La economía es el proceso por el cual los humanos manejan su entorno y sus
recursos. El proceso está conformado por un sistema de producción, distribución y consumo de bienes y servicios. Los recursos naturales proporcionan las materias primas y la energía para producir bienes económicos, mientras que los recursos humanos proporcionan la habilidad y la mano de obra necesarias para llevar a cabo el proceso. Diferentes sociedades manejan sus economías de diferentes maneras. En una economía tradicional, las personas son autosuficientes (es decir, producen sus propios bienes), pero en una economía de mando puro el gobierno controla todos los pasos del proceso económico. La actividad económica generalmente afecta al medio ambiente, generalmente de manera negativa. Se utilizan los recursos naturales y se producen grandes cantidades de desechos. Estos efectos secundarios pueden verse como formas en las que las acciones de un productor impactan en el bienestar de un transeúnte. El mercado no logra destinar los recursos adecuados para atender dichos costos externos porque solo se ocupa de los compradores y vendedores, no del bienestar del medio ambiente. Solo se consideran relevantes los costos directos (o internos). Los costos externos son efectos nocivos sociales o ambientales causados por la producción o consumo de bienes económicos. Los gobiernos podrán tomar medidas para ayudar a paliar los efectos de la actividad económica. Cuando ocurren costos externos, el costo de producción privada de una empresa y el costo social de producción están en desacuerdo. La firma no considera relevante el costo de la limpieza de la contaminación, mientras que la sociedad sí. Los costos sociales de producción incluyen los efectos negativos de la contaminación y el costo del tratamiento. En consecuencia, los costos sociales terminan superando los costos de producción privada. Cuando la contaminación externa y los costos de tratamiento se incluyen en el costo de producción del producto, la curva de oferta se cruza con la curva de demanda a un punto de precio más alto. Como consecuencia del mayor precio habrá menor demanda del producto y menor contaminación producida. La tecnología es la combinación de herramientas, máquinas, computadoras, habilidades, información y conocimiento de que se valen los administradores para diseñar, producir y distribuir bienes y servicios. Las fuerzas tecnológicas son los resultados de los cambios en la tecnología de que se valen los administradores para diseñar, producir y distribuir bienes y servicios. Las fuerzas tecnológicas pueden tener implicaciones profundas para los administradores y las organizaciones. Los cambios tecnológicos vuelven obsoletos algunos productos bien establecidos (máquinas de escribir, televisión en blanco y negro, enciclopedias impresas y empastadas) y obligan a los administradores a encontrar nuevas formas de satisfacer las necesidades de los clientes. Aunque el cambio tecnológico puede poner en riesgo una organización, también crea un cúmulo de nuevas oportunidades para diseñar, fabricar o distribuir nuevos y mejores bienes y servicios. Los administradores deben moverse rápidamente para reaccionar a los cambios, de modo que sus organizaciones sobrevivan y prosperen. Los cambios en la tecnología de la información han alterado la naturaleza propia del trabajo en las organizaciones, incluyendo el quehacer del administrador. El trabajo a través de la supercarretera de la información y las videoconferencias son actividades cotidianas que permiten a los administradores supervisar y coordinar empleados diversos. Los vendedores de muchas compañías trabajan en oficinas domésticas y envían su trabajo por medios electrónicos. Se comunican con otros empleados por las redes de correo electrónico de su compañía y mediante cámaras de video conectadas a sus computadoras personales celebran juntas “cara a cara” con compañeros que quizá estén del otro lado del país.