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in vocacional. Contexto social, Sujetos y practicas Sergio Rascovan Sere ee enue eNO Dadico este capitulo a Ia memoria de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, cuyos suefios fueron mutilados por un neoli- bernlismo represor y racista que corroe el Estado de derecho y vulnerabiliza sujetos. Introduccién Las practicas de orientacién vocacional han sido tradicionalmente destina- das a los estudiantes que finalizan sus estudios secundarios con el fin de acom- Pafarios ens cleccidn de una carera de nivel superior, generalmente univer-| | { sitaria. Esta podria considerarse la significacién que, al menos en Argentina, molde6 una practica y se instal6 en el discurso social como sentido comtin. | Si le preguntéramos a cualquier persona acerca de qué es la orientacién vocacional, creemos muy probable que la respuesta se adaptaria a esa matriz con el agregado de la palabra “test’, que sintetiza una expectativa de resolu- cién frente a la problemitica de elegir. La eficacia del sentido comtin como facilitador de los procesos de inter- cambio social y de comprensién de la realidad tiene su contracara en la ma- niobra de coagulacién de sentidos, de homogenizacién de lo diverso. Enton- ces, alli donde se sobreentiende qué es la orientacién vocacional, se requiere Promover un proceso de elucidacion critica para desarmar lo que el sentido comin solidific6, Orientacién vocacional con sujetos vulnerabilizados — sy Escaneado con CamScanner Ser RSC0V2N ee aaa sont Porn lado, en suscitar una revision ertca y, por etiaticarlacinhadas fon el le Hai aye ob eo ot pasa as roe ler n el elegir qué hacer en la vida y con la construc- cion de trayectorias vitales articulando lo subjetivo con lo social, ampliand el “hacer” més alla de lo productivo, de lo laboral y de Io académico. El desaffo es abordar estas probleméticas (llamadas tradicionalmente vocacionales) en todas sus dimensiones, en todos los contextos, para todos los sujetos. Elegir qué hacer se ha vuelto critico, mas cuando de ello depende la inclusién en la vida social. El miedo a quedar afuera, a perder un lugar, se ve- rifica tanto en quienes estén actualmente incluidos en la red de intercambios que supone la vida colectiva, como en aquellos que viven en los bordes 0 que, lisa y llanamente, quedaron desafiliados'. Para quienes ya venimos trabajando, asf como para aquellos que se suman ala tarea, es impostergable encarar estas cuestiones desde la complejidad de su entramado. Pensar para hacer. Hacer para transformar. Pasaje del andlisis de un campo de probleméticas a conceptualizar una préctica que, en rigor, supone la constitucion de dispositivos para acompafiar alos sujetos en los momentos criticos de elegir y armar proyectos futuros. Dispositivos que, basicamente, se sostienen -o deberian sostenerse- en una ética en relacién al otro y en una concepcién de sujeto. Dispositivos que desde ese Hoang” conceptual asumen sus formas singtr lares de acuerdo a las distintas particularidades de los contextos y de los sujetos. ‘Una ética en relacién al otro y una concepcion de sujeto que implica per- sar la préctica de acompafiamiento para elegir qué hacer, como uma expe riencia subjetivante (Rascovan, 2016) en tanto reconocimiento de las poter~ cialidades de los sujetos, cualquiera sea la su condicién, con respeto por sus singularidades y advertencia acerca de la inexistencia de un saber certs” sobre el enigma de la vida y las vicisitudes del elegir. Una préctica suibjeti- vante que invite a pensar los temas y problemas en términos de entramados complejos, recurriendo a la logica transdisciplinaria y promoviendo articule ciones intersectoriales en los abordajes e intervenciones. ———_(9.6 € s §$KkwWmRRRre—Re—_——————— 16 tnsyesy pret 10) Escaneado con CamScanner : en aon rial, entre los otros, ‘contrar un lugar simb6lico, mate- Elegir qué hacer en la vida y recibir “ recho de todos, i wes anputtos ee de salud, Sociocomunitarios. Dispositivos ' imaginaci6n y decision acorde a toda practi- ca situada que aloje al sujeto en sus Preguntas, sus busquedas, aspectos tan distantes de los modelos diagnosticadores, clasificadores y normalizadores. Alrededor del eje adaptacién-emancipacién se organiza la disputa de sentido de las prdcticas. La tensién se da entre quienes pretenden y pro- ponen ubicar a los sujetos adaptandolos al sistema y quienes proponemos abrir espacios liberadores en los que se generen las condiciones para que los participantes de una experiencia de “orientacién” puedan registrar las reglas de juego del sistema social imperante pero que, al mismo tiempo, se habiliten a revisarlas, cuestionarlas y, por qué no, a resistirlas y/o transfor- marlas. Contexto social, poder y subjetividad La vida humana, social y subjetivamente consider ae esta etapa histérica alrededor del modelo preductrg y - mors lismo en su fase financiera. Los discursos eaeeces les i aie en ellos el mercado resulta el principal actor seo = desplazando al Estado en su funcion de garante m suetos vlnerabiizados Bo Orientacién vocacional con Escaneado con CamScanner Sergio Rascovan —_—_———————<—<——$$$$ <<. Recordemo: i i it a ws que, en ety fase industrial, el capitalismo intenté promover 5 gul m de sus propias desigualdades a través del Estado benefactor. - oie modo, generé las condiciones materiales y simbélicas para dar con- sistencia a las probleméticas que los sujetos tienen para elegir y construir sus trayectorias de vida en el “hacer” (basicamente, estudio y trabajo), aspecto central de nuestro interés. | En su auge, el capitalismo industrial logr6 una forma particular de equi- librio a través de un conjunto de regulaciones colectivas que sostenfan a la sociedad, promoviendo cierta redistribucién de los recursos y garantizando protecciones extendidas a la gran mayoria de los ciudadanos de las democra- ] cias occidentales. La ciudadania social conquistada sobre la base del traba- jo-empleo permitié a los sujetos formar parte de un continuo de posiciones sociales y de derechos concomitantes. Las disparidades masivas en términos no solo de ingresos sino también de prestigio y de poder de las diferentes profesiones y ocupaciones laborales no impidieron la vigencia de derechos sociales asociados al trabajo y la proteccién social. Asi, los sujetos vivian sus vidas de maneras muy diferentes de acuerdo a las posibilidades 0 imposibi- lidades de acceder a distintos bienes materiales y culturales, pero dentro del marco regulatorio de las prerrogativas de la ciudadania social. Estd claro que estos procesos resultaron bien diferentes en los paises centra- Jes respecto de los periféricos. Sin embargo, en todos, la ciudadanfa social estuvo asociada con el empleo formal y, por lo tanto, los sujetos a los que estamos pres- tando atencién en este escrito no formaron parte por lo general- de ese beneficio. El escenario social cambi6 y los procesos de exclusién atravesaron al con- junto de la sociedad eimpactaron de manera mas virulenta en quienes inn habfan adquirido su plena condicion ciudadana. Pensemos, por ejemplo, e" las personas con discapacidad y sus dificultades para ser reconocidas com? sujetos de derecho. Desde luego no son las tinicas, pero tal vez constituyen los ejemplos mas emblemiticos, dada la superposicién de procesos de exclusion | Ser pobre y tener una discapacidad es estar doblemente postergado. (tran 10 Escaneado con CamScanner a ee Orlentacién ‘Vocaclonal. Contexto ‘Social, sujetos y précticas En las distintas f; fa tats - ses de] Capitalismo cambi; y los recursos para resistir an ian las formas de dominacion da en los discursos neoli Sociedad mercanti " ibefateg rcantil, Postindustrial, sosteni- Ya No es disciplinaria, si ae aria, ee a ae de dispositivos de poder taesibaeeice a sobre ciedades que pro. ea m la seducci F de aus iB matron Subetivided multitasking, en tas que se x ; ien 0 no sufren una explotacion Necesariamente ae tos con la ilusién de ser duefios de st mi enna a ! : smos. Una subjetivi i los imperativos de rendimiento, de competencia, ee . sus modas de “autoayudas”. El Sujeto esta todo el exigencia frente a la cual nunca le alcanza y, deudado. Podemos decir que el neoliberalismo es una especie de fabrica de deudores (como sefialarfa el psicoanalista Jorge Aleman). Es un llamado a la felicidad, una convocatoria a “todos juntos’, “todos felices”, para luego estar en falta con respecto a eso mismo (Aleman, 2017). El sujeto por estructura, por ser sujeto hablante de una lengua que, en tanto le preexiste, le antecede, es Otro, En la busqueda por incluirse en el mundo simbélico queda siempre lidiando con eso que no se completa. La par- ticularidad del neoliberalismo es que pretende aduefiarse de todo el orden de logicas empresariales y tiempo confrontado a una Por lo tanto, siempre esta en- simbélico y de la propia constitucién del sujeto. La tarea de subjetivacién por excelencia en tiempos de mercantilizacion de la vida seré la resistencia creativa, la busqueda insistente de ese residius que, en tanto sujeto, se niega a ser capturado por el Otro, un discurso totali- zador que clausura, obtura y/o arrasa con el deseo. eee Una de las operatorias propias del discurso mercant one an textualizar al sujeto para pensarlo desde una es ‘tea 5 ae statin trama de relaciones, de las condiciones materiales y sim a ili: Estado como Es un discurso que, a través de esa imaniobra, desresponsabiliza al i del bien comtin. i stituirse en garante nar Binopa e eee vail ofo coreano Byung-Chul Han sos- Bn Europe, pensadores come © r daaletl esté estructurado de una i i minacién ne tienen que el sistema de do ee rabilizados Escaneado con CamScanner Orientacién vocacional con sujetos vulnel eee ait ha de los Estados-nacién. El poder estabil izador ivamente represor, sino seductor, es decir, cau- tivador’. Ya no es tan visible como en el régimen disciplinario. No hay un oponente, un enemigo que oprima la libertad, ante quien seria posible la re- sistencia. El neoliberalismo convierte al trabajador oprimido en empresario, en empleador de sf mismo. Hoy, cada uno es un trabajador que se explota a s{ mismo en su propia empresa. Cada uno es amo y esclavo en una Persona. También la lucha de clases se convierte en una lucha interna: quien fracasa se culpa a s{ mismo y se avergtienza. Uno se cuestiona a s{ mismo, no a la sociedad (Han, 2014). Las alternativas para cambiar las situaciones so injusticia son siempre politicas, no técnicas. Para lograr que nerabilizados sean sujetos de derechos ser necesario democratizar nuestras sociedades, lo que significa desmercantilizarlas. Es decir, rescatar como de- rechos lo que el neoliberalismo impuso como mercancias. Mas alla de los esfuerzos de profesionales e instituciones, serd necesario contar con una so- ciedad més justa para que los sujetos més vulnerabilizados recuperen Sus derechos universales en una sociedad centrada en la esfera publica. Sostener un pensamiento critico en la actualidad es enfrentar con firme- za la modalidad asumida por el capitalismo en el periodo hist6rico contem- poréneo. La polarizacién fundamental en la era neoliberal se verifica entre Ia mercantilizacién absoluta de la vida y la esfera de los derechos, de los ciu- dadanos, de la inclusi6n social. El neoliberalismo, al desmantelar el Estado social, ha intentado imponer la engafiosa opcién entre lo estatal y lo privado. La disyuntiva es otra. Es la que se da entre la esfera mercantil y la esfera publica, El eje de andlisis est4 en la cuesti6n del poder: un poder que n° solo oprime, sino que fabrica consensos, establece la orientaci6n subjetiva y Bm duce una trama simbélica que funciona naturalizando las ideas dominan'*> ocultando su acto de imposicién. En este sentido, la operatoria de los meds de comunicacién dominantes se inscribe como un acto de enunciacion qu® ciales de desigualdad e los sujetos vul- (9 arr rt 10 Escaneado con CamScanner nails aaa, Orie tacién vocacional, Contexto Social, sujetos y précticas propone encubrir su carécter Soc un modo supuestamente univ Es una forma de poder q gendrando. El poder crea un si ciohistérico y los i Y los intereses qu , ersal y desideologizado, a ue no opera inhibi pera inhibiendo o teduciendo, sino en- MO coercién. El poder es mas poderoso y mas estable cuando genera la sensacién de libertad, cant no se necesita ninguna violencia. La dictadura del “uno” No opera mediante represin. ni prohibi iones. Mas bien asume la figura de lo habitual, Es una detadore mn la obviedad. El poder que opera a través de la costumbre es més eficiente y estable que el que emite mandatos 0 coerciones y alcanza una estabilidad elevada cuan- do se presenta como “uno” impersonal, cuando se inscribe en la “cotidianidad”, Noes la coerci6n sino el automatismo de la costumbre lo que eleva su eficiencia. Como afirma el fildsofo coreano: “El poder brilla por su ausencia” (Han, 2014). El crecimiento de las desigualdades sociales produjo grandes y graves transformaciones en el régimen de las protecciones y gener6 al decir de Cas- tel, 2010- que los “individuos por defecto” sean postergados a la desprotec- cién total o remitidos hacia formas inferiores de protecci6n. Asi, pierden su condicién de sujetos de derechos al no estar integrados en el régimen del empleo, o sea, por el sistema de la seguridad social pasado en el trabajo. Enesa linea, el autor francés Christophe Dejours sostiene que: El problema principal que se plantea es la increfble tolerancia de nuestros be temporéneos hacia el progreso de la injusticia social en regimenes ae “ eso el pensamiento critico se opone a los enfoques cee eee fuertemente el paisaje intelectual: rechaza enérgicamente =o Saas el cual la evolucién que estamos presenct ‘ : : decir, una logica endogena propia del sistema, ae oe aeerae a. | jistema ,, de la globalizacién, del sis i tra la cual no peeeee fin, algo que se impone com? una fatalidad contra rra econémica, en fin, ———— , nerabilizados Escaneado con CamScanner iando seria inex propia de la economia, del |, de la gue- Orientacién vocacional con sujetos vu tendriamos mas alternativa que triunfar o perecer. El poder neoliberal es una dominacién que se disimula como consenso, una dominacién que se presenta mas como una dependencia a una serie de dispositivos que conforman la subje- tividad que como una sumisién impuesta. Esta manera de disfrazar su ideologia bajo la forma del fin de Ia ideologia es lo que llamamos “Ia naturalizacin del poder neoliberal” (Dejours, 2006). Trayectorias de vida en el actual contexto histérico Vivimos la vida en clave de época. Las variables sociales se entraman con las subjetivas en la construccién de cada trayectoria. Los recorridos estén dibujados por circuitos institucionales, siendo los principales la familia y la escuelas. Precisamente, el modelo del sistema escolar obligatorio ha produci- do que el curso de la vida se organice alrededor de los ciclos y niveles educa- tivos, provocando saltos y cortes en el camino, abriendo paso a procesos de transici6n entre uno y otro. Trayectorias, itinerarios y transiciones son diferentes maneras de nom- brar el proceso que los sujetos van desplegando en su devenir, en funcién de determinadas coordenadas sociohist6ricas, principalmente de clase, de géne- ro, pero también geograficas y ambientales. Pensar la vida en términos de trayectorias, de itinerarios, nos aleja del concepto de identidad como algo cerrado, definitivo, certero. Por ello, hace tiempo, al abordar las problematicas de las decisiones acerca de lo que ele- gimos hacer (estudiar, trabajar, otras actividades), propusimos la nocién de itinerario vocacional (en lugar de identidad vocacional) como aquello que se configura alrededor de las variadas actividades que los sujetos realizan a lo Jargo de su vida, dentro de las cuales el estudio-trabajo-empleo son las privi- legiadas, ya que producen anclaje social. Las trayectorias subjetivas implican un plus sobre los trayectos y las transiciones normalizadas. Son las formas singulares que tenemos de tran- = $A [22 Ensayos y | 1 0 Escaneado con CamScanner ile Ori entaclén Vocaclonl.Contexto soca, sujetes y précticas "Mplo. Los ci . Los ciclos y ni , mos para todos y por eso nos igualan, pero A a educativos son los mis- J ismo tiempo, sitar la vida escolar, por eje las maneras de mo, pero que no es excluyente, Las trayectorias transicionales Pueden ser entendidas como un salir y Hestrienbetgare isaend movimiento y menos estabilidad, : Ms icter dindmico, abierto y discontinuo. La falta de linealidad, los escenarios sociales cambiantes, la simultaneidad y multiplicidad de actividades y la incertidumbre como rasgo sobresaliente nos permiten pensar los itinerarios vitales en términos de trayectorias tran- sicionales. Justamente, una de las cualidades de la forma de vivir de los sujetos vulnerabilizados podria ser transitar la vida por itinerarios que circulan por cauces diferentes de los instituidos socialmente, es decir, por fuera de los tra- yectos educativos y laborales prefigurados, o bien, sin transitarlos de manera regular y sistemdtica. Si antes mencionabamos como ejemplo el entrar y salir del sistema educativo, ahora podemos agregar a sujetos que estuvieron pre- sos y recuperaron su libertad, o a quienes estan y/o estuvieron atravesados por consumos problematicos. Pero vale también para otros, tal vez para todos los que entran y salen de los circuitos formalizados y/o de las actividades socialmente esperables de ser realizadas. Podriamos aventurarnos a afirmar que, en yectos instituidos socialmente -educativos y laborales- eae tos “institucionalizados” vinculados a circuitos Poca a sapeoee lacionados con la delincuencia organizada, por lo a 7 eee de la droga. Los trayectos vinculados con este comerch Bi Ia actualidad, junto a los tra- existen otros trayec- a Orientacién vacacional con sujetos vulnerabilizados Escaneado con CamScanner almacenamiento y venta) se organizan a modo de industria, con jerarquias diferenciadas y formas de promocién estipuladas. Sus practicas “laborales” se han “profesionalizado” de manera notoria en los dltimos afios. Quienes, transitan por dichos circuitos -nifios, jovenes y adultos- tienen chances de acceder de modo més inmediato (aunque de manera altamente riesgosa) a las mercancias que el mercado propone como mas apetecibles, seductoras y fasci- nantes (Magafia Vargas, 2011). Algunos de ellos han resultado desencantados de las promesas que la sociedad les ofrece a través del estudio y el trabajo, y viven con la sensaci6n de que toda una vida no seria suficiente para alcanzar a obtener lo que podrian conseguir a través de dichos trayectos “paralelos”, La denominaci6n de trayectorias transicionales, ese salir y entrar, vale también para los circuitos “oficiales” y “paralelos”, determinando un itinera- rio més complejo y sinuoso en el que conviven actividades de distinto tipo, legales e ilegales. Las poblaciones pobres -y, entre ellas, los j6venes en parti- cular- constituyen la mano de obra que los grupos econémicos mas podero- sos reclutan para ejercer actos delictivos, ubicéndolos como “carne de cafién” de sus negocios multimillonarios. En ese sentido, en su novela Descubri que estaba muerto, el joven escritor brasilefio Cuenca (2017) describe la segmentacién social en Rio de Janeiro y las maniobras que dejan a los jévenes situados en una estructura de poder paralela al sistema, pero a su vez, fundante del mismo: En lo alto de aquel sube y baja topografico que mezcla ladrillos con la Mata At lantica, los pobres observan a los ricos de arriba hacia abajo. Muchos de ellos tra- bajan en las casas de los habitantes del asfalto -en la cocina, en la porteria 0 cui dando a sus hijos- y ademds prestan servicio de delivery de comidas, remedios ¥ cocaina. A su vez, los jefes del narcotrdfico en las favelas que cercan la zona sut y los personajes que habitan departamentos de dos mil metros cuadrados, pot detrés de las fachadas espejadas de las avenidas frente al mar mantienen laz0s todavia més estrechos entre sf. La ruta del dinero involucra a politicos de alto rango, ejecutivos del mercado financiero, puestos clave de la policfa militar y civil, milicianos, diputados, con es 124 Ensayasy Exparenaes 0) Escaneado con CamScanner Orientacién vocacional. contexto socal, sujetos y précticas tructores, traficantes 7 ¥ Pastores neopentecost, Ie i eee ‘ales que se dedican a lavar plata. io estén los j 28 Poco itemise MEREOS Y descartables arma- © iluminadas de los morros, ) los irrigan con dinero, : Bock dos con fusiles, en las arteri cuadras abajo los Contactos, armas y drogas. comerciantes con jacuzzi (Cuenca, 2017). Triste descripcion de un paisaje de la desi om ualdad. i i- tar reproducir discursos estigmatizantes py ee los jovenes y reconocer los eae!” ‘ugares que los sujetos humanos “elegimos” o somos elegido: q g} ; *gidos/tentados a elegir, muchas veces, como una for- ma de salvaci6n. vide i i A ; a re la vida se organiza en diversos circuitos, oficiales y pa- wueioe y enor ™ un aspecto sensible en las problematicas asociadas con el elegir y construir trayectorias de vida que intentamos analizar en este libro. Se trata de corrernos de las formas tradicionales de pensar, de abor- dar estas cuestiones y reconocer una realidad mucho més compleja donde los recorridos vitales con sus transiciones estan sufriendo un proceso de desestandarizacion. Por eso es importante que las instituciones y las po- Iiticas orientadas en este sentido revisen sus supuestos, ya que en muchas situaciones siguen operando bajo el esquema de un modelo lineal del curso de la vida, en el que la integracién social es equivalente a la integracion en el mercado laboral. Como hemos sefialado en otros escritos (Rascovan, 2013 y 2016), la tran- a i “ ia lineal” sicion hacia la vida adulta ha dejado de ser un tipo de eae i 5, i i it ctivas para con final conocido. Esta particularidad requiere de aa ; ak tayitoso” o “fallido” oceso no quede exclusiva- que el derrotero “exitoso” o “fallido” de este Pr oe dana «1 aciones biograficas de los propios jovenes, donde mente a merced de las situaciones biog) sdas funcionarén como uno , i nidas los desempefios y credenciales educativas obte! de los principales factores de predicci6n. lei Orientacién vocacional con sujetos ‘vulnerabillzados Escaneado con CamScanner Sergio Rascovan Subjetividad de época. Sujetos vulnerabilizados Para pensar conceptualmente los sujetos vulnerabilizados, conviene re. constitucién subjetiva se configura en un Cle) entre Io) propio de la especie, lo particular de la época y lo singular del sujeto. Se trata de una subjetividad como devenir libidinal e identificatorio y no como iden. tidad coagulada, Una subjetividad concebida de este modo se aleja bastante de la racionalidad moderna que adopté el modelo identitario, esenciali en el que la subjetividad se presenta como fija, estable, unitaria, aut6no auténtica, privada, independiente y ahist6rica. Por eso sostenemos que lo sujetos vulnerabilizados no son, “son siendo” en trayectorias abiertas que terminan de cerrar. Recordemos que el concepto de identidad, al igual que tantos otros, cordar que la como intento de articulaci6n entre lo individual y lo social, pero termin6 plicdndose en s{ mismo, como una entidad cerrada, verdadera y tnica, individuo fue considerado un ser auténomo, racional, consciente, libre, capaz_ de determinarse a si mismo. Por eso la nocién de sujeto viene a enfrente esta concepcién de individuo como indiviso, homogéneo y encapsulado en sus propios limites. La construccién del sujeto se configura alrededor de un proceso de unién a los otros, de pertenencia, pero al mismo tiempo, de sé paracién de los otros, es decir, de diferencia. Identidad y diferencia dessus tancializadas. De este modo, no estamos en el campo de la identidad de los sujetos vulnerabilizados sino, muy por el contrario, en las condiciones para la produccién de su subjetividad. 3 Alli donde la diferencia es pensada como negativo de la identidad 8¢ instituye la desigualdad en el mismo movimiento en que la primera se dis tingue. No se trata de la mera diferencia, sino de diferencias desigualadas. 5 sostienen asi muchos siglos de dispositivos de discriminacién, exclusion, Higmatizacion o exterminio. Hablar de diferencias desigualadas supone pet (Ensayo y Experi 10 Escaneado con CamScanner Orientacién vocational. Contexto social, sujetos y précticas sar que la construcci6n di aeueneto de clssclasa aie a dentro de dispositivos de poder: una diferencia y luego una sstiodad re - se constituye primero describitles sino de construir categories que puedan ve ee producci6n-reproduccién de los dispositivos ies ary bela la un mismo movimiento, esa diferencia y esa desigualdad pee Los procesos de subjetivacién representan un fie : Jos procesos de sentido y significacién momento constitutivo de mogenizaci6n. Si hay subjetivacién, hay = oe aie earned modo que los procesos de Eres a nalee cond is Produccion, De node ro remiten a las condiciones materiales, simbélicas y discursivas que los producen. No se trata de la vulnerabilidad de los sujetos que, podriamos decir, tiene que ver con la propia condicién humana, sino de su vulnerabilizacion producida por dispositivos biopoliticos de dominaci6n. Vulnerabilidad no es, entonces, sinénimo de vulnerabilizaci6n. La pri- mera es propia de la especie humana. Todo sujeto necesita del otro, tanto en su registro como en cuanto al reconocimiento, que puede tener un cardcter material 0 inmaterial; la aspiraci6n a ser reconocido puede ser consciente 0 inconsciente, puede activar mecanismos racionales o irracionales y abarca todas las esferas de nuestra vida. Adquiere dos formas contrapuestas: recono- cimiento de conformidad -ser percibido como semejante- ¥ reconocimiento de distinci6n ser percibido como diferente- (Todorov, 2008). En unescenario social dominado por el mercado que promueve una cultu- ra homogeneizadora de la condicin de pulnerabilidad’”, surgen y se desarro- acter contrahegeménico, distintas formas de lan diferentes experiencias de cai ase resistencia en las que sujetos vulnerabilizados construyen procesos de su jeti- vaci6n alternativos, con sus propios saberes, relaciones de poder y eotetlease A la inversa, la subjetividad instituida busca sintonizar ae Seay te respondiendo excesivamente ala demanda con Lae ida = ae tivas, generando desconexion con Jas propias necesidades, guS'O% ee Escaneado con CamScanner Orientacién vocacional con sujetos vulnerabilizados ‘Sergio Rascovan seactenninsilatn atlas ai OTLA antes de preguntarse qué quieren, se ubican en el lugar nes tales como “Todo bien’, “No sé” 0 “Todo tranquilo” dan cuenta de esa posicion subjetiva. También aquellos que buscan “encajar” en el sistema a través de abusos y excesos de diverso orden conductas delictivas, trastornos de alimentaci6n, violencias y crueldades severas- buscan salidas al riesgo de quedar atrapados en la conformidad del sistema a través de esas desmesuras -fallidas-. Se trata de modalidades subjetivas que, presentadas como formas extre- untos de todas sus intermediaciones. Son posi- elecciones. Los sujetos, que creen se espera de ellos. Expresio ~consumos probleméticos, mas, se asumen en distintos p' quedan alteradas las cuestiones relativas a la pregunta Por ciones en las que el deseo, via clausura o arrasamiento en las urgencias de satisfaccion. El proceso de elegir supone una operatoria de anticipacion que se ve nO- tablemente fragilizada en los sujetos vulnerabilizados cuando lo que predo- mina es la légica del instante. Antes que elegir, son elegidos para no elegir 9, dicho de otro modo, no gozan de ese derecho: sus posibilidades de pla- nificacién, de aspiraciones futuras y de pensamiento a largo plazo se ven seriamente afectadas. La apatia, el desinterés y el desgano pueden ser las formas en que se presentan estas dificultades, tanto en su versi6n de plusconformidad (“todo bien’, “todo tranqui”) como en lo pulsional salido de cauce (Fernandez, 2013). Estos aspectos aparecen en sujetos de sectores sociales diversos, debilitando las esperanzas colectivas, constituyendo estrategias biopoliticas de vulnera- bilizacion. Pareciera que una de las formas més eficaces de vulnerabilizar es confi- gurando existenciarios especificos, con sus propios componentes de desigua- lacién. Como sefialamos acerca de las formas de ejercicio del poder, habré que estar atentos no solo a aquello que fragiliza y vulnerabiliza a través de Cae seat de sujecion o dominio, sino también a distinguir formas de subjetivacién como plus a lo instituido, como inventos de resistencia, de crea- tividad, de basqueda, de invencion. eee vere Fresys y Ecetoncas 10 Escaneado con CamScanner FT Orientacién vocacional, Contexto social, suletos y précticas En esa lIfnea, vale puntual ) vale pur izar ju descritos, lizar que, junto a los existenciarios itos, se han desplegado durante 7 compromiso politico y saath oe: de subjetivacién de gran variado cimulo de experiencias en la ane i - a rma ria, cuya busqueda comtin pareciera estar en la a hee soci y comunite- individuales y colectivas, Sujetos vulnerabilizado: “i mie os b s que, junto a otros, buscan y encuentran formas de subjetivacién que escapen a la lgica sobreadapta- tiva. Sujetos con discapacidad; en situacién de encierro; con consumos he bleméticos; adultos mayores; transgénero. Que viven en zonas rurales muy alejadas, que no trabajan ni estudian y que intentan por distintas vias zafar de los procesos de estigmatizacién y coagulacién identitaria y constituirse en sujetos protagonistas de sus vidas a partir de la posicién desventajosa y minoritaria que tienen en la sociedad. Los procesos de vulnerabilizaci6n en el actual contexto de capitalismo financiero estan fuertemente asociados con los “puntos de partida”, mas que con la falta de igualdad de oportunidades futuras. Es decir, las condiciones sociales -de clase, principalmente- son tan determinantes que podriamos sostener que “en nuestro pais, en nuestro continente latinoamericano, el que nace pobre, muere pobre” (2017). Bsta frase fue enunciada en un seminario de trabajo con profesionales que s n el campo de orientacion educativa. Entre los asistentes, una c! que ella se reconocia como alguien que cién socioeconémica muy desfavorable y que con esfuerz ”. Bue interesante para pensar y revisar habia logrado “cumplir sus suefios papel le cabe al sujeto en la qué decimos cuando decimos ciertas cosas y qué ’ oer construccién de sus itinerarios de vida en un contexto historico determinado. A propésito del debate realizado en esa oportunidad, Hegamos a las si- guientes consideraciones: * Que no hay logros to no se esfuerza, NO logra! eee 29) bilizados e desempefian e ‘olega participante se sintié ofendida, ya habfa nacido en una familia de situa- 0 y perseverancia personales sin esfuerZ0- va de suyo que, si un suje- rd sus metas. Orientacién vocacional con sujetos -ulnerat Escaneado con CamScanner SeTQI0 RASCOVA seen © Que las metas no son necesaria o exclusivamente individuales. © Que, si bien el discurso dominante promueve la realizacién de pro- yectos individuales, también existen las basquedas colectivas ligadas al cambio social. © Que para que no se reproduzca la logica de morir en las mismas con. diciones materiales en las que nacemos, es necesario el papel del Es- tado, tinico agente (al menos por ahora) con poder como para ayudar a torcer esas trayectorias previsibles. * Que la presencia del Estado no desresponsabiliza al sujeto en la bis- queda y armado de proyectos futuros, individuales y/o colectivos. * Que expresiones del tipo de “son unos vagos que viven de los planes sociales” suponen una posici6n politica, aunque se presenten como frases desideologizadas. * Que, sin duda, hay sujetos en sociedades desiguales y excluyentes que logran sus metas aun teniendo puntos de partida muy desfavorables. * Que también hay sujetos ubicados en posiciones pasivas, de acomo- darse y reclamar parasitariamente que alguien, un Otro, resuelva sus problemas. * Que los ejemplos singulares ilustran posiciones, posibilidades, alter- nativas. El problema surge cuando desde lo singular se construyen categorias totalizadoras. En ese mismo seminario, otra joven colega, preocupada y angustiada, comentaba en un plenario grupal la experiencia de “orientacién vocacional’” que estaba llevando a cabo en un barrio de sectores populares con adolescen- tes entre 13 y 15 afios de edad. En una de las actividades, los jévenes partic- pantes, al referirse a sus proyectos de vida, expresaron de manera desafiante algunas de las frases siguientes: ~ “Si, somos chortos, pero a usted no le robamos, porque sabe donde vivimos”, $A aa [30 Ensayos ¥Expolncis 10 Escaneado con CamScanner —— Orientacién vocacional. Contexto social, sujetos y précticas ™ sci vamos a ser re chorros, vamos a it a robar un banco...” - “Imagini raginese, hasta me gusta quedarme en la escuela, con tal deno estar en micasa”. i taller se les propuso a los adolescentes jugar a “Una loterfa muy especial” (Rascovan, 2016), que consiste en imaginar que han ganado un premio de dinero para vivir el resto de sus vidas sin problemas econémicos, acambio de hacer algo (preferentemente laboral). El premio incluye también definir donde les gustaria vivir y con quién. Algunas de las intervenciones de los participantes fueron: - “Un mill6n, a la concha de la guanaca”. - “Un millén en Puerto Rico. Con nadie, solito, qué sabes, te compras mansa play y mansa tele. Re vicio”. ~"Diez mil, en Europa, en Barcelona, de dos pisos. Con muchas chicas, una novia, voy a tener muchas armas, voy a atacar al presidente”. (“Quie- re ser sicario el pibito este”, agrega otro adolescente sobre lo dicho ante- riormente). ~ "Seis millones de pesos, dos pisos, con manso auto, con en La Plata, con un montén de chicas. No sé, de cuatro Ferrari’. lo que harfan a cambio (ya que en En respuesta a la pregunta de qué es I uy especial” exigen “hacer algo” el juego los organizadores de la “Loterfa m para cobrar el premio), se escucha: = "Voy a ir a trabajar en una petrolera”. -“"No sé, trabajar”. = “Ah, yo queria asaltar un blin ~ “En una empresa, ser jefe de ui dado”. na empresa”. ‘on del médico judfo polaco Ja- Meirieu (2016) toma prestada una reflexii eine tinente para pensar Jas expre- nusz Korezak (1878-1942) que resulta muy Per r= orietacion vocacfonal con sujetes wulnerabilzados Escaneado con CamScanner SorG0 R000 eee siomes de estos adblescentes y la actitud de los profesionales que los acompa- fian y sostienen en sus procesos de busqueda y armado de wproyectas; futuros; Korezak aprende pronto que los nifios nunca son lo que uno queria que fueran; que, si uno pretende hacerlos progresar, es mejor no idealizarlos demasiado; que Ios buenos sentimientos no aportan ninguna solucion; que las 6rdenes no bastan ‘elaci6n a la responsabilidad individual y colectiva supone que el castigo engendra, las més veces, disimu. que llamar “perd6n” a la cobardfa y que la patética ap que el problema ya esté resuelto; Joo la huida hacia adelante en la provocacion; cometida no engafia a nadie; que resignarse a la injus- del educador ante la falta que ningain adulto, ra evitar un desorden es una tentacion permanente; puede soportar sin célera 0 desaliento la ypego a nifios “preferidos” que cu- ticia par por generoso y determinado que sea, violencia y las mentiras cotidianas; que el a ran un poco nuestras heridas narcisistas es tan inevitable como detestable; que hay nifios que, a pesar de todas nuestras convicciones humanisticas y nuestras denegaciones moralizadoras, nos resultan visceralmente insoportables; que la y que, sin embar- exclusién marca el fracaso del educador y de la educacién... go, frente a las peores dificultades, jel enseftante no tiene derecho a resignarse! (Meirieu, 2016). Tal vez Janusz Korczak sea -desde luego, sin saberlo- un inspirador ca- lificado de las précticas sociocomunitarias de orientacion vocacional en clave de proteccién de derechos. Fundador de la “Casa de los huérfanos en Var- sovia”, albergé a nifios de la calle promoviendo experiencias reveladoras de las posibilidades de trabajo. También de las diferencias entre las expectati- vas previas y el encuentro con lo diferente y muchas veces decepcionante en nuestra tarea de educar, cuidar, curar, analizar, “orientar”. Las practicas de orientaci6n con sujetos vulnerabilizados requieren des- pojarnos de las ideas heredadas, cuyos postulados tradicionales estuvieron orientados a sujetos de clase media urbana, esto es, sujetos privilegiados que se enfrentan a la situaci6n critica de elegir, en Ia medida en que tienen las condiciones para poder hacerlo. (32_}-—_____—— Enaayos y Experionetas 4 () tomo Escaneado con CamScanner Orlentacién vocacional. Contexto social, sujetos y précticas Muy diferentes son qui eren Bora fern tlsbtdee dn de ese derecho, porque nunca lo tu- requiere asumir la decision de no —— seg nepali te a pasadaiNote dette ; nadie a la reproduccién de su ° ‘gar lo ocurrido (pensemos en los sujetos en situacion de encierro que cometieron algain delito), sino de la forma en | profesi nal trata lo que sabe y lo que hace con esa informacién, Suy a ad vane actitud posibilitadora que le permita al sujeto penderse y eee de lo que fue. Una posicién que invite a reconocerse como sujeto abierto al cambio, que reconozca su historia pero que no se vea exigido a repetirla. Las practicas de orientaci6n con sujetos vulnerabilizados nos enfrenta al otro en una otredad mas radical que en las practicas tradicionales, donde la otredad del otro, se nos aparece, podriamos decir, mas como semejante que diferente. Por eso, afirmamos que alojar al otro es reconocerlo en su diferencia. En el encuentro con el otro nos enfrentamos con la imprevisibilidad de la alteri- dad. La diferencia entre lo esperado, lo imaginado y lo encontrado da cuenta dela diferencia con el otro. ¢Quién espera, acaso, que un chico nos diga “Aca vamos a ser re chorros, vamos a ir a robar un banco”? La escucha nos conmue- nos interpela y también nos angustia en tanto sujetos y profesionales. Son precisamente estos casos en los que alojar al otro a través de la es- cucha nos enfrenta a la experiencia del desamparo. La escucha abierta a las manifestaciones del otro podré darse si nos animamos a abandonar nuestras propias certezas de lo que sabemos (de Jo que creemos saber, en rigor) y asf reconocernos nosotros también como profesionales en nuestro propio des- ve, amparo. En Ia actualidad, casi todos los modelos de “orientacion vocacional” sos- Jha en Ia que los decires tienen una ret6rica de la escucha, pero de una escucl del otro queden subordinados al lenguaje incuestionable del dominio disci- plinar de lo ya escrito y por lo tanto esperable, Es una escucha que sabe de antemano. Una “escucha” que remite a un saber y no ala otredad del otro. rans Orientacién vocacional con sujetos vulnerabill Escaneado con CamScanner Sergio Rascovan i Es un saber que ya sabe, La operatoria de la ficcién de la escucha (hacer de sible cuando escuchamos a sujetos vul. cuenta que escuchamos) se hace impo nerabilizados. Es una experiencia que nos enfrenta con lo nuevo, asombroso, hablan, nos anticipan. distinto de lo que las disciplinas en sus textos nos Es en la funcién de la escucha y no en su ficci6n cuando se abre la posi. bilidad de apostar a una experiencia subjetivante valida tanto Para el suje. to participante como para el profesional que acompafia y sostiene. De este modo, la escucha se constituye en una hospitalidad que recupera la dimen- si6n subjetiva de ambos, permitiendo dignificar la experiencia, evitando ubi- car al otro en el lugar de objeto. “Portacién de cara” es una habitual expresin coloquial que el discurso 10 diferente y desigual, dominante impuso para significar lo diferente: al ot “portaci6n de cara” Pero como decfa una colega en el referido seminario, la es de ambos, de los profesionales y de los participantes. Es un encuentro, 0 una posibilidad de encuentro en las diferencias, en las culturas que fueron idades que sostienen a los sujetos en su pensar, su sentir, moldeando subjeti su hacer. Muchas veces, esa diferencia desigualada (Fernandez, 2009) es la que lle- va al profesional a asumir un discurso moralizador, del “deber hacer” como respuesta defensiva a su propia impotencia y a su intolerancia de escuchar al otro, También a abandonar la “mision” por considerarla “imposible”. Asi como en la practica médica existe el juramento hipocratico, cuyo fun- damento es la obligaci6n de curar sin condiciones, de apostar a la curacion del enfermo y poner todo el esfuerzo en alcanzar esa meta, no existe un equiva: lente en las practicas de educacién ni de “orientacion”. La educaci6n ha sido durante mucho tiempo -y de manera muy extendida- una empresa condicionada: sometida a condiciones de riqueza o de aptitudes (-) Bourdieu nos ha mostrado hasta qué punto el paso de unas a otras no es mas que un desplazamiento semantico que no modifica en nada la reproducci6n social (...) como en medicina, el educador no tenia derecho a dar por perdido a nadie y: si bien no podia exigirle “obligaci6n por el resultado” sf se le exigia “obligacion [34], } Ensayos y Expeiencias 10 ! Escaneado con CamScanner —_—_—__ Orlentacién vocacional. Contexto social, sujetos y practicas de medios’: hacer , todo lo posible para que el nifto se desarrollara, aprendiera y accediera a la “autonomfa” a” (...) el postulado de la educabilidad naci as nacié asf en I prolongacién del paradigma médico (Meirieu, 2016). ae eee digniidanosmacee ee el campo de la educacion y de a “orienta- ; ignificantes que remiten al derecho de todo sujeto a ser educado y a recibir “orientaci6n’” para elegir qué hacer en la vida. Derecho que supone la obligaci6n de hacerlo por parte del tinico agente con capacidad politica para ejercerlo que, como ya fue sefialado, no es otro que el Estado. Anclar en el juramento hipocratico de la medicina como cimiento para sostener el derecho a la educabilidad y la “orientabilidad” tiene sus riesgos, tal vez por el deslizamiento que la practica médica ha tenido en los ltimos afios hacia el modelo farmaco-médico dominante. En nuestras sociedades, el saber de la medicina ha sido utilizado para enmascarar y encubrir la sintomatologia individual y social. Son los medi- n todo tipo de desajuste, de malestar, de incomodidad. “Una sociedad que lad enferma. Es una camentos que calmai Se recurre a la medicina como medio para domesticar. remite todos sus problemas a la medicina es una socied: sma. Descalifica lo politico o lo somete a lo mé- sociedad que se confiesa enfer smedad social por excelencia (Meirieu 2016). dico, lo cual constituye la enferi Las intervenciones sociocomunitarias en los bordes Los dispositivos de acompafiamiento, clasicamente Ilamados procesos se organizan en distintos tipos de intervenciOn. que adopta sus formas de acuerdo a ‘Asi, las intervenciones pedagégicas ducativas de “orientacién vocacional’, de una practica contextualizada Se trata ‘iones. diferentes circunstancias y condi’ son aquellas dirigidas a los que “estan ahi” en las instituciones pe A] Orientactén vocacional con sujetos vulnerabilizados. Escaneado con CamScanner Sergio Rascovan i (escuelas, institutos, universidades), a través de programas que, en el Mejor de los casos, pueden tener rango curricular. Las intervenciones Psicoldgicas se destinan a los que nos consultan en diferentes servicios tanto del sector salud como de educacién (hospitales, consultorios, centros especializados) Por ultimo, las intervenciones sociocomunitarias, eje central de este libro, son aquellas dirigidas a los que “go estan ah{” (en las instituciones educa. tivas) porque terminaron 0 abandonaron, o porque tampoco consultan en Ios servicios de “orientacién vocacional”. Entonces, en ese caso, “hay que ir a buscarlos”. Las intervenciones sociocomunitarias son experiencia de borde. Sujetos que no consultan ni estén integrados plenamente a Ja vida social a través de algun anclaje institucional, educativo y/o laboral. Personas con probleméti. cas de consumo, en situacién de encierro, que no consiguen trabajo 0 que, en algunos casos, ni siquiera los buscan; individuos que han abandonados sus estudios. También son intervenciones dirigidas a poblaciones que no fueron suficientemente contempladas en las practicas tradicionales de “orientacién | vocacional”, adultos mayores, personas con distinto tipo de discapacidades, individuos transgéneros, sujetos que viven en localidades rurales muy aleja- das de los centros urbanos. Se trata de dispositivos que promueven la visibilizacion de estos colecti- vos postergados, vulnerabilizados. Visibilizarlos es considerarlos sujetos de derecho: derecho a vivir una vida digna, derecho a elegir qué hacer en Ja vida y aconstruir proyectos futuros. Estimulamos el disefio e implementacién de experiencias que encaren intervenciones sociocomunitarias sobre la base del principio “Nada por no- sotros, sin nosotros”, surgido como lema en defensa de los derechos de las personas con discapacidad, pero extensible al conjunto de los destinatarios de las practicas de acompafiamiento. De ese modo, se evita pensar y og nizar las practicas desde una exterioridad que reproduzca formas paterna- listas, asistencialistas, demagégicas de operar. En el trabajo con los ott0s {36} Ensayos y Experoncias 4 4 0) ‘tomo Escaneado con CamScanner es Orientacién vocaclonal. Contexto socll, suet y prcticas de y desde los otros podré defenderse el derecho de todos, el sentido amplio del térmi: ‘mino) a la i : inserci6n social. ) a Ta igualdad de oportuni de cualquiera (en idades y ala plena Las intervenciones soci itart . tere a cc at i ine instituciones tradicionales del Estado (nacional, i a is & mieten ies vas institucionalidades proveni eee ayes Provenientes de movimient. i i ciones no gubernamentales. Es una fo ees -no necesariamente‘estatal- asad ee rechos ciudadanos, bien diferer Seer ee ree aes : 7 nte de las variadas formas de asistencialismo. Estos dispositivos de orientacién vocacional pueden Ilevarse a cabo en las mas variadas instituciones de salud, educacién, recreacién, servicios de empleo, cdrceles y de tercera edad, como as{ también de forma desinstitu- cionalizada, en la esquina, en la plaza, en el barrio. El eje de estas interven- ciones esta puesto en la restitucién de derechos, alli donde los mismos son vulnerados. Insistimos en que sera muy dificultoso sostener este tipo de interven- cién en orientaci6n vocacional si no es a través de politicas pablicas. En este sentido, vale aclarar que la necesidad de disefiar e implementarlas en el Grea de orientacién vocacional no procura limitar la libertad individual sino alte- produccién acritica de las situaciones sociales vigentes. ir que sujetos elijan sus caminos ‘on social. Son politicas destina- rar un camino de re Las politicas publicas no estan para impedii libremente, sino para garantizarles su inclusi das a que una sociedad tenga lugar para todos; un aspecto que, sin duda, el capitalismo como sistema social, politico y econémico no ha podido nee Por eso, podemos sostener que las politicas sociales del sistema capitalista intentan remediar lo que, en rigor, el propio xégimen ha generado. EI mundo contempordneo esté plagado de discursos que abogan pot la plena integracion de los sujetos ‘yulnerabilizados como una cuestiOn de dere- chos y no como un privilegio otorgado desde el paternalismo. Sin embargo, Escaneado con CamScanner fxg Fes eet evar a Ja practica este principio de inclusién va mas alla - la ret6rica dig, cursiva y de la opcion técnico-profesional. Lograr que los sujetos vulnerapj. lizados por un sistema expulsivo alcancen el maximo de desarrollo, que sean considerados en sus potencialidades y no encasillados en sus deficits es, sobre todo, un cambio cultural. ; A La intervencién sociocomunitaria, en articulacién con Ia intervencigy psicolégica y pedagéogica, confluye en el concepto de salud mental comunita. -oblemdticas psicosociales, al padecj. rian tanto y en cuanto considera a las pr miento humano y ala conflictividad del vivir como una trama inseparable en la que se combinan la vida social y Ja singular. Las problematicas psiquicas estén irreductiblemente entramadas con los conflictos sociales. Desde luego, las problematicas vocacionales deberfan ser pensadas y abordadas desde el marco de la salud mental comunitaria y respetando los lineamientos de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, que “reconoce a la salud mental como un proceso determinado por componentes hist6ricos, socioeconémicos, culturales, biolégicos y psicol6gicos, cuya preservaci6n y mejoramiento implica una dinamica de construcci6n social vinculada a la concrecién de los derechos humanos y sociales de toda persona” (art. 3). A su vez, la misma norma juridica define que “se debe promover que las autorida- des de salud de cada jurisdiccién, en coordinacién con las reas de educacién, desarrollo social, trabajo y otras que correspondan, implementen acciones de inclusion social, laboral y de atenci6n en salud mental comunitaria” (art. 11). Sin duda, la intervenci6n sociocomunitaria es la que menos se asocia po- pularmente a la practica de la orientacién vocacional. Podrfamos decir que casi pareciera impertinente emplear ese nombre para dar cuenta de los dis- positivos que se habilitan para encauzar las problemiticas de elegir qué hacer y dar sentido a la vida. Sin embargo, estas intervenciones son las mas poste!” gadas y las més necesarias de desarrollar, para lo cual se requiere confrontat con los discursos y las practicas tradicionales, orientadas exclusivamente 4 los sectores més privilegiados. Hoy, el principal objetivo de los profesionales _—_——— . serene 110 4 Escaneado con CamScanner —_ Orientacién vocacional, Contexto socal, suletos y précticas dela orientacién vocacional es ft das soctales, ald Tesponder creativamente a las nuevas deman- jas les, al drama que aqueja a mill ; : 2ja a millones de personas que no encuentran un lugar en la vida colectiva, Sujetos vulnerabili i ee Inerabilizados por un sistema social q ae 7 ‘ables, sobrantes, inservibles, improductivos. — . ipl pe de este estado de cosas, nos invitamos y los invita- mo: sar y a hacer om ae a ee le otro modo. A promover una fuerte transformacién le ic i it Prd *xistentes actualmente, a fin de evitar que la futura inclusién de los sues en los espacios sociales reproduzca sus “lugares” de origen. Se trata e impedir que las prdcticas de la orientacién sean dispositivos de reproducci6n de la continuidad de un orden social sesgado por la exclusion y la inequidad. Por eso, el paradigma propuesto para analizar estas probleméticas im- plica una mirada desnaturalizadora del modelo social vigente, postulando el abordaje de los procesos sociohistéricos desde las relaciones de poder que enellos existen. Se pretende propiciar un saber critico que intente develar las deformaciones, presiones y restricciones que operan en los sujetos singulares yen los colectivos humanos, promoviendo la autonomia y la responsabilidad individual y social en la construcci6n de la propia vida. one un saber critico con objetivos emancipado- que atienda a todos los individuos, para cualquiera, recono- Es un paradigma que sup res, pilares de las précticas en los bordes, independientemente de su condicién. Para todos, ciendo las singularidades y las especificidades de cada sujeto y sector social. Orientacién vocacional como experiencia subjetivante jocomunitaria, al igual que la psicol6gica a modo de experiencias cuyo eje paréntesis en la vida del Pensamos la intervenci6n soci y la pedagégica, como dispositivos que ts la eleccién de un proyecto futuro- supongan “n sujeto a la espera de que algo advenge, una ‘verdad sobre si mismo. De esta a Orientacién vocacional con sujetos -vulnerabilizados: Escaneado con CamScanner Sergio Rascovan er la interrogacion y la invenci6n de formag d manera, proponemos promov' vida singulares. Me Estos dispositivos pueden ser experiencias subjetivantes, lo que stg, ne una doble implicaci6n entre subjetividad y experiencia. La experiencia a ie relaciones intersubjetivas en los distintos espaci formacién de si en el orden de la pro, lg e dejan al sujeto en posicign, de haya sujeto capaz de querer vivirla, y, ¢ de subjetivaci6n como transformaci on construye en Ja trama d institucionales. Supone aquella trans! cin subjetiva, enfrentando las operatorias qu objeto. Habra experiencia mientras asf fuera, estaremos frente a un proceso con posibilidad para pensar, para imaginar, para sofiar még de uno mismo, antes. Un pasaje de alld de los imperativos sociales, de los valores domin objeto del deseo de Otro a constituirse en sujeto deseante. Un proceso siempre dinamico e inacabado, donde se adoptan posiciones (sujeto-objeto) que se van asumiendo, y no de esencias que se configuran de una vez y para siempre, Experiencia quiere decir que algo pas6 alli, de manera que el sujeto par ticipante no terminaré igual a como empez6. No solo por el “resultado cn términos de lo que eligié, sino del cémo lo hizo, de cémo vivi6 ese tiempo compartido con el profesional de la orientaci6n vocacional (POV). La expe riencia es aquello vivido desde la propia subjetividad. Al igual que el sujet la experiencia no es unidad idéntica sino configuraci6n de vivencias hetero- géneas que articulan aspectos emocionales, cognitivos, intersubjetivos, cons- cientes e inconscientes. Nos anima y entusiasma la idea de estimular las potencialidades de los © sujetos vulnerabilizados antes que insistir en sus aspectos deficitarios, des: ventajosos. Promover al sujeto como constructor de su destino, alejado de las formulas exitistas que la creciente mercantilizaci6n de la vida ha producido Asf como en el campo de salud Ja operatoria de los discursos dominantes consiste en crear medicamentos sanadores, en los dispositivos de acomp® — fiamiento para elegir proyectos futuros aparecen los métodos “regolvedores" con técnicas (test) y pruebas estandarizadas cada vez ms sofisticadas. 4} rnsayosy eprom 4) | Escaneado con CamScanner Los procesos de acompafiamiento yectos futuros seran un tiempo y un im es positivo que permita alojar las Pregui los suefios, el malestar, Para la eleccion y construcci6n de pro- Spacio de hospitalidad, esto es, un dis- ntas, las expectativas, las inqui , quietudes, $iabal an pee las oe y las ansiedades en la medida en que el ‘a y se habilite a pensar y proponer una modalidad de abordaje acorde a la singularidad del ca: ion de espera no lad del caso. Sin estar en posici hay posibilidad que este dispositivo cumpla su objetivo. En tanto par i i i Paréntesis de vida, una experiencia subjetivante es un auténtico catalizador, en la medida en que colabora para acelerar o retrasar los procesos Cy elecci6n. Para que ello ocurra, es necesario habilitar procesos de elabora- cién en sus dos acepciones articuladas entre sf. La primera, relacionada con Io que en psicoandlisis se denomina “historizacién simbolizante”*, entendida como aquella operatoria a través de la cual se busca darle sentido al sinsenti- do, construyendo una narrativa singular, diferente de la mera recapitulaci6n de hechos vividos. La segunda, entramada con la anterior, relaciona la elabo- raci6n con la construccién de un esbozo de proyecto futuro. No olvidemos que los procesos de orientacién buscan producir una his- torizacion simbolizante como via para construir una eleccion y elaborar un boceto del mafiana. De modo que el POV invita a explorar, a indagar, a curio- sear sobre si mismo y en el universo social y cultural en el que vivimos. Es un proceso que -a la vez que considera el registro fantasmatico de los participan- tes y sus propias representaciones sobre los oficios, las carreras, las ocupacio- dades en general- invita a buscar, a explorar, nes, las profesiones y las activi a indagar, como forma de confrontar sus propias percepciones con la de los ible para interrogarse sobre las pro- otros. Un ida y vuelta como camino posi , re las representaciones sociales de : A ‘cas, 50 jas representaciones fantasmaticas, a a construir “un lugar en el mundo”. los objetos a elegir yr de ese modo, buscar, Escaneado con CamScanner

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