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‘aie ot Cultura y contracultura: observaciones periféricas Beas’ Universidad de Costa Ries Horton TRESUMEN: Elemagendeconrucurs, ABSTRACT: The concept of ‘nay ox bgt nr ants pce de “contra, on sue daring te sede ein ory ca oes de ne price cee on gate. The rion ofa eco eo got poe diacder pur Wh alin te to ta It dominos ee, bal © ‘ler cae mnt comer ‘alae or omntn La décsda de los sesents fue sbundante en rebelde y protests ests lailesy juveniles, las cuales no se artiularon alrededor de los valores Y prictcasreivindicados por la “izquierda”uadiional,ewyos proyecton ‘xan tan desarollitas como ls dl cuestionado sat quo, El Manifesto ‘Comuista, ta alabar I funcién histérea de la burguesa,urgla a em- pujar el desarrollo social un paso mas all, presentando al comunismo ome la shtima fase de la movleenidad occidental, cuya labor redentora prometia defender y culminar, revindicando ws ideales de expandir ¥¥ dominar las fuereas naturales, sociales y egoicss, Los movimientos juveniles y estudiantiles de los sesenta, en cambio, emunciaban tales Ideals, por lo que fueron denominados como "contracultaras". El eérmin, creado, o l menos diseminado, por Theodore Roseack, esaltamenteinexato, Sea que le demos al concepto de “calura” st mie ampli acepein antropolégica (cultura como todo lo que hace el serhu- aa anaes bone ess CT Conjumceprccssciles que deinen nests elcome com los tan alerts somo la cultura dominance sl qe se oponen. Pero termino peg, ast que To usaemos aga pars designa logue elente CCreado ypopsarizado para aaliae hecho de lon sesent or avin “contac st par analiza fendnenon espacial tem poraiment eanos spor él enrendemor noun conjure espectco de Frist slurs, sno posiionsmisna liner deinformae Eide ultra ceterminds: Pcs queen certo momento Isr sconce, eos sora pen er domi y ‘cevern, pres qe la histor jemplifca con abundancia onguit xpaols conta, com nuit apie, lacs oad de ineprecrcs cultures dominantes precelonbins en pdctiss contr caltrles o marae Ter nde conrcskrs solo ua de tego zal en anil de as formciones elias, po x cane ented econo Gt piccasy noconer culls acteate interior de na sociedad Se puede ton uns aprosimacion sna cuatatva,y hablar de cultures mayortarsy mioraris, © adopar on ettero dernopriico ¥ hublin por ejemplo, de eltras ven, eampesinaso urban. EL Iso de concptor como conrautira respond tun sproximacén de cone nncschanefowrulian, que proria aisecion de at Sinan claras ena foracn url conebida como empo de hulled fuerza en pogna Es ete wt enfogie gum uci fee tna aka produtvided tere, Snca meta que te puede splat tf evtos tomas: Arumiendo dicho enfoqu, cro que ls formacionet “Eiturles de cule sociedad con nveles nbles de heerogenidad {ultra ines, etn configure por sont pos bscos de kemen- tos a) una cltura dominant, B) cultures marginale) soboslursy ‘} contacalture chuiescion qos cerament puede sonar, sent Ssbiraca como la encclopedia china cada or Borges. La cuturadominante seri a que determin el horizonte mental bisi- «oy las prietcas culturales que articulan ls principales procesos sociales ‘de una sociedad, sea porque la comparcen la mayoria de sus incegrantes, sea porque dispone de mayor capacidad para ciseminar sus valores y para invisiilizaro desprestigia los de bs otras culturas de a misma _. Lh eta 88 7 forma. Cuando ambas eszones se unen, yl eutura dominante ogre imponer sus prcicas como el marco bisico con que l mayora de une sociedad da sentido a su experiencia, hablamos de cultura hegemnia, ideal al que sspira toda cultura dominante, Las culturas marginales, por su pare, serfan las operantes al interior de grupos que, por surnimero 0 1s importante aun, su posicién socal no son reconocides por acuta 1 dominante como fuerzas socials vigentes al interior de una sociedad En general los adherentes3cultras marginales no escogen pertencect 2 ésts, sino que nacen en su seno. Las subculeuras, en cami, son ls conscientemente adopradas por grupos minortaios que se identifican ‘de manera explica eon un eonjunto de prtieas que sin ser las dom rnantes, no cuestionan los valores cenrales de la cultura dominante en la cual se insertan. Por clio, ls eontaculeurae sean las artieuladas alrededor de prietcas en expicta oporicin asus contrapartes de a ‘ulara dominance 1a aparenteunida de estas caregoras no debe hacernos olvidar que todas ellas pueden albergaren su seno prictices muy diversas y aun ‘opuestas. Asi en nuestra cltura dominant coensten, contadictoriay atin grotescamente, valores y priticas eapitalista ycrstanos. De he- cho, suelen coexistral intenor de esas categorie cultralestendencas Principles, declinantes y ascendentes. Asal interior de las culturss ‘arginales, es posible afirmar que sus faetas urbanas van en ascen- so, mientras declinan sus tendencias rales, Todo ello posblita que clementos de una formacién cultural puedan anaizarse en si mismos como una formacién cultral,y que formaciones culturales eaters se puedan anlizar como elementos de una formacion cultural mis amplia ‘que las engloba. Todo dependert de eémo definanios nuestro objeto de sai, En todo caso, ls categorizacién de una euleora come un tipo w otro de elemento est sempre determinada por sy insrciny acciona dem two de una formacién cultural determinads, sea esta muy ampli o uy ‘specifica, Una cultura dominante no lo es por poscer determinados rasgos eultuales, sino por su poscién de fucrea frente alas otras cul tus de la formacion, y lo mismo sucede con ls eulturas margnales, las subculrurasy las contraculueas. Ningén estado inmaneate que aisle Ia cultura de su entorno, nos permite saber sella es dominantes mar~ final, subcultural © conteaultural Tampoco ls nominaciones que hs sociedades se dan asf mismos indian acenca cera cual eu eultra ‘ay races bana plies dominante El apitalismo crecé y leg a ser dominante en sociedades {que no se abtodefnian como tales, mientras que hoy a sriula buena prte de las pritias scioculrrales de paises coma la Replica De- ‘mocitica China, auoproclamados socaistas. Las sociedades dizque demoeriticas con altos nveles de desnutricin y analabetismo 0 requieren comentario algno Elansliss del signo que la diferentes clturas poscen al interior de tuna formacin cultural es harto complejo, elo por diversos Factores, YYalhemos mencionado algunos: la compleidad de as formaciones cul torales, a parcisida de toda taxonomia analtes que sles apg, a tusencia de rsgos intinsecos que permitanestalogaruna cultura coma Alominant, marginal, subcultural o contracultural,y la necesidad de re ritirsea su posicionamiento y accionar al interior de variables campos de fuerase. Otro factor que obliga al anise a una ala movildad ea apropiacidn concreta que los sujetos sociales, tanto individuals como Coleedvos, hacen de los repertorios culturales disponibles, {Cémo ea talogar, en muestra repidn, una prictca cultural tan extendia y vaiada ‘coma el ertanisma? En tanta relgiin mayortariay ofc, pertencee inequivacamente a ls cukurs dominant, ¥ su principal rol social ha sida como arma de dominio l servicio de dcha cultura Pero es inne= table que grupos opuesto ell lo uilizan como espacio y arma de Fesistenca. El enstianiimo, ene que coesisen tendencias tan divers, 5 un ejemplo de ess culturas que, para ser comprendidas con algin nivel de compejdad,requeren ser analizadas no solo como una cultura dentro de una formacidn cultural que la engloba, sino también como, una formacida ea s! misma, con sus propas culeuas dominantes, mar finals, subculura y conraculturs. Ello edunda en la veces enorme Aifculad de detervinr los rasgos basics de una cultura determinads Siguiendo con el mismo ejemplo, podemos preguntarnos: qué es el tttianismo? éLo dicho por Crist en los evangelis y cumplido por tama minoris de seguidores? {Lo definido somo tal por In iglesia? EL onjanto de prictiess reales de sus millones de sleptos? El enstiaismo tan paimorfo y palifinional que result imposible defninio con pre- ‘sin, o adjudicate align signo o eategoria cltral estable. En China ‘en Irak es una cltara marginal; en Evropa occidental y en América Latina un elemento de la cultura dominant; pero mientras en Exo, represent una tendencia declinante, en América Latina no ocurre 10 = ——ULUrm™LmrmUmM—C——C“™s—tsrs—_U id 08 El ejemplo, seve, permite una ramificaion cai infnita, Pero, mis Jmportant sun, nos emite sun problema que, dado el cima intelectual contemporineo, s inedible abordae. Si no hay sasgos definitorios Jnrineecos que permitan catslogar + una cultura como dominant, ‘marginal, subeultural o eontraccltral y si una misma peStiea cul ‘al puede adqurir y mostrar tan variado signo, sea al interior de una ‘nisma Formacién, sea al pasar de una 3 te, Zmplica ello que reina en ste Ambito un completo relatvinmo? La zespuesta, prevsiblements es ‘ela ‘Desde una perspectiva que apante a defniciones esencialists tanto de Is culturas mismas como del signo de su acciona, el relativism pirece inevitable, en tant tales defnicones muestran una alta ines- ‘abilidad, Pero si se renuncia a encontrar defniiones esencialits, sf ts posible descfrar las caracersticas bisicasy el signo que exhiben lis prcticas cultorales coneretas al interior de formaciones cultural, Jguslmenteconerets. Ello no require mi que el ands sea puramente Coyuntural nique el smbito en estudio poses una alta estriciGn espa- ‘ostemporal. Se pueden analiza cultura einserciones en procesos de larga duracin y amplo espectro, a condicin de renunciar a hablar de ‘senciss 0 posicionsmientosindependientes de ss pricticss reales y de fv insercin en un panorama saciohistérico definido, por amplio que este se. La hoy Frecuente adjudicacion meitica al slam de un signo fundamentalists mayor que el del rstianismo o del judaismo ejemplifica Jos resultados de ver esencias donde no hay sno tendencias, de larga © ‘ort duracign, operantes dento de formacionesculraes hisries. EL andlsis cultural de tipo posicional aut defendido tiene, ami ju io, dos ventas edrias. La primera es de ipo general, y consste en su capacdad de evita, segin vimos, los escollos del esencialismo y el reliivismo, En cuanto al esenilismo, descarta las esencias fis, inde ‘endientes de las prices e inserciones socio-cultuales concrets. Tal ‘escarte lo hace por parida dable:cuestionando la conceptulizacion de is cultuas como conjuntos fos de prictcas y valores, y haciendo ‘ver que, aun en los easos en qu las pricticasy valores de una determi- nada culeura mantengan una ciertaestbildad, su insercin y accionar ‘en los cambiantes campos de fuerzas de ls formaciones csltrales es igalmente cambiante. Asi, ni hay posibildad de hablar de un marxismo ‘© un cristanismo en estado de pureza, frente al cual las dems variantes serian meras degeadacione, a es posible decir que wna w ota de 8 oe ue tele cess ess sarantes ton. per se, dominantes, marginaes,subculturales o contra- Cultrses algo que solo su posicionamienco en un formacibn culutal onereta puede decide En cuanto al rlativismo, lejos de conduct +l ‘sonocids noche donde todos los gates son pardos el anissposiional Mira la objetivadeterminabilidad, en la medida en que estoes posible fen bs llamadasciencias sociales, tanto de los valores y pricticas exhibie dos por una cultura conereta como dela valencia y ireclonalidad de su accionar al interior de una formacigin culteral concrets.Agut la obje- tivdad no conssteni en I aplicacin de una imposible “epoje™ de ipo fenomenol6gico, merced ala cual nos despojaramos de nuestros valores pats aulizar neutrament as reaidades ealtorales, ni en a pretension de hullaruna especie de nodimeno kantano inmutable, existente mis all de los cambiantes fen6menos cultures. Consist, mis bien, en atenerse a tun doble principio: que la fuerza rlaiva de los diveros lementos de una formacin cultural conerets son ficticamente medibles con cera precisin, y que el investigador debe conocer y asumit ly perspeciva seade la cual mira ls fenémenos, en ver de aplicarlainconsientemen- tc. Este tipo de ailsis asume, por ejemplo, que es posible deverinar con cierto grado de objetivdad los elementos basicos de ls sucesiva prdctcasculturales eapitalistas, la fuerza relative que han tenido a. lo largo de su historia y el signo desu accionar al interior de las diversas {ormaciones culturales en que se presentan, Asumira también, por sjemplo, ue una vez asumida una definicin opeativa de terrorsmo, se puede determinar con ciertaobjeividad si tanto las maras como lg instancias que ls combaten eaen o no bajo tl denominacign. No le atrbuyo a este propuestaanalitcaoriginalidad alguna send ‘obvias sus deudas con autores tan diversos como Mary Nietzsche, Quijano y Foucault. Sle atibuyo, en cambio, una aa productividad ‘torica La primera de las dos wens tericas que qusicesresaltar ya la mos: nos permite superar por igul el esencialsmo y el relativsmo. La Segunda esque la prioridad dada al eoncepto de posicionamiento deberia obligar al analista a examinar Ia insecci seal Ge sus propiaspréties

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