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Tema-6 La Crisis Del Antiguo Régimen (1788-1833) Liberalismo Frente A Absolutismo
Tema-6 La Crisis Del Antiguo Régimen (1788-1833) Liberalismo Frente A Absolutismo
LIBERALISMO FRENTE A
ABSOLUTISMO.
En diciembre de 1788 fallecía Carlos III y le sucedía en el trono su hijo Carlos IV (1788-
1808). Los acontecimientos que se produjeron durante su reinado conducirían a la Guerra
de la Independencia contra la invasión de las fuerzas napoleónicas, y a la crisis del
Antiguo Régimen en España, poniendo en cuestión a la monarquía absoluta y al régimen
señorial e iniciando un proceso hacia un modelo liberal y representativo.
El reinado de Carlos IV fue en sus inicios una continuidad del de su padre, mantuvo
incluso a sus ministros Floridablanca o el conde de Aranda en los que el rey delegó el
poder dando lugar a una etapa que se conoce como del despotismo ministerial. Esta
situación cambió con el ascenso político de Manuel Godoy que, aunque actuaba como
primer ministro, acabó recordando a los valimientos del S. XVII.
L a crisis de 1808
La consecuencia fue el cese de Godoy y la abdicación del rey en su hijo Fernando VII.
L os sucesos de Bayona
Los problemas entre Fernando VII y su padre Carlos IV, fueron aprovechados hábilmente
por Napoleón que fue requerido como mediador en el conflicto. Padre e hijo se reunieron
con Napoleón en la localidad francesa de Bayona, próxima a la frontera con España,
donde fueron confinados. En una decisión servil y bochornosa, Fernando devolvió el
trono a su padre Carlos IV, quién, a su vez, cede sus derechos a Napoleón que se convierte
legalmente en rey de España y que posteriormente cedería a su hermano José
La presencia de tropas francesas acantonadas en España era mal vista por la población
española y provocaba un profundo malestar y frecuentes altercados. La ausencia de los
reyes, a los que se consideraba secuestrados por Napoleón, fue soliviantando los ánimos.
En la mañana del 2 de mayo de 1808, cuando los últimos miembros de la familia Real
iban a ser conducidos a Bayona estalló un levantamiento popular que se fue extendiendo
por las calles de Madrid dando lugar una dura reacción de las tropas francesas dirigidas
por el mariscal Murat.
Los sucesos de Madrid provocaron que la hostilidad hacia las tropas napoleónicas se
propagase a otras localidades. Ante el desconcierto inicial y el vacío de poder fueron las
autoridades locales las que asumieron el liderazgo de la sublevación. Fue un bando de los
alcaldes de Móstoles, llamando a la insurrección contra la ocupación francesa la
declaración oficial de hostilidades y el comienzo de la Guerra de la Independencia.
Está considerada como una guerra patriótica de liberación puesto que fue una guerra de
entiende, por tanto, únicamente como el enfrentamiento entre dos ejércitos, el español y
el napoleónico sino como la sublevación de toda una nación contra las fuerzas que
pretendían subyugarla. No obstante, esta visión es demasiado simplista pues el conflicto
tuvo también un trasfondo ideológico, dentro de la coyuntura política que vivía el país,
que enfrentó a los partidarios de la tradición absolutista contra aquellos que reclamaban
un nuevo régimen representativo y de libertades que pusiese fin a la monarquía absoluta.
Dentro de estos últimos, muchos colaborarían con el nuevo régimen impuesto por
Napoleón y serían conocidos como afrancesados, mientras otros considerarían a
Napoleón como un nuevo tirano y llevarían su lucha tanto hacía un cambio de régimen
como a liberarla del invasor. Estos serían conocidos como liberales. Por lo tanto la guerra
fue también el germen de una Revolución política, de la que se mantuvo al margen la
mayor parte de la población.
D esarrollo de la Guerra
La guerra tuvo varias fases según se iba inclinando de uno u otro lado el conflicto:
1. Los territorios controlados por los franceses en los que reina José I Bonaparte,
al que su hermano Napoleón había cedido el trono español. Protegido por las
fuerzas de ocupación y reconocido por algunos sectores de la sociedad española
que serán acusados de colaboracionistas o afrancesados.
El nuevo estado es una monarquía que se rige por el Estatuto de Bayona, una
pseudoconstitución (carta otorgada) redactada por orden de Napoleón en junio de
1808, que ponía fin al régimen absolutista y establecía un régimen liberal
moderado que no fue aceptado por la mayoría de los españoles.
Las Juntas locales o provinciales dieron paso a una Junta Suprema Central que
centralizó el poder y la organización de las operaciones militares de resistencia. La
ocupación de prácticamente toda España por las fuerzas napoleónicas obligó a la Junta
Central a refugiarse en Cádiz. Allí se decidió crear un Consejo de Regencia que
funcionase como máxima autoridad en ausencia de Fernando VII al que se reconocía
como legítimo rey de España. Para dar legitimidad al traspaso de poderes desde la Junta
Central al Consejo de Regencia, los liberales pidieron la convocatoria de Cortes que por
las circunstancias que vivía el país tenían un carácter extraordinario.
Pese a la oposición del Consejo de Regencia las Cortes quedaron convocadas y los
liberales acabaron imponiendo sus tesis al conseguir que los diputados fueran elegidos
por sufragio (por votación) y en asamblea única y no por estamentos como las Cortes
absolutistas. La apertura de las Cortes se produjo el 24 de septiembre de 1810 en la Isla
de León (actualmente San Fernando, cerca de Cádiz). Para que las Cortes fuesen
representativas hubo diputados de distintos puntos de España y de América y el resto se
cubrió con diputados gaditanos. Los diputados procedían del bajo clero (30 %),
profesiones liberales (abogados, comerciantes) y militares. Hubo escasa representación
de la nobleza o del campesinado.
Los diputados no estaban agrupados por partidos políticos, pero sí podían distinguirse tres
grupos ideológicos:
Las primeras medidas adoptadas por las Cortes estuvieron encaminadas a imponer un
sistema liberal (revolución liberal). Los cambios propuestos tenían un trasfondo político
y social con el que se pretendía acabar con el régimen absolutista (también conocido como
Antiguo Régimen) y con sus fundamentos jurídicos: el régimen señorial y la sociedad
estamental.
Las Cortes establecieron:
4. Igualdad de todos los ciudadanos ante la ley (Igualdad jurídica) para lo que se
establecía un fuero único (código de leyes) y se abolían los privilegios feudales
de nobleza y clero.
5. Se reconocían los derechos individuales (libertad de expresión, garantías
penales, etc.).
6. Como concesión al clero y a los absolutistas se imponía la religión católica como
oficial y única.
7. Pese a que las medidas adoptadas por las Cortes de Cádiz y la propia
Constitución apenas llegaron a aplicarse por la guerra y por qué fueron
derogadas en 1814 por Fernando VII, la Constitución de 1812 fue un referente
del liberalismo y de constituciones posteriores de la historia de España (sobre
todo durante el siglo XIX) y de otros países como Portugal, Piamonte o las
repúblicas iberoamericanas.
Las Cortes deseaban que el rey regresase cuanto antes a Madrid para jurar la nueva
constitución, sin embargo, Fernando VII, retrasó deliberadamente su regreso a España
para manifestar su rebeldía hacia las Cortes y para tantear los apoyos con los que contaba
para restaurar el absolutismo. Por su parte, las Cortes extraordinarias de Cádiz se
disuelven y se convocan nuevas Cortes en Madrid donde obtienen la mayoría
parlamentaria los absolutistas y los liberales moderados.
Fernando VII entra, por fin, en España el 24 de marzo de 1814 por la frontera de Gerona
y se ve apoyado por la multitud y por una parte del ejército. Unos días después, el 12 de
abril, un grupo de 69 diputados absolutistas encabezados por Rosales y Villamil, envían
un manifiesto al rey (conocido como el Manifiesto de los Persas) solicitándole la
restauración del régimen absolutista.
Comienza una campaña de represión contra los liberales que se ven obligados a exiliarse
o a pasar a la clandestinidad formando sociedades secretas.
También muchos militares y guerrilleros que habían luchado y ascendido durante la
Guerra de Independencia ahora se sentían relegados. Abanderando la causa liberal
intentarán por medio de la fuerza y de pronunciamientos militares restituir la
Constitución.
Los pronunciamientos militares (intentos de golpe de Estado dirigidos por militares que
se posicionan políticamente), suponen la intervención del ejército en los asuntos políticos
iniciando una práctica que se extenderá durante todo el siglo XIX. Entre 1814 y 1820 se
produjeron varios pronunciamientos de signo liberal: Mina (1814), Díaz Porlier en La
Coruña (1815), el general Luis Lacy en Cataluña (1817). Todos ellos fracasados hasta el
triunfo de la sublevación dirigida por el comandante Rafael del Riego en Cabezas de
San Juan (Sevilla), el 1 de enero de 1820, al mando de un ejército que iba a ser
embarcado para sofocar la rebelión de las colonias americanas.
El nuevo régimen puso en marcha un sistema de gestión compartida entre las Cortes y el
rey, pero pronto surgieron los problemas:
Por su parte los absolutistas conspiraron en diversas ocasiones contra el gobierno liberal:
También Fernando VII buscó la ayuda de las monarquías absolutistas europeas que
formaban la Santa Alianza. Reunidas en el Congreso de Verona de 1822, decidieron
intervenir en España.
El periodo estuvo caracterizado por la división entre los absolutistas de la que surgieron
dos grupos:
El final del reinado se complicó con la cuestión sucesoria. En 1830 el rey Fernando
VII, se encontraba enfermo y su esposa María Cristina de Borbón estaba embarazada
de su primer hijo. En España regía una ley de sucesión conocida como Ley Sálica,
introducida por los Borbones, que primaba en la línea de sucesión a los varones
emparentados con el rey (hijos, hermanos) sobre las mujeres. El rey decidió derogar
dicha ley promulgando una Pragmática Sanción, para asegurar el trono a su
descendiente, aunque fuera niña. Ese mismo año nacía la princesa Isabel (futura Isabel
II), que fue proclamada heredera legal, quedando el hermano del rey, Carlos María
Isidro, segundo en el orden sucesorio.
El hermano del rey no aceptó esta modificación legal y contó con el apoyo de los
sectores más tradicionalistas y radicales del absolutismo conocidos como carlistas.
Para hacerles frente Fernando VII se apoyó en los monárquicos moderados, desterró a
su hermano don Carlos a Portugal y nombró a Cea Bermúdez como Jefe de Gobierno
para defender y reforzar los derechos de su hija Isabel.
Causas
E l proceso de independencia
La guerra de emancipación fue un conflicto entre los dos grupos dominantes: los
criollos, partidarios de la independencia y apoyados por Inglaterra y EEUU y los
españoles peninsulares o gachupines fieles a la corona. Indios, mestizos y negros
quedaron prácticamente al margen del conflicto salvo en México. Entre 1815 y 1824 el
proceso emancipador se extendió por toda América bajo el liderazgo de Simón
Bolívar, desde Venezuela y del general San Martín, desde Argentina. Las derrotas
españolas en las batallas Chacabuco (1817), Boyacá (1819) y Carabobo (1821)
permitieron la independencia de Chile, Venezuela, Colombia y Ecuador. México se
independizó en 1820 y la conclusión definitiva del conflicto se produjo en 1824 con la
derrota de las fuerzas españolas en Ayacucho y la independencia del virreinato del
Perú.
C onsecuencias de la independencia