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Responsabilidad PYVarV MUNA CPN Mas OL@ 57 VSM ol) PV oe + El debido proceso penal * Adolescentes y derecho penal * Medidas sustitutorias a la privacion de la libertad en menores * Cuerpo técnico auxiliar * Suspension de juicio a prueba * Juicio abreviado en menores * Sanciones y garantias penales juveniles + El defensor y el fuero penal * Modelos de escritos. Capiruto II ESPACIOS QUE NACEN LA POSIBILIDAD DE LO INSTITUYENTE REFLEXIONES SOBRE EL CUERPO TECNICO AUXILIAR EN EL FUERO DE RESPONSABILIDAD PENAL JUVENIL* A la memoria del maestro Carlos Eroles. Carlos, siempre estards entre nosotros. 1. InrRopuccION El presente trabajo intenta pensar la intervencién de los profe- sionales no abogados en el marco del nuevo Fuero de Responsabili- dad Penal Juvenil de la provincia de Buenos Aires. Las normativas provinciales 13.298 y 13.634, asi como la acor- dada 3370 de la Suprema Corte, se han referido a reorganizaciones administrativas de los equipos técnicos de los viejos juzgados de me- nores, a su tarea de asistir a los demés agentes judiciales, pero han dejado abierta la posibilidad de formular precisiones en relacién con las incumbencias de los peritos en el marco de la nueva ley. * Trabajo elaborado por i860 BAGA PAUNERO) perito en trabajo social i Cuerpo Técnico Auxiliar, departamental La Matanza, ica perito en trabajo social integrante del Cuerpo Técnico Auxiliar, departamental San Martin. 58 umbra por tanto una posibilidas surja de los propios protagon, ‘ai : construccisn del 71 F*° propio saber cotidi “axis, je la propia re ” a ah este punto cuando de este di lidad instituyente motiv6 a mucho, i flexién en el marco de | , « cnar de un espacio de refles Cr 2 ris ritos a participat erense, en el cual se intent6 trabajar sobre estas iacid cial Bona' ciacion Judicial 0p a cuestiones, en 1a busqueda de idear e La valoracin ce esta posibi || presente documento reto. que se dieron en el espacio mencionado, como tam. vodueeiones escritas ya realizadas al respecto! tas disparadoras que invitaron a la reflexiin {Qué lugar asumen os equipos Dey alo largo del nuevo proceso de responsabilidad penal juvenil? {Qué precisan, qué demandan ls jueces y los érganos del ministerio piblico a los peritos? {Qué pue- den aportar estos equipos téenicos al proceso? En primer lugar se realizaré un andlisis hist6rico del lugar pro- fesional desde donde abordar Ja creacién del Cuerpo Técnico Auxi- liar (de aqui en mas CTA). Luego se explicitard el marco normative en relacién con las précticas, c6mo se rastreardn los marcos teérices que sustentan las intervenciones, para més tarde avanzar en una propuesta metodoldgica de intervencién profesional. Por tltimo, se teflexionaré sobre el principio de especialidad del fuero y su relacién con las prdcticas profesionales. : Vale aclarar que la prevalencia de las referencias sobre el tra- bajo social en el presente desarrollo, obedece a la procedencia disci plinada de los autores del trabajo, que para nada pretende trasp> arse en forma idéntica y total a las otras disciplinas integrantes del Cuerpo Técnico Auxiliar. ma las discusiones pién ahonda en las P ‘Algunas pregun 1 Queremos destacar en este espacio los'aportes de: RESPONSABILIDAD PENAL JUVENIL 59 2, LA TRANSICION: DEL EQUIPO TECNICO DE LOS JUZGADOS DE MENORES AL “CTA” DEL FUERO PENAL JUVENIL Los equipos técnicos de los juzgados de menores estaban inte- grados por trabajadores sociales, psicdlogos y médicos con especia- lidad en pediatria. Tenfan como funcién originaria la elaboracién de diagnésticos sobre la situacin de los menores, establecida en los arts. 22, 23 y 24 de la ley 10.0672. En la practica cotidiana, las intervenciones profesionales se vieron expandidas hacia tareas de seguimiento 0 de control de los nifios y las familias judicializadas. Esta ampliacién del quehacer profesional ha sido naturalizada y sostenida a lo largo del tiempo y podria comprenderse desde un andlisis histérico respecto del viejo modelo tutelar en materia de infancia. El sistema de patronato judicial se constituia en el dispositivo primordial de amparo para los menores en peligro material 0 moral. La politica publica para la nifiez no se basaba en planes y programas locales, preventivos, dirigidos desde el érgano administrativo hacia esa poblacién, sino que asumfa una impronta netamente judicial. La funcién tutelar del Estado recafa en los jueces de menores y por transicién, en sus equipos técnicos. Las intervenciones de los equipos técnicos adquirieron una ubi- cacién central en el Poder Judicial, representando el lugar primor- dial de toda la politica publica para los menores. Se pretendia de dichas prdcticas profesionales la tarea de la medicion y gestién del riesgo social. El saber de los expertos sobre el menor y sus familias algunas veces oper respondiendo a esas demandas, a través de un proceso de encasillamiento de diferentes situaciones sociales previa- mente definidas como problemas de riesgo —el abandono, el maltra- to, la negligencia, la incapacidad de contencién, la disfuncionalidad, la peligrosidad— que tuvo implicaciones politicas y consecuencias concretas en la vida de los sujetos. Como afirman Gonzélez Lauri- no y Leopold Costabi *: “Se trata de estereotipias racionalizadas y 2 Art, 24 del decr.-ley 10.067: “El informe de: ambiente, deberé ser efectua- do por asistente social y consignard, entre otras circunstancias, la escolaridad, vivienda, ocupacién, situacién ‘moral y econémica del menor y su grupo familiar”. "I . (pir.) — Grappasonno, N. (coorp.) 60 Freca, G. L. rive} pragma judicial gnéstico psiquidtrico en toda su dure. za sancionatoria- Es justo mencionar que, aun en un contexto institucional y normativo adverso, much los equipos técnicos trabajaron fuertemente para superar este } e rocurando moldear las intervenciones en ‘el marco de la “Convencién sobre los Derechos del Nifio”, e inclusive participando de gestiones politicas para que se redefinan las préc- ticas de patronato y se materialice en el cambio de la legislacién 4, En la actualidad, la creacién del Fuero Penal Juvenil conforma un escenario muy diferente al analizado. Se produce la definitiva separacién de las causas penales de las asistenciales, a la vez que el proceso penal asume nuevas caracterfsticas para su funcionamiento (el proceso se inicia por un hecho que se imputa, no por el riesgo; surgen nuevos actores que abordan la investigacién de ese hecho, en el marco de las garantias procesales). Pensando en el lugar de los equipos técnicos, puede plantearse que el nuevo escenario habilita el pasaj asumido en el viejo sistema, haci No se tratar4 ya de gestionar el riesgo desde un lugar central olitica de la nifiez, sino que se buscaré poder aportar miradas No se trata- __* Cabemencionar las acciones realizadas por varios profesionales delos equipos técnicos de los juzgados de menores de La Matanza que en conjunto con La Red por los Derechos del Nifio desde el afio 1994 han trabajado debatiendo con legisladores, revisando proyectos, participando en la generacién de politicas locales, ete., acordes con la CIN; o la participacién de los equipos técnicos de San Martin en el espacio de la Red por los Derechos de la Nifiez, Adolescencia ¥ Familia del distrito de Tres de Febrero; o las acciones realizadas por 10s Peritos en el marco de la Asociacién Judicial Bonaerense, integrante del Foro Provincial por los Derechos del Nifio, entre otras experiencias. RESPONSABILIDAD PENAL JUVENIL 61 rd ya de imprimir marcas, sino de aportar visiones de contexto que describan la subjetividad del joven involucrado en el proceso; se tra- tara de intervenciones que acompafen el presente reordenamiento legal desde una perspectiva respetuosa de los derechos humanos, 3. MARco NoRMaTIVO a) La ley de proteccién de derechos 13.298. — EICTA comparte la misién expresada en la ley 13.298, con todos los integrantes activos del sistema de promocién y proteccién de derechos definidos en los siguientes términos: Art. 14: “E] sistema de promocién y orotesiindnlanmall Sphygnunteoal, detinads @ promover, prevenir, asistir, proteger, lar y restablecer los derechos de los nifios, ast como estable- cer los medios a través de los cuales se asegure el efectivo goce de los derechos y garantias reconocidos en la Constitucién nacional, la Convencién sobre los Derechos del Nitio y demds tratados de dere- chos humanos ratificados por el Estado argentino”. El concepto de misién hace referencia a esa especifica zona de cooperacién de objetivos de los distintos protagonistas convocados. Esta misién constituye la direccionalidad que ningun actor debe per- der de vista al momento de intervenir. a para dar lugar a una nueva articulacién cooperativa entre ellas y del Estado con la comunidad *; se trata de rescatar la necesaria relacién y articulacién que debe dar- se entre las diferentes intervenciones realizadas desde los diferentes Ambitos institucionales. Sern entonces la circularidad, la intersecto- 5 “Por una nueva relacién del Estado con la Comunidad” ha sido la formulacién empleada por las organizaciones de la comunidad para expresar la necesidad de superar las leyes del patronato y pasar al paradigma de la proteccién integral, que supere la primacia de la judicializacién como politica del Estado para la nifiez. Freoa, G. L. (oin,) — Grarrasonno, N- (coorp.) 62 RecA, G. L rialida rresponsal as caracteristicas que definan bilidad, d, 1a corresp' a sistema de proteccion. epto del Estado local qu nuevo concep que, ‘En este marco, se refuer2a © et | c te de los derechos de los nifios, debe implementar e; omo garante stra ‘6 ve de derechos (1a nueva normatiya) tegias de promocién y P™® teerspendientes (ajenos a 1a dependencia) con organismos ¥ Erste marco, la nueva normativa revaloriza ere eel a pganismos ajenos a la dependencia judicia), Ja tarea asistent™t cia del juzgado de menores como Protagonista Desterrada la Prim social, se modifica también el lugar de centra- fe accaemaeel se ir los viejos equipos técnicos, lo que i rmente asumido Po : 5 dad ante reedain las vieja préteasastmides por algunos idad del CTA. La acordada 3370. » be coda establece en su art. 3°, que el CTA tendra sistir profesional y exclusivamente, tanto a los érganos jurisdiccionales como a los del ministerio publico que intervengan en el Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil y transitoriamente a los érganos jurisdiccionales penales y los del ministerio publico en as causas con menores victimas de hechos delictivos” . Queda mucho por conversar entre todos los actores acerca del significado operativo del concepto de asistir profesionalmente. El concepto de asistencia segin la Real Academia Espafiola consiste en una accién de prestar socorro, favor o ayuda. Podria concluirse que los peritos podrian aportar su saber y experiencia no s6lo cuando sean convocados para expresarse en relacién con determinados pedi- dos de pericia debidamente especificados, sino también cuando ellos mismos lo sepan conveniente para el esclarecimiento y el abordaje de la situacién del joven en dificultad penal. EI concepto de asistencia profesional quedaria circunscrito a las acciones del perito especificadas en las respectivas leyes profe- sionales que regulan el ejercicio de cada disciplina: puede constituir un serio acto de irresponsabilidad que un profesional acceda a reali- zar acciones para las que no esta debidamente preparado o habilita- do desde sus incumbencias profesionales, Por tiltimo, es pertinente inferir que se trata de una asistencia exclusiva al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, lo que n0 e ams deci arbitra de leladoen, sno que obs & ‘uero que se analizara ms adelante. como fin RESPONSABILIDAD PENAL JUVENIL 63 4, REPENSANDO LAS INTERVENCIONES Y LOS MARCOS TEORICOS QUE LAS SUSTENTAN La demanda mAs frecuente realizada por los jueces, fiscales y defensores, hacia los profesionales del CTA, se relaciona con | “duccién de evaluaciones diagnésticas respecto del joven involucrado enel sistema penal, en cualquier momento del proceso, las que luego serdn voleadas en los informes técnicos, pensados como instrumento comunicacional de la labor pericial, Esta demanda, basada en el nuevo escenario penal juvenil, retira de las incumbencias del CTA las posibilidades formales de realizar tratamiento o intervencién directa en la problemdtica, como se hacia en los viejos juzgados de menores. E pedido de las autoridades judiciales, evaluar si el acompafiamiento socioeducativo se est realizando y de qué forma. Pensando el concepto de d ¢ ARIE tae date oe en el cual se transeribe un lo ya establecido de los datos abjetives. Se lo piensa como un Cabe resaltar la importancia que asume la tarea diagnéstica en el marco del proceso penal. Significa una produccién de conoci- miento respecto del joven y su familia que viene a complementar el proceso penal de ese joven en conflicto con la ley, y que puede llegar a incidir en parte en la direccionalidad futura que asuma ese pro- ceso penal. Se vuelve necesario reflexionar sobre las consecuencias concretas de la intervencién profesional, como también pensar en los fundamentos conceptuales que la sustentan. obj naliza criticamente la pro- ® Rozas Pagaza, M., Una perspectiva teérico metodoldgica de la inter- vencién del trabajo social, Espacio Editorial, Buenos Aires, 1998. or It, Michel, fc ase Eorigté® procs, G: L, (oIR.) - GRAPPASONNO, N, (corp, técnicos como fuentes de saber Objet cos Heas posibilidades reales dela consirgeigt My nta sob ciencias humanas. Las evaluaciones diagy jlarse a una toma fotografica que muestre una im, Hea Fi la lectura que reali age yan Ja realidad, ya que fa Te liza el profes: °" objetiva de propia subjetividad, sus propios posi Tesiong| ediada por su : 7 Cionam, reais y no puede escapar & las ideologias. Se busca req, Mien, exionay sobre los marcos te os discursos dejan de asim éricos ético politicos que sustentan las inten, ay ‘i en. ciones, iP ernto de separacion de las Viejas précticas de cont sadas en la idea de un sujeto en peligro y peligroso, conduce ant « diferentes que podrian enmarcarse en e el cual procura atender no sélo a ores infractores, sino fundamentalmente , 7 : Para que éstog no agudicen su expulsién y estén preparados para recuperar a |p. imenores infractores (...) no desde el disciplinamiento de la clini positivista tradicional que opera desde los mecanismos de carscter reflejos, sino mediante Ja conexién con el acto, el aprendizaje social én los valores humanistas y en el sentir ciudadano” ®. Este modela orar mirada’ eI jesde aqui se com la creencia de un joven peligroso e irrecuperable, y se propone el principio de la perfectibilidad humana, al considerar que es posible trabajar en funcién de abordar los aspectos vulnerables del sujeto desde el enfoque de reduccién del dafio; interviniendo también en las motivaciones de su comportamiento que lo vuelven vulnerable al control socio penal. Este modelo propone una mirada dinémica y flexible del sujeto y de la realidad °. Las evaluaciones cas :podrian confeccionarse desi? este nuevo paradigma, apuntando a Bruno, M.L., El cue i Ja respons? bilidad penal juven, to ig) rpo técnico auxiliar en el fuero de RESPONSABILIDAD PENAL JUVENIL 65 ia. Se trataria de realizar un anilisis de las problematicas del joven desde un andlisis contextual que muestre lo oculto de los fenémenos sociales, que devele los factores que ubica- ron al joven en una situacién de vulnerabilidad. Porque sélo a par- tir del andlisis de los factores macro estructurales que contemplen las variables econémicas, sociales, politicas, histéricas, geogrAficas, culturales, religiosas, es posible comprender con mayor precisién el problema social del sujeto estudiado. Desde alli comprender le ese joven puntual, atendiendo a las particulares- " jovel , entendiendo que el joven es un sujeto y no un objeto, el cual debe tomar un lugar protagénico dentro del proceso. La practica profesional podria recurrir al comprensivismo como un enfoque desde el cual intervenir, atendiendo a la particular raciona- lidad del sujeto, a su mundo simbélico; g joven ¥ sus circunstancias rompe con categorias rigidas y preestablecidas (familia disfuncional, joven drogadepen- diente, peligroso), para atender a la propia singularidad especifica de cada situacién particular, para construir y generar junto al sujeto una propia categoria, la cual visibilice esa situacién especifica. La intervencién pensada desde esta perspectiva, ademas de in- terpretar lo que hay de conflictivo en la situacién del joven, a partir de una mirada que plasme a la vez la totalidad y la singularidad de esa lel sujeto. La evalua- En sintesis, se trataria de afianzar una ruptura epistemol6gica con las viejas metodologias de intervenci6n; realizar un pasaje defi- nitivo de la perspectiva reduccionista centrada en el déficit y en el riesgo, hacia un'marco teérico epistemolégico y ético que comprenda miradas totalizantes y a la vez singulares, flexibles, que también den cuenta de los aspectos sanos, de las potencialidades del sujeto con el que se interviene. — GrapPasonno, N. (coorp.) 66 Freoa, G. Le (orR.) OGICO HACIA UNA PROPUESTA pg PROCESO METODOLOG! 5. Hacta de intervencién el conjunto de i or metodologia de: n on rs , Se entiende EB denan y dan sentido ala intervencién. El proves, cedimientos que se define a priori, como dispositivo de axiomas : metodolégico ae constituye una estrategia flexible que es construiga seguir, sonia situaciOn, a partir de una perspectiva teérica, episte. frente a cade ogica y ética que otorga un marco para la seleccign ge mola, He edimientos espeesficos a utilizar, segan las caracters, ticws partieulares del sujeto con el que se interviene. icas partieeopeién da cuenta de un trabajo teérico de andlics, de interpretacién tanto en la busqueda como en la produccién de] sonocimiento, que supera el mero relato descriptivo de la situacign analizada. En este sentido, e ambiental hacia los cabe reflexionar sobre el tradicional pedido trabaj sociales, donde gene. ralmente se busca obtener la mera enunci de" Tas eonuicians; habitacionales del joven y su familia, o en el mejor de los casos una exploracién inespecifica para el hal de elementos que pudieran servir proceso at orio. Li asit 11 concepto de ve en el cual se vuelean los datos observados como muestras fotograficas de lo directamente observable desde un lugar contemplativo. La observacién del hdbitat deberfa ser interpretada y anali- zada como parte de un proceso de intervencién ms profundo, y no como la intervencién misma. La entrevista en el domicilio ser una ms de las técnicas que el profesional considere implementar en él marco de un proceso metodoldgico mayor. Pensado desde esta éptica, deberia ser el criterio profesional y no el pedido del agente judicial el que valore la utilidad y la pertinen- cia de aplicacién de este tipo de técnica. E] requerimiento al perito profesional se formularia como un pedido de informe social, es| a

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