza su té rmino (p.ej., uno de 32 sema-
pero no en aducció n sobre el abdomen; los nas al cabo de 8 semanas), muestra dife-
brazos se flexionan lentamente. rencias en la exploració n frente a otro naci-
do a té rmino:
-Control cefá lico: manteniendo al niñ o
sentado y sujetando su tó rax y los hom- - Al valorar la posició n de marcha, tien-
bros con las manos, se deja caer la cabeza. de a caminar de puntillas mientras que
Esta queda alineada con el tronco un ins- el nacido a té rmino camina con los pies
tante pero cae hacia atrá s o adelante a extendidos.
continuació n. Lo mismo sucede al tirar de - El tono muscular es menor que en uno
los brazos para sentarlo (pull to sit). a término y las extremidades está n má s
-Decú bito prono: actitud en flexió n y extendidas.
posició n fetal con la pelvis plana sobre la - La dorsi flexió n del pie y la flexió n de
cuna. las muñ ecas es menor, aunque la exten-
-En suspensió n ventral se aprecia la sió n de las rodillas cuando la cadera
espalda levemente curvada, con la cabeza está flexionada es má s completa.
algo má s baja que el tronco y las extremi- - En decú bito prono patalea má s, levanta
dades flexionadas. mejor la cabeza y se encuentra tumba-
do muy horizontalmente, como un
A término: 40 semanas recié n nacido a té rmino de 6 semanas.
- En decú bito supino, el preté rmino pre-
-Decú bito supino: actitud en flexió n. No
senta movimientos má s amplios y
puede extender los miembros superiores
variados.
ni inferiores por la hipertonía flexora.
- La cabeza se encuentra má s adelantada
-Control cefá lico: la cabeza queda aline-
respecto al tronco que en el nacido a
ada con el tronco pero puede balancear al
té rmino.
tirar de los brazos para sentarlo (pull to
sit).
DESARROLLO NORMAL DEL
-Decú bito prono: actitud en flexió n y LACTANTE. SECUENCIAS DEL
posició n fetal con la pelvis elevada sobre
el plano de apoyo.
DESARROLLO
El desarrollo normal del lactante lleva
- En suspensió n ventral se aprecia la
consigo cambios en el desarrollo de diver-
espalda recta con la cabeza alineada con el
sas á reas como son: la evolució n de las
tronco y las extremidades flexionadas.

ANALES Sis San Navarra 2002, Vol. 25, 3


A. Iceta y M.E.

reacciones arcaicas, el desarrollo motor


produzca por una parte, una progresiva
grosero, la evolució n de la motricidad fina,
diferenciació n de los actos amplios e indi-
la sensorial y la que afecta a las á reas del
ferenciados a otros precisos y concretos,
lenguaje y social.
que haya una proyecció n cé falo caudal y
Evolución de las reacciones arcaicas que ademá s suceda de axial a distal.
Las reacciones arcaicas que aprecia- Todo ello es posible porque el tono
mos en la exploració n del recié n nacido muscular evoluciona disminuyendo la
varían considerablemente en el primer añ o hipertonía flexora de las extremidades y
de vida. El hecho de su aumento de inten- aumentando el tono del tronco, lo cual
sidad, su persistencia o su reaparició n son facilita los movimientos. Tambié n sirve de
signos de disfunció n del sistema nervioso ayuda la disolució n de los reflejos arcaicos
y sirven de ú til referencia para el diagnó s- y la aparició n de las reacciones de equili-
tico temprano de la pará lisis cerebral. Ana- brio. Así pues, con la desaparició n del
licemos alguno de estos reflejos: reflejo tó nico cervical asimé trico, se libera
-Tó nico cervical asimé trico o posició n la extremidad superior de su actitud en
de “esgrima”, consiste en la extensió n de espadachín y permite el acercamiento de
las extremidades hacia las que se ha gira- los brazos a la línea media.
do la cabeza del niñ o y flexió n de las con- La secuencia evolutiva es la siguiente:
tralaterales.
1. En decú bito prono, vemos al recié n
-Tó nico laberíntico: en supino la exten- nacido con la pelvis despegada de la
sió n forzada de la cabeza produce flexió n cuna y las rodillas flexionadas bajo el
de las extremidades superiores y exten- abdomen, postura que evolucionará a
sió n de las inferiores. estar extendido sobre la cuna y comen-
-Reacció n de Moro: abducció n seguida zar a elevar la barbilla. Posteriormente,
de aducció n y flexió n de las extremidades el lactante será capaz de reposar sobre
superiores y rotació n interna de los pies. sus antebrazos y despué s sobre sus
-Grasping o reflejo tó nico-flexor de la manos con los antebrazos extendidos.
mano, en el que vemos flexió n mantenida Llegará después a arrastrarse, impul-
de los dedos ante el estiramiento por su sá ndose con las manos, inicialmente
parte palmar. con el abdomen apoyado sobre el suelo
y despué s gateando, para finalmente
-Reflejo de Galant: flexió n lateral del adoptar la postura erecta y andar.
tronco hacia el mismo lado ante un estí-
mulo paravertebral. 2. En posició n de sentado, desde que
nace el niñ o va enderezando progresi-
De los arriba expuestos, los dos prime- vamente la espalda y adquiere equili-
ros alcanzan su má xima intensidad entre brio, paralelamente al control de la
los dos y los cuatro meses, y dejan de ser estabilidad cefá lica. Pasa por la fase de
visibles hacia final del primer añ o. Tanto apoyarse en las manos antes de poder
una respuesta intensa como su permanen- sentarse sin ayuda, despué s llegará a
cia pasado el añ o de vida deben ser teni- inclinarse para coger un juguete e
dos en cuenta como señ al de sospecha de incluso girarse sin perder el equilibrio.
alteració n de la maduració n cerebral. Las
restantes reacciones disminuyen progresi- Una maniobra exploratoria ú til es la de
vamente de intensidad (4 a 6 meses la “paso a sentado”, tambié n conocida
sinergia de Moro, 3 a 4 meses el tó nico fle- como pull to sit. Partiendo de la posi-
xor de la mano), aunque el Galant persiste ció n de decú bito supino se lleva al niñ o
en la mitad de los niñ os más allá de los dos a la posició n de sentado, tirando sua-
añ os. vemente de sus manos. Se valora la ali-
neació n de la cabeza con respecto al
tronco.
Evolución de la motricidad grosera
Para que el acto motor voluntario evo- 3. En posició n de erecto, comienza estan-
lucione con normalidad hace falta que se do de pie con apoyo, después andando
sujeto con las dos manos, con una

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DESARROLLO PSICOMOTOR DEL NIÑO Y SU VALORACIÓN EN ATENCIÓN

mano y finalmente solo. Posteriormen-


El gusto parece ser el sentido má s desa-
te aprende a subir y bajar escaleras, a
rrollado en el neonato. La capacidad de
sostenerse sobre una pierna y a correr.
succió n es mucho má s intensa ante un
sabor dulce que ante otro salado o amargo.
Evolución de la motricidad fina En cuanto al tacto, es el contacto con la
El desarrollo de las funciones de la piel, especialmente en el momento de
mano se aprecia desde los 4 meses aproxi- acercar el niñ o al pecho de la madre el que
madamente y termina con la consecució n desencadena la aparició n de los reflejos
del trípode manual (postura que adoptan propios de esta edad.
los dedos pulgar, índice y medio para sos- En una semana, el neonato muestra
tener el lá piz) allá entre los 4 y 6 añ os. Es preferencia por el olor, la voz y la aparien-
necesaria la desaparició n de los reflejos cia de su madre y a las dos semanas fija la
tó nico flexor de la mano y la reacció n tó ni- mirada en su cara.
co cervical asimé trica y lograr una coordi-
En la tabla 2, se resume el desarrollo de
nació n con la vista para que la manipula-
la percepció n visual y en la tabla 3 la
ció n comience. Así pues, inicialmente
secuencia del desarrollo de la localizació n
sujetará un objeto colocado en su mano,
del sonido.
para despué s ser capaz de buscarlo y
alcanzarlo; má s tarde pasará un objeto de
una mano a otra y despué s realizará la Desarrollo social
pinza. La habilidad para hacer torres de Durante su desarrollo, el niñ o irá
dos cubos llegará al poco tiempo, unas adqui- riendo unos patrones de conducta
semanas antes de poder colocar la tapa de que le servirá n para su interacció n con el
un bolígrafo. medio, porque por naturaleza es un ser
social. La variabilidad en este campo es
Desarrollo de los sentidos muy amplia, ya que ademá s del
temperamento indivi- dual y de la
Se sabe que el niñ o al nacer está dota- maduració n del sistema ner- vioso existen
do de unas capacidades sensoriales ya que gran cantidad de factores ambientales y
es capaz de seguir con los ojos a una per- educacionales que influyen en su
sona en movimiento y de sobresaltarse desarrollo. De cualquier manera reflejamos
con un ruido. Es má s, en estudios realiza- a continuació n varios hitos en la
dos intra ú tero se monitorizaron respues- adquisició n de las habilidades sociales:
tas mediante ultrasonidos ante estímulos
- Sonríe a la madre (1-3 meses).
auditivos desde la semana 24 de gestació n,
- Ríe a carcajadas (4 meses).
siendo continuas desde la semana 28.
- Reconoce el biberó n ( 3-4 meses).
- Come una galleta (6-8 meses).

Tabla 2. Desarrollo percepció n visual.

2 semanas: fija la mirada en la cara de su madre.


4 semanas: sigue objeto en á ngulo de 90º.
3 meses: sigue objeto en á ngulo de 180º. Se fija bien en elementos cercanos.
6 meses: cambia la postura y busca juguetes caídos.
12 meses: sigue objetos en rápido movimiento.

Tabla 3. Desarrollo de la localizació n del sonido.


3 meses: el niñ o gira la cabeza hacia el lado por donde oye el sonido.
3 a 4 meses: el niñ o gira la cabeza y mira hacia la procedencia del sonido.
5 a 6 meses: si el sonido procede de debajo del oído, gira la cabeza hacia un lado y
después hacia abajo.
6 a 8 meses: gira la cabeza en una circunferencia hacia el sonido.
8 a 10 meses: gira la cabeza en diagonal y directamente hacia el sonido.

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A. Iceta y M.E.

- Juega a esconderse (7-12 meses).


SIGNOS DE ALERTA EN EL
- Colabora al vestirlo (8-16 meses).
DESARROLLO PSICOMOTOR
- Imita gestos (9-13 meses) y tareas del
hogar (14-18 meses). Son aquellas manifestaciones en el
- Come con cuchara (15 meses). desarrollo psicomotor del niñ o que nos
pueden hacer sospechar que estamos ante
- Ayuda a recoger los juguetes (16 una disfunció n neuroló gica y así poder
meses). establecer un diagnó stico precoz de dañ o
- Da de comer a sus muñ ecos (18 meses). cerebral.
- Avisa cuando se ha hecho pipí (21
A continuació n detallamos los princi-
meses).
pales signos de alerta por orden cronoló gi-
- Va solo al inodoro (30 meses). co:
• 1 mes de edad
Lenguaje - Irritabilidad persistente.
Lenguaje y comunicació n no son lo - Trastornos de succió n.
mismo; la utilizació n del lenguaje supone - No fija la mirada momentá neamente.
un canal de comunicació n exclusivo de la - No reacciona con los ruidos.
especie humana que se pone en marcha en • 2 meses de edad
el primer añ o de vida. El lactante tiene - Persistencia de irritabilidad.
muchas formas de comunicació n pre-ver- - Sobresalto exagerado ante ruido.
bal: riendo, gritando y por rabietas; exten- - Aducció n del pulgar.
diendo los brazos para que lo cojan,
- Ausencia de sonrisa social.
cerrando la boca al ofrecerle comida. Pero
una o dos semanas despué s de comenzar a • 3 meses de edad
sonreír a su madre, empieza a vocalizar las - Asimetría de actividad con las
vocales a, u, e, ademá s de sonreír. En 3 a 4 manos.
semanas añ ade consonantes m, p, b, j, k y - No sigue con la mirada.
logra los balbuceos. A los 6 meses escu- - No respuesta a los sonidos.
chamos bisílabos inespecíficos y laleo, y a - No sostén cefá lico.
los 11 meses como media, un niñ o puede • 4 meses de edad
decir “papá ” o “mamá ” de manera específi- - Pasividad excesiva.
ca. A los 13 meses sabe 3 palabras distin- - Manos cerradas.
tas de “papá /mamá ”, hacia el añ o y medio - No emite risas sonoras.
de vida es capaz de utilizar el “no” y com- - Hipertonía de aductores (á ngulo infe-
bina 2 palabras a los 21 meses y 3 a los 27 rior a 90º).
meses (Tabla 4).
- No se orienta hacia la voz.

Tabla 4. Frecuencia acumulativa de adquisició n de algunas habilidades en comunicació n* (Ferná n-


dez Alvarez, 1986).
25% 50% 95%
Gorgoritos 1,3 2,2 5,9
Reconoce su nombre 7,4 8,5 12
Mamá o papá específico 9,6 11,2 15,8
Señ ala con el índice 10,2 10,8 16,2
3 palabras ademá s de mamá /papá 10,6 13,1 21
Obedece una orden verbal 12 13,5 19,5
Usa el NO 14,2 17 23,8
Combina 2 palabras diferentes 18,5 21
*En meses

4 ANALES Sis San Navarra 2002, Vol. 25,


DESARROLLO PSICOMOTOR DEL NIÑO Y SU VALORACIÓN EN ATENCIÓN

• 6 meses de edad
- Macrocefalia, microcefalia, estanca-
- Presencia de hipertonía en miembros
miento del perímetro craneal.
e hipotonía de cuello y tronco.
- No se rota sobre sí mismo.
- Persistencia de reacció n de Moro. VALORACIÓN DEL DESARROLLO
- No sedestació n con apoyo. PSICOMOTOR
- Ausencia de prensió n voluntaria. La primera publicació n sobre el desa-
- No balbucea ni hace “gorgoritos”. rrollo psicomotor se la debemos a Darwin
• 9 meses de edad en 1877, pero no es hasta 1920 cuando se
- No desplazamiento autó nomo. despierta el interé s sobre este tema. A par-
- Hipotonía de tronco. tir de entonces, contamos con los trabajos
- No se mantiene sentado. de Gesell y Amatruda, Bailey, Brunet-Lé zi-
- Ausencia de pinza manipulativa. ne, André -Thomas, Saint- Anne y otros tan-
- No emite bisílabos. tos. En 1967 se publicó el estudio de Den-
ver y en 1970 las escalas de Mc Carthy.
• 12 meses de edad
- Ausencia de bipedestació n. Todos ellos han contribuido a que
- Presencia de reflejos anormales. ahora contemos con una batería de herra-
- No vocabulario de dos palabras mientas para la valoració n del desarrollo
con/sin significado. de nuestros niñ os. Debemos saber que por
- No entiende ó rdenes sencillas. un lado existen las llamadas “escalas del
desarrollo” cuyo valor es indudable en los
• 15 meses de edad
estudios de investigació n, para poder com-
- No camina solo.
parar poblaciones diferentes. Entre las
- Ausencia de pinza superior. escalas del desarrollo se incluyen la de
- No arroja objetos. Brunet-Lé zine, la BSID (Bailey scales infant
- No tiene un vocabulario de tres o development), la de Kent6 y las escalas de
cuatro palabras. Gesell y Mc Carthy.
- Pasa ininterrumpidamente de una
actividad a otra. Por otro lado, contamos con tests de
screening, que reú nen una serie de carac-
• 18 meses de edad
terísticas: está n destinados a diferenciar
- No sube escaleras. de una manera rá pida y sencilla niñ os nor-
- No tiene un vocabulario de 7/10 males de aquellos con posibles anomalías
pala- bras. del desarrollo. Permiten una aproximació n
- No conoce partes del cuerpo. a la situació n de desarrollo del niñ o, pero
- No garabatea espontá neamente. no dan una puntuació n, ni definen un
- No bebe de un vaso. grado de retardo puesto que no son un ins-
- No hace una torre de dos cubos. trumento de medida. Permiten repetidas
• 24 meses de edad aplicaciones y son baratos.
- No corre. Conocemos entre los diversos tests el
- No construye torres de 3 ó 6 cubos DDST7(Denver developmental screening
- No asocia dos palabras. test), el test de Knobloch (derivado de
- No utiliza la palabra “NO”. Gesell) de 1980, el Stycar de Sheridan
- Presencia de estereotipias verbales. (1983), y queremos destacar la tabla de
- Incapacidad para el juego simbó lico. desarrollo de Haizea-Llevant (1991).
• Signos de alarma a cualquier edad
- Movilidad, tono o postura anormal. Tabla de Haizea-Llevant
- Movimientos involuntarios (actitud
distó nica de manos, hiper-extensió n Es el fruto de dos programas, el Estudi
cefá lica...). Llevant9 y el Programa Haizea, cuyos datos
- Movimientos oculares anormales. de referencia se obtuvieron de una mues-
- Retraso en la adquisició n de los tra representativa de 1.702 niñ os de Cata-
ítems madurativos. luñ a y 817 niñ os del País Vasco respectiva-
mente.

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A. Iceta y M.E.

Permite comprobar el nivel de desarro-


aunque no urgente y quizá debiera esta-
llo cognitivo, social y motor de niñ os y
blecerse un camino preferencial en estos
niñ as de 0 a 5 añ os. Ofrece el margen nor-
casos distinto al habitual, cumplimentan-
mal de adquisició n de algunas habilidades
do un protocolo sencillo (Tabla 5).
fundamentales durante la infancia. El test
incluye 97 elementos que se distribuyen en
las siguientes á reas: socializació n (26 ele- Tabla 5. Protocolo de derivació n para niñ os
mentos), lenguaje y ló gica-matemá tica (31 con retraso psicomotor.
ítems), manipulació n (19) y postural (21 Nombre:
elementos). Edad:
En cada uno de los elementos se indica Tipo de alteració n detectada:
-retraso motor
la edad en que lo ejecutan el 50, el 75 y el
-lenguaje
95% de la població n infantil. -conducta
Para la interpretació n del test, se traza -mixto
una raya vertical que corresponda a la Antecedentes familiares:
edad en meses del niñ o (ajustando por Antecedentes perinatales:
debajo de los 18 meses de edad en el caso -embarazo
-parto
de los prematuros). Hay que valorar que
-periodo neonatal
realice los elementos que quedan a la Exploració n física:
izquierda de la línea trazada o aqué llos
que atraviesa la línea. En el caso en el que Signos de alerta:
se constate la falta de adquisició n de
dichos elementos en una o varias á reas, así Escala de desarrollo: Haizea (adjuntar
como la presencia de señ ales de alerta nos fotocopia de la tabla)
llevará a la sospecha de un retraso psico-
motor.

Paciente con un retraso madurativo


Ante un niñ o que presenta un retraso
madurativo, siempre nos debemos hacer BIBLIOGRAFÍA
varias preguntas: 1. ILLINGWORTH RS. El desarrollo del lactante y el
niñ o. Ed. Churchill Livingstone. En:
1. ¿Estoy seguro? ¿Es una variante de la
Alhambra Longman, 1992.
normalidad?
2. FEJERMAN N, FERNÁ NDEZ E. Neurología
2. ¿Por qué tiene un retraso? Pediá trica. Buenos Aires. 2ª edició n. Ed.
3. ¿Qué hay que hacer? Panamericana, 1998.
Contestar estas cuestiones supone 3. SANTOS J. Desarrollo psicomotor hasta los
haber recorrido la parte má s importante dos añ os. Neurología pediá trica. Madrid.
del camino. Ed. Ergon S.A., 2000: 43-51.
Siempre hemos de ratificar nuestra sos- 4. DUBOWITZ L, DUBOWITZ V, MERCURI E. The
pecha con una segunda visita a los 7-10 neurological assessment of the preterm &
full-term newborn infant. Clinics in
días de la inicial en que detectamos el
Developmental Medicine 148; 2º edició n. Ed.
retraso. En la primera visita, podemos dar Mac Keith Press, 1999.
normas sencillas de estimulació n así como
ampliar los datos clínicos que dispone- 5. HAATAJA L, MERCURI E, REGEV R, COWAN F,
RUTHERFORD M, DUBOWITZ V et al. Optimality
mos, lo que ayudará a intentar contestar la
score for the neurologic examination of the
segunda cuestió n. Una vez ratificada la infant at 12 and 18 months of age. J Pediatr
existencia de un retraso madurativo debe- 1999; 135: 153-161.
mos remitir el niñ o a un servicio de neuro-
6. GARCÍA-TORNEL S, RUIZ A, REUTER J, CLOW C.
pediatría, para el estudio y orientació n
Normalizació n de la escala de desarrollo
terapé utica (iniciar estimulació n, fisiotera- infantil de Kent. Implicaciones para la
pia, etc.). La derivació n al tratarse de prá ctica pediá trica ambulatoria. An Esp
niñ os menores de 2 añ os debe ser rá pida Pediatr 1997; 46: 172-176.

4 ANALES Sis San Navarra 2002, Vol. 25,


DESARROLLO PSICOMOTOR DEL NIÑO Y SU VALORACIÓN EN ATENCIÓN

7. FRANKENBURG W, DODDS J. The Dever II: A


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