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UNIVERSIDAD FERMIN TORO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO
DERECHO MERCANTIL

ACEPTACIÓN Y RENUNCIA DE LA HERENCIA

Rosangel Ginette Mendoza Yagua

2015
INTRODUCCIÓN

Además de cumplir con los requisitos de la Cátedra de Derecho Sucesoral, con


el trabajo que a continuación se desarrolla se pretende ampliar los conocimientos
sobre la aceptación Y la renuncia de la herencia.

En ese sentido, la ley permite al heredero la posibilidad de escoger alternativas


ante el hecho de la herencia. Estas posibilidades se encuentran entre la aceptación o la
renuncia al patrimonio que le traslada el de cujus o causante. Ambos procesos se
encuentran regulados por la norma a fin de garantizar la paz pública y evitar alterar
irregularmente el destino del patrimonio ofrecido en heredad.

Ahora bien, luego de abierta la sucesión no se puede mantener, de forma


indefinida y suspensiva, el destino del patrimonio del causante. Es por ello que se ha
determinado un lapso legal para la aceptación o el repudio de la herencia por parte de
los llamados.

El Código Civil establece, en nuestro caso (Art. 1011), que el lapso para la
aceptación de la herencia, “no prescribe sino con el transcurso de diez años” tomando
en cuenta para el inicio de éste período el momento a partir del cual se abre la
sucesión. Si no se está en posesión de los bienes de la herencia, el heredero también
contará con el mismo plazo para formalizar su renuncia.
DESARROLLO

Aceptación y Renuncia de la Herencia

Aceptación de la herencia

Es el acto jurídico por el que la persona llamada por ley o por voluntad del
causante a una sucesión, asume la calidad de heredero. Se dice asume y no adquiere,
porque es heredero desde la muerte del causante; por lo tanto, con la aceptación
asume sus obligaciones.

Naturaleza jurídica

Para algunos autores es un cuasicontrato. Otros piensan que es una


manifestación de voluntad contractual, un acto jurídico, o pretenden que es un acto
jurídico, si es expreso. De ser tácito implicaría un simple acto lícito. Otra parte de la
doctrina piensa que es una expresión de voluntad unilateral, y finalmente que es un
acto jurídico aun si es tácito, porque al realizar actos que implican una aceptación
(por ejemplo, disponer de los bienes), éstos tienen, evidentemente, por fin inmediato,
crear, modificar o extinguir relaciones jurídicas.

Características

La aceptación es un acto jurídico.

 Unilateral. Por parte del titular.


 Indivisible. No se puede aceptar una parte de la herencia.
 Irrevocable. Importa la renuncia irrevocable a repudiar la herencia.
 Pura y simple. No acepta modalidades.
 De efectos retroactivos. Al momento de la apertura de la sucesión.

Formas de la aceptación
Existen dos formas de aceptación: expresa y la tácita

Aceptación expresa: esta puede constar en instrumento público o privado,


Interpretando esta norma, Ferri señala que la aceptación expresa es un acto formal,
para el cual la ley prescribe una forma determinada: debe revestir necesariamente la
forma escrita.

Si se hiciera oralmente, también tendría valor, pues el artículo 144 declara que
cuando la ley impone una forma y no sanciona con nulidad su inobservancia,
constituye solo un medio de prueba de la existencia del acto.

Aceptación Tácita: Es el resultado de una voluntad sobreentendida. Cuando el


heredero se comporta como tal sin expresar su voluntad de aceptar la herencia, se da
el caso de aceptación tácita. Para ello, debe actuar como propietario, realizar actos
que importen la disposición de la herencia; (por ejemplo, ceder sus derechos,
hipotecar, percibir frutos) .

El artículo 672 del Código Civil indica que hay aceptación tácita si el heredero
entra en posesión de la herencia o practica otros actos que demuestren de manera
indubitable su voluntad de aceptar.

Ejemplos de aceptación tacita

1. Cuando una persona ejerce un derecho que correspondería a la sucesión, significa


que está aceptando la calidad de heredero.
2. Si se lo demanda como heredero y él lo contesta asumiendo la calidad de tal, hay
también aceptación tácita.
3. Si exige o recibe lo que se le debe a la sucesión o con dinero de éste paga deudas,
legados o cargas de la herencia, habrá aceptación tácita.
4. 3.- La aceptación de la herencia se presume.
El plazo para renunciar es de tres meses si el heredero está en la República, y de
seis meses si está en el extranjero, no interrumpiéndose por causa alguna. Se entiende
que se computa desde la apertura de la sucesión, o sea al momento del fallecimiento
del causante, aunque el Código no lo dice.

Cuando el causahabiente no acepta la herencia expresamente ni se comporta


como heredero, pero deja transcurrir el plazo a que se refiere el artículo 673 para
renunciar a la herencia, nos encontramos ante el caso del silencio; que importa
manifestación de voluntad cuando la ley le atribuye ese significado, tal como señala
el artículo 142. Por ello, a esta clase de aceptación se le puede dar la denominación de
legal.

Renuncia a herencia y legados

La renuncia de la herencia es el ejercicio de manera negativa del jus delationis,


es decir, de la opción que nace para el sucesor universal de abrirse la sucesión.

Características

1. Expresa. No se presume.
2. Formal. Debe ser hecha en escritura pública.
3. Unilateral. No se requiere la voluntad de los coherederos.
4. Irrevocable. Ya que el renunciante será considerado no heredero.
5. Indivisible. Implica toda la herencia.
6. Pura y simple. No admite modalidades.

Formalidad de la renuncia.

A diferencia de la aceptación voluntaria, que puede hacerse en documento


privado e incluso de manera tácita, dado lo inusual de la renuncia el legislador ha
querido exigir formalidad especial. La norma establece dos modalidades:
1. Por escritura pública, ante notario o quien haga sus veces, o
2. Por acta ante el juez al que corresponda conocer de la sucesión. Habiendo proceso
sobre la sucesión, la renuncia debe hacerse forzosamente por acta, ante el juez que
está siguiendo la sucesión.

Habiendo proceso en trámite, quien sea parte del mismo o tercero legitimado no
puede renunciar a la herencia (o allegado) de otra manera que no sea precisamente
ante quien está tramitando el proceso. Existiendo proceso, la sola renuncia por
escritura pública es insuficiente. En consecuencia, si se hiciere la renuncia por
escritura tendrá que ser ratificada judicialmente mediante un nuevo acto de voluntad
ante el juez. En cambio, si no hay proceso o el renunciante no es parte del proceso
existente, puede hacerse la renuncia por escritura pública.

Renuncia y derechos de acreedores

 El precepto regula la pretensión, denominada de impugnación de renuncia, que


pueden ejercer los acreedores del sucesor renunciante a quienes la renuncia
perjudique sus derechos de cobro.
 Es una impugnación judicial, ya que solo por sentencia que declare fundada la
pretensión podrán obtenerse los efectos especiales que la norma señala.
 No se requiere que todos los acreedores demanden. Puede hacerlo cualquier
acreedor que estime que la renuncia perjudica la posibilidad de cobro de su
crédito.
 La norma precisa que se trata de acreedores del renunciante. Por lo tanto, excluye
de igual modo a los acreedores del causante y a los acreedores de la herencia, es
decir a quienes tienen un crédito de los previstos en los artículos 869 y 870 C.C.

No toda renuncia causa perjuicio al acreedor. Si lo que se renuncia es una


herencia deficitaria no habrá perjuicio alguno, pues de haberse aceptado el sucesor no
tendrá enriquecimiento ni patrimonio adicional con el que pueda cobrarse el acreedor.
Tampoco habrá perjuicio si la renuncia es un medio a través del cual el renunciante se
aparta de la sucesión para dar paso -por representación o acrecimiento, por ejemplo- a
otro sucesor del que el renunciante a su vez era deudor de obligación vencida y
exigible. En este caso, aunque la renuncia cause perjuicio a un acreedor, no es una
renuncia ilícita, porque el renunciante ha utilizado la renuncia como instrumento de
pago y el cumplimiento de obligaciones nunca puede ser impugnado. El perjuicio a
que se refiere el artículo 676 que analizamos debe ser, en consecuencia, un perjuicio
ilícito.

La norma establece que el plazo para ejercer la acción de impugnación es de


tres meses contados a partir de la fecha que se tenga conocimiento de la renuncia.

Modalidades y efectos de la aceptación y renuncia

La aceptación y la renuncia de la herencia, cualquiera que fuese la manera o


formalidad utilizadas, deben ser completas y totales, porque es consecuencia de la
unidad del patrimonio que se transmite. La herencia puede aceptarse o rechazarse,
pero en un caso y otro se acepta o rechaza la totalidad no está permitido tomar una
parte y repudiar la otra de la herencia.

Si bien es cierto que el ordenamiento no sanciona con nulidad la infracción a la


regla de integridad, ello fluye de la naturaleza de las cosas. La declaración entera es
nula y no solamente la decisión de aceptación o renuncia parcial. No existe aquí la
posibilidad de separabilidad que contempla el primer párrafo del artículo 224 del C.C.

El tratamiento del legado debe necesariamente ser distinto, porque sucede a


título particular y no en el universum ius del testador. Nada impide, por lo tanto, que
se acepte un legado y rechace otro, o que solo se quiera suceder en parte de lo legado.
A la postre, el legatario es, por voluntad del causante, una especie de acreedor de la
sucesión y obviamente nada puede impedir una aceptación o repudio parciales.

Aceptación y la renuncia se retrotraen al momento de la apertura de la sucesión.


Hasta que no haya renuncia o aceptación el llamado a la herencia no es heredero, sino
simple llamado a serio por vocación legal o testamentaria. Al producirse la aceptación
sus efectos son desde el momento de la muerte del causante de la sucesión, de manera
que la transmisión sucesoria opera automáticamente desde el mismo momento del
deceso, ya partir de ese preciso instante las relaciones y posiciones jurídicas de las
que era titular el causante pasan a ser de sus sucesores. Viceversa, si de renuncia se
trata se tiene al renunciante como si nunca hubiese habido delación en su favor, de
manera que el llamado en su lugar o si éste a su turno también repudia, la herencia o
el legado son ofrecidos sucesivamente a todos los siguientes en orden de prelación
hasta que alguien acepte, y por efecto de tal aceptación tal sujeto será heredero o
legatario desde el momento de la muerte, como si nunca hubiera habido otros
llamados a la sucesión.

Herencia futura

Según lo que prescribe el artículo 678 del código civil es que no hay aceptación
ni renuncia de herencia futura, en este caso lo que el legislador ha querido decir es
que no cabe aceptar o rechazar los derechos a título universal de una sucesión no
causada.

Trasmisión de la delación

El derecho de aceptar o renunciar la herencia, se trasmite a los herederos. En tal


caso, el plazo del artículo 673 corre a partir de la fecha de la muerte del primer
llamado.

El artículo 679, precisando que el derecho de aceptar o de renunciar una


herencia se transmite a los herederos de quien muere antes de haberlo ejercido.

De la redacción del artículo parecería entenderse que se trata de norma


imperativa. Sin embargo, no hay tal. No existe impedimento alguno para que, en
sucesión testada, el testador establezca prohibición a la transmisión del ius delationis
del heredero voluntario.
Para que pueda transmitirse el ius delationis es preciso que los herederos del
último muerto a su vez hayan aceptado (o que según mandato del artículo 673 se les
tenga como aceptantes) la herencia de éste. El ius delationis de quien falleció antes de
aceptar o rechazar la herencia que se le había delatado, es parte de su propia masa
hereditaria, de modo que para que sus herederos puedan acceder a la posibilidad de
ejercer el derecho que su causante no ejerció por su prematura muerte, previamente
han de aceptar la herencia donde tal derecho se encuentra, el cual se transmite sin
variaciones. Para acceder a la primera, la más antigua, han de pasar por la segunda y
ya como titulares de la segunda podrán aceptar o rechazar la primera.

La norma se aplica solamente para herederos, no para legatarios.

Lo que ha querido decir el 679 es que cuando el primer llamado fallece sin
aceptar ni renunciar, el plazo para que sus herederos ejerzan ese derecho se empieza
contar desde la muerte de su causante (el primer llamado), y no desde la primera de
las muertes.

Actos de administración y conservación

El artículo 680 viene a sentar las excepciones señalando que los actos de
conservación de los bienes de la herencia y la administración provisional de los
mismos (y, por cierto, los de inspección a los que se refiere el artículo 1544 del
Código argentino) no constituyen criterio del que pueda derivarse voluntad de aceptar
o repudiar, salvo, claro está, que al hacerlo deliberadamente se tome y haga
invocando el título o la calidad de heredero.

Acto de administración se ha precisado que debe ser de administración


provisional, o sea transitoria, temporal y sin intención de permanencia, a la espera de
que alguien (que puede ser el propio administrador) continúe tal administración.
Naturalmente, la casuística puede ser inmensa y habrá que examinar en cada ocasión.
Lo que, en definitiva, ha querido el legislador es que se trate, por un lado, de
administración ordinaria y, de otro lado, que sea una administración con visos de
interinidad, que no comprometa el porvenir de la herencia sin verdadera necesidad.
En tal sentido, supuesto que el plazo del artículo 673 es sumamente corto, la
administración tendrá que acomodarse a las circunstancias de tal plazo. De este
modo, si el administrador arrienda un inmueble contenido en la herencia por un plazo
de, digamos, tres años, mal podría calificarse de acto provisional, porque sin duda se
proyecta para largo. Cosa distinta, por ejemplo, ocurrirá si se prorroga por un par de
meses el contrato que acaba de concluir.

Aceptación a Beneficio de Inventario

Concepto: Es el derecho que tiene el llamado a heredar, a la aceptación de una


herencia, previa comprobación de su estado de solvencia, es decir, tanto del activo
como del pasivo.
Justificación: La confusión del patrimonio del difunto con el del heredero puede
perjudicar:
1. Al heredero, porque asume el pasivo de la herencia, y si los bienes hereditarios
son insuficientes, deberá responder con los suyos, en forma ilimitada.
2. A los acreedores de la herencia, porque los del heredero pueden concurrir a cobrar
sus créditos con los bienes de aquella, y los primeros podrían ver en peligro sus
acreencias.

Para evitar estas peligrosas situaciones, se instituyó el “Beneficio de


Inventario”, ya desde los tiempos de Justiniano, e inclusive puede pedirse contra la
voluntad del testador, según lo dispuesto en el Artículo 1.024 del Código Civil. No
debe confundirse este beneficio, con el inventario que debe hacer el que acepta la
herencia en forma pura y simple.

Base Legal:

Está regulado por los Artículos 1.023 al 1.048 del Código Civil.
Formalidad:

Artículo 1.023 del Código Civil: El heredero debe hacer la declaración de que
acepta la herencia, a beneficio de inventario, por ante el Tribunal de Primera Instancia
en lo Civil del lugar de apertura de la sucesión. El Tribunal deberá publicar un
extracto en la Gaceta Oficial o en otro, y se fijará por edictos en la puerta del
Tribunal. El heredero deberá hacer el inventario, conforme a las reglas del Código
Civil. A la declaración debe preceder o seguir el inventario de los bienes de la
herencia, formado con las solemnidades legalmente establecidas. (Art. 1.025) No
basta con hacer la declaración; el virtual heredero debe presentar el inventario, si ya
lo ha hecho, o hacerlo después de admitida su solicitud, en los plazos establecidos).

Efectos del Beneficio de Inventario para el heredero:

Artículo 1.036 del Código Civil (Ventajas):

• No estar obligado al pago de las deudas de la herencia ni al de los legados, sino


hasta la concurrencia del valor de los bienes que haya tomado, y poder libertarse
de unas y otras abandonando los bienes hereditarios a los acreedores y a los
legatarios.
• No confundir sus bienes personales con los de la herencia, y conservar contra ella
el derecho de obtener el pago de sus propios créditos.

Diferencias entre la condición de Heredero puro y simple y la del Heredero a


Beneficio de Inventario

1. Los poderes del heredero beneficiario sobre la herencia, son más limitados que los
del aceptante en forma pura y simple, ya que debe rendir cuenta de la herencia,
ante los acreedores y legatarios. Art. 1.037 C.C.
2. Antes de la aceptación y durante los términos para hacer inventario y deliberar, no
es heredero ni está obligado a asumir tal cualidad. Esto significa, que el interesado
tiene derecho a realizar el inventario, y analizarlo (deliberar) si acepta o no la
herencia. Mientras no acepte, no es heredero propiamente dicho, pues sólo se
tiene como un curador de la herencia, y como tal sólo puede administrar, en
ningún caso enajenar ni destruir ninguna de las cosas de la herencia.
3. Después de la aceptación, se convierte en heredero, pero sólo puede disponer de
los derechos de la herencia, con autorización del Juez; si no lo hace, pierde el
beneficio (Art. 1.041 C.C.). Al mismo tiempo, se convierte en deudor de todas las
obligaciones, dentro de los límites del haber hereditario.
4. El heredero a beneficio de inventario tiene responsabilidad por la administración
de los bienes hereditarios.

Reglas del Beneficio de Inventario

A) Beneficio de Inventario por mandato legal

1. Cuando los herederos son menores, o entredichos, o adultos inhabilitados, la


aceptación de la herencia siempre deberá hacerse a beneficio de inventario >
Art.998-999 C.C..
2. Igual requisito es esencial, cuando las herencias son deferidas a personas morales
o a establecimientos públicos > Art. 1.000 C.C.
3. Si hay varios herederos, basta que uno de ellos solicite el beneficio, para que así
se haga > Art. 1.026 C.C.

B) Plazos para solicitar el beneficio de inventario

Heredero en posesión real de la herencia:

Deberá hacer el inventario dentro de tres (3) meses a contar de la apertura de la


sucesión, o desde que sepa que se le ha deferido la herencia. Si ha principiado el
inventario y no lo pudiere terminar en este plazo, podrá solicitar al Tribunal de
Primera Instancia, una prórroga que no excederá de otros tres (3) meses, a menos que
graves circunstancias particulares hagan necesario que sea mayor. Art. 1.027 C.C.
Si en los tres (3) meses dichos, no ha principiado el heredero a hacer el
inventario, o si no lo ha concluido en el mismo término, o en el de la prórroga que
haya obtenido, se considerará que ha aceptado la herencia pura y simplemente. Art.
1.028 C.C.

Después de haber terminado el inventario, el heredero que no haya manifestado


su voluntad de aceptar la herencia a beneficio de inventario, tendrá un plazo de
CUARENTA (40) DIAS, desde la conclusión del inventario, para deliberar sobre la
aceptación o la repudiación de la herencia. Pasado ese término sin haber hecho su
declaración, se le considerará como heredero puro y simple. Art. 1.029 C.C.

Heredero que no esté en posesión real de la herencia: Art. 1.030 C.C. Conserva el
derecho de aceptarla bajo beneficio de inventario, mientras no se haya prescrito la
facultad de aceptar la herencia >10 años, según el Artículo 1.011 del Código Civil.

Sin embargo, conforme al > Art. 1.030 C.C., una vez hecha la declaración
prevista en el Art. 1.023 C.C., tiene los mismos plazos del heredero que esté en
posesión de la herencia. Concluido el inventario, el heredero debe hacer la
manifestación de aceptación dentro de los CUARENTA (40) DIAS siguientes; de no
hacerlo, se tiene por repudiada la herencia.

A título de conclusión, ésta es la diferencia entre ambos tipos de herederos:

El que está en posesión real, si no hace la declaración de aceptar la herencia a


beneficio de inventario, se considera que la ha aceptado pura y simplemente. El que
no está en la posesión real, si no hace la declaración, se considera que la ha
repudiado.

Según el Artículo 1.032 del Código Civil:

• Durante el plazo concedido para hacer inventario y para deliberar, el llamado a la


sucesión no está obligado a tomar el carácter de heredero.
• Sin embargo, se le considerará como curador de derecho de la herencia, y con tal
carácter se le puede demandar judicialmente para que la represente y conteste las
acciones intentadas contra la herencia. Si no compareciere, el Juez nombrará un
curador a la herencia para ese caso.

Pérdida del Beneficio de Inventario

El que ha solicitado el beneficio de inventario, lo pierde en los siguientes casos:

1. Cuando no hace el inventario en los plazos establecidos en la ley.


2. Cuando hecho el inventario, no manifiesta su aceptación en los plazos
estipulados.
3. Cuando de mala fé ha dejado de comprender en el inventario algún objeto
perteneciente a la herencia > Art. 1.035 CC.
4. Cuando haya ocultado o sustraido bienes pertenecientes a la herencia > Art. 1.021
C.C.
5. Cuando enajena los inmuebles de la herencia, sin autorización judicial > Art.
1.041 C.C.
6. Cuando vende los bienes muebles de la herencia, sin autorización judicial, antes
de que hayan transcurrido dos (2) años de la aceptación bajo beneficio de
inventario > Art. 1.042 C.C.

Derechos de los Acreedores y Legatarios

En virtud de la protección legal, tales sujetos tienen los siguientes derechos:

1. A solicitar judicialmente que se compela al heredero, a que declare si acepta o


repudia la herencia > Art. 1.019 C.C.
2. A que se les rinda cuentas, y a pedir que se conceda un plazo al heredero para
hacerlo.
3. A que se les paguen sus respectivos créditos.
4. A oponerse a que el heredero haga pagos extrajudiciales o promueva preferencia
en algunos pagos > Art. 1.044 C.C.
5. Si los acreedores no hacen oposición y se presentan después de agotarse los
bienes de la herencia en pagar, sólo tendrán acción contra los legatarios (Art.
1.045 C.C.); b) Los acreedores hipotecarios no pierden su acción si no hacen
oposición, pues pueden cobrarse de los bienes afectos al pago de su crédito).

CONCLUSIONES

La sucesión es la transmisión del patrimonio por causa de muerte, esto implica


que el destino de los bienes del causahabiente y sus relaciones jurídicas patrimoniales
tanto activas como pasivas cambian de destinatario y este cambio es del cujus a sus
herederos.

La adquisición de la herencia o del legado ocurre cuando uno acepta la herencia


y efectivamente toma la herencia, lo que no implica solemnidad, pudiendo ser tácita,
en cambio la aceptación del legado tiene que ser expresa, porque el legado se refiere a
bienes específicos, el legatario debe reclamarle su legado al heredero.

La herencia, es la sucesión de los bienes del difunto, al que también se le


denomina de cuius. La herencia es la forma de trasmitir bienes, derechos y
obligaciones del difunto a fin de que éstos no se extingan con su muerte,
conociéndose así como derecho de sucesión mortis causa.

La aceptación de la herencia se describe como el acto jurídico por el que la


persona llamada por ley o por voluntad del causante a una sucesión, asume la calidad
de heredero. Se dice que asume y no adquiere, porque es heredero desde la muerte del
causante; por lo tanto, con la aceptación asume sus obligaciones.

La aceptación expresa puede constar en instrumento público o privado,


Interpretando esta norma, Ferri señala que la aceptación expresa es un acto formal,
para el cual la ley prescribe una forma determinada: debe revestir necesariamente la
forma escrita. Mientras que, la aceptación Tácita es el resultado de una voluntad
sobreentendida. Cuando el heredero se comporta como tal sin expresar su voluntad de
aceptar la herencia, se da el caso de aceptación tácita. Para ello, debe actuar como
propietario, realizar actos que importen la disposición de la herencia.

La renuncia de la herencia es el ejercicio de manera negativa del jus delationis,


es decir, de la opción que nace para el sucesor universal de abrirse la sucesión.

A diferencia de la aceptación voluntaria, que puede hacerse en documento


privado e incluso de manera tácita, el legislador exige que se haga por escritura
pública, ante notario o quien haga sus veces, o por acta ante el juez al que
corresponda conocer de la sucesión. Habiendo proceso sobre la sucesión, la renuncia
debe hacerse forzosamente por acta, ante el juez que está siguiendo la sucesión.

La aceptación y la renuncia de la herencia, cualquiera que fuese la manera o


formalidad utilizadas, deben ser completas y totales, porque es consecuencia de la
unidad del patrimonio que se transmite. La herencia puede aceptarse o rechazarse,
pero en un caso y otro se acepta o rechaza la totalidad no está permitido tomar una
parte y repudiar la otra de la herencia.
La aceptación a Beneficio de Inventario, es el derecho que tiene el llamado a
heredar, a la aceptación de una herencia, previa comprobación de su estado de
solvencia, es decir, tanto del activo como del pasivo. El que está en posesión real, si
no hace la declaración de aceptar la herencia a beneficio de inventario, se considera
que la ha aceptado pura y simplemente. El que no está en la posesión real, si no hace
la declaración, se considera que la ha repudiado.
REFERENCIAS

Calvo B.E. Código Civil Venezolano, Caracas - Venezuela.

Ossorio, M. (2000). Diccionario De Ciencias Jurídicas, Políticas Y Sociales, Ed.


Eliasta, Ed. 27°, Buenos Aires, P. 410.

Cabanellas, G. (2006). Diccionario Jurídico Elemental, Editorial Heliasta S.R.L,


Bogotá Colombia 2.006.

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