You are on page 1of 12
Luts FELIPE CABRALES BARAJAS Y ALBERTO MEDINA Rios Departamento de Geogratia de la Universidad de Guadalajara (México) Cambio urbano en Ciudad Guzman después del s RESUMEN I sismo de 1985 ha tenido un fuerte impacto sobre Ia reconfiguea- n urbana de Ciudad Guzen (Jalisco, México). El fenémeno telirico aceleré el ritmo de urbanizacion y reorient el rumbo hacia un modelo expansivo en el que predomina la autoconstruccidn sobre Suelo ejidal 1 una amplia participacién del Estado en la produecisn de vivienda Resume Changement urbain ds Ciudad Guzmén apres le seisme de 1985. Le séisme de 1985 2 profondementréperculé sur la réconfiguration ur- bine de Ciudad Guzmn (alisco, Mexigue). Le phénoméne tellurique aacedlént le rythme d urbanisation eta éorienté Ia ville vers un mod- le expansif dans lequel Tautoconstruction su prédominante, avec une lage participation de "Etat dans le développe- meat du logement sin communal y est I EL SISMO: MEMORIA COLECTIVA Y SALDOS, DEL DESASTRE DE 1985 L A Memoria de Ciudad Guzman esté impregnada de recuerdos teltricos al grado de constituir un ele- mento de identidad entre la gente del sur de Jalisco (La- MEIRAS, 1991). Uno de los testimonios escritos nyis elocuentes es el que dejé el cura Francisco Nuiiez, qulien relata las reac- ciones humanas generadas por ei sismo del 25 de marzo de 1806: «Halléndome en el pilpito de ests parroquta se experimes un temblor tan Furioso que puso a todo el auditorio en movimiew: to, Se componia éste de mas de tres mil ulmas, Exclamé rogindo- Fria, 44 (1997), pigs. 323-338 smo de 1985 AasrRacr Urban change in Ciudad Guzman afier the 1985 earthquake. ‘The 1985 earthquake have severely affected the wrban reorganization of the Ciudad Guzmin (Jalisco, México). The earthquake accelera ted the urbanization of the town and reoriented it to an expansive ‘way in which predominates an informal style (selfbuilding) on com: ‘munal Tand (ejido) with a great importance of government housing projects. Palabras clave / Mots elé/ Key words México, sismo de 1985, produceién de vivienda Menique, séisme de 1985, développement du logement. México, 1985 earthquake, housing building les que no se precipitaran,receloso de que la misma confusién por ‘ganar Ia salida fuera a provocar alguns: victimas... vi desplomar- se y caer sobre mas de quinientas almas, que cprimidas unas con otras solicitaban Ia salida por Is puerta principal, la bxiveda prim 1a, la portada del coro... se derrumbs el sonas 0 poco menos quedaron sepultadas bajo las mines, sin con= ‘ar las muchas que salieron heridas y van muriendo». imbrorco... dos mil per- La informacién del teligioso se centra en Io que ocu- 11i6 dentro del templo: sin embargo, a decir del periodis- ta norteamericano Phillip Terry, «el viejo poblado fue casi completamente destruido», aunque tan ambigua in formacién merece relativo crédito puesto que fue publi- cada en 1909 en su Terry's México handbook for trave- Hers, un siglo después del fatal sismo de 1806, de lo cual se deduce que fue portavoz de una noticia oral. ma eR iG. 1, Ciudad Guzen en 1958, Destaca la unidad morfol6gica del ceaserio peiférica, La eatedral cexibe la torre que Seria derrumbada por lt fuerza del sismo del 19 de septiembre de 1985, i fondo sobresalen las cumbres del Nevado y el Voledn Colima, Anteriormente, otro cura, el bachiller Bernardo An- tonio de Lepe dio noticia de un gran temblor en 1794: «se experimentaron unos temblores tan qued6 piedra sobre piedra» (1993), uertes, que no Durante el siglo xx se tienen documentados tres grandes sistios altamente destructivos: el del 7 de junio de 1911, que tuvo una magnitud de 8,9 grados en a es- cala Richter, el del 15 de abril de 1941 que se presents ccon una magnitud de 7,9, asi como el del 19 de sepiem bre de 1985. Este ultimo, junto con la réplica que se presents al dia siguiente tuvieron un efecto desastroso sobre Ciudad Guzman. El movimiento teltirico del 19 de septiembre de 1985 alcanzé una magnitud de 8,1 en la escala Rich: ter, mientras que el del dia 20 fue de 7,8. El nimero de fallecidos, como suele ocurrir, resulta confuso; algunas fuentes documeman 38 (Enciclopedia de México, 1987), otras 60, aunque la cifra oficial manejaba 24 (DELGADI- Lo y Bassots, 1986). El ntimero de heridos rond6 Ios 600 (Macias, 1987), Respecto a los estragos causados sobre las vivien: Jarefa de Alba (1988) reporta que de 9.804 fincas inspeccionadas que comprendian casi la totalidad del parque inmobiliario, el 34% sufrieron siniestro total, el 26% recibieron daitos parciales y el 40% dais leves. das, El saldo fue de 21.000 damnificados, cifra equiva lente aun tercio de los habitantes de la ciudad lo que convittié a Guzman, junto con la vecina poblacién de Gomez Farfas, en el centro de poblacién selativamente Pre nee mis afectado, no obstante que cimaras, micréfonos y funcionarios federales lograron arraigar entre la opinién paiblica nacional y mundial la idea del «sismo de tx dad de México, Si nos atenemos a los datos del ntimero de vietimas mortales, que Como menciona Moxstvais (1995) «van de las cifras exiguas de las autoridades (3.600 muertos) a los 20 6 25 mill que contabilizaba el rumor ptiblico» 0 a las 13.000 viviendas destruidas y 38.000 damnifica- dos, se entiende humanamente tal postura, pero también es cierto que fue una demostracién de la bordinacién hacia los «espacies per motiv6 a DELGADILLO y BASsoLs (1986) a bawtizar a los guzmanenses que en 1985 cayeron en d « en la que se encuentra diez aiios des- pués del sismo. Esa normalidad debe entenderse como una realidad estructural que experimentan nuestras ciudades y que estén ada con la incapacidad para extender el tej do urbano de una manera socialmente digna y satisfacer las nuevas necesidades de vivienda, sobre todo para las clases populares. Sin embargo los esfuerzos desplega- dos a raiz del sismo no constituyeron un episodio pas: jero; se generd un modelo de acceso a la vivienda me. nos excluyente y se introdujo una nueva forma de racio- nalizar el uso del espacio que hia generado dos esquemas "an periencns de raniacién popular autonomy wha fuse tain etepee Wise la epi sure Waren. 1993, 35-%). Fic. 7. Calli término que en Jengua nah ‘consiruccién de viviend popular fica cust) jemplo de mediante una cooperativa, El grupo constittido por 90 familias, se aplutina en tomo i ls iglesia de ‘San Antori iniciando las obras en 1991 contradictorios: el de autoconstruct far déficits en la dotacién de servicios y obras de urbanizaciGn muestra una subutilizacién del espacio da- da la cantidad de parcelas baldias que va dejando, y el de vivienda oficial que cuenta con los satisfactores mi: nimos para lograr aprovechar én que ademas de ientemente el suelo, v LA AGENDA URBANA DESPUES DE 1995 A diez afios del sismo, Ia herida esta mas 0 menos sanada, aunque Ia ria de los habitantes no difiere mucho de lo que ocurre idades del pais. Como Mejfa Madrid sugiere mos hablar de los «damnificados de la eti- juacién social precaria de la mayo- en otras (1995) podr sis». Entre 1985 y 1987, aftos en que se emprendicron las, principales acciones de restitucién de vivienda, contiba- mos con una coyuntura econémica favorable, pero a diez. afios del sismo vivimos una {qué pasaria si ocurr cesién econdmic: rosismo?. La expk riencia nos revela dos hechos irrefutables: fa otro a) los desastres afectan cast invariablemente a la po- blacién pobre. b) en cualquier momento puede sobrevenir un desas- tre, Por ello conviene monitorizar permanentemente el comportarniento del subsuelo y vigilar que el ensancha- Fic. 8. Vivienda-tipo de la urbanizacién Camichines, promocién oficial del INvoNavrr (Instituto del Fondo Nacional dela Vivienda pa- ra1los Trabajadores), compuesta por 57 casas construidas en 1998, miento de la ciudad se realice de una forma ordenada, anteponiendo el interés colectivo en el uso del espacio urbano, evitando romper el orden natural. Ciudad Guzmén tiene enormes retos urbanos para crecer téenicamente segura y socialmente digna; su es- cala humana puede contribuir a definit un proyecto de ciudad. La tragedia sfsmica de 1985 orillé al Estado y a la sociedad civil a promocionar Ia produccién de vivien- da, aunque no deja de ser euestionable el hecho de haber esperado un sismo para que eifo ocurriera, Diversos investigadores han cuestionado el califica- tivo de «desastres naturales», aunque algunas desgraci tienen un origen ajeno al hombre. La forma en que la sociedad organiza su territorio puede convertinse en un detonante para multiplicar los dafios 0 por el contrario para aminorarlos. Para ejemplificarlo conviene citar un hecho real: du- rante el sismo de 1985 se destruyé en la Ciudad de Mé- xico la torre de gineco-obstetricia del Hospital General y el Hospital Judrez; quedaron sepultadas 500 personas, la mayoria nifios, Peritajes anteriores al sismo habfan re- comendado el desalojo temporal de las instalaciones pa- ra darles mantenimiento en vista de su defectuosa cons- truccién; ésta se habia hecho répidamente puesto que ur- gia inaugurarla en noviembre de 1970: dias después ter minarfa su mandato el presidente Diaz Ordaz (MEA, 1995). Y asf se construyé, mal y de prisa gquién tuvo més responsabilidades sobre los 500 muertos, la natura- Jeza 0 el afin del lucimiento politico”. Con esto tracmnos, a colacién una sugerente reflexién de Guevara (1995): «Morir por el orden de la naturaleza era inevitable, pero morir por el desorden de los hombres era inmoral». Ciudad Guzman requiere de una accién permanente Y prioritaria sobre los asentamientos més precarios para que cuenten con unas condiciones materiales que reduz- can la vulnerabilidad ante los riesgos. La incertidumbre ante los peligros debe canalizarse positivamente, para to cual es imprescindible la decidida acci6n del Estado; en tiempos de exacerbada crisis eco- némica este tipo de preocupaciones son las que menos importan a una poblacién empobrecida: ésta vive al dia ¥ no puede ver més alld de lo que significa conseguir el sustento diario. En estos momentos hace més acto de presencia la incertidumbre econémica, que es real y co- tidiana, que una incertidumbre de un probable desastre, aunque a partir de septiembre de 1995 ha dado muestra en varios sismos” Uno de los aspectos negativos que arrastra el sismo de 1985 se refiere a la inseguridad en la tenencia de la tierra: el desastre se convirti6 en un pasaporte para acce: der masivamente al suelo ejidal", lo que vino a amplifi car el arraigado conflicto por la posesién de la tierra, L urgencia dio paso a una permisividad en la ocupacién del suelo que recientemente (agosto de 1995) generé un conflicto luego de! amparo interpuesto por Tos pequefios propietarios que se oponen a la expropiacién (liberaci6n y venta de suelo) emprendida por el Estado, segtin de- Creto presidencial de julio de 1995": EI suelo ejidal ocupado actualmente para fines urba nos asciende a 279 hectéreas, lo que representa el 26% de la superficie total de Ciudad Guzman. De esas 279 hectireas el 87% fue incorporado posteriormente a 1985, cifra que apoya los argumentos sobre la tolerancia que implicé la urbanizacién postsismica. Un total de 197 hectéreas ejidales han sido ocupadas por asenta- I So de 9 de octubre de 1998, que svo una magni e 7.5 gros sé caso dato ves en Cad Guam, » Bl ejido es uns figura legal contempla en el aticuln 27 de Ia Conti «36a Politica Mexicana y reameninda en ln Ley Agraria: conse en un son mexicana de propiedad socal de 1910. Dicha tra de propiedad fer com el fin de sultry 3a ini ra, emanaa de Ia Revolucion de ‘se concede a un grupo de campesinos ‘ coletvamente eta de nbn Pairimonial que pude heredarse pero no venlere. xn embargo, dichos Princ ios fueron modiicads como cnsecuene de ss ferns legals intodidas 21992, sbriendo la psibilidad de incorporar ea hea ab mercado. * El ejido Ciudad Guam fue creado por resolci pesdencal el 25 de {lode 1929 fue ampli en 1937, 1985 y 1987 El amparo fue intrpueso por algunos pequctos propietariosencaberadon por Juan Serpo Mendozs Aguilar. Argumentaron gue la supericie 9 ex no era jal sno parviuno. El amp toe anvlado en enero us 1996 ko wie posibiltaavanzrenel proceso de expropacin que estuvo intrarpido duran fe inco meses ¥ que permit obtener sus esrtras 26.682 familias (Occ: dnt, 12 de ener de 1996) ‘CAMBIO URBANO EN CIUDAD GUZMAN DESPUES DEL S mientos autoconstruidos: sobre ese suelo habita una po- blacién de 16.278 habitantes, lo que permite afirmar que uno de cada cinco guzmanenses ha solucionado su a so a la vivienda autoconstruida mediante la transforma- ‘cién de suelo ejidal a uso habitacional Lo grave del asunto es que desde una perspectiva so- cial no se ha sacado el mejor partido a ese suelo. Mien- tras que el indice de ocupacién de la vivienda oficial y privada terminada es de casi el 100%, y de 65% en la promocién por encargo, en la autoconstruccién sobre suelo ejidal apenas llega al 49%, lo que supone que la tad de los lotes estén vacios. Solo por referimos, a los fraccionamientos de auto- construccién mayores de ocho hectareas, tenemos que en la Colonia Constituyentes estin ociosas 526 de las 2.507 parcelas incorporadas (indice de ocupacién de 79%), la colonia Bugambilias s6lo tiene ocupados 151 de sus 535 predios (indice de ocupacién de 28%). el Re- forma tiene 317 parcelas y s6lo 25 casas (indice de ocu- pacién del 8%), mientras que el Unidn de los Colonos Organizados de Ciudad Guzmén tiene 10 casas y 340 predios vacfos (indice de ocupaci6n de 3%). Al calor de la reconstrucci6n guzmanense se estimul6 una especula- ién reprobable: primero por ser especulacién y segun- do por privatizar, en algunos casos, los beneficios pabli- cos emanados de una desgracia colectiva, Adentrarse en las causas que explican tal despilfarro de suelo en un contexto donde las previsiones futuras de terreno urbanizable son especialmente dificites, debido a las limitantes naturales y financieras, demanda un and- lisis especifico de dicho fenémeno, Ciudad Guzman esté estrangulada; por cualquier lado que se le mire existen problemas naturales para el creci- miemo de la ciudad, razén de peso para vigilar que an- tes de abrit nuevos espacios se ocupen los ya existentes, Las evidencias permiten suponer la inserciGn de in- tereses especulativos, sea de los traficantes ilegales de suelo ejidal o de personas que han aprovechado la opor- tunidad de comprar un terreno en el que no piensan vi- Vir, fenGmeno que a la escala que estamos tratando su- pore un verdadero obstéculo para el acceso a la vivien: da para quien verdaderameote la necesita Otra lectura que permite dicho proceso se refiere a Ja ausencia de me smos oficiales de financiamiento Citra que equiva aproximadamente 3 169.000 pts. ene sh 1996 xs m de vivienda que estimulen la ocupacidn de ese suelo barato que fue incorporado a la urbanizacién bajo la co- responsabilidad del necesaria waa mayor sincronfa entre las politicas de suelo y de construccién de vivienda Es prioritario dar un seguimiento al control sobre los lotes desocupados. Sin duda el decreto presidencial ex- propiatorio de julio de 1995 constituye un avance im- portante: garantiza ta titularidad en favor de los ocupan- tes quienes para efectos de regularizacién deberdn pagar al Estado el suelo ocupado a razén de NS 10.100 por hectérea’. El decreto resulta consecuente con el comba- tea la especulacisn: la superficie del lote tipo no pod exceder de la superficie del fote promedio de la zona precios de interés social un lote tipo por ete de Familia para usos habitacionales, siempre y cuando ninguno de sus ocupantes del Tote sea propietario de otto inmucble... cuando agang de los ave cindados posea una superficie mayor de la seRialada para el Lote po de la zona, podt adguri el excedente al valor comercial que corresponda de acuerdo al avalo que para el efecto se prac ue... los lotes que se encuentren desocupados dentro de la super: Ficie expropiada y que no se utilicen podrin ser enajenados para que sean destinados a la construcciin de viviendas populares de ‘nicamente pod enajen La filosofia del decreto resulta coherente tanto con una politica social como con un uso racional del suelo vacante; convendrd evaluar criticamente su ejecucién, La provisi6n de suelo para las ciudades mexicanas debe dejar de guiarse como una biisqueda exclusiva de teservas mas alld de la ciudad actual. Hemos llegado al momento en que \s crisis econémica conjugada con el agotamiento del suelo fécilmente wrbanizable, y sobre todo con el reclamo de una ciudad socialmente menos excluyente y ambientalmente mas arm6nica, obligan a idear estrategias de redensificacién sobre la ciudad inte- rior y las periferias subutilizadas, ya que es finalmente en esos espacios donde las dotaciones de servicios ests mas avanzadas, La crisis econémica debe ensefiarnos a revalorar los, activos urbanos con que contamos y a visualizar Ya cor tradiccién que significa practicar un modelo de «ciudad extrovertida» Sobreconsumidora de suelo y que siempre obliga a hipotecar el futuro, El cada vez mas ut6pico dk recho a la ciudad supone mucho mas que el simple a soa un suelo deficitariamente urbanizado, a3 ERA BIBLIOGRAFIA Banaexa RovRicvez, O.: «Dindmica geomorfoldgica del Valle de Zapotlin y de la Sierra del Tigre (Jalisco)>, en Tiem- pos de Ciencia, nim. 29, Universidad de Guadalajara, 1992, igs. 47-68, CaBRALES BaRAAS, L. F y E, WaRlo HERNANDEZ: «La gestion ambiental de ciudades intermedias: el caso de Ciudad Guzmén», en Carta Econémica Regional, INEseR, Universidad de Guadalajara, niim. 48, 1996, pigs. 3-9 DeLGapiLLo Macias, J. y M. BASsOLs RICARDEZ.: «Ciu- dad Guzmén: los damnificados marginales», en Revista Mexi- cana de Ciencias Politicas y Sociales, ném. 123, Universidad Nacional AutGnoma de México, 1986, pags. 89-112, «

You might also like