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Bogotá, 20 de junio de 2023

Sección Quinta (Reparto)


Consejo de Estado
E. S. D.

ASUNTO: SOLICITUD SUSPENSIÓN PROVISIONAL DE LA RESOLUCIÓN NO. ORD-


80112-1499 DEL 15 DE JUNIO DE 2023 EXPEDIDA POR LA CONTRALORÍA GENERAL
DE LA REPÚBLICA.

Demandante: EDISON DARIO TELESFORO GONZÁLEZ SALGUERO

Demandado: RESOLUCIÓN No. ORD-80112-1499 del 15 de junio de 2023


expedida por la Contraloría General de la República

EDISON DARIO TELESFORO GONZALEZ SALGUERO, identificado con cédula de


ciudadanía No. 3.199.961, ciudadano en ejercicio, con fundamento en el Art.
238 de la Constitución Política y en los artículos del 229 al 231 de la Ley 1437 de
2011, cordialmente solicito la suspension provisional de la Resolución No. ORD-
80112-1499 del 15 de junio de 2023, expedida por el saliente Contralor General
de la República, por medio de la cual encargó al Vicecontralor de las
Funciones del Contralor General.

I. IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES Y SUS REPRESENTANTES

DEMANDANTE: EDISON DARIO TELESFORO GONZALEZ SALGUERO


C.C. No. 3.199.961
Correo electrónico: edison201432@gmail.com
Teléfono: 3134592030

DEMANDADO: CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA


Correo electrónico: notificacionesjudiciales@contraloria.gov.co
Dirección: Cra. 69 No. 44-35 Bogotá

II. PRETENSIONES

PRIMERA: Que se suspenda provisionalmente la Resolución No. ORD-80112-1499


del 15 de junio de 2023

SEGUNDA: Que se ordene al Congreso de la República proveer en encargo al


Contralor General de la República, mientras se realiza la convocatoria pública
para su elección definitiva.
III. HECHOS

1. Con Sentencia del 25 de mayo de 2023, la Sección Quinta del Consejo de


Estado dentro de los Expedientes acumulados con radicados No. 11001-
03-28-000-2022-00297-00 y 11001-03-28-000-2022-00311-00, declaró la
nulidad de la elección del Señor Carlos Hernán Rodríguez Becerra como
Contralor General de la República para el periodo 2022-2026.

2. Que dicho fallo quedó debidamente ejecutoriado el 15 de junio de 2023,


tal y como quedó registrado en el sexto considerando de la Resolución
No. ORD-80112-1499 del 15 de junio de 2023

3. Que el mismo 15 de junio de 2023, el Señor Carlos Hernán Rodríguez


Becerra, expidió la Resolución No. ORD-80112-1499 del 15 de junio de
2023, por medio de la cual resolvió lo siguiente:

“ARTÍCULO PRIMERO: Declarar la falta absoluta del titular del cargo de


Contralor General de la República, a partir del 16 de junio de 2023, por efecto
del fallo proferido por la Sección Quinta, Sala de lo Contencioso
Administrativo, del honorable Consejo de Estado, el 25 de mayo de 2023,
mediante el cual declaró la nulidad de la elección del Dr. Carlos Hernán
Rodríguez Becerra como Contralor General de la República para el periodo
2022-2026.

ARTÍCULO SEGUNDO: Declarar que a partir del 16 de junio de 2023 ocurre


el supuesto de hecho previsto en el parágrafo 1 del artículo 38 del Decreto Ley
267 de 2000 para que el Vicecontralor Carlos Mario Zuluaga Pardo asuma las
funciones de Contralor General de la República, mientras el Congreso de la
República efectúa la elección de quien ha de fungir como tal durante el lapso
que resta del periodo institucional previsto para su ejercicio en el artículo 267
de la Constitución Política.”

IV. SOLICITUD SUSPENSIÓN PROVISIONAL

4.1. ACLARACIÓN PRELIMINAR

Si bien a primera vista la Resolución No. ORD-80112-1499 del 15 de junio de 2023,


no es un acto de nombramiento como tal, la verdad es que si lo es, no obstante
se halla disfrazado de naturaleza jurídica diferente, como quiera que con la
argucia jurídica realizada a través de la Resolución No. ORD-80112-1499 del 15
de junio de 2023, lo que se hizo fue realizar un nombramiento en encargo de las
funciones del Contralor General de la República, impidiendo con ello que el
nominador natural lo hiciera en los términos del Art. 267 de la C. Pol., lo que per
sé demuestra una desviación de poder y una grosera falta de competencia.

4.2. FUNDAMENTOS DE LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL

En consonancia con lo que se dispone en el artículo 238 de la Constitución


Patria, en el Título IV, Capítulo XI de la Ley 1437 de 2011, se estableció la
posibilidad de solicitar medidas cautelares en los procesos declarativos que se
adelanten ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a fin de proteger
provisionalmente el objeto del proceso y la efectividad de la sentencia, sin que
ello implique un prejuzgamiento, conforme se establece en el Art. 229 de la
misma disposición.

Por su parte, el artículo 230 ibídem, indica que las medidas cautelares podrán
ser preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión; bajo el supuesto
de que guarden relación directa y necesaria con las pretensiones de la
demanda, señalándose en el artículo 231 ejusdem, los requisitos para decretar
las medidas cautelares, donde, y en relación con la medida de suspensión
provisional de los actos, se dispone que procederá “por violación de las
disposiciones invocadas en la demanda o en la solicitud que se realice en
escrito separado, cuando tal violación surja del análisis del acto demandado y
su confrontación con las normas superiores invocadas como violadas o del
estudio de las pruebas allegadas con la solicitud”.
Destacado extra texto
A su turno, en el artículo 231 del CPACA, se dispone que cuando “…se
pretenda la nulidad de un acto administrativo, la suspensión provisional de sus
efectos procederá por violación de las disposiciones invocadas en la demanda
o en la solicitud que se realice en escrito separado, cuando tal violación surja
del análisis del acto demandado y su confrontación con las normas superiores
invocadas como violadas o del estudio de las pruebas allegadas con la
solicitud”1

Bajo esa comprensión normativa, en el presente caso la solicitud de medida


cautelar se fundamenta en la violación de los artículos 267 y 268 de la
Constitución Política, en el artículo 35 del Decreto Ley 267 de 2000, y en el Art.
2.5.2.1 del Decreto Único Reglamentario 1083 de 2015, en concordancia con el
Art. 302 del C.G. del P.

4.2.1. FALTA DE COMPETENCIA - VIOLACIÓN DEL ARTÍCULO 268 DE LA


CONSTITUCIÓN POLÍTICA Y DEL ART. 35 DEL DECRETO LEY 267 DE 2000.

Tal y como ha sido concebido por el Consejo de Estado, la competencia es la


auténtica y genuina manifestación del principio de legalidad, el cual demanda
su ejercicio supeditado a las normas que establecen las atribuciones de las
autoridades públicas dentro y conforme los parámetros establecidos en la
Constitución, en la Ley y en los Reglamentos.

De allí que, por una parte, los artículos 6º, 122 y 123 de la Constitución Patria
hayan establecido que los servidores públicos deben cumplir sus funciones en el
estricto marco de lo dispuesto en el ordenamiento jurídico, y por la otra, y a fin
de garantizar el cumplimiento de tales postulados constitucionales, la Ley
dispuso su contravención como causal de nulidad, consagrándose en el
artículo 137 de la Ley 1437 de 2011, la nulidad de los actos administrativos por su
expedición sin competencia, lo que asegura, no solo el principio del Estado de
Derecho, sino también el principio de legalidad y la separación de las funciones
públicas, en tanto que, de no ser así, cualquier funcionario del estado, le

1Consejo de Estado, Sección 5ta, Radicado acumulado No. 68001-23-33-000-2021-00846-01, Auto del 29 de septiembre de
2022, C.P. Dr. Pedro Pablo Vanegas Gil, Considerando #53
bastaría, dictar o inventarse norma jurídicas para solventar sus necesidades e
intereses particulares, aún sin que las mismas estuvieran prescritas en Ley.

En efecto para el Consejo de Estado, la competencia en la expedición de los


actos se erige en elemento central de su validez, pues dicho factor cobra vital
importancia en el análisis de legalidad de estos, en tanto y en cuanto, el mismo
se constituye en la limitación de las potestades de cualquier autoridad para
definir determinada situación jurídica.

De ahí que el Máximo Tribunal de lo Contencioso Administrativo en una de sus


tantas Sentencias sobre el particular, haya dispuesto lo siguiente:

“Lo anterior significa que la competencia se acompasa a lo que resultaría ser el


marco de acción de las entidades públicas, el cual previamente debe estar
definido por la Ley, ello con el fin de que estas puedan reglamentar, ejecutar o
concretar los postulados de las normas superiores con estricta sujeción de las
facultades, funciones y capacidades que cada una tiene en virtud de su propia
naturaleza y conforme a las condiciones de su creación. […]

[E]l mentado factor de validez necesariamente se relaciona con el principio de


legalidad, en tanto el hecho de delimitar qué autoridad debe resolver un asunto
específico, se constituye en una restricción indispensable en el modelo de Estado
Social y Democrático de Derecho, habida cuenta de que propende por garantizar la
uniformidad en el actuar de su agentes, precaver el ejercicio arbitrario del
poder público, dar prevalencia a la igualdad material ante la administración y
consolidar el rango jerárquico de los entes públicos en razón de la relevancia de los
asuntos a resolver y su necesidad de legitimidad, discusión democrática y nivel de
responsabilidad. […]

[L]a falta de competencia de una entidad para proferir una decisión puntual, debe ser
la primera causal de estudio en un juicio de legalidad. Esto en atención a que aquel
presupuesto a pesar de ser en esencia formal, surte efectos sustanciales en la materia
objeto de definición, toda vez que el desconocer la reserva del constituyente, la
reserva legal o la reserva reglamentaria, implica que se atenta en contra del propio
ordenamiento jurídico y su esquema de sujetos con facultad regulatoria, al punto de
afectar de entrada la validez del acto administrativo al margen incluso de la
verificación sobre las normas aplicadas, su motivación, su expedición irregular o con
desviación de poder. […]”2
Negrillas y cursivas adicionales

En esa misma dirección, en una sentencia mucho más reciente que la anterior,
y en un caso similar al que nos convoca, el Máximo Tribunal destacó la
competencia como uno de los elementos esenciales de las actuaciones
administrativas, explicando lo que sigue:

“(…) Sobre este primer asunto, resulta oportuno precisar conceptualmente que la
competencia, entendida como la atribución dada a los sujetos públicos para actuar
como legítimo portador de la voluntad administrativa, no solo constituye, dentro de la
dogmática jurídica, un elemento de la estructura del acto administrativo, sino un
fundamento del Estado constitucional y democrático de derecho, en tanto que da

2Consejo de Estado Sección Segunda Subsección A, Sentencia del 22 de julio de 2021, Rad. No. 23001-23-33-000-2013-
00163-02(4789-18), C.P. Dr. William Hernández Gómez
validez y legitima la acción de las autoridades. Este presupuesto procesal tiene sus
raíces en un principio medular del Estado demoliberal propio del siglo XVIII, producto
de la revolución francesa, el principio de legalidad, según el cual, todo acto que
emane del Estado debe estar regido por la ley y no por la voluntad o arbitrio de las
personas.

En nuestra Carta Política de 1991, este principio fue consagrado en varias


disposiciones, como límite al ejercicio del poder político, que busca proscribir todo
tipo de actos arbitrarios o contrarios a derecho, para garantizar la vigencia de un
orden político, económico y social justo. Así entonces, se afirma por la doctrina y la
jurisprudencia que la competencia es un concepto que se refiere a la titularidad de una
determinada potestad, la cual es fijada por el ordenamiento jurídico, toda vez que es el
propio derecho el que prescribe el modo, forma y condiciones de producción de las
normas jurídicas y su ejercicio por parte de los órganos públicos. De lo anterior
deviene que la competencia es expresa, por lo que debe estar prescrita en
la ley, lo que implica que no se presume, ni puede deducirse por
analogía; es improrrogable, esto es, que no puede ser renunciada ni extendida, sea
por acuerdo entre particulares o entre ellos y la administración, y es indelegable, lo
que significa que las autoridades no pueden despojarse de una atribución, sino por
autorización expresa de la ley. De observarse lo anterior, se tendrá que la
competencia ejercida o atribuida se cumplió de forma adecuada; en caso
contrario, el acto jurídico producido estaría afectado de un vicio
invalidante que acarrea su nulidad” 3
Destacado extratexto

Tomando como punto de partida la comprensión que nos ofrece los


precedentes del Consejo de Estado, tenemos que frente a la expedición de la
Resolución No. ORD-80112-1499 del 15 de junio de 2023, expedida por el
entonces Contralor General de la República, la misma fue proferida sin
competencia, como quiera que, declarar la vacancia del cargo por falta
absoluta, es, por una parte, una función que no se encuentra dentro del
inventario de funciones que la Constitución Política le atribuyó al Contralor
General en el Art. 268, y tampoco en las enlistada dentro del Art. 35 del
Decreto Ley 267 de 2000; y por la otra, dicha figura, esto es, la falta absoluta, o
vacancia definitiva conforme se menciona en el Art. 2.2.5.2.1 del Decreto Único
Reglamentario 1083 de 2015, opera de pleno derecho cuando se configura
cualquiera de las hipótesis contempladas en dicho DUR, sin que sea necesario
que una autoridad distinta así lo declare, menos, cuando esa autoridad no
tiene la competencia expresa, y menos aún, cuando se trata del mismo
funcionario al que se le anuló su elección.

Esto es tan cierto que en el numeral 11 del Art. 2.2.5.2.1 del Decreto Único
Reglamentario 1083 de 2015, se dispuso como causal de vacancia definitiva la
nulidad del nombramiento por autoridad judicial, tal y como se ilustra a
continuación:

“Artículo 2.2.5.2.1 Vacancia definitiva. El empleo queda vacante definitivamente, en


los siguientes casos

(…)

3Consejo de Estado, Sección Quinta, Sentencia de 24 de febrero de 2022, Rad. 11001-03-28-000- 2020-00037-00 (Acumulado
con Rad. 2020-00036), C.P. Dr. Luis Alberto Álvarez Parra
11. Por declaratoria de nulidad del nombramiento por decisión judicial o en los casos
en que la vacancia se ordene judicialmente.”

En ese orden, y volviendo a los artículos 268 de la C. Pol y 35 del Dto. Ley 267 de
2000, en ninguno de ellos se encuentra enlistada la función de declarar la
vacancia del cargo, menos aún, la vacancia definitiva de su mismo cargo, con
lo cual, el Señor Contralor saliente, se abrogó, no solo funciones que no se
hallan contempladas ni en la constitución ni en la ley, sino también, asumió
como nominador de su propio cargo, pues lo que en el fondo se puede leer sin
mucho esfuerzo, no es ni tan siquiera la Vacancia Definitiva, sino un encargo de
su propio cargo, lo cual por una parte, no encuentra sustento legal, y por la
otra, esa función le corresponde al Congreso de la República, de acuerdo con
los postulados del Art. 267 de la Constitución Política, que dicho sea de paso, no
es una afirmación subjetiva de esta humilde parte actora, sino que ella se
respalda en lo que el Honorable Consejo de Estado ya había dicho al respecto,
según el cual, es al Congreso a quien le compete proveer las faltas absolutas y
temporales del Contralor General de la República, así:

“Ahora bien, como ocurre con todo cargo o empleo público, el de los contralores puede
experimentar vacancias, faltas y situaciones administrativas que imponen su provisión de
forma transitoria o permanente, según sea el caso. Así, tratándose del contralor general,
el artículo 267 de la Constitución Política contempla la posibilidad de su
renuncia y reconoce al Congreso la competencia para admitirla y proveer
las faltas absolutas y temporales del cargo”4

Puesta en esa dimensión las cosas, resulta claro que, al Contralor General de la
República en virtud de la Constitución y la Ley, no le asistía la competencia
para declarar la falta absoluta de su mismo cargo, por cuanto él no era la
autoridad competente para declarar la falta absoluta del titular del cargo, es
decir, no podía el mismo declarar como lo hizo en ese acto administrativo, la
vacancia del empleo del cual ostentaba su titularidad, ni acomodar las cosas
para que otra persona asumiera las funciones de contralor general, pues ello se
constituye en un verdadero encargo, el cual solo le compete al Congreso de la
República en los términos del Att. 267 Superior.

Si bien es cierto, hasta último momento del día 15 de junio de 2023, ejercía a
plenitud las facultades propias del cargo que ostentaba, también lo es que
materia de situaciones administrativas, sólo podía tomar decisiones
relacionadas con los empleados de la entidad que dirigía, pero jamás sobre su
propio empleo. Ello por una simple pero potísima razón, él no es el nominador
del empleo público denominado Contralor General de la República, porque si
bien, se trata de uno de los cargos que hace parte de la planta global de la
entidad, es el único cuyo nombramiento no depende de su voluntad ni de su
ejercicio como nominador.

A este respecto vale la pena mencionar, que el Art. 267 de la Constitución


Política fue modificado por los Actos Legislativos 02 de 2015 y 04 de 2019, que

4 Consejode Estado, Sección Quinta, Sentencia de 24 de febrero de 2022, Rad. 11001-03-28-000- 2020-00037-00 (Acumulado
con Rad. 2020-00036), C.P. Dr. Luis Alberto Álvarez Parra
en lo que atañe a la elección del jefe máximo del órgano de control fiscal,
señala que “El Contralor será elegido por el Congreso en Pleno, por mayoría absoluta, en el
primer mes de sus sesiones para un periodo igual al del Presidente de la República, de lista de
elegibles conformada por convocatoria pública con base en lo dispuesto en el artículo 126 de
la Constitución y no podrá ser reelegido ni continuar en ejercicio de sus funciones al
vencimiento del mismo.”

Es decir, que por disposición constitucional, al Contralor General de la


República lo elige el Congreso en pleno, conforme las reglas previstas en la ley,
que para este evento es la Ley 1904 de 2018. Entonces, es claro que la
autoridad nominadora se encuentra en cabeza del Congreso de la República
en pleno, y no en cabeza del mismo Contralor General.

De ahí, que sea dicha autoridad la única facultada para proveer las vacancias
en el empleo, bien por alguna de las circunstancias previstas para aquellas de
carácter temporal o definitivo, o incluso, declarar la vacancia en uno y otro
sentido y así proveerlo de acuerdo a la situación que se presente, todo lo cual
representa en el caso que nos ocupa, que el Señor Carlos Hernán Rodríguez
Becerra no podía declarar la falta absoluta del cargo que desempeñaba,
porque ésta le compete única y exclusivamente al Congreso de la República
en los términos del Art. 267 Superior.

Esto es tan cierto, que ha sido la misma Contraloría General de la República, la


que ha entendido que conforme el Art. 267 de la Constitución Política, es al
Congreso a quien le compete elegir o nombrar en encargo al Contralor
General cuando pese sobre éste una falta absoluta, tal y como se indicó con
claridad en el Comunicado de Prensa No. 128 del 24 de agosto de 2018, en el
cual se argumentó lo siguiente:

“COMUNICADO DE PRENSA No. 128

Bogotá, 24 de agosto de 2018.- De conformidad con el artículo 267 inciso 6º de la


Constitución: “Solo el Congreso puede admitir la renuncia que presente el Contralor y
proveer las faltas absolutas y temporales del cargo.” (Negrilla fuera del texto).

Por su parte, el artículo 24 de la Ley 5ª de 1992 dispone: “El Contralor General de la


República será elegido para un período de cuatro (4) años, que empezará a contarse a
partir del primero (1º.) de septiembre de 1994.”

En observancia de la Constitución y de la ley, el período del actual Contralor termina


el próximo 31 de agosto de 2018.

Dado que, antes las faltas absolutas del Contralor, sólo el Congreso puede
proveer la vacante y ya ha sido elegido para el cargo el Dr. CARLOS FELIPE
CÓRDOBA LARRARTE, su período constitucional comienza a partir del 1º de
septiembre de 2018.

En dado caso, mientras se posesione el nuevo Contralor, sólo el Congreso


tiene la potestad para nombrar en encargo, luego lo conveniente es que el
Contralor Electo tome posesión tan pronto culmine el período del actual.
El Contralor Edgardo Maya Villazón dejo claro que después de las 12 de la noche del
31 de agosto no ejercerá ni un minuto más el cargo de Contralor General, pues todas
sus actuaciones serían absolutamente nulas.”5

El énfasis es propio

A todas las razones anteriores solo restará agregarle que, al 15 de junio de 2023,
fecha de la expedición de la Resolución No. ORD-80112-1499, todavía no se
había materializado la vacancia definitiva, pues la misma solo se configura
cuando la nulidad de la elección quede debidamente ejecutoriada, pues
hasta antes de dicho momento, y aunque se pudiera prever la misma, no
estaríamos frente a una falta absoluta o de cara a una vacancia definitiva,
porque sencillamente al 15 de junio de 2023 la misma no había sido
configurada en los términos del #11 del Art. 2.5.2.1 del Decreto Único
Reglamentario 1083 de 2015, en concordancia con lo dispuesto en el Art. 302
del C.G. del P.

Dicho de otra manera, el Contralor General saliente, sin competencia declaró


la falta absoluta de su propio cargo, y además lo hizo antes de que la misma se
configurara en los términos dispuesto en normas de rango superior.

4.2.2. DESVIACIÓN DE PODER – VIOLACIÓN DEL ARTÍCULO 267 DE LA


CONSTITUCIÓN POLÍTICA

En cuanto a la desviación de poder, se tiene que la misma se configura cuando


con el acto administrativo se persiguen fines distintos a los que le ha fijado el
ordenamiento jurídico y que se presumen respecto de dicho acto.

Para el Consejo Estado, esa causal de nulidad se configura cuando se persigue


un fin espurio, innoble o dañino, así como también, cuando se procura un fin
altruista o benéfico para el Estado o la sociedad, pero que en todo caso es
distinto del autorizado o señalado por la norma pertinente.6

Por cuenta de la reflexión en cita, podemos afirmar, que la desviación de poder


se materializa cuando quien lo expide persigue un fin particular y disto al interés
general, y en todo caso cuando lo que se dispone no se encuentra regulado en
la norma de rango superior.

Bajo esa comprensión, en el caso que se regula en la Resolución No. ORD-


80112-1499 del 15 de junio de 2023, no es lo que en apariencia se quiere
mostrar, por cuanto lo que en realidad viene siendo un encargo de contralor
general, el mismo fue disfrazado de la declaratoria de falta absoluta del cargo
de contralor general

Dicho de otra manera, con la expedición de la Resolución No. ORD-80112-1499


del 15 de junio de 2023 (figura subgeneris, novedosa, y traída de los cabellos),
no se buscó la satisfacción del interés general, ni la materialización del bien

5
Tomado de https://www.contraloria.gov.co/es/w/per%C3%ADodo-del-contralor-maya-termina-este-31-de-agosto

6Consejo de Estado, Sección Primera, Sentencia del 7 de junio de 2012, Rad. 66001-23-31- 000-1998-00645-01, C.P. Marco
Antonio Velilla Moreno
común, ni mucho menos el mejoramiento del servicio público, sino la posibilidad
para que el alfil principal del Contralor General, a quien él mismo nombró como
Su Vicecontralor, ocupara el cargo de Contralor General bajo la figura que él
mismo denominó, como declaratoria de la falta absoluta de su cargo, para
posteriormente y como consecuencia de ello, disponer la “asunción” de las
funciones de Contralor General por parte de Su Vicecontralor General.

Sumada a esa intención disfrazada, podemos encontrar que la misma se dirigía


a evitar que fuere el Congreso quien nombrara o eligiera en encargo al
Contralor General mientras se surtía el proceso de convocatoria pública en los
términos del Art. 126 de la Constitución, artículos 22 y 23 de la Ley Orgánica 5 de
1992, y Ley 1904 de 2018, lo que a todas luces comporta una desviación de
poder, pues lo que se buscó con la expedición de la Resolución No. ORD-80112-
1499 del 15 de junio de 2023, no era la simple declaratoria de vacancia
definitiva, sino el encargo de Contralor General de un funcionario de los afectos
y de los antojos del Contralor saliente.

Esto es tan cierto que de no haberse expedido la Resolución No. ORD-80112-


1499 del 15 de junio de 2023, el Congreso le hubiera correspondido encargar al
contralor general por el lapso que dure la elección del titular conforme se
dispuso en la Sentencia del Consejo de Estado del 25 de mayo del año que
avanza, lo que no le aseguraba al Contralor saliente, el encargo de Su
Vicecontralor.

4.2.3. INFRACCIÓN DE LAS NORMAS EN QUE DEBÍA FUNDARSE – VIOLACIÓN


DE LOS ARTÍCULOS 267 DE LA C.POL Y 2.5.2.1 DEL DECRETO ÚNICO
REGLAMENTARIO 1083 DE 2015, EN CONCORDANCIA CON EL ART. 302 DEL
C.G. DEL P.

Para el Honorable Consejo de Estado, el vicio de nulidad denominado “por


infracción de la norma en que debía fundarse” consiste “en la violación de
normas superiores i) por su falta de aplicación, ii) por aplicación indebida o iii)
por interpretación errónea.”7

En este caso, y como ya se ha mencionado en párrafos precedentes, el


Contralor General a un día de quedar ejecutoriada la sentencia que declaró la
nulidad de su elección, expidió la Resolución No. ORD-80112-1499 del 15 de
junio de 2023, declarando, por una parte, la falta absoluta de su cargo, aún
hallándose todavía en el ejercicio del mismo, es decir, declarando una falta
absoluta antes que la misma se configurara en los términos del Art. 2.5.2.1 del
Decreto Único Reglamentario 1083 de 2015, y por la otra, la asunción de las
funciones de contralor general con fundamento en una norma derogada
tácitamente por el Art. 267 de la Norma Superior, así:

“ARTÍCULO PRIMERO: Declarar la falta absoluta del titular del cargo de


Contralor General de la República, a partir del 16 de junio de 2023, por efecto
del fallo proferido por la Sección Quinta, Sala de lo Contencioso
Administrativo, del honorable Consejo de Estado, el 25 de mayo de 2023,
mediante el cual declaró la nulidad de la elección del Dr. Carlos Hernán

7
Consejo de Estado, Sección Cuarta, Sentencia del 29 de julio de 2021, Rad. No. 11001-03-27-000-2020-00017-00
(25346) C.P. Dra. Myriam Stella Gutiérrez Argüello
Rodríguez Becerra como Contralor General de la República para el periodo
2022-2026.

ARTÍCULO SEGUNDO: Declarar que a partir del 16 de junio de 2023 ocurre


el supuesto de hecho previsto en el parágrafo 1 del artículo 38 del Decreto Ley
267 de 2000 para que el Vicecontralor Carlos Mario Zuluaga Pardo asuma las
funciones de Contralor General de la República, mientras el Congreso de la
República efectúa la elección de quien ha de fungir como tal durante el lapso
que resta del periodo institucional previsto para su ejercicio en el artículo 267
de la Constitución Política.”

Bajo ese panorama, con la expedición de la Resolución No. ORD-80112-1499 del


15 de junio de 2023, se violó lo que se dispone en el Art. 2.5.2.1 del Decreto
Único Reglamentario 1083 de 2015, en concordancia con lo establecido en el
Art. 302 del C.G. del P., que establece la ejecutoria de las providencias que se
dictan por fuera de audiencia pública dentro de los 3 días posteriores a su
notificación, toda vez que, a su conveniencia, procedió a declararla sin que se
hubiere configurado la misma.

Es decir, el Contralor General de manera anticipada y en contravención con lo


que se dispone en las normas citadas (Art. 2.5.2.1 del Decreto Único
Reglamentario 1083 de 2015 y Art. 302 del C.G. del P.) declaró una vacancia
definitiva cuando la misma a la fecha de expedición del acto no se había
materializado, pues la Resolución demandad fue expedida el 15 de junio de
2023, y la falta absoluta o vacancia definitiva se materializó el 16 del mismo mes
y año a las 12:00 am, momento en el cual, él ya no podía seguir fungiendo
como contralor general de la república.

En igual sentido, tenemos que con la expedición de la Resolución No. ORD-


80112-1499 del 15 de junio de 2023, se violó el artículo 267 de la Constitución
Política, pues acudiendo a esa peripecia jurídica, se evitó que el Congreso de
la República ejerciera la función natural de nominador del Contralor General,
quien en cualquier ordenamiento que se precie de ser constitucional y en esa
vía, respetuoso del principio de legalidad, es a quien le compete elegir o
nombrar definitivamente o en encargo al funcionario frente a una vacante
absoluta o definitiva, pues de no ser así, todos los servidores del estado
quedarían en libertad para nombrar a sus reemplazos con la sola teoría de la
declaratoria de falta absoluta antes de que la misma se configure y de la
asunción de las funciones por parte de quien disponga el funcionario saliente.

Ahora bien, si bien es cierto que en el Parágrafo del artículo 38 del Decreto Ley
267 de 2000, se consagraba que “Mientras el Congreso o el Consejo de Estado,
según el caso, efectúe la elección correspondiente, el Vicecontralor asumirá las
funciones del Contralor General.” también lo será que con la reforma
constitucional que se le hizo al Art. 267 de la Constitución por cuenta del Acto
Legislativo 04 de 2019, dicha nominación cambio sustancialmente, lo que
generó una derogatoria tacita del mismo, pues tanto las faltas absolutas como
las faltas temporales del Contralor General quedaron en manos del Congreso
de la República, tal y como a propósito lo ha mencionado en oportunidades
recientes el Honorable Consejo de Estado.

Esta precavida afirmación parte de una interpretación teleológica, sistemática,


lógica y gramatical, pues conforme la redacción del Art. 267 de la C. Pol, no
cabe duda que proveer las faltas absolutas del Contralor General quedó en
manos del Congreso de la República, así como las faltas temporales cuando las
mismas excedan de 45 días, pues no podría entenderse como es que una falta
absoluta tenga un término de más o menos 45 días, en tanto que la misma será
absoluta hasta tanto no sea proveída de forma definitiva. Veamos lo que se
dispone en el inciso octavo del Art. 267 de la C.Pol.

“Solo el Congreso puede admitir la renuncia que presente el Contralor y proveer las
faltas absolutas y temporales del cargo mayores de 45 días.”
Por otra parte, pero en sintonía con lo anterior, la aplicación del Art. 38 del
Decreto Ley 267 de 2000, quedó supeditado a lo establecido e el artículo 267
de la Constitución Política, así:

“ARTICULO 38. FALTAS ABSOLUTAS Y TEMPORALES. De conformidad con


lo establecido en el artículo 267 de la Constitución Política, corresponde al
Congreso proveer las faltas absolutas del Contralor General de la República. El
Consejo de Estado proveerá las faltas temporales.

(…)”

No obstante lo anterior, el saliente Contralor General estructuró un acto


administrativo no solo novedoso, sino también diseñado a su medida y para el
logro de sus propios intereses, resolviendo declarar la falta absoluta de su propio
cargo, todo con fundamento en el parágrafo primero del artículo 38 del
Decreto 267 de 2000, norma que no podía ser aplicada de manera
fraccionada o parcializada, tal y como se hizo en la Resolución No. 80112-1499
del 15 de junio de 2023, por cuanto, dicha norma, que obviamente es de menor
rango que la del Art. 267 de la Constitución Política, solo puede ser entendida y
aplicada en los términos estrictos del artículo 267 de la Norma Superior, el cual, y
luego de las modificaciones que se le introdujeran los Actos Legislativos 02 de
2015 y 04 de 2019, esa función de provisión de las faltas absolutas y temporales
quedó en cabeza del Congreso de la República, luego no podía a motu propio
el entonces Contralor General de la República, adoptar la determinación de
declarar la falta absoluta del titular del órgano de control, ni mucho menos
mediante acto administrativo decidir que quien lo sucedería seria aquél que se
desempeñaba como Su Vicecontralor General.

En definitiva, el Contralor Saliente, con la expedición de la Resolución No. ORD-


80112-1499 del 15 de junio de 2023, violó lo dispuesto en normas superiores, esto
es, los artículos 267 y 268 de la Constitución Política, el Art. 35 del Decreto Ley
267 de 2000 y el Art. 2.5.2.1 del Decreto Único Reglamentario 1083 de 2015 en
concordancia con el Art. 302 del C.G. del P.

V. PRUEBAS

Se solicita se tengan como prueba las aportadas como anexos con la presente
demanda.

5.1. Resolución No. ORD-80112-1499 del 15 de junio de 2023


5.2. Sentencia Nulidad Electoral del 25 de mayo de 2023, Rad. 2022-297-00
5.3. Auto del 8 de junio de 2023, que no corrigió ni aclaró la Sentencia del 25
de mayo de 2023 expedida bajo el Radicado No. 2022-297-00
5.4. Copia de la Cédula de Ciudadanía de la Demandante

VI. NOTIFICACIONES

6.1. El suscrito demandante recibe notificaciones únicamente al correo


electrónico edison201432@gmail.com

6.2. La Contraloría General de la República recibe notificaciones al Correo


electrónico: notificacionesjudiciales@contraloria.gov.co, así como en la
dirección física, ubicada en la Carrera 69 No. 44-35 de la ciudad de
Bogotá.

Atentamente,

EDISON DARIO GONZÁLEZ SALGUERO


C.C. No. 3.199.961

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