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arent Assoun investiga ef Jlcaiice del concepto oe UNIVERSIDAD DE CHILE + Capitulo IT LA CONSTRUCCION DEL FETICHISMO: FILOSOFIA ¥ ETNOLOGIA ‘Ya hemos visto que De Brosses, el ereador del “fetichismo”, centrega ala reflexign un doble problema: uno (predetnoldgico “relative a la institucién cultural- el otro de antropologia jilosofica ~relativo alacreencia religiosa~, Estonos propor- Giona el “bilo rojo" de la construccién del fetichismo en el periodo determinante que, de manera sumaria, va de De Brosses a Freud: por un lado, se trata de volver a trazar las ‘etapas de la elaboracién del problema por los filésofos, por el tlro, su recuperacién por la ciencia etnolégiea, esperialmen- teen su fase de constitucién “cientifiea’.' I. Antropologia filoséfica y fetichismo: el “modelo de Hume” ‘Se concibe que, habida cuenta del contexto de Ia invencién del fetichismo (supra, p, 30), l examen que de Ia antropolo- {pla del hecho religioso hace David Hume (1711-1776) pro- + Verdaderamente, qu te trata de una rconsituién dea gion de a eostrucion del concen que permitirtsituar en ella el concepto ‘scotalitio, siendo cesta Ia historia en su prcisin misma, para [puntalar esta genalogi del conept, no en si misma (de conformidad Ghnnpeeblodienelbjetvn dela presentcrs, defines supra, p11. 33 porcione el punto de partida natural de esta larga e intensa gestacion, Hume participa de manera tan determinante como indi- recta ens historia del fetichismo, Poruna parte, postulaen su Historia natural de la religion (1751) un prineipio “goné- tico” de las formas de religion que va a comprobarse deter- minante para romper eon las teorfas de la degeneracién de una religién original y hacer lugar al fetichismo en el origen de ese proceso; pero, por la otra, hablando con propiedad no ‘menciona al fetichismo: para él, es el *politefama" ~conside- ado genéricamente- el que se postula como “la primera y ‘més antigua religién de la humanidad”, “religién primitiva del hombre" o de la “humanidad inculta”, ‘De manera correlativa, se menciona Ia “idolatria", pare- ciendo Hume por momentos considerar los dos términos ‘como cuasisindnimos. Ademés, deseribeel comportamiento del idélatra de un modo que recuerda intensamente el del “fotichista’: “Los chinos golpean asus dolos cuando sus plagarias no son atendidas. Toda piedra grande que resulte tener una forma extraordinariaes parael lapéin una dvinidad” David Hume, Historia natural dela religién), Es que Hume, preocupado por arraigarla religién en una ciencia de ia “naturaleza humana’ no se consagra a escribir una verdadera historia de las creencias religiosas, contra riamente al linaje que iré de De Brosses a Comte, Le basta ‘con oponer el *politetsmo” originario al “monotefsmo” y recusar, al hacerlo, la nocién de una religién monotefsta ‘original de la que las religiones existentes serian la expre- sin degradada, En consecuencia, abre el camino a una génesis de Ia creeneia religiosa, Sin preocuparse por el “fetichismo” en particular. Los afios 1750-1760 -entre la Historia natural de Hume xy Del culto de los dioses fetiches de De Brosses~ marcan un ‘momento determinante en que la euestién “etnol6giea” del 4 fetichismo coincide con a problemetica filoséfica dela creen- cia religiosa, en un verdadero “apuntalamiento” reefproe Un documento fundamental de ello es la correspondencia entre Hume, De Brosses y Diderot, quien desemperia el papel de un intermediaria activo y hicdo cf. Michéle David, "Let lees inédites de Didorotet de Hume éerites de 1755.8 1765 au président De Brosses", en Revue philosophique, n* 2, abril. junio de 1966). Como lo resume Diderot, la teorfa debrossiana del feti- chismo aparece como un “complemento” de “la. historia natural dela Religidn” de Hume. Bate, en efecto, proporcio- naba a De Brosses una teorfa del origen de la religion, con sus dos “méviles’ ~"temor” e “ignarancia’= frente a los “fondmenos irregulares de la naturaleza". Pero, por otro lado, Hume no necesitaba un concepto menos englobador que ‘el de “politeismo”, alli donde De Brosses “detalla”, volviendo a dirigir la atencién hacia este “enviseamiento® primitivo de la creencia en el “objeto”. Basta con escuchar el co literal que encuentran en el texto de De Brosses las teorias de Hume, en conexion con la apuesta de la “antropo: logia filoséfica” ya mencionada (supra, p. 26) “Es sabido, por mi ejemplos parecidos, que no hay supersti ‘ion tan absurdao tan ridjcula ala que no hayan engendrado ‘aignorancia unica al temor"(Del cultode los dioses etches, introduetién, p. 13). "Para explicar este fenémeno lel Feti chismo universalmente difundidel, no hace falta” sino “la uniformidad constante dol hombre salvaje consigo mismo; su corazén perpetuamente abierto al temor, su alia évida sin cesar de esperanzas.. su espiritu sin eultura y sin razona miento..” (op. it, 808.8, p. 26). EL fundamento de esta antropologia es el origen pasional de la religiGn primitiva, atestiguable en consecuencia en el fetichismo: este “mévil” esl asombro que procede del emor. Esta idea, en accién, segiin lo hemos vista, en De Brosses y a8 tomadaen préstamoa Hume pra, . 30) fama un postuado «ue, mis alt de sue fuentes antigo (Demet Ler), ‘asi a encontrarse en el pensaiento “materials Es en Adam Smith (1723-1790) donde se halla a eora ris explicit del “asombro” especie de paologiaimaginat ‘2 que introduciendo un “rastomo valent se convierte en névil de conoeimiento, frente a las “rregularidades que Seclrecen cn el mayor aparatayeuyo brlsne pone deer sen sus Ensayosfilosfico y, en especial, en su Historia de la astronoméa donde el creator de la “economia politica lisa” formu esta antropologfa (estos libros fueron tradu- ‘dos francés en 1197). Bstécomprobado que Comtesufri directamente Ia influencia de esta concep, eomo Io dice ‘desde 1825 sobre este punto, véase Canguilhem, aticulocitado rs adelante, pp. 1102 124)-La constancia de a referencia al ‘temor como origen del sentimiento religioso no permite sino rgjor comprender el alcance del rechazo de Durltheim: "La roligién no es un producto dl temor. Expresa algo rel” (Las formas elementaies de ta vida religiosa, Whro TI, eap. VIL, see. V) De igual modo es oportuno examinar el Tazo entre esta nocidn de un “temor” primitivo asociado por ejemplo al fetichismo, primera “reaceiin” a aquél, ya teoria psicoana- Iitiea de ese género do “angustie” que el fetiche viene “contrarrestar" (infra, p. 108). Il, El pensamiento del fetichismo de Kant a Hegel Kant da con el fetichismo en su Religién en los limites de la mera razén (1793), como religion dela exterioridad, simétri- ca de la moralidad: 36 “Ahorabien, el hombre que se sive de aeciones queno tienen, cens{misinasnadade agradablepara Dios (es decir de moral), ‘como medios de obtenor por si mismo la inmediata satisfac- ‘dn divina y de esta manera el cumplimiento de sus deseos, tione la iusién de posecr un arte que le permite produeir por rmedios puramente materiales un efecto sobrenatursl; suele Iamarse magia alas tentativas de ese género; mas nosotros sustituiremos es término (que comprende el eoncepto secun- Gario de una asnciacin em el principio malo, sendo ae ‘puede considerarse que esas tentativas, por lo dems, tam- bidn pueden seremprendidas.eon unabuenaintencién moral, por un malentendio) por el conocido en otras partes como {fetichismo” (op. cit, 4a. parte, 2a. seetin, § 11D. Esta mencién del fetichismo aparece en relacién con el “sacerdacio”yel“falsoculto”: aquél sirve paranombrar—ana vvez mas~ la actitud magica que consiste en el hecho de que “nos fabricamos un Dios” (ibid.,§ 1). Sirve, en efecto, para designar, en cierto modo de manera més neutra que la palabra “magia’, esta forma de “idolatria” que consiste en intentar ejercer, mediante unas “acciones" y en nombre de ‘una especie de principiodel placer propio, una presién sobre Iadivinidad -y “fabricarla” con estefin~. Tentalivade acceso alo “sobrenatural” por la “naturalidad” del objeto-fetiche. En este sentido, ea la forma bisica de “la ilusin religiosa quimérica” (§ 1). La religién puramente “estatutaria” es por lo tanto aque- a que “transforma el servicio de Dios en tun mero fetichis- ‘o”, satisfaciéndose asi con “un culto mentiroso..” Mis: “el ‘sacerdocio es... a eonstitucién de una iglesia donde reina un culto fetichista.". Es, por este motivo, el “reverso” de Ia religiGn auténtica, aquella, incondicional, de “la buena con- ucta”: “Todo lo que él hombre cree poder hacer, excepto la buena conducta, para hacerse agradable a Dios es simple~ ‘mente locura religiosa 0 falso culto de Dios" (§ Il: se ve en ‘qué constituye aqui una cuestién el fetichismo, teniendo por rresorte determinante el esfuerzo de “hacerse agradable a ‘Dios" y realizar, mediante unos “dioses ficticios", su princi- a pio de placer. Bn cierto modo, Kant unifica el “fetichismo” para nombrar esta “patologia” de la religién ~es decir su relacién con los “moviles sensibles’-, reverso de la “razén ppréctica” y de la religié razonable, Bsen la Introduccién a sus Leceiones sobre la filasofta de 1a historia (1831) donde Hegel pone en perspectiva el feti- chismo. Este (en una especie de homengje objetivo a su

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