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UN EVANGELIO MÁS EXCELENTE: LA CONFIANZA PLENA EN DIOS

28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para
los que son llamados conforme a su propósito.
29 Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la
imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos;
30 y a los que predestinó, a esos también llamó; y a los que llamó, a esos también justificó; y a
los que justificó, a esos también glorificó.
Romanos 8:28–30 (LBLA)

Un verdadero evangelio, la verdadera manera de estar sometido a la voluntad divina: Decir NO


cuando Las Escrituras dicen NO; decir SI cuando Las Escrituras dicen SI (Incluso cuando van en
contra de nuestro más íntimo “conocimiento” de Las Escrituras) … Las tradiciones abruman al
creyente, se dice “amén” a todo sin tomar nuestras biblias y medir las enseñanzas a la luz de la
Palabra de Dios.
23 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo Él
mismo el Salvador del cuerpo. Efesios 5:23 (LBLA)
3 Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el
hombre, y la cabeza de Cristo es Dios. 1 Corintios 11:3 (LBLA)].
¿Cómo tenemos la autoridad de Cristo en nuestras vidas? ¿Cómo sigue la autoridad de Cristo,
su iglesia? ¿Cuál es el límite para saber que seguimos a Cristo y no un falso cristo (anti-cristo)?
¿Cómo Cristo emite su total autoridad sobre su cuerpo?...
La respuesta errada:
1. Con las nuevas revelaciones “divinas” de Dios a sus “hijos”
2. Las nuevas experiencias proféticas arrojando “nuevas luces” a la iglesia
3. Con los “espirituales”
Y LO MÁS HERÉTICO Y PELIGROSO QUE PUEDE HABER EN ESTOS NUEVOS TIEMPOS:
4. Cambiar el evangelio bíblico por palabras doctrinales de generación a generación,
dejando atrás el estudio de Las Escrituras.

13 Retén la norma de las palabras sanas que has oído de mí, en la fe y el amor en Cristo Jesús.
14 Guarda, mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros, el tesoro que te ha sido
encomendado. 2 Timoteo 1:13–14 (LBLA).
La Palabra de Dios debe ser nuestro norte. Limitarnos a lo que dice, callar donde calla; hablar
donde nos es permitido hablar… No introducir palabras de hombres a la revelación más plena y
completa de Dios.
Por tanto, ¿cómo debemos entender lo que la Biblia dice? Respuesta simple: Con la misma
Biblia. Respuesta no tan simple y difícil de aplicar:
39Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí; 40y no queréis venir a mí para que tengáis vida. Juan
5:39–40 (RVR60).
Implica no leer o guardar en nuestro corazón textos aislados, de aquí, allá.. Si no de guardar un
correcto entendimiento (O exégesis) del texto (en su contexto inmediato: No dos versículos
antes, si no capítulos y si es posible, el libro entero).

Un verdadero nacimiento en Cristo es agradecido por el don gratuito de salvación, se duele del
pecado, practica el amor y la fe... Sin embargo, ¿no es esto fluctuante e inconstante en el
hombre? Ciertamente, Sí.
Ese es el evangelio que quiero recordar, la senda antigua del nuevo pacto confirmado y sellado
con la sangre del Cordero de Dios. ¿No somos más que suciedad y nuestras acciones trapos de
inmundicia (6 Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas
nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el
viento, nos arrastran. 7 Y no hay quien invoque tu nombre, quien se despierte para asirse de ti;
porque has escondido tu rostro de nosotros y nos has entregado al poder de nuestras
iniquidades.)?
¿Por qué pues, Dios se fija en hombres y mujeres merecedores del infierno? Dios extiende su
gracia, y da vida a los que Él quiere, y tiene misericordia del que Él quiera tener misericordia.
Los creyentes en Cristo, ¿No son más que vencedores? No por lo que hagamos, si no por lo que
Él hizo; ciertamente no tenemos como ganar la aprobación o la salvación por nuestra cuenta.
“SALVACIÓN ÚNICAMENTE POR FE”
Podemos separarnos de Dios; Él permanece fiel. Fallamos a diario; Él permanece fiel.
Rompemos nuestras promesas, nos disciplina; Él permanece fiel. No es lo que hemos hecho, no
es lo que hacemos o lo que hagamos, es Dios que estaba en Cristo, el que nos reconcilió con su
muerte e hizo todo, cumplió todo para que tuviéramos acceso a Dios.
Por tanto, “nada podrá separarnos del amor que le tenemos a Dios”. ¿QUIÉN NOS SEPARARÁ
DEL AMOR DE CRISTO?...
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada?
36 Tal como está escrito:
Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día;
somos considerados como ovejas para el matadero.
37 Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo
presente, ni lo por venir, ni los poderes,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:35–39 (LBLA)

“CONFIANZA PLENA EN CRISTO Y EN SU EVANGELIO”

La elección incondicional de Dios nos dá el don de la salvación. Es el verdadero evangelio de


buenas nuevas, que la salvación dependa de Dios y no de nosotros. Si dependiera de nosotros,
seríamos todos condenados a la muerte eterna en el infierno. //Romanos 3: 10-11
Romanos 9: 6-13
Romanos 9: 19-29
¿Si Dios salva a uno, debe salvarlos a todos? Justicia ¡= Igualdad
¿Por qué Pedro y no Judas? ¿Por qué Pablo y no Caifás? ¿Injusticia?
No depende del que quiere, ni del que corre. Nadie quiere buscar a Dios
Se entiende la Justicia (en la salvación) de Dios, al hecho de su justa retribución a todos
aquellos que no son salvados o regenerados por la sangre de Jesucristo (los que desecharon a
Cristo, Su evangelio, y dieron su espalda a Dios) … Ciertamente nosotros, [los que hemos sido
ganados por la sangre del Señor (Hch. 20:28)], en un tiempo éramos indiferentes al evangelio;
muertos, hundidos en el pecado, aborrecedores de Dios, amantes del mal, esclavos de la
iniquidad… Aún así el Señor tuvo Misericordia de nosotros, de Sus hijos, de Su Pueblo (Mt.
1:21).
La Misericordia de Dios, es lo que le permite a los hombres y mujeres pecadores del mundo; de
cualquier lengua o nación; época o edad, obtener el don de Dios: la salvación recibida por
gracia por medio de la fe, en Cristo Jesús… A los hombres que rechazaron a Dios, el Juez Justo
(debido a su rebeldía finita, que “escupieron el rostro” de ese Cristo infinitamente Recto)
imparte Su justicia su tiempo; mas a los “otros” hombres igualmente pecadores, los
“predestinados para ser hijos suyos […], según el puro afecto de su voluntad” (Ef. 1:5), reciben
Misericordia. ¿Eran más dignos que los otros? ¿Eran más santos? ¿Tenían más facilidad para
recibir a Cristo? ¿Lo merecen? ¿Los otros merecen el castigo?
Las puertas de la salvación están abiertas para el mundo, pero el mundo no quiere acudir a
Dios. Si Él no tuviera un Pueblo que conoció en la eternidad pasada, el cual predestinó, llamó,
justificó por medio de la muerte de Cristo, y eventualmente serán glorificados; no habría nadie
que sea salvo, porque a Una, todos hacemos lo malo y le damos la espalda a Dios. Dios en su
soberana y gloriosa gracia, “elige de la misma masa vasos para honra y vasos para deshonra”.
Las personas que están en el infierno, no quisieron escuchar a Cristo y están pagando la
condena de sus pecados una vez y por la eternidad, la cual es la Justicia de Dios. Pero los que
han respondido al llamado de Dios, ha sido por pura misericordia. Por tanto, los pecadores
tienen justa retribución, son culpables de su castigo. La Iglesia es regenerada por la sangre de
Cristo, y Cristo es el administrador y “culpable” de su salvación. Mas el hombre elige a Cristo,
porque acude al llamado eficaz del Espíritu Santo, el cual haciéndonos nacer de nuevo,
podemos elegir libremente a Cristo.

2 Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de
Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, 3 y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y
abandoné su heredad para los chacales del desierto. 4 Cuando Edom dijere: Nos hemos
empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado; así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos
edificarán, y yo destruiré; y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová
está indignado para siempre. 5 Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido más
allá de los límites de Israel.
Malaquías 1:2–5 (RVR60)
Ciertamente los designios del Poder de Dios, ¿no han de cumplirse? Su soberanía, ¿no dará
frutos? Su Palabra, ¿caerá a tierra? ¿volverá a Él vacía?... Dios escogió a Jacob por encima de
Esaú, ¿no nos molesta? Ciertamente Esaú era hombre de corazón inclinado al paganismo,
pero… ¿Jacob era mejor hombre que Esaú? ¿Ya se había encontrado con Dios? ¿No engañó a su
padre Isaac? ¿No obtuvo algunos bienes y bendiciones a coste de una mentira? ¿Los patriarcas
y héroes de la fe, al igual que nosotros, no eran hombres susceptibles al error?... ¿Por qué pues
eligió Dios a Jacob antes que a Esaú? ¿No eran ambos de un mismo padre?

El contexto:
1Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, 2que
tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. 3Porque deseara yo mismo ser anatema,
separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; 4que
son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el
culto y las promesas; 5de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo,
el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
6No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son
israelitas, 7ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada
descendencia. 8Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los
que son hijos según la promesa son contados como descendientes. 9Porque la palabra de la
promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. 10Y no sólo esto, sino también
cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11(pues no habían aún nacido, ni
habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección
permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12se le dijo: El mayor servirá al menor.
13Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.
Romanos 9:1–13 (RVR60)
“¿DIOS ELIGIÓ A UNA PERSONA EN LUGAR DE OTRA? ¡¡PERO QUÉ INJUSTO!!”
¿El Soberano de los cielos y la tierra, hemos de llamarlo injusto?
14 ¿Y por eso vamos a decir que Dios es injusto? ¡Claro que no! 15 Porque Dios le dijo a Moisés:
«Yo tendré compasión de quien yo quiera tenerla.» 16 Así que la elección de Dios no depende
de que alguien quiera ser elegido, o se esfuerce por serlo. Más bien, depende de que Dios le
tenga compasión.
17 En la Biblia leemos que Dios le dijo al rey de Egipto: «Te hice rey, precisamente para mostrar
mi poder por medio de todo lo que haré contigo, y para que todo el mundo me conozca.» 18 Así
que todo depende de lo que Dios decida hacer: él se compadece de quien quiere, y a quien
quiere lo vuelve terco.
Romanos 9: 14-18 (TLA)
¿SOMOS DIGNOS DE EVALUAR AL JUEZ SANTO, SANTO, SANTO. DIGNO, DIGNO, DIGNO.
JUSTO, JUSTO, JUSTO? OH HOMBRE, OH HERMANO. ¿QUIÉNES SOMOS PARA ALTERCAR
CONTRA DIOS? DIGNOS DE MUERTE SOMOS. ¿PECADORES JUZGAN LA ACTUACIÓN Y JUSTICIA
DE DIOS?
19 Si alguien me dijera: «¿De qué nos va a culpar Dios, si nadie puede oponerse a sus deseos?»,
20 yo le contestaría: «Amigo mío, tú no eres nadie para cuestionar las decisiones de Dios.» La
olla de barro no puede quejarse con el que la hizo, de haberle dado esa forma. 21 El alfarero
puede hacer con el barro lo que quiera. Con el mismo barro puede hacer una vasija para usarla
en ocasiones especiales, y también una vasija de uso diario.

22 Algo parecido ha hecho Dios. Ha querido dar un ejemplo de castigo, para que todo el mundo
conozca su poder. Por eso tuvo mucha paciencia con los que merecían ser castigados y
destruidos. 23 Al mismo tiempo, demostró su gran amor y poder para salvarnos. Desde un
principio nos tuvo compasión, y nos eligió para vivir con él. 24 Y no le importó que fuéramos
judíos o no lo fuéramos. 25 Como dice Dios en el libro del profeta Oseas:
«A un pueblo que no me pertenece, lo llamaré mi pueblo. A un pueblo que no amo, le mostraré
mi amor.
26 »Y allí donde les dije: “Ustedes no son mi pueblo”, les diré: “Ustedes son mi pueblo, porque
yo soy el Dios de la vida.”»

27 Además, el profeta Isaías dijo acerca de los israelitas:


«Aunque los israelitas sean tantos
como los granos de arena en la playa,
sólo unos cuantos serán salvados.
28 Muy pronto el Señor juzgará
a todos los habitantes de la tierra.»
29 Y, como el mismo Isaías dijo:
«Si el Dios todopoderoso
no hubiera salvado a unos pocos,
ahora mismo estaríamos
como las ciudades de Sodoma y Gomorra.»
Romanos 9: 19-29 (TLA)
La misma Escritura nos enseña una cosa al unísono con todos sus libros: Al igual que Dios
escogió a Israel (y no Canadá, Bolivia o Inglaterra), Dios tiene un pueblo escogido desde antes
de la fundación del mundo, para que eternamente sean llamados “hijos de Dios”. ¿Nos molesta
que Dios escogió a Israel y no a Holanda? ¿Contendemos con Dios por tener Un Pueblo
escogido “para la alabanza de la gloria de su gracia” (Ef. 1:6)?
¿Cómo es posible que sea esto? ¿No es la obra que hace el Espíritu Santo suficiente para
convencer al hombre de pecado? ¿Crees que estás de la mano de Dios, viviendo sus promesas
eternas porque lo elegiste a Él? ¿No nos eligió Él a nosotros? Entonces, ¿el libre albedrío? ¿No
nos sometió la caída del hombre, a la incapacidad de elegir? ¿No estábamos muertos antes?
¿No enseña la Biblia “el que a mí viene, no le hecho fuera” (Jn. 6:37)? ¿No dice antes de esa
frase “Todo el que el Padre me da, vendrá a mí”? ¿Cómo pues somos libres de elegir?
¿No nos hizo Dios a su imagen y semejanza? ¿No nos hace libres el Espíritu de Dios? ¿No se
trata el Nuevo Pacto, de cambiar el corazón de piedra por uno de carne? ¿Lo hacemos
nosotros? ¿Acaso no lo hace Dios? Ciertamente tenemos verdadera libertad al estar en Cristo,
porque Él nos quita la venda de nuestros ojos, y escogemos a Cristo por su llamamiento santo.
¿Se vuelve irresistible la gracia? En efecto, porque al ser libres, no vivimos nosotros, si no Cristo
en nosotros… El cual nos hace correr “ríos de agua de agua viva, que saltan para vida eterna”, y
así “no tenemos sed jamás” del pecado que imperaba en nosotros, hasta que rendimos nuestro
corazón a Cristo Jesús.

1 Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,


2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al
príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra
carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira,
lo mismo que los demás.
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó,
5 aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia habéis sido salvados),
6 y con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús,
7 a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia por
su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
8 Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es
don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales
Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Efesios 2:1–10 (LBLA)
¿SALVO SIEMPRE SALVO?
Ciertamente obtenemos redención y salvación gracias a la obra de Cristo.
¿Será posible que en el universo, exista un poder más grande que el que levantó de los muertos
a Jesús? ¿Existe algo más grande, sublime y poderoso que Cristo el Señor? No podemos perder
la salvación, porque Cristo nos la dió ya (por medio de la fe en Él).
¿Acaso algo nos puede separar del amor de Cristo? ¿Tentaciones? ¿Pecado? ¿Pruebas? ¿Aún
Satanás? ¡¡NO!! NADA NOS PODRÁ SEPARAR DEL AMOR DE DIOS EN CRISTO JESÚS.
En efecto, un salvo no puede perder su salvación… Sencillamente porque por su cuenta, el
hombre es IMPOSIBLE que la gane.

“Pequemos, bebamos, comamos, porque somos salvos” ¿Esto enseña la Biblia?


En ninguna manera. Los justificados por Dios (desde la visión eterna de Dios), no pueden perder
su salvación. En la visión humana, ¿cómo podemos asegurar nuestra salvación? ¿Cómo puedo
saber si soy salvo?
Ciertamente, Las Escrituras nos enseñan que debemos dar frutos de arrepentimiento. “Por sus
frutos los conoceréis”, “el que peca (o se deleita en el pecado), no ha conocido a Dios”. Todos
somos pecadores, y pecamos a diario… Pero si nos deleitamos en el pecado y no mostramos
obras de arrepentimiento, efectivamente no veremos al Señor.
Pero, si pecamos a diario, ¿cómo veremos al Señor?
1Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y él es la propiciación por nuestros pecados; y
no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 3Y en esto sabemos que
nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 4El que dice: Yo le conozco, y no
guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5pero el que guarda su
palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que
estamos en él. 6El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
1 Juan 2:1–6 (RVR60)

En ninguna manera, podemos perder nuestra salvación si fallamos de alguna manera (porque
fallamos siempre). Somos infieles, pero Dios permanece Fiel. ¿Qué significa esto?
Verdaderamente, el apóstol Juan era consciente de la condición caída del hombre (Incluso el
Señor se da cuenta, “pues sabe que somos polvo”), y por eso decimos con confianza que, si
pecamos, tenemos abogado para con el Padre, a Cristo nuestro Señor. Sin embargo no es un
amuleto de la suerte, ciertamente “si le conocemos, guardaremos sus mandamientos […] y
andaremos como él anduvo”.
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre
hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí,
hacedores de maldad.
Mateo 7:21-23 (RVR60)
En efecto, si decimos que le conocemos y no mostramos obras de arrepentimiento… Nos
engañamos a nosotros mismos, posiblemente a los hombres, pero no a Dios. Nuestra fe sin
obras, es muerta. Porque sabemos que si le amamos, haremos las obras que Él preparó de
antemano para que hiciéramos.
Como siempre, debe entenderse que la persona incrédula o impía que no quiere volver su
rostro a Cristo, no puede tomar como excusa “que no ha sido elegido”. Dios se ha hecho visible
en el mundo.
18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los
hombres que detienen con injusticia la verdad; 19 porque lo que de Dios se conoce les es
manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y
deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio
de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Pues habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y
su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23 y
cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de
aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus
corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la
verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el
cual es bendito por los siglos. Amén.
26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el
uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos
vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su
extravío.
28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada,
para hacer cosas que no convienen; 29 estando atestados de toda injusticia, fornicación,
perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y
malignidades; 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios,
altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31 necios, desleales, sin afecto
natural, implacables, sin misericordia; 32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los
que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se
complacen con los que las practican.
Romanos 1: 18-20 (RVR60)
El mundo aborrece a Dios, y las puertas de salvación están abiertas para todo aquel que en Él
cree… El problema es que no todos creen. Verdaderamente la salvación de Cristo, su redención,
su muerte… Es suficiente para salvar al mundo, pero el Espíritu de Dios la hace eficaz en vasos
preparados para honra.
Por medio de Cristo y nuestra fe en Él, nuestra salvación es segura… Y Él pide santidad, la cual
como buenos hijos, estamos en la obligación de buscarla para Su gloria santa. No hay
condenación para los que estamos verdaderamente en Cristo, pues ya pagó nuestros pecados
en la cruz, muriendo en el lugar Su Pueblo.
42 Al salir Pablo y Bernabé, la gente les rogaba que el siguiente día de reposo les hablaran de
estas cosas.
43 Y terminada la reunión de la sinagoga, muchos de los judíos y de los prosélitos temerosos de
Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes, hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia
de Dios.
¶44 El siguiente día de reposo casi toda la ciudad se reunió para oír la palabra del Señor.
45 Pero cuando los judíos vieron la muchedumbre, se llenaron de celo, y blasfemando,
contradecían lo que Pablo decía.
46 Entonces Pablo y Bernabé hablaron con valor y dijeron: Era necesario que la palabra de Dios
os fuera predicada primeramente a vosotros; mas ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de
la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.
47 Porque así nos lo ha mandado el Señor:
Te he puesto como luz para los gentiles,
a fin de que lleves la salvación hasta los confines de la tierra.
48 Oyendo esto los gentiles, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron
cuantos estaban ordenados a vida eterna.
49 Y la palabra del Señor se difundía por toda la región.
Hechos 13:42–49 (LBLA)

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