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LA MALLA: UN SITIO ARQUEOLOGICO, ASOCIADO AL USO DE RECURSOS DEL MANGLAR DE TIVIVES PACIFICO CENTRAL DE COSTA RICA Ifigenia Quintanilla Jiménez. Departamento de Antropologia @ Historia ‘Museo Nacional de Costa Rica RESUMEN Como parte de las actividades del Proyecto Arqueoligico Pacifico Central se registraron varios sitios arqueoldgicos asociados al Manglar de Tivives. Uno de los sitios registrados, denominado La Malla, present6 monticulos y érens de basurero y fue sometido a excavaciones parciales durante 1988 y 1989. En el presente articulo se presenta una descripcién general de los sitios registrados en el Manglar de Tivives y el detalle de las excavaciones en el sitio La Malla. La informacién sobre ese sitio se da por estratos culturales y estructuras asociadas. Con base en la informacién obtenida se realiza una discusién sobre las actividades productivas relacionadas al ecosistema de manglar levadas a cabo en el sitio La Malla. En particular se analiza la produccién de cerémica, la extraccién de sal, la recoleccién de moluscos, la caza y la pesca. Por ultimo se brindan algunas consideraciones sobre el rol del sitio La Malla en el contexto sub- regional. ABSTRACT Various archaeological sites associated with Manglar de Tivives formed part of the investigations conducted by the Proyecto Arqueolégico Pacifico Central. One of the registered sites, known as La Malla consisted of mounds and garbage dumps, and was partially excavated during 1988 and 1989. The present article gives a general description of the registered sites located at Manglar de Tivives. Details of excavations at La Malla are made up of cultural strata and associated structures A discussion based on the information obtained at La Malla refers to the development of productive activities related to the mangrove ecosystem. The study specifically summarizes the analysis of ceramic productivity, extraction of salt, the gathering of mollusca, hunting and fishing. In conclusion mention is made of the role played by La Malla in a sub-regional context. El Pacifico Central de Costa Rica fue hasta hace poco tiempo una zona desconocida en términos arqueolégicos. En 1986 se inicié el Proyecto Ar- queolégico Pacifico Central, auspiciado por el Museo Nacional de Costa Rica, con lo cual se empezé a Ilenar el vacio de conocimiento en esta zona del pais. VINCULOS 16(1990):57-83, 1982 Por medio de éste proyecto se localiz6 un conjunto de sitios arqueolégicos dentro del manglar de Tivives, ubicado en la Provincia de Puntarenas, los cuales presentaban evidencia de una ocupacién intensa y la utilizacién de recursos del ecosistema de manglar. Debido a la escasa informacion sobre sitios costeros del Pacifico Central y ante el hallazgo de material cerémico con una clara filiacién al Area Central del pais, se decidié realizar una investigaci6n intensiva en el Sitio La Malla. Este sitio forma parte del conjunto de asentamientos precolombinos ubica- dos en el manglar y muestra una serie de elementos (monticulos, dreas con densas concentraciones de material arqueolégico) que permiten caracterizar las ocupaciones humanas desarrolladas en asociacién con este ecosistema. Los resultados obtenidos permiten ubicar el sitio La Malla en la parte tardia de la Fase Curridabat (500 d.C.-900 d.C). La similitud estilistica de los materiales recuperados refuerza el planteamiento acerca de la unidad del Pacifico Central con el Valle Central (Corrales y Quintanilla, 1986; Corrales, este volumen). Ademis, el hallazgo de un conjunto de estructuras hasta ahora no documentadas y el andlisis de los diferentes materiales indican el carcter especializado del sitio en relacién con la explotacién de recursos del manglar. En el presente artfculo se presentan los sitios registrados en el manglar de Tivives, el -detalle de las excavaciones en el sitio La Malla y una discusi6n de las actividades productivas desarrolladas en ese sitio. UBICACION DEL AREA DE ESTUDIO El conjunto de sitios arqueolégicos investigados se sittia dentro del Manglar de Tivives, en el borde interno del mismo. Este manglar se ubica en la parte baja de la cuenca del Rio Jesis Marfa, en el Distrito de San Juan Grande de Esparza, Provincia de Puntarenas (Fig. 1). ‘Actualmente la planicie aluvial cubierta por el manglar cubre 646 has y se encuentra rodeado por el cordén litoral (Playa Tivives); una zona montafiosa de baja altitud en el noroeste y una zona de colinas suaves al Este del Rio Jests Maria (Herrera y Roldén, 1986) (Fig. 2). El manglar presenta una topografia plana a nivel del mar. Debido a la inundacién constante que sufre a causa de las mareas, generalmente man- tiene un ambiente salobre, lodoso y htimedo. Cuando sube la marea, el nivel del agua puede ascender hasta un metro sobre el suelo en los sectores mas proximos a la linea de costa. Estas caracteristicas han generado el desarrolo de una vegetacién especializada que puede soportar tales condiciones. El manglar de Tivives dispone casi tinicamente del Rio Jestis Maria como fuente de agua dulce, aunque recibe la incursién del mar en marea alta. El //MANGLAR DE. Tivives Fig. 1. Distribucién de sitios en el Manglar de Tivives, Pacffico Central PACIFICO SIMBOLOGIA: YZ, Fig. 2. Mapa geomorfol6gico del Mang! Antigua terraza de erosién marina ‘ |area pantanosa (manglar) ‘Area_montahosa ‘Area de pendiente suave lar de Tivives efecto salobre del agua de mar se extiende por todo el manglar y sus canales, hasta unos 3 km rio arriba. Adems existen varias quebradas intermitentes, que provienen del sector de colinas, las cuales se secan en verano. El manglar es considerado como uno de los ecosistemas mas ricos del mundo, ya que al estar ubicado en la interfase tierra firme/mar abierto puede mantener tanto fauna acuatica como terrestre. Gracias a esto es el habitat de estadios juveniles y adultos de especies marinas y terrestres y a la vez generador de gran diversidad de productos de utilidad humana como taninos, textiles, materiales para la construccién y combustible (Saenger, Hegerl y Davie 1983, Hamilton y Snedaker 1984, Malavassi et al 1986). LOS SITIOS DEL MANGLAR DE TIVIVES Los primeros estudios en el Manglar de Tivives fueron realizados por Corrales y Quintanilla (1986 a, 1986 b) quienes ubicaron cinco sitios ar- queolégicos dentro y en los alrededores del bosque de manglar (Fig. 1). El primer sitio hallado fue denominado El Amargado (P-339-EA) y lo conforman dos monticulos con un didmetro cercano a los 5 m, los cuales habian sido ligeramente, perturbados. Dentro de este sitio se hall6 ceramica muy gruesa y de acabado muy tosco. Las formas reconstruidas de los bordes corresponden a cuencos grandes, muy abiertos, los que probablemente estén asociados a la extraccién de sal. Hasta el momento no se tiene registro de material semejante al de este sitio, en el Pacifico Central del pais, por lo que no se logr6 definir su filiacin temporal. El sitio Brazo Seco (P-359-BS) es el segundo sitio arqueolégico hallado en el manglar y fue ubicado en la parte tardia de la Fase Curridabat. El sector que ocupa el sitio fue utilizado hasta la mitad del presente siglo para extraer sal; por lo que ahi se encuentran restos de metal y plastico. Junto con estos restos modernos, fueron encontrados gran cantidad de fragmentos cerémicos y restos de bivalvos en las “cortinas” o muros de los tanques de desecacién de la sal. En la zona sin vegetaci6n, en el borde del manglar, se ubica el sitio Targué (P-360-T4). En este sector, el manglar se ha retirado, dejando al descubierto una serie de rasgos que corresponden a manchas de carb6n y ceniza con presencia ocasional de fragmentos cerdmicos. Su filiacién temporal no ha sido definida, debido a lo escaso de la muestra recuperada. Cerca de una pequefia laguna, ubicada en un sector limitrofe del manglar con tierra firme, fue localizado el sitio Laguna Grande (P-340-LG), el cual consiste en un monticulo circular de 17 m de didmetro y 1 m de altura. Sobre la superficie de este monticulo fue hallada gran cantidad de ceramica, restos 61 de moluscos y material Iitico. La cerémica sefiala ocupaciones durante la parte tardia de la Fase Curridabat y la Fase Cartago, presentando ademas algunos materiales cerémicos con caracteristicas no registradas en la regién. El quinto sitio localizado dentro del Manglar de Tivives, denominado La Malla (P-338-LM), present6 un mayor tamafio y complejidad. Se distin- guieron dos localidades con monticulos, depésitos de conchas y material cerdmico. Por su complejidad fue objeto de intensivas evaluaciones (Corrales y Quintanilla 1986, Quintanilla 1988, 1990) y ha sido tomado como base para este trabajo. CARACTERISTICAS DEL SITIO LA MALLA La conformaci6n espacial del Sitio La Malla se definié a partir de la revision de la superficie del sector donde fueron hallados fragmentos cerémi- cos y promontorios superficiales. Dentro del sitio fueron diferenciadas dos localidades o sectores. La primera de ellas (Localidad 1) fue ubicada dentro del bosque de manglar y esta constituida por un monticulo de un didmetro irregular de unos 25 m y una altura de 2.5 m. Hacia el lado Oeste del monticulo fue construida una plataforma de 20 x 16 m y una altura que oscila entre 30-40 cms. (Fig. 3). Tanto el monticulo como la plataforma se construyeron a partir de un relleno artificial de tierra y arena mezclada con ceramica y restos de moluscos. A diferencia de los monticulos caracterfsticos de otras zonas de la Regién Arqueolégica Central, el monticulo hallado en el Sitio La Malla, a pesar del gran tamafo, no posee muros de contencién ni basamentos. Este aspecto quiz4s esté relacionado con la escasez de cantos rodados en una zona plana donde el rio ha perdido la capacidad de arrastre de materiales pesados. La Localidad 1 del Sitio La Malla parece corresponder a un 4rea de vivienda, que fue construida en el sitio con el fin de tener un lugar libre de inundaciones durante las mareas altas. Tanto este monticulo como la pla- taforma han sido sumamente huaqueados, a pesar de que no corresponde a un cementerio. Los saqueadores han hecho pozos de hasta 3 m de profundi- dad. En las paredes de estos pozos fue observado material ceramico, conchas y restos faunfsticos vertebrados. La Localidad 2 se localiza a unos 100 m de la Localidad 1, en una pequefia rea abierta en el borde del manglar. A diferencia de la primera, este sector no presenta promontorios de gran tamafo ni altura, unicamente fueron registradas tres elevaciones pequefias, las cuales se notan levemente en el terreno plano del manglar (Fig. 3). 62. MANGLAR PLATAFORMA 0, ELEVACION REDUCIOA PROMONTORIO wanaLar A MaNLaR Neeser ( eee Salve ore ety MANGLAR ‘SIMBOLOGIA. rane reo sxcoveda © Elec pequeto € F. Operacién B. Fig. 3. Sitio La Malla: A. Localidad 1 monticulo y plataforma asociada, B. Localidad 2 y ubicaci6n de excavaciones. El 4rea que abarca la Localidad 2 es de aproximadamente 1500 m’. Se diferencia, ademas de la Localidad 1, por la presencia de gran cantidad de material cerémico y restos de moluscos en la superficie. En 1986 se excavé un pozo de prueba de 1 x 2 mts (Operacién 1), por medio del cual se logré determinar que esta localidad mostraba una intensa ocu- pacién humana, ya que desde la superficie hasta més de 1 m de profundidad se hallé material cultural. En 1988 se realiz6 una excavacién mas amplia (4 x 4 m.), que se denominé Operacién 2, con la cual se pudo definir mejor la naturaleza del sitio. Los datos obtenidos mediante esta excavacién permitieron conocer con mayor detalle aspectos relacionados a la explotacién de recursos de manglar, al lapso cronolégico y a los procesos de trabajo desarrollados. ESTRATIGRAFIA CULTURAL DEL SITIO LA MALLA Con base en los datos de las excavaciones realizadas y el andlisis de los materiales de la Localidad 2 del Sitio La Malla se logré hacer una reconstruc- cin aproximada de la secuencia estratigrafica de ocupacién. Este sitio muestra cuatro diferentes estratos, tres de ellos con ocupaciones culturales y uno estéril. Los estratos culturales corresponden a diferentes momentos de ocupacién del sitio dentro de una misma fase. Estrato I El estrato superior del sitio abarca desde la superficie hasta unos 30 cms. Este se caracteriza por tener un suelo gris oscuro semejante al del resto del manglar. Presenta abundante material cultural, principalmente cerdmica y restos de moluscos. El carb6n también es muy abundante, pero no muestra evidencias de restos florales o de fauna vertebrada. A este nivel se asocia un conjunto de tres estructuras construidas con valvas de piangua (Anadara tuberculosa), fragmentos cerémicos y arcilla. La estructura mas compleja que se hall6é tenia una profundidad maxima cercana a los 75 cms y una minima de 45 cms. Su forma era ovalada, con 125 cms de largo y 100 cms de ancho. Fue muy evidente que ésta habia sufrido diferentes procesos de perturbacién, ya que algunos sectores estaban colap- sados. El sistema de construccién de esta estructura consistié en un hoyo que fue cavado en el terreno (el cual perturbé las ocupaciones anteriores); luego de esto fue colocada una especie de recubrimiento a partir de valvas de Anadara 64. tuberculosa, colocadas con el umbo hacia arriba. Estas valvas fueron dispues- tas de manera sistematica con el fin de que no quedaran espacios vacios. Sobre esta capa de conchas fue puesta una capa de unos 5 cms de tierra arcillosa de color amarillo oscuro. Sobre esta segunda capa se colocé una tercera compuesta por fragmentos ceramicos que fueron seleccionados de tal forma que se acomodaran a la forma céncava de los hoyos. Fueron escogidos fragmentos pequefios de forma cuadrada y rectangular del cuerpo de las vasijas, los que puestos uno junto a otro formaron una especie de enlosado. Nuevamente se volvié a aplicar una capa de arcilla y se repitid el mismo procedimiento, esto es concha-arcilla-cerémica-arcilla, tres 0 cuatro veces mis (Fig. 4A). Es importante destacar la selectividad de los materiales utilizados para construir esta estructura, ya que por ejemplo no se utilizaron bordes, ni soportes u otras partes irregulares de los artefactos cerémicos para reforzar .as paredes. Al contrario, los fragmentos utilizados se acomodaban perfec- tamente, dandole a las estructuras un sentido de uniformidad y recubri- miento. La segunda estructura fue excavada parcialmente, ya que no hubo posibilidad de extender la excavaci6n. Esta estructura era circular y fue construida solamente cpn una capa de conchas, colocadas de la manera mencionada. En lo referente a las dimensiones de esta estructura no fue posible obtener mayor informaci6n. La profundidad del piso oscila entre 35 y 40 cms, siendo menos profunda que las otras dos. No se encontraron muestras ‘orgdnicas ni otro tipo de material en su interior. La tercer estructura tenfa forma circular y un diémetro de 90 cm. Al igual que la estructura 1 presentaba una seccién de pared mas alta que las demas. La parte mas baja de pared que se hallé estaba a unos 50 cms bajo superficie y la més alta a 15 cms bs. La profundidad del piso superior fue de 60 cms, aunque la estructura alcanz6 una profundidad de 75 cms en su parte més baja (Fig. 4B). Dentro de esta estructura se localizé un pequefio fragmento de hueso carbonizado junto con fragmentos de carbén y tierra quemada. Ademis, la mayor parte de las valvas que formaban parte de la misma estaban unidas a los lados con una especie de costra grisacea, conformada, al parecer, por restos carbonatados, quizés residuos de conchas muy finos mezclados con sal y arena solidificada. En términos generales, se puede decir que estas estructuras fueron construidas partiendo de un conocimiento profundo del manglar y sus condiciones. El sistema de capas de materiales (concha-barro-tiesto-barro) de la Estructura 1 indica una clara intencién de impermeabilizar las paredes. 65 Fig. 4. Rasgos construfdos con valvas de moluscos, arcilla y tiestos, sitio La Malla: A. estructura de forma ovalada y con paredes colapsadas (E.2), B. estructura circular (E.4). Esta forma de impermeabilizar indica que quienes construyeron las estruc- turas conocfan acerca del movimiento de agua dentro del suelo del manglar. La impermeabilizacién de estos pozos fue tanto interna como exter- namente. La ausencia de materiales asociados al interior de las estructuras y la abundancia de valvas de moluscos, los cuales fueron recolectados dentro de los canales del manglar, sugieren la posibilidad de relacionar estas con- strucciones con el almacenamiento de especimenes vivos de piangua. La construccién de pozos para mantener durante mayor tiempo vivos a estos moluscos es una posibilidad en un contexto como el que presenta el sitio La Malla. Estos pozos podian contener agua, en los cuales se depositaban los ejemplares frescos luego de cada recoleccién. La recoleccién de moluscos como la piangua solamente se puede hacer durante la marea baja, cuando disminuye el nivel del agua de los canales y queda expuesto a la superficie el fango que cubre los bancos de estos animales. Al momento de la recoleccién los especimenes traen consigo gran canti- dad de impurezas que han sido atrapadas durante la alimentaci6n y respira- ci6n, dentro de las que se incluyen plancton, lodo y otros materiales orgdnicos (Fernandez y Brunker, 1977). Se ha sugerido que el depositar los moluscos en agua pura ayuda a eliminar estas impurezas y por lo tanto mejora su consumo (Phelps 1911, citado por Fernandez y Brunker 1977:104). Lo anterior es tnicamente una posible explicacién de la funcién de las estructuras descritas. Pero, definitivamente es necesario contar con mayor informacién, ya que la evidencia que se tiene es limitada. Estrato II El segundo estrato diferenciado en el sitio se ubica entre 35 y 60 cms. En este estrato se encontraron fragmentos de adobe, concentraciones o basu- reros de cerémica y el suelo presenté coloraciones rojizas y amarillentas en el suelo. La coloracién del suelo se consideré producto de la oxidacién resultante de llevar a cabo actividades que requirieron el uso del fuego. Al parecer las temperaturas fueron elevadas lo que provocé la alteracién del suelo. La gran cantidad de carb6n asociada a este estrato viene a reforzar la idea de que en la zona se realizaron labores que requirieron de temperaturas considerables. Estrato III El tercer estrato se ubica entre los 60 y los 100 cm. Las caracteristicas que presenta son similares a las del estrato anterior. 67 El suelo de este estrato también presenta una alteracién total debido a la posible utilizacién de altas temperaturas. El color gris tipico del manglar es sustituido por una coloraci6n rojiza-amarillenta de consistencia muy va- tiada. Asociada al estrato III se hall6, a partir de los 70 cm un conglomerado de fragmentos ceramicos que cubrian una gran capa de carbén y ceniza. Los fragmentos cerémicos formaban una especie de domo de 1 m de largo y estaban colocados de manera muy junta. Debajo de este recubrimiento de tiestos fue hallada una masa compacta de carbén, la cual estaba acompafiada de manchas dispersas griséceas que parecen corresponder a ceniza. La tierra encontrada junto con estos materiales era de color rojo con manchas ama- rillentas (Fig. 5). Esta concentracién continta hasta los 90 cm, profundidad en la cual se presenté un sector delimitado por fragmentos casi completos de bocas de vasija. Dichos fragmentos fueron colocados de manera horizontal en linea casi recta alrededor de la masa de carb6n y ceniza (Fig. 6). La masa carbonizada estaba conformada basicamente por madera quemada. No fue hallado ningiin otro tipo de material organico. Estrato IV Este estrato no presenta evidencia cultural. Se inicia desde los 100 cms hasta una profundidad no definida. Su color es café y su consistencia es arenosa, lo que quizas esté relacionado a la presencia de un cauce antiguo del rio. EL LAPSO CRONOLOGICO La temporalidad de ocupacién del sitio fue definida por los atributos formales de la ceramica y un fechamiento de C14. Como marcadores cronolégi- cos de la cerémica se tomaron modos como la presencia de pintura morada y blanca sobre un engobe anaranjado o rojizo, la cual es caracteristica de artefactos cer4micos asociados a la Fase Curridabat (300-900 d.C.) (Aguilar 1972, 1976; Arias y Chaves 1985; Skirboll 1982). De igual manera, la presencia de otros disefios decorativos (pastillajes, incisos) asociados a los tipos Mer- cedes Linea Blanca y Pavones Ordinario (Aguilar 1972), reforzaron dicha asociacién (Fig. 7). La Fase Curridabat fue establecida por Aguilar (1976) para el Area Central del pais y corresponde al lapso de 300 d.C.-900 d.C. Arias y Chaves (1985) PI PT OnIS “1 uptoezado ‘wo 08-OL Tatu [ap euLld ep ofngid *s “Sty visor0awis Wl “yp ounyonays 3, “(w2 08-02) 1U9I9040d0 “VINYId 30 Ofnaiad (ZN1-8EE-d) 2 VITIVN V1 ONLIS SITIO LA MALLA 2 (P-336-LM2) DIBUJO DE PLANTA. Operacién | (80-90cm). Estructura |. Y A) diya UZ EB corvin, ceniza, tierra quemada PS Tiestos. a rojizo oxidada. ES Bocas de vasija. Fig. 6. Dibujo de plantade Jaconcentracién de carb6n delimitada con bocas de vasijas, sitio La Malla. Fig. 7. Ceramica decorada del sitio La Malla, Fase Curridabat. n plantearon la divisién de la Fase Curridabat en dos partes: una temprana y otra tardia, a partir de las caracterfsticas ceramicas, gracias a la mayor filiacién estilistica con la fase anterior o posterior. Con base en esta definicién, el sitio La Malla fue adscrito por Corrales y Quintanilla (1986 a) a la Fase Curridabat en su parte tardia (600 d.C.-900 d.C.), tomando como sustento las caracteristicas del material cerémico y su similitud con los ya documentados por la misma, en el Valle Central. Los datos obtenidos en 1988 y 1989 permitieron confirmar el lapso definido para el sitio La Malla en 1986, por lo que se postula que este fue ocupado aproximadamente desde 600 d.C. hasta 900 d.C. Ademis, se cont6 con un fechamiento de Carbono 14, obtenido de la concentraci6n de carbén del estrato III, el cual dio como resultado 1310 + 60 o sea 640 d.C. (Beta 16984). Este fechamiento coincidié adecuadamente con él lapso relativo de ocupacién asignado con base en la cerdmica. La cerdmica del sitio mostré gran homogeneidad, tanto a nivel mor- folégico como temporal en los niveles excavados y analizados. Este aspecto es importante, ya que indica que las ocupaciones en el sitio fueron realizadas por grupos pertenecientes a una misma tradicién en un corto lapso de tiempo. Con base en el caracter homogéneo de la cerdmica del sitio, asf como tomando en consideracién la gran cantidad de material ceramico recu- perado, se puede deducir que en el sitio fue establecida una ocupacién relativamente corta pero intensiva, quizds de unos 200-250 afios. EI hallazgo de cerdmica fordnea, proveniente de la vecina regin de la Gran Nicoya, la cual cuenta con una secuencia cerdmica bien documentada, refuerza los datos anteriores. La presencia en el sitio de dos tiestos del tipo Carrillo Policromo pertenecientes al Periodo Policromo Antiguo (500 d.C.-800 d.C.) (Abel-Vidor et al 1988), permiten adscribir con mayor certeza el sitio al lapso mencionado. ACTIVIDADES PRODUCTIVAS DESARROLLADAS EN EL SITIO LA MALLA Con base en el andlisis de la evidencia recuperada en el sitio La Malla se plantea el desarrollo de diferentes actividades productivas en el mismo. A continuacién se detallan estas actividades y se presentan los argumentos que refuerzan o desestiman cada una. Produccién de la ceramica y extraccién de sal: Argumentos en pro y en contra En los Estratos II y III se hallé evidencia que indica la realizacién de actividades relacionadas con el uso de altas temperaturas. La gran cantidad de carbén, la coloracién rojiza del suelo y las manchas de ceniza, indican que existié una 4rea de actividad relacionada con la utilizacién del fuego. La limitada cantidad de restos de consumo como semillas, huesos de fauna vertebrada, y otros, y la transformacién del suelo circundante, no sugieren que el 4rea haya sido usada para la preparacin de alimentos. Una alternativa, que podria explicar la presencia de tales elementos, asf como la gran cantidad de cerdmica en estos estratos, es la extraccidn de sal en el sitio. Es ampliamente conocido que los manglares se han utilizado istoricamente para la extraccién de sal (Saenger, Hegerl y Davie 1983). También es conocido que la sal fue un recurso de gran importancia en los sistemas de intercambio y especializacién regional de los grupos precolom- binos (Andrew s.f, Baudez 1973, Bonilla y Calvo 1990, Dillon 1975). La ubicacién del sitio La Malla en una zona de manglar permite pensar que se dieron en él proeesos de trabajo ligados a la extraccién de sal. La presencia de grandes cimulos de material cerémico, la oxidacién del suelo por altas temperaturas, la escasez de restos liticos y faunisticos, entre otros, son elementos que comparte el sitio La Malla con otros sitios dedicados a la extraccién de sal, como Sitio Salinas, de la Gran Nicoya (Bonilla y Calvo 1990). Sin embargo, se encuentran también algunos elementos que impiden su completa aceptacién. El principal de ellos es el conjunto ceramico utilizado en el sitio, el cual muestra una serie de elementos que descartan su uso como recipientes para el proceso de produccién de sal (Quintanilla 1990) (Fig. 8). De acuerdo a los datos de otros sitios que se han asociado a la extraccién 4e la sal, como es el caso de los sitios Salinas (Bonilla y Calvo, 1990) y Miramar «Coe 1962) en el Pacifico Norte de Costa Rica, Salinas La Blanca en Guatemala (Coe y Flannery 1967) entre otros, el utillaje ceramico consiste en cuencos muy abiertos que permiten la evaporacin del agua. Estos cuencos, gene- ralmente se caracterizan por tener un acabado tosco, ya que se van a destruir durante la extraccién de los panes de sal. Debido a que es necesario lograr altas temperaturas para la evaporacién del agua, generalmente, las vasijas utilizadas en tal proceso presentan el exterior con un acabado tosco y sin engobe para absorber mejor el calor. La cerdmica del Sitio La Malla no posee dichas caracteristicas; por el contrario, la mayor parte presenta superficies pulidas y engobadas en el exterior, las que en muchos casos fueron acompafiadas de pintura. Ademés, las formas 73 “RTPI BT ONIS “eqepLUND ase,J ‘sefIseA op SBdISYg SPULIO, “g “BI (ewrece-d) VTIVW v7 O1LIS SVCISVA 30 SvoIsva SvWuOs 74. predominantes en casi un 98% corresponden a ollas de cuello estrecho (v. Fig. 8). A pesar del exhaustivo examen de la cerdmica del Sitio La Malla (Quin- tanilla 1988b, 1990) no fueron detectados materiales con caracteristicas semejantes a los de sitios especializados en la extraccién de sal (Bonilla y Calvo 1990). En un sitio cercano, (P-339-El Amargado), ubicado en el borde del mismo manglar se hallé un monticulo con ceramica gruesa y tosca. Dicha cerdmica si parece corresponder a la produccién de sal. Sin embargo, hasta el momento no se ha logrado establecer la filiacién temporal de este sitio ni la relacién con el Sitio La Malla, ya que el material no posee caracteristicas modales que se puedan relacionar a los estilos establecidos para La Malla. Otra hipétesis para explicar la presencia de gran cantidad de fragmentos de vasijas quebradas, suelos oxidados y grandes concentraciones de carbon seria la fabricacién de cerdmica en el sitio. Si los grupos que ocuparon el nanglar vivian ahi estacionalmente y requerian para ciertas actividades de un conjunto de artefactos ceramicos con las caracteristicas ya descritas, es posible que estuvieran manufacturando los utensilios en el lugar, lo cual les evitaba transportarlos desde sus 4reas de residencia permanente. Otra alter- nativa podria ser que se estuvieron desplazando hacia el manglar para fabricar la ceramica que luego seria llevada a sus domicilios. El manglar es un lugar éptimo para la coccién de cerémica, ya que posee madera con caracteristicas especiales para producir calor. Esta caracteristica ha sido una de las principales causas de la destruccién de los manglares actualmente, debido a que son talados para producir carbén y lefia para cocinar (Saenger, Hegerl y Davie 1983). Recoleccién de moluscos en el Sitio La Malla Dentro de los materiales recolectados en el Sitio La Malla estan los restos ie moluscos. Estos corresponden a la clase de las pelecipodas 0 bivalvos, representados por ejemplares de Anadara tuberculosa, Anadara grandis, Chione s. p., Choromytilus palliopunctatus, Ostrea s.p. y Pecten s.p. En cuanto a los gastrépodos o univalvos se identificaron ejemplares de Cerithidea valida y Littorina zebra. Algunas de estas especies fueron encontradas junto con los restos cermi- cos, distribuidas de manera dispersa y en concentraciones ‘en las Areas excavadas. La mayor parte de la muestra recobrada proviene de las estructu- ras, en las cuales fueron utilizados como materia prima, luego de haber sido consumida su parte comestible, para construir las paredes y pisos de los pozos. En este caso, las valvas de A. tuberculosa sirvieron de base para la construccién de las mismas. 75 Los anilisis realizados indican que se estaba desarrollando una explo- tacion especializada de la especie Anadara tuberculosa, cominmente conocida como piangua, la cual representa casi un 99% de los ejemplares recuperados (Fig. 9). Fig. 9. Ejemplares de piangua (anadara tuberculosa) halladas en el sitio La Malla. Debido a los altos porcentajes de Anadara tuberculosa en el sitio se procediv a medir 253 valvas provenientes de la primera estructura, las cuales fueron seleccionadas al azar. Tomando en cuenta criterios como talla, promedios de talla y moda de las medidas de las conchas de Anadara provenientes del Sitio La Malla y siete zonas actuales de explotacién comercial se observé que los resultados mas altos correspondieron a la muestra de La Malla (Campos, Fournier y Soto, 1990). Esto indica que la poblacién de moluscos del Manglar de Tivives en €pocas precolombinas presentaba condiciones 6ptimas de explotacién debido ala abundancia de especimenes y quizé el uso controlado de los mismos. Este 76 contraste est4 en estrecha relaci6n con la sobrexplotacién actual en los otros lugares, que lleva a una reduccién del promedio de tallas (Cuadro 1). CUADRO 1 Estadisticas descriptivas de las tallas de Anadara tuberculosa colectadas en diversos manglares de la Costa Pacifica de Costa Rica -en centimetros— Fuente: Campos, Fournier y Soto, 1990: 479 LOCALIDAD PROMEDIO MODA — MINIMO. MAXIMO IER Chomes 4.14 42 2.36 5.76 0.33 Cocoroca 449 4.13 3.05 55 0.34 Punta Morales 47 46 31 6.0 0.26 Jicaral 49 49 3.58 6.62 0.21 Golfito 5.16 5.07 4.38 5.85 0.19 Zancudo 5.33 5.04 4.38 6.78 0.13 Guarumal 5.21 55 42 66 0.12 Tivives 645 62 49 82 0.00 Los investigadores Campos, Fournier y Soto (1990: 478) crearon un Indice de Explotacién de la piangua (IER) y tomaron como base para establecer el punto de referencia la muestra del Sitio La Malla. Esta medida ha sido representada por los mencionados autores de la siguiente manera: Moda actual IER = 1- ——— Moda potencial En este caso la moda potencial la representa la moda de los ejemplares del Sitio La Malla. Con base en los datos se puede observar que los manglares del Golfo de Nicoya (Chomes, Cocoroca, Punta Morales y Jicaral) muestran el IER mas alto, lo que se refleja en el tamafio reducido de las tallas de los especimenes medidos. El alto porcentaje de Anadara tuberculosa y el predominio de ejemplares grandes y maduros es la mejor evidencia de un ecosistema poco alterado y rico en recursos. Al comparar las tallas de zonas de explotacién actual con los ejemplares precolombinos se logra evidenciar este aspecto, el cual podria aportar datos importantes en el futuro para el manejo racional de este recurso. Es posible que el equilibrio de la poblacién de moluscos no se rompiera gracias a la explotacién en determinadas épocas del afio, lo que le permitfa a los especimenes reproducirse sin romper su ciclo natural. El predominio de la especie Anadara tuberculosa, una especie tipica de las Areas fangosas del manglar, indica que las actividades de recoleccién de moluscos en el sitio fue dirigida hacia esta especie, la cual era muy abundante. Esta especie pose varias caracteristicas importantes, las cuales la convierten en una especie apta para la explotacién intensiva. Segtin Campos, Fournier y Soto (1990: 480) su rapido crecimiento “...convierte a la piangua en el recurso renovable comercial mas importante y versatil de los bosques de manglar, pues produce gran cantidad de biomasa en corto tiempo y soporta una alta tasa de extracci6n sin correr peligro de sobreexplotacién. Por ello puede considerarse como la forma més palpable de conversién y transfe- rencia de energia del ecosistema de manglar hacia eslabones superiores de las cadenas alimentarias”. En la actualidad se puede obtener un promedio de 1.1 pianguas por metro cuadrado en la zona del manglar de Térraba-Sierpe, de acuedo a los datos proporcionados por Campos, Fournier y Soto (1990: 479). Con base en estos datos una persona puede recolectar 2.6 + 1.06 pianguas por minuto. Esta cifra mis el estimado de 2.5 horas habiles por marea para recolectar moluscos (Solamente se pueden recolectar cuando la marea esté baja) da un total, por persona, de 231 pianguas por marea. Asumiendo que en el momento de utilizacién precolombina del manglar la poblacién era mayor y mis estable, entonces se puede notar la enorme posibilidad de explotacién que proporcionaba la piangua y la productividad que podia dar. ' Para la recoleccién de la piangua los antiguos ocupantes del manglar debieron haber utilizado una serie de implementos, los cuales no se han logrado documentar hasta el momento. Es posible que hayan confeccionado cestos o bolsas para depositar y transportar los especimenes desde los canales hasta las 4reas de procesamiento. Si efectivamente las estructuras encontra- das se usaron como pozos de almacenamiento, entonces ahi se depositaban y se mantenjan vivas y frescas hasta ser consumidas 0 trasladadas a otros lugares. Caza y Pesca en el Sitio La Malla Durante el disefio de la investigacién en el Sitio La Malla se previé el hallazgo de gran cantidad de restos de fauna vertebrada, especialmente de peces, tal y como se ha reportado para sitios de la costa Pacifica del pais (Kerbis, 1980; Gutiérrez, 1984). Al realizar la excavacién intensiva en 1988, los datos mostraron una realidad diferente, ya que este tipo de materiales fueron muy escasos y ocasionales. 73 Dentro de los ejemplares hallados destaca la presencia de restos de Iguana iguana, una especie que se encuentra de manera muy abundante en el manglar y sus alrededores. También se hallaron muestras de Odocoileus virginianus 0 venado de cola blanca, y de peces identificados como Batrachoi- des (pez sapo) y de la familia Aridae. La distribucién estratigrafica de los restos de fauna vertebrada hallada por medio de las excavaciones, muestra una concentracién entre 40 y 70 cms de profundidad (Estrato II) y estan en asociacién directa con el cambio en la coloracion del suelo y con la distribucién de los demas materiales. A pesar de que estos restos estén en un nivel definido, la cantidad recuperada indica que la caza y la pesca no fueron actividades principales en el sitio. La disponibilidad de grandes bancos de moluscos posiblemente fue un factor que pudo haberle restado importancia a estas actividades como fuentes de proteina animal durante la ocupacién del sitio. Lo anterior no se puede extrapolar al resto del Pacifico Central, sino que estaria restringido a las ocupaciones del manglar. Sera necesario realizar un anélisis de relaci6n entre sitios para conocer el consumo en tierra adentro de moluscos y otros recursos del manglar. CONSIDERACIONES GENERALES La ubicacién del Sitio La Malla (P-338-LM) dentro de un ecosistema de manglar tiene varias implicaciones en la interpretacién funcional del sitio y en su papel dentro de la organizacién social regional. Las condiciones ecolégicas que presenta el ecosistema de manglar (inun- dacién constante, limitacién en fuentes de agua dulce, sustrato fangoso y otros) son particulares respecto a otros ambientes, lo que pudo haber obli- gado al grupo social a desarrollar una serie de mecanismos que contrarres- taran tales fenémenos o bien que permitieron aprovecharlos para su benefi- cio. Por las caracteristicas estilisticas y morfolégicas del material cerémico recuperado en el sitio, los habitantes de La Malla presentan una clara filiacion con grupos pertenecientes a la Fase Curridabat de la Subregién Arqueolégica Central-Pacifica del pais, lo cual permite relacionar dicha poblacién con las sociedades de tipo cacical documentadas para esta fase (Corrales y Quin- tanilla, 1986; Corrales e.v.; Herrera et al, 1989; Snarskis, 1984). Se postula que los grupos que explotaron el Manglar de Tivives estaban relacionados a sociedades agricolas complejas, las cuales recurrieron al manglar como medio para extraer recursos exclusivos de este ecosistema, los que probablemente circulaban dentro de las redes de intercambio regional. 79 Estas poblaciones'contaban con un desarrollo de las fuerzas productivas que les permitia abarcar y explotar diversos ecosistemas, entre ellos el manglar. Dichos grupos, para la reproduccién de su vida material, no eran de- pendientes de los recursos de este ecosistema, sino que lo utilizaban como un medio particular en la extraccién de determinados productos, los cuales constituian un complemento de otros productos principales. La ocupacién del manglar de Tivives es interpretada como la expansi6n de grupos de tierra adentro, tendiente a obtener bienes de consumo especificos, tales como la sal, moluscos, tintes, fibras y otros materiales explotables del manglar. Con base en lo anterior, la ocupacién de La Malla no se entiende como permanente, sino como la utilizacién de un territorio particular y especifico en el cual se desarrollaron actividades especializadas de explo- tacién de recursos, las que como ya se expuso eran complementarias a otras actividades productivas. Se puede ubicar al Sitio La Malla como parte de una compleja red d relaciones, en la cual fueron establecidas diferentes categorias de sitios; algunos de ellos de caracter especializado en la produccién de bienes especificos que circulaban en una esfera mayor. Dentro del desarrollo regional el Sitio La Malla se puede ubicar en el Modo de Vida Aldeano Cacical. De acuerdo con Vargas (1988: 166) en este modo de vida “las relaciones interaldeas se convierten en verdaderamente politicas. La especializacién del trabajo social, en algunas o en una de las aldeas, unido también a la disolucién en ésta del vinculo consanguineo y su reemplazo por vinculos politicos y de rango entre los distintos linajes de la aldea, lleva hacia el aparecimiento de una localidad dominante en lo politico, lo religioso y lo econémico”. Los grupos asociados en el Pacifico Central con este modo de vida eran agricultores, tenfan una organizacién social de cardcter estratificado de tipo cacical y posefan un desarrollo complejo de las fuerzas productivas, resul- tado de un proceso de sedentarizacién desarrollado desde muchos afios atras (Corrales e.v.). Por lo tanto, para este lapso ya se ha superado el carécter depredador de cazadores-recolectores, siendo el ser humano capaz de producir sus alimen- tos y de generar excedentes. Se puede inferir que los procesos de trabajo que estos grupos desarrollaron en el manglar, no solamente fueron primarios (caza—pesca-recoleccién), sino que fueron dirigidos particularmente a este ecosistema y contemplaron procesos de transformacién complejos. Los recursos obtenidos del manglar fueron posiblemente trasladados a las reas de residencia permanente y desde ahi puestos a circular a nivel intra- regional y quizé a nivel inter-regional. La ocupacién del manglar y de otros ecosistemas como parte de la expansién de sociedades cacicales en el proceso de obtencién de recursos especificos pudo provocar en algunos momentos, conflictos entre aldeas, debido al control de dichos ecosistemas. Estos posibles conflictos, la expan- sin territorial, el establecimiento de alianzas y otros, fueron fenémenos relacionados al Modo de Vida Aldeano-Cacical. AGRADECIMIENTOS Este trabajo de investigacién no hubiera sido posible sin el aporte econémico del Proyecto CEE NA 82-12. Un agradecimiento especial al Sr. Claude Guibert, director internacional de dicho proyecto. Las labores de campo se desarrollaron con la ayuda de James Torres, Minor Cordero, Adolfo Gatgens, Manuel Montero y José Alberto Montero. Javier Artavia, Adrian Badilla trabajaron activamente en las labores de campo y laboratorio. Federico Solano fue de invaluable ayuda en toda la etapa de campo y en el laboratorio. Durante el trabajo de laboratorio se conté con la valiosa ayuda de Maritza Gutiérrez y Richard Cooke en la identificacién de muestras de fauna verte- brada. Wilson Valerio colaboré en el anilisis del material litico y Juan Vicente Guerrero en la identificacién tipolégica de la ceramica de la Gran Nicoya. Carlos Borge, Carlos Camacho, Wilberth Herrera, Jorge Campos, Maria Luisa Fournier y Ana Cecilia Arias brindaron valiosos comentarios. Un agradecimiento muy especial a Francisco Corrales, director del Proyecto Arqueolégico Pacifico Central por su constante estimulo, paciencia y valiosas sugerencias. LITERATURA CITADA Abel-Vidor, S. et.al, 1988. Principales tipos ceramicos y variedades de la Gran Nicoya. Vinculos 13(1-2): 35-317. Aguilar, C. 1972. Guayabo de Turrialba. Editorial Costa Rica, San José. 1976 Relaciones de las culturas precolombinas en el Intermontano Central de Costa Rica. Vinculos (2) 1: 75-86. Andrews, A. s.f. 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