You are on page 1of 10
MEMORIA ‘QUE PRESENTA. AL CONGRESO NACIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA EL MINISTRO DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO EN 1913 TIP. EMPRESA EL COJO CARACAS~1915 ROMAN CARDENAS 1913 - 1922 Ccududena erabetes, ECvudadents A yputedes . NRADO por el ciudadano Presidente de la Repiiblica el 3 de enero del corriente afio con ¢l nombramiento de Ministro de Hacienda y Crédito Pablico, cfimpleme boy, en acatamiento al articulo 103 de la Constituci6n Nacional, tener el altisimo honor de presentaros Ia cuenta de este Despacho en el afio econémico fe- necido, Ella comprende la labor de este Departamento en el lapso trascurrido de] 1%- de julio de 1911 al 30 de juniode 1912, al cual se contrae propiamente esta Memoria; y también la exposicién de importantes datos ¢ iiformes relativos al aio econémico en curso. ‘Bn el brevisimo tiempo corrido desde que me: encargué de este Despacho, apenas me ha sidé dable reconocer el campo en que desarrolla su acci6n tan intportante ramo de la adininistracién ge- neral, y precisar los puntos salientes que a mi juicio requieren preferente e inmediata atenciéu, tomando por norte los elevados propésitos de reorganizacién y fecunda labor administrativa con que ha venido caracterizando su programa de Gobierno el Benemérito Jefe del Pais, General Juan Vicente Gémez. Dada Ja extrema brevedid del tiempo disponible, ninguna mo- dificacién sustancial ha podido hacerse en la estructura y composi- cién de esta Memoria, y por lo tanto, la obra realizada se expone bajo el mismo plan y en la propia forma adoptados desde hace largos afios, aun cuando tal sistema acaso no corresponda perfec- tamente a los fines que tuvo en mira el Legislador al sancionar el Articulo 103 de la Constitucién. - La Hacienda Piiblica es 1a base fundamental de la vida de la Na- cién, y ella implica a la par el augusto ejercicio de trascendentales derechos’ inmanentes a la comunidad politica. Cada impuesto que yerciben los agentes del Fisco constituye el aporte consciente y libre que hace el contribuyente para subvenir a los servicios que forman el objeto de la instituci6n del Gobierno; y cada erogacién que efectiia el Tesoro Ptiblico debe representar el pago de un ser- vicio efectivo, provisto y realizado en virtud de una disposicién legislativa; por manera que la Memoria y Cuenta del Ministerio de Hacienda, ordenadas por la Constitucién, deben ser expuestas con tal orden, claridad y extensién informativa, que el Soberano Congreso pueda juzgar concienzudaniente de las condiciones legales y admi- nistrativas con que ha sido desempefiado por Ios funcionarics res- pectivos el grave encargo de conservar, cultivar y mejorar el pa- trimonio y la vitalidad financiera dela Nacién, y elde manejar con acierto y pulcritud los fondos del ‘Tesoro Piblico. Atribuyo la deficiencia que se nota en nuestras Memorias de Hacienda a varias causas, a saber: la falta de una ley orginica de este Departamento cénsona con el servicio que est’ Hamado a de- sempefiar; la carencia de un cuerpo metédico de legislacién sobre Contabilidad Péiblica; y la falta también de la pauta y reglamen- tacién clara y precisa del Articulo 103 de la’ Constitucién Nacional. La Ley de Ministerios vigente hoy, dictada en 1898, estable- cié nueve Despachos, que fuefon reducidos a siete por Decreto Ejecutivo del siguiente afio, Segtin este Decreto los dos Ministe- rios de Hacienda y de Crédito Ptiblico, dispuestos por 1a citada Ley, fueron refundidos en uno solo, y las seis Direcciones que comprendfan ambos Despachos han quedado al fin reducidas a cua- tro por virtud de simples resoluciones y aun de. arreglos y dispo- 376 siciones de caricter meramente interno de las Oficinas. Sobre lo expuesto, que es ya grave irregularidad, dicha ley organica pro- vee muy insuficientemente a Ins necesidades del buen funciona- miento del Ministerio de Hacienda; y la organizacién. bajo 1a cual marcha actualmente, apenas esta adecuada a los servicios que mas directamente se relacionan con el Tesoro Piiblico; pues si bien’ es cierto que Ia enumeracién de los asuntos atribuidos a las actuales Direcciones podria considerarse cdmo comprensiva, més o menos explicitamente, de los principales negociados que deben ventilarse en este Departamento, sin embargo, el personal que les esta asig- nado a estas Oficinas es apenas bastante para atender nada mas que a los asuntos corrientes que diariamente ocusren, y que en su mayor parte conciernen al manejo de los fondos del Tesoro. E\ Departamento de Hacienda comprende dos grandes obje- tos que, si bien de distinta naturaleza, “guardan ‘entre s{ correla. cién estrecha, ya que el unoes condicién de la existencia del otro. Corresponde al primero la Administracién del patrimonio del Estado y el establecimiento, gerencia. y perfeccionamiento de tos ramos productivos de rentas; compete al segundo la gestién y empleo de los fondos y valores que forman el Tesoro Pablico. La legisla- cién respectiva debe, pues, informarse en este concepto fundamen- tal, a ciya luz aparece evidente que la organizacién del Ministerio de Hacienda ha de proveer no tan sélo al funcionamiento eficiente y expédito del mecanismo de la recaudacién, movimiento ¢ inversién de los caudales pablicos, sino también, conjuntamente,a la marcha vigorosa, correcta y progresiva de la otra parte ms propiamente dicha ‘administrativa, que es de una importancia fundamental suma, y no menos decisiva; siendo indispensable que estos dos grandes sistemas de servicios funcionen activamente ambos, acordes y ajus- tados a los principios y reglas de la .Contabilidad Pablica. En consecuencia de los precedentes conceptos, y en la posi- bilidad de que ellos puedan merecer yuestra alta aprobacién, yo me permitiria sugerir que s¢ proveyese por ahora al funciona- miento del importante servicio m&s propiamente administrative, de que se carece y cuyos caracteres esenciales acaban de eaunciarse, 377 con la creacién de una Direccién General de Administracién, dota- da de un personal idéneo y suficiente que se ocupase con fruto del estudio permanente y ordenado de la diversidad de asun- tos que interesan al progresivo desarrollo de nuestras finanzas, asi como también que ,interviniera en el despacho de todos aquellos negociados que por su cardcter general no conviene adscribirlos a la-competencia de las Direcciones ordinarias actuales del Despacho, enyas atribuciones estan particularmente especializadas. La activa labor de esta Direccién General administrativa, y que seria moti- vo de una bien meditada reglamentacién especial, comprenderia Je recolecci6n, coordinacién, registro y estudio de datos recogidos de la prictica administrativa y fiscal, y. trabajos expositivos sobre las cuestiones interesantes a la Hacienda Nacional; y la materia que serfa objeto de esta Direccién podria clasificarse en los capitulos siguientes: 1°—Bienes Nacionales. 2°—Material Naval y pertenencias del servicio de Resguardos. 3°—Rentas, Impuestos, Contribuciones y demfs ingresos nacio- nales. 40—Legislaci6n Aduanera y Arancelaria. 5°—Inspectorias de Hacienda. 6°—Estadfstica Fiscal, Mercantil y Maritima. 7?—Memoria anual al Congreso. 8°—Elaboracién de los Decretos y demas Disposiciones Ejecu- tivas del Ministerio de Hacienda. 9°—Biblioteca, Archivo y publicaciones del Ministerio de Ha- cienda. 10.—Cualesquiera otros trabajos y estudios financieros relacio- nados con la Hacienda Pfiblica e informaciones consultivas de que el Ministro de Hacienda estime conveniente encargarla. La nueva Ley orgénica del Ministerio de Hacienda pondrfa ademds en capacidad de dictarse el Reglamento para el régimen interno de trabajo y funcionamiento de este Despacho, norma de que él carece hoy en absoluto; cuya falta se hace sentir a cada paso y por todas partes en todos los asuntos de su dependencia; 378 y sin la cual son pricticamente imposibles el orden y la bue- na, eficiente y correcta marcha de las diversas Oficinas del De- partamento. De una utilidad y conveniencia: io menos altas considero tam- bién dictar una Ley que codifique nuestra Contabilidad Pablica en un solo cuerpo de doctrina, separado, metédico y completo en cuan to sea posible, que facilite y asegure Nevar a la prictica con uni- formidad, prontitud y acierto los dos grandes principios de 1a legi- timidad de la renta y la legitimidad'de su inversién a los cuales debe estar siempre sujeta la gestién de los caudales pfblicos; que garantice a toda prueba la integridad en el manejo de éstos, y que aga valedero, efectivo, el derecho inmanente de la Nacién de autorizar por el 6rgano de sus’ sepresentantes las recaudaciones y los gastos por cuenta del Estado. En nuestra Legislacién Fiscal existen, diseminados ack y allé, algunos principios y* preceptos reglamentarios de Contabilidad Pf- blica, y aun los hay consignados en la Constitucién Nacional mis- ma. Mas nos hallamos muy lejos de poseerlos todos completos como es vehementemente de desearse; y el estado de extrema dise- minacién en que se encuentran los. pocos existentes, constituye una vémora en su aplicacién a los casos de la prictica administrativa, que siempre exige ejecncién expedita, pronta e inmediata, cosa in- compatible con el proceso: lento y laborioso de consultar y eseudri- fiar toda la voluminosa Legislacién Fiscal en cada caso. Es oportuno mencionar, que los dos principios fundamentales de la Contabilidad PGblica atris enunciados, estin expresamente sancionados por nuestra Ley Fundamental: el primero, o sea la legitimidad de las rentas, por el nfimero 2%, articulo 23 de dicha Constitueiéu, y el segundo, o sea la legitimidad de la inversién de os dineros piblicos, por el articulo 134 de la misma. Sobre la base de estos dos grandes principios constitucionales surgirfa nues- tra Ley de Contabilidad Piiblica como una de las ramas esenciales y mas importantes del digesto de nuestra Legislacién Fiscal. De no menor importancia es Ia Reglamentacién, de que deplo- 379 rablemente carecemos, del Articulo 103 de 1a Constitucién, que im- pone a los Ministros del Despacho Bjecutivo el deber de informar y tendir cuentas al Congreso en sus Sesiones ordinarias todos los afios. Esta Reglamentacién se impone ya como una necesidad ina- plazable para la buena marcha’ de la Administracién Nacional. Ella debe establecer el método, 1a materia y los modelos de la docu- mentacién que” haya de elaborar el Ministerio de. Hacienda para presentarla al Cuerpo Soberano en forma que éste pueda enterar- se y juzgar sin dificultad, clara y concienzudamente, del estado de las finanzas del Pais; viniendo a ser asi el complemento eficaz, necesario, de la Contabilidad Paiblica, a la cual debe incorporirsela como un apéndice indispensable de ella. El vacio de nuestra Legislacién en lo concerniente a las in- gentes necesidades enunciadas, es sin duda alguna Ia causa princi- pal de la deficiencia lamentable que se nota en las Memorias anua- les del, Ministerio de Hacienda al Congreso Nacional; y puede au- gurarse con plena conviccién, qué una vez Ienado ese vacio y satisfechas esas necesidades mediante disposiciones legislativas bien estudiadas y mieditadas, para Ievarlas a la prictica en las mejores condiciones de regularidad y eficacia, estari ya este Despacho en aptitud y capacidad de presentar al Congreso las referidas Memo- rias en una forma por completo adecuada, en gu conjunto y porme- nores, a los fines de inforntacién e ilustracién verdaderamente Gti- les y fecundas que persigue nuestra Constitucién en todas sus dis- posiciones tendientes al trascendental objeto de que, ef Soberano Cuerpo pueda, con perfecto conocimiento del estado de las finanzas del Pafs, proveer a los medios de su mejora, adelanto y- prosperi- dad; as{ como también impartir la sancién de justicia que estimu- le, aliente y promueva la integridad y la laboriosidad de los ser- vidores de la Hacienda Pablica. Después de ‘las necesidades apuntadas, Jas cuales interesan ra- dicalmente al acertado funcionamiento de este Despacho, y que una vez Menas y satisfechas a cabalidad, pondrianlo en Ia via de una _ actividad fecunda y beneficiosa a toda la Administracién, no me 380 resta para terminar estas sucintas informaciones, sino Hamar res- petuosamente la sabia atencién del Congreso sobre un punto que, aunque: so tan fundamental como los tres anotados, considero sin embargo de muy grande relativa importancia; y es el que se refie- re a la prictica de asignar determinados ramos de ingresos para atender a determinados servicios de la Administraciéa Pablica. Esta prictica, a mas de complicar innecesariamente el meca- nismo administrative con multitud de operaciones redundantes, y de exponer a confiictos administrativos cuando eventualmente los in- gresos apartados. no aleancen para pagar los respectivos, servicios especializados, tiene el gravisimo inconveniente de trastornar el cri- terio de la unidad que debe presidir siempre en el estudio, com- Posicién y ejecucién del Presupuesto General; aparte de contrave- nira la Ley respectiva del Cédigo de Hacienda, que -prohibe expre- sa y terminantemente las apropiaciones de determinados ramos de ingresos, avanzado y primordial principio adquirido ya por nuestra incipiente Legislacién de Presupuesto, y que interesa mantenerlo y robustecerlo -vigorosaniente, Ilevandolo, en cuauto de nosotros de- penda, a su estricto’ cumplimiento en la prictica. Por filtimo, en el cuerpo de esta Memoria he hecho consignar algunas observaciones sobre diversos asuntos de importancia, y los cuales podrfan ser también motivo para que vuestra misién legis- lativa se ejerciese beneficiosamente, proveyendo a Ienar las defi- ciencias y corregir las irregularidades sometidas all{ a vuestra alta consideracién. Antes de terminar, debo significar que, al hacerme eco en esta ocasién ante vosotros, en la esfera de mi competencia, de las ideas y propésitos de reorganizacién y buena marcha administrativa del Pafs que animan al, Benemérito General Juan Vicente Gémez, Pre- sidente de la RepGblica, yo no podria condensar mejor estas ideas y propésitos en lo tocante al Despacho de Hacienda a mi cargo, sino expresindoos que el objetivo a que pronta y decididamente debemos aspirar, es a hacer de este importantisimo y predominante Depar- tamento del Ejecutivo un mecanismo legal y econémico perfecto, 381 que pueda funcionar de si de un modo correcto y sin perturbacio- nes graves aun en las circunstancias mas adversas. Concluyo haciendo fervientes votos por que la més alta sabi- durfa y patriotismo inspizen vuestras deliberaciones, de las cua- les todos esperamos fundadamente wna incalculable suma de bene- ficios para la Repfiblica. Caracas: 19 de abril de 1913. A. Keoman Curdenes.

You might also like