Proyecto de Grado - Daniel Peña Cruz

You might also like

You are on page 1of 24

FACULTAD DE ARTES

CARRERA DE ESTUDIOS MUSICALES

MANEJO DE TRASTORNOS FÓBICOS, TÉCNICAS DE ESTUDIO Y


LA BÚSQUEDA DE EXPRESIÓN MUSICAL A TRAVÉS DE MI
EXPERIENCIA.

DANIEL PEÑA CRUZ

PROYECTO DE GRADO
ÉNFASIS EN INTERPRETACIÓN FLAUTA
2022
TABLA DE CONTENIDO

Introducción………………………………………………………………………………....3
1. Así inició todo………………………………………………………………………...…..4
2. Objetivos…………………………………………………………………………...……..5
3. Estado del arte…………………………………………………………………………….6
4. Metodología………………………………………………………………………………6
5. Mi experiencia……………………………………………………………………...……..8
Concentración y observación del cuerpo……………………………………………...12
Ambiente y tiempos de estudio…………………………………………..……………14
Reflexiones acerca de la manera de expresarme como músico: la vida y la culpa…….17
El miedo y la construcción de valentía…………………………………………………19
6. Conclusiones…………………………………………………………………………….21
7. Referencias………………………………………………………………………………24
INTRODUCCIÓN

Experimentar momentos difíciles es parte fundamental de nuestra vida, es durante


ellos y a raíz de ellos que llegan las mejores y más valiosas enseñanzas. Es complejo ver los
obstáculos como aprendizajes en el momento en que los vivimos y queremos a menudo no
tener que pasar por dificultades, que todos nuestros planes funcionen a la perfección, pero no
es así. Como lo veremos a lo largo de este escrito, vivir todo tipo de emociones enriquece
nuestra manera de pensar, de existir, y, por lo tanto, de hacer música. Quiero reflexionar un
poco acerca del momento en que toda mi vida se derrumbó, me planteé preguntas importantes
respecto a mi proyecto de vida, y se apoderó de mi la incertidumbre y el pesimismo; pero
más relevante aún, cómo, a través de la constancia, la búsqueda de herramientas y el apoyo
de las personas a mi alrededor, empecé a reconstruir la manera en la que estudiaba e
interpretaba mi instrumento, la flauta. Esto ha cambiado para siempre, y de manera positiva,
mi relación con la vida, con las personas y con la música.

Los conceptos centrales y definiciones se irán presentando a lo largo del trabajo, estando así
incorporados dentro de la narrativa personal propia del proyecto.
1. ASÍ INICIÓ TODO

El deseo de convertirse en un gran artista es quizá algo común dentro de las personas
que aspiramos a obtener un título universitario. En mi caso, muy a menudo, creía que la
búsqueda de la perfección me iba a garantizar el éxito como intérprete por lo que perseguía
esta idea con especial interés. Hasta cierto punto de mi paso por la universidad el avance que
presentaba era enorme, teniendo en cuenta que mi proceso de iniciación musical fue
relativamente tardío y carecía de un énfasis detallado en mi actividad como flautista. En una
primera etapa, incorporaba los conceptos técnicos y musicales que mi maestro me enseñaba,
aprendía enormemente de mis compañeros de cátedra y me mantenía motivado a seguir
estudiando y creciendo como intérprete. Todo parecía ir bien para mí, pero luego de un par
de años y de manera repentina, empecé a notar que mis falencias técnicas se hacían cada vez
más evidentes; estaba perdiendo la batalla en la que se había convertido tocar flauta para mí.

Dentro de la preocupación por solucionar mis inconvenientes musicales desarrollé


ciertos hábitos de estudio negativos. Por ejemplo, estudiaba por mucho tiempo y muchas
veces sin ninguna pausa, repetía indiscriminadamente ejercicios que creía que iban a
solucionar mis problemas, me reprochaba a mí mismo por no lograr aspectos que consideraba
básicos y que sentía que todos los demás eran capaces de ejecutar menos yo. En síntesis,
incrementé mis horas de estudio diario de una manera exagerada, sin embargo, nada de esto
funcionó.

El punto de quiebre en mi vida musical fue en marzo del año 2020. Recuerdo que
estaba tocando en clase una pieza para flauta sola a la que había dedicado mucho tiempo, en
la mitad de la obra mi flauta dejó de sonar casi por completo. En ese momento nos detuvimos,
con mi maestro, a intentar arreglar ese pasaje musical, pero nada funcionaba; todos esos
conceptos que había logrado incorporar desde el inicio de mi carrera parecían no tener efecto
en esas tres notas musicales. Esa clase fue demasiado decepcionante, tanto así que llegamos
a pensar que me estaba afectando una enfermedad neuromuscular y por ello decidimos
suspender la actividad con la flauta y por consiguiente mis clases de instrumento hasta no
tener más seguridad del estado de mi salud.
Desde ese momento empecé a cuestionar muchos aspectos en mi vida: ¿Por qué no
soy capaz de producir un sonido? ¿Qué es en realidad lo que me está sucediendo? ¿Cómo
puedo recuperar una capacidad tan básica? ¿Cómo puedo volver a tener una relación sana y
auténtica con la música? Si mi vida es tocar flauta ¿se acaba así mi carrera y el sentido por
el cual existo? Miles de situaciones pasaron por mi mente, la incertidumbre se apoderó de
mis pensamientos, pero finalmente, decidí tomar las decisiones que fueran necesarias para
volver a tocar, ya no para cumplir altos estándares de excelencia y competitividad, sino para
encontrar tranquilidad en mi actividad interpretativa. Es así como mi camino de exploración,
auto conocimiento y recuperación inició.

2. OBJETIVOS (GENERAL Y ESPECÍFICOS)

Objetivo general:

Reflexionar acerca de las dificultades y trastornos mentales que he vivido a lo largo de mi


experiencia interpretativa y las alternativas y herramientas que han contribuido a mejorar y
sanar mi relación con la flauta.

Objetivos específicos:

a. Describir qué tipo de síntomas se presentaron a lo largo de mi carrera con relación a los
trastornos mentales y las situaciones emocionales vividas.
b. Rastrear las herramientas y estrategias que fueron incorporadas a mis sesiones de estudio
y a mi vida cotidiana en busca de situaciones físicas, mentales y emocionales más
saludables.
c. Recoger una propuesta de pautas para formar buenos hábitos de estudio con base en la
conciencia de los factores emocionales, mentales y físicos normalmente involucrados en la
práctica musical.
3. ESTADO DEL ARTE

En el trabajo de grado Entrenamiento mental para músicos de Lina Murillo se tratan


temas similares, aunque dicho proyecto está enfocado mayormente al desafío de interpretar
en público, cosa que difiere un poco de este proyecto. Por otro lado, se tratarán aspectos
similares en cuanto a técnicas y metodologías usadas al momento de organizar la práctica
instrumental.

Por su parte, Brandon García en Redescubriendo la técnica de la marimba a través


del soma plantea su investigación desde la auto observación, la respiración, y el desarrollo
de bitácoras para el registro de la información. En la misma línea, el proyecto de grado de
Cristian Bulla Reflexiones y estrategias desde la somática, para la interpretación
instrumental responsable y productiva. Aplicaciones para trombonistas, busca integrar la
somática y la música para el bienestar de los instrumentistas de viento, logrando identificar
procesos de prevención y tratamiento de trastornos músculo – esqueléticos por medio de
aproximaciones a la reeducación de la postura corporal.

4. METODOLOGÍA

El presente escrito es un trabajo autoetnográfico, en el que se usan algunas estrategias


de investigación con el fin de describir y analizar mi experiencia, como autor e investigador,
para comprender el conjunto de eventos y fenómenos, personales y culturales, bajo los cuales
se ha desarrollado mi formación como flautista. De igual forma, no sólo se hace un registro
sistemático de hechos pasados de mi vida, sino que se realiza el mismo proceso de registro
de información de experiencias presentes, que se dan durante el proceso de investigación y
construcción del escrito. (López-Cano & San Cristóbal Opazo, 2014).

Se aborda la investigación desde dos modos de operación de la autoetnografía:


autoetnografía analítica, reflexionando sobre hábitos y comportamientos que desencadenaron
problemas de salud y el deterioro de mi relación con la música; y autoetnografía crítica,
yendo más allá de la descripción y reflexión, para poder detectar acciones limitantes técnicas
y creativas que afectan drásticamente nuestro desempeño como intérpretes.
A continuación, se describen las estrategias de trabajo autoetnográfico sobre las
cuales se estructura este trabajo:

- La memoria personal: a raíz de una problemática específica dentro de mi formación


como músico se hace necesario reconstruir los acontecimientos importantes
guardados dentro de mi memoria, especialmente para empezar a tomar conciencia del
cuerpo y mente. Para lograr recolectar dicha información se utilizan los siguientes
métodos de reconstrucción de la memoria:
o Cronología: Se ordenan los acontecimientos más importantes dentro de mi
experiencia de manera cronológica, desde el nacimiento de las situaciones
críticas, hasta los procesos que se llevan a cabo para una eventual
recuperación. (López-Cano & San Cristóbal Opazo, 2014)
o Autobservación: Es necesario llevar un registro de lo que se realiza en el
presente, desde el momento en que se empieza a realizar este trabajo. Para
esto, se sistematiza la autobservación decidiendo: qué se quiere observar,
cómo se va a observar y las estrategias de registro. En el caso de mi proceso
de autobservación se observan hábitos recurrentes de estudio, actividades
extra musicales e implicaciones psicológicas y emocionales de hábitos
negativos de práctica. (López-Cano & San Cristóbal Opazo, 2014)

La principal estrategia de registro es el seguimiento a través de bitácoras de


toma de conciencia del cuerpo, sentimientos y emociones, acompañada de
fuentes de retroalimentación externas como la grabación de video y el uso del
espejo.

A través del uso de las metodologías y herramientas mencionadas se construye un


trabajo narrativo en el que se incorporan sistemáticamente términos, diagnósticos médicos,
vivencias y estrategias. Todo lo anterior hace parte de una experiencia personal y de un
constante esfuerzo en el manejo del trastorno fóbico que padezco.
5. MI EXPERIENCIA

En ese momento, mi principal preocupación era estar empezando a padecer distonía


focal1 y debido a ello había ido perdiendo la capacidad de controlar mis labios, sin presencia
de ningún tipo de dolor. Es por eso que, a través de mi maestro, contacté a Hugo Peña,
exalumno de flauta de la Universidad Javeriana y quien padece esta enfermedad. Por medio
de encuentros con él conocí un poco de su experiencia y empecé a recolectar información en
tres dimensiones, en las que me podría enfocar para empezar mi recuperación: una dimensión
holística, una psicológica y una técnica. (Peña, 2020). Justo cuando estaba en esa primera
indagación y en la búsqueda de ayuda neurológica para conocer más a profundidad la
naturaleza de lo que me estaba ocurriendo empezó el confinamiento por la pandemia de
COVID-19.

El aislamiento fue un espacio de observación detallada. Había dejado de tocar mi


instrumento, estaba leyendo e intentando abordar mi estudio musical de otra manera.
Seccionar mi práctica en tres ejes fue el inicio de una búsqueda continua para tener una
relación más saludable con la música.

La parte holística mencionada por Hugo me enseñó a ver mi cuerpo y mi mente como
un todo y a buscar el bienestar general a través del ejercicio físico, la meditación y la
asociación del placer en las actividades que realizaba dentro de mi recuperación; así, empecé
a meditar, a hacer ejercicio dentro de un apartamento pequeño, a practicar yoga y a tocar
flauta dulce intentando evocar sensaciones placenteras, de tranquilidad en mis labios y cuerpo
en general. Empezaba a notar que mi mente ya no estaba todo el tiempo rondando la dificultad
que tenía con la flauta y reprochándose por no ser capaz de producir un sonido, sino que
ahora le daba la oportunidad a otras actividades dentro de mi vida que contribuían más que
pasar alrededor de seis horas en un salón de la facultad, tocando flauta y repitiendo, de manera
mecánica, errores e inseguridades.

1
La distonía focal es un trastorno que provoca una contracción involuntaria de los músculos de una zona
concreta. Esto es debido a las prolongadas horas de práctica repetitiva causando en el control motor una
pérdida de coordinación para una habilidad. (Vich Maria, 2021)
A partir de dicha concepción del cuerpo como un todo, en la que el bienestar viene
de encontrar una especie de balance dentro de las actividades que se realizan, me ayudó a
buscar soluciones a mi principal problema desde diferentes puntos de vista. Todo esto fue
crucial, no sólo para volver a producir sonidos en la flauta, sino para entender y trabajar la
forma de relacionarme con la música y con la vida. A partir de la práctica de la meditación
empecé a replantear el valor que tenía la flauta para mi sentido de vida. Quizá estaba
ejerciendo demasiada presión sobre mí mismo para lograr el “éxito” sólo por lograrlo y esta
presión se podía evidenciar en el tiempo excesivo de estudio, el reproche interno cuando algo
no se lograba, la falta de disfrute al momento de tocar y la reducción de la visión interpretativa
al dominio técnico del instrumento. Con el tiempo, meditar me ayudó a observar esos
pensamientos y comportamientos de los cuales no era completamente consiente, a
reconocerlos. Pero más allá, la meditación me enseña constantemente a dejar atrás la carga
física y emocional negativa derivada de malos hábitos de estudio y de la completa ausencia
de una vida más allá de tocar flauta. El paso siguiente al reconocimiento de los
inconvenientes fue ampliar la gama de mis actividades, como ya se ha mencionado; empecé
a relacionar dichas actividades a una manera de estudiar: si mi cuerpo está bien puedo
enfrentar una práctica instrumental en mejores condiciones. (Kabat-Zinn, 2007)

Existen actividades en las cuales ponemos en práctica la concepción holística de


nuestro organismo. La actividad que yo encontré fue la natación, ya que dentro del agua me
olvido de las preocupaciones y problemas, es una especie de meditación activa, en la que mi
mente y cuerpo están tan ocupados en un conjunto de acciones que no tienen el tiempo ni la
capacidad de pensar en nada más; en momentos así, en un medio físico de cierta manera
extraño como el agua, nuestro cuerpo y mente, como un único sistema, se va a encontrar
enfocado en realizar una tarea estrechamente relacionada al control respiratorio, con un gasto
energético considerable; es para mí el ejemplo perfecto de estar plenamente en el momento
presente.

En cuanto al aspecto psicológico debo confesar que en un principio me encontraba un


poco reacio a una exploración en este campo. Sin embargo, poco a poco fui entendiendo que
lo que pensaba, lo que me decía a mí mismo, y la manera en la que afrontaba las situaciones
de estrés me había afectado, negativamente en su mayoría, y que debía dejar de lado esos
hábitos para entender, aceptar y confrontar mis dificultades con estrategias mejor pensadas.
El acercamiento a una consulta psicológica fue, y lo es todavía, muy complicado. Después
de un tiempo de observación y exploración fui dejando de lado la idea de padecer una
enfermedad como la distonía focal y relacioné mi falta de control en la producción del sonido
con aspectos mentales o psicológicos. No llegué a esa conclusión por mí mismo, al contrario,
la primera persona que notó en mi un trastorno psiquiátrico fue mi hermano, gracias a la
información que él le proporcionó a un dermatólogo amigo; quien a su vez me hizo saber que
ciertas reacciones físicas y mentales, tales como nervios, sudoración excesiva, miedo a tan
solo colocar la flauta en mi boca, hormigueo en las extremidades, irritabilidad y desórdenes
con el sueño hacían parte de una sintomatología relacionada con algún tipo de trastorno
mental. Así fue como decidimos empezar un seguimiento psiquiátrico y psicológico. El
seguimiento psiquiátrico fue mucho más sencillo de asimilar, tuve la suerte de ser tratado por
dos psiquiatras excelentes, que me diagnosticaron de dos maneras un poco disímiles, pero
estrechamente relacionadas. El primer diagnóstico fue ansiedad generalizada y el segundo
una fobia específica2. El tratamiento propuesto fue administrar un medicamento inhibidor
selectivo de la recaptación de serotonina de manera gradual y acompañado de psicoterapia.

Al respecto del seguimiento psicológico el proceso fue más complicado, sinceramente


no he encontrado aún un profesional del cual perciba una ayuda verdadera y auténtica.
Busqué de diversas maneras, en muchas partes, pero nunca percibí los resultados. Sin
embargo, por mi cuenta intenté encontrar el momento en el cual mi relación emocional con
la flauta dejó de ser beneficioso. En retrospectiva, las condiciones en las que estudiamos
pueden afectar nuestro rendimiento y nuestro disfrute; al menos así lo fue para mí desde
finales del año 2018. Llegué a la conclusión que tener un lugar en donde me sentía cómodo
y tranquilo para tocar, en el que nadie me interrumpía drásticamente o me reprochaba y
calificaba mi estudio como “ruido”, era indispensable en mi proceso de recuperación de

2
Los trastornos fóbicos específicos son miedos persistentes, irracionales e intensos (fobias) ante situaciones,
circunstancias u objetos específicos. Los miedos provocan ansiedad y evitación. Se desconocen sus causas.
Se diagnostican a partir de la anamnesis. El tratamiento fundamental es la terapia de exposición. (Barnhill,
2020).
confianza. De otra parte, comencé a reconocer que es importante fortalecer nuestra
autoestima y estar convencidos de que nuestro esfuerzo y dedicación merece respeto y
valoración, en especial de parte de nosotros mismos.
También, mis pensamientos y sentimientos fueron tomados poco a poco más en
cuenta dentro de mi estudio, pero sólo hasta hace poco fueron registradas de una manera más
detallada, gracias a la realización de las bitácoras de toma de conciencia de pensamientos y
emociones en la práctica musical, propuestas por Andrés Samper, tutor de este trabajo. En
ellas se empieza por observar y reconocer los pensamientos y las emociones durante la
práctica musical para tomar conciencia de ellos, posteriormente se registran, se sistematizan
y se hace una reflexión sobre lo hallado. Al igual que todo lo relacionado en este trabajo, las
observaciones y ejercicios están diferenciados para mayor facilidad al momento de
trabajarlos, pero todo hace parte de un sistema, nada de ello está aislado; es por eso que
encuentro un proceso similar entre la meditación y el registro hecho a través de bitácoras: es
un proceso de meditación llevado al momento de practicar. En síntesis, el procedimiento se
basa en la observación de los pensamientos y emociones cuando se está estudiando, y, al
igual que en la meditación, se realiza un reconocimiento de ellos, sin intentar manipularlos o
cambiarlos en un principio; luego, se determina cómo nos afectan dichas emociones y
pensamientos al momento de tocar, cuáles nos limitan y, al contrario, cuáles ayudan a
expresarnos a través de nuestra actividad interpretativa; finalmente, desde mi punto de vista,
se llega a una concepción del aquí y el ahora que mejora la concentración, la expresión
auténtica de nuestras emociones a través de nuestro instrumento y nuestra relación con la
música. (Samper, 2017)

La parte técnica, más relacionada con el manejo del cuerpo dentro de la práctica
musical, ha sido a la que más tiempo he invertido. Empezando por tocar flauta dulce para
interiorizar sensaciones de relajación en mis labios, pasando por observar mi postura frente
a un espejo, por volver a tomar mi flauta traversa, poco a poco descubrir qué tensiones eran
innecesarias al momento de producir el sonido, preguntarme qué papel cumple la respiración
dentro de la interpretación de la flauta, etcétera. Hasta intentar incorporar todos los puntos
antes tratados, mentales y corporales; logrando demostrarme a mí mismo que soy
completamente capaz de superar las dificultades, de tocar flauta de nuevo, cada vez más
cómodo y relajado, que esa experimentación es una búsqueda integral fundamental dentro de
mi carrera como flautista, que probablemente nunca acabará.
A continuación, presento una descripción detallada del asunto que he podido concluir
después de este proceso de observación de mí mismo y de mi práctica instrumental.

 Concentración y observación del cuerpo:

¿Por qué no podía producir un sonido si pasaba horas estudiando para lograrlo? Uno
de los hábitos que había desarrollado y que consideraba crucial cambiar era el tiempo
excesivo de estudio sin un objetivo claro y sin descansos. Para lograrlo, me topé con varias
estrategias, la que decidí usar llegó a mí a través del trabajo que en ese momento estaba
desarrollando mi compañera de cátedra Lina Murillo. Se trata del libro de trabajo 11
Strategies for Audition and Performance Success de Don Greene, del cual quisiera resaltar
los contenidos que más afectaron positivamente mi práctica diaria complementados con el
ejercicio de bitácoras antes expuesto, en especial la bitácora de toma de conciencia del
cuerpo:

- Establecer una intención clara: Para poder emplear de una manera más eficiente
nuestra energía durante el estudio, es necesario tener una idea clara o una intención
específica de lo que queremos lograr en dicha sesión. Entre más específica y precisa
sea dicha intención, mejor.
- Identificar los músculos claves y relajar la tensión excesiva: La exploración de
nuestro cuerpo y sus movimientos es una parte primordial para lograr avances en
nuestra manera de interpretar. Para ello, hay que entender que nuestras emociones y
preocupaciones se reflejan en el cuerpo a través de tensión o dolor muscular. En mi
práctica regular de flauta empecé a notar y registrar tensiones musculares recurrentes
que necesitan de atención constante, por lo que decidí dividirlas en dos grupos:
tensiones de fácil identificación y tensiones difíciles de identificar. Dentro del primer
grupo identifiqué tensiones en mi hombro izquierdo, mi cuello y en mi espalda; dentro
del segundo grupo, aquellas difíciles de identificar y que más afectan mi sonido,
encontré tensiones en mi lengua, labio superior y paladar blando. Cada uno de
nosotros presentamos tensiones excesivas en grupos musculares específicos, con este
ejercicio podemos lograr identificarlos y poco a poco relajar nuestro cuerpo, logrando
mayor fluidez y comodidad al tocar. En síntesis, y para conectar esta idea con
conceptos de Greene, debemos revisar nuestra fuente de retroalimentación interna,
escuchar atentamente nuestro cuerpo para lograr mayor comodidad en la práctica
diaria.
También es de gran utilidad tener la ayuda de una fuente externa de retroalimentación,
ya sea un espejo o la cámara de nuestro teléfono celular. De esta manera, vamos a
percibir tensiones o hábitos de postura negativos para el desarrollo de nuestro estudio,
que se escapan a nuestra percepción interna. La idea es, una vez identificados, intentar
corregirlos en las siguientes sesiones de estudio. La corrección de algunos de los
hábitos negativos aquí identificados va a requerir un empleo considerable de tiempo
y energía. En mi caso, mantener una posición erguida para tocar flauta, reeducar mi
cuerpo para desapegarme de una acción ya naturalizada en mí, que me está limitando
musicalmente, es una de las tareas más complejas, que probablemente nunca termine.
Nuestro cuerpo necesita constante atención a ese tipo de detalles y muchas veces no
les damos la importancia que se merecen.
- Concentrarse en la respiración: A menudo descuidamos la manera en la que
respiramos, al ser una acción involuntaria pocas veces nos detenemos a pensar cómo
lo hacemos. Para el manejo de trastornos de ansiedad las técnicas de respiración
controlada son ampliamente recomendadas; si experimentamos síntomas como
sofoco, hormigueo en las extremidades, aceleración de la respiración en situaciones
de estrés, aumento de nuestra frecuencia cardiaca, manos frías, sudoración excesiva,
etcétera, es importante aprender a controlar nuestra respiración. La idea es reeducar
la manera en la que respiramos, necesitamos obtener el nivel justo de oxígeno en
nuestro cuerpo y no expulsar el dióxido de carbono muy rápido. A manera de
meditación, empezamos por observar cómo es nuestra respiración normalmente, sin
pretender cambiarla; al hacer esto estamos fijando nuestra atención en un
comportamiento claro, tenemos un punto en el cual centrar nuestra energía y
concentración. Vamos a notar que cuando estamos en un estado de relajación nuestra
respiración es abdominal; esa es nuestra meta: ser capaces de concentrarnos en una
respiración tranquila abdominal, que nos va a ayudar a tener bajo control, poco a
poco, nuestro cuerpo y mente, especialmente en situaciones de mayor demanda
energética como la práctica cotidiana, audiciones y conciertos. (Moreno, 2011)
- De manera progresiva se empiezan a establecer mejores hábitos de preparación y de
estudio a través del seguimiento de los pasos anteriormente mencionados. Es
completamente normal sentir que el proceso lleva mucho tiempo, o que incluso al
principio los síntomas son aún más evidentes, pero este es un trabajo que requiere
constancia y dedicación, los resultados se van a dar de a poco; recuerdo que en
cuestión de un par de semanas ya no temía poner la flauta en mis labios, sabía que
con observación y trabajo inteligente podía tocar, no sólo producir sonido, sino
sentirme más cómodo y confiado al hacerlo, lo que se traduce en libertad técnica en
función de la expresión y de la música.

 Ambiente y tiempos de estudio:

A partir de la indagación sobre el momento detonante del deterioro de mi relación


con mi instrumento, que decidí establecer a finales del 2018, empecé a relacionar las
condiciones en las que estudiaba diariamente con la efectividad de mi estudio. Una de las
primeras decisiones que tomé fue cambiar el ambiente del espacio en el que practicaba. Los
cambios suelen renovar nuestra perspectiva y así me sucedió. Lo más relevante fue empezar
a tener un espacio basado en el respeto hacia mi actividad interpretativa, en el que no me
sentía juzgado ni señalado por nadie; se trata de convertir el espacio en un lugar que nos haga
sentir bienvenidos, que lo percibamos como propio, o incluso que decoremos como mejor
nos parezca. Esto último puede parecer vano o una pérdida de tiempo, así lo creía yo, pero la
verdad es que esos pequeños detalles sin aparente importancia nos devuelven la esperanza,
la inspiración y las sensaciones placenteras que nos llevaron a dedicar nuestra vida al arte.

En ocasiones nos sentimos abrumados, colapsados o no sabemos cómo podemos


organizar las sesiones de estudio para sacarles mayor provecho. Don Greene, en su libro, nos
da algunas ideas para desarrollar mejores hábitos de práctica en relación al tiempo que
invertimos en ello. Quisiera mencionar lo que considero de mayor utilidad desde mi
perspectiva y cómo esas ideas se pueden expandir y acomodar a las necesidades individuales.
(Greene, 2012)
- Establecer un horario de estudio: quizá nos sentimos más productivos a cierta hora
del día, probablemente estamos acostumbrados a estudiar un determinado tiempo,
casi siempre fijo y excesivo, y preferimos hacerlo en las mañanas, tardes o noches.
Ese hábito ya establecido lo podemos usar para construir sobre él una relación
renovada con las sesiones de práctica. Así, podemos mantener esas franjas horarias a
las que estamos adecuados. En ese caso, mi invitación es a evaluar si el hábito que
tenemos no es perjudicial para nuestra salud y desarrollo integral; cada uno de
nosotros es diferente y depende de nosotros mismos experimentar aquello que mejor
nos hace sentir.
Si, por el contrario, no nos sentimos siempre, a la misma hora establecida, con un
buen nivel de energía y concentración para estudiar, podemos programar nuestras
sesiones de práctica a un plazo más corto; dicha programación puede ser de manera
semanal o incluso diaria. Este es mi caso y hacerlo así me ha ayudado a no sentirme
atado a horarios estrictos, es cierto que debo dedicar tiempo y completa concentración
a mi estudio, pero éste no va a ser totalmente rígido, evitando en parte la culpa que
en ocasiones sentimos por no cumplir estándares autoimpuestos de productividad.
(Greene, 2012)
- Tener una rutina de calentamiento: Durante nuestra formación vamos identificando
acciones que sentimos cómodas y familiares antes de empezar nuestra práctica en
forma. Sin importar lo que hagamos para calentar es positivo evaluar la importancia
de, posterior al calentamiento, poder serenar nuestra mente por medio de un par de
respiraciones profundas, y recordar qué es lo que se quiere lograr en la sesión de
estudio que estamos a punto de comenzar, la visualización nos va a ayudar a ordenar
nuestras ideas. (Greene, 2012)
- Mantener las sesiones de estudio por debajo de una hora: Esta es quizá la técnica
que más ayuda me brindó dentro de mi proceso de recuperación. La idea propuesta
por Don Greene es que nuestras sesiones de estudio no superen los 45 minutos,
estableciendo a su vez un mínimo de 15 minutos. La principal razón es que después
de determinado tiempo dejamos de ser productivos, los errores son más comunes y
aparecen síntomas negativos como la frustración, la disminución de concentración y
energía, y la presencia de un esfuerzo corporal excesivo que puede desencadenar
molestias y enfermedades. (Greene, 2012)
Una de las técnicas más popularizadas para aumentar la productividad y manejar la
procrastinación es la técnica Pomodoro, desarrollada por Francesco Cirillo, en la que
se desafía a estudiar por diez minutos, guiándose por un temporizador de cocina con
forma de tomate (pomodoro en italiano). Su autor promete a aquel que la aplique
simplificar su trabajo, saber cuál es el tiempo que requiere cada tarea, cumplir con
sus metas y mejorar su capacidad de concentración. “No gané inmediatamente la
apuesta que hice conmigo mismo acerca de estudiar. De hecho, necesité bastante
tiempo y mucho esfuerzo. Pero, al final, lo logré.” (Cirillo, 2020).
A grandes rasgos, se propone un “pomodoro” tradicional de 30 minutos, se dedican
25 de ellos a la actividad a realizar, sin interrupciones o divisiones de ese tiempo, y 5
minutos a descansar. El lapso pequeño de tiempo sirve para asimilar los avances
realizados; se puede caminar, respirar profundamente, tomar agua o realizar cualquier
actividad que marque una pausa. Las tareas que se van a trabajar mediante esta técnica
se deben establecer con anterioridad. El “pomodoro” se consolida como una unidad
de medida del tiempo que no se puede romper, por lo que cualquier interrupción va a
anular la validez de la sesión de trabajo o estudio. (Cirillo, 2020)
La propuesta que quiero transmitir, que aplica a todo lo consignado en este trabajo,
es darle oportunidades a la exploración y observación consciente de nuestra mente y
cuerpo; nuestra capacidad de concentración va a variar, es completamente normal,
por ello a algunos de nosotros no nos va a funcionar enteramente una técnica ya
establecida como la Pomodoro, que es un tanto rígida. En esos casos, lo importante
es encontrar un lapso de tiempo cómodo y productivo para nuestra práctica en el que
podamos dedicar nuestra concentración y energía a los objetivos que nos hemos
planteado.
- Recompensar nuestro esfuerzo: Cada vez que logramos un avance en nuestros
objetivos, que logramos llevar una pieza a un mejor nivel musical deberíamos
premiarnos a nosotros mismos: hacer algo que realmente nos llene, cultivar nuestra
vida para evitar el sentimiento de culpa que algunas veces nos invade, como lo
veremos a continuación.

 Reflexiones acerca de la manera de expresarme como músico: la vida y la culpa.

¿Qué es en realidad un músico? Esa pregunta rondaba mi cabeza desde hace mucho
tiempo y de diversas maneras, pensaba que se limitaba a una profesión o una actividad, pero
resulta ser más complejo y trascendental de lo que esperaba:

“Un Músico es una Persona que es un Artista que tiene el deseo/necesidad de expresar-se (a
la Persona) a través del Sonido.” (Weintraub, 2016)

Esta definición, la descubrí a través de un texto de Mauricio Weintraub, definición


que se va ampliando, que no tiene un fin, y que desencadenó aún más preguntas acerca de mi
proceso de formación. Quisiera reflexionar un poco sobre las ideas que más me han marcado
y que han contribuido a mi crecimiento integral, y, como ya veremos, a mi capacidad
expresiva a través del sonido.

¿Qué es lo que expresa verdaderamente un músico? Expresa al ser, en principio, a sí


mismo como persona; el músico busca expresar su propia vida, expresarse a sí mismo a través
del sonido. Es bastante frecuente en nuestro entorno musical, incluso desde el principio de
nuestra formación, que estos cuestionamientos sean inexistentes o, si se plantean, se vean
desplazados a un plano de menor importancia. Si como músicos nos enfocamos simplemente
en ser músicos, si nos encasillamos en dedicar toda nuestra energía, tiempo y concentración
en aspectos meramente técnicos o concernientes a la concepción tradicional e incierta de ser
un músico. Si descuidamos las vivencias, y en especial las emociones, propias de todos
nosotros como seres humanos, las cuales necesitamos experimentar en primera persona para
lograr una comunicación auténtica de ellas a través de nuestro oficio, a través del sonido,
vamos a tener una fuente interna de emociones limitada al momento de querer comunicarlas.
(Weintraub, 2016)
Ahora bien, en la búsqueda de alimentar nuestra vida, de cultivar emociones a través de
distintos aspectos de la cotidianidad más allá de la música, búsqueda especialmente
relacionada con la parte holística referenciada al inicio de este texto, podemos experimentar
una sensación de culpa, de estar perdiendo nuestro tiempo productivo porque no lo estamos
aprovechando para estudiar nuestro instrumento, dicha culpa suele crecer dentro de nosotros,
desencadenando así comportamientos contraproducentes:

“Para aliviar su Culpa (léase bien: No para disfrutar del hecho musical o para experimentar
aquello que lo llevó a estudiar música; sino para aliviar su Culpa) el Músico en formación
intenta ser Músico el mayor tiempo y con la mayor energía posible.” (Weintraub, 2016)

En mi caso el sentimiento de culpa vino junto a la frustración. Es normal experimentar


estos sentimientos y reaccionar a ellos queriendo dedicar todo nuestro tiempo a la práctica
instrumental desordenada y excesiva, pasar horas en un salón de ensayo para al final
descubrir que los errores siguen ahí y que lo único que se logró fue predisponer nuestra mente
y cuerpo a pensamientos negativos, que van a perpetuarse al momento de enfrentarse
nuevamente al aspecto musical que se quería mejorar en un principio. A menudo pensaba
que mis falencias técnicas eran limitaciones expresivas, por lo que aislaba completamente
estos dos aspectos e ignoraba las enseñanzas de mi maestro acerca de incorporarlas, es decir:
en la gran mayoría de las ocasiones las emociones que queremos comunicar a través de la
música, y que ya hemos experimentado por nosotros mismos, nos van a ayudar a solucionar
las falencias técnicas.

Para ejemplificarlo mejor, quisiera exponer una observación que es recurrente en el


registro de bitácoras que hago: siempre se me ha dificultado producir sonidos piano en el
registro medio y agudo de la flauta, he probado una gran cantidad de ejercicios técnicos para
solucionarlo, pero al momento de incorporar ese trabajo en la música el miedo me dominaba
y fallaba. Pero cuando tengo clara mi intención expresiva, cuando enlazo un pasaje musical
a una emoción, logro producir un sonido que en realidad me gusta, un sonido acorde a mi
idea musical. Claro que incorporar emociones en nuestra actividad interpretativa requiere
dedicación, no va a funcionar en uno o dos intentos, pero eventualmente funcionará y, lo más
importante, se logrará hacer música auténtica, sonidos que son resultado de emociones
profundas en función de poder expresar nuestra vida por medio de ellos.

 El miedo y la construcción de valentía:

Cada uno de nosotros ha tenido miedo, especialmente cuando sabemos lo que


significa enfrentar situaciones de alto estrés como presentar audiciones o tocar nuestro
instrumento en público; lo importante en este sentido es sobreponerse al miedo y a los
posibles síntomas críticos que éste nos produce. Probablemente no vamos a dejar de sentir
miedo, pero vamos a aprender a ser valientes y actuar mejor ante dichas situaciones críticas.
Para ello, debemos enfrentar nuestros miedos al momento de interpretar, empezando en un
ambiente seguro y controlado e ir progresando de a poco. Esto es lo que Don Greene nos
propone:

- Hacer una lista de nuestros diez actos de valentía más grandes: Esta lista puede
incluir desde tocar en una clase colectiva frente a nuestros compañeros de cátedra,
estar en una master class, tocar un solo en una agrupación o incluso tocar en frente de
nuestro maestro de instrumento. Una vez escribamos nuestra lista deberíamos
relacionar los logros que obtuvimos al tener la valentía de enfrentar nuestros miedos,
puede ser una buena clase, recital, concierto, o haber obtenido un reconocimiento, un
cupo en la universidad, etc. (Greene, 2012)
- El sentimiento más frecuente que encontraba en el registro de mis bitácoras era el
miedo a fallar, creo que a ninguno nos gusta equivocarnos, decepcionarnos a nosotros
mismos; es debido a este miedo que desarrollamos una manera segura de tocar, que
creemos que nos protege, pero en realidad está cohibiendo en gran medida nuestra
capacidad técnica y expresiva. El miedo y la duda no nos protege de los errores, al
contrario, nos hace equivocar, limita nuestro potencial y, sobre todo, le hace perder
emoción y expresividad a la música. Para trabajar sobre el miedo cuando éste se
vuelve contraproducente, se puede implementar las siguientes estrategias (Greene,
2012):
o Crear un registro de nuestras interpretaciones: Como ya lo hemos visto,
vamos a empezar a trabajar desde las piezas que consideramos más sencillas
o cómodas, iremos de menos a más. Una vez escogida la pieza, y después de
calentar un poco, pondremos una cámara para grabar nuestra interpretación.
o Incrementar nuestro ritmo cardíaco: podemos hacer cualquier actividad
sencilla para esto, como trotar en un solo sitio, lo importante es simular lo que
experimentamos en una situación de estrés real. Antes de empezar a tocar
debemos respirar profundo y revisar nuestro cuerpo para liberar tensiones
excesivas.
o Hablarnos a nosotros mismos positivamente: decirnos que podemos hacerlo,
que somos completamente capaces, va a contribuir a nuestra autoestima, y al
trabajo a mediano y largo plazo. Buscamos tocar sin darle demasiada
importancia a las consecuencias de tocar.
o Pensar en lo registrado: una vez hayamos grabado nuestra interpretación,
podemos pensar en cómo nos fue. Lo más probable es que encontraremos que
no hay consecuencias terribles, así haya sido una muy mala interpretación.
o Seguir intentando: Poco a poco, y con práctica, nuestro desempeño va a
mejorar, es importante mantener un diálogo interno positivo e ir encontrando
las cosas que estamos haciendo bien.
o Hacer un registro de nuestras grabaciones: Esto nos ayudará a ver nuestro
progreso y no estancarnos. Al principio es normal sentirse demasiado
incómodo, vamos a experimentar condiciones bajo las cuales no solemos
estudiar, el sonido no será el mejor, no tendremos tanto control sobre nuestro
cuerpo, etc. Pero con la práctica nos moveremos más fluidamente bajo
circunstancias ciertamente incómodas.
o Socializar nuestras grabaciones: podemos decirle a un amigo o incluso a
nuestro maestro que escuche con nosotros los registros hechos, así daremos
un paso más para enfrentar nuestros miedos. Después de lograrlo con la pieza
cómoda que habíamos elegido seremos capaces de trasladarlo al resto de
nuestro repertorio.
- Construir valentía: Ser cada vez más valiente es como entrenar nuestro cuerpo,
necesitamos atrevernos a serlo cada vez que sea posible, y no sólo dentro de la música,
en nuestra vida vamos a buscar oportunidades de enfrentar nuestros miedos, de probar
practicar cosas que siempre hemos querido, pero no nos hemos atrevido, de expresar
nuestras opiniones respetuosamente, de fortalecer las relaciones personales que se
encuentran conflictuadas o rotas, etc. Cada situación en la que enfrentamos nuestros
miedos va a contribuir a desarrollar nuestra valentía, y, al mismo tiempo aumentará
nuestro amor por la música y la libertad con el instrumento. Lo que nos permitirá
expresar asuntos de nuestras vidas y de nuestro mundo interior a través del sonido, de
maneras cada vez más libres y auténticas

6. CONCLUSIONES:

¿Qué es lo verdaderamente importante cuando estamos atravesando por momentos


críticos en la relación con nuestro instrumento y con la música? En medio del miedo y la
angustia que producen este tipo de situaciones, lo primordial es la búsqueda de calma en
nuestras decisiones. Es importante hacernos preguntas trascendentales, buscar las causas del
deterioro de nuestra relación con la música, identificar los hábitos que no nos permiten
avanzar o sentirnos cómodos haciendo lo que algún día amamos y decidimos convertir en
nuestra profesión. La aparición de preguntas es normal y constituye una parte fundamental
de nuestro crecimiento como personas, artistas y músicos.

A manera de síntesis, he aquí lo primordial dentro del proceso de recuperación y


tratamiento de mi trastorno de ansiedad que desencadenó una fobia específica al momento
de tocar flauta. Lo comparto porque quizás a otros músicos que estén atravesando situaciones
similares, les pueda servir en su camino:

Buscar ayuda de las personas a nuestro alrededor es crucial, difícilmente vamos a


solucionar nuestras vicisitudes aislándonos, cosa que a menudo viene a nuestra mente al vivir
dichas experiencias. De seguro habrá personas dispuestas a compartir sus conocimientos y
vivencias con nosotros, así fue en mi caso. Desde Rafael, mi maestro, pasando por mis
familiares, hasta compañeros flautistas como Hugo Peña y Lina Murillo, contribuyeron,
quizá sin saberlo, a la recopilación de información y recursos positivos en mi proceso de
recuperación.

El seguimiento atento de nuestros síntomas físicos y mentales debe tener una mayor
importancia, somos nosotros mismos los que en un principio vamos a notar estos síntomas,
tanto positivos como negativos. En general, este trabajo es un llamado a prestar más atención
al cuidado de nuestro cuerpo y, especialmente, de nuestra mente, dejar de lado los prejuicios
y la estigmatización que existe hacia los trastornos y enfermedades mentales, ninguna
persona está exenta de padecerlos, son comunes y tienen un tratamiento adecuado que
mejorará nuestra vida en todos sus aspectos.

A veces es necesario hacer una pausa, reflexionar acerca de los hábitos que tenemos,
quizá estamos dedicando mucho tiempo y energía a ser exclusivamente músicos; esto es
contraproducente, afecta nuestro estado físico, nuestra capacidad de concentración y cohíbe
nuestro desarrollo como personas, por lo que limita nuestra capacidad expresiva. Si no
vivimos experiencias extra musicales no podemos cultivar emociones para expresar a través
del sonido, es un ciclo recíproco, hay que cuidar cada uno de sus elementos. Vivir con
plenitud en los demás aspectos de nuestra vida puede generar un sentimiento de culpa,
aprenderemos a manejarlo cuando veamos los resultados expresivos de cultivar nuestra vida.
Seamos cuidadosos de no querer aliviar la culpa por medio de la exageración de nuestros
tiempos de estudio, existir es más amplio que la música, por más que amemos esta actividad.
La organización de nuestras sesiones de estudio va a cambiar nuestra manera de ver la
música. La propuesta de este trabajo es la planeación desde la mente, desde la calma,
haciendo uso de técnicas de concentración y productividad, como la técnica Pomodoro o
variantes que nosotros mismos probemos, en las que el tiempo de práctica es menor y se
dedican unos pocos minutos para cambiar de actividad y darle espacio de descanso a nuestro
cuerpo y mente. Podremos practicar la construcción de valentía por medio de la exposición
gradual a situaciones física y mentalmente incómodas, con presencia de estrés, iniciando
desde ambientes controlados hasta situaciones reales; todo ello para aprender a sobrellevar
el miedo al fracaso y lograr tocar con nuestro máximo potencial.

Para concluir, quisiera invitar a la constante experimentación, a atrevernos a lo


diferente, al cuestionamiento de nuestros dogmas internos. Como personas somos un
universo diverso de pensamientos y emociones, allí radica la riqueza de la música, la belleza
subjetiva del arte, en conocernos a nosotros mismos y ser capaces de expresarnos
auténticamente por medio del sonido. Todo obstáculo, por más insuperable que parezca, tiene
una solución; no siempre será sencillo, pero ¿Qué sería de nuestra existencia sin desafíos en
los que valga la pena trabajar?
7. REFERENCIAS

Barnhill, J. W. (Abril de 2020). MANUAL MSD. Recuperado el 10 de Marzo de 2022, de


MANUAL MSD versión para profesionales: https://www.msdmanuals.com/es-
co/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/trastorno-de-ansiedad-y-trastornos-
relacionados-con-el-estr%C3%A9s/trastornos-f%C3%B3bicos-
espec%C3%ADficos
Cirillo, F. (2020). La técnica Pomodoro. (M. Asensio, Trad.) Barcelona: Editorial Planeta,
S. A. Recuperado el 20 de Abril de 2022
Greene, D. (2012). 11 Strategies for Audition and Performance Success. Recuperado el 5
de Marzo de 2022
Greene, D. (2012). 11 Strategies for Audition and Performance Success. Recuperado el 5
de Marzo de 2022
Kabat-Zinn, J. P. (2007). COMING TO OUR SENSES - La práctica de la atención plena.
(D. G. Raga, Trad.) Barcelona, España: Editorial Kairós, S.A. Recuperado el 5 de
Marzo de 2022
López-Cano, R., & San Cristóbal Opazo, Ú. (2014). Investigación artística en música.
Problemas, métodos, experiencias y modelos. Barcelona: CONACULTA &
FONCA. Recuperado el 06 de 03 de 2022
Moreno, P. (2011). Superar la ansiedad y el miedo. Bilbao: EDITORIAL DESCLÉE DE
BROUWER. Recuperado el 16 de Abril de 2022
Peña, H. (10 de Marzo de 2020). (D. Peña, Entrevistador)
Samper, A. (2017). La pedagogía del musicar como ritual social. Celebrar, sanar,
trascender. El artista: revista de investigaciones en música y artes plásticas(14), 25-
29. Recuperado el 30 de Octubre de 2021, de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7242230
Vich Maria, C. (13 de Abril de 2021). Distonía focal: Características principales y
prevención como factor clave en músicos profesionales. Obtenido de UIBrepositori:
https://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/155395/TFE%20Diston%c3%a
da%20%20focal%20Caracter%c3%adsticas%20principales%20%20y%20prevenci
%c3%b3n%20como%20factor%20clave%20en%20m%c3%basicos%20profesional
es%20Cristina%20Vich.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Weintraub, M. (2016). Música y Emociones: Una mirada integral del intérprete de música.
Buenos Aires: Elaleph.com. Recuperado el 12 de Abril de 2022

You might also like