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RESUMEN DE HISTORIA UNIDAD 1

1) LA CIENCIA HISTORICA: A)CONCEPTO Y DEFINICION

La Historia estudia el pasado del hombre es una disciplina que estudia y expone según
determinados principios y métodos, los acontecimientos y hechos del pasado y que constituyen
el desarrollo de la humanidad desde sus orígenes hasta el momento presente.

El historiador Lucien Febvre “historia es el estudio científicamente elaborado de las diversas


actividades y de las diferencias de las creaciones de los hombres de otros tiempos, captadas
en su fecha, en el marco de sociedades extremadamente variadas y sin embargo, comparables
unas a otras (el postulado es de la sociología); actividades y creaciones con las que cubrieron
la superficie de la tierra y la sucesión de las edades”

Peter Burke la define como “un estudio de las sociedades humanas en plural, destacando las
diferencias entre ellas y también los cambios que han tenido lugar en cada una de ellas a lo
largo del tiempo”

a) Historia hace referencia a los hechos del pasado humano. Se trata de la realidad humana
pasada que el historiador intenta aprehender y reconstruir y, por tanto, constituye el objeto de
la ciencia histórica.

b) Historia hace referencia, también, a la ciencia como proceso investigativo y cuerpo de


conocimientos referido a los procesos sociales; o, dicho en términos de Lucien Febvre, a “la
ciencia del hombre, [la] ciencia del pasado humano”

c) Historia es un término usado también para referirse a la obra histórica escrita, esto es, a los
libros históricos, a la producción historiográfica.

B) Objeto y sujeto de estudio histórico.

El objeto histórico lo constituyen los hechos históricos, que aparecen como «restos» de la
realidad pasada, contenidos en documentos, monumentos, etc. No cualquier acontecimiento
del pasado es histórico: deben ser significativos, esto es, tener influencia en la posteridad.

Por otra parte, tales hechos no se dan aislados: sólo adquieren especificidad en el marco de
los sistemas sociales en los que ocurren, y como parte de procesos que se dan en el tiempo.

a-El objeto de estudio histórico es la realidad humana pasada. Según la corriente


epistemológica en la cual se instale el historiador, pueden adoptarse dos posiciones sobre la
relación historiador-realidad pasada.

a.1. Puede considerarse a la realidad como externa y separada del sujeto investigador, lo que
significa que la realidad histórica existió, está contenida en las fuentes que son la materia de
estudio del historiador.

a.2. Los que postulan que la realidad histórica no es externa al historiador, porque éste en tanto
ser humano es parte de la Historia. Esta línea sostiene que el historiador al estudiar el pasado
lo hace propio

b- El sujeto del proceso investigativo es el historiador, y también de él se postulan diferentes


propuestas, según sea la corriente epistemológica. En el siglo XIX, la corriente positivista creía
en la posibilidad del conocimiento "objetivo" en el sentido de que el investigador podía explicar
desapasionadamente un período o hecho, sin que su particular punto de vista o simpatía
viciara tal explicación.
En los siglos XIX y XX, las corrientes idealistas y vitalistas negaron esa posibilidad, cayendo
algunas en el extremo de justificar como válidos todos los puntos de vista, con lo cual se
anulaba la posibilidad de un conocimiento científico.

C) Periodización

a) La historiografía tradicional ha dividido el tiempo pasado en edades. Existen dos períodos


básicos: la Prehistoria y la Historia, o sea tiempo anterior y posterior a los documentos escritos.

El tiempo prehistórico se divide en Edad de la Piedra y Edad de los Metales, fue propuesta en
1836 por el arqueólogo danés Christian Jürgensen Thomsen8 . Estas edades a su vez se
subdividen en: A) Edad de Piedra: 1) Paleolítico, antes del descubrimiento de la agricultura, la
ganadería y la artesanía; 2) Mesolítico, período de transición; y 3) Neolítico, después del
descubrimiento de la agricultura, la ganadería y la artesanía, y B) Edad de los Metales: 1) Edad
de bronce; 2) Edad de cobre; y 3) Edad de hierro .

En cuanto a la periodización de la historia, existe consenso académico sobre los periodos de la


historia de la civilización occidental, basado en los términos acuñados inicialmente por
Cristóbal Celarius (Edades Antigua, Media y Moderna), que ponía al mundo clásico
grecorromano y su Renacimiento como los hechos determinantes para la división; y que
actualmente es de aplicación general. Así la Historia se subdivide en:

1) Edad Antigua, desde las primeras culturas de las que tenemos documentos escritos (año
4000 a C) hasta la caída del Imperio Romano de occidente (año 476 d. C)

2) Edad Media, desde la caída del Imperio Romano de Occidente ( año 476 d. C) hasta la caída
del Constantinopla (año1453 d. C) o el descubrimiento de América (año 1492 d C)

3) Edad Moderna, desde el descubrimiento de América (año 1492 d. C) hasta la revolución


industrial y la Revolución francesa (año 1789 d. 7 En esta línea se adscribe el Dr. Arturo
Ponsati, autor de la Historia de las Instituciones. 8 Ledetraad til Nordisk Oldkyndighed (Guía de
la Antigüedad Escandinava) 5 C)

4) Edad Contemporánea, desde la Revolución francesa (año 1789 d. C) hasta la actualidad.

C) Otra periodización es la ensayada por Arnold Toynbee9 que considera que en


aproximadamente en 6000 años de historia civilizada, la humanidad pasó por tres series
generacionales de civilizaciones que suman 30 civilizaciones: 21 se han desarrollado
completamente y 9 se han abortado (ej, espartana, esquimales, osmanlíes, etc.). De las
civilizaciones desarrolladas 14 han desaparecido (egipcia, andina, sínica, babilónica, iránica,
micénica, sumeria, maya, yucateca, mexicana, hitita, siríaca, árabe y helénica); 7 viven aún
(cristiana occidental, ortodoxa griega, ortodoxa rusa, hindú, islámica, extremo oriental china y
oriental japonesa). Las 8 primeras civilizaciones ya extinguidas (primera generación) se
originaron en sociedades primitivas. Las siguientes civilizaciones (segunda y tercera
generación) tuvieron origen en una civilización anterior mediante un vínculo “paterno- filial” al
decir de Toynbee.

Las civilizaciones que lograron desarrollarse plenamente evolucionaron mediante 4 etapas


vitales:

1) génesis

2) crecimiento
3) colapso

4) desintegración

c) También otra alternativa a la periodización tradicional es la marxista, basada en el


materialismo histórico divide a la historia según los modos de producción, los cuales pueden
convivir en el tiempo y en distintas partes del mundo; lo que permite una Historia no
eurocéntrica

2) Comunal-Estatal, o Antigua, en la que el propietario es la ciudad estado de la antigüedad,


subsiste el esclavismo, comienza a desarrollarse la propiedad privada, la división del trabajo se
hace más compleja, se diferencia entre campo y ciudad, algunas personas no producen bienes
y aparecen las diferencias de clase; 3) Feudal, con predominio rural y de la propiedad comunal
en la que la fuerza de producción son los hombres libres sometidos a servidumbre, y en las
ciudades aparece la propiedad gremial; y 4) Capitalista, la actual, con predominio de la
propiedad privada y fuerte división del trabajo. Más tarde Marx y Engels introdujeron el modo
de producción asiático, con lo que se rompería el eurocentrismo y el mecanismo inevitable que
hacía pasar a todas las sociedades por todos los estadios.

a) Finalmente cabe mencionar la periodización de la historia

b) Según la evolución tecnológica según la cual la historia de la humanidad presenta dos


grandes cortes en el pasado: la revolución neolítica y la revolución industrial, lo que permite
hablar de 3 grandes periodos: 1) sociedades cazadoras-recolectoras, 2) el preindustrial y 3) el
industrial (a veces se emplea el adjetivo postindustrial para el periodo de la historia más
reciente).

D) Método de investigación y verdad en la Historia

El pasado humano es estudiado por la Ciencia Histórica y también por la Filosofía de 7 la


Historia porque ambas tienen comparten el mismo objeto material de estudio, sin embargo,
difieren en su objeto formal o sea su enfoque y método de investigación. La Historia-Ciencia
implica un esfuerzo riguroso para reconstruir los hechos y comprender y explicar el entramado
de relaciones del pasado. El proceso de investigación supone una 1º etapa de recopilación de
datos, llamada "heurística", tarea que se concreta respetando técnicas estrictas. La 2ª etapa es
la "hermenéutica", o momento de reflexión crítica, de interpretación de los datos, de
establecimiento de las relaciones entre los fenómenos. En este momento se seleccionan los
hechos singulares significativos y se los interrelaciona, sea en sentido estructural,
correlacionando los distintos planos de la vida social.

La Filosofía de la Historia va mucho más allá. Trata de elaborar una interpretación general del
pasado, de encontrar un sentido al conjunto de la historia humana, para insertar el pasado en
un proceso genérico que tiene una finalidad, un destino. Ello supone, según Raymond Aron,
resolver 4 cuestiones interdependientes: a) Cómo han vivido los actores?, b) Cómo se han
producido los sucesos?, c) Cuál es el o son los factores que determinan que sucedan los
procesos?, d) Cómo pueden nuclearse esos procesos en unidades históricas?, e) Cuál es el
esquema de Cambio histórico?, e) Qué da sentido a los cambios históricos?.

El Actor o protagonista o sujeto es el hombre, que es un ser con características únicas e


irrepetibles, que provienen de su herencia psicosomática

El motor causal de los procesos históricos ha sido caracterizado de diferentes modos.


1-Para algunos, como Carlyle, el impulso del proceso histórico ha sido la conducta individual,
especialmente la de los grandes hombres, ya que ellos, con su accionar y su dirección,
generaban y orientaban los acontecimientos.

2- Para otros, el proceso ha estado determinado en todos los casos por un factor del hábitat,
sea la geografía o la raza; de allí que se elaboran las teorías deterministas: determinismo
geográfico y determinismo racial.

3- Hay explicaciones que ponen el acento en un factor de la vida social, como los problemas
sociales. Tal el caso de Marx, para quien las contradicciones de clases que emergen del
sistema de producción -o sea la lucha de clases-, son el factor que en todos los tiempos ha
impulsado el proceso histórico.

4- Hay interpretaciones pluralistas o multicausales, propias de los autores que 8 consideran


que los factores que impulsaron los procesos fueron siempre múltiples, y que según el tiempo y
lugar, unos tuvieron relevancia sobre los otros: lo socio-económico sobre lo político, o
viceversa.

5)- Hay quienes ponen de relieve la libertad del hombre, esto es, consideran que el hombre
actúa buscando aumentar sus niveles de libertad y autonomía, no en el sentido de libertad
irrestricta sino condicionada social y culturalmente. Y esa lucha sería la impulsora de los
Cambios.

b- La verdad de la Historia, ésta, como toda verdad de cualquier ciencia, supone la


conformidad del intelecto con la realidad.

Los problemas que le plantea al historiador la búsqueda de la verdad son los siguientes

b.1.- Que la realidad es compleja, y que el investigador no tiene ni los elementos ni la


capacidad como para aprehenderla en plenitud

b.2.- Que no todos los hechos del pasado quedan registrados en documentos, y que quien los
registra, los selecciona según sus intereses, razón por la cual se puede construir una versión
distorsionada de la época en estudio, no a causa de la subjetividad del historiador sino de la
calidad del material existente

b.3.- Que toda realidad humana supone comportamientos cuya evaluación -positiva o negativa-
depende de los juicios de valor del historiador

"El juicio de valor -dice Arturo Ponsati- es importante, porque no se busca en la historia una
verdad especulativa sino una práctica, capaz de iluminar el presente y el futuro del hombre.
Según el filósofo francés Jacques Maritain12, es importante que el historiador tenga una sólida
formación integral, una correcta escala de valores -morales, políticos, religiosos, técnicos,
artísticos-, para evitar caer en relativismos absolutos y también para orientar su trabajo en la
búsqueda de la verdad;

E) Finalidad del Estudio Histórico

a- Los hechos históricos y su clasificación.

Al estudiar el objeto de la ciencia histórica quedó establecido que está constituido por los
hechos históricos, que aparecen como "restos" de la realidad pasada contenidos en
documentos, monumentos, testimonios de la tradición oral.
Hay distintas clasificaciones de esos hechos, lo cual depende de la postura epistemológica de
los autores. Según la clasificación de Ponsati, los hechos individuales y sociales pueden
articularse en conjuntos indivisibles, que son:

1.- Los acontecimientos, o sea los actos humanos concretados en un espacio de tiempo breve,
protagonizados por agentes individuales o colectivos, que tienen sus intenciones y que se
articulan con las intenciones de otros, asociados o en pugna.

2.- Las series, o conjuntos de acontecimientos vinculados entre sí, delimitados también en el
tiempo y en el espacio.

3.- Los seres sociales, integrados por individuos pero no reductibles a la suma de ellos. No
forman una unidad biológica, pero tampoco son una abstracción como un universal. Son entes
reales, aunque carecen de sustancia propia, porque la toman de los individuos que los
integran.

4.-Las instituciones sociales, políticas, económicas, religiosas, culturales. Son conjuntos de


conductas pautadas por reglamentos y normas, las cuales rigen esas conductas, estableciendo
roles, jerarquías, funciones, etc. Esa rigidez se concreta porque la noción de rol supone la
determinación de las obligaciones y derechos relacionados con ese rol

b- Teorías que explican los cambios de los hechos históricos.

las Teorías Filosóficas. Ellas pueden clasificarse en 3 tipos:

1.-Las deterministas o monocausales, que son las que afirman la existencia de una causa
primaria, que sería la determinante, aunque admiten la existencia de otras que serían las
causas secundarias o condicionantes.

2.- Las pluricausales, o sea que admiten una pluralidad de causas, con preeminencia de unas
sobre otras, según las particularidades de tiempo y lugar.

3.- Las Teorías espiritualistas como las de Spengler y Toynbee, que consideran que diversas
situaciones y etapas históricas pueden nuclearse en conjuntos mayores que denominan
"sociedades", "civilizaciones" o "culturas".

F) Historia y construcción de la ciudadanía.

a. En cualquier época de cualquier sociedad el estudio de la historia está gobernado por las
tendencias dominantes del tiempo y el lugar. El mundo actual vive bajo el dominio de dos
sistemas institucionales: uno tecnológico-económico como es el sistema industrial y el otro
político como es el sistema que llamamos “democracia”, como abreviatura de: “gobierno
representativo parlamentario” responsable de un Estado nacional independiente soberano.
Estos dos sistemas institucionales ofrecen soluciones provisionales a los problemas de la
sociedad humana.

los historiadores corre en paralelo con su contexto físico (geográfico, medioambiental, etc) y
humano (político, económico, tecnológico, ideológico, etc).

b- Los estudios históricos al reflexionar sobre el conjunto de la sociedad en tiempos pasados,


pretenden enseñar a comprender las claves que están detrás de los acontecimientos, las
instituciones y los procesos históricos, por lo tanto, tiene un alto poder formativo para los
futuros ciudadanos. Al examinar los problemas de las sociedades de otros tiempos, la historia
ayuda a comprender la complejidad de cualquier acontecimiento, de cualquier fenómeno y
proceso social, político, económico y jurídico histórico analizando causas y consecuencias. La
Historia debe servir para comprender críticamente la propia identidad y poder contextualizarla
en un mundo amplio.

c- El conocimiento histórico debe comprender la Historia general y la Historia nacional, porque


sólo es posible comprender esta última dentro de la primera. se generaron visiones de la
Historia cuyo objetivo fundamental era la transmisión de una idea de Historia colectiva como
nación: la Historia al servicio de los nuevos Estados y como forjadora de ciudadanos
nacionales.

d- Los nacionalismos han hecho uso y, en ocasiones, abuso de la Historia. La perspectiva


nacionalista en la selección de contenidos históricos para la enseñanza se ha extremado hasta
límites peligrosos en los períodos de preguerra y, sobre todo, ha sido muy utilizada por los
regímenes totalitarios.

e- La Historia alcanzó su estatus de ciencia social a lo largo de los dos últimos siglos. Debe ser
enseñada y percibida como ciencia y no como instrumento de adoctrinamiento ideológico y
político. En este contexto la Historia debe servir para entender cómo se han forjado las
identidades nacionales y enseñar a descodificarlas, centrándose en su historicidad y, por lo
tanto, su principio, evolución, y transformación de esa identidad.

f- Hoy nadie se atrevería a sostener seriamente que la autonomía ética y cívica del ciudadano
puede fraguarse en la ignorancia de todo aquello que es necesario saber. Fernando Savater

g- El conocimiento de la Historia es cada vez más necesario para formar personas con criterio y
con una visión lo más fundada posible sobre un mundo desbocado y lleno de incertidumbres.
La Historia tiene un gran poder formativo en la educación, como disciplina científica, es un tipo
de conocimiento de un gran poder formativo y también educativo. Y lo tiene por ser un medio
válido para aprender a realizar análisis sociales (en el sentido amplio). Permite estructurar
todas las demás disciplinas sociales y hace posible incorporar muchas situaciones didácticas
para trabajar las diversas habilidades intelectuales y potenciar el desarrollo personal.

2. LA CIENCIA POLÍTICA: CONCEPTO DE POLÍTICA, ESTRUCTURACIÓN


POLÍTICA DE LAS SOCIEDADES EN EL TIEMPO. ELEMENTOS DE LA
POLÍTICA.

A) Antecedentes históricos de la ciencia política. Durante la Revolución industrial y las


revoluciones liberales del siglo XIX, se creó la necesidad de efectuar una crítica social a fin de
evaluar los cambios sociales y políticos que sucedían, así como su impacto en la sociedad y
los motivos que los habían producido

L ciencia política es una disciplina relativamente reciente, cuyo nacimiento (al menos en lo que
concierne a la ciencia política moderna) algunos sitúan en el siglo XV con Nicolás Maquiavelo
(separación de la moral y de la política). Sin embargo, ya en la Antigüedad existen formas de
organización política: la polis(donde nació la palabra 'política', y que significa ciudad) en la
democracia griega, la Res publica (cosa pública) que instauró la igualdad en cuanto a los
derechos políticos en la Republica Romana a excepción de los esclavos. En el Pensamiento
chino de Marcel Granet, el arte político databa de las «escuelas confucianas». La
administración pública china es la más antigua, comenzando el «mandarinato»
B) Concepto de política

El concepto de lo político está esencialmente vinculado a la idea de un poder, de órganos de


gobierno, de un plan y de un orden. Todas estas ideas son consustanciales a la sociedad
civilizada y constituye la estructura permanente y estable que subyace a través de las distintas
formas de organización de la sociedad que han definido los hombres en el tiempo.

El rol de lo político consiste, precisamente, en proporcionar homogeneidad, unidad y cohesión


a ese conjunto. La unidad que lo político proporciona a la sociedad es inquebrantable, pero de
manera alguna inmutable e invariable

Por eso, debe distinguirse por una parte lo político como categoría existencial de la dimensión
humana, y por la otra la política como actividad y acción humana de contenido contingente y
mutable en sus formas y direcciones. Tales actividades están determinadas por la inteligencia,
por la voluntad y por las pasiones humanas, y tiende a proporcionar a la sociedad, en cada
lugar y tiempo histórico, las estructuras e instituciones, de acuerdo a las necesidades
materiales, morales e intelectuales determinadas por las coordenadas de la historia y del
espacio.

C) Estructuración política de las sociedades en el tiempo.

Esa estructura política puede presentarse en diferentes formas de ejercer el poder político y
los derechos políticos: a) Según los tipos de Estado o modelos históricos de comunidad política
y jurídicamente organizada: Estado absoluto, Estado del despotismo ilustrado, Estado demo-
liberal, Estado totalitario, Estado social-demócrata, etc.: b) Según formas territoriales de
Estado: Estado centralizado, Estado federal, Estado regional, etc.: c) Según las formas de
gobierno alude al número de gobernantes: monarquía, directorio, 16 Ponsati, Arturo, Lecciones
de Política, El Graduado, Tucumán, 1993, pp 3-5. 13 república, etc.), d) según el mecanismo
de elección: hereditario o electivo; e) Según el régimen o sistema político refiere a la ideología
que preside el Estado: autoritaria, totalitaria, democrática, socialista, demo-liberal, comunistas,
etc.

D) Elementos de la política

Son tres los elementos constitutivos de la dimensión política a lo largo de la historia de las
sociedades humanas: a) la relación mando obediencia, que es una interacción que nace de la
necesidad del “orden” y condiciona la formación de la unidad política del Estado; b) la relación
entre lo público y lo privado de qua cual emerge de opinión y determina la forma de
organización o sea el régimen político de la sociedad; c) la relación amigo y adversario que es
la dialéctica que engendra la lucha por la conservación o la conquista del poder político.

Las relaciones de mando-obediencia. El mando político es el mando socialmente organizado e


institucionalizado que proporciona unidad al grupo. La obediencia es el correlato necesario del
mando y consiste en el sometimiento de una voluntad a otra.

Las relaciones entre lo público y privado es una categoría cuya finalidad establecer en la
actividad social un límite entre la protección del bien común de los miembros de una
colectividad (público) y la protección de los bienes que conciernen al individuo y a las
relaciones interindividuales como tales (privado)

El tercer elemento constitutivo de lo político es la relación amigo-enemigo o adversario. El


gobierno es quien indica a la sociedad quién es el enemigo del orden político y jurídico, es decir
de sus creencias, valores y representaciones institucionales.
3) LA CIENCIA DEL DERECHO: CONCEPTO, ORDENAMIENTO JURÍDICO.
DERECHO PÚBLICO Y DERECHO PRIVADO.

A) Denominación y concepto

. En las sociedades civilizadas existen instituciones jurídicas y una organización legal


desconocidas en las sociedades primitivas. La disciplina científica cuyo objeto de estudio lo
constituyen las instituciones y organizaciones jurídicas que conforman el derecho de cada
sociedad civilizada se denomina ciencia del derecho, jurisprudencia o dogmática jurídica.

En efecto, la ciencia del derecho estudia el sentido y validez de los fenómenos jurídicos
ocurridos aquí y ahora (ej. norma legal, el ordenamiento jurídico, etc.).

Por eso, puede afirmarse que el saber que busca indagar el jurista, es acerca de un deber ser,
un deber hacer de un hombre en relación a otro (“no debió hacerle eso, debe Ud.
demandarlo”), sentido precisado y fijado en definitiva por la comunidad, la que no solo se
expresa en términos genéricos (leyes y costumbre), sino que también individualiza los sus
juicios, por intermedio de órganos adecuados, en los casos particulares ocurrentes
(jurisdicción, administración).

B) Ordenamiento Jurídico

La tarea de los juristas puede llamarse “sistemática” ya que está guiada por la idea de
presentar a las normas legales como partes de un todo o sistema. Esa tarea está guiada por la
idea de orden jurídico, que es el todo sistemático y no contradictorio en el cual se integran
como partes, todas las normas, ya sean éstas disposiciones constitucionales, leyes
propiamente dichas, decretos reglamentarios, etc.

Las normas jurídicas aparecen mutuamente relacionadas formando un conjunto, un todo


unitario, un sistema de normas que recibe el nombre de orden u ordenamiento jurídico en el
cual cada una tiene su lugar.

La validez de una norma legal siempre se funda en la conformidad con la norma superior y de
todas ellas, mediata o inmediatamente, con la Ley Fundamental también llamada Constitución
por ser la primera ley constitutiva del ordenamiento jurídico

C) Derecho público y privado

La clásica división del derecho en público y privado todavía hoy suele presentarse como la más
fundamental de las divisiones del derecho positivo.

El derecho público regla las relaciones de los hombres considerados como miembros de la
asociación política: se ocupaba del gobierno del Estado, de la organización de las
magistraturas y de las relaciones de los ciudadanos con los poderes públicos. Y el derecho
privado tenía por objeto las relaciones entre los particulares.

Dado que el derecho público y el privado constituyen principios regulativos del conocimiento
jurídico se impone una subdivisión del derecho según las características de las relaciones
jurídica e instituciones que la componen: A) Derecho público: a) derecho internacional público,
b) derecho constitucional, c) administrativo, d) penal, e) procesal, f) tributario, etc; B) Derecho
privado: a) derecho civil, b) derecho comercial, c) derecho del trabajo, d) derecho agrario; e)
derecho de minería, f) derecho internacional privado, etc.
4- INSTITUCIONES Y CAMBIO INSTITUCIONAL

Entre los conjuntos de hechos históricos que estudia la ciencia histórica se encuentran los
conjuntos de conductas humanas pautadas por reglamentos y normas, las cuales rigen esas
conductas estableciendo roles, jerarquías y funciones sociales. Ese conjunto histórico social se
denominan instituciones.

A) Concepto.

Las Instituciones "son formas sociales, destinadas a sistematizar las relaciones entre los
individuos y grupos que componen la sociedad" (Ponsati: 1974; 34). Son organizadas por los
hombres con el objeto de ordenar las actividades tendientes a dar satisfacción a sus
necesidades materiales, morales e intelectuales; esto es, a hacer posible la supervivencia y
convivencia del grupo todo.

Pueden distinguirse dos tipos de instituciones:

1-las que constituyen sistemas simples de relaciones, como la propiedad privada

2 -las que configuran sistemas complejos de relaciones, porque suponen la existencia de un


conjunto de individuos vinculados por una regla de derecho, en torno a un fin común, dotados
de una autoridad que diseña el orden del grupo y lo conduce hacia su meta, haciendo cumplir
las reglas que describen ese orden. Son las organizaciones, como por ejemplo los sindicatos.

B) Elementos.

Las instituciones contemplan dos clases de elementos:

1 los elementos objetivos que están ordenados y configuran la "estructura"; esto es, los
roles, las normas, las funcioneslos elementos subjetivos, conformados por las
creencias, valores y representaciones colectivas que le dan sentido a la institución
dentro del contexto global, y que le dan 16 funcionalidad porque hacen que sean
aceptadas y obedecidas. El elemento subjetivo es fundamental, porque las
Instituciones son percibidas por los grupos sociales, no necesariamente como son,
sino como el sistema de valores aprendido los lleva a creer que son, y en base a esas
ideas las instituciones son aceptadas y justificadas.
Las Instituciones son esenciales para la sociedad porque cumplen funciones, que
apuntan a solucionar algún problema esencial para la supervivencia del todo

C)- Cambio Institucional

El Cambio Institucional se produce cuando un sistema institucional o el sistema social en su


conjunto, son movilizados por la incorporación de nuevas fuerzas sociales -técnicas, ideas,
creencias-.

Ese proceso de cambio puede producirse de modos diferentes:

1.- El cambio por adaptación, que ocurre cuando frente a la presión generada en la mayoría de
la sociedad, la minoría dirigente cede y procede a la transformación del sistema vigente, sea
creando nuevas instituciones, sea reacomodando las antiguas. Ej: las reformas electorales
inglesas

2. El cambio por revolución, que ocurre cuando la rigidez de las antiguas instituciones y fuerzas
sociales lleva a que la minoría dirigente, que monopoliza el poder, rechace las exigencias del
sector progresista.
D) Efectos del Cambio Institucional

Pueden ser de tres tipos, según Toynbee:

1. Si se da un cambio por adaptación, o sea pacífico y progresivo, el resultado es el bienestar


de la sociedad, cuyo crecimiento continuado se asegura, preservándola de las situaciones de
violencia.

2. Si la violencia revolucionaria se impone, sus efectos pueden ser positivos cuando se salva
la sociedad; pero también negativos, si el estrago causado por la revolución supera los
anacronismos y vicios de la sociedad anterior.

3. Si se llega a la perversión institucional, entonces "la dislocación de la estructura social puede


ser tan grave, que resulte virtualmente imposible evitar el colapso”. Por ejemplo, la estructura
institucional de la polis terminó llevando a las guerras del Peloponeso, perversión social que
produjo el colapso de la civilización helénica.

5) CONTENIDOS FUNDAMENTALES DE LA ESTRUCTURACIÓN DE LOS


CAMBIOS INSTITUCIONALES: A) SOCIEDAD; B) ESTADO; C) DERECHO Y
JUSTICIA.

a) En la sociedad el reajuste institucional afecta al sistema de relaciones humanas individuales


y colectivas. Las nuevas creencias, valores, representaciones, técnicas y sentimientos se
yuxtaponen con las antiguas poniendo en riesgo la cohesión de la convivencia social.

b) En el Estado el cambio institucional impacta en todo su ensamblaje político y exigen


reajustes en el sistema institucional que regulan las relaciones humanas en que discurren la
dialéctica de mando-obediencia, privado-público y amigo-enemigo. Las nuevas fuerzas sociales
generan nuevas “opiniones” políticas que intentan modificar el “orden establecido” que regula a
la comunidad sobre lo político pero también sobre lo jurídico, económico, cultural, de clase, etc.
Ese cambio institucional se verifica en el modo en que se establece la lucha y confrontación
política por el ejercicio y administración del poder.

c)En el derecho y la justicia el reajuste institucional es una consecuencia del cambio operado
en la sociedad y en el Estado porque las relaciones jurídicas son las que articulan y ordenan a
la sociedad y el Estado en un momento histórico concreto. las instituciones jurídicas existentes
de tal modo que cada sociedad puede o no crear otras instituciones para resolver las
necesidades de regulación de los hechos sociales básicos de la convivencia humana.

Un ejemplo de esos reajustes puede hallarse en el derecho de propiedad: en el derecho


romano es un derecho absoluto y su propietario podía usar, gozar y abusar de los bienes
muebles o inmueble de tu titularidad.

Otro tanto corre con la institución del matrimonio, cuya regulación depende de las creencias y
valores del orden jurídico de cada comunidad histórica.

Lo fundamental es hacer un análisis correlacionado de todo el sistema social -o sea del


complejo institucional político y jurídico-, buscado fijar las líneas que rigen el cambio
institucional, para lo cual será importante analizar el tipo de problemas que en cada tiempo
sufren los grupos humanos.
UNIDAD 2
Instituciones políticas y derecho en la antigüedad clásica y el medio evo

PARTE A – GRECIA

Orígenes. El Marco Geográfico:

La temprana iniciación comercial de los helenos, debido a su carencia de cereales, se vio


favorecida por las características y ubicación de su territorio: costas recortadas y con
excelentes puertos naturales sobre el Mediterráneo Oriental, en cuyas costas se habían
desarrollado importantes civilizaciones del Cercano Oriente: Egipto, Creta, Fenicia.

los grupos tribales construyeron en cada valle estados independientes de escaso territorio, las
llamadas «ciudades-estado» o «polis».Cada polis, cuando instaló colonias sobre las costas del
Mar Mediterráneo, mantuvo la misma estructura estatal, pese a que no había valles recortados
que lo justificaran. Esto se explica porque los helenos trasladaron el tipo de organización
política que ya tenían, en una replica, allí donde se asentaron.

Poblamiento

1-Invasión Aquea. La Península Balcánica fue poblada hacia el 2000 AC por pueblos seminómadas de
pastores, que se hicieron sedentarios en ese suelo.

Llegaron divididos en tres grupos de tribus: aqueos, jonios y eolios, aunque a menudo se los llama
genéricamente aqueos.
La estructura organizativa básica de los helenos era el clan patriarcal o «genos», regido por un jefe
llamado «basileus».
Además de rendir culto a los dioses comunes, tenía su propio culto familiar. El basileus era aquel que
podía probar que descendía más directamente de ese antepasado. El hecho de atribuírsele ascendencia
divina hacía del suyo un poder esencialmente religioso.
De ahí su inmenso poder sobre los miembros del clan, con el objeto de hacer reinar la paz entre ellos. Por
motivos de índole guerrera los genos se unían en fraternidades o hermandades de genos, las «fratrías»,
cuyo jefe recibía también el nombre de «basileus». Para incursiones mayores se reunían en tribus o «filé»,
cuyo jefe era el «filobasileus». Y en caso de una expedición que nucleara muchas tribus, el jefe recibía el
título de «basileus en jefe».
Esos primeros pobladores indoeuropeos –aqueos, jonios y eolios- crearon una civilización llamada
«micénica». Se trataba de una civilización básicamente rural, que hacia fines del período –el 1400 AC- se
tornó marítima por la influencia de la gran civilización marítima de la época: la cretense o minoica, así
llamada porque se desarrollaba en la isla de Creta y su rey tenía el título de Minos.
La civilización micénica sentó las bases de la estructura política de la Hélade, porque se organizó en
varios estados independientes, las ciudades-estado o polis, que tenían como forma de gobierno una
monarquía, limitada por los ancianos jefes de los génos. Era una civilización «heroica»,
2. Invasión Doriay expansión helena a Asia Menor. Hacia el 1200 AC llegó una nueva oleada de pueblos
seminómadas, los dorios, que lograron dominar a los aqueos casi en todas partes, pero no en Atenas que
siguió siendo una ciudad jonia. Pese a que traían armas de hierro -la civilización micénica no había
superado el estadio del bronce., el triunfo no fue inmediato. Se inició una etapa de anarquía de 4 siglos,
de la cual no han quedado documentos suficientes. En esa etapa se produjo la colonización de las costas
del Asia Menor, provocada por los pueblos derrotados que se negaron a someterse al dominio dorio y
prefirieron migrar. La migración helénica y su lucha por asentarse en las costas de Asia Menor es el hecho
que Homero canta en La Ilíada, pero como se trata de una obra mítica y no de un relato histórico,

Hacia el año 800 AC se ubica la finalización de la etapa de anarquía. Los griegos consignaban ese año
como el del comienzo de su historia. Otra vez se fueron estructurando las ciudades-estado o polis.
El poblado bajo era más dinámico y fue creciendo en número de habitantes e importancia a medida que
se desarrollaba el comercio; pero como la zona alta tenía más prestigio, su nombre se extendió al conjunto.
La fusión entre ambas zonas se concretó pacíficamente
En la evolución histórica de la Hélade tuvieron importancia esencial dos hechos, que ya aparecen en los
orígenes de la civilización helénica.
1) Por un lado el problema social, generado porque los miembros de la ciudad-estado tenían distintos
derechos, y porque como las leyes no estaban escritas, la arbitrariedad de los poderosos sobre la gente
común era permanente. Y este hecho produciría una serie de conflictos sociales que llevarían a la
transformación paulatina del régimen jurídico y político hasta llegarse en el siglo V AC a la república
democrática;
2) El problema de política exterior, porque el territorio de la Hélade era un mosaico de pequeños estados
independientes y belicosos, que nunca llegaron a constituirse en un estado nacional, y cuya lucha
permanente los condujo a su debilitamiento hasta caer bajo el dominio extranjero.
El Desafío de la Superpoblación
A lo largo del siglo VIII AC, durante la primera época de la ciudad arcaica, cuando el sistema de gobierno
era aún monárquico, se fue produciendo un incremento de población que llevó a una crisis social.
Como no había instituciones estatales, cuando necesitaba un préstamo se lo pedía a su vecino noble; y
si no podía pagarle perdía su tierra, y hasta su libertad y la de su familia, porque existía como penalidad
la esclavitud por deudas. La tierra así fue pasando a manos de los nobles y los campesinos podían
considerarse dichosos si se les permitía quedarse en sus antiguas propiedades en calidad de aparceros.
La colonización fue la respuesta al problema social y consistió en alejar de la polis al excedente de pobres,
a los que se les ofreció la posibilidad de acceder a tierras en propiedad en colonias lejanas. Los griegos
se extendieron por el mar, hacia el este y el oeste. Por el Mediterráneo Oriental fundaron colonias como
Bizancio, y también en las costas del Mar Negro; por el Mediterráneo Occidental se asentaron
preferentemente en el sur de Italia, peninsular e insular -región que llamaron Magna Grecia-, y en las
costas de Libia -llamadas Tripolitania y Cirenaica
Las colonias tuvieron en un comienzo un carácter esencialmente agrario, según las características de la
sociedad madre y del tipo de migrantes, todos campesinos desposeídos.

La revolución económica

La colonización produjo un gran cambio económico, que incidió en los planos social y político. Las
características del cambio fueron:
a) En el aspecto agrícola se produjo un incremento de los cereales y las materias primas en general.
Eso determinó el aumento del comercio en el Mediterráneo, entre las ciudades madres y las colonias
b) Se desarrolló la industria manufacturera . De ese modo la Hélade compensó su intensiva importación
de cereales, y se ocupó de buscar nuevos mercados de consumo para su producción.
c) Las actividades mercantiles, que fueron creciendo y se transformaron en el sector dinámico de la
economía helénica.
Por efecto del desarrollo del comercio se difundió la moneda en este siglo, inventada por los griegos.
También se adoptó un sistema de pesas y medidas que, si bien no era uniforme en todo el
Mediterráneo, permitía establecer equivalencias
El cambio social fue importante, porque el comercio produjo el aumento de la riqueza mobiliaria, lo
que significó que la riqueza rústica dejó de ser la única posible.
a) La Nobleza siguió existiendo, como propietaria de los latifundios. Tanto unos como otros
terminaron fusionándose con el sector más rico de la Burguesía, constituyéndose así la Oligarquías
b) La Burguesía fue un sector social nuevo, conformado por los comerciantes y dueños de talleres
industriales más ricos.
b) La clase media se formó con los dueños de pequeños talleres y comercios. así la clase media,
por prestar el servicio militar, empezó a luchar por derechos. La relación entre prestación del servicio
militar y exigencia de mayores derechos, constituye una recurrencia en la historia.
c) El campesinado pobre empeoró su situación, pues debieron vender sus productos a precios muy
baratos para competir con los extranjeros. Así, se endeudaron. Quienes perdieron sus tierras pero se
salvaron de la prisión o la esclavitud por deudas, buscaron migrar a las colonias. Cuando esa posibilidad
disminuyó, ocurrió el estallido social.
El régimen político cambió hacia fines del siglo VIII y principios del VII AC. La nueva oligarquía asaltó el
poder y depuso a la Realeza.
La institución que reemplazó a la Realeza fue la Magistratura Atenas fue el Arcontado. la Bulé como la
Asamblea estuvieron constituidas por miembros del nuevo sector social, la oligarquía, integrada a los
viejos genos de la nobleza..
Atenas y la Democracia
Atenas fue una polis marítima ubicada en la Península de Ática. La Etapa Arcaica fue semejante a las
de las demás ciudades helénicas. Una monarquía limitada, de base gentilicia 1, que cae como
consecuencia del cambio económico 2 que lleva a la formación de la burguesía y luego la oligarquía, la
cual genera la República Oligárquica
a) El Arcontado3, se constituyó con 9 miembros: a) El Arconte-Rey, cargo ocupado por la vieja familia real,
b) El Arconte Epónimo, que heredó del rey las funciones civiles; c) El Arconte Polemarca, encargado de
las funciones militares; d) Los 6 Tesmothetes, con funciones judiciales. Los cargos de magistrados eran,
en Atenas, periódicos y electivos.
b) El Consejo era la institución central del régimen oligárquico. Se reclutaban entre los ex – magistrados 4
en forma electiva.
c) La Asamblea estaba integrada por los «ciudadanos activos», en quienes residía la
soberanía,diferenciada de la masa no calificada, que estaba excluida.
La dinámica del sistema produjo su ruina, pues la oligarquía no supo atenuar las diferencias económicas
y sociales en la polis, y se profundizaron los antagonismos sociales.
Los sectores medios exigían participación política y protección jurídica
Todos los grupos excluidos del poder querían poner fin al monopolio que la aristocracia tenía de la
justicia, y sus sentencias parciales.
Así comenzó la lucha de clases, que duró mucho tiempo y fue sangrienta. La ciudad se dividió en dos
grupos políticos: el oligárquico que buscaba el mantenimiento del statu-quo, y el democrático que
pretendía transformarlo.
En principio la oligarquía gobernante convocó a dos legisladores, que actuaron en forma sucesiva,
pasado un período de tiempo: Dracón y Solón. Como sus reformas no satisficieron a los sectores más
pobres de la población, se llegó a la revolución que llevó a Pisístrato al poder, quien concretó la
anhelada reforma agraria, esto es, un traspaso de parte de los latifundios a los sectores desposeídos.
Un fenómeno semejante, tendiente a la constitución de una clase media campesina considerada la
base social del régimen democrático-, ocurrió en la Roma Republicana, con éxito dispar según los
momentos

Las Reformas Legislativas


Dracon, convocado en el 621 AC, proveyó a Atenas de las primeras leyes escritas. Sustituyó la Themis
por el Nomos, ley del Estado cuya asignación de derechos y deberes era conocida por todos. Además,
debilitó el genos al limitar el uso de la venganza como modo de solución de conflictos e impulsar la
recurrencia a los jueces. Esta reforma, por establecer el principio de responsabilidad individual y trasladar
de los genos al Estado la función judicial, marcó una época en la Historia del Derecho.
Solón (594-93 AC), que actuó a continuación, introdujo reformas en todos los planos.
a) En el plano jurídico impuso la disolución del genos: la tierra y los hombres fueron liberados de esta
organización,
b) En el plano económico se impulsó el comercio y la industria, se protegió a los metecos –extranjeros
domiciliados dedicados sobre todo a esas actividades-, se impulsó desde el estado la ampliación del
circuito comercial ateniense, y se ayudó a los deudores a liberarse de sus acreedores mediante una
reforma monetaria –la nueva moneda implicó una desvalorización.
c) En el plano social la obra soloniana consistió en la distribución de los ciudadanos en cuatro clases
censitarias, que tenían idénticos derechos civiles pero derechos políticos y deberes tributarios y militares
diferenciados en base a la riqueza. Las clases fueron: pentacosimedimnos, caballeros, zeugitas y tetes.
Los caballeros podían ocupar todos los cargos públicos menos del Arcontado. Los zeugitas, a diferencia
de los tetes, podían integrar la Bulé o Senado. Los tetes, como todos los demás sectores sociales,
participaban de las dos instituciones populares: el Tribunal de los Heliastas
d) En el plano político Solón introdujo las siguientes reformas:
1. Las facultades administrativas, militares y ejecutivas correspondieron en general al Colegio de los
Arcontes, de 9 miembros. Los tesmotetes conservaron las atribuciones judiciales.
2. Las funciones legislativas pasaron del Areópago a dos instituciones: la Bulé y la Asamblea.
3. Las funciones judiciales correspondieron también a dos instituciones: el Tribunal de los Heliastas -cuya
organización se atribuye a Solón- integrado por todos los ciudadanos, que atendía en las causas civiles;
y el Areópago, institución aristocrática constituida esencialmente por ex-arcontes. Aunque por esta razón
perdió la mayoría de sus atribuciones, conservó dos de gran importancia: las causas penales y el control
constitucional.
Las disposiciones dictadas por Solón reciben en conjunto el nombre de Constitución, aunque no
conforman un todo coordinado. Con esa reforma la oligarquía perdió el monopolio del poder.
Con Solón terminó la vigencia de la Sociedad Gentilicia propia de la Ciudad Arcaica, y surgió la Sociedad
Individualista.
La Acción Revolucionaria
Se concretó a mediados del siglo V AC, luego de una lucha social que renació 30 años después de la
reforma soloniana
Pisístrato, que asumió en 560 AC, «solucionó de manera definitiva la cuestión agraria», repartiendo las
tierras roturadas y los dominios confiscados a los nobles, con lo cual logró la formación de esa importante
clase media campesina, que será «el elemento más estable y más sano del cuerpo cívico hasta el fin de
la guerra del Peloponeso»
El régimen cuidó de la educación popular. Organizó concursos musicales y recitales. Además, no modificó
la Constitución y permitió el funcionamiento de las instituciones populares. Pensaba que la participación
de los ciudadanos en los Tribunales y la Asamblea contribuiría a su socialización política, con el
consiguiente desarrollo del sentido de bien común y responsabilidad ciudadana.
La República Democrática.
Las Reformas que permitieron la instauración de la Democracia se debieron a Clístenes, magistrado que
acabó la obra esbozada por Solón, y dio forma definitiva a la Constitución Democrática de Atenas, en el
508-507 AC. Con Clístenes se instauró una reforma administrativa que hizo posible la participación de
todos los sectores sociales
Las Reformas de Clístenes fueron profundizadas a lo largo del siglo V AC. Así:
a) Se estableció la «mistophoría» o retribución pecuniaria, para que los ciudadanos pudieran integrar las
instituciones. En caso de participación en la Asamblea, se les entregaba el equivalente a un día de trabajo.
b) Se extendió el sorteo a más tipos de designaciones. Hubo algunos cargos, como el de estratego, que
siempre fue electivo.
c) Se redujeron las funciones del Areópago.
El gobierno de Pericles (quien gobernó hasta su muerte, en 429 AC) coincidió con la 1º parte de la Etapa
de Hegemonía de Atenas en la Hélade (465-404 AC). Según Glotz, en la época de Pericles «la vida política
de Atenas muestra un equilibrio perfecto entre los derechos del individuo y el poder público»
La Democracia Ateniense: Principios e Ideales.
La democracia ateniense tuvo una serie de principios e ideales que la caracterizaron, cuya esencia ha
llegado hasta la actualidad, y que la constituyen en el antecedente más remoto de los regímenes
democráticos actuales. Sus principios e ideales fueron los siguientes.
a) La libertad individual, entendida desde el punto de vista de la noción de “libertad externa” era “absoluta,
porque ningún ciudadano, bajo ningún concepto, podía ser esclavizado”. Se prohibió tanto a particulares
como al Estado el apremio físico. Y ello se completó con la responsabilidad individual, porque ninguna
pena -penal, civil, política como la atimia o pérdida de la ciudadanía-, podía alcanzar a los familiares. La
protección civil se hacía extensiva a los extranjeros domiciliados o «metecos», y ello hizo del Ática la tierra
clásica de la libertad, que era elegida por literatos y artistas de toda la Hélade, donde se refugiaban los
exiliados de todas las otras polis. La libertad, en el sentido de “libertad interna” estaba sin embargo muy
acotada, porque los griegos, y en particular los atenienses, sentían vívidamente el principio de bien común
y acomodaban su accionar al bien de la ciudad, que era el de todos. Esta es la idea que está en la base
del ideal de libertad.
b) La igualdad era para los atenienses la condición de la libertad. Gozaban de isonomía o igualdad ante
la ley, y de isegoría o igual derecho de hablar. Este derecho era el más apreciado por los atenienses.
Había sí, desigualdad tributaria, pues persistía el esquema soloniano.
c) El Estado tenía deberes morales para con los ciudadanos, que algunos autores identifican con las
garantías modernas del Estado que se auto-limita. En beneficio de la libertad, se prohibieron los apremios
físicos, la esclavitud y, también, se vedó responsabilizar a los familiares de los actos de algún individuo
No sólo los cargos públicos eran rentados. Si fijó un óbolo al ciudadano, que equivalía a un día de trabajo,
para que concurriera a la Asamblea.
El Estado encaró una serie de tareas para evitar la desigualdad social, de modo que asumió el papel de
protector de los sectores más débiles. Así: a) Para terminar con el flagelo de la desocupación, organizó el
«sistema de cleruquías» -colonias de campesinos asentadas en comarcas distantes-, impulsó –en
beneficio de los artesanos- la construcción de obras públicas, e incorporó a los más pobres como remeros
en la flota; b) Instituyó la asistencia pública: los huérfanos de guerra fueron educados por el Estado, y al
llegar a la mayoría de edad recibían armaduras de hoplitas; c) Buscó evitar los monopolios que encarecían
los productos, y se ocupó del precio del pan; d) Impuso a los ricos la organización de concursos dramáticos
y líricos, con el objetivo de satisfacer las necesidades culturales de los sectores más pobres.
d) El ciudadano tenía obligaciones correlativas para con el Estado, que eran celosamente controladas por
los mismos ciudadanos, quienes podían votar la expulsión o incluso la muerte de quien no fuera
merecedor de seguir gozando los beneficios de ser ciudadano ateniense. Ese control se debía a que los
helenos no concebían el Estado como algo abstracto, sino como la «comunidad de hombres libres», lo
que determinaba que se refirieran a sí mismos como “los atenienses» y no como «Atenas». Esa
«comunidad» era omnipotente y la individualidad estaba restringida, o, dicho de otro modo, el
individualismo no existía.
Otros principios nucleares
del pensamiento griego eran los de armonía y proporción. Percibían al Estado como “la armonía de una
vida compartida en común por todos sus miembros”.
La libertad tenía como contrapartida el respeto a la ley.
En un Estado libre el soberano era la ley, no el gobernante, y “la ley merecía el respeto del ciudadano,
aunque en algún caso particular lesionara sus intereses”. En esos ideales residía, para los griegos, su
superioridad en relación a los no-griegos o “bárbaros”5.
La Hélade, y en particular Atenas, fue la cuna de la democracia. “La mayor parte de los ideales políticos
modernos –como, por ejemplo, la justicia la libertad, el régimen constitucional y el respeto al derecho- o,
al menos, sus definiciones, comenzaron con la reflexión de los pensadores griegos sobre las instituciones
de la ciudad-estado”6.
La ciudadanía dependía del nacimiento: todo griego era ciudadano de la polis a la que pertenecían sus
padres, cualquiera fuera el lugar de residencia
Pero lo significativo es que “para un griego, la ciudadanía significaba siempre esa participación, cualquiera
fuese su grado.
Las instituciones, en la fase democrática, funcionaban del siguiente modo:
a)-La Asamblea o Ecclesia, reunión a la que todo ciudadano tenía derecho a asistir desde que llegaba a
los veinte años, se reunía regularmente diez veces al año, aunque podía ser convocada por el Consejo a
sesiones extraordinarias.
Normalmente “todas las cuestiones importantes, tales como declaraciones de guerra, acuerdos de paz,
formación de alianzas votación de los impuestos directos o medidas legislativas generales, iban a la
asamblea para recibir su aprobación”7.
b)- El Arcontado (diez Arcontes) y los demás funcionarios duraban un tiempo breve –generalmente un
año- y en la mayoría de los casos no estaba permitida la reelección
Los cargos no eran unipersonales sino colegiados: después de Clístenes el número era siempre de diez,
para hacer posible la representación de todas las tribus 8.
c)- La Bulé o Consejo de los Quinientos era una especie de “comité ejecutivo y directivo de la asamblea”,
y en él se centraba la tarea efectiva de gobierno
El Consejo tenía el deber de elaborar los proyectos de ley o medidas que consideraba oportunas, que
presentaba ante la asamblea de ciudadanos, que sólo actuaba en asuntos que le presentaba ese consejo.
d)- El Tribunal de los Heliastasconstituía el otro ámbito de control popular. “Los tribunales atenienses eran,
sin duda, la clave de todo el sistema democrático.
Los tribunales cumplían una importante función controladora en relación a los magistrados y a la ley. Lo
principal era el cuidado del bien común, y todo ciudadano tenía la obligación de velar por él.
Atenas fue para las demás polis el modelo de república democrática, como Esparta lo era de república
aristocrática (comúnmente llamada oligárquica).
EL PENSAMIENTO POLÍTICO Y JURIDICO GRIEGO: PLATON Y ARISTOTELES

INTRODUCCIÓN

Aunque Atenas fue la cuna de la Democracia, sus filósofos más famosos presentaron un pensamiento de
oposición, quizás desilusionados por los excesos de la democracia: la adulación al pueblo en las
Asambleas, el populismo, los graves errores que se cometían cuando se invocaban las emociones y no
se recurría al desarrollo del pensamiento racional.
Los máximos representantes de la filosofía política helénica fueron: Platón y Aristóteles.

PLATÓN

1. INFLUENCIA SOCRÁTICA. VIDA Y OBRAS

Platón (427-347 a.C.) nació en el seno de una familia aristocrática, De Sócrates tomó la idea fundamental
de su filosofía política: la virtud es conocimiento. Entre los hechos significativos que inciden en su vida
podrían señalarse:
a)- su pasión política y sus aspiraciones de participación en las instituciones, para las que cree estar más
capacitado que otros por su origen aristocrático y su educación, pero de la que se ve alejado por sus
ideas, ya que era un profundo admirador del régimen espartano.-
b)- sus viajes a Sicilia, gobernada por tiranos –Dionisio I y Dionisio II-, a los cuales espera influir para
hacer realidad su teoría del “filósofo rey”. La experiencia termina en un fracaso, porque los celos y
desconfianzas de los tiranos en él los lleva a desterrarlo; y en la primera oportunidad incluso es embarcado
por la fuerza en un navío espartano, cuyo capitán lo vende como esclavo. Esta experiencia lo llena de
amargura, y a partir de ella se aleja de la política práctica y se concentra en la producción teórica.
La obra de Platón comprende tres períodos.
a)- El primero es el período “socrático”. En él Platón traza su retrato de Sócrates como hombre, maestro
y amante de la verdad. Todas sus obras son “diálogos” en los que Sócrates es el principal interlocutor y
el talento superior.
b) En el segundo período el protagonista continúa siendo Sócrates y se repite el estilo del diálogo, pero
ya aparecen nuevos elementos: el rechazo a la democracia –Platón culpa del asesinato de Sócrates a la
chusma, que “amenaza a cada hombre como bestia al acecho” (496.c), y la figura del “filósofo rey” como
ideal de régimen político. En esa obra Platón se aleja del pensamiento tradicional griego –que ama la
libertad y la ley- porque excluye totalmente el Derecho: todo el sistema se subordina al filósofo rey que
conoce lo que es bueno para los hombres y que concreta un régimen paternalista sobre individuos que
tienen el papel de súbditos que están bajo la tutela real; y aparece la idea de la Edad de Oro representada
por la etapa monárquica patriarcal y hereditaria, donde gobernaba uno, el más sabio.
c)- En el tercer período no usa más a Sócrates como interlocutor, aparentemente porque se da cuenta
que se había alejado mucho de sus enseñanzas. La obra más representativa de esta etapa es: Las Leyes
Tres son las obras principales que contiene la filosofía política de Platón: La República, El Político y Las
Leyes.
La República no tiene en realidad un ámbito de estudio definido sino que se ocupa de toda la vida humana,
está referido al hombre bueno y a la vida buena, lo cual era sinónimo de estado bueno. Así, La República,
buscará dar a conocer cual son esas cosas buenas y los modos para alcanzarlas
La República de Platón pertenece al género utópico, lo cual supone la elaboración de una construcción
ideal pero con puntos de contacto con la realidad como para servir de modelo. En su origen, esta obra fue
un estudio crítico de la polis tal como existía en realidad, pero que luego Platón cambió exponiendo su
teoría en forma de polis ideal, forma que revelaba los principios eternos que las polis existentes trataban
de desafiar: ignorancia e incompetencia de los políticos, espíritu de facción y de egoísmo de partido;
discrepancias de intereses económicos, las dificultades para acceder al conocimiento del bien
Platón privilegia al Estado sobre el individuo, cuya plenitud deriva de su sujeción al Estado. Los principios
de “virtud” y “deber” deben orientar la vida de los ciudadanos, porque harían posible la “estabilidad” y “la
paz”9. En el platonismo por tanto todo es público, y no hay espacio para lo privado
La Ética y la Política: Platón tiene un objetivo ético: presentar el Estado ideal que sirva como modelo a
alcanzar, en particular en su finalidad, su moralidad, su concepción, esto es, la idea de que el Estado tiene
la finalidad de producir el tipo moral más alto posible de ser humano, y un estilo de convivencia fundado
en las virtudes y el conocimiento.-

ARISTÓTELES

1. Vida y Obra Política de Aristóteles

Aristóteles (384-322 a.C.) fue un discípulo de Platón durante 20 años, pero después se independizó
de él y asumió una actitud crítica.
Posición frente a Platón: Aristóteles conserva ciertos enfoques propios de Platón, cual su preocupación
por la búsqueda de la verdad, el bien y la justicia. Como su maestro: a)- Reconoce la primacía del derecho
natural y del ideal moral sobre la realidad; b)- Esta convencido de la existencia de una organización ideal
–la Edad de Oro-, a partir de la cual las formas del presente constituyen una degradación. Pero mientras
para Platón ese ideal pertenece al reino de las ideas, a un nivel trascendente, Aristóteles lo ubica en el
plano de lo inmanente, pero pasado.
Las diferencias de Aristóteles con Platón son varias:
a) Rechaza la pretensión platónica de buscar las esencias fuera de las cosas
b) Es pues, un teórico realista, en contraste con Platón que se considera un idealista.
b) Combate las ideas de Platón sobre el comunismo de bienes y de mujeres, porque consideraba
a la familia como la célula del Estado;
c) Difiere en cuanto al método, que deja de ser deductivo para ser inductivo y caracterizarse por la
observación de casos particulares para arribar a una conclusión final general. Toma su método de
las ciencias naturales, de donde resulta su enfoque racionalista y empirista
Hace un análisis riguroso recurriendo constantemente a la duda metódica “con el objeto de discutir y
refutar los puntos de vista de sus adversarios”.
En La Política -obra que sí ha llegado hasta nosotros-, Aristóteles analiza “los componentes de la Ciudad:
el territorio, la población, su organización familiar, la condición de los ciudadanos y, sobre todo, el
gobierno. “El poder es considerado en sus fines, en sus formas y en su vida. Los regímenes políticos son
estudiados en su estructura
2. Concepción Antropológica: en su concepción antropológica Aristóteles plantea la desigualdad natural
de los seres humanos. Los hombres son desiguales por naturaleza, y están destinados, los superiores a
mandar y los inferiores a obedecer. Aristóteles justifica la esclavitud, así como justifica también la
dependencia de la mujer frente al varón
3. Teoría Social : el hombre es para Aristóteles un “animal político” que encuentra su plenitud sólo en el
seno de la comunidad política o Estado. No concibe el “hombre aislado”, porque aquél que no necesita de
sus semejantes es “o un ser superior, dios o semidiós, o bien es un ser degradado [...], una bestia”. “Quien
desconoce las ventajas de la vida cívica y no acepta sus reglas es el peor de los animales” 10. El “estado
de naturaleza” es para Aristóteles –a diferencia del planteo iusnaturalista- el estado político. El Estado es
una entidad natural que se origina a partir de las familias, las cuales se forman por la necesidad del hombre
y de la mujer de formar pareja para la generación y por tanto conservación de la especie.
El Poder también se constituye por naturaleza. En las familias existe el poder paterno, que manda en la
casa sobre la mujer y el esclavo, y cuida de las propiedades. A partir de este poder se genera el poder
político o autoridad de la comunidad.
4. Relación entre Ética y Política
a)- La finalidad del gobierno es hacer a los hombres virtuosos. Pero para Aristóteles, la política no está
subordinada a la moral –como para sus predecesores-, sino que la política, “que es el arte o la ciencia de
la conducta colectiva, engloba a la moral, en la medida en que ésta es el arte o la ciencia de la conducta
individual”
b)-Esa correlación entre lo general y lo particular aparece también en relación a la finalidad de la vida
humana, que es la felicidad; pero el hombre no puede alcanzar esa felicidad desligado de lo general; o
sea que sólo en un estado virtuoso y ordenado, el hombre puede alcanzar esa finalidad
5. Educación: El papel del Estado es formar a los individuos en la virtud, induciéndole a subordinar las
necesidades materiales deben subordinarse a las espirituales
El Estado debe contentarse con ser autárquico, y privilegiar la educación: debe orientar a los individuos a
que actúen rectamente. Los valores modélicos son: la moderación, la justicia, la equidad, la
magnanimidad, el valor. Sólo a partir de la obtención de hombres virtuosos se podrá construir la “virtud
colectiva”, que es el fin de la política.
6. El Poder Político: forma y extensión: En la concepción del poder difiere Aristóteles de sus predecesores.
Aristóteles “retira al hombre del poder para dárselo a la ley, porque según él, lo que es general resulta
superior a lo que es particular. Por otra parte, diferencia “la primera ley” o Constitución, de las demás leyes
que le están subordinadas.
7. Las Formas de Gobierno
Aristóteles hace una doble calificación, que combina.
a)- Desde el punto de vista cuantitativo, el gobierno puede ser: de uno (monarquía y tiranía), de
unos pocos (aristocracia y oligarquía) o de todos (república y democracia).
b)- Desde el punto de vista cualitativo los gobiernos pueden ser “puros” o “impuros” (desviados o
corrompidos), según gobiernen en función “del interés general” y acomodados a las leyes, o bien
cuando predomina “el propio interés” de los gobernantes.
Aristóteles señala varios tipos de regímenes monárquicos. Así por ejemplo: a)- la monarquía absoluta, en
la que el rey tiene todo el poder, que deriva de la realeza patriarcal, que fue la primera forma
históricamente hablando, que se impuso en los orígenes de los Estados, cuando éstos fueron como una
familia ampliada. b)- La monarquía heroica de los tiempos de los pueblos guerreros, en la cual la función
esencial es el mando de la guerra y el pontificado. c)- La tiranía es el régimen en el cual se gobierna en
interés de uno solo, por medio de la violencia y la rapiña, razón por la cual ningún hombre de bien puede
tolerarlo.
Los regímenes aristocráticos pueden adoptar cuatro formas, de los cuales son las mejores:
a)- La aristocracia en la cual se le da cierta participación a la muchedumbre, con lo cual a la
“virtud” propia de la aristocracia y a la “riqueza” de la oligarquía se agrega el principio de “democracia”; o
sea que la masa tiene derechos políticos. Pero las funciones esenciales están monopolizadas por las
clases superiores. El ejemplo estaría representado por Esparta, aunque ahí no existía la riqueza.
b)- La otra forma de aristocracia, que es la que goza de las preferencias de Aristóteles, es la que
denomina “politeia”, o sea “constitución” y también “república”. En ella también se combinan elementos
de aristocracia-oligarquía y de democracia, de modo que tanto puede considerarse una “oligarquía
ampliada” (porque tienen participación los virtuosos y los ricos) como una “democracia restringida”. “Los
ciudadanos que poseen una propiedad mediana están en la posición más conveniente de todas para
practicar la virtud, que es esencialmente la moderación.
También le llama a este gobierno “mesocracia” porque impera el junto medio, al mezclarse “las
leyes de la oligarquía con las normas de la democracia”.La democracia es el gobierno de lo que no tienen
nada o tienen muy poco. Ese principio de pobreza o riqueza es lo que diferencia la oligarquía de la
democracia, porque, aduce, si gobernara la mayoría, pero se tratara de una mayoría de ricos, el régimen
seguiría siendo oligárquico. Aristóteles diferencia diferentes tipos de democracia:
a)- Aquella en la que la participación en las funciones está ligada a la posesión de un ingreso modesto y
al pago de un pequeño impuesto, o sea que en ella rige el principio censitario.
b)- Aquella en la cual se exige un censo para ser elegible, pero no para ser elector.
c)- Aquella en la cual no hay restricciones para la elegibilidad, pero como no impera la retribución
pecuniaria de los cargos, de hecho sólo participan como elegibles los ciudadanos que tienen una cierta
fortuna.
d)- Aquella en que no hay restricciones de elegibilidad, y hay retribución pecuniaria por la ocupación de
cargos públicos. Esta es para Aristóteles la peor forma de gobierno, porque los pobres buscan ocupar las
funciones no para servir a la comunidad, sino para garantizarse un medio de vida. Ese pueblo rechaza las
normas y se hace déspota, desviación que ocurre bajo la influencia de los demagogos. Por eso a esta
forma Aristóteles la llama demagogia.-

PARTE B) ROMA
La Historia de Roma abarca doce siglos, desde su fundación en el año 753 o 754 AC, hasta el
453 DC, año de la caída en manos de los pueblos germanos. Roma comenzó siendo una ciudad
estado, ubicada en las orillas del río Tíber Roma está en el centro de la península itálica, la cual
fue poblada por grupos disímiles: al norte los etruscos, en el centro y sur varias otras tribus de
italiotas –sabinos por ejemplo- y en las costas del sur y de Sicilia los griegos de la Magna
Grecia.Su desarrollo histórico se divide convencionalmente en tres etapas, en función de su forma
de gobierno: Monarquía, República e Imperio. Cada una de ellas, a su vez, es subdividida en
etapas menores, en base a la forma como el poder fue desempeñado y al grupo político-social
que lo detentaba
1-La MonarquíaLa fase monárquica se extiende desde la fundación de Roma hasta la revolución
del 509 AC, año en que se instaura la República. El sistema social comprendía 4 estamentos u
órdenes: patricios, plebeyos, clientes y esclavos. a) Los Patricios eran los descendientes de los
fundadores latinos, y luego también de los conquistadores etruscos. Constituían la nobleza,
poseedora del gran bien económico de la época: la tierra. Estaban organizados en Gens, el clan
patriarcal que caracterizaba la sociedad arcaica y era la célula de la sociedad
Los plebeyos eran de origen diverso: extranjeros domiciliados, miembros de las poblaciones
conquistadas, clientes emancipados de las gens por extinción natural de éstas. Como en toda ciudad
arcaica, la vigencia del régimen gentilicio determinaba que la Monarquía fuera limitada. Las instituciones
políticas eran tres: a) El Rey, que reunía en sus manos la plenitud de las funciones ejecutivas:
administrativas, militares, jud ,judiciales, religiosas. Se trataba de una realeza militar poderosa.b) El
Senado o Consejo de Ancianos, integrado por los jefes de las gens, representación permanente junto al
rey de los “paterfamiliae”, quienes lo asesoraban en todas las cuestiones. Si bien su papel era consultivo,
debía -como en el caso de la Grecia- ser tenido en cuenta; c) La Asamblea por Curias, integrada por los
varones de las gens en edad de prestar el servicio militar, que tenía un papel esencialmente consultivo y
formal. La etapa monárquica terminó a fines del siglo VI AC, cuando ocurrió la revolución que instauró
otra forma de gobierno: la República.

La organización Institucional de la República en el siglo III


La República se extiende entre el 509 y el 27 AC. Comprendió varios momentos, que se designan en base
al sector dirigente y a las características de su mando. Esas fases fueron: República Patricia, República
Patricio Plebeya, República Oligárquica y Régimen de Poder Personal.
1.-La República Aristocrática (lucha patricios - plebeyos)
Abarca desde fines del siglo VI AC (509 AC) hasta mediados del siglo IVAC (367 AC). Presenta como
características: a) el monopolio político del patriciado; b) los comienzos de la expansión militar; c) la lucha
entre patricios y plebeyos.
a) El monopolio político del patriciado. La revolución del 509 AC, fue obra del patriciado y de una
pequeña porción de plebeyos ricos: los que revistaban en el ejército. En consecuencia, los patricios se
reservaron la mayoría de las instituciones se intentaron neutralizar aquella que estaba abierta a los
plebeyos: los Comicios por Centurias.
En el plano político el régimen cambió. Se crearon instituciones nuevas: la magistratura para reemplazar
a la realeza, y los Comicios por Centurias. Persistieron las otras dos instituciones: Senado y Comicios por
Curias.
La Magistratura heredó las atribuciones ejecutivas del rey. Aunque en un origen todos eran patricios, luego
fueron designándose magistrados plebeyos.
El Senado, integrado en su origen por los paterfamiliae, en la etapa republicana pasó a conformarse con
los ex – magistrados.
Los Comicios por Curias, eran una asamblea integrada sólo por patricios, los varones adultos de las gens,
inscriptos en función de su domicilio. Entre sus funciones más significativas se contó la de investir a los
cónsules de «imperium», esto es, del conjunto del poder civil, militar y judicial, mediante una ley especial,
la «lexcuriata del imperio».
Los Comicios por Centurias eran la institución nueva, creada para satisfacer a los plebeyos ricos que
revistaban en el ejército. Estos Comicios reunían, pues, tanto a patricios como a plebeyos. Ellos
designaban a los cónsules y los investían de potestas, esto es, del derecho a entrar en contacto con el
pueblo y ejercer el poder civil.
b) La Lucha de los Plebeyos contra los Patriciosllena toda esta etapa republicana. Significó el
enfrentamiento de los plebeyos ricos y pobres contra el patriciado.
Los plebeyos tenían en común algunas reivindicaciones. Tanto los plebeyos ricos –propietarios rústicos y
clase media urbana- como los plebeyos pobres aspiraban al dictado de leyes escritas y a la igualdad de
derechos civiles y políticos. Pero los pobres tenían, además, expectativas de orden económico-social.
El arma que usaron para presionar al sector dirigente fue la resistencia civil, bajo la forma de negativa a
pagar impuestos y a integrarse al ejército.
El Programa común de lucha fue el siguiente:
a) En el plano jurídico, redacción de un código escrito.
b) En el plano político, el acceso a todas las magistraturas
c) el plano social, reclamaron la suavización del régimen de deudas
d) En el plano religioso

Se logró en esta etapa:


1) En el 451-449 a. C. se redactaron las 1º leyes escritas, la llamada «Legislación
Decenviral» o Ley de las Doce Tablas. Ellas prohibieron la esclavitud por deudas.
2) El acceso a ciertos actos de derecho civil: matrimonio, testamento y adopción, que
debieron adoptar formas nuevas, laicizadas, pues hasta entonces habían tenido
naturaleza religiosa.
3) Los Derechos Políticos fueron conseguidos poco a poco, a partir del 449 AC: se
establecieron las Asambleas por Tribus como Comicios del Estado
En conclusión. Los patricios hubieran podido conservar el monopolio del poder si no hubieran
necesitado de los plebeyo, y el problema militar fue determinante
En el 367 AC, lograda la igualdad civil y política entre patricios y plebeyos, se cierra una etapa
republicana –la Aristocrática- y se abre otra –la Patricia Plebeya-, porque cambia el sector dirigente.
Ellos deberán dar satisfacción a la cuestión social.

La unión de Patricios y Plebeyos


A partir del dictado de las Leyes Licinias (367 AC) se produjo una modificación de la élite
gubernamental. El Patriciado fue reemplazado por la Nobilitas, o Nobleza Patricio-Plebeya, conformada
por dos grupos: el patriciado progresista, que aceptada el hecho consumado, esto es, la igualdad civil y
política concedida a los plebeyos, y los plebeyos ricos que tenían sus expectativas satisfechas.
Los sectores no conformes con la nueva situación fueron: el patriciado conservador, que aspiraba
a la recuperación de su hegemonía; y los plebeyos pobres, que tenían reivindicaciones económicas y
sociales. Otro sector insatisfecho era la burguesía urbana, pues como no se habían equiparado las
riquezas inmueble (rústica) y mueble (urbana), ellos eran ciudadanos activos, pero ocupaban un lugar
social inferior.
los sectores disconformes, en especial la plebe pobre. Encontraron en esta oportunidad una
dirigencia más permeable a dar respuesta favorable a la cuestión social. .
La «cuestión social» suponía tres problemas:
La Cuestión Frumentariaimplicaba el pedido de subsidios a los campesinos, para que el grano
fuera vendido a precios más bajos
Lo que se pretendía, en consecuencia, era la regulación de la tasa de interés y, además, que los
intereses ya pagados se imputaran al capital y la Cuestión Agraria remitía al tema del reparto de tierras.
Estas medidas tuvieron gran trascendencia en la Historia de Roma. La Nobilitas en el poder contó
desde entonces con un gran aliado: la clase media campesina.
La Burguesía Capitalistase transformó en el otro sostén de la Nobilitas. Era un sector emergente,
integrado por comerciantes, industriales y financistas, que habían crecido económicamente al amparo del
Estado Romano, como banqueros, arrendatarios de impuestos, concesionarios de obras públicas y fletes
marítimos. Burgueses eran latifundistas, los capitalistas que eran sólo propietarios urbanos y carecían de
propiedades rurales, no disfrutaban de los mismos derechos.
La gran obra de la nobleza patricio plebeya fue su capacidad para armonizar las leyes que se habían
ido dictando para organizar las instituciones

La Constitución Republicana del siglo III AC

El Poder en el estado romano tenía las siguientes características:un régimen de soberanía directa. El
ciudadano ejercía personal y directamente sus derechos, sea en el Foro, sede de los Comicios por tribus,
según el mandato constitucional; o en el Campo de Marte, donde sesionaban los Comicios por Centurias.
Los poderes no estaban separados al estilo actual. La noción de separación de los poderes fue tan extraña
a la Roma republicana como a las demás ciudades antiguas. Los Comicios eran Asambleas que cumplían
funciones electivas, legislativas y judiciales. Los magistrados por su parte acumulaban funciones civiles,
administrativas, judiciales y religiosas; e incluso, en virtud del «imperium», algunos de ellas -dictadores,
cónsules, pretores, o sean las superiores-, añadían atribuciones militares.
Estructura Constitucional.: La Constitución del s. III a. C.,respondía al ideal antiguo de
constitución «mixta», porque establecía un régimen que combinaba principios de tipo monárquico,
aristocrático y democrático, tal como lo postulara Aristóteles. Intentaba armonizar distintas instituciones,
que expresaban los intereses de sectores diferentes.
La Apariencia de Democracia: en la Roma Republicana, a diferencia de las ciudades griegas como Atenas,
jamás llegó a la implementación del régimen democrático. Es cierto que tuvo representación popular en
dos tipos de Asambleas: la asamblea por centurias y la asamblea por tribus, pero esa representación no
implicó la instauración de la democracia sino de una «apariencia» de democracia porque hubo siempre
desigualdad entre los magistrados y los ciudadanos

Las Instituciones del Poder Republicano Romano


La Constitución del siglo III AC era considerada por los romanos como un modelo de equilibrio. Era una
constitución mixta porque combinaba rasgos de monarquía, aristocracia y democracia. Sus instituciones
representaban a las 3 formas de gobierno: la Magistratura a la monarquía, el Senado a la aristocracia y
los Comicios a la democracia.

A). El elemento monocrático: La Magistratura

La Magistratura era, en teoría, la institución con mayor poder en la República Romana. Sus miembros no
eran considerados iguales a los ciudadanos ni ejecutores de las decisiones del pueblo; estaban por
encima de él, a los efectos de ejercer el mando y de exigir la obediencia correlativa.
Las magistraturas ordenadas piramidalmente, eran presididas por el Consulado.
Las características jurídicas de la Magistratura fueron las siguientes: Colegialidad Periodicidad,
Irresponsabilidad Teórica y Responsabilidad Práctica.
La indelegabilidad de las funciones civiles y delegabilidad de las militares.

B) El Elemento Aristocrático: El Senado

El Senado fue el órgano estable del régimen republicano, frente a la intermitencia de reunión de los
comicios, y la periodicidad y colegialidad de la magistratura. Ello convirtió a esta Institución en el centro
real de la estructura política romana.
El senado tenía facultades Legislativas por que completaba las decisiones de las Asambleas por la
«auctoritaspatrum», pudiendo convalidarlas, aplazarlas o vetarlas 11; ejercía una potestad legislativa
paralela a la de los Comicios, pues sus «senado-consulto» constituyeron una fuente jurídica autónoma.
Podía impedir la aplicación de una medida o el accionar de un magistrado, no proveyendo los medios
económicos necesarios para su funcionamiento.
Facultades Diplomáticas. Tenían a)- La iniciativa en las Declaraciones de Guerra, las cuales luego
pasaban como una formalidad a ser ratificadas por los Comicios Centuriados; b)- El veto en las
Declaraciones de Guerra realizadas en forma inconsulta por los Comicios; c)- La convalidación o rechazo
de los Tratados de Paz o armisticios iniciados por los jefes militares en operaciones; d)- La conclusión de
Tratados de Alianza,por los cuales los pueblos vencidos recibían el trato de «pueblos federados»; e)-
Laparticipación en las campaña militar, pues seleccionaba los mandos militares, distribuía los
presupuestos, decretaba las recompensas debidas a soldados y generales. También tenía facultades
financieras:correspondía al Senado la administración del Tesoro. Por último las facultades Judiciales
consistían en atenderla justicia criminal, causas de traición y conspiración para cometer asesinado y, en
las provincias conquistadas los litigios entre los particulares y los gobernadores y publicanos.-

C)El elemento democrático:Los Comicios. En la Roma Republicana, a diferencia de las ciudades griegas
como Atenas, jamás llegó a la implementación del régimen democrático. Es cierto que tuvo representación
popular en dos tipos de Asambleas: la Centuriada y la asamblea por tribus, pero esa representación
implicó sólo una «apariencia» de democracia por las razones ya consignadas: por el voto colectivo los
ciudadanos participaban en forma desigual en la toma de las decisiones, pues el sistema privilegiaba a
los ricos y daba cabida sólo a los asentados en Roma, donde sesionaban los Comicios. Éstos fueron de
3 tipos: por Curias, Centurias y Tribus.

A. Comicios por Curias. Fue una institución patricia cuya importancia disminuyó en la República.
Sus facultades pasaron a los Comicios por Centurias y luego se repartieron entre éstas y las Tribus.
Conservó finalmente funciones de tipo formal y ritual, como: a) investir a los magistrados de imperium,
sancionando la lexcuriata del imperio; b) consagrar a los sacerdotes; c) recibir el juramento de fidelidad y
el homenaje al magistrado; d) resolver en causas relativas a lo familiar, como el testamento y demás actos
privados que no correspondía fueran ventilados ante un grupo tan numeroso y heterogéneo como las
Centurias.
B. Comicios por Centurias. Nacieron luego de la revolución republicana del 509 AC. Lo integraban
los soldados, organizados en sus clases (ecuestre, 1º, 2º, 3º, 4º, 5º) y sus cuadros (las centurias). Eran
193 centurias, de las cuales las caballería y las de 1º clase sumaban 98 (o sea 98 votos sobre 193). Si
todas acordaban ya constituían mayoría, por lo cual no votaban las demás.Sus Facultades:debían ser
convocados por magistrados con imperium, por el carácter militar de la institución, le competían
facultades: a) Electorales. Nombraban a los cónsules y a todos los magistrados con imperium; b)
Legislativas. Votaban las leyes y decidían soberanamente sobre paz y guerra; c) Judiciales. Entendían,
en grado de apelación y por vía de la provocatio, en las causas en que se había pronunciado pena de
muerte y en las que había multas graves.
C. Comicios por Tribus. Su composiciónfue variando, a medida que se modificaba el número de
tribus, que eran circunscripciones territoriales y electorales. Llegaron a ser 35 tribus, 31 rústicas y 4
urbanas. Como la inscripción se acomodaba al domicilio, las tribus rurales tenían mayor peso electoral
(31 votos) pese a que las urbanas (4 votos) eran más numerosas, porque incluían a la masa proletaria.

La Constitución del siglo III AC significó un momento de equilibrio entre los sectores sociales. La Nobilitas
gobernaba con el apoyo del los capitalistas o sector ecuestre, y el predominio en las Asambleas de la
clase media campesina, sector social éste consustanciado con el orden social imperante, y que actuaba
con sentido de bien común. Pero la vigencia de ese equilibrio constitucional duró sólo un tiempo. Los
mismos factores que llevaron a la constitución de la clase media campesina -la guerra, la situación
económica- siguieron actuando, llevando a su extinción y a la ruptura del equilibrio entre las clases. Este
fue el momento en el cual la nobleza senatorial empezó a gobernar en función de sus exclusivos intereses.
Se inicia entonces la etapa siguiente: la de la República Oligárquica.

El IMPERIO ROMANO Y SU LEGADO: la lengua y el derecho

En Suma. El régimen imperial surgió como una necesidad, y fue funcional porque llevó la eficiencia
administrativa y la paz que se requería, porque puso fin a las guerras civiles y a los conflictos sociales y
partidarios. Llevó también las conquistas a sus límites e inauguró un importante período de paz, bajo el
gobierno de emperadores extranjeros, como por ejemplo los ibéricos. Alcanzó su etapa de florecimiento
en los siglos I y II de nuestra era, llamados respectivamente «el siglo de Augusto» y «la pax romana»:
épocas de gran desarrollo cultural, artístico y jurídico. Los vicios en los que se fue cayendo lo debilitaron
y generaron el conflicto, a lo cual se sumó el problema externo.

LA LENGUA Y EL DERECHO
El Imperio Romano ante la extensión del territorio tuvo la necesidad de instrumentar un sistema de
comunicación escrita y hablada que sea comprensible a todos los súbditos.
Para ello acudió a dos idiomas, dotados cada uno su propio alfabeto. En primer término el latín, lengua
nativa de Roma que se impuso fácilmente en la zona occidental, ésta lengua tuvo la exclusividad como
idioma oficial del ejército y del sistema jurídico, con lo cual su expansión pudo llegar hasta las fronteras
del Imperio. La Koiné ática fue a su vez la lengua oficial del estado Imperial en la zona oriental, esta lengua
se había expandido mucho más allá de Grecia. En consecuencia el Imperio Romano fue bilingüe, así
desde los tiempos de Augusto se dispuso que los archivos y repertorios oficiales se llevasen por partido
doble en las dos lenguas, como llamaban los estadistas imperiales al Latín y el Griego. El latín permaneció
como lengua litúrgica de la sección occidental de la Iglesia católica, como lenguaje propio del discurso
filosófico y científico durante la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna.
En el campo de la vida social, el derecho comprende tres esferas claramente identificadas, Por un lado el
derecho político-administrativo que regula las relaciones entre súbditos y el gobierno, por el otro el derecho
penal que sanciona las conductas antisociales y finalmente el derecho civil que comprende dos ramas: el
derecho de contenido económico y el que regula todo otro tipo de relaciones vinculadas a la personalidad
del hombre. Roma tuvo que encarar desde los inicios un sistema jurídico rustico desde el último periodo
republicano transformaciones parciales destinadas a llenar las necesidades jurídicas creadas por la
conversión de Roma en el centro político y militar del mundo. Ello corono la enorme empresa de
proporcionar un marco jurídico adecuado a las relaciones privadas que se desarrollaban en el mundo
mediterráneo hasta el punto de que en el primer siglo del imperio, el derecho privado romano llego a ser
de uso generalizado en todos los rincones de su territorio. No solo el edicto del pretor sino también los
senadoconsultos y sobre todo las constituciones imperiales, eran las fuentes principales del derecho civil
romano, ello requirió con urgencia una sistematización capaz de hacerlo accesible y comprensible.
Más tarde los auxiliares que aconsejaba al emperador en materia jurídica se transformó en un cuerpo de
jurisconsultos oficiales dotados del derecho de evacuar consultas, cuyas respuestas tenían fuerza
obligatoria. Otro paso más en dirección a la sistematización jurídica la dieron los códigos no oficiales de
Gregorio (297 D.C.) y Hermógenes (295 D.C.) y el código oficial Teodosiano. El proceso finalizo cuando
Justiniano comisiono a los juristas la ardua tarea de codificar las constituciones imperiales y las respuestas
de los jurisconsultos y los principios de enseñanza jurídica. Con ello el Derecho Romano gano en claridad
y orden, aunque poca influencia tuvo en la vida del Imperio, pues Justiniano fue el último Emperador que
gobernó sobre Oriente y Occidente, después de él, la sección occidental del Imperio estallo en una
multitud de reinos bárbaros, mientras la porción oriental lograba subsistir como una sombra del antiguo
Imperio. Habrá que aguarda a la recepción del Derecho Romano en Occidente y a un renacimiento cultural
de oriente para que la influencia perdurable del sistema jurídico se imponga verdaderamente.-
Lo mismo que las lenguas, el sistema jurídico del Imperio Romano vivió largamente a la propia institución
política que lo albergara y sistematizara.

EL PENSAMIENTO POLÍTICO ROMANO

INTRODUCCIÓN

El único de los escritores romanos que se debe considerar en cuanto a intentos de formulación de una
teoría política fue Cicerón. Apunta Sabine que […] la presunción de que el estado es una criatura del
derecho y no debe estudiarse como hecho sociológico o como bien ético, sino en términos de competencia
jurídica y de derechos, apenas había existido en el pensamiento griego; ha sido parte intrínseca de la
teoría política desde la época romana hasta nuestros días. La relación del estado con las instituciones
religiosas y de la filosofía política con la Teología, que apenas habían sido problemas para los griegos,
plantearon las cuestiones principales y tiñeron la discusión de todos los problemas durante la Edad Media
y hasta bien entrada la Moderna.
CICERÓN

1. LA INFLUENCIA GRIEGA EN CICERÓN

Marco Tulio Cicerón (106 –43 AC) vivió en la época de descomposición de la República
Romana, en el siglo I AC. Participó activamente en política, ocupando distintas magistraturas:
cuestor, edil, pretor, cónsul.

Aunque no escribe propiamente una utopía, sino que usa el método histórico, construye una “utopía del
pasado”, porque idealiza las instituciones que han existido para presentarlas como modelo para el porvenir
(ibídem, 85). Su concepción de la virtud y del deber del gobernante, que lo lleva a plantear que la autoridad
se sostiene en buena medida sobre el prestigio moral, proviene de la filosofía estoica (ibídem).
La República de Cicerón es muestra de su admiración por Platón, aunque su contenido se diferencia de
la obra de su maestro. No se explaya sobre un estado ideal: tampoco hace un análisis de las diferentes
formas de estado, aunque admira a Aristóteles, alude en su obra a un estado concreto: la república
romana. Los seis libros de La República tratan de:las diversas formas de gobierno; donde luego de
escribirlas al modo tradicional, deja clara su preferencia, la mejor forma de gobierno es una cuarta
compuesta por las tres primeras, que atempera las unas con las otras.
En cuanto a su obra Las Leyes, complementa a La República en la exposición de su doctrina. Sus partes
son:
1.- El origen del Derecho; las leyes en general. Cicerón plantea la existencia de tres tipos de leyes:
el juscivile, o derecho común de los romanos; el jusgentium, o derecho intermedio, conformado por el
derecho consuetudinario de diversos pueblos; y el jusnaturale, al que considera inmutable y necesario y
está grabado en la conciencia de los hombres. El derecho para Cicerón, no es...una simple técnica para
preservar la convivencia sino que debe reflejar acabadamente criterios objetivos de justicia, señala
Rpdriguez Varela.
2.- Las leyes religiosas
3.- La organización del poder, magistratura y reglas políticas y prácticas, en suma, las leyes políticas
de Roma
Ese hecho de la influencia griega ha llevado a algunos autores a desvalorizar a Cicerón
considerándolo un imitador de Platón, lo que implica obviar el hecho de que él tenía una formación clásica
profunda. En contrapartida, otros han tratado de presentarlo como el pensador original que ofreció en su
obra el proyecto de lo que sería el Principado, el régimen político que intentaría efectivizar Pompeyo, y
que concretaría Augusto.

2. TEORÍA SOCIAL: La causa de la asociación en un Estado no es un pacto o contrato entre hombres


aislados, producto de la necesidad de protección, sino que es un hecho natural, porque “la naturaleza
humana tiende a huir de la soledad y está ávida de vida en común y de sociedad”. Así, como Aristóteles
y después Santo Tomás, Cicerón considera que los hombres son seres sociales por naturaleza, y que el
origen del Estado debe rastrearse en los hechos históricos: diversas familias eligieron una zona donde
asentarse y “un hombre” los organiza y reúne en una Ciudad, que luego se extiende sobre sus vecinos; y
a partir de entonces se hacen necesarios “una autoridad permanente y un gobierno constituido” (Prelot,
87).

Tanto la fundación como el desarrollo del Estado es para Cicerón una obra colectiva, porque por
sabio y virtuoso que sea el gobernante, “la grandeza de un Estado necesita la colaboración de toda la
colectividad, que trascienda del individuo tanto en el espacio como en el tiempo; y “se requiere el esfuerzo
de un pueblo durante generaciones para llevar el poder político a su grado de perfección”. (Prelot, 87).

3. ÉTICA Y POLÍTICA a)- La Política es concebida por Cicerón como una actividad impregnada
de un alto contenido moral, porque el individuo cumple un deber consagrándose a ella. Para desempeñar
el gobierno de la ciudad deben desarrollarse las mayores potencias humanas: la sabiduría y la virtud, a
las que debe añadirse la experiencia cuando se trata de los cargos más altos; de allí la importancia de
respetar el cursushonorum. Sólo los hombres de bien pueden desempeñarse adecuadamente en los
cargos políticos, consagrándose al servicio de la Ciudad, que es el de los ciudadanos. Se trata de una
actividad que tiene una serie de inconvenientes –en los que Cicerón insiste en forma reiterada-: la
incomprensión e injusticia de los ciudadanos, la asociación con hombres de “poco recomendables”, el
poner en juego la propia reputación. Pero en la medida en que es un deber cívico, el individuo debe
consagrarse a ella; y sólo cuando ya hubiera prestado ese servicio puede dedicarse a su vida privada y a
sus negocios particulares. Y es un deber cívico para los hombres de bien, porque lo peor que puede a
ellos pasarles es estar bajo la dirección de un mal hombre.

b)- El poder debe ser desempeñado por un hombre no sólo virtuoso, sino además munido de suficientes
conocimientos como para cumplir adecuadamente esa función; de ahí que debe instruirse en la ciencia y
el arte de la política. La ciencia moral y la ciencia política son así los dos instrumentos en los que todo
gobernante debe estar formado, pues ello le dará “competencia y autoridad”. Ese “mejor ciudadano” –que
se corresponde con el filósofo-rey.
4. LAS FORMAS DE GOBIERNO Las formas de gobierno son para Cicerón -que en ello sigue la tradición-,
tres: la monarquía o gobierno de uno, la aristocracia o gobierno de unos pocos –los mejores-, y la
democracia o gobierno de todo el pueblo. Cicerón rechaza las tres formas puras. a)- La monarquía es el
régimen que goza de las preferencias de Cicerón, en relación a las otras dos; pero le teme a la
transformación de la monarquía en despotismo y la rechaza porque impide que los miembros de la ciudad
“participen en las deliberaciones”, “se pronuncien sobre las decisiones a tomar” e intervengan “en la
confección de las leyes”
Cicerón adhería el régimen mixto, esto es, un régimen de gobierno que combinara los elementos
monárquico, aristocrático y democrático. En ese sentido avala la estructura tradicional romana, donde “la
magistratura” retiene ciertos elementos monárquicos, “la aristocracia” está representada en el Senado, y
“la democracia” se concreta en las Asambleas populares.

5. LA JUSTICIA NATURAL Y EL DERECHO POSITIVO Cicerón pone el acento en el papel de la justicia


dentro del Estado, porque afirma como Aristóteles que es deber de éste propender a la vida feliz
de la Ciudad; y como para que exista esa felicidad se debe dar a cada uno lo suyo, esto es, debe
haber equidad, la justicia es una de las funciones esenciales del Estado.

Cicerón desarrolla en relación a esta cuestión el principio de la ley natural, evidenciando la influencia de
los estoicos. Afirma así:
a)- “que la naturaleza humana y la recta razón emiten órdenes que deben ser respetadas
por quien las escucha;
b)- que esas órdenes de la recta razón no pueden ser modificadas por el derecho positivo
y que los poderes públicos son impotentes a su respecto;
c).- que las manifestaciones de esa recta razón tienen un carácter eterno y universal”
En consecuencia, Cicerón desarrolla la idea de la existencia de una ley no escrita, la ley natural o ley de
razón, que precede a toda ley escrita (derecho positivo) a la cual ésta debe ajustarse para tener
legitimidad.
Cicerón plantea la existencia de derechos individuales, pero “no ha tenido la osadía intelectual
suficiente para ver en el derecho individual un derecho trascendental inherente a la personalidad. Los
derechos del individuo son, en la época en que él escribe, inmanentes a un ordenamiento jurídico
procedente del Estado” (Prelot, 90).
Después de la muerte de Cicerón se da el tránsito de la República al Imperio, bajo la forma de Principado,
que según algunos autores se corresponde al planteo ciceroniano por el predomino de un primer
ciudadano

C) El orden político e institucional medieval

Introducción
La Edad Media abarca un vasto período que se extiende entre los siglos V y XV de nuestra era. Los
hechos fijados para marcar el comienzo y fin de esta Edad, se relacionan ambos con el Antiguo Imperio
Romano:
La Edad Media se divide convencionalmente en tres períodos, sobre cuyas fechas los historiadores
discrepan relativamente. En general se consigna:
1-La Temprana Edad Media, entre los siglos V y VIII. En esta etapa se pueden señalar dos
cuestiones fundamentales:
• la ruptura de la unidad política y cultural del Mediterráneo, que había sido la característica
del Imperio Romano;
• la estructuración de un nuevo orden en Europa Occidental, con la formación de nuevos
Reinos.
2-La Alta Edad Media, entre los siglos VIII y XIII. Se caracterizó porque en su transcurso se
definieron los rasgos organizativos y culturales típicamente medievales, gestados en la etapa anterior.
• Consolidación de los Reinos Bárbaros(con la imposición de unos sobre otros)
• Consolidación del sistema de vasallaje propio del régimen feudal.
• Redefinición de la Teoría de las Dos Espadas, lo que derivó en conflictos entre el Poder
Político y el Poder Religioso.
• Progreso de las actividades económicas dentro del estilo «cerrado» o «sin mercados
exteriores», que hacia fines de la época empezó a debilitarse;
• Afirmación del régimen social estamentario,
• Desarrollo de la producción cultural, pero centrada en lo religioso,
• Vida cotidiana regida por patrones de vida de fuerte contenido cristiano.
3-La Baja Edad Media, entre los siglos XIII y XV. Durante su transcurso se sentaron las bases de
lo que después sería el mundo moderno.
• En lo político empezó a retroceder el sistema feudal. y a producirse paulatinamente la
concentración del poder en manos de los reyes, los cuales se apoyaron teóricamente en
los principios del renacido (en occidente) Derecho Romano.
• En lo económico se afirmó la apertura del mundo mediterráneo, y al reimplantarse la
economía de cambio, renacieron todas las actividades económicas.

• En lo demográfico y social se produjo el repoblamiento de las ciudades con un sector social


que hizo su aparición, y que desempeñaría en los siglos posteriores un importante papel: la
Burguesía.

• En lo cultural, si bien lo religioso ocupó un papel destacado, empezó el lento proceso de


laicización que llevaría al Humanismo y el Renacimiento, en los siglos XV y XVI.
1-La ruina del Imperio Romano.

Las Invasiones germanas y el nuevo orden de la cuenca del Mar Mediterráneo

Las invasiones «bárbaras» fueron protagonizadas por los Germanos, conjunto de pueblos de origen
indoeuropeo o ario, proveniente de las estepas del sur de Rusia. Habían migrado hacia el oeste, y se
habían instalado en las fronteras del Imperio, sobre los ríos Rin y Danubio.La situación que cada uno de
ellos tenía frente a los romanos era particular: algunos estaban en pie de guerra contra el Imperio; otros,
como los Francos, se habían establecido con la anuencia de los romanos dentro del territorio imperial al
norte de la Galia, con el carácter de «pueblos federados».
Con la caída del Imperio Romano Occidental tres civilizaciones se definieron en la cuenca del
Mediterráneo:
1. La Civilización Europea Occidental, de base cristiano-romana.
2. La Civilización Europea Oriental o Bizantina. En el Oriente europeo persistió el Imperio
Romano, pero éste fue tomando ciertas características propias de la cultura de los pueblos
Eslavos de la zona.
3. La Civilización Árabe-musulmana. En el oeste de Asia y norte de África se estableció a partir
de la prédica de Mahoma y de la unificación de las tribus nómadas sobre la base de la religión
musulmana o Islámica, el Imperio Árabe, que heredó muchas características del antiguo imperio
romano.-
El Reino Franco y su evolución
En el siglo Vel reino Franco se fundó en la Galia. La caída del Imperio en 476 liberó a los Francos
del pacto acordado, ya que para los germanos el concepto de «estado» como objeto de derecho público
no existía, y las relaciones (aún entre gobernantes) eran personales, con lo que la desaparición física de
los firmantes determinaba la caducidad del pacto. Dirigidos por la Dinastía Merovingia iniciaran una
campaña de expansión que les permitió apoderarse de la mayor parte de la Galia, expulsando a los
Visigodos-12, y conquistando a los Burgundios en 532.A mediados del siglo VI el Reino Franco ya
constituía un estado compacto, pero el reino se debilitó debido a dos cuestiones:
1-La aplicación de la Ley Sálica, que consideraba al reino y al título del rey como objetos de derecho
privado, y determinaba que todos los hijos varones legítimos tenían iguales derechos en relación a reino
y título.
2-El desarrollo de una fuerte aristocracia, que creció a expensas de los poderes públicos, y debilitó
la monarquía. La carencia de medios para sostener la administración interna –falta de moneda- llevó al
rey a encargar los grandes propietarios –la nobleza- la dirección del gobierno local. Así, delegó en ellos
las funciones propias del Estado: la percepción de los impuestos, la leva del ejército, la administración de
justicia.
De la monarquía Merovingia a la Carolingia
Los Mayordomos que se sucedieron en Austrasia fueron: Pipino el Viejo, Pipino de Herstal, Carlos
Martel, Pipino el Breve. Este último mantuvo buenos vínculos con la Iglesia pues necesitaba su apoyo
político.
En el año 75l los delegados de Pipino sugirieron al Papa Zacarías «si no era más conveniente que
el título real perteneciese a quien ejercía la autoridad suprema que a quien sólo la poseía en apariencia»
. Con la aprobación papal, Pipinose hizo proclamar rey por una Asamblea de Nobles. El monarca adquirió
una fuerza moral de la cual hasta entonces había carecido porque ahora era sagrado. Desde entonces la
idea de sacralidad del poder monárquico se impuso.
Del reino Franco al Imperio Carolingio. De la monarquía patrimonial a la sacral.

Política de expansión y conversión de los paganos. Las guerras de conquista carolingias asumieron un
matiz marcadamente religioso, debido al ensanchamiento del ámbito de lo político provocado por la
sacralización de la monarquía. El rey no toleraba disidencias en cuestiones de fe entre sus súbditos. Se
consideraba que rehusar el bautismo o traicionar ese compromiso religioso, implicaba ponerse fuera de
la ley. La expansión del Imperio Carolingio comprendió la región de Europa central.
Disolución del Imperio Carolingio.
Carlomagno fue sucedido por su hijo Ludovico (Luis) Pío y a su muerte sus tres hijos lucharon
para obtener la corona imperial.
Eso llevó al Tratado de Verdún (843), por el que el Imperio se dividió en 3 partes, según los
principios de la ley Sálica-: Galia Occidental (el occidente de la Francia actual), Galia Oriental (la mayor
parte de la Alemania actual), y una franja intermedia que, como tuvo por rey a Lotario, se llamó Lotaringia.
El Feudalismo fue un fenómeno típicamente europeo, pero como ciertas características se dieron en otros
lugares y tiempos, puede hacerse extensivo el término «feudalismo» a aquellas situaciones en las que la
autoridad central es muy débil y, en cambio, los grandes propietarios locales son los que ejercen -legítima
o arbitrariamente- los atributos de la soberanía. Fue una forma de organización interna de los Estados.
Otra característica –que se extiende a la modernidad, es la gran desigualdad jurídica entre los miembros
de la sociedad.
Particularidades del régimen
1- El vínculo existente entre el rey y los señores particulares nombrados gobernantes provinciales
era de tipo contractual. Entre el Rey y sus vasallos se establecían obligaciones recíprocas.
2- Las nociones abstractas de «súbdito» y de «ciudadano» se oscurecieron. Todos eran «vasallos»,
relacionados en forma personal con algún Señor. El Estado era una compleja red de relaciones
vasalláticas, piramidalmente organizadas, con deberes y derechos correlativos: la concesión de tierras –
del rey a los señores feudales, y de estos a sus vasallos- conllevaba obligaciones militares e impositivas.
3- El rey, que no era vasallo de nadie, recibía el homenaje de los grandes del reino, los Señores
Feudales: éstos recibían los atributos de la soberanía, pero tenían la obligación de asistir al rey
militarmente y serle fieles. Tanto los Señores en sus propiedades, como el rey en sus dominios
hereditarios -o sea en sus bienes familiares- tenían sus propios vasallos, con los cuales constituían sus
ejércitos, en los cuales basaban su poder
4- Las prerrogativas de gobierno eran ejercidas por los señores particulares o feudales sobre
personas que dependían de ellos económicamente. Los Señores detentaban los atributos de la soberanía
en la zona de su propiedad: percibían impuestos, reclutaban tropas para constituir sus ejércitos, dictaban
sentencia y hasta interpretaban la ley.
5- Los señores particulares o señores feudales tenían las funciones de ejecución y jurisdicción, pero
no de legislación, salvo el poder reglamentario. La legislación continuaba considerándose una atribución
real, aunque en general los estados feudales se regían por el «derecho consuetudinario», o sea lo
establecido por la costumbre.
6- Los Señores Feudales podían ser Laicos -duques, condes, marqueses- o Eclesiásticos -
arzobispos, obispos-. Cada uno de ellos tenía a su vez vasallos: barones y caballeros. Existía toda una
pirámide feudal que se fue precisando paulatinamente.
7- Las Funciones Judiciales fueron precisadas. Los nobles eran juzgados por Tribunales de Pares.
Los clérigos tenían autonomía y eran juzgados por Tribunales Eclesiásticos. Los Tribunales Condales –
presididos por el Sr. Feudal del lugar- juzgaban a los caballeros, los campesinos libres y los siervos. Frente
a una misma causa, las penas eran mayores cuanto más baja era la categoría del encausado. Esta
organización judicial alcanzaba a aquellos vasallos y rústicos sometidos a un mismo Señor Cuando el
daño era producido entre individuos de círculos feudales diferentes, no había instituciones a las que
obligadamente debiera someterse el agresor; y ello dejaba al ofendido, como único camino, la «faida»
ovenganza privada.
Causas o Factores que condicionaron la estructuración del Régimen Feudal
1- La debilidad de los Estados Romano-Germánicos de la Edad Media, cuyos reyes se vieron
obligados a recurrir al régimen del beneficium, concediendo a sus hombres fieles, junto al usufructo de las
tierras y los títulos –condes, duques, marqueses- las funciones gubernativas, a cambio de las obligaciones
ya mencionadas: administración, defensa, percepción impositiva.
2- Las necesidades del régimen militar, cuya fuerza consistió en la caballería. A partir de entonces
se requirió de tierras en las cuales los caballeros criaran sus caballos y se entrenaran en el arte de la
guerra, que suponía el uso de armaduras pesadas y el manejo de lanzas largas. La fuerza militar estaba
descentralizada. Cada Señor Feudal tenía su propio ejército, caballeros que le prestaban juramento a él
y hacían uso de sus tierras. Esa falta de un ejército monárquico fue la causa central de la debilidad del
rey y del poder señorial.
3- El derrumbe del Imperio Carolingio en el 843, que marcó la desaparición de una administración central.
La debilidad de los reyes hizo más fuertes a los Señores Feudales, quienes exigieron –y fueron logrando-
un Régimen de Inmunidades, por el cual se les reconocía el derecho a no permitir el ingreso a sus
dominios de los funcionarios reales. La desprotección en la que se encontraron los pequeños y medianos
propietarios libres desde el derrumbe de las autoridades imperiales romanas, pues quedaron sometidos
a la arbitrariedad de la aristocracia rural. Ante tal indefensión, debieron entregar sus propiedades al
terrateniente, a cambio de su protección. Este acto por medio del cual un hombre libre cedía su tierra y se
colocaba al servicio de un señor recibió el nombre de «patrocinium». El señor le devolvía la tierra en
usufructo, pero conservando su propiedad –régimen llamado «precarium». Ese vínculo hombre-hombre,
se fundaba en la clientela romana y el comitatus germánico.

Disolución orden medieval.


En este período comienzan a germinar elementos que al desarrollarse cerrarán la etapa medieval
para dar paso a la modernidad.
El germen de la idea moderna del Estado. El conflicto que el Concordato de Worms había solucionado
transitoriamente resurgió entre el emperador Federico I Barbarroja (1150-1190) y el Papa Alejandro III
(1159-81), porque no había resuelto el problema político de a quién correspondía el gobierno del mundo.Si
bien se trató de una guerra perdida por el Imperio, que estaba muy debilitado por el incremento de su
feudalización interna13, y el mismo el carácter electivo de la corona imperial.
resultó interesante la modernidad del planteo de Barbarroja. Aunque se presentó como heredero
de Carlomagno, en realidad reivindicó la concepción política del Antiguo Imperio Romano: el Emperador
como poder absoluto y la Iglesia como institución subordinada.
Juristas laicos, en base al Código de Justiniano, postularon la necesidad de instaurar un poder
imperial de tipo absoluto para mantener unida la sociedad temporal. La teoría del estado había dejado de
ser monopolio de los teólogos, y había pasado a ser estudiada por los juristas. La cultura empezaba su
proceso de laicización.

.
El sistema económico medieval se caracterizópor ser cerrado, autosuficiente o sin mercados exteriores.
La economía era básicamente rural.
El comercio interior era escaso, y se usaba sobre todo el «trueque», pues la moneda metálica
escaseaba. El patrón de medida era el monetario, aunque se intercambiara un objeto por otro. Se
concretaba en las ferias organizadas algunos domingos en ciertas aldeas, para posibilitar a los el
intercambio de sus sobrantes con lo que necesitaban.Pero a partir del año 950 ocurrió en Europa una
renovación técnica que impulsó el cambio agrícola, lo cual transformó las condiciones de vida y favoreció
el crecimiento demográfico.
Los adelantes técnicos fueron varios:
a) Se perfeccionaron los molinos de agua, con lo cual se aprovecharon mejor las corrientes de
agua, generadoras de energía hidráulica
b) Se inventó el arnés, con lo cual mejoró la técnica de enganche del arado al animal, permitiéndole
hacer más fuerza con su lomo. Eso permitió la sustitución del buey por el caballo, cuya agilidad posibilitó
arar los campos en un tiempo menor;
c) Se difundió el arado pesado de reja y ruedas en sustitución del de palo, sobre todo en el norte y
noreste. Se inició la agricultura de campos abiertos, en sustitución del cultivo en parcelas individuales,
pues se requerían muchos caballos
d) Se sustituyó el cultivo de 2 hojas por el cultivo en 3 hojas, que implicaba un mayor
aprovechamiento del suelo, pues sólo 1/3 de la tierra se dejaba en barbecho;
e) Se usó el estiércol como abono. Para eso se empezó a usar la zona de barbecho como espacio
común para el apacentamiento del ganado, lo cual sirvió en particular en las zonas de campos abiertos.
LAS CIUDADES ESTADOS MEDIEVALES
El renacimiento económico permitió la revalorización de la vida urbana. Las ciudades para la Baja Edad
Media fueron conglomerados esencialmente administrativos, cuyas actividades funcionaron en torno al
palacio, o la iglesia, o la abadía.

Fuera de la zona feudalizada había pequeñas porciones europeas que mantenían la actividad
comercial: Venecia y, en principio, al sur de Italia, zonas que siguieron perteneciendo durante un tiempo
al Imperio Bizantino y ligadas económicamente a él. Venecia, más los puertos meridionales de la
península –de Calabria, de Apulia, de Calabria y de Sicilia- tuvieron un activo comercio con
Constantinopla.
En el siglo XII el comercio entre las ciudades italianas y el Mediterráneo Oriental ya estaba instalado.
Cuando la población aumentó por el cambio económico del siglo X- y los artesanos vieron crecer el
número de posibles oficiales, lograron que se regulara la actividad organizándose los gremios o
corporaciones
Fueron una institución clásica de las ciudades medievales. Nucleaban a comerciantes y artesanosa los
propietarios y no a los asalariados como en la actualidad

Pensamiento político medieval: San Agustín y Santo Tomas.

San Agustín

La distinción entre lo que es de Dios y lo que le concierne al César fue en el Medioevo una fuente
inagotable de libertad civil. Tal distinción exigió, desde los comienzos de la era cristiana, que no se
confundieran ambos planos. San Agustín desarrolló esta doctrina, que luego el Papa Gelasio I precisará
a fines del siglo V. Empero, la aplicación de esta misma resultará muy polémica andando la Edad Media.
En su obra muestra que existen dos ciudades: la del bien y la del mal, ambas en constante lucha,
siendo la vida presente un combate diario mientras que la paz se alcanzará sólo en la vida futura.
De la lectura de las obras de Agustín, y en especial de “Civitate Dei” se desprenden conceptos tales
como:
1- La ciudad.
El hombre puede vivir solo e independiente, pero la naturaleza le empuja a asociarse, buscando
aliarse entre sí para gozar de la paz y buscar seguridad.
Esta “comunión de naturaleza” engendra un “pacto de sociedad” con lo que deja sentado Agustín
el concepto de compromiso recíproco, derechos reconocidos, deberes consentidos.
2- El Estado
Considera Agustín al Estado como un producto natural que deriva, como lo enseñaba Aristóteles,
de la propia naturaleza humana. Su fin es la Justicia. Ausente esta virtud no hay propiamente Estado sino
bandidaje.
3- La autoridad.
La autoridad política emana de la autoridad familiar, donde ésta recae en el elemento mejor, el
padre. Los primeros reyes nacieron de la estimación que se hizo de sus cualidades. Su autoridad deriva
de Dios, que ha delegado su poder en cada Nación. Nace así con Agustín la teoría del derecho divino
providencial: Dios ha creado al hombre de tal manera que la sociedad civil y el poder le son indispensables
Considerar al poder como propiedad personal es un error que lleva al rompimiento del pacto social.
La misión de la autoridad es hacer reinar la justicia, la cual es anterior al poder, es eterna, soberana,
se impone a todos los países, instituciones y conciencias. No es fuerza.
La autoridad comprende tres oficios: a) el servicio de gobierno u officiumimperandi. El ejercicio del
poder no admite mediocridad ni desfallecimiento; b) la previsión u officioprovidendi, por el cual la autoridad
asegura tranquilidad y dicha a los ciudadanos, la autoridad ve y prevé lo que es bueno para sus
subordinados; es decir que discierne los verdaderos intereses del estado y los satisface.
4- El gobernante
Para Agustín, los Príncipes cumplen su misión cuando reinan justamente, cuando no se dejan llevar
por la soberbia fruto de los elogios y las sumisiones de quienes lo emiten, cuando ponen su dignidad y
poder al servicio de Dios, cuando lo aman y reverencian. Cuando son remisos en vengarse y en cambio
aplican la venganza sólo forzados por defender al Estado; cuando son fáciles en perdonar esperando
corrección.
5- Formas de gobierno
La elección de una forma de gobierno, es secundaria para Agustín, no ve ventajas ni desventajas
en los regímenes políticos, no importa cuál sea mientras que su depositario cumpla con los deberes
propios de la autoridad, no arrastre a los subordinados a cometer actos de inmoralidad, injusticia o
impiedad. Por eso hay que elegir como rey no al más anciano o más rico, sino al mejor. Cualquiera sea el
régimen, por un lado ha de estar el poder civil y por otro el eclesiástico, gozando de una independencia
soberana; cada uno proviene de Dios, pero Iglesia y estado se mueven en diferentes planos..
En cuanto a la evolución de los regímenes, habla de un plan de Dios, ignorado por los hombres.
Los regímenes se adaptan a las necesidades, tendencias de cada época, pero es Dios quien preside su
nacimiento y evolución.
Como ideal político de Agustín, figura la humanidad unida pero fraccionada en pequeños estados,
lo que haría más fáciles sus relaciones con la iglesia.

Santo Tomás de Aquino

La sociedad engloba a los ciudadanos pero no los absorbe. Su concepción de ciudad es orgánica no
mecánica: los integrantes de la sociedad política no son sus siervos sino que permanecen libres dentro de ella,
cada uno con una actividad y vida propia, constituyendo sociedades dentro de la sociedad mayor. No es mecánica
porque ello implicaría que la pieza de un mecanismo no tiene actividad propia sino que sufre el impulso sin
resistencia para moverse.
2-La autoridad: La ciudad necesita un poder político. Tiene a Dios en su origen, como creador de la
naturaleza. Pero las exigencias de la naturaleza proceden de Dios, su autor; la actividad es una exigencia de la
naturaleza; por lo tanto, la autoridad procede de Dios.
Esa autoridad divina, tiene a la comunidad como primer sujeto del poder, ella puede y debe transmitirlo a
una o unas personas por un período determinado. De este modo se diferencian las formas de gobierno, que Tomás
adopta siguiendo a Aristóteles: monarquía, oligarquía y democracia; y tres formas falseadas: tiranía, oligarquía y
demagogia.
3- La forma ideal de gobierno: Hay una preferencia de Tomás por la monarquía como régimen ideal,
aunque considera que el régimen mixto es lo preferible.
D) Recepción del Derecho Romano en Occidente. 14

A- Características del pensamiento político medieval

La teoría política del Medioevo se caracterizó por la preeminencia de los teólogos sobre los autores laicos,
porque durante los primeros siglos la Iglesia tuvo el monopolio del campo intelectual. El movimiento
intelectual de la Patrística dominó la primera etapa, como la Escolástica constituyó la matriz del
pensamiento intelectual en la fase posterior.
Al momento de difusión del cristianismo, sus adeptos poseían ideas muy similares a las sostenidas por
los paganos contemporáneos en materia de filosofía y teoría política: creían en el derecho natural, en el
gobierno providencial del mundo, en la necesidad del derecho positivo, en la igualdad de loa hombres
ante Dios.
En cuanto a la idea de supresión de barreras y distinciones entre los hombres, el cristianismo aporta un
nuevo soporte a este concepto ya difundido especialmente por los sofistas en la Antigüedad: todo hombre
es hijo de Dios por igual. Por esto es que la distinción entre el plano espiritual y el plano temporal era un
tema de amplio tratamiento por los cristianos.
El cristianismo aportó sobre todo un nuevo sentido a las preocupaciones políticas. Como la existencia
temporal es sólo preparación para la verdadera vida, las preocupaciones inherentes a esta existencia
pasan a ser secundarias, no capitales como lo eran para el hombre antiguo pagano.
Si bien el Cristianismo no constituyó una doctrina política, sus principios morales produjeron,
evolutivamente, una modificación profunda de los ordenamientos jurídicos y políticos vigentes en su
tiempo.
a) Contribuyó a que se produjera una adecuación de la legislación positiva a la nueva concepción
del hombre que brindo el humanismo cristiano. Sobre todo, esa adecuación y transformación se notó en
las relaciones que imperaban entre hombre y Estado.
b) Impulsó un estilo de pensamiento humanista -el humanismo cristiano- que afirmó que el ejercicio
del poder debe estar sujeto al gobierno impersonal de la Ley, concebida como ordenamiento de razón
para el bien común, sin privilegios ni discriminaciones.
c) Contribuyó, además, a la distinción jurisdiccional entre lo temporal y lo espiritual, lo cual no
significaba un desdoblamiento de la autoridad, sino que la conciencia religiosa del hombre quedaba fuera
de la jurisdicción política y es inviolable. Es por lo tanto, una doctrina antiabsolutista. Surgen, de esta
postura, ámbitos de reserva que servirán de base a un progresivo reconocimiento de facultades
personales que el estado no debe vulnerar.

e) Sirvió también para afianzar la convicción sobre la existencia de un ordenamiento


suprapositivo, a cuyos parámetros de justicia las leyes humanas deben ajustarse.
La ley natural, concebida como participación de la ley eterna en el hombre, se transformó en el
sustento más sólido para el reconocimiento de los derechos personales en el estado y frente al Estado.
En ella, se encuentra además, el soporte del constitucionalismo moderno y de las declaraciones de
derechos.

e) Finalmente “la dualidad de lo espiritual y lo temporal, reflejo de la doble naturaleza y del doble
destino del hombre, engendra como consecuencia la existencia de dos instituciones distintas, que
llamaremos a una política y a otra eclesiástica o también,...laica y sacerdotal...”,refiere Prelot, y es en
este punto donde centra su atención el desarrollo de la filosofía política medieval.
C- Sistema de creación del Derecho en la Edad Media
1- Creación y fijación del Derecho
En la temprana y alta edad media la creación del derecho se configura con características
peculiares derivadas del entrecruzamiento de las relaciones entre los diferentes miembros de la nueva
comunidad socio-política.
La sedentarización paulatina los pueblos germánicos nómades permitió consolidar un proceso de
creación y fijación del derecho en el que se mezclaron las costumbres germánicas con el derecho romano
y con las normas morales cristianas.
Durante la temprana edad media europea las invasiones de los pueblos germanos al Imperio
Romano acelera tres procesos culturales: a) el debilitamiento y posterior desaparición del poder político
imperial y su estructura administrativa; b) el surgimiento de los reinos romano-germánicos (ostrogodos,
visigodos, francos, anglo-sajones, etc.); c) la transformación social y jurídica en los modos de vida de los
romanos y los germanos.
En consecuencia, puede afirmarse que las fuentes creadoras del derecho, a partir de la edad media
temprana, en los reinos romano-germanos son: a) derecho romano posclásico; b) el derecho
consuetudinario germánico; c) las leyes dictadas por los monarcas romano-germánicos; d) las sentencias
de los tribunales reales; e) las normas administrativas de potestades de los concilios de señores feudales
(concejos). Conviene analizar sucintamente cada uno de ellos.
2. Derecho Romano Posclásico
Los reinos romanos germánicos mantuvieron vigente el derecho romano posclásico a través de las
abundantes leyes y los iura, en sus relaciones jurídicas privadas y algunos procedimientos judiciales.
Las leges era el derecho promulgado por la legislación imperial reunida en compilaciones tales como el
Codex Gregorianus (S. III d.C.) el Codex Hermogenianus (S. III y IV d.C), el Codex Teodosianus (S. V. d.
C). Por su parte, los iura eran colecciones de jurisprudencia compilada del iusrespondendi de los
magistrados y funcionarios imperiales. Los iura repetían y explicaban algunas obras de jurisprudencia
clásica como las RegulaeUlpiani, Sententiane de Paulo o las Insitutiones de Gayo).
3 Derecho consuetudinario germano
El derecho consuetudinario tiene su fuente en los usos y costumbres de la comunidad romano
germánica que plasmaban criterios jurídicos a los que se dio el nombre de ususterrae.
4. Leyes
La concepción de la ley no era una creación arbitraria del rey sino la expresión de una comunidad
que consentía (statute o assisa) el mandato del rey que incorporaba los criterios jurídicos de la
costumbre germana (derecho consuetudinario) al derecho romano posclásico
En el reino hispano-visigodo (España) se advierte una mayor vocación por el derecho romano para
regular las relaciones privadas
5. Sentencias.
Las decisiones judiciales o sentencias tienen como fuente de autoridad los tribunales de justicia
presididas por el rey o jueces designados por éste. Según los territorios las sentencias reciben el nombre
de iuditia o fazañas. En la época medieval las sentencias son elementos de vital importancia en la
formación del derecho.
Las iuditia nacen mediante el funcionamiento de una institución denominada “Juicio de Albedrío”,
que es un procedimiento judicial seguido por el juez para resolver un pleito según su neta voluntad
o libre albedrío. La decisión adoptada por el juez queda luego como precedente para dirimir
cuestiones similares que puedan presentarse con posterioridad
6. Preceptos de los Concilios feudales.
En la creación del derecho medieval intervinieron también otras fuerzas políticas: los señores
feudales (laicos y eclesiásticos) y los comuneros.Su aporte se concretó principalmente en dos
grandes áreas: a) el Derecho privilegiado de tipo local que regula la vida jurídica de los habitantes
de una localidad o de varias de ellas y las relaciones entre estos habitantes con el rey, el señor u
otras localidades (Cartas Pueblas y los Fueros Municipales); y b) el Derecho privilegiado de tipo
personal o de clase que regula las relaciones jurídicas de un determinado grupo social en forma
diferenciada a la de otros grupos sociales de una misma ciudad.
7. CommonLaw
En Inglaterra, la conquista normanda, llevada a cabo por Guillermo el Conquistador en 1066 inicia
un proceso de integración de tradiciones jurídicas entre los conquistadores normandos y los conquistados
anglo sajones.
Guillermo el Conquistador el evitó cuidadosamente confundir el elemento político y el elemento
feudal porque al distribuir los feudos a sus caballeros normandos les privó de prerrogativas
financieras y judiciales porque fueron simples tenencias militares para mantener el ejército de la
corona.
Durante el reinado de Enrique II -el primero de los Plantagenet en el trono de Inglaterra- se inicia el
proceso unificación de las costumbres jurídicas normandas y anglo-sajonas que conduce a la
formación del CommonLaw inglés que extiende la jurisdicción de los tribunales reales a todo el país
y aplica el sistema del jurado sustituyendo los juicios de las ordalías y el juicio por duelo.
El CommonLaw inglés es el derecho tradicional común a toda Inglaterra. Se distingue del derecho romano,
del derecho eclesiástico regido por el derecho romano, del derecho consuetudinario localista y del derecho
de estatutos y ordenanzas. Entre las notas más características sobresalen: a) era temporal y
consuetudinario formado gradualmente por innumerables casos resueltos mediante sentencias; b) se
adaptaba a las circunstancias y necesidades sociales variables; c) respondía a la cultura y temperamento
inglés; d) no contenía desarrollos teóricos sino que eran reglas prácticas; e) puso a la ley como árbitro
frente a la voluntad del príncipe; f) sirvió de resistencia al absolutismo real.
8. Carta Magna.
Durante el reinado de Juan Sin Tierra, la corona impuso nuevos impuestos a sus súbditos y confiscaron
sus tierras para financiar la guerra contra Francia. Esas medidas desencadenaron la revuelta de los
estamentos de los barones, del clero y de la burguesía inglesa que obtuvieron de rey Juan el
reconocimiento de derechos y libertades que quedaron plasmadas en la llamada Carta Magna el 15 de
junio de 1215.
La Carta Magna es un estatuto jurídico político que establece un sistema de derechos políticos y
civiles a través del gobierno monárquico con sucesión hereditaria con poder real restringido con
limitaciones precisas, mediante normas jurídicas cuya observancia era obligatoria para el rey y sus
sucesores.
El Consejo de Barones cuya función jurídico-política es: a) exigir al rey el cumplimiento de lo
convenido en la Carta Magna; b) vigilar, controlar y anula los actos del rey; c) castigar al rey que
desconociere la Carta Magna. Esa atribución del Consejo de Barones significaba una transferencia de
soberanía, o por lo menos, una soberanía compartida entre el rey y la comunidad del país bajo dirección
del Consejo de Barones.
La Carta Magna contiene, entre otras, las siguientes disposiciones: a) concede libertad a la Iglesia Católica
y a elegir sus propios dignatarios sin intervención real; b) concede el derecho de que los impuestos se
impongan con consentimiento del Consejo del Reino; c) protege el comercio reconociendo la libertad de
comercio en Londres, las comunas y puertos de Inglaterra inclusive para extranjeros; d) establece un
sistema regulado de pesos y medidas; e) prohíbe el embargo de tierras o rentas por deudas siempre que
existieren muebles del deudor para satisfacer su pago y autoriza la fianza de los créditos con tierras y
rentas; f) fija normas para la administración de justicia constituyendo Tribunal de Justicia en Westminster,
simplificando los procesos judiciales y regulando penas por felonía; g) estableció el principio de legalidad
jurisdiccional al declarar que nadie puede ser arrestado, desposeído de sus derechos y bienes, proscriptos
o desterrados o destituido sino en virtud de un juicio legal de sus pares según la ley del país (Habeas
Corpus); h) prohíbe los juicios que se sustancien sin prueba de testigo fidedigno.

En conclusión, la creación y fijación del derecho, en la temprana y alta edad media, fue un lento
proceso de codificación de las costumbres germanas en normas escritas para su aplicación general a
germanos y romanos. Esa codificación creó un derecho escrito común a todos y de base territorial que
sustituyó el derecho personal de la tradición germana nómade oralmente transmitido. El ordenamiento
jurídico único representaba mayores ventajas para las autoridades civiles y eclesiásticas en el régimen de
familia, de matrimonio y de sucesiones. No obstante el derecho consuetudinario subsistió en diversos
reinos como derecho local como atributo de un grupo o pueblo fundado en la común creencia en el derecho
natural como legitimador de los usos sociales.

UNIDAD 3
EL ESTADO MODERNO
EUROPA
A-LA FORMACIÓN DEL ESTADO MODERNO. EL PENSAMIENO POLITICO ABSOLUTISTA
LAS NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN POLÍTICA
El proceso de cambio iniciado durante la Baja Edad Media, se definió en el siglo XVI. En el campo
de las estructuras políticas se desarrolló, en detrimento de los Imperios que pretendían concretar
la idea de una Cristiandad unificada, el «estado nacional». En el campo de los sistemas
gubernativos, la Edad Moderna fue la etapa de gestación y culminación de la Monarquía fundada
en una concepción Absolutista. Este régimen se fue imponiendo paulatinamente en toda la Europa
Occidental, aunque con variantes.

EL ESTADO MODERNO O NACIONAL


1. El Estado Nacional se formó a expensas de los poderes imperial y eclesial, y no fue sino la
concreción, en el plano de las entidades políticas, de ese «individualismo» propio del humanismo
renacentista. Europa se conformó en un Sistema de Estados que conservaban ciertas costumbres
e ideas semejantes, las de la «civilización europea»; pero que tenían rasgos culturales particulares
que los identificaban -por ejemplo las lenguas-.
2. El retroceso de la autoridad imperial. En este nuevo ambiente mental y político, la idea del
«Imperio Cristiano» regido por dos Cabezas, el Papa y el Emperador seguía existiendo, pero era
inoperante. Carlos I de España y V del Sacro-Imperio encarnó aún en el siglo XVI esa idea
medievalizante, pero en los hechos debió conformarse con ser soberano en sus territorios
dinásticos y en las tierras alemanas, porque era impensable que los demás soberanos le rindieran
vasallaje.
3. Retroceso de la autoridad temporal del Papa. La autoridad del Papa carecía del prestigio de
antaño en lo atinente a las cuestiones terrenales. Era abiertamente rechazada en todas aquellas
regiones que habían adherido a la Reforma Protestante -Inglaterra, las Provincias Unidas, el Sacro
Imperio, la parte occidental de Francia que era mayoritariamente hugonote, grupo de filiación
calvinista. En los países católicos, por su parte, empezó a ser cada vez más resistida; de ahí que
el Papa debió limitar sus pretensiones para evitar que se incrementara la pérdida de fieles.
También debió aceptar el Papa que los jerarcas de la Iglesia fueran sometidos a la jurisdicción real
en las cuestiones civiles o penales que los afectaran; y que los poderes públicos se fueran
apropiando, en detrimento de la jurisdicción eclesial, de casi todas las causas en las que la
población civil estuviera involucrada. Lo que sí conservó el Papa -por lo menos nominalmente- fue
el papel de Árbitro Supremo entre las naciones, y en tal carácter le cupo a Alejandro VI, en 1496,
el reparto de las tierras descubiertas entre españoles y portugueses.
1. Caracterización del Estado Nacional. Se entiende por Estado Nacional la organización
políticamente centralizada, de todos aquellos individuos que componen una «nación», esto es,
que por pertenecer a una misma «etnia» portan una misma «cultura», cuyo rasgo definitorio es
la «lengua». En realidad, la unidad étnica no era nunca absoluta. En mayor o menor medida,
siempre se habían producido migraciones y los pueblos se habían mezclado.

En el fondo, las «naciones» se formaron compulsivamente, por obra de las monarquías. Por tanto,
más que de unidad étnica, lo definitorio es la unidad cultural.
5.El poder nacional. En el plano de la estructura de poder, el Estado Nacional supuso la existencia
de un poder políticamente centralizado, que se superpuso a todos los poderes sociales que antaño
habían tenido autonomía por derecho que consideraban propio: los señores, las ciudades libres,
los estamentos, las instituciones eclesiásticas. Ese poder asumió en plenitud las funciones políticas,
esto es, las destinadas a crear, mantener y renovar la cohesión y la unidad de la sociedad.
El poder político del estado moderno es «centralizado» porque concentra en sí todas las funciones
que hacen a lo político2 . Así: a) la dirección de los ejércitos, que el gobierno reclutaba y financiaba,
constituido en la edad moderna por una milicia de mercenarios munidos de artillería; b) la
percepción impositiva. c) el monopolio de la legislación, porque el desarrollo económico requería
de una seguridad jurídica difícil de lograr cuando existía una poliarquía como la precedente; lo cual
condujo a que, además de dictarse la normativa que correspondía al nuevo espíritu, se ordenara
desde la Corte toda la legislación emitida en el medioevo por los diferentes poderes y
corporaciones, y que conformaba el derecho consuetudinario; d) el monopolio de la jurisdicción,
porque como la certidumbre jurídica supone dos tipos de certezas, la del derecho aplicable, y la del
tribunal competente, era menester llevar orden a este plano de la vida social; y por ello en el estado
moderno todos los tribunales sobrevivientes del período anterior -de municipios, de corporaciones,
eclesiásticos- fueron sustituidos por los tribunales reales.

LAS MONARQUÍAS ABSOLUTAS


1. Concepto.
Los Estados Nacionales definieron sus sistemas de gobierno como Monarquías Absolutas. Se dijo
ya que la característica del Estado Moderno fue la concentración, en el poder político, de todos los
atributos de la soberanía: poder de mandar ejércitos, de percibir impuestos, de emitir leyes, etc.
Existe Monarquía Absoluta cuando es el rey, como encarnación del ideal nacional, el único
depositario -de hecho y de derecho- de todo ese poder. Esta concentración del poder, que
constituyó la antinomia de lo que serán los gobiernos representativos del siglo XVII en adelante,
porque no había separación del poder de gobierno en poderes legislativo, ejecutivo y judicial, llevó
a que se confundiera la persona del rey con el Estado.
Se considera que la construcción de la monarquía absoluta fue también un producto de la rivalidad
entre los dos sectores dueños de poder económico: nobleza y burguesía. El rey necesitaba a los
burgueses, que les proveían los impuestos directos en dinero, y que por su educación y docilidad
le proporcionaba los funcionarios. De allí que los reyes tendieron a favorecerlos económicamente
concediéndoles empréstitos, monopolios de explotación, arrendamiento de impuestos; y, también,
lo cual era fundamental para favorecer el comercio
y constituía la razón por la cual los burgueses querían terminar con el régimen feudal, cancelando
a los señoríos feudales ciertos privilegios económicos como los derechos de paso al comercio (pago
de impuestos para cruzar un puente, o un río, o para pasar de un feudo a otro). Los burgueses
anhelaban, y los reyes les concedieron, la construcción de un mercado nacional; y aunque las
aduanas internas no desaparecieron totalmente, lo hicieron en gran medida. La aristocracia fue
adaptándose a esas nuevas prácticas, y en algunos casos fue
aburguesándose, por los matrimonios con burguesas. El peso impositivo estaba en el sector de los
trabajadores: burgueses, artesanos, campesinos, que fueron los que se rebelarían y harían las
revoluciones liberales.

2. Principios.
El poder real absoluto se afirmó jurídicamente en tres principios o derechos: a) El «Principio
cristiano» según el cual, como el poder provenía de Dios, sólo a Él debía el soberano rendir cuentas
de sus actos y en Él debía buscar la inspiración para proceder cristianamente.
b) El «Derecho Feudal», según el cual el rey, como cabeza de todo el reino, debía respetar las leyes
fundamentales del reino o cuerpo jurídico que expresaba ciertas condiciones relativas a su
preservación -como los privilegios de la nobleza y de las ciudades-; y el derecho de gentes, en el
que constaban ciertos derechos referidos a la propiedad privada y a los privilegios de las
corporaciones -que el rey fue eliminando paulatinamente-.
c) El «Derecho Romano» -en buena medida en contradicción con el anterior-, que introdujo ciertas
nociones destinadas a permanecer: la de un Estado poderoso destinado a mediar en los conflictos
entre las colectividades; la de un príncipe cuya voluntad debía ser la ley porque velaba por el bien
común, pero que no debía estar sometido a ella; la de un súbdito destinatario de la política
gubernamental de orden y bienestar, pero obediente en un todo a ese Estado. 3. La Ideología
Absolutista La Ideología Absolutista -que fundamentaba el régimen monárquico absolutista- fue un
emergente de una serie de necesidades epocales, y en la medida en que las satisfizo puede
considerarse que fue funcional. Más allá del deseo del rey de centralización, fundamentado
teóricamente en el derecho romano, tales necesidades fueron: a) la de responder a los
requerimientos de la Burguesía, clase en ascenso en conflictos con la nobleza feudal, que
dificultaba su desenvolvimiento económico con las trabas señoriales: pago de derechos para el
cruce de puentes, ingreso al señorío, etc.
b) la de dar satisfacción al patriotismo nacional, que se iba desarrollando a impulsos de los escritos
de los humanistas, y de esa nueva realidad económica que ponía en contacto regiones hasta
entonces aisladas, a medida que disminuían los divisionismos y se creaba un mercado nacional.
c) la de superar la disgregación de la época medieval, porque las fuerzas de dispersión persistieron
largo tiempo; y ello tuvo manifestaciones aún en plena modernidad cuando se produjeron rebeliones
de tipo medievalizante, como la de los comuneros y las germanías en la España de Carlos V -1ª
mitad del siglo XVI- y la Fronda en la Francia del siglo XVII; movimientos para cuyo sometimiento
se requirieron importantes ejércitos. d) la de nuclear el esfuerzo de todos los grupos y comunidades
tras un proyecto común, en un tiempo en que se iniciaron las grandes guerras internacionales. Ello
se debió a que los estados se lanzaron a una carrera desenfrenada por el predominio político y
económico; y para ser hegemónicos en Europa buscaron la expansión colonial, que incrementaría
su prestigio y su poder.
4. Organización Institucional. Los reyes gobernaron con el auxilio de ministros, secretarios de
Estado, Consejos. Ninguno de ellos tenía funciones específicas, porque los reyes procedían a una
división del trabajo particular, mezclando las cuestiones, para evitar la especialización y por tanto
la independencia de esas instituciones.
5. Los Estados Absolutistas. En la realidad europea, la aplicación del Absolutismo ofrece
diferencias, que derivan más que de la concepción teórica, de las diversas realidades previas.
Desde el punto de vista teórico los reyes tomaron de cada una lo que más les
convenía,aunque adujeron sustentarse en la teoría de fundamento cristiano.
El absolutismo tenía, pues límites. Lo constituían las Leyes Fundamentales del Reino, que
establecían los privilegios de la nobleza y las corporaciones. También –en teoría- la ley divina de
filiación cristiana.
En Francia esos frenos fueron siendo debilitados por los reyes de la Casa de Valois, y finalmente
derribados por los Borbones en el siglo XVII, lo cual les permitió, no sólo ya ser los únicos emisores
de la legislación, sino poder imponer un cuerpo legislativo uniforme a toda Francia, proceso que se
conoce como de centralización administrativa. 6- La Organización Económica: Sistema e Ideas El
Capitalismo es un sistema económico. Se entiende por sistema económico la estructura
institucional dentro de la cual una sociedad lleva a cabo sus actividades económicas. La palabra
sistema supone la existencia de partes interrelacionadas, que cumplen funciones específicas,
orientadas al logro de una finalidad común que atañe a todo el sistema. Las partes del sistema
económico son: los factores de producción -campos, fábricas, vehículos, herramientas,
maquinarias-, sus propietarios, los trabajadores, los bienes y servicios que son producidos. Las
funciones que todo sistema económico debe realizar implican la determinación de: a) qué se va a
producir; b) cómo se debe organizar la producción, lo cual supone determinar cuál es la función de
cada parte; c) cómo se distribuye la producción; d) cómo se deben racionar los bienes a lo largo de
los distintos períodos, en que la demanda es fija o variable; e) cómo se debe mantener y ampliar la
capacidad productiva de la economía a través del tiempo. Los sistemas económicos del mundo
moderno son de dos tipos. En primer lugar, el sistema de empresa privada, caracterizado por la
propiedad privada de los factores de producción, así como de los bienes y servicios; y también
porque las personas, las empresas de negocios y las asociaciones de distinto tipo, pueden
dedicarse a cualquier actividad de producción que deseen. En segundo lugar, el sistema socialista,
caracterizado porque no existe en ellos propiedad privada. Los factores de producción, los bienes
y los servicios, son propiedad de o son controlados por el Estado.
Tanto el sistema medieval como el moderno pertenecen al tipo de empresa privada, pero la
diferencia entre ellos es significativa. El sistema medieval puede caracterizarse como «cerrado»,
«autosuficiente» o «sin mercados exteriores»; su objetivo era la producción para la satisfacción de
las necesidades humanas, de ahí que se simbolice -M-D-M- (mercancía-dinero- + mercancías). El
sistema capitalista se caracteriza como «abierto», «con mercados exteriores» o «de cambio»; su
objetivo es la producción para el logro de beneficios, de ahí que se lo simbolice -D-M-D- (dinero-
mercancía- + dinero).
El Mercantilismo es una política económica. Política económica es una expresión moderna, que
implica la dirección gubernamental de los asuntos económicos. De hecho, todos los gobiernos, de
todas las épocas, han tenido alguna política económica, sea de tipo urbana, nacional o imperial,
según fuere la estructura del estado. La novedad de la política económica moderna, frente a la
medieval, radica en que ésta, dada la atomización del poder público, se había dirigido a una ciudad
o una región; y a menudo, por lo menos en la baja edad media, era determinada por los gremios de
cada ciudad. En las edades moderna y contemporánea en cambio, la política económica se
extiende a todo el estado -sea nacional o imperial-.
el objetivo del Mercantilismo tendiera a la provisión de ese metálico en la mayor cantidad posible.
La moneda metálica constituía el principal medio de cambio, y se la necesitaba para impulsar todas
las actividades y para la organización y paz del reino. Así, para estimular a los
productores y desenvolver la economía, para paliar las hambres colectivas y sus secuelas -las
perturbaciones sociales-, para mantener el orden interior y la seguridad exterior -lo cual suponía el
sostenimiento de un importante cuerpo burocrático y de tropas-. La moneda era considerada por
todo ello «la sangre de la economía», la «misma sangre del Estado». El problema radicaba en que
su masa era muy reducida en la Europa del 1500. La competencia entre los Estados para apropiarse
de ese metálico era la consecuencia natural.
Las ideas y medidas que se implementan a tales efectos fueron las siguientes:
a) El Comercio debía controlarse, con el objetivo de lograr una balanza comercial favorable. El
comercio de exportación debía favorecerse porque permitía la incorporación de metálico; pero se
estimulaba sólo la exportación de productos manufacturados, porque generaba más puestos de
trabajo, y porque el factor trabajo incrementaba el precio de sus productos. La exportación de
materias primas, por el contrario, debía restringirse, porque la producción primaria debía ser puesta
al servicio de la producción artesanal. En teoría, el comercio de importación debía estar
prácticamente proscripto si se trataba de productos de lujo -aunque en la realidad esos bienes
ingresaban para reyes y nobles-, y debía limitarse si se trataba de productos elaborados, a menos
que fueren imprescindibles; pero se consideraba necesario estimular la importación de producción
primaria, aún a expensas de los intereses de los agricultores nacionales, porque lo que se buscaba
era que la abundancia de recursos determinara la reducción de sus precios, lo cual beneficiaba a
la industria.
b) La industria debía estimularse preferentemente, para evitar la importación, aún en el caso de que
el producto extranjero fuera más barato; de modo que se sacrificaba al consumidor en aras del
Estado
c) La agricultura y la ganadería debían ser puestas al servicio de la producción manufacturera.
Debían estimularse en particular los productos que servían de base a la defensa nacional: mástiles,
madera de construcción, brea, cáñamo, para no tener que depender del extranjero. La materia
prima debía ser abundante para que fuera barata, de modo que se asegurara el bajo precio de
venta de los productos fabricados para exportación. También se intentaba mejorar la calidad de la
materia prima ganadera, para lo cual empezaron a preocuparse por la incorporación de sementales
y por estimular la cruza de razas; pero se trató de una modernización incipiente, que cobraría
importancia recién con la gran transformación económica del siglo XVIII.
d)La política laboral se orientó en perjuicio del trabajador. Se impulsó una política de natalidad
intensa -que no siempre dio resultados en la práctica-, para que la fuerza laboral fuera abundante
y por tanto barata. Los obreros eran concebidos como los soldados de un ejército industrial, salarios
bajos, jornada de trabajo de 12 a 16 horas, interrumpida sólo de 30 a 45 minutos para las comidas,
trabajo a destajo para que la perspectiva de incremento de los ingresos duplicara el rendimiento del
obrero, prohibición de coaliciones y las huelgas.
e) La política financiera se puso al servicio de la producción. El interés debía ser bajo, para que el
empresario pudiera tener crédito barato, y además, ese capitalista debía ser estimulado, y se le
reconocieron para ello amplios márgenes de beneficio. Bajo la vigencia del Mercantilismo, donde
fue bien aplicado, se desarrolló una fuerte burguesía.
f) La política colonial fue la consecuencia natural de ese nacionalismo económico. Se buscaba que
las colonias proveyeran todas aquellas materias primas de las que la metrópoli carecía, en especial
las dirigidas a asegurar la defensa nacional -así, Brasil proveía del palo brasil que servía para los
mástiles-.
El régimen Mercantilista fue aplicado en forma intensa en Francia, Inglaterra y Provincias Unidas.
Su resultado fue el rápido incremento de capitales en Inglaterra y Holanda, cuyas burguesías ya en
el siglo XVII se orientaron hacia la superación del reglamentarismo mercantilista que, si bien había
hecho posible su gestación, ahora frenaba su desarrollo; y simultáneamente, intentaron adecuar
los regímenes políticos en su beneficio, ocupando el poder bajo los auspicios del Liberalismo
político y económico.

La sociedad
En la Edad Moderna las nociones políticas de señorío y vasallaje desaparecieron. Todos los
habitantes del reino tuvieron la categoría de súbditos, que dependían directamente del rey, y
carecían de derechos, pues el rey, en la plenitud de su soberanía, era el que otorgaba a algún grupo
de súbditos privilegios. El sector social que tenía privilegios eran los nobles, que habían perdido el
poder político que tuvieron en el Medioevo, pero conservaban el prestigio social y los honores
debidos a su rango. La idea de ciudadanía propia del mundo clásico, aún no había renacido.
Los estamentos fueron tres: Nobleza, Clero y trabajadores. La función de trabajar era en el
Medioevo la menos importante, pero en la modernidad fue cambiando de carácter a medida que
también cambiaban los valores con el desarrollo del Humanismo.
a)- El Primer Estado estaba integrado por la Aristocracia. Los nobles siguieron teniendo prestigio y
privilegios, pero no poder político.
b)- El Segundo Estado era el del Clero. Los clérigos siguieron teniendo importancia por ser una
sociedad donde se imponía una religión oficial; pero también estaban sometidos a la autoridad real.
c)- El Tercer Estado estaba integrado por el pueblo llano, que era un sector no privilegiado. Sus
miembros pagaban impuestos, y estaban sometidos a tribunales jurisdiccionales comunes, regidos
por leyes más duras que las de los otros dos estamentos.
La Burguesía fue el sector social que se desarrolló a partir del renacimiento del comercio y la
industria, desde la Baja Edad Media, y que se incrementó y fortaleció a partir del Renacimiento, en
la medida en que se afianzó el sistema capitalista.
El burgués capitalista constituyó un tipo humano que se diferenció notablemente del otro tipo
humano del Renacimiento, el gentilhombre, el cual había heredado concepciones del medioevo. El
burgués representó el espíritu del renacimiento: el individualismo, la voluntad de poder, la necesidad
de expansionarse en la acción y la creación, el gusto de la vida lujosa; pero todo ello se subordinaba
y canalizaba en función del factor económico.
También el gentilhombre era un hombre de riesgo, pero lo que arriesgaba era su vida personal. Era
el individuo que emprendía operaciones militares o de piratería por afán de botín.
El burgués por el contrario se caracterizaba por su espíritu de orden y economía. Consideraba el
ahorro como la primera virtud: ahorro de dinero, de esfuerzo, de tiempo.
La vida debía organizarse en función de las ventajas comerciales. Su moral y hábitos se adecuaban
a esas ideas: valoraba la fidelidad de los contratos; cuidaba sus modales y se prohibía beber, jugar
o tener amigas, porque ello protegía la imagen y por tanto garantizaba el crédito; y si asistía a los
oficios religiosos era para dar signos de respetabilidad.
Si bien el ideal humano de la sociedad continuó siendo el del gentilhombre, fue la mentalidad
burguesa capitalista la que empezó a ejercer cada vez mayor influencia y a impregnar las
Demás mentalidades. En consecuencia, los gentilhombres empezaron a fundar empresas,
explotaron tierras con vistas comerciales, adquirieron algo del espíritu burgués. No hicieron con ello
sino acompañar a la sociedad toda, que fue aburguesándose cada vez más, hasta que fueron los
valores burgueses los que llegaron a primar, aunque eso ya a partir del siglo XIX. La Burguesía,
pese a su nivel de riqueza y cultura, continuó siendo parte del 3° Estado, o sea que fue un sector
no privilegiado que tenía notorias diferencias con la nobleza: pagaba impuestos, era juzgada por
tribunales comunes, debía cumplir leyes suntuarias que le prohibían hacer uso de ciertos símbolos
de nobleza, como la carroza o colores como el blanco o el rojo.
EL PENSAMIENTO POLÍTICO ABSOLUTISTA
Introducción.
El pensamiento político de la Baja Edad Media estuvo dominado por La Escolástica, lo cual, sin
embargo no pudo impedir la gestación del pensamiento laico que se planteaba debilitar el poder
temporal de la Iglesia en beneficio del fortalecimiento del Poder Real. Esas tendencias laicas, que
se caracterizaban por el antisacerdotalismo radical, fundamentaron desde lo teórico el absolutismo
principesco.
frente al robustecimiento del absolutismo pontifical –producido durante los conflictos entre el
Papado y el Imperio, y encarnado en particular en las personas de Gregorio VII y Bonifacio VIII-, se
opuso –desde lo teórico y lo fáctico- el robustecimiento del poder monárquico en casi toda Europa
occidental.

Las teorías que justificaban el absolutismo real, sin embargo, fueron diversas. a) La teoría laica por
antonomasia fue la de Nicolás Maquiavelo en el siglo XVI; b) La teoría de Bossuet, del siglo XVII,
buscó justificar el poder del rey postulando su origen divino; c) La teoría Neoescolástica –del siglo
XVI- que si bien afirmaba el absolutismo real, le imponía ciertas limitaciones.
a- MAQUIAVELO: El Absolutismo Principesco
Niccolo Maquiavelo (1469 – 1527), de origen florentino, tiene como objeto central de estudio al
Estado, término al cual le asigna ese sentido político que tiene actualmente. Otro aporte original es
la distinción entre república y monarquía dentro del lenguaje político. Tradicionalmente se conoce
a Maquiavelo por cualidades como la indiferencia por el uso de medios inmorales para fines
políticos, pero en realidad su obra no es tanto inmoral cuanto amoral.
Considera que la finalidad de la política es conservar y aumentar el poder político, y debe ser
juzgada desde el éxito o fracaso para alcanzar su propósito. Concibe a la Política como un juego
de voluntades, pasiones, inteligencias, individualidades. Pero también la concibe como un arte
racional y positivo que rechaza valores y fines.
Entre sus obras se destacan:
Para ello postula como ideal el gobierno de un hombre fuerte –el Príncipe-, bajo la forma de una
monarquía que concentre todo el poder.
1. Su concepción antropológica es negativa. Considera que los hombres, por naturaleza, son
egoístas, ambiciosos y agresivos; que los hombres aspiraban a conservar lo que tenían y a adquirir
más, porque las apetencias humanas no tenían límite, lo cual los colocaba en situación permanente
de lucha y competencia.
2. Su concepción del estado es organicista. El origen del estado es natural. Surge debido a la
debilidad de los hombres frente a la agresión de los demás, y a su necesidad de encontrar un poder
mediador capaz de establecer el orden frente a las continuas rivalidades y agresiones de sus
semejantes.
3. El objetivo del Estado es su preservación y engrandecimiento. De ello deriva el concepto de
“razón de Estado”, que será el gran aporte de Maquiavelo a la teoría política moderna. Como el
objetivo de su hacer era la preservación y expansión de su Estado.
1.La forma de gobierno debía ser monárquico absoluta, porque el gobernante, para imponer la paz
y la justicia a ese conjunto humano, necesitaba poseer todos los atributos de la soberanía.
a)El poder de legislación es lo más importante, porque la virtud moral y cívica surgía de la ley. El
gobernante es el supremo legislador.
b) El poder militar es, también esencial. La preparación y equipo de un ejército de ciudadanos es la
primera necesidad de un estado. En consecuencia el arte de la guerra ha de ser preocupación
primordial del gobernante y base del éxito de sus empresas. La fuerza integrada por los súbditos
debe caracterizarse por estar bien equipada, disciplinada y unida por lazos de lealtad al estado.
5. Las características que debe reunir el príncipe para cumplir con sus objetivos son: a) Habilidad
para obtener los favores de sus conciudadanos y para cuidar su reputación, pues su fortaleza se
basa en la adhesión de su pueblo. La hipocresía es un deber para el Príncipe, tanto para manejar
la opinión de su pueblo como para manejar las relaciones con el extranjero.
b) Realismo, para actuar en correspondencia con las características de la naturaleza humana y
acomodarse a ella, no fiarse de las personas que los rodean ni -mucho menos- de sus dichos y
practicar el culto a sí mismo. Debe preferir ser temido a ser amado, porque la gente obedece más
a quien teme que a quien ama; pero, pese a eso, debe dejar para sus subalternos la toma de
decisiones impopulares.
c) Destreza para acomodarse a las circunstancias. En tal sentido debe poseer la “virtu”, que es una
energía a la vez brutal, prudente y despreocupada de la moral ordinaria. También debe irradiar
grandeza, para ser considerado por encima de lo común, pues esto le autoriza a evadirse de la
moral y de la mediocridad.
d) Indiferencia frente al valor moral. Aunque prefiera el bien, si el mal le es más provechoso, no lo
dejará de lado, pues debe dedicarse a defender y extender su poder por todos los medios.
6. Las formas de gobierno. Respecto a las formas de gobierno reconoce Maquiavelo, al igual que
Aristóteles, las tres formas y distingue como superior al tipo Mixto (el Príncipe, los grandes y el
pueblo gobiernan conjuntamente el Estado). Reconoce la importancia del pacto institucional pero
poco habla de los derechos de los ciudadanos.
Se inclina por el régimen Republicano, éste sólo puede instalarse en países donde reine la virtud
cívica, como en el caso de Suiza.
7.La Política es, para Maquiavelo, un juego de voluntades, pasiones, inteligencias, individualidades.
Desconoce la realidad económica y social. Pero también la concibe como un arte racional y positivo
que rechaza valores y fines. Con Maquiavelo el pensamiento político se seculariza.
B-Juan Bodin: el estado soberano Juan Bodin (1530 – 1596) es el primer gran teórico del
absolutismo monárquico. Nació en Angers y estudió en Toulouse y París. Se recibió de abogado e
ingresó en la administración real, en la que llegó a ejercer el cargo de Procurador del Rey. Publicó
en 1576 su obra fundamental “Los seis libros de la República”, considerada la primera teoría jurídica
del Estado.
Convencido de que la lucha religiosa conducía al exterminio recíproco y la ruina del Estado, veía
en una transacción el medio idóneo para lograr la libertad de conciencia y con ella la coexistencia
de los credos dentro de la organización política.
Se refiere a la monarquía como un poder legítimo ordenado por Dios, ante el cual es culpable quien
no rinda a aquél voluntaria obediencia, no existiendo política más propia para gobernar a Francia
que la monarquía
El punto característico de la obra de Bodin es el método histórico que utiliza, fundado en su
experiencia personal y en un conocimiento amplio de los acontecimientos del pasado. A ello
incorpora la perspectiva jurídica. Pretende recoger las leyes de los antiguos porque, sostiene, es
en la historia donde está contenida la mejor parte del derecho universal; para la estimación de las
leyes es muy útil que pueda extraerse de ellas las costumbres de las naciones, los fundamentos
del Estado, su desenvolvimiento, sus formas, sus revoluciones y su desaparición. La función jurídica
es un atributo del Estado.

C- T. HOBBES: EL ABSOLUTISMO DE BASE CONTRACTUAL


Thomas Hobbes fue un politólogo británico del siglo XVII. Fue, un filósofo racionalista y uno de los
precursores de la concepción iusnaturalista y contractualista moderna. Su adhesión a la forma
absolutista de gobierno, pero bajo una fórmula desacralizada, emergida de un contrato, permite
que se lo ubique -aunque con salvedades- dentro de esta posición política genérica.
Al tomar contacto con las teorías de Kepler y Galileo, sugirió la idea revolucionaria de que el mundo
físico es un sistema puramente mecánico, en el que todo lo que ocurre puede explicarse por el
desplazamiento de unos cuerpos en relación con otros. En el fondo –sostenía- , todo
acontecimiento es un movimiento y todas las formas de procesos naturales tienen que ser
explicados mediante un análisis de las apariencias complejas, que ponga de manifiesto los
movimientos subyacentes que lo componen (Sabine). Dentro de este esquema, Hobbes procuró
asimilar la psicología y la política, a las ciencias físicas exactas.
1. El Estado de Naturaleza. En cuanto a su teoría política, Hobbes partió de la hipótesis de una
existencia de una etapa presocial, el estado de naturaleza, en el cual vivieron los hombres antes
de la configuración de los Estados. Tal estado presocial y prepolítico constituye un presupuesto
racional de su teoría política, que no se propone confirmar mediante la investigación empírica.
2. Concepción Antropológica. Hobbes considera que el hombre es un ser corrompido, egoísta que
busca satisfacer sus impulsos, que arrebata lo que desea, que ejerce la libertad sólo para la
conservación de su propia naturaleza, y considera que tiene derecho a hacer cualquier cosa. En
ese estado presocial, en consecuencia, los hombres viven en un estado de guerra de todos contra
todos, pues no hay allí un poder común ni una ley que le imponga límites.
3. Origen de la Sociedad y el Estado. Ese estado de guerra de todos contra todos es superado
cuando el hombre busca organizarse en una vida comunitaria, bajo el impulso de la propia
conservación. El poder supremo es entregado por la asamblea de hombres, a una sola voluntad.
Implica la unidad de todos en una sola persona a quien cada uno ha cedido su derecho de
gobernarse.
4. La Forma de Gobierno que postula es la de una Autoridad Absoluta. Como esta persona es
llamada Soberano, se dice de ella que tiene poder soberano; y quienes le rodean son súbditos
suyos.
El cuerpo social no tiene existencia sino a través de sus autoridades constituidas, y que sus
miembros no tienen derechos, salvo por delegación, afirma que toda actividad política y social tiene
que concentrarse en el soberano: tanto el derecho como la moral son su voluntad. Su autoridad es
ilimitada puesto que no existen otras autoridades. La soberanía, además de ilimitada, es indivisible
e inalienable
Dentro de su construcción del Estado o Leviatán, la potestad religiosa no queda vacante sino que
la asume el gobernante.
No existe espacio para la libertad religiosa, y tampoco para afirmar otros derechos o libertades que
se deriven de la ley natural salvo los consagrados en la ley positiva.
En cuanto a las formas de gobierno, al afirmar Hobbes que el gobierno consiste esencialmente en
la existencia de un poder soberano, no llega a diferenciar entre formas puras e impuras, sino que
las únicas diferencias en cuanto a formas de gobierno se deben a la residencia de soberanía.
LA OPOSICIÓN AL ABSOLUTISMO
A- LA NEOESCOLÁSTICA
Mientras que la Modernidad se iniciaba bajo el signo del absolutismo, teólogos y filósofos de la
Neoescolástica española tienden con sus escritos a afirmar los límites para la autoridad temporal.
Su afirmación enérgica del Derecho Natural constituye la más sólida refutación del absolutismo.
Los jesuitas en general, buscando reducir el absolutismo monárquico y correlativamente el
regalismo, con el objeto de cimentar el poder papal sobre las bases espirituales ya postuladas por
Santo Tomás, elaboraron teorías políticas limitativas del poder real en plena época absolutista. Esta
postulación fue contemporánea a la difusión, en Francia, de planteos también orientados a limitar
el poder real, obra de los hugonotes franceses, preocupados por quitar al poder político su base de
sustentación religiosa.
La teoría política del Neoescolasticismo era de tipo «pactista». Según ella la fuente originaria del
poder era Dios, quien lo delegaba «colectivamente» en «la comunidad». Tal posesión colectiva era
sin embargo inviable, y se hacía necesaria la existencia de una «dirección unitaria», porque ese
poder adquiría existencia efectiva cuando los «hombres», unidos en una «comunidad perfecta» o
«estado», firmaban un «Pacto» y designaban a un gobernante.
Ese poder así concedido podía ser revocado, aunque la revocabilidad debía ser necesariamente
limitada, porque en caso contrario el poder sería inestable. Las únicas razones para que el poder
revirtiera a la comunidad eran: a) por extinción de la dinastía, en cuyo caso el derecho de la
colectividad a recobrar el poder era indiscutible; b) porque el rey, violando el contrato, se hubiere
convertido en tirano.

FRANCISCO DE VITORIA
Vitoria (1480 – 1546) es considerado precursor del moderno derecho internacional. De sus obras,
y especialmente de “Relecciones Teológicas”, se desprenden los siguientes conceptos, de marcada
influencia aristotélico tomista:
a) Considera al Estado un producto natural, no artificial, partiendo de la afirmación de la
sociabilidad y politicidad del hombre.
b) El poder proviene de Dios, quien lo delega en la comunidad, la cual colectivamente la
transfiere al Rey. El poder, pues, no es otorgado a los gobernantes directamente por Dios.
Dios lo entrega a la república o comunidad política -usa como sinónimos estos conceptos-
, para que se gobierne y administre.
Pese a no enunciar una forma de gobierno como ideal, replantea los argumentos
escolásticos que presentan como más favorable a la monarquía a causa de la unidad del
poder. termina afirmando que hay más libertad en las repúblicas que en las monarquías.
Tras señalar, pues, las ventajas y desventajas de cada una, no recomienda ninguna.
c) El gobernante debe tomar las decisiones con la asistencia de consejeros, especialmente
las referidas a la guerra. Si bien considera peligroso dar cuenta de los asuntos públicos a
todo el pueblo, quiere en cambio que el gobernante busque consejo, de tal manera de no
adoptar decisiones funestas y caprichosas.
d) Si el gobernante se aparta del orden natural y vulnera el bien común, corresponde
plantear resistencia, puesto que la autoridad ha devenido en Tiranía. El derecho de
resistencia a la opresión es legítimo, afirma Vitoria siguiendo a Tomás de Aquino, pero debe
ser ejercido con prudencia, no deben derivarse de él males mayores a los producidos por
la tiranía que quiere derribar.

FRANCISCO SUÁREZ
Suárez (1548 – 1617) enuncia una serie de principios tendientes también a establecer límites al
poder real, dentro de la tónica del pensamiento Neoescolástico.
a) El hombre es creado por Dios, quien imprime en él su naturaleza social y política, aquella que lo
empuja a vivir en una comunidad con un orden establecido. Así, la comunidad es el medio por el
cual Dios otorga el poder al gobernante.
b) Como el Estado surge de la unión voluntaria de familias, cada uno de sus miembros asume la
obligación de aportar al bien general; contiene el poder natural y necesario de regir a sus miembros
para ese bien general, es decir que tiene esta sociedad civil el poder de gobernarse a sí misma y a
sus miembros. Ese poder es el que le concede al gobernante.
c) El poder del gobernante, se basa en un cuasicontrato, pues es necesario que sea concedido por
consentimiento de la comunidad. Según este pensamiento, todo régimen político es legítimo:
monarquía, aristocracia, democracia, fórmulas mixtas.
Para evitar ser acusado de estimular la anarquía, Suárez afirma que una vez que el pueblo concedió
legítimamente el poder al gobernante, no lo puede reclamar caprichosamente
d) Existe una Ley Natural a la cual están sometidos tanto los estados como los individuos es sus
normas y relaciones. Esa ley natural fue identificada por Suárez como unas normas racionales de
validez general que se pueden encontrar tras de cualquier disposición específica
e) Por otra parte, Suárez, concebía al Papa como el jefe espiritual de una familia de naciones
cristianas, como portavoz de la unidad moral de la humanidad.
f) Con relación a la formulación de las leyes por el príncipe, Suárez no admite la doctrina que
considera necesaria la previa aceptación o examen por el pueblo. A su criterio, la ley es obligatoria
por sí misma y debe ser aceptada, sin que el examen o aceptación sea necesario para la
formulación de la ley.
Los príncipes no pueden ser forzados a cumplir las leyes, no obstante encontrarse sujetos a su
cumplimiento.
JUAN DE MARIANA
Juan de Mariana nació en 1536 en Puebla de Sanabria y estudió en la Universidad de Alcalá, luego
de lo cual ingresó en la Compañía de Jesús. Enseñó teología en Roma y en París; su obra más
importante desde el punto de vista político es Del rey y la institución real, considerada la más
acabada apología del tiranicidio. Afirma que desde su nacimiento, el hombre se encuentra en
situación de indefensión frente a la existencia y subsistencia, por lo que no puede vivir aislado y
está obligado a asociarse a los otros hombres para, en cooperación, hacer posible el trabajo, el
comercio, la industria necesarios para su subsistencia.
B- Hugo Grocio.
El racionalismo jurídico El holandés Hugo Grocio (1583-1645) ocupa un lugar privilegiado en la
historia del pensamiento jurídico filosófico porque instituye la nueva corriente iusnaturalista de la
moderna filosofía del derecho, por ello se lo considera el fundador de la “escuela clásica del
derecho natural”.
La significación de la obra de Grocio no deriva de una teoría del estado, sino de la concepción de
un derecho que regula las relaciones entre estados soberanos. Grocio consideró necesario esos
estudios porque: 1) las relaciones entre poderes políticos independientes constituían un campo de
desórdenes y caos ante la quiebra de las débiles restricciones de la iglesia medieval; 2) las
monarquías absolutas y la concepción maquiavélica de las relaciones entre los reinos hacían de
la fuerza, el árbitro de los tratos entre estado y estado; 3) las guerras de religión que siguieron a
la Reforma Protestante, introdujeron en las relaciones internacionales odios religiosos que
pretendían justificar planes de engrandecimiento dinásticos; 4) tras las ambiciones políticas se
encontraban los intereses económicos que llevaron a las naciones europeas a la expansión,
colonización, engrandecimiento comercial y explotación de los territorios descubiertos.
Grocio, hombre del renacimiento, cree que el bienestar de la humanidad exigía un estudio
sistemático de las normas que rigen las relaciones entre los estados. Su contribución al derecho
internacional excede los límites de una historia de la teoría política y jurídica. Su gran aporte reside
en haber señalado que el derecho natural es el fundamento del derecho internacional y la
base del derecho civil de toda nación, obligatorio -por su justicia intrínseca- para todos los pueblos
tanto para gobernantes como para gobernados. En conclusión, Grocio reconoce la independencia
del derecho natural y lo libera de toda teología, aunque no niega la existencia del derecho divino.

B) Las propuestas y cambios de la Ilustración. El pensamiento político Liberal.


El Pensamiento Político Moderno
El estado moderno en su versión absolutista, comenzó a ser cuestionado a partir de los siglos XVII
y XVIII por una serie de doctrinarios que comenzaron a advertir los peligros y consecuencias del
ilimitado poder real. En Inglaterra en particular, los supuestos en que se fundaba el absolutismo –
del derecho divino de los reyes y la soberanía monopolizada por la monarquía-, fueron duramente
cuestionados por el Parlamento, cuya Cámara de los Comunes estaba integrada por
representantes del sector más rico de la nueva clase emergente: la burguesía. En los siglos XVII
y XVIII aparecieron nuevas ideas, teorías, doctrinas y sistemas políticos que llegan de un modo u
otro hasta nuestros días. Los nuevos sistemas de pensamiento, a diferencia de los movimientos
anteriores -Humanismo, Renacimiento, Reforma- , planteaban una transformación esencial del
sistema de organización social y política. Los sistemas de pensamiento filosófico característicos
de la primera modernidad fueron: el Racionalismo, el Empirismo y el Iluminismo o Ilustración.
Estos sistemas filosóficos postulan la preeminencia del individuo sobre el conjunto social, en
contraste con los sistemas anteriores que subordinaban al individuo al todo social –al menos en la
teoría, porque en los hechos, los inferiores estaban sometidos a los superiores, que tenían total
preeminencia y que pensaban sólo en sí mismos y no en el conjunto de la sociedad-.
En el ámbito del pensamiento político, las nuevas concepciones dieron origen a las doctrinas que,
en su conjunto, podemos calificar como “liberales”. El liberalismo es la ideología característica de
la clase social en ascenso, la burguesía, cada vez más poderosa y ambiciosa; que trataba de
conseguir poder político y un lugar social acorde a su creciente importancia económica y financiera.
En esta lucha por el poder, ocuparon un lugar central las tres revoluciones que dieron origen a la
segunda forma del Estado Moderno, el llamado Estado Constitucional: la revolución Inglesa de
1.688, la norteamericana de 1.776, la Francesa de 1.789, y los movimientos posteriores, que
abarcaron todo el siglo XIX. Estas tres primeras revoluciones introdujeron nuevas ideas, dando a
su vez origen a nuevas formas institucionales que, desde los Estados de Europa Occidental, se
desparramaron a todo el mundo.
El Liberalismo terminó siendo una doctrina no sólo filosófica y política sino también económica.
Contrastó con el Mercantilismo de los siglos XVI y XVII –que era fuertemente proteccionista y
estatista- y predicaba, por el contrario, la libre empresa. Sí contuvo algunos valores que fueron
anticipados por la Fisiocracia –que se correspondió con el Absolutismo Ilustrado como teoría
política-, como la idea de eficiencia económica.
Los primeros teóricos políticos del sistema político que recién en el siglo XIX sería denominado
Liberalismo, fueron británicos y pertenecieron a la corriente contractualista. Fueron Hobbes –que
ya estudiamos, por su postura conservadora, fundante del Absolutismo desacralizado-, Locke y
Adam Smith.
EL Contractualismo.
A partir del s. XVI se retomó la tradición de la época clásica, y los llamados filósofos eran
humanistas que se ocupaban de indagar problemas relacionados con la sociedad, la política y el
Estado. Por ello, el movimiento de ese siglo es conceptuado como Humanismo Renacentista, para
diferenciarlo del Humanismo Clásico de Grecia y Roma.
Se llama Contractualismo a aquella escuela de pensamiento político que sostenía que la sociedad
era resultado de un contrato. En su concepción los hombres, antes de vivir grupalmente formando
ese ente abstracto que llamamos Sociedad, habían vivido solos y aislados, o sea en pequeños
grupos familiares, sin constituir unidades sociales mayores, sin otra ley u organización que la que
ellos mismos establecían. A ese estadio lo llamaron estado de naturaleza.
Los individuos no podían satisfacer por sí todas sus necesidades, decidieron en algún momento
empezar a vivir juntos. Ese acordar vivir juntos implicó un acto denominado, que algunos autores
llamaron Pacto Social y otros denominaron Contrato Social. Y como toda asociación supone la
necesidad de alguna jefatura, también por ese acto –para la mayoría de los filósofos- los hombres
asociados se dieron un gobierno. En consecuencia, por ese Pacto o Contrato Social nacieron
primero la Sociedad y luego, cuando se dieron un gobierno, el Estado. Hubo autores, como Hobbes,
que se plantearon la concreción de dos Pactos: el de Asociación que dio vida a la Sociedad, y el de
Sujeción al darse un gobierno; pero esta idea de los 2 Pactos no se generalizó. La primera función
del Gobierno emergido del Pacto era respetar y hacer respetar los derechos naturales de los
individuos, esto es, los derechos que tenían en el estado de naturaleza: vida, libertad, igualdad,
propiedad, los cuales debían ser positivizados, esto es, volcados a leyes precisas y publicadas,
conocidas por todos para que hicieran valer sus derechos. En caso de que el gobierno no cumpliera
con esa condición, los sujetos asociados tenían derecho de rebelión.
Las novedades, respecto a los sistemas filosóficos precedentes fueron considerables.
a) Los contractualistas –como después también los ilustrados- usaron el mismo argumento que
había fundado a las filosofías anteriores: el de lo natural.
así como había un Dios que ordenaba y regía el universo, también debía haber un rey que
tuviera todo el poder y gobernara a la población sin limitaciones. Ahora al mismo principio, que
era socialmente poderoso e irrebatible, se le dio otra interpretación: en el origen de los tiempos,
cuando los hombres vivían en estado de naturaleza, habían sido libres e iguales; y eran las
leyes humanas las que los hicieron desiguales. Por tanto, correspondía recrear, ya en la vida
asociada, el estadio de igualdad y libertad originario.
b) Las ideas sobre la Sociedad y el Estado cambiaron al unísono. Ahora ya no eran
construcciones naturales, surgidas como extensión de la familia. Se plantearon como
entidades artificiales, creadas voluntariamente por los hombres para vivir mejor. En
consecuencia, sus derechos originarios debían ser respetados por el Estado, y si ello no
ocurría, tenían el derecho a cambiar el gobierno o el sistema social todo, o sea que queda
establecido el derecho de rebelión.
c) La forma de gobierno que, en general, proponen los contractualistas –y los iluministas más
tarde- es el Sistema Representativo.
Para los Contractualistas, como después para los Iluministas, ciudadanos activos serían sólo
quienes tenían propiedades y pagaban impuestos sobre la renta, o sea el sector más adinerado
de la sociedad.

LA FILOSOFÍA RACIONALISTA. EL EMPIRISMO


Los siglos XVII y XVIII estuvieron imbuidos de dos corrientes filosóficas muy definidas y
antagónicas: el Racionalismo y el Empirismo.
A)El Racionalismo
Fue una corriente filosófica que, en el siglo XVII, tuvo como gran representante al francés René
Descartes (1596 – 1650). Hizo famoso el célebre principio “pienso, luego existo”, piedra angular de
su construcción filosófica. Se caracterizó por su extrema confianza en la capacidad racional del
hombre, y por su postulación de la Razón Humana como única guía para alcanzar la comprensión
del mundo externo y del comportamiento humano. El Racionalismo apareció en distintas formas a
lo largo de la historia de la filosofía.
Para Descartes el hombre nacía con verdades evidentes en sí que, por tanto, eran innatas, o sea
no derivadas de la experiencia. Puesto que se nacía con esos saberes, se requería de una
educación que le permitiera al hombre recordarlos. Propuso el método deductivo como instrumento
para llegar al conocimiento verdadero.
El Racionalismo cartesiano, en el plano de la ética, postuló la existencia de ideas morales primarias,
que eran innatas en la especie humana, y evidentes en sí a la facultad racional. Esta idea tuvo gran
significación, y sentó bases opuestas a lo que sería el irracionalismo del romanticismo, y más tarde
el relativismo filosófico. . En el plano de las religiones sostuvo –como el deísmo de los iluministas-,
que también los principios religiosos eran innatos y que por tanto la revelación no era necesaria. El
Racionalismo fue una corriente de larga data que propuso una forma de fundamentar el
conocimiento en base a la Razón. En consecuencia, como término genérico puede incluir
construcciones muy distintas, siempre y cuando en ellas la Razón sea considerada como eje del
proceso del conocer el mundo de los seres y las cosas, y colocada en un plano muy superior en
relación a las demás elementos.
En ese amplio sentido puede considerarse Racionalistas a pensadores diferentes como
Parménides, Platón y Descartes, y empiristas a Aristóteles, Santo Tomás y Hume. Pero, cada uno
tuvo su forma particular de encarar ese Racionalismo y el cartesiano del siglo XVII le puso su
impronta, entre otras cuestiones con las Reglas del Método Cartesiano.
a) El Empirismo
Fue una teoría filosófica opuesta al Racionalismo continental, porque puso el acento en la
experiencia enraizada en la percepción sensorial, como base del conocimiento. La idea fue que se
parte del mundo exterior, de los seres y hechos perceptibles, y desde ellos se elaboran los
conceptos. . El término empirismo proviene del latín empiria, que significa experiencia, los
Empiristas rechazaron el principio de ideas innatas porque, para ellos, nada viene con el individuo.
Éste llega al mundo como una tabla rasa, y todo se aprende por la experiencia con el mundo
sensible.
Uno de los filósofos empiristas por antonomasia del período fue el británico John Locke,
quien en respuesta al Racionalismo de Descartes escribió en 1689 Ensayo sobre el entendimiento
humano. Para él no existe un saber previo, innato, sino que todo conocimiento se concreta a
posteriori y como producto de la experiencia vivida.
Locke fue el célebre autor de la teoría de la tabula rasa. El hombre nacía sin ningún tipo de
conocimientos sobre el mundo, como una tabla rasa u hoja en blanco, y en su mente se iban
inscribiendo los conocimientos a partir de la experiencia. Tal construcción cognitiva se concretaba
por dos procesos: por la percepción directa a través de los sentidos con los seres y las cosas
propias del mundo externo, acto pasivo por el cual ese simple contacto experiencial impactaba la
mente y llevaba a la creación de las ideas simples; y por la reflexión y procesos de abstracción, o
sea elaboración de ideas complejas a partir de la combinación de las ideas simples originarias
formadas a partir de la percepción.
Tanto el Racionalismo como el Empirismo fueron construcciones filosóficas antagónicas, que luego
fueron matizadas y combinadas. Una versión es el Racionalismo Empirista propio de un grupo de
Iluministas franceses, pensadores eclécticos que encontraron parte de verdad en ambas
construcciones.

EL ILUMINISMO FRANCÉS. LA ENCICLOPEDIA

El Iluminismo –llamado también Ilustración o Filosofía de las Luces- fue obra de una serie de
autores que se llamaron a sí mismos «filósofos» pero que –como en el caso de los contractualistas
británicos del siglo anterior- fueron además sociólogos y politólogos, porque aspiraron a innovar no
sólo el mundo de los conceptos espirituales: en su intención, las ideas debían ser operativas y
sustentar un cambio profundo en todos los planos de la vida social. se propusieron impulsar una
obra que hiciera posible que una nueva luz acabara con los “velos y vendas” que cubrían la razón
y disipara “las sombras” que obnubilaba la inteligencia, lo cual haría posible poner fin a la “esclavitud
y la superstición.
La Ilustración constituyó “la reacción contra el barroco, la ortodoxia, la Contrarreforma. Se fundó en
las corrientes subyacentes como el Humanismo, se revalorizó de la antigüedad - aunque con
algunas críticas-
Generaron un estilo y una actitud que no sólo se manifestó en las formulaciones ideológicas y
literarias, sino también en la producción artística. El Barroco fue reemplazado por el Rococó en la
pintura y escultura;
El Pensamiento de los filósofos era esencialmente racionalista, positivo y utilitario, pero de un
racionalismo que difería del desarrollado a partir del siglo XIII -o sea del racionalismo escolástico y
neoescolástico- porque partía del análisis de los hechos del mundo real y se alejaba de las
postulaciones metafísicas.
Sentaron las Bases del Conocimiento Científico, al afirmar que la razón deducía a partir de verdades
simples y evidentes; pero sobre todo, que observaba los hechos y de ellos inducía leyes; que las
leyes de la naturaleza eran inmodificables y que el hombre debía estudiarlas para conocer el
mecanismo y la ordenación naturales; y que su producción cognitiva debía caracterizarse por su
evidencia, claridad, conformidad con la razón, respeto a los principios de identidad, no
contradicción, causalidad, legalidad.
En el plano religioso eran esencialmente «deístas», porque la razón les indicaba que
había una causa primera, ya que era imposible elevarse indefinidamente de causa en causa.
Hubo filósofos ateos y cristianos, pero la mayoría fueron «deístas», o sea que creían en la existencia
de Dios pero no adherían a religión ninguna.
En el plano socio-político eran tan innovadores como en los demás. Declaraban que los hombres
habían sido, en el origen de los tiempos, libres e iguales por naturaleza; que estaban regidos por la
Ley Natural que Dios imprimía en sus corazones, y que les decía a cada uno lo que estaba bien o
mal; y que tenían el poder de autogobierno porque no había autoridades.
Los derechos naturales debían traducirse en derechos positivos, y entre ellos se estableció el
derecho de rebelión. La ley debía garantizarle a todos los hombres: la libertad personal, lo cual
suponía la eliminación de la esclavitud y las servidumbres y la concesión de libertades de circulación
y producción; la libertad de pensamiento y la religiosa o, por lo menos, un status de tolerancia; la
igualdad ante la ley, mediante la supresión de todos los privilegios de nacimiento, la imposición de
impuestos proporcionales a la renta, y la organización de idénticos tribunales para todos, que
castigaran con igual pena las mismas faltas; el acceso de todos a la educación, porque como
adherían los filósofos a la teoría del progreso indefinido, estaban convencidos de que el progreso
educativo elevaría los niveles de conciencia moral y social de los hombres.
Los proyectos políticos que se postularon a partir de estas ideas generales fueron diferentes; porque
tenían los filósofos distintos puntos de vista acerca de cuál era el tipo de gobierno más capacitado
para conducir a los hombres al disfrute de sus derechos.
a).Los más conservadores como Hobbes, que eran también los que más desconfianza tenían en la
naturaleza humana, proponían como ideal una monarquía absoluta, pero en manos de una
autoridad que respetara los derechos de los súbditos: de ahí la teoría el absolutismo ilustrado, cuya
forma de gobierno: la monarquía absoluta ilustrada, se aplicó en los países europeos que
necesitaron que las reformas se implementaran desde arriba, porque carecían de suficiente
burguesía.
A..JOHN LOCKE

John Locke (1632 – 1704), fue un inglés perteneciente a una familia puritana (calvinista), hecho
significativo en su construcción teórica. Fue educado en el racionalismo y el empirismo británicos,
y tempranamente adhirió a las doctrinas contractualistas de Thomas Hobbes. Entre sus obras se
cuentan: Ensayo sobre el entendimiento humano.
Concepción antropológica. Concibe al hombre como un ser naturalmente sociable, y esa
sociabilidad es el elemento que acompaña a la voluntad de salir de la fase primitiva en el estadio
presocial e iniciarse en la vida asociada. Es un ser razonable, lo cual, si favorece la vida pacífica
en la etapa presocial, impulsa a los hombres al vivir con el otro.
El Estado de Naturaleza. Concibe al estado de naturaleza como un estado relativamente pacífico;
por tanto, ni feroz como asegura Hobbes en el Leviathan, ni tampoco perfecto como afirma
Rousseau.
Esa Ley Natural no está, naturalmente, escrita. Ha sido inscripta por Dios en el corazón de los
hombres, coincide con la Razón, y enseña a todos que, siendo iguales e independientes, no deben
dañar la vida, la libertad o las propiedades de los otros.
Locke deja claro qué entiende por propiedades: la vida, la libertad, la igualdad y la propiedad.
La Sociedad Civil. El estado de naturaleza -señala Locke- ofrece cierto grado de inseguridad para
el disfrute de los derechos, porque muchos hombres no observan los mandatos de equidad y justicia
inscriptos en la Ley Natural. Las violaciones al derecho natural no son sancionadas sino de manera
anárquica o por iniciativa de sus víctimas, pues sólo existe la justicia privada, dada la falta de
instituciones estatales.
El Estado o Sociedad Política. Surge, como la civil, a través del Pacto Social, porque los hombres,
cuando convienen vivir juntos, se dan un gobierno. La finalidad de ese gobierno es la creación de
un estado de paz que garantice la seguridad y el disfrute por el hombre de sus propiedades.
La División del Poder. En Ensayo del Gobierno Civil diseña Locke una embrionaria idea de la
separación de poderes, asociada a un mecanismo adecuado para defender mejor los derechos
individuales: cuando los hombres renuncian a sus prerrogativas del estado de naturaleza para
someterse a las reglas de la comunidad que se ejercerán por medio de un grupo de miembros
autorizados a ello. Los poderes que define son:
a)El Poder Legislativo, que es el poder supremo pues le compete hacer las leyes que enmarcan la
vida societal. Ellas no deben invadir las propiedades del individuo, entendiendo por tales no sólo
los bienes materiales, sino todos los bienes que le son propios: vida, libertad, igualdad
b) El Poder Ejecutivo, que es el poder de mando, orientado a la preservación del bien común
público. Es un poder continuo o permanente. Ejecutivo y Legislativo no deben estar reunidos en las
mismas manos. El poder político debe ser justo, por lo que se considera que el problema del poder
se reduce a un problema moral.
c) El Poder Federativo, encargado de las relaciones internacionales, o sea de atender las
cuestiones que interesan “a toda la comunidad”, relacionada a las relaciones entre los miembros
de un cuerpo político y el de otro, relativos a las más diversas cuestiones, entre las cuales se
encuentran los daños que los integrantes de una sociedad pueden cometer contra los de la otra.
El derecho de resistencia. Si el poder perjudica a los derechos naturales, especialmente a la libertad
y a la propiedad, Locke reconoce a los gobernados el derecho a sublevarse. Este derecho de
resistencia no tiende a realizar las aspiraciones populares sino a defender o a restaurar el orden
establecido; es un medio para hacer reflexionar al Príncipe y hacerle respetar la legalidad, es un
llamamiento a la prudencia y al compromiso. Si bien será el teórico de la Revolución Inglesa, no es
un revolucionario; su principal preocupación es el orden y la seguridad.

B. MONTESQUIEU
Carlos de Secondant, barón de Montesquieu (1689 – 1755) es el teórico de la
separación de poderes que caracteriza al mundo contemporáneo. Se considera que su teoría
fundamenta el Liberalismo Aristocrático.
Concepción antropológica. Estado de Naturaleza. Afirma categóricamente la sociabilidad del
hombre inscribiéndose en la línea de pensamiento de Aristóteles.

a)- La ley de la naturaleza. Subraya, como Hobbes, que la naturaleza aporta un canon de justicia
absoluta anterior al derecho positivo. Pero entiende que esa “ley natural”, que en conformidad con
la época identifica con “la razón”, tiene que operar de modo distinto en los diferentes lugares y por
ello
b)- Ley positiva: no se ajusta exactamente a la Ley natural, y a menudo es violada. Explica que ello
se debe a “la libertad de la voluntad” y la defectuosa inteligencia de los hombres, que le impide ver
con la perfección desplegada por el resto de la naturaleza”.
En el caso de las sociedades humanas las Leyes varían entre sí, pues para Montesquieu esa
relación depende de factores muy diversos: “conocimiento de Dios, apetitos corporales y
condiciones fundamentales de la sociedad”. Son instrumentos coadyuvantes de las diferencias:
clima, suelo, actividades económicas, religión, condiciones psíquicas de la población (que relaciona
con el clima, en función de planteos de determinismo geográfico de moda), instituciones.
Montesquieu, en suma, fue un profeta de los nuevos tiempos: defendió la libertad política y de
conciencia, creyó en suerte de solidaridad universal, no fue sectario, predicó la tolerancia civil y de
convivencia. Su mayor gloria reside en ser uno de los pilares del Constitucionalismo, que se
manifestará primeramente en la Constitución de Filadelfia de 1787. Principios fundamentales tales
como el gobierno de la ley, la inviolabilidad de los ámbitos de reserva, el sentido servicial de la
libertad política frente a la libertad civil, la separación de poderes para evitar el despotismo y todo
exceso de poder, el carácter temporal de las medidas de emergencia, entre otros, son temas del
constitucionalismo que tienen como defensor y propulsor a Montesquieu.

C-.ROUSSEAU: LA OPOSICIÓN DEMOCRÁTICA


Juan Rousseau es un pensador difícil de ubicar para los estudiosos de la Ciencia Política: eligió la
democracia en una época en la que la democracia no existía ni en los hechos ni en las ideas.
Juan Jacobo Rousseau (1712 – 1778) originario de Ginebra. El hecho del origen ginebrino es
importante: era una ciudad-estado, y sólo dentro de un ámbito pequeño podían pensarse en un
régimen de soberanía directa como el postulado por Rousseau en el Contrato Social.
Es absoluta, porque El pacto social le ha conferido un poder absoluto sobre la comunidad. Si se
convierte en arbitrario el poder, es que la voluntad general no es ya soberana. El contrato social
garantiza la igualdad (todos los asociados tienen iguales derechos en la comunidad) y la libertad
(el individuo es libre en y por la ciudad; la libertad es la obediencia a las leyes).
Las Formas de Gobierno. En cuanto a las formas de gobierno, Rousseau
distingue entre el soberano (pueblo que establece leyes colectivamente) y el gobierno (hombres
particulares que las ejecutan).
Si establece condiciones sociales para que pueda implementarse un régimen democrático: no debe
haber dentro de la comunidad grandes diferencias económicas. Le preocupa en particular el sistema
de división de la propiedad. Es enemigo de los latifundios, pues en su perspectiva, “nadie debe ser
tan rico que pueda comprar el trabajo de otro, ni nadie tan pobre que esté obligado a venderse”.
Con los malos gobiernos está igualdad es ilusoria. El contrato social en este tipo de sociedades
sólo sirve para mantener al pobre en la miseria y al rico asegurado en su usurpación.
El principio de la democracia participativa. Sostiene Rousseau que la voluntad general se manifiesta
por la voz de la mayoría. El cuerpo del pueblo es el soberano que determinará la voluntad general
y está formado por la comunidad, que constituye un todo que es superior a los particulares que lo
integran.

La voluntad general no podría confundirse con la voluntad de todos. Según Rousseau la voluntad
general es en realidad lo que los escolásticos llamaban “bien común”. La voluntad general es un
instinto que Rousseau atribuye al ser moral y colectivo.
Las revoluciones liberales -que dieron vida al Estado Liberal- se erigieron todas contra el orden de
la Sociedad Tradicional, o Antiguo Régimen. Éste se caracterizaba por lo siguiente: a) Monarquías
Absolutas como formas de gobierno, o sea que el rey, además de tener todo el poder, era sostenido
teóricamente por su alianza con las Iglesias, según la dominante en cada país. b) Estructuras
sociales estamentarias, o sea jerárquicas, con sectores privilegiados que no pagaban impuestos,
eran juzgados por tribunales especiales, gozaban de símbolos sociales que los diferenciaba de los
demás, disfrutaban de pensiones reales c) Régimen económico proteccionista o estatista,
empresas estatales monopólicas que, en realidad, no beneficiaban al Estado sino a la Casa Real.
Eran monopolios reales, como el de la explotación de la sal. El sistema impositivo era desigual, y
pagaban impuesto los trabajadores: burgueses, artesanos, campesinos; pero estaban exceptuados
el clero y la nobleza. No existía libertad económica, y la economía tenía por objetivo el beneficio del
Estado y no de la población;

El Sector revolucionario y sus objetivos.

Las revoluciones liberales fueron protagonizadas por un sector social, la burguesía, que aspiraba
a la sustitución de la sociedad tradicional por una sociedad moderna.
a.En lo político pretendían la organización de un Sistema Representativo, o sea un régimen,
preferentemente monárquico pero que podía ser republicano, con división de poderes. Los
derechos de los individuos –vida,
libertad, igualdad, propiedad- debían ser positivizados y los individuos protegidos, más allá de las
garantías constitucionales, por la posibilidad de protegerse de la eventual arbitrariedad del
ejecutivo, recurriendo a los otros poderes.
b.En lo social aspiraban a un sistema con igualdad jurídica. No se hablaba aún de igualdad de
oportunidades ni de derechos humanos –que serán conceptos y expectativas muy posteriores. Lo
que pretendían eran ser considerados iguales ante la ley, porque eso posibilitaba la estructuración
de una sociedad móvil, con posibilidades de ascenso social.
c.En lo económico deseaban un menor control del Estado, o sea una mayor libertad de producción
y de cambio.
d.En lo cultural se requería libertad de producción intelectual y circulación de los bienes culturales
–los libros liberales estaban prohibidos y las reuniones políticas prohibidas.
De ello resultó que la organización socio-política surgida de las revoluciones liberales en los
distintos países, muestra importantes puntos de contacto Las causas de cada revolución que se
estudian son, en realidad, causas accidentales. A continuación veremos estas causas, el proceso
revolucionario y las consecuencias de las tres principales revoluciones: la inglesa del siglo XVII y
las norteamericana y francesa del siglo XVIII.

LA REVOLUCIÓN INGLESA DE 1688


Antecedentes
Inglaterra fue gobernada durante el siglo XVI por la Casa Tudor, y en el siglo XVII por la Casa
Estuardo de origen escocés, cuyos reyes reivindicaban el Absolutismo de Derecho Divino.
Absolutistas en la práctica, los reyes Tudor habían logrado gobernar prescindiendo del Parlamento
en forma genérica, pero sin desconocerlo en la teoría, sin hacer declaraciones en su contra y sin
impedirle reunirse.
En sus orígenes, los estamentos que integraban el Parlamento se reunían por separado, pero desde
principios del siglo XIV se definieron dos Cámaras: la Cámara de los Lores integrada por los
grandes prelados y nobles, los llamados lores «espirituales y temporales»; y la Cámara de los
Comunes, constituida por los caballeros o hidalgos -los propietarios rurales de la baja nobleza o
gentry- y los burgueses de las ciudades.
Bajo Isabel I (1558-1603) de la dinastía Tudor, Inglaterra se constituyó en un Estado fuerte en lo
económico e integrado en lo político.
Mientras Isabel representaba cabalmente el espíritu y los deseos de las “clases medias”, los reyes
Estuardo intentaron introducir una concepción diferente de la monarquía: la realeza por gracia de
Dios, el Absolutismo.
La reaccionaria política de los Estuardo, sumada a las vacilaciones en política exterior que causó
perjuicios sensibles al comercio, provocaron un cisma en el cuerpo social, agravado por la cuestión
religiosa, planteada en el siglo XVII como un abierto enfrentamiento entre la iglesia anglicana -
privilegiada por la corona- y los puritanos. Estos exigían tolerancia religiosa y propugnaban una vida
religiosa más individualista y menos ostentosa. El proceso revolucionario Durante su reinado de
Carlos I Estuardo, intentó cambiar la iglesia escocesa introduciendo los principios del anglicanismo,
lo que produjo la resistencia de Escocia. Intentó entonces Carlos I conseguir del Parlamento, al que
venían desconociendo hasta entonces, pero éste se rebeló contra del rey, convirtiéndose en la
única representación de la nación y provocando una virtual rebelión de los escoceses que
marcharon sobre la frontera inglesa, iniciándose una guerra civil en la que se enfrentaron por un
lado, la masa de la nobleza rural que apoyaba al Rey y, por el otro, las ciudades, los comerciantes
y financistas, del lado del Parlamento. La guerra civil terminó con el triunfo del Parlamento en 1.645,
liderando sus tropas el parlamentario Oliver Cromwell. Convertido en su máxime representante,
Cromwell expulsó del Parlamento a todos los miembros moderados, estableció una dictadura militar
y abrió un proceso al Rey, que fue condenado y ejecutado, tras lo cual se proclamó la abolición de
la monarquía.
Cromwell disolvió el Parlamento, reemplazándolo primeramente por una asamblea de nobles
puritanos. Con la muerte de Cromwell, el régimen por él instaurado sobrevivió poco tiempo,
agudizándose un conflicto entre el ejército y el Parlamento. En 1.660 las elecciones parlamentarias
dieron una mayoría monárquica y anti puritana, que permitió la restauración de la monarquía en la
persona de Carlos II Estuardo, hijo del ejecutado Carlos I.
Con el restablecimiento real, los sectores sociales que participaban en la vida política se nuclearon
en dos partidos: los torys y los whigs.
Los whigs eran en general miembros de la burguesía urbana, y también participaban de este sector
la pequeña nobleza rural o gentry, que eran antiguos burgueses que habían adquirido los títulos
nobiliarios -de baronet- y que además había comprado las antiguas tierras de la Iglesia Católica
que el Estado había expropiado y secularizado. En el plano religioso los whigs adherían en forma
predominante al puritanismo, término que englobaba a todos los grupos de protestantes radicales.
Los puritanos, que eran furiosamente no papistas y tenían una concepción mucho más individualista
de la propiedad, vieron con desconfianza la asunción al trono de Jacobo II, cuya madre y cuya
esposa eran católicas.
La Revolución de 1688 fue, desde el punto de vista económico, un emergente del desarrollo del
capitalismo, de la burguesía y de la revolución industrial, que fueron una consecuencia de las
actividades mercantiles de los siglos XVI y XVII empezado a penetrar en la gentry e incluso en parte
de los landlords, los que tendieron a modificar la explotación agraria tradicional: se acotaron los
campos, se suprimieron las tierras comunales como bosques y prados, se dedicaron al pastoreo
antiguas tierras de labranza.
Restaurada la monarquía con Carlos II Estuardo, se apoyó en el grupo conservador entregándoles
monopolios y dictando una serie de leyes como de las Corn Laws -leyes de trigopor las que se
protegía la producción nacional de la competencia externa, dificultándose la importación y
concediendo primas a la exportación, la ley de cercados, las leyes de pobres que prohibían a los
indigentes abandonar sus parroquias, el Acta de los conventículos que prohibía las reuniones de
las sectas disidentes del culto oficial, la Ley de rezos que era favorable a la liturgia tradicional. Pero
el sucesor de Carlos, Jacobo II (1685-88) tomó una serie de medidas que le generaron la pérdida
de ese apoyo: en el plano político, porque demostró pretensiones despóticas al postular su derecho
a “suspender” las leyes y estatutos que el Parlamento promulgara; en el plano religioso, porque hizo
una política en beneficio de los católicos y en persecución de los demás sectores.
Se produjo entonces la revolución de 1688, protagonizada por una alianza de whigs y torys contra
la autoridad real, los que buscaron un pretendiente al trono que fuera protestante. Lo consiguieron
en la hija mayor de Jacobo, María, de religión anglicana, casada con el estatúder de Holanda,
Guillermo de Orange. Abandonado por su ejército, Jacobo II huyó a Francia. El Parlamento declaró
caducados los derechos de Jacobo al trono por haber intentado subvertir la Constitución, y ofreció
el trono a Guillermo y María. Así se concretó en los hechos la idea del Pacto: los representantes de
la nación habían creado el órgano de ejecución.
Con esta Revolución el rey fue despojado de los atributos de la soberanía, en adelante sólo el
Parlamento se encargaría de hacer las leyes, además de tener el monopolio en leva de tropas e
impuestos.
En la actualidad, el rey carece de poder de gobierno y es sólo Jefe de Estado. La función de Jefe
de Gobierno lo detenta el 1° Ministro, quien depende de la mayoría que triunfa en la Cámara de los
Comunes. El 1° Ministro y su Gabinete no son responsables frente al rey, sino responsables frente
al Parlamento.
B – LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA

Antecedentes
La revolución norteamericana puede considerarse un subproducto de la inglesa, porque los
principios que los colonos defendieron contra el gobierno imperial se relacionaban con los que la
revolución gloriosa había sancionado.
Para fines del 1700 Inglaterra poseía en la costa Atlántica de Norteamérica 13 colonias. Las
colonias eran autónomas y tenían regímenes políticos distintos, pero ciertos rasgos las
asemejaban. Así, el derecho otorgado a los propietarios acomodados de conformar asambleas de
diputados encargados de votar ciertas leyes. Bajo el gobierno del ministerio whig en Inglaterra, este
régimen representativo burgués se había ampliado, ya que se había otorgado a los colonos un
margen de libertad mayor para resolver sus problemas particulares y para extender su territorio.
La sociedad colonial estaba formada por dos grupos significativos. El grupo dinámico por excelencia
era el constituido por la burguesía comercial e industrial del Norte y Centro. El otro grupo era el de
los propietarios del sur, terratenientes esclavistas.

El proceso revolucionario
Una crisis en la relación con la metrópolis se inició cuando Jorge III intentó reimplantar el
absolutismo en Inglaterra casi un siglo después de la revolución gloriosa. Las prerrogativas
reconocidas a las colonias fueron limitadas y se endureció el Pacto Colonial con la implementación
de medidas como la Ley del Timbre, por la cual todos los instrumentos jurídicos coloniales debían
pagar impuesto.
Los colonos reconocieron el derecho del gobierno a regular el comercio, pero resistieron las
medidas impositivas, aduciendo que en tanto súbditos ingleses, no aceptarían leyes impositivas
dictadas por una institución -el Parlamento Británico- en el que carecían de representación.
En diciembre de 1773, el asalto de colonos a un barco inglés cargado con te determinó una dura
represión británica. Las «leyes intolerables» de 1774, cerraron el puerto de Boston, derogaron el
status de autonomía de la colonia de Massachusetts y se la integró a la provincia francesa y católica
de Quebec -que ya había pasado a manos británicas-, y se obligó a los colonos a alojar soldados
del ejército real en sus casas.
Las colonias se reunieron en el Congreso de Filadelfia (1774), el Primer Congreso Continental de
delegados de las colonias para deliberar y decidir sobre las medidas adecuadas para el
restablecimiento e implantación de sus derechos y libertades civiles y religiosas, y la restauración
de la armonía con Gran Bretaña. El Congreso envió un memorial al rey Jorge III. Un Segundo
Congreso Continental en 1775 encomendó el mando de las tropas rebeldes a George Washington.
Pero la energía de los patriotas fue volcando las voluntades a su favor. Entre otras tácticas
difundieron folletos revolucionarios, entre los cuales se destaca el titulado «Sentido Común» de
Tomas Paine, inglés radical que atacó el derecho de los reyes a gobernar, cuestionó el régimen
monárquico por caro e inútil, e indujo a las colonias a la independencia.
El 4 de Julio de 1776 un nuevo Congreso Continental reunido en Filadelfia votó por la acción
revolucionaria. Aprobó por unanimidad la Declaración de la Independencia, que había sido
preparada por un comité integrado por Thomas Jefferson, John Adams, Benjamín Franklin, Roger
Sherman y Robert R. Livingston, que declaraba que las colonias unidas eran, Estados libres e
independientes. Ella incluía una Declaración de Derechos en la cual se sentaban como principios:
los derechos inalienables de los hombres, entre los que se mencionaba explícitamente los derechos
a la vida, a la libertad, a la propiedad y a la búsqueda de la felicidad; el origen Pactista de los
gobiernos, que podían con justicia ser derrocados si se convertían en tiránicos, con lo cual quedaba
sentado el derecho de rebelión; el principio de soberanía popular, por el que se reconocía a los
hombres libres propietarios el derecho de participación política
La primera forma organizativa norteamericana fue la Confederación, estructurada en base a los
Artículos de Confederación de 1777: El espíritu independentista de los nuevos estados determinó
que recién en 1781 éstos terminaran de ratificar los Artículos de Confederación.
La Constitución estructuró un sistema de gobierno Republicano Presidencialista. Los tres poderes
estaban separados.

C – LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789)


Antecedentes.

La Revolución Francesa recibió el doble ejemplo de las revoluciones inglesa y norteamericana,


aunque de ésta en mayor medida, no sólo por la cercanía temporal, sino porque jóvenes franceses
participaron activamente en ella.
El conflicto socio-político era más previsible en Francia que en Inglaterra. La burguesía francesa
era numerosa, culta y rica, y había crecido en el siglo XVIII en número y expectativas. No sólo había
aumentado la alta burguesía de financieros, negociantes e industriales, sino también la media o
pequeña dedicada al comercio al por menor, y de artesanos independientes.
La oportunidad para la Revolución la proporcionó la misma Realeza, cuya necesidad de reformas
impositivas para conjurar la crisis financiera, la indujo a convocar una institución medieval que no
se reunía desde 1614: los Estados Generales.
La crisis económica de 1789 hizo de las desigualdades de siglos, algo intolerable; la burguesía y el
proletariado aparecen como los elementos motores de la Revolución.
Para julio de 1789 la creciente violencia tuvo su desenlace el día 14 cuando los sectores populares
tomaron el depósito de armas del arsenal de la Bastilla en París, ejemplo que cundió por las
provincias francesas. En el campo estalló la explosión antiseñorial: ahora fueron los campesinos
atados a prestaciones personales, los jornaleros, los aparceros, los que exigieron reformas. La
Revolución se había profundizado y así los diputados sesionaron en medio de esos estallidos de
furor popular.
Fue obra de esa Asamblea General Constituyente: la Abolición del Régimen Feudal, la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la Constitución Monárquica de 1791.
La Abolición del Régimen Feudal fue la respuesta a las exigencias de los campesinos, sometidos
aún muchos de ellos a prestaciones personales.
La Constitución de 1791 establecía una Monarquía Limitada. El rey conservaba la plenitud del poder
ejecutivo, pues designaba a los ministros. Pero las otras funciones pasaron a los otros.
La Revolución significó un gran triunfo para la Burguesía. El pueblo había logrado reformas, como
la eliminación de la servidumbre y los privilegios señoriales y el establecimiento de la igualdad
jurídica; pero carecía del derecho a la participación política. Sobre todo, estaban faltando reformas
que significara un traspaso de bienes de los más ricos a los más pobres. Las innovaciones en el
plano fiscal fueron muy bien recibidas y en principio los derechos establecidos fueron sentidos como
suficientes; pero con el correr de los meses empezaron a ser percibidos como escasas por parte
de los sectores urbanos de las capas bajas.

Evolución de la revolución: de la Monarquía Constitucional a la República y al


Imperio

La Monarquía Constitucional fue establecida por la Constitución de 1791 pero tuvo escasa duración,
debido a la amenaza de guerra externa promovida por los regímenes absolutistas, que se aliaron
contra Francia teniendo que se expandiera el ejemplo revolucionario.
Se sucedieron rápidamente una serie de hechos: la huida frustada del Rey Luis XVI hacia Bélgica,
suceso que creó una ruptura irreparable entre el rey y la nación, pues ésta sospechó que se había
unido al enemigo. El rey y su familia fueron conducidos prisioneros al Palacio de las Tullerías,
depuestos, juzgados, condenados, y finalmente ejecutados en enero de 1793. La pequeña
burguesía y los obreros, defraudados por la labor de la Constituyente se radicalizaron en Paris. Su
proyecto consistía en un sistema de soberanía directa, al estilo roussoniano. Dirigidos por
Robespierre, Marat y Dantón, líderes del Partido de la Montaña que representaba la revolución
democrática.
La República surgió como consecuencia de esta Segunda Revolución que derribó al trono. La
Convención fue la institución central desde 1792. Su 1ª acto de gobierno consistió en abolir la
Monarquía y organizar la República. En la Convención actuaron diferentes partidos que ocuparon
en forma sucesiva el poder ministerial.
El Partido Girondino fue el que tuvo mayoría en un primer momento, y por ello dirigió la política
revolucionaria. Surgió como partido de izquierda frente a la nobleza aún reaccionaria, pero luego
vio surgir otro grupo ubicado más hacia la izquierda. Terminó representando a la Burguesía
moderada.
En 1793 una Tercera Revolución intentó corregir los errores y frustraciones del gobierno girondino
y concretar principios de la democracia política y social. El Partido Jacobino llegó al poder con un
golpe contra los jefes Girondinos. Significó el triunfo del sector popular, de la clase media baja y el
proletariado, grupos que se sentían defraudados porque su vida seguía siendo tan dura, que no
podían apreciar el cambio significativo que la revolución había provocado.
Se dictó la Constitución de 1793, inspirada en principios roussonianos: sufragio general y directo,
cámara única, participación del pueblo en la aprobación de las leyes.
El Jacobinismo se fundaba teóricamente en Rousseau, quien en “El Contrato social” (1762)
desarrolló la teoría de la soberanía popular.
El Régimen Jacobino fue generando enemistades. En primer lugar la de los burgueses, que
temblaban por sí mismos y por sus bienes, dado el sistema de empréstito obligatorio y de impuesto
progresivo, que aparecía como guerra a los ricos. Cuando se estableció el tope de salarios - para
disponer de medios para la guerra contra las potencias absolutistas aliadas contra la revolución-,
ya el gobierno sufrió incluso la oposición de los trabajadores urbanos, hasta entonces su gran
sostén.
El Directorio fue la organización institucional surgida en 1794 de una Contrarrevolución: frente al
doble peligro de la derecha aristocrática y la izquierda democrática, se constituyó el Partido del
Centro con el aporte de los diversos sectores de la Burguesía -alta, mediana, incluso pequeña; y
así se restableció el régimen liberal-burgués.
La Constitución democrática del Año I fue reemplazada por la del Año III (1795), que denotaba
influencia burguesa, porque reservaba los derechos políticos a los contribuyentes; era de tipo
censitaria.
La Constitución del Año III instituía un régimen con división de poderes, y creaba como Ejecutivo al
Directorio. Este sistema funcionó entre 1795 y 1799, y en su transcurso se agudizó la crisis social
y se complicó la situación externa al ser vencida la flota francesa por la inglesa en Abukir.
El Consulado. Fue el régimen existente entre 1800 y 1804. Se dictó la Constitución del Año VIII,
que establecía como Ejecutivo a tres cónsules; pero de hecho significó la inauguración del poder
personal de Napoleón, que pasó de 1º cónsul a cónsul vitalicio, y finalmente a Emperador en 1804.
La Burguesía pues, dispuesta a consolidar su situación económica, ante los embates de las clases
bajas empobrecidas y el problema de la guerra externa, terminó instituyendo el Poder Personal.
Así, los excesos revolucionarios habían provocado una Contrarrevolución; y la guerra externa había
entronizado al Poder Militar.
El Imperio fue la etapa institucional que se inició en 1804 con la coronación de Napoleón como
Emperador. La República Francesa se transformó en Imperio Francés. Fue un gobierno autoritario,
porque aunque existían Cámaras, el emperador tenía todo el poder, sólo respetó los derechos
individuales,
Napoleón confirmó la distribución de tierras hecha por la revolución, y la continuó, lo cual hizo
posible la afirmación en Francia de los medianos propietarios, esto es, esa clase media campesina
que fue, en el siglo XIX, el puntal de la democracia. Profundizó la guerra contra la Europa
absolutista.
Consecuencias de la Revolución Francesa. Es considerada la más importante de todo un ciclo de
revoluciones que tuvo como protagonista a la Burguesía, y como finalidad la aniquilación del Antiguo
Régimen u Orden Absolutista. Su lema de Libertad, Igualdad, Fraternidad y su Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano fueron el punto de referencia de cientos de dirigentes
revolucionarios a lo largo de todo el siglo XIX.
Desató las fuerzas del progreso aunque desató también las fuerzas de la regresión.
A partir de las revoluciones de 1830 y 1848 el Orden Restaurado fue desmoronándose, hasta caer
totalmente a lo largo del siglo XIX.

D- La revolución económica: La revolución Industria


El término “revolución industrial” se usa para describir la serie de cambios económicos que
transformaron la sociedad europea en los siglos XVIII y XIX. No ocurrió súbitamente, sino que se
fue gestando lentamente, a partir de una serie de causas.
Se dio primero en Gran Bretaña, hacia el año 1760, y luego pasó a Francia (hacia 1830), Bélgica,
Holanda y finalmente Alemania (entre 1850 y 1870).
El cambio implicado por la revolución industrial fue la sustitución de la energía animal o humana,
por la energía motriz, y de la herramienta por la máquina. La nueva fuente de energía fue el vapor.
En los orígenes de la Revolución Industrial se señala a la política económica e imperialista británica,
además del desarrollo de las ciencias impulsado por la Ilustración, particularmente de la Física,
cuyas leyes fueron aplicadas a la producción. La Revolución Gloriosa (1688), que llevó al poder a
la Burguesía Mercantil e Inglaterra subordinó su política exterior a la conveniencia del comercio
ultramarino.
Esta política se concretó con la aplicación de una triple estrategia:
• Mantuvo el exclusivismo comercial en beneficio de los productos de la metrópoli y las
colonias.
• Intervino en guerras coloniales, con la finalidad de obtener el traspaso de colonias.
• Presionó sobre los regímenes monopólicos más débiles para obtener concesiones.
Las causas de la revolución industrial inglesa fueron de varias:
a) El aumento de la producción de materias primas
b)- El incremento de la demanda mundial de productos textiles

Consecuencias de la Revolución Industrial


Las consecuencias de la revolución industrial fueron significativas, porque el ámbito productivo
sufrió importantes transformaciones
. a) El campo debió adaptarse a las nuevas exigencias de demanda, tanto en cantidad como en
calidad. Se impusieron los cercados allí donde no los había, se modificaron los sembradíos, se puso
cuidado en la calidad y el cuidado de los rebaños. El campo fue explotado desde la perspectiva del
régimen capitalista, lo cual perjudicó a los arrendatarios y sobre todo a los jornaleros.
b) La producción secundaria cambió de carácter con el ingreso del maquinismo. La industria textil
de algodón constituyó la industria matriz. Algunas industrias crecieron luego a impulsos de la
industria del algodón, como la industria química y la construcción de máquinas. Otras, como la del
calzado y el vestido, quedaron atadas a los estilos tradicionales hasta la 2º revolución industrial, en
la 2º mitad del siglo XIX.
c) La producción del carbón y del hierro aumentó
d) Se produjo una revolución de los transportes, por la necesidad de acercar la materia prima, tanto
agropecuaria como minera, a la los centros de producción.
e) Ocurrió un proceso de urbanización, por las grandes migraciones del campo a la ciudad donde
se concentraron las fábricas industrializadas; pero la población siguió siendo mayoritariamente
campesina.
f) Cambió la organización social. Ocurrió el afianzamiento de la burguesía, tanto de los sectores
altos y medios, dueños del capital, como de los sectores medios y bajos puestos al servicio de los
capitalistas, como empleados y profesionales a sueldo. Empezó un interesante proceso de
movilidad social, propio de las sociedades de clases.
g) Se afirmó el sistema capitalista, dada el notable incremento de capital que la revolución industrial
implicó, al punto que algunos autores consideran que fue con la revolución industrial cuando nació
este sistema -en tanto para otros constituye la segunda fase.

Las organizaciones sociales se modificaron. Se eliminaron las trabas a la producción representadas


por los gremios. Las luchas sindicales por la sanción de leyes laborales, junto a las emprendidas
para democratizar los regímenes políticos, llenaron el siglo XIX.
h) La revolución industrial produjo también, pues, consecuencias políticas. A medida que se
privilegiaba el capital sobre el trabajo y, por tanto, aumentaba la explotación, empezaron a surgir
ideologías contestatarias.
Surgieron, como resultado, nuevas ideologías: las más radicales, que buscaban terminar con el
liberalismo desde la izquierda –anarquismo, socialismo marxista-, y desde la derecha –
nacionalismo-y otras unas moderadas, que sin romper con el liberalismo, proponían generalizar los
derechos que el liberalismo había asignado en forma despareja –la democracia liberal y la social
democracia.
i)Los efectos sobre las colonias hispanoamericanas fueron importante. Éstas podían satisfacer,
desde la perspectiva inglesa, un doble objetivo: proveían materia prima para su industria, en
particular el cuero, necesario para la fabricación de múltiples elementos, como camas, sillas,
recipientes; y podían ser un importante mercado de consumo.
Lograda la apertura parcial del monopolio español, resultó que la afluencia de bienes empezó a
exceder la demanda, por lo que los ingleses consideraron que el mayor obstáculo al comercio no
residía en las limitaciones del monopolio sino en la pobre capacidad consumidora de la región.

C- El Estado Liberal
La Doctrina Liberal
La Doctrina Liberal se desarrolló en Europa desde fines del siglo XVII y durante el XVIII, a partir de
la obra de Locke y de los Enciclopedistas Franceses, en particular de Montesquieu; no así de
Rousseau, que fue el teórico de la Democracia.
El Liberalismo propone un sistema social opuesto al Antiguo Régimen, que es el Sistema
Representativo.
Los principios generales de la Doctrina Liberal, que derivan del Contractualismo y la Ilustración,
fueron:
1.La concepción individualista de la sociedad. Su postulación supuso una mutación en la historia
del pensamiento político en dos cuestiones: la relación comunidad-individuo y la interpretación de
la construcción del bien común.
En consecuencia, ya no se consideran como bienes particulares sólo la casa y los bienes
materiales. Por el contrario se concibe que, para poder disfrutar de ellos y alcanzar la felicidad, el
orden, la paz y la justicia son, no sólo bienes comunes sino también parte de los bienes individuales,
pues sin ellos el disfrute de los bienes particulares no es posible: sin orden ni paz ni justicia, la
familia y la casa peligran, y la inseguridad consecuente impiden el bienestar y la felicidad.
Mientras algunos autores cuestionan al liberalismo por haber sido en exceso individualista, otros
muestran que, en su idea del bien común y de los límites morales, los primeros liberales buscaron
liberar al individuo de la excesiva coacción del Estado y de la Sociedad, pero intentando construir
un sistema donde hubiera cierto equilibrio entre lo individual y lo social.
2La doctrina de los derechos naturales. Es uno de los principios esenciales elaborado por la escuela
del derecho natural (o iusnaturalismo), de lo cual hacen derivar la idea de los derechos individuales,
originarios, inviolables e imprescriptibles.
La doctrina de los límites jurídicos al poder. La seguridad es considerada un bien inherente al
individuo, quien debe ser protegido contra la arbitrariedad, y particularmente contra el mayor peligro
al que había estado sometido, que era el abuso de autoridad.
Individualmente, será el procedimiento del habeas corpus lo que proteja la autonomía personal de
los peligros más directos: los arrestos y las penas arbitrarias
La doctrina del Estado liberal es la doctrina de los límites jurídicos al poder estatal. La idea liberal
es que el Estado debe ser limitado tanto en sus poderes como en sus funciones, de lo cual resultan
dos nociones: la de estado de derecho y la de estado mínimo. Desde luego no todo Estado de
derecho es necesariamente mínimo, pues los Estados social-demócratas contemporáneos son de
derecho pero no mínimos.
Son, en consecuencia, requisitos propios del Estado de Derecho de base liberal:

a)Un poder ejecutivo controlado por el Parlamento, el cual no tiene sólo funciones de legislación
sino también de control sobre el jefe de gobierno (presidente, primer ministro, canciller) y su
gabinete de ministros;
b) Un poder legislativo sobre cuyo funcionamiento ejerce la corte suprema el control de
constitucionalidad;
c) Un poder judicial independiente del poder político, aunque también engarzado por el sistema de
frenos y contrapesos con los otros poderes.
d) Un gobierno local, que frente al poder central tenga una relativa autonomía, la cual tiene grados
variables según la forma de estado establecida en el país, o sea, la distribución de competencias
existente entre el poder central y gobiernos del interior del país.
e) En el Estado Liberal el poder político debe estar integrado sólo por un sector de la población: los
nobles, que aunque conservan sus títulos carecen de los privilegios jurídicos de antaño, y los
burgueses.
f) Son funciones de ese poder político así constituido: el mantenimiento del orden, la protección de
la propiedad particular, el estímulo de la educación, las obras públicas y la economía en general,
orientando a la población en función del bien común; pero debe intervenir lo menos posible en sus
actividades en el marco de la sociedad civil, de modo de garantizar el máximo de libertad posible.
g) El principio de distinción entre lo público y lo privado. La doctrina liberal, establece la
diferenciación de dos esferas: la Sociedad política y la Sociedad civil. La sociedad política es de
incumbencia del Estado, que se ocupa del bien común público; pero no debe entrometerse en los
asuntos privados, que son propios de los particulares, o sea de la sociedad civil, aunque
naturalmente, hay toda una legislación que rigen las instituciones propias de este ámbito: familia,
empresas, gremios, escuelas, fundaciones.
h) El principio de la positivación de los derechos naturales. Los derechos connaturales al
iusnaturalismo, que debían ser positivizados para ser respetados por el Estado liberal, son
esencialmente: de libertad espiritual, de autonomía individual, de igualdad de derechos, de
propiedad.
i- El principio de prescindencia estatal relativa. Los liberales en un principio se erigieron contra el
estado absolutista y no contra el estado en general. En cuanto a lo económico, se opusieron al
exceso de reglamentarismo del estado absolutista porque frenaba el desarrollo de las potencias
individuales -de ahí el lema: laissez faire, laissez passer, o sea dejar hacer, dejar pasar; y
convinieron en que en general el Estado era mal empresario, y que debía dejar las actividades
económicas en manos de los particulares.

El Liberalismo Económico.
La teoría económica liberal -llamada también Liberalismo Económico o Economía Clásica o,
incluso, teoría del laissez faire-, se sustentó en las ideas de Adam Smith (1723-1790). Son sus
elementos fundamentales:
1) Individualismo económico: cualquier individuo tiene derecho a emplear en su provecho la
propiedad adquirida o heredada, en tanto no viole el derecho de los demás a hacer lo mismo, pues
la libertad de cada uno termina donde empieza la del otro.
2) Las funciones del estado deberán reducirse a lo necesario para garantizar la seguridad pública.
3) Obediencia a la ley natural. Hay leyes inmutables que inciden en el reino de la economía como
en otras esferas del universo; por ejemplo la ley de oferta y demanda, ley de disminución de
ganancias, de alquileres, etc.
4) Libertad de contratación: todo individuo debe estar en libertad de negociar el mejor contrato
que pueda lograr de otra persona. Ni las leyes ni los sindicatos deben trabar la libertad de
obreros y patronos a negociar entre ellos.
5) Libertad de competencia y de comercio. La competencia mantiene bajos los precios, elimina
los productos ineficaces y asegura la producción máxima de acuerdo a la demanda. No se
deben tolerar monopolios ni leyes que determinen precios en beneficio de empresarios
incompetentes.

El Constitucionalismo.
El Constitucionalismo occidental, inspirado por el pensamiento de Montesquieu y la Constitución de
Filadelfia (EEUU) de 1787, tiende al reconocimiento de los derechos inherentes a la persona
humana no solo en el Estado sino también frente al Estado. Surge para salvaguardar la libertad civil
y establecer los límites que el Estado no debe vulnerar. La fuerte impronta norteamericana la lleva
a postular la forma republicana de gobierno, el presidencialismo y el federalismo, pero la línea
europea es monarquista y parlamentaria.
Los derechos del hombre que proclama el Constitucionalismo se asientan en una visión humanista
que reivindica la dignidad inherente a toda persona humana y en una perspectiva iusnaturalista que
otorga sólido sustento a la incorporación de aquellos a los ordenamientos positivos.
El constitucionalismo, en la concepción liberal originaria –y la democrática liberal actual-, no debe
interpretarse como una mera distribución de funciones entre distintos poderes. Ello porque en los
hechos, como el pueblo elige el gobierno, en las diversas formas que tenga, lo cierto es que si el
pueblo elector opta en forma fuertemente mayoritaria por un partido, puede darse el tan temido
despotismo de las mayoría sobre la minoría y, eventualmente, el gobierno podría vulnerar la
constitución mediante las decisiones del ejecutivo o las leyes del legislativo.
La gran garantía que instala el constitucionalismo es la autoridad del poder judicial, quien ejerce el
control de constitucionalidad sobre las disposiciones y leyes del gobierno.

Monarquía Absoluta Ilustrada


Las ideas de Hobbes y de Grocio más las de los filósofos más conservadores del movimiento
ilustrado del siglo XVIII, sustentaron una forma de gobierno monárquico absolutista, pero con un
absolutismo diferente al de los dos siglos anteriores: el Absolutismo Ilustrado.
El Liberalismo y el Absolutismo Ilustrado, se aplicaron en una misma época, pero en países con
estructuras socio-económicas diferentes.
El Absolutismo Ilustrado, de base contractual y de tipo Desacralizado, fue un gran progreso en
relación al Absolutismo de Derecho Divino de los siglos precedentes (XVI y XVII); pero se aplicó en
las regiones marginales, donde no existían fuerzas sociales capaces de promover y dirigir por sí
mismas el esfuerzo de adaptación que el nuevo clima económico imponía.

Esta concepción tomó de Hobbes ciertas ideas, como la concepción negativa de la naturaleza
humana, lo cual justificaba la concesión de todo el poder al soberano; pero, a diferencia de Hobbes
y a semejanza de filósofos ilustrados conservadores como Voltaire, esta teoría reconoció algunos
derechos naturales de la población –vida, ciertas libertades, felicidad- ; y, en particular, los ligados
a la vida económica: propiedad y bienestar. Para ello, tuvieron en cuenta uno de los valores
centrales del movimiento ilustrado: el de eficiencia, aplicado tanto al gobierno como a la economía.
De ahí que los reyes adscriptos a esta forma de gobierno se esforzaron por instrumentar un sistema
burocrático centralizado y por lograr el desarrollo económico de sus estados.
El Liberalismo, en cambio, se aplicó tempranamente en países cuya realidad económicosocial
difería de aquellos otros donde se asentó el Absolutismo Ilustrado.
La Doctrina del Absolutismo Ilustrado
Es una doctrina política que se fundamenta teóricamente en la Ilustración, de la cual toma algunos
elementos, aquellos que no se contraponen al monopolio regio del poder. Propone como ideal de
gobierno una Monarquía Absoluta, pero como ese sistema es postulado con bases y características
diferentes al de los siglos XVI y XVII, se lo llama Absolutismo Ilustrado o Monarquía Ilustrada. El
término «despotismo» aplicado durante mucho tiempo a este régimen está cayendo en desuso,
porque no se corresponde con la significación actual del término, que implica que no hay estado de
derecho sino la primacía de la fuerza como fundamento del poder. Los principios que actúan como
nuevos fundamentos del poder son los siguientes:
1. El de Delegación Ordinaria de la Soberanía.
2.El de la Monarquía como Representación de la Comunidad Nacional.
3. El de Rey-Servidor de la Nación.
4. El de Desacralización de la Monarquía.
5- La Fisiocracia. Fue la Política Económica del Absolutismo Ilustrado, uno de cuyos teóricos más
representativos fue Quesnay. Existe un orden en la naturaleza, regida por leyes eternas. Los
fenómenos económicos, como todos los demás que se integran en ese orden, tienen sus propias
leyes establecidas por Dios, naturales y eternas por tanto.
El sector social esencial y que debe ser protegido es el de los propietarios rurales.
Debe además buscarse la creación de un fuerte mercado interno, para lo cual deben liberarse los
trabajadores de todo tipo de servidumbre feudal e implementarse salarios elevados, y liberarse el
comercio de trabas y derechos que encarecen los productos y lo limitan. La Fisiocracia sienta las
bases de lo que después será el liberalismo económico. Postula como derechos inalienables los de
propiedad y libertad y propicia el abandono por parte del estado de su política reglamentaria. Pero
aún propone cierta protección estatal a las actividades económicas consideradas nucleares.
Discípulo de Quesnay será Adam Smith (1723-1790) fundador del liberalismo económico.
Absolutismo Ilustrado en España. En España la aplicación de los principios del Absolutismo
Ilustrado estuvo a cargo de la Casa de Borbón, que asumió el poder a partir del Tratado de Utrecht
(1713) que puso fin a la Guerra de sucesión española iniciada a la muerte del último rey Habsburgo,
cuyos protagonistas fueron los dos pretendientes al trono español: los Borbones franceses y los
Habsburgo austriacos. En el plano de lo político los Borbones actuaron con el objetivo de
modernizar y eficientizar la administración, a los efectos de sacar a España de la situación de
postración en que se encontraba: el reino estaba en permanente déficit y el nivel de vida de su
población era el más bajo de Europa, aparte del hecho de que abundaban las quejas por la
corrupción y la inoperancia administrativa. Su accionar fue decisivo, porque la falta de desarrollo de
la Burguesía nacional le impedía a esta clase impulsar las reformas modernizadoras necesarias.
De ahí la diferencia observable entre los procesos de España y Portugal por un lado y los de Francia
e Inglaterra por el otro.
La obra borbónica tuvo una innegable influencia francesa, pero sería erróneo atribuir a ella la
exclusividad, porque ya se evidenciaron ciertas tendencias durante el siglo anterior. Las tendencias
reformistas en consecuencia, si bien quebraron el régimen implementado por los Reyes Católicos,
evidenciaron una perfecta solución de continuidad con la política de los últimos Austrias o
Habsburgo, además de enlazar con la obra de todos los Estados europeos de la época.
El plan de reformas de los Borbones era muy completo, porque abarcaba todos los planos de la
vida societal:

La Reacción anti-iluminista.

A- El Romanticismo
El Romanticismo es un movimiento con variantes significativas, según se trate de los planos artístico
o filosófico-político. En el ámbito del arte, la literatura y la música da impulso a construcciones
originales, ricas, cargadas de vida y de pasión, que conducen en cada país a una búsqueda de sus
raíces y a la valorización de los legados culturales tradicionales. Ello provoca una importante
movilización cultural en aquellos planos no científicos que habían sido desvalorizados por la
Ilustración, por el acento puesto por ésta en los aspectos.
El Romanticismo filosófico y político tiene una serie de características que lo particularizan y oponen
al Iluminismo:
a)- Irracionalismo o desconfianza
b)- Subjetivismo
c)- Relativismo gnoseológico
d)- Pesimismo antropológico.
e)- Sensibilidad social.
f)- Idealismo político
El pensamiento romántico –anti iluminista por tanto- tiene su cuna en Alemania y la Francia pos
napoleónica, y se difunde con fuerza en los países latinos de Europa y América a fines del XIX y
principios del XX.
B- EL TRADICIONALISMO
El Tradicionalismo se desarrolla con fuerza en el siglo XIX, y persiste en el XX, fundamentando
diversas posiciones políticas e ideologías. Se genera como reacción contra los cambios
introducidos por las revoluciones liberales –en particular por los excesos de la revolución
francesa- y la revolución industrial, que habían cambiado el orden tradicional, ese mundo
conocido caracterizado por el dominio de la monarquía, la aristocracia y el clero, socialmente
jerárquico y económicamente campesino.
El Conservadurismo Tradicionalista, en consecuencia, rechazó ante todo el concepto
iusnaturalista y burgués de igualdad.
Son características del conservadurismo tradicionalista, -además del pesimismo antropológico,
y generalmente del subjetivismo y el anti cientificismo-, las siguientes:
a)- El Anti modernismo
b)- El Asociacionismo
c)- El Autoritarismo
d)- El Medievalismo
e)- El Hispanismo
f)- Moralismo
g)- El Organicismo teórico.

C- La Restauración absolutista

El período 1815 - 1830 marcó en Europa el triunfo del conservadurismo sobre el liberalismo,
después que Napoleón Bonaparte, y por ende, la Revolución en Francia, fue derrotado por las
potencias absolutistas europeas. Este mismo fenómeno se dio en Argentina, aunque entre 1820 y
1853. La oposición central entre conservadores y liberales radicaba en el hecho de que los liberales
propiciaron una sociedad integrada por ciudadanos cada vez más independientes en los planos
moral y económico –el ideal de la antigüedad clásica-, emancipados y conceptuados como
racionales. Propiciaban pues una sociedad de tendencia uniclasista. Esas fuerzas liberales que
habían sido silenciadas en 1815 siguieron actuando y creciendo en número de miembros. El antiguo
régimen restaurado no pudo mantenerse, y a partir de 1830 y 1848, a través de estallidos
revolucionarios que asolaron el continente, los liberales fueron ocupando el poder, país por país, e
imponiendo sus ideas. Pero hacia mediados de la decimonónica centuria se produjo una escisión
entre los liberales: los que siguieron adheridos al progresismo fueron evolucionando hacia formas
democrático-liberales; los que abandonaron ese progresismo girando a la derecha, en cambio,
terminaron coincidiendo con algunos sectores conservadores. De ahí que la etapa siguiente
signifique el triunfo del Liberalismo Conservador

AMÉRICA
A) Formación del Estado Moderno Español: unificación
legislativa, económica, religiosa y política; la expansión
territorial, elaboración del Derecho Indiano.
Así, a comienzos del siglo XV la península se dividía en 4 reinos cristianos: Castilla, Aragón,
Navarra y Portugal.
El Estado Español fue unitario descentralizado. Era unitario porque el rey era la única institución
con poder de legislación; y era descentralizado, porque al legislar para cada región, el rey debía
tener en cuenta sus particularidades y su legislación precedente. Esta descentralización era un
derivado de la forma como se había constituido el estado. La España medieval no había sido
como Francia o Inglaterra un conglomerado de feudos, que reconocían un único rey, sino un
conglomerado de reinos independientes, que se fueron formando durante la Reconquista y
fusionándose paulatinamente, hasta integrarse, bajo Carlos I, en un estado.
Las Leyes Fundamentales del Reino constituyeron una supervivencia medieval, que respondía a
los principios de contrato y de costumbre, y que regulaba las relaciones de reyes y vasallos. De
allí que el régimen fuera políticamente centralizado: había un solo gobierno con poder de mando,
el rey, pero era administrativamente descentralizado, porque la legislación y el modo de
administrar cada región variaba según sus características particulares.

La expansión ultramarina. Títulos de dominación de tierras conquistas


Portugal, que ya había logrado expulsar a los musulmanes de su territorio en el siglo XIII, fue la
primera nación que llevó adelante las expediciones ultramarinas con la exploración de las costas
africanas. Fue avanzando hacia el sur, con el objetivo de llegar a la India (logrado en 1498),
instalando en las costas factorías o enclaves en los qué comerciaban con pueblos locales,
obteniendo principalmente oro, esclavos y especias.
España comenzó su expansión en 1492, tras la expulsión de los árabes de la península. Optan
por la Ruta de Occidente cruzando el Océano Atlántico llegando a tierras americanas. A diferencia
de lo que ocurrió con los portugueses en África, los españoles luego de un primer período de
exploración, establecieron colonias permanentes, dominando a los pueblos originarios e
integrando todas estas tierras bajo la Corona de Castilla.
La conquista de América empezó basándose en el derecho consuetudinario medieval, que
procedía del romano y el canónico anteriores, y que fue el que se usó también en la Reconquista:
si en ésta se ponía en juego una restauración del poder cristiano y del reino visigodo, aquella
venía a ser una continuación por cuanto a dicho reino habían pertenecido el norte de África, de
ahí la legitimidad de la conquista de Canarias por Castilla y las esporádicas argumentaciones
acerca del derecho hereditario castellano sobre el Nuevo Mundo, sólo un paso más allá. La
Donación de las tierras descubiertas que solicitan al Papa Alejandro VI en virtud de su condición
de príncipes cristianos, se resolvió en las llamadas Bulas Alejandrinas, de 1493. Las bulas
papales se basaban en la idea de la autoridad de la Santa Sede sobre la societas christiana (el
mundo cristiano) La naturaleza religiosa de la justificación de ese dominio, sustentada en la
necesidad de evangelización, también implicó el control de los reyes sobre la Iglesia, a través del
Patronato regio.
Instituciones de gobierno de la América española Las Indias quedaron vinculadas al reino de
Castilla, en la persona de su monarca, como bienes hereditarios y de realengo.
Administrativamente, esta vinculación producía una profunda perturbación en los órganos de
gobierno, de modo especial en el Consejo de Castilla, del que dependía. A medida que los
nuevos territorios fueron aumentando su extensión, la riqueza monetaria que aportaban y la
importancia de las poblaciones autóctonas, se necesitó crear órganos administrativos específicos
para su gobierno. Después de la figura soberana del rey, desde España atendieron los asuntos
americanos el Real y Supremo Consejo de Indias y la Casa de Contratación. Durante los primeros
años, como ya ocurriera con las Canarias y más tarde con el reino de Granada, las Indias
dependieron del Consejo de Castilla.
En resumen, la Casa de Contratación revisaba todos los asuntos comerciales del Nuevo Mundo y
controlaba la circulación de personas hacia él.
En territorio americano, por otra parte, se conformaron diferentes instituciones de gobierno,
algunas colegiadas otras unipersonales. Al terminar su mandato, cada alto funcionario residente
en América era sometido al juicio de residencia, en el que se juzgaba su desempeño en el
gobierno. Podían ser sancionados con multas e inhabilitaciones o multas. La Corona también
disponía de las Visitas, inspecciones que se realizaban ante la sospecha de corrupción o exceso
de poder en un funcionario.
Las posesiones americanas fueron divididas administrativa-territorialmente en jurisdicciones con
rasgos propios:
– Los virreinatos eran las circunscripciones de rango superior. Existieron dos durante el gobierno
de la casa Austria: el de Nueva España (1535), con capital en México, y el de Perú (1544), con
capital en Lima. Su límite estaba en Panamá. Los virreyes eran los representantes de los
monarcas en esos territorios y tenían amplios poderes.
– Las gobernaciones y capitanías generales eran provincias regidas por un gobernador o capitán
general, subordinados a los virreyes. Las capitanías se encontraban donde la presencia militar era
necesaria.
– Los corregimientos eran similares a las gobernaciones pero de menores dimensiones. Estaban
a cargo de un corregidor.
En cuanto a las instituciones de gobierno dentro de estas jurisdicciones: Cabildo: unidad
administrativa básica eran los cabildos o ayuntamientos de las ciudades y su organización era
similar a la de los municipios castellanos.
El Cabildo abierto era una modalidad de funcionamiento del Cabildo, que consistía en admitir en
sus reuniones a los principales vecinos, cuando se trataban asuntos que se consideraban de
especial importancia; por lo que se permitía que en tales ocasiones cualquiera pudiera expresar
su opinión y participar en el debate.
Real Audiencia: La corona española designó a la Real Audiencia como el principal tribunal de
justicia civil y criminal en América. Su objetivo era velar por el cumplimiento y la interpretación de
las leyes, En este sentido, fiscalizaba la labor ejercida por los gobernadores.
Los fallos de la Real Audiencia eran casi inapelables. La mayoría de los procesos era finiquitada
en esta instancia; sólo los de mayor importancia y controversia eran presentados ante el Consejo
de Indias.
Virrey: Los virreinatos como división territorial fueron creados creada por Carlos I en 1542. Su
máxima autoridad fue el virrey, representante más directo del rey, más alto funcionario en
América. Sus atribuciones eran amplias: como gobernador administraba el virreinato, como
capitán general dirigía el ejército y la escuadra y presidía la Real Audiencia. Le estaba
encomendado desde España y de manera especial el velar por la protección de los indígenas.
Gobernadores: Estaban a cargo de las gobernaciones, divisiones territoriales administrativas de
menor extensión que el virreinato. Poseía las mismas atribuciones del virrey, aunque dependía de
éste en ciertos aspectos. Su periodo al mando de la gobernación duraba 3 años, pero si venía
directamente desde España podía ejercer el cargo durante 5 años. A pesar de que el gobernador
estaba bajo el virrey, podía entenderse directamente con el monarca, si lo encontraba necesario.
El gobernador era también capitán general ya que dirigía a las fuerzas militares y era presidente
de la Real Audiencia, la cual le servía de Consejo de Gobierno. Consulado: Tribunal comercial
que se encargaban de impulsar la actividad económica.

B-Las reformas Ilustradas Borbónicas en España y América


La historia de la monarquía española ha estado protagonizada, en gran medida, por dos
Dinastías: la Casa de Austria o Habsburgo, gobernando desde 1516, y la Casa Borbón desde
1700. La rama española de la Casa de Borbón, de origen francés, se inicia con la llegada al trono
de España de Felipe, duque de Anjou, proclamado en 1700 rey de España con el nombre de
Felipe V. Muerto el último rey Austria y sin dejar descendencia, la nueva dinastía introducirá en
España y América los vientos de la Modernidad con una mentalidad Ilustrada.
Las reformas implementadas por la nueva dinastía contuvieron ideas de la Ilustración, que
llegaron a España de forma tardía e incidieron sólo en una minoría de la población. De hecho, los
ilustrados españoles por excelencia fueron especialmente los ministros que confiaban en la
monarquía absolutista para que llevase a cabo las reformas necesarias para modernizar el país.
Así se impuso un absolutismo o despotismo ilustrado que se profundizó con reyes como
Fernando VI (1746-1759) y Carlos III (1759-1788) para la segunda mitad del siglo XVIII.
En el plano económico, uno de los objetivos centrales que se plantearon los Borbones fue la
modernización económica de España. Influidos por ciertos aspectos del mercantilismo, buscaron
incrementar la riqueza del país a través de la protección de las manufacturas, así como del
desarrollo de una fuerte Marina mercante y de guerra que permitiera ampliar el intercambio de
España con sus territorios americanos.
En la segunda parte del siglo XVIII la Corona llevó a cabo una reestructuración de los órganos de
administración y de gobierno en América.
Se crearon los nuevos virreinatos de Nueva Granada y del Río de La Plata, se retomó la práctica
de las visitas, con notables resultados en el aumento de tributos e irregularidades denunciadas; y
se combatió la muy extendida venta de cargos, que había llevado al control por la élite criolla de
las grandes audiencias indianas. Por la enorme extensión del distrito jurisdiccional de cada uno de
estos dos virreinatos existentes y para lograr la mejor represión del comercio ilícito, se produce
nueva fragmentación de las Indias Occidentales y se establecen dos nuevos Virreinatos: Nuevo
Reino ele Granada (1719), cuyo distrito jurisdiccional comprendía a Venezuela y Panamá; y el del
Río de la Plata (1776) que comprendía a Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Santa Cruz de la
Sierra y Potosí.
La mayor innovación fue la creación de las intendencias. Este régimen sustituyó a la división en
reinos, con cierto grado de autonomía, tanto en la península como en las colonias. Con el régimen
de intendencias o de regiones, los Borbones buscaron acabar con fueros y privilegios,
instaurando una uniformidad legislativa, acabar con la descentralización administrativa
imponiendo la centralización que afirmaría el poder real. En América, la creación de las
intendencias, sustituyendo al régimen de reinos en 1782, creó unidades administrativas en las
que se dividieron los virreinatos, significó el intento de establecer una alta burocracia colonial
formada y elegida desde la metrópoli. Los intendentes, en su mayoría de origen peninsular,
concentraban gran poder, ya que tenían a su cargo cuestiones administrativas, financieras y
Militares anteriormente distribuidas entre varios funcionarios.
En lo económico, desde el siglo XVI, el sistema comercial entre los territorios americanos y la
península Ibérica se había organizado a partir del monopolio de una ciudad- puerto (primero,
Sevilla, luego Cádiz, ambas en el sur de España), que era la única autorizada a comerciar con
América.
Para reformar este sistema, en 1778 los Borbones establecieron el Reglamento para el Comercio
Libre de España a Indias. Este reglamento no eliminó la prohibición de comercio entre América y
otras potencias europeas, sino que flexibilizó e comercio entre la metrópoli y las colonias,
eliminando el monopolio de la ciudad de Cádiz y autorizando a nuevos puertos en América para el
comercio directo con España, entre ellos, el de Buenos Aires y el de Montevideo.
Elaboración del Derecho Indiano
En sentido estricto, el Derecho Indiano ha sido definido como el conjunto de disposiciones
legislativas (pragmáticas, ordenanzas, reales cédulas, provisiones, instrucciones, capítulos de
carta, autos acordados, capitulaciones, decretos, reglamentos, y todo tipo de mandamientos de
gobernación) que promulgaron los monarcas españoles o sus autoridades delegadas, tanto en
España como en América, para ser aplicadas, con carácter general o particular, en todos los
territorios de las Indias Occidentales. Los que así definen al derecho indiano se basan en un
criterio legislativo. Esto es, atienden al órgano que expidió la disposición, así como a la
especialidad de la norma, dejando de lado otros estatutos jurídicos que, en gran medida, se
aplicaron también en Ultramar. En sentido amplio, se entiende por Derecho Indiano al sistema
jurídico que estuvo vigente en América durante los tres siglos de la denominación española.
Abarca, no sólo las disposiciones dictadas para las Indias desde la Metrópoli y las promulgadas
en los territorios americanos por las autoridades delegadas, sino también las normas del derecho
castellano que se aplicaron como supletorias y las costumbres indígenas que se incorporaron o
se mandaron guardar por la propia legislación indiana.
Quienes así lo definen, atienden a un criterio de aplicación normativa. Pueden desgajarse cuatro
ramas perfectamente definidas del Derecho Indiano:
1. El Derecho indiano metropolitano o peninsular, que nació en la Metrópoli promulgado por el
Rey, el Real y Supremo Consejo de Indias y la Casa de Contratación de Sevilla.
2. El Derecho Indiano criollo, que emanó de las autoridades delegadas en América: el Virrey, las
Audiencias y los Cabildos.
3. El Derecho castellano, contenido en las Siete Partidas, las Leyes de Toro y la Nueva
Recopilación de Felipe II.
4. Las costumbres jurídicas indígenas no violatorias de la ley indiana, o de lo establecido por la
Iglesia Católica.
Tres períodos podemos reconocer en la elaboración del Derecho Indiano:
A-una primera etapa de formación que abarca desde las Capitulaciones de Santa Fe hasta las
reformas de Juan de Ovando (1492-1571). La Corona Española se planteó el ordenamiento
temporal y espiritual de la vida indiana.
B-Una segunda etapa de consolidación que se extiende desde las reformas ovandinas hasta la
promulgación de la Recopilación de las Leyes de los Reinos de las Indias (1571-1680). El
periodo de consolidación del Derecho Indiano se inició en la última mitad del siglo XVI, durante el
reinado de Felipe II. Este rey, consciente del mal gobierno que imperaba en los territorios
indianos, encargó a Juan de Ovando que se ocupara de los asuntos del Nuevo Mundo. Ovando
inició su trabajo como visitador del Consejo de Indias en 1566 y, cinco años después, fue
nombrado presidente del mismo.
C-Una tercera etapa de reformismo borbónico que se produjo a todo lo largo del siglo XVIII y en
los inicios del siglo XIX. Por último, en el periodo de las reformas borbónicas, se operaron
importantes cambios. Derivadas de estas nuevas concepciones se produjeron reformas
profundas en el campo del derecho que afectaron los órdenes político, económico y
administrativo. Fue un esfuerzo por racionalizar la administración y el gobierno. los Borbones
intentaron promulgar un nuevo Código. No pudieron lograrlo. La independencia de las provincias
lo impidió. Así, el Derecho Indiano, estatuto jurídico que naciera con las Capitulaciones de Santa
Fe en las postrimerías del siglo XIX, hace crisis y muere en los albores del siglo XIX, por obra de
las revoluciones de independencia y también de las nuevas tendencias jurídicas resultantes del
liberalismo.

D- LA REVOLUCIÓN DE MAYO DE 1810 EN EL VIRREINATO DEL RÍO DE


LA PLATA: LOS CAMBIOS INSTITUCIONALES POLÍTICOS Y
JURÍDICOS ENTRE 1810 – 1853
Antecedentes revolucionarios. Colorario de las coaliciones contra la Francia revolucionaria fue el
tenaz enfrentamiento entre el imperialismo inglés y francés. El emperador Napoleón Bonaparte,
decidido a derrotar a Inglaterra no sólo en el plano militar sino también en lo económico, decreta
un bloqueo continental ordenando cerrar los puertos europeos al comercio inglés. Esta situación
dará inicio a dos procesos con repercusión posterior en el río de la plata: a) la necesidad de
preservar sus rutas y operaciones comerciales con la India llevó a la flota mercante inglesa a
enfilar hacia el S de África donde tomó posesión de la colonia holandesa de El Cabo. El paso
siguiente fue la ocupación del Río de la Plata en 1806. Aunque la presencia de la flota mercante
inglesa ilusionó a buena parte de la población rioplatense con la libertad de comercio negada por
España, la exigencia de reconocimiento y obediencia al rey inglés junto a la inacción de las
autoridades españolas para organizar la defensa de la ciudad de Buenos Aires, desataron una
serie de hechos que no sólo pondrían fin a las pretensiones imperialistas inglesas sino que
marcarían el inicio de la decadencia del orden colonial. Batallones de vecinos, pero también de
pardos y mulatos, defendieron la ciudad evidenciando la militarización de la sociedad y el
traspaso del poder militar de los españoles a los criollos. La decisión del cabildo de Buenos Aires
de deponer al virrey y traspasar sus funciones al militar Santiago de Liniers, organizador de las
fuerzas de reconquista, demostró que las ideas sobre soberanía popular circulantes en Europa
eran bien conocidas en estas tierras, evidenció la falta de prestigio del régimen español,
profundizó un sentimiento de nacionalidad criolla, puso en escena un nuevo grupo social con
intenciones de protagonismo político (comerciantes, profesionales y militares) y consolidó las
críticas al régimen económico y político virreinal b) por otra parte, la negativa de Portugal a
sumarse al bloqueo continental impulsó a las tropas francesas a ocupar territorio lusitano. La
autorización concedida por el rey Carlos IV de España para el paso de las tropas de ocupación
bonapartistas derivó en una severa crítica a la
Monarquía y en la ocupación francesa del territorio español. En marzo de 1808 el pueblo español
se sublevó pidiendo la abdicación del rey Carlos y el ascenso de su hijo el príncipe Fernando. La
crisis dinástica se profundizó y Bonaparte de presentó como mediador, aunque sus intenciones
eran distintas.
Las noticias de la acefalía monárquica española llegaron pronto a las colonias americanas. En el
virreinato del Río de la Plata, el desprestigio del régimen español desde los intentos de ocupación
inglesa, se vio agravado por el salir a la luz las simpatías que las ideas ilustradas habían
generado entre criollos y españoles en estas tierras. El influjo del liberalismo de origen inglés y
francés se hacía notar en la adhesión a las teorías del pacto social, del reconocimiento de
derechos naturales y del pedido de limitación del poder real.
Pero también confluyeron en el inicio del proceso revolucionario teorías políticas de raigambre
hispana:
Los jesuitas Suarez y Vitoria habían sido los representantes españoles de esta postura. Sostenían
que el poder así concedido al gobernante podía ser revocado y revertido en la comunidad en caso
de extinción de la dinastía gobernante o en caso de perversión de los fines del poder
convirtiéndose el gobernante en tirano.
La Ilustración española, que a diferencia de la francesa, conservó su identidad religiosa y buscó
alentar al progreso al estado español, de cuyo atraso culpó a la dinastía Habsburgo pero también
a las reticencias de los Borbones de evolucionar hacia formas más limitadas y modernas de
monarquía, particularmente el modelo constitucional.
El proceso revolucionario rioplatense. Frente a los pedidos de prudencia y obediencia al orden
colonial por parte del Virrey, vecinos representativos de nuevos ideales conformaron el grupo
independentista: Saavedra, jefe de la milicia criolla y destacado comerciante; Belgrano, secretario
del Consulado y admirador de las ideas liberales, Moreno, reconocido abogado estudioso de la
democracia predicada por Rousseau .Desde este sector se solicitó al virrey la convocatoria a un
Cabildo Abierto, con la participación de los vecinos de la ciudad para discutir el tema de la
caducidad del orden español en la península pero también en América en virtud de la teoría de la
soberanía popular.
Los debates en el interior al Cabildo reunido el día 22 de mayo de 1810 dieron cuenta de las
múltiples influencias ideológicas que se entrecruzaron en este proceso:
a) De las filas españolas representantes como el mismo obispo y los miembros del cabildo
pusieron en evidencia las tesis hispano-coloniales de obediencia a la autoridad real y sus
representantes y de sujeción de las colonias americanas al reino de España.
b) Las tesis independentistas fueron expuestas por vecinos destacados como los abogados
Castelli y Paso. Castelli basándose en el Derecho Indiano recordó que las tierras americanas no
eran colonias sino reinos en igualdad de condiciones que el peninsular, y atados por ende al
monarca no a la nación española.
El día 25 de mayo una Junta de Gobierno reemplazó al virrey. Juró fidelidad al cautivo rey
Fernando y prometió resguardar sus territorios del avance imperialista francés. La teoría del pacto
se llevaba a la práctica sin mencionarse intenciones de independencia. Si las hubo, no se dieron a
conocer en estos primeros cambios en el orden colonial. Pero muy pronto afloraron. Sobre todo
se evidenciaron desde los mismos inicios de la
Actividad de la Primera Junta de gobierno miradas diferentes respecto a tres cuestiones:
a) La relación Buenos Aires – interior en el manejo y concentración del poder de gobierno
b) La relación Río de la Plata – España especialmente después de 1814 cuando Fernando
recupera la libertad y el trono al ser derrotado Napoleón por la coalición de potencias absolutistas
c) El modelo de estado a establecer, llegado el momento de la emancipación.

Los cambios institucionales revolucionarios. Serán estas cuestiones no resueltas las que
movilizarán los cambios institucionales a partir de 1810. Los órganos de poder que se irán
sucediendo fueron:
a) La Primera Junta, surgida el día 25 de mayo y que hasta finales de ese año asumió las
funciones ejecutivas y legislativas antes en manos del virrey. La Audiencia continuó
representando las funciones judiciales
b) La Junta Grande, que hasta septiembre de 1811 reunió a los miembros de la Primera Junta y a
los diputados enviados por las provincias. Por ello se la considera el primer órgano de gobierno
nacional.
c) Primer y Segundo Triunvirato. Desde octubre de 1811 la propia Junta Grande decidió dividir las
funciones legislativas y ejecutivas. La numerosa asamblea, las posturas encontradas, la falta de
definición de los objetivos a largo plazo del proceso revolucionario iniciado, además de reveses
para las delegaciones militares enviadas a las regiones más reacias del virreinato para que se
sumaran a la revolución (Alto Perú, Paraguay, Banda Oriental) pusieron en evidencia la necesidad
de dividir funciones de gobierno. Así se creó este Ejecutivo de tres miembros. Los intereses del
sector mercantilista así como de los defensores de ideas liberales fueron encausando el proceso
revolucionario hacia ideales independentistas, con lo que se concretó la convocatoria a una
Asamblea General Constituyente para inicios de 1813.
La Asamblea del año XIII se declaró soberana, desarrollo una amplia tarea de reorganización
administrativa-jurisdiccional y dejó una importante obra legislativa: reconoció nuevos símbolos
patrios para el Río de la Plata, declaró la “libertad de vientres”, proscribió el trabajo servil
indígena, declaró caducos los títulos de nobleza, suprimió el Tribunal de la Inquisición y
desconoció toda autoridad religiosa fuera del territorio virreinal. Trató cuatro proyectos
constitucionales pero sin llegar a expedirse en este tema.
d) Directorio. Fue el nuevo Ejecutivo creado por la Asamblea de 1813 y que reemplazó al
Triunvirato. Fue la última institución de gobierno de carácter nacional y tuvo vigencia hasta 1820.
Estuvo marcado por los reveses militares en regiones opuestas al centralismo porteño que se
evidenciaba en sus medidas (la Banda Oriental y las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa
Fe no acataron ni la autoridad de la Asamblea ni la del Director, identificándose en particular las
provincias con un modelo federal para enfrentar al centralismo porteño). Este contexto decidió al
Ejecutivo a convocar a un Congreso General Constituyente a reunirse en Tucumán. El 9 de julio
de 1816 fue declara la independencia de España y de toda otra autoridad extranjera. Sin embargo
no hubo consenso en la forma de organización del nuevo estado, y cuando en 1819 ello se
concretó en la sanción de la Constitución Nacional estableciendo la forma
Republicana basada en la unidad de régimen, los disensos estallaron: mientras provincias del
norte y oeste la acataron, los caudillos de las provincias del litoral la desconocieron y marcharon
contra el Director derrotándolo en febrero de 1820. La batalla de Cepeda desarticuló el Estado
nacional y puso fin al Ejecutivo Nacional. Desde ese momento las autonomías provinciales
prevalecerían y se relacionarían sólo en la intención de concretar un estado, por medio de pactos
y acuerdos de cooperación
Quiebre de la unidad nacional. 1820 representó el inicio de un ciclo de constitucionalismo
provinciano, que evidenció el peso de las ideas liberales al instituirse la división del poder y el
reconocimiento de derechos.
Incias, particularmente entre el elemento rural, admirador del caudillo y el orden por éste
establecido, frente a las pretensiones de centralización del poder desde Buenos Aires. Era un
federalismo más intuitivo que doctrinario, puesto que se fundaba más en la resistencia a la
dependencia porteña que en el conocimiento de la doctrina federal ensayada en las ya libres
colonias norteamericanas. Era en cambio la burguesía urbana la que defendía la doctrina unitaria.
En especial la de portuaria de Buenos Aires y las provincias del Litoral. Desde 1820 se cruzaron
intereses de estos dos sectores: los burgueses urbanos se mostraron como liberales en lo
económico, librecambistas opuestos al proteccionismo conservador del interior. Pero en el interior
del ex virreinato, pero también en las zonas rurales de todas las provincias, la adhesión al caudillo
que brindaba orden y seguridad fue reforzando la adhesión a una mentalidad autoritaria y
conservadora.
Un Congreso reunido en Buenos Aires entre 1824 y 1827 tuvo por objeto limar las asperezas
entre el interior y el puerto y avanzar hacia la constitución de un Estado Nacional bajo el régimen
federal. En 1825 dictó la Ley Fundamental que regiría la vida institucional nacional hasta la
sanción de la constitución. Estableció que cada provincia se regiría por su propio gobierno y
sistema legal, que el gobernador de Bs As continuaría llevando la figura de gestor internacional.
La etapa rosista. Juan Manuel de Rosas gobernó la provincia de Bs As entre 1829/32 y 1835/52.
Fue además el Encargado de las Relaciones exteriores de la Confederación rioplatense.
Representante de la tendencia federal, ideológicamente hablando constituyó en cambio, un
tradicionalismo nacionalista y populista.
Las propuestas de la “Generación del 37” no lograron el apoyo de Rosas, pero se plasmarían
posteriormente en la Constitución nacional de 1853 La oposición de los caudillos provinciales
federales, encabezados por Urquiza, gobernador de Entre Ríos, finalmente enfrentó y derrotó a
Rosas en febrero de 1852
La organización nacional. La derrota de Rosas en Caseros en 1852 implicó dos procesos. A nivel
Confederación, Urquiza convocó a los gobernadores a sentar las bases de la organización
nacional. Las reuniones en Palermo y luego en San Nicolás sirvieron a los gobernadores para
ratificar la aspiración a la unidad nacional.
El convocado Congreso constituyente se reunió desde noviembre de 1852 en Santa Fe. Los
diputados trabajaron bajo la influencia de las constituciones de 1819 y 1826, también de las
constituciones norteamericana y chilena, y especialmente del libro de Juan Bautista Alberdi
“Bases y puntos de partida para la organización nacional”. Su obra definitiva fue la Constitución
sancionada en 1853 estableciendo un sistema representativo, republicano y federal. Jurada por
las provincias, con excepción de Bs As
que no había aceptado la igual representación de diputados provinciales, y se había separado de
la Confederación antes de su sanción, la Constitución nacional entró en vigencia llamando a
elecciones nacionales en 1854, siendo elegida la fórmula Urquiza – Salvador Del Carril para los
próximos seis años. La sede del Ejecutivo nacional fue la ciudad de Paraná, en Santa Fe.
El Pacto de San José de Flores o de Unión Nacional, de octubre de 1859 puso fin a las
hostilidades con el triunfo del ejército confederal. Reconoció a Bs As el derecho a convocar a una
Convención provincial que analizaría la Constitución de 1853, y aseguró a todos los ciudadanos
su vida y bienes, prohibiendo persecuciones por opiniones políticas.
La Convención provincial, respetó la esencia de la Constitución, su estructura y fines declarados.
Las enmiendas, en cuya elaboración se destacaron hombres como Bartolomé Mitre y Domingo
Sarmiento, hicieron hincapié en profundizar las bases federales y propusieron el nombre de
Provincias Unidas del Río de la Plata para la nueva unidad estatal uniendo la Confederación y Bs
As.
La Enmienda de 1860 por poco tiempo aseguró la buena relación entre las dos fuerzas
jurisdiccionales. La negativa de Bs As a utilizar la ley electoral nacional para elegir diputados y
senadores agrietó las relaciones, tensas desde el principio.
La batalla de Pavón en septiembre de 1861 volvió a enfrentar al ejército de Bs As dirigido por su
gobernador Bartolomé Mitre, con el ejército nacional, dirigido por Urquiza, según decisión del
nuevo presidente Santiago Derqui. El triunfo de Mitre estuvo en parte logrado por la retirada de
Urquiza y sus tropas, convencido de que la Confederación sin Bs As, tenía una vida económica
limitada y sin futuro. Conllevó la renuncia de Derqui, la unión de Bs As y la Confederación y el
llamado a elecciones nacionales, siendo designado Mitre como primer presidente constitucional
en 1862.

D) El Estado Argentino Liberal (1862 – 1880)

A- La organización del estado nacional


Presidencias históricas es una denominación que suele utilizarse en la historiografía argentina
para referirse a tres presidencias sucesivas constitucionales: Bartolomé Mitre - Marcos Paz (1862-
1868), Domingo Faustino Sarmiento – Adolfo Alsina (1868-1874) y Nicolás Avellaneda – Mariano
Acosta (1874-1880), que abarcaron el período durante el cual se terminó de consolidar la
Organización Nacional ya que se establecieron las bases para la organización del Estado y la
sociedad. Son conocidos también como presidentes fundadores puesto que les correspondió
sentar las bases del orden político, elemento necesario para forjar una sociedad dinámica y una
economía pujante. Contribuyeron a un proyecto común que las identificaba, organizando y
modelando el modo de vida argentino y las instituciones que conformaron los tres poderes del
estado.
La gestión de Mitre retomaría los objetivos de Urquiza para consolidar los poderes del Estado y
lograr su administración de forma centralizada.
El inicio de la ardua tarea de organización institucional se apoyó en la estructura política e
institucional existente en Buenos Aires. A los ya existentes partidos Federal y Liberal, se suma la
división de éste último en el Partido Nacionalista o Mitrista (Partido Liberal), que aspiraba a una
organización nacional sobre la autonomía de las provincias y el Partido Autonomista o Alsinista
que buscaban una estructura sostenida por Buenos Aires. Después de 1874, los mencionados
partidos se unieron para dar lugar al surgimiento del Partido Autonomista Nacional (P.A.N), que
se fue consolidando y definiendo su programa de acción en lo que se conoció como la
Generación del ’80. Por otro lado, en el interior del país prevalecía la conformación de grupos
económicos y políticos que luego apoyarán a la Liga de Gobernadores. Esta fuerza política será
fundamental para la llegada y el sostén de Roca al poder en 1880. Las presidencias liberales o
fundadoras (1862-80 debieron poner en marcha la estructura de gobierno nacional y para ello
recurrieron a una serie de acciones:
1) La Afirmación de los poderes del Estado Nacional: la instalación de los poderes del estado
supuso: a) La organización del Poder Judicial, formado por la Corte Suprema y los juzgados
federales de todas las provincias. Con la organización independiente de este poder, también se
garantizaba el ejercicio de los derechos individuales de acuerdo a los principios del
constitucionalismo liberal. b) El fortalecimiento del Poder Ejecutivo Nacional, con prerrogativas
como las intervenciones federales. c) La organización del Poder Legislativo, inicialmente de
manera provisoria con 50 bancas en la Cámara de Diputados hasta que se realizó el primer censo
nacional en 1868.
2) La creación de un Ejército Nacional, formado a partir de la Guardia Nacional de Buenos Aires y
de las milicias provinciales.
3) La creación del Banco Nacional
4) La definición de la capital.
5) La sanción de leyes de alcance nacional. Se concretó a través de la sanción de la Ley Electoral
de 1863 por la cual las Juntas Calificadoras de las provincias creaban un Registro Cívico con los
ciudadanos que se anotaban para participar de las elecciones. La redacción y puesta en vigencia
de los Códigos de Comercio y Civil.
6) En el plano educativo, extender y popularizar la educación era prioritario tanto para extender la
conciencia ciudadana como para movilizar la política económica. Por ello los objetivos
compartidos por estos presidentes fueron: a) educar al soberano contra la tiranía; b) educar para
crear conciencia nacional sobre la regional; c) educar a las mujeres para transformar los hogares
en centros de educación para la libertad y la democracia; d) educar al gaucho para integrarlo al
estado moderno.
7) El otro pilar del proyecto de las presidencias liberales fue la modernización económica ya que
en el período de 1862-1880 se sentaron las bases del gran desarrollo económico que
caracterizaría a la Argentina de la década de 1880. La política comercial establecida fue
librecambista, es decir que las tasas aduaneras fueron bajas. Esto fue variando hasta llegar a la
ley de Avellaneda a un moderado proteccionismo. Argentina se insertó dentro del segundo grupo,
en calidad de país agro-exportador.
El país concentró su actividad económica en la región pampeana con eje en la ciudad-puerto de
Buenos Aires, con el fin de producir carnes (ovinas y vacunas), cuero, lana y granos (trigo, maíz y
lino), principalmente para el mercado británico, a cambio de importar manufacturas industriales.
Este modelo agroexportador fue impulsado y sostenido principalmente por los latifundistas
bonaerenses, organizados en la Sociedad Rural Argentina, fundada en 1868. Los estancieros
lograron bloquear el proyecto de ley de tierras del presidente Sarmiento que pretendía entregar
tierras a los inmigrantes con el fin de establecer un sistema de colonias chacareras trabajadas por
sus propietarios. La Ley de tierras Nº 817 de Nicolás Avellaneda canceló ese proyecto y consagró
el dominio de la estancia.
La expansión de la frontera agropecuaria hacia la Patagonia en busca de las tierras que
aportarían cultivos al modelo económico, supuso el enfrentamiento con los pueblos indígenas que
habitaban esas tierras y la necesidad de mostrar presencia militar nacional por el avance
expansivo de Chile. Por otro lado, en varias provincias, los federales se levantaron en armas para
impugnar el centralismo estatal, y en general fueron sofocados por el Ejército de línea y guardias
nacionales de provincias que respondían al mandato oficial.
En resumen, en el umbral de la década de 1880, la definición de una fórmula capaz de pacificar la
competencia por el poder y acotar las tendencias centrífugas de la lucha política era una
asignatura pendiente. La construcción de un sólido orden político fue percibida como un factor
imprescindible para volver realidad las promesas del progreso y en ello se empeñaron los
miembros de la élite gobernante a partir de 1880. La preocupación por el orden ayuda a
comprender por qué en esos años la idea de progreso se asoció más con la construcción de un
Estado fuerte y la afirmación del principio de autoridad que con la expansión de la libertad. Este
sesgo conservador le imprimió a la vida pública la marca elitista que fue tan distintiva de ese
tiempo.
B- La República liberal-conservadora
El liberal conservadurismo argentino, ejemplificado en pensadores como Sarmiento y Alberdi, es
una ideología que no abreva en la tradición liberal más amplia, sino apenas en dos de sus
vertientes: los doctrinarios franceses y el liberalismo escocés. Se trata, entonces, de una
cosmovisión que deja a un lado tanto a Rousseau y a Voltaire cuanto a Locke y a Kant, que son
reemplazados por de Tocqueville, Guizot, Smith y Hume. Y se trata, también, de restar
importancia a las ideas sobre la naturaleza de la humanidad que dejan paso a la investigación
sobre los hombres “reales”, los hábitos, las instituciones y las condiciones económicas y políticas
específicas en las que los argentinos se desenvolvían. Entre esas condiciones, las más
preocupantes para las elites argentinas (tanto de la generación del ‘37 como de la del ‘80) eran la
de la ausencia de un poder unificado y aglutinante que hiciera imposible el regreso de la guerra
civil y la falta de “cultura política” de los criollos e inmigrantes que los hacía ineptos para participar
de forma inmediata de la cosa pública.
Bajo la denominación de Generación del 80 se conoce a la élite gobernante de la República
Argentina durante el crucial período que se extendió entre 1880 y 1916. La delimitación más
exacta del término "Generación del 80", como un conjunto de dirigentes intelectualizados,
herederos conscientes de la “Generación del 37”, oligárquicos y ligados a la producción ganadera,
llegó de la mano del historiador David Viñas, en Literatura argentina y realidad política:
Enfrentaron las posiciones tradicionales de la Iglesia católica y bajo su impulso se trató de definir
la separación entre la Iglesia y el Estado con la sanción de las leyes de Matrimonio Civil, Registro
Civil y Educación Común, la última de las cuales estableció la enseñanza primaria pública,
obligatoria, gratuita y laica. De todos modos, nunca se intentó seriamente separar completamente
la Iglesia del Estado, sino solamente de minimizar la influencia institucional de la
misma. Estas medidas llevaron a un enfrentamiento constante con la Iglesia, que intentó ser
defendida por una fracción ideológicamente marginal de la Generación del 80: los líderes
católicos, como Estrada, Emilio Lamarca o Pedro Goyena, cuestionaban las posturas
anticlericales del grupo dirigente, pero compartía sus ideas liberales.
En resumen, el grupo dirigente del ’80 adhirió al liberalismo económico pero practicó un claro
conservadurismo político reservándose el manejo de los mecanismos del poder al considerarse
los únicos aptos para detentarlo. El uso del fraude electoral fue moneda corriente y estuvo
facilitado por el sistema de voto cantado, la inexistencia de padrones oficiales y el ejercicio de la
intimidación y la violencia.
A la etapa comprendida entre 1880 y 1916 podemos analizarla con la división de dos momentos
significativos: la consolidación del proyecto de estado liberal (1880-1892) y la “Agonía del
Régimen” liberal-conservador (1892-1916). En la primera etapa transcurrieron las presidencias de
Julio A. Roca – Francisco Madero (1880-86) y Miguel Juárez Celman – Carlos Pellegrini (1886-
92); esta última gestión fue interrumpida por la Crisis del 90 que provocó la renuncia del
presidente y debió completar el período su vicepresidente. Los gobiernos de ese primer momento
representaron plenamente a las ideas de la Generación del 80 siguiendo lo que fue el lema del
gobierno de Roca: “Paz y Administración”. Esto suponía que el gobierno debía estar en manos de
un sector social dominante –la oligarquía-, el cual debía garantizar el marco jurídico para que la
sociedad civil aumente sus bienes materiales y se aleje de la vida política pública. Así se evitaría
conflictos y vendrían tiempos de paz para administrar mejor el Estado. El fuerte poder de Roca se
apoyó en tres instituciones: el Ejército Nacional, la Liga de Gobernadores y el Partido Autonomista
Nacional (P.A.N.), para lograr un firme control sobre las 14 provincias. La política económica
continuó siendo liberal y todas las actividades económicas fueron apoyadas por el gobierno,
aunque se privilegió la producción primaria para dar respuesta a la demanda de la exportación.
Acompañó a esta política estatal, la cuestión religiosa por el enfrentamiento con la Iglesia Católica
y la cuestión cultural con el dictado de la ley de Educación en 1884 que establecía la enseñanza
gratuita, obligatoria y laica; y la creación del Registro Civil que llevaría a la obligatoriedad del
Matrimonio Civil. El gobierno de Juárez Celman (asumió en 1886), siguió la política expansionista
de su antecesor pero exacerbó el centralismo político y el espíritu de clan por un lado y el
liberalismo político, por otro. Las medidas políticas de este gobierno que llevaran a la crisis del 90
fueron: la concentración del poder político en la figura del primer magistrado, más que en el
partido gobernante, la concentración del poder partidario en el presidente (lo que pasó a
denominarse Régimen del Unicato).
Por lo tanto, para el año 90 la crisis era una realidad caracterizada por el aumento permanente del
costo de vida y la propagación de quiebras empresariales. La crisis también mostró la división en
el interior del P.A.N y del Congreso por la política de Juárez En 1889 la oposición se organizó en
un mitin cobrando protagonismo la Unión Cívica de la Juventud y preparando el clima para la
revolución que estalló en 1890 de la que participaron civiles y militares y si bien fracasó, mostró la
demanda de cambios políticos inmediatos y la pérdida de legitimidad del gobierno. Su resultado
se tradujo en la renuncia de Juárez Celman a la presidencia y la asunción de su vicepresidente
Pellegrini, quien concluyó el período de mandato. El segundo momento del estado liberal
conservador se inicia en 1892 con lo que luego se llamará la decadencia del Régimen
Conservador. Las presidencias que se desarrollaron en este período fueron: Luis Sáenz Peña
Evaristo Uriburu (1892-1898), Julio A. Roca- Norberto Costa (1898-1904), Manuel Quintana-
Figueroa Alcorta (1904-1910) y Roque Sáenz Peña-Victorino de la Plaza (1910- 1916). Si bien
esta etapa siguió siendo exitosa en el plano económico ya que Argentina siguió exportando en
grandes volúmenes agropecuarios especialmente a Inglaterra, en el plano político se caracterizó
por una gran inestabilidad. En este sentido, los problemas políticos más significativos fueron: el
accionar de los partidos políticos, la Unión Cívica Radical y el Socialismo exigiendo la
democratización del sistema político; las movilizaciones obreras hegemonizadas por los
sindicatos pidiendo una legislación laboral que los amparara y mejorara su condición laboral y
socioeconómica; la cuestión internacional con el conflicto de límites con Chile. El problema de la
participación política recorrió un largo camino por diferentes situaciones como:
1) La Ley electoral de 1902 o Ley por Circunscripciones Uninominales que puso fin al sistema de
Lista Completa y que dividía en tantas circunscripciones como diputados se debía mandar al
Congreso, se establecía un padrón cívico permanente y se fijaba los 18 años como edad mínima
para votar. Sin embargo, en el interior del país los comicios siguieron bajo el control del
oficialismo y en las elecciones 1904 el radicalismo se abstuvo para presentar candidatos por los
posibles fraudes.
2) La Revolución de 1905, protagonizada por la U.C.R pero que fracasó en su intento de iniciar
una apertura democrática. La crisis política aumentó con el debilitamiento del P.A.N por la muerte
de Mitre y Pellegrini como referentes de la Alianza de los Notables.
3) La ley electoral de 1912 dictada durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, no sólo atendía
una cuestión de derechos de la población sino también la necesidad de terminar con la apatía
hacia la cosa pública; la ley establecía el sufragio universal, secreto y obligatorio, el sistema
electoral de lista completa y la elaboración de un padrón electoral sobre la base del padrón militar.
El Régimen había terminado su ciclo, por su falta de respuestas a los nuevos desafíos y por la
presión de la introducción de los cambios por parte de los nuevos protagonistas. Se terminaba la
Argentina de los Notables para dar paso a la Argentina de los Partidos. Entrado el siglo XX, la
utopía del progreso terminó cediendo protagonismo ante dos grandes desafíos: cómo forjar una
vida pública más participativa y más respetuosa de la cultura política popular y cómo construir una
comunidad más igualitaria.

Unidad IV:
El Liberalismo en crisis
1.- Introducción a la unidad 4

Ese estilo de liberalismo que se implementó, sin embargo, a lo largo de la segunda mitad del siglo
XIX, contaba con el apoyo de las altas burguesías y una parte de la clase media (la clase media
alta), pero fue generando insatisfacción en los demás sectores. Éstos –clases medias y
proletariado-si bien estuvieron satisfechos en un principio con lo que habían ganado con el nuevo
régimen –libertades, igualdad jurídica-, empezaron a aspirar a la equiparación de los derechos en
el plano político –instauración del sufragio universal-, a la protección laboral del Estado frente a
los propietarios –leyes laborales-, e incluso, según los grupos, a la implementación de empresas
cooperativas de trabajadores y hasta a la eliminación de la propiedad privada. Las nuevas
ideologías que fueron surgiendo, ostentan grandes diferencias. Las más radicales, porque
rechazaron tanto el liberalismo político como el capitalismo liberal fueron: el anarquismo, el
socialismo y el comunismo. Las más compatibles con el liberalismo, porque en realidad
significaron una expansión de los derechos liberales a los demás sectores sociales, pero
preservando el orden institucional liberal, fueron la democracia liberal y la social democracia, que
constituyeron un liberalismo modernizado, adaptado a la época. El nacionalismo ocupó un lugar
intermedio entre ambos sectores, pues si bien repudiaba el liberalismo político, sostenía el
capitalismo, aunque introducía variantes de tipo estatista.

2.- El Anarquismo
El ideario anarquista no constituye un conjunto de doctrinas coherentes, sino que por el contrario
presentan profundas contradicciones entre los autores adherentes. Lo que es un elemento común
a todos es la aversión al estado y al orden constituido. Por ello “anarquismo” significa oposición a
todo gobierno basado en la fuerza. Los anarquistas resisten al estado coercitivo como
incompatible con la libertad humana. Prevalecen los impulsos ultra individualistas. Con respecto al
sistema económico, afirmaban que el derecho del hombre a adquirir y emplear la propiedad debe
estar sujeto únicamente a las leyes naturales. Una clasificación de las doctrinas anarquistas, las
divide en:
a) Individualistas El padre del anarquismo individualista fue Guilla) Individualistas El padre del
anarquismo individualista fue Guillermo Godwin (1756 – 1836). Enemigo del estado, rechaza
por irracional, profetiza su desaparición y sustitución por comunidades
b) Colectivistas León Tolstoi proponía una asociación humana que sustituyera al Estado; esta
asociación se organizaría, sino sobre la base de la cooperación autónoma, espontánea, sin
divisiones o desniveles sociales.
3.-El Socialismo
Los primeros representantes de esta postura más radical fueron los socialistas utópicos,
denominados así porque sostenían planes idealistas de sociedades cooperativas, en las cuales
todos se dedicarían a las labores más de acuerdo con sus dotes individuales y compartirían los
productos de sus esfuerzos comunes.
Recomendaban el establecimiento de comunidades modelos que tuvieran casi todos los
elementos necesarios, en las que la mayor parte de los instrumentos de producción fueran de
propiedad colectiva, y el gobierno tuviera un fundamento principalmente voluntario.
Mas tarde, Marx consideró como muy ingenua esa estructura de clases de la sociedad industrial,
cuestionaba que Saint Simon en su “nueva” sociedad, dejara intacta la estructura de clase y, por
ende, la institución de la propiedad privada; y que el único cambio que propugnaba era la
compensación de los aparceros por el mejoramiento de las tierras que trabajaban. La igualdad
social, para Saint Simon, es una idea extraña que no tiene cabida en la civilización europea.
3.1 El Socialismo Científico o Materialismo Histórico o Marxismo
Su autor fue Carlos Marx, filósofo y politólogo del siglo XIX (1818-1883). Todo su sistema
filosófico consta de dos grandes partes: a) El Materialismo Dialéctico, que consiste en un
planteamiento filosófico general; b) El Materialismo Histórico, que es un planteamiento histórico-
filosófico, pues elabora una interpretación general del proceso histórico que incluye una teoría del
cambio histórico, una enunciación de las etapas de la historia de la humanidad y del sentido del
curso histórico y una concepción del papel del Estado.
a)-El Materialismo Dialéctico. La naturaleza, las sociedades, el hombre, todos son entes de
fundamento material; y aquello que puede considerarse no material, como el espíritu, es una
proyección de lo material porque -dice Marx- el hombre piensa, siente y actúa a partir de su
ubicación en la realidad material, de su lugar en el sistema de producción. De ahí la clásica frase
del marxismo: la existencia determina la conciencia. Las sociedades tienen un componente no
material, que son las ideologías y los sistemas de valores.
Marx enuncia como Teoría del Conocimiento la «praxis», que implica el actuar intelectualmente
sobre la realidad a partir de una hipótesis explicadora y transformadora, que orienta el accionar
humano hacia la modificación de esa realidad de modo de ponerla al servicio de todos.
b)- El Materialismo Histórico. Es la concepción marxista de la historia. Es natural por tanto que se
postule que el comportamiento histórico sigue un curso dialéctico, que se le asigne importancia
central al trabajo, que se relacione la ideología y sistema de valores de los sectores sociales con
su ubicación en el sistema productivo, etc
a) La Etapa o estadio «preestatal», propia de los orígenes de la humanidad.
b) La Etapa o estadio «estatal», que se aplica a toda la etapa histórica, o sea desde el comienzo
de la civilización hasta nuestros días -lo que conocemos como edades antigua, media, moderna y
contemporánea-.
c) La Etapa o estadio «post-estatal», se concretará luego de la revolución social que terminará
con la propiedad privada de los medios de producción, y pondrá fin en consecuencia al sistema
de clases y a la organización política como sistema de dominación de una clase por otra -que es
lo que Marx llama «estado». Tendrá realidad cuando se instale la Sociedad Comunista.
2. Las Formas de Gobierno. El análisis de las formas de gobierno se concreta en relación al 2º
período, o sea a la fase estatal. Pero el marxismo considera que lo que ha cambiado han sido las
relaciones de producción y por tanto las sociedades, lo que supone un concepto más integrador
que el de sistema de gobierno.
3. Concepción negativa del Estado. El Estado es concebido en forma negativa. A cada una de
esas sociedades ha correspondido un tipo de Estado diferente: el «Estado Antiguo», seguido del
«Estado Feudal», y finalmente del «Estado Representativo». Marx concreta esa enunciación en
forma global, y no especifica las distintas formas institucionales que el Estado asumió en cada
uno de esos tiempos. No diferencia los despotismos orientales de las repúblicas de la antigüedad
clásica, porque Marx considera que al margen de las formas específicas que asumiera en cada
país, el Estado fue siempre lo mismo: una estructura de dominación de una clase por otra. El
término Estado para Marx significa el instrumento que posibilita una relación de dominio de una
clase sobre las otras, a través de instituciones que pueden asumir formas diversas, incluso
representativas y democráticas al estilo burgués, como ocurre en el siglo XIX, durante el cual el
autor teoriza.
4. Alienación. La Alienación es la situación de desarmonía interna, de despersonalización, de
desintegración, en que se encuentran los individuos debido al régimen de explotación existente.
La Alienación es vivida por la sociedad toda, pero particularmente por el obrero. El trabajo es -en
la concepción marxista- la actividad que humaniza al hombre, porque le permite externalizar u
objetivar su interioridad, crear y reflejarse en ese objeto. Pero en el sistema capitalista el obrero
no puede trabajar por sí; es apenas trabajador en potencia, porque necesita del capitalista que
pone la empresa para poder desarrollar su condición de tal; y tampoco puede realizar un acto
creador sino una actividad rutinaria y mecánica que le produce infelicidad, porque dentro de la
fábrica el obrero no es un ser individual y creador, sino un músculo de ese obrero colectivo que es
el taller todo.
Con su trabajo crea el obrero mercancías con las que no se identifica, porque sólo participa en la
elaboración de una porción y no en la de su totalidad, que constituyen un mundo de riquezas que
no puede adquirir dado lo magro de su salario.
su situación de alienación: en el sistema capitalista el obrero no puede ser considerado una
persona, porque no puede desarrollar las potencias que requiere tal condición. El sistema apenas
le permite nacer, vivir, procrearse y morir como fuerza de trabajo.
También el capitalista se aliena, porque vive para ganar dinero y toda su vida gira en torno a ese
bien y a las mercancías creadas, que no son apreciadas por su belleza o utilidad, sino por el
status que genera su posesión.
La Alienación se inicia en el sistema económico-social, pero se extiende a los demás planos de la
vida. Se produce la Alienación Política, pues el Estado es una entidad que permite el dominio de
los dueños del capital sobre el resto de la sociedad, con lo cual se desvirtúa la idea teórica de la
organización política, que es el logro del bien común público. Se produce la Alienación Religiosa,
porque esa situación de infelicidad lleva al hombre a buscar en un mundo situado más allá de la
vida y de la historia, la felicidad que le ha negado en esta vida el sistema de opresión en que vive.
En conclusión, las distintas alienaciones son aspectos diferentes de una misma realidad, que
tiene origen y fundamento en la esencia del régimen capitalista, es decir, en la propiedad privada
de los medios de producción e intercambio, que permite a la burguesía arrebatar a los
trabajadores el fruto de su trabajo.
5. Revolución social. La Revolución Social es el instrumento empleado por las clases dominadas
para asaltar el poder y crear una nueva sociedad. Es producto de las contradicciones de clases y
de intereses, y se produce cuando la «infraestructura» -o sea la organización económica y social-
se modifica y queda desajustada con «la superestructura» -o sea las instituciones políticas, el
régimen jurídico, el sistema de normas, valores y creencias-, que se mantiene sin modificaciones
y acomodada a la etapa anterior.
Cuando se produce la revolución tecnológica se entra a la fase superior del capitalismo, en la cual
la apropiación privada va desapareciendo y nacen los grandes monopolios supranacionales -ya
que sólo grandes empresas tienen la capacidad de inversión que requiere la nueva tecnología-.
ficación de la revolución social. Según ella: el trabajador crea toda la riqueza; el capital no crea
nada, aunque es creado por el trabajo. El valor de todas las mercaderías es fijado por la cantidad
de fuerzas de trabajo necesaria para producirlas. Pero el obrero no percibe todo el valor que crea
su trabajo, sino un salario que, en general, es justamente el suficiente para poder subsistir. La
diferencia entre el valor que crea el obrero y el que recibe es la plusvalía. El capitalista se apropia
de los frutos del trabajo del obrero.
6. La Sociedad Comunista. Surgiría como un segundo momento, porque luego de la Revolución
Social que pone fin al dominio de la burguesía sobre el proletariado, se inaugura una etapa en la
cual es el Proletariado el que se impone, con el objetivo de transformar la sociedad: socializando
los bienes de producción, reestructurando la educación, reacomodando la estructura política, etc.
Recién cuando ello se ha logrado puede la sociedad iniciarse en el Estado Post-estatal, que es el
de la sociedad comunista. Las características de esta sociedad son las siguientes:
a. El sistema económico se modifica y con él todo lo demás. Desaparece la propiedad privada de
los medios de producción, que pasan a ser explotados colectivamente. Como dado el nivel
tecnológico se impone la división del trabajo, para evitar la alienación laboral se propone que cada
individuo alterne los puestos de producción, programación y dirección, lo cual requiere que toda la
población alcance un alto nivel educativo. Al producirse la desalienación del trabajo humano, se
concretan las demás desalienaciones.
b. El sistema social se modifica al unísono, porque dejan de haber diferencias sociales. Toda la
población se ubica en la condición de productores, capaces de desarrollar sus potencialidades, y
porque perciben un ingreso que les permite desarrollarse como personas y disfrutar de su tiempo
libre.
c. El Estado como tal desaparece, porque cesa la de dominación. Se crean instituciones de
dirección y de control pero tienen otro carácter, en la medida en que no existen ya clases para
mantener en sujeción.
d. La religión tendería a desaparecer, El hombre se sentiría feliz en este mundo y no necesitaría
inventar a Dios y al otro mundo como sustitutos. Y se crearía todo un aparato cultural destinado a
mostrar la realidad tal cual es, y no a ocultarla a través de creaciones ideologizadas, como ocurre
en las sociedades burguesas. Con ello se produciría la desalienación religiosa y cultural.

Críticas al Marxismo.
Críticas al Marxismo. Las críticas que le hacen los pensadores no marxistas como Arturo Ponsati
a la concepción marxista, son las siguientes:
1. El Marxismo pretende ser una teoría científica y toda ciencia hace afirmaciones verificables,
con sustento en la realidad. Pero el marxismo parte de una afirmación inverificable, como el
hecho de que todo, incluso el espíritu humano, surge de las estructuras materiales.
2. Es también cuestionable la absolutización del factor económico-social como motor del proceso
histórico que determina de modo que la evolución de las sociedades derive siempre de las
modificaciones en los sistemas de producción. Es cuestionable porque las sociedades constituyen
conjuntos en los cuales los factores económico-sociales, políticos y culturales interactúan, se
interinfluyen, por lo cual es aventurado reducir todo el proceso a un solo factor; y también
establecer una dependencia estricta de la superestructura a la estructura.
3. La concepción determinista del proceso histórico marxista conlleva contradicciones y errores.
La contradicción reside en que se plantea que las sociedades pasan inexorablemente por una
serie de etapas, de modo que el hombre carece en lo profundo de libertad y se ve limitado en su
accionar a acelerar o retardar el proceso; pero por otro lado el marxismo, sobre todo en su
variante leninista, le asigna gran importancia a la praxis política.
4. La concepción que tiene del Estado, como instrumento de dominación de una clase por otra, es
una interpretación parcializada derivada del error precedente. Es una generalización abusiva. El
Estado es una necesidad social, derivada del hecho de que la convivencia humana requiere de un
orden, de una relación de mando y obediencia, tendiente a que el conjunto social se oriente hacia
un fin común, al que no podría dirigirse sin una jefatura que señale esos fines y oriente al conjunto
en pos de él.
5. Otro factor que evidencia la falta de cientificidad del marxismo, es su planteamiento de tipo
escatológico sobre que al producirse el orden comunista, cesaría la lucha de clases. Se trata de
un aserto acientífico porque Marx considera que la dialéctica es el modo como se comporta la
materia; y si desaparece la lucha de clases el principio dialéctico deja de actuar, y por tanto no
sería un principio necesario e inmanente a la materia, sino contingente y circunstancial.
6. El cese de la lucha de clases implicaría el fin de la evolución histórica, lo cual es históricamente
inaceptable. Tal planteamiento supone la secularización de las creencias escatológicas propias
del judaísmo y del cristianismo, acorde con la versión «milenarista». Esta era una concepción que
a lo largo de los siglos sustentaron algunas sectas cristianas y judías, que afirmaban que al final
de los tiempos devendría el Reino de Dios sobre la tierra.
7. Por último, el marxismo comparte con la Teoría del Progreso Indefinido la creencia en la
bondad natural del hombre, que no sólo es ingenua sino totalmente acientífica, por no ser
verificable. Es una hipótesis de trabajo, no una verdad científica. Y Marx la plantea como tal,
porque sustenta todo su andamiaje en la idea de la alienación como situación corruptora del
hombre Uno de los tipos de socialismo que ejerció mayor influencia fue el llamado socialismo
científico de Carlos Marx (1818 – 1883).
4.-El Sindicalismo
Otra de las grandes doctrinas filosóficas radicales originadas por la revolución industrial es el
Sindicalismo, cuyo exponente principal fue Jorge Sorel (1847 – 1922). El Sindicalismo demanda la
abolición del capitalismo y del estado y la reorganización de la sociedad en asociaciones de
productores. Es similar al Anarquismo en su rechazo al Estado, pero mientras el anarquista pide
la abolición de la fuerza, el sindicalista desea mantenerla aun después de haber sido destruido al
Estado. Semeja también al Socialismo, ya que ambos apoyan la propiedad colectiva de los
medios de producción, pero en lugar de hacer del estado el propietario y administrador de los
mismos, el Sindicalismo desea que delegue esas funciones en las asociaciones de productores.
5.- El Nacionalismo
El Nacionalismo tuvo como sustrato filosófico al Romanticismo, a diferencia de las ideologías
estudiadas precedentemente -liberalismo, las democracias y también el socialismo-, que tuvieron
un fundamento racionalista y derivaban de la Ilustración. El Romanticismo, en contraste con el
Iluminismo, privilegió la emoción sobre la razón. Sostuvo que el hombre era un ser esencialmente
emocional, no racional y, a decir de sus teóricos, manipulable en base a símbolos y emociones.
Esta idea filosófica reivindicó la revalorización de la cultura y las lenguas tradicionales, el
redescubrimiento del folklore, la puesta en escena del estilo campesino de vida, con su sencillez,
su ascetismo, su raigambre ancestra.
El proceso de desarrollo del concepto “nacionalismo” comprende claramente distintos momentos:
el nacionalismo como sentimiento, el nacionalismo tradicionalista, el nacionalismo autoritario y, ya
en el siglo XX, el nacionalismo totalitario. Su punto de partida fue la reelaboración del contenido
de la idea de “nación”, a la luz de los principios instalados por el Romanticismo.

A) El Nacionalismo como sentimiento


Las Ideas de “Nación” desarrolladas a partir del siglo XVIII fueron dos: “nación política”, de base
Iluminista, y “nación cultural”, de fundamento Romántico. La idea de “nación política” se gestó en
el siglo XVIII, desarrollada por los revolucionarios liberales de la revolución francesa de 1789. La
Nación –para los liberales del siglo XVIII y principios del XIX- era el conjunto de individuos que
compartían el sentido de pertenencia al Estado en el cual vivían, formado por vivir en un territorio
determinado, bajo el mismo gobierno y las mismas leyes, recibir una educación semejante y
hablar la misma lengua. En esta perspectiva, la Nación era construida por el Estado.
La idea de “nación política” era un concepto asociativo y no expulsivo: los inmigrantes que se
integraran, pasaban a formar parte de la Nación. Esta idea fue rechazada por los ideólogos del
Nacionalismo.
En Argentina el concepto nacionalismo estaba aún ligado a lo liberal a mediados de siglo XIX, y
fue sustentado, entre otros, por Bartolomé Mitre. Éste, cuando se produjo la división del Partido
Liberal en dos, el Autonomista y el Nacionalista, encabezó el Nacionalista, porque buscaba la
unidad nacional del territorio argentino, pero organizado institucionalmente sobre bases liberales,
y pretendía que, a través de la educación, se generara el sentimiento de nacionalidad. Lo nacional
era pues, en principio, un sentimiento, sin componente ideológico, y dada la época, compatible
con el liberalismo. La idea de nación cultural, derivada del Romanticismo, se gestó a principios del
siglo XIX, en los países sometidos a Napoleón.
La aplicación del principio de “nación cultural” impulsó luchas reivindicativas y dio vida a nuevos
estados; pero la organización institucional que ellos adoptaron varió a lo largo del siglo XIX
. 1) Hasta 1870 los nuevos estados se constituyeron en base a las ideas liberales. . La
constitución garantizaba los derechos liberales clásicos.

Dentro de estos moldes entran casos distintos:


a. Bélgica –que nació como Estado en 1830
b. Piamonte Cerdeña, ubicada en el N.O. de Italia, que se constituyó en estado liberal con la
revolución de 1848
2) En 1870 también nació el Imperio Alemán, mediante la unificación de los principados,
reinos y ciudades estados de Germania4 . El proceso fue hegemonizado por Prusia.
Por eso Austria - no fue aceptada dentro del nuevo estado, porque era un imperio –el
Imperio Austro Húngaro.
3) El movimiento paneslavo, por su parte, a diferencia de los casos anteriores, generó un
movimiento centrípeto, pues condujo a la segregación de los imperios, como el Imperio
Turco y el Imperio Austro-Húngaro. Así nació el Estado Serbio, cuyo accionar terminó
constituyendo la causa accidental o inmediata del estallido de la primera guerra mundial.
A partir de 1870, o sea a partir de la constitución del Imperio Alemán por el Reino de Prusia, la
idea de “nación cultural” fue usada para sentar las bases de nuevas ideologías, ambas con
componentes antiliberales y xenófobos: el Conservadurismo Tradicionalista y el Nacionalismo
Autoritario.

B) El Conservadurismo Nacionalista (o Tradicionalista)


Fue sostenido por las élite políticas y económicas, que en la primera mitad del siglo habían sido
liberales, pero empezaron a girar hacia la derecha tradicionalista, con componentes autoritarios y
xenófobos, cuando el proceso de modernización, entusiastamente sostenidos en sus comienzos
por esas mismas elites, empezó a producir consecuencias no esperadas y no deseadas, que
operaban en contra de sus intereses.
Causas del Conservadurismo.
a) La movilización social, el ascenso de sectores nuevos y la formación correlativa de una contra-
elite5 cuyas demandas, como la ampliación del derecho de sufragio, hacía peligrar el monopolio
político de la elite;
b) La afirmación de un proletariado que, enarbolando banderas anarquistas y socialistas, luchó
por las reivindicaciones específicas de su clase, hecho preocupante porque afectaba al poder
económico de la elite.
c) La modificación del sistema de valores, pues produjo la difusión de los valores individualistas,
materialistas y cosmopolitas que acompañaban al desarrollo del capitalismo.
En los llamados “estados nuevos” –como los americanos- la cultura y la lengua se habían
construido por un proceso de mestizaje entre las nativas y la española colonizadora. Al ocurrir la
descolonización se mantuvieron, diferenciadas por el peso de la población indígena de cada país.
Pero la inmigración del siglo XIX generó cambios en la lengua y las costumbres, en particular en
países de alta inmigración y que vivían en proceso de modernización, como Argentina.

Características del Conservadurismo


Las características del Conservadurismo Tradicionalista, con sus componentes autoritarios y
nacionalistas, y antagónico con los principios básicos del liberalismo y a la democracia liberal,
fueron:
a) La reafirmación del elitismo, de las jerarquías y el desdén hacia las muchedumbres, aunque no
explícito sino escondido bajo el paternalismo, en contraste con las pretensiones igualitarias y
participativas propias del liberalismo y la democracia liberal.
b) El fortalecimiento de los poderes ejecutivos y el consecuente debilitamiento de los parlamentos,
que respondían al principio de representación del liberalismo y la democracia liberal.
c) El planteo de una reforma social con ribetes paternalistas, dentro de un orden que garantizara
el respeto de las jerarquías tradicionales y de las autoridades constituidas – que preanunciaba el
tipo de reformas postuladas desde el fascismo.
d) La difusión de un sentimiento pesimista, que fue llevando al abandono de la teoría del progreso
indefinido, caracterizada por el optimismo.
En la Argentina, los ideólogos de este Conservadurismo Tradicionalista fueron los intelectuales
provenientes del interior, en particular de las provincias del norte, que sufrieron en Buenos Aires
el impacto del cambio cultural: la multitud de voces extranjeras, el materialismo generado por el
cambio económico y, en particular, por el accionar sindical. Ante esta amenaza, adoptaron
posiciones antiliberales, anti-positivistas y anticosmopolitas, y propusieron leyes de expulsión de
las minorías radicalizadas cuyas ideologías eran “ajenas al sentir nacional”12. Aunque con
diferentes matices, Manuel Gálvez y Benjamín Villafañe fueron representantes de esta corriente,
que sustentaría, desde lo cultural, el primer golpe de estado en Argentina.

C) EL NACIONALISMO AUTORITARIO
El Nacionalismo como ideología autoritaria, opuesta al liberalismo y a la democracia liberal, se
desarrolló a partir de 1870 y penetró el mundo occidental hasta terminada la primera guerra
mundial, de la cual fue una fuerte causa.
Fundamentos teóricos
a)- El nacionalismo cultural, que priorizaba como componentes cohesivos de una nación a las
tradiciones, la tierra, la etnia, la lengua.
b)- El determinismo racial de Gobineau, que planteaba la existencia de una raza superior -la
blanca-, creadora de la ciencia y la cultura, destinada a dominar a las razas inferiores, que debían
ocuparse de las tareas sociales subalternas.
c)- La psicología social de Le Bon, según el cual la civilización no había impulsado el desarrollo
de un comportamiento colectivo racional -como decían los liberales-, sino que, por el contrario,
había incentivado el comportamiento irracional propio de las muchedumbres, a las cuales
consideraba sensibles a los símbolos y a los mitos más que al discurso racional y, por tanto,
manipulables emocionalmente.

Características, principios y realizaciones.


El Nacionalismo se desarrolló como reacción frente a lo que consideraban debilidades del Estado
Liberal. Algunas lo eran, como la explotación laboral; pero ellos condenaban sus consecuencias:
la organización sindical, las luchas reivindicativas, las migraciones de pueblos y, en particular la
inmigración que “alteraba la raza”.
Fueron sus principios y realizaciones:
1)- La idea de nación-persona frente a la de individuo-persona propia de los liberales, lo cual se
tradujo en el reforzamiento del poder del Estado.
2)- La idea de la soberanía de la nación como globalidad, frente a la soberanía popular –del
conjunto de los individuos-, que se correspondía con la idea de la nación.
3)- La jerarquización de lo político sobre lo económico, lo cual implicó colocar la economía al
servicio del engrandecimiento del Estado.
4)- El engrandecimiento del Estado, que buscó expandir sus fronteras. Como consecuencia
ocurrió una intensa expansión colonial, para solucionar el problema de la carencia o escasez de
materias primas y para adquirir mercados cautivos, o sea zonas cuyos habitantes fueron
compradores obligados de los productos de la metrópoli. Se produjo así el "reparto del mundo",
pues los europeos se expandieron por África y Asia.
5)- La reivindicación del derecho de los grupos a integrarse en Estados Nacionales, pues
sostenían la idea de la “nación étnica” en sustitución de la de “nación cívica” de origen liberal
El principio de las nacionalidades, llevado al extremo, es imposible de sostener. Hay “muchos
estados nacionales potenciales”, múltiples grupos étnicos con expectativas de convertirse en
estados independientes, pero se considera que no podrían subsistir económicamente. Esas
políticas de exclusiones, persecuciones y exterminio a los sectores diferentes étnica y
políticamente, fueron la característica del nacionalismo del siglo XX

Consecuencias de la aplicación del Nacionalismo en Economía y Política Internacional:


difusión del Proteccionismo, Imperialismo y Militarismo
La implementación de las ideas nacionalistas y la internacionalización de los intereses
capitalistas, produjeron un importante cambio en la política económica de los estados y en las
relaciones internacionales.
1. El Proteccionismo Económico fue la política económica que se fue implementando, a medida
que los Estados supeditaban la política, a los intereses de la expansión capitalista y de la
internacionalización del comercio. Los industriales reclamaron a sus gobiernos una política de
protección de su mercado interior de la competencia extranjera, a fin de preservar su incipiente
desarrollo –en algunos casos- y su producción industrial e incluso agrícola.
El Proteccionismo también se impuso en el plano de la mano de obra. No sólo los industriales
pidieron evitar el ingreso de mercaderías extranjeras; los sindicatos bregaron para frenar la
inmigración, para evitar que el exceso de mano de obra provocara la caída de los salarios.
El Gobierno Inglés, a partir de 1889 hizo una intensa propaganda para retener a su población
mediante leyes sociales, o bien encauzarla hacia sus dominios.
2.El Imperialismo fue la consecuencia natural del Proteccionismo. Los Estados hicieron una
política de expansión colonial y compitieron intensamente para apropiarse de mercados en Asia y
en África.
Cuando hacia el 1900 el reparto del mundo se había completado, se inició la guerra por el
traspaso de colonias entre potencias europeas. El liberalismo y la democracia liberal son –por lo
menos en teoría- ideologías pacifistas en el plano exterior, porque la paz beneficia los negocios;
pero los países liberales se dejaron penetrar por la fiebre nacionalista difundida, máxime porque
para algunos sectores económicos –industria armamentista por ejemplo-, la guerra era redituable.
En consecuencia, los regímenes liberales actuaron, en política exterior, igual que los
nacionalistas.
Entre 1895 y 1914, el mundo, ignorante al parecer del peligroso camino por donde lo arrastraba el
nacionalismo económico, se dedicó a obstaculizar el libre desenvolvimiento económico, financiero
y demográfico, para deslizarse hacia la terrible conflagración. Fue la época de la llamada “Paz
Armada” (1870-1914), que terminó con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

6.-La Social Democracia y la Democracia Liberal


Introducción.
El Período que se extiende entre 1870 y 1914 ofrece, en relación a la etapa precedente, una serie
de cambios. El orden liberal se fue resquebrajando; y en ello incidieron tanto planteos teóricos
como la modificación de las condiciones materiales.
En lo político la teoría liberal fue cuestionada, desde perspectivas radicales –como vimos-, como
desde otras más compatibles con el liberalismo: la social democracia y la democracia liberal. Ellas
señalaban la desigualdad en los derechos políticos, la ausencia de protección a los trabajadores,
la falta de equiparación legal entre los géneros.
En el plano económico, sobre todo a partir de la crisis económica de 1873, se empezó a dudar de
la capacidad autorreguladora del mercado y a afirmar que el Estado debía ejercer un papel activo
en ese campo.
El Imperialismo fue pues la consecuencia, tanto de la política económica como de las
expectativas de los Estados de realizar una política de poder.

6.1- La Social Democracia.


La división del marxismo engendró, por una parte, el comunismo revolucionario, y por la otra, el
socialismo democrático.
La Social democracia (o socialdemocracia ) es una ideología política cuyo objetivo es el
establecimiento del socialismo democrático a través de métodos reformistas y gradualistas.
También puede definirse como un régimen político que procura un Estado de bienestar universal
y la negociación colectiva dentro del marco de una economía capitalista.
El término socialdemocracia apareció en Francia durante la revolución de 1848 en el entorno de
los seguidores del socialista Louis Blanc. Karl Marx lo utilizó en su célebre obra “El 18 Brumario
de Luis Bonaparte”,
El momento decisivo se produjo en 1959 cuando el Partido Socialdemócrata Alemán abandonó el
marxismo, renunciando a «proclamar últimas verdades», e identificando completamente
socialismo y democracia. Así el SPD se propuso crear un «nuevo orden económico y social»
conforme con «los valores fundamentales del pensamiento socialista» —«la libertad, la justicia, la
solidaridad y la mutua obligación derivada de la común solidaridad»— y que no se consideraba
incompatible con la economía de mercado y la propiedad privada.
Frente a la aceptación del capitalismo propugnada por el SPD y el resto de partidos
socialdemócratas del centro y del norte de Europa, sus homólogos del sur elaboraron una
alternativa que llamaron socialismo democrático en la que no renunciaban a alcanzar el
socialismo, aunque siempre mediante el respeto a las reglas de la democracia.
Además, su ideología en temas sociales es equiparable a la del resto de la izquierda Así pues,
según los socialdemócratas no existe un conflicto entre la economía capitalista de mercado y su
definición de una sociedad de bienestar mientras el Estado posea atribuciones suficientes para
garantizar a los ciudadanos una debida economía del bienestar y protección social.

6.2 La Democracia Liberal


Orígenes
A mediados del siglo XIX los dogmas políticos del liberalismo, empezaron a cambiar. Desde su
surgimiento, el Liberalismo, “era principalmente un movimiento de clase media, y […] sus
objetivos políticos consistían, primero en garantizar las libertades individuales, y segundo en
implantar Gobiernos Constitucionales Parlamentarios bajo la dirección de personas cultas y
acomodadas”. Por lo tanto, “se asentaban en un derecho de sufragio rigurosamente reducido a
los propietarios; es decir a una minoría relativamente pequeña de la población del país”.
El sufragio universal masculino se implantó en 1848 en Francia –transitoriamente- y en Suiza. La
Tercera República Francesa instauró, con las leyes de 1874-75, una democracia completa; y
Suiza añadió en 1874 el referendum democrático. En Alemania, en 1871 el sufragio universal era
más aparente que real, y Reichstag no tenía inspección sobre el gobierno. Inglaterra fue dictando
sucesivas reformas electorales a partir de 1832, ampliando cada vez más la base electoral.
Argentina, por su parte, tras la frustrada ley de voto universal por circunscripciones electorales de
1902 -2° gobierno de Roca- otorgó el voto universal masculino secreto y obligatorio con la Ley
Sáenz Peña de 1912, durante el gobierno de ese presidente.
En cuanto a Argentina se inició el proceso de reforma legislativa durante la etapa final de la
república conservadora -2° gobierno de Roca-, y cobraron fuerza durante los gobiernos radicales
de Hipólito Yrigoyen (1916-1822 y 1828-30) y de Alvear (1922-28). Los proyectos más profundos
del régimen radical no lograron consenso por la oposición de la Cámara de Senadores. Se
concretaron durante el régimen militar 1943-46 –desde la secretaría de trabajo a cargo de Juan
Domingo Perón-, a través de decretos que fueron convalidados por el Congreso Nacional durante
el gobierno peronista.
El gran valor de la Democracia Liberal –como de la Social Democracia- radica en que intentó
equilibrar dos problemas dicotómicos -orden y la libertad-, y también dos intereses: los
individuales y los sociales.
La Democracia Liberal, ante la evidencia de que tal expectativa de los liberales no se había
cumplido, y que el capitalismo individualista estaba provocando la explotación de los trabajadores,
se propuso equilibrar ambos valores: orden y libertad, y ambos intereses: individual y nacional. En
función de ello, los gobiernos democráticos fueron dictando una abundante legislación y
regulando las relaciones entre los hombres, buscando no dar primacía a una clase sobre la otra, o
a un sector sobre el otro.

Principios de la Democracia Liberal


Lo que se conoce vulgarmente como “democracia”, en consecuencia, es una combinación de las
formas institucionales liberales, con una extensión de los derechos originariamente postulados por
los liberales, pero que no se aplicaron a todos en un comienzo. A decir del autor: “No serían
concebibles hoy estados liberales que no fuesen democráticos, ni Estados democráticos que no
fuesen liberales”
La democracia liberal ofrece las siguientes características:
1. Política. Se mantienen los principios fundamentales del liberalismo: soberanía popular,
representatividad, estado de derecho, positivación de los derechos naturales, separación
entre lo público y lo privado, constitucionalismo.
Los derechos individuales se profundizan:
a) La noción de igualdad se complejiza. Sigue imperando el principio de igualdad jurídica de
los habitantes, que ahora se hace extensible a las mujeres. Además, se introduce el
principio de igualdad de oportunidades, lo cual –según Sartori- significa proveer a los
individuos de “igual punto de partida”, para lo cual se requiere un importante sistema
educacional y sanitario.
b) El principio de igualdad social implica que todos los individuos tienen derecho a un trato
digno y, por tanto, a la ausencia de discriminación por razones económicas, raciales,
étnicas, religiosas o políticas.
c) La equidad social se asocia ahora a la idea de libertad -–planteo éste fundamental en
John S. Mill. Se considera que el principio de libertad –entendido como el derecho del
individuo a no quedar sujeto a la voluntad arbitraria de otro hombre- es condición
necesaria pero no suficiente del disfrute de la libertad.
d) La noción de derechos sociales, en beneficio de los trabajadores, se introducen: salario
vital y móvil, jornada de 8 horas, vacaciones pagadas, licencia por enfermedad, etc. Son una
conquista del siglo XX.
e) Los derechos políticos se hacen extensibles a todos los ciudadanos, naturales y por
opción, con independencia del nivel social y del género, porque se entiende que la mayor
salvaguarda contra los abusos de poder radica en la participación de toda la población en la
vida política.
2.- Economía. Sigue imperando el capitalismo privado, la libertad de producción, y demás
elementos que tipifican ese sistema económico. Sin embargo, ya no se plantea la plena
libertad de mercado.
Los gobiernos no intervienen en la vida de los empresarios, pero sí actúan favoreciendo el
desarrollo económico nacional, por ejemplo, otorgando líneas de créditos baratas en los rubros
que se pretende desarrollar, o protegiendo industrias incipientes a través de métodos como el
gravamen de las importaciones, en mayor o menor medida según el grado de proteccionismo que
se implemente. Hay pues una cierta planificación económica, pero “en términos políticos se
distingue entre planificación democrática y planificación no democrática”.
3. Religión. Se mantiene la separación Iglesia-Estado. Sin embargo a partir del derecho de
“enseñar y aprender“, se reconoce a la Iglesia el derecho de tener escuelas confesionales
rentadas por el Estado.
4. Cultura. Persisten los principios propios del liberalismo: libertad de opinión, de prensa y
producción cultural, libertad de enseñanza, etc. En el plano educativo se profundiza la
obligatoriedad de la escolaridad.

6.3. El constitucionalismo social y los derechos Humanos de Segunda


generación
La conquista de los derechos sociales, económicos y culturales, denominados Derechos de
Segunda Generación o "Derechos de Igualdad" , responde a reivindicaciones de carácter social,
Y a la solicitud de la partición de poderes públicos para garantizar todos los derechos de carácter
económico y social. Ej.: derechos económicos, culturales,.
La constituyen los derechos económicos, sociales y culturales, debido a los cuales, el Estado de
derecho pasa a una etapa superior, es decir, a un Estado Social de Derecho.
De ahí el surgimiento del constitucionalismo social que enfrenta la exigencia de que los derechos
sociales y económicos, descritos en las normas constitucionales, sean realmente accesibles y
disfrutables. Se demanda un Estado de Bienestar que implemente acciones y estrategias, a fin de
lograr que las personas los gocen de manera efectiva, y son:
Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales.
• Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias.
• Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus intereses.
• Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a ella y a su
familia la salud, alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica y los servicios sociales
necesarios.
• Toda persona tiene derecho a la salud física y mental.
• Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho a cuidados y asistencia
especiales.
• Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades.
• La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita.

Argentina
A) La Argentina Liberal – Conservadora (1880 – 1912). Las críticas al modelo económico y
político desde la formación de los partidos Socialista y Unión Cívica Radical.
B) La Ley Electoral de 1912 y la ampliación de la Democracia en Argentina. La llegada de los
radicales al poder. La cuestión social en la Argentina.

1.-Generación del 80
1. a- Concepto
El termino generación del 80 apareció por primera vez en la década de 1920, y designaba a los
escritores de esa época. La particularidad de que la mayoría de los escritores del período fueron
también políticos de mucha figuración permitió extender el término a los políticos, pero ese
proceso no se dio con claridad hasta mediados de los años 1950, cuando Carlos Ibarguren se
refirió al conjunto de los intelectuales y políticos del período con ese nombre.3 La delimitación
más exacta del término "Generación del 80", como un conjunto de dirigentes intelectualizados,
herederos conscientes de la del 37, oligárquicos y ligados a la producción ganadera, llegó de la
mano de David Viñas, en Literatura argentina y realidad política: Apogeo de la oligarquía (1964).
Ya en El desarrollo de las ideas en la Argentina del siglo XX, José Luis Romero hablaba de la
Generación del 80 como un concepto enteramente conocido por el lector.

1. b-El progreso
La idea de progreso será su meta. El futuro será mejor que el pasado, decía esa teleología tan
propia de esa centuria de grandes ambiciones y formidables conquistas técnicas y sociales. En la
Argentina, sin embargo, la encarnación de esa utopía en la experiencia colectiva fue lenta y
trabajosa. Todo está por hacerse, afirmaba el presidente Roca en su primer mensaje ante el
Congreso, en octubre de 1880, y es seguro que muchos coincidían con ese juicio.
El progreso tenía más de aspiración y de ideal que de realidad concreta y palpable.
Que todos los presidentes de la era constitucional inaugurada por Urquiza y Mitre habían
alcanzado y conservado el poder gracias al veredicto electoral tanto como a la suerte de las
armas.
No sorprende, por ende, que la construcción de un sólido orden político fuese percibida como un
factor imprescindible para volver realidad las promesas del progreso. Ese objetivo, hasta entonces
tan esquivo, le dio su norte a la vida política entre el Ochenta y el Centenario, y funcionó como el
cemento ideológico de la élite dirigente, ese grupo a veces conocido con el nombre de
Generación del Ochenta. La preocupación por el orden ayuda a comprender por qué en esos
años la idea de progreso se asoció más con la construcción de un Estado fuerte y la afirmación
del principio de autoridad que con la expansión de la libertad.
Desarrollo de la agricultura y renovación de la ganadería, expansión del comercio y la
manufactura, creación de una moderna red de transportes, poblamiento del territorio y mejora de
la infraestructura urbana, educación popular y refinamiento de las costumbres: todo ello requería
el auxilio de los capitales, la tecnología, los saberes y la energía humana proveniente del Viejo
Continente.

1. c- Ideología
La Generación del 80 fue la continuadora de las Presidencias históricas que supo aprovechar la
conclusión de las crisis políticas y la superación de los avatares de la economía dominados por el
tercer y último presidente de ese período, Nicolás Avellaneda.
Esta superación dio paso a que la sociedad fuera caracterizada por el optimismo y el
convencimiento de un futuro generoso que esperaba a Argentina para los años venideros.
Los políticos de la Generación del 80 defendían posturas positivistas, simbolizando su actuación
con el lema de Auguste Comte, de Orden y progreso. Los dirigentes de esta generación creían
ciegamente en el progreso, identificando tal concepto con el crecimiento económico y
modernización; el orden era considerado una condición necesaria de tal progreso, ya que fijaba
las condiciones de tranquilidad en las cuales debía encontrarse el pueblo para permitir la
proyección del progreso. Con similar contenido, las dos presidencias de Julio Argentino Roca se
fundaron en el lema "Paz y administración", que sintetiza el pensamiento liberal y conservador.
Enfrentaron las posiciones tradicionales de la Iglesia católica y bajo su impulso se trató de definir
la separación entre la Iglesia y el Estado con la sanción de las leyes de Matrimonio Civil, Registro
Civil y Educación Común, la última de las cuales estableció la enseñanza primaria pública,
obligatoria, gratuita y laica. De todos modos, nunca se intentó seriamente separar completamente
la Iglesia del Estado, sino solamente de minimizar la influencia institucional de la misma. Estas
últimas medidas llevaron a un enfrentamiento constante con la Iglesia, que intentó ser defendida
por una fracción ideológicamente marginal de la Generación del 80: los líderes católicos, como
Estrada, Emilio Lamarca o Pedro Goyena, cuestionaban las posturas anticlericales del grupo
dirigente, pero compartía sus ideas liberales.

1. d- Expansión poblacional y económica


La Generación del 80 llevó adelante un proceso de inmigración europea sin precedentes en
Argentina acompañado por una etapa de expansión de la economía del país. La política
económica libera organizo un modelo agroexportador, compatible con la división internacional del
trabajo impuesta por el Imperio británico, que poco antes había derrotado al Imperio chino en la
Segunda Guerra del Opio (1856-1860). El país concentró su actividad económica en la región
pampeana con eje en la ciudad-puerto de Buenos Aires, con el fin de producir carnes (ovinas y
vacunas), cuero, lana y granos (trigo, maíz y lino), principalmente para el mercado británico, a
cambio de importar manufacturas industriales. Mientras el 95% de las exportaciones eran de
productos agrarios, Argentina importaba el 77% de su consumo textil y el 67% de su consumo
metalúrgico. Simultáneamente el capital
El modelo agroexportador argentino fue impulsado y sostenido principalmente por los latifundistas
bonaerenses (llamados estancieros), organizados en la Sociedad Rural Argentina, la primera
entidad gremial del país, fundada en 1868. Los estancieros lograron bloquear el proyecto de ley
de tierras del presidente Domingo F. Sarmiento (1868-1874), que bajo el lema de "¡Cien
Chivilcoys!", pretendía entregar tierras a los inmigrantes con el fin de establecer un sistema de
colonias chacareras (granjas) trabajadas por sus propietarios. La Ley de tierras Nº 817 de Nicolás
Avellaneda canceló ese proyecto y consagró el dominio de la estancia.
La generosa y amplia política basada en las ideas liberales permitió el adecuado fomento de la
inmigración, cumpliendo las prescripciones contenidas en la Constitución Argentina; empero este
amplísimo régimen de promoción de entrada al país de millones de nuevos habitantes fue
parcialmente limitado con leyes represivas como la «Ley de residencia» de 1902 y la «Ley de
defensa social» de 1910, a fin de controlar la expansión del socialismo y del anarquismo.
La enorme expansión poblacional dio nacimiento a movimientos obreros que comenzaron a
reclamar por la mejora de sus condiciones de vida, en especial, de trabajo incorporando en sus
acciones a la huelga como herramienta de presión social.
La inmigración dio paso, gracias a las políticas públicas implementadas por la Generación de los
80, a que en el lapso de un cuarto de siglo, se produjera un fenomenal movimiento social
ascendente que dio paso a la poderosa clase media argentina, que llegó al poder con el
radicalismo.

1. e - Un nuevo país
Entre 1880 y el estallido de la Primera Guerra Mundial, la Argentina vivió la expansión económica
más importante de toda su historia. En ese período de veloz integración de la economía global, el
país finalmente pudo sacar provecho de sus valiosos recursos naturales y multiplicó sus
exportaciones agrarias por nueve, y su producción industrial aún más rápido. Los salarios
crecieron al menos dos veces. Gracias al aporte de la inmigración europea, la población se
triplicó. Pese a importantes diferencias regionales, en todas partes hubo una considerable mejora
en la provisión de servicios públicos: más agua corriente, más médicos y, sobre todo, más y
mejores escuelas.
La magnitud de esas transformaciones revela que, si todavía en tiempos de Urquiza y Sarmiento
la utopía del progreso pareció incierta, para comienzos del siglo XX sus frutos se veían por todas
partes.
La élite dirigente se sintió con derecho a reclamar el papel de principal agente de esta
metamorfosis a través de la cual la Argentina parecía haber escapado a lo que Pellegrini en su
momento había calificado despectivamente como un destino sudamericano. La conmemoración
del Centenario fue la ocasión que el grupo gobernante eligió para festejar ese triunfo y, de paso,
para celebrarse a sí mismo. La masividad de esos festejos, sin embargo, no logró ocultar que
había asignaturas pendientes. El autoritarismo progresista de la clase dirigente no eliminó del
todo otras maneras de concebir la idea de nación más sensible a los componentes democráticos
de nuestra tradición política. Y el malestar ante los rasgos excluyentes del orden político se hizo
más extendido por cuanto el indudable incremento del bienestar que tuvo lugar en las décadas de
apogeo del ideario del progreso también vino acompañado por la consagración de nuevas
jerarquías y de una mayor desigualdad. Y todo ello sucedía mientras los logros de las décadas del
cambio de siglo comenzaban a naturalizarse, y perdían capacidad para legitimar a las élites
dirigentes.
Entrado el siglo XX, la utopía del progreso terminó cediendo protagonismo ante dos grandes
desafíos: cómo forjar una vida pública más participativa y más respetuosa de la cultura política
popular y cómo construir una comunidad más igualitaria.

2.-La oposición al régimen. Surgimiento de los partidos políticos


2. a -El radicalismo. Orígenes
La Unión Cívica Radical es el primer partido político -y el más antiguo de los existentes en la
actualidad- que merece tal denominación en nuestro país. Los orígenes del partido se encuentran
en la depresión económica y la oposición política al presidente Miguel Juárez Celman en el año
1890.
El origen de la Unión Cívica, de la que saldría el partido radical un año más tarde, no debe
buscarse tanto en la movilidad de los sectores populares sino en segmentos de la elite tradicional,
cuyo papel puede rastrearse en el resentimiento que alentaban contra el gobierno encabezado
por Juárez Celman distintos grupos de la provincia de Buenos Aires debido a su exclusión de los
cargos públicos y del acceso al patronazgo oficial.
La revolución de 1890 no logró eliminar los fundamentos del sistema de gobierno oligárquico,
logrando solamente el desplazamiento de un sector de la oligarquía que fue reemplazado por
otro.
Mientras la UCN promovió el acuerdo con el gobierno nacional, la UCR eligió la intransigencia,
negando legitimidad a gobiernos elegidos a través del fraude electoral.
Las luchas internas se mantuvieron hasta que en 1904, Hipólito Yrigoyen asume como jefe de la
UCR e impone la línea abstencionista y revolucionaria.
En 1905 un movimiento revolucionario impulsado por Yrigoyen fracasó, pero advirtió al gobierno
sobre los riesgos de mantener la restricción política
“El nuevo partido, organizado desde 1897, se presentaba de este modo, no tanto como vehículo
de un sector particular de la opinión pública, sino como intérprete de la nación entera y, en contra
de su significado semántico, se identificaba por esta vía con el destino de una nación llamada a
ser “punto de partida de la renovación del mundo”. El choque entre este concepto de oposición y
la realidad del régimen político en funcionamiento elevaban el nivel de la confrontación hasta
extremos de violencia (…) La batalla ideológica entre la reforma gubernamental y la oposición de
la UCR fue pues un combate para apropiarse del sentido del regeneracionismo. Desde la
segunda presidencia de Roca en adelante, el gobierno pretendía regenerarse por dentro y los
radicales, por su parte, no podían “esperar la regeneración del país de los mismos que lo han
corrompido”
El sufragio universal era así el instrumento que daría a luz el verdadero regeneracionismo
argentino. La causa del radicalismo según Yrigoyen era la de “la nación misma.
La aparición de la Unión Cívica Radical fue, pues, expresión de la imposibilidad del presidente
Juárez Celman de instituir una relación estable entre los sectores politizados de la elite. Algunos
de estos grupos se habían opuesto también al general Julio A. Roca en su primer Gobierno, pero
obtuvieron la mayor parte del apoyo popular con que contaban gracias a su enfrentamiento con
Miguel Juárez Celman.
El núcleo principal de la coalición antijuarista estaba integrado por jóvenes universitarios, los
creadores de la Unión Cívica de la Juventud en 1889.
El segundo grupo integrante de la coalición estaba formado por varios sectores que respondían a
diferentes caudillos y que controlaban la vida política en la Capital Federal y en gran parte de la
provincia de Buenos Aires. Algunos de estos grupos también se habían enfrentado al general
Roca, pero, nuevamente, su prestigio derivaba de su oposición al cordobés Juárez Celman. Eran
políticos en disponibilidad unidos por el rasgo común de no estar usufructuando cargos públicos.
Cabe distinguir entre ellos dos sectores o subgrupos.
la Unión Cívica contaba con la simpatía y adhesión de algunos miembros de los estratos medios
de la Capital Federal, sobre todo pequeños comerciantes y dueños de talleres artesanales. Pero
la presencia de éste último grupo no impedía que el movimiento estuviese firmemente controlado
por los elementos pertenecientes a la elite, a quienes los católicos y los sectores medios
quedaban subordinados.
Lo novedoso de la Unión Cívica radicaba en su tentativa de movilizar en su favor a la población
urbana.
Siendo tan débil el desafío representado por la Unión Cívica, la "Revolución del Parque" fracasó,
y en vez de producirse grandes cambios, quedó abierto el camino para que la solución viniera por
vía de un simple ajuste de la distribución del patronazgo oficial dentro de la elite. Luego de la
caída de Juárez Celman, el nuevo presidente, el doctor Carlos Pellegrini, captó la buena voluntad
de los grupos influyentes de la Unión Cívica mediante el simple expedienté de asignar de otra
manera los cargos públicos. El general Bartolomé Mitre, por ejemplo, quedó muy satisfecho con
una solución de esta especie. El presidente Pellegrini adoptó también rápidas medidas en el plano
económico que eliminaron en forma efectiva el descontento popular. Estos éxitos son un reflejo de
la vigencia que por ese entonces tenía el estilo político de los notables.

2. b- Evolución
En el año 1891, el proceso de reorganización interna de la elite estaba virtualmente concluido.
Todas las facciones con real predicamento habían sido atraídas por el Gobierno, que sólo dejó
fuera a los grupos carentes de poder. Fue este el momento en que surgió la Unión Cívica Radical.
Leandro N. Alem y sus partidarios se vieron excluidos del proyecto de Carlos Pellegrini y por
consiguiente forzados a continuar su búsqueda de sustento popular y de una base de masas.
Alem denunció los acuerdos entre el presidente Carlos Pellegrini y el general Bartolomé Mitre, se
retiró de la Unión Cívica y se proclamó defensor de la democracia radical. El nuevo partido se
hallaba integrado básicamente por grupos provenientes de la elite y que por una u otra razón
estaban descalificados, a causa de sus vínculos anteriores, para unirse a Mitre, Pellegrini o Roca.
En términos regionales o de posición social poco había en ellos que los diferenciase de sus
rivales. A ellos se sumaban, inicialmente en forma incipiente pero a partir de 1900 en forma cada
vez más pronunciada, los grupos provenientes de los estratos medios urbanos.
De manera que pese a todos los esfuerzos de Leandro N. Alem, los remanentes de adhesión
popular que los radicales habían heredado de la Unión Cívica se diluyeron, y hacía 1896 no era
más que un grupo minúsculo en el extremo del espectro político.
Durante casi todo el período que se extendió entre el suicidio de Leandro Alem -1897- y 1905, el
radicalismo perdió posiciones. Hasta el final del siglo XIX, los sucesos más destacados fueron, en
primer lugar, la consolidación de Hipólito Yrigoyen como sucesor de Alem y, en segundo lugar el
hecho de que el eje central del partido se ubicó en la provincia de Buenos Aires. Esto tuvo
significación porque cuando el partido comenzó finalmente a expandirse, el grupo de Buenos
Aires conducido por Yrigoyen, lo mantuvo bajo su control, incorporando poco a poco a las filiales
provinciales en una organización nacional.
Alrededor del año 1903, Hipólito Yrigoyen, comenzó a planear otra revuelta. Revitalizó sus
contactos con las provincias y retomó la fundación de clubes partidarios en la ciudad y la provincia
de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Mendoza.
Pero si bien el movimiento militar fracasó, tuvo un importante efecto, al permitir que el radicalismo
se diera a conocer a una nueva generación para la cual los acontecimientos de la década del
noventa se perdían en el tiempo como un hecho borroso; también posibilitó, a partir de una
ignominiosa y total derrota, el comienzo de un proceso que culminará con la victoria radical en las
elecciones presidenciales de 1916.

2.c-La conformación del estilo radical


Entre el intento de golpe de Estado de 1905 y la reforma electoral de 1912 los radicales
avanzaron a grandes pasos en el reclutamiento del favor popular. Esta vez sus organizaciones
provinciales y locales no desaparecieron como había sucedido después de las revueltas de la
década del noventa, sino que comenzaron a expandirse. En estos años quedó constituido un
conjunto de dirigentes locales intermedios, en su mayoría hijos de inmigrantes. El grueso de los
líderes pertenecía a los estratos medios urbanos del partido. Estos tendrían gran importancia
después de 1916 y se incorporaron al radicalismo entre 1906 y 1912. La mayor parte de ellos
eran profesionales urbanos con título universitario.
El crecimiento del radicalismo, de comienzos del siglo XX, estuvo estrechamente ligado al
proceso de estratificación social que concentró a los dirigentes de alta jerarquía en los estratos
medios urbanos dedicados a las actividades terciarias.
Luego de 1905 los radicales comenzaron también a incrementar el volumen de su propaganda. El
contenido efectivo de la doctrina y la ideología radicales era muy limitado: no pasaba de ser un
ataque confuso y moralista a la elite gobernante, al cual se le añadía la demanda de que se
instaurase un gobierno representativo. El partido operaba sobre la base de cierto número de
slogans: la "abstención" o negativa a participar en elecciones fraudulentas, y la "intransigencia
revolucionaria" o determinación de repudiar el sistema político vigente y establecer una
democracia representativa por vía del golpe de Estado.

3.- El socialismo
3. a- orígenes
El partido Socialista apareció en la República como consecuencia de las organizaciones similares
europeas y de los inmigrantes afiliados a las mismas (abril de 1894), dándose su carta orgánica
en abril de 1895, en la cual marcaba su propósito de favorecer, por todos los medios a su
alcance, la organización

3. b. Ideología y propuestas
• Separación de la iglesia del estado.
• Supresión del ejército permanente.
• Abolición de la pena de muerte, y revocabilidad de los representantes electos, en
caso de no cumplir el mandato de sus electores.
El Partido Socialista, que encontraría su centro ideológico y político en la figura de Juan B. Justo,
encarnó -en palabras de José Aricó- el “proyecto más coherente de nacionalización de las masas,
de incorporación de los trabajadores a la vida nacional y de construcción de una democracia
social avanzada”. El socialismo intentaba así encarnar la modernización democrática y la
transformación social, en una proyecto de sociedad en que ambos valores se entrelazaran en
caminos simultáneos.
Nacía así la primera organización política moderna de la República Argentina, decidida a
representar a la nueva clase que emergía de las entrañas del sistema capitalista, a preparar su
emancipación del yugo explotador y a fundar un nuevo orden económico y social.
La fundación del Partido Socialista no sólo significó el surgimiento de la primera organización
política del proletariado, sino también el punto de arranque del proceso de formación de los
modernos partidos políticos en Argentina. El Partido Socialista es así el primer partido moderno
de la Argentina, antítesis de la “política criolla”, y que tuvo además -como señala Juan Carlos
Portantiero- el mérito de haber colocado en el horizonte ideológico de la política argentina el tema
de la justicia social.
Los socialistas imprimirán desde entonces una impronta decisiva sobre la clase obrera, sobre la
política y la sociedad argentina, a través de una vasta actividad política, cooperativa, sindical y
cultural, que quedará plasmada en la saga fundacional que emprenderá Justo desde finales del
siglo XIX: el periódico La Vanguardia, en 1894; la Sociedad Obrera de Socorros Mutuos, en 1898;
la Sociedad Luz, en 1899, para culminar en 1905 con la Cooperativa El Hogar Obrero.
Cuando recién alumbraba la primera década del siglo, y las luchas obreras crecían acompañadas
por la represión brutal del régimen oligárquico, el Partido Socialista logrará en 1904 su primer
triunfo electoral en la persona de Alfredo Palacios, el primer legislador socialista de América, que
sintetiza el esfuerzo creador de los parlamentarios socialistas, quienes mediante iniciativas y
proyectos alumbraron el Nuevo Derecho en la República Argentina. La aprobación de leyes como
del descanso dominical, y la protección del trabajo de mujeres y niños darían nacimiento y
andamiaje jurídico al Nuevo Derecho que surgía.

3.c-El anarquismo
A diferencia de los socialistas, los anarquistas -que despreciaban la participación política- creían
que la Federación era una organización en la que todos los trabajadores debían la misma
participación, sin dirigentes con poder resolutivo, y considerando la lucha por reformas
económicas como un medio para alcanzar la revolución social y el Comunismo Anárquico.
Los anarquistas negaban la lucha a través de los partidos políticos, a los que consideraban
instrumentos del estado burgués. No había para ellos nacionales y extranjeros, sino hermandad
entre todos los hombres del mundo. Para el logro de sus objetivos el medio primordial era la
huelga general, a través de los sindicatos. Los sindicalistas, los anarquistas y los socialistas, al
principio, se unieron en su acción, pero luego los socialistas moderaron su actuación.
La presencia anarquista en el movimiento obrero, por el contrario, era cada vez más influyente,
con la fundación de sindicatos por oficio, intervención en conflictos gremiales, El 25 de mayo de
1901 se celebró el congreso fundacional de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA),
originalmente denominada Federación Obrera Argentina (FOA). Aunque la FOA estaba integrada
en su mayoría de elementos anarquistas, también tenía una participación importante de militantes
socialistas; esta alianza no pudo durar mucho tiempo, y los miembros del Partido Socialista
fundaron la UGT, una central obrera minoritaria e independiente.

3. d-El V Congreso de Fora


Durante los días 26 y 30 de agosto de 1905, la FORA celebró su V Congreso, al que asistieron
100 sociedades obreras, 4 federaciones locales y 1 federación de oficio. Entre otros temas
tratados, se recomendaba sus asociados “no dejarse conducir presos sin causa justificada,
llegando hasta la violencia trágica para poner coto a esos abusos policiales, debiendo las
sociedades a que pertenecen prestarles ayuda material y moral”
La FORA desde entonces fue un sindicalismo con definición ideológica y una propuesta finalista.
Los sindicatos opositores a la FORA, y los partidos socialista, radical y años después los
comunistas, eran críticos a su definición ideológica anarcocomunista, e "insistían con liberar a los
sindicatos de cualquier definición ideológica, por ser éstas un obstáculo para la unidad de la clase
trabajadora.

4. La cuestión social
A principios del siglo XX, más precisamente en la primera década se presentaron diferentes
propuestas para dar solución a la cuestión social.
Luego de la Ley de Residencia, la cual hacía más hincapié en la represión de los extranjeros que
en paliar la situación de la cuestión obrera, Carlos Pellegrini reflexionaba sobre la situación,
considerando que la solución para esta era cambiar la relación trabajador-capitalista, relación de
conflicto, causante del problema,
Durante los primeros años del período hubo proyectos que no tuvieron éxito como pasó con el de
Carlos Pellegrini, también incluyendo el importante proyecto que llevó a cabo Joaquín V.
González, perteneciente al liberalismo reformista.
Según Falcón "entre los socialistas surgirían dos grandes tendencias frente al proyecto: una que
lo rechazaba frontalmente y otra que consideraba que debía apoyarse sus aspectos positivos y
rechazar los negativos", también hubo un rechazo hacia el proyecto por parte de los anarquistas,
el proyecto trataba en su trasfondo aislar a los mismos por parte de la elite. La fracción interna del
socialismo que negaba totalmente el proyecto se convertiría en la corriente sindicalismo
revolucionario.
En 1905 se sancionó la Ley de descanso dominical, en 1907 un proyecto de regulación del trabajo
de mujeres y niños fue presentado por Palacios, el cual fue rechazado por la UIA y finalmente fue
sancionado al llegar a un acuerdo, en que menores de 16 años no trabajarían más de 8 horas por
día ni más de 48 horas semanales.
Más tarde en 1907 se creó (DNT) Departamento Nacional del Trabajo, el mismo fue propuesto e
impulsado por el diputado Julio A. Roca, también aquí se ve reflejado como antecedentes en la
Junta Nacional del Trabajo del proyecto Joaquín V. González.
El presidente del DNT presentó varios proyectos que trataban temas como: arbitraje y conciliación
en conflictos laborales, accidentes de trabajo, pensiones de ancianidad.

5. Ley Sáenz Peña


La presencia de los nuevos sectores medios de la sociedad, las huelgas , las críticas en la prensa
y el Congreso, la Generación del 80 ya encabezada por la línea modernista del Partido
Autonomista Nacional se vio en la necesidad de dar respuestas a la nueva realidad y amplió la
participación política a partir de la sanción de la Ley Sáenz Peña de 1912, de sufragio secreto,
universal y obligatorio. En 1916, en las primeras elecciones en que se aplicó, el régimen
conservador perdía por primera vez las elecciones presidenciales en manos del radical Hipólito
Yrigoyen, quien asumió su primera presidencia con el respaldo mayoritario de los sectores.

6. a. Antecedentes.
En 1910, el doctor Roque Saenz Peña asumió la presidencia de la Nación, luego de efectuados
unos comicios bajo el imperio de la Ley Electoral Nº4161, sancionada el 10 de enero de 1902,
pero en los que no faltaron nuevamente, el fraude y la violencia, porque, a pesar de que la
Constitución establecía un sistema federal, en la práctica, la oligarquía gobernaba como en un
régimen unitario. Desde el momento en que asumió, ejerciendo ya la presidencia, en abierto
rechazo a las maniobras que lo habían ungido Presidente, Saenz Peña tuvo la firme decisión de
cambiar este sistema electoral, que permitía el fraude y hasta facilitaba maniobras espúreas para
lograr el triunfo.
“La nueva ley se propone corregir los vicios del sistema electoral: el sufragio ha de ser obligatorio
(“Quiera el pueblo votar”, dice Saenz Peña imperativamente) y secreto, para eliminar muchas de
las prácticas corruptas”.

4. b-Aprobación de la Ley 8871(ley Sáenz Peña)


Finalmente el proyecto fue aprobado y en el discurso que Saenz Peña dio en la ocasión, dijo: “No
es bastante garantizar el sufragio sino que necesitamos crear al sufragante, sacándolo del oscuro
rincón del egoísmo a la luz vivificante de las deliberaciones populares; y si cada nación ha de
adoptar las instituciones conducentes a reparar sus infortunios, yo no encuentro ninguna reacción
más apremiante que la que tiene por objeto el voto público”
La Ley electoral que intentaba erradicar el fraude había sido aprobada hacía menos de dos
meses, después de largos y afiebrados debates y fue en la provincia de Santa Fe donde se
estrenó aplicándose por primera vez en los comicios que se realizaron el 1º de abril de 1912. El
país dejaba en el pasado una larga historia de matones y caciques que, por medio del crimen, la
amenaza y la compra de votos, habían burlado la voluntad popular.
Seis días después, la nueva Ley se aplicó en la Capital Federal, para la elección de diputados
nacionales y la victoria correspondió a ocho diputados radicales de la mayoría, a dos socialistas y
a dos independientes.
La Ley, que lleva el número 8871, conocida como Ley Sáenz Peña fue un instrumento que
significó un progreso extraordinariamente importante para nuestras instituciones públicas.
Curiosamente, aunque quienes sancionaron esta ley, estaban convencidos de que las minorías
corresponderían a las nuevas fuerzas (a la UCR, el PS y la Liga del Sur), ya en estas primeras
elecciones que se realizan bajo el imperio de la “Ley Sáenz Peña”, son los partidos nuevos los
que obtienen una resonante victoria y los radicales ven exultantes la proclamación de los
vencedores. Con la Ley Sáenz Peña, el radicalismo saldría de veinte años de abstención.

6.Los gobiernos radicales (1916-1930)


En 1916 se eligió por primera vez en Argentina al presidente de la Nación utilizando el sistema de
voto secreto y obligatorio para todos los hombres mayores de 18 años, establecido por la Ley
Sáenz Peña.
En las elecciones de 1916 triunfó la Unión Cívica Radical (UCR) resultando elegido presidente
Hipólito Yrigoyen. A partir de entonces se abriría una serie interrumpida de tres presidencias
radicales, la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen (1916-1922), la presidencia de Marcelo T.
de Alvear (1922-1928) y la segunda presidencia de Hipólito Yrigoyen (1928-1930), siendo este el
mayor período de tiempo consecutivo que la UCR se mantuvo en el poder. La última de las
mencionadas presidencias fue interrumpida por un golpe de estado militar producido el 6 de
septiembre de 1930, encabezado por el general José Félix Uriburu.

6.a Primera presidencia de Yrigoyen. 1916-192


El triunfo electoral significó la llegada a la conducción de diferentes ámbitos estatales, de un
amplio sector social que hasta ese momento estaba excluido de los puestos públicos de dirección.
Durante el primer gobierno de Yrigoyen el radicalismo estuvo en minoría en el Congreso: en la
Cámara de diputados 145 miembros eran radicales y 129 opositores, mientras que en el Senado
sobre 58 miembros solo 2 eran radicales.
Yrigoyen gobernó prácticamente sin recurrir al Congreso, con el fin de debilitar a la oposición.
Prácticamente todas las provincias fueron intervenidas.
Durante su gobierno Yrigoyen impulsó una serie de políticas que en conjunto implicaban una
tendencia transformadora.
-económicas. El Estado debe adquirir una posición cada día más preponderante en las
actividades industriales que respondan principalmente a la realización de servicios públicos.
Sin embargo Yrigoyen debió enfrentar en la Argentina los problemas derivados de la Primera
Guerra Mundial. Su política fue mantener la neutralidad, que implicaba en términos económicos
continuar con el abastecimiento de aliados, clientes tradicionales.
-se sancionaron una serie de leyes de arrendamientos rurales para proteger a los colonos y
chacareros frente a los grandes propietarios de tierra. En el mismo sentido reorganizó el Banco
Hipotecario Nacional para apoyar con crédito subsidiado a los pequeños propietarios rurales. En
1918, por primera vez, el Estado intervino como vendedor único de la cosecha de cereales en el
exterior.
- se creó la Marina Mercante Nacional. Impulsó también una política de expansión y
fortalecimiento de los ferrocarriles estatales,
Realizó el llamado Tren de las Nubes (Huaytiquina), del Ferrocarril General Belgrano, conectando
Salta con el océano Pacífico en Antofagasta (Chile), a través de la cordillera de los Andes, una
gigantesca obra de ingeniería.
Educación Durante el gobierno de Yrigoyen estalló en Córdoba el movimiento de Reforma
Universitaria de 1918. Varios jóvenes radicales participaron en el movimiento como Gabriel del
Mazo, uno de sus líderes principales. Yrigoyen apoyó los reclamos de autonomía universitaria y
cogobierno estudiantil y aprobó los primeros estatutos reformistas.
-Política internacional- La política internacional de Yrigoyen fue motivo de fuertes discusiones,
incluso en el seno del radicalismo. Yrigoyen básicamente sostuvo una política que puso un fuerte
acento sobre la cuestión de la autodeterminación e igualdad de las naciones, frente a las grandes
potencias.
1-Mantuvo la neutralidad en la Primera Guerra Mundial pero con fuertes reclamos a los países
beligerantes de ambos bandos.
2-.En 1917, convocó a un Congreso de Naciones Latinoamericanas no beligerantes para fijar una
posición común frente a la Primera Guerra Mundial, que fracasó debido a la fuerte oposición de
Estados Unidos.
3- Frente al Tratado de Versalles y la creación de la Sociedad de Naciones, la posición argentina
fue sostener la separación entre ambos actos: el Tratado era una cuestión que debería limitarse a
los países que lucharon, mientras que la Liga de las Naciones, por el contrario, debería ser una
asociación igualitaria y voluntaria de todas las naciones del mundo.
-política laboral- La política laboral del gobierno radical fue sumamente contradictoria. Por un
lado impulsó la sanción de leyes laborales y mandó al Congreso en 1921 un proyecto de Código
del Trabajo, en un sentido coincidente con los reclamos que los socialistas y el movimiento obrero
venían realizando desde décadas atrás. Actuó además como mediador en numerosos conflictos
laborales, promoviendo la negociación de acuerdos basados en la justicia social.
Pero, por otro lado, mantuvo relaciones muy conflictivas con el Partido Socialista, que tenía una
importante representación parlamentaria, y con el sector mayoritario del movimiento obrero,
negándole su derecho a representar a los trabajadores argentinos en el acto de constitución de la
OIT (1919), por lo que el gobierno argentino fue seriamente reprendido por el organismo
internacional.
6.b- El gobierno de Marcelo T. de Alvear 1922-1928
En la elecciones presidenciales de 1922 , Marcelo T. de Alvear, por la UCR, obtuvo el triunfo con
450 000 votos; la Concentración Nacional(alianza electoral conservadora) obtuvo 200 000 votos;
el Partido Socialista obtuvo 75 000 votos; y el Partido Demócrata Progresista obtuvo 75 000votos.
En segundo lugar, las políticas de transformación económica, política y social que había
delineado el gobierno de Yrigoyen, resultaron atenuadas, cuando no directamente revertidas,
durante el gobierno de Alvear.
Su periodo de presidencia comenzó justo cuando terminaba la crisis mundial de la posguerra, lo
cual permitió mejorar la economía y las finanzas sin mayores contratiempos. La economía
argentina alcanzó durante su gobierno la situación más próspera que jamás haya tenido en su
historia, debido principalmente a un favorable frente externo, con la reactivación posterior a la
Primera Guerra Mundial.
Se centró en las políticas agroexportadoras, en carnes y cereales. Hubo un gran crecimiento en
las áreas sembradas con cereales.
Tan solo un año después, la estatal YPF instalo el primer surtidor de nafta, en la esquina de
Bartolomé Mitre y Rosales, en la ciudad de Buenos Aires. En 1925 salió a la venta el popular Ford
T, a los dos años la producción llegó a las 100.000 unidades.
A partir del año 1925 se registró un grandísimo aumento en las inversiones extranjeras
provenientes de los Estados Unidos.
Esta "invasión" repentina de capitales estadounidenses provocó una competencia con los
capitales provenientes del Reino Unido, aquella rivalidad se vio reflejada en áreas tales como los
transportes (entre los productos automotores exportados de Estados Unidos y los ferrocarriles
ingleses).
Pero también se agudizo la competencia con empresas frigoríficas vinculadas con estos dos
países.
"El gobierno de Alvear, en la memoria de los argentinos, se mantiene como uno de los períodos
políticos más felices de la historia nacional. Democracia consolidada, reivindicaciones sociales y
prosperidad económica fueron características de la gestión de un hombre que hizo de la legalidad
y la ética política directamente un estilo de vida."dijo el historiador Felix Luna.

6. c-Personalismo (H.Yrigoyen) vs. Anti-Personalismo (M.T. de Alvear)


La Unión Cívica Radical estaba dividida interiormente, desde principios de siglo, entre los
llamados "azules" o "galeritas", de tendencia más conservadora y origen social de clase media
alta, muy fuertes en la Ciudad de Buenos Aires, y los llamados "grises" de tendencia más popular
y origen social de clase media baja, fuertes en la Provincia de Buenos Aires.
El 1 de abril se realizaron las elecciones. Los dos candidatos con posibilidades eran radicales.
Triunfó Yrigoyen por una diferencia aplastante: 840 000 votos contra 440 000 de Melo-Gallo. Los
socialistas quedaron terceros con 65 000 votos.

6. d Segundo gobierno de Yrigoyen. 1928-1930


El gobierno de Yrigoyen fue muy criticado por las intervenciones federales que dispuso y una
serie de asesinatos políticos nunca resueltos adecuadamente.
Yrigoyen intervino las provincias de Mendoza y San Juan, gobernadas por opositores:
En plena crisis económica y política, y cuando aún faltaban cuatro años para las elecciones
presidenciales, la debilidad del gobierno de Yrigoyen se hizo crítica. El radicalismo estaba
completamente dividido y el gobierno no tenía diálogo con la oposición.
La actividad más importante y duradera del segundo gobierno de Yrigoyen fue su política
petrolera y en especial la decisión de YPF de intervenir en el mercado petrolero, para fijar el
precio y romper los trusts
El 6 de septiembre de 1930 el general José Félix Uriburu derrocó al gobierno constitucional,
iniciando una serie de golpes de estado que se extenderán hasta la década del 1980.
La quiebra del ímpetu liberador del gobierno radical se debió fundamentalmente a la quiebra del
radicalismo mismo. Al atardecer de ese día Ricardo Rojas, famoso historiador, dirigente radical y
rector de la Universidad de Buenos Aires, le dijo a su esposa: Se acabó la Argentina...¡Y quién
sabe por cuántos años!.
Tres años después, el 3 de julio de 1933, luego de haber permanecido la mayor parte del tiempo
detenido, murió Hipólito Yrigoyen. El pueblo de la ciudad de Buenos Aires realizó entonces una de
las manifestaciones masivas más extraordinarias y sorpresivas de la historia argentina.

El radicalismo y la cuestión social


En síntesis, la política de Yrigoyen hacia los obreros estuvo lejos de alcanzar la tan celebrada
concepción ética de la vida política. Prevalecieron los prejuicios anti-obreros y anti-inmigrantes
disimulados bajo una falsa concepción paternalista de las relaciones entre el Estado y la
sociedad. Como parte de esta estrategia de enmascaramiento de la política laboral, Yrigoyen
impulsó una serie de iniciativas en el Congreso nacional que, muchas veces, no lograron siquiera
su sanción legislativa. Tal fue el caso de las leyes del salario mínimo, el abaratamiento de los
artículos de primera necesidad, el pago en moneda nacional, el contrato colectivo de trabajo, la
conciliación y arbitraje, la prohibición de embargos de sueldos y salarios, el código del trabajo,
etc.

UNIDAD 5

EL MUNDO CONTEMPORANEO EUROPA


A) NACIONALISMOS Y CRITICAS AL LIBERALISMO
Uno de los factores que dominó la política en el seno de Europa a fines del siglo XIX fue el
nacionalismo político, expresado principalmente por el pangermanismo y el paneslavismo.
El paneslavismo dio el impulso final hacia la crisis mundial. El eslavismo constituyó, como el
germanismo, una corriente que fue penetrando lentamente a los pueblos que se identificaban
como pertenecientes a una cultura originaria común, pero que estaban disgregados políticamente
y, por tanto, imposibilitados de concretar una política de poder. El pangermanismo se había
planteado la integración a Alemania de estados de cultura alemana que eran independientes unos
de otros bajo la forma de reinos, ducados, ciudades libres, etc, El paneslavismo, en cambio,
propiciaba la formación de un gran estado eslavo, con nacionalidades que estaban sometidas a
distintos imperios: germano, austro-húngaro y turco. Éste fue el que más sufrió los efectos del
movimiento nacionalista eslavo.
El problema paneslavo, sumado a los intereses expansionistas del Imperio Ruso y a la debilidad
del Imperio Otomano, generó Guerras Balcánicas. Los intereses de las grandes potencias
chocaban. Rusia buscaba debilitar al Imperio Otomano que dominaba los estrechos del Bósforo y
los Dardanelos, y le impedía sacar su escuadra encerrada en el mar Negro. Por eso, su apoyo a
los eslavos insurrectos era intencional: si los eslavos se independizaban con Rusia como aliada,
obtendría la anhelada salida.
Directa al mar Mediterráneo. Gran Bretaña continuaba su política de preservar la integridad del
Imperio Otomano, para impedir que Rusia invadiera los Estrechos. Austria-Hungría, por su parte,
sabía que cualquier triunfo de los eslavos en los Imperios Ruso o Turco, alentaría a la
insurrección a sus propios pobladores de origen eslavo.

1) LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL


La llamada Gran Guerra tuvo como contendientes, por un lado a los países de la Triple Alianza y,
por el otro, a los de la Triple Entente.
Ambos bloques se habían conformado de la siguiente manera:
1)La Triple Alianza (Austria-Hungría, Alemania e Italia). Se la conoce también como Alianza de los
Países Centrales. Sus intereses eran
a) Para Alemania y Austria-Hungría la cuestión central era la balcánica. Buscaban poner límites a
las expectativas de expansión de Rusia hacia el Mediterráneo, y, sobre todo, impedir que Serbia
se constituyera en Gran Serbia incorporando otras regiones balcánicas, como Bosnia, insertas en
el imperio Austro-Húngaro.
b) Italia también se interesaba en la cuestión adriática, y consideraba peligroso el movimiento en
pro de la Gran Serbia. De allí el tratado de colaboración de las escuadras austrohúngara e
italiana, en 1913.
2) La Triple Entente (Francia, Rusia, Gran Bretaña). Conocida como La Alianza o Los Aliados:
La causa accidental del conflicto, o sea el hecho que produjo el comienzo de la guerra, fue el
asesinato del heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro, el Archiduque Francisco Fernando, el
28 de junio de 1914. El hecho, que ocurrió en Sarajevo, fue protagonizado por un joven bosnio
que pertenecía a la asociación secreta nacionalista Mano Negra.
La guerra se concretó porque, frente al asesinato del heredero al trono, Austria-Hungría envió un
ultimátum a Serbia con 11 puntos: silenciamiento de los diarios nacionalistas, detención de los
agresores, disolución de las asociaciones políticas anti-austríacas, aceptación de la colaboración
austríaca para detener a los subversivos. Serbia aceptó sólo 5 de las 11 proposiciones. Alemania
consideró que era suficiente y que podía evitarse la guerra. AustriaHungría rechazó la respuesta,
y ordenó la movilización, cosa que simultáneamente había hecho ya Serbia. En los próximos tres
meses, un conflicto que pudo limitarse a Austria-Hungría y Serbia, dado el clima beligerante, los
intereses en juego y los tratados firmados, se transformó en una conflagración mundial.
Alemania le declaró la guerra el 3 de agosto, y puso en práctica el plan Schlieffen, que implicaba
atacar a Francia ingresando por Bélgica. Las tropas alemanas ingresaron entonces y, ante la
quiebra de la neutralidad belga, Gran Bretaña entró en el conflicto, pues siempre había cuidado
que no fuera ocupada una orilla que estaba tan próxima a su territorio.
En la primavera de 1918: al mismo tiempo en que la 4ª ofensiva era desbaratada por el ejército
francés en Champagne, 27 divisiones americanas se disponían a entrar en combate. A partir de
entonces, el equilibrio de fuerzas se rompió a favor de la Entente. Británicos, franceses y
norteamericanos lanzaron una ofensiva que hicieron retroceder a los alemanes casi hasta la
frontera de Bélgica. Rusia ya se había retirado de la guerra el año anterior. Bulgaria lo hizo en
agosto de 1918. A principios de octubre el nuevo canciller de Alemania, el liberal príncipe
Maximiliano de Baden, buscó arreglar con el presidente Wilson una paz basada en los catorce
puntos; pero no se llegó a ningún arreglo por la insistencia de Wilson de que renunciara el káiser.
Los aliados de Alemania fueron retirándose: Turquía lo hizo a fines de octubre, el Imperio Austro-
Húngaro se derrumbó por las sublevaciones eslavas y por el contraataque italiano, que se apropió
de la ciudad de Trieste. El 3 de noviembre Austria firmó el armisticio. Finalmente lo hizo Alemania,
después de la abdicación del káiser.
El Tratado de Versalles Finalmente se firmó el 28 de junio de 1919, en el quinto aniversario del
asesinato del archiduque Francisco Fernando, en el Salón de los Espejos del Palacio de
Versalles. Se estableció:
a) Alemania debía devolver Alsacia y Lorena a Francia
b) Francia podía ocupar la Renania,
c) Las cuencas mineras del Ruhr y del Sarre serían internacionalizadas por 15 años. Las
administraría la Liga de Naciones, pero el mineral se destinaría a la reconstrucción de
Francia;
d) La Prusia Oriental quedó separada de la Alemania occidental por el corredor polaco
e) Debía entregar todos sus submarinos y buena parte de su armada de superficie, se le
prohibió la posesión de aviones militares o navales y debió reducir su ejército a 100.000
soldados reclutados en forma voluntaria
f) f) Las reparaciones de guerra, muy altas, se basaron en el principio de que Alemania y
Austria Hungría habían iniciado la guerra y eran, por tanto, las responsables de todas las
pérdidas de vidas, los heridos irrecuperables, y el daño emocional y moral de millones de
personas.

2) EL ESTADO TOTALITARIO EN URSS


2.1. El Régimen Anterior a la Revolución de 1917
Rusia era en 1917 un país arcaico, retrasado económica y culturalmente, desnivelado
socialmente y con un régimen político anacrónico, que había entrado a la 1° guerra mundial sin
poder sostener materialmente su frente de batalla: Movilizó 15 millones de hombres, pero se
terminó derrumbando por la falta de aprovisionamientos en armas y alimentos, y por la falta de
capacidad de sus oficiales, pertenecientes a la nobleza, que desempeñaban esos cargos en
forma honorífica pero carecían de formación militar –lo cual los puso en inferioridad aplastante
frente a la maquinaria prusiana, cuya oficialidad se caracterizaba por su disciplina y capacidad.
Los soldados terminaron por abandonar el frente, tras sucesivas derrotas. Faltaban provisiones en
las ciudades, por el colapso del sistema ferroviario. Las huelgas y motines eran permanentes.
A)Los mencheviques, dirigidos por Kerensky, apoyaron la 1° revolución y participaron en el
gobierno burgués, porque consideraban que no estaban dadas aún las condiciones para un
régimen comunista, por la incipiente revolución industrial que impedía que las contradicciones de
clase se dieran en plenitud y que el capitalismo alcanzara un nivel monopólico; B) Los
bolcheviques, dirigidos por Lenin, concretaron la 2° revolución, que llevó al país al socialismo
primero –bajo la forma de dictadura del proletariado-, y al comunismo después.

2.2. Las Revoluciones de 1917


La 1° Revolución del año 1917 se produjo en marzo. Fueron sus causas inmediatas: a) La
oposición popular a la guerra, considerada un problema de las minorías capitalistas, que no
estaban en los frentes de batalla; b) El malestar por la influencia de Rasputín en la Corte, que
llegó a ser asesinado en 1916; c) Los efectos de la guerra: inflación, desabastecimiento, hambre,
falta de energía para resguardarse del frío.
La pérdida de apoyo popular por el gobierno se debió a que cometió el grave error de continuar la
guerra, que producía frustración por las derrotas, desabastecimiento y muerte de miles de
soldados y civiles. Eso se debió a que los mencheviques buscaban hacer un gobierno de
conciliación con la burguesía liberal para la implementación de reformas, y el desarrollo de un
capitalismo industrial firme que, preveían, agudizaría las contradicciones de clase y daría las
bases para la revolución socialista. Ellos exigían paz inmediata, igual trato a todos los grupos
nacionales, expropiación de las grandes fincas y nacionalización de la tierra, de los bancos y de
las grandes empresas, y control obrero sobre la producción. Por eso, adhirieron masivamente a la
revolución de octubre.
La 2° Revolución del año 1917 ocurrió el 24 de octubre –tomando el calendario ruso6 . Derrocó al
gobierno socialdemócrata de Kerensky (jefe del gobierno desde la renuncia de Lvov), disolvió la
Duma y creó un Consejo de Comisarios del Pueblo presidido por Lenin. (Crouzet, Vol.8, 232)7 .
Se pudo concretar, en lo militar, porque los militares superiores le negaron colaboración al nuevo
régimen. (Renouven; II, 346). Sólo la Caballería Cosaca intentó sostener el gobierno.
Fue un Golpe de Estado organizado por Trotsky, que era el Presidente del Comité Ejecutivo de
los Soviets. Inmediatamente estalló una guerra civil entre: a) el Ejército Blanco, integrado por
grupos antibolcheviques (liberales, democráticos, socialdemócratas mencheviques), con
asistencia aliada; b) el Ejército Rojo, bolchevique, dirigido por Trotsky, que triunfó. En ese
momento de debilidad se produjo la independencia de los países que Rusia tenía sojuzgados:
Finlandia, Polonia y los Países Bálticos (Estonia, Letonia, Lituania).

2.3 El Régimen Comunista. Lenin y Stalin


Después de la Revolución de octubre de 1917 se organizó un Gobierno Bolchevique, cuya cabeza
fue Lenin, quien gobernó hasta 1924. Las primeras medidas del gobierno fueron:
1) En Política Internacional, se firmó con Alemania el Tratado de paz de Brest-Litovsk. O sea
que, antes de finalizada la 1° Guerra Mundial, el régimen bolchevique pidió la paz y se
retiró de la lucha.
2) El Tipo de Estado que se constituyó en 1922 fue una Federación de Repúblicas: la Unión
de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S)
3) En Política Interna se institucionalizó la Dictadura del Proletariado, etapa Socialista que
debía preceder a la fase Comunista, a la cual se llegaría cuando se dieran las
condiciones adecuadas, en los planos internacional e interno.
4) El Gobierno Nacional fue cambiando de estructura institucional. En principio rigió la
Constitución de 1918 de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.

La organización institucional que perduró, en base a la Constitución de 1936/38,


consistió en:
a) El Soviet Supremo que era “el organismo estatal más alto”8 . Se reunía 2 veces al año, o
en caso de ser convocado para debatir algún tema significativo. Estaba integrado por 2
Cámaras: El Soviet o Consejo de la Unión, que representaba en forma proporcional a la
población, elegidos por un término de 4 años; y el Soviet o Consejo de las
Nacionalidades, formada por 5 diputados representantes de cada República. Además de
las funciones legislativas, este cuerpo elegía a los miembros del Presidium, el cual
mediaba en caso de conflicto entre los dos Soviets, y podía disolverlos y llamar a nuevas
elecciones, si no se alcanzaba el consenso.
b) El Presidium era un cuerpo ejecutivo colegiado de 37 miembros, que elegían los
diputados de las dos Cámaras, para actuar en los períodos en los cuales ellos no se
reunían. Tenía funciones ejecutivas y legislativas, pues podía promulgar decretos,
declarar la guerra y anular las disposiciones de los funcionarios administrativos que no se
ajustaran a las leyes.
c) El Consejo de Ministros, organismo ejecutivo y administrativo superior, cuyos miembros
eran también elegidos por el Soviet Supremo. Cada Ministro constituía la cabeza de un
área administrativa: de Guerra, de Relaciones Exteriores, de Industria Pesada.
d) El Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) fue, de hecho, una institución de
máximo poder. Comprendía 3 instituciones.
d.1. El Congreso General, que se reunía cada 5 años;

d.2. El Comité Central del Partido Comunista (CC), que dirigía el Partido aunque, en
general, en sus reuniones convalidaban las decisiones tomadas por el Politburó; y aunque
ellos elegían a los miembros del Politburó, lo hacían en base a la lista que éste les
presentaba.

d.3. El Politburó o Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, era un cuerpo
de 5 miembros elegido por el Comité Central y sujeto –de jure- a su autoridad, a la cual le
debía rendir cuenta de sus actos.
El Politburó o Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, era un cuerpo de 5
miembros elegido por el Comité Central y sujeto –de jure- a su autoridad, a la cual le debía rendir
cuenta de sus actos.
Dentro de la política de la URSS, las autoridades que tuvieron mayor trascendencia fueron: Lenin
(1921-1924) Stalin (1924-1946) y Nikita Kruschev (1953-1964), que fueron los tres que tuvieron
simultáneamente los cargos de Presidente del Consejo de Ministros y Secretario
En Economía se aplicó una política estatista y proteccionista: a) Se estatizaron las fábricas, que
fueron regenteadas directamente por los obreros, pero bajo la supervisión de delegados del
partido comunista; b) Se transformó el régimen de propiedad de la tierra. La creación de un
régimen comunal no satisfizo a los campesinos, que esperaban tener lotes individuales, y eso
llevó a muchos a oponerse al comunismo, adherir a los mencheviques y luchar en el Ejército
Blanco. Además, se estatizaron los medios de transportes, las propiedades del suelo y subsuelo y
el comercio exterior.
La Política Social fue importante, pues el régimen consideraba al hombre como “el capital más
valioso y, en consecuencia, se proponía elevar material y culturalmente a la población. La política
sanitaria implicó la construcción de miles de instituciones –clínicas, hospitales, dispensarios- con
atención médica gratuita. Se multiplicaron las instituciones para ancianos, futuras madres, recién
nacidos. Se crearon hoteles del Estado para que la población disfrutara de vacaciones, se
estimularon los deportes, se crearon jardines de infantes. Según el historiador Laski, el resultado
de esta inversión fabulosa no alcanzó la calidad de la salud o la asistencia social en general de
los países occidentales más avanzados; pero, reconoce, se “ha realizado a un ritmo inconcebible
en cualquier sociedad capitalista” (Crouzet, 292).
La familia se organizó sobre nuevas bases, porque con la revolución se puso fin a la familia
tradicional, fundada sobre al poder marital y a la inferioridad femenina. Se postuló una nueva
relación entre los esposos, fundado en la igualdad jurídica de los cónyuges, y en la posibilidad de
disolver la unión por medio del divorcio por mutuo consentimiento o por el deseo de uno de ellos.
La organización social no fue plenamente igualitaria.
La Política Religiosa y Cultural estuvo marcada por los principios comunistas. a) El Cristianismo
fue perseguido: se clausuraron las Iglesias, se persiguió a los sacerdotes y se castigó a quienes
practicaban la religión impidiéndoles ascensos en el plano laboral; b) En el plano cultural el
objetivo fue elevar el nivel cultural.
Rusia en 1940, en vísperas de la 2° guerra mundial, el desarrollo económico era muy importante,
e imperaba una intensa colectivización en las áreas rurales y en la producción industrial. a) En el
campo predominaban las granjas colectivas, que agrupaban entre 60 y 200 familias, y las granjas
del estado, que eran de gran tamaño. Los campesinos eran retribuidos en función de la
productividad; b) La industria estaba organizada y planificada por el Estado, quien determinaba la
cantidad y calidad de bienes que cada rama industrial debía producir.
En el plano político el régimen fue altamente dictatorial. Se produjeron persecuciones,
deportaciones y el asesinado de miles de opositores. Se considera que la Dictadura de Stalin fue
tan sangrienta como la de Hitler.
El Régimen Stalinista tenía dos grandes enemigos: los regímenes Nazi-fascistas y los Regímenes
democrático-liberales. Eso no le impidió hacer un tratado con Hitler, para extender su frontera
hacia el oeste, y repartirse Polonia. Cuando Hitler violó el tratado firmado y atacó a la URSS,
Stalin hizo un pacto con los aliados. Al finalizar la 2° guerra mundial quedaron como grandes
potencias EEUU y la URSS.

3)EL ESTADO TOTALITARIO EN ITALIA


3.1. Situación de Italia previa al ascenso de Mussolini
La primera nación que dio la espalda al sistema imperante en el siglo XIX y a las viejas clases
dominantes, fue Italia.
El régimen italiano, al comenzar la fase de posguerra, era aún una Monarquía Constitucional, bajo
el reinado de Víctor Manuel II, de la Casa de Saboya –la que había concretado, atrás, la
unificación italiana. Se fundaba en la democracia liberal, y las primeras elecciones de posguerra
indicaban su persistencia, a semejanza de Gran Bretaña y Francia. Los grupos políticos de la
Cámara de Diputados eran: el liberal democrático con ligera mayoría, una minoría social
demócrata importante, y un grupo también considerable del Partido Popular Católico, también
democrático.
La situación interna, sin embargo, era de gran insatisfacción.
A ello se agregaron las dificultades económicas y sociales, debido no sólo al cese de la guerra
sino también a los efectos de la crisis de 1929: la política proteccionista de EEUU y su negativa a
recibir más contingentes inmigratorios -que habrían paliado la situación girando recursos a sus
familias. Los efectos fueron: inflación, alza de precios, especulación, explotación, desempleo,
caída del salario. Ese clima produjo el fortalecimiento de los grupos de izquierda –los socialistas
abrazaron ideales comunistas-, y de derecha nacionalista. En este sector empezó a actuar Benito
Mussolini.
Mussolini, aunque provenía del socialismo, rompió con ese partido y adhirió al nacionalismo,
anticomunista y antiliberal; y, en principio, también anticatólica. Presentó su programa en 1919: un
documento extremista que exigía el sufragio universal, la abolición del Senado y la oposición a
todos los imperialismos. Propiciaba un gobierno fuerte que hiciera efectivas las reivindicaciones
italianas.
Recibió el apoyo de soldados desmovilizados, oficinistas empobrecidos (la clase media baja),
sectores sin trabajo (lo que Marx había llamado lumpen-proletariado) –porque en general los
obreros, o sea los proletarios en la terminología marxista, integrados en sus sindicatos,
mantuvieron sus posiciones socialistas y anarquistas. También recibió el apoyo de la burguesía
capitalista, hombres de negocios preocupados por el progreso del socialismo y el comunismo, que
apoyaron el fascismo como un extremismo menos peligroso, porque no atentaría contra sus
propiedades.
El movimiento fue organizado en grupos (Fascios) dispersos por toda Italia, estructurados en base
al modelo de los de Milán, creados por Mussolini en 1919. De ahí derivó el nombre Fascismo, que
se dio al movimiento. En 1921 el movimiento se consolidó como un partido político, con la
particularidad de estar rodeado de símbolos y ceremonias. Los fascistas vestían camisas negras
–a imitación de los camisas rojas del Garibaldi de antaño-, y resucitaron el uso romano de saludar
con la mano extendida, entre otros símbolos del Imperio Romano, al cual se proponían recrear.
Bien organizados y con tácticas violentas e intimidatorias, fueron encontrando cada vez mayor
eco entre los sectores empobrecidos y resentidos, desilusionados del gobierno democrático liberal
que no daba soluciones a sus problemas, y que veían en las propuestas de Mussolini una
posibilidad de reivindicación.

3.2. El Régimen Fascista


Mussolini, inmediatamente, exigió al Parlamento que le concediera poderes dictatoriales. Este
acto significó la muerte del Régimen Parlamentario liberal y la instauración de la Dictadura
Fascista.
Las medidas que siguieron fueron muy represivas: los fascistas se adueñaron de todos los
puestos claves y se arrogaron el monopolio de la propaganda. Se impuso una censura total. Los
antifascistas debieron reducirse al silencio, los miembros de los partidos opositores fueron
sometidos a control, encarcelados, desterrados y hasta asesinados (como el socialista Matteoti).
El Régimen Fascista profundizó sus medidas dictatoriales entre 1925 y 1928. Así
a) Los Partidos Políticos fueron proscriptos, salvo el Fascista. Así, caducó el sistema de
partidos pluripartidista –propio de los regímenes parlamentarios- y se inició el régimen
unipartidista;
b) El Parlamento subsistió pero perdió su esencia. Su función de formular y sancionar leyes
pasó al Duce, y la de controlar a las autoridades ejecutivas se abrogó. Todos cumplían las
órdenes del Conductor que, en cuanto tal, siempre tenía razón
c) El Conductor del partido fascista o Duce recibió la facultad de proponer las leyes -que el
Parlamento sin objeciones- y de nombrar a las autoridades locales. Era la única autoridad.
Era a la vez Primer Ministro y Presidente del Gran Consejo del Partido Fascista, que tenía
sus federaciones regionales y grupos locales, como el partido comunista ruso. Para
imponer su poder no contaba sólo con los instrumentos legales y agentes del gobierno,
sino con una milicia fascista especial, integrada por jóvenes a los que adoctrinaba como
futuros miembros del partido.
d) La Cámara de las Corporaciones fue organizada en 1926, con el objeto de atraer al
sector obrero y someterlo a su influencia.
Para afianzar el régimen, Mussolini actuó en todos los planos: religioso, económico y político.
a) Las Relaciones de Mussolini con la Iglesia Católica tuvieron un propósito político:
neutralizar a los católicos practicantes, que constituían un gran número.
Para lograr su adhesión negoció con el Papa Pío XI el Tratado de Letrán de 1929. Por él le
reconoció la soberanía e independencia de la Ciudad de Vaticano, que se transformó en un
Estado Papal, y el Estado Italiano indemnizó al Vaticano con millones de liras por la pérdida
de los territorios de los antiguos Estados Pontificios (hecho acaecido cuando se produjo la
unificación italiana). Las relaciones entre el Estado Fascista y la Iglesia no fueron sencillas.
Pronto entraron en conflicto sobre la cuestión escolar y las organizaciones juveniles, pues el
gobierno buscaba adoctrinar a la juventud en el ideario fascista.
b) El Orden Social. Se produjo un importante proceso de ascenso social, merced a la intensa
campaña realizada por el régimen para estimular el desarrollo económico. Buscaba
además, la recuperación del orgullo nacional y la penetración del ideario imperialista.
En el plano económico introdujo una serie de mejoras, para modernizar el país y dar trabajo a
los desocupados. Así, se renovaron los ferrocarriles y se crearon nuevos ramales, se
construyeron buques de carga y pasajeros –algunos principescos-, se drenaron marismas, se
erigieron centrales eléctricas, se concretó una variedad de obras públicas –caminos, puentes,
edificios monumentales. El objetivo de Mussolini era la autarquía económica de Italia, en la
mayor medida posible.
c) En política, los discursos y símbolos impuestos tuvieron por finalidad exacerbar el
nacionalismo.
El desarrollo del Nacionalismo fue acompañado del incremento del Militarismo. Mussolini se
ocupó de ampliar el ejército y modernizar su armamento. Se adiestró a jóvenes y niños en el
manejo de armas

5) EL ESTADO TOTALITARIO EN ALEMANIA

4.1. La Alemania Republicana (1919-1933)


En Alemania, la derrota en la Gran Guerra produjo la caída del Imperio de la dinastía
Hohenzollern en noviembre de 1918 y la instauración de un régimen republicano: la República de
Weimar.
La República de Weimar fue constituida por una Asamblea reunida en Weimar en febrero de
1919. Los partidos aliados al gobierno tuvieron amplia mayoría y la Asamblea, ratificó en junio el
Tratado de Versalles y sancionó más tarde la Constitución de Weimar.
a) La Constitución creó una República Parlamentaria. Los poderes fueron: el ejecutivo
compuesto por un jefe de Estado –el Presidente-, elegido por 7 años en forma directa por
el pueblo, y un jefe de gobierno –el Canciller-, quien formaba el ministerio y era
responsable ante las Cámaras11; el legislativo bicameral, integrado por el Reichstag que
representaba al pueblo, y el Reichsrat que representaba a los Estados; y un poder judicial
independiente.
b) El derecho de sufragio era reconocido a todos los ciudadanos adultos de ambos sexos, o
sea que Alemania fue uno de los primeros países en hacer extensivo el sufragio a las
mujeres.
c) La República era de tipo federal, y principios democráticos semejantes estaban contenidos
en las Constituciones de los Estados miembros: Prusia, Baviera, Sajonia y todos los demás.
La situación económico-social general de Alemania era grave, por la alta inflación, el alza de
precios, el desabastecimiento y el mercado negro, y la falta de trabajo para los soldados
desmilitarizados.
El proceso de debilitamiento de la República se inició con la crisis financiera de 1929 los
problemas económicos resurgieron, y la coalición política gubernamental empezó a
resquebrajarse.
El Partido Nacionalista, que empezó su accionar anti-republicano en la década del ’20, tuvo a
los Junkers como cuadros directivos. En las elecciones presidenciales de 1925 convocadas
para suceder al socialista Ebert –que había fallecido-, tuvieron la astucia de llevar como
candidato a un anciano héroe de guerra: el Mariscal Hindemburg. Así, lograron apoyo
popular.
El Mariscal Hindemburg fue fiel a la Constitución que había jurado en su primer gobierno; y
por eso fue reelecto, votado por la alianza republicana, frente a los dos partidos extremistas:
el comunista y el nacionalsocialista con Hitler como candidato.
El Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP) de Hitler había tenido modestos éxitos
electorales hasta 1929, pero a partir de la crisis de ese año, consiguió el apoyo de amplios
sectores de la clase media baja, de los desocupados y de una parte de los nacionalistas
conservadores, quienes creían que podrían usar su capacidad de liderazgo para alcanzar el
poder, y que luego podrían neutralizarlo. La gran burguesía –magnates del comercio y de la
industria-, empezaron a verlo como una barrera contra el avance del comunismo, que se
expandía entre la clase obrera. Este fue también el enfoque de los Junkers al proponer al
Presidente su designación como Canciller, pues aunque el Partido Nazi contaba sólo con el
34% de los escaños, recibiría el apoyo de los Nacionalistas Conservadores para que pudiera
formar gobierno. Así, usando el engranaje republicano, logró llegar al poder en 1933, el
hombre que pronto traicionaría a esos aliados, anularía la Constitución de Weimar y daría
vida a una Dictadura Totalitaria.

4.2. La Dictadura Nazi


La Dictadura de Hitler, que contó con el apoyo de amplios sectores de la población, que
adhirieron a su programa. Se sustentó teóricamente en su obra Mi Lucha, y se fue estructurando
mediante el uso de una serie de instrumentos: el Partido Nacional Socialista, las fuerzas de
choque, los símbolos de unidad, el estilo discursivo y el dictado de decretos y leyes.
1.Los apoyos sociales a) Los terratenientes tradicionalistas y la alta burguesía
b)La pequeña burguesía: empleados y funcionarios, intelectuales y profesionales, ex oficiales,
pequeños propietarios industriales y comerciantes medianos.
d) Los desocupados, el denominado lumpen proletariat por Marx. No adhirieron a su partido, que
se llamaba “obrero alemán”, precisamente los obreros, pues los trabajadores sindicalizados
adherían a la izquierda, y los análisis que efectuaban en los sindicatos evitaron que prendiesen en
ellos las arengas nacionalistas.
2. Las propuestas de Hitler en sus arengas eran: a) la revisión del Tratado de Versalles, b) la quita
de la ciudadanía a judíos y extranjeros; c) La anulación de los partidos no nacionalistas, d) La
implementación de reformas económicas proteccionistas para atraerse a la clase obrera y a
sectores de la clase media; y, con el mismo objetivo, reformas que nunca sustanciaría porque
significaban un atentado contra los grandes capitalistas, como impedir la especulación con las
tierras y la financiera.
3. Los instrumentos con los que contó fueron convincentes para algunos, en tanto otros se
sometieron por el terror que los discursos y las fuerzas represivas generaban.
a) La obra Mi Lucha, escrita antes de asumir el poder, y ampliamente difundida. En ella
cuestionaba el liberalismo y todos los valores introducidos por la revolución francesa, además de
la democracia liberal. Postulaba un vigoroso nacionalismo y un fuerte racismo, sustentado en la
teoría de la desigualdad natural de los hombres y la existencia de hombres superiores, destinados
a gobernar Alemania y el mundo. Instaba a la total subordinación al líder, y la organización de
corporaciones como cuerpos de consultivos
Respecto a la desigualdad de los hombres, y, en consecuencia, de las naciones, declaró Hitler en
Mi Lucha:
b)El Partido Nacional Socialista fue organizado según los modelos comunista y fascista:
células locales que se integraban en otras mayores, además de las agrupaciones juveniles
c) Los grupos armados fueron: las SS o guardia del partido y las SA o “tropas de asalto”.
Emplearon tácticas violentas, violando las leyes y derechos personales, con lo cual
sembraron el terror entre sus adversarios.
d) Los símbolos fueron la camisa parda que fue el uniforme y la cruz gamada negra sobre
campo rojo como emblema, la svástica. La bandera republicana fue proscripta.
e) El discurso fue violento y con él creó a los enemigos de Alemania, internos y externos.
Enemigos internos eran los judíos
f) Dictó Decretos que limitaban los derechos individuales: la libertad de expresión y de
prensa, el respeto a la propiedad y la inviolabilidad de los domicilios, la correspondencia y
las conversaciones telefónicas, las libertades de reunión y asociación
4. Las instituciones fueron adaptadas al nuevo régimen que era antidemocrático,
antiparlamentario, anti-individualista, anti-igualitarista, anti-pacifista, anti-internacionalista y, al
menos discursivamente, anticapitalista.
Las instituciones fueron amoldadas del siguiente modo:
4.1. El federalismo fue cancelado.
4.2. Los sindicatos fueron disueltos.
4.3. Los partidos fueron disueltos.
4.4. El Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. una serie de purgas
4.5. El Ejército fue cooptado y modificado.
4.6. El Poder Judicial fue asimilado, mediante la presión a los jueces principistas y la
designación de jueces adictos.
5. La Política Anticristiana fue importante, porque el cristianismo era considerado por Hitler
una religión judía.
La Iglesia Católica, cuando empezó a sufrir persecuciones, se doblegó. Los obispos
rectificaron las declaraciones en las cuales condenaban al nazismo, y en 1933 firmaron el
Concordato por el cual se reconoció el Estado nacional socialista. Se obligó al Papa a aceptar
que los clérigos y obispos, antes de asumir su función, debían jurar lealtad al Estado alemán.
Pese a esa sumisión, la Encíclica de 193714 recordó que el racismo contrastaba con la moral
cristiana.
6. La Política Antisemita. El antisemitismo ya existía antes de Hitler, en Alemania como en toda
Europa y América, porque los clérigos cristianos habían hecho responsables a los judíos de la
muerte de Jesús.
Una vez instalado Hitler en el poder, la persecución a los judíos se profundizó año a año, desde
1933.
La Solución Final u Holocausto empezó en 1938 con el operativo llamado La Noche de los
Cristales Rotos, consistente en asaltos contra la población judía por las fuerzas represivas –SA,
SS, las Juventudes Hitlerianas, Gestapo- junto a la población civil, en la noche del 9 al 10 de
noviembre, en Alemania y en Austria. Las propiedades judías fueron destruidas y unas 1500
sinagogas incendiadas. Las calles quedaron llenas de vidrios rotos. Millones de judíos fueron
transportados a los campos de concentración, principalmente a Sachsenhausen, Buchenwald y
Dachau.
7.La propaganda fue intensiva, a través de la prensa, la radio, el cine y los mítines públicos Como
la censura impedía a los alemanes disponer de un discurso disidente, un sector mayoritario de la
población fue convenciéndose del “genio” de su nuevo líder.
En la Dictadura Totalitaria instaurada por Hitler, el Estado era omnipotente. La acción individual
que contrariaba los intereses del Estado era inadmisible: Por eso el código penal se modificó y las
penas se agravaron.
Un rasgo notable del régimen fue su apelación al componente irracional del hombre. Thomas
Mann subrayó ‘la embriaguez’” generada en las masas por Hitler. Los nazis se manifiestan llenos
de fe, en correspondencia con las declaraciones de su líder, quien sostuvo: “No es la inteligencia
más sutil la que ha salvado a Alemania de su desgracia, sino nuestra fe.
el líder era considerado –como parte de esa pasión irracional-, omnisciente e infalible. Ninguna
ley escrita podía prevalecer sobre su voluntad.
Un tema significativo e igualmente irracional, era el de la preservación de la pureza de la raza,
pues, según “la ley de la sangre y de la raza” inspirada en Gobineau, se consideraban miembros
de una raza superior: la aria. Eso llevó a la exclusión, no sólo de los judíos, sino también de los
enfermos incurables, los discapacitados y los criminales.
rápidamente rompió con los sectores de izquierda de su partido –una minoría de izquierdistas que
creyeron en él-, dirigida por los hermanos Strasse
Se hicieron grandes obras edilicias y de infraestructuras –como las autovías- y se impulsaron
industrias, para dar trabajo a los desocupados. Pero en general los grandes beneficiados del
régimen no fueron los obreros sino la alta burguesía y los grandes dignatarios del partido, que se
apropiaron de los bienes de los judíos –empresas, casas, joyas-, concretaron negociados y, más
adelante, se quedaron con obras de arte de los museos, que fueron expoliados.

Como en el caso italiano, el nazismo buscó sustituir la idea de lucha de clases por la de conciliación entre las clases;
pero, como en el caso de todos los fascismos, los grandes beneficiarios fueron los propietarios y no los trabajadores.
Esto es comprensible, si se tiene en cuenta que las Dictaduras Fascistas fueron apoyadas por el gran capital nacional,
para frenar las reivindicaciones de los trabajadores y su eventual giro hacia el comunismo.

B) FIN DE LAS GUERRAS MUNDIALES Y CONFORMACION DEL


MODELO BIPOLAR

1) LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Lógico, relacionadas con el sesgo de la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón militarista
(Frías Silva – Carracedo). La era de las catástrofes conoció un claro retroceso del liberalismo
político, que se aceleró notablemente cuando Adolf Hitler asumió el cargo de canciller de
Alemania en 1.933. Entre 1.920 y 1.944 la cantidad de gobiernos constitucionales y elegidos pasó
de 35 a 12.18 A finales de la década del treinta, la amenaza para las instituciones liberales
procedía exclusivamente de la derecha; el término “totalitarismo”, inventado como descripción del
fascismo italiano, prácticamente sólo se aplicaba a ese tipo de regímenes.
La situación internacional creada por la Primera Guerra Mundial era intrínsecamente inestable,
especialmente en Europa, pero también en el Extremo Oriente y, por consiguiente, no se creía
que la paz pudiera ser duradera.
En cuanto al desenlace de la guerra, A partir del 7 de diciembre de 1.941 se desarrollaron tres
guerras paralelas, casi independientes entre sí. La primera, la más dura y sangrienta enfrentó a
Alemania con el Ejército Rojo en las llanuras de Rusia. La segunda enfrentó a norteamericanos y
japoneses en el Pacífico. La tercera enfrentó en Europa occidental a los británicos y
norteamericanos con Alemania e Italia. Hitler y Mussolini declararon la guerra a E.E.U.U. casi
inmediatamente después de Pearl Harbor.
En Rusia, la ofensiva alemana de junio de 1.940 permitió a Hitler conquistar toda la Rusia
occidental, En enero de 1.943 el ejército alemán fue destruido en Stalingrado, la ofensiva alemana
quedó rota, por lo que la reacción soviética no se hizo esperar y ya en 1.944 los rusos avanzaban
en todos los frentes.
Los japoneses, por su parte, habían llevado adelante una gran ofensiva que les permitió ocupar
un importante territorio, que iba desde Birmania a las Filipinas e Indonesia, pero a costa de
dispersar notablemente sus tropas. Sin embargo, sus capacidades industriales se encontraban
muy lejos de las de E.E.U.U. y en el verano de 1.943 entraron en combate los grandes
portaviones norteamericanos; la batalla de la Isla Midway fue la primera gran derrota para la
armada imperial, de allí en más la guerra consistió en ir reconquistando uno a uno los
archipiélagos ocupados por los japoneses, que tenían la enorme desventaja de no saber ni
cuándo ni dónde sería el próximo ataque. Japón empezaba a recibir fuertes bombardeos.
Mussolini dimitió y fue arrestado; pese a que luego sería liberado por un grupo alemán, había
perdido ya todo su poder. Le sucedió el mariscal Badoglio, quien capituló ante los aliados.
En 1.944 se produjo el desembarco aliado en las playas de Normandía; Francia y Bélgica
quedaban liberadas entre agosto y noviembre de ese año. Una vez que los aliados franquearon el
Rhin, el derrumbe alemán se produjo rápidamente. Sin embargo, serían los rusos quienes
llegarían primero a Berlín, Praga y los Balcanes.
Japón, víctima de las primeras bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki, capituló
el 2 de setiembre de 1.945.

2)FIN DE LA SEGUNDA GUERRA: CONSECUENCIAS


Las consecuencias de la segunda guerra mundial pueden agruparse en tres tipos de efectos:
a)Efectos sobre la población: pérdidas humanas, torturas, destierros Las pérdidas ocasionadas
por la guerra fueron literalmente incalculables, pues a diferencia de lo ocurrido en la primera
guerra mundial, las bajas civiles fueron tan importantes como las militares y las peores matanzas
se produjeron en zonas, o en lugares, en que no había nadie que pudiera registrarlas o que se
preocupara de hacerlo.
Las guerras del siglo XX fueron guerras totales, involucraron a todos los ciudadanos, la mayor
parte de los cuales fueron movilizados.
La segunda guerra mundial produjo una oleada de desterrados humanos en número
inmensamente superior al producido durante la primera guerra mundial y la revolución rusa; se ha
estimado que en mayo de 1.945 había en Europa alrededor de 40 millones de desarraigados, sin
contar los trabajadores forzosos no alemanes y los alemanes que huían ante el avance de los
ejércitos soviéticos.
c)Efectos sobre el territorio: fin de los imperios y descolonización Tras la primera guerra mundial
se había iniciado el proceso de quiebra de los imperios, ya que los territorios ubicados en el
continente europeo que formaban parte del Imperio Alemán, del Austro-Húngaro y del Turco
lograron su independencia; las potencias centrales se desintegraron con el reconocimiento
internacional de los nuevos estados; nacieron Checoslovaquia, Hungría y los pueblos yugoslavos
de las ruinas del gigante austro-húngaro.
Después de la segunda guerra mundial, maduró el proceso de descolonización que había
comenzado tras la primera guerra, pero con un efecto mucho mayor.
En 1.945, luego de la rendición de Japón, se produjo la disolución del Imperio Japonés. Con las
emancipaciones de India y Paquistán en 1.947, se inició el proceso de disolución del Imperio
Británico, que continuó con la pérdida de su ascendencia en el mundo árabe, al asumir E.E.U.U.
el relevo del control británico, suscribiendo acuerdos bilaterales con Arabia Saudita, Turquía, Irán
e Israel. La pérdida del liderazgo económico de Gran Bretaña explica el cambio producido en la
asociación de naciones llamada Commonwealth, que exigía a los asociados una fidelidad nominal
a la monarquía británica y que se convirtió en un foro de cooperación reunido en encuentros
regulares de jefes de gobierno.
El Imperio Francés también se disolvió. Siria y Líbano, posesiones francesas en el continente,
consiguieron la independencia en 1.945.
La situación de Alemania fue particular: su territorio se dividió en cuatro zonas de ocupación y en
el territorio de Berlín, sometido a un estatuto cuatripartito. Alemania no desapareció como estado
ni como sujeto de derecho internacional; lo único que aconteció fue que se le privó
transitoriamente de su capacidad de actuación jurídico-internacional como consecuencia de la
desaparición de sus órganos centrales. Tuvieron lugar los juicios de Nuremberg y de Tokio,
procesos en los que se juzgaron a los dirigentes, funcionarios y colaboradores de los regímenes
de Alemania y Japón, acusados de diferentes crímenes y abusos cometidos.

3) CONFORMACION DEL MODELO BIPOLAR: EL CONFLICTO ESTE-


OESTE. LA GUERRA FRIA
Se puede definir a la “guerra fría” como el estado de tensión y de fricción constante entre dos o
más países, en el que cada uno de los antagonistas adopta decisiones con el propósito de
aumentar sus fuerzas y debilitar las del otro, pero sin llegar a la guerra directa.30 Se puede citar
como fecha inicial de esta peculiar alternativa política, la culminación de la segunda guerra
mundial y, más concretamente, a partir de la actitud soviética respecto a su zona de ocupación en
Berlín, como se vio en el capítulo anterior.
Ese estado de tensión se expresó en la creación de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (O.T.A.N.), alianza militar intergubernamental constituida como un sistema de defensa
colectiva, en el cual los estados miembros acuerdan defender a cualquiera de ellos si son
atacados por una facción externa. Los países europeos firmantes de este Tratado, en Washington
en abril de 1.949, fueron: Francia, Gran Bretaña, Italia, Dinamarca, Islandia, Noruega, Portugal,
Grecia, Bélgica, Luxemburgo, Holanda y Turquía; los americanos fueron Canadá y E.E.U.U.; en
1.954 se incorporó la República Federal Alemana.
Frente a la integración militar de los países de occidente, apoyados por E.E.U.U., se firma en
Varsovia en mayo de 1.955 un tratado de amistad, cooperación y asistencia mutua, siendo su
propulsor la U.R.S.S.
Consecuencia de la Guerra Fría fue el nacimiento del “Orden Mundial Bipolar” al finalizar la
Segunda Guerra Mundial; el fin del mundo bipolar está fijado en 1989 con la caída del Muro de
Berlín y el inicio de la disolución de la U.R.S.S.
La Guerra Fría se manifestó como un elevado nivel de hostilidad entre las dos superpotencias,
E.E.U.U. y U.R.S.S., concretado en diversas facetas: la ideológica, la cultural, la económica, la
militar y la carrera armamentista. Además, los principales antagonistas y sus aliados se
involucraron en choques armados, cuyo escenario fue el llamado Tercer Mundo.
En el plano ideológico, E.E.U.U. enarbolaba la bandera de la democracia, el respeto por las
libertades individuales, la división de poderes y pluralidad de partidos, bajo la cual escondía
reiteradamente sus menos éticas aspiraciones oportunistas y pragmáticas tendientes a satisfacer
sus intereses particulares. Los soviéticos también enarbolaban la bandera de la democracia,
entendida en su aplicación práctica como regímenes de “democracia popular” y pretendían
erigirse como los verdaderos y únicos defensores de los principios de soberanía, ocultando así
sus propias intenciones hegemónicas, realizadas en Europa oriental a través del establecimiento
de gobiernos sumisos al Kremlin.
En el plano sociocultural, E.E.U.U. heredó una serie de zonas de influencia a escala global, hasta
ese momento controladas por los estados colonialistas europeos, especialmente por Gran
Bretaña.
En el plano económico, los principales estados acaudillados por E.E.U.U. lograron desarrollar el
modelo de “Estado de Bienestar” o “Welfare State”, entendiendo que correspondía al Estado
asumir la responsabilidad del bienestar social y económico de sus miembros.

En el plano militar, finalizada la Segunda Guerra Mundial, las dos superpotencias establecieron un
reparto de zonas de influencia. La U.R.S.S. dominaba o ejercía una influencia preponderante en
una parte del globo, la zona ocupada por el ejército rojo y otras fuerzas armadas comunistas,
mientras que E.E.U.U. controlaba y dominaba el resto del mundo capitalista, además del
hemisferio occidental y los océanos, asumiendo los restos de la vieja hegemonía imperial de las
antiguas potencias coloniales.
En el plano de la carrera armamentista, se produjo en agosto de 1945 el lanzamiento por parte de
E.E.U.U. de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki (Japón); cuatro años después la
U.R.S.S. terminaba con el monopolio de los estadounidenses, lo que actuó como elemento de
disuasión ante el posible estallido de una nueva guerra. Ambos contendientes sabían

4) EL TERCER MUNDO
4.1. Origen de la expresión
Se denominó Primer Mundo al grupo de países capitalistas desarrollados alineados con E.E.U.U.
en la Organización Tratado Atlántico Norte (O.T.A.N.) cuando comenzó la Guerra Fría. Al
Segundo Mundo lo conformaban los países comunistas alineados con U.R.S.S. en el Pacto de
Varsovia.
El resto de los países conformó un grupo heterogéneo al que se comenzó a llamar Tercer Mundo
a partir de un artículo publicado por el economista francés Alfred Sauvy en 1952.
Se trataba de naciones que desde la segunda mitad de los años 40 habían ido consiguiendo su
independencia y que a instancias de India, Egipto y Yugoslavia aspiraban a una alianza a fin de
evitar ser absorbidas por cualquiera de las superpotencias, buscando frenar la expansión
geográfica de la guerra fría.
La O.N.U. fue el escenario principal para el encuentro de los pueblos afroasiáticos que culminó
con la Cumbre de Bandung (Isla de Java) en 1955, que expresaba el nacimiento de nuevos
actores en la escena internacional, naciones de Asia y de África que resistieron a las presiones de
las potencias y defendieron el derecho a la existencia de la neutralidad.
El comunicado final de Bandung expresaba los siguientes principios: el respeto a la integridad
territorial y a la soberanía, la no agresión, la no injerencia en los asuntos internos de otro país, la
coexistencia pacífica, el respeto a los derechos fundamentales del hombre, el reconocimiento de
la igualdad de las razas, el derecho de cada nación a defenderse, el acuerdo con la carta de la
O.N.U., el rechazo al recurso a arreglos destinados a defender los intereses de las grandes
potencias y el respeto a la justicia y a las obligaciones internacionales.

4.2. Caracterización del Tercer Mundo


Los países del tercer mundo presentaban algunas características comunes:
a) En el plano demográfico, enorme crecimiento poblacional.
b) En el plano político, predominio de regímenes militares.
En el tercer mundo la política de los militares, al igual que los servicios de información militares,
solía llenar el vació que dejaba la ausencia de política o de servicios ordinarios.
c)En el plano social, desigual distribución de la riqueza.
La mayoría de los habitantes del tercer mundo vivían del cultivo de sus propios alimentos, no
necesitaban a sus gobiernos, podían prescindir de ellos y refugiarse en la autosuficiencia de la
vida rural.
Una consigna de los gobiernos de los países agrícolas que pretendían adoptar políticas de
desarrollo económico era la reforma agraria. Esta podía significar la división y reparto de los
latifundios, rebaja de los arriendos o colectivización de la tierra.
Cuando esta consigna se llevó a la práctica no favoreció el desarrollo económico, ya que se
demostró que el gran aumento de la producción agrícola no se corresponde con un numeroso
campesinado, sino con la modernización de los cultivos.
El progreso de la industrialización en el tercer mundo se ha visto frenado por la gran desigualdad
en la distribución de la renta, que limita irremediablemente el mercado interior de la industria.
c) En el plano de la política internacional, no alineados
Si bien los países del tercer mundo, por definición, no formaban parte de los bloques alineados
con E.E.U.U. o con U.R.S.S., ello no significa que los no alineados se opusieran por igual a
ambos bandos durante la guerra fría.
Sin embargo, hubo regiones del tercer mundo en tensión permanente que periódicamente
estallaban en guerras, como el Cercano Oriente y el norte del subcontinente indio.
Una parte del tercer mundo, América Latina, se mantuvo alejada de conflictos tanto globales
como regionales hasta después de la revolución cubana. Con la excepción de pequeños
enclaves, hacía tiempo que había sido descolonizada, su población era cultural y lingüísticamente
occidental, heredera de una tradición de mestizaje en gran escala, con poca gente que fuese
totalmente blanca.
e) En el plano económico, países subdesarrollados
Las expresiones “desarrollados” y “subdesarrollados” o “norte” y “sur” se usaron para distinguir a
los países del primer y segundo mundo de los del tercer mundo.
Sin embargo, ese solo nombre no podía abarcar adecuadamente a un grupo de países cada vez
más diferentes y que estaban alcanzando diferente grado de desarrollo económico.
Por un lado, había países productores de crudo, en su mayoría atrasados y pobres, que
consistían en pequeñas franjas de arena o selva escasamente pobladas, gobernados por jeques
o sultanes, que se convirtieron en multimillonarios a escala mundial a partir del triunfo logrado por
la Organización de países exportadores de petróleo (O.P.E.P.) en 1973 con el significativo
aumento del precio del petróleo y una mayor participación y control sobre la explotación realizada
en sus territorios. Los Emiratos Árabes Unidos.
Por otro lado, parte del tercer mundo se estaba industrializando rápida y ostensiblemente, hasta
unirse al primer mundo, aunque continuase siendo mucho más pobre. En esa lista se incluyen los
cuatro “tigres del Pacífico” (Hong Kong, Singapur, Taiwan y Corea del Sur), India, Brasil y México.
a división en el grado de desarrollo alcanzado por el Tercer Mundo se acentuó con la
globalización de la economía, que produjo importantes movimientos de personas; turistas de
países ricos invadieron el tercer mundo como jamás antes lo habían hecho, a la vez que
procedente de los países pobres un enorme torrente de mano de obra emigró a los países ricos.

5) LA RECONSTRUCCION DE EUROPA
Entre 1.950 y 1.973 se vivió un período de crecimiento económico excepcional en los países
capitalistas desarrollados. Incluso los países del bloque socialista crecieron en gran manera en el
mismo período. También creció la población del tercer mundo a un ritmo espectacular. Ello llevó a
considerar a dicho período del siglo XX como “la edad de oro”.
Contribuyó a ese florecimiento económico la ayuda brindada por E.E.U.U. a Europa y que se
conoció como Plan Marshall.
El plan (denominado oficialmente European Recovery Program) fue diseñado en 1.947 en
dependencias de la Secretaría de Estado de E.E.U.U., a cargo de George Marshall, y consistía en
una ayuda económica dirigida a 16 estados de Europa incluida Alemania. Tuvo una vigencia de
cuatro años fiscales y durante ese período, los Estados europeos recibieron un total de 13 mil
millones de dólares, así como servicios de asistencia técnica.
Políticamente se obligó a los países europeos a crear una serie de organismos encargados de
distribuir la ayuda norteamericana, particularmente la Organización Europea para la Cooperación
Económica (O.E.C.E.), precursora de la actual Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (O.C.D.E.), organismos esencialmente intergubernamentales.
Durante la edad de oro el mundo industrial se expandió por los países capitalistas y socialistas y
por el tercer mundo.
La economía mundial crecía a un ritmo explosivo. Al llegar los años sesenta, era evidente que
nunca había existido algo semejante. La producción mundial de manufacturas se cuadruplicó
entre principios de los años cincuenta y principios de los años setenta, el comercio mundial de
productos elaborados se multiplicó por diez, las flotas pesqueras mundiales triplicaron sus
capturas, la producción agrícola mundial también se disparó, no tanto gracias al cultivo de nuevas
tierras, sino más bien gracias al aumento de la productividad.
Durante la edad de oro se produjo una reestructuración y reforma del capitalismo y un avance
espectacular en la globalización e internacionalización de la economía.
. En resumen, los políticos, funcionarios e incluso muchos hombres de negocios occidentales
estaban convencidos de que la vuelta a una economía de libre mercado inalterada era
impensable; determinados objetivos políticos como el pleno empleo, la contención del
comunismo, la modernización de economías atrasadas o en decadencia, gozaban de prioridad
absoluta y justificaban una intervención estatal de la máxima firmeza. Aunque hubo momentos en
los que las viejas ortodoxias de disciplina fiscal y estabilidad monetaria y de los precios ganaron
en importancia, ni siquiera entonces se convirtieron en imperativos absolutos, ya que incluso con
inflación y déficit público la economía crecía.
La economía capitalista mundial se desarrolló en torno a E.E.U.U. y el dólar, así como en el siglo
anterior lo había sido en torno de Gran Bretaña y la libra esterlina.
La gran expansión económica de la edad de oro se vio alimentada no sólo por la mano de obra
antes desempleada, sino por grandes flujos migratorios internos, del campo a la ciudad, de
abandono de la agricultura y de las regiones pobres a las ricas, incluso algunas de estas
inmigraciones eran internacionales.
Durante el período de florecimiento económico, la economía siguió siendo más internacional que
trasnacional; el comercio recíproco entre países era cada vez mayor, aunque el grueso de su
actividad económica siguió siendo doméstica. Sin embargo, empezó a aparecer, a partir de los
años sesenta, una economía cada vez más trasnacional, es decir, un sistema de actividades
económicas para las cuales los estados y sus fronteras no son la estructura básica, sino meras
complicaciones; nace una “economía mundial” que en realidad no tiene una base o unos límites
territoriales concretos y que restringe las posibilidades de actuación incluso de las economías de
grandes y poderosos estados; en un momento dado de principios de los años setenta, esta
economía trasnacional se convirtió en una fuerza de alcance mundial y continuó creciendo con
tanta o más rapidez que antes durante las décadas de las crisis posteriores a 1.973, de cuyos
problemas es en gran medida responsable.
El florecimiento económico se basó en la combinación de crecimiento económico en una
economía capitalista basada en el consumo masivo por parte de una población activa plenamente
empleada y cada vez mejor pagada y protegida.
tales beneficios lo bastante altas, A las economías de los países capitalistas industrializados las
favoreció el consumo masivo basada en el pleno empleo y en el aumento sostenido de los
ingresos reales, con el sostén de la seguridad social, que a su vez se financiaba con el
incremento de los ingresos públicos. Apareció así el “Estado de Bienestar”, estados en los que el
gasto en bienestar (subsidios, cuidados sanitarios, educación, etc.) se convirtió en la mayor parte
del gasto público total, y la gente dedicada a actividades de bienestar social pasó a formar el
conjunto más importante de empleados públicos; a finales de los años setenta todos los estados
capitalistas avanzados se habían convertido en Estados de Bienestar semejantes; al finalizar la
época de florecimiento económico se generaron graves problemas en estos estados.
La edad de oro perdió su brillo, pero había llevado a cabo en gran medida, la revolución más
drástica, rápida y profunda en los asuntos humanos de la que se tenga constancia histórica.

C) HACIA UN MUNDO MULTIPOLAR

1) FIN DE LA GUERRA FRIA


El fin de la Guerra Fría se produjo luego de la cumbre entre el presidente de E.E.U.U. Ronald
Reagan y el Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética Mijail Gorbachov que
se celebró en Reykjavic (capital de Islandia) en octubre de 1986. Si bien estas conversaciones
fracasaron a último momento, el progreso logrado se materializó finalmente en Washington en
1.987 con la celebración del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio entre E.E.U.U.
y U.R.S.S.

2) DISOLUCION DE LA URSS
Los países de Europa oriental dominados por la Unión Soviética desde el fin de la Segunda
Guerra Mundial vivieron, sobre todo desde la muerte de Stalin en 1.953, un proceso de continua
tensión proveniente de la convergencia de una serie de factores.
En la década del 80 se produjeron movimientos de cambio sin precedentes en el mundo del
socialismo real en Europa, comenzando con la creación del Sindicato Solidaridad como polo
opositor al régimen de gobierno de Polonia. Mientras que en U.R.S.S. la toma de conciencia
respecto de los enormes problemas experimentados por la economía y las profundas fisura
sociales que se estaban verificando llevaron al poder en 1.985 a un grupo dentro del Partido
Comunista persuadido de la necesidad de impulsar reformas que revitalizaran el proyecto
socialista.
Mijail Gorbachov era la cabeza visible de ese grupo y se propuso introducir cambios reales, el
proceso a desarrollar llevó el nombre de “perestroika” o reconstrucción política y “glasnost” o
transparencia comunicativa.
Por una parte, la apertura política consistió inicialmente en una reforma de la Constitución que
creaba un electivo Congreso de Diputados; ello afectó el monopolio político del Partido
Comunista, las relaciones entre las diversas repúblicas de la Unión Soviética y el sistema
representativo. Pero tales reformas políticas creaban más enemigos y más desconcierto que
verdadero progreso político. El triunfo de Boris Yeltsin en las semidemocráticas elecciones
celebradas en Moscú en marzo de 1.989 fue un ejemplo de la nueva realidad que se estaba
instalando. Yeltsin fue electo presidente de Rusia, mientras se creaba el cargo de presidente de
U.R.S.S., que retuvo Gorbachov.
Por otra parte, el rumbo errático de las reformas económicas dejó a U.R.S.S. sin plan y sin
mercado, para desconcierto de una población que veía hundirse bajo sus pies las limitadas pero
firmes bases sociales sobre las cuales se había asentado el régimen durante décadas.
En el campo de la política exterior, la estrategia de Gorbachov se centró en el reconocimiento de
la imposibilidad de continuar con el enorme e inútil esfuerzo bélico de la Guerra Fría,
disminuyendo los ingentes gastos militares y realizando una política de negociaciones con el otro
bloque que llevaron a acuerdos que prolongaban los llamados SALT I y II y a firmar el acuerdo de
Washington de 1.987 por el que se reducía de nuevo el armamento nuclear y que marca el fin de
la Guerra Fría, como se dijo en el título anterior.
Gorbachov se destacó además emitiendo claras señales con relación al papel tutelar de la
U.R.S.S. respecto de sus aliados, había que reconocer el derecho de cada pueblo a elegir los
caminos y las formas de su desarrollo.
Estas transformaciones, que incluían la desaparición de la estructura militar del Pacto de Varsovia
y la firma de un tratado de la Unión que era visto como la sanción oficial del comienzo de la
disolución de la U.R.S.S., dio fuerzas a los dirigentes conservadores del Partido Comunista,
incluyendo a algunos ministros del mismo Gorbachov, para impulsar un intento de freno a las
reformas: el golpe de Estado de agosto de 1.991. Su fracaso, resultado de la resistencia de
Yeltsin y de militantes democráticos, tuvo dos consecuencias de efecto irreversible: la
ilegalización del Partido Comunista y el desmembramiento del Estado plurinacional que hasta
entonces había existido. Los países bálticos dieron comienzo a este proceso al autoproclamarse
independientes con el apoyo occidental. Pocos meses más tarde, en un discurso televisado en la
navidad de 1.991 Gorbachov anunció la disolución definitiva de U.R.S.S.

3) PERSPECTIVAS A PARTIR DE LA ULTIMA DECADA DEL SIGLO XX:


EPOCA DE CRISIS
La historia de los 20 años que siguieron a 1.973 es la historia de un mundo que perdió su
rumbo y se deslizó hacia la inestabilidad y la crisis.
En la medida en que la economía transnacional consolidaba su dominio mundial, fenómeno
conocido como globalización, se iba minando una universal institución, el estado-nación, ya que
tales estados no podían controlar más que una parte cada vez menor de sus asuntos.
Organizaciones cuyo campo de acción se circunscribía al ámbito de las fronteras territoriales,
como los sindicatos, los parlamentos y los sistemas nacionales de radiodifusión, perdieron
terreno, en la misma medida que lo ganaban otras organizaciones que no tenían esas
limitaciones, como las empresas multinacionales, el mercado monetario internacional y los medios
de comunicación global de la era de los satélites.
La última década del siglo XX nos muestra la aparición de revoluciones de masas, grandes
movilizaciones urbanas y estudiantiles que no derrocaron regímenes de gobierno pero sí
demostraron la pérdida de legitimidad de los mismos, como la gran movilización por la
democracia en China en 1.989. Por otro lado, el activismo minoritario, en forma de guerrillas
urbanas o rurales y de terrorismo, se convirtió en endémico en el mundo desarrollado y en partes
importantes del sur de Asia y de la zona islámica. El número de incidentes terroristas no dejó de
aumentar, como las actividades del Ejército Republicano Irlandés en Reino Unido y de los vascos
de ETA en España.
El final del siglo XX anuncia un tercer milenio que seguirá siendo un mundo de violencia política y
de cambios políticos violentos.

4) LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE TERCERA


GENERACION
Frente a la contraposición entre los derechos de primera y segunda generación, la doctrina habla
de una tercera generación de derechos.
El valor típico de los derechos de tercera generación ya no es la libertad o la igualdad, sino la
solidaridad internacional y en su ámbito se encuentran derechos como el Derecho a la libre
determinación de los pueblos –en relación con el multiculturalismo y el respeto de las minorías-, el
Derecho al desarrollo, al medio ambiente o a la paz. En relación a los derechos civiles y políticos
(primera generación) y a los derechos económicos, sociales y culturales (segunda generación), lo
característico de los Derechos de tercera generación es que el sujeto activo que los disfruta ya no
es uno –ya sea éste el individuo frente a la Sociedad (en los derechos de primera generación), ya
sea éste el ciudadano frente al Estado (en los derechos de segunda generación)-, sino que son
grupos o colectivos.
Dentro de los derechos de tercera generación nos encontramos por ejemplo con el derecho a la
preservación del medio ambiente; derecho de los pueblos a su autodeterminación frente a las
agresiones colonialistas; derecho de protección de los datos genéticos; derecho a un consumo
responsable y solidario; derecho a la paz; derecho a la calidad de vida…
En el fondo de estos nuevos derechos encontramos un sentido de pertenencia a la comunidad
humana y al mundo –que va más allá del propio Estado nacional- proyectándose sobre la
totalidad del planeta.
Por otro parte, los derechos de tercera generación también comprenden todas aquellas medidas
destinadas a poner fin a situaciones de discriminación a las minorías o grupos discriminados por
ejemplo por razón de su sexo o de su orientación sexual o de la pertenencia a una etnia. En ese
sentido pueden interpretarse como una extensión de ciertos derechos económico-sociales o de
segunda generación.
Pueden destacarse en cuanto a las características fundamentales de los derechos de tercera
generación las siguientes:
• Responden a la necesidad de pertenecer a la comunidad humana y al planeta y de ese
modo se relacionan con la solidaridad como valor de fondo
• Como en el caso de los derechos sociales y económicos, los derechos de solidaridad
también constituyen un importante gasto para el Estado –por ejemplo cabe citar el control
de todo tipo de vertidos de agentes dañinos o las campañas para orientar el consumo
responsable-.
• Otros derechos de tercera generación recuerdan, en cambio, a los derechos civiles y
políticos de primera generación
• Otro rasgo importante de ciertos derechos de tercera generación es que la titularidad de
los mismos resulta difusa
• Por último, algunos derechos de tercera generación apelan a la necesidad de una
autoridad real que se encuentra por encima de la autoridad del Estado.

ARGENTINA
A) QUIEBRE DE LA DEMOCRACIA LIBERAL EN 1.930 Y AVANCE DE LAS IDEAS
NEOCONSERVADORAS Y FASCISTAS EN LA POLITICA Y EL DERECHO
ARGENTINO
1) EL GOLPE MILITAR DE 1.930
Durante la segunda presidencia de Yrigoyen cuajaron algunas amenazas que se cernían sobre el
gobierno y sobre el país.
La primera era la del ejército que el propio Yrigoyen había politizado y que desde principios de
siglo había caído bajo la influencia prusiana. Predispuesto a la conspiración desde la presidencia
de Alvear, se volcó decididamente a ella cuando la ineficacia del gobierno

2) LA RESTAURACION CONSERVADORA (1.930 – 1.943)


“La Argentina que sigue a la década del veinte será una Argentina crítica. Para algunos ordenada,
para otros monótona. Para ciertos sectores, vivirá la restauración de la “dignidad perdida”. Para
otros, la “década infame”, según una expresión que hizo época. Pero casi todos vivirán los
tiempos nuevos con malhumor, impaciencia, tensión y cierto melodramatismo. Vivirán, en fin, una
doble vida o una vida falsa, que es lo que le ocurre con frecuencia al alterado. Quizás eso explica
en parte las perspectivas contradictorias que los argentinos tienen de sí mismos y de lo que les
pasa”

El Régimen Militar de Uriburu.


El general Uriburu gobernó 17 meses, entre 1930 y 1931. Era un representante de la Oligarquía,
teniente en la Revolución del 90. diputado conservador de Salta, Su figura y su gobierno tienen
defensores, como el mencionado Pinedo y Sánchez Sorondo. Tuvo también sus detractores,
como Severo Toranzo, el general que pretendió reprimir a los sublevados del 6 de setiembre,
quien reprochó a Uriburu , (su abuso del favoritismo) ,su ( trajico gobierno) y el hecho de haber
sido < agente venal de turbios intereses extranjeros>>.
Uriburu implementó un gobierno (de facto) que fuera legitimado por la Corte Suprema en una
acordada tan memorable como cuestionable, en la que lo convalidó porque ejercitaba ( la función
administrativa y política derivada de su posesión de la fuerza como resorte de orden y de
seguridad social). Impuso el estado de sitio y la ley marcial, e introdujo en el país los instrumentos
de tortura modernos (Floria: 1971; 337). Contó entre sus asesores a notorios nacionalistas de
derecha como Kinklein, a militares como el teniente coronel Álvaro Alsogaray, y a civiles como
Leopoldo Lugones, José María Rosa y Carlos Ibarguren, quien fuera designado interventor federal
en Córdoba.
Su objetivo en este sentido era sustituir el sistema de representación parlamentaria por un
sistema de representación “funcional”, o sea corporativo al estilo del fascismo italiano, con lo cual
pretendía limitar la acción de los políticos profesionales, que consideraba ( nefasta).
El plan de Uriburu, que según Floria era “impecable”, requería para su realización de dos
condiciones: la permanencia de la incapacidad operativa del Partido Radical debido a su quiebre
interno, y el apoyo de la otra línea participante del golpe, la línea Justo. No pudo contar con
ninguna de ellas.
En el año 1931 se hizo evidente la fuerza del Partido Radical, máxime a partir de la llamada (
junta del city) oportunidad en que la cúpula de ambas líneas sectoriales firmaron un acuerdo, en
coincidencia con el retorno de Alvear al país, argumentando que este partido había participado en
el complot del rebelde general Pomar que había protagonizado una conspiración militar en Paraná
en el mes de julio, inició contra ellos la acción represiva: se cerraron periódicos y comités, se
deportó o encarceló a los dirigentes, se anuló la elección de Buenos Aires de abril, se vetó la
fórmula AlvearGüemes. En lo relativo al veto de la fórmula radical adujo que era anticonstitucional
la postulación de Alvear porque no había pasado un período completo desde su presidencia
anterior.
El partido radical volvió a sus técnicas conspirativas y abstencionistas. Los liberal-conservadores
volvieron a su estilo acuerdista. Se formó una fuerza conocida como Concordancia que en las
elecciones del 8 de noviembre de 1931 llevó al poder la fórmula Agustín P. Justo – Julio Roca (h).
El golpe de 1930, realizado para efectivizar una ( revolución politica) y una (regeneración
institucional) había desembocado en la (restauración) de las viejas tácticas y de los viejos dueños
del poder político y económico, desplazados en la década del 10 por el proceso de
democratización.

El Régimen Neoconservador
El período comprendido entre 1932 y 1943, comprendió los gobiernos de Agustín P. Justo (1932-
38) y Ortiz-del Castillo (1938-43), ya que el vicepresidente del Castillo debió asumir la presidencia
cuando Ortiz se retiró por problemas de salud. Las características de este período en los distintos
planos fueron:
1.- Las técnicas gubernativas: El triunfo de Justo significó la neutralización temporaria del
proyecto nacionalista. El gobierno contó con el decidido apoyo del ejército, y también con la
abstención del Partido Radical motivada por el veto de la candidatura de Alvear; y cuando tal
abstención fue levantada, el radicalismo ingresó en una de las etapas de su vida más
cuestionables, ya que terminó convalidando un sistema claramente anti-popular y anti-
democrático.
Para sostenerse en el poder el renacido Régimen recurrió al <fraude> en todas sus variantes,
arguyéndose su necesidad para “salvar la patria” del elemento “nocivo” constituido por el
radicalismo: de ahí que se hable de “fraude patriótico”. También se recurrió a las intervenciones
federales a las provincias. Y se llegó incluso a la violencia política.
2.- La Política Económica: Durante esta etapa continuaron sintiéndose los efectos de la crisis del
29. Se inició una política económica tendiente a la regulación de la producción para adecuarla a la
demanda que se había achicado, y para ello se crearon diversas Juntas Reguladoras de la
producción.
De todas las medidas adoptadas, la más cuestionada en su momento e históricamente, fue la
firma del tratado de carnes con Inglaterra, el Tratado RocaRunciman (1933), con el que se
pretendió contrarrestar los efectos de los Pactos de Ottawa, que habían significado una
disminución del 5% mensual de las exportaciones de Argentina a Inglaterra. Los conservadores
consideraron este tratado como beneficioso, y un gran logro para Argentina. La oposición lo
denunció como escandaloso.
El tratado beneficiaba pues al comercio inglés, los frigoríficos extranjeros y, aunque en una
medida menor, a los grandes terratenientes ligados a esos frigoríficos. Los medianos y pequeños
propietarios de campo y los frigoríficos de capitales nacionales, nada obtenían. Y lo que se
consideraba particularmente grave, el país perdía su autonomía en materia comercial.
En el ámbito industrial se produjeron progresos, lo cual fue un efecto indirecto de la crisis y un
emergente de la política económica implementada por el gobierno. Aunque el gobierno concretó
una política proteccionista elevando los derechos aduaneros, fue un <> -según algunos autores-,
porque se establecieron aranceles más bajos para los productos terminados que para la materia
prima necesaria para fabricarlos, en una proporción que oscilaba entre el 100 y el 400%.
A partir de 1939, Argentina era prácticamente autosuficiente en ciertos productos alimenticios:
vino, cerveza, azúcar, harina y aceites, en productos químicos, en artículos de vestir como
sombreros, zapatos y bienes de cuero, y en textiles en general.
El crecimiento industrial fue muy desigual a nivel espacial, porque se concentró en la región
pampeana –Buenos Aires y el Litoral-; y consecuentemente, el deterioro del interior fue
importante, porque inició un proceso sostenido de retroceso industrial. Así, la región N.O., -
Santiago, La Rioja, Tucumán y Salta-, que en 1914 contaban con 4811 establecimientos
industriales, vio disminuir ese caudal a 1391 en 1935 (321%). Idéntica tendencia es observable en
el resto de las llamadas (provincias pobres) usado cuando aún no se había puesto en boga el
adjetivo (subdesarrollado).
3.- La Cuestión Partidaria: El partido en el poder fue la Concordancia, alianza de sectores
antipersonalistas, el socialismo independiente y el Partido Demócrata Nacional –alianza éste a su
vez de partidos conservadores del interior, que mantenían su autonomía-.
4.- Aumento del Poder del Ejército y la Iglesia, instituciones que tendrán gran relevancia a partir
de entonces.El Ejército, a partir de la revolución del 30 se transformó en el principal factor de
poder.
Continuó la división que se había iniciado en el ejército por cuestiones ideológicas, y que en
sucesivas oportunidades produjo enfrentamientos: tal el caso de las asonadas anti-nacionalistas y
hasta proyrigoyenistas protagonizadas por Toranzo y Pomar –ambas en el 31-, Cattáneo en 1932
y Bosch en 1933. En segundo lugar porque la revolución del 30 demostró a la oficialidad joven
que el camino más corto y directo a la Rosada era la vía de la sublevación más que la vía
electoral.
La Iglesia Católica, fue la otra institución cuyo poder creció en gran medida. Después de los
conflictos en tiempos de Roca se había replegado y participado escasamente en cuestiones
políticas; y si bien no había apoyado a Yrigoyen, tampoco había hecho una prédica desembozada
contra él. A partir del año 30 la relación entre lo religioso y lo político cambió sustancialmente, en
concordancia a las posiciones asumidas por el Vaticano: arreció la prédica anti-liberal y la
explícita adhesión al fascismo.
En cuanto a la política nacional, la Iglesia Argentina apoyó explícitamente los gobiernos de
Uriburu y Justo.
En 1931, poco antes de las elecciones que habían llevado a Justo al poder, el Episcopado emitió
una pastoral en la que entre otras cosas, estableció que: (Ningún católico puede afiliarse a
partidos o votar a candidatos que inscriban en sus programas los principios siguientes: a) La
separación de la Iglesia y el Estado; b) La supresión de las disposiciones legales que reconocen
los derechos de la religión y particularmente del juramento religioso y de las palabras en que
nuestra Constitución invocan la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia; porque tal
supresión equivale a una profesión publica y positiva de ateísmo nacional. c) El laicismo escolar.
d) El divorcio legal)
Durante el gobierno de Ortiz-del Castillo se mantuvo la cordialidad entre los poderes político y
religioso.
5.- El Debilitamiento del Movimiento Sindical: Esto se produjo porque aunque en 1930 nació una
central obrera única, la Confederación General del Trabajo (C.G.T), su accionar careció
sistemáticamente de poder: no criticó la política económica de Justo hasta su caída, concilió con
los presidentes siguientes, aplicó el fraude electoral, y terminó dividiéndose. Los anarquistas de la
F.O.R.A. quedaron aislados del nucleamiento.
La situación de la clase obrera empeoró en forma persistente durante los gobiernos de esta
“década”.
Esa situación laboral produjo dos consecuencias: que se desarrollara un agudo resentimiento
popular hacia los propietarios, y que los sectores populares descreyeran del sistema político y se
concentraran en su problemática reivindicativa. Así llegó la masa obrera al 43, anhelante de
reformas, pero al mismo tiempo desideologizada y desencantada de los partidos, dispuesta a
adherir a quien le diera, al margen de lo doctrinario, soluciones prácticas.
6.- La Situación Internacional: Durante el gobierno de Justo, cuyo canciller fue Saavedra Lamas,
la orientación de la política internacional argentina fue pro-británica, más que americanista; y en
cuanto a América del Sur, era evidente una pugna sorda con Brasil por la hegemonía.

4) EL GOLPE MILITAR DE 1943


El Presidente Ortiz, pese a haber ascendido sustentado en el sistema fraudulento existente54,
mostró intenciones de terminar con él y restablecer un proceso democrático.
Pero falleció en 1942, y era conocida la posición de del Castillo en pro del mantenimiento del
Régimen. Cuando ese mismo año murió Alvear dejando al Radicalismo decapitado, empezó a
crecer la figura de Justo, quien buscando nuclear en torno a su figura a la civilidad, se manifestó a
favor de la democratización. Pero también Justo murió, y del Castillo quedó sólo para imponer su
candidato, el salteño Robustiano Patrón Costas, empresario azucarero totalmente desprestigiado
en la sociedad, que contaba incluso con rechazos en el seno de la misma oligarquía, y que no era
potable para las fuerzas armadas, ni aliadófilos ni nacionalistas.
El movimiento se armó en cuestión de horas. Producido el relevo de Ramírez, el G.O.U. concretó
una reunión de urgencia, de la cual no habría participado Perón porque él “según notas e
informes, no pudo ser hallado desde el día anterior a la reunión y no reapareció hasta que la
revolución hubo triunfado”.
Fue una rebelión de coroneles más que de generales, y a diferencia de lo acontecido en 1930, el
apoyo de la oficialidad fue masivo. Permitiría el encumbramiento del coronel Perón, que se
transformaría en presidente en 1946. Y si Uriburu había participado como teniente en la
revolución del 30, en esta lo hizo también como teniente Juan Carlos Onganía, en lo que sería la
primera de una larga lista que finalmente lo llevaría al poder, en 1966.

El Nacionalismo
El Nacionalismo fue una ideología que empezó a difundirse en Argentina en la época del
Centenario, a través de la obra de literatos como Manuel Gálvez, y del accionar de algunos pocos
dirigentes como el Ministro del Exterior de ese gobierno. Tuvo una mayor difusión en la década
siguiente, con autores como Leopoldo Lugones y los hermanos Irazusta.
El nacionalismo fundamentó desde lo ideológico el régimen golpista de 1943 y también la etapa
peronista.
Según Floria y García Belsunce, antes de 1930 había “tres corrientes principales en el
nacionalismo de derecha argentino: el nacionalismo fascista, el nacionalismo maurrasiano y el
nacionalismo conservador”

El Régimen Militar
LA REVOLUCION del 4 de junio llevó al poder, a los dos días de su triunfo, al general Pedro P.
Ramírez, ministro de Guerra del gobierno derrocado. Los coroneles del GOU se distribuyeron los
principales cargos y desde ellos comenzaron a actuar con tal desarmonía que fue difícil
establecer el sentido general de su orientación política. Lo importante era, en el fondo, salvar la
situación creada por los compromisos de ciertos grupos con los países del Eje; pero mientras se
resolvía este problema, se procuró intentar una política popular congelando alquileres o
destituyendo magistrados y funcionarios acusados de inconducta. Para resolver la cuestión de
fondo, el ministro de Relaciones Exteriores aventuró una gestión ante el gobierno de los Estados
Unidos.

Aprovecharlo y dieron tiempo a que se organizaran los sectores ya definidamente peronistas, los
que, con decidido apoyo militar y policial, se dispusieron a organizar un movimiento popular para
lograr el retorno de Perón. El 17 de octubre nutridas columnas de sus partidarios emprendieron la
marcha sobre el centro de Buenos Aires desde las zonas suburbanas y se concentraron en la
Plaza de Mayo solicitando la libertad y el regreso de su jefe. Acaso sorprendida por el inesperado
apoyo popular que éste había logrado, la oposición no se atrevió a obrar y el gobierno ofreció una
suerte de transacción: Perón quedaría en libertad, abandonaría la función pública y afrontaría la
lucha electoral en elecciones libres que controlaría el Ejército. Una vez en libertad, Perón apareció
en el balcón de la Casa de Gobierno y consolidó su triunfo arengando a la muchedumbre en un
verdadero alarde de demagogia.
El panorama político del país cambió, pues, desde el 17 de octubre. Hasta ese momento los
partidos tradicionales habían estado convencidos de que el movimiento peronista era impopular y
que la mayoría seguía aglutinándose alrededor del radicalismo; pero desde entonces comenzaron
a convencerse del arraigo que la nueva política obrera había adquirido. La consecuencia fue la
formación de la Unión Democrática, frente electoral en el que se unieron conservadores,
radicales, demócratas progresistas, socialistas y comunistas para sostener, frente a la de Perón,
la candidatura radical de José P. Tamborini
La campaña electoral fue agitada. Perón logró atraer a ciertos sectores del radicalismo y del
conservadorismo y fue a las elecciones en compañía de un radical, Hortensio J. Quijano. Muy
poco trabajo costó a Perón, poseedor de una vigorosa elocuencia popular, convencer a esa masa
de que todos los partidos políticos eran igualmente responsables de tal situación. El 24 de febrero
de 1946, en elecciones formalmente inobjetables, la fórmula Perón-Quijano triunfó en casi todo el
país con 1.500.000 votos, que representaban el 55% de la totalidad de los electores.
Según los historiadores Floria y García Belsunce, el triunfo peronista había sido posible porque la
Sociedad Argentina en 1945 ofrecía rasgos nuevos en relación a la etapa anterior, producto del
cambio que se había operado en los últimos años, a partir de las guerras mundiales. Se trataba –
dicen- de una “sociedad en movimiento”. Desde el punto de vista poblacional el cuadro había
cambiado. Las migraciones externas masivas habían cesado –entre 1914 y 1947 el aporte
extranjero había sido apenas el 0,6%-, y habían sido sustituidas por las migraciones internas,
cuyos integrantes se instalaron en las grandes ciudades; pero no en los sectores medios como en
el caso de los inmigrantes, sino en los bajos. En el plano económico se produjo el proceso de
industrialización, el cual hizo posible la continuidad de la movilidad social. Así, en 1914 la industria
ocupaba a 380.000 personas, y en 1944 a 1.000.000. Considerando los porcentajes, las cifras
dan para esos años 11% y 48,5%, contra 27% y 17,7% ocupadas en el agro en las mismas
fechas. Correlativamente se produjo el proceso de urbanización. Así, el área metropolitana de
Buenos Aires que en 1895 tenía 800.000 habitantes, en 1947 había pasado a 4.720.000. El
promedio anual de migrantes internos que era de 8.000 a principios de siglo, pasó a 83.000 en
1936 y a 90.000 en 1947. Los sectores populares habían adquirido “proporciones formidables”
(1971; 378); y ellos habían dado el triunfo a Perón.
Ahora lo novedoso era el poder de la dirigencia sindical. Y la otra novedad la constituía la
orientación de las lealtades, que a partir de 1947 tendría un único referente: la pareja gobernante.
tariado industrial y rural y de los sectores marginales; además de contar con la adhesión
mayoritaria de la oficialidad del ejército y del clero. Pero el poder económico le era adverso en
buena medida, porque la Unión Democrática había recibido el apoyo del empresariado urbano y
rural. Y también se manifestó en oposición el poder cultural, porque el estudiantado y los
profesores universitarios le eran adversos, lo mismo que la prensa. Esa falta de sustentación en el
poder cultural, y la necesidad de todo régimen de contar con ese ámbito de la vida social para
manejar las conciencias de los ciudadanos, llevó al peronismo a hacer una política autoritaria en
ese plano, cesanteando profesores, cerrando diarios opositores, instrumentando la censura y
manipulando los contenidos curriculares para acomodar la enseñanza a la particular mirada
nacionalista del peronismo.
El régimen peronista significó el continuismo del régimen militar del 43 desde el punto de vista de
la ideología fundante –el nacionalismo- y del marco jurídico imperante, ya que según afirmación
de Mario Justo López59 “gran parte de lo que debió y pudo ser labor legislativa del Congreso se
limitó a ser ratificación, casi siempre sin examen, de los “decretos-leyes” dictados por el gobierno
de facto precedente”. Así, según datos del mismo autor, “en 1946 fueron sancionadas diez leyes
para ratificar alrededor de 500 “decretos leyes”…; en 1947, mediante dos leyes, se ratificaron 56
“decretos leyes”, y todavía, en 1949, fue preciso dictar cuatro leyes más para ratificar otros 472”
(1961; 113).
Perón no terminó su 2° período gubernamental, porque fue derrocado por el golpe militar de
Lonardi y Aramburu en 1955. Fue el último presidente que terminó un mandato (1946-52), porque
desde 1955 a 1983 ninguno logró hacerlo: Frondizi, Illia e Isabel Perón fueron desalojados de la
Casa Rosada y sustituidos por regímenes militares, el último de los cuales se cerró en 1983, en
que se recuperó la Democracia.

B) LA CUESTION SOCIAL EN LA ARGENTINA. ORIGENES Y DESARROLLO DEL


ESTADO DE BIENESTAR: LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1949. LOS
GOLPES DE ESTADO Y LA SUPRESION DEL ESTADO DE DERECHO HASTA
1976
1) LA REPUBLICA DE MASAS (1946-1955)
Antes de entregar el gobierno, Farrell adoptó una serie de medidas para facilitar la obra de Perón,
entre ellas la intervención a todas las universidades y la expulsión de todos los profesores que
habían tenido alguna militancia contra él. Cuando Perón ocupó la presidencia el 4 de junio de
1946, continuó la remoción de los cuadros administrativos y judiciales sin detenerse siquiera ante
la Corte Suprema de Justicia. Gracias al incondicionalismo del parlamento pudo revestir todos sus
actos de una perfecta apariencia constitucional. Esta característica prevaleció durante todo su
gobierno, apoyado, además, en una constante apelación a la adhesión directa de las masas que
concentradas en la Plaza de Mayo, respondían afirmativamente una vez por año a la pregunta de
si el pueblo estaba conforme con el gobierno. Entusiastas y clamorosas respondían al llamado del
jefe y ofrecían su manso apoyo sin que las tentara la independencia.
El presidente contaba con una floreciente situación económica. Gracias a la guerra mundial el
país había vendido durante varios años a buenos precios su producción agropecuaria y había
acumulado fuerte reserva de divisas a causa de la imposibilidad de importar productos
manufacturados. De 1.300 millones en 1940, las reservas de divisas llegaron a 5.640 millones en
1946, y esta situación siguió mejorando hasta 1950 a causa de las buenas cosechas y de la
demanda de productos alimenticios por parte de los países que sufrían las consecuencias de la
guerra. La Argentina se hizo pagar a buen precio sus productos, de acuerdo con la tesis poco
generosa del presidente del Banco Central, Miguel Miranda, que inspiró la política económica del
gobierno durante varios años. Esa circunstancia permitió a Perón desarrollar una economía de
abundancia que debía asegurarle la adhesión de las clases populares.
Procuró acentuar los elementos emocionales de la adhesión que le prestaba la clase obrera.
Tanto su oratoria como la acción y la palabra de su esposa, Eva Duarte de Perón –a quien se le
había asignado específicamente esa función-, estaban destinadas a destacar la actitud paternal
del presidente con respecto a los que vivían de su salario y a los necesitados. Una propaganda
gigantesca y bien organizada llevaba a todos los rincones de la república el testimonio de esa
preocupación por el bienestar de los que, desde la campaña electoral, se llamaban los
“descamisados”, manifestada en desordenadas distribuciones de paquetes con ropas y alimentos,
o en obsequios personales de útiles de trabajo o medicinas. Y cuando se convocaba una
concentración popular, los discursos del presidente y de su esposa adquirían los matices de una
verdadera explosión sentimental de amor por los humildes.
En segundo lugar, se logró establecer una organización sindical rígida a través de la
Confederación General del Trabajo (CGT), que agrupó a varios millones de afiliados de todos los
sindicatos, obligados a incorporarse y a contribuir automáticamente.
Finalmente, el gobierno mantuvo una política de salarios altos, a través de la gestión de contratos
colectivos de trabajo que generalmente concluían mediante una intervención directa del Ministerio
de Trabajo y Previsión. Esta política no fue, en modo alguno, perjudicial para los patrones,
quienes trasladaban automáticamente esos aumentos de salarios a los precios, con lo que se
acentuó la tendencia inflacionista de la política económica gubernamental. Leyes jubilatorias,
indemnizaciones por despido, vacaciones pagadas, aguinaldo y otras ventajas directas dieron la
impresión a los asalariados de que vivían dentro de un régimen de protección, acentuada por los
cambios que se produjeron en las formas de trato entre obreros y patrones.
El gobierno proyectó dos planes quinquenales que, por su improvisación y superficialidad, no
pasaron de ser meros instrumentos de propaganda. Fue creado el Instituto Argentino de
Promoción del Intercambio para comercializar las cosechas, pero en poco tiempo se transformó
en una monstruosa organización burocrática que redujo los márgenes de los productores en las
buenas épocas sin garantizar suficientemente su situación futura.
En cuanto a las nacionalizaciones, las medidas fueron más drásticas. El 1º de marzo de 1947, de
manera espectacular, fue proclamada la recuperación de los ferrocarriles, que, sin embargo,
habían sido adquiridos a las empresas inglesas en la suma de 2.462 millones de pesos, pese a
que la Dirección Nacional de Transportes los había valuado poco antes en 730 millones. Lo
mismo se hizo con los teléfonos, el gas y la navegación fluvial. Pero la predominante
preocupación política del gobierno impidió una correcta administración de los servicios, de modo
que disminuyeron los niveles de eficacia y el monto de las ganancias.
A partir de 1950 la situación comenzó a cambiar. Una crisis profunda comenzó a incubarse por no
haberse invertido en bienes de capital las cuantiosas reservas con que contaba el gobierno al
comienzo de su gestión y por no haberse previsto las necesidades crecientes de la industria y de
los servicios públicos en relación con la progresiva concentración urbana; pero sobre todo porque,
pese a la demagogia verbal, nada se había alterado sustancialmente en la estructura económica
del país.
La respuesta a esta creciente organización dictatorial fue una oposición sorda de las clases altas
y de ciertos sectores politizados de las clases medias y populares. La oposición pudo
manifestarse generalmente en la Cámara de Diputados, a través del reducido bloque radical o en
las campañas electorales, en que los partidos políticos denunciaban los excesos del régimen. En
1951 un grupo militar de tendencia nacionalista encabezado por el general Menéndez intentó
derrocar al gobierno, pero fracasó y los hilos de la conspiración pasaron a otras manos, que
consiguieron conservarlos a la espera de una ocasión propicia.
El fallecimiento de Eva Perón en 1952 constituyó un duro golpe para el régimen. Reposaba sobre
sus hombros la vigilancia del movimiento obrero y, a su muerte, el presidente tuvo que desdoblar
aún más su personalidad para asegurar su control del Ejército y mantener su autoridad sobre la
masa obrera.
El conflicto con la Iglesia, que alcanzó ciertos matices de violencia y a veces de procacidad,
contribuyó a minar el apoyo militar a Perón, apartando de él a los sectores nacionalistas y
católicos de las Fuerzas Armadas.
En esas condiciones, la conspiración militar adquirió nuevo vuelo bajo la dirección del general
Eduardo Lonardi y estalló en Córdoba el 16 de septiembre. Hubo allí acciones violentas, pero la
sublevación general de la Marina, que concentró sus barcos en el Río de La Plata y amenazó con
bombardear la Capital, enfrió el escaso entusiasmo de los jefes aún adictos a Perón. Pocos días
después el presidente entregó su renuncia y Lonardi se hizo cargo del poder.
Subrepticiamente, Perón se refugió en la Embajada del Paraguay y poco después se embarcó en
una cañonera que lo llevó a Asunción. Pero indudablemente la relación entre oligarquía y masas
populares quedaba planteada en el país en nuevos términos, porque los sectores obreros
urbanos habían crecido considerablemente y habían adquirido no sólo experiencia política, sino
también el sentimiento de su fuerza como grupo social.

2) LA REPUBLICA EN CRISIS (1955-1973)


El 13 de noviembre de 1955 los sectores liberales y rígidamente antiperonistas, nucleados en
torno del vicepresidente Rojas, separaron a Lonardi y colocaron en su lugar al general Pedro
Eugenio Aramburu. Desde entonces, las figuras de tradición liberal – conservadores y radicales,
abogados y empresarios – predominaron en la administración y fijaron la posición del gobierno,
que fue definida explícitamente como una prolongación de “la línea de Mayo y Caseros”. La
fórmula significaba un retorno al liberalismo; pero aplicada a la situación del momento expresó la
adopción de una actitud conservadora, especialmente en materia económica y social.
En materia económica, el acento fue puesto en la libre empresa, a pesar de que el economista
Raúl Prebisch, a quien se le encargó la elaboración de un diagnóstico económico, había
recomendado que el Estado conservara “los resortes superiores de la intervención”. Esa
tendencia repercutió sobre la política laboral, aun cuando el gobierno no acertó a fijar una línea en
ese terreno. Los empresarios aprovecharon el debilitamiento de las organizaciones sindicales,
que fueron intervenidas y, ante la prescindencia del Estado, procuraron limitar las conquistas que
los asalariados habían obtenido en los últimos años. Estallaron entonces huelgas y conflictos
gremiales, que fueron severamente reprimidos, y los sectores obreros se agruparon alrededor de
la bandera de Perón, produciéndose una exaltación nostálgica de la época en que habían sido
protegidos por el Estado.
El gobierno demostró su decisión de acelerar la normalización institucional del país. Para
prepararla, convocó una convención para la reforma de la Constitución, que se reunió en Santa
Fe y congregó a representantes de casi todos los partidos, por haberse puesto en práctica el
principio de la representación proporcional. El hecho político sobresaliente de ese período fue la
división de la Unión Cívica Radical (UCR) en dos sectores – la UCR Intransigente (UCRI) y la
UCR del Pueblo (UCRP) – bajo las direcciones de Arturo Frondizi y Ricardo Balbín,
respectivamente. La UCRI había comenzado a adoptar una actitud de oposición frente al
gobierno, acusándolo de seguir una política antipopular. En las elecciones de convencionales de
1957 los dos sectores del radicalismo demostraron una paridad de fuerzas mientras los votos en
blanco, que reunían al electorado peronista, constituían la mayoría. Para forzar al electorado en
las futuras elecciones presidenciales, la UCRI decidió retirarse de la Convención. Por esa y otras
causas el cuerpo no pudo cumplir su cometido y se limitó a establecer la vigencia de la
Constitución de 1853, con el agregado de una declaración que instituyó los derechos sociales,
entre ellos el de huelga.
Para las elecciones presidenciales que se avecinaban, el candidato presidencial de la UCRI,
Arturo Frondizi, gestionó y obtuvo el apoyo de los votos peronistas, logrando la mayoría en las
elecciones del 23 de febrero de 1958. Algunos sectores militares miraron con recelo esa
reaparición de los vencidos de 1955 y no faltó quien pensara que podía producirse un golpe de
Estado que impidiera la normalización constitucional, pero el presidente Aramburu se mantuvo
firme en su promesa y entregó el poder a su sucesor.
Los primeros meses de gobierno fueron de acelerada expansión, acentuada por un aumento
masivo de salarios que, en parte, retribuía el apoyo electoral de los sectores obreros. La inflación
que desató obligó pronto a aplicar fórmulas económicas más ortodoxas: al Plan de Estabilización
y Desarrollo de diciembre de 1958 siguió, en junio de 1959, la incorporación como ministro de
Economía del ingeniero Álvaro Alsogaray, campeón de la política económica ortodoxamente
liberal y declarado enemigo del grupo encabezado por Frigerio. Alsogaray aplicó en los dos años
siguientes un programa estabilizador ortodoxo: restricción crediticia, reducción del déficit fiscal,
congelamiento de salarios, fuerte devaluación y supresión de los subsidios que, a través de tipos
de cambio preferenciales, recibían muchas empresas nacionales. El costo social de esta política
fue muy alto, especialmente por la secuela de cierres de empresas y la creciente desocupación.
Pasado el peor momento de la crisis, y cuando comenzaba una nueva fase expansiva, Alsogaray
fue reemplazado y se retomó, parcialmente, la política originaria.
Las condiciones mismas de la economía hicieron que estas crisis se repitieran periódicamente; en
esos años se vieron agravadas por la casi crónica crisis política de un gobierno que, carente de
fuerza propia, se vio permanentemente atenazado por el sindicalismo peronista y por los sectores
militares.
Tampoco eran fáciles las relaciones con las Fuerzas Armadas, que desconfiaban de la
versatilidad del presidente. Ya en 1958 se produjeron los primeros “planteos” que se fueron
agravando a medida que el estado deliberativo ganaba las filas militares.
La crisis política había agravado la crisis económica cíclica, y se decidió aplicar rápida y
enérgicamente la conocida fórmula estabilizadora: el ministro Federico Pinedo efectuó una
violenta devaluación del peso que sumió la actividad económica en el marasmo; aunque al cabo
de dos semanas fue relevado, su sucesor, el ingeniero Alsogaray, continuó aplicando las mismas
fórmulas, aunque con más prudencia. El año 1962 fue difícil en lo económico y también en lo
político. Dentro de las Fuerzas Armadas la deliberación llegó a su grado más alto y condujo a
repetidos enfrentamientos abiertos. Se discutía, sobre todo, la pertinencia de intentar una nueva
salida electoral, visto que de uno u otro modo la decisión quedaba en definitiva en manos de los
votos peronistas. En septiembre de 1962 la situación hizo crisis en el Ejército, y los dos bandos,
conocidos como colorados y azules (colores que identificaban a los contendientes en los juegos
de guerra académicos) llegaron a un choque armado que tuvo por escenario las calles de la
Capital. Triunfó el grupo azul, legalista, cuyo jefe, el general Onganía, fue designado comandante
en jefe del Ejército. Todavía hubo un nuevo episodio de este enfrentamiento cuando la Marina,
simpatizante con el grupo colorado, pero voluntariamente marginada de los incidentes anteriores,
se rebeló en abril de 1963. El enfrentamiento fue entonces mucho más violento y la victoria de los
azules, concluyente.
La salida electoral, sin embargo, no dejaba de ofrecer dificultades. Originariamente, el gobierno
estimuló la formación de un gran Frente Nacional que incluyera a todas las fuerzas políticas, pero
en definitiva éste se limitó a un acuerdo entre el peronismo y algunos partidos menores. La
fórmula presidencial que presentó, aceptable inclusive para muchos antiperonistas, fue finalmente
vetada y el Frente no concurrió a elecciones. En cambio se presentó el general Aramburu,
postulado por un partido nuevo formado apresuradamente, la Unión del Pueblo Argentino, que
ofrecía al electorado antiperonista la seguridad del respaldo militar. El 7 de julio de 1963 los votos
es blanco fueron otra vez muy importantes pero, gracias al aporte de una parte de los votos
peronistas, la UCRP ocupó el primer puesto, con apenas algo más del 25% de los sufragios. En el
Colegio Electoral hubo acuerdo para consagrar presidente a su candidato, Arturo Illia.
Carente de una sólida mayoría electoral y con pocos apoyos entre los restantes factores de
poder, el gobierno encabezado por el doctor Illia apenas pudo ofrecer un elenco honorable y una
conducción mesurada, suficiente seguramente para un periodo normal, pero incapaz de elaborar
una alternativa imaginativa y sólida para la casi crónica crisis política. Durante su campaña, el
partido había hablado de nacionalismo económico.
La sanción de la ley de abastecimientos procuró, con poca eficacia, defender a los consumidores,
mientras que retiraba parte del apoyo crediticio a las grandes empresas, derivándolo a las
pequeñas, de capital nacional. Los contratos petroleros firmados por Frondizi fueron anulados y,
finalmente, renegociados, al tiempo que se modificaba el acuerdo con SEGBA, asegurando la
mayoría estatal en la conducción. Esta política nacionalista no pasó de allí, pero creó reticencias
entre los inversores extranjeros, que cesaron de hacer nuevos aportes.
En lo económico, el estancamiento fue progresivo, mientras que en lo político se advertía, con
creciente claridad, que el gobierno carecía de una salida posible. A principios de 1963 se
normalizó la CGT y los sindicalistas peronistas asumieron su conducción.
A lo largo de 1969 la “paz militar” fue deteriorándose. Comenzó a conocerse por entonces la
acción de los grupos armados clandestinos que, a partir de algunas acciones de notoriedad,
ingresaron en la vida política argentina para no abandonarla por mucho tiempo. Más
espectaculares fueron algunos estallidos antigubernamentales en ciudades del interior, en los que
si bien participaron aquellos grupos armados, hubo una evidente movilización popular, expresiva
de las tensiones acumuladas en la sociedad argentina. La más espectacular fue la ocurrida en
Córdoba, a fines de mayo de 1969, cuando por un par de días la ciudad estuvo en manos de los
insurrectos.
Aquel movimiento, el llamado “Cordobazo”, hirió de muerte al gobierno de Onganía. Muchos de
quienes lo habían apoyado, desilusionados por la falta de perspectivas de su política,
ordenancista, poco flexible y carente de creatividad, descubrieron que ni siquiera era totalmente
eficaz para salvaguardar el orden público. Hubo rectificaciones parciales, como el relevo del
ministro de Economía pero en lo sustancial el presidente se negó a rever el rumbo y aun a
aceptar las sugestiones de los mandos militares. En junio de 1970, en momentos en que el
asesinato, poco claro por entonces, del expresidente Aramburu agregaba un nuevo elemento de
dramaticidad, los tres comandantes militares, recientemente designados por el presidente
Onganía, disponían su relevo y su reemplazo por el general Levingston, por entonces en los
Estados Unidos, prácticamente desconocido para la opinión pública.
Esta falta de autoridad y poder propios signó el gobierno del nuevo presidente y sus relaciones
con la Junta de Comandantes. La violencia, recientemente establecida, continuó y aun se
profundizó, anotándose nuevas y espectaculares acciones. Pareció, pues, necesario encontrar
para el gobierno iniciado en 1966 una salida política que, ampliando las bases consensuales del
poder, permitiera levantar un sólido dique a la violencia. El presidente Levingston procuró buscar
la salida al margen de los dirigentes políticos tradicionales, dirigiéndose a los que llamaba “la
generación intermedia”. En noviembre de 1970 el radicalismo, el justicialismo (nombre con el que
el peronismo procuraba hacer olvidar viejos agravios) y muchos otros partidos suscribían un
documento, “La Hora del Pueblo”, que constituyó la base de la futura salida política. Los proyectos
del presidente y de los partidos eran, en el fondo, incompatibles, y finalmente la Junta de
Comandantes, que consideró más viable este último, decidió a su vez relevar a Levingston y
reemplazarlo por el comandante en jefe del Ejército, general Alejandro Lanusse. Por primera vez,
ambos cargos eran desempeñados por una misma persona.
Por entonces era evidente que el tercer ensayo de superar la crisis política iniciada en 1955 había
fracasado, y el nuevo gobierno se preocupó casi exclusivamente de buscar una salida política. El
ministro del Interior, Arturo Mor Roig, veterano dirigente radical, impulsó un programa que fue
bautizado “Gran Acuerdo Nacional”. Había una coincidencia sobre la necesidad de llegar a las
elecciones, pero también ciertamente, una gran discrepancia en torno del problema de Perón.
El Perón de 1972 aparecía muy distinto al de años anteriores. Abandonando casi totalmente,
aunque no del todo, sus antiguas y rígidas consignas, se manifestaba abierto al diálogo y
dispuesto al acuerdo con sus antiguos enemigos, con quienes procuraba lograr un alto frente de
coincidencias para reconstruir la república. Mientras tanto, cobraba cuerpo entre aquéllos una
suerte de aceptación tácita del derecho del peronismo a volver al gobierno.
El carisma de Perón operó esta vasta polarización, que se tradujo en el triunfo masivo, por dos
veces, del frente electoral por él impulsado. El año 1973 pareció cerrar definitivamente un ciclo de
inestabilidad y frustraciones. En poco tiempo, sin embargo, la república descubrió que todavía le
quedaba por vivir la más aguda y dolorosa de sus crisis.

3) LA VUELTA A LA DEMOCRACIA (1973-1976)


LA EXPERIENCIA democrática de 1973 fue breve y dramática.
El retorno de Perón a la presidencia sólo se produjo después de una serie de complejas
peripecias. El presidente Lanusse fracasó en imponer su propia candidatura, que presentaba
como transaccional entre las Fuerzas Armadas y Perón, pero logró proscribir al líder exiliado,
quien entonces designó como candidato vicario a Héctor Cámpora.
Durante esos años se asistió a una verdadera “primavera de los pueblos”, llena de esperanzas
vagas e indefinidas. Desde 1969 la movilización popular no sólo había jaqueado el régimen militar
sino desafiado de distintas maneras el orden establecido. Muchos procuraron imponerle una
dirección. Los partidos políticos, débiles y hasta raquíticos debido a la larga falta de
funcionamiento pleno de las instituciones representativas, fueron incapaces de hacerlo; en cambio
lo lograron una serie de organizaciones políticas y militares, nacidas en la lucha contra el régimen
militar, al que enfrentaron por medio de acciones de guerrilla urbana. A través de distintas
organizaciones, Montoneros combinó la acción militar con la específicamente política; en ella
sobresalió la Juventud Peronista, detrás de la cual se congregaron todos aquellos para quienes
Perón era la encarnación de un proyecto revolucionario: partiendo de la liberación nacional se
llegaría a la “patria socialista”.
Fueron estos grupos juveniles los que rodearon al presidente Cámpora y ocuparon importantes
posiciones de poder hasta que, dentro del mismo peronismo, se generó un vigoroso movimiento
en su contra. El 20 de junio de 1973, el día en que Perón volvía definitivamente al país y cuando
una inmensa multitud se había congregado en Ezeiza para recibirlo, ambos sectores
protagonizaron una verdadera batalla campal, que dejó muchos muertos. Poco después,
Cámpora era forzado a renunciar, y luego de un breve interludio, unas nuevas elecciones
generales consagraron, de manera abrumadora, la fórmula presidencial que reunía al general
Perón y a su esposa María Estela Martínez.
El conflicto interno del peronismo se desplegó con toda su fuerza. El enfrentamiento culminó el 1º
de mayo de 1974, cuando en el tradicional acto peronista de la Plaza de Mayo el veterano líder
los denostó y aquéllos respondieron abandonando la plaza y, simbólicamente, el movimiento
Se propuso expandir el mercado interno, ampliar las exportaciones industriales y estimular el
sector de empresas nacionales, pero sin hostilizar a las extranjeras. La eliminación de la inflación,
que era una cuestión clave para cualquier proyecto de desarrollo, debía lograrse mediante un
amplio pacto social, en el que empresarios y trabajadores renunciaran a su tradicional puja por el
reparto del ingreso y aceptaran el papel arbitral del Estado. Pero luego de los primeros éxitos, la
reaparición de la inflación impulsó a los trabajadores a acentuar sus reclamos, obligando a Perón
a poner en juego toda su autoridad para salvar la concertación. El 12 de junio de 1974, en su
última aparición en público, reclamó de unos y otros el cumplimiento de los acuerdos. Poco
después, el 1º de julio, falleció el anciano líder.
Su viuda, María Estela, que asumió la presidencia, no tenía ni la misma capacidad ni similar
autoridad, y los conflictos se hicieron más agudos. José López Rega, que había sido secretario
privado de Perón y luego ministro de Bienestar Social, y a quien se sindicaba como el poder
oculto del gobierno, organizó grupos clandestinos dedicados a asesinar a dirigentes opositores,
activistas sindicales e intelectuales disidentes, en algunos casos enrolados en las organizaciones
guerrilleras.
Una organización armada no peronista, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), logró por
entonces asentarse en un sector de la provincia de Tucumán, donde anunció la constitución de
una “zona liberada”, y el Ejército inició una operación formal para desalojarlo. Poco después, los
jefes militares imponían el alejamiento de López Rega. Era evidente que el gobierno civil había
perdido el dominio de la situación. Fracasó un intento de encontrar una salida dentro del orden
constitucional: la renuncia de la presidenta y su reemplazo por el senador Luder, presidente del
Senado. Poco después, la crisis económica y política combinadas creaban las condiciones para
que las Fuerzas Armadas desplazaran a la presidenta y se hicieran cargo del poder, sin oposición
y hasta con el aliviado consentimiento de la mayoría de la población.

C) EL PROCESO MILITAR DE 1976/1983 Y LA RESTAURACION DE


LA DEMOCRACIA Y DEL ESTADO DE DERECHO
El 24 de marzo de 1976 asumió el mando la Junta Militar, formada por los comandantes de las
tres armas, que designó presidente al general Jorge Rafael Videla, comandante del Ejército.
Videla se mantuvo en el cargo hasta marzo de 1981, cuando fue reemplazado por el general
Roberto Viola, que en 1978 lo había sucedido al frente del Ejército. Sin embargo, la Junta siguió
conservando la máxima potestad y las tres armas se dividieron cuidadosamente el ejercicio del
poder.
Con el llamado Proceso de Reorganización Nacional, las Fuerzas Armadas se propusieron
primariamente restablecer el orden, lo que significaba recuperar el monopolio del ejercicio de la
fuerza, desarmar a los grupos clandestinos que ejecutaban acciones terroristas amparados desde
el Estado y vencer militarmente a las dos grandes organizaciones guerrilleras: ERP y Montoneros.
La primera desapareció rápidamente, mientras que Montoneros logró salvar una parte de su
estructura que, muy debilitada, siguió operando desde el exilio. Pero además, en la concepción de
los jefes militares, la restauración del orden significaba eliminar drásticamente los conflictos que
habían sacudido a la sociedad en las dos décadas anteriores, y con ellos a sus protagonistas. Se
trataba en suma de realizar una represión integral, una tarea de verdadera cirugía social.
En 1984, la Comisión Nacional para la Desaparición de Personas (CONADEP), que presidió el
escritor Ernesto Sábato, realizó una reconstrucción de lo ocurrido, cuya real dimensión apenas se
intuía. Sus conclusiones fueron luego confirmadas por la justicia, que en 1985 condenó a los
máximos responsables. Concebido como un plan orgánico, fue aplicado de manera
descentralizada, reservándose cada fuerza sus zonas de responsabilidad. Grupos de militares no
identificados se ocupaban de secuestrar, generalmente por la noche, a activistas de distinto tipo,
que luego de ser sometidos a torturas permanecían largo tiempo detenidos en centros
clandestinos – la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), La Perla, El Olimpo, que
alcanzaron una terrible fama –, hasta que una autoridad superior decidía si debían ser ejecutados
o si eran “recuperables”. Proliferaron los “desaparecidos”; pues los familiares ignoraban su suerte
y ninguna autoridad asumía la responsabilidad de la acción, y también las tumbas clandestinas.
La CONADEP logró documentar nueve mil casos, aunque es posible que fueran aún más.
Con la pasividad de la sociedad, el régimen militar pudo consagrarse a su segunda tarea: la
reestructuración de la economía, de modo de eliminar – según creían – la raíz de los conflictos
sociales y políticos. José Alfredo Martínez de Hoz, un economista vinculado a los más altos
círculos económicos internacionales y locales, fue el ministro de Economía que, durante los cinco
años de la presidencia de Videla, condujo la transformación, sorteando oposiciones múltiples,
provenientes sobre todo de los diferentes sectores militares.
La presencia del Estado debía reducirse y su acción directiva tenía que ser reemplazada por el
juego de las fuerzas del mercado, capaces de disciplinar y hacer eficientes a los distintos
sectores. También debería reducirse la industria nacional, orientada al mercado interno y
tradicionalmente protegida por el Estado, y con ella los poderosos sindicatos industriales, que
eran precisamente uno de los factores de la discordia. Un vasto plan de obras públicas, más
espectaculares que productivas – como las del Campeonato Mundial de Fútbol –, habría de
compensar la desocupación generada.
El Estado renunció a regular la actividad financiera – y con ello a estimular algunas actividades
con créditos preferenciales – y proliferaron las entidades financieras privadas, lanzadas
especulativamente a la captación de los ahorros del público. En momentos en que el aumento del
precio internacional del petróleo creaba una masa de capitales a la busca de ganancias rápidas,
la apertura financiera permitió que se volcaran al país, alimentaran la especulación y crearan la
base de una deuda externa que desde entonces se convirtió en el más fuerte condicionante de la
economía local. Las empresas del Estado practicaron la “privatización periférica”, contratando
parte de sus actividades con empresas privadas, que en esos años obtuvieron beneficios
notables. Mientras muchas de las actividades básicas languidecían y numerosas empresas
quebraban, la actividad financiera especulativa y los contratos con el Estado permitieron la
formación de poderosos grupos económicos, que operaban simultáneamente en diversas
actividades, se aprovechaban de los recursos públicos y adquirían empresas en dificultades.
La falta de confianza en la estabilidad y en la posibilidad de mantener las condiciones económicas
desencadenó la crisis, que se manifestó en una inflación desatada y una conmoción reveladora
de las endebles bases de la estabilidad lograda por Martínez de Hoz. A fines de 1981 Viola fue
reemplazado a su vez por el general Leopoldo Fortunato Galtieri.
La Argentina, como muchos países, tuvo dificultades para pagar los intereses de los prestamos
recibidos, con lo que la deuda comenzó a multiplicarse y los acreedores a presionar para imponer
a la política económica las orientaciones que les permitieran cobrar sus créditos. La crisis se
agudizó, y en la sociedad comenzaron a oírse voces de protesta, largamente silenciadas. Los
empresarios reclamaron por los intereses sectoriales golpeados, los sindicalistas se atrevieron
cada vez más y el 30 de marzo de 1982 organizaron una huelga general, con concentración
obrera en la Plaza de Mayo, que el gobierno reprimió con dureza. Pero lo más notable fueron las
agrupaciones defensoras de los derechos humanos, y particularmente las Madres de Plaza de
Mayo, un grupo formado en el momento más terrible de la represión, que ellas mismas debieron
soportar, y que reclamaba por sus hijos desaparecidos y por uno de los derechos más esenciales
e incontrovertibles. La fuerza de este reclamo de tipo ético fue enorme y ayudó a despertar a la
sociedad dormida.
El propio régimen militar contribuyó a agravar su crisis. El general Galtieri, buscando una salida
política para la dictadura, se lanzó a una aventura militar que, de haber resultado exitosa, habría
revitalizado el prestigio de las Fuerzas Armadas. En 1978 el gobierno militar había estado a punto
de entrar en guerra con el de Chile a raíz de una disputa por algunos puntos fronterizos sobre el
canal de Beagle, que implicaban el control de ese paso. La guerra fue evitada por la intervención
del papa, a través de un hábil diplomático, el cardenal Samoré. Después de un tiempo de estudio,
la mediación papal dio en lo esencial la razón a Chile, y los militares – particularmente la Marina –
buscaron una compensación en otra área tradicionalmente conflictiva: las Islas Malvinas,
ocupadas por Gran Bretaña desde 1833.
El 2 de abril de 1982 tropas argentinas desembarcaron en las islas y las ocuparon. La acción
excitaba una veta chauvinista y belicista de la sociedad, largamente cultivada por las corrientes
nacionalistas de diverso signo. Suscitó un apoyo generalizado en la población argentina y en casi
todos sus representantes políticos, y los militares se anotaron una importante victoria.
La derrota desencadenó una crisis en las Fuerzas Armadas. Galtieri renunció, los principales
responsables fueron removidos, pero luego ni la Armada ni la Fuerza Aérea respaldaron la
designación del nuevo presidente, general Reynaldo Bignone. Por otra parte, la sociedad, que
hasta último momento se había ilusionado con la posibilidad de un triunfo militar – alentada por
informaciones oficiales que falseaban sistemáticamente la realidad –, se sintió tremendamente
decepcionada y acompañó a quienes exigían un retiro de los militares y aun la revisión de toda su
actuación desde 1976. Por ambos caminos, se imponía la salida electoral, que se concretó a fines
del año siguiente, en octubre de 1983.
Pero sobre todo, Alfonsín encarnó las ilusiones de la democracia y la esperanza de doblegar con
ella los escollos que desde hacía varias décadas impedían que el país lograra simultáneamente
una forma de convivencia civilizada, una estabilidad política y la posibilidad de un crecimiento
económico. Alfonsín afirmó que todo eso se podía conseguir con la democracia, y con esa
propuesta ganó las elecciones de octubre de 1983, infligiendo al peronismo la primera derrota
electoral de su historia.
La ilusión por la restauración democrática ocultó entonces la magnitud de los problemas que el
nuevo gobierno heredaba así como las limitaciones de su poder, pues no sólo subsistían en pie
los grandes sectores corporativos que tradicionalmente habían limitado la acción del poder
político, sino que el partido gobernante no había logrado la mayoría en el Senado, desde donde
se bloquearon muchas de sus iniciativas. Se dio un fuerte impulso a la alfabetización, se
renovaron los cuadros de la universidad y del sistema científico, y se estimuló la actividad cultural.
La sanción de la ley de divorcio, que suscitó la fuerte oposición de la Iglesia, contribuyó a
modernizar las normas de la vida social. En política internacional se aprovechó el prestigio del
nuevo gobierno democrático para mejorar la imagen exterior del país y para solucionar
legítimamente algunos problemas pendientes, particularmente la cuestión de los límites con Chile:
un plebiscito dio amplia mayoría a la aprobación de la propuesta papal, que aseguraba la paz
entre los dos Estados.
Durante 1985 se tramitó el juicio a los miembros de las tres primeras Juntas Militares, que culminó
con sanciones ejemplares. El gobierno también se propuso democratizar la vida sindical y abrir
las puertas a distintas corrientes de opinión, lo que suponía debilitar el poder de la dirigencia
tradicional, casi unánimemente peronista, que había sido restaurada al frente de los sindicatos al
fin del gobierno militar.
Los problemas económicos heredados por el gobierno eran enormes: inflación desatada, déficit
fiscal, alto endeudamiento externo, estancamiento de las actividades productivas, y una fuerte
concentración por la que algunos grupos empresarios poseían un amplio control de la vida
económica.
A mediados de 1985, con el país al borde de la hiperinflación, el ministro de Economía Juan
Sourrouille lanzó un plan económico, el Austral, de excelente factura técnica, con el que logró
estabilizar la economía sin causar recesión ni afectar sustancialmente ni a trabajadores ni a
empresarios. El plan resultó popular y el gobierno obtuvo en 1985 un buen rédito electoral.
Hacia 1987 el gobierno intentó emprender el camino de las soluciones más profundas para el
problema del déficit fiscal y propuso la privatización de algunas de sus empresas, pero el
justicialismo se opuso a lo que llamó una entrega del patrimonio nacional. El gobierno sólo pudo
encarar planes de emergencia, apelando al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al grupo de los
empresarios más poderosos. Como en los casos anteriores, llegaba a su fin otra de las ilusiones
de la democracia.
Frente al poder de las corporaciones tradicionales que no podía doblegar, el presidente Alfonsín
trató de fortalecer su más sólido respaldo: la civilidad. En los dos últimos años de gobierno el
radicalismo no pudo recuperarse. A lo largo de 1987 los “carapintadas” protagonizaron dos
nuevos episodios, que revelaron no sólo las profundas fracturas en el Ejército, sino también las
dificultades del gobierno civil para controlar la institución. Dentro del justicialismo, el grupo
encabezado por Cafiero, que tenía importantes afinidades con el gobierno radical, resultó
desplazado por una heterogénea alianza encabezada por el gobernador de La Rioja Carlos
Menem, quien utilizó en la campaña electoral que lo consagró candidato presidencial los recursos
más tradicionales del peronismo. Para enfrentarlo, la UCR postuló al gobernador de Córdoba
Eduardo Angeloz, con figura de buen administrador, pero sin la fuerza carismática que había
tenido Alfonsín en 1983.
En los dos últimos meses de 1988, cuando la inflación volvía a ser fuerte, el gobierno lanzó el
Plan Primavera, para frenar la crisis hasta la época de las elecciones. Pero se derrumbó cuando
los acreedores externos retiraron su confianza en el gobierno: a principios de 1989 sobrevino una
crisis y el país comenzó a conocer su primera experiencia de hiperinflación, acompañada por
asaltos y saqueos que produjeron una fuerte conmoción en la sociedad. En ese contexto, en
mayo de 1989 el candidato justicialista Carlos Menem se impuso con facilidad. Faltaban más de
seis meses para la fecha prevista para el traspaso de mando, pero el gobierno, carente de
respaldo político, jaqueado por los vencedores e incapaz de dar respuesta a la hiperinflación, optó
por adelantar la fecha de entrega. De este modo un poco accidentado, se logró concretar la
renovación presidencial, la primera desde 1928 que se realizaba según las normas
constitucionales

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