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LA AVENTURA aN EeLUS LU VZO)\) A) Ct LUDMILA, US CA ANY USN DESDE EL EXILIO Cn en Nicos V.O.S.E. here! MMA eslela me) are ate lt | alogrande CONSULTA SESIONES EN KINEPOLIS.ES EL PAIS SEMANAL 2.395 18 Reportaje. Juan yPe, la pelicula iuan diego digo Entosmageres yausmiga Fendlope Crzlaproaice yorouenia 30 Fotoensayo. Lanzarote, belleza al vacio, Elbelga Emmanuel Tors ‘etratalo cotialano yhasta ordinatio deaisla yloconerte entice 36 Entrevista. Eugenio Lépez- Chacarra “EnEspafa no hay nivel suficente parapreparate y Vii del got, dies esta joven piomesa del depore. 42 Viaje. Amazonas, una locura fluvial Unrecoride de 6000 Klometios, dese Fert hasta brasl.sn comodidaces pero ccontodala aventura 48 Perfil. Liudmila Ulitskaya Lacsertora usa dejo supa cuando empez6 a queria de Ucrania. Nos amos con ela ensuextioberines. 54 Relato. Dos de agosto Elescrtor cértabro uan Gomez Barcens nos enega una fascinate historia que sucede fon unamismanabstacon enddos épocas stints 6 ElatlasdePandora Irene Vallejo 10. Laimagen Jan Jose Milas 74 Palosdeciego lavierCercas Fotografia de portada Nico Bustos, Estlisme: ‘Juan Gebsisn Penélope Crur vito bodi ¥ falda de Michae! Kors Juan Luis Gebrién Carlos Nufiez Pepa Bueno Eugenia dela Torriente Belinda Sa Diego Areso Gorka Lejarcegi otcioneset pis, st “lero 3378200 Compa 6 plat. 08010 Baers ‘allenoaek ora: 00 chossonansgapaes noone Guo PRA Efpreoo dolor rnpres arn Impesn Rods Roma dove SED ves Camos ua HH Oso @olpaissemanal POR LINIERS. EN PORTADA, Dosamigosy una pelicula. Se conocieron hace tres décadas, cuando ella era la alumna mas joven —habia mentido con su edad— de la Escuela de Interpretacién Cristina Rota y él, un afio mayor, el hijo de la mujer que ha formado a algunos de los mejores actores de este pafs. Han pasado los afios, y aunque no han coincidido en pantalla en demasiadas ocasiones, Penélope Cruz y Juan Diego Botto han mantenido una amistad real, de aquellas de cenar con regularidad y contarselo todo. Y en estas estaban cuando Botto por fin decidid debutar como director y Penélope oficializar su papel como productora. En los margenes, que se presentard en el Festival de Venecia y llegard a las salas el 30 de septiembre, es un filme social y realista, comprometido, como su director. Ademas, encaja ala perfeccién en el tipo de proyectos con los que su protagonista y productora ahora mismo mdsle apetece involucrarse. et rais HA COLABORADO Nico Bustos. Este fotégrafo que empezé su carrera en Barcelona en los affos noventa es uno de los mas exitasas y talentosos del pais. Colaborador habitual de £7 Pais Semanal, en este ntimero firma la portada y el reportaje interior con Penélope Cruz y Juan Diego Botto, Fe do orrores. En ol rolato do Lucia Litmaorpublieado on ol nimoro anterior (2894, 14 do ‘agosto de 2022), la lstracién aparedt frmada de forma incorrect, La autora es Maria Med, ®£ OLIMENTOS ia 2018116) VARIEDAD EN TU COCINA CALIDAD EN TU MESA z Pasi eaten MTN oN Rae ue a Irene Vallejo EL ATLAS DE PANDORA Placeres en las ciudades malditas ESCANSAR ES UNA tarea que requiere meétodo, dedicacién y voluntad, “Estoy de vacaciones’, zanja tu hijo. Para él es un derecho sin fisuras, ineondicional, urgente, un empefio que ejerce con disciplina. Mientras el colegio esté ce- rrado, la nica obligacién es eseabullir- se de cualquier actividad remotamente itil. Una sola maxima rige estos meses: no hagas hoy lo que puedas procrastinar también mafana. Las etimologias dan la razén al obstinado gandulear del nifio. La palabra vacaciones’, que proviene del latin, comparte raiz con “vacto". Ala misma familia pertenece “vaganeia’, en la que ya se insinia un matiz de reproche, tuna sospecha de fata de laboriosidad. EI rendimiento del negocio exige no rendirse a ocio. En una época que ineita alllenar cada instante y trabajar desde casa mas alld del horario laboral, resulta subversivo interrumpir las tareas en nombre del deseanso. Incluso nos sentimos culpables si nuestras ocupaciones no tienen la angustiosa presién de la prisa: nos ensefian a preferir Ia asfixia al vacio. Los relatos antiguos tienen una peculiar aficién por las maldiciones y destrucciones. Significati- vamente, las ciudades borradas de la faz de la tierra no eran nunea las mds belicosas y agre~ sivas, sino las que tenian mala reputacién por amar los placeres y la buena vida. Sodoma y Gomorra fueron rieas capitales cuyos habi- tantes, en un periodo convulso de invasiones, sguerras y saqueo, deseaban gozar la existen- cia. A ambas las aniquilé un terremoto acompanado de explosiones de gas. El Génesis lo interpreté como un castigo de Yahvé a su prosperidad, indoleneia y apeti- tos sexuales. El inico hombre salvado de la eatastrofe, Lot, eseapé dando la espalda a aquella tierra que hu- ‘meaba como un horno. Su esposa, tras volver la eabeza con nostalgia 0 pena, fue convertida en estatua de sal. La famosa Sibaris, que daria nombre a todos los si- baritas del futuro, fue fundada por emigrantes griegos en el sur de Italia, Era una metropoli de riqueza fabu- Tosa y sus ciudadanos tenian gustos poco complicados: amaban simplemente lo mejor. En la actual Paestum, colonia de Sibaris, las pinturasde la Tumba del nadador muestran todavia hoy uno de sus alegres banquetes. Se 6 elpaissemanai@elpais.es cuenta que hasta sus caballos aprendieron a bailar al son dela musica, Odiaban madrugar tras las fiestas, asi que hicieron realidad la fantasia contemporinea de prohi- bir los despertadores: no se permitian gallos dentro del perimetro de las murallas. Diodoro de Sicilia atribuyé la pujanza de Sibaris su costumbre de conceder la ciu= (aannenenesere pesca paraalimentarnosdela —__decomidacaljers vida de estos rios de los que 3 puntodelas jams nadie vio el fondo. Sa- tes trniras lidas en canoa por la noche a paradisfrutarde esas peque- 4, Eneubjertala forma fiaslamparitascirculares yes- inde bersta de oruzar titicas, agrupadas de dos en cl Amazonas dos, que las crias de caimin Un barco abandonado sacan sobre la superficie para cenlqutos Peri no vernos llegar. Avanzamosa por nuestra cena, a la caza del pez mis preciado, el maca- code agua, que en lanoche sale a flote a comer insectos y que el arpén con tridente de Tueaniti somete sin dificul- tad, Su carne blanca y sabrosa al fuego acompanada del licor de no sé qué hierbas son el homenaje y antesala del golpe de suerte postrero. Al dia siguiente, una anaconda deseis metros enrollada sobre sirmisma echando la siesta en.un manglar, vista desde una frégil canoa de madera de ceiba que hice tambalear con mis espasmos, Tard varios dias en difuirse el nivel de serotonina de mi organismo, mientras un nuevo ferri avanzaba camino de Santarém. y Alter do Chao, un paraiso de playas con aguas eristali- nas del rio Tapajés al que aqut liaman Caribe brasilefo. De nuevo cambia el perfil del viaje. El barco navega contra el oleaje que entra rio arriba desde el Atlintico, Ia anchura del cauce aqui parece no tener limites, todo se compra y se vende en las paradas del bareo y muchos, pasajeros cumplen con la tradicién de lanzar por la bor- da regalos para los nifios que con sus madres llegan en. pequehas lanchas. Tras varios dias de playa y deseanso toca enfrentar el final del periplo, la navegaeion serpen- tea entre los miles de islas de un estuario que aleanza los-240 kilémetros de ancho hasta llegar a Belém, desde donde un titimo ferri recala en Tapajés, la isla fluvial mas grande del mundo, poblada por los biifalos de agua que perdié algiin barco astitico hace siglos y en la que las bicicletas no tienen frenos. Sentado en mi hamaca, que esta vez cuelga de dos ér- boles de un jardin, trato de convencerme a mi mismo de que estoy cansado. Me cuesta reconocerlo, Arrangué un afio antes a orillas del cabo de Hornos, en la Patagonia chilena, yaiin estoy digiriendo algo que no sé qué es y me cosquillea las entrafias tras estos meses sureando la Am zonia. Releo Los perros romenticas, el suelo que viviaen elvacio de mi espiritu (.) va veces me volvia dentrodemiy Visitaba ese suefio:estamta eternizada en pensamientos Ii uidos, un gusano blanco retoreiéndose en el amor”. —es VIAIE StL sar gaat A PERFIL Liudmila cay Steinigeweg i tee Su aaa agredié a Ucrania, esta escritora, ET loscui y se instald en Berlin. (i el ora delBooker Rusia y del i BAYT et SoS noe i % PERFIL 1 PISO EN el que ahora vive la eseritora usa Liudmila Ulitskaya (Dableknovo, 79 afios) huele al humo de sus cigar Ios ya lo que huelen las cosas provi sionales. Esun apartamento moderno de dos dormitorios, con las paredes lisas y pintadasen gris topoy beis. Co lores de hotel impersonales. Aun sit haber estado en la casa de Liudmila Ulitskaya, queda claro que este piso berlinés no tiene nada que ver con su. habitante a pesar de ser de su propie- dad. De hecho, ella misma lleva solo tres meses viviendo enél. Antes estaba alquilado. “Esta no es micasa, estas no son mis cosas, todo es ajeno”, dice ante la pregunta de si se pueden fotografiar los rincones del apartament, Nada mas entrar en la habitacién que reine en un mismo espacio el salén, el comedor y la cocina, una es- tanteria con apenas una veintena de libros recibe al vi sitante. Entre los titulos destacan bestsellers en inglés y aleman. No es latipica libreria que esperasencontrar en lacasa de la escritora rusa viva més consagrada, ganado- adel Premio Booker de Rusia en 2001 (la primera mujer cen obtenerlo) y dos veces galardonada con el Premio Na~ ional Gran Libro, entre otros muchos internacionales El iiltimo galardén con el que ha sido distinguida es el Pre~ mio Formentor de 2022, que reeibird en Gran Canaria en septiembre. Sus 10 novelas han sido traducidas a mas de 30 idiomas, Pero Ulitskaya, que vive de la eseritura, dice que yano le importa la escritura. “He disfrutado toda mi vida deo que hacia, ahora ya no disfruto hacténdolo, ast que he dejacio de escribir’, asegura sentada tras la mesa de comedor que ha convertido en su escritorio. Sobre la superficie tiene varias Iibretas, boligrafos baratos y el portatil que no apaga en ningtin momento durante la conversacién, No ofrece café ni un vaso de agua A lo lar= go de la conversacién solo se levanta un par de veces:una & por un mechero y otra a por un cenicero. Responde a las preguntas con frases coneretasy més de una vez dice “habla més alto” en tono autoritario. Esta empezando a ‘quedarse sorda, Al igual que en sus libros, no le gusta dar ‘vueltas. Sus palabras son claras. Sus ojos del color de los pinos brillan con la dureza de quien ha sabido hacerse tun lugar en el mundo siendo fiel a su moral. “Desde mi nacimiento, experimento una aversién radical hacta la politica. No solo no me interesa, sino que me repele. Lle- vo toda mi vida huyendo de ella igual que huyo de mis relaciones con el poder”, conflesa. Ultskaya vive comost supiera que realmente no quedan muchos mas minutos que gastaren lo superfluo. Empez6 a eseribir tarde y sin apenas formacién lite- ratia, lo que durante afios, ya pesar de todo el recono- 50 cimiento recibido, le hizo sentirse una “eseritora novel” Su primera novela, Soniechka, fue publicada en 1992, cuando ya tenia 49 aftos. Antes de escribir, vivid, Nacié, en 194g en los Urales, hija de padres desplazados por la Segunda Guerra Mundial, nieta de dos abuelos que cum- plicron condena en Gulags por ser demasiado judios y demasiado intelectuales para la Unién Soviética. Sien~ do muy pequefia, sus padres volvieron a Mosci, donde creci6 y vivie hasta marzo de 2022, Unas semanas des pués de que Rusia invadiera Ucrania, se mudé a Berlin. Ulitskaya no quiere que nadie se dirija a ella usando su patronimico, Evgenievna, a la manera rusa. Pide que la llamen Liudmila, Sus amigos a llaman Lus‘ka. Asegura que su primer recuerdo es el de su madre llevandola en brazos mientras abandonan la easa en la que nacié para volver a Moscii El segundo es su bisabuelo leyendo la Tord, “Moscti es una ciudad muy agresiva y trata muy ‘mal a los que Megan. Berlin es amable e indiferente”, dice. Indiferente en sus labios suena.a una cualidad posi tiva. A libertad o a independencia. Dos condiciones que han marcado su vida en varios momentos y que luego han definido su identidad y su eseritura. Antes de ser escritora, Ulitskaya fue cientifica. Se gradué en la Facultad de Biologia de la Universidad Estatal de Moseti y trabajé durante dosafios en el Ins tituto de Genética General de la Academia de Ciencias de la URSS. En las paginas de internet sobre su vida aseguran que en 1970 Ulitskaya dimitié de su trabajo, pero la realidad es que fue despedida. Ese fue uno de los primeros momentos en los que hizo pleno uso de su libertad, Después de que los tanques rusos inva dieran Checoslovaquia, la ya fallecida poeta e intima amiga de Ulitskaya Natalya Gorbanevskaya organiza~ tba mitines en las plazas contra la invasi6n mientras en las academias cientificas, los altos cargos dirigentes preparaban lo que la eseritora bautiza a la manera de Orwell como “dos minutos de odio” contra los instiga- dores de las protestas. Como trabajadora de laborato~ rio, Ulitskaya estaba obligada por el Partido Comunis~ ta.a acudir a esas reuniones. “En una de ellas me senté al lado de Ia puerta, pero cuan- do habia que votar, results que la puerta estaba cerra- da. Asi que crucé toda la sala bajo un silencio sepuleral y sali’. Asi fue como perdié su trabajo, su tesis, su laborato- rio y su profesién, la que de verdad ha sido la pasién de su vida. “Tuve que eambiar de profesién, pero si tuviera En la pagina siguiente, de artiba abajo, Liudmila Ulitskaya, junto a su ‘mario, el artista ruso Androl Krasulin, on su testudio de Nosou en mayo de 2021. Uno do los numerosos 1e pueblan la biblioteca de su casa ‘en Belin, La eecritora, usa recoge oa Moscd, ‘en junio de 2036, o Premio Gran Libro. “Experimento una aversion radical haciala politicadesde minacimiento. No es que no meinterese: me repele” “Vladimir Putin vive con lasensacion de tener el mundo en sus manos; yencierto sentido es asi” 52 que elegir de nuevo, optaria por la genética, porque no hay nada més interesante que el intento de descubrir ese secreto de la naturaleza’, sostiene. No volvié a tra- bajar jamais para el Estado. EI segundo acto de rebelidn lo protagonizé unos afios después y lo considera una de las cosas mas va- lientes que ha hecho nunea: se divoreié de su segun- do marido. Llevaba una década casada también con un genetista y habia tenido con él a sus dos iinicos hijos, Alexei y Pyotr. En el momento del divorcio, los nifios eran pequefios yella no tenfa trabajo. Asi fue eomo ast mid el rol de vida femenino del que tantas veees volveria escribir después en sus libros: el de madre que saca a sushijosadelante sola, tan comtin en la Unién Soviétiea después de la masacre demogréfica masculina de la Se- gunda Guerra Mundial Fueron precisamente sus hijos los que la conveneie~ ron para que se marchase de Moseti despues de que Ru- sia invadiera Uerania. "Hablando claro, yo ni siquiera tomé la decision de irme de Rusia. En marzo lleg6 mi hijo mayor y nos dijo que recogiéramos todo répido y préeticamente nos evacué de la casa’, recuerda Ulitska- ya, Cuando se fue de alli, lo hizo con una maleta de siete kilos. Una maleta tamafio cabina que almacenaba sus casi ocho décadas de vida. “Con Ia edad vas perdien- do el apego a las cosas’, confiesa. "Me llevé dos pares PERFIL de pantalones, dos jerséis, una chaqueta..”, enumera a la manera en la que lo hizo el escritor ruso disidente Serguéi Dovlétov en su libro La maleta. Lo tinico que Ulitskaya conserva de su casa son unas fotografias ama- rillentas sujetas a varios folios blaneos con alfileres. ¥ ni siquiera se las ha trafdo ella, sino que se las mand6 tuna amiga desde Mose. Ulitskaya ya era una escritora incluso antes de escribir tuna sola palabra, Era disidente aun publicando en Rusia. Exiliada antes de hacer la maleta. Tras su despido y su divoreio, secasé con el artista Andrei Krasulin (87 afi09), su tercer marido y el hombre del que se enamoré hace 45 afios. También el que la vio convertirse en eseritora, elqueestuvo con ella cuando superé un céncer de mama vel que la ha acompaftado al exilio, A finales de los afios setenta le ofrecieron un puesto como directora del Teatro Musical de Camara Judo, donde empez6 a eseribir obras, de teatro infantiles y ensayos. Durante los tres afios que estuvo trabajando alli, descubrié que la literatura podia llegar a ser su nueva profesién y en 1982 realiz6 un cur so de escritura para animacién. Después mand varios relatos a distintas revistas. Todos fueron rechazados. Su primera narracién fue publicada en 1990 en la revista (Ogonyok (‘pequefia Hama” en ruso). ¥ entonces recibi6 la llamada del escritor ruso Serguéi Kaledin, Fueron ély su esposa quienes se ocuparon de editar su primer libro de relatos, Pobres parientes. Dos afios mis tarde llegaria su. primera novela, Soniechka, que recibis el premio francés Médicis Etranger. La genetista se convirtié entonces en tuna eseritora conocida en todo el mundo. “Sime prohiben publicar, pues no me publiearén, no tiene una gran importancia hoy’, sostiene cuando se le pregunta qué pasar con sus libros ahora que se ha ido de Rusia, En 2014, cuando comenzé la guerra en el este de Ucrania, Ulitskaya ya se mostré critica con el poder y con Vladimir Putin, Durante su viaje a Salabungo para re- coger el Premio Estatal de Literatura Europea de Austria, eseribié un ensayo para la revista Der Spiegel titulado’Mi pais estd enfermo. En el ensayo decia: “Mi pais cada dia, acerca al mundo a una nueva guerra... Adiés, Europa, me temo que nunca seremos parte de la familia europea de pueblos. Nuestra gran cultura, nuestros Tolstoy Chéjov, Chaikovski y Shostak6vich, nuestros artistas, actores, f+ losofos y cientificos hoy, tan incapaces de impedir las, politieas de los locos en el poder”. Hoy Ulitskaya no duda de que la guerra en Ucrania es tuna guerra europea. “Ya estamos dentro de esa guerrato- tal, Para mila guerra total de Europa empez6 el 24 de fe- brero,cuando ofen la radio que habian mandado tropas.a Ucrania entendi que habia empezado la guerra”. Sobre los ‘motivos de Putin para comenzar la agresién, la escritora, ‘opina que no esimués que un intento de propia superviven Ludmila Ultskaya, en su ‘partamento de Bertin, ‘ludad ala que se mud nada mas nila fa gresibnrusa contra Usrania. La eseritora es muy pesimista con respectoal presente y futuro do su pais, al que ‘considera “enfermo” por culpa de Putin cia, “Para que el poder de hoy se mantenga donde est, ne= cesita tener un arma poderosa comoesla guerra, Decit frases ‘como que hemos sido ataca- dos o debemos defendernos, porque el relato oficial es que Rusia se esta defendiendo.. De quién? esa es la pregunta” Ulitskaya, que sostiene que la cultura debe estar por encima de la politica porque “Ia politica solo es un fragmento de la cultura’, ‘nunca ha dudado en dar su visién sobre la politica rusa, ‘Aunque esa guerra total de la que habla ahora mismo Jaha expulsado de su hogar moscovita la ha situado en. tun piso berlinésy le hace tener la sensacién de vivir en tunestado de irrealidad. “Todo esto es como un mal sue~ fio, Realmente es un mal sueio, No tengo en absoluto la capacidad de imaginar lo que tiene nuestro lider en su cabeza, Pero que Vladimir Putin tiene la sensacién de tener el mundo en sus manos es incuestionable. Y en cierto sentido es asi. Es una poteneia nuclear. Una potencia nuclear demente” ‘Antes de despedirnos, confiesa que la verdad es que sigue escribiendo a pesar de que al prineipio de la con- versacién declaré que ya no lo disfrutaba. “Hace unos dias terminé un relato. Ocurre aqui, en Berlin, en una parada de autobiis’, cuenta y, por primera vez, su tono se suaviza yella sonrie, No sabe silo publicars. “Toda mi vida he escrito solo para mi’, declara. En estos dias en los que ha empezado la vida de cero, Lindmila Ulitskaya se ha agarrado a los relatos de los disidentes rusos que emigraron a Alemania en 1922, hace justo 100 affos. “Y a ‘Nabokov, siempre Nabokov. Soy una hedonista, Disfruto tanto de las palabras que realmente me dan igual la tra- ‘ma o las consideraciones filoséficas del eseritor. Lo que ime interesa es el trabajo que hace con las palabras. En Nabokov es asombroso”. Ulitskaya nos acompatia hasta la salida de su urbar zacién, construida sobre el iugar donde antes estaba el ‘muro de Berlin, Aleruzar el parque infantil situado entre Jos bloques, alza la vista y sefiala un balesn del tercer piso: —Parece que mi vecina de arriba tiene una selva ahi El baledn, lleno de plantas, contrasta con el de Ulits- kaya, en el que solo hay un tendedero raquitico. {No va.a comprar plantas? —No. Nilo he pensado. Tampoco las tenia en Moscit Son muy dependientes: te obligan a estar siempre pre~ ‘ocupada por ellas y, cuando te vas, te obligan a pedirlea alguien que se ocupe. A mi no me gusta pedir. La libertad ¢ independencia radical como forma de vida. -ers 53, Dos de agosto por Juan Gomez Barcena ilustracion de Elsa Suarez Girard RELAT habitacion, dos épocas distintas. Agustina y Macarena pasan la noche en vela. El sueno de una es la pesadilla de la otra. Tal vez el amanecer pueda resolver el enigma. 54 N DOS DE agosto de quién sabe cudndo. Por ejemplo, de 2022, Por ejemplo. El sol en Io alto: abajo, un pue- blode Cantabria, Una treintena de easas de piedra dispersas por entre los eucaliptales, no lejos del mar. Es verano de 2022, pero también es verano de 1797, entonees ya no hay eucaliptos, sino robles autéctonos, y es verano del afto 723 antes de Cris- to, yentonces hay roblesautdetonos pero ningiin pueblo. Perono, no es tan atrés: es el verano de 2022 y como mu choes, también, el verano de 1797. Un pueblo y una casa Ta misma casa, que se repite en ambos tiempos como un eco que no cesa. Un zaguiin con un abrevadero para que beban las vacas de 1797, convertido en un porche con si= Hones de mimbre y una campanilla de bronce para que los turistas de 2022 llamen a recepeién. Un baleén que ya no tiene colgadas panojas de maiz sino tres bande ras descoloridas: Cantabria, Espafia, la Unién Europea. Posada San Tirso, dice el letrero. Ningiin letrero en 1797, para que, sien ese pueblo east nadie sabe leer, yademis ningtin forastero necesita hospedarse: quién querria, Es el verano de 2022: las once habitaciones de la po- sada llenas yen una de ellas —Ia habitacién que la duefia dela posada llama pomposamente Suite Mar y Tlerra— duerme Macarena. Sélo que Macarena no duerme y tampoco est exactamente sola. Ha pasado la mitad de lanoche con los ojos clavados en el techo, dando vueltas ymis vueltas mientras a su lado ronca Martin, Es el verano de 1797: la misma habitaetén y puede que incluso la misma cama —Ia habitacién que Haman simplemente el cuartuco de la Agustina— yen ella ests durmiendo, claro, Agustina, S6lo que Agustina no duer- ‘me y tampoco est exactamente sola. Ha pasado las il- timas siete horas retorciéndose de dolor en esa misma cama, tronchando entre los dientes un palo de ciprés tras otro, y desde hace poco menos de una hora ya no hay dolor; sélo la tristeza honda de tener entre los bra~ z05 un bulto que bulle, todavia rojo de sangre y todavia sin nombre. El Pecado. La Deshonra. El Oprobio de la Familia, Asise llama. Asi, al menos, viene llamandolo la madre de Agustina, desde mucho antes de saber si seria nifio o nifa; desde el mismo momento en que el vientre de su hija comenzé a hineharse el otofio pasado, para su desgracia. Y ahora estin ahi, el nifio sin nombre en los brazos de Agustina; Agustina en la cama, con el rostro 56 perlado de sudor y de higrimas: la madre de Agustina en la jamba de la puerta, con los brazos eruzados y los ‘ojos secos de rabia. —Qué vergiienza, Agustina, Qué vergilenza tan gran- de has traido a esta familia... Y Agustina que mira la manita agarrada a su dedo indice, avergonzada y al mismo tiempo preguntindose ccémo esa manita puede ser motivo de vergtienza. Eso es exactamente lo que desea Macarena. Una ma nita que se agarre con fuerza a su dedo indice. Un nino una nifia: tanto importa. Puede que incluso lo desee demasiado. Por eso Martin y ella estan abi lejos de Ma Grid, pasando las vacaciones en esa posada rural con 47 estrellas en TripAdvisor y las palabras “relajante”, “reparador” y “paraiso” eseritas hasta catoree veces en los comentarios de usuarios: porque necesita pensar en otra cosa. Porque cuando nuestra mente se empe- fha demasiado en lograr algo, a veces nuestro cuerpo se bloquea. Nuestra nifa interior pide un break. Nuestras hormonas dicen enough. Estas podrian ser palabras de la kinesidloga de Macarena o de su naturista 0 incluso desuacupunturista, pero son, en realidad, palabras del médico que lleva atendiéndola tres afios en una clinica de reproduceién asistida. De un tiempo aesta parte todo € confuso en la vida de Macarena: su naturista le habla del ADN y de microbiologia, mientras que su embriélo~ ose siente autorizado para hablarle de nifiasinteriores, de deseos reprimidos, de chakras. ¥ de paciencia: sobre todo de paciencia. No tengas prisa, Macarena: tienes que pensar en otra cosa. ¥ ahi estan precisamente ahora, Macarena y Martin, tumbados en la cama de la Posada San Tirso ~jjun lugar para desconectarse de todo y de todos!!!—; Martin roncando desde las once y cuarenta y-cineo de la noche y Macarena con los ojos fjos en el ‘echo; Macarena pensando en ese nifio que no, en esa nia que no, todavia. Siempre la misma imagen: ella en Ja cama, sosteniendo a su bebé entre los brazos —toda- fa rojo de sangre; todavia sin nombre—. Llora el nifio yllora también ella, ;Por qué podria Horar una madre? Porque es demasiado feliz, claro; sélo por eso. —Qué verghenza tan grande, Agustina, Qué humi- acién para todos los Sanchez que fueron, que son y que sera, El padre de la criatura era un peregrino que iba ca zno de Santiago; un hombre que habia pasado eneel pueblo un solo dia, y de ese dia no més de una hora tumbado en Jaera,con Agustina. La culpa, razonaba su madre, era de Ja propia Agustina: porque no dijo que no. Quesi tampoco dije, madre, responde Agustina, que ciertamente no tuvo tiempode decir muchas palabrasantes de que el forastero se learrojara encima. En fin, resuelve su madre con un re- soplido: de un modo u otro, el dafo estaba hecho. Eldafio

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