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sguntar de nuevo qué es la culpabilidad. Ademés sostene que la
teoria normativa limita el reproche de culpabilidad a la forma~
cin de la voluntad, al proceso de motivacién, mientras que su
‘objeto, por regla general, es el hecho como un todo. Lo importan-
teesque seiala que sila voluntad dirigida ala realizacion del he-
cho encuentra su lugar en la teoria dela accign y de loinjusto,no
se puede separar el proceso de formacin de la Voluntad del pro-
‘eso de realizacién de la misma y someter esa formacion a una
valoracién especial bajo la etiqueta de la culpabilidad, al menos
si se toma en serio el deseo de encontrar el citer caracteristico
de la culpabilidad en contraposicién a la antijuridicidad. Para
este autor, con la distincidn entre deber y poder se ha encontrado
‘un criterio sencillo y uilizable en todas partes, pudiendo recon
dducizse al poder tods los casos de exclusién de la culpabilidad,
raz6n por la que la misma tiene que agotarseen la exposicin de
Jos momentos que excluyen la ibertad y, con ella la culpabilided,
pues el ordenamientojuridico parte de la base de que el hombre.
‘ormal, en los casos habituales, posee libertad de actuar
‘Con fundamento en estas crticas la teoria final de la accién y
del ilicito tendria un ulterior desarrollo, dando fin definitiva
‘mentea la hist6rica polémica entre causalismo y finalismo dela
‘cual se escal6 para la posteridad los fundamentos de la teorta,
teol6gico-racional, también llamada funcionalismo, representa-
do, fundamentalmente, por el penalista aleman Ctavs RON,
de cuyo estudio nos ocupamos a continuacién,
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‘cartruto Quinto
Las dscsiones dogmatic planteadas por el inaisme yeleau-
Salto fueron zanadas en ena media con as saiclone st
temas que aporté el profesor Hass WeLza ala dogmstca
jurdico penal las cuales impusieron ampllamente en fa eoria
{el det, princpalmenteaquela que se derivan de mal lama
do ralado del dol ltpo, tle como el trstamiontodel ron
destindamiento dla concencla de a antjurdiidad como parte
integral de doloy la normatvizacén dea culpabiidad.
No obstante lo anterior, la amplia aceptacién que tuviezon los
resultados dogmaticos del fnalismo en el tratamiento de la es
tructura del delito, vigentes hasta el momento, se correspond
com las amplis critica yo rechazo de que ha sido objeto su fur-
ddamento metodol6gico de naturaleza ontol6gica.
En efecto, tantoel sistema cassia comm liaise ncaga-
ronde desnrolar una stematzaion dea Genel del Desh
penal dentro del mano planeado por el postvsmo uid, «=
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‘Binks a wormagun sn Obie A ADe esta forma, ln dogmstic jurdico pena presentaba un po
biema de diversa indole, cosistene en lo ‘supervalorcit dl
Penaamentosisemaic” cuyas resplesta ala lend del De
"echo podian en no pecs situaiones, ser Gentiicamonte coe
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‘Si bien en un principio el auge de la discusién entre causalis-
tas y inalistas repercutié en otorgarle una amplia importancia a
la dogmatica juridico penal, que en sus inicios fue estudiada de
‘manera profunda, con el paso del tiempo lleg6 a convertitse en
“un juego artificial intelectual sin mayor significacin practica”™,
tal y como lo refiere CLaus Rox
En Ia bisqueda por aportar elementos para la superacin de esta,
Paradoja aparecen en el panorama del Derecho penal cles corien-
tes de pensamiento,claramente diferenciables, pero que tienen tn
vértice comuin consistenteen poner de presente laimportancia del.
Pensammiento problemsticoen la construccin dela clenea del De-
echo penal: la mis radical de las tendencias se encuentra repre
sentada por el profesor alemn GUNTHER Jaxons quien propone
Sustituir el pensamientosistematico por el problematco en st to.
talidad; en una posicién més moderada se encuentra el pensador
‘Cavs Roxtn, quien propone compaginar el pensamiento proble
‘matico y el sistemtico, para conformar un sistema de Derecho
penal en el que “los probiemas politico criminales forman parte
del contenido propio de a teoria general del derecho”
(Ciavs Roxtn nacis en Hamburgo en 1951; experto en politica crimi-
nal y Derecho procesal penal y profesor emeérito de Derecho Penal
de la Universidad de Munich, en donde remplaz en la estecea a
Ratvttano MaUkAcH,pese a pertenecer a corrientesabsolutamente
diferentes en la teoria del det, es sin duda uno de los mis impor.
| FaaNeasco Moor Cow, “nodes” a CLs Roun, Poti rnin
ster del draco pol, Barston Ea. Boch 1972,
2 Conus Rox: Pla criminal y extracts a deli, Barcelona, rr, 982,
Pe
Sta,»
‘antes precursores del Derecho penal contemporéneo, ast consid
rado a lo ancho y largo del mundo; muestra de ello es haber sido
investide como doctor hanorscnust por diversas universidacles en
tre ells as universidades Hangyan (Corea), de Urbino (Italia) de
Coimbra (Portugal), Complutense de Madrid, Real de Barcelona,
Kornotin (Grecia)
La obra del profesor Roxty ha influido ampliamente en las 1e-
cientes reformas a los eédigos penaleslatinoamericanos, y sus,
libros han sido traducidos a los idiomas espafol, portugues, ita-
liano, griego inglés, chino yjaponés. La primera publicacisn del,
autor se realiz6 en 1959, la que correspondié a su tesis doctoral,
Mamada Tipos abietosy elementos del deter juridico, y su amplia,
‘obra ha permanecido en crecimiento desde aquel momento, ha