La inmadurez afectiva vista como
incapacidad psicolégica para contraer
matrimonio, en la Jurisprudencia
Canénica
Luis Cordero Rodriguez
A modo de Introduccién:
OR los fendmenos sociales que estamos viviendo, particularmen-
te quienes hemos herededo la cultura occidental, existe actual-
mente una proliferacién de psicosis y neurosis que condicionan de
tal manera a las personas, que muchas de éstas por la gravedad
del fenémeno, no poseen la necesaria capacidad para un discernimiento ca-
bal en orden al consentimiento matrimonial. La Jurisprodencia rotal ha
avanzado en la interpretacién del c. 1081, hasta el punto de declarar nu
los muchos matrimonias realizados en estas condiciones,
Los afios han pasado, la crisis social se ha agudizada y el fenémeno ha
ingresado a un campo més dificil de detectar, pero no por dificil menos gra-
ve. La figura se ha quebrado ya en el seno del hogar porque los nifies no
maduran como dehieran, y porque la constitucién de la intimidad del hogar
hey (quizés por gazones ajenas al mismo, pero que inciden en el equilibria
familiar) muchas veees no posee los medios aptos para que los nifios desa-
rrollen normalmente su personalidad,
Las condiciones familiares en que algunes niiios viven su infancia ha
cen que su comportamiento emocional (edleras, temores, alegrias, triste-
zas, etc.), munca supere la etapa de la nifiez; es decir, mo tiende a estabili-
zarse con una mermal maduracion. Todos, aun los profanos en psicologia,
saben que en les nifios son constantes los cambios bruscos de humor, y si
Jo com Ja edad Is emociones van adquitiendo consistencia, duracién y equi-
librio. Si en un adulto persiste la inestabilidad emocional, ¢s evidente que
en él hay inmadures afectiva y s& comportemiento psico-alectivo tendri to-
a9das las caracteristicas del comportamiento del nifio, mas no del adulto. Y
sien el nifio puede causar gracia su inestabilidad emocional, en el adulto-
inmaduro se hace insoportable. Tanto en el nifio, como en el inmaduro-adul-
to hay una incapacidad para controlar sus emociones y manifestaciones,
“hay incapacidad para frenarlas, llora sin cesar o se irrita sin cesar desde
que comienza a hacerlo”. '
A medida que la vida social del nifio se enriquece y se hace compleja,
sus emociones tienden también a socializarse cada vez en mayor grado, Si
no se produce este crecimiento y las emociones no se vinculan a las rela
ciones con los demas individues o con el grupo, la personalidad crece ego-
centrista, inmadura, lena de un desequilibtio cmocional que cendiciona su
voluntad, particularmente en aquellos actos mascendentales de la vida en
que se debe compartir la personalidad con los demas.
Cualquier rratado de psicologia del nifio nos ensefia que los traumas in-
fantiles y el modo en que se lleva la vida de nifio en el hogar son fundamen-
tales para comprender la madurez o inmadurez de un adulto.
Hay situaciones familiares andmalas que traumatizan a los nifies, y en
i caso, como por aurodefensa, el nifia crece egocentrista, solo, con tema
res, céleras, tristezas, soledad. Siemte desconfianza de todos, le acosa la
necesidad de dominar por sentirse inseguro. La imposibilidad de creer en
kh verdad, en el amor, en la sinccridad comunicativa (porque en su casa sd
Jo ve falsedad, egoismo, mentira ¢ indiferencia) hace que estos nifios He-
guen a la adultez con una inmadurez afectiva y emocional que les impide la
apertura a los valores, al desarrollo moral, a Ja relacion fraterna, al compa-
fierismo, al desarrollo psico-sexual, etc.
Abora bien, si estos adultosinmaduros se casan no se entregan jamis,
ni comparten, ni dialogan. Son nifios grandes e irresponsables, porque no
tienen la capacidad oblativa para poder satisfacer las exigencias afectivas
més profundas del otro cényuge, y apenas iniciado el matrimonio cmpiezan
las dificultades porque aparece de lleno el desquebrajamiento de teda su
personalidad. Llegan a atentar contra la vida del cényuge, se hacen inco-
municables con ¢1, su inestabjlidad emocional es constante, su egocentris!
mo los incapacita a una donacién incondicional de su persona en la comu
nién de vida, .y no pocas veces tienen dificultades para la consumacion fir
sica del matrimonio. La consumacién existencial jams se desarrolla. En
esta situacién surge Is pregunta: {Disminuiré en el adulto, afectivamente
inmaduro, su impurabilidad y responsabilidad moral y juridica, hasta cl pun-
cot TOF MOAI 0, otal gM: ea
Ver sabre todo el tomo TV sobre ef desnerallo afective y moral del niiia,
0to de decir que en caso de contrzer matrimonio su consentimiento naceria
visiade y por lo tanto sy matrimonio seria nulo?
El Profesor Dr, Juan Obiols Vie, Catedrdtico de Psiquiatria Médi-
ca de Ja Facultad de Medicina de Barcelona, Decano de la misma, y Vi-
ce Presidente de Ja Federacin Mundial de Psiquiatria Bioldgics responde:
“Desde el punto de vista psicoldgico se entiende por inmadurez
afectiva la incapacidad de reaccionar adecuadamente ante las di-
versas circunstancias de la vida. Los estimulos sociales, familia-
res, laborales, son vividos de una forma no correcta y la respues+
ta del individuo es exagerada por exceso o por defecto de reaccién
emocional. En las enfermedades de 1a afectividad es muy frecuen-
te que exista esta inmadurez emocional que generalmente es acom-
pafiada de labilidad afectiva. Considero que puede ser base de una
incapacidad para la vida matrimonial y por consiguiente, base co-
mo causa de nulidad de matrimonio”. *
Las consideraciones que siguen em este articulo tendrén como fin pre-
sentar les criterios juridicos y la Jurispradencia rotal dilrima en que se
declaran las condiciones que requeritin estas afecciones de la alectividad
para considerar nulos aquellos matrimonios realizados por personas qué
adolecen de ellas.
Discrecién de juicio y libertad humana en el consentimiento matrimonial
Para precisar el por qué de la cuestién que planteamos y de sus impli-
cancias juridicas nos parece atil abordar, en primer lugar, el papel que jue-
gan la diserecién de juicio y la liberrad humana en la elaboracién del pac-
to conyugal, por el interés que tienen en el planteamiento del problema anun-
ciado en nuestra introduccién.
La instirucién matrimonial, siendo de derecho natural, ha salido de
Dios en todos cus elementos fundamentales. Abora bien, como quiera que
el mis elemental de estos es su destinatario, habri de recalearse que une
de los elementos esenciales del matrimonio es su cardcter humane, por la
naturaleza psicoldgica de les hechos que interyienen en él, hechos que lo
tipifican también como “negocio juridico”.
Para ser precisos citamos acd lo que al respect nos recuerda muy cla-
ramente el Profesor Hervada:
2 La respuesta citada foe dada por cl Dr. Obiols Vié anto el Tribunal Eclealis-
too de Barcelana (Espafia} el 24 de abril de 1075, Por obvias razones no se dan ma-
yores datas.
ay“E] pacto conyugal es un acta de la persona humana por ¢l que €-
tase compromete. Desde el punto de vista del derecho, es un ne-
gocio juridico cuyo factor csencial es la voluntad. Se trata pues
de un acto eminentemente personal en el que juega un papel esen-
cial la decisién de Ia pertona. Siendo un acto que procede de la
personalidad, consiste eminentemente en una actualizacién de la
instancia racional y volitiva del hombre. No es la exterioridad
del acto lo que tiene valor en si para unir a los cényuges, sino la
decisién personal de estos que por un acto de voluntad decisoria
se entregan y aceptan mutuamente como esposes. Para que este
dein tea in ‘verdadero: commprdmise’(peira-que-opare-en.él la face
za comprometedora de la voluntad)) y para que, en consecuencia,
pueda ser juridicamente vinculanie, es preciso que cl contrayen-
te sea capaz de comprometerie por tener suficiente capacidad
mental y volitiva. Al grado proporcionado de esta capacidad exi-
gida para contraer matrimonio lo llamamos seficiente discrecion
La explicacién dada por el Profesor Hervada se deduce de la diltima
Jurisprudencia rotal en el torn al canon 1081-1 en lo referente a “incapa-
cidad psicolégica” para contraer matrimonio. *
Se trata de un acto de consentimiento matrimonial que para realizarse
necesita suficiente lucidez de inteligencia y libertad (tanto interna como
externa} de la volumtad. A 1s libertad externa se opone todo tipo de coac-
cién grave como sefiala el c. 1087, * mientras que a la libertad interna se
oponen, como obstdculo principal, tanto las anomalias psiquicas como las
psicoldgicas, ‘Y aunque el canon 1081 no lo diga expresamente, su interpre-
tacién correcta asi lo entiende.
En palabras sencillas, diriamos que si falta suficiente lucider o liber
tad, el matrimonio es ntilo por derecho natural,
3. HERVADA, J. "EL derecho det puebila de Dies" IE.
Derecho matrimontal Ld Pamplona; p. 374,
4, Ele 1081 dice: “el matrimonio lo produce el consentimiento entre personas bi-
ies spin derclo, legiimenente manifeside; consentissents que por ningun po
mmenania puede suplirse”. Bol Glkima Jurisprudencia vest:
JOM, ORLANDUS: “"Catas aolltats matrabell’ rorendua atest apa
adum novissimam jurispre-
Wentiam rotalem”, en Anoali di Bottring e giurisprudenen canonica, cre “
eee ae sires canonica; 2 yolimnenes, Ro:
5. El c. 1087 dice: “Es esimismo invilide el matrimnia
cel:
por miedo grave Inferile injustamente por ina cals aitriok Dok Ghee deh a
Bara librarse del cual se
ponga al contrayente en la precision de elegir el matrimonio.
Ninguna otra clase de miedo, aunque é sea eausi del contrato, evn consigo ba nu-
lidad del matrimonia’.
2Para evitar malas interpretaciones de lo que venimos exponiendo es
urgente tener muy presente que la capacidad intelectivo-volitiva se limita
a] nocimiento del pacto conyugal y no a la permenencia del matrimonio, Lo
que quéremos decir es que si cl pacto conyugal nace correcto, el matrimo-
nio permanece indisoluble para toda la vida, atin si después nacieran situa
ciones que afectasen gravemente la capacidad intelective-volitiva de algue
no de los cényuges; pero al mismo tiempo, si el pacto nace viciado, el ma-
trimonio seri siempre nule, aunque desaparezcan las causas que produje-
ron dicho vicio de consentimiento.
Para abundar en explicaciones habra de comprenderse que las conclu-
siones arriba anuneiadas establecen una diferencia sustancial entre la in-
capacidad para una suficiente diserecion de juicio y la incapacided fisica,
que, como /2 impotencia, imposibilita al que contrae matrimonio a prestar
uno de los contenidos esenciales del mismo que es el derecho al cuerpo
(ius in corpus). En efecto, para que esta incapacidad fisica anule el ma-
trimonio deberi ser antecedente y perpetua como sefiala el c, 1086; de con-
siguiente, si hubiera posibilidad de curacién o desaparicién de dicha inca-
pacidad fisica, el matrimonio seria vilide; mientras que en la incapacidad
para una suficiente discrecién de juicio esto no sucede, conforme hemos ya
puntualizado. Es por eso que en la Comisién pontificia de Reforma del
Derecho Matrimonial candnico, de acuerdo con toda [a jurispudencia rotal
se ha presentade como proyecto de ampliscion del ¢. 1091 un nuevo canon
en donde consta que “la incapacidad de asumir las obligaciones mateimo-
niales” (incapacitas assumendi obligationes matrimonii. . .), es un vicio de
nulidad del consentimiento matrimonial, rechazando el planteemiento he-
cho por otros canonistas que inspirindose en el c. 1086 sefialahan dicha in-
capacidad como “impotencia moral”. La razén de este rechazo es claro por-
que como se explicé mis arriba, la incapacidad de asumir las obligaciones
matrimoniales se debe a que la anomalia psiquica o psicolégica, como tal,
influye modificando Ja capacidad intelectivo-voliriva de la persona, Como
quiera que el entendimiento y la voluntad son la causa eliciente del acto
“formal” del consentimiento por el que la persona se compromete a dar y
recibir un conjunto de prestaciones (aquellas del contenido esencial del
matrimonio) si ellos estim alterados, no pueden confeccionar un acto juri-
dico vilido; e5 por eso que no sélo la incapacidad de anamir sino también
la incapacidad de cumplir les obligaciones inherentes al matrimonio, cons-
tituyen capitulos distintos de nulidad de matrimonio, por derecho natural.
Volviendo al profesor Hervada® utilizaremos sus palabras para acla
rar mejor estos concepros.
6, Ob. cit, p. STH-I79,
a“La discreciém de juicio es en realidad la madurez intelectivo-vo-
litiva por la que la persona, conociendo qué sca el matrimonio, es
suficientemente capaz de comprometerse a él. Es aquella capaci
dad reflexivo-volitiva suficiente para querer contra¢r matrimonio
y asumir el compromisa engendrado. Es obvio que para poder to-
mar I decisién valida de casarse hace falta poder conocer qué sea
el matrimonio, pero el constitutive nuclear de la suficiente discre-
cidn de juicio no es esa copacidad especulativa (por supuesto ne-
cesaria) sino la capacided del acto de “imperium” de 1a razén price
tica, en cuanto es capaz de regular la voluntad (y com ella la afec-
tividad ) y orientarla a una decision que compromete el fururo per-
sor
Contenido esencial del Matrimonio como objeto del consentiniento
El objeto esencial del consentimiento matrimonial es el contenido mis-
mo del matrimonio: es por eso que ereemos que es fundamental entender
con claridad cual es el contenido esencial del Matrimonio, si queremos de-
terminar el grado suficiente do discrecién de juicio que se mecesita para
contracr yilidamente matrimonio. Nos parece pues un criterin de valor
acertade relacionar el grado de discrecidn con el objeto sefialedo.
El c. 1082-1 afirma que el contenido minimo del consentimiento del
matrimonio, es aquél que indique suficiente capacidad intelectivo-volitiva
entre hombre y mujer para procreer hijos. De consiguiente, el mismo canon
esteblece que la unica ignorancia que invalid el consentimiento matrimo-
nial es la ignorancia que tenga como objeto dicho contenido, El mismo crit
terio, por analogia, nos ha de servir para la disereeién de juicio, es decir
que el gredo suficiente de discrecién de juicio para contraer vilidamente
matrimonio, es aquél que indique swjiciente capacidad intelective-wolativa
para conocer, discernir y comprometerse a realisar esa “sociedad perma-
nente entre hombre y mujer para procrear hijos”,
Tradicionalmente la doctrina y la Jurisprudencia rotal sintetizaban
con Ja frase “ius in corpus” el objeto esencial del consentimiento matrimo-
nial. Hoy en dia este concepto ha side explicitado mejor como “ius ad con-
sortium vitee communis”. o “witae coniugalis” (derecho a la comin uniém
de vida, 0 sea al consercio de Ia vida conyugal).?
Es por eso que la sentencia rotal del 26 de octubre de 1972, ante el
Juez Anné, al hablar del grado de discrecién de juicio, afitma:
7, COMMUNICATIONES IM (1871) Roma p, 75“La importancia y el grado, tanto de Ja libertad como del consenti-
miento matrimonial, se deducen de su mismo objeto que es el com-
promiso irrescindible de entregar y aceprar el consorcio intimo ¢
indisoluble de la vida, es decir de aquella comunién de vida que es
la vida conyugal”. *
‘Veamos enronces en que sentido |a comuniin de vida conyugal consti-
tuye el objeto del consentimiento matrimonial.
De todo lo dicho se deduce que para que se realice Is “communio vitae
coniugalis” que debe set intima e indisoluble, deben cxistir tanto la unicte
corporal come la unig personal; la primera llamada acto conyugal, se da
‘con Ja intercomunicacién de naturalezas, y Iz segunda se da mediante la in-
tercomunicacién de Ja virilidad y feminidad en cuanto principios personalet.
Para todos ¢3 claro el contenido de la union corporal y no admite duda
Ja afiemacién de que si existe ineapacidad para prestarlo, sea por causas
fisicas o por causas psiquicas, se invalida el matrimonie porque el consen-
timiento matrimonial quedaria vacio de su objeto: en efecto, nadie puede
conceder un derecho a alge para lo que es impotente.
En cuanto a la dimensién del objeto del consentimiento, que hemes [la-
mado “unién personal”, no aparece muy claro cual es su contenido, Tradi-
cionalmente a esta unién personal se le Ilamé “comunidad de mesa, de le
cho y de habitacién” (cc. 1128 y ss.), tal vez porque cuando se formule es-
ta terminclogia, no se tenlan los conocimientos de la psicologia profunda
que hoy paseemos.
Nuevamente entonces recurrimos al Profesor Hervada cuyo pensamien-
to es profundo y sugerente pata definir el sentido de dicha dimensién:
“La unida personal o comunidad de vida (se define) como la exis-
tencia de dos relaciones: de solidaridad, que conlieva un servicio,
una ayuda mutua; y de parlicipacién en aquellos bienes, activida-
des, posicién social, etc,, que estin en directa ¢ inmediata relacion
con la persona y son como el contomo de su ser y de su intimidad
personales”. *
‘Teniendo en cuenta esto, no habrd de olvidarse entonces que la unign
personal en el sentido de comunidad de vida es ya una situacién juridica,
un derecho. Es por eso que Hervada sefiala;
4% “Labortatis, jtaque, consensus matrimonials momentum ct grachum deootatne kp
eo obiecto, quod cat fides (lemegno) imescindibilie tradeotl et aceeptandi inticwn et
ind&colubile vitae cunsuetium seu communinnem, quae est vita coxiugalis" {ver senten-
cin completa en TUS CANONICUM XV (1975) Pamplona, p. 279-286).
8.0b. cit, p. 242,“Hablar de derecho a Ja comunidad conyugal ¢s en realidad, una
expresiOn inadecuada (una redundancia), decir comunidad conyu-
gel es ya decir derecho”.
Otra cosa es lo que podriamos llamar el ejercicio real de exe derecho
como exigencia y cfecta del mismo, pero nunca como une condicidn para me
exittencia: lo mismo que sucede con lo que hemos llamado unidn corporal
(tradicionalmente llamado ius in corpus),
Como se puede comprender, en el ejercicio de exe derecho existe una
inmensa gama de posibilidades, sobre todo en lo que concieme al servicio
ya le ayuda mutma, y es 4, el que lleva a los cémyuges, ayudados por Ja
gtacia del Sacramento, a realizar su santidad a través del matrimonio.
Le Inmadures afectiva como capitula de Nulidad Matrimonial
La sentencia rotal afirmativa del 19 de diciembre de 1970 ante el Juez
Filipiak " que habia concordado la causal (el dubium) en esta forma:
“Si consta la nulidad de matrimonio, por el capitulo de defecto de
consentimiento en la mujer, es decir, por la incapacidad psicoldgi-
ta de-pesiter. un. canitntinienty.consdents ydelibetede (rout
cium atque consultum) de pane de la mujer en el caso”,
nos ha ilustrado suficientemente para determinar la nulidad de matrimonio
de aquella persona que por falta de madurez en su personalidad no tiene
tampoco la capacidad de entrega, esta Gltima, de por si tam relievante en
cuanto que es obstativa, de una consciente asuncién de las obligaciones ma-
trimoniales. En psicologia y jurisprudencia a esta falta de capacidad de en-
trega se le Hama “incapacided oblativa” y seria a juicio de los filésofos del
derecho, causante de un error obstativo que anula el acto juridico, *
En el campo tedrico, pedriamos decir que lo dicho hasta aqui seria su-
ficiente para comprender el problems. Sin embargo, en la prictica judicial
no es tan ficil aplicar estos concepros porque no es tan sencillo hacer las
10. F285
UL. Sést. rotal n. 255/70.
12, Reperines que en filosofia del Derecho a este error se le [amaria error obcta-
fico, que anula texla validex al acto juridicn por derecho natural, porque produce inad-
verfidamente una disceepancia entre la veluntnd de negocar y Ja declaraciim, El etror
chetative hace que uno declare gor pocde realizar Jo que de hecho mo puele, pero que
cee que puede. Esto es el caso tipteo de lo que de hecho pasa com el consentimienta
matimonal de un inmaduro psicokigico: ASUME Ja obligactin matrimonial ante el
Altar porque cree que puede obbigarse a ella, pero de hecho no puede cumpbs esx obli-
porque su voluntad esti imposibiliteda a hacerlo, ya que su personalidad esti
yuebrajada y A to ignera. Yerra en la formacifin de