You are on page 1of 14
La acci6n de tutela y el derecho colectivo laboral Victor Julio Diaz Daza* Resumen Com el pretexto de conjuurar la violacién de algunos derechos fundamentales, a través de la accién de tutela la Corte Constitucional viene tramitando asuntos reservados a los jueces ordinarios. Abstract With the exctise of trying to repair the violation of some fundamental rights the utilization of the action of protection subjects reserved to the ordinary judges, are teated by the Constitucional Court. I. ASPECTOS GENERALES Fue la Constitucién Politica de 1991 Ja que cre6 entre nosotros una serie de figuras e instituciones nuevas, que aun cuando ya habfan sido ex- ploradas oestablecidas en otros pai- ses, por lo novedosas para los co- lombianos, crearon naturales y gran- des expectativas en la comunidad. La situacién social y politica del pais, la incompetencia de algunos funcionarios para resolver los asuin- tosa sucargo, la morosidad dealgu- “Abogado. Profesor de Derecho Laboralen a Divisi6n de Ciencias Juridicas dela Universi- dad del Norte. Autor del libro Derecho Pracesl Labora nos despachos para impartir una pronta y cumplida justicia y el exce- sivo volumen de los procesos acu- mulados a lolargo del tiempo impo- nian una modificacién radical en la forma de impartir justicia. Fue as{comonacieron las figuras del Fiscal General de la Nacién, del Consejo Superior de la Judicatura y Ja Corte Constitucional, como insti- tuciones que resolverian completa- mente los problemas de la nueva Colombia, ylaacciéndetutelacomo mecanismo de soluci6n y de protec cién inmediata de los derechos fun- damentales. A partir de ese momento Colom- bianoeslamisma, Lasexpectativas, Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 53 por lo original de esta figura de de- fensa de los derechos fundamenta- les, invadieron los estrados judicia- Jes. Se tramitaronacciones de tutela de temas tan disimiles como podia Ia inagotable imaginacién del hom- bre. Asi, el practicante de una reli- gi6n diferente a la catélica se sintié habilitado, por ese hecho, para no prestar el servicio militar; el despis- tado colombiano que crey6 que con este mecanismo podria hacer que el juez de tutela nos devolviera la tan querida y afiorada Panamé, quenun- ca debimos perder, o aquel hombre que obtuvo con esta acci6n un nom- bre de mujer, determinando la Cor- te Constitucional que como derecho alaexpresién delaindividualidady al libre desarrollo de la personali- dad iapersonapodiaescogerelnom- brequeleplazca, seaéstemasculino, femenino o neutro, logrando algu- nos asi, de alguna manera, adquirir através de la accién de tutela lo que la naturaleza no les dio. En materia laboral también se presentaron casos interesantes, los cuales, en algunas ocasiones, sirvie- ron para despistar al atribulado ciu- dadano y aun al desprevenido liti- gante. Con esas sentencias ya no se tiene la certeza de que si para recla- mar laaplicaci6n del principioa tra- bajo igual se deberia acudir al juez ordinario laboral o al juez de tutela; osila carga de demostrar que dicho trabajo no fue tan eficiente para el trabajador reclamante era del de- mandante, como venia sosteniendo inveteradamente nuestra Honora- ble Corte Suprema de Justicia, a tra- vés de su Sala especializada para ello, o lo era para el demandado, como losostiene nuestra Honorable CorteConstitucional, osiera obliga- torio mantener una jornada extraor- dinaria para que el trabajador pu- diera seguir recibiendo una remu- neraci6n adicional por concepto de horas extras, con el argumento de estarse violando los derechos a la igualdad, los derechos sindicales y la no discriminacién. Pero también sirvié dicha acci6n para solucionar oportunamente si- tuaciones que de haber seguido los conductos tradicionales hubieran sido decididas, desafortunadamen- te, demasiado tarde. Hay queteneren cuenta queenla mayoria de los casos en las decisio- nes proferidas por la Corte Consti- tucional respecto a estos asuntos se involucran otros aspectos, como los de justicia social y de equidad, pero no hay que olvidar que los hechos debatidos corresponden a un esce- nario especffico, pero que en mucht- simos casos sirven de fundamentoa otros funcionarios, sobre todo de provincia, que creen encontrar en esas decisionesjurisprudenciales un soporte para sus futuras decisiones, aun cuando correspondan a situa- ciones por completo diferentes. Es- tosconeeptosdejusticia socialy equi- dad se entienden y se sabe que go- zan de un gran respeto y apoyo en- tre las gentes, pero para efectos de sujuridicidad tienen mas importan- 54 Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 cia desde el punto de vista de sus fundamentos legales que de la pro- yeccién social que pueden tener. I. ANALISIS DE JURISPRUDEN- CIAS A. Seniencia T-418 de 1992 La primera sentencia que debe con- siderarse es la T-418 del 19 de junio de 1992. Como resumen de los he- chos tenemos que los reclamantes presentaron un pliego de peticiones al empleador; durante el conflicto los trabajadores levaron a cabo un cese colectivo de actividades. Una vez finalizado dicho cese, manifes- taron los peticionarios, la empresa empezé a realizar diferentes moda- lidades de presién para que los tra- bajadores no participaran en el sin- dicato, lo cual hacia negandoles prés- tamos a quienes continuaran en él, ofreciendo prebendas a quienes se desafiliaran del mismo. Los trabajadores consideraron que con esta actitud el empleador estaba violandolos derechos de aso- ciaciénsindical,anosersometidosa tratos degradantes, el derecho a la paz, el derecho ala igualdad, el de- recho a la libertad de conciencia y el derecho de asociacién. 1, El derecho de asociacién es diferente al derecho de asociacién sindical, y este ultimoes un derecho fundamental, porque es inherente a la personalidad del hombre, a su simple condicién de criatura huma- na, y est instituido para respetar al hombre como trabajador y para su realizacién. 2. A través del sindicato se pue- denrealizar determinadosderechos, tales como el derecho a ser libres, a una remuneracién minima, vital y mévil,al trabajo, alaasociacién, ala capacitacién laboral, a la negocia- cién colectiva, y el derecho a la par- ticipacién democratica. Parael cons- tituyente de 1991, «/...] los derechos sindicales son parte integrante de los derechos humanos y éstos, a su vez, son factores esenciales e indivisibles de la democracia». 3. En la Carta Internacional de los Derechos Humanos, La Declara- cién Universal de las Naciones Uni- das, la Declaracién Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Carta Internacional Americanade Garantias Sociales o Declaracién de los Derechos Sociales de! Trabaja- dor, como también en los convenios yrecomendaciones internacionales, el derecho a la sindicalizacién es considerado como un derecho prin- cipal y necesario del ser humano. 4, En este caso en particular, la accién no prosperé porque los peti- cionarios tenfan otros medios dede- fensa, los cuales eran la imposicién dehuelgas y las previstas en el Cédi- go Penal. B. Sentencia T-599 de 1995 La segunda sentencia para analizar Revista de derecho, Universidad del Norte, 7:53-65, 1997 55 es1a599 del 17 dediciembre de 1995. Elprobelma juridico que se plan- ted fue sobre la diferencia salarial y prestacional que existe en una em- presa donde conviven cinco sindi- catos, uno de los cuales no pudo llegar a un acuerdo con la empresa, por lo que sus afiliados resultaron marginados de los beneficios con- vencionales de que gozaban el resto de sus compafieros de trabajo. Ma- nifiestan que esta circunstancia de ser minoritarios los ha llevado a su- frir presiones indebidas por parte de Jaempresa, y como consecuencia de ello han visto disminuido nota- blemente el ntimero de sus afilia- dos. La Corte consideré que una cosa es la discriminacién y otra el trato diferente, que por hallarse justifica- do objetiva yrazonablementees per- mitido, sin que se advierta en ello violacién. La misma Constituci6n sefiala que la remuneracién es «pro- porcional a la cantidad y calidad de trabajo». No basta la simple afirma- cién patronal de que unos trabaja- dores son més eficaces que otros, ya que es al empleador a quien corres- ponde probar que el trato diferente que se dispensa se halla objetiva y razonablemente justificado. Eneste caso no era posible modi- ficarconvencionalmente lossalarios de los peticionarios debido a que la negociacién directa entre el sindica- toy-el empleador termin6 sin acuer- do, y los trabajadores carecian de mecanismos juridicos que pudieran solucionar el conflicto, ya que su situacién de minoritarios les impe- dia hacer efectiva una huelga. Por otra parte, la convocatoria del Tri- bunal de Arbitramento les fue nega- da por el Ministerio de Trabajo, por cuanto la ley dispone que no puede existir mds de una convencién co- lectiva de trabajo en una empresa. Eneste caso existia el anteceden- te de que el sindicato mayoritario que suscribié la convencién colecti- va no avisé con la antelacién legal para que las. otras organizaciones sindicales pudieran enviar los pun- tos 0 peticiones que les interesaren. En estas condiciones no es razo- nable que la empresa se empecinara ennegar a los trabajadores afiliados al sindicato reclamante el aumento salarial acordado con el sindicato mayoritario, ya que, de conformi- dad con reiterada jurisprudencia de esta Corte, «/...] Ia sola circunstancia de no haber logrado un acuerdo con la organizacién sindical, no puede ser to- mada como pretexto para mantener con- gelados los salarios, porque el aumento salarialnodepende tansélodeese ventual acuerdo». EI salario no es una deuda en dinero sinoen valor, y comolanues- tra es una economia inflaccionaria, elsalariodebe, porlomenos, mante- ner el valor que tenia cuando se fij6 dentro de la relacién laboral. Aunque podria pensarse que a 56 Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 Jos trabajadores les bastaria con ad- herirse a la convencién para tener derecho al aumento salarial, el he- choestudiado invohucra una conno- tacién del derechodeasociacién que Je asiste a los actores. Las acciones ordinarias que pue- dan intentar los trabajadoresnocons- titayen medios alternativos de de- fensajudicial idéneosy eficaces para obtener el amparo de'los derechos fundamentales a la igualdad y ala asociacién a los actores. La Corte concedié la tutela y or- dené a la empresa que en 48 horas efectuara los aumentos salariales. Cuatromagistradosaclararonsus votos, dejando constancia de que sespetaban la decisién mayoritaria pero reiteraban los conceptos que sustentaron sus salvamentos de vo- tos respecto a sentencia anterior, y que se resumen asi: 1. Laaccién de tutela no procede cuando el actor, haciendo uso de las vias ordinarias, no logra el reconoci- miento de su derecho, y pretende, por medio de este mecanismo ex- traordinario, modificar la decisién legalmente adoptada por la autori- dad competente, puesto que aquino rige el amparo constitucional como opcién adicional para revivir proce- sos definidos poreljuezcompetente © para sustituirlo en su’ misién de administrar justicia. Cuando se des- conocen las decisiones de los jueces sé atenta contra la firmeza de las providencias judiciales. 2. El principio «a trabajo igual, salario igual» debe referirse a una situacién particulary concreta,don- de quien invoca su desconocimien- to debe aportar elementos de juicio suficientes para acreditar la existen- cia de un trato discriminatorio. 3, Son claras las diferencias que existen entre el pacto y la conven- cién colectiva, de manera que si el pacto colectivo es suscrito por traba- jadores no sindicalizados, aquellos que pertenecen a un sindicato no pueden beneficiarse de dicho pacto, y si pretenden adherirse al mismo deben renunciar a la convencién colectiva y, por ende, a la organiza- cién sindical. C. Sentencia T-342 del 2 de agosto de 1995 La tercera sentencia para comentar es la 342 del 2 de agosto de 1995. La Corte Constitucional analiz6 si los pactos colectivos de trabajo pueden o no contener condiciones de trabajo diferentes alas reguladas en las convenciones colectivas de trabajo; lalegitimacién delsindicato para promover la accién de tutela cuando se han violado los referidos derechos y los procesos laborales ante Ja justicia ordinaria como me- dios alternativos de defensa judi- cial. Los solicitantes reclamaron que Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 57 se eliminara la desnivelacién sala- rial existente entre los trabajadores sindicalizados y aquellos a quienes se les aplicaba el pacto colectivo; que la empresa en lo sucesivo no estableciera diferencias salariales entre trabajadores sindicalizados 0 no sindicalizados, y que se declara- ra que era inconstitucional la exi- gencia que al parecer hacia la em- presa a los trbajadores de acogerse al pacto y renunciar al sindicato. 1. Hechos La situacién planteada era la de si un pacto colectivo de trabajo que coexistia en una empresa con una convencién colectiva podia tener condiciones de trabajo diferentes a las reguladas en este tiltimo conve- nio, como en efecto ocurria en la empresa. Los solicitantes, pertene- cientes a un sindicato, reclamaron que se eliminara la desnivelaci6n salarial existente entre los trabaja- dores sindicalizados y aquellos que habjan suscrito el pacto colectivo, y pidieron, ademés, que en lo sucesi- vo no se establecieran diferencias salariales entre trabajadores sindi- calizados y no sindicalizados, en la aplicacén del principio de que a sa- lario igual debe corresponder sala- rio igual. Igualmente pidieron que se declarara inconstitucional la exi- gencia de que para que un trabaja- dor pudiera'acogerse a un pacto co- lectivo debfa renunciar a su condi- cién de trabajador sindicalizado. 2, Fallos de los jueces de tutela El juzgado Primero Laboral del Cir- cuito de Medellin rechazé las pre- tensiones por improcedentes, deci- sién que fue confirmada por el Tri- bunal Superior de Medellin. 3. Consideraciones juridicas de la Corte Constitucional a. Laexistencia de otro medio alter- nativo de defensa judicial: Los juzgadores de instancia ne- garon la tutela impetrada, por con- siderar que las pretensiones de los actores no se podian actuar a través de la accién de tutela, sino acudien- doa los tramites propios de un pro- ceso ante la justicia ordinaria labo- ral. Nocompartié la Corte la anterior apreciacién, ya que los conflictos que se originan con motivo del con- trato de trabajo entre los patronos y los trabajadores pueden implicar la violacién de derechos fundamenta- les. A titulo enunciativo es posible sefialar los casos en que el mecanis- mo de tutela puede utilizarse para proteger los derechos fundamenta- les de los trabajadores que resulten afectados durante el desarrollooeje- cucién de un contrato de trabajo, y para lo anterior se enuncian unas situaciones en as cuales seria proce- dente esta accién, tales como cuan- do el empleador abusivamente mo- difica sustancialmente las condicio- nes de trabajo, hasta el punto de que 58 Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 se afectan los intereses y derechos del trabajador. Podrfa argumentarse que en este caso procederian dos acciones: el ejercicio de las funciones adminis- trativas ante el Ministerio de Traba- jo y las acciones penales por viola- cién al derecho de asociacién, pero se observa que la accién debe ser judicial y no administrativa, y en segundo lugar, debe ser eficaz, se- gin la valoraci6n que en concreto haga el juez de tutela para amparar el derecho fundamental amenazado 0 violado. De todo lo dicho se concluye que lasacciones que pueden intentar ante a justicia ordinaria laboral los tra- ‘bajadores que resulten perjudicados en sus derechos laborales por las disposiciones discriminatorias con- tenidasenel pactocolectivo,nocons- tituyen medios alternantivos de de- fensa judicial idéneosy eficacespara obtener el amparo de los derechos fundamentalés a la igualdad y a la asociacién sindical. Tampoco el sin- dicato dispone de los referidos me- dios para obtener el amparo recla- mo. Ademiés, la sola circunstancia de las decisiones contradictorias de los jueces laborales que juzgaron el mismo asunto, que en unos casos condenaron a la empresa aplicando el principio a trabajo igual salario igual y en otros la absolvieron, es indicativo, a juicio de la Corte, de la falta de idoneidad y de eficacia de jas acciones laborales: ordinarias como mecanismo alternativo de de- fensa judicial en el presente caso. ‘b. Pacto colective o convencién co- lectiva de trabajo: La ley establece que los pactos colectivos entre empleadores y tra- bajadores no sindicalizados se rigen porlas disposicionesdel CédigoSus- tantivo del Trabajo, pero solamente son aplicables a quienes los hayan suscrito o adhieran posteriormente aellos. El estudio de las disposiciones laborales pertinentes que regulan estos asuntos permite a la Corte de- ducir las siguientes consecuencias: * Lospactosylasconvencionesson mecanismos para la negociacién co- lectiva, destinadas a dar solucén a Jos conflictos colectivos de trabajo y a precaver que éstos desemboquen enla huelga. ¢ La diferencia entre los pactos y lasconvencionesestribaen queaqué- los se celebran entre los patronos y los trabajadores no sindicalizados, mientras queéstas senegocianentre uno 0 varios patronos 0 asociacio- nes patronales, por una parte, y uno © varios sindicatos, por la otra. * El patrono goza de libertad para celebrar con los trabajadores no sin- dicalizados pactos colectivos, que pueden coexistir con convenciones colectivas de trabajo. No obstante, esta regla general tiene suexcepcién en el art. 70 de la ley 50 de 1990 Revista de derecho, Universidad del Norte, 7:53-65, 1997 39 cuando dice que «cuando el sindicato 0 sindicatos agrupen més de la tercera parte de los trabajadores de una empre- sa, ésta no podra suscribir pactos colec- tivos o prorrogar los que tenga vigen- tes», Osea que.cuando en una empre- sa el sindicato agrupe a més de la tercera parte de los trabajadores, la convencién colectivase debe aplicar a todos los trabajadores de ella. Asi se reconoce la ley de las mayorias, y se evita que el patrono pueda, a través de la celebracién de pactos colectivos con la minoria de los tra- bajadores, crear condiciones de tra- bajo més favorables que contribu- yan a desestimular la afiliacién al sindicato y lo conviertan en minori- tario. Loanteriorse complementaenla obligacién constitucional de los em- pleadores,en cuanto debenrespetar los derechos ajenos, a no abusar de los derechos propios, obrar confor- me al principio de solidaridad so- cial, defender los derechos huma- nos y proceder al logro y manteni- mientode la paz, lo cual se logra con el establecimiento de relaciones la- boralesjustas en todo sentidoy enel reconocimeinto y respeto de los de- rechos fundamentales de los traba- jadores y de las organizaciones sin- dicales. La libertad de los empleadores de celebrar pactos colectivos cuan- do vayan a coexistir con convencio- nes colectivas se encuentra limitada por el conjunto de derechos, valores y principios que reconoce la Consti- tucion. Seafectael derechoa laigualdad cuando el pacto colectivo contiene cléusulas que crean condiciones de trabajo para los trabajadores no sindicalizados diferentes a las pre- vistas para los sindicalizados, y las circuntancias facticas no justifican la diferencia. Se viola el derecho de asociacién sindical porque las aludidas dife- rencias en las condiciones de trabajo estimulan la desercién de los miem- bros del sindicato. La discriminacién que se hace entre trabajadores sindicalizados y nosindicalizadosconstituye una fra-~ gante violacién de los derechos fun- damentales a la igualdad y a la aso- ciaci6n sindical. 4, Sentencia La Corte Constitucional consideré. que en el presente caso habia viola- cién al principio de la igualdad, de asociacién sindical y a la negocia- cién colectiva, por lo tanto resolvié: * Ordenar a la empresa otorgarles yasegurarlesalos trabajadoressindi- calizadoslasmismas condiciones la- borales, especialmente las econémi- cas, que se dispensarona los trabaja- dores que celebraron el pacto colec- tivo. Esto implicaba que se debia pagar la bonificacién establecida en 60 Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 el pacto y los aumentos de salario. * Ordenar a la empresa que en lo sucesivo, al celebrar pactos y con- venciones colectivas, se abstenga de crear oestablecer condiciones de tra- bajo diferentes para los trabajado- res no sindicalizados y sindicaliza- dos, con violacién de los aludidos derechos fundamentales. Comolos trabajadoreshabiande- mandado ante los jueces laborales estos reconocimientos, procesos que terminaron con sentencias favora- bles en algunos casos y desfavora- blesen otros, laCorte consideré que, asujuicio, las decisiones contenidas en dichas sentencias no constituia obstaculo para que el juez constitu- cional decretara el amparo solicita- do, por las siguientes razones: - Lo que se dabatié ante los jueces laborales fueron conflictos que se originaronen la ley ynoen la Cons- titucién, por lo tanto el asunto pre- ica cosa juzgada respectoa las nor- males LEGALES pero noalas cons- titucionales - La cosa juzgada que ampara di- chas decisiones, OBVIAMENTE no limita o inhibe el pronunciamiento del juez de tutela, quecorrespondea ja jurisdiccién constitucional, es de- cir, a la Corte Constitucional. Por io tanto, aljuez de tutela nolo obliga la cosa juzgada que emerge dela solu- cién de una controversia por la jus- ticia ordinaria laboral, en la cual tan- to la pretension como ia decision han tenido fundamento o causa en normas de rango legal. La anterior decisién tuvo cuatro salvamentos de voto. 5, Andilisis jurtdico La anterior sentencia merece los si- guientes comentarios: a. Aplicacién de pactos colectivos a terceros: Laley permite queen una misma empresa puedan celebrarse valida mente convenciones colectivas, las cuales regirén los contratos de tra~ bajo de los trabajadores sindicaliza- dos o que se adhieran a dichas con- venciones, y pactos colectivos, los cuales regirdn los contratos de tra- bajo de los trabajadores que suscri- ban dichos pactos o adhieran poste- riormente a ellos. Elarticulo69 dela Ley 50de1990, el cual subrog6 el art.481 de CST, establece: Pactos Colectivos, Celebracién yefectos. Los pactos entre empleadores x trabajadores no sindicalizados se ri- gen por las disposiciones establecidas en los titulos II y IH, capitulo I, parte segunda del Cédigo Sustantivo del Tra- bajo, pero solamente son aplicables a quienes los hayan suscrito 0 adhieran posteriormente a ellos. Las normas de la negociacién co- lectivaen Colombia siemprehan dis- Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 6L puesto que los pactos colectivos se apliquen SOLAMENTE a quienes os hubieren suscrito; la convenci6n colectiva se aplicaré a todos los tra- bajadores de la empresa, cuando el sindicato agrupe a mas dela tercera parte de los trabajadores de ella. El conflicto colectivo que surge con la presentacién del pliego de peticiones que busque la firma de un pacto 0 una convencién es una tipica negociacién en la que cada parte cede o reafirma sus pretensio- nes con el fin de lograr un acuerdo satisfactorio para ambos. La ley es- tablece las reglas del juego para lo- grar dichos resultados. Puede presentarse el caso de que Jos trabajadores sindicalizados pue- dan recibir un aumento salarial ma- yor que el de los trabajadores no sindicalizados, o bonos por la firma del convenio, pero es posible que en otros aspectos reciban un beneficio menor, como, por ejemplo, en pri- mas extralegales, para poner sdlo algunos ejemplos, sin que esto im- plique en el fondo violacién alguna al derecho a la igualdad. Pensar en elloes uncriterio facilista que desco- noce los criterios de negociacién que libremente acogen las partes. En este caso, la Corte resolvié aplicar los beneficios de un pacto colectivo a unos trabajadores sindi- calizados y que tenfan una conven- cién colectiva de trabajo, por lo que los trabajadores recibirén los benefi- cios de los dos convenios colectivos diferentes (pacto y convencién), lo cualnoes dela esencia delanegocia- cién colectiva, y de esta forma dero- g6,paraestecaso,a través dela tutela, el articulo 481 de CST, lo cual cons- titucionalmente no es procedente. b. Procedencia de laaccién de tutela en contra de sentencias: La accién de tutela inicialmente procedia en contra de sentencias, si era iniciada dentro de los sesenta dias de proferida la decisién, pero esanormafuedeclaradainexequible. Sin embargo, en este caso la Cor- te, con argumentos sin soporte le- gal, ya pesar de que el mismo asun- to habia sido debatido ante el juez competente, recibiendo sentencias de fondo, algunas favorables, otras desfavorables, resolvié conocer el asunto y dejar sin efectos las senten- cias desfavorables, y ordenarlaapli- cacién de clausulas de un pacto co- lectivoatrabajadoressindicalizados beneficiarios de una convencién co- lectiva. Como dijo uno de los magistra- dos que se aparté de la decision mayoritaria: «Inexcusable error!» Hay otrostemasinteresantes para analizar en esta sentencia, tales como: © (Por qué procedié esta accién si la tutela sélo procede ante la ausen- cia de otros medios de defensa, sien este caso no sélo era claro la existen- 6 Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 cia del otro medio, sino que éste fue utilizado (proceso ordinario labo- ral) recibiendo las decisiones res- pectivas? * ¢Bs posible la derogatoria de le yes a través de la accién de tutela? © (iene el juez de tutela la facul- tad en el ejercicio de esta accion? © Es posible la procedencia de la accién de tutela para exigir todo lo que directa o indirectamentese rela- cione-con un contrato de trabajo? * ;Cudles son las implicaciones acerca de las consideraciones que hace la Corte Constitucional sobre la falta de idoneidad y eficacia de las acciones laborales ordinarias como miecanismo alternativo de defensa judicial? © (Esposiblelasustitucién deljuez ordinario laboral porel juez de tute- Ja para conocer de los asuntos labo- rales? © @Es procedente la accién de tute- la,aunsin la existencia de un perjui- cio irremediable? © jEsposiblelaaplicaciéndel prin- cipio «a trabajo igual, salario igual» sin tener los elementos probatorios que exige la ley (eficiencia, cantidad y calidad del trabajo) para que pro- ceda esta accién? Tl. CONCLUSIONES Del anilisis de las anteriores deci- siones, las cuales, de aguna manera, recogen el pensamiento de la Corte Constitucional sobre este asunto, se pueden resaltar las siguientes: 1. Con el pretexto de conjurar la violacién de algunos derechos fun- damentos a través de la accién de tutela se vienen tramitando asuntos reservados a los jueces ordinarios, varidndose algunas veces la inter- pretacién que los altos tribunales ordinarios han venidodandoaestos asuntos, lo cual crea incertidumbre y confusién entre los asociados. 2. Se estan resolviendo a través de laacciénde tutelaasuntossinexistir soporte normativo, odesconociendo: tales soportes. 3. No hay claridad respecto a qué accién adelantar cuando se trata de una violacién al principio legal de «a trabajo igual, salario igual», o el principio constitucional a la igual- dad, y por lo tantose presenta incer- tidumbre en lo referente a quién se- ria el juez competente, si el ordina- rio oel de tutela. Tampoco hay clari- dad sobre quién en tiene la carga de la prueba en estos casos. 4, Envez de aclararse estos t6picos, hay confusion respectoa la negocia~ cién colectiva, los efectos de un pac- to colectivo y las responsabilidades del Ministerio de Trabajo en el tra- mite de los asuntos colectivos. Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 63 5. Laleyhaestablecido las reglasde la negociacién colectiva. Cambiar las reglas sin cambiar las disposicio- nes legales, o desconocerlas, con el pretexto de violaciones anormas de rangos constitucionales, en vez de crear confianza entre los asociados crea desconfianza e incertidumbre, noséloentrelas partesinvolucradas en un conflicto colectivo, sino entre los funcionarios que deben partici- paren él. 6. A través de la acci6n de tutela se estén trasladandoalosempleadores las consecuencias de una deficiente reglamentacisn de la legislacién co- lectiva laboral y de la devaluacién de la moneda colombiana. 7. ParalaCorte, es aprovechamien- to indebido del empleador el ajus- tarse ala normatividad vigente y el someterse a las decisiones de las autoridades competentes. 8. El revivir procesos legalmente terminados rife con el principio de cosa juzgada, con la seguridad que los asociados deben tener en su juzgadores, y con decisiones de la propia Corte Constitucional que de- claré inexequible la norma que per- mitfa la tutela contra sentencias. 9. La accién de tutela se esta utili- zando para lograr el reconocimien- to de un derecho cuando éste no se ha logrado utilizando los mecanis- mos ordinarios. 10. Se ha descalificado la idoneidad de los jueces ordinarios laborales al resolver los asuntos sometidos por ley a su decisin y se ha ordenado desconocer lo resuelto, con cardcter de cosa juzgada, por dichos funcio- narios. ‘11. Los asuntos resueltos por la Cor- te Constitucional deben ser analiza- dos cuidadosamente por los jueces de tutela, porque, aun cuando los casosson aparentementeiguales, ge- neralmente tienen ingredientes que podrian hacerlos diferentes, y porlo tanto la decisién también podria ser diferente. Lo anterior invita a que reflexio- nemos sobre el desarrollo juris- prudencial que ha tenido la accién de tutela en todos los campos, espe- cialmente en el derecho colectivo laboral. Es cierto que la Constitu- ciénde 1991 podriaimplicar uncam- bio de ideologia juridica, 0 lo que algunos llaman el nuevo derecho, pero no debemos olvidar que los asociados esperan, por encima de todo, tener certeza sobre la seguri- dad juridica de la cual deben gozar las actuaciones judiciales. Que si el legislador quiere establecer un re- ajusteautométicoanualparalossala- rios, que lo haga; que si se desea que los pactos colectivos tambiénse apli- quena trabajadores sindicalizados, que también lo haga, pero lo que pedimos, como el més humilde de los colombianos, es quese apliquela normatividad juridica existente, se respeten las decisiones de los jueces laborales, y las actuaciones de los Cn Revista de derecho, Universidad del Norte, 7: 53-65, 1997 funcionarios administrativos labo- rales. Esperamos que las sentencias proferidas hasta ahora sean el nor- mal decantamiento que existe cuan- dose produce uncambioconstitucio- nal, pero que dichas sentencias tam- bién sirvan de base para que las nuevas decisiones se produzcan en forma equitativa, reconociendo el derechocuandojuridicamentese tie- ne; quenose haga cuandolanorma- tividad no lo contempla; que se de- finan plenamente las competencias para atender estos asuntos. Todo lo anterior es, en parte, responsabili- dad de todos, y tal vez s6loas{logra- remos el adecuado equilibrio que debe existir entre el capital y el tra- bajo. Revista de derecho, Universidad del Norte, 7:53-65, 1997 6 Copyright of Revista de Derecho is the property of Fundacion Universidad del Norte and its content may not be copied or emailed to multiple sites or posted to a listserv without the copyright holder's express written permission. However, users may print, download, or email articles for individual use.

You might also like