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CAPITULO y+ LOS PRINCIPIOS EN EL DERECHO DEL TRABAJO I. Los principios generales def Derecho y los prineipios en el Derecho del Trabajo A. Una distinci6n y tres primeras observaciones El abordaje de la cuestion de | Trabajo enfrenta al jurista a no oc: La primera de ellas es que ésta emparentada con los Hamados princ damentalmente por la relacién com vinculacién no supone una identid: cién de género a especie. Es mds, el importante e inacabado debate de la filosofia del Derecho que enfrenta a iuspositivistas e iusnaturalistas en tomo a la existencia y sentido de los principios generales del Derecho tal vez sélo tenga una superposicién parcial ~y en todo caso no fundamental- con el desarrollo que reclama el estudio de los principios en el Derecho del Trabajo, en cuanto éstos -en los términos en los que aqui se los define-, por ejemplo, a diferencia de aquéllos, y como se explicard mds adelante, condicionan la propia autonomia de la disciplina, Un segundo desconcierto esta provocado por la constatacién de que no es en modo alguno comparable la gran importancia que se asigna a este tema en los estudios de Derecho del Trabajo en el Rio los prineipios en el Derecho del as perplejidades, 8 una materia que, aunque esta ‘ipios generales del Derecho ~fun- iin con el sistema de fuentes-, tal lad conceptual ni tampoco una rela- * Apartados I, II y Ill, puntos A, B, C, D, y apartado IV por Mario E. ACKERMAN, apartado III, punto E, por D1eco M. Tosca y apartado V por MicueL A, Maza 307 Escaneago con LamSca ‘Taarano be Dexncwo pet Teabio 4e la Plata! con la escasa? -si no nvla~ presencia que él tiene fuera de este dmbito, especialmente en la doctrina europea, * Ver por ejemplo, PLA RODRIGUEZ, Amico, Ls pricipios de! Derecho de ogc npn Bs Ai 198 FODETTL Hunter, asprin por det Derecho de Trabajo, en DE BUEN LOZANO, Néstor y MORGADO NALENZUELA, Emilio (Cords), nstinciones de Derecho del Trabajo y de a Sex {porded oval, eademinTeroamercaa Ge Dees de Tbs, Universi Na ronal Auténoma de México, México, 1997, ps. 14 ys; LOPEZ, Justo, en LOPEZ, Just: CENTENO, Notterioy FERNANDEZ MADRID, Juan Carlos ey de Contra de Trebaio. Comentada, > et. act, Esciones Conabildad Modema, Buenos Aires, 1978 tL ps. 161955; VAZQUEZ VIALARD, Antonio, en VAZQUEZ VIALARD, [Antonio (dt), Tetado de Derecho del Trabajo, Asta, Buenos Aires 198, t 1, ys 122 y 50; FERNANDEZ MADRID, Joan Cals, rotado prtco de Derecho {er Trabojo La Ley, Buenos Aires 1983, 1, ps. 159 y #8; MARTINEZ VIVOT, Julio 1, Elementor del Derecho del Trabajo » Seguridad Socil ed ct. y ampl, Astea, Buenos Aires, 198, ps. 71) $33 RAMIREZ BOSCO, Las E, Para tna inoducion of Derecho del Trabajo, Univesiad, Buenos Ais, 200, ps. 67 1Ys8: ZURETTI @), Maro E, en RODRIGUEZ MANCINI Jorge, Crso de Derecho {e Trabajo y de lo Sepuridad Soca, ac. ampl, Astrea, Buenas Aires, 000, 15 49y se: DE DIEGO, hii A, Manual de Derecho del Taboo y del Seguridad Social 4 ed, sc, Abeledo Peo, Buenos Aires, 200, p. 93 5, 2 Ver, por ejemplo, ALARCON CARACUEL, Manuel Ramin, La vgenca del ‘principio “pro operario,en AA, VV, Cuestons actales del Derecho del Trabajo. Emde ofecidos por os cateriticesepatoles de Derecho del Trabajo al profezor ‘Morse! Alonso Olea, MISS, Madi, 199, ps. £35 y sy tmbién, aunque se ‘nea algunas dadas sore ol sno de la proteccién, JAVILLIER, Jen-Ciaude, rot du Trove, 6 ed, LODD, Pais, 1998, ps. 64 y sy 131 y 3 ® Con la ntableexceeién dels obarelatvanente reciente de DE LA VILLA GIL, Luis Emigue y LOPEZ CUMBRE, Louies (tr), Los princios del Derecho de cada sistema nomativo del que apne Prices puede aportar mayor certeza ala hora ge e1o® 5 dedi, fos events vaios de I ret! ciado general que permita dar ident versal un emun, a qe pueda habe anos prnean soe ea dain Ambas postures llevan asia similreg eee posing porque ambas, también, anes 9 damp de vaguedades. Cabe, empero, una terceraposicén siguiendo en alguna medida aust Lgpert ats POY Rami Bose una definicién, etiende que los princpiog ge nt S¥4% Sn porta Derecho son los que jusifican y fundamental oro el ferencian as tanto del Derecho comin come de yet Idi bes els ots rama espe. tes + Obsta absolutamenne ss ° SUPit Universal a one 8 consecuencia, S, navepan et) 6805 ai similares mares 3 err compl, tec eae rips ena eiguez (on Lor print. it, p39), Past eno ae Re (orb eo y PETA) 9 Ze * silo entende, sn embargo, Feminder Mas au eden deo rind Dena gee ey vel een determina lige ar dae eats abo serin diferentes epi ed cer es oa rants es FERNANDEZ MADRID oho oy nee tt sex mubiliad elo principio (ob 9.19) ba 2 En LOPEZ, ob cit, p 162, bigueey le agrega el ™ De donde Ramirez Boso deduce an ‘oda clridad, gue principio de Dee ‘el protectorio, desde el punto de ‘Fiera ua ere varias respuesas posible, pare los problemas expec planer Sein lt reacions de abi dependent RAMIREZ BOSCO, oh 39 Escaneago con vamSca “Tearapo pe Dewrewo pet Tramado ————— Si se acepta esta poscién, es evidente que alin principio We ‘sariamente te ext sey "ambién es posible que éste no sea més {que uno, o un par de ellos, pero no el variable ~en contenido y ex- tensién- catdlogo que suele presentar Ia doctrina. - Tn estos teamines, Jos que se sulencafifiear com prinPios una disciplinajuriica especial -como lo es el Derecho del Trabajo-, se aproximana lo que Dwerkin lamé directrices o directrices pollicas testo es, tn tipo de esténdar que propane wn objeiv0 due “Gleancado -generalmente una mejora en alin rasgo econdmico, Po- titco o social de la comunidad", y que supone una preferencia axio~ Togiea que da demidad a la discipline, de suerte que Ia eusencia @ ‘contradiccién de aquéllos -en la doctrina 0 Ia legislacién- supondré la negacin de ésta. Elo los principios se identifican asi ‘con la légica o el sentido general de la rama especial del Derecho, son su signo de identificacion, sin el cual aquélla pierde identidady autonomia, y pueden ser descriptos como fas direrrices que orientan en general la disiplina y son el producto de una valoracién social con vocacin de permanencia wniversalidad, Deseripein ésta que lleva también a admitir que mas que de pri cipio pueda hablarse de un cardcter ‘del Derecho del Trabajo, como: lo hace De la Villa Gil®, Desde esta perspectiva, es dificil aceptar que, fuera del principio de proteccién -0 protectorio o protector-, pueda atribuirse a alguna otra directriz aquel cardcter™. 2 DWORKIN, Ronald, Lor derechos en sero, Arie, Barcelona. 1999 p 7. 51 En la expresion de Guitoure (ver GUIBOURG, Ricardo, El espeismo de los rincpios, en au ibe atalerte en prensa, Provcacion!). "2 En DE LA VILLA GIL y LOPEZ CUMBRE, ob cit p. 10 53 También De la Villa Gil arega queen realidad nico carter mas que principio expecific del Derecho del Trabajo ese itive, protecconista @ de for Prods exe Yovor laboratoris” el que ze encuentra refjado en Ia otalidad de la docrrnalaboralsta. a partir dels primeros momentos desu posicionamien como ‘Gocrina cienifca aitinoma (en DE LA VILLA GIL y LOPEZ CUMBRE, 0b. cit, fp 10) En sentido similar RAMIREZ BOSCO, ob. cit p71, aunque luego considera ‘eal vez para respetar I terminalogiaempleadausualmente por la dotrina nacional-~ ‘que son principos del Derecho del Trabajo [..] los deirrenunciabildad, de igvaldad, la norma més favorable, de la condiion mds benefcos, "in dubio pro operario™ ‘y de conservacian del conrato (Vp. 72) 314 7 Lor no Pero asi como antes det s Deco a el siglo a as et rabajan, stata deste SUE det trayoritaris actuales~ que eran, @attiza Y stn a mene i Sto tae mks aye POE 8 fue leas exist tl predispose 8S ocupe de el os ‘con independencia de ae Social Ia gigs en ef con Ios que 10 haga, podré ser denominagn © 10 ins ¥, simétament es depina tina Derecho del pase —p alguna sociedad considere que la press Bui cuand protecciGn es indebida o innecesarige V*10N ell Asi enforces, lo que por convencin ane tits principio del Derecho del Trabajo, podria 828 esi {ipods topoeratcas de esa designgcon ge insalado en refere no sa sno la falda of meray M2 3 le esto es, la proteccién meta que se se st0 €5, i bs tech de tas personas que fete Pretende alcancar preferencia axioldgica -y mis alli de su dati 8 & Cuant rnencia y universalidad-, no es neceeagsny ot ¥2¢acién de perma Debe advertise, entonces,y cone se ees cible, que acetar la existncia de este pr términos expuestos de directriz poltion 9 wea de Protein ~en tos supone predicar la vigencia de una suene gc ee ibleea- no Trabajo. "© de Derecho Natural det Si, en cambio, ello implica entender que un ord iplinajuridica que rechace o contradign le Ie mtv © Ura de las personas que trabajan™ no seria ye la Logica de la proteccié @ tia ya Derecho del Trabajo yen abajo y, en ansecuencia, no resultarian a proven el princpo de precinct SO otros medias técnicos con los que se materaicn sen ees IS EI sefialamiento anterior anicipa una segues nein la deubicarconcepilmenteaquelos ororpricpa na ie se eer come pois Decne Tago 30 primera aproximaci os grandes poten eos ot princi los qu pains apn wok referencia axiolBgica, pero no sonexclsivos del Derecho del Trabajo x fuente esse la dis > con independencia del dito sbjetivo al que se extend a roti. sis Escaneago con LamSca “Taran ne DeRFCHO Det TRANAIO (y que pueden ser identificados asi como principios generales del De- ecko aplicado -y adecuados~ al Derecho del Trabajo), y los que no Suponen siguiera una opcién valorativa y s6lo conforman expresiones ‘operativas posibles de Ia légica de la proteccién. ‘Serian asi, por ejemplo, principios generales del Derecho aplicado =» adecuados- al Derecho del Trabajo los de buena fe, igualdad de trato.justicia social, equidad y primacia de la realidad. EE segundo grupo, en cambio, no incluye principios, ya que se trata tan s6lo de medios técnicos de los que se vale la disciplina para proteger al trabajador. Como tales, son variables y contingentes y en cuanto no se identifican con el principio y sélo conforman el modo de proteger- su ausencia no pone en cuestin la identidad del Derecho del Trabajo™. Dentro de estos medios téenicos se destaca la proyeccién del prin- cipio de proteccién sobre el sistema de fuentes, y que se traduce en reglas para interpretar las normas juridicas (in dubio pro operario), para seleccionar la regla de Derecho aplicable en supuestos de con- ‘currencia confliciva de normas (norma mas favorable), para resolver ‘cuestiones que plantea la sucesién de normas (condicién més benef cciosa) y para definir los limites de la autonomia de Ia voluntad (irre- munciabilidad). La importancia de estas reglas podria llevar a suponer tanto su inmutabilidad ~comparable a la vocacién de permanencia de la logica protectora-, como que la trascendencia del principio de proteccion se agota en el sistema de fuentes. De hecho, como ya se ha visto, en la doctrina europea suele considerérselo s6lo en el estudio de éstas ‘Sin embargo, y como se ver, tales reglas son slo algunos” ~aunque 2 Y asi sparecenentoncs expuesios més adelante en este capitulo. 2% En sentido similar sefala Alrcén Carcuel: De ah Ja extrema importancia de subrayar enirgicamente lo que es el princpio general que en caso de invertise Iimpliariaalterar toda la fandamentacon del Derecho del Trabajo-diferenciéndolo «de cada una de sus manifesaciones que tpueden sr syprimdas sin mayor conmocién (er ALARCON CARACUEL, ob ci, p. 861). 37 A los que se suman oiros medios tenics jurideos, y los medios tenios colectivos, judeals, adniniiaivore internacionales (vers desarollo més adelante en el Cap. VI). 316 deenormerrel ee fe enorme relevancia de los, Se Ta de los que se vale ef Derecho gd t* ose ~ prineipto de proteccién abajo para hacey mineemles— De todos modos, y no ob * oma et trascendencia de estas relay, y el hecho de que en la do @studiar junto con el prin ipio protector; éste, explican que su Dresentacén sca nhl 10 expresiones" de fada en * ante tal ubicae SU vinculacion gone Ph I Sfatada doctrina det Rio goa”! 4e fumes IL. El principio de proteccién ‘A. Denominacién y concepto Nadie parece haber puesto en “ encel sentido que ic ats ee ‘Trabajo, éste es el principio prove torio naciones de mayor uso en el Rio de la Pang 7° ds desig. de la Plat Sin ave prostrate ‘Beneralm. De las que conforman, a su vez, una sues de ™ 2 Aung nl coe gees { FLARODRIGUED, Lo prea teora general remit a. Tm are an ester aoe oe ‘ioe Some teen eto Sak de 2001, ps. 1031 y ss., esp. p. 1030) meme Dot Soe Ena exerci = aoe rin rnp defor rnp do ane atau qeen el Desh europe en eae oa rte a rents enplesn par referee fea de sores sa ee ‘sjemplo, JEAMMAUD, Antoine, Le principe de faveur. “Brg sur une rigl ners ee e8 Droit Soil, 199, p18 y sysfs De sei Sn eal Ea at, dla Cann! tate pen ge etl expen gue siete pra desis tse matces {sto es, pro operario (ves ALARCON CARACUEL, Le vende! pili "pr operario™ cit., p. 835). Ver ademas en PLA RODRIGUEZ, Los principio... cit, Oras devoinaione lla en a octna empath ja ews 6 profesor unguye, a Escaneago con LdamSca ee oe ‘argentina podria generar alguna vacilacién en orden princi mein et Een case Srtienda que To que se pretende referr eon equél es que se trata de ti principio perteneciene orelatvo la poteccin. Menos precisa parece la calfacion como principio protector, se. uida en general por la doctrina uruguaya®, y adoptada también en Srgentna por isto Lapez y Zuri”, ya qu, claro est, no es ef incipi el que prorege™ principio de prtecién en cuanto esta expesin puede desriir tanto AF tendencia que se pretende en las eoncepciones doctrinarias y en las cconeretiones normativas, como la preferencia axiolégica que ello su- porta rma ingstica, ademés, coincide con la que suele uilizarse para designar a los ottos ~mal lamados- principias ~de irrenuncia- bilidad, de continuidad, de buena fe, de razonabilidad, etcétera De todos modes, y como se esté viendo, aqui se emplean indistin- tamente y como equivalentes ls expresiones principio protectorio y principio de proteccién -aunque con una preferencia por ésta-. ‘Esta primera precisin abre asi las compuertas @ una segunda, y ‘que es la que gira en toro del concepto al que aquella designacién se refiere. a doctrina, no obstante Ia trascendencia que ~cuando admite su existencia~ suele asignarle, no se ha detenido en una precisién con- ceptual o una deseripcién del principio protectorio y, en general, una © Ver, por tedos, RAMIREZ BOSCO, cb cit, p. 71 “Real Academia Espa, Diccionario dela Lengua Espatola, 22d. Espasa (Calpe, Mai, 2001, Tp. 1849. "8 Ver por ejempla, PLA RODRIGUEZ, Lor principio. cit, p. 61 y MAN TTERO DE SAN VICENTE, Osvaldo, Derecho del Trabajo de ls pases del Mer- conur; un extutio de Derecho Comparado, FCU, Montevideo, 1995, ps. 315 y 88 Barbagelt, en cambio, To ean como protetoro (ver BARBAGELATA, Heéc- torHgo, Derecho de Trabajo, 2 ed. act. y aum., FCU, Montevideo, 1995, 1, vol 1, 154). “LOPEZ, ob cit, p. 164. © ZURETML, ob, ct p. 4389. Real Academia Espatela, ob. y tis, a8 , cle de las que, también usualmente est Site 2 F ete, mas de apicacin 0 manjerng sno Como sug pie exponen como Ia proveccién de eye pa tetlares, y aye oe fuentes. pricing 8 erucado como wns fe 8 tc de ere cme we er pl PS de «oro? prefrenesh es felaciones ferenea ax amparo™ preferente® a las perso ane Se gue ea Concepto éste que, asi, demands on, abajan a rmentacién. inet ine de B, Fundamentos ‘A poco que se intenta el camino i lino de is dnc pp it a gp " ¥ esto explica, una En efecto, a doble interogacién : leva tanto a proveer de sustento al eee 4 quién se protege dar idenidady autonomia al Derecho del Tatar "© 8 La doctrina, en general, ha tendido pio peor en deg d eayn l # VAZQUEZ VIALARD, Trad. ® PLA RODRIGUEZ, Los princi 51 L6P82, ob et p16. © BARBAGELATA, Hésoet FOU, Montevideo, 1995, 1s S RODETTL, oh cit p17 a gue remeber id 8 Se amitan pata lpr a pon, xenon es i ane referencias axiolégicas. cee 2 En semi sr, PA Rodigcz sea que rica poter se rere al rt amet uote Derecho tl Tage es hese od {erdanento del principe) ets goo com l propa ran de ser el Deel dt Trabajo (er PLA RODRIGUEZ Lov principe 61y 6) cits p19. los. Gt, p 35, lug, EI partcularsmo del Derecho del Tabi, 38 Escaneago con camSca “Tearavo pe Dentco pet TeaBay un conirato de trabajo", y a pati de In Logica de corregir ‘al desi- (galdad con la creacian de otras desigualdades. (0, en palabras de Ramirez Bosco, s¢ entiende que el (principio) protector es la) conracara dela desigualad ola inferioridad de trabajador*, Sin que esto deje de sr cierto, y como se ha visto ya en Ia. Intro duceién de esta obra, en 10 profundo, la razén de ser del Derecho del ‘Trabajo, con él del propésito de proteger alas personas que trabajan— podtia encontrarse no ya -0 no sblo- en la posicién desigual de los Pontratantes, sino, antes aun, en la resignacin de libertad -o de li- Bertades- que supone el trabajo dependiente. El Derecho del Trabajo puede ser visto, asi, como un sistema nor- rmativo ~inicialmente de fuente estatal y luego completado con los produetos de la autonomia colectiva~ que reconoce tanto Ia falta de Tibertad de quien es contratado carencia que, a su vez, es consecuencia de su necesidad econdmica- como la resignacién de libertad que su- ppone Ia sumisién a los poderes jerérquicos del empleador como con- ‘icin ineludble para acceder a un sustento. Y, a partir de tales reco- nocimientos, el Derecho del Trabajo despliega un conjunto de reglas Y disefia medios técnicos para poner limites tanto al ejercicio de ta posieiGn de supremacia del empleadar como a Ia entrega de libertades por el trabajador®. EI fundamento del principio de proteccién, asl, antes que en la desigualdad, parece estar en la alia de libertad, inicial y consecuente, Ver las referencias dotnarisresetadas por Pli Rodeigur en Lax pricipias. cit, ps 64a 6. Sep explca también Pls Rodriguez, recogiendo el pensamiento de Couture cen Los principos. i, p. 63, Es interesante recordar que, en el texto criginaro de Ia Ley de Contato de Trabajo argentina, spinel texto aprobado por la ley 20.748, cf aniculo 19 esabeca que: ‘Las desigualdades que ereara eta ley a for de uma de las partes, slo se entenderin como forma de ompentar ora gue de por si se dan en la relaién Ete ariculo foe derogado en el so 1976 por la ey 21.297 y nunca resablecid. 5° RAMIREZ BOSCO, ob. ct, p. 70. Para un desrllo mds ampli de est idea, ver en esta obra ACKERMAN, (Mario E, Iareducciin El abajo, los rabojadores y el Derecho del Trabajo, ps. 15 ys 20 Gel wabjadon V agg RB Deseo oe. Tas da tater ¥ sas 270 De. Tean0 de trabajar tanto la neqgntia de libertad ~por Ia necesidad causa inmeds in de Ia proteccign Mita de I desigualdad, con como la ex- Pate, parece apna un iobio ibe a De eves mods de rar traban n¢ a la extensién del las @ esos m les que se io recho del Trabajo ¥ sus ise is cn pe C. Funciones Cunindo en la doe det Dees del ag ee ones spr del Derecho de Tabj,exse unt ssncdens genre ° Caste pon ie ier prea en normativae interpretive som te: formadora, La primera (inci in idm infrmadera) pe madera) implica que debe or lamento® al legislador para el diseto de te pute ne en materia labor. police leislativa™ ms bes RODRIGUEZ, Los principio P. 68. “! Garcia Martinez, egal agri i Ee ie a re si enn pate ers ia SR RR er ig Ea anf ee 268 vat meee RODRIGUEZ, Los principios... cit, ps. 22/23). oss. E 'Y BRAVO, Federico, Derecho Chil de Expat, wget ins cere orm © Por este motivo Justo Loy nomina fi is hein le samme sti Hides nines i “th pth eT. aa Escaneago con LdmSca “Teatapo pe Denecno Det THAR sive), también designada como integra- La segunda (nein norma) dd jul par resolver dora, opera fundamentalmente sobre Ta act im das [agunas legales, esto es, la ios problemas que plentan las lamades agus legals ausencia de una nrmatva expresa para la solucin del caso. sn i ‘gual que la anterior, orientard Y Ie funcién interpretativa que, al igual fandamentalmente al magistrado judicial, aunque en un grado no menor fambidn a la dotina juridica, supone precsamente To que su desig- nacién indica: marcar el sentido de la interpretacién de las normas ‘cuando éstas admitieran mas de uno. Fl enunciado de estas funciones, sin embargo, obliga a formular tres observaciones En primer lugares necesario sefialr que, probablemente por aquella sefialada influencia de De Castro, las funciones que se han atribuido ‘los principios del Derecho del Trabajo no son distintas de las que suelen asignarse a los principios generales del Derecho. En segundo término se advierte que tales funciones ~informadora, normativa e interpretativa~ agotan su objeto en el terreno de la fuentes de! Derecho, lo que podria llevar a que el examen de ls cuestiones re- lacionadas con el principio de proteccién ~como de los principios en general- sea abordado a la hora de encarar el estudio de aquéllas. YY Ia tercera, mas que como una observacién, podria ser vista casi ‘como una sefial de alarma, dado que reducir las funciones del principio de proteccién al sistema de fuentes -y especialmente al dmbito de las ‘normas estatales~ puede Ilevar a la negacién del princi Este riesgo se pone en evidencia, por ejemplo, en posiciones como la de Montoya Melgar cuando ama que: Seguramente, el principio “pro operario”-surgido con el nacimien- ‘o de un derecho obrero destinado a a protecién de trabajadores ‘manuales de infna condicion econémsica-es un principio propio de cextadios de desarrollo social insufciet, y Hamado, en consecten- ia, a la superacién. Disponiendo en la aetualidad los trabajadores del fuerte poder socal conquistado através del movimiento sindical 1» aerecentado mediante la presencia de los sindictos en la vida politica econémica, puede afrmarse que ladefensade los intereses de los trabajadores ex cada vez més un problema de “autotutla”, y 322 Ee erin te Denon Tat cada ves menos ona Lapuants tna custn de favor o flanopialegilatva, que +l poste geen cpa per P ea On de los mediog técnicos. in efecto, si se entiende que sin an a : sin principio de proteccién no hay Derecho del Trabajo, €l solo ~, tal vez, silo ét- explica la existencia de In disciplina® y le otorga identidad y autonomig”, En cuanto a los llamados medios téenicas ~juridicos,colectvos, ic ‘upranacionales-, cada uno de ellos ¢s sino el instrumento a través del cual se hace operative el principio . ¥ esto leva no s6lo a que la legitimacién de aquélios debs encontrarse en el propésto de protege ala persona que Rabu sino, ademas, a que esta finalidad esto es, el princpio~ marque los limites para al Fecurso a cada uno de los medios técnicos, fuera de Jos cuales su justficacién quedara devaluada : Desde esta perspectiva, el Otorgamiento de identidad ia ctv, ie Y autonomia al Derecho del Trabajo, y la legitimacién limitacién de los medios oy eee wg EA ARO i i ey ig FSS el ee Me a Se ce se tl Cnc ne od 1 la eulminacin de ese carctertutelar del ordenamien laboral (ves ALARCON Se jae sae a ie ae sane A ey el aS. sig el ir reine i 1S ei ete iG ei ani feta ar ce in nt oe ren i eran Reon salle menos leprae ir dre a dere cerca del “pro operario” un auténtico principio “constitutivo” del mismo (ver ALARCON CARACUEL, ob. cit,, p. 849). 33 Escaneago con LamSca TRATADO DI DrrecHO TRABAJO 7 lcrados como las funciones especificas ¢ téenicos, pueden ser cont que ello obste, claro estd, a que tambien principio ae Pee gomo funeciones ~aunque Ya no propias Y exclusivas Seo eenfas alas wres indicadas tradicionalmente por la doctring vntegradora normativa e interpretativa- pero oF como también a da expuesto, se agotan en el marco del sistema de fuentes, IN. Proyeccién del principio de proteccién sobre el sistema de fuentes La intima —aunque, como se ha visto, no exclusiva— relacién de] principio protectorio con el sistema de fuentes no s6lo se expresa en jas indicadas funciones informadora, normativa e integradora, sino en el desarrollo de las que la doctrina suele denominar reglas* o prin. cipios® de aplicacién y que, por las razones que se explican inme- diatamente, amén de ampliadas, aqui aparecen presentadas como la proyeccién del principio de proteccion sobre el sistema de fuentes. A. Las llamadas “reglas de aplicacién del principio protectorio” Una vez més se verifica una marcada heterogeneidad en la doctrina a la hora de abordar el modo en el que el principio de proteccién se proyecta sobre el sistema de fuentes, Variedad que se manifiesta tanto en la denominacién como en los supuestos considerados. Asi, por ejemplo, Fernandez Madrid” habla de reglas de aplicacién; Pla Rodriguez”, de formas de aplicacién y de maneras en que se expresa y concreta; Justo Lopez”, de manifestaciones particulares; Barbagelata”’, de reglas derivadas del principio protectorio; Podetti™, FERNANDEZ MADRID, ob. cit, t. I, p. 164. PODETTI, ob. cit, p. 146. Montoya Melgar las califica como principios de aplicacién del Derecho del Trabajo (vet MONTOYA MELGAR, ob. cit., p. 214). ” FERNANDEZ MADRID, ob. cit, t. I, p. 164, | PLA RODRIGUEZ, Los principio... cit, ps. 83/84, ” LOPEZ, ob, cit, p. 167. 3 BARBAGELATA, ob. cit., p. 154, % PODETTI, ob. cit., p. 146. 324 Escaneaago con varntSca

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