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Adaptacion Espanola Del Personality Diag
Adaptacion Espanola Del Personality Diag
Resumen Summary
Introducción. Entre los instrum entos dia gnósticos de Introduction. The Persona lity Dia gnostic Questionna ire
tra storno de la perso na lida d (TP) de m á s uso en lo s últim os is one of the m ost frequently used instrum ents fo r
a ños se encuentra el Personality Diagnostic Questionnaire. dia gnosing persona lity disorders (PD). Its la st version (PDQ-
En su últim a versión (PDQ-4+) este instrum ento com bina 4+) com bines the ea sy a pplica bility of a questionna ire with
la ra pidez y co m o dida d de uso de un cuestio na rio the control of sta te sym ptom s interference of a n interview.
a utoa dm inistra do con el control del efecto de la The a im of this pa per is to present prelim ina ry results on
sintom a tología de esta do de una entrevista . El objetivo de the Spa nish version of the PDQ-4+.
este tra ba jo es presenta r los resulta dos prelim ina res de la Method. 159 psychia tric outpa tients were a ssessed using
a da pta ción espa ñola del PDQ-4+. the questionna ire of PDQ-4+. Am ong them , a sa m ple of 47
Metodología. Se a dm inistró el cuestiona rio del PDQ-4+ were a lso eva lua ted using the short interview of clinica l
a una muestra de 159 pa cientes psiquiá tricos a m bula torios; significa nce tha t com pleted the PDQ-4+.
una submuestra de 47 ta m bién fue eva lua da m edia nte la Results. Results obta ined were very sim ila r to tha t from
esca la heteroa dm inistra da de significa ción clínica . previous resea rch, indica ting sim ila r psychom etric
Resultados. Los resulta dos pusieron de m a nifiesto que properties of the PDQ-4+ Spa nish version, to English,
la s propieda des psico m étrica s o btenida s en la versió n Ita lia n, Chinese a nd Norwa y versions. In genera l, the
espa ñola son sim ila res a otra s versiones publica da s interna l co nsistency wa s a ccepta ble; the obsessive-
a nteriorm ente (inglesa , ita lia na , china y no ruega ). La com pulsive PD sca le showing the lowest Cronba ch’s a lpha .
consistencia interna resultó, en genera l, a cepta ble, siendo la The high preva lence of PD obta ined with the PDQ-4+
esca la de TP obsesivo-com pulsivo la que m ostra ba un a lfa questionna ire wa s dra m a tica lly reduced when the clinica l
de Cronba ch m á s ba ja . La eleva da preva lencia de TP significa nce sca le wa s a dded. These results a re in m ore
detecta da a l a dm inistra rse el cuestio na rio del PDQ-4+ se a greem ent with previous epidem iologica l studies.
reducía de m a nera considera ble a l a plica r la esca la de Discussion. Overa ll, the PDQ-4+ questionna ire seem s a
significa ción clínica , a justá ndose m á s los resulta dos a lo good screening instrum ent in clinica l use. Best results a re
espera ble según los estudios epidem iológicos. obta ined when the clinica l significa nce sca le is a lso
Discusión. En genera l, el cuestio na rio del PDQ-4+ es un a dm inistered.
buen instrum ento de criba je a nivel clínico, m ejo ra ndo
ha sta com po rta rse co m o una buena herra m ienta Key words: persona lity disorders, PDQ-4+, persona lity,
dia gnóstica siguiendo criterios DSM-IV cua ndo se dia gnostic, a ssessm ent.
a dm inistra la esca la de significa ción clínica .
INTRODUCCIÓN
CORRESPONDENCIA:
El Dia gnostic a nd Sta tistica l Ma nua l of Menta l Di-
N. Calvo.
Unitat de Psicologia Médica. sorders en su cuarta edición (DSM-IV) 1 define los trastor-
Facultat de Medicina (UAB). nos de la personalidad (TP) como «un patrón permanen-
Campus de Bellaterra, s/n. te e inflexible de experienc ia interna y de c omporta-
08193 Bellaterra (Barcelona). miento que se aparta acusadamente de las expectativas
Correo electrónico: nataliac@copc.es. de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia
o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del DSM-IV. El diagnóstico se basa fundamentalmente en las
tiempo y comporta malestar o perjuicios para el sujeto». respuestas al cuestionario, sirviendo la breve entrevista
Este mismo manual define 10 trastornos específicos de la posterior para corroborar que se cumplen las exigencias
personalidad, agrupables en tres clusters: cluster A (ex- de TP. Este hecho ofrece la ventaja de permitir un desta-
céntricos) que incluye los TP paranoide, esquizoide y es- cable ahorro de tiempo en la administración respecto las
quizotípico; el B (dramáticos) que englobaría los TP his- entrevistas diagnósticas como la SCID-II o la IPDE, y el
triónico, narcisista, límite y antisocial; y el C (ansiosos) control sobre el posible efecto de la sintomatología de es-
que lo compondrían los TP por evitación, por depen- tado en la autovaloración del paciente que no poseen los
dencia y obsesivo-compulsivos. Al mismo tiempo consi- cuestionarios. Por ello, se trata de un instrumento muy
dera una categoría de TP no especificado para los casos útil tanto a nivel clínico como de investigación. El PDQ-
en que valorándose patología de personalidad no se lle- 4+ consta de 12 escalas de TP: 10 referidas a las categorí-
gan a cumplir el número mínimo de criterios exigibles as diagnósticas que el DSM-IV contempla en su capítulo
para ninguno de los diagnósticos antes mencionados. Fi- de TP, y dos dirigidas a evaluar las categorías de TP que
nalmente, el DSM-IV incluye en su apéndice B los tras- aparecen en el apéndice de diagnósticos en estudio. Al
tornos depresivo y pasivo-agresivo (negativista) de la per- mismo tiempo, contempla dos escalas de control de la
sonalidad como categorías diagnósticas de TP para estu- respuesta: una de conformidad social y otra de respues-
dios posteriores. tas infrecuentes.
Esta clasificación puramente categorial de los trastor- Existen pocos estudios publicados hasta la fecha so-
nos de la personalidad propuesta en el DSM-IV ha recibi- bre el PDQ-4+, aunque sí los hay sobre sus antecesores:
do múltiples críticas en los últimos años, en buena parte el Persona lity Dia gnostic Questionna ire (PDQ) y el Per-
debido a que se trata de una clasificación ateórica basada sona lity Dia gnostic Questionnia re-Revised (PDQ-R), los
únicamente en la observación clínica. En la actualidad al- cuales han sido ampliamente utilizados en la investiga-
gunos autores proponen un acercamiento dimensional a ción de los trastornos de personalidad. El PDQ 10 fue el
los TP, que permita definirlos a partir de un modelo teó- primer instrumento de autoinforme que evaluó los TP se-
rico de base empírica2-4 . Aun así, las categorías contem- gún los criterios diagnósticos del DSM-III. El PDQ permi-
pladas en el DSM-IV continúan siendo la pauta diagnósti- tía obtener una puntuación para cada una de las 11 cate-
ca utilizada en la práctica clínica a nivel internacional. gorías diagnósticas de TP existentes, así como en una es-
Por ello es necesario disponer de instrumentos de eva- cala de desajuste/malestar, otra de deseabilidad social y
luac ión válidos que permitan hac er un diagnóstic o lo una última de mentiras. La aparición del DSM-III-R fue
más preciso y fiable posible basado en esos criterios. acompañada de la revisión del PDQ, convirtiéndose en el
Dado que hasta hace relativamente poco no existían PDQ-R11 . Éste incluía una escala para cada una de las 11
instrumentos diagnósticos validados en muestras espa- categorías diagnósticas de TP más otras dos para cada
ñolas, es habitual que en la práctica clínica se realice el una de las categorías en estudio (autodestructiva y sádi-
diagnóstico de TP basándose únicamente en la intuición ca), una de desajuste/malestar y dos escalas nuevas de
del clínico. El peligro de esta estrategia diagnóstica resi- control de respuesta ( Too Good y Suspect Questionna i-
de en su falta de fiabilidad, ya que en las pocas veces que re ). Ambos cuestionarios han mostrado, en diversos es-
ha sido puesta a prueba empíricamente, se ha demostra- tudios con muestras clínicas, una adecuada estabilidad
do una escasísima coincidencia diagnóstica entre obser- temporal (fiabilidad test-retest), una consistencia interna
vadores5 . Esto subraya la necesidad de desarrollar y/o general aceptable (alfa de Cronbach) y una buena capa-
adaptar instrumentos diagnósticos de TP a nuestro me- cidad predictiva de la presencia de TP, con una buena
dio. En la actualidad, únicamente se dispone de la entre- sensibilidad y moderada especificidad. Aun así, con ellos
vista se mie struc turada SCID-II e n su ve rsió n para se siguen obteniendo unas mayores prevalencias de TP
DSM-III-R, validada en población española6 . Existen tra- (probablemente falsos positivos) que mediante el uso de
duc c iones de la entrevista IPDE7 y de la SCID-II para entrevistas clínicas como la SCID-II12-19 .
DSM-IV8 , pero desconocemos la existencia de estudios Entre los pocos trabajos llevados a cabo usando el
de estandarización en población española. El uso de es- PDQ-4+ destacamos uno realizado sobre población no
tas entrevistas ha sido escaso fuera del ámbito de la in- clínica y cuatro con muestras clínicas. El primero, reali-
vestigación, debido en parte al elevado coste de tiempo zado por Bagdy et al20 con 99 estudiantes universitarios,
que supone su administración. Para salvar esta dificultad, pretendía examinar si las dos escalas de control de res-
pueden usarse los cuestionarios de autoinforme desarro- puestas (deseabilidad social y respuestas infrecuentes) re-
llados para el diagnóstico de los TP. El problema de éstos sultaban eficaces en la detección del fingimiento. De los
reside en la mayor influencia que el estado psicopatoló- resultados se desprendía que ninguna de las dos resultaba
gico del paciente puede ejercer sobre la evaluación, im- particularmente útil para ello, siendo una de las posibles
plicando un número muy importante de diagnósticos fal- explicaciones el número excesivamente bajo de ítems
sos positivos y de comorbididad diagnóstica entre TP5 . que las componen (cuatro y dos respectivamente). Al
El Perso na lity Dia gno stic Questio nna ire 4+ (PDQ- mismo tiempo, es importante señalar que en este estudio
4+) 9 es un cuestionario de autoinforme complementado se obtenía una prevalencia de TP del 77%. Si tenemos en
con una breve entrevista de significación clínica que per- cuenta la población sobre la que se trabajaba, resulta evi-
mite realizar diagnóstico de TP siguiendo los criterios del dente que el cuestionario PDQ-4+, por sí solo, sobrediag-
MATERIAL Y MÉTODO
RESULTADOS
La muestra se obtuvo entre las personas que solicita-
ron atención en tres centros de asistencia psiquiátrica y La tabla 1 presenta los descriptivos de cada escala del
psicológica de la provincia de Barcelona. Después de una cuestionario del PDQ-4+, así como de sus agrupaciones
primera entrevista psiquiátrica, los pacientes eran cita- por clusters (en este caso no se consideran los dos diag-
dos otro día para c ompletar de manera individual el nósticos en estudio) y del total (incluidos los TP pasivo-
PDQ-4+. Los criterios de exclusión establecidos fueron: agresivo y depresivo). Las medias y desviaciones estándar
presencia de diagnóstico de esquizofrenia, demencia o c orresponden al número de c riterios autoinformados
retraso mental. El total de pacientes evaluados fue de como verda deros en cada caso. En la misma tabla se pre-
159. De ellos, el 45,9% fueron hombres (n= 73) y el sentan los coeficientes alfa de consistencia interna de las
54,1% mujeres (n= 86). La media de edad fue de 30,7 escalas. Considerando las 12 categorías diagnósticas, las
TABLA 2 Saturaciones factoriales de las escalas que TABLA 3 P revalencia de TP según el cuestionario
c o r responden a las diez categorías DSM-IV PDQ-4+ (sin escala de significación clínica)
de TP, después de un análisis de (n = 159)
componentes principales con rotación
oblicua (Oblimin) forzando una solución de %
t res factores (n= 159)
Paranoide 35,2
Fa ctor I Fa ctor II Fa ctor III Esquizoide 17,6
Esquizotípico 31,4
Paranoide 0,491 0,327 Histriónico 12,6
Esquizoide 0,675 Narcisista 11,3
Esquizotípico 0,551 –0,395 Límite 35,8
Histriónico 0,704 Antisocial 3,1
Narcisista 0,795 Evitación 55,3
Límite –0,660 Dependencia 20,1
Antisocial 0,633 Obsesivo-compulsivo 56,5
Evitación –0,638 Pasivo-agresivo 27,0
Dependencia –0,828 Depresivo 54,1
Obsesivo-compulsivo 0,593
Cluster A 48,4
Variancia explicada 29,54% 12,66% 11,74% Cluster B 44,7
Cluster C 76,8
Para una mayor claridad, las saturaciones inferiores a 0,30 han sido eli-
minadas de la tabla. TP: trastorno de personalidad. Algún TP 84,9
TABLA 4 P revalencia y comorbididad de TP antes y después de aplicar la escala de significación clínica del PDQ-4+
(submuestra n = 47)
Única m ente cuestio na rio Esca la significa ción clínica
Preva lencia Com orbidida d Preva lencia Com orbidida d
n % n % n % n %
El porcentaje bajo las prevalencias se calcula respecto al total de la submuestra (47 pacientes psiquiátricos); bajo las columnas de comorbididad se
calcula respecto la n de la categoría diagnóstica. La comorbidad en las filas de clusters indica la presencia de uno o más trastornos de personalidad
(TP) de ese grupo junto con uno o más TP de alguno de los otros dos clusters.
ción clínica. Lo mismo sucedió con casi el 91% de los que ble homogeneidad de los constructos (categorías diag-
eran considerados candidatos a TP esquizotípico, o el nósticas DSM-IV) que evalúan, podemos valorar los resul-
84% de los que habrían recibido un diagnóstico de TP lí- tados como aceptables. Únicamente la escala de TP ob-
mite. Por su parte, los trastornos pertenecientes al clus- sesivo-compulsivo muestra un valor alfa de Cronbach in-
te r C fueron los que mantuvieron una prevalencia similar suficiente siguiendo criterios psicométricos. Resultados
antes y después de dicha entrevista: aproximadamente similares para esta escala son aportados por Fossati et al,
un 42% de los considerados TP por evitación conserva- Yang et al y Wilberg et al22-24 , lo cual hace pensar que se
ron el diagnóstico una vez completada la evaluación he- trata de un problema del cuestionario original o del cons-
teroadministrada, lo mismo ocurrió con casi el 46% de tructo evaluado, y no necesariamente de la adaptación
aquellos con TP por dependencia y el 40% de los TP ob- española de los ítems de esta escala. Teniendo en cuenta
sesivo-c ompulsivos. La esc asa presenc ia en esta sub- las alfas de los tres clusters y el alfa total, podemos con-
muestra de TP antisocial, narcisista, histriónico y esqui- siderar que existe una adecuada consistencia interna en
zoide no permite extraer conclusiones. los ítems que constituyen los diferentes grupos de TP y
del cuestionario en conjunto. Este hecho puede estar ex-
plicado por el aumento del número de ítems al conside-
DISCUSIÓN rar estas agrupaciones; si bien también está indicando
una buena intercorrelación de los ítems que supuesta-
En términos generales, las propiedades psic ométri- mente valoran los criterios pertenecientes a los diferen-
c as del c uestionario PDQ-4+ en su versión española son tes clusters y la presencia de TP en general.
similares a las public adas anteriormente 22-24 referidas a Siguiendo el DSM-IV, los diferentes TP se agruparían
las versiones en italiano, mandarín y noruego del mis- en tres clusters: excéntricos, dramáticos y ansiosos. Se-
mo instrumento. Teniendo en c uenta el esc aso número gún los resultados del análisis de componentes principa-
de ítems que c onforman las esc alas, podemos c onside- les realizado, el cluster A (excéntricos) sería claramente
rar la c onsistenc ia interna de éstas c omo ac eptable. Por replicado; en este caso las saturaciones de las escalas de
otra parte, y c omo en trabajos anteriores, se observa TP esquizoide, esquizotípico y paranoide no permiten
una presenc ia de TP muy elevada al usar únic amente el otra conceptualización del factor. El hecho de que el TP
c uestionario autoadministrado; ésta disminuye al apli- antisocial también muestre una saturación importante en
c arse la esc ala de signific ac ión clínic a. este factor podría deberse a un artefacto estadístico, fruto
Centrándonos en la consistencia interna de las esca- de que únicamente cinco casos presentan este diagnósti-
las, buena parte de los valores alfa obtenidos son inferio- co. Antes de aventurarnos a realizar cualquier otra expli-
res a 0,70. Pero si tenemos en cuenta el escaso número cación debería replicarse el resultado en una muestra con
de ítems que forman cada una de las escalas y la discuti- mayor presencia de este TP. El tercer factor obtenido me-
diante el análisis de componentes principales podría con- IV. Por ello, podría llegar a considerarse que las mayores
siderarse un factor de TP ansiosos ( cluster C), en el que prevalencias de TP obtenidas mediante el PDQ-4+ no se-
además de los TP dependiente y por evitación, saturan los rían un indicio de carencias de especificidad del instru-
TP límite y esquizotípico. Si tenemos en cuenta que entre mento, sino que reafirmarían la falta de sensibilidad del
sus criterios diagnósticos ambos TP contemplan caracte- sistema diagnóstico al uso. Aun así, queda claro que si
rísticas claramente ansiosas (ansiedad social, inestabilidad nuestra intención es conseguir un instrumento que per-
afectiva, etc.) no es extraño que también saturen en este mita realizar diagnósticos de TP según DSM-IV, el cues-
factor. El hecho de que el TP obsesivo-compulsivo no fi- tionario del PDQ-4+ muestra una clara tendencia a la ob-
gure entre las escalas que se asocian a este factor puede tención de falsos positivos, que queda contrarrestada de
ser debido tanto a problemas de definición del construc- manera destacable al aplicarse la escala de significación
to como a aspectos meramente psicométricos. Esto ya se clínica. Añadiríamos que nuestra muestra no fue selec-
había apuntado al comentar la consistencia interna de las cionada usando métodos de muestreo propios de traba-
escalas. Finalmente, no se obtiene ninguna agrupación de jos epidemiológicos, por lo que las diferencias que aún
escalas que pudiera considerarse cercana al cluster B del se observan una vez administrada la escala de significa-
DSM-IV. El factor en el que saturan las escalas de TP his- ción clínica bien podrían ser explicadas por las caracte-
triónico, narcisista, obsesivo-compulsivo y paranoide re- rísticas de la muestra.
sulta de difícil conceptualización siguiendo el DSM-IV. A En resumen, de los resultados aquí expuestos pode-
pesar de lo comentado, creemos necesario hacer notar mos concluir que el PDQ-4+ (incluyendo su escala de sig-
que este análisis es puramente exploratorio y que en nin- nificación clínica) puede ser considerado, en términos
gún caso puede considerarse la obtención de una estruc- generales, un instrumento útil en la valoración y diag-
tura factorial parecida a la del DSM-IV como un criterio de nóstico de los TP. La mayor ventaja que ofrece sobre las
validez, puesto que la propuesta en este manual no se entrevistas clínicas (SCID-II y IPDE) es la considerable re-
basa en ningún criterio empírico. ducción del tiempo de administración, sin que esto sig-
El cuestionario autoadministrado del PDQ-4+ muestra nifique una pérdida aparente de validez diagnóstica. En
una prevalencia de TP muy por encima de lo esperable este sentido sería importante y necesario estudiar la con-
según estudios epidemiológicos y el propio DSM-IV. Por cordancia diagnóstica entre el PDQ-4+ y las citadas en-
citar un ejemplo, el DSM-IV estima que el TP obsesivo- trevistas. Algunas de las limitaciones mostradas por el
compulsivo está presente en un 3% a 10% en muestras PDQ-4+, como la escasa fiabilidad de la escala de TP ob-
clínicas, mientras en nuestro caso, y siguiendo el cues- sesivo-compulsivo o la estructura factorial no del todo
tionario autoinformado, el porcentaje de casos supera el c oinc idente c on los clusters esperados según DSM-IV,
50%. Lo mismo podría decirse del TP por evitación (un además de generar algunos interrogantes acerca de las
10% de prevalencia según DSM-IV, un 55% en nuestra propiedades psicométricas del instrumento, quizá debe-
muestra) o del límite (más de un 15% superior al valor rían hacernos reflexionar sobre las propias limitaciones
máximo considerado en el DSM-IV). Ello hace pensar en de los constructos en que éste se basa, es decir, del siste-
un exceso de falsos positivos al administrar únicamente ma categorial usado en los manuales diagnósticos.
el cuestionario autoinformado y no aplicar la escala de
significación clínica que acompaña a éste, como ya pre-
veía Hyler. Así pues, cuando ésta se administra, tanto el BIBLIOGRAFÍA
número de diagnósticos como su comorbididad disminu-
ye de manera drástica, acercándose más a los valores es- 1. Americ an Psychiatric Assoc iation. Diagnostic and
perables según el DSM-IV. Esto indicaría que en grupos Statistical Manual of Mental Disorders, 4 th edition:
clínicos, el cuestionario PDQ-4+ por sí solo sería una me- DSM-IV. Washington, DC: Ame ric an Psyc hiatric
dida más adecuada de cribaje que de diagnóstico, y por Press; 1994.
tanto estaría de ac uerdo c on los trabajos previos21-23 . 2. Millon T. Reflections on the future of DSM axis II. J
Nuestro estudio pone de manifiesto por primera vez y de Personal Disord 2000;14:30-41.
forma empírica que esta tendencia a sobrediagnosticar 3. Cloninger CR. A practical way to diagnosis persona-
queda contrarrestada de manera considerable por la es- lity disorders: a proposal. J Personal Disord 2000;
cala de significación clínica, obteniéndose prevalencias 14:99-108.
que se ajustan mejor a lo referido en la bibliografía, y por 4. Widiger T. Personality disorders in the 21 st century. J
tanto, que dicha escala debe ser aplicada si el objetivo Personal Disord 2000;14:3-16.
que perseguimos es una mayor precisión diagnóstica. En 5. Zimmerman M. Diagnosing personality disorders. A
este punto es importante hacer constar que Westen y Ar- review of issues and research methods. Arch Gen
kowitz-Westen26 han puesto de manifiesto que las cate- Psychiatry 1994;51:225-45.
gorías diagnósticas del DSM-IV son insuficientes para en- 6. Gómez-Beneyto M, Villar M, Renovell M, Pérez F, Her-
globar toda la posible patología de personalidad resul- nández M, Leal C, Cuquerella M, et al. The diagnosis
tante de considerar una definición amplia de TP. Según of Personality Disorders with a modified version of
esto, sería de esperar que los instrumentos diagnósticos the SCID-II in a Spanish sample. J Personal Disord
detectaran una mayor presencia de TP que la diagnosti- 1994;8:104-10.
cada al aplicar de manera estricta las categorías del DSM-
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