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Adaptación Metabólica Al Ayuno Versus Respuesta Metabólica Al Estrés
Adaptación Metabólica Al Ayuno Versus Respuesta Metabólica Al Estrés
1. Introducción
2. Ayuno
2.1. Concepto y tipos
2.2. Metabolismo de los principios inmediatos en el ayuno
2.2.1. Metabolismo de los principios inmediatos en condiciones normales
2.2.2. Fisiología del ayuno precoz
2.2.3. Fisiología del ayuno prolongado
2.2.4. Evolución de los niveles plasmáticos de los principales metabolitos
2.2.5. Balance nitrogenado y cetonuria en el ayuno
2.2.6. Alteraciones del intestino delgado en el ayuno
2.2.7. Alteraciones ponderales
2.3. Adaptación endocrina al ayuno
2.3.1. Respuesta hormonal al ayuno breve
2.3.2. Respuesta hormonal al ayuno prolongado
2.4. Respuesta neuroendocrina al ayuno
2.4.1. Leptina
2.4.2. Neuropéptido Y
2.4.3. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal durante el ayuno
2.5. El ayuno en situaciones específicas
2.5.1. Alteraciones endocrino-metabólicas de la anorexia nerviosa
2.5.2. El ayuno en obesos
2.5.2.1. Eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo
2.5.2.2. Eje somatotropo
2.5.2.3. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal
2.5.3. El ayuno en pacientes hospitalizados
3. Estrés
3.1. Concepto
3.2. Metabolismo de los principios inmediatos en situación de estrés
3.2.1. Fase ebb o hipodinámica
3.2.2. Fase flow o catabólica
3.3. Respuesta neuroendocrina al estrés
3.3.1. Insulina
3.3.2. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal
3.3.3. Eje somatotropo
3.3.4. Eje tirotropo
3.3.5. Eje lactotropo
3.3.6. Eje gonadotropo
3.3.7. Citokinas
3.4. Estrés en grandes quemados
3.4.1. Gasto energético basal
3.4.2. Metabolismo de los principales sustratos energéticos
4. Resumen
5. Bibliografía
6. Enlaces web
Objetivos
E
l ayuno ha sido empleado en medicina con fines terapéuticos, en un intento
de encontrar la solución a problemas que la ciencia no lograba resolver. Sin
embargo, este concepto ha ido cambiando, y actualmente se conocen la im-
portancia y la repercusión pronóstica de una adecuada alimentación y nutrición en
situación de enfermedad o estrés. Así han ido surgiendo nuevas medidas terapéu-
ticas, como la nutrición artificial enteral y parenteral, con el fin de evitar la desnu-
trición en pacientes que presentan patologías que dificultan o impiden la alimenta-
ción por vía oral.
El presente Capítulo tiene como fin principal revisar los aspectos fisiológicos
característicos del ayuno, tanto precoz como prolongado, y especificar los cambios
principales que tienen lugar en los metabolitos plasmáticos, así como las alteracio-
nes que ocurren en el balance nitrogenado y que afectan al peso corporal y a varios
órganos, entre ellos el intestino delgado. Otro de los fines fundamentales de este
Capítulo es revisar las adaptaciones endocrinas y las respuestas neuroendocrinas al
ayuno, haciendo hincapié en algunas alteraciones típicas, como la anorexia nerviosa
y la obesidad. Finalmente, otro de los objetivos es ofrecer una revisión de las alte-
raciones fisiológicas y metabólicas que ocurren en situaciones de estrés, así como
las respuestas neuroendocrinas que tienen lugar, exponiendo las características
particulares de los grandes quemados.
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Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...
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rar la capacidad física demostró una alteración im- de la respuesta metabólica en las primeras fases
portante tras 24 semanas de dieta restrictiva. Este del ayuno (ver Capítulo 1.9).
Capítulo se centrará especialmente en un estudio Se estima que un individuo de peso medio tie-
realizado en el Clinical Research Center del Brigham ne una cantidad aproximada de 100 a 150 g de hi-
and Woman’s Hospital, en el cual se sometió a pa- dratos de carbono en forma de glucosa circulante
cientes obesos por debajo de 40 años a un ayuno y glucógeno hepático. Teniendo en cuenta la ba-
de 6 semanas con fines terapéuticos. ja densidad energética de la glucosa (4 kcal/g), es-
te depósito de glucosa supone aproximadamente
de 400 a 600 kcal, es decir, ni una tercera parte de
2.2.1. Metabolismo de los principios los requerimientos calóricos diarios de un indivi-
inmediatos en condiciones normales duo en condiciones normales. Existen otros 300-
400 g de glucógeno almacenados a nivel muscular,
Cuando se ingieren alimentos, se hace en una pero éstos sólo pueden ser usados por el músculo
proporción determinada de hidratos de carbo- en situaciones de ejercicio o estrés.
no, lípidos y proteínas, que van a ser los combusti- b) Lípidos. Los lípidos ingeridos en la die-
bles utilizados para aportar energía a los diferentes ta se transforman a nivel intestinal en quilomicro-
órganos de la economía. Cada uno de estos nu- nes; éstos pasan por el sistema linfático y llegan al
trientes, a través de sus diferentes vías de metabo- plasma, donde son captados por el hígado o por el
lización, dará lugar a energía utilizable por el orga- tejido adiposo. La enzima lipoproteína lipasa, muy
nismo en forma de ATP y se almacenará para ser abundante en estos dos órganos, los convierte en
usado como fuente de energía en circunstancias de glicerol y ácidos grasos libres que son transpor-
escasez de nutrientes exógenos. tados a los diferentes tejidos. Los ácidos grasos
Es importante destacar que existen determina- libres pueden seguir dos vías: la producción de
dos órganos, como el cerebro y las células sanguí- energía mediante la β-oxidación mitocondrial, o
neas, que tienen especial dependencia de la glucosa su almacenamiento en el tejido adiposo en forma
y no pueden nutrirse a partir de ningún otro sus- de triglicéridos, preparados para ser usados co-
trato salvo en situaciones especiales, como el ayu- mo fuente de energía cuando sea preciso. Cuan-
no prolongado. Posteriormente, se verá cómo el do no hay suficiente glucosa disponible, a nivel he-
cerebro, que no supone más del 2% del peso cor- pático se pone en marcha la cetogénesis: a partir
poral, requiere la totalidad de la producción hepá- de los ácidos grasos libres se sintetizan los llama-
tica de glucosa en fases iniciales del ayuno. dos cuerpos cetónicos (ácido acetoacético, ácido
A continuación, se describen brevemente la re- β-hidroxibutírico y acetona), que desempeñan un
gulación y la capacidad energética de los tres prin- papel fundamental en periodos de ayuno prolon-
cipios inmediatos, lo que ayudará a comprender gado, ya que llegan a nutrir a todos los tejidos de
mejor el papel de cada uno de ellos en situación la economía y especialmente al sistema nervioso
de ayuno: central (ver Capítulos 1.11 y 1.12).
a) Hidratos de carbono. Los hidratos de A diferencia de los hidratos de carbono y, co-
carbono ingeridos en la dieta se transforman por mo se verá posteriormente, de las proteínas, el
diferentes vías en glucosa, y ésta se emplea como valor energético de la grasa es alto (9 kcal/g).
fuente de energía por los diferentes tejidos (me- Se estima que la masa grasa constituye entre el
diante oxidación de la glucosa se obtiene piruva- 15 y el 25% del peso corporal; esto supone unos
to, el cual se introduce en el ciclo de Krebs, dan- 10,5 kg en un varón de unos 70 kg de peso, es de-
do como resultado final 36 moléculas de ATP por cir, unas 94.500 kcal almacenadas, lo que convier-
cada molécula de glucosa), o bien se almacena a te al tejido adiposo en la principal reserva de ener-
nivel hepático y muscular en forma de glucógeno gía del organismo.
mediante la glucogenogénesis. En condiciones de c) Proteínas. Las proteínas son fundamenta-
anaerobiosis, el piruvato se convierte en lactato les para el organismo, tanto por sus propiedades
en el músculo para conseguir energía. El proceso energéticas como por su función estructural. La
contrario por el cual el glucógeno se transforma ingesta mínima necesaria se encuentra en torno a
en glucosa, la glucogenólisis, es parte fundamental 1 g por kg de peso corporal al día. Las proteínas
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cesario para introducir los cuerpos cetónicos en el primeros, principalmente alanina, parten de nive-
ciclo de Krebs. Por tanto, la utilización periférica de les elevados y van disminuyendo progresivamente
cuerpos cetónicos disminuye y su nivel plasmático como consecuencia de su uso en la gluconeogé-
se eleva hasta tal punto, que atraviesan la barrera nesis. Los aminoácidos ramificados (leucina, iso-
hematoencefálica y son empleados por el cerebro leucina y valina) aumentan los primeros 3-5 días
como fuente de energía. En la fase de ayuno pro- debido al incremento de la proteólisis muscular,
longado, el 60% de la energía requerida por el ce- para luego descender gradualmente hasta alcan-
rebro se obtiene de los cuerpos cetónicos. Otras zar su límite más bajo coincidiendo con los nive-
células que no pueden nutrirse a partir de cuerpos les altos de cuerpos cetónicos. Finalmente, la gli-
cetónicos, como es el caso de los hematíes, lo ha- cina aumenta progresivamente en plasma durante
cen a través de la glucólisis anaerobia. todo el proceso.
En resumen, durante la fase de ayuno prolonga-
do se ponen en marcha mecanismos de adaptación
que posibilitan, por un lado, disminuir los reque- 2.2.5. Balance nitrogenado
rimientos energéticos, incluyendo el uso de cuer- y cetonuria en el ayuno
pos cetónicos por el cerebro, y, por otro, reducir
la proteólisis al mínimo necesario para producir el Un punto que ha despertado el interés de mu-
amonio suficiente para eliminar los cuerpos cetó- chos investigadores es la eliminación renal de cuer-
nicos por la orina. Esta situación permite al indivi- pos cetónicos y la regulación del metabolismo ni-
duo mantenerse con vida mientras tenga reserva trogenado, medidos por la excreción de amonio
grasa suficiente, lo cual está estimado, según el es- y urea en orina, respectivamente. La cetonuria se
tado nutricional, en más de un mes (Figura 3). encuentra en estos individuos francamente incre-
mentada a pesar de la situación de máximo ahorro
energético, lo que obliga a aumentar la producción
2.2.4. Evolución de los niveles de amonio (mediante la metabolización de la glu-
plasmáticos de los principales tamina a nivel renal), necesario para la eliminación
metabolitos urinaria de los cuerpos cetónicos. Entendiendo la
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nificativo. A medida que avanza el ayuno, sobre todo de los niveles plasmáticos de insulina, lo cual se re-
a partir de las dos semanas, el porcentaje de reduc- fleja en un ascenso del uso periférico de la gluco-
ción de peso disminuye, aunque aumenta la pérdida sa y en supresión de la producción endógena de la
de calorías por unidad de pérdida de peso, debido a misma, disminuyendo la glucogenólisis y la gluco-
que en los primeros días se pierde gran cantidad de neogénesis. El incremento de la insulina estimula
agua unida al glucógeno y en el ayuno prolongado se también la síntesis de proteínas y el almacenamien-
pierde más cantidad de grasa. to de triglicéridos en el tejido adiposo.
En definitiva, la respuesta metabólica que se pro- En el ayuno breve, al disminuir la concentración
duce en el ayuno prolongado tiende a establecer de glucosa plasmática descienden los niveles de in-
una situación de hipometabolismo, reduciéndose sulina circulante, lo que da lugar a una reducción de
hasta un 40% el gasto metabólico y presentando la utilización periférica de la glucosa y a un aumen-
una mínima proteólisis. Esta respuesta difiere mu- to de su síntesis endógena a partir de la glucoge-
cho de la que se origina en situaciones de estrés, nólisis y la gluconeogénesis. El descenso de los ni-
en las que, mediado por un incremento importante veles de insulina favorece la proteólisis y liberación
de las hormonas contrarreguladoras, se asiste a un de los aminoácidos, así como la generación de áci-
metabolismo aumentado (hasta en un 100%) con dos grasos libres procedentes de la lipólisis a nivel
intensa proteólisis, que se ha denominado “autoca- del tejido adiposo.
nibalismo” (Tabla 1). Las hormonas contrarreguladoras (adrenalina,
cortisol, glucagón y hormona del crecimiento) tie-
nen un efecto opuesto a la insulina e influyen en la
2.3. Adaptación regulación de la glucemia, sobre todo en situación
endocrina al ayuno de estrés. A nivel del metabolismo proteico, aumen-
tan la proteólisis y frenan la síntesis proteica, cir-
2.3.1. Respuesta hormonal cunstancias que se dan en el ayuno precozmente pa-
al ayuno breve ra liberar aminoácidos que serán empleados como
sustrato en la gluconeogénesis. Con respecto a los
La insulina desempeña un papel crucial en la re- lípidos, cuando la oxidación de hidratos de carbono
gulación de la homeostasis de los tres principios es insuficiente y se precisa derivar todo su conteni-
inmediatos. En condiciones normales, al elevarse la do energético al cerebro, se produce una liberación
concentración de glucosa en plasma en el periodo masiva de ácidos grasos libres y glicerol a la circu-
postabsortivo, se origina un aumento simultáneo lación, siendo los primeros convertidos por el híga-
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La repercusión del ayuno prolongado sobre in- La leptina es un polipéptido sintetizado en los
sulina, T3, glucagón y GH está dirigida a minimizar adipocitos y liberado a la circulación sanguínea,
el gasto energético y las reacciones anabólicas. Los donde su concentración es proporcional a la masa
niveles plasmáticos de insulina disminuyen al prin- grasa corporal. Gracias a un sistema de transporte
cipio del ayuno, al igual que ocurre con los niveles localizado en el endotelio de la barrera hematoen-
de T3 y los de GH. El glucagón se eleva inicialmente, cefálica, entra en el sistema nervioso central, don-
coincidiendo con el descenso de insulina, para ba- de ejerce su función: la regulación de la adiposidad
jar después y mantenerse en valores superiores a y el peso corporal mediante la modulación de la in-
los alcanzados en la fase postabsortiva. Las modifi- gesta y del gasto energético (ver Capítulo 1.18).
caciones del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal serán Cuando el organismo tiene los depósitos de
expuestas a continuación, dada su relación con los energía llenos, se incrementan los niveles de lepti-
distintos neuropéptidos implicados en la respues- na en sangre y se desencadena en el sistema ner-
ta neuroendocrina. vioso central una respuesta adaptativa por la que
disminuye el apetito y aumenta el gasto metabóli-
co para evitar la obesidad. En caso contrario, en si-
2.4. Respuesta tuación de ayuno, se produce un descenso rápido
neuroendocrina al ayuno de la leptina plasmática, que constituye una señal
muy precoz del paso de balance energético equili-
En 1950, Kennedy hizo tres observaciones fun- brado o positivo a negativo. Este descenso se tra-
damentales sobre un modelo de regulación de la duce a nivel periférico como una señal de ayuno y
homeostasis del peso corporal en mamíferos: en favorece la conservación de energía en una situa-
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ción de reservas limitadas. Cuando la restricción mento del apetito. Insulina y leptina son inhibidoras
dietética llega a producir reducción ponderal, es- de la respuesta neuronal mediada por el neuropép-
ta bajada de leptina se caracteriza por ser además tido Y, un potente estimulador de la ingesta.
desproporcionada para la reducción de masa gra-
sa, lo que sugiere que el balance energético negati-
vo disminuye la producción de leptina por unidad 2.4.2. Neuropéptido Y
de masa grasa.
A nivel hipotalámico, inhibe funciones no esen- El neuropéptido Y es un polipéptido formado
ciales de forma inmediata, como la capacidad repro- por 36 aminoácidos, perteneciente a la familia de
ductora y la función inmune, con el fin de mantener los polipéptidos pancreáticos, que se expresa abun-
funciones vitales como el metabolismo cerebral. Por dantemente en múltiples áreas cerebrales. Se sinte-
tanto, durante el ayuno, y mediado por la leptina, el tiza a nivel del hipotálamo, en las neuronas del nú-
eje hipotálamo-hipófiso-adrenal se activa, mientras cleo arcuato, desde donde envía señales a muchas
que el gonadal y el tiroideo se suprimen. otras áreas hipotalámicas, entre ellas el núcleo pa-
A escala experimental se ha visto que el défi- raventricular. A través de este último, el neuropép-
cit de leptina provoca un incremento en la ingesta tido Y estimula la ingesta, disminuye el gasto ener-
de alimentos, supresión de la función inmune, ma- gético mediante la reducción del flujo del sistema
yor sensibilidad a la exposición al frío, alteración nervioso simpático y favorece la síntesis y el alma-
del desarrollo y de la función sexual, así como dis- cenamiento de grasa (ver Capítulo 1.18).
minución de la tasa metabólica. Por otra parte, se En modelos animales sometidos a restricción
ha comprobado que la leptina es capaz de rever- calórica se ha encontrado un incremento de la
tir estos cambios adaptativos descritos. En rato- expresión del gen del neuropéptido Y y de la li-
nes sometidos a ayuno se ha podido demostrar beración de éste en el núcleo paraventricular, lo
que la administración de leptina exógena para pre- que pone de manifiesto su papel en la respues-
venir su descenso en plasma minimiza sustancial- ta adaptativa al ayuno. También se ha observado
mente las modificaciones endocrinas descritas, a en animales sometidos a ayuno que leptina e in-
pesar de la persistencia de las alteraciones meta- sulina inhiben la expresión del gen del neuropép-
bólicas asociadas al ayuno, tales como la reducción tido Y, mientras que los glucocorticoides la esti-
de peso, la hipoglucemia y el incremento de los mulan. Por tanto, durante el ayuno se produce
cuerpos cetónicos. Estos hallazgos sugieren que, la activación de dos vías: la vía hipotalámica del
aunque la ausencia de nutrientes sea clave para el neuropéptido Y, mediada por el incremento de
inicio del proceso, la reducción de la leptina cons- los glucocorticoides y el descenso de la leptina
tituye el gatillo hormonal que desencadena la res- y posiblemente también de la insulina; y el eje hi-
puesta. Por tanto, se postula que el sistema lepti- potálamo-hipófiso-adrenal, que favorece la mo-
nérgico sea un medio para garantizar un adecuado vilización de reservas de energía en los tejidos
aporte y mantenimiento de las reservas energé- periféricos y facilita las respuestas del sistema
ticas, así como para regular el gasto metabólico nervioso central destinadas a la reposición de los
ante circunstancias que puedan comprometer la depósitos de grasa.
supervivencia.
La acción de la leptina está modulada por otros
neuropéptidos y hormonas, como la insulina, los 2.4.3. Eje hipotálamo-hipófiso-
glucocorticoides y el neuropéptido Y, del que se adrenal durante el ayuno
hablará más adelante. La insulina, junto con la lep-
tina, constituye una señal de feed-back negativo pa- El ayuno induce la activación del eje hipotálamo-
ra el cerebro, proporcional al balance energético y hipófiso-adrenal mediante varios factores:
a la adiposidad. Este hecho implica que ante un ba- • La síntesis de hormona liberadora de cortico-
lance energético negativo, como sucede en situa- tropina (CRH), principal regulador del eje, se man-
ción de ayuno, el descenso de los niveles de insulina tiene igual o disminuye tras reducción ponderal
y de leptina desencadena una respuesta en las neu- por ayuno. Su comportamiento es el opuesto al
ronas del hipotálamo que se traduce en un incre- de las situaciones de estrés, en las que se ve incre-
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mentando la secreción de CRH, que actúa sobre es muy baja. Sin embargo, no se puede obviar la re-
los receptores corticotropos, al parecer regulados lación entre el eje tirotropo y el gasto energético
a la baja, es decir, requieren mayor concentración basal, ya que un 20-25% de éste depende directa-
de CRH para desencadenar su acción. Por el con- mente de los niveles de hormonas tiroideas: por
trario, la corteza suprarrenal se vuelve especial- cada incremento de TSH basal plasmática de 0,5-
mente sensible a la estimulación por ACTH, dando 1 mU/l, el gasto energético basal disminuye en 75-
lugar a niveles plasmáticos de glucocorticoides ele- 150 kcal al día. Además, se sabe que los niveles de
vados que mantienen intacto el feed-back negativo T3 son sensibles a la dieta y se correlacionan posi-
sobre la secreción de ACTH en la hipófisis, mien- tivamente con el gasto energético y el consumo de
tras que no inhiben adecuadamente el hipotálamo, oxígeno basal. Así, aunque se considera de forma
por lo que persiste incrementada la secreción de general que sujetos obesos y con normopeso tie-
CRH. Esto explica la discrepancia entre el compor- nen similar perfil hipotálamo-hipófiso-tiroideo, en
tamiento de los tres niveles de este eje. obesos se ha visto que poseen niveles de T3 nor-
La anorexia nerviosa da lugar a desnutrición ca- males o elevados en comparación con no obesos,
lórica, por lo que el eje tirotropo se comporta co- menor densidad de receptores de hormonas tiroi-
mo en el síndrome del eutiroideo enfermo, es de- deas y menores niveles de T3 reversa; estos últimos
cir, con niveles descendidos de T3, aumento de T3 son inversamente proporcionales al índice de masa
reversa y hormona tirotropa (TSH) normal o baja, corporal (el parámetro antropométrico más fiable
como consecuencia de una reducción de la conver- y más usado para clasificar la obesidad). Estas mo-
sión periférica de T4 a T3. También presentan ame- dificaciones del eje tirotropo se consideran conse-
norrea debida a disregulación de hormona luteini- cuencia adaptativa al exceso de masa grasa y no un
zante (LH) y hormona estimulante de los folículos factor etiológico.
(FSH), así como alteración del sistema renina-an- Cuando los obesos son sometidos a dietas de
giotensina-aldosterona (RAA), apreciándose un in- muy bajo valor calórico (ayuno parcial), disminu-
cremento en la sensibilidad de la angiotensina II yen la T3 plasmática y la captación tisular de T4, y
causado por una deficiencia crónica de sodio. aumenta la T3 reversa; es decir, se produce un sín-
Numerosos trabajos se han realizado también drome del eutiroideo enfermo, acompañado de
en anorexia nerviosa para conocer el papel que una reducción pequeña pero significativa de la ex-
puede desempeñar la leptina en la pérdida de pe- creción urinaria de yodo, que es una estimación
so y en la dificultad para recuperarlo. Se sabe que indirecta del metabolismo de las hormonas tiroi-
los niveles de leptina están disminuidos en las ano- deas. El descenso de los niveles de T3 total y libre
réxicas no tratadas y que éstos aumentan con la se correlaciona con la disminución de la produc-
realimentación. ción hepática de glucosa, pero no con el catabolis-
mo proteico.
Cuando estos pacientes son sometidos a ayu- Con respecto al eje somatotropo, se ha com-
no o dietas de muy bajo valor calórico con fines probado que la obesidad reduce la liberación de
terapéuticos, muestran las alteraciones metabóli- GH basal y en respuesta al ejercicio, lo que se tra-
cas descritas en el ayuno prolongado. Sin embargo, duce en una secreción integrada de GH reduci-
presentan particularidades en la respuesta endo- da. Tampoco responde adecuadamente a la esti-
crina, ya que la propia obesidad implica ciertas al- mulación por GHRH, lo que favorece un defecto
teraciones en los ejes adrenal, somatotropo y tiroi- en la secreción somatotropa pulsátil. La GH libe-
deo, que se modifican con la restricción calórica. rada regula la expresión de su propio receptor y
la síntesis de IGF-1, que ejerce un feed-back nega-
2.5.2.1. Eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo tivo sobre la secreción de GH a nivel hipofisario.
Los sujetos obesos, aunque producen menos GH,
La probabilidad de que la obesidad mórbida pue- tienen concentraciones normales de IGF-1; este
da ser exclusivamente atribuida a hipotiroidismo hecho se explica porque la GH descendida esti-
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ACTH: corticotropina; T3: triyodotironina; rT3: triyodotironina reversa; CRH: hormona liberadora de corticotropina; GH: hor-
mona de crecimiento; IGF-1: factor de crecimiento análogo a la insulina.
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Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...
Consumo de oxígeno ↓ ↑
Actividad metabólica ↓ ↑↑
Catabolismo ↑ ↑↑
Producción de sustratos ↑ ↑
Utilización de sustratos ↓ ↑
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ponen de manifiesto en el paciente crítico mediante un mayor gasto metabólico basal; además favorece
el descenso del consumo tisular de oxígeno y de la la termogénesis, que a su vez contribuye a incre-
actividad metabólica en general, y, consecuentemen- mentar más el gasto energético basal (un 13% por
te, también baja la temperatura corporal. cada grado centígrado que aumenta la temperatura
a) Hidratos de carbono corporal). Estos efectos son opuestos a los que tie-
Se produce un incremento de la glucogenólisis nen lugar en el ayuno, en el que se reducen el gasto
hasta que se agotan los depósitos de glucógeno, mo- metabólico basal y la temperatura corporal.
mento en que empieza a ponerse en marcha la glu- a) Hidratos de carbono
coneogénesis, ya al final de la fase ebb. La glucosa ob- Gracias a un aumento de la producción de glu-
tenida es metabolizada fundamentalmente mediante cosa endógena, existe una hiperglucemia manteni-
la glucólisis anaerobia, generando ácido láctico. da junto a una mayor captación de glucosa por los
b) Proteínas tejidos. Los niveles de insulina plasmática están ele-
En esta fase tiene lugar un aumento del catabo- vados debido a la hiperglucemia y a la insulina-resis-
lismo proteico y la liberación de aminoácidos; és- tencia, favorecida por las hormonas contrarregula-
tos serán empleados a nivel hepático en la síntesis doras y citokinas proinflamatorias (especialmente
de proteínas reactantes de fase aguda y, más ade- interleukina-6 y factor de necrosis tumoral α).
lante, en la gluconeogénesis. Esta proteólisis acele- b) Proteínas
rada no se atenúa en el tiempo, como ocurría en el Persiste un incremento de la síntesis de reactan-
ayuno, sino que se mantiene, dando lugar a una im- tes de fase aguda y del catabolismo proteico. Los
portante pérdida proteica a nivel muscular, visceral, aminoácidos obtenidos son fundamentalmente ala-
y acaba afectando a enzimas y otros péptidos con nina y glutamina, que constituyen el 70% del total, y
funciones específicas, algunas de ellas vitales, cons- son destinados mayoritariamente a la gluconeogé-
tituyendo un factor limitante para la supervivencia. nesis, sobre todo la alanina. La glutamina, además,
c) Lípidos es un sustrato metabólico excelente para la muco-
También está aumentado el catabolismo de los sa intestinal y las células del sistema inmune. En de-
triglicéridos, que genera glicerol y ácidos grasos li- finitiva, se acaba produciendo un catabolismo ne-
bres. El primero acaba siendo empleado como sus- to de la masa magra, favorecido por otros factores
trato en la gluconeogénesis. Los segundos, al no como acidosis metabólica, desnutrición previa o
poder ser oxidados directamente por los tejidos reposo prolongado, que desde el punto de vista clí-
periféricos debido a la hipoperfusión e hipoxia ti- nico se traduce en una pérdida ostensible de masa
sular, participan en la cetogénesis a nivel hepático. muscular y en un balance nitrogenado negativo por
Los cuerpos cetónicos obtenidos sirven de sustrato incremento de la excreción de nitrógeno ureico.
energético a los tejidos periféricos y contribuyen a Por el contrario, en el ayuno prolongado, el catabo-
atenuar en cierto grado la proteólisis, lo que supone lismo proteico está atenuado y, por tanto, no está
un hecho decisivo para la superación de la fase ebb. aumentada la excreción urinaria de nitrógeno.
c) Lípidos
A pesar de la hiperinsulinemia, el catabolismo de
3.2.2. Fase flow o catabólica los triglicéridos está acelerado, generando ácidos
grasos libres, que constituyen el principal sustrato
Desde la fase ebb se produce una transición pro- energético. Parte de estos ácidos grasos son em-
gresiva hacia esta fase a medida que aumentan la glu- pleados en la cetogénesis, que no se atenúa a pesar
coneogénesis y la captación tisular de oxígeno gra- de la administración de glucosa.
cias a la recuperación del volumen sanguíneo y del
gasto cardiaco. Esta fase se caracteriza por un incre-
mento del catabolismo de todos los principios inme- 3.3. Respuesta
diatos, unido a una utilización aumentada de los sus- neuroendocrina al estrés
tratos disponibles, que permite la reparación tisular y
la supervivencia sin aporte exógeno de nutrientes. Ante la agresión, el organismo responde con una
La mejor oxigenación de los tejidos se traduce serie de modificaciones neuroendocrinas y libera-
en una mayor actividad metabólica y, por tanto, en ción de citokinas, de las que se desconoce si son
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Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...
adaptativas o contribuyen a las alteraciones meta- en el músculo esquelético, donde propicia la pro-
bólicas presentes en el paciente crítico. Si el agen- teólisis y liberación de aminoácidos e inhibe el flujo
te estresante tiene una duración limitada, cuando de entrada de éstos al músculo, favoreciendo, por
desaparece se restaura el equilibrio metabólico e tanto, la salida neta de aminoácidos. Esta situación
inmune; si se prolonga, los cambios hormonales puede persistir durante varias semanas y generar
ayudan a incrementar la morbilidad y a alargar el una pérdida importante de nitrógeno que altere la
periodo de convalecencia, a lo que se suman fac- capacidad de reparación tisular, la cicatrización de
tores como la atrofia y debilidad del músculo es- las heridas y la competencia inmune. La acción ca-
quelético como consecuencia de la movilización de tabólica de los glucocorticoides se ve acentuada
aminoácidos, o la aparición de complicaciones in- por la disminución o resistencia a la acción de hor-
fecciosas favorecida por la hiperglucemia. monas anabolizantes como insulina, GH, IGF-1 y
La respuesta neuroendocrina al estrés se des- testosterona (Tabla 4).
encadena a nivel hipotalámico, donde estímulos Además, el hipercortisolismo favorece la reten-
como la hipovolemia, la hipoxemia o el dolor ac- ción de líquido intravascular e incrementa la res-
túan desencadenando la activación del eje hipotá- puesta ionotrópica y vasopresora a las catecolaminas
lamo-hipófiso-adrenal, la hipersecreción de PRL y y la angiotensina II, respectivamente, lo que repercute
GH en presencia de bajos niveles circulantes de positivamente en la situación hemodinámica.
IGF-1, y un descenso en la actividad de los ejes ti-
roideo y gonadal. Desde el hipotálamo se estimu-
la, además, el sistema nervioso simpático y se in- 3.3.3. Eje somatotropo
crementa la liberación de glucagón por los islotes
pancreáticos. Durante las primeras horas tras la agresión, los
niveles de GH aumentan en los picos y en la con-
centración interpulso, así como la frecuencia de
3.3.1. Insulina los pulsos. El primer fenómeno objetivado es la
reducción de la expresión del receptor de GH
Los niveles de insulina plasmática están elevados en los tejidos periféricos, y a continuación dismi-
debido a la insulina-resistencia inducida por las hor- nuyen los niveles de IGF-1. Estos datos sugieren
monas contrarreguladoras y a la participación de que algunas citokinas (interleukina-1, interleukina-
algunas citokinas, como el factor de necrosis tu- 6 y factor de necrosis tumoral α) probablemen-
moral α, que también actúan a nivel pancreático es- te son las responsables de una resistencia periféri-
timulando su secreción. La hiperinsulinemia favore- ca a GH adquirida, que da lugar a que descienda la
ce la captación de glucosa en los tejidos lesionados, expresión del receptor y, como consecuencia, ba-
mientras que la insulina-resistencia a nivel del mús- jen los niveles de IGF-1 e IGF-1BP-3. De esta for-
culo esquelético disminuye el consumo de glucosa ma, los efectos indirectos de GH mediados por
por un tejido no crucial y permite la proteólisis y IGF-1 quedan atenuados y se anula el efecto inhi-
generación de sustratos para la gluconeogénesis. bidor de IGF-1 sobre la secreción de GH a nivel
hipotalámico; como consecuencia de ello, los nive-
les plasmáticos de GH se elevan y se mantienen
3.3.2. Eje hipotálamo- sus acciones lipolítica directa, antagonista de la ac-
hipófiso-adrenal ción de la insulina y estimuladora del sistema in-
mune. En definitiva, permite priorizar los sustratos
Ante el estrés agudo se activa el sistema reni- esenciales hacia la supervivencia más que hacia el
na-angiotensina-aldosterona y se promueve la libe- anabolismo.
ración de ACTH debido a la participación del au-
mento de CRH, la estimulación noradrenérgica y
la acción de algunas citokinas. El hipercortisolismo 3.3.4. Eje tirotropo
secundario a estos cambios contribuye a la movili-
zación rápida de grasas, hidratos de carbono y pro- Tan sólo dos horas tras la agresión disminu-
teínas. Ejerce un papel especialmente importante yen los niveles plasmáticos de T3 debido a una
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M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna
Ayuno Estrés
Temperatura corporal ↓ ↑
Respuesta hormonal
Eje somatotropo GH ↑ GH ↑
IGF-1 ↓ IGF-1 ↓
T3 ↓ , rT3 ↑ ,
Eje tirotropo Igual
T4 y TSH normal o ↑
Eje gonadotropo Testosterona ↓ Testosterona ↓
Cortisol ↑ Cortisol ↑↑
Eje adrenal
CRH normal o ↓ CRH ↑
Insulina ↓ Fase ebb ↓
Fase flow ↑
Glucagón ↑ ↑↑
Catecolaminas Normal o ↓ ↑
Respuesta metabólica
Ayuno precoz ↑
Proteólisis muscular ↑↑↑ de forma mantenida
Ayuno prolongado ↓
Gluconeogénesis ↑ ↑↑
Cetogénesis ↑ ↑↑
Glucemia ↓ ↑
GH: hormona de crecimiento; IGF-1: factor de crecimiento análogo a la insulina 1; CRH: hormona liberadora de corticotro-
pina; TSH: hormona tirotropa; T3: triyodotironina; rT3: triyodotironina reversa.
465
Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...
focitos T por el que la ciclosporina compite con la 3.4. Estrés en grandes quemados
prolactina y que explica parte de sus efectos.
Los grandes quemados constituyen un modelo
típico de situación de estrés, ampliamente estudia-
3.3.6. Eje gonadotropo do, que además presenta una serie de peculiaridades
propias que los diferencia de otros pacientes críticos
La testosterona es el principal anabolizante endó- o estresados. La importancia de un soporte nutricio-
geno, por lo que cambios a nivel del eje LH-testoste- nal adecuado en estos pacientes ha llevado a analizar
rona podrían ser importantes en el estado catabólico de forma exhaustiva el gasto energético y el uso de
de los pacientes críticos. Este andrógeno disminuye nutrientes. Esto se debe a que el manejo clínico es
en varios estados catabólicos, incluido el ayuno y el complejo, puesto que, por una parte, se dan múltiples
estrés severo, en el que se observa un descenso de factores que limitan la ingesta, como las intervencio-
LH y testosterona, es decir, un hipogonadismo tran- nes quirúrgicas frecuentes, la presencia de íleo para-
sitorio y, por tanto, pérdida de la acción anabolizante lítico, las alteraciones del metabolismo de la glucosa
de la testosterona. A nivel de músculo esquelético, la y la tendencia a retener líquidos, y, por otra, se ha de
testosterona favorece el balance de aminoácidos, ya evitar la sobrealimentación, ya que, por ejemplo, si el
que estimula la síntesis proteica a partir de aminoá- ritmo de infusión de glucosa es excesivo, aumenta la
cidos intracelulares y no aumenta el transporte de producción de dióxido de carbono y se dificulta el
aminoácidos al músculo, a diferencia de la insulina y manejo desde el punto de vista ventilatorio.
la GH. Por tanto, el incremento del catabolismo pro-
teico reduce las reservas de aminoácidos intracelu-
lares, debido en parte al descenso de testosterona y 3.4.1. Gasto energético basal
al hipercortisolismo.
El hipoandrogenismo en el estrés se considera El gasto energético total en 24 horas incluye el
una respuesta endocrina adecuada, ya que supone metabolismo basal (medido en condiciones de inmo-
disminuir el gasto de energía y sustratos metabóli- vilidad, ayuno y temperatura de unos 26-30 ºC), el
cos en funciones no vitales. efecto termogénico de la comida y la actividad física
voluntaria. El gasto energético en reposo es similar al
basal, pero es medido mientras los sujetos están me-
3.3.7. Citokinas tabolizando o absorbiendo alimentos. Metabolismo
basal y en reposo son prácticamente equivalentes
Las citokinas son mensajeros químicos liberados desde el punto de vista del gasto energético en hu-
por células del sistema retículo-endotelial en res- manos, por lo que ambos términos se emplean indis-
puesta a la agresión y constituyen el segundo com- tintamente en el siguiente apartado (ver Capítulo 4.2).
ponente fundamental de la respuesta, junto con las Las quemaduras extensas constituyen uno de los
modificaciones neuroendocrinas (ver Capítulo 1.4). factores de agresión que más aumentan el gasto ener-
Estímulos como la agregación plaquetaria, agentes gético total; este incremento es proporcional a la ex-
quimiotácticos o endotoxinas bacterianas actúan tensión de las lesiones hasta alcanzar el doble del gasto
sobre los monocitos sanguíneos y los macrófagos teórico en situación basal, por encima del cual el gasto
en los tejidos. Éstos se activan y comienzan la li- no asciende más, independientemente de la superficie
beración de citokinas, inicialmente interleukina-1 y corporal afectada. Además de la amplitud de la zona
factor de necrosis tumoral α, que además de tener quemada, influyen otros factores, como la envergadura
gran actividad inflamatoria se encargan de amplifi- de las quemaduras, el tiempo transcurrido tras la agre-
car la respuesta celular inmune, que a su vez gene- sión, la temperatura ambiental y el tratamiento médi-
ra mayor producción de citokinas. Estos mediado- co recibido. Igualmente contribuye un incremento de
res poseen un amplio espectro de efectos sobre la la termogénesis, al parecer como respuesta termorre-
secreción de múltiples hormonas, ya descritos en guladora a las pérdidas de calor por evaporación, tam-
el apartado anterior, y sobre el metabolismo de los bién proporcional a la extensión de las lesiones.
principios inmediatos, que tienden a favorecer las Se ha calculado una elevación del gasto energéti-
reacciones catabólicas mencionadas. co basal del 16 al 30% en niños, y en adultos en tor-
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Lípidos 60 72 132
Glucosa 25 17 33
Proteínas 15 11 41
no al 80% como promedio, lo que supone un incre- sa a ser de 8,8 µmol/kg/min, es decir, que se eleva un
mento de unas 20 kcal por kg de peso al día, que 132%. Esto supone que si en condiciones basales el
suele mantenerse en los primeros 10 días tras la consumo de energía por oxidación de las grasas era
agresión. Junto a la ampliación de los requerimien- de 13 kcal/kg/día, ahora se precisan 31 kcal/kg/día, lo
tos nutricionales, también aumenta el consumo to- que constituye el 85% del incremento del gasto total
tal de oxígeno por los tejidos, especialmente a nivel atribuido a la situación de estrés en los quemados.
hepático; no está completamente aclarada la con- b) Glucosa
tribución de la piel y los tejidos lesionados. A pesar de la menor contribución de la glucosa
El mayor gasto energético no se obtiene pro- y los aminoácidos a la elevación del gasto energé-
porcionalmente de la oxidación de los tres prin- tico, su tasa de oxidación también está aumentada
cipales sustratos (glucosa, aminoácidos y ácidos en un 33% más que en sujetos sanos, lo que implica
grasos no esterificados), lo que contribuye princi- un consumo del 9% del incremento del gasto atri-
palmente es la mayor tasa de oxidación de los áci- buido al estrés, es decir, 1,8 kcal/kg/día. En respues-
dos grasos, los cuales pasan de aportar el 60% del ta a una mayor captación tisular y oxidación de la
gasto energético total en sanos al 72% en quema- glucosa, se acelera la gluconeogénesis, con una pro-
dos. Por el contrario, se reduce la contribución de ducción de glucosa de 4,3 mg por kg de peso y mi-
aminoácidos y glucosa, que pasan del 25 y 15% al nuto (2,5 mg/kg/min en sanos), que consume el
17 y 11%, respectivamente. Estos datos se correla- 10% del incremento del gasto energético.
cionan con las determinaciones obtenidas median- c) Aminoácidos
te calorimetría indirecta (Tabla 5). Al igual que en otras situaciones de estrés, el
recambio proteico está elevado. Los aminoácidos,
que junto a la glucosa constituyen el 30-40% del
3.4.2. Metabolismo de los principales total de los sustratos oxidados, también aumentan
sustratos energéticos su tasa de oxidación, así como la producción de
urea, en algo más del doble que en sujetos sanos.
Se caracteriza por un incremento de la actividad La síntesis proteica está prácticamente duplicada,
metabólica en general, tanto de las reacciones ana- siendo el ritmo de producción de 7,6 g/kg/día, fren-
bólicas como catabólicas, siendo éstas claramente te a una producción de 4 g/kg/día en sanos, y con-
predominantes (Tabla 5). sume el 22% del incremento del gasto energético.
a) Ácidos grasos libres En definitiva, los grandes quemados se encuen-
En los quemados, la lipólisis aumenta hasta tres tran en un estado de hipercatabolismo severo, que
o cuatro veces respecto a la situación basal, con el implica un incremento importante de los requeri-
fin de alcanzar una disponibilidad máxima de ácidos mientos energéticos a expensas de una aceleración
grasos libres, cuya oxidación está francamente incre- de las reacciones tanto anabólicas como catabóli-
mentada, llegando al 60-70% de los sustratos oxida- cas, todas ellas consumidoras de ATP.
dos. Así, mientras que la tasa de oxidación de ácidos Como conclusión, en la Tabla 1 se recogen las si-
grasos en sujetos sanos está estimada en unos 3,8 militudes y diferencias entre las dos situaciones, ayu-
µmol por kg de peso cada minuto, en quemados pa- no y estrés, que se han descrito en este Capítulo.
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Capítulo 4.15. Adaptación metabólica al ayuno...
4. Resumen
El organismo humano posee mecanismos de tante del catabolismo muscular con el fin de
adaptación que le permiten subsistir duran- aportar aminoácidos para la gluconeogénesis
te largos periodos sin acceso a nutrientes hepática, y se eleva de forma considerable el
exógenos. Hay una fase inicial en la que la uso de ácidos grasos libres, que pasan a ser
glucogenólisis y luego la gluconeogénesis des- el principal sustrato energético.
empeñan su papel en la producción de glucosa.
Posteriormente, se ponen en marcha una serie
de mecanismos de adaptación, basados fun-
damentalmente en la producción hepática de
cuerpos cetónicos a partir de los ácidos grasos.
Los cuerpos cetónicos permiten al cerebro nu-
trirse sin necesidad de producir glucosa en el
hígado, gracias a lo cual desciende la proteólisis
muscular necesaria para la gluconeogénesis. Es-
tas modificaciones tienen lugar en un ambiente
hormonal caracterizado por niveles disminui-
dos de insulina y sin una excesiva respuesta
de hormonas contrarreguladoras (adrenalina,
cortisol, glucagón y hormona del crecimiento),
lo que contribuye a una situación de hipome-
tabolismo que permite subsistir en el ayuno
prolongado.
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M.ªJ. Amaya García | A.M. Soto Moreno | P.P. García Luna
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