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1 We SS re _ Una perspectiva -fedrica metodolégica de [a intervencion en Trabajo Social Ey Margarita-Rozas-Pagaza COLECCION CIENCIAS SOCIALES i NOVEDADES + Por qué lo privado no se hace piiblico? Investigaci6n participativa Margarita Rozas Pagaza Mujeres de sectores populares urbanos , Desde un enfoque de género CEDYEP - Vs. Autores * Promocién Social Comunitaria Alberto Diéguez y equipo de investigacién * Manual Tedrico Practico de Investigacién Social Gloria E. Mendicoa (compiladora) . Nifos y adolescentes de dereet UNA PERSPECTIVA acia la reconstruccién de derechos A , Norberto ‘Alayon ° TEORICA- METODOLOGICA ¢ Gerencia Social y Trabajo Social I TERVENCION Etkin - Robirosa y otros EN TRABAJO SOCIAL Métodos de Trabajo Social Ezequiel Ander Egg ° La Planificacién de las Politicas Sociales Gloria E. Mendicoa © Flexibilizacién Laboral - Crisis del sindicalismo Arturo Fernandez + Integracién o Desintegracién Social en el Mundo de Siglo XXI Raquel Castronovo (Coord.) EspacrO ° Mediacién y Trabajo Social EDITORIAL Antonio De Tommaso Buenos Aires ¢ Integracion del Servicio Social y el Enfoque Sistémico Relacional Ménica Chadi EspaciO EDITORIAL editora- distribuidora importadora- exportadora Bolivar 547- 3° P.- of. 1- 1066 Buenos Aires. Tel: 331-1945 Diseno de tapa: Silvina de Vela Correccién : L. Farjat FE. Liuesma Diagramacién: PeHo Coordinacién y Produccién: Osvaldo Dubini La reproduccién total 0 parcial de este libro, en cualquiera forma que sea, idéntica 0 modificada, escrita a maquina, por el sistema “multigraph”, mimeégrafo, impreso por fotocopia, fotoduplicacién, etc., no autorizada por los. editores, viola derechos reservados. Cualquier utilizacién debe ser previamen- te solicitada. 1° edicidn, 1998 . Impreso en la Argentina - Printed in Argentina Queda hecho el depdsito que previene Ja ley 11,723 © 1998 Espacio Editorial ISBN: 956-802-078-4 AGRADECIMIENTO; En estas lineas quiero dejar mi mas profundo agradecimiento a aque- Ilas personas que. desde diferentes lugares y situaciones, me han hecho Hegar su apoyo para seguir profundizando esta tematica de suma importancia para la profesion. Sin desmerecer ninguna de esas opiniones, me gustaria nombrar, fun- damentalmente. a los alumnos y a mis compafieros docentes de la catedra de Trabajo Social I] de la Escuela Superior de Trabajo Social de La Plata, quienes, con sus dudas e inquietudes, me enfrentaron al desafio de avanzar en la com- prensién de fa intervencidn profesional. Del mismo modo, no puedo dejar de mencionar, y lo hago con gran iccién, a los que fueron mis compafieros docentes de la Catedra de Traba- al V de la Universidad Nacional de Rosario, lugar en la que sc inicia esta satis jo investigacion. La riqueza de sus preocupaciones, la angustia generada por el requerimiento cada vez mas exigente de los alumnos que cursaban el tiltimo aio de la profesion y los interrogantes planteados, tanto en la cétedra como en la carrera, nos posibilité llegar a la primera publicacion. La misma aporté al orden y la profundizacién de! desarrollo de los contenidos de la asigivatura y las prac- Uicas pre- profesionates de los alumnos de Sto. afio. Rosario significé también la constitucién de un equipo de investigacién, el primero en Trabajo Social en dicha Unidad Academica, antes de que se creara e| Programa de Incentivos, que alin continita avanzando sobre problematicas relacionadas a esclarecer el carac- ter de la intervencidn. Asimismo quiero recordar a los docentes de la Pacultad de Trabajo Social de Entre Rios, Parana (de! cual también fui docente) especialmente a Maria del Carmen Ludi que me motivé con sus observaciones respecto a los contenidos del primer libro. y sugirié ta necesidad de una segunda publicacion incorporando otros avances. Finalmente, no por menos importante, quiero agradecer a mis hijos Méniea y Gonzalo por su catiiio y comprensin y a Arturo, mi compatiero de siempre, por ayudarme a comprender la realidad argentina PRESENTACION Loscontenidos que presentamos en este libro titulado: «Una perspectiva te6rica- metodoldgica de la Intervencién en Trabajo Social», es el producto de la investigacién que vengo realizando sobre la temdtica, alguno de cuyos resul- tados se incorporan y enriquecen la anterior publicacién denominada «La inter- vencién en trabajo Social: una propuesta metodologica» La poca bibliografia existente sobre este tema hizo que la anterior publi- cacion, a pesar de su circulacién restringida, sea requerida por el colectivo pro- fesional. Les reiterados pedidos de ampliarla han creado en mi la necesidad de asumir moral y efectivamente dicha responsabilidad. La consecuencia es este segundo libro. Los contenidos estén orientados a brindar una perspectiva que aporte a recrear la relacién teoria- practica en el ambito de la formacién y ejercicio pro- fesional. La hipotesis de la que partimos y la que orientaré cl desarrollo de los contenidos se refiere a la necesidad de reconstruir historicamente €l «campo problematico» en la intervencién profesional, resignificando los conceptos cla- ves que guian la direccionalidad de dicha intervencién. Conceptos, metodolo- gia y realidad, son elementos constitutivos del accionar profesional, pero ellos, a su vez, se expresan de manera dilematica y contradictoria en el trabajo social Esta reconstruccién de ninguna manera tiene un carécter evolutivo, por el contrario, trata de analizar con la mirada del presente la naturaleza de la intervencin. Ello se desarroliara, en un primer momento, sobre la reflexion de algunas categorias de analisis que reiteradamente son usadas en el lenguaje pro- fesional con ciertos niveles de imprecision y que han deformado la compren- sin de los objetivos y el campo de intervencion de la disciplina. Estas categorias de analisis han cambiado en su concepcidn en la medi- da que han tenido influencia de las ciencias sociales y del contexto social en el cual cl Trabajo Social desarrolla su actividad profesional. Sin embargo, no he- mos encontrado una sistematizacion de estos cambios, por lo que suponemos que se han hecho casi intuitivamente y basados en el voluntarismo y pragmatismo que caracteriza a la disciplina. Nuestra preocupacién, por lo tanto, esta centrada en la posibilidad de dar cuenta de como estas concepciones han influido en la disciplina, ademas de aportar a la precision de conceptos como bienestar social. necesidades sociz les, vida cotidiana, saber cotidiano, cuestidn social utilizadas en el lenguaje profesional En un segundo momento, se desarrollaré un analisis sobre el proceso metodoldégico a partir de la concepcién de “campo problemnatico” de la inter- vencion, con la finalidad de aproximarnos a una respuesta, desde una lectura epistemologica del sobre qué, el para qué, cl emo. y con quién, se desarrolla el ejercicio profesional. El espacio de la catedra de Trabajo Social I] que actualmente tengo a mi cargo, asi como el equipo de investigacién que dirijo sobre la tematica, consti- tuye, en esa perspectiva, un espacio de investigacién cuyo producto permite tener un efecto multiplicador para repensar el émbito de las practicas pre- pro- fesionales de los alumnos en formacion. Nuestro interés por la elaboracién de este texto es brindar las reflexiones realizadas durante varios aftos de trabajo en esta direccién. Sin duda, no son propuestas de caracter cerrado ni pueden ser consideradas de manera dogmati- ca ensu aplicacion, lo que implica que deben ser permanentemente retrabajadas y profundizadas en las instancias académicas a las cuales |leguen. CAPITULO I BIF. TAR SOCIAL EN EL CONTEXTO DE LA MODERNIDAD 1. BIENESTAR SOCIAL Elandlisis del concepto de bienestar social desde ¢l pensamiento li- beral y neoliberal nos remite a entenderla como un concepto que esta intima- mente vinculado al trabajo social, inclusive desde antes que este se institucionalizara como disciptina, en tanto dicho concepto se constituyé en el eje orientador y naturalizado de la practica profesional. Elhilo de este andlisis est4 centrado en dar cuenta sobre esta relacién. en tanto ella, ha tenido una influencia determinante en la estructuracién de los fines de la profesion. Al indagar esta relacin, partimos de la explicacion del momento his- térico en que la disciplina toma al bienestar social como uno de sus objetivos. En los inicios, este concepto es asumido por el Trabajo Social desde una pers- pectiva valorativa que llevaa pensar las acciones del mismo como servicios que deben ser funcionales a la aparicién de una sociedad moderna, sin embargo, dicha funcionalidad, desde el ejercicio profesional, tuyo manifestaciones con- servadoras y que se pueden denominar «antimodernas» En la formacién académica y fa practica profesional el esfuerzo esté centrado en hacer efectivos los objetivos relacionados con el bienestar social, desde una concepcidn liberal, a través de los niveles de intervencion individual, grupal y comunitaria; sin interpelar el cardeter tedrico e ideolégico de dicho concepto, por lo tanto, se lo asume como un concepto que sustenta la interven- cién profesional en esa direccidn. Su influencia se da justamente en el contexto de constitucién de la ac- cién social del Estado, como parte de sus funciones y como una forma de enfrentar las disfunciones generadas por el proceso de industrializacion y urba- nizacién en el contexto de instauracién del sistema capitalista. FE] concepto de estar social esta vinculado a la idea de progreso social. en el sentido de que la modernidad convertida en el proyecto capitalista es la instauracion de una 9 Bicnestar social en ef contesto dle tu modernidad sociedad capaz de satisfacer las necesidades materiales y espirituales. Es fundamental analizar con cierto detenimiento el proyecto de la mo demidad para poder comprender la dimensién ideoldgica e instrumental de este concepto de bienestar social. 2. LA MODERNIDAD COMO PROYECTO SOCIOCULTURAL Segiin Habermas el término moderno tiene una larga historia, «La pa- jabra moderno en su forma latina «modernus» se empled por primera vez a finales del siglo V para distinguir el presente que se habia convertido oficial momte en cristiano, del pasado romano y pagano, Con contenido variable et término moderno expresa una y otra vez la conciencia de una época que se pone en relacién con el pasado de la antigitedad para verse a si misma como el resultado de la transicion de lo viejo alo nuevof...]. El proyecto de la moder- nidad formulado en el siglo XVII por los filésofos de ta ilustracién consistia en sus esfuerzos por desarrollar la ciencia objetiva, la moralidad, la ley wni- versal y ef arte auténomo de acuerdo asu logica interna, Al mismo tiempo este proyecto pretendia liberar los potenciales cognitivos de cada uno de estos do minios pare emanciparlos de sus formas esotéricas Los fildsofos de la flustra- cién quisieron utilizar esta acumulacion de cultura especialicada para el enri- quecimiento de la vida cotidianay' En esta perspectiva la Ilustracién considera que ef mundo ha estado oculto por la mitologia y sujeto a Ia irracionalidad, por lo tanto, el sulrimiento. la ignorancia y la injusticia podran superarse gracias a la desmistificacion de! mismo. Este proceso se puede realizar por el triunfo de la razén, cuya expre- sion ideoldgica es el positivismo que afirma su utilidad en la construccion de 1a racionalidad instrumental, por ello, la razén se convierte en un instrumento efi- caz al servicio del orden existente para garantizar el progreso indefinido y, des- de nego. el bienestar de la sociedad. La ideologia que afirma’esta concepcion impregna todos los ambitos de la vida intelectual y como dice Adomo: «EI Positivismo deviene tdeologia al eliminar la categoria objetiva de esencia, y entonces consecueniemente ef compromiso por to esencial» ~ net ° (Escucla de Frankfurt) establece la distincién en- 1, El Huminismo viene de Gre- Para Rov tre los conceptos de Hlustracién y Humina cia, esta referido al Siglo de las Luces que se genera en los siglos XVI y XVIEL La Hustracion es considerada como un tipico proyecto moderno, es decir, un proyecto ideo- cultural del modernismo y ¢s trans- histérico. Se- 10 Bienestar social en el contexte de ta modernidad gin Horkheimer y Adorno «la Ilustracién, en el mas amplio sentido del pensamiento, es continuo progreso y ha perseguido desde siempre cl obje- tivo de liberar a los hombres del miedo y construirlos en senores, Pretendia disolver los mitos y derrocar la imaginacién mediante la ciencia» Para Paulo Netto, el proyecto transhistérico de la Hustracién con: en la autonomia del hombre, entendida como libertad, no-sugestién. Dicha au- tonomia se obtiene sobre la base de] conocimiento porque la condicion del hom- bre es ser auténomo y fecundo como instrumento del conocimiento. Seguin este Proyecto, el hombre controla la naturaleza de acuerdo con sus deseos y necesi- dades, el hombre «sujetay a la naturaleza, domina a la naturaleza porque se supone que todos deben tener pan y leche, pero para eso deben conocer la natu- raleza y no sdlo conocerla, sino, también, dominarla. Por otro lado, no basta el control de la naturaleza por el hombre. es necesario, también, regular la socie- dad. Ello quiere decir que los hombres deben controlar las instituciones y ha- cerlas funcionales a este proyecto. fa Como caracteristicas de la modernidad se pueden considerar: 1, Valorizacion de la ciencia en tanto conocimiento de fa naturaleza que consiste en el conocimiento de su estructura y sus leyes. No hay valoriza- cién de la ciencia como contemplacién, sino valorizacién de la técnica para cambiar materialmente la naturaleza. Ello sustentado en Ia filosofia experimen- tal. que ha contribuido a este modo de pensar sobre el caracter de Ja ciencia y su utilidad instrumental, Como dice Hokheimer y Adomo, «la unién feliz que tiene en mente entre el entendimiento humano y la naturaleza de las cosas es patriar- cal. El intelecto que vence a la supersticién debe dominar sobre la naturaleza desencantada, El saber, que es poder, no conoce limites ni en la esclavizacién de las criaturas, ni en la condescendencia para con los seftores del mundo. La técnica es la esencia de tal saber» (ob.cit. pagina 60). La valorizacién de la ciencia y la técnica implica desacralizar el mun- do, disolver el mito y convertir la naturaleza en mera objetividad. En definitiva, es sustituir el oscurantismo de una época cuya unidad estaba dada por lo divino. En esta perspectiva la educacién se hace importante, asimismo la laicizacién La familia pasa a ser un contrato juridico, se estructura una racionalizacion de las instituciones. La organizacion de la sociedad y el dominio de la naturaleza se hace interventivo, no hay privilegios naturales, todo los hombres son iguales ante la ley y se genera un control piblico de las instituciones soci perspectiva, la idea bienestar social) tiene un lugar y, por lo tanto, aporta como les, En esta Bienestar social en el context de la modernidad fin a alcanzar, un camino sefizlado y lo Unico que se debe hacer es recorrerlo. 2. Eneste proceso no hay s6lo una dimensién manipuladora e instr mental existe, también, una dimensidn emancipadora del hombre que en el pro- grama moderno, se puede explicitar de esta manera: a partir de la racionalizacion de la naturaleza los hombres obtendrian una racionalizacion de la relacion so- cial, Es decir, que la racionalizacién de la naturaleza junto a fa racionalizacién social se optimizarian a través de la razon y se garanuz rfa, de esta forma, la felicidad de los hombres. Este proyecto, de caracter emancipatorio, encuentra sus limites cuando se encarna en la constitucién del sistema capitalista. Al respecto, Weber dice progresivo e irreversible de racionalizacion ja progre- que: «la modernidad es un proces de todas las esferas de la vida social, proceso que comporta, ala vez. siva funcionalizacién e intrumentalizacién de 1a razén, con la consiguiente pér- dida de sentido y libertad» (citado por José Sanchez en la Introduccion de ia Dialéctica de la Hustracién, pagina 23). Si bien el diagnéstico de Weber es compartido, cabe anotar que su pesimismo y su conformidad lleva también a una aceptacion de este proceso de racionalizacién e instrumentalizacion de la razon como hechos definitivamente dados. Para Horkheimer y Adomo «dla Hlustracion se autodestruye porque en su origen se configura como tal bajo el signo de dominio sobre la naturaleza, y porque éste establece el dominio sobre la naturaleza, sigue, como fa Hustracion misma, una Logica implacable que termina volviéndose contra el sujeto domi- nante, reduciendo su propia naturaleza interior, y, finalmente, su mismo yo a un mero sustrato de dominio. El proceso de su emancipacién frente a la naturaleza externa se revela, de ese modo, al mismo tiempo como proceso de sometimien- to de la propia naturaleza interna y, finalmente, como proceso de regresion ala servidumbre. £1 dominio del hombre sobre la naturaleza leva consigo, parado- jicamente, el dominio de la naturaleza sobre los hombres» (cb. cit. pagina 30). Es sugerente por otro lado, el analisis que realiza Boaventura de Sousa Santos en su libro «Pelamdo de Alice: lo social y to politico en la pos-moderni- daddy vespecto a la modernidad y pos modernidad en los paises capitalistas cen- trales. Si bien sus reflexiones estan hechas con relacion a estos paises centrales. muchas de ellas son igualmente validas para nuestros paises a pesar del retraso existente en cuanto al grado desarrollo industrial La tesis principal de esta autora esta en la comprension de la moderni- dad como un paradigma cultural que se constituy6 antes de que el modo de produccion capitalista se tornara dominante y se extinguid antes de que éste dejera de ser dominante. «Este proceso de extincién es compleja porque en Bienestar social en ef contexto de ta modernidad parte es un proceso de superacién y en parte de obsolescencia. Es superacién porque la modernidad cumplio alguna de sus promes pagina 76-77). Se refiere a la obsolescencia en la medida en que la modernidad, como proyecto cultural, esta incapacitada para cumplir algunas de sus promesa as en exceson. (ob, cit. al mismo tiempo, el exceso de cumplimiento en otras la hace responsable de la situacién presente. La situacién aparece como crisis, pero de manera profunda se puede considerar que se esta en un proceso de transicién poco visible. A este proceso de transicién la autora lo denomina pos- modernidad. importante analizar cudles han sido esas promesas no cumplidas en el paradigma de la modernidad y cuales han sido cumplidas en demasia. En principio la autora considera que sdélo a partir de la emergencia del proyecto de la modernidad, desde siglo XVI hasta fines del siglo XVIII, se puede observar el cumplimiento de su propuesta histérica, dado que en ese momento surge el capitalismo como modo de produccion en los paises de Europa que integran la gran onda de industrializacién. Se entiende como capitalism no s6lo, el siste- ma mereantil generalizado, sino fundamentalmente las relaciones de produc- ci6n que se instauran entre el capital y el trabajo, siendo ellas las que determi- nan la emergencia y la generalizacién de un sistema de mercantilizacién. Este proceso dura desde el siglo XVIII al XIX y, por lo tanto, después de que la modernidad se constituy6 como proyecto sociocultural. A partir de este mo- mento el trayecto historico de la modernidad esta ligade al desarrollo del capi- talismo de los paises centrales. La riqueza del proyecto de modernidad esta susientada en un principio de regulacién y en un principio de emancipacién, Adorno, Horckheimer, Weber y otros, han considerado que hay un exceso en el preceso de regulacién en la matriz del proyecto de la modernidad y, por el resultado, podemos decir que es uno de los pilares de constitucién y wnico resultado posible de este proyecto. Este es uno de los excesos mas importantes que se sustancia con Ja constitucion del capitalismo. Por otro lado, otra de las caracteristicas de la matriz de la mo- demidad es el equilibrio entre la regulacin y la emancipacién como pilares sobre las cuales se sustenta la sociedad pre- moderna’. Segiin la autora, el pilar de la regulacion esta sustentado por tres principios, el principio del Estado ana- lizado por Hobbes, el principio del mercado sustentado fundamentalmente por Loke y, el principio de la comunidad desarrollado por Rousseau. En cambio, el pilar de la emancipacion esta articulado por tres dimensiones de racionalizacién y secularizacién de la vida colectiva: la racionalidad moral practica basada en el derecho moderno; la racionalidad cognitivo experimental de la ciencia y la 2B Bienestar social en ef contexio de la modernidad sy la literatura técnica moderna y la racionalidad estelico-expresiva de las art moderna. El equilibrio obtenido entre regulacion y emancipacién se obticne, segiin la autora, por el desenvolvimiento armonioso de cada uno de los dos pilares y de las relaciones dinamicas entre ellas. Este equilibrio, planteado como aspiracién, fija una maxima positivista de «orden y progreso» que no ha sido conseguida. Por otro lado, como ya analizamos lo que dijo la autora, «a medida que la trayectoria de la modernidad se identificaba con la trayectoria del capi- talismo. ef pilar de la regulacion se vio fortalecerse a cuesta del pilar de ta emuancipacin, en un proceso histérico no lineal y céntradictorio con oscila- ciones recurrentes entre uno y otro, en los mds diversos campos de ta vida colectiva y sus diferentes formas: entre cientificismo y wopismo, entre libera- lismo y marxismo, entre modernismo y vanguardia, entre reformay revoluctén, entre corporativismo y lucha de clases, entre capitalismo y socialismo, entre Jascismo y democracia participativa, entre doctrina social de la Iglesia y teolo- ‘¢ia de la liberaciém» (ob. cit, pagina 236). Los desequilibrios entre los pilares de la regulacidn y la emancipacién han tenido como consecuencia el exceso de la regulacién en la cual se hegemoniza el mercado, hipertrofiando su relacién con el mismo, en el lado de la emancipacion se des rrolla la hegemonia de la racionalidad cognitiva, instrumental de la ciencia y la técnica, en detrimento de las otras racionalidades ( moral- practica y estético- expresiva.) Los desequilibrios generados entre ambos pilares, asi como las relacio- nes contradictorias y conflictivas entre sus diversas dimensiones han complejizado lo que viene a ser la «cuestion social». Por cllo sustentamos que larelacién entre. capital y trabajo como génesis de la situacion social, debe ser analizada en el desenvolvimiento de estos desequilibrios que han traido conse- cuencias muy significativas en las transformaciones del mundo de! trabajo, asi como sus implicancias en las condiciones de vida de amplios sectores exclut dos. Este escenario social, sin salida en lo inmediato, ha instalado la exclusion como hecho social de caracter estructural. 7 ‘ambién, ha afectado la posibilidad de constitucién de ciudadanos con derechos, generando un retroceso, por cier- to, peligroso para el deserrollo de la democracia, Sustentamos. ademas, nuestra perspectiva de anali la autora considera como desequilibrio en el pilar de la regulacion que «consis globulmente en el desenvolvimiento hipertrofiado del principio del mercado en detrimento del principto del Estado y de ambos en detrimento del principio de la comunidad, se trata de un proceso historico. Este proceso se puede observar segiin la autora en wn momento en que el capitalismo avanzado incluye una fese inicial de hipertrofta total del mercado, en el periodo del capitalismo libe- is, tomando lo que e Rienestar social en el contexte de la modernidad ral, una segunda fase, de mavor equilibrio entre el principio del Estado y el principio del mercado sobre la presién del principio de comunidad, el perto- do del capitatismo organizado en sit forma politica propia, et Estado Providen- cia, y por tittimo una fase de re-hegemoniz colon L cién del principio del mercado y de cién, por parte de este el principio del Estado y del principio de comu- nidad» (ob. cit. pagina 237) ; En esle marco de constitucién de la Ilustracidn, el bienestar esta ligado ala idea de la superacion del sufrimiento y auto conciencia mitolégica. Bienes- tar es la busqueda de la justicia y del progreso bajo el wriun‘o de la razon. En este sentido el Trabajo Social asume el concepto de bienestar so- cial como una aspiracién profesional que aporta a la busqueda de soluciones de los problemas que dificultan el desarrollo de los individuos y grupos. La Ilustracién posibilita también la emergencia de ia burguesia como. clase; por primera vez hay una autoconciencia de su poder y la posibilidad de parteiparen la sociedad politica, particularmente en la administracion del esta do Después de la Revolucién Francesa, en 1789, que se plasma como el modelo de las Revoluciones Burguesas cn el s iglo XIX, se construye un marco Juridico que organiza la economia y el poder politico y, dentro de ellos la afir- macién del bienestar secial como parte del reconocimiento del derecho de los ciudadanos, En este contexto, el estado liberal, se constituye en el soporte wn s importante del capitalismo que legitima un orden y una clase social: la burgue- sia - El liberalismo de enatonces sustenta sus principios afirmando la razon como superacion de las sociedades pre-capitalistas, quitandole asi legitimidad a la sociedad feudal de los siglos XV y XVI. + El pensamiento neo-liberal, después de la Crisis de 1930, busca la in- tervencién del Estado como una forma de evitar la multiplicacién de la socie- dad socialisia. Para ello, parte del supuesto de que el capitalismo es la tinica forma de organizacién de la sociedad y de realizacién del bienestar social. Rechaza laexistencia de diferentes sociedades que construyen sus propios nomos e speciticos: Cuando el capitalista asume el proyecto moderno, se desnaturaliza a partir de las contradicciones que generan sus propios procesos, entre ellos el de regulacion y emancipacién. En este contexte, el bienestar social, se particu- lar iza en funcidn de los intereses de una clase, la burguesia. Pero, ademas, se considera que el tinico sistema que garantiza el bienestar social y el estado de libertad, es el sistema capitalista. En esta época, el Trabajo Social estructura una primera forma de organizacion sistematica de la profesién elaborando una Bienestar social en ef comexio de ta moderntdad metodologia de intervencién en la cual, de algtin modo, se asume este supuesto: hay un interés en relacionar bienestar soc ‘ai con progreso individual a través de la explotacién de las potencialidades del individuo. Posterionmente, el pensamiento conservador considera que no existen diversas sociedades ni nomos especificos, sino que hay una realidad empirica de mundos constituidos socialmente que contribuyen al orden social. Este or- den segin Berger «es un orden institucional o de instituciones», en la medida que estas instituciones se integran nominalmente, se legitiman ipsofacto a tal punto de pensar que las acciones institucionales parecen evidentes por si mis- ‘mas aqiienes ia cjecutan’. En esa perspectiva, el bienestar social es parte cons- titutiva de ese orden institucional, en esa realidad empirica. Es consustancial al ‘orden social. Por lo tanto, las concepciones del bienestar social, desarrolladas por el pensamiento liberal y neoliberal no tienen diferencias sustanciales por- que parien de una imica perspectiva que consiste en garantizar la reproduccion del orden social. En esta direccién, el concepto de bienestar social tiene una connota- cién més ideal que real, aunque se debe reconocer que ha habido un desarrollo respecto a las leyes que resguardan los derechos ciudadanos: al menos de mane- ra formal, se han alcanzado niveles de igualdad politica. En consecuencia, el concepto de bienestar social termina siendo for- mal y aperente, por Jo tanto, el Trabajo Social, como disciplina, no lo puede convertir en un objeto de intervencién profesional en los términos planteados por las concepciones del orden social. Dicho orden social lleva una intencionalidad ideolégica que se explicita en un ordenamiento de ins! itucio- nes, como afirmacién de una legitimidad que busca mostrar una factibilidad objetiva. Dentro de esta factibilidad objetiva, ¢! hombre reproduce, en su diario vivir, ese orden social que trasmite de generacion en generacion. Vivir el mundo de esta manera se convierte en una reproduccién natu- ral y practica que, ademas, se vive como legitima. La legitimacién no es un acto tedrico separado de ese orden social, es parte de él y es plausible de ser cuestio- nado. En este sentido Berger explica la legitimidad como un conocimiento socialmente reproducido que sirve para explicar y justificar ese orden social objetivado. Este cita completa las ideas sobre legitimidad y orden social: “La iegitimidad aparece al lado de ta sovializacién y dei control so- cial. La legitimidad hace aceptar ia Sociedad existente como legitina, Se refie- re a larealidad legitimdndola en su especificidad social, en su nomo e 16 Bienestar social en ef coniexto de la modernidad 3. CARACTERISTICAS DEL PENSAMIENTO NEOLIBERAL El pensamiento neoliberal parte de una realidad precaria, restringién- dola a los elementos institucionales. La institucién central de este pensamiento esel mercado como elemento sustantivo que norma por si mismo lo econémico y lo social. Sin embargo, a partir de la crisis de 1930, este pensamiento plantea que la economia de mercado esta en peligro y, a partir de ello, elabora una explicaci6n polarizada: por un lado el caos y por otro el mercado perfecto. El mercado perfecto esta puesto como competencia perfecta, como parte de un progreso infinito: el progreso perfecto como concepto positive limite. Este progreso, en términos generales, es el bienestar social. Donde, el trabajo social, como parte del orden de una sociedad reproduce con la misma raciona- lidad el concepto de bienestar social ligado al progreso y a la satisfaccion de necesidades materiales. La idea de progreso perfecto, basado en la competencia perfecta se contrapone, segiin este ; Pensamiento, al caos total que puede alcanzar el sistema. Plantear la bipolaridad entre progreso y caos son conceptos que trascienden Ia realidad, limitandolos. Es importante vincular la competencia perfecta al concepto de equilibrio. No hay competencia sin equilibrio pero, ademas, segtin este pensa- miento, tiene que ser perfecto. Creemos que, si bien no hay competencia sin equilibrio perfecto, existe como concepto, pero es técnicamente imposible, es sdlo una aproximacién como tendencia y no tiene realizacion. Por otro lado el funcionamiento del mercado esta ligado a los indicadores de equilibrio. Se plantea que el mercado funciona en cuanto esta en equilibrio, . . En esta linea de andlisis la preocupacion politica es mantener ese equi- librio. Esta preocupacién politica parte, ademas, de restringir la realidad a las instituciones: ellas deben reproducirse normalmente, asi como la competencia y el equilibrio se generan naturalmente en las leyes del mercado. ; La satisfaccién de necesidades y el bienestar social no constituyen cri- terios relevantes de la realidad, En el mercado hay factores de produccion que son los productores y los consumidores. Existe equilibrio cuando todos los con- sumidores gastan sus ingresos segtin sus preferencias y cuando los empresarios venden sus productos cubriendo gastos y produciendo genancia. Esto supone que, a priori, existe un conocimiento absoluto del proceso y que el equilibrio no es l6gicamente contradictorio, sino de hecho inalcanzable. La teoria general del equilibrio es incensisiente en tamto se reduce este Bienesiar social en ef contexto de ia modernidad concept« a un problema de ecuaciones: consume = segtin preferencias vende todo = para recuperar lo gastado y tener ganancias. No se cuestionan las condiciones desventajosas que estan presentes en la competencia y el equilibrio: no todos pueden consumir, ni todos tienen el mismo poder adquisitivo. Desde esta perspectiva, resulta dificil entender lo so- cial vinculado solamente a las leyes del mercado, asi, el bienestar social es utdpico : Al respecto es importante tener en cuenta las consideraciones acerca del endiosamiento del mercado: «... Este sacrificio de vidas presentes en pos de un futuro totalmente fantasmagorico pasa por toda esia ideologia del mercado total. Todo se puede sacrificar por esie futuro que munca vendraf...] Todo se promete a condicién de que para hoy se acepte lo contrario y mafiana se hard lo mismo y asi sue sivamentef...] Quien admite ningtin presente, sino que sucrifica cualquier pr ivo. Las condiciones reales de la vida se pierden sente por su mahana resp 7 por una quimera del futuro» TAR SOCIAL 4, CONCEPCIONES DEL BIE Para el liberalismo. el bienestar social -como ya analizamos- es un he- cho irrelevante de la realidad, y estA vinculado a la funcionalidad de mercado, Se lo considera como una suma Ge bienestares individuales: si todos consumen y venden en el mercado = todos satisfacen sus necesidades, el bienestar social esta inmerso en esta ecuacién econémica, En definitiva, no existe fundamento alguno para pensar en este concepto al margen del or den social establecido. Por ello se vonsidera al bienestar social sélo como un concepto economico tratado por los economistas con sus habituales criterios econémicos tal como lo pode- mos comprobar cotidianamente. Sin embargo, con el desarrollo del Estado de Bienestar, el concepto comienza a relacionarse con la politica social y a incorperarse como objetivo del trabajo social profesional, por ello se afirma que esta relacién mimetizada y funcional, es una relacién compleja en e] plano del pensamiento, pero conserva- dora y rutinaria en la cotidianeidad de las acciones. Posteriormente en pleno auge de las politicas sociales y como parte del desarrollo sosienido del capitalismo y la sensacién del progreso y satisfaccion 18 Bienestar social en el contexte de la modernidad de necesidades "ef hienestar social es considerado como uns. stema global de accién social que responde al conjunio de aspiraciones sociales de los pueblos con relacion a@ sus condiciones de vida y convivencia. Para ello se combinan necesidades sociales, recursos materiales, humanos, iécnicos, institscionales ¥ financieros aplicables en el transcurso histérico del desarrollo social’®, Este concepto trasciende el plano econémico, pero no da cuenta de los factores so- cio- econémicos que juegan como elementos determinantes en la configuracion de las condiciones de vida. BIENESTAR SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL Bienestar social es un concepto que encierra una aspiracion de la so- ciedad a partir de la instauracion de la modemidad que influy6 en la configura- cién de las practicas asistenciales mas sistematizadas, constituyendo el primer intecedente de lo que después seria una metodologia de intervencién, La orga~ nizacién de la caridad, que asume el concepto de bienestar como objetivo, es incorporada al trabajo social profesional y, posteriormente, retomada como el Ambito del quehacer profesional. Como objetivo, en tanto se entiende que la asistencia organizada trabaja con los individuos para aliviar la pobreza, asi como para liberar a los hombres del peso de las circunstancias de la pobreza; procu- tando que cada individuo asuma su responsabilidad para orientar sus existen- cias individuales y contribuir al bienestar de la comunidad en que viven. Esta vision naturalista de la situacion de pobreza y su posible solucion, soslaya las leyes objetivas de la sociedad, haciendo precario el concepto de bienestar en tanto este es parte de una racionalidad reproductora del arden so- cial. Esta concepcion esta presente en la Charity Organization, y se extiende hasta las primeras Escuelas de Asistencia Social. La Charity Organization So- cial (C.O.S) nace a mediados del siglo XIX en Londres, Inglaterra y expresa, a través de su organizacion asistencial, la vigencia de un darwinismo social al estilo de Spencer que, por razones de seleccidn propone poco menos que dejar morir a los pobres. La C.O.S fue fundada por Octavia Hill y Edward Denson. Ellos esta- ban convencidos de que el trabajo que desarrollaban de algin modo contribuia al bienestar social, pero, desde luego, dentro de la reproduccién de! orden so- cial. Se esforzaron en plantear una propuesta sistematica a su intervencion asistencial que, si uno analiza detenidamente, es la primera forma mas impor- tante de organizacién de la intervencién. Mary Richmond la retoma de manera mas solida en una propuesta de investigacién, diagnéstico y tratamiento, pro- 19 Bienestar suctal eu ef contesto de ter modernided puesta que ha tenido y tiene vigencia en fa actualidad, pero con un contenido tedrico distinto al que su autora planteaba: El sentido de la direccionalidad de este pro! centrado en el bienestar social como aspiracion individual. E1 objetivo era tecnificar el proceso de intervencidn con cl fin de conseguir el bienestar social eso de intervencion estaba como una aspiracion técnicamente factible en la solucién de cada caso social alcanzando eficacia. Actuaimente en el Trabajo Social se entiende que el bien estar social no es la solucién de un problema individual sino la aspiracion de una sociedad que compromete niveles de decision mucha mas complejos que atafien al campo politico, social y econémico. 6. NECESIDADES SOCIALES Y TRABAJG SOCIAL Retomando e] concepto de bienestar como una aspiracién de 1a socie- dad, y no sélo como Ia aspiracién individual; creemos desde la perspectiva del Trabajo Social, que el bienestar individual y general de una sociedad, es un acion de la esencia humana. Por ello, entendemos derecho y parte de la reali que una aspiracion de esta naturaleza no puede ser concretada solamente como resultado de una practica profesional. Como ya vimos en el andlisis anterior, el concepto de bienestar social, no sélo se refiere a lasuma de bienestares indivi- duales, sino a la creacién de condiciones de igualdad y de justicia social, impo- sibles de alcanzar en un marco de hegemonia de regulacién del mercado. Deti- nir bienestar social a partir de la suma de bienestares individuales es una con- cepcién vinculada a las leyes del mercado y en esencia, estan profundamente condicionados, sobre todo en un momento donde fa politica y la economia tien- den a separarse de manera peligrosa para los destinos de una mayoria excluida. Consideramos necesario, desde el punto de vista metodolégico para la intervencién profesional, identificar niveles de relacién entre necesidades so- emos la factibilidad de esta relacion as desde lo cotidiano. Dichas solu- sional y. ciales y bienestar social. Y luego, anali en términos de posibles soluciones alternativ ciones deben ser entendidas dentro de los limites de una practica prof desde luego, de una sociedad desigual que, hasta el momento. ha mostrado ca- pacidad de continuidad. En este sentido nuestro objetivo en el desarrollo de este tema es re- construir el concepto de necesidades sociales en su relacién con el bienestar social y el trabajo social y la ubicacién de estos conceptos como aspectas cons- tantes en la configuracién de la matriz. que orienta la direceionalidad de la inter- vencion, Pero, findamentalmente, porque nos interpelaa resignificar el sentido 20 Bienesiar dew ef contexto de la modernidad social det trabajo social. En e] proceso histdrico de la profesién y particularmente en la configu- racion del «campo problematico» de la intervencién, se establece una vincula- cidn casi natural entre necesidad y bienestar social como aspectos que expresan su relacion con la «cuestion sociaby, KI analisis de dicha «cuestién social» se realiza mas desde una perspectiva valorativa, que desde un posicionamiento tcérico, al menos esta es una tendencia que atin no se ha revertido. Por otro lado, esta relacion, a nuestro juicio, es el punto de partida que genera toda inter- vencion profesional, dado el cardcter de la disciplina. En esta perspectiva, en términos generales se puede definir al “campo problemético” como una construccion que se desarrolla en el ambito de relacio- nes establecidas entre las necesidades de los sectores excluidos y la distribucién de recursos que usualmente se denominan servicios sociales. Desde el servicio social como asistencia hasta su desarrollo como dis- ciplina, toda accion de carécter social ha partido del supuesto de que existen necesitados y necesidades no satisfechas. En efecto, cl hombre para vivir debe salisfacer sus necesidades, lo que le da cierta sensacion de bienestar; pero es uecesario preguntarse si el hombre es libre de satisfacer sus necesidades, asi como de elegir las formas variadas de satisfaccién de ésas necesidades. Esta constatacion sélo es fa apariencia del problema, y sobre ella se han elaborado distintas justificaciones Sobre todo, respecto a la concepcidn de las necesidades y las opciones que se presentan para satisfacerlas. Dichas opciones se presentan como «opciones preferenciales», que podemos advertir que son justificaciones, no establecidas gratuitamente que responden a determinados intereses y orientaciones respecto a la accion social de los estados. Podemos distinguir las valoraciones que responden a estas con- cepciones de naturalizacién de lo social, por ejemplo: en el medievo se conside- taba la existencia de pobres y sus necesidades como parte de la naturaleza y querido por Dios. Del mismo modo la existencia de ricos y pobres como hechos naturales y por-lo tanto ambos grupos sociales se necesitan los unos a los otros. En esa época, las necesidades de los pobres pasaban_ por la pobreza del espiri- lu, que recibe la atencién de Los religiosos. Desde esta perspectiva, la pobreza material es un hecho natural y las necesidades generadas por esa pobreza no aparecen como necesidades insatisfechas, justificando de esta manera la com- prensién de los hechos sociales como hechos naturales. Insiaurado el capitalismo y, con él, las formas distintas de relaciones sociales, aparecen en el contexto social, de manera clara, la naturaleza de las necesidades sociales y fa forma de s isfaccién de acuerdo con la divisién de Bienestar social en el contexto de la modernidad clases. Dicha explicacién esta,encubierta y justificada por concepciones positivistas de la sociedad. Porque esta inequidad entre necesidad y sati cion es considerada por esta concepcidn como una disfuncidn que es posible de ser reabsorbida en el proceso de desarrollo de la sociedad, entendida ella como indefinida y garantizada de hecho. En este contexto, las primeras practicas de intervencién sistematica de la asistencia y del servicio social profesional estan orientadas a centrar las nece- sidades sociales solamente como necesidades individuales que deberian ser sa- tisfechas en términos de la funcionalidad del sistema. Se sitian, de este modo, dentro de un idealismo ético que encubre la posibilidad de un analisis de carac- ter tedrico @ historico. Estos son los supuestos desde donde se construye el campo problemitico en trabajo social. Por otro lado, es importante situar el concepto de las necesidades vinculandolo a la base material que lo origina, sin descuidar su caracter cualitativo como parte de la realizacion individual y co- lectiva. En definitiva, rescatar el concepto desde esta perspectiva tedrica y poli- tica nos posibilita repensar el lugar del sujeto en la constitucion de dicho campo problematico. Por otro lado, comprender las necesidades desde una perspectiva filo- s6fica y antropolégica le da una mayor posibilidad, a la intervencion profesio- nal, para potenciar el significado social de la profesin. Y como dice Marx: «La eficacia practica de una teoria de] ppende de su habilidad para seguir la pista de jas necesidades humanas coneretas»’ . En efecto, el seguimiento adecuado de las necesidades humanas puede ser un elemento de reflexion importante para dar significado y eficiencia a una practica profesional, que ha puesto como pun- to de partida de su intervencién, justamente ta relacién de las necesidades so- ciales con el sujeto de su accién. A esta altura del analisis es conveniente pre- guntarse ZQué son las necesidades sociales y qué entiende el Trabajo Social sobre este concepto?. 7. NECESIDADES SOCIALES Partimos de un concepto de caricter integral en el que una necesidad no s6lo es carencia sino potencialidades humanas individuales y colectivas, que hace posible vivir el mundo traduciéndose en proyectos de vida que le dan sen- tido y significado a las relaciones sociales. Pero esta concepcién tiene sus limi- taciones en el marco de regulacién del mercado, sobre todo en un momento donde existen mas elementos de regulacién y mayor déficit de emancipacién, aspectos que venimos desarrollando en una parte de este texto. Bienestar social en el comexto de ta modernidad Para comprender cudles son esas limitaciones y sobre todo cual es la naturaleza que adquieren las necesidades relacionadas con el funcionamiento del sistema capita- lista, tomaremos la linea de analisis de Agnes Heller sobre el tema. Dicha auto- ra, al examinar el concepto de necesidad en Marx, plantea que esta vinculado al concepto de valor. Para comprender esta vineulacién comienza con la defini- cion que Marx hace sobre mercancla: «La mercancia es una cosa apta para satisfacer necesidades emanadas de cualquier clase que ellas seany'”, y consi- dera que la satisfaccién de necesidades constituye la condicién sine qua non para cualquier mercancia. Efectivamente no existirfa valor de cambio sin valor de uso. es decir, se crea la necesidad pero se deben consumir esas necesidades para valorizar el capital. Pero esto es en apariencia, puesta que esas necesida- des aparecen con la posibilidad de ser satisfechas por los individuos que, se supone, estan en igualdad de condiciones para lograr satisfacer dichas necesi- dades. Este andlisis, que parte de la teorfa del valor para explicar las necesida- des, nos ayuda a los trabajadores sociales a superar el concepto que se toma en su apariencia y que no posibilita develar la verdadera naturaleza de tales nece- sidades, ello hace que el concepto de necesidad tomado desde el trabajo social tenga un caracter simplificador. Situacion que se observa cuando se explica la necesidad como carencia y que las mismas se expresan en la cotidianeidad pro- fesional como demandas a las cuales hay que dar respuesta. Por otro lado, dicha simplificacién ha mecanizado la intervencién en un circuito repetitive y rutina- rio afianzando el caracter subalterno de la intervencion. Esta concepeién se traduce en la mecanizacién que adquiere la rela- cion recurso- demanda vaciado de su contenido social donde la validez social de la accién profesional no tiene mayor significacién para la sociedad y, en muchos casos, su lugar en la institucién termina siendo irrelevante, a pesar de que las funciones asignadas al profesional de trabajo social estan pensadas des- de una racionalidad instrumental y, por lo tanto, en ese sentido es util para la dinamica institucional. Bl andlisis anterior nos lleva a ratificar los fundamentos por los cuales se ha planteado que este tipo de intervencion profesional ha re- forzado el caracter conservador de Ja profesion. Ello porque su concepcidn so- bre las necesidades y la setisfaccién de las mismas se reduce a ese circuito do y limitado de recurso- demanda, que no permite vislumbrar dicha nece- sidad como un derecho que se encuadra en un principio de justicia social. La simplificacién del concepto de necesidad al reducirla a su nivel de carencia, limita al trabajador social en una comprensién integral y humana de cer 23 Bienestar social en el contexto de la modernidad las necesidades, al mismo tiempo que refuerza una practica sin proyeccion y direccionalidad. Retomando nuestra linea de andlisi teoria del valor podemos decir que ella constituye una fuerza importante para el desarrollo industrial y para el funcionamiento del sistema capitalista, porque se crean necesidades que son parte fundante de la realizacién econémica, es decir que se orienta la produccién de dichas necesidades en funcion de la valoriza- cién del capital. Por ello, Marx consideré que las necesidades impuestas por la division del trabajo y por la aparicién de necesidades en el mereado constituyen una alienacion, porque responden a una racionalidad del capitalismo y, por lo tanto, no estén en funcion de las necesidades humanas, Esta situacion lleva a una inversion de medios y fines. Este proceso de inversion se puede explicar, en tanto el fin de la satis- faccién de las necesidades no es el hombre, es la produccion de objetos de necesidad que deben ser consumidos a fin de garantizar la valorizacién del ca- pital. En ese proceso de inversidn esta la alienacion del hombre, ya que su rela- cién con la necesidad esté mediada por el consumo y la fantasia de la posibili- dad de su satisfaccion. Este proceso envuelve a los sujetos en la sensacién de i6n de la capacidad del individuo sobre la necesidad vinculada a la jalsa ilusién con respecto a la potencializa para satisfacer por sus propios medios dichas necesidades. El hombre vive y siente sus necesidades como un hecho real, sin em- bargo, lo real es un imaginario vivido con angustia, porque frente a la imposibi- lidad de satisfaccién de necesidades que el mercado crea, se siente infeliz por- que cree que por ser pobre no puede consumir, y no establece la relacién con el mundo simbélico que le rodea en tanto se muestra un despliegue de estilos y modos de vida moldeados como modelos de vida, al cual es necesario acceder para ser felices. Comp todos sabemos la aparicién del hombre en la naturaleza es tam- bién la génesis de las necesidades, desde luego, que ellos se han enajenado en el desarrollo de la divisién social del trabajo, atin cuando conocemos que el pri- mer hecho histérico que diferencia al hombre del animal es la creacién de los instrumentos indispensables para la satisfaccién de necesidades. En definitiva, lo que el trabajo social debe recuperar en su vinculacién con las necesidades sociales, es saber que la satisfaccién de ellas esta en el desarrollo multiple del hombre en el despliegue de sus posibilidades como ser humano. Desde otra perspectiva, Charles Bettelheim en su libro «Problemas teé- ricos y practicos de la planificacién», introduce un concepto de necesidad (1971, pagina 47-49) en su sentido general y teniendo en cuenta su finalidad intema 24 Bienestar social en el contexto de la modernidad como: ef estado de un individuo con respecto a los medios necesarios y titiles a su existencia o a su desarrollo, Asi existe una necesidad de alimentacion, una necesidad de vivienda. Al especializarse, y devenir mds complejas, las nec dades se convierten, para ta sicologia, en deseos; nosotros consideramos a estos tiltimas en ef mismo plano que alas necesidades y tos designaremos igual- mente con el nombre de necesidades. En esta cita, el autor considera que la necesidad es un deseo y, por lo tanto, dichas necesidades parten de la genera- cién de deseo de cada individuo. Supongamos que la necesidad es igual a de- seo, cabe preguntarse si la generacién de condiciones para la satisfaccién de dichas necesidades depende solamente de la voluntad individual de satisfacer- las. En la linea de analisis que venimos desarrollando, queda claro que las posi- bilidades de satisfaccién de necesidades estan condicionadas por la légica de valorizacién del capital, en la cual el lugar de los sujetos esta diferenciado por la inequitativa distribucién de los recursos y falta de oportunidades. Reducir las necesidades a un problema individual es ocultar su verdadera naturaleza, en tanto ella es un producto social que responde a determinantes de caracter eco- nomico, politico, cultural y valores éticos. Sin duda habra necesidades que co- rresponden al orden de la subjetividad y que se traducen como deseos, pero ellos también estan fuertemente imbricados con las posibilidades que los indi- viduos tienen para satisfacerlas. 8. NECESIDADES INDIVIDUALES Y COLECTIVAS, INTERES INDIVIDUAL E INTERES GENERAL. Habiamos analizado que las necesidades se refieren a las objetivaciones (bienes) que se pueden satisfacer, pero hay necesidades cuyas satisfacciones estin enmarcadas en un conjunto de valores que demandan un aprendizaje y acumulacion de experiencia a través de la reproduccion del saber cotidiano. Estos valores pueden ser la libertad, la paz, la igualdad, la comunidad, la solida- ridad, la felicidad. Dichos valores apuntan a los contenidos que hacen a la esen- cia humana, pero «.. qué es a esencia humana?..., ~segtin el fildsofo hiingaro Gyorgy-... el trabajo, (abjetividad) sociabilidad, universalidad, auto- concien- cia y libertad, que se realizan en el proceso indefinido de evolucion huma- na» Se puede afirmar que estos valores, Ilamados «positivos» para Agnes Heller (acciones, ideas, el ejercicio de la libertad, etc.), suministran a los hom- bres mayores posibilidades de objetivacién que integran su sociabilidad, confi- guran més universalmente su conciencia y aumentan su libertad social. Cuando 25 Bienestar social en ef contexto de la modernidad ctan el estos valores son obstaculizadas, se producen procesos negativos que af sentido y la orientacién de las necesidades. El trabajo social, al reducir el sentido de las necesidades al plano de la reproduccién bioldgica del hombre, ha deformado Ia naturaleza de las necesi- dades humanas y ha perdido de vista el horizonte de la esencia humana. Asu- miendo, de este modo, la logica de la reproduccién de necesidades del sistema capitalista en la cual se invierten medios y fines, inversion que le da un sentido manipulador. Dicha inversién se vuelve manipuladora, no por sus cualidades concretas, sino porque aparecen nuevos objetos de necesidades y, por ende, nuevas necesidades cada vez, en el marco de Ia rentabilidad de los mismos. Agnes Heller plantea que el capitalismo es el rufian que, produciendo objetos y necesicades siempre nuevas, instiga a los hombres a prostituirse. Por otro, lado haciendo siempre referencia a 1a esencia humana, se considera ademas que ser un sujeto actuante (un sujeto vivo) es también ser un sujeto cognoscente. Esta relacin de pensamiento y accién lleva al sujeto, como parte de su naturaleza, a perseguir fines, proyectos de vida para alcanzar estos fines y para poder vivir, estableciendo como criterio la satisfaccion de necesidades. El primer aspecto que hace a la condicién humana, sea cual fuere st proyecto, es que éste no puede ser realizado si no asegura su alimentacién, su vestido, sui vivienda. Sin embargo, el sujeto no es libre de elegir sus necesidades pero sies libre de satisfacerlas, ello hace que la necesidad de un proyecto esté condicionada por una particular forma de funcionamiento de la sociedad. Hinkelammert en este sentido dice: «La satisfaccion de fas necesidades hace posible la vida, la satisfaccién de las preferencias la hace agradable, pero para poder ser agradable antes tiene que ser posible. Cada cual puede hacer su proyecto de vida segdin su gusto, solamente en cuanto sus Sustos V fa reati- cacin de estos se basen en la salisfaccién de las necesidades»'” La citaanterior nos introduce a un punto de partida para poder analizar las relaciones entre individuo- comunidad, individuo- sociedad. Tema que, por Ja complejidad que significa, queremos iniciar con un interrogante: {qué es lo que hace contrapuesta o aparente esta relacion y en qué medida influye para ello la inversion de medios y el fin en la satisfaccion de necesidades?. No existe una respuesta lineal para esta pregunta. Depende de la parti- cularidad de cada individuo y de cada sociedad. La vinculacién entre individuo y sociedad, de algtin modo, es objetivada por la relacién entre individuo y co- imunidad cuando existe un nivel de integracion social, es decir, cuando el siste- ma sociocultural; establece armonia con el contorno estructural, por ejemplo: las integraciones que se dan en la familia, la tribu, etc. Y en la sociedad contem- Bienestar social en el contexto de ka modernidad poranea esos procesos de integracién tienen que ver con los niveles de legitima- cién social - Sin embargo, advertimos que cuando una sociedad esté mas estructurada, pareciera con menos posibilidades de conformar una comunidad de hombres, en todo caso, Ia funcién de la comunidad puede darse en una capa 9 clase social, es decir, se puede dar un proceso de integracién dentro de la diferenciacion. En cambio, en una sociedad normal pareceria que la pertenencia a la comunidad del individuo es un hecho natural: «a ningtin esclayo se le ocurrié ser sefor feudal». Sin embargo en una sociedad industrializada por procesos de diferenciacién e integracién, tiene alguna posibilidad de serlo. Por el contrario. en las sociedades en donde el estado natural del ser humano no ha logrado su individualidad, las posibilidades que tiene son infimas. Agnes Heller dice que es necesario invertir la situacién antigua, no llegar a ser individuos por medio de nuestra comunidad, sino ser capaces de elegir una comunidad gracias a ser-individuos"*. De lo anterior, se infiere que una clase social no se forma por necesidad de una comunidad a pesar de que sus intereses son comunes entre sus miembros y les permiten un conjunto de rela- ciones comunes. En sintesis, no siempre los intereses de un individuo son los intereses de Ia comunidad y uno, por mas que tenga intereses comunes, no son siempre intereses que nacen de una comunidad. Elle sucede en la sociedad capitalista por su «relacion casual del hombre con su clase», que lo lleva a desarrollar intereses privados como motor de acciones individuales porque no tiene como base una comunidad. En este sentido en el llamado interés coman: el progreso se realiza mediante la persuasion de los intereses privados. Por ello, en esta sociedad, el individuo no siempre tiene la posibilidad de elegir una comunidad. A partir de la relacién individuo- comunidad se han desarrollado categorias de andlisis como interes individual e interés colectivo, los mismos son usados des- de diversas concepciones y perspectivas ideoldgicas. Para Marx el interés no constituye una categoria filoséfica social de cardcter general... El interés como motivo de accion individual no es mas que expresion de la reduccién de las necesidades a avidez; en la generalizacion del concepto de interés se refleja ef punto de vista de la sociedad burguesa" . Segtin Agnes Heller la superacion de la alienacién seria la superacion del interés como motivo, en tanto crea las condiciones para dimensionar el inte- rés individual en funcién del interés general. La sociedad contempordnea cada vez muestra mas la necesidad de afianzar los intereses privados como una logi- 27 Bienestar soctal en el contexto de la modernidad ca necesaria de la sociedad de mercado, por ello, la solidaridad, ¢! sentido de la comunidad y el interés general se van diluyendo en dicha logica Solo en la sociedad capitalisia el interés es desarrollado como interés individual e interés general, porque se parte del supuesto que los intereses indi- viduales constituyen el interés general. Esto es asi porque el interés individual, parece despojado de su caracter privado. El interés individual leido, como inte- rés privado, no tiene como base los principios de la comunidad y la solidaridad, por lo tanto, reduce la comprensién de las necesidades a su sentido individual despojando a dichas necesidades de su sentido humano que no siempre coinci- de con el interés general y el de clase... «som categorias de estructaras sociales independienes de los hombres que se aftrman contra la voluntad particular »'. Muchas veces se encubren y manipulan los intereses generales como produto de los intereses particulares. Segtin Marx, el interés general es preci- samente la generalidad de los intereses privados, por lo tanto, la necesidad so- cial no es igual a interés general si no se supera Ia alienacién del sujeto. En esa perspectiva, /a necesidad social, debe ser entendida como necesidad de ioda la sociedad y no como totalidad media o tendencia de desarrolte de las necesida- des individuales del correspondiente particular, ni tampoco como necesidad personel socializada, sino como sistema de necesidades general es por encima de los individuos y de sus necesidades personales! La necesidad social entendida como tendencia de desarrollo de necesi- dades individuales, segiin la autora, ha lilevado a conclusiones y consecuencias de caracter tedrico y practico: 1) Si la necesidad social es mas general y mas elevada que la necesidad spondencia del particular con el gene~ particular, en caso de conflicto 0 no-cor zal, el individuo se debe subordinar a las necesidades sociales per encima de las necesidades personales (por ej. : cuando se alude al privilegio de los grupos sociales). 2) El hecho de pensar que las necesidades sociales son verdaderas y auténticas necesidades de los hombres particulares no permite reconocer a las necesidades como necesidades sociales, desde esta perspectiva, habria necesi- dades reconocidas y no reconocidas. Para el trabajo social esta concepcion ha influido en deformar la ac- cién profesional cuando se ha planteedo que su objetivo es concientizar a los sujetos sociales con los cuales trabaja para que reconozcan sus necesidades. En 28 Bienesiar social en ef contexto de la modernidad esa perspectiva la validez de las necesidades sociales, se reduce a la homogeneizacién de intereses comunes. Marx rechaza las necesidades no reco- nocidas, por considerar que ellas sélo atienden la existencia de necesidades individuales. 9. NECESIDADE 3 SOCIALES Y DEMANDA Las llamadas necesidades sociales aparecen como demandas puntua- les para el Trabajo Social. Ellas son recibidas como tales, para lo cual el traba- jador social generalmente elabora una respuesta haciendo uso de los recursos oxistentes en la institucién, lo que le ha llevado a pensar que toda demanda debe set solucionada y tratada con caracier de emergencia. Este circuito, generado en la intervencién, reproduce la forma individual que asume dicha demanda, por lo que, generalmente, la respuesta a dicha demanda se articula a una forma de intervencion individual. Ello no le ha permitido analizar el caracter social de la demanda, quedandose en un tratamiento parcial de la misma El tratamiento de las demandas en el Ambito de la intervencién profe- sional, es tomado como si ellas fuesen necesidades sentidas por esos indivi- duos, grupos ¢ comunidades. Pero, ademas, dichas demandas son consideradas como necesidades sociales en el sentido de una media de necesidades indivi- duales, concepcién que venimos criticando por ser clasificatorias y por encubrir cl verdadero sentido de las necesidades sociales. En consecuencia. considera- mos que las necesidades sociales estan referidas a las necesidades de la socie- dad en su conjunto, se las puede definir como el estado de un individuo o una sociedad en relacién a los medios necesarios para su existencia y desarrollo y pueden ser analizadas desde un punto de visia cualitativo y cuantitativo. Desde esta perspectiva, las necesidades sociales no son simples demandas individua- les, por el contrario, es una categoria mucho mas abarcativa desde e! punto de vista de sus soluciones, para la satisfaccién de las mismas, involucra a toda la sociedad y, firndamentalmente, a aquellos que tienen la responsabilidad politica de orientar los cambios de la sociedad. Desde la perspectiva anterior consideramos que el trabajo social debe superar el concepto restringido de la necesidad y de las necesidades sociales para poder superar la practica circular y repetitiva respecto a la relacién recur- so- demanda. Ello podré orientar mejor una estrategia profesional y revalorizar el coneepto de necesidades sociales como una aspiracién legitima y como un derecho de una sociedad. Al mismo tiempo debe resituar el concepto de sujeto cién a su necesidad como un derecho fundamental en el desarrollo de su en tele 29 Bienestar social en ef contexte de la modernicact condicién humana. Por otro lado, es necesario replantear el uso de les conceptos sobre necesidades sentidas y necesidades reconocidas porque en el trabajo social se manejan con el mismo sentido ambas necesidades. Nosotros creemos que, para operativizar el concepto de necesidad en la intervencidn profesional, es necesa- tio saber hasta qué punto las necesidades son sentidas para luego ser reconoci- das por los sujetos, Al respecto, Diego Palma dice: la necesidad sentida es - por definicion- reconocida por los sujetos o grupos sociales, pero no es reconocida necesariamente como punto de arranque de una dindmica de transformacion (pig, 147). Generalmente las necesidades sentidas, segtin el mismo autor, son aquellas que la conciencia del grupo afectado pereibe y reconoce como caren- cias, y por lo tanto, el trabajador social no tiene por qué recordarle al sujeto con el cual trabaja que es un carenciado, pero si es fundamental, poder analizar cudl ¢s la significacién que le dan los sujetos a esas carencias, como la viven y como piensan sus posibles soluciones. Solo en esta perspectiva el trabajador social podra incorporar el concepto de necesidad desde la perspectiva de los sujetos para poder organizar su campo de intervencién profesional. Cuando es de fi damental importancia plantearse un andlisis profundo sobre las necesidades, su sentido y orientacion, a fin de canalizar adecuadamente el ejercicio profesional. Para lo cual se deben tener en cuenta algunos criterios que orienten el trata- miento operativo de las necesidades sentidas: 1) Las necesidades sentidas, aparecen en la intervencion profesional como demanda- carencia y forman parte del saber cotidiano de los sujetes por el cardcter practico de su vivencia. Por lo tanto, constituyen el punto de partida para iniciar un proceso metodolégico de intervencién. 2) Las necesidades sentidas aluden a un conjunto de problematicas que tiene un grupo, una comunidad en particular. Como dice Diego Palma, dichas necesidades sentidas, de algtin modo, permiten caracterizar el perfil de los suje- tos con los cuales uno trabaja. Este perfil debe ser enriquecido por un proceso de comunicacién con los sujetos a fin de obtener datos y observar las formas en que se utilizan los saberes particulares para la solucion que les dan a las necesi- dades: asimismo, indagar sobre el significado que se le asignan a dichas necesi- dades. Sin embargo, el reconocimiento de las necesidades no son suficientes para el andlisis, ya que es necesario contextualizarlos para particularizar y esta- blecer las relaciones con otras necesidades y asi poder visualizar, cuales de ellas cativas para los sujetos. son las mas signi 30. Bienestar social en et comexto de la modernidad 3) Es nevesario analizar las necesidades pensando siempre con rela- cion al perfilde cada grupo. Ello implica conocer las frecuencias y magnitud de las necesidades para poder comprenderlas, interpretarlas y canalizar sus solu- ciones con relacién a los perfiles del grupo 4) Una vez analizadas estas necesidades con relacién a los perfiles del srupo, es fundamental la planificacién de objetivos, acciones y recursos para viabilizar las posibles soluciones. 10. ALGUNAS PREMISAS BASICAS DE LA RELACION ENTRE NECESIDADES Y TRABAJO SOCIAL. 1- El Trabajo Social, cuando aborda el tema de las necesidades como un aspecto de su campo problematico para la intervencién, debe pensar que el objeto mas elevado de la necesidad humana es el otro hombre. Ello marcara el sentido y orientacién de sus acciones y re: ignificard el sentido social de la profesion. En esa perspectiva podra construir una identidad que la diferencie de una identidad atribuida que refuerza e) caracter conservador de la profesion y, por lo tanto, una practica poco creativa y util socialmente. 2- La inversion medio/fin, en el tratamiento de las necesidades como parte de la revalorizacién del capital, debe tlevar al Trabajo Social a revisar sus vonceptos sobre necesidades sociales para poder contribuir a su humanizacion, permitiéndole ampliar el horizonte de sus acciones profesionales. 3- EI Trabajo Social debe revisar el caracter conservador de su inter- yencién haciendo una critica de la misma, a partir de develar el problema de la ilicnacién de las necesidades, nucleo fundamental del andlisis filoséfico de Jas necesidades en Marx. Entendemos por alienaci6n, al hombre que como tr bajador se empobrece cuanto mas riqueza produce. Esto es contradictorio por- que el trabajo deberia ser fuente de satisfaccién de sus necesidades, de su enri- quecimiento como hombre y, sin embargo, es su degradacién!” 4- La naturaleza de la prof i6n, por estar vinculada ala vida cotidiana je los sujetos, debe considerar en cada una de sus acciones profesionales el Bienestar soctal en el contexto de ta modernidad desarrollo multiple del hombre. Al respecto Marx de 4..guien comercia con diamantes 110 presta atencién ala belleza sino al valor de cambio». Esta concepcién nos lleva rescatar un supuesto respecto a que el hombre debe ser visto como hombre y su relacién con el mundo una relacién humana. Sdlo se puede cambiar amor con amor, confianza con confianza 5- El Trabajo Social ha manipulado las necesidades de los demas im- poniendo su propio saber, y sin recuperar el saber de los demas reproduciendo, de este modo, la manipulacién de las necesidades impuestas por la logica del capital y por el caracter conservador de la intervencién que sostiene la logica de la relacién recurso- demanda. n esta direccién, A. Heller considera que la manipulacién no viene por las cualidades del objeto, sino por crear nuevos objetos de necesidades « Ja necesidad del hombre y el objeto de la necesidad estén en correlacién. La necesidad se refiere en todo momento a algun objeto material o a una activi- dad concreta, los objetos hacen existir la necesidad y, a la inversa, las necesi- dades a ‘9s objetos» Bienestar social en ef contexto de la modernidad ' J. Habermas, en Modernidad y Posmodernidad, Ed. Alianza. pagina 87,94 y 95, Madrid 1994. José Picd, (compilador) ?M. Horkheimer y T. Adorno, Dialéctica de la Hustracion, pagina 59,60, Ed Tralla, Madrid, 1994 (traduccién de Juan José Sanchez.) * George FRIEDMAN. La Filosofia Politica de la Excuela de Frankfurt Bo Fondo de Cultura Econémica de Mexico, México, 1986. pagina 125. * Este anilisis se basa en el texto de Boaventura de Sousa Santos, fundamental- mente el capitulo referido a los procesos de regulacion y emancipasion que con tanta profundidad y riqueza analiza la autora. ‘Reflexiones realizadas por Berger y tomadas por Franz Hinkelammert en Cré- tica a la razon utépica, Coleccién Economia - Teologia. Costa Rica. 1984. °HINKELAMMERT, op. cit. pagina 39. "Tbidem, pagina. 89 *Patrocinio Las Heras, Elvira Cortajerena, Introduccién al Bienestar Social, Ed. Verbo Divino. Espafia, 1979. "MARX, K. «El Capital». Ed, F.C.E. México. 1971. vol. l, pagina 3. “ HELLER, A. Historia y Vida Cotidiana, Ed, Grijalbo, México, 1985, pagina 113. " HINKELAMMERT, op. cit, pagina 241. ' HELLER, op. cit. paginalOl. "MARX, K. «Elementos fundamentales para ta critica de la Economia Politi- ca». Vol. IL. pagina 29. ' HELLER, A. «7eoria de ias necesidades en Marx», na. 1986. pagina 73 Peninsula. Barcelo- '* Tbidem, pagina 27 " Ibidem. pagina 27 'S Tbidem, pagina. 27 CAPITULO II: VIDA COTIDIANA, SABER COTIDIANO. CONCEPTOS. CLAVES EN LA INTERVENCION PROFESIONAL TRODUCCION El andlisis de la vida cotidiana y cl saber cotidiano es de reciente incorporacion en el Trabajo Social. Sin embargo, a lo largo de la conformacion de la profesién como disciplina, la vida cotidiana ha sido entendida, sin darle ese nombre, como /a refacidn de cercunta con el usuario en la que se intentaba comprender su mundo cultural, sus formas de vida. Ello a fin de orientar la intervencion profesional como una forma de educacion social para la integra- cién de individuos, grupos y comunidades a la sociedad establecida. Asimismo, se ha entendido a la vida cotidiana como el Ambito micro social en el cual el Trabajador Social desarrolla su practica profesional, Esta imprecision conceptual, de algiin modo, influyé en la comprensién y recupera- cidn de la riqueza de la experiencia profesional en el ambito de la vida cotidiana de los sujetos. Cabe sefialar, sin embargo, que después de los afios ochenta se raté de hacer algtin avance importante respecto a la valoracién de acciones concretas como nticleos de constitucién de actores sociales vinculados a la ex- plosion de los movimientos scciales. Esta vuelta ala mirada de lo micro social por parte del profesional de trabajo social se da, sobre todo, después de haber pasado por un conjunto de generalizaciones en el analisis de la sociedad duran- \c la reconceptualizacién, proceso que, por otro lado, logré un impulso impor- lante en el posicionamiento politico de la profesién. En el centexto anterior, el concepto de vida cotidiana aparece acuiia- do en los cursos a distancia sobre Educacion y Promocién Social, realizados por el Centro Latinoamericano de Trabajo Social «C ELATS» con sede en Lima, Perd, que por entonces también repiantea la necesidad de valorizar lasexperiencias concretas de los profesionales. Perspectiva que esta planteada enuna de las revistas de Accién- Critica, en un articulo desarrollado por Carlos Urrutia.!?

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