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e cv > LAMICROPOLITICA DE LAS ORGANIZACIONES ESCOLARES: MF TERESA GONZALEZ GONZALEZ (9 UNTRODUCCION Exe aniculo vera sobre algunas cues- ones relacionadas con la micropolticn es- colis, es decir, con las dinfrnizas poliiens que se desacrllan dentio de las orgeniza- ciones escolares, Para cualquier persona que tabaje en un centro edhucativo, posi- blemente tema no le resule estt20; 10- dos estia implicados de una u acra taners, con su aexion o su pasividad en las dindmicas poiticas de fa onganuzacién. _ Es.comGn en-sus ccrversaciones relatos oirles hablar de vbandose, de «camarillasy, de woonflictass, d= epresiones, «ensio= nese, opasturas distin, male les interpretaciones; los procesos de elaboracién de i2 politica de la erganiza- én y Irtoms de decisiones no son proce- sos tecnoligices, sino cargados de contenido ideckigico y, ademis, Ins perso- pas § gmipes en In organizacisn poscen ‘ngs intereses {00 s6lo ni siempre ideal ‘gicns, también de carfeter mis material: Jar rafecores eatin ddicades a premocer sus ‘intereses creados, personales y de grupo, anio como o en relacton a sus adbesianes ‘ideoligicas), p. 83). De ese modo, dada la diversidad de intercses, ideologias y prefe- encias en ef centre escolar, lo mis natural 3 que en él se desurollen conllictos y bu chas por e! control de I erganizacise. Para Ball, ia mieropalitica eonstieuye vont altemativa a los enfogues tradiciona- Yes, que, zefals, no han aparado conce- mitais sobre fo que ocuré denixo de las ‘organizaciones eacciares, 7 acota ol con ‘cepto de micropolitica en ires esferas de 1a activiead organizativa: = Los inlereses de ios miembros dela oF- inizaci6a, que pueden ser de diver- sotipo. — Hi mantenimiento del control en la er ‘gunizacién. — bes confictas en sorno 2 Ja definision (politica) de la escuela, En este sentido, en el discurso micra- polltico de Bal, los concepras clave que se manejan son el de conteal (en sus des Ale mensiones de dominacién y resistencia al mismo, Ball,1990), el de ideologtas ¢ iate- reses de los indivicuos y grupos y el de conflictos entre miembros . Asi, woa 2=ocia micropolitica de la organizacién escolar sonlleva dar cuenta de la formacién de va- ‘ios grupos en Ia escuela, detallar las lo- chas entre esos grupos y entre elles y la direcsi6n de la excels, y anlizar la defie lci6n resuttante de iz escuela (pollen escolar). Ball considera que los eentcos excofe- res son, af igual que otras organizaciones, 4rcas de lucha que sobreviven dlivididas or conflicts reales o porenctales entre los miembros, que estin excasamente coordi- nadas ¥ que son muy diversas ideclégica- mente. Fl cortflicto palitice constituye, para Ball, un foco de atencién basico a hora de comprender Ia eatucaleza organi- zativa de ta escuela. I andlisis micropotitica, pot santo, 62 centeard en el conflicto, aunque Ball reco- nace que en las escuelas también existe posibilidad de consenso: no qisoro caer en Ja misma trampa que los tebrcas de siste- mas sociales, de ver conjlicio er tad sits, donde ellos ven consense. Este reconoci- mieato de que también la vida escolar ru- tinatia puede verse dentro de an orden, ‘negociado, sin embargo, ao le leva 4 ans lizar las interacciones cooperativas ¥ con- sensuadas en la onganizacisn, aspecto éste que Blase (1991) considera como una de las timitaciones del enfoque de Ball en esa ‘misma tinea, en uaa revisiéa que hace Burlingame (1988) del conocido libro de. Ball (1987), alinma: El irabajo de Ball 0 5+ pecifica las caractersticas de las escuclas como contexza de negoctactén y a configu- vacion de subprocesos de negociactin que en tinicos a las rasmas, Ades, 1 sobre- énjasis.en el poder, et conplcta y la domina- fin te Neva a no dar cuenta ce ta legitims- dad, ta cooparacton y el consenso con las escuelas(p. 220), La matizacién realizada por Biase al trabajo de Ball que acabo de comentas, Puede comprenderse suejer si considers: ‘mos como delima y perflle Blase (1991) ef Ambite de la micropolttica escolar y el ané- Usis de las escuelas en términes micropali- tieos. Teta este autor de hacer usa acoucién de la micrepalitca en términcs amnplios y de superar lo que considers son Aeficiencias en ctros plamteamientos. A partir de una revision de Is literetara exis- tente en el émbuio de la poltica organiza va general y de ta micropolitica en paricular, ofrece una definicisn amphia en Ta que cratz de incluir lo que, vesde su perspeciva, serian los émbitos de atenciéa de esta perspecdiva de andlisis de las cen tos escolares: La micrepottia se reftere a ta uttivae elérrpor parie de individveos » grupos depo- der formal e informal para lograr sus metas en la orgarizacién. En gran pane, las ace ‘tones poiticas se producen debido alas di- ferencias percibtdas entre indwiduos y Braces, juno con ia motivactsn para wir Poder para injirar wo proteger. Aumsie ta- tes ctcciones estén conscientemente matiia- das, cualquier accion, consciente 9 inconscieniemenie motivada, puede tener significaciins politica en tina sttuactén dada, Las acciores y procesos conflictives ¥ oapenativas son pee del dinbito de la mi- cropolitica, Adeinds faciores macro 3) mix eropoltices tnterachian frocientemente. ‘a anterer definicion recoge los diver- 4303 dmbitos en los que se centraria una Jecnura micropoiitica de las escuela: — bas formas de poder, focal ¢ informal —~ las metas de Los individucs, sean inte- reses, peopdsites, preferencis. ~ Ins aceiones potiticas, sean decisiones, acontecimientas, actividades. — as diferencias © disctepancias entre Jos miembsos de ta onganizaciéa en lo que respecta a valores, creencias, ne- cesidades, ideologias, metas Jas acciones organizatvas, estén mot vadas de iodo consciente o incons- ‘ente:acciones estatégics, calculada, ropositivas, o acciones rutinarias, no decision, no accién, negligencia. los efectos o consecuencias de cales Aacciones para los denis. los tipos de accidn politica, ya sea conllictiva o coopersciva. Ja influencia mutua encre ef ambiente externo ¥ el dominic, politice éntesno de la organizacion, Blase, pues, al igual que Hoyle y Ball, considera que aspecios bisicas de a mi. ‘ropotitiea son aquellos relacionados con el poder y su utilizacién por pane de los individvos y los grupos para conseguir sus ‘metas en {a organizaci6n. asf coma [os con: fictos y dindmicas de competicién enire sniembros. Igualmente, reconoce, como fe hace Ball (1967, 1990) la incideneia de ele- fneatos externos al centro en la vida micro- politica del mismo. Sin embargo, para Blase ouas dinisnicas orgunizasivas, como son la cooperaci6n y el apoyo ene ini ‘duos para lograr sus propésites, son tim bién importantes; es decis, ne identifica ‘icropolitca necesisiamente con dinémi- ‘8 organizativas conflictivas. En este serci- do recoge o se inspira en algunos tecricos de la politica organizativa en general (Bums, 1961; Manghan 1979), que ya reco- notian en su momento gue lo conilicivo y Jo cooperative son, qmbes, aspectos coas- tiruivos de [a vida organizativs y ligados a Jos procesos politicos én la misma, y que Jas politiess organizativas incluyen proce- 808 conflictives asi como procesos de ‘construccién de consenso. El prestar mayor arene « Ins dinérni- 8 cooperativas, no sélo a jas conilicivas, como ha sefalado Bovd (991) plantes problemas conceptuales y metodol6gicos de cierta envergadura para los iavestigad- es: nos teferimos 4 personas aisla- das. o.a grupos que operan conjuntazmeme. si opcién individual o mas bien grupal no viene recbiendo un tratamiento heato- éneo en ia Siceratura micropoliica. Hay _ anilisis que recaea sobre sujetos parieu- lares, por ejemplo et director, mientras ‘otros, tal como ya advent, se declaran a favor de una perspectiva mas amplia, dado el juego de relaciones que el po- der, ineludiblemence, comporta en las organizacioncs. nn Aunque puede hablanse de sujeios ais: Iados, lo seein es que la acividad microper Ikica no sucle descansar er, francctiradotes; dicho de otto moda, les intercses que se smueven a estin presentes en el cent es colar, © por lo general, na son pesseguidos por cada individuo aislado, sino mas co- méamente en colaboracién con otros miembros de la onganizacién que, en de- terminados momentos, compzrten algin punto en comdn. En los centos escolares, fen exe sentido, coexisten diversas grupos de individuos que se unen, de fora per smanente o esporidica pars luchar sobre ak gin tema, acontecimiento o decision ‘épecifica, para promover determinados valores en la orginizacién, en defiaitiva, ara luchar por Gue-1us intereses formen parte de los objetivos de la organizacién, De este modo, mis que de individuos ais- lados habria que hablar de grupos de inde viduos 0, mis especificamente, de grupos de interés y logicas de accién (Hoyle 4986,1988; Balt 1987; Bacharach y Lawer 1980; Bacharach y Mundell, 1995). Diversos plameamientns mieropolt ‘93 como los que ya se han descro ane riormente, defienden expresamente la necesidad de focalizar el ardlisis de las dt amicas micropotticas del cencto escolar ‘en fos grupos de interés. Ball (L987), par ‘ejemplo, sefala cOmo un anslisis micron Htico implica dar cuenta de is formucion de varios grupos en Ia escuela, detallar Ia lucha eatre ellos y entke e808 grapos ¥ Ba direcein escolar; Bacharach 7 Mundell 2993) entienden que el antlisis micropoli- lico de la organizacién tendria que tomar como unidad de andliss los grupos de inx terés, mis que la organizaci6n como un todo o como individuos concretos dentro ce [5 misma; desde su perspectiva, e) and- lisis micrepolitice habtia de exantinar las contiendas de distintos grupos de interés sobre Kigicas de accidn cistinss, Gonviene adverts, por ota parte, que los grupos de imerss no coinciden necesa- ‘acuente con Jos grupos fgmrtilimente esta Dlecidos (Hoyle, 1986,1988). En Ia ° ‘scolar pueden existr grupos de interés independiemtemente 0 no cc los agrupamientes fermales: unos coincidinin ‘cua grupos farmales, y ca ese sentido esta- rn formades pot personas que desempe- ‘fam unas deverminadas funciones en Ia organizaciéa (Equipe disective, Consejo escolar, Causro, ete) que, a su vez, como sesalan Bacharach y Mundell (1993) pue- den constituirse como grupos de interes por [unciones esperilicas Cequipe docenie del primer ciclo, profesores de un depana- mento, comisiones del Conseja escolar et). Cues pueden transcender ios limites formales y formarse pars perseguir algin. interés comin, para defenderse e influir sobre va tema ayés-o menos coyuntural. [Exo pone emtender que Ia mietepoltics es ura realidad mévil, flexible, cambiante, circunstincialmente vulnerable a 1a eon fueneia de ficerzas y vemnas en liza, tes tatmditas analizan alguras varia- bles o facies que, en este orden de cosas, pueden ejnrcer de clementcs aglutinadores e grupos de interés, asi, por ejemplo, ‘Hoyle (1988) habla de la edad, sexo, ideas Ge Le profesi6n, smistades, actividad sindi- ‘cal, etc. Ball (1987) afiade fuentes camo las dt ideclogias, cargos, pertenencia a depar- ‘amentns 5 maeerias, 6 Tal coma ha advec- tide Hargreaves (1996) no es infrecuente ue sobre estas caldas de culivo germi- nen, se reproduzean y conseliden tas que denomina cudtieras balcanizadas, {a existencia de grupos de inverés en Tas crganizaciones escolares no siempre se ace patente en conjuntos de sujetcs per- fectamente loeslizables y discernibles. Las interacciones micrepeliticas no siempre ceurren de forma tansparente. Como ha sefialado Marshall (1991), a veces estén cocultas. Su presencia no tiene por qué 93+ sa¢ por uea constiucién explicha y formal, ni los que puedsn existir son conocides por todos los miembros de la organizacion, aunque ejerzan influencias en la mistoa. ‘Quizis no todos los individuos en la org nizacién estén activa y dizectamnente imoli- ‘cados en las dinémicas micropoliicas que ‘oturran én ef seno de la misma; d= modo que, por diversos derroteres y razones, la no-acsin, la pasividad, la ocultacién de conflicts forman también pare de la vida catidiana de los centros y stenen signifiea- os miciopoliticos para el devenic de la or ganizacidn, camo han decumentado Gronn (1986), Anderson (1990), Jares £2995, 1996). En todo caso, e independientemente de que la micropolitica que ocunr: cn ¢l centro escolar sea mis o menos visisle, ex- plicta 0 directa, los sujetos implicados en Ia misma tenderin a formar grigcs de ine terés, mas 0 menos definides y esables en el tiempo, entre otris casas porque en la medida en que comparten objetivas, inte reses, ideas, concepciones comunes, ten -dran mas posibilidad de ejercer mayor influencia en ‘a erganizadiée como grupo ‘que separadamente, ‘Una ultima nota a sefalar en relacion con el tema que estoy comentando es que cuando se habla de grupos de inserés pus de tenderse a mantener un cierto 6529 que lleve a pensar que la micropotisca es, algo que se ecvece> silo enue profesores y directivos. No convieme olvidar que tam- bién los alumnos y alumaas (Blase, 1991b), los padres y madees ¥ la comuni- dad educativa (Corbett,1951) en general cescin ahi, trtundo de una v otra forina de influicen la vida organizativa. Quicto decir coq ello que hablar de micropolitica esco- lar no significa cefirse a profesores y di- rectivos. Es una perspectiv que sitve igualmente para analizar a toca la corti hd educativa, porque tambien los padres y madres, los alumnos y aluminas, los repre sentantes ce la sdministracisn local y olvos smlembros de {2 comunidad trotn de in- fvicen ia vida del centro, de ejercer poder Fara haces, por tanto, micropolitiea. Basta ‘consultar gran parte de !a bibliografla exis- tence en nucstro pais sobre la participacién ‘escolar y., en particular sobre los Consejos, ‘escolares, (por ejemplo, Fernindez Engui- ta, 1993; Bacdisa, 1995; Santos Guerra, 2997a) para confirinar o6tme las Iuchas, !os conictns, !as eolaboraciones interesadas, cc. estin presentes en los mismos ‘Coso ss OHA, En le organizacion, les diversos grupos de inmerés uilizarin estrategias para lograr sus fines. Tales estrategias, como mwestian, diversas investigaciones sobre las relacio- nes micropoliicss en los centros escciares, jeden ser foeruales © informales, y tam. bign explicitas o implicias, ya que’ come inciqué aniesiermente, las politicas orguni zativas suelen quedar encubienas ¢ inmer- a5 en bs cutinas escolares couicianas. No ¢s mi intencion detallar aqui las di- vversas estrategias que los grupos de interés en las crganizacicnes ponen en juego en. shuaciones y contextes concretss ¥ espect- ficos, Me situaré en un plano mas general para comertar eémo les grupos de interés, fen su incemto ce conseguir sus pretensio- es, pueden mavilizarte esirtégicamenre de diferenses modes: acnist por { mamas, Farmar coaliciones con otras gripes cuyos imereses sean similares, negociar con aquellos cuyas intereses son divergentes ero ayo apoyo 0 cooperacién es, en al- {gin momento o para alguna cuestion espe- ‘Silica, necesaria; 0 enfrentarse, competi, entrar en confiicto entre ellos. 1Les grupos de interés que covisten en Ja erganizacion no siempre actéan aislada- ‘mente. Ai igual que comenté antesiormen- te cue Jos individues no suelen furcionae or su cuenta e* las dindmicas micropolii- as de los centros escolares, 7 tienden 2 formar conjuntos o grupos de intexés, m0- ‘iizando asf mas influencia que con la ac- aacidn aislada, tampoco los grupos de interés desarrollan siempre su actividad micropolitica independientemente & otros s7upos. Hoyle (1986,1988), por efemplo in- ddica ¢éio los grupos de interés pueden formar cooliciones; Marshal! (1951), pat au parte, indica edmio cn lz escuela se cons- ‘tuyen coaliciones, cuya hase sor las réles ¥y tareas establecidas en Ia estuctuca esco- tas, seftalanda que donde hay ttereses y nacesidades comune, y especialmente tra- bajo comin definide, ins personas desarro- Marin ranwralmente lenghare especiatizado comin, reglas de condsicia valores com- ‘partidos. Ent las escuclas est significa quc, at menos hay tres confemntas de valores en conflicto: los de los alunos, los de los profesores y los de los administendores {p.14D) Sin embargo, fa formacisn de coa- liciones es una posbiliad que ne siempre ‘ocumte, Como han senalade Bacharach y ‘Mundell (1993), la coalicioa entre grupos de interés constituye na estrategix micro- polttica que se desarzolla silo en algunos ‘tos y bajo determinadas coneiciones, 1a movitizacién de bos gaupos de ine +s, bien para formar coaliciGn, para nego- iar cuestiones especificas 0 pars compenit ‘entre ellos, dependent de das grandes as- ectos. por un tado ef poder que pusea cada grupo, por otro, fa compatibilidad © incompatbilidad de los planteamientos de cada uno de ellos. Fn principio, cabe penssr que aquellos ‘gupos de interés que tienen menos poder en In organizaciOn, y por tanto mencs po- sibilidades de influir, formacin cealicién con otros grupos, mientras que aquellos mis poderosos, ¥ por tanto con més eapa- cidad de imponer sus intereses 0 su wl6gi- ea de acciéns, no necesitarian hacerio. Pero no sélo el poder que se pueda movi lizar juega un papel importante; también entra en fa escena micropolitics ls mayor 0 menor compatibilidad entre las légicas de accin sustentadas por cada grupo de inte- 18s, En este sentido, determinados grupos se coaligaria ente ellos siempre y cuando cada une consicere que no dispane de la suficente capacidad de influencia en la o- ganizaci6n para conseguir por sf solo sus lnceteses y, al tiempo, cuando sean ideolig= ‘camente compatibles y concverden en como evar a la précikce esis ideologies. Dicho de ‘470 modo, ta fofmacidn de una codliicn ser rhs faciste come esirtegia micropoltien 2x acids en que los grupos implicados man- tengan vkigicas de acc compatibles eae si Ta celia, en exe caso, constnuye ome ‘canismno a avs Gel cual tales grupos adqule- yen, mantisnen Y usan un poder y capacidad Ge illaenia mayor que st acunse ads ino For su cuenta, si bien, como contrapartida, cada gpupo de interés que Forma coalicioa oa oito 4 otros cederS algo de su inée- pendencit, y por tanto de [2 postilidad de rantenense esricamente fl a sus intoeses 0 ‘gia c= vccicn, Sin embzrgo, esos grupos de interés no fommattan coalicién si entre ellos existe incompatibilidad en fo que respecta a sus planceamientes ideckSgicos y a sus propucs- tas de acwacién pricticn; la estraregia, en- tonces, probabletente seria competi y eafrentarse unos con ettos, generando, como consecuensia,siuaciones de conlicio en le exganizacise. Finalmente, cuando los gnipos de in- teed comparten ls mismas postuzs ideoie- gicas, pero no concuerdan en io. que ‘speci 2 tas implicaciomes pricticas de las rismas, cuando lot grupos coindiden en. Jo referente 9 qué hacer en la organizcion pero ao en sus plameamientas ideoligicos, Ja esintegis mis vercsinal sera fy negocise in de cuestiones especficas sobre las que, puntualmente, lachar de forma conjunta. Asi, considcranco af planteamiento de Bacharach y Mundell (1993), Is estrategias mictopoliticas wtilizadas por Ios grupos de inverds en las ocganizacicnes serizn bien fn fonmuciéa de coaliciones, bien el enfrenta- misnto, bien la negesiaciin, En cualquier caso, y'en la medida en que la micropoliti= gleas de acciéy compen un lugar en la vida Siganiastiva. En este sentido cabe pensar que en las organizaciones escolates, al existir una dimension de peder que ne de pende sélo de fuentes estructurales, las personas con cargos de autcridad tenen ‘acceso al poder de pocicién, pero exto xélo representa uns parcela de un expacio més, amplio de poder ¢ influencia en ¢i que Gambign entran en juego otros seizes. Cada miemoxo © cada grupo ene intere- ses, ceencias, metas, etn, Clferentes, y t0- dos ellos tienen, en principio, acceso a varias fuentes de poder que utlizarin, paca influir en ta vida ¥ acontecimientos orginizatives, unas veces por acciones ditectas, otras, quiz4s, implicitas @ mas sutles. En estas coordenadas, si asumimnos ‘que el poder no proviene sélo de ia estrus (Wr, una de las auestiones a clasificar es, precisamente, cules son las fuentes de poder que operan en ba organizacisn Hoyle C1986, p. 74) habla de cuatro fuentes de poder: Esrnictural, cuanda el ‘poder proviens de la posiciGn de ura pesso- na en Ia estructura organizativa; Persoral, suande el poder deriva de caracteristicas personales tales como carisma o cualica- des de liderazgo; el Conoeinsiento expert, © poder proveniente def conocimienta 0 destrezas especializadas; Oportunidad, ‘cuando se cuenta con poder como vonse- ‘cuercia de ocupar roles que, aunque estin bajos en Ta jerarquia, proporcionan la ‘oportunidad de ejercer poder a través de! ‘control de La informacién o de tareas orga nizativas clave. En cérminas similares Beiman y Deal (1984), que también senaian el conoct siento experto y ciertos atnbutos persona- les coma fuentes de poder, sostienen que la faculead de controlar tecompensas por parte de algunos (apoyo politico, fondas, etc,)) y el poder de coercisa o tambign re- sistencia (capacidad de los miembros de la organizacion de declararse en. huelga, ca- Pacidad de los alumnos de no asiste a cla- Se, etc.) merecen ser incluidos en una relacién de fentes de gencracién y uso'de poder en las organizaciones. Diversificande mds esta faceca, otros autores (Morgan, 199; Santos Guesra 1992) hhan desartotlado amptiamence In idea de que las fuentes de poder organizative son diversas; concretamente senaian las si sguientes: — La autoridad formal, 9 poder legi- mado — El control de recursos, o habilidad para ejercer control sobre [os recursos ‘cuando €stos son escasos, Aquelias perso sas dentro de ta organizaciéa que pueden conseguir ayudas, manojar preseppestos, distribuir materiales, manejar tecnologize, ‘manejae programas, ete. cuentan coo una Forma importante de poder en ta organira- ign, Este poder ser’ mayor cuanto menos dependencia tenga la organizacién de ins tancias externas — Uso de las estructuras y reglamen- tos: en la organizacién, 13s normas, cegla- mentos y procedimientos formals pueden emplearse como fuente de poder tanto pot fos supeciores, para controlar 2 profesores ¥-a alumnos, como por Estos para contra lar a sus superiores. En ese sentida, sefiala Santos Guerra (1992), las reglas tienen un dobie filo, ya que por ua lade puedes obl- atse a cinplirlas, pero, por eto, quien [as tiene que cumpli las puede quebrancar © interpretar de modo que esa interpreta- ci6n haga que se paralice © altere Ia vida de fa onganizacién, Asi, la habilidad de uti- {izar las normas en beneficio propio es una fuente de poder onganizativo. = Control de conccimiento e infor ‘macién: el acceso al conocimiento ¥ 4 la informacién permiten definic la situacién vom ms dgor y acomodarse a ella de for. sma mis reciocal y oportuna. En ese senti- do, les que ocupan cargos a gozan de puesioe estratégicos con frecvencia cont. Jen, seleccionan, filtean, resumen, cicrran canales de informacién y ese hecho les confiere poder, Serian ellos los que esin en mejor situaciGn para configurar ba defi fusion de las realidades organizativas — Control de fos procesos de toma dle dectaiér: Iz habilidad para influlr en los procesas que conducen a la toma de deci- sicnes. Esta constituye una fuente de po- der importante porque cuanée en un centro escolar hay que tomar decisiones, Jos miembros, les gripes, 0 las coaliciones van a tratar de afectur xpoliticamente> # 10 que sucede en la organizacisn y, 16gica- mente, el grupo ¢ individue que pueda ine fluis mas en la dindmica de toma de ecisidn (ya sea porque conwola los «pre- arttivoss de la decisién, o el proceso pro- Piamente dicho: el ewindo, cémo, quién tomaré qué decisiones) serd también el que mas puede influir en los aconteci- mientos orginizarivos (Baldbridge, 1985; Bacharach, 1988, Morgan, 1986), Los proce- 305 de toma de decisién constiuyen un area importante de conflicio en la organi- zacién (Bacharach, 61,1988) y, per amo, wn micleo cave en el desartlo de micio- foliiczs ea e] ceato escolar; como sefala Ball (1967) ta toma de decision 20 es wn roceso ractonal abstracta que se pueda tnazar on un orgemnigrama; es wr proceso (Politco; es laexeticta de la actividad meicro- polite. — Bi control de ta organteactin in- format sta es una fuente de poder rela- ‘cionada con ‘as diversas relnciones y zedes relacicnales infourales que se desatcilan fen un centro y que affecen una informa- ign atis rica que Ia proveniente por cana- les formsles, sebre la realidad onganizatva; facilan el accese a determinadas personas que quiz’, estracturaimente hablande no sea un Fil acceder a ellas; permien con- trolar situaciones conflictivas, etc. A través de las cedes relacionales informales que se desarrollan en un centro, serials Santos ‘Gucrra (1952), se puede ejercer influencia interpersonal, adquirir infocmaciéa bisica para el desarrollo de los propios intercses Y para preparar ef camino de eara a lograr los propésitos que se pretenden, asi como fraguat muchas allanzas y coaliciones. De este modo, quienes conacen y se musiven bien par los entresios de la organizacion, informal, eventan con una fueme de poder nada desprecable, — Astmbotiemo y direccién del pen- samientoiambién constivaye una fuente de poder, Esti celacionada can la capacidad de persuasién que tenga una persona res Pecto @ lo que otros puedan hacer © pen sar, la capacidad para definir la expenencia. de’ otros: imagenes, simbolos, ceremonias, rtuales, y todos los atribuses de ta cult, corporativa pueden ntsizarse en ta direc- «fon del pensamiento, y, @ partir de abi, en laconfiguraciGn de las relacicnes de poder enta vide de la organizaciin (S:ntos Gue- sa, 1992, p.178). Esta vere de facetas y ox- presiones de poder en [a organizacion viene a ser equivalente 3 Te que otras at tores (Anderson, 199%} Anderson y Blase, 1994; Blase y Anderson ,1995) haa dena- minado politicas cogmitisas. Tienea que ver, a fin de cuentas, con la otiencacion y, quizis, con el control idealégice que puc- den cjercer cierts personas 0 grupos, reo- sientando la percepeién, creencias y escils de valores de Ia organizacidn. De hecho, Anderson considera que la micropolitica es tuna lucha politica en toeno a la definicign de Ia escuela y sus propitsitos sociales, y entiende que las micropolticas ocutren en el contexto de una poltica da cogmictén, ena cual lo que esti en juego es el control sobre Ia construccién social de la defini- i6n de la escuela, es dct, a gestién del significado organizativo y social ded centco ‘escolar. A través de las politicas cognitivas unos definen fa realidad de otros (por sjemplo, Anderson, 1991, ha investigado come ¢jercen ese control ideoldgico los di. rectored), y la definen a tavés de la uiliza- cién de un determinade lenguaje para hablar y zelerirse a fa escuela, on discurso 2 través del cual se coastruye y legitima luna decerrinada reslldad social. Fa ‘lima ‘astancia, de Forma mits © menos explicia ¥ con grados de mayor o menor cohereo- Gay efits, en las organkzactones escola- ‘3, que vienen a ser microsociedades y culhuras, también se establecen regimenes de verdad en al sentido foucaliano, y en su actuzcién infleyen de modo desigual tunes w O€Fos sujetos, unos u otcos grupos. — Gl sexe y direccitin de relaciones de sexos ta predominancia de estereotipos rmasculiags frente a los femeninos, conts- Daye 2 que el acceso a posiciones de po 207 «prestigion dentro de la organizicioa sea ms [ici para unos que para cas. (25 relaciones que se establecen entre hom bres y amnjeres en Is escuela estén marca 5 por pautas sexistas (Ball, 1967: Santos Guena, 1995). En sintess, en las organizaciones esco- Jares ng cabe hablar sélo del poder que se establece formnilmente y que paseen una @ varias persons por el hecha de esiae ocu- paade un cargo en la jerargquia organizati- ¥a. Por €! contrario, en las exginizaciones 4 pueden poner en juego otras formas de poder provenienres de muy diversas foen- tes. De ahi que cuestiones tales corn qué poder movilizan los civersos miembros, jo qué condiciones se utliza af poder ¥ af estrategias se utlizan para el desaero- Toy ejercicio de i influentia ete. sean t= mas importantes en el andlisis de ta ‘ucropolitice escolar, LA MICROPOUTICA: UN AMBITO- DE INVESTIGACION E IMPLICACIONES Ea los puntos anteriores me he linta~ do a caracteriaar esta parcela de ta realidad social y politica de las orgenizaciones es- colares, y he comentads los avances con- septuales que me parecen mis destaca- bles. Como puede suponerse, éta y otras perspectivas que han ido consagrindose en la investigacion y elaboracion teérica sobre fas insbtuciones educatas, ha tnau- gurado una nueva y, también, provechosa mirada scbre las misonas, Y aunque se en- ‘euenira en proceso de configuracién suce- siva, sus aportaciones a una mejor comprensin de nuestros centros parsvea prometedoras (lannaccone, 1991). ‘Como puede colegirse dei panorama anteriormente descrito, la inwestigaci6n mi- cropolitica cirula de la mano de un con- junto de presupuestos como los sefialades, y por diversos aniliss sectoriales de carts: tet mis espeefico. Algunos de los fremtes que merecen consignatse, a utulo iustrat- vo, ineiden sobre las relaciones micropoll ticas entre profesores (Blase, 1997), entre profesores ¥ director/a (Ball, 1987; Blase y Roberts, 1994, Blase y Anderson, 1995, etc.); entre profesores y alumnos (Bla” se,199Ib), con la comunidad (Corbet, 1991, Blase, 1987a), las respuestas micropoicas & imentos de reforma (Ball, 1967, 1993, Ball y Bowes, 1994; Hargreaves, 1996, Evetts. 1995, Gillborn, 1994), etc. Las metodologias al uso son de cone eminenterpente ctaltativa y etnogréfico ¥, en ese sentido, la investigaciém sobce lz realidad micropolitica de las excuelas nos [permite captar y conocer con cient sique- 22 los fendmenos que se estadian, Sin em barge, como ha sefialado Evertiact (1991), 1a investigacién micrapalitica adolece, 2i igual que ocurre en otros émbitos de in- vestigacin educativa, de un compromise por incidir direcamente en la prctica edu- Cativa; es una investigacisn, sefala este 30- (or, que sigue perpetuando Ia separackin entze teotia y prictica, Everhar: entiende que en el 4mbita de la micropoliice habla de desarrollarse prefereatemente wa io- vestigacién accion partcipativa, que culki- ve una colaboracign estrecha entre e! investigudor y aquellas personas con las que se est6 llevanda a caba la investiga: ‘On, ¥ que conlleve srabajar en colabocr- {6n con los miembros de! centro para una tnajor comprension de la realidad ¥ para la Ddeequedia conjunta de vias de mejora, En todo caso, una lectura de ta reali- dad escolar en términos micrepoliticos © lauportante para nuestra comprensiSn de la compteidad cctidiana de fa vida escolar ad supanierdo una lamada de alerts que advtente en vez de prescribii, que prodte- madza, en lugar de presentarse como una legitimacicn estraiégica de cursos de ac- cide gewisn. La micropoltice escolar, avn consti yende ua componeate o una dimension tan propia e imcinsecs a la vida organizatie a, con frecuencia se ignora en fos grandes planeamientes sobre ls escuslas y su me- jora. De hecho, Jos grandes temas que puebian los discursos oficiales y las ever. a5 propuesias para fa mejora de los cen- tugs, pignsese por ejemplo en la ran de meds Gestion de Calida! Total, pareven moverse mis bien en una lecture proble- ‘abticd del.cenva escolar, planteando pro- Puestas de mejora y soluclones mis © ‘menos Uinesles y llanas, sobre una visién, de consenso, Peto Ese #5 un discurco en el gue se pasa por alto el heche de que en Ibs ceatees oeurrea procesos complejos ¥ dileméiucos, de que las dinimicas escclares son complefs, inectables, vituclmerte im Predicables y no siempre visities en todo su significado y ampbitud, {4 perspectiva miccopalitica nes pone de manifesto que la vids de! centro €sco- lar es compieja por milliples razones, ¥ que los proceses de mejora también le ston. De mode que podemos encontrarnos, enwee otros, con un diseurso oficial que ‘Bone su énfasis en la antonemia escolar, el ddse curticular desde el cenvo, la ecope- raci6n y ‘abajo en equipo, ec; podemos hacer ese discucso desde Riera del centza, Pero ae podemos olvidar que dentro de ‘cada uno de ellos las din mieas, las forms de funcionar, en definitiva, Ja cultura del

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