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Universidad Nacional de Loja

Educamos para Transformar

Facultad de la Energía, las Industrias y los Recursos Naturales No Renovables.

Ingeniería en Minas.

Tema:
Fallas, zonas de falla y mineralización

Asignatura:
Geología Estructural

Docente:
Ing. Walter Simón Tambo Encalada

Alumnos:
Romel Avila – Elton Paqui – Jonathan Pardo – Claudio Rodríguez – Juan Román

Ciclo/Paralelo:
Tercer Ciclo “A”
Introducción

En geología, una falla es una fractura o zona de fracturas a lo largo de la cual ha

ocurrido un desplazamiento relativo de los bloques paralelos a la fractura. Esencialmente, una

falla es una discontinuidad que se forma debido a la fractura de grandes cloques de tocas en

la tierra cuando las fuerzas tectónicas superan la resistencia de las rocas.

Se conoce como plano o zona de falla a la superficie en la cual se registra la ruptura.

Si la fractura resulta ancha, al igual que la deformación vinculada, se alude a una banda de

falla.

Las fallas que se producen en la litosfera son las estructuras geológicas responsables

de los terremotos. Se trata de fracturas de las rocas en la que, cuando las tensiones superan la

resistencia de los materiales, y sobrepasan los límites de la deformación elástica, se produce

la fractura de los materiales rocosos produciendo un desplazamiento relativo de los bloques

que quedan a ambos lados de la falla, generando una liberación brusca de energía que se

propaga en forma de ondas sísmicas.


Objetivo

Indagar acerca de las fallas, zonas de falla, zonas de cizalla y mineralizaciones para

comprender cuáles son sus procesos de formación y así poder identificar los tipos de falla que

existen, así también como son los procesos que generan las mineralizaciones y los tipos.
Desarrollo

Fallas, zonas de falla, zonas de cizalla y mineralizaciones

1. Cuando las rocas se rompen o simplemente fluyen en las profundidades

1.1. Antecedentes generales

Para comprender por qué los suelos sufren una ruptura, existen tres conceptos

esenciales que se detallaran a continuación:

 Falla: Se defina a las fallas como discontinuidades en rocas a o largo de

las cuales existen un desplazamiento diferencial significativo. Las fallas

son deformaciones frágiles que se producen por causa de esfuerzos los

cuales pueden ser compresivos, tensionales o de cizalla. Los materiales se

rompen y los fragmentos resultantes se desplazan unos respecto a otros,

obtenido un desplazamiento apreciable. Si no hubiese desplazamientos, se

trataría de diaclasas.

Figura 1: Falla
Nota. La figura muestra una falla normal. Fuente: (Biología-Geología, 2020)

 Zona de Falla

Se trata de una estructura frágil compuesta por innumerables planos de

falla, sub-paralelos o marcadamente oblicuos entre sí, interconectados, y

estrechamente espaciados. En algunos sectores la zona de falla puede

contener zonas de brecha o harina de falla que no permitirán observar los

planos interconectados antes mencionados. El color de la roca afectada

varia sensiblemente y forman bandas de colores variados (rojos violetas,

amarillos, verdes, entre otros)

Figura 2: Zona de falla

Nota. La figura muestra una zona de falla. Fuente: (Maldonado, 2020)

 Zona de Cizalla

Las zonas de cizallamiento son zonas de intensa deformación dúctil que

son delgadas en relación con su extensión lateral. Las zonas de corte, como

las fallas, suelen mostrar compensaciones de estructuras mas antiguas, pero

a diferencia de las fallas, carecen de fracturas quebradizas pasantes.


Figura 3: Zona de Cizalla

Nota. La figura muestra el paso de una lámina normal a la zona de cizalla. Fuente: (Waldron

& Snyder, 2019)

Las fallas y las zonas de cizallamiento están estrechamente relacionadas.

Muchas estructuras principales que son fallas en la superficie de la tierra se

conectan con zonas de cizallamiento dúctil a profundidad, y en la

transición es común encontrar zonas compuestas que muestran

combinación de fractura frágil y flujo dúctil. Así pues, las rocas pueden

romperse (zona de falla) o simplemente fluir (zona de cizalla) dependiendo

del nivel de profundidad al que se encuentre, y si existe un régimen de

esfuerzos que lo permita. La transición dúctil-frágil se llevará a cabo

siempre en la corteza, pero para que exista la formación de una zona de

falla o cizalla es necesario que exista un campo de esfuerzos


Figura 4: Zona de falla y cizalla

Nota. La figura muestra tipos de roa y régimen en una zona de falla y cizalla en función de la

profundidad y por ende de la temperatura. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

1.2. De la deformación frágil a la dúctil

Las rocas se clasifican en ígneas, sedimentarias y metamórficas. Sin embargo,

bajo un punto de vista estructural, la deformación manda, de tal manera que al

final de cuentas, todas las rocas se relacionan de una manera u otra con las

tasas de deformación y de recuperación.

Figura 5: Clasificación de las rocas

Tipos de roca segun su


origen

Ígneas Sedimentarias Metamórficas

Se forman por la acumulacion de Se forman a partir de las


Se originan a partir del magma transformción de otras rocas, ya
sidementos detriticos que
de los volcanes: estan sea ígneas, sedimentarias o
pueden provenir de una
compuestas en su mayoria por metamórficas, debido a
diversidad de fuentes distales o
minerales de silicato. incrementos de temperatura o
locales.
presión.
Nota. La figura muestra la clasificación de las rocas según su origen. Fuente: Autoría propia.

La deformación es un término general que se emplea para referirse a los

cambios en la forma y volumen que pueden experimentar las rocas. Como

resultado del esfuerzo aplicado, una roca puede fracturase o deformarse

formando un plegamiento. La textura final de una roca que ha sido deformada

es función no tan solo de la deformación que ha sufrido, sino también de la

recuperación que el material experimenta.

Los procesos de recuperación implican el escape de la energía de deformación

acumulada en las celdas cristalinas de los minerales. Esto puede suceder por

recristalización sintectónica que conlleve una reducción en el tamaño de grano

de los minerales o por recristalización post-tectónica dando lugar a la

formación de granos equidimensionales con ángulos de intersección a 120°.

Figura 6: Recristalización sintectónica y post-tectónica

Nota. La figura muestra una ultramilonita(izquierda) con importante reducción del tamaño de

grano y un esquisto de cuarzo-muscovita(derecha) donde los cristales de cuarzo forman

arreglos poligonales a 120°(círculo). Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

En la figura 7, se puede observar que las rocas de deformación constituyen una

deformación continua, desde las cataclasitas a las milonitas y las rocas

metamórficas.
Figura 7: Diagrama de deformación para las rocas

Nota. La figura muestra el diagrama de deformación de las rocas de Wise. Fuente: (Lillo &

Oyarzun, 2013)

Se debe tener en cuenta que el campo frágil se relaciona con el régimen

sisimico debido a que hay una rotura a lo largo de una falla, mientras que en el

campo dúctil se corresponde con un régimen asísmico donde las rocas no se

rompen, sino que fluyen.

1.3. Rocas de Falla (y “cizalla”)

Los materiales que se encuentran expuestos a una rápida deformación a

temperatura relativamente baja, con recuperaciones bajas o nulas, originan

rocas pertenecientes a la serie cataclástica. Por otro lado, existe otro campo

donde domina la recuperación-recristalización, a temperaturas mas elevadas,

se formarán rocas pertenecientes a la serie monolítica y las metamórficas.

Las rocas de la serie cataclástica son deformadas por grandes presiones o

esfuerzos que originan plegamiento, fallamiento, flujo o granulación, producto

de un metamorfismo dinámico. Las etapas iniciales de la deformación son


expresadas por la granulación del mineral ya que el movimiento intenso

continuo, bajo la acción del esfuerzo origina el desgaste progresivo de los

granos del mineral y de las partículas de la roca.

Las rocas cataclástica se generan en un régimen frágil de rotura e incluyen

rocas tales como brechas, micro-brechas, la denominada harina de falla y las

seudotaquilitas.

La harina de falla es una roca pulverulenta, poco consolidad y rompible con

los dedos excepto cuando ha sido cementada por fluidos hidrotermales, que

puede presentar colores desde el blanco grisáceo hasta llamativos colores rojos

verdes y violáceos

Figura 8: Harina de falla

Nota. La figura muestra el aspecto multicolor de la zona de falla de Carboneras (Almería,

España). Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

Las rocas de serie monolítica son cohesivas y foliadas, se desarrollan en

régimen dúctil e incluyen a las protomilonitas, milonitas y ultramilonitas. Las

protomilonitas presenta una matriz producida por procesos de recristalización


sintectónica, y muestran al menos algo de foliación. Las milonitas presentan

una matriz de recristalización sintectónica y foliaciones internas. En este tipo

de rocas es claramente reconocible las estructuras S-C. Finalmente, las

ultramilonitas representan el caso extremo de deformación dentro de la serie,

la recristalización es muy avanzada y los planos S se hacen paralelos a la

fábrica C dando lugar a una foliación milonítica y estructuras del tipo SCC.

Figura 9: Milonita

Nota. La figura muestra una milonita. Fuente: (Maldonado, 2020)

2. El mundo de las fallas y zonas de falla

2.1 Definiendo algunos conceptos básicos

Según Anderson (2015), las fallas se puedes clasificar basados en el

posicionamiento de los tres vectores principales de esfuerzo. Estos vectores

(б1, б2, б3) son ortogonales entre sí, cumpliendo el requisito general de: б1 > б2

> б3. Dependiendo de las posiciones de estos vectores se definen los tres

tipos de fallas principales: normal (б1 vertical, б2 y б3 horizontal),

transcurrente (б2 vertical, б1 y б3 horizontal), e inversa (б3 vertical, б1 y б2

horizontal).

Figura 10: Tipos de falla de Anderson


Nota. La figura muestra los tres tipos de falla de Anderson en función de la orientación de los

vectores de esfuerzo y planos de rotura. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

Las fallas normales son aquellas que se forman por la acción de fuerzas

tensionales, es decir que es como que los esfuerzos hacen que la corteza se

estire, y se fracture de tal manera que un bloque de rocas o suelos se desliza

hacia abajo con respecto a otro a través de un plano de falla.

Figura 11: Falla normal

Nota. La figura muestra la estructura de una falla normal. Fuente: (Maldonado, 2020)

Las fallas inversas son aquellas que se originan por la acción de esfuerzos

compresivos que actúan en la corteza de la tierra, es decir que es como que

aquellos esfuerzos hacen que la corteza se comprima y se fracture de tal

manera que un bloque de rocas se deslice hacia arriba con respecto a otro a

través de un plano de falla.

Figura 11: Falla normal


Nota. La figura muestra la estructura de una falla inversa. Fuente: (Maldonado, 2020)

Las fallas de desgarre son aquellas que principalmente están relacionados

con esfuerzos compresivos oblicuos que ocurren en la corteza terrestre y

hacen que los bloques de rocas se desplacen lateralmente a lo largo de un

plano de falla.

Figura 12: Fallas de desgarre

Nota. La figura muestra las estructuras de fallas de desgarre. Fuente: (Maldonado, 2020)

Las fallas dextrales ocurren cuando un bloque de falla se desplaza a través

de un plano de tal manera que será siempre el bloque de la derecha el que se

acerque hacia el espectador, mientras que el bloque de la izquierda se aleja.

Por otro lado, en las fallas siniestrales será el bloque de la izquierda el que

siempre se acerque hacia el espectador desplazándose a través de un plano,

mientras que el de la derecha se aleja.

Es normal que las fallas cambien de dirección en el espacio, ya que la

orientación de la superficie de rotura esta condicionada por el

comportamiento físico de los materiales. Dado que la geología es

heterogénea, es de esperar que las superficies cambien a su vez de dirección

cuando la rotura va atravesando medios físicamente diferentes.


En lo que se refiere a las fallas inversas de gran ángulo o las normales de

bajo ángulo (contrarias s los principios andersonianos), se podría decir que la

naturaleza busca siempre el camino más fácil para la disipación de la energía.

Así si durante una fase tectónica comprensiva se han formado fallas inversas

(a bajo ángulo), cualquier relajación cortical posterior utilizará esos mismos

planos de falla para formar fallas normales a bajo ángulo. Lo mismo sucede

en el caso contrario; después de una relajación cortical a través de fallas

normales, una fase compresiva utilizara los planos de aquellas fallas para

formar fallas inversas de gran ángulo. A este fenómeno se lo conoce como

herencia estructural.

2.2 “Leyendo” las fallas: indicadores cinemáticos

Existen diversos criterios para determinar el sentido de movimiento de las

fallas (independientemente de si una capa se ha movido).

El deslizamiento de una superficie sobre otra, puede o no resultar en la

formación de escalones, lo cual depende de los materiales y de la energía

implicada en el proceso de ruptura y deslizamiento. Los escalones pueden ser

congruentes o incongruentes.

Los escalones congruentes se basan en la cantidad relativa de fricción que se

produce cuando la mano de observador se mueve (a lo largo del

desplazamiento) en sentidos opuestos sobre el plano de falla; así se puede

encontrar:

 Baja fricción a favor del movimiento

 Alta fricción en el sentido opuesto de movimiento


Figura 13: Escalones congruentes sobre el plano de falla

Nota. La figura muestra el sentido de movimiento del bloque superior (izquierda) y la

interpretación simplificada del movimiento en la figura izquierda (derecha). Fuente: (Lillo &

Oyarzun, 2013)

Existen otros dos elementos que resultan necesarios al momento de

interpretar adecuadamente los planos de falla:

 Las fibras minerales (que creen en los escalones)

Figura 14: Fibras de crecimiento en un plano de falla

Nota. La imagen de la izquierda muestra un conjunto de fibras de epidota. La imagen de la

derecha muestra el crecimiento de fibras minerales en escalones de falla. Fuente: (Lillo &

Oyarzun, 2013)
 Las estrías de falla (que no marcan la dirección, aunque no el sentido del

movimiento)

Figura 15: Estrías y espejo de falla

Nota. La imagen muestra la orientación de las estrías cuando la superficie es limpia. Fuente:

(Lillo & Oyarzun, 2013)

A continuación, en la figura 16 se muestra los pasos necesarios para

realizar una interpretación adecuada de una superficie de falla.

Figura 16: Pasos para la interpretación de una falla


Determinar el sentido Determinar si existe
Identificar la superficie de movimiento en caso crecimietno de fibras
de falla de que los escalones en los ecalones
de fallas sean notables pequeños

Realizar a lo largo de
Buscar el sector o
Determinar en que las fibras las mismas
sectores en donde la
sentido la fricción es operaciones
superficie es más
mínima requeridas par los
suave
escalones

localizar estrías de falla Deslizar la mano a lo


para determinar la largo de la zona de
dirección del estrías en uno y otro
movimiento sentido

Nota. La figura muestra los pasos recomendados para interpretar una falla. Fuente: (Lillo &

Oyarzun, 2013)

2.3 Zonas de fallas: Principales características e indicadores cinemáticos

Las zonas de falla, independientemente de su tamaño abarcan datos de

importancia, pero con reglas muy precisas.

Existen tres sets de fracturas que pueden desarrollarse en una zona de falla.

Estas son las denominadas fracturas de Riedel (R) 1 y 2, las fracturas Y y las

fracturas P (fracturas PYR). Los planos sintéticos R1 se forman a un ángulo

agudo (15°) con la envolvente general de la zona de falla. Su arreglo

geométrico es en escalón, es decir, paralelas pero desfasadas entre ellas

dentro de la zona de falla. Las fracturas antitéticas R2 son conjugadas con

respecto a R1 y forman un ángulo de unos 75° con respecto a la envolvente y

condicionadas por el sentido de cizallamiento. Debido a la evolución

dinámica de la zona de falla se producen ciertos fenómenos que pueden


llevar a la rotación de lo sets R1 y R2. Por otra parte, durante esta evolución

puede aparecer un tercer set de fracturas, esto es, los planos P, formando un

ángulo agudo con la envolvente.

Figura 17: Estructuras asociadas a una zona de falla

Nota. La figura muestras las diferentes estructuras asociadas que se pueden encontrar en una

zona de falla a diferentes escalas. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

Otras estructuras que pueden formarse en una zona de falla son las grietas de

tensión en echelón (escalón), aunque estas son mas representativas de la

transición frágil a dúctil.

En la figura 18 se muestra las grietas de tensión formadas por el movimiento

de cizalla a lo largo de una banda de deformación. Típicas de la transición

frágil a dúctil y por la misma razón se observa un pobre desarrollo de

fracturas PYR. En A se muestra una cizalla dextral con grietas de tensión

poco desarrolladas, mientras que en B y C la curvatura es notable. En D se

puede observar a evolución de las grietas de tensión en una cizalla sinestral,

mostrando ya inicios de ductilidad en los materiales.


Figura 18: Grietas de tensión

Nota. La figura muestra las grietas que se forman en una zona de falla. Fuente: (Lillo &

Oyarzun, 2013)

Las grietas de tensión tienen sus puntas orientadas de forma paralela a б1 y

suelen rellenarse de minerales que crecen en la dirección de б3. Si la escala es

los suficientemente grande también podemos encontrar fallas inversas

(ortogonales a б1) y normales (paralelas a б1) dentro de una zona de falla.

Un ejemplo interesante de zona de falla lo constituye la de Carboneras

(Almería, España), que se formo hacia finales de Mioceno-comienzos del

Plioceno. Es una estructura grande que supera los 40 km de carácter

siniestral. Se trata de un dúplex en compresión cuya topografía positiva lo ha

convertido en una sierra de escasa entidad. Dentro de la banda de

deformación afloran rocas volcánicas y sedimentarias marinas del Mioceno

fuertemente tetanizadas.

En la zona de falla de Carboneras predominan las fracturas P sobre las R,

mientras que las Y definen la estructura general alargada. Las rocas de allá de
este dominio frágil son brechas y harina de falla. Las brechas registran al

menos dos grandes episodios de trituración.

2.4 Zonas de cizalla: Principales características e indicadores cinemáticos

Las zonas de cizalla se forman en las zonas mas profundas de la corteza, allí

donde las temperaturas permiten que los minerales, y por lo tanto las rocas,

fluyan en lugar de romperse. Las zonas de cizalla se desarrollan en

condiciones de gradiente geotérmico normal, esto sucede a unos 10-15 km de

profundidad y 250-350°C, cuando el cuarzo alcana su plasticidad. A unos

400°C el feldespato entrará a su ven el campo dúctil.

En la figura 19 se muestra: A: tipos de roca y régimen en unza zona de falla y

cizalla en función de la profundidad y por lo tanto de la temperatura. B:

Comportamiento reológico del cuarzo y feldespato en función de sus

resistencias a la deformación y temperaturas en profundidad.

Figura 19: Zonas de cizalla

Nota. La figura muestra una zona de cizalla. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)
Los términos “deformación coaxial” y “cizalla pura” son el practica

sinónimos, por ende, implican la deformación general en la cual las líneas de

partículas que son paralelas a los ejes principales del elipsoide de

deformación y tienen la misma orientación antes y después de la deformación

por no existir rotación de las líneas materiales a lo largo de las direcciones

principales; por tanto, se puede clasificar como cizalla irrotacional.

De la misma manera la “deformación no-coaxial” y “cizalla simple”,

resultan ser sinónimos en la práctica, por ende, se puede decir que es una

deformación homogénea constante. Implica deformación plana en la cual en

el estado deformado solo una familia de planos paralelos entre si no se

distorsionan y se mantienen paralelos a la familia de los planos en estado no

deformado. La cizalla simple implica cambios de orientación de líneas

materiales y por tanto se la define como cizalla rotacional.

Las relaciones entre estos estilos, se los puede observar en la figura 20.

Figura 20: Relación entre la deformación coaxial y no-coaxial


Nota. la figura muestra la relación entre la deformación coaxial y no-coaxial. Fuente: (Lillo &

Oyarzun, 2013)

Por lo tanto, las milonitas son el resultado de la combinación de la

deformación por cizalla simple y pura. Para entender este fenómeno se hace

referencia a las llamadas milonitas de Tipo 1, que son aquellas desarrolladas

como bandas discretas de deformación dúctil en granitoides. Este tipo de

milonitas poseen o que se denomina una fábrica tectónica S-C. Esta

nomenclatura se deriva del grupo de trabajo de Berthé en 1979, quienes

describieron la evolución de milonitas en un ortogneis deformado de Bretaña

(Francia):

 S: schistocité (esquistosidad)

 C: cisaillement (cizallamiento)

Este es un punto importante, ya que si los planos S son el resultado de

aplastamientos (cizalla pura), y por ende ortogonales a б1, entonces

podemos determinar el sentido de movimiento de la milonita, tal y como se

muestra en la siguiente figura.

Figura 21: Sentido de

movimiento de a milonita
Nota. La figura muestra el sentido de movimiento de la milonita. Fuente: (Lillo & Oyarzun,

2013)

3. En busca de los “espacios” para las masas minerales

3.1 Extensión y comprensión en zonas de falla

El movimiento de las fallas a lo largo de superficies planares perfectas se

desarrolla sin complicaciones, deslizándose una pared sobre la otra sin

interferencias. Bajo estas condiciones la aparición de ramales a partir de la

falla principal es de mínima a inexistente. Sin embargo, sin una falla presenta

una inflexión abrupta o gradual se producen situaciones complejas, que dan

lugar a procesos de estiramiento o acortamiento.

La curvatura de las fallas puede ser descrita en términos de las inflexiones y

saltos que se suceden a lo largo de las mismas.

Figura 22:

Curvatura de las

fallas
Nota. La figura muestra en la izquierda un cuadro de resumen para las situaciones de

comprensión-extensión más típicas que se pueden encontrar en una zona de falla. Ala

derecha, implicaciones para la probabilidad de encontrar grandes o pequeñas masas

minerales. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

Se habla de inflexiones en cierre cuando el movimiento de uno de los bloques

a lo largo de la falla se realiza “contra” la curva. De otro modo, si el

movimiento “aleja” el bloque de la curva, se esta hablando de una inflexión en

apertura.

En exploraciones mineras, las inflexiones en apertura son las mas interesantes

debido a que en esos lugares se generan espacios, y, por ende, donde las

soluciones hidrotermales pueden circular con mayor facilidad.

3.2 Cuando las inflexiones y saltos condicionan relieve y espacio

Las zonas en apertura y encierre (en inflexiones y saltos) pueden dar lugar

respectivamente a depresiones (pull-apart) susceptibles de ser rellenados por

materiales sedimentarios o volcánicos, o a alzamientos compresionales (pop-

up).

Figura 23: Relieves tipo pull-apart y pop-up


Nota. La figura muestra los relieves tipo pull-apart y pop-up. Fuente: (Lillo & Oyarzun,

2013)

La presencia de inflexiones y saltos a lo largo de una falla promueve a su vez

la formación de estructuras denominadas “dúplex”. Las rocas que se

encuentran dentro de la zona de influencia de una inflexión o salto se pueden

fallar progresivamente (fallas menos paralelas a la dirección de la inflexión)

generando sistemas imbricados en relaciona a la falla principal. Por otra parte,

en el caso de fallas de traza recta, la formación de un dúplex puede originarse a

través del desarrollo de fracturas Riedel.

De tal manera en los dúplex extensionales asociados a fallas transcurrentes se

formarán hundimientos, y en los compresionales, levantamientos. Unas de las

estructuras mas notables derivadas son las denominadas “flores positivas” y

“flores negativas”, que a su vez se corresponden con los casos de dúplex

compresional y extensional respectivamente.


Figura 24: Desarrollo de un dúplex

Nota. La figura muestra un desarrollo de un dúplex en extensión y compresión con

estructuras tipo flor negativa y positiva. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

La geometría interior de las fallas secundarias de un dúplex muestra que estas

convergen en profundidad hacia una zona de falla única:

 En el caso de una estructura en flor negativa, las fallas secundarias dentro

del dúplex tendrán un comportamiento mixto: transcurrente-normal, por lo

cual decimos que la zona interior esta en extensión y sometida a

hundimiento.

 En el caso de una estructura tipo flor positiva, las fallas interiores se

comportan como transcurrentes-inversas, por lo cual decimos que la zona

está en comprensión y por lo tanto sometida a levantamiento.

3.3 Otros casos estructurales favorables: permeabilidad estructural

La permeabilidad es la capacidad de un material para permitir que un fluido lo

atraviese sin alterar su estructura interna. Se dice que un material es permeable

si deja pasar al través de él una cantidad apreciable de fluido en un tiempo

dado, e impermeable si la cantidad de fluido es despreciable.

La velocidad con la que el fluido atraviesa el material depende de tres factores

básicos:
 La porosidad del material

 La densidad del fluido considerado, afectado por su temperatura

 La presión a la que está sometido el fluido

Tripp y Vearncombre (2004) indican que hay tres formas principales por las

cuales puede incrementarse la densidad de fracturas:

 Cambios en la geometría de una falla

 Intersecciones falla-falla

 Intersecciones entre fallas y una anisotropía-existente

Es precisamente en aquellos sectores donde la falla cambia de dirección donde

puede surgir nuevas fallas. En lo que se refiere a las intersecciones falla-falla,

el resultado es evidente, mientras mas fallas se corten entre sí más

“permeabilidad estructural” existirá. El punto final hace mención a la

intersección de fallas con anisotropías.

Estas anisotropías pueden corresponder a cambios litológicos, leyering ígneos,

contactos intrusivos, entre otros. Allí donde la falla encuentra estos cambios

puede producirse un incremento en la fracturación.

Figura 25: Relaciones de corte entre fallas e incremento de la fracturación

Nota. La figura muestra las relaciones de corte entre fallas e incremento de la fracturación.

Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)


En la figura 26, puede apreciarse los cambios litológicos, o al menos texturales

entre dos litologías equivalentes (basaltos de grano fino y grueso) pueden

condicionar y mucho el resultado final de la interacción entre fallas y

litologías. Si bien la densidad de fracturación condiciona los sitios más

favorables para el movimiento de fluidos, es la intersección de fallas y

contactos litológicos a la que parece predecir mejor la distribución real de

cuerpos mineralizados en el espacio.

Figura 26: Relación litología-fracturación en la mina Sippery Gimlet

Nota. La figura muestra la relación litología-fracturación en la mina Sippery Gimlet. Fuente:

(Lillo & Oyarzun, 2013)

La idea de que los cambios litológicos pueden inducir incrementos en la

fracturación y por lo tanto, mejorar las probabilidades de encontrar cuerpos

mineralizados de origen hidrotermal resulta muy atractiva.

4. Fluidos en fallas: donde y porqué precipita la carga mineral

4.1 Fallas, sismos, y movimientos de fluidos: generando yacimientos

minerales

Sibson en 1990, describió los condicionantes que llevan a la precipitación de

las mineralizaciones hidrotermales en zonas profundas (mesotermales) y

someras (epitermales). Mientras que en el ambiente somero epitermal el


régimen se encuentra caracterizado por condiciones de presión hidrostática, los

sectores profundos presentan condiciones de presión litostática. Entre un

ambiente y otro existe toda una zona transicional que se denomina de presión

suprahidrostática.

La figura 26 muestra el régimen de presiones de fluidos a diferentes

profundidades. En A la falla se encuentra sellada por una barrera impermeable;

sube la presión de fluidos en la región inferior hasta que sucede una rotura

sísmica en la base de la barrea. En B los fluidos ya pueden ascender libremente

a lo largo de la falla.

Figura 26: Ascenso de fluidos a lo largo de una falla activa

Nota. La figura muestra el ascenso de fluidos a lo largo de una falla activa. Fuente: (Lillo &

Oyarzun, 2013)

En el caso de los yacimientos auríferos, los epitermales formados a

profundidades de 1km o menos se han generado bajo condiciones netamente

hidrostáticas. Por su parte, los grandes yacimientos auríferos mesotermales


asociados a zonas de cizalla en régimen ductil-fragil, corresponden a

situaciones donde la presión ha sido suprahidrostatica a litostática.

Una de las premisas fundamentales es que las mineralizaciones se generan en

sistemas de falla activos, es decir, en relación con la actividad sísmica. La

capacidad de rotura de un sismo induce abruptamente el movimiento de

fluidos en la una falla, y por lo tanto, la precipitación de su carga metálica en

zonas estructuralmente favorables donde se crean las condiciones físicas

adecuadas.

Existen dos mecanismos principales que llevarían a la formación de

mineralización hidrotermales.

 La bomba de succión (suction-pump)

 La válvula activada (fluid-activated valve)

Figura 27: Bomba de succión y válvula activada

Nota. La figura muestra el régimen de caída de presiones que se generan cuando hay una

ruptura sísmica. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

El caso de la bomba de succión es aplicable a las mineralizaciones epitermales,

donde las condiciones son básicamente hidrostáticas y activadas por rupturas


sísmicas. Las estructuras a rellenar son típicamente extensionales y presentan

morfologías variadas tales como en escalera, lazo sigmoide, y cola de caballo.

A profundidades someras las estructuras en extensión se caracterizan por la

presencia de texturas tipo crustificaciones y brechificaciones. Estas ultimas

consisten a menudo en brechas de implosión, caracterizadas por un arreglo en

mosaico de fragmentos angulares de la roca encajante, que se encuentran

cementados por una matriz de origen hidrotermal.

Figura 28: Sistemas formados en jogs extensionales

Nota. La figura muestra diferentes tipos de jogs extensionales, con formación de diferentes

morfologías filonianas. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

La apertura forzada (sísmicamente) de la malla de fracturas extensionales, a

velocidades más rápidas a las que migran los fluidos, genera un desequilibrio

de presión que produce una fuerza de succión. Dependiendo de las condiciones

del sistema el proceso puede ocasionar el colapso interior (implosión) de las

paredes de la fractura de expansión, lo que resulta en el desarrollo de una


brecha de implosión cementada por la carga mineral de los fluidos que han

sido succionados hacia ese entorno.

Las Brechas son un subproducto extremadamente común en el mundo de la

fallas y mineralizaciones hidrotermales asociadas, sin embargo, su

interpretación es compleja y en muchos casos resulta difícil reconciliar la

teoría (de la brechificación) con las observaciones de campo.

En 1992 Jébrak sentó las bases para la clasificación de brechas relacionadas

con procesos tectónicos e hidrotermales en yacimientos minerales. Jébrak

incluye los siguientes tipos de minerales

 De aplastamiento: Brecha tectónica, sin partición activa de fluidos

 De trituración: Brecha tectónica, sin participación activa de fluidos

 Hidráulica: Brecha hidrotermal de implosión

 De explosión: Brecha hidrotermal por explosión

 De colapso: Brecha tectónica por relajación, sin participación activa de

fluidos

En su clasificación de 1997 Jébrak divide las brechas hidráulicas en dos

subtipos:

 La Hidráulica: Que se producirá por aumento de la presión de fluido dentro

de una cavidad lo que llevaría a generar una fracturación inducida de la

roca.

 La Crítica: Equivalente a la brechificación por implosión que ya hemos

analizado.
Figura 29: Tipos de Brechificación

Nota. La figura muestra la clasificación de las brechas asociadas a sistemas mineralizados

hidrotermales en fallas y zonas de falla. (Lillo & Oyarzun, 2013)

Las brechas de aplastamiento y trituración corresponden a lo que todos

llamamos brechas de falla, las cuales también tienen su importancia llegada el

momento de interpretar una falla o pequeña zona de falla su analizamos la

situación integradamente. Ahora veremos porque las estructuras PYR son

importantes más allá de lo puramente académico:

Figura 30: Brecha de falla con clastos tabulares


Nota. La figura muestra la brecha de falla con clastos tabulares orientados a la envolvente de

una pequeña zona de falla. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

Las brechas de colapso corresponden a fenómenos de relajación en las fallas

(aperturas) que permiten el descenso libre de “trozos” de una mineralización

previa.

Figura 31: Tipos de brechas en minas del Distrito de Talcuna

Nota. La figura muestra los tipos de brechas en minas del Distrito de Talcuna. Fuente: (Lillo

& Oyarzun, 2013)

5. La transición dúctil-frágil: oro en las profundidades

5.1 El mundo de los yacimientos mesotermales y las grandes zonas de cizalla

Estos yacimientos son típicos del escudo canadiense pero también se

encuentran en otras regiones del mundo como Australia. Desde luego no

podemos descartar su presencia en terrenos jóvenes como el orógeno andino.


Los principales rasgos diferenciantes de un yacimiento de oro asociado a zona

de cizalla son los siguiente:

 Su relación directa con grandes zonas de cizalla subverticales

transcurrentes con una componente de fallamiento inverso.

 Estas zonas están en terrenos del tipo cinturones de rocas verdes

 La presencia casi ubicua de granitos contemporáneos o ligeramente más

jóvenes que la zona de cizalla

 Un metamorfismo profundo en grado de anfibolitas gradando hacia arriba

a facies de esquistos verdes

 Una carbonatización del entorno

 El oro asociado a cuarzo y/o carbonatos

 El emplazarse en la transición dúctil- frágil

 Cuerpos con una morfología filoniana

El que los yacimientos de este tipo se localicen principalmente en la transición

dúctil-frágil obedece a que para formar filones hace falta espacios, esto es, que

la roca se rompa para generarlos. A su vez estos espacios cumplen un papel

doble, por un lado, permiten el movimiento de los fluidos y por otro acaban

albergando la masa mineral una vez que las soluciones precipitan su carga

metalífera.

Los cinturones de rocas verdes son una peculiaridad del Arqueozoico ya que

contienen entre otras rocas las llamadas komatiitas, es decir, lavas

ultramáficas, formadas en momentos en los que el gradiente geotérmico de la

Tierra era mucho mas alto, como para permitir la fusión-extrusión de material

de manto. Otras rocas que se incluyen en un cinturón de rocas verdes son los
basaltos, riolitas y rocas sedimentarias, aunque es espectro de facies

sedimentarias e ígneas puede ser mucho mas amplio.

Figura 32: Esquema simplificado 3D de un cinturón de rocas verdes

Nota. La figura muestra un esquema simplificado 3D de un cinturón de rocas verdes. Fuente:

(Lillo & Oyarzun, 2013)

5.2 Entendiendo las zonas de cizalla auríferas: en busca del oro

Cameron en 1989, propuso que los fluidos durante su migración hacia niveles

estructurales superiores precipitan necesariamente su carga metalífera en la

transición de dúctil a frágil. Las grandes zonas de cizalla presentan un fuerte

estrechamiento hacia arriba, lo cual permite que los fluidos mineralizados se

concentren en corredores progresivamente más estrechos, coincidiendo con la

zona transicional dúctil a frágil.


Figura 33: Modelo conceptual de Cameron para la formación de yacimientos de oro

Nota. La figura muestra el modelo de Cameron para la formación de oro con importante

carbonatación, en la transición dúctil a frágil de una zona de cizalla. Fuente: (Lillo &

Oyarzun, 2013)

Las razones que avalan la idea de Cameron (1989) son:

 El hecho de que la zona dúctil de las zonas de cizalla se encuentre

notablemente empobrecidas de oro con respecto a su entorno.

 Que las mineralizaciones auríferas solo se encuentren desde la transición

dúctil-frágil hacia arriba.

 Lo importante de la zona de transición es que es allí donde las rocas

empiezan a dejar de fluir y por lo tanto empiezan a romperse si están

sometidas a un esfuerzo deformativo.


 Las primeras fracturas en formarse serán las típicas de la transición dúctil-

frágil, esto es, las grietas de tensión, que pueden albergar la carga aurífera

precipitada.

5.3 Estructuras típicas de las zonas de cizalla auríferas: en busca del oro

Las estructuras más comunes es la transición dúctil-frágil tiene reminiscencias

de aquellas que se encuentran en las zonas de falla (mundo frágil: estructuras

PYR) y zonas de cizalla (mundo dúctil: estructuras C-S). entre estas podemos

distinguir las siguientes:

 Filones centrales albergados en fracturas generadas por dilatación de

cizallas C y oblicuas por dilatación de cizallas P.

 Venas extensionales albergadas en grietas de tensión

Figura 34: La transición dúctil-frágil: estructuras comunes a zonas de falla y cizalla


Nota. La figura muestra la coexistencia de estructuras frágiles y dúctiles en zonas de cizalla

auríferas. Fuente: (Lillo & Oyarzun, 2013)

6. Mas allá de los fluidos: vulcanismo, plutonismo y sistemas de fallas

6.1 Emplazando rocas volcánicas y sub-volcánicas

Aquí es donde las zonas de falla pueden también jugar un papel decisivo

porque, crean condiciones locales de compresión y extensión en función de sus

inflexiones.

En este sentido, si un sistema de fallas es lo suficientemente grande y

profundo, las cuencas tipo pull-apart pueden constituir los sitios preferenciales

para la manifestación de fenómenos volcánicos y sub-volcánicos, aun si el

régimen tectónico general es compresivo.

6.2 En control de la morfología y el aplazamiento de granitos

Los grandes sistemas de fallas pueden incluso influir en la morfología de los

cuerpos plutónicos. Por ejemplo, el desarrollo de cúpulas graníticas alargadas,

puede perfectamente explicarse por el campo de esfuerzos generados de una

manera similar a la que utilizamos para explicar la formación de grietas de

tensión, salvo que a una escala muy superior.

Las zonas de falla controlan mucho mas que el movimiento de fluidos a lo

largo de planos discretos de falla. Su importancia va más allá, pudiendo

determinar entre otras cosas:

 La presencia o ausencia de vulcanismos en una determinada región sujeta a

fallamiento regional.

 La morfología de cúpulas graníticas.

 El emplazamiento de cuerpos graníticos.


Conclusión

Las fallas geológicas son un fenómeno natural que se produce cuando la tierra sufre

cambios en su estructura causada por el movimiento de las placas tectónicas.

Para que se forme una falla geológica es necesario que la corteza terrestre se fracture

y ocurra movimiento relativo de los bloques o masas de roca (macizos rocosos) que

componen la corteza.

Por tal razón, las fallas geológicas se forman cuando la corteza terrestre es afectada

por esfuerzos de extensión (tensión), esfuerzos de compresión y por esfuerzos de cizalla, que

causan el fracturamiento de la corteza y hacen que las rocas se muevan a través de un plano

de falla.

La mineralización se refiere usualmente a procesos formadores de minerales de mena

o a minerales asociados que permiten la sobreconcentración de ellos.


Bibliografía

Biología-Geología. (2020). biologia-geologia.

https://biologia-geologia.com/geologia/422_fallas.html

Lillo, J., & Oyarzun, R. (2013). Geología Estructural Aplicada a la Minería y Exploracion

Minera[Libro]. Móstoles-España.

Maldonado, Y. (4 de Noviembre de 2020). Geologia Web. https://geologiaweb.com/geologia-

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Waldron, J., & Snyder, M. (2019). LibreTexts.

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%3A_Estructuras_geol%C3%B3gicas_-_Una_introducci%C3%B3n_pr

%C3%A1ctica_(Waldron_y_Snyder)/01%3A_Temas/

1.13%3A_Zonas_de_cizallamiento#:~:text=Las%20zonas%20de%20cizallamiento

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