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CONO del SILENCIO

Rae B. Lake
JOSIP’S SECRET
Juric Crime Family 02
 

Sinopsis:
 
En el momento en que puse mis ojos en ella supe que tenía que
tenerla. Anhelo todo sobre ella, pero sé que es intocable. La hija
ilegítima de un jefe de la mafia, una paria en su propia familia, un
error que intentaron enterrar.
Pero Orabella De Luca es la única que ha podido cautivarme. Su
pureza, optimismo y belleza son mi perdición.
Cuando varias personas importantes desaparecen, incluida mi
Bella, sé que no me detendré ante nada hasta encontrarla. Pelear
nunca ha sido mi elección, pero parece que soy el único que luchará
por ella.
Si quieren sacarme al asesino a la fuerza, estoy dispuesto a
mostrarles la bestia que tengo dentro.
Derribaré cada muro que me aleje de ella. Destruiré al que se
atreva a interponerse en mi camino y al final, cuando todos los
secretos se descubran, la haré mía.
 
☠️ Descargo de Responsabilidad☠️
Este libro incluye varios acontecimientos gráficos traumáticos que
pueden ser preocupantes/desencadenantes para algunos lectores. Se
aconseja prudencia.
 
 
Capítulo 1

Josip
 

Q
—¿ ué carajo quieres decir con que fueron atacados? ¿Cómo
coño sucede algo así? Esto es por tu culpa, Luka. ¡Se suponía que
debías asegurarte de que esta mierda no sucediera! —Sven está en
forma rara hoy. Por lo general, puedes contar con él para mantener la
calma, pero cuando se trata del negocio familiar, se lo toma muy mal.
—Jebote (NdelT: A la mierda), crees que no sé esa mierda Sven.
¿Crees que solo estoy sentado sobre mi culo mientras esta mierda está
sucediendo? Quienquiera que sea nos ha estado golpeando en los
momentos más perfectos, como si supieran todo sobre lo que
hacemos. Solo soy una maldita persona. —El pecho de Luka sube y
baja mientras exhala.
—Bien. ¿Qué has oído sobre lo que está pasando, Josip?
Ambos se vuelven hacia mí, esperando que tenga las respuestas
que ambos están desesperados por encontrar y que Marko Juric está
esperando con impaciencia.
—No puedo estar seguro de quién está moviendo los hilos, pero
todos los golpes que han ocurrido en el último mes parecen estar
relacionados con la familia Sever.
—Entonces, ¿por qué carajo estamos sentados aquí sí sabemos que
son ellos? Vayamos allí y arranquémosles la puta cabeza. —Luka
salta de su silla, listo para ir a la guerra con el líder de uno de
nuestros aliados más nuevos e inestables.
—Imposible, eres más inteligente que eso, Ivan. —Sven no es tan
rápido para apretar el gatillo. Está casado con Ema e Ivan es su tío. A
ella no le importa el hombre, pero si estuviéramos a punto de ir a la
guerra con los Sever entonces no se podría confiar en ella y estoy
seguro de que Sven no estaría ansioso de que eso ocurriera. Estoy de
acuerdo con Sven, tenemos bastantes tratos en proceso con la familia
Sever, no tiene sentido que nos roben en tránsito. La mitad de la
mercancía que nos están quitando los ladrones es de ellos y no
recibirían ningún reembolso.
—Por mucho que me encantaría sentarme aquí y debatir con
vosotros dos, esto me excede. Me reuniré con Matej y preferiría llegar
a tiempo. —Presiono el candado de mi iPad y lo guardo en mi
maletín.
La tecnología es un arma de doble filo. Por un lado, podría llevar
conmigo todo el papeleo que necesitaría. Por otro lado, si alguna vez
perdiera este iPad y alguien fuera capaz de descifrar lo encriptado,
estaría hasta el cuello de mierda.
Ésta es una situación jodida en la que estar, pero honestamente, no
es mi problema. Soy el contable. Tomo las notas y me aseguro de que
las personas cumplan sus acuerdos, nada menos. Si hubiera algún
problema con eso, entonces Luka o Sven se encargarían de ellos.
Como Drezhatel Obshchaka, solo respondo ante ellos dos y ante el
propio Marko. No creo que haya tenido que mover un dedo de
manera agresiva en todo el tiempo que he estado trabajando para
Marko Juric.
Mi valor radica en lo que sé. Por eso, podía salirme con la mía sin
ensuciarme las manos.
—Sí, quiero saber todo lo que conoce sobre la mierda que estaba
pasando allí en Irlanda. Me preocupa que Yemen pueda intentar
volverse un soplón mientras está encerrado—dice Sven mientras se
pasa la mano por la nuca.
—Lo dudo, ha ganado una gran cantidad de nuevos clientes
mientras estuvo encerrado. Si nos delata, perderá mucho dinero. —
Me encojo de hombros y me dirijo a la puerta.
—Mierda, ¿hablas en serio? —Luka me mira—. ¿Cómo diablos
sabes eso?
Me río y salgo por la puerta. No hay razón para que le responda.
Lo sé de la misma manera que sé que le debe dos millones de dólares
a Ilia Vavra. De la misma forma en que sé que Sven ha comprado dos
barcos cangrejeros para el padre de Ema. Cada vez que el dinero
cambia de manos o se negocia un trato, soy quien se asegura de que
todo sea legítimo.
Los guardias que están de pie junto a la puerta para asegurarse de
que no nos interrumpan se separan. La casa de Luka no es tan grande
como la de Marko, pero debo decir que es la más ostentosa. Las
paredes están decoradas con papel tapiz dorado y una gran araña de
cristal que se extiende desde la entrada hasta el vestíbulo principal.
La escalera doble está revestida con una lujosa alfombra roja. Incluso
sus sillas fueron hechas para un rey.
Uno de los guardias se adelanta y me habla.
—Señor Vlasic, hubo una llamada de Liam Juric. Pidió que se
comunicara con él lo antes posible.
—Entendido, gracias.
Joder, no hay motivo para que me llame. Si me estaba llamando,
entonces algo debe estar pasando con los bratoks (NdelT: hermanos).
Salgo por la entrada principal y bajo los escalones parando justo
en frente de uno de los coches deportivos de Luka. Solo hay tres en el
camino de entrada.
Saco el teléfono y llamo a Liam.
—Josip.
—¿Da?
—Sé que ha sido en el último momento, pero necesito que te
sientes en una reunión con algunos miembros de la familia De Luca.
Con Yemen en la cárcel, quieren asegurarse de que todavía estamos
de acuerdo.
—Por supuesto, ¿se unirán a nosotros aquí o tenemos que tomar
un vuelo? —Los nervios comienzan a explotar en mi estómago.
—Creo que un vuelo suavizaría un poco las cosas. Nadie esperaba
que Yemen arruinara esto de manera tan importante y ahora todos
estamos tratando de cubrir nuestras pérdidas. —Liam suspira, su
agitación es palpable incluso a través del teléfono.
—Prepararé una maleta y me reuniré contigo en la pista de
aterrizaje mañana por la mañana. Envía la información del vuelo. —
Cuelgo el teléfono antes de que pueda decir algo más. No hay
necesidad de otras cortesías.
Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro. No me importa tener
que hacer un viaje de última hora, y no es que me gusten más los De
Luca que cualquier otra familia con la que estemos aliados, pero sé
que con este viaje podré ver a Bella.
Orabella De Luca es la hija ilegítima de Andrea De Luca. Ella es
completamente intocable y estoy enamorado de ella.
 
Capítulo 2

Josip
Dos Años Antes
 

— M e gustaría hacer un brindis por nuestros queridos amigos.


No es muy frecuente que pasemos tiempo juntos solo para averiguar
cómo está el otro. Ha pasado demasiado tiempo desde que tuvimos
una reunión como ésta. —Andrea De Luca se levanta de su asiento y
alza su copa. Todos a su alrededor hacen lo mismo. Hay una ronda
de ¡Salud! y tintineo de copas. Me aseguro de hacer lo mismo. Lo
último que quiero es ser visto como irrespetuoso. Luka y Sven están
caminando alrededor con Marko. Dando la mano y sonriendo a las
mismas personas que no tendrían problemas en matarnos a todos y
cada uno de nosotros si surgiera la necesidad.
La tregua con el clan De Luca es de larga data y, en su mayor
parte, todas nuestras empresas conjuntas siempre han resultado
increíblemente rentables. Es solo recientemente que ambas partes han
estado organizando esta cena social. Creo que es solo que De Luca
nos está comprobando, pero eso no es nada fuera de lo normal. Todos
siempre quieren asegurarse de que sus aliados sean fuertes y, si no,
somos prescindibles.
Marko Juric es el líder más poderoso de todas las diferentes
familias de la mafia croata. No tengo ninguna duda de que los De
Luca van a querer mantenernos cerca tanto tiempo como puedan.
—No pareces estar divirtiéndote ni un poco aquí—dice una mujer
con una bandeja mientras camina en mi dirección.
—¿Perdón?
—Pareces aburrido.
—Ah, bueno, no soy muy útil en este tipo de cosas. Por lo general,
solo me llaman cuando hay negocios que hacer. El apretón de manos,
lo dejo para Sven y Luka. —Hago un gesto hacia los dos con mi
barbilla.
—Eso es una lástima. Me encantaría verte más en estos eventos. —
La mujer se frota cerca de mí y agarro su mano antes de que pueda
completar su tarea. Sus dedos índice y medio dentro del bolsillo de
mi chaqueta tratando de levantar los objetos de valor que encontró
allí.
—Sabes que podría hacer que te maten incluso por intentar
robarme algo—le gruño por lo bajo y observo cómo su rostro se
desmorona por el miedo. Sus ojos se llenan de lágrimas y puedo ver
que su pulso comienza a acelerarse a un lado de su cuello. Está
asustada y tiene todas las razones para estarlo. ¿Quién diablos intenta
robar algo en una habitación llena de asesinos? Elogio su valentía,
pero su estupidez es fuera de serie.
—Por favor, yo... yo no...
Suelto su brazo y agito mi mano en su dirección antes de que
pueda siquiera pensar en tratar de hacerme creer cualquier excusa
que esté tratando de encontrar.
—Si me entero de que a alguno de los míos le falta algo, me
aseguraré de que sepa que fuiste tú. Te prometo que no es así como
quieres morir. Mi familia es despiadada y no se apiadarán del hecho
de que eres una mujer. —La miro fijamente por un segundo y espero
a que ella asienta con la cabeza en comprensión. Lo hace y
rápidamente se aleja de mí.
Me bebo de un trago lo último de mi bebida y salgo del salón
grande. Podría haber llamado la atención sobre el hecho de que hay
alguien caminando, probablemente robando billeteras, pero
honestamente, no quiero pasar por la molestia. Si es lo
suficientemente tonta como para probar esa mierda con alguien más
en la habitación, entonces merece la muerte que está destinada a
recibir. Yo, por otro lado, solo quería salir de aquí. Seríamos los
invitados de los De Luca durante otros tres días. Estoy seguro de que
me verían lo suficiente mañana y esta noche no me extrañarán.
La familia De Luca tiene una casa grande cerca de Fort Worth, con
espacio más que suficiente para que todos nos quedemos
cómodamente, pero se siente como un ataúd allí.
Camino por el edificio buscando un lugar para alejarme de todos.
Hay un pequeño jardín con una gran cantidad de plantas en flor,
setos ornamentados y algunos bancos. Parece el lugar perfecto para
esconderme. Busco un lugar y trato de relajarme. Dejo caer la cabeza
hacia atrás y miro hacia las estrellas, ha pasado un tiempo desde que
pude verlas tan claramente. Claro, Las Vegas tenía el mismo cielo,
pero algo sobre el smog o las luces brillantes de The Strip 1parecían
apagar las luces brillantes de arriba. Este mismo cielo es mucho
menos sensacional en casa.
Un suave sonido de roce llama mi atención. No digo una palabra.
Una mujer alta entra con gracia en el mismo espacio en el que estoy.
Por primera vez en mi vida, puedo decir que alguien con éxito me ha
dejado sin aliento. Ella tiene el pelo largo y castaño ligeramente
rizado en las puntas. Es delgada y, aunque solo puedo ver su perfil,
puedo distinguir la ligera inclinación respingona de su nariz y la
voluptuosidad de sus labios. Ella camina directamente hacia mi línea
de visión, pero no se da cuenta de que estoy sentado justo frente a
ella. Sus ojos se enfocan en la piedra bajo sus pies hasta que llega a
una mata de flores, se inclina ligeramente y las huele. Si no me
equivoco, diría que son lirios. La mujer inclina la cabeza y observo
cómo sus ojos se cierran.
—Deben de oler maravilloso. —El tono de mi voz es profundo
mientras mantengo mis ojos fijos en su rostro.
—¡Oh Dios! —Sus ojos se abren ampliamente y se vuelve hacia mí.
Recorrer el área de un lado a otro con la mirada unos segundos y me
doy cuenta de que no debe ser capaz de verme. Estaba vestido todo
de negro y sentado en un área oscura, pero no debería haber sido tan
difícil distinguirme—. ¿Quién está ahí?— pregunta con un temblor en
su voz.
Me pongo de pie y me muevo más hacia la luz.
—Me disculpo, no quise asustarte.
Ella solo asiente una vez.
—¿Quién eres?
—Josip Vlasic, soy un invitado del señor De Luca—respondo y
doy un paso en su dirección. Cuando ella retrocede, me doy cuenta
de que debe verme como una amenaza.
—Lo siento, no me di cuenta de que había alguien más aquí. Por
lo general, nunca hay. Sigo mi camino. —Se da la vuelta y trata de
salir del pequeño jardín.
—Oye, espera un minuto. No fue mi intención ahuyentarte.
Regresaré a mi banco si lo deseas. Parecías tan feliz de estar oliendo
esa flor que me sentí un poco envidioso. —Retrocedo hacia el banco y
espero a que ella tome una decisión sobre si se quedará o no. Vine
aquí por un motivo, pero ahora me encuentro esperando que ella se
quede.
—De verdad, ¿no te importa que esté aquí contigo? —Ella se
acerca.
—No, ¿por qué debería?
—Mmm, ¿no sabes quién soy?
—No. ¿Debería? —Las ruedas en mi cabeza comienzan a girar
mientras trato de ubicar su rostro. Pero no encuentro nada. Era mejor
con los números, con las caras no tanto. Y el suyo es un rostro que
estoy seguro que recordaría. Ahora que está frente a mí, puedo ver lo
hermosa que es. Sus ojos son casi de un azul claro y sus labios son de
color rosa brillante. Tiene un pequeño lunar justo en la mejilla
izquierda e incluso en la penumbra puedo ver sus pestañas rozando
la parte superior de sus mejillas.
—No, no soy nadie importante.
—Lo dudo mucho. —Dejé que mis ojos rodaran por su cuerpo y el
vestido suelto que llevaba—. ¿Quieres sentarte conmigo un rato?
—¿Puedes acercarte más a la luz?
Doy unos pasos hacia adelante y una agradable sonrisa cruza su
rostro.
—¿Esto está mejor?
—Sí, lo siento. Tengo nictalopía, ceguera nocturna. Es leve, pero
todavía me cuesta un poco.
Ahora tiene sentido por qué no pudo localizarme antes.
—Ah, entiendo. —Doy otro paso en su dirección—. Espero que
esto lo haga un poco más fácil.
—Si, gracias. —Se retuerce las manos antes de dejarlas caer a su
lado—. Si eres un invitado del señor De Luca, ¿por qué estás aquí?
¿No deberías estar adentro disfrutando de la fiesta?
—Ellos probablemente querrían que lo hiciera, pero si voy a ser
honesto contigo, no me gustan las grandes multitudes o actuar como
si quisiera estar en algún lugar cuando en realidad no es así. No, creo
que poder escaparme por un rato es lo mejor para todos. —Doy un
paso atrás—. ¿Te gustaría sentarte?— Señalo el banco. Esta vez
asiente con la cabeza.
—Parece que se está perdiendo una gran fiesta allí, señor Vlasic—
dice y se sienta con toda la gracia de un cisne.
—Me gusta más la vista de aquí. —Le sonrío y observo cómo su
rostro cae y un color carmesí pinta sus pálidas mejillas—. ¿Cómo te
llamas?
—Bella.
—Es un placer conocerte, Bella. —Extiendo mi mano para que me
la estreche y ella me agarra. El deseo se dispara a través de mis dedos
y rebota alrededor de mi cuerpo como una bala errante.
—Para mí también. —Suelto su mano y me siento en el banco—.
No te he visto en toda la noche. ¿Te has estado escondiendo aquí en el
jardín?
—No, he estado arriba la mayor parte del tiempo. Realmente no
estoy invitada a eventos como estos, lo cual está perfectamente bien
para mí. —Se recuesta y juguetea distraídamente con la tela de su
vestido.
—Una pena. La cena fue bastante notable.
—Oh, ¿qué se sirvió? —Ella se vuelve hacia mí, la imagen de sus
ojos azules claros como el cristal se graba en mi mente.
—Un cordero asado.
—Sí, el cordero de Ana está muy bueno. Seguro que habrá más
después. —Ella sonríe y me encuentro inclinándome más cerca de
ella, completamente cautivado por las palabras que salen de su boca.
Durante las próximas horas, entablamos una conversación
tranquila, desde la comida hasta el lugar y algunos de sus
pasatiempos favoritos. Es lo más a gusto que me he sentido en mucho
tiempo. Nos movemos del banco para caminar por el jardín y
simplemente disfrutar de la compañía del otro.
—Confía en mí, si te gustan las historias como esa, Red Rising es
definitivamente un libro que deberías leer. —Ella se ríe y se desvía un
poco en mi camino. La agarro por la cintura para no chocarme con
ella, pero ese momento de contacto es suficiente para prender fuego
al aire que nos rodea. Me aferro a ella y me paro justo frente a ella.
Siento que se pone rígida y sus ojos se abren como platos cuando me
acerco a su espacio.
—¿Estás marcada, Bella? ¿Destinada a alguien? ¿Algo así? —En
este momento todo lo que quiero hacer es besarla, pero sé que, si
pertenece a otra persona, puede ser suficiente para causar una pelea
entre los De Luca y la familia Juric. Nunca querría ser la causa de eso.
—Mmm... No. Nada de eso. —Su voz es suave y su mirada va y
viene entre mis labios y mis ojos.
—Gracias a Dios. —Esto es todo lo que necesito. Espero que ella
sienta la misma atracción por mí que yo siento por ella. La conozco
desde hace pocas horas y ya sé que esta mujer está a punto de
cambiar mi vida. Todo dentro de mí quiere simplemente estrellar mi
boca contra la de ella. Quiero levantarla, subir ese vestido y
enterrarme profundamente dentro de ella. Cuando me inclino hacia
adelante para tomar sus labios, el sonido más delicado que he
escuchado escapa de sus labios. Éste no es el momento para
consumirla como quiero, no, éste es el momento para la ternura.
Quiero saborear cada parte de ella. Experimentar verdaderamente
cada lametazo de su lengua y cada pliegue de sus labios.
Presiono mi boca contra la de ella suavemente y ella empuja
lentamente sus manos temblorosas sobre mi pecho y las junta detrás
de mi cuello. Agarro su cintura con más fuerza y la acerco más a mí.
Quiero que no haya espacio entre nosotros. Sus manos encuentran su
camino en mi cabello y tira suavemente. No voy a poder mantener las
cosas tiernas y delicadas por mucho más tiempo. Estuve en una
relación recientemente y mi ex vuelve de vez en cuando, únicamente
para tener sexo. No estoy desesperado por atención carnal, pero algo
en Bella me hace sentir como un adolescente.
—¿Podemos volver adentro? —Me alejo de ella y murmuro contra
sus labios.
—Josip, yo... —Ella gime levemente y se acerca para besarme más.
Los besos se están volviendo más urgentes y ella se está apretando
contra mí mientras continuamos besándonos de una manera que no
he hecho en años.
—Bella—gimo justo cuando ella gira bruscamente sus caderas
contra mi dura polla.
Ella retrocede casi sorprendida.
—Oh, lo siento mucho. No podemos hacer esto. No debí haber...
—Se mete las manos en el cabello y retrocede unos pasos.
—¿Qué? ¿Qué pasa? Pensé que habías dicho que no estabas
destinada a nadie.
—No lo estoy, pero todavía no puedo hacer esto. No debería
haber hecho esto.
Doy otro paso en su dirección y ella retrocede.
—No entiendo, Bella.
—Lo siento, lo siento mucho. La pasé muy bien. Lo siento. Me
tengo que ir. —Ella me lanza una mirada lamentable antes de que
literalmente se gire y salga corriendo.
—¡Bella!—grito detrás de ella, mi mente va en un millón de
direcciones tratando de averiguar qué pude haber hecho para
asustarla tanto. Veo su largo cabello volar detrás de ella mientras sale
corriendo del jardín dejándome allí confundido y completamente
fascinado. Una cosa que sé con certeza es que ésta no será la última
vez que la veré.
 
Capítulo 3

Josip
 

A la mañana siguiente, me despierto y en lugar de preocuparme


por la agenda del día, estoy más preocupado por tratar de averiguar
dónde está Bella. No quiero preguntarle a ninguna de las personas
que trabajan para los De Luca por temor a que se meta en problemas,
pero no creo que pueda pasar todo el día sin verla.
Acudo al único hombre que suele tener todas las respuestas…
Sven.
Ya está sentando tomando su café y comiendo sus huevos cuando
entro en el comedor que los De Luca prepararon para que lo usemos.
—Dobro Jutro (NdelT: buen día) —Saco un asiento en el lado
opuesto de la mesa y una de las criadas sale con una taza y una jarra
de café. La miro y le doy las gracias.
—Te levantaste temprano. —Miro en la dirección de Sven.
Necesito encontrar una forma de abordar el tema sin que parezca que
la estoy buscando por algo que ha hecho.
—Siempre me levanto temprano. ¿Qué necesitas, Josip? —Sven
deja la taza y cruza las manos sobre la mesa. Directamente al grano,
ya debería saber que no puedo andarme por las ramas cuando se
trata de él. Sven es un hombre sensato. Rara vez tiene tiempo para
charlas triviales.
—¿Conoces a alguien del personal con el nombre de Bella aquí?
¿Tal vez una cuidadora de jardines o una criada? ¿Algo por el estilo?
—No, ¿hay algún problema? Estoy seguro de que Leo y su padre
querrán saber algo así.
—No, nada de eso. Solo tenía curiosidad. Me encontré con ella
anoche, pero no pude obtener ninguna información sobre lo que
hacía aquí en los jardines. —Me encojo de hombros y tomo otro sorbo
de café, asegurándome de mantener mis ojos fijos en los suyos.
Una pequeña sonrisa se dibuja en un lado de la cara de Sven.
—Ya veo, bueno Josip, sé que eres el epítome de la discreción, pero
debo advertirte que involucrarte con alguien aquí puede no terminar
bien. Hasta donde yo sé, todo el mundo está más o menos
comprometido. Dejaría a ésta en paz si fuera tú.
—Por supuesto, era solo vaga curiosidad. —Le doy un fuerte
asentimiento antes de levantarme, dejándolo solo en la mesa. No
necesito que Sven me diga lo que ya sé. La única esperanza que tengo
es que ella no sea parte de la familia. Si es solo alguien del personal,
tal vez a los De Luca no les importe tanto si la persigo.
Tengo que encontrar una manera.
***
—Tu ciudad es realmente hermosa—le digo a Christian, a quien
Leo le ha encargado que nos lleve a Sven, a Luka y a mí a ver los
lugares de interés. He estado muchas veces antes en Texas, pero no
voy a escupir en su hospitalidad. Además, si el señor Juric me
necesita, me avisará.
Después del desayuno paso un poco de tiempo buscando a Bella,
pero no tengo suerte. Después de un rato, empiezo a pensar en lo que
dijo Sven. Sea lo que sea lo que estoy sintiendo o pensando, nunca
funcionará. Bella vive aquí con los De Luca y yo vivo en Las Vegas
trabajando para la familia Juric. Nada más que una follada rápida
podría salir de esto.
—Me alegro de que te hayas divertido. Habrá tragos y puros si
quieres unirte a nosotros. —Christian camina hacia el frente de la
casa, dejándonos a los tres junto a los coches.
Giro la cabeza mirando alrededor de los jardines.
—No lo hagas, Josip—dice Sven detrás de mí.
—¿No haga qué? ¿Qué está haciendo?—pregunta Luka.
—No estoy haciendo nada. Os veré mañana.
—Estás haciendo algo, estás buscando a esa mujer. No sé quién es,
pero tienes que sacártela de la cabeza—dice Sven mientras pasa junto
a mí.
—¿Qué mujer? ¿Hay una mujer?—pregunta Luka todavía
completamente desconcertado.
—No hay nadie. —Puedo sentir que me enojo, aunque sé que no
hay nada que pueda hacer al respecto. Ambos me superan en rango
en la familia y tengo que ser respetuoso en cualquier situación. Por lo
general, no es difícil de hacer, pero el hecho de que Sven siga
insistiendo en que estoy enganchado con Bella realmente me está
empezando a molestar—. Os hablaré mañana.
Sven se da vuelta rápidamente y me mira.
—No, vendrás con nosotros a socializar. —Él suaviza el tono de la
voz y sacude levemente la cabeza—. Josip, no sé por qué eliges
separarte tanto de nosotros. ¿Te molesta nuestra compañía? Todos
debemos trabajar juntos para mantener una buena relación con los De
Luca, pero parece que te preocupa más estar escondido.
—Eres ridículo. No me importa estar cerca de vosotros dos, o
cualquier otra persona en nuestra familia, pero no soporto la falsedad
de estas personas y de la mayoría de las otras familias. Nos están
arrastrando por la ciudad, sonriendo en nuestras caras, asegurándose
de que estemos cómodos cuando sé con certeza que en el instante que
exista la posibilidad de que ya no les seamos útiles, estarán allí para
cortarnos el cuello. No hay lealtad, así que ¿por qué fingir?
Una perla de sabiduría viene detrás de mí.
—¿Nunca has oído el maldito refrán, mantén a tus amigos cerca y
a tus enemigos más cerca? No son los únicos que estarían listos para
matar si surgiera la necesidad. En este momento, no hay mala sangre
entre nuestras familias, pero sé que me gustaría ser el primero en
averiguar si la hubo. No son familia y nunca lo serán. El hecho de que
les devolvamos la sonrisa no significa que lo hemos olvidado. —Luka
me da una palmada en la espalda y camina hacia su hermano. Sven y
Luka son hermanos adoptivos y, aunque no podrían ser más
diferentes, su vínculo es más fuerte que el de la mayoría de los
hermanos de sangre que he conocido.
—Un maldito trago y no fumo nada—digo enfadado y los sigo a la
pequeña sala de estar.
Cuatro tragos después me siento mucho más a gusto con las
personas que me rodean. Mantengo la compostura, no dejo que el
valor líquido me haga ver descuidado. Un hombre cuyo nombre ya se
me olvidó me habla de un resort que planea apoderarse en Columbia,
una fachada fácil para llevar droga de un punto a otro.
Un destello de largos cabellos castaños y un movimiento rápido
en la ventana es suficiente para hacerme olvidar todo lo que Sven y
Luka me habían dicho antes, suficiente para hacerme olvidar que
estoy en medio de una conversación. Vi a alguien pasar por la
ventana en dirección al jardín y aunque se supone que debo alejarme
de Bella, tengo que saber si es ella. Necesito saber por qué huyó.
Salgo corriendo de la habitación y por el rabillo del ojo veo que Sven
me lanza una mirada severa. Debe saber hacia dónde corro. Yo nunca
corro; no necesito hacerlo.
Salgo corriendo de la casa hacia el jardín y, como anoche, ella está
allí. En lugar del vestido que llevaba ayer, hoy lleva unos vaqueros
ajustados y una camiseta sencilla. Sus vaqueros acentúan la curva de
su culo y sus largas piernas, y así de fácil, quiero tocarla.
Se pasa una mano por el pelo y deja caer la cabeza hacia atrás.
Mueve los hombros un par de veces y la escucho tomar una
inspiración profunda. Está tensa por algo, no puedo evitar
preguntarme si está molesta porque no estoy allí.
Doy unos pasos en su dirección antes de llamarla por su nombre.
No quiero asustarla y sé que puede tener dificultades para verme en
la oscuridad.
—Bella.
Ella jadea y se da la vuelta.
—¿Qué haces aquí, Josip?
—Sabes exactamente lo que estoy haciendo aquí. Estoy aquí por ti.
¿Qué diablos pasó ayer? ¿Por qué te escapaste así? —Doy unos pasos
más en su dirección, pero cuando me acerco a ella, extiende una
mano para detenerme.
—Lo que hicimos ayer no puede volver a pasar, Josip. Tú no lo
entiendes.
Me meto la mano en los bolsillos y suspiro.
—No jodas. Desearía que me dijeras cuál es el problema para
poder entender. —Si ella no está comprometida o designada a nadie
aquí, no debería haber ninguna razón por la que debería estar tan en
contra de lo que sucedió entre nosotros. Sé que le gustó. Puedo
recordar claramente cómo ella gemía y se frotaba contra mí.
—Puede que no esté asignada a nadie, ni prometida, pero todavía
estoy prohibida. Nunca estaré con nadie, es un castigo por lo que fue
mi madre.
—¿Quién era tu madre?
Ella pone los ojos en blanco y levanta las manos en el aire antes de
darse la vuelta y tratar de alejarse.
—¿Por qué diablos importa, Josip? No podemos hacer esto. Eso es
todo.
Rápidamente la alcanzo y la agarro por el brazo. La giro, tirando
de ella con fuerza hacia mi pecho.
—Eso no es todo. Sé que quieres más. Puedo sentir lo
malditamente mucho que me deseas. Es lo mismo para mí. Dime que
quieres que me vaya. —Enrosco los dedos en su largo cabello y tiro
de su cabeza hacia atrás, mi polla ya está dura y el licor me hace más
audaz de lo que nunca sería—. Dime que no quieres sentirme muy
dentro de ti y dejaré de perseguirte.
—Josip. Nos meteremos en problemas. —La advertencia apenas
audible saliendo de sus labios.
—No lo contaré si tú no lo haces. —Le sonrío y me inclino hacia
adelante. Antes de que mis labios puedan siquiera entrar en contacto
con los suyos, lanza sus brazos alrededor de mi cuello y me da un
beso desesperado. No hay palabras esta noche, solo nuestras manos
tirando y explorando uno al otro.
 
Capítulo 4

Josip
 

Llevamos meses escabulléndonos así.


Cada vez que Sven o cualquier otro tiene que tener una reunión
con la familia De Luca, yo de repente tengo que ir a Texas al mismo
tiempo. Bella es muy hermética en cuanto a por qué se metería en
problemas si alguien nos descubre. No la presiono, a estas alturas
aceptaré cualquier información que esté dispuesta a darme si eso
significa que puedo seguir viéndola. Nunca me he sentido tan
consumido por una mujer en mi vida. Una mujer que entiende
cuando no podré acudir a un determinado evento o cuando tengo un
mal día y no puedo hablar de ello. Bella es todo lo que siempre he
querido.
Llevo unos dos meses viéndola a escondidas y ni siquiera me
molesta que aún no hayamos tenido sexo. Puedo decir que la
urgencia por tenerla se triplicó cuando me dijo que era virgen. Ahora,
todo en lo que puedo pensar es en ser el primero en enterrarme
profundamente dentro de ella.
Pero para eso tendría que colarme en casa con ella.
—Me estás volviendo loca, Josip. —Bella me araña la espalda con
las uñas mientras se aprieta contra mí. Estamos en el jardín y ella está
a horcajadas sobre mí en uno de los bancos. Puede que aún estemos
vestidos, pero noto el calor que desprende.
—Joder, dímelo a mí. No he estado tan reprimido desde que era
un adolescente. —Suspiro y la empujo ligeramente de mi regazo.
Estaba en un punto sin retorno.
Ella se desliza de mi regazo y se sienta a mi lado, sus cejas se
arquean y juguetea con el dobladillo de su camiseta.
—¿Qué pasa?
—¿Reprimido? ¿Quieres decir que no sales con nadie más? —dice
y me dirige la mirada.
—¡Nemoj me jebat! (NdelT: No me jodas) —Me quedo mirándola
unos segundos para ver si está hablando en serio—. ¿Por qué carajo
estaría viendo a alguien más? Pensaba que estábamos haciendo esta
mierda juntos. ¿Estás viendo a alguien más? Porque no necesito estar
dando vueltas como un maldito arrastrado si te vas con otro hombre.
—Me levanto y me voy—. Si hay algo que no voy a soportar, es
compartir a mi mujer.
—¡Josip! ¡Basta ya! No estoy con nadie, es sólo que no pensaba que
fueras a ser exclusivo conmigo. No es lo que esperaba. —Me agarra
del brazo y me tira hacia abajo—. No te pongas tan celoso.
—A la mierda con eso, si eres mi mujer entonces eres mi mujer. Ya
es bastante malo que sólo pueda verte una o dos veces al mes e
incluso entonces, tener que esconderme cuando lo hacemos. No voy a
compartirte también.
—Nunca, soy tuya mientras me quieras. —Me pasa una pierna por
encima del muslo y me acerca más a ella. Sigo enfadado, pero mi
necesidad de tocarla es mayor que mi necesidad de estar molesto.
Le meto la mano por debajo de la camiseta y masajeo uno de sus
flexibles pechos. Ella gime y se balancea más cerca de mí.
—¿Quieres probar algo conmigo?
—¿Qué? —Le beso el cuello y dejo que me agarre por los
pantalones—. Joder, ¿qué?
—La casa de la piscina tiene un piso de arriba... las cámaras están
rotas. Es pequeño, pero hay una cama. —La veo tragar saliva con
fuerza. Está nerviosa.
—Llévame.
Me toma de la mano y caminamos hacia la casa de la piscina,
asegurándonos de mantenernos en las sombras. La casa de la piscina
es igual de blanca que la casa principal, pero está oculta por los
árboles. Veo que necesita un poco de mantenimiento, pero no me
importa su aspecto. Si ella está cómoda, me tumbaría en mierda de
caballo ahora mismo para hacerle el amor.
—Déjame entrar primero y cuando apague las luces tú entras. Las
cámaras de la planta baja funcionan, pero las de arriba no. —Su
respiración se acelera y mira a un lado y a otro como si esperara que
alguien saltara de entre los arbustos.
—De acuerdo. —Le suelto la mano y entra corriendo en la casa de
la piscina. Es sigilosa, se escurre contra las paredes para mantenerse
fuera de la línea de visión de las cámaras. Se detiene de vez en
cuando, probablemente para dar a una cámara la oportunidad de
hacer un paneo, parece como si lo hubiera hecho varias veces.
Después de un minuto más o menos, las luces se apagan y
rápidamente me dirijo al interior de la casa de la piscina.
—Josip—susurra.
—Estoy aquí.
—No puedo verte en absoluto. Tienes que venir hacia mí.
Me mantengo lo más cerca que puedo de las paredes, como había
hecho ella, hasta que consigo agarrarla de la mano. Una vez que me
aferro a ella, me empuja hacia las escaleras que hay a sus espaldas.
Ella sube rápidamente. Cuando llegamos al segundo piso, toca lo que
parece ser una caja de fusibles y las luces vuelven a encenderse. Miro
al techo del segundo piso y veo que las cámaras están fuera de sus
carcasas y hay cables que salen de ellas.
—Ven, la habitación está aquí. —Vuelve a tirar de mí y entramos
en lo que parece ser una habitación de invitados. Las ventanas están
ocultas por los árboles y sólo entra un poco de luz de luna.
Ella sigue mirando a su alrededor, asustada por si la descubren.
—Bella, no tenemos que hacer esto—intento tranquilizarla.
—Quiero hacerlo. Nunca he sentido esto por nadie, nunca he
tenido a nadie que sintiera lo que tú sientes por mí. Eres lo único
bueno de mi vida que he podido conservar. Quiero hacerlo. —Su voz
es fuerte y me agarra de la camiseta, tirando de mí hacia ella para
besarme.
El beso borra todas mis dudas. No puedo contenerme más. La
empujo, sin apartar mi boca de la suya, hasta que estamos junto a la
cama. Ella chilla ligeramente cuando la agarro por detrás de las
rodillas y la hago caer hacia atrás. Me quito la camiseta y ella se quita
la suya. Su sujetador es rosa pálido, casi del mismo color que su piel,
sobre todo en la penumbra.
—Me muero de ganas de sentirte a mi alrededor. Eres tan
hermosa, Bella. —Le agarro los vaqueros y se los bajo de un tirón, y
con ellos las bragas.
Su coño brilla de excitación. Me arrodillo y le separo las piernas.
La quiero completamente abierta para mí.
—Josip, por favor. Es demasiado. Te necesito.
—Estoy aquí. —Beso la parte superior de su coño, la pequeña
mata de vello recortado mojada con sus jugos. Separo más sus
piernas y saco la lengua para acariciar su raja.
—Dios mío—gime y apoya las manos en el colchón.
Me alejo un poco.
—No, Bella, me llamo Josip. Cuando te folle, gritas mi nombre.
Por cada vez que no lo hagas, tendré que follarte más fuerte.
Ella me mira fijamente, sus ojos se abren un poco, pero una
sonrisa se dibuja en sus labios.
Vuelvo a pasarle la lengua por el coño, ahora moviendo la punta
con fuerza contra el apretado nudo de la parte superior. Mueve las
caderas sobre mi cara y tengo que agarrarla para mantenerla donde
quiero.
—Oh, oh, Josip, me voy a correr. —Sus muslos tiemblan y tengo
que luchar para mantener sus piernas abiertas. Un pequeño chorro
baña mi lengua mientras su cuerpo se sacude y tira de las sábanas—.
¡Oh, Dios, Josip!—gime en voz alta. Me echo hacia atrás y con una
mano plana le golpeo el clítoris haciéndola gritar de asombro.
—¿Qué carajos he dicho?
—Josip, Josip, es tan bueno—gimotea.
—Joder, vas a hacer que me corra antes de que entre en ti. —Mis
pelotas están pesadas y apretadas. Cuando me bajo los pantalones,
mi polla sale erecta lista para entrar.
Me alejo un poco para que ella pueda verme bien, pero me doy
cuenta de que, con lo oscura que está la habitación, quizá no pueda
verme del todo.
—Siéntate, Bella. Quiero que me toques.
Lo hace inmediatamente, sus manos suben vacilantes y se posan
en mis abdominales.
—Oh... mi... guau. —Ella pasa sus dedos sobre las crestas de mi
bien definido paquete de seis. No soy muy corpulento, lo que
significa que mis músculos destacan. Soy lo que la mayoría llamaría
musculoso.
—Mmm, espera a que llegues al premio al final del camino—
bromeo y me deleito con la sensación de sus manos sobre mi cuerpo.
Sus dedos bajan y, aunque ya me ha tocado la polla a través de la
ropa, es la primera vez que la toca desnuda. Sus delicados dedos la
rodean por la mitad y la recorren suavemente.
—Oh, joder. —Echa la cabeza hacia atrás para poder mirarme, y el
negro de sus pupilas se apodera por completo de sus claros ojos
azules—. Tú... vas a hacerme daño—
No quiero mentirle. Cuando se trata de mi polla, no soy un
hombre pequeño y por lo que veo de su coño puede que le cueste
tomarme.
—Si quieres parar tienes que decírmelo ahora. No sé si seré capaz
una vez que empecemos. Te deseo jodidamente mucho. —Sujeto su
mano para evitar que siga acariciándome.
—No, te deseo. Estoy lista. —Con la mano que tiene libre, ella me
tira de nuevo a la cama. Abre las piernas y yo me tumbo encima de
ella. Casi grito de alivio cuando la punta de mi polla entra en
contacto con su húmeda abertura.
—Voy a ir tan despacio como pueda, ¿de acuerdo? Me contendré
todo lo posible—le hago saber y espero que se dé cuenta de que me
queda poca fuerza de voluntad.
—Confío en ti. —Utiliza su pierna para acercarme aún más.
Presiono dentro de sus pliegues resbaladizos y la gruesa punta de
mi polla se introduce en su estrecha abertura. El calor es abrumador y
empujo con más fuerza de la deseada.
Grita de dolor y su cuerpo se aprieta empujándome hacia atrás.
Ella todavía no se ha desgarrado. Sin embargo, si el simple hecho de
penetrarla le está causando tanto dolor, no estoy seguro de que vaya
a ser capaz de soportar que penetre dentro de ella.
—Shhh, lo siento. Quédate conmigo. Iré más despacio, ok—le
susurro al oído. Cuando su cuerpo se relaja y vuelve a rodear mi
torso con los brazos, vuelvo a penetrarla, esta vez a paso de tortuga.
Ella gime mientras yo balanceo las caderas intentando estirarla—. Esa
es mi chica buena. Lo estás haciendo maravillosamente bien. —Beso
su cuello y ella gime tan profundo que parece un ronroneo.
—Empuja hacia abajo con tus caderas, ayúdame. Puedes hacerlo
Bella—digo contra su piel y ella jadea. Hace lo que le pido al instante
y siento cómo mi polla se introduce lentamente en su interior. Una
vez que la punta está envuelta en el calor que es su coño, no puedo
mantener este ritmo lento.
—Joder, Bella. Necesito profundizar más. Lo necesito. K Vragu,
tako si čvrsto. Ne mogu prestati. Jebati. (NdelT: Maldita sea. Estás tan
apretada. No puedo parar. Mierda) —Sé que no habla croata, pero no
puedo evitar que las palabras salgan de mi boca en este momento.
Ella no entiende que le estoy diciendo lo apretada que está o que ya
no tengo fuerzas para mantener este ritmo lento. Espero que lo
entienda a través de mi lenguaje corporal. La agarro por la cintura y
la sujeto mientras la penetro con fuerza. Gime fuerte y cierra los ojos
de golpe. Noto que la barrera se estira, pero no cede. Empujo con más
fuerza, apretando mi agarre en su cintura, lo que seguramente le
dejará un moretón. De nuevo, retrocedo y empujo con fuerza, el
apretado anillo se desgarra ligeramente. Lo noto en mi piel sensible.
Bella grita de dolor, pero yo no me retiro, sino que cierro mis labios
sobre los suyos y la penetro hasta el fondo. Su virginidad desaparece
en ese instante. Grita en mi boca y sus uñas me arañan la piel. La
cabeza me da vueltas y me quedo sin aliento cuando levanto mi cara
de la suya.
—Mi chica buena. Lo hiciste. Lo hiciste por mí. —Le beso los
labios con ternura y ella asiente con la cabeza absorbiendo todos los
elogios que le estoy dedicando—. ¿Quieres más? ¿Puedo moverme?
—Sí, creo que está bien. —Su voz es vacilante. Todavía tiene dolor,
seguro que dudaría.
Me retiro y la penetro con menos ferocidad, pero a un ritmo más
rápido. Es como si pudiera sentir cada elevación de sus paredes
internas. Ella se amolda a mí y ordeña mi polla. Al cabo de un minuto
o dos, noto que empieza a mover las caderas al ritmo de mis
movimientos.
—Eso es, Bella, fóllame.
Su boca se abre ligeramente y mueve las caderas más de prisa,
incitándome a moverme al mismo ritmo. Nos besamos y tocamos
desesperados para saciarnos del otro. Cuando su cuerpo deja de
moverse y se agarra a las sábanas, sé que está al borde del éxtasis.
—Oh, Josip, me voy a correr. Tan bueno. ¡Oh, Dios!
—¡Josip!—la reprendo y me abalanzo sobre ella con fuerza.
Mucho más fuerte de lo que lo había hecho en todo el tiempo que
habíamos estado follando. Ella jadea fuerte y en sus ojos brilla un
brillo travieso.
—Fóllame así otra vez.
Mis pelotas se aprietan contra el cuerpo y sé que no voy a
aguantar mucho más, sobre todo con ella diciendo mierdas como esa.
—¿Lo quieres duro, nena? Le doy a mi chica lo que quiere.
Siempre y cuando yo obtenga lo que quiero a cambio. Cuando
derrames esa dulce corrida en mi polla, dirás mi nombre. Me
escuchas.
—Sí, por favor, más. —Ella se echa hacia atrás, pero antes de que
esté completamente contra la cama, ya estoy embistiendo dentro de
ella. Veo cómo su delgado abdomen se contrae con fuerza y su
cuerpo empieza a temblar.
—Oh, mierda, sí, sí... sí. —Su voz es ronca, pero aún puedo oírla.
—Puedo sentirte, suéltate para mí nena... Córrete—le ordeno
mientras estoy a un segundo de perder mi batalla.
—¡Josip, joder!
Las paredes de su coño se aprietan con fuerza y yo gruño fuerte
por su repentina intensidad. Justo cuando está en mitad de su
orgasmo, siento la primera gran oleada chocar contra mi cuerpo y
libero mi semen en lo más profundo de ella. Me tumbo
completamente sobre ella y la machaco todo lo que puedo mientras
me recorre un orgasmo tras otro.
Me quedo tumbado encima de ella durante unos minutos,
completamente sin habla, intentando recuperar el aliento. Si antes
pensaba que estaba completamente prendado de ella, ahora que la he
tenido, sé que nunca tendré suficiente.
Nos quedamos abrazados un rato antes de que ella empiece a
inquietarse. Preocupada por si alguien viene a buscarnos. Sé que ella
dijo que estar sola era un castigo, pero sigo sin entenderlo.
Nos limpiamos lo mejor que podemos, por suerte no ha sangrado
demasiado y podemos deshacer la cama. Me vuelvo a poner la ropa y
espero a que se lave en el baño que hay al lado de la habitación.
—Baja que tengo que cortar la luz.
Espero a que se apaguen las luces y me apresuro a bajar las
escaleras. Doy un paso por la puerta principal para darme cuenta de
que estábamos jodidos.
Un pesado objeto de metal choca contra un lado de mi cabeza.
Levanto el brazo para bloquear cualquier ataque posterior. Me
abalanzo y agarro a quienquiera que me esté atacando. Le golpeo las
tripas con el hombro. Cuando se agacha, lo agarro por detrás de la
cabeza y le doy con la rodilla en la cara varias veces.
Puede que nunca necesite ponerme violento, pero eso no significa
que no sepa destripar a un hijo de puta como a un pez. Hago una
bola con el puño y golpeo con fuerza la sien del hombre, que cae al
suelo aturdido.
El objeto de metal que tiene en la mano es una pistola, ha venido a
matarme. Lleva un traje, está trabajando.
—¡Josip! ¡No!—oigo a Bella sisear desde un lado.
Hago balance de mi entorno rápidamente. No hay nadie más que
nosotros tres, así que debe estar diciéndome que no mate a este hijo
de puta. En el segundo que retrocedo, se levanta y me apunta con su
arma.
—¿Qué carajo estás haciendo aquí?—escupe el hombre que ahora
reconozco como uno de los guardias de seguridad.
—¿A ti qué te importa?.
—Podría meterte una puta bala en la cabeza ahora mismo. Te he
hecho una maldita pregunta.
—Si tienes que dispararme, hazlo, joder. —Doy un paso más hacia
él.
—No, esto es culpa mía, le estaba enseñando la casa de la piscina.
Eso es todo. —Bella se apresura a ponerse delante de mí.
—Oh, eso es grandioso. Venid los dos. Estoy seguro de que el
señor De Luca querrá saber de vuestro tour privado. —El guardia de
seguridad enfunda su pistola e le indica a Bella que camine. Ella no
duda y yo tengo que moverme rápidamente para interponerme entre
el hombre y ella.
Quiero preguntarle qué demonios está pasando. Odio sentir que
acabo de firmar su sentencia de muerte. Necesito saber si tengo que
matar a este hombre, pero la forma en que camina con paso firme
hacia la casa principal me hace pensar que no teme un castigo tan
extremo.
Los tres entramos en la casa, veo a Sven y Matej de pie en el
vestíbulo. La reunión debe haber terminado y están listos para irse.
Por eso me buscaba la seguridad. La fría mirada de Sven se
intensifica al verme caminar detrás de Bella. Él siempre ha
sospechado que seguía rondando a esa chica, pero nunca había
tenido pruebas. Supongo que yo y una mujer misteriosa escoltados
por la seguridad es prueba más que suficiente.
—Što se događa? (NdelT: ¿Qué está sucediendo?) —pregunta
Matej. Él quiere saber qué está pasando. Nuestra alianza con la
familia De Luca es fuerte, pero bastaría una grieta para que se
desmoronara.
—Nada, todo está bien—comento.
—Y una mierda lo está—afirma el guardia de seguridad. Sven y
Matej nos siguen hasta la parte trasera de la casa. El guardia de
seguridad llama a la puerta y espera a que respondan. Cuando abre
la puerta, veo a Andrea, Leo y Christian sentados sin darse cuenta de
nada.
—¿Hay algún problema? —Andrea mira fijamente a Bella.
—Los encontré a los dos saliendo de la casa de la piscina—dice el
guardia de seguridad antes de hacerse a un lado.
—Sólo le estaba mostrando la...—empieza Bella con la misma
mentira que había dicho antes, pero el revés de Andrea en la cara es
suficiente para detenerla.
—No me tomes por un tonto, chica—le gruñe—. Me ocuparé de ti
más tarde, pero tú...—Centra su atención en mí—. ¿Me faltas al
respeto en mi casa?
—Falta de respeto, no tengo ni idea de lo que quieres decir con
eso.
—Silencio, Josip. —Sven da un paso delante de mí—. Señor De
Luca, no estoy seguro de lo que pasa y por lo que sé creo que Josip
tampoco. No hay ninguna falta de respeto.
—¿Es eso cierto? ¿No sabe quién eres? —Andrea vuelve a mirar a
Bella.
—No. No hemos hecho nada—vuelve a mentir. Nosotros hemos
hecho mucho. Miro fijamente su perfil casi deseando que se vuelva
hacia mí. Ni siquiera se mueve en mi dirección.
—Espero que no. Josip, esta es Orabella De Luca. Mi hija.
Mis ojos se desvían hacia el señor mayor.
Mentira.
—¿Qué? —No puedo creerlo, es imposible. Conozco a todos sus
hijos. Esa mierda es mentira.
—Jebote. (NdelT: Mierda)—maldice Sven en voz baja y baja la
cabeza.
—La puta de su madre intentó atraparme. Cuando la saqué junto
con la basura, volvió nueve meses después con un puto bebé. Ella es
mi sangre, es la única razón por la que no he acabado con ella. Pero
bajo ninguna circunstancia permitiré que la usen en mi contra.
Pieza por pieza todo comienza a encajar en su lugar. Por qué
siempre estaba en el recinto, por qué estaba tan segura de que la
castigarían si estaba con alguien y, finalmente, por qué entró aquí
como si supiera que no la matarían. Es la hija de un jefe de la mafia.
Una hija ilegítima, pero, su hija al fin y al cabo. Tenía toda la razón
cuando dijo que no había nada que pudiéramos hacer que nos
permitiera estar juntos. Sólo soy un humilde contable y ella, un
poderoso peón en el imperio de su padre.
—No es ninguna falta de respeto, no lo sabía—digo en voz alta
para que me oiga Andrea De Luca.
—Ahora, sí lo sabes. Espero que esto signifique que es el final. No
me gustaría que nuestro acuerdo a largo plazo llegara a su fin porque
quieres huir con la hija de una puta. —Andrea me mira fijamente
como si esperara que le respondiera. No iba a pelearme con él. Sé
cómo actúa el señor Juric con sus hijos y el señor Vavra y la familia
Sever. Lo que ellos dicen se hace.
—No, nunca haríamos algo así. Todo lo que podemos hacer ahora
es ofrecer nuestras más sinceras disculpas—dice Sven desde detrás de
mí. Aprieto los puños a los lados. No lo siento en lo más mínimo. No
quiero que piense que me arrepiento de un momento con ella. En
realidad, los momentos robados que tuve con ella fueron los mejores
de mi vida.
—Es bueno oír eso. Muy bueno. Ahora, con todo esto acabado
espero que nunca tengamos que abordar este asunto de nuevo... —
Andrea me mira antes de mirar a su hijo, él es el que dirige la familia
De Luca ahora. Si no está satisfecho con el resultado de esta reunión,
puede hacer que me maten o algo peor. Si piensa que le he faltado el
respeto intencionadamente, podría poner fin a todo trato con la
familia Juric.
Básicamente, mi futuro depende de si él cree que no voy a tratar
de perseguir a Bella de nuevo.
—Sí, creo que tenemos todo en orden aquí. —Leo me mira
durante otro segundo, antes de volverse a mirar los papeles que hay
sobre la mesa.
—Nosotros seguiremos nuestro camino. —Sven me agarra con
fuerza por el hombro y me da la vuelta. Giro la cabeza en dirección a
Bella, pero ella no me mira. Bastaría un breve contacto visual para
que vuelva a empezar toda la discusión, está jugando sobre seguro,
como debe ser.
En cuanto salimos de casa, me sacudo de encima a Sven.
—¿Cuál es tu maldito problema, Josip?—brama él, claramente la
rabia de casi tener que pelearse con los De Lucas todavía pesa en su
mente.
—Sven, por el amor de Dios, he dicho que no lo sabía. Pensaba
que era una jodida trabajadora.
—Josip. Puede que yo no sepa mucho, pero esa parece una de las
primeras preguntas que alguien en tu posición haría. De todas
formas, ¿cuándo empezaste a verla?—pregunta Matej.
—¿Eso acaso importa?—respondo sin querer decirles que esta
relación secreta llevaba semanas.
—No, desde luego que no. —Sven se pone delante de mí—. Nunca
he tenido que hacer valer mi rango, Josip. Nunca has sido de los que
van contra la corriente, pero esta mierda está muy jodida. Te lo voy a
decir una vez y quiero que lo oigas bien. No volverás a buscar a esta
mujer. Si la ves de pasada actuarás como si no existiera. Hemos
trabajado demasiado duro para conseguir una relación sólida con la
familia De Luca como para que un estúpido enamoramiento lo
destruya todo. —Me mira fijamente esperando una respuesta—. ¿Me
entiendes?—me ladra cuando no le respondo. Asiento una vez y
empiezo a caminar hacia el coche.
Me paso una mano por la cara, el olor de Bella aún perdura en las
yemas de mis dedos. Lo guardo en la memoria.
Ahora que sé a qué clase de bestia me enfrento, tomaré más
precauciones. Yo entiendo que está prohibido que persiga a Bella,
pero eso no significa que vaya a dejar de hacerlo. Sé que lo que
tenemos es verdadero y aunque tenga que mantenerla en secreto ante
el mundo, no voy a renunciar a ella tan fácilmente.
 
Capítulo 5

Josip
En La Actualidad
 

La noticia de que me necesiten en la reunión de los De Luca no es


nada fuera de lo común con todo lo que ha estado pasando con
Yemen y como sus subastas se han reducido, muchos contratos deben
actualizarse. También significa que voy a poder ver a mi chica. En los
últimos dos años nos hemos vuelto mucho mejores para escondernos
y movernos, teléfonos secretos, chantajes a sirvientes y choferes.
Incluso hay ocasiones, dependiendo del guardia, en las que puede
escabullirse y quedarse en un hotel conmigo durante la noche. La
familia realmente no parece preocuparse por ella, la única razón por
la que está bajo una protección tan intensa es porque tiene la sangre
De Luca corriendo por sus venas.
De lo contrario, ella es prescindible.
Espero que llegue un momento en el que se den cuenta de que ella
no es una amenaza para su familia y la liberen. Para mí.
—Josip, ¿estás conmigo? —Matej agita una mano en mi cara, debo
haberme distraído.
—Sí, estoy aquí. ¿Discutimos cuál sería la nueva cronología? —Me
concentro en él.
—Todavía no, esa es una de las principales razones por las que te
necesito allí. Este contrato podría demorarse un poco más de lo que a
Leo le gustaría. No quiero que haya ningún concepto erróneo.
Necesito que todo esté perfectamente preparado por si hay una
demora. —Matej es un bratok (NdelT: hermano) de la familia Juric,
mientras que algunos lo llamarían un aprendiz de todos los oficios, se
especializa en el tráfico de personas. A veces son esclavas sexuales,
otras socios atrapados en un país diferente que necesitan cruzar
fronteras sin que las autoridades se enteren. Hasta ahora, todavía no
lo he visto joderla.
—Me aseguraré de eso. —Ingreso un poco más de información en
mi iPad para actualizar el acuerdo sobre el que él hablará con De
Luca—. ¿Vas a volar de regreso después de tu reunión o tienes otros
asuntos que atender aquí?
—Me quedaré, ¿tú?
—Lo mismo, tengo algunos asuntos que atender. —No puedo
jodidamente esperar. Ya me comuniqué con Bella y ella se reunirá
conmigo en un hotel. Ha pasado más de un mes desde que pude
poner mis manos sobre mi mujer. Sé que cuando nos reunamos más
tarde esta noche va a ser explosivo.
—Sí, apuesto a que tienes algunos asuntos. Eres un tonto—dice
Matej con tono de mofa y se recuesta en su asiento, cerrando los ojos
en el proceso. Nadie sabe con seguridad que sigo jugando con Bella o
si lo saben, no les importa lo suficiente como para decir nada. Una
parte de mí quiere pensar que, si lo saben, no dicen nada porque
quieren que sea feliz. Aunque todos son asesinos despiadados, me
respetan lo suficiente como para dejarme tenerla.
No hablo con Matej por el resto del vuelo. No pienso en nada más
además de estar finalmente con mi mujer.
***
—Oh, Josip, te extrañé mucho. —Bella se abalanza en el momento
en que entro por la puerta de nuestra habitación de hotel. Se las
arregló para convencer a uno de los guardias de que tenemos un
poco de información sucia que nadie la echaría de menos. Puedo
estar con ella toda la noche.
—Joder, yo también, Bella. —Ella besa mi cuello y enrosca los
dedos en mi cabello. Se aparta y me mira a los ojos.
—¿Sabes que no tienes que hacer esto, verdad? No podemos
seguir así.
—No empieces con esto de nuevo. —Me inclino y le muerdo el
labio. Siempre está intentando que deje de acercarme a ella. La
primera vez que pude hacer contacto con ella después de que su
padre me había advertido, pensó que estaba loco. Ella lloró y me rogó
que me mantuviera alejado. Ella se asombró del hecho de que fuera lo
suficientemente valiente como para intentar algo tan loco como esto.
Una vez que se dio cuenta de que no me iba a rendir, comenzó a
trabajar conmigo para encontrar formas de sortear el gran obstáculo
que enfrentaríamos mientras estemos juntos.
Sin embargo, cada vez que puedo visitarla, ella se asegura de
tratar de disuadirme de volver.
—Josip, tú…
Sello mis labios con los de ella una vez más para evitar que hable.
No hay nada que pueda decir que vaya a hacerme cambiar sobre
cómo me siento. Haré esto por el resto de mi vida si es necesario.
Me quita la camisa de vestir y yo le saco la camiseta por la cabeza.
Se siente como si no pudiera desnudarla lo suficientemente rápido.
La levanto y la dejo caer sobre la cama. Todavía lleva los pantalones
puestos, pero vuelve a levantarse y se sienta en el borde.
—Quiero saborearte. —Ella se lame los labios y empieza a tirar de
mi cinturón y pantalones.
—Soy todo tuyo, Bella. —Rápidamente me quito los zapatos
mientras ella todavía está trabajando en mis pantalones y gimo de
absoluto placer cuando su cálida boca encierra mi polla—. Joder—
gimo cuando mi espalda se arquea ligeramente.
Soy el único con el que Bella ha estado, lo que significa que he
podido entrenarla para satisfacer todas las necesidades que podría
tener y algunas que ni siquiera conocía que tenía. Nunca fui un gran
fanático de que me chuparan la polla, pero cada vez que se mete mi
polla hasta la garganta, tengo que contenerme para no romperme en
pedazos. Todas y cada una de las veces.
Bombeo en su boca y ella me mira a través de sus largas pestañas.
—Ahí está mi buena chica, nunca tendré suficiente de ti. —Deslizo
el pulgar por su mejilla, mi polla empujando el tejido delgado para
que se abulte ligeramente. Tiro de ella hacia atrás después de sentir
que mis rodillas se doblan ligeramente. Un largo rastro de saliva
conecta mi polla con su boca. Ella se limpia delicadamente la boca
con las yemas de los dedos como si no acabara de darme una
indecente mamada en una habitación de hotel. Me encanta ser el
único que podrá ver este lado raro de ella. Siempre que está en casa,
es el epítome de la gracia y el aplomo, pero conmigo es pervertida y
está dispuesta a intentar cualquier cosa para complacerme. Soy igual
para ella.
Alcanzo y tiro de sus pantalones. Mientras le bajo las bragas,
puedo ver lo mojada que está para mí, lista para que la tome.
Quiero que me dé todo lo que tiene. Quiero poder ver su rostro
mientras se corre en mi boca. Me arrastro hacia el otro lado de la
cama y me acuesto boca arriba. Ella me da una mirada extraña,
confundida en cuanto a por qué me estoy alejando de ella.
—Ven aquí. —Extiendo mi mano y ella gatea hacia mí, lista para
sentarse en mi polla dura y palpitante. Levanta las piernas y trata de
montarme a horcajadas, pero eso no es lo que quiero, no todavía—.
No, siéntate en mi cara.
Sus ojos se abren más y sus mejillas se vuelven de un tono más
profundo de rojo.
—De acuerdo—chilla y rápidamente se posiciona en mi boca. En
esta posición puedo devorarla por completo y ella puede follarme la
lengua como quiera. Chupo y tiro de su clítoris con mi boca mientras
ella se restriega y gira su coño en mi cara. Intenta mantenerse un
poco elevada, probablemente preocupada por si podré respirar o no,
pero la tiro hacia abajo para que quede al ras de mi cara. No quiero
que se contenga ni siquiera por mi bienestar. Sus jugos gotean por mi
garganta y los bebo como si fuera el mejor champán. Sus
movimientos comienzan a volverse espasmódicos a medida que su
cuerpo corre hacia su liberación.
—Oh, joder, Josip, espera. ¡Dios!—grita ella y trata de levantarse,
su coño pulsa sobre mis labios mientras se corre.
Golpeo su culo con fuerza y tiro de ella hacia abajo sobre mi cara.
Incluso hasta el día de hoy, tiene problemas para no decir Dios
mientras la follo. Estoy agradecido por ello. Sorbo los últimos restos
antes de tirarla sobre la cama y meterle mi polla hasta las pelotas en
un movimiento rápido. Ella grita y me araña. No me importa. Ella
conoce las reglas, si invoca a Dios, tendré que follarla lo
suficientemente fuerte como para que recuerde que soy yo quien le
da placer. Establecí un ritmo de castigo, levantando una de sus
piernas para que su rodilla esté alineada con la curva de mi codo.
Deja caer sus manos sobre la cama y se agarra a la sábana para
mantenerse en el lugar y soportar mis profundas estocadas.
—Te encanta cuando estoy tan dentro de ti, Bella. ¿Me sientes
empujando todas tus paredes, tu coño ordeñándome hasta dejarme
seco?—gruño y ella gime en respuesta. Ella gira sus caderas mientras
bombeo dentro de ella.
—Estoy cerca, Josip. Oh, joder. No pares. Sí... oh Josip—me elogia.
Tengo que lanzarle una sonrisa ya que se había detenido de decir
Dios. Mi cabello está pesado por el sudor y cae sobre mi frente,
delante a mis ojos. Tengo que peinarlo hacia atrás con la mano para
que no me impida observarla. Me encanta ver la forma en que su
cuerpo se entrega completamente a mí, mientras la llevo al clímax.
Justo cuando siento la primera contracción a través de sus paredes,
bajo mi mano a su coño. Usando su propia excitación como
lubricante, rápidamente froto mi mano contra su clítoris causando
que su orgasmo se dispare al siguiente nivel. Ella dice incoherencias
mientras su cuerpo se sacude y rueda a través del orgasmo.
Sus uñas se clavan en mis muñecas, siseo de dolor y me dejo caer
para quedar sobre ella. Enrolla sus brazos alrededor de mi cuello y se
aferra mientras la penetro. Cada vez que me corro, me siento mejor
que la anterior con ella.
Alfileres y agujas brotan por toda mi piel y gimo en su cuello
cuando siento mi cuerpo en el borde. En este momento, todo lo que
puedo pensar es en lo mucho que quiero correrme. Cuánto deseo que
enterrarme profundamente dentro de ella cuando dispare mi semilla.
Cómo quiero esto todos los días y no solo cuando los dos podamos
escabullirnos.
—Te amo, Josip, mucho—susurra justo encima de mi oído. Mi
cuerpo tiembla con la sensación tanto del orgasmo que me atraviesa
como de la intensidad de mis sentimientos por esta mujer. Una vez
que los puntos brillantes se apagan en mis párpados, me inclino para
mirarla a los ojos.
—Yo también te amo, Bella.
No sé qué tengo que hacer para hacerla mía, pero es hora de que
lo averigüe.
 
Capítulo 6

Bella
 

Mis ojos están enrojecidos por todas las lágrimas que he llorado
en mi camino de regreso a la casa. Tuve que dejar a Josip en el hotel
para volver al recinto antes de que Leo o Christian regresaran de sus
reuniones. No es que ninguno de los dos viniese a buscarme, pero si
no estuviera allí, querrían saber qué estaba pasando. Todavía tengo
prohibido estar con alguien románticamente, pero Leo es mucho
menos tirano que nuestro padre. Hace la vista gorda a ciertas cosas
que Andrea nunca me hubiera dejado hacer. Lo último que quiero es
que Leo retire la pequeña generosidad que me ha mostrado durante
los últimos dos años, porque pensara que iba a sus espaldas.
Odio dejar a Josip. Odio saber que si alguien nos atrapara juntos
podría costarnos su vida o la mía. Odio que solo porque mi madre
era una puta cazafortunas, esté condenada a vivir esta vida. No pedí
nada de esto, diablos, si pudiera renunciar al apellido De Luca, lo
haría. Desafortunadamente, eso nunca sucederá. Estoy atrapada
viviendo bajo llave hasta mi muerte. Josip no se merece eso. Es un
buen hombre, leal a su familia, atento, sexy como el infierno. Todo lo
que podría desear, pero unas pocas horas al mes es todo lo que
puedo darle.
—Orabella, debes recuperarte antes de que regresemos a la casa.
Leo aún no ha regresado, pero el resto del personal se ha levantado
para ocuparse de sus tareas.
Asiento con la cabeza y tomo unas cuantas respiraciones, pero eso
solo provoca más lágrimas.
Timothy suspira suavemente y saca un pañuelo para mí. Me seco
los ojos y hago todo lo posible por calmarme. Timothy es uno de los
guardias al que Josip pudo encontrarle trapos sucios. Aparentemente,
hace años él solía ser parte de una banda que secuestró a mi prima
Sloane. Él no tuvo nada que ver con eso, de hecho, ni siquiera lo
sabía, pero Leo se ha estado volviendo loco tratando de arreglar los
cabos sueltos. Quiere erradicar a toda la banda sin importar si
tuvieron algo que ver con eso o no. Si Josip alguna vez dejaba escapar
que Timothy solía asociarse con esos bastardos, Timothy se
enfrentaría a una muerte larga y dolorosa. Josip y yo habíamos hecho
un trato con Timothy de que me ayudaría a entrar y salir de la casa
cuando pudiera. Cubriéndome cuando fuese necesario. No esperaba
que se saliera de su camino, pero la mayor parte del tiempo lo hizo.
No sabía si era porque estaba realmente asustado de lo que Leo haría
o porque habíamos desarrollado una pequeña amistad. Creo que
Timothy se sentía mal porque Josip y yo tuviéramos que andar a
escondidas.
—Gracias, Timothy. Estoy bien ahora. —Le devuelvo su pañuelo y
hago todo lo posible por tranquilizarme. No había nada que pudiera
hacer con mis ojos hinchados y rojos, pero espero que nadie me vea.
El coche se detiene en el camino de entrada y salgo sin esperar a
que él me acompañe. En el momento en que entro en la casa grande,
veo a Leo caminando hacia mí.
—¿Dónde diablos has estado?
Me entra el pánico cuando pienso que tal vez él sepa que me fui a
encontrar con Josip.
—Acabo de dar un pequeño paseo matutino. Timothy estaba
conmigo. Está justo afuera.
Leo me mira con los ojos entrecerrados.
—¿Por qué lloras entonces?
Me río y hago lo mejor que puedo para actuar.
—Vi una camada de gatitos, estaban sucios y eran pequeños, no vi
a su mamá, lo que me hizo pensar que estaban solos. Me sentí mal
por ellos y de repente, los lagrimones. Debo llegar a mi momento del
mes en cualquier momento. —La menstruación, un tema que la
mayoría de los hombres evitan.
—Sí, lo que sea. Entra en la casa. No quiero que salgas de los
terrenos de nuevo hasta que yo lo diga, ¿entiendes? —La voz de Leo
es fría y va directo al grano. No diría que es la persona más accesible
que existe, pero algo más está sucediendo que hace que actúe así.
—¿Está todo bien?—presiono. No puedo preguntarle nada sobre
los negocios, pero si lo que está sucediendo requiere que esté en
cuarentena en la casa, entonces tal vez me dé una pista.
—No, no lo creo. Algo está pasando. Algo grande, pero no
conozco todos los detalles. Una de las hijas de Ilia Vavra está
desaparecida. Creen que es un secuestro.
Jadeo y doy un paso más cerca. Eso es jodidamente malo. Ilia
Vavra es el líder de una de las familias criminales croatas más fuertes.
—Oh, ¿crees que es un juego de poder?
—No sé qué es. Todo lo que sé es que no quiero correr ningún
riesgo. No negociaremos con nadie. —Se detiene en seco, pero sé
exactamente lo que está pensando decir a continuación. No negociará
con nadie especialmente por mí.
Ésta es mi vida. Soy demasiado importante para soltarme, pero no
lo suficientemente importante como para luchar. Atrapada en un
estado perpetuo de indignidad. No tengo ninguna información que
nadie quiera y como nunca tendré ningún lugar de poder en nuestra
familia, prefieren dejarme como rehén de alguien antes que usar
cualquier recurso para recuperarme.
—Entiendo. Me quedaré quieta. —Le doy una sonrisa alentadora
y camino hacia mi habitación. Él no me dirá nada más de todos
modos.
Paso a los guardias que están parados frente a mi habitación y
cierro la puerta detrás de mí mientras me relajo en mi pequeño
espacio. Tengo una cama, un escritorio y un baño. La televisión y el
portátil son mis únicas formas de entretenimiento mientras estoy
aquí. Es realmente sorprendente cómo no me volví loca de
aburrimiento hace años.
Me acuesto en la cama y acerco una de las almohadas a mi pecho.
Estas cuatro paredes son todo lo que tengo e incluso no son mías.
Hasta que empecé con Josip, no me di cuenta de cuánto anhelo la
libertad. Ahora, la idea de estar atrapada aquí por una cantidad de
tiempo no revelada es enloquecedor.
Saco el teléfono que he escondido en el poste de la cama y le envío
un mensaje de texto a Josip deseándole un buen vuelo. Después de
guardarlo, me doy la vuelta hacia un lado y huelo mi cabello. Huele a
él. Con suerte, me estará esperando en mis sueños.
Capítulo 7

Josip
 

Maldito caos.
Esa es la única forma en que lo puedo describir cuando regresé a
Las Vegas. Matej y yo salimos temprano esta mañana, pero en el
momento en que mi teléfono está dentro del alcance, los mensajes y
las llamadas comienzan a llegar. Llamaron a una reunión de
emergencia y el señor Juric quiere que todos se reúnan en el Košnica.
No sé de qué se trata, pero por el sonido de la voz de Sven, algo
importante debe haber sucedido. Bajamos del avión y conducimos el
automóvil directamente al corazón de Las Vegas. El Košnica, o La
Colmena, pasa por debajo de The Strip. El mejor lugar para esconder
cualquier cosa es justo debajo de tu nariz.
—Confío en que todo esté en orden con el trato de los De Luca,
Josip—dice Sven en el momento en que entro en la gran sala de
banquetes que Marko tiende a usar para sus reuniones. Hay una gran
variedad de comida y bastantes invitados ya sentados esperando que
comience la reunión.
Sven, Luka, Liam Juric, Dominik y Katarina Juric se sientan a la
mesa, ya que todos son miembros de alto rango de la familia. Dagger,
uno de los mejores asesinos a sueldo del mundo junto con Kaja y
Zelimir, ambos vors, se paran a un lado hablando entre ellos. Es muy
raro que tantos de nosotros seamos llamados juntos al mismo tiempo.
Le doy un asentimiento a Sven para hacerle saber que todo está
arreglado.
Marko Juric sale del baño e instantáneamente todo el mundo se
calla. Cuando el Pakhan entra todo se detiene.
—Obitelj (NdelT: familia), tengo noticias preocupantes—dice
Marko y se sienta en su sillón en el centro de la mesa—. Tenemos a
alguien que está persiguiendo a miembros importantes de otras
familias, posiblemente viniendo por nosotros. Las mujeres. —Él se
calla para dejar que eso se asimile en nuestras mentes.
—¿Tenemos alguna pista sobre quién puede estar haciéndolo?—
pregunta Luka—.
—Ni idea.
—Creo que deberíamos hacer un alto con cualquier contrato—
digo inmediatamente. Si alguien viene por nosotros o nuestros socios,
entonces debemos mantener todo bajo llave.
—Estoy completamente de acuerdo con eso. Si creen que vamos a
poder ir de aquí para allá y cumplir con los contratos en un momento
como éste, deben estar locos. Sería como si dejáramos a nuestras
mujeres para que nos las lleven. Necesitamos asegurarnos de que
todos estemos disponibles en caso de que quienquiera que sea decida
intentar venir por uno de nosotros. Aunque no creo que suceda nada
de eso. Creo que tal vez esto se centre en la familia Vavra—dice Sven
desde donde está sentado frente a Marko.
Todavía no hay información, pero estoy seguro de que él la
conseguiría. Especialmente si eso significaba que podría proteger a
Ema. Escuché historias sobre hombres que son súper protectores con
sus seres queridos, pero Sven es el extremo. Si alguna vez hubiera
una razón para mantenerla encerrada en su casa, estoy seguro de que
la tomaría.
—No, los negocios seguirán como de costumbre. Si alguien es lo
suficientemente tonto como para perseguirnos, entonces estaremos
listos, pero no vamos a dejar que unos cabrones de afuera dicten
cómo manejamos nuestro negocio. Hacemos lo que tenemos que
hacer para mantener todo funcionando sin problemas, pero si
encuentras alguna información sobre lo que está pasando, por
supuesto, todos debemos saberlo. Necesito que te encargues de esto,
Luka. Éste es un asunto de seguridad y debemos asegurarnos de que
todas nuestras familias están bien vigiladas. Si encuentras algún
retraso en la seguridad, asegúrate de corregirlo—dice Marko
mientras toma una danesa y se la mete en la boca. No sé cómo el
hombre no pesa doscientos kilos. Siempre está comiendo.
—Da, como quieras. —Luka asiente con la cabeza y cierra la boca.
Si no fuera más inteligente, parecería que él no está de acuerdo con su
querido padre. Esta es una primera vez al menos para mí. Luka es el
despreocupado de nosotros, si hay alguien que creo que le daría más
empuje es Sven.
—Josip, tú revisarás todos nuestros contratos y acuerdos,
asegúrate de que esto no impida nada. Tenemos que mantenernos
fuertes, ¿entiendes?
—Sí, señor. —Asiento con la cabeza y espero a que Marko dé las
siguientes instrucciones.
Mientras recorre la habitación dando órdenes a todos, pienso en lo
que estaba haciendo hacía unas horas y una punzada de miedo
florece en mis entrañas. ¿Qué pasa con Bella? ¿Estaría ella lo
suficientemente segura en donde está? Sé que está al cuidado de la
familia De Luca, pero rara vez la controlan. Tantas cosas podrían salir
mal y no habría forma de que me pusiera en contacto con ella además
del teléfono. En momentos como éste desearía poder mantenerla
encerrada en mi armario. Estoy seguro de que ella estaría a salvo
conmigo. Por ahora, tengo que confiar en que Leo y Andrea De Luca
mantendrán a salvo a mi mujer.
***
En la siguiente semana, tres mujeres más son secuestradas. Otras
dos de la familia Vavra y una de la familia Sever. La mierda se está
poniendo fea y todo el mundo está nervioso. Paso por la casa de Sven
para nuestra reunión semanal y él me recibe en la puerta luciendo
como si no hubiera dormido en días.
—Te ves como el infierno. ¿Estás enfermo?
—No, trataron de entrar ayer, afortunadamente mis cámaras los
captaron en el acto y nos despertamos. Creo que estaban aquí por
Ema. No puedo pensar en una mierda en este momento. Necesito
sacarla de aquí. Tengo que mantenerla a salvo. —Se pasa una mano
por el pelo y observo cómo Ema, muy embarazada, se tambalea por
las escaleras, otra razón de su loco comportamiento. Ema está
embarazada de su primer hijo, una niña.
—Estoy bien, Sven. Vamos a estar bien. Lo sabes. No quiero estar
en ningún otro lugar que no sea al lado tuyo—dice ella en voz baja
detrás de él.
Él se da la vuelta en estado de shock porque ella está detrás de él y
corre hacia donde está.
—¿Qué estás haciendo despierta? Aún deberías estar en la cama.
—Tu hija decidió que era hora de levantarse. Realmente no tenía
otra opción. —Ella se ríe y se acerca a él. La simple interacción íntima
entre los dos es suficiente para que quiera girar la cabeza y darles
privacidad. Todavía están en la fase de luna de miel de su
matrimonio.
—¿Ya contactaste a Luka?
—Sí, él está en la parte de atrás tratando de agregar algunas
cámaras para que pueda ver más. Hay guardias allí atrás con él, pero
nada de esa mierda me importa. ¿Qué diablos puede hacer una
cámara si alguien quiere entrar aquí? — Sven se vuelve en mi
dirección. Él está perdiendo la cabeza.
—No lo sé, Sven, pero tenemos que mantener la cabeza fría,
quienquiera que esté haciendo esto está tratando de hacer que la
caguemos. Da un paso a la vez. ¿Tuviste suerte con los otros
secuestros? —Dejo mi maletín en el sofá, lo que sea que
necesitábamos discutir hoy ahora está en un segundo plano. No
podrá concentrarse en nada que no sea mantener a Ema a salvo. Lo
menos que puedo hacer es darle a alguien con quien intercambiar
ideas.
—Esa es la mierda. No tengo nada. No hay rumores de eso en la
web oscura. No hay pedido de rescate. Nada... solo llevarse a las
mujeres y desaparecer. —Se pasa la mano por el pelo de nuevo y Ema
le frota la espalda tratando de consolarlo.
—¿Qué pasa con los aliados anteriores, tal vez una de las familias
con las que hemos roto los lazos ha regresado por venganza? —Es tan
extraño tener que hablar de alguien que viene detrás de la familia
Juric y tiene éxito.
—Nada. Malditamente nada.
Mi teléfono vibra en mi bolsillo indicando que tengo un mensaje
de texto. Cuando lo saco, veo que es de Bella. Tengo que apretar la
mandíbula para no sonreír.
—¿Cómo estás esta mañana, amor mío?
—Ocupado. ¿Te tienen debidamente protegida en la casa? —Disparo en
respuesta inmediatamente. Le he preguntado lo mismo todos los días
de esta semana si está cerca de un guardia o un familiar.
—Sí, Josip. Todo está bien. Te lo prometo.
Casi puedo escuchar su risa; ella siempre piensa que estoy
exagerando las cosas.
—No está bien y no me voy a calmar hasta que se solucione esta mierda.
—Lo sé. ¿Cuándo crees que podré volver a verte?
—No lo sé. Joder, desearía que estuvieras aquí. Con todo lo que está
pasando, el señor Juric exige que la mayor cantidad de gente posible
permanezca cerca. No vamos a detener ninguno de nuestros acuerdos en
curso, pero no están haciendo ninguna nueva en este momento. Entonces,
tengo que quedarme quieto. Si me llaman y no estoy aquí, eso podría ser un
problema. —Hago mi mejor esfuerzo para explicarle por qué no voy a
estar cerca.
—Lo sé… una parte de mí quería pensar que dirías mañana, pero eso es
solo un deseo esperanzador.
—Ojalá pudiera estar allí contigo ahora mismo.
—Lo sé.
—¿Con quién hablas, Josip? —me pregunta Ema detrás de Sven.
—¿Mmm? ¿Qué pasó? —Alzo la cabeza y vuelvo a meter el
teléfono en el bolsillo.
—Tienes una mirada de dolor en tu rostro. ¿Estás bien? —Ella gira
la cabeza hacia un lado.
—Sí. Estoy bien, gracias por tu preocupación.
—Mira quien está aquí. —Kaja y Luka entran desde la parte
trasera de la casa y Kaja se dirige hacia mí. De todos, soy el más
cercano a Kaja. Aunque es solo un vor de clase baja, es leal a la familia
y hará cualquier cosa para asegurarse de que lleguemos a la cima.
También está siempre al tanto de todo. Nunca puede profundizar
demasiado en lo que está sucediendo, porque solo es un made man
(NdelT: iniciado) y no un bratok. Lo tratan como un glorificado perro
de los recados.
—¿Qué estás haciendo aquí, Kaja? ¿Vas a ayudar con la
seguridad? —Estrecho su mano y luego me estiro para estrechar la de
Luka. Luka solo asiente levemente antes de caminar hacia su
hermano.
—No, Luka solo necesitaba a alguien que lo ayudara a instalar un
poco de equipamiento. Alguien dentro de la familia.
—Ah, parece que eres útil para tener cerca en un lugar difícil—
bromeo con él—. ¿Qué hay de Sabina? ¿Está todo bien con ella?
—Ella está bien, la he dejado con su hermano por el momento.
¿Cómo salió todo en lo de los De Luca?
Simplemente me encojo de hombros. No hay necesidad de entrar
en detalles adicionales.
Al mismo tiempo, hay una ronda de vibraciones que se disparan
por la habitación. Cada uno de nuestros teléfonos recibe una
notificación al mismo tiempo.
—¡Jebote! (NdelT: ¡Mierda!) —grita Sven cuando mira el teléfono.
Saco el mío y hay un mensaje. El mismo que estoy seguro que
Sven y el resto de las personas aquí recibieron. Katarina Juric, la hija
de Marko Juric había sido secuestrada.
Ahora bien, esto no es solo alguien que viene por nuestros aliados.
No, éste es alguien que viene detrás de nosotros. No sé quién es tan
tonto como para empezar una guerra con todos nosotros, pero eso es
exactamente lo que acaba de hacer.
 
Capítulo 8

Bella
 

He estado encerrada en la casa durante dos completas semanas


seguidas.
Todo el mundo está al límite. Incluso Josip está tratando de pensar
en formas de escabullirme para que pueda estar con él. Hago lo que
puedo para tranquilizarlo a través del teléfono, pero está empezando
a no funcionar. Son más de las nueve de la noche, pero no creo que
pueda obligarme a dormir. Camino de un lado a otro en mi pequeña
habitación literalmente rebotando contra las paredes del
aburrimiento.
—Necesito largarme de aquí. Solo por unos minutos. —Abro la
puerta y veo que no hay ningún guardia parado en el frente.
Probablemente fuera a orinar. Perfecto. Me deslizo y bajo las escaleras
laterales que solo usa la empleada doméstica. Conducen
directamente hacia el jardín. Incluso si es solo para oler las flores por
un rato, necesito salir de aquí.
Me tomo mi tiempo y camino esperando a que aparezca un
guardia en cualquier momento.
—Oh Dios, por favor. Ayudadme. Ayudadme. —Una voz débil
llega desde la parte trasera del jardín donde los setos eran altos.
Me detengo en seco pensando que podría ser una trampa. ¿Quién
diablos está aquí? Nadie usa este jardín, excepto yo.
—¿Quién está ahí?—digo.
—Timothy... Bella, ¿eres tú?
Oh, mierda.
Camino rápidamente en la dirección del sonido de su voz, pero
tengo que tomarme mi tiempo. Está oscuro afuera e incluso con las
pocas luces que están dispersas por el exterior de la casa, ya me
cuesta ver lo que está justo en frente de mí. Lo encuentro en el suelo
con un gran cuchillo sobresaliendo del pecho.
—¡Oh, Dios mío! Timothy, ¿qué pasó? ¿Quién te hizo esto? —
Levanto una mano para agarrar el cuchillo, pero lo pienso mejor
antes de hacerlo. Puedo verlo temblar con su pulso. Está en el centro
de su pecho, no sé qué tan cerca está de su corazón. No quiero
arriesgarme a moverlo y matarlo en el proceso.
—No sé, sus rostros estaban cubiertos. Conocen los terrenos. Se
mantienen en las sombras. Hay dos por lo menos. Tienes... que... ir...
adentro. Encuentra a Christian o a Leo. Dispara la alarma. —Sus
palabras se vuelven cada vez más tensas mientras un charco de
sangre crece debajo de él. No sé qué puedo hacer para ayudarlo en
este momento, pero puedo hacer lo que me pidió y volver adentro
para que todos sepan que estamos siendo atacados.
Su cara se está poniendo pálida y su respiración es corta.
—Solo espera, Timothy. Voy a buscar ayuda ahora mismo. ¡No te
mueras! —Siento una lágrima cayendo por mi mejilla mientras me
levanto y me dirijo hacia la salida del jardín. Doblo la esquina y a no
más de quince metros frente a mí hay una persona vestida de negro,
con una máscara naranja y roja en la cara. Grito y me giro para correr
en la dirección opuesta.
Mi corazón se salta un latido y comienza a latir de nuevo a
velocidades vertiginosas. Camino por el lado este del jardín pensando
que puedo llegar al frente de la casa y llamar la atención de alguien.
—¡Ayuda por favor!—grito a todo pulmón, pero no dejo de correr.
Tengo que patinar para detenerme cuando veo las escaleras al frente
de la propiedad, pero parado frente a ella está el hombre con la
máscara. ¿Cómo diablos llegó allí? Estaba justo detrás de mí.
Espera, Timothy había dicho que eran dos, joder, ellos me están
impidiendo llegar a la casa.
Giro en la dirección opuesta y me dirijo hacia la casa de la piscina.
Tal vez podría llamar la atención de alguien desde allí. Hay un
teléfono, podría llamar a la casa principal. Corro lo más rápido que
puedo, mis ojos no pueden enfocar nada y tropiezo un par de veces,
pero nunca me caigo. Conozco el camino a la casa de la piscina con
los ojos cerrados. Estando tan oscuro, tendré que poner a prueba ese
conocimiento. Mis pies finalmente salen de la hierba y aterrizan en el
cemento duro, haciéndome saber que la puerta debería estar cerca.
Todo lo que puedo ver en este momento es una gran mancha.
Extiendo las manos y trato de tantear mi camino hacia la puerta.
Puedo oír el agua de la piscina a la izquierda, así que debería estar
justo aquí.
—¡Sí!—siseo cuando mi mano finalmente toca el pomo de una
puerta. La empujo y me dirijo con seguridad a las escaleras. Podría
encender las luces, pero eso les haría saber que estoy aquí.
La luz de la luna es suficiente para iluminar las habitaciones en el
último piso lo suficiente como para distinguir objetos. Agarro el
teléfono y lo pongo en mi oído. No escucho nada. La línea está
muerta.
¿Qué carajo es esto?
Hago clic en el receptor varias veces, pero aún no sucede nada.
—Aquí, bonita, bonita. —Una voz enloquecida flota en el aire.
Viene de abajo.
Tomo aire y en silencio cuelgo el teléfono. No hay forma de que
salga de aquí sin pasar por delante de quienquiera que sea. Intento
que mi corazón se calme, pero siento que se me va a salir del pecho.
No seré capaz de pelear contra quien sea y no tengo idea si alguien
me ha escuchado gritar pidiendo ayuda. Todo lo que puedo hacer
ahora es esconderme y esperar que alguien aparezca antes de que los
intrusos me encuentren.
Miro a mi alrededor. Es una casa de la piscina, no hay muchas
opciones cuando se trata de esconderse. Podría ir al baño, debajo de
la cama o en el armario. Todos estos lugares parecen más cliché que
el anterior. Elijo el armario y rápidamente me escondo debajo de una
montaña de toallas y tiro una caja aquí más cerca de mí para que
parezca que alguien acaba de ser descuidado tirando la ropa sucia en
el armario. Está tan oscuro en el armario que tal vez no destacaría.
Todo mi cuerpo tiembla y tengo que morderme los nudillos para
mantenerme quieta.
—¿Muñeca? ¿Dónde estás, preciosa?—me llama de nuevo el
hombre. Ahora puedo escuchar sus pasos caminando lentamente por
el pasillo—. Solo quiero jugar contigo. ¿No quieres ser mi amiga?
Haré que valga la pena, lo prometo. —El hombre se ríe al final de su
perorata y el sonido aumenta mi miedo. Nunca he oído a esta
persona antes. No sé quiénes son ni qué pueden querer de mí.
Unos pasos entran en la habitación en la que estoy y se detienen.
—Preciosa. Me estás haciendo enojar. Iba a ser amable contigo,
pero si no sales, las cosas se te pondrán muy mal. —Su voz ya no
tiene el tono que tenía hacía unos momentos.
Presiono mi mano con fuerza contra mi boca mientras tengo que
luchar contra mi cuerpo para no dejar escapar un gemido.
No puedo ver, no tengo idea de lo que quiere y nadie ha venido
por mí todavía. Ni siquiera escucho a alguien afuera llamándome.
¿Es posible que nadie se haya dado cuenta de lo que está pasando?
Lágrimas más grandes corren por mi rostro cuando me doy cuenta de
que lo más probable es que Timothy ya esté muerto.
Escucho pasos saliendo de la habitación y casi me río de mi buena
suerte. Saco la mano de mi boca y dejo escapar el aliento que había
estado conteniendo. Aunque no me muevo de donde estoy. Me
quedaré…
La puerta del armario se abre y las toallas son arrancadas de mi
cuerpo.
—Oh, Muñeca, es tan bueno verte.
Mi cuerpo se agarrota por un segundo. Estoy tan sorprendida que
no sé qué hacer. Pensamientos de correr, pelear o simplemente gritar
pasan por mi cabeza en ese microsegundo. Cuando el hombre parado
frente a mí saca un arma de aspecto extraño, la respuesta a lo que voy
a hacer a continuación es respondida por mí. Abro la boca y grito lo
más fuerte que puedo. El hombre aprieta el gatillo y algo afilado me
golpea en la garganta. Mi grito se interrumpe y levanto la mano para
tocarme el cuello. Algo largo y duro sobresale de mi cuello. Esto no es
una bala, es un dardo.
¿Qué demonios?
En el poco tiempo que tardo en llevarme la mano al cuello y dejar
que vuelva a caer, el mundo empieza a girar violentamente. Ya no
puedo abrir la boca para hacer preguntas. No puedo hablar, el
entumecimiento parece irradiar de mi cuello en oleadas. Un gemido
es todo lo que puedo escuchar cuando intento hablar. Las luces se
atenúan aún más y antes de que me dé cuenta de lo que está pasando,
el hombre frente a mí se inclina y me levanta del armario. La
oscuridad se apodera de mí mientras lo escucho cantar una dulce
canción en español.
La familia De Luca, nunca vendrá por mí. Esto es todo para mí,
solo espero que Josip esté bien.
 
Capítulo 9

Josip
 

Marko está como loco. Tiene a todos enloquecidos tratando de


averiguar quién se llevó a Katarina. Junto con el intento de
allanamiento de morada en la casa de Sven, ahora todos sabemos con
certeza que se trata de un indiscutible ataque. No hay casualidad.
Todavía no se ha hablado de un rescate o de que alguien se
responsabilice de lo que está pasando.
—Nada de esto es reciente, Josip. —Sven aparta el portátil de él y
lo vuelve a acercar a mí. Él quiere saber los últimos tratos que hizo
Katarina. Puede que sea una Juric, pero como mujer nunca ocuparía
un lugar destacado en la familia. En lugar de estar en una posición
alta como Sven o Luka, Katarina es solo una bratok, maneja todos los
negocios de armas pequeñas en los estados. Ha estado ansiosa por
diversificarse, pero su padre no ve la necesidad. Creo que en realidad
es porque quiere mantenerla a raya. Desafortunadamente, incluso
con esa correa corta, alguien pudo entrar y robarla.
—Estos son los últimos tratos que ella hizo a través de mí, si hizo
algún otro, fue por debajo de la mesa y no a través de la familia. No
ha habido mucha demanda para el equipamiento que ella tiene.
Sven me mira con los ojos entrecerrados y vuelve a colocar el
portátil frente a él.
—¿Hemos investigado estos contactos? ¿Comprobamos sus
coartadas?
Luka está de pie contra la pared, con el ceño fruncido.
—Ya te dije que lo hice. Me estoy cansando de que me revises dos
veces.
Sven se da la vuelta rápidamente y se enfrenta a su hermano, listo
para pelear si surgiera la necesidad.
—Basta ya. Ambos están preocupados. Todos van a revisar todo
dos veces hasta que encontremos la conexión. —Retiro el portátil y
abro cualquier información que Katarina quiera mantener en secreto.
Cualquier cosa que la marcaría como un objetivo.
Sí, hubo algunos golpes. Ha tenido un aborto y ha matado a un
funcionario electo, pero nada que dirija a nadie en la dirección
correcta.
Suena el teléfono de Luka, pero no me molesto en prestar
atención. Todavía estoy ocupado revisando la información.
—Sven, Kaja está en camino hacia aquí. Aparentemente, pudo
obtener una actualización y una foto de una de las otras secuestradas.
—¿Qué? ¿De quién?
—Petra Sever—dice Luka y Sven cierra los ojos con fuerza. Petra
es una de las primeras mujeres que fueron secuestradas y es prima de
Ema. Cuando se enteró de que se habían llevado a alguien de la
familia de Ema, su posesividad se disparó. No creo que Ema haya
salido de casa desde que empezó todo esto.
—¿Está verificado?
—No lo sé, hermano. Tenemos que esperar hasta que llegue—dice
Luka, su voz más suave que antes. Nunca los escuché decir que se
amaban, pero estoy seguro de que Luka sabe cuánto está matando
esto a Sven.
Sigo con mi tarea de buscar alguna conexión. El problema de
mantener todos los registros y tener toda la información es que hay
demasiada. Podría revisar los archivos durante días y aun así no
hacer mella en ellos.
El timbre suena unos minutos más tarde y Kaja entra. Su rostro se
desanima cuando me ve sentado aquí.
Eso es extraño. La última vez que nos vimos estábamos en buenos
términos.
—¿Tienes información, Kaja?
—Sí, obtuve una foto de la web oscura que estoy seguro es Petra
Sever. No puedo distinguir claramente quién la está cargando, pero
hay una pequeña vista de perfil de él. No es de la mejor calidad—.
Saca la foto y la deja sobre la mesa frente a Sven, tanto Luka como yo
nos acercamos para ver la imagen.
Definitivamente es Petra. Ella está en los brazos de un hombre con
la cabeza y los brazos recostados y fláccidos, claramente inconsciente.
El hombre es de complexión promedio y viste completamente de
negro, tiene una máscara que se levanta para descansar en la parte
superior de su cabeza. Es roja y naranja. Su cabello también es rojo
por lo que puedo decir. Estudio el perfil del hombre, pero no lo
conozco.
—¡Sranje! (NdelT: mierda) —Sven golpea la mesa con la mano y se
aleja—. ¿Alguien sabe quién es?
—No.
—Lo siento—responde Luka después que yo.
—Está bien. Le pasaré esto a Marko, tal vez él podría comunicarse
con algunos de sus contactos. Expandir más la red. Sven se pone las
manos en las caderas y se pasea de un lado a otro—. Si este hijo de
puta es lo suficientemente estúpido como para cometer un error, no
hay forma de que no vuelva a cometer otro. ¿Sabes quién pudo
obtener esta información, Kaja?
—No, la encontré en un foro, designado específicamente para
personas que se atribuyen éxitos. La gente está empezando a susurrar
sobre cambios importantes que están ocurriendo dentro de las
familias. Es un jodido desastre.
—Mierda, los tiburones van a oler la sangre en el agua. Si es tan
fácil atacarnos, otros lo intentarán. —Ahora es el turno de Luka de
alejarse de la mesa. Todo este espectáculo de mierda cae directamente
sobre él. Soy el jefe de seguridad de toda la familia. Katarina no
debería haber podido ser secuestrada.
Miro a Kaja, pero él deliberadamente aparta la mirada.
—¿Qué más? Hay más—digo, conociendo a Kaja.
Independientemente de lo que tenga que decir, cree que habrá una
reacción negativa por ello. Como vor tiene que tener mucho cuidado
con lo que dice y hace.
Tanto Sven como Luka lo miran esperando que continúe.
—Sé que estos problemas no tienen nada que ver con nuestra
familia y no he podido verificarlo, pero hay rumores de que hubo
otro secuestro anoche. Junto con la muerte de un guardia.
—¿Qué? ¿Quién? ¿No escuché nada?—dice Sven rápidamente.
Agarro los reposabrazos de la silla y espero a que Kaja continúe.
—Sí, solo se enteraron esta mañana. —Sus ojos me miran por un
segundo, antes de volver a Sven—. Orabella De Luca fue secuestrada
anoche y su guardia Timothy asesinado.
El tiempo se detiene.
No. Joder, no. ¡No!
Ahogo un jadeo irregular. Todos me miran.
—¿De qué mierda estás hablando? ¡Qué carajo! —Mi voz se hace
más fuerte con cada palabra.
—No conozco los detalles; solo sé lo que leí. —Kaja levanta las
manos y da un paso atrás.
—Maldición cálmate, Josip—dice Sven desde donde está parado
junto a su escritorio.
Veo destellos rojos frente a mis ojos y si no hubiera una mesa entre
nosotros, me habría abalanzado sobre él.
—¿Cálmate? No, no voy a calmarme. Tenemos que encontrarla.
Necesito más información. ¿Qué es lo que quieren?
—Ella no es nuestra familia, no es nuestra responsabilidad, Josip
—me grita Sven.
—¡Ella es mía!—rujo y balanceo mi mano sobre la mesa haciendo
que el vaso de agua salga volando en dirección a Sven. Choca contra
la pared detrás de él, fragmentos de vidrio y gotas de agua apenas lo
esquivan.
—¡Nosotros te dijimos que la dejaras en paz!—dice Luka detrás de
mí.
Me giro para mirarlo, listo para descargar mi enojo con él también.
Cuando lo miro en lugar de hostilidad, veo pena pintada en su rostro.
Sé lo que él sabe. Por mucho que la ame, ella no es mía. Sigue siendo
una De Luca y ya me han dicho que bajo ningún concepto me dejarán
tenerla. No puedo entrar en la casa de los De Luca y exigir
información. Podrían matarme solo por tener contacto con ella. No
puedo hacer nada por ella, pero rezo para que su familia intente
recuperarla.
Siento que las paredes se están cerrando sobre mí. Doy unos pasos
hasta que mi espalda golpea la pared detrás de mí. Para alguien que
normalmente tiene toda la información, sentirse tan perdido es algo
nuevo y no es una sensación a la que quiera acostumbrarme—.
Necesito encontrarla. La necesito... Por favor. —Dejo caer la cabeza en
mis manos, estoy atascado.
Kaja es el primero en llegar, el mamut de un hombre que he visto
matar en un abrir y cerrar de ojos, me rodea con un brazo y me
sostiene. Luka viene a continuación y pone una mano fuerte en mi
espalda. Nunca he estado totalmente integrado en la familia, siempre
uno o dos pasos afuera. Ni siquiera pensé que me consideraran un
amigo, pero aquí están los dos apoyándome como hermanos.
—Tenemos que hacer esto a espaldas de Leo—dice Sven, Luka y
Kaja se alejan de mí y mis ojos rebotan hacia Sven. Está apoyado en
su escritorio con los brazos cruzados sobre el pecho mirándome—.
Este es un proyecto para nosotros cuatro, ¿entendido? Si Marko se
entera de esto, caerán nuestros culos. Esta mierda va a ser difícil,
Josip, tienes que mantener la calma o lo van a saber. Pasaste de un
claro límite. A Marko y Leo no les importará un carajo que ames a esa
chica. Ella les pertenece. No cumpliste tu palabra. Si empiezas a
volverte loco, lo sabrán.
Él me va a ayudar.
—Está bien, me mantendré calmado. Haré lo mejor que pueda.
Necesitamos movernos rápido. Si sucedió anoche, tal vez haya
algunas cámaras de seguridad de las que podamos obtener algunas
imágenes.
—No de la propiedad de los De Luca. Sabrán que somos nosotros
los que estamos espiándolo y pareceremos culpables—dice Luka.
—¿Qué pasa con el área circundante? ¿Quizás una cámara de
tráfico? — Escaneo las posibilidades en mi cabeza. Tendrían que
sacarla de los terrenos, pero una vez que estuvieran en las carreteras
principales sería mucho más difícil para nosotros identificarlos. No
sabíamos la marca, ni el modelo del coche. Ni siquiera sabíamos si se
fueron a pie. Todo lo que sabíamos ahora es que se la llevaron.
—Puedo investigar eso. Podría aprovechar el sistema de los De
Luca, pero no puedo garantizarlo—dice Sven mientras regresa a su
escritorio para marcar algunas cosas en su portátil.
—Está bien, ¿qué debo hacer? —Miro a los tres.
—Trabaja, asegúrate de que esta familia esté bien. Encuentra toda
la información que puedas sobre Orabella y trata de mantener la
cabeza en orden—dice Sven.
—Vete a casa. Te avisaremos si encontramos algo. Tienes mi
palabra. Quienquiera que tenga a tu mujer también tiene a nuestra
hermana, así que esto es más que una prioridad principal, es nuestra
única prioridad—dice Luka y me aprieta el hombro antes de caminar
hacia su hermano para ayudarlo.
—Vamos, me iré contigo—dice Kaja y agarra mi brazo. Se siente
como si mis pies estuvieran pegados al suelo—. Vamos Josip, no hay
nada que puedas hacer aquí. —Dejo que Kaja me saque de la
habitación. Todo mi cuerpo está tenso como una banda elástica lista
para romperse en cualquier momento.
Camino con él hacia el coche. Él no ha dicho una palabra sobre mí
yendo en contra de las reglas.
—No tuve elección—suelto.
—Lo sé. Amas a esa mujer. Todos sabemos que la amas, pero
debes darte cuenta de que existe una posibilidad real de que esto no
vaya a funcionar como quieres. Ella es prescindible a sus ojos.
Abro la boca para replicar, pero Kaja me interrumpe.
—Pero te prometo que haré todo lo posible para que te la
devuelvan. Esos muchachos también. Si la amas, ahora es nuestra
familia y nunca abandonamos a la familia.
Mis hombros caen cuando siento que se me quita un poco del peso
que había estado sosteniendo. No me decepcionarán. Con o sin la
ayuda de la familia De Luca encontraremos a Bella.
 
Capítulo 10

Josip
 

Pasan tres días y otras dos mujeres han sido secuestradas. Esta
vez una es de la familia Bianucci en la ciudad de Nueva York. No
teníamos alianzas con ellos, pero el Don se acercó a Marko para
averiguar si había alguna información que él estuviera dispuesto a
brindar. Ya no se trataba de mantener la información en secreto,
porque éramos de familias diferentes, ahora se trataba de encontrar a
nuestra gente. Al diablo con las lealtades.
En estos tres días no hemos encontrado más pruebas de dónde
lograron llevar a Bella. Había un video de ella corriendo por el jardín,
un video de lo que parecía la sombra de otra persona y luego ella
corriendo hacia la casa de la piscina. El nivel inferior de la casa de la
piscina estaba demasiado oscuro para que las cámaras captaran quién
había entrado y las cámaras en el piso superior aún no funcionaban.
Con tantas familias diferentes siendo atacadas, Marko pidió una
reunión. Ha pedido que todos los líderes de nuestros diferentes
grupos aliados vengan e ideen un plan para detener todos estos
secuestros.
Estoy en piloto automático cuando llego al Košnica. No me
invitaron explícitamente a la reunión, pero no hay forma de que
pueda quedarme en casa y esperar a que alguien se acerque a mí con
información.
Veo a Wire y Keeley saliendo mientras entro.
—¡Josip! Oh, ¿estás bien? —Keeley me abraza en el momento en
que me ve.
—Sí. ¿Por qué lo preguntas?
—Honestamente, parece que tienes un pie en la tumba. —Ella da
un paso atrás y me mira de nuevo. Vislumbro mi reflejo en una de las
fotos colgadas en la pared y veo inmediatamente de qué está
hablando. Mi cabello rubio claro está despeinado, tengo una barba
muy espesa y creo que me desabotoné la camisa. Me veo como la
mierda, pero nada de eso importa, todo lo que importa es que
estamos un paso más cerca de encontrar a Bella. Tenemos que estarlo.
—Sí, han sido unos días difíciles. —Dirijo mi atención a su esposo,
Wire—. ¿La reunión ya terminó? —No esperaba que saliera nadie
todavía.
—Sí, se han enviado los rescates.
—¿Qué? ¿Para todos? —Hasta el momento, no habíamos recibido
noticias de nadie sobre por qué se habían llevado a nuestra gente.
Nadie había pedido nada. De repente, que todos recibieran pedidos
de rescate al mismo tiempo parecía demasiada coincidencia.
—Sí, hay personas corriendo ahora para hacer lo que tienen que
hacer para recuperar a su gente.
Ella va a volver. Casi me salgo de mi piel de alegría.
—¡Gracias! ¡Tengo que entrar ahí! ¡Gracias! —Me alejo de él y me
doy la vuelta antes de que tenga la oportunidad de decir adiós.
Llamo a la puerta apenas recordando mi lugar. Si el señor Juric está
allí todavía haciendo negocios, entonces sería mala educación de mi
parte irrumpir.
La puerta se abre y entro sin siquiera molestarme en ver quién me
abrió. Marko todavía está allí hablando con Liam junto con Sven y
Luka. Ninguno de los bratoks estaba presente. No veo a Ilia Vavra, ni
a Ivan Sever. Lo más importante, no veo a nadie de la familia De
Luca. Es como dijo Wire, habían ido a buscar a su gente.
Sven y Luka se acercan a mí en cuanto me ven.
—Hicimos todo lo que pudimos, tienes que recordar tu lugar,
Josip—me susurra Sven y se para justo frente a mí para impedir que
Marko me vea.
Las palabras que salen de su boca no tienen sentido. ¿Qué quiere
decir con que hicieron todo lo que pudieron? ¿Acerca de qué?
—¿De qué estás hablando? Wire dijo que todos recibieron pedidos
de rescates.
—Lo hicieron—responde Luka.
—Eso incluía a Bella. ¿Verdad? —Mis manos tiemblan de
ansiedad.
Sven traga saliva antes de continuar:
—Sí, pero la familia De Luca no les dará lo que quieren. No se
realizará ningún intercambio.
—¡Sranje! No pueden dejarla allí. ¡No pueden!—le grito en la cara
y la rabia estalla dentro de mí—. ¡Dónde está ese pedazo de mierda
de Leo! ¡Hijo de puta! —Intento abrirme paso entre Sven, pero tanto
él como Luka me agarran. Ya están tratando de sacarme de la
habitación.
—Stani, ¿što se događa? (NdelT: Espera, ¿qué está pasando?) —
pregunta Marko desde su sillón.
—Nada, está bien—dice Sven que sigue tratando de sacarme del
camino. Puedo ver que Leo no está en la habitación, pero no puedo
dejar de pelear.
—¡Te hice una pregunta, Sven! ¿Qué está pasando? —Marko se
levanta de su asiento y nos mira.
Sven me suelta y camino rápidamente hacia él.
—¿Por qué nadie va a negociar la liberación de Orabella De Luca?
Las cejas de Marko se disparan hasta el nacimiento de su cabello.
—¿Orabella De Luca? —Él se toma su tiempo y camina alrededor
de la mesa hasta que está justo frente a mí. Cruza los brazos sobre el
pecho y una leve mueca aparece en su rostro—. Orabella De Luca no
tiene nada que ver con esta familia, ¿por qué debería preocuparme
por lo que quieren hacer con ella?
—Es asunto mío. Pagaré el rescate. Sea lo que sea—ofrezco de
inmediato.
—No seas tonto, muchacho. Ella es de su propiedad, además de
que no es dinero lo que buscan. Si Andrea y su familia no creen que
la chica sea lo suficientemente importante como para rescatarla,
entonces tendrá que pudrirse donde sea que esté. Así es la vida Josip,
tú lo sabes.
—¡No, no lo es!—grito y doy un paso directamente a la cara de
Marko Juric. El sonido de cuatro pistolas amartillando estalló a mi
alrededor.
Sven, Luka, Liam y uno de los miembros de la seguridad personal
de Marko me apuntan con sus armas. Le falté el respeto por completo
a mi Pakhan. No dice una palabra, solo sostiene mi mirada. Sus
característicos ojos dorados queman mi alma.
Caigo de rodillas inmediatamente frente a Marko y dejo caer mi
cabeza en completa sumisión.
—Te pido perdón. Te he agraviado.
—¿Cómo es eso?—pregunta Marko.
—Me dijeron que me mantuviera alejado de Bella, pero eso fue
después de que ya había pasado una cantidad significativa de tiempo
con ella. El amor no tiene lugar en nuestro mundo, pero ella es mi
mujer. Haré cualquier cosa para recuperarla. Nunca tuve la intención
de enfadarte, pero cuando descubrí quién era ella, ya era demasiado
tarde.
—Josip, esa es la hija de…
Lo interrumpo.
—No quiero nada. Nunca intentaría destronar a Leo, ni a nadie de
allí. No quiero fortuna, ni favores... Solo quiero a mi mujer. Ellos no
la quieren. No les sirve de nada. Quiero decir… simplemente van a
dejar que algún maníaco la tenga, porque no pagarán el rescate. Por
favor, te lo ruego. Debemos convencerlos de que la recuperen. Ella no
se merece esto.
Marko chasquea la lengua.
—Levántate, Josip.
Me pongo de pie y doy un paso atrás para darle un poco de
espacio.
—Si no fuera por los años de lealtad y servicio que me has
brindado, te estaría sacando el cerebro de la cabeza. Has ido en
contra de tu familia y por eso dudo en creer que puedo confiar en ti.
Si no puedo confiar en ti, ¿de qué me sirves?
—¡Padre!—grita Sven detrás de mí.
—¡No puedes, Marko! Josip no. Es solo una mujer—dice Liam
desde detrás de su hermano.
—No me importa si es una mujer o un maldito perro de la calle.
Esta familia, está antes que nada. ¡Si está dispuesto a ir en contra de
nuestras reglas, no pertenece a nosotros!—le grita Marko a Liam
antes de volverse hacia mí, su cara roja de ira y su pecho subiendo y
bajando rápidamente.
—Ya no reclamarás el nombre Juric, Josip. La sangre de mi familia
ya no será tu sello de honor, has deshonrado mi nombre y no mereces
nada más que la muerte. —Marko me mira por un segundo, antes de
regresar a su asiento—. Luka, mata a Josip y saca su cuerpo de aquí.
—Marko. —Puedo escuchar el dolor en la voz de Luka.
—Espera, Marko, creo que podríamos estar perdiendo una gran
oportunidad aquí. —Sven habla esta vez.
—¿Cómo es eso?
—Josip conoce más información que cualquiera de nosotros, y este
último ataque sigue siendo un misterio para nosotros. Incluso si les
damos a esos bastardos lo que quieren, nunca sabremos quién está
detrás. Dale a Josip la oportunidad de volver a caer en tu gracia. Dale
la oportunidad de encontrar a quién se ha atrevido a enfrentarte de
una manera tan atroz.
—¿No escuchaste lo que acaba de pasar, Sven? Sé que siempre has
sido testarudo, pero nunca pensé que fueras también estúpido. Él ya
no es parte de esta familia, ¿por qué desperdiciaría mis recursos
ayudándolo?—
—Sin recursos, sin nuestra ayuda, todo por su cuenta. Si puede
traer pruebas de quién está detrás de estos ataques, creo que tal vez
este pequeño desaire de acostarse con una mujer que nadie quiere,
podría ser perdonado... ¿con el tiempo? —Sven está hablando más
rápido de lo que nunca lo he visto.
Marko mira su plato antes de juntar los dedos frente a su cara por
un minuto. La habitación está tan silenciosa que se podía oír caer un
alfiler.
—Realmente me duele dejarte ir, Josip. Tienes dos semanas, por tu
cuenta, para encontrarme una prueba clara de quién está detrás de
esto. Si la evidencia no es concluyente, si siento que no tiene sentido,
tu muerte no será rápida. Será un ejemplo para todos, que incluso los
desaires más pequeños conllevan las penas más grandes. Vete y no
regreses hasta que el trabajo esté hecho.
Aparta la mirada de mí, es el final de la conversación. Sven se me
acerca y toma todo lo que tengo en mis bolsillos, mis llaves, mis joyas.
Cualquier cosa que hubiera obtenido mientras me beneficiaba de mi
tiempo con la familia Juric y luego me da la espalda. No me lo tomo
como algo personal, a partir de ahora estoy excomulgado. Si me
dijera una palabra, sería una falta de respeto. Cuando miro hacia
Luka y Liam, están en la misma posición, de espaldas al
excomulgado. Salgo de la habitación sin nada más que mi vida para
demostrarlo.
No necesito nada de eso. Todo lo que necesito es la oportunidad
de hacer pagar a los bastardos que lastimaron a mi chica, y eso es
exactamente lo que me dan estas dos semanas. Tiempo y una
oportunidad. El tiempo suficiente para matarlos a todos.
 
Capítulo 11

Josip
 

La precariedad de la situación en la que estoy me golpea en el


segundo en que salgo y voy a mi coche.
Ya no es mi coche. No tengo las llaves. Este coche pertenece a la
familia Juric junto con mi casa y toda mi ropa. Literalmente no tengo
nada más que la ropa que tengo puesta.
Me alejo de mi coche y empiezo el largo viaje... el largo viaje a
ninguna parte. Es increíble lo jodidamente frío que parece el mundo
cuando todo lo que has conocido te lo quitan milagrosamente.
Camino por la concurrida carretera que me llevará fuera de la ciudad
asegurándome de mantener la distancia con los coches que van a toda
velocidad.
Un chirrido de neumáticos llama mi atención.
—¿Josip?
Keeley.
La miro, pero no digo una palabra ya que probablemente ella no
sepa que su padre me sacó de la familia.
—¿Me has oído? ¿Qué estás haciendo?—dice ella a través de la
ventanilla del lado del pasajero, pero sigo caminando.
Cuando la puerta se abre y la oigo correr detrás de mí, me detengo
en seco. Lo último que quiero hacer es alejarla. Ella siempre ha sido
buena conmigo. Le haré saber lo que está pasando y luego seguiré mi
camino.
—No puedes hablar conmigo, Keeley—le digo antes de que pueda
detenerse por completo frente a mí.
—¿Qué, por qué demonios no? —Cruza los brazos sobre el pecho
y saca un poco la cadera, siempre llena de actitud. Escucho pasos
detrás de mí y me giro para ver a su esposo Wire. Sus brazos y manos
llenos de cicatrices de su tiempo en el Wings of Diablo MC. Es uno de
los enforcers más mortíferos que he tenido el placer de conocer y
conozco bastantes.
—¿Todo bien aquí?—pregunta él y yo niego con la cabeza.
—Ninguno de vosotros puede hablar conmigo.
—Sí, eso ya lo dijiste. ¿Pero aún no me has dicho por qué no
debería hablar contigo? ¿Qué está pasando y por qué estás
caminando por la carretera? — Keeley inclina la cabeza y espera a
que responda.
—Tu padre me ha apartado de la familia. Estoy exiliado.
Ella jadea y se lleva una mano a la boca. Keeley sabe exactamente
lo que eso significa.
—¡Imposible! ¿Por qué diablos haría algo así?
—Quiero algo que no me pertenece. —No necesito entrar en
detalles, pero por la forma en que sus hombros caen, sé que entiende
lo que estoy diciendo.
—¿Te enamoraste?
—Sí.
—¿De quién?
—Orabella De Luca.
—¿Orabella? No estoy familiarizado con ella. Conozco a Sloane y
Leo. —Los ojos de Keeley se entrecierran y se muerde la yema del
pulgar tratando de recordar.
—No lo harías, ella tiene su apellido, pero es ilegítima y no
deseada. —Me estremezco ante la idea.
—Si no la quieren, ¿por qué sería eso un problema si quieres estar
con ella?—pregunta Wire. Está profundamente metido en el mundo
de los MC, pero hay mucho sobre la mafia croata que aún tiene que
entender.
—Ella lleva el apellido de los De Luca, si me dejaran estar con ella,
podría presionar por poder en su familia. Además, es una forma de
castigo, su madre engañó a Andrea para tenerla. Era una puta y
simplemente dejó a Orabella pensando que eso haría que Andrea la
aceptara en la familia—me explico, pero asegurándome de mirar
alrededor. Lo último que quiero es que alguien me vea hablando con
ellos y que sean castigados por ello.
—Joder, hombre, eso es ridículo.
—Yo también lo creo, pero ese es el mundo en el que vivo. Al
menos el mundo en el que solía vivir.
—No entiendo, Josip. Nunca he sabido de ningún miembro
exiliado de la familia que no estuviera muerto o enviado a alguna
prisión remota, dejado para que se pudriera y muriera. Lamento
sonar fría, pero ¿qué estás haciendo con vida? —me pregunta Keeley.
—Tu padre me ha dado dos semanas para averiguar quién está
realmente detrás de todos los secuestros. Si puedo mostrarle una
prueba innegable, contemplará la idea de dejarme volver a casa. Sin
embargo, nada de eso es importante, me está dando suficiente tiempo
para encontrar a Bella. Eso es todo lo que quiero hacer. Si me matan
después de eso, que así sea. —Sé que es la más realista de todas las
posibilidades y realmente estoy bien con eso. Mientras Bella esté libre
y a salvo, no me importa qué diablos me hagan.
—¿Encontrar a Bella? Espera, ¿ella es una de las mujeres
secuestradas? —pregunta Wire y yo asiento—. Entonces, ¿por qué no
pagan simplemente el…? —Su boca se convierte en una pequeña O,
finalmente lo entiende—. Ella no es deseada, por lo que pagar el
rescate por ella no es una prioridad en su lista.
—Exactamente. Ellos preferirían que la torturaran y la mataran
antes que ceder ante sus enemigos. —Aprieto los puños y miro hacia
otro lado mientras mi ira intenta regresar.
—Eso es una mierda. En realidad, es típico. No puedo soportar
que te hayan hecho esto por alguna maldita regla tácita. Odio esto. —
Keeley se desahoga antes de extender su mano hacia mí.
Miro su mano y luego la miro a ella, confundido en cuanto a lo
que está haciendo.
—Vamos, vas a venir con nosotros.
Niego con la cabeza y me giro hacia Wire.
—No, no puedo, si me ven hablando con vosotros, podríais
meteros en serios problemas. No.
—¿Qué problema? ¿Cómo él puede decirme con quién debo
hablar? —responde Keeley.
Mis ojos se vuelven hacia ella.
—Eres su hija, ¿no es así? Toda la familia Juric debe evitarme. Lo
sabes, Keeley.
—Soy una mujer casada, si alguien tiene derecho sobre mí es
Dillon. Mi padre ya le ha dado su bendición. Ahora soy parte de una
familia completamente nueva.
Eso era cierto, pero no pensaba que a Marko le importaría la
semántica. Una cosa que sí sé es que nunca lastimaría a su hija. Si hay
alguien que conozco que sería inmune al asesino sádico que es Marko
Juric, es Keeley.
—Sí, vamos. Te tenemos. —Wire regresa a la camioneta y Keeley
me agarra del brazo y me tira hacia atrás.
—¿Hacia dónde caminabas?—me pregunta Wire una vez que
estoy instalado.
—No sé. No tengo nada. En el momento en que Marko me dio la
espalda, me quitaron todo lo que recibí mientras trabajaba para él. No
tengo nada más que lo que ves.
—Joder, vas a necesitar algo más que un poco de ayuda. Vas a
necesitar un maldito milagro para hacer esta mierda—dice él y se da
la vuelta, volviendo a meterse en el tráfico.
Me siento en el asiento trasero de la camioneta y veo pasar el
desierto. No necesito un milagro, solo necesito encontrar algunos
amigos más.
***
Keeley y Wire me acomodan en una habitación en el hotel en el
que se hospedan. Ya no viven en Las Vegas, por lo que Wire no tiene
mucho dinero, pero me da los tres mil dólares en efectivo que tiene
consigo. Aparentemente, tuvo un buen día en una de las mesas de
dados de The Strip. Recibo un teléfono descartable y algunas prendas,
un paquete de ropa interior, dos pares de pantalones y un paquete de
camisetas. Todo mi guardarropa por el resto de mi vida me costó
cuarenta dólares. Se ofrecen a quedarse hasta que descubra algún
tipo de plan y Wire me dice que usaría todos los recursos que tiene
para ayudarme. Es bueno tener amigos en lugares altos. Es posible
que ya no tenga el título de presidente de la sede original del Wings
of Diablo, pero es el presidente de la sede nómada. Solo necesita
pedir algunos favores y me daría todo lo que pueda.
—Lo que necesito en este momento es un portátil. —
Afortunadamente, Keeley había empacado una.
—Aquí lo tienes. Quédatelo si lo necesitas. —Ella me pasa su
MacBook y el cargador.
La necesitaré durante al menos dos semanas. Tomo la
computadora.
—Josip, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Personal?
—Por supuesto.
—Si sabías que estaba prohibida, ¿por qué seguías
persiguiéndola? Sé que ahora estás enamorado de ella, pero estoy
seguro de que eso tomó tiempo.
Cierro los ojos y recuerdo cuando conocí a Bella por primera vez.
—No supe que estaba prohibida hasta unas pocas semanas
después de que nos conocimos. Pero incluso si lo hubiera hecho,
todavía la habría querido. Ella es paz y pureza. Es auténtica. Se
preocupa sin esperar nada a cambio. A pesar de que ha vivido una
vida sola, se abrió rápidamente a mí y fue casi involuntario que yo
me abriera a ella. Nunca sentí que realmente podría ser yo mismo con
alguien. No podía renunciar a eso. No lo haré.
Ella me sonríe y se acerca para darme un abrazo. Esta es la
segunda vez en menos de una semana que alguien me abraza. Se
siente raro.
—Entiendo. Te dejaremos trabajar. Hazme saber si necesitas algo.
—Gracias. Nunca olvidaré esto. —Me alejo de ella y me acerco a la
mesa en la habitación del hotel y ambos se van. Comienzo con la
investigación más intensa que he hecho.
Voy directamente a la web oscura para ver si hay más comentarios
sobre los rescates. Realmente no sabía mucho sobre cómo maniobrar
alrededor de esta plataforma, durante mucho tiempo Sven fue a
quien acudí para obtener este tipo de información. No puedo hacer
eso ahora.
Hay un foro que es usado por los amantes del crimen, un lugar
realmente morboso. Hay momentos en los que podría obtener
información, hoy no es uno de esos días.
—¡Sranje! —Golpeo mi mano sobre la mesa, la frustración hace
que mi pecho se apriete. No estoy llegando a ninguna parte con esto.
Todo lo que necesito es un punto de partida, pero en este momento
parece que no estoy obteniendo ningún lugar donde traccionar.
Podría probar una vía más, pero sin lealtad a la familia, dudo
incluso en hacer el intento.
Tomo el teléfono desechable que compré antes y llamo a Kaja. Tal
vez la palabra aún no ha llegado a las líneas.
Él es mi último contacto en este momento, espero.
—¿Da?
—Soy Josip, Kaja. Espero a que cuelgue o me maldiga.
—Ya no eres parte de la familia. —Su voz es clara y se me caen las
jodidas tripas. Él lo sabe. No va a ser de ninguna ayuda—. ¿Dónde
estás?
Detengo mis dedos para que no desconecten la llamada.
—¿Qué?
—Puedo escaparme un rato, pero no por mucho tiempo. Sven me
habló del trato. No puedes hacer esto por tu cuenta—dice Kaja
hablando rápidamente a través del teléfono.
—¿Qué hay de Marko repudiándome?
—A partir de ahora, me gusta pensar que estás en libertad
condicional. Ayudaré tanto como pueda sin que nos atrapen a los
dos. ¿Dónde estás?
Rápidamente le digo el hotel y el número de la habitación, y se
pone en camino.
Camino de un lado a otro mientras lo espero. Soy dolorosamente
consciente de cada segundo que pasa. Que mierda pasará cuando se
den cuenta de que los De Luca no tienen intención de darles lo que
quieren. ¿Simplemente matarán a Bella? ¿La están lastimando en este
momento?
Meto la mano en el pelo y tiro con fuerza. Gimo mientras mi
mente reproduce imagen tras imagen de lo que podrían estar
haciéndole. Malditos hijos de puta.
Quince minutos es todo lo que le toma a Kaja llegar al hotel, pero
es tiempo más que suficiente para que me vuelva loco de ansiedad.
Casi arranco la puerta de las bisagras cuando llama.
—Carajo, Josip. Necesitas descansar un poco. —Entra en la
habitación, pero no me quita los ojos de encima.
—¿Descansar? ¿Estás jodidamente loco? No tengo tiempo para
descansar. Necesito ponerme en movimiento. No tengo tiempo para
esta mierda. Ninguno. —Cierro la puerta y vuelvo rápidamente a
donde estaba haciendo un mal trabajo en la investigación.
—¿Cómo llegaron los pedidos de rescates?
—Mensajero—responde Kaja de inmediato y se sienta a mi lado,
toma el portátil y abre algunas páginas diferentes de las que yo no
tenía ni idea.
—¿Qué quieres decir con mensajero? ¿Como si alguien entregara
personalmente los pedidos de rescates?
—Exacto, lo hicieron a través de varias empresas privadas de
mensajería. Hicieron que todos y cada uno de los sobres nos llegaran
al mismo tiempo, pero las direcciones de devolución son todas falsas.
Veo sus dedos volar por el teclado mientras hace clic y descarta
todo lo que encuentra.
—¿Dejaron un número de teléfono? ¿Un número de cuenta?
Se vuelve en mi dirección por un segundo.
—Espera, ¿cuáles crees que son los pedidos de rescates?
—Dinero, por supuesto.
—No, ni siquiera cerca. Según lo que escuché, todas fueron
solicitudes para renunciar a ciertas lealtades u oportunidades
comerciales. Sean quienes sean, no quieren dinero, quieren que
renunciemos a nuestro poder, rompamos promesas y contratos,
seamos vistos como débiles. —Kaja vuelve a la computadora y
continúa con lo que estaba haciendo.
Joder, Bella nunca tuvo una oportunidad, no hay forma de que
renuncien a ninguna cantidad de poder por ella. Ella ni siquiera
debería estar allí.
—Necesito averiguar quién se beneficia de esto. Necesito
averiguar quién es tan estúpido como para creer que esta mierda
funcionaría. —Me levanto de la mesa y empiezo a caminar de nuevo.
Mientras Kaja está trabajando, no hay nada que pueda hacer además
de idear formas nuevas y emocionantes de matar a quienquiera que
tenga a Bella.
—Hasta ahora no se habla de los rescates, pero hay un cartel que
parece estar un poco por delante de la curva. Podrían ser realmente
buenos para obtener información o podrían conocerla de primera
mano. Puedo obtener una dirección IP, pero tomará un tiempo.
—Hazlo. ¿Qué hay de las fotos de la desaparición de Sever?
¿Alguna vez identificaron quién era?
Kaja saca la foto del otro lado de la pantalla, esta vez hay otras dos
fotos igual de arenosas de diferentes ángulos, ninguna de las cuales
muestra su rostro, solo su cabello y una parte de su perfil lateral.
—Nada sobre estos dos. Las cámaras en la parte trasera de la
propiedad estaban desactivadas, por lo que creemos que
probablemente salieron a pie. Es la única forma.
Miro la foto, pero tampoco puedo ubicar al hombre. Es como una
aguja en un pajar para averiguar quién es.
Un golpe en la puerta me saca de mi concentración.
—¡Da!— grito
—Soy Wire. Te traje algunas cosas.
Me acerco y le abro la puerta, pero no me molesto en averiguar
qué es lo que tiene. En cambio, me apresuro a volver a donde está
Kaja, no queriendo perderme un segundo después de que descubra
quién es el petulante.
Wire entra en la habitación, pero se detiene en seco cuando ve a
Kaja.
—Está bien, Wire. Éste es Kaja, un vor de la familia. —Cuando veo
los ojos de Wire entrecerrar los ojos, me doy cuenta de que puede que
no entienda ese término—. Es un made man. De confianza.
—¿Pensé que dijiste que todos en la familia tenían que darte la
espalda?
—Kaja aquí decidió que hoy es el día para romper las reglas.
—No, no las rompí, solo las doblé un poco. —Asiente en dirección
a Wire antes de continuar escribiendo.
—No necesitas andar sin protección, Josip. Especialmente una vez
que Keeley y yo volvamos a casa. No creo que esta mierda vaya a ser
fácil. —Wire camina a mi alrededor donde está el pequeño tocador y
se levanta la camiseta.
—No me importa si no es fácil. Tiene que ser jodidamente hecho.
—Miro para ver qué está haciendo.
—Esto ayudará. —Wire saca tres pistolas de la cintura de sus
pantalones, un pequeño frasco de líquido, dos cuchillos y algo más de
dinero en efectivo.
—Maldita sea, ¿de dónde sacaste esto? —Me acerco y recojo el vial
para examinar su contenido… cloroformo. Esto definitivamente sería
útil.
—Llamé a un amigo. —Se encoge de hombros, se arregla la
camiseta y comienza a alejarse—. Keeley y yo vamos a comer algo.
¿Quieres algo?
—No.
—Josip, tienes que comer carajo. En este momento, parece que un
fuerte viento te va a volar por los aires—argumenta Wire—. Estoy a
favor de encargarse de los asuntos, pero ¿de qué jodidamente te va a
servir si tú…? —Él mira por encima de mi hombro a la computadora
—. ¿Qué carajo?
Me doy la vuelta, pero Kaja sigue escribiendo tratando de
encontrar información.
—¿Qué?
—No puedes estar hablando en serio. —Wire entrecierra los ojos y
me quita del camino para que pueda mirar la computadora. Kaja deja
de escribir y también se aparta del camino de Wire. Está tan cerca de
la pantalla que su puto aliento va a empañarla.
—¿Hay algún maldito problema?—pregunta Kaja.
—Sí, hay un jodido problema. ¿De dónde sacaste esta foto?
Me acerco a Wire.
—¿Sabes quién es?
—Sí. Llevamos meses buscando a este pedazo de mierda.
Los latidos de mi corazón se aceleran.
—¿Quién es?
—Ese es Rooster, el ex presidente del Spawns of Chaos MC.
 
Capítulo 12

Bella
 

N
—¡ o, aléjate de mí!—grito cuando uno de los guardias de
seguridad me tira hacia una habitación que solo conozco como el
Infierno.
El mismo grupo de personas está ahí como siempre, esperándome.
Un hombre alto, de piel clara, al que le falta un ojo y una oreja, una
mujer de piel oscura con cabello rubio oscuro cortado en una melena
irregular y, finalmente, un hombre pelirrojo con las puntas
ligeramente decoloradas con un tinte anaranjado. Es el mismo
hombre que me sacó de la casa.
—No sé por qué estás haciendo esto tan difícil. Sabes que es solo
cuestión de tiempo antes de que tu gente venga por ti, todo lo que
tienes que hacer es mantenerte con vida el tiempo suficiente.
Cooperar—dice el hombre pelirrojo y yo solo lo miro fijamente. No
pude cooperar, no sé las respuestas a ninguna de las preguntas que
me sigue haciendo. Solo habían pasado unos días desde que me
secuestraron, pero cada día es peor que el anterior.
—Creo que puede necesitar un poco de coraje, Rooster—dice la
mujer con una siniestra sonrisa en su rostro.
—Muñeca, realmente odio hacerte esto, pero debes aprender qué
batallas pelear y cuándo debes rendirte. Ahora, ¿me vas a hablar
sobre el acuerdo de Octubre y Leo De Luca?
Respiro profundamente.
—¿Cuántas veces tengo que decirte que no sé nada? Él es solo mi
medio hermano y no tengo el privilegio de saber nada de lo que está
pasando con la familia.
Les había dicho a todos lo mismo una y otra vez, pero o no me
creían o simplemente disfrutaban escuchándome gritar.
—Métela en la bañera—dice Rooster y los dos guardias que me
sacaron a rastras de la habitación me empujan hacia una gran bañera
con forma de palangana. Parece estar hecho de una madera pesada.
Desde el exterior es como una tina normal, pero una vez que
vislumbro el interior, veo dos grandes aros de metal que sobresalen
del fondo. Me meten adentro, amarran mis muñecas y tobillos a uno
de los aros, así que estoy sentada con las rodillas contra el pecho y los
brazos entre las piernas.
—¿Estás segura de que no hay nada que quieras decirme? ¿Qué
acerca de los guardias por los que te pregunté ayer?
—No sé nada—repito.
—¿Un poco de ayuda, Camy? —Rooster llama a la mujer que
aplaude una vez y corre hacia donde estoy. Toma un trozo de cuerda
de uno de los guardias y se para detrás de mí.
Me estremezco de sorpresa cuando la siento tirando de mi cabello
peinado en una cola de caballo desde que llegué aquí.
—¿Qué estás haciendo?
—¡Cierra la puta boca! No quieres ayudarnos, eso significa que no
tienes ninguna razón para estar hablando—me grita Rooster.
Siento que Camy envuelve la cuerda alrededor de mi cabello
como un coletero antes de comenzar a trenzarlo con la cuerda
entrelazada en los mechones. No entiendo lo que está haciendo hasta
que sacude mi cabeza completamente hacia atrás, estirando mi cuello
tanto como puede y amarra la cuerda al aro detrás de mí.
En esta posición no solo es difícil respirar, sino que mi espalda
está arqueada tanto como puede y mi cabello está tirado hasta el
punto de casi arrancarme el cuero cabelludo. Solo puedo mover la
cabeza ligeramente de un lado a otro para sentir alivio.
Salto cuando un fuerte ruido seguido por una corriente de agua
brota detrás de mí.
—Qué demonios es esto. —Apenas puedo hablar con la cabeza en
esta posición. Inclino la cabeza ligeramente hacia un lado y puedo ver
que el agua está llenando rápidamente la bañera hasta mis
pantorrillas.
—Por favor. No sé nada. No valgo nada para ellos.
—Eres su familia, compartes su apellido, vives en su casa. No
puedes ser inútil sin importar lo que trates de hacerme creer—dice
Rooster mientras camina lentamente hacia el hombre al que le faltan
un ojo y una oreja. Ambos están a mi lado, puedo verlos por el rabillo
del ojo. Nunca lo he oído hablar, pero sé que puede. De vez en
cuando Rooster se inclinará y el hombre le susurrará algo al oído…
una orden.
Rooster puede ser el que habla, pero es el hombre con un ojo el
que tiene el poder.
El agua sube hasta mi pecho y empiezo a tirar de mis ataduras. Mi
boca está seca, porque estoy hiperventilando. Tiro de la sujeción de
mi cabello sin importarme si me arranco cada mechón de cabello,
pero la trenza y la cuerda lo hacen imposible. Siento ardor en ciertas
partes de mi cuero cabelludo donde me he arrancado el cabello, pero
no es suficiente para liberarme.
A medida que el agua se abre camino hacia mi pecho, el pánico
realmente comienza a devorarme. Grito y les pido que tengan piedad
de mí. Lloro y maldigo a todos en mi vida, empezando por mi madre
buscadora de oro por obligar a Andrea a tenerme como hija. Después
a Andrea por no pasar por alto el hecho de que soy una hija ilegítima.
—Háblame del trato de Octubre—oigo decir a Rooster.
—¡Oh Dios! ¡No sé! ¡Lo juro! ¡No sé! Por favor. ¡Por favor! —Todo
mi cuerpo tiembla de miedo mientras pateo y tiro de mis ataduras
deseando que un hueso se rompa o un trozo de carne se arranque
para poder liberarme. Siento el ardor cuando las ataduras cortan mis
tobillos y muñecas, pero no es nada comparado con el ardor en mi
pecho mientras mi corazón palpita más rápido que nunca y mis
costillas luchan por expandirse en la posición en la que estoy. El agua
me llega hasta el cuello y la nuca.
—No… ¡Ayúdame! ¡Ah!—grito y con las últimas fuerzas que
tengo y tiro de mis brazos. Siento un tirón fuerte y un pop sordo—.
¡Ahhh!—gimo con un dolor intenso porque mi hombro se ha
dislocado.
El agua cubre mis oídos y ya no puedo escuchar lo que sucede en
la habitación. Digo mis oraciones finales mientras el agua llega hasta
la línea de mi cabello y comienza a cubrir mis ojos. Algo se mueve
detrás de mí y tan repentinamente como comenzó, el chorro de agua
se detiene, dejando solo mis ojos, boca y nariz fuera del líquido.
Lloro de dolor, de alivio y de miedo..
Los espasmos en mi espalda son tan dolorosos después de unos
momentos de estar atrapada en esta posición que se siente como si los
huesos se estuvieran rompiendo.
Abro la boca para gritar, pero en el segundo que lo hago, un
chorro de agua se precipita dentro. Toso y trato de escupirla, pero
con cada movimiento mi cara se cubre con el agua. Me obligo a
quedarme quieta y tragar lo que tengo en la boca, toser lo mejor que
puedo en esta posición y aun así mantener las vías respiratorias
abiertas.
—Por favor, no me dejéis. No me dejéis—digo lo más fuerte que
puedo, pero es demasiado tarde. Por mi visión periférica, veo que la
puerta se abre y los tres salen. Sin siquiera darme una segunda
mirada.
***
Me desmayo tres veces en esa posición, pero cada vez me vuelvo a
despertar como si me estuviera ahogando. Se siente como si me
hubieran tenido aquí por horas. Lo único que puedo hacer es
permanecer despierta y mantener la cabeza en esta posición. Es la
única manera que tengo de sobrevivir.
La puerta se abre, Camy y Rooster vuelven a entrar. Estoy tan
cansada que ni siquiera puedo rogarles que tengan piedad de mí.
Nunca he sido de las que piensan en el suicidio, pero estoy lista para
girar la cabeza hacia un lado y ahogarme. No valgo nada de todos
modos.
—¿Mirarías a mi pececito? Esa es una posición tan bonita para ti.
—Rooster se inclina sobre mí—. Bien, si quieres guardarte tus
secretos, supongo que no puedo sacártelos a la fuerza. Quizá mañana
quieras ayudarme. —Saca un cuchillo largo y lo presiona en mi cara.
No me inmuto. Quiero que lo haga, que acabe con esto.
Mete su brazo en la tina conmigo y corta la cuerda que ata mi
cabeza al lazo. La liberación repentina hace que mi cuerpo se incline
hacia un lado. Como mis manos y piernas todavía están atadas, mi
cabeza se hunde más bajo el agua. No tengo energía para
enderezarme e incluso cuando mis pulmones comienzan a
agarrotarse por toda el agua que estoy tragando, todavía se siente
mejor que estar en esa posición.
Rooster se toma su tiempo para soltarme las manos y los tobillos.
Me saca de la bañera y me deja caer en el suelo duro. Vomito agua
espumosa y toso todo el tiempo tratando de inspirar el aire que tanto
necesito. Estiro las piernas y el brazo que es funcional. El dolor de
tratar de usar mis extremidades después de quedar atrapada en esa
posición es insoportable.
—Llévala de vuelta a la habitación, saca a la mujer Bianucci.
Los guardias me sacan del Infierno y me regresan a la habitación
con el resto de las prisioneras. Grito porque no sienten simpatía por
mi brazo lesionado o el tormento por el que acabo de pasar. Todo lo
que les importa es obtener la siguiente en la lista. De eso se trata todo
esto, una constante sesión de tortura repetitiva.
Hago todo lo posible por ponerme de pie cuando llegamos a la
habitación en la que me han obligado a permanecer, pero mis pies no
quieren trabajar para mí. Lo intento de nuevo, porque sé que, si me
arrastran, será mucho peor. El suelo es de madera podrida, una
fuente constante de desechos y astillas. Aquí hay once mujeres, solía
haber doce, pero una fue asesinada hacía unos tres días. Su cuerpo
todavía está tirado en el medio del suelo, hinchado y trayendo
moscas. El hedor eriza los vellos en el interior de mi nariz. Las once
de nosotras estamos alineadas en una pared encadenadas por el
tobillo por una cadena corta. Solo he estado aquí por unos días, pero
algunas de las otras mujeres han estado aquí por semanas. Aunque
estamos todas juntas, las que llevan más tiempo aquí se han vuelto
casi salvajes. La tortura constante, el dolor y quizás lo peor de todo, el
hambre les están pasando factura. No nos dan de comer. Bajan una
botella de agua de un litro que se supone que debemos compartir
entre todas. No nos lavan, y solo hay un balde que debemos pasar
por la fila cuando alguien tiene que hacer sus necesidades. Hay una
mujer aquí que tuvo su menstruación, sin productos femeninos,
sangró a través de su ropa y por sus piernas. La sangre seca todavía
está pegada a ella. Ella lo tiene peor cuando somos capaces de
dormir. Los insectos muerden y se arrastran más sobre ella. Esos
mismos insectos son lo único que algunas de las mujeres han comido
desde el principio.
En una ocasión cuando entró Rooster, una de las mujeres le había
preguntado cuándo nos iba a dar de comer. La mató a golpes delante
de nosotras, la misma mujer que ahora se está pudriendo en el suelo.
Recuerdo darme cuenta de lo loco que estaba cuando nos dijo que, si
teníamos tanta hambre, ella era toda la comida que necesitábamos. Él
tenía la intención de que comiéramos la carne de la mujer muerta. Ni
siquiera he mirado en esa dirección, pero he descubierto a algunas de
las mujeres que han estado aquí más tiempo mirando esa carne
pútrida como si fuera la cena del domingo.
—¿Tu brazo?
Katarina Juric, la mujer a mi izquierda y la única con la que he
hablado desde que estoy aquí, me habla. Su voz croa con cada
palabra.
Tomo aire a través de mis dientes apretados. El dolor en mi brazo
palpita con cada latido del corazón.
—Tenemos que volver a poner eso en su lugar. —Se gira hacia mí,
sus movimientos son lentos. Sus labios están tan agrietados que
sangran con cada palabra.
—No puedo, no quiero moverme—gruño.
—Cuanto más tiempo lo dejes, más difícil será. —Ella hace todo lo
posible por sentarse.
—No, no puedo. —Sé lo que tiene que hacer, pero no creo que
pueda manejar el dolor.
—El dolor desaparecerá una vez que vuelva a su lugar. —Katarina
niega con la cabeza y parpadea un par de veces, probablemente para
sacar la niebla de su cerebro.
Intento mover el brazo cojo, pero no pasa nada, solo más dolor
punzante.
—Bien, hagámoslo. —Me doy la vuelta por completo para que mi
cara quede contra la pared y mi brazo herido esté cerca de ella.
Apoyo la cabeza contra la roca resbaladiza y dejo que coloque mi
brazo. Grito en agonía. Algunas de las chicas lloran mientras otras me
dicen que me calle y me muera. Mi cuerpo tiembla y mi piel se siente
fría. Estoy segura de que estaría sudando si ya no estuviera tan
deshidratada.
Después de cinco intentos, Katarina finalmente puede volver a
colocar mi brazo en su lugar. Ella tenía razón, el dolor disminuye
dramáticamente cuando está de vuelta en el alvéolo. Pero, así como el
dolor en mi brazo comienza a disminuir, el dolor en mi cabeza
aumenta a niveles apenas tolerables. Me toco el cuello y me sale
sangre pegajosa de la cabeza. Me toco la cabeza y efectivamente hay
varios lugares donde me arranqué el cuero cabelludo. En algunos
lugares se arrancaron grandes trozos y otros tienen pequeños cortes
donde la piel se partió.
—Lo siento, no puedo hacer nada al respecto—dice Katarina
mirando mi cabeza.
—Está bien. Solo tengo que recordar no apoyar la cabeza en el
suelo. —Intento bromear al respecto, pero empiezo a pensar en los
insectos que trepan por mi piel para llegar a las heridas abiertas en mi
cabeza. Uso mi brazo bueno para levantar mi largo cabello y
envolverlo lo mejor que pude en un moño alto. En momentos como
éste me arrepiento de mantener mi cabello tan largo.
—Yo les dije—dice Katarina sentada contra la pared.
—¿Qué?
—Les dije todo lo que querían saber. Traicioné a mi familia. —Sus
ojos se cierran con fuerza, pero no hay lágrimas.
—Por supuesto, les dijiste, tu familia sabrá que no tenías otra
opción. —Hago todo lo posible para consolarla.
—Realmente no conoces a mi padre, ¿verdad?—dice con desdén y
se vuelve hacia mí. Sus brillantes ojos dorados son lo único en su
rostro que muestra un poco de vida.
—No, desafortunadamente, nunca he tenido el placer.
—El placer. Conocerlo no habría sido un placer. Pasé años
tratando de demostrarle a mi padre que soy lo suficientemente
buena. No crecí con él, pero siempre hizo notar su presencia. Lo
admiraba. Lo idolatraba. Solo para descubrir que nunca sería lo
suficientemente buena, porque tengo una maldita vagina entre las
piernas. Le tomó años antes de que me dejara convertirme en una
bratok. Es el rango más alto que jamás tendré. Cuando descubra que
lo delaté, me matará o me obligará a dimitir. Espero que sea lo
primero.
—No hables así. Se resolverá. Todo saldrá bien. —Froto su brazo y
tiro de ella para abrazarla. Su cuerpo se estremece mientras lágrimas
sin agua recorren su cuerpo. Cuando se aleja, sus labios encuentran
los míos en un beso íntimo. Mi cerebro tarda un segundo en darse
cuenta de lo que está pasando. Me alejo abruptamente.
—¡Katarina no!—siseo.
—Mmm, lo siento. No pude evitarlo. Cuando me dijiste que no
estabas casada, pensé que tal vez había una posibilidad.
—No estoy casada, pero estoy tomada. Algo así. —Suspiro y trato
desesperadamente de recordar cómo suena Josip. Por alguna razón,
me cuesta recordar el tono exacto y la cadencia normal de su voz.
Puedo verlo en mis sueños y recuerdos, pero ya no puedo escucharlo
bien. Es doloroso.
—¿Algo así como? ¿Cómo puedes ser tomada?
—Bueno, es complicado—digo sin querer aburrirla con mi larga
historia.
Ella sacude la cadena atada a su pierna.
—¿Parece que voy a ir a alguna parte pronto?
Me detengo a pensar en el hecho de que es alguien de su familia,
ella puede enojarse o incluso encontrar una manera de castigarlo. No
quiero eso, pero quiero decir su nombre a alguien. Que alguien sepa
cuánto lo amo.
—No quiero meter a nadie en problemas, es uno de tu gente. —No
la miro, pero siento que su cuerpo se mueve cuando se gira en mi
dirección.
—¿Uno de mi gente? ¿Es parte de la familia Juric?
Asiento con la cabeza.
—¿Por sangre o por honor?
—Honor.
—Qué tal esto, lo que sea que hablemos en este maldito lugar se
quedará aquí. No lo abordaré si alguna vez salimos, además de que
mi padre terminará conmigo antes de que pueda decir algo. —
Cuando la miro, mueve animadamente las cejas haciéndome reír—.
Entonces, ¿quién es?
Cierro los ojos y saboreo la sensación de su nombre en mi lengua.
—Josip.
—¡Jebote!—dice Katarina en voz alta—. Mierda, ¿hablas en serio?
Nunca en un millón de años lo habría adivinado. Es un pez tan frío.
Muy remilgado y elegante. ¿Josip? ¿En serio?
—Él no es así. No el verdadero Josip. Cuando ya no tiene que
ponerse una fachada para las personas que lo rodean, Josip es cálido.
Es cariñoso y atento. Posesivo. Es perfecto. —Esas palabras no le
hacen justicia, pero es todo lo que tengo ahora.
—¿Por qué nunca te he visto entonces? ¿Esto es nuevo entre
vosotros dos?
—No. Ha estado sucediendo durante años, pero ¿recuerdas
cuando te dije que era ilegítima y que mi familia básicamente me ve
como un punto negro en su perfecto árbol genealógico?
—Sí.
—Bueno, también significa que tengo prohibido casarme o estar
con alguien, especialmente alguien con lazos con una familia
diferente. No quieren que mi esposo intente abrirse camino hacia un
lugar de poder. No quieren que mi semilla sea la que lleve el apellido
De Luca. Soy un error que solo quieren lavar. —Suspiro y mi cabeza
late más fuerte con el movimiento—. Josip y yo mantenemos una
relación secreta desde hace dos años.
—Guau... eso es simplemente... guau. —Katarina se recuesta
contra la pared, con las cejas todavía levantadas y una mirada
pensativa en su rostro—. Sabes que no podrá venir por ti, ¿verdad?
—Lo sé.
Nunca voy a salir de aquí, no con vida. Mi familia no va a venir
por mí, ni pagar por mí, Josip tampoco va a poder hacerlo. Miro hacia
la puerta por la que nos trajeron a todos y fantaseo con verlo entrar.
Las fantasías son todo lo que tendré.
 
Capítulo 13

Josip
 

Descubrir que el hombre de la foto es Rooster es solo una pieza


del rompecabezas, pero no el primer paso. Según Wire, Rooster había
hecho algo así antes con un enemigo de su club. Duo, la hija de Liam
Juric, es a quien ayudó a secuestrar. Ahora parece que le gusta.
Todavía no sabemos dónde está Rooster, lo que sí sabemos es dónde
trabaja el señor Finn Montgomery. Finn es el de la dark web con toda
la información.
Una vez que Kaja es capaz de conseguirme un nombre y una
dirección, puedo empezar a moverme. Descubro dónde trabaja, los
nombres de su esposa e hijos, dónde está enterrada su madre,
seguido de todas sus deudas y secretos que querría mantener ocultos.
Incluyendo el hecho de que tenía la desagradable costumbre de
reunirse con adolescentes menores de edad.
Esa es mi entrada. Lo atraigo con promesas de una cita con una
estrella del atletismo de secundaria de 16 años. Es sorprendente lo
fácil que es para mí lograr que esté de acuerdo, unas pocas fotos de
archivo de Internet y la promesa de algo más son suficientes para que
acepte reunirse. Cuando hago que Keeley lo llame, es un trato
cerrado.
El único problema es que vive en Colorado, así que tengo que ir
allí. Wire puede organizar algo con uno de sus hermanos del Wings
of Diablo, Fly. Aparentemente, es un piloto con bastantes conexiones.
Tengo un vuelo privado solo tres horas después de decir que lo
necesitaba.
Kaja tiene que quedarse cerca de la familia en caso de que lo
llamen, pero los tres prometen que, si necesito ayuda con algo, todo
lo que tengo que hacer es llamar. Wire se ofrece a acompañarme, pero
no puedo arriesgarme a que vuelva Marko y que le haga algo a
Keeley como castigo. No creo que la lastime, pero hay otras cosas que
se pueden hacer para que se arrepienta de haberme ayudado.
Tomo el dinero que me dan, la foto de Rooster y la dirección del
hombre del que obtendré mi primera ronda de respuestas.
***
El hombre está de acuerdo en encontrarnos en dos días. Paso el
día siguiente comprando cosas que necesitaré para que hable. Estoy
casi mareado de emoción ante la idea de ser yo quien lo haga hablar.
He estado presente en innumerables sesiones de tortura, permanecí al
margen mientras otros mutilaban y mataban. Conozco la peor y más
lenta de las formas en que alguien puede morir. Planeo asegurarme
de que Finn me diga todo lo que sabe antes de que acabe con su inútil
vida.
La diferencia entre todos los demás miembros de la familia y yo es
que ahora no tengo correa. No hay límites que no pueda cruzar, no
hay reglas que deba seguir, nada más que mi propia satisfacción.
Me comunico con Kaja todos los días para ver si ha habido alguna
actualización. Hasta ahora, la mayoría de las familias han comenzado
a ceder ante las demandas de rescate. Pero hasta el momento no se
han devuelto rehenes. No Bella.
Todos los días sé que todavía está desaparecida y el demonio en
mí crece más y más hambriento de muerte y sangre.
La casa a la que le ordeno a Finn que venga está un poco apartada
y cerca de una de las viejas pistas de esquí cerradas. No hay nieve en
este momento, por lo que no hay turistas que puedan tropezar
accidentalmente conmigo. La casa en realidad es una casa segura de
los Wings of Diablo y la tengo a mi disposición.
Preparé el interior tal como le había dicho a ese pedazo de mierda
de Finn que haría… con pétalos de rosa y velas. Cuando escucho que
el coche se detiene, coloco la silueta femenina de utilería que compré
en la tienda de artículos para fiestas. Nada como una imagen para
que baje la guardia. La puerta de su coche se cierra de golpe y puedo
escucharlo subir las escaleras. En la puerta, con una letra bonita y
femenina, hay una nota que le dice que entre, que el timbre no
funciona correctamente.
El hombre de aspecto desagradable y escuálido entra sin mirar a
su alrededor.
—¿Katie? ¿Estás arriba, dulce niña? —Tiene una pequeña bolsa de
plástico en la mano con lo que parece ser un vino de mala calidad.
Mide unos diez centímetros menos que yo y puedo ver la caspa en su
suéter oscuro. Me escondo en las sombras un rato más hasta que está
completamente dentro de la casa. Preparo el trapo en mi mano y
espero mi momento—. Katie, soy… —Sus palabras se interrumpen
cuando presiono el trapo con cloroformo contra su boca y nariz.
Lucha durante unos segundos antes de caer inconsciente al suelo.
Ahora que empiece el dolor.
 
Capítulo 14

Josip
 

Q
—¿ ué carajo… qué es esto? ¡Ayuda! ¡Ayudadme, alguien! ¡Por
favor! ¡Oh Dios, por favor ayudadme!—grita Finn cuando finalmente
se despierta.
—¡Šuti! (NdelT: ¡Cierra la boca!) —le ladro y me acerco para que
pueda verme—. Mantén la boca cerrada a menos que te dé permiso
para hablar. Si no lo haces, las cosas irán de mal en peor mucho más
rápido de lo que me gustaría.
—¿Quién… quién eres? ¿Qué es lo que quieres?
Retiro mi mano y lo golpeo directamente en la cara. Tiene que
escupir la sangre ya que no puede girar la cabeza. Lo tengo desnudo
y atado a una larga mesa de madera que parece ser usada para
picnics.
—¿No me escuchaste decirte que mantuvieras la boca cerrada? —
Agarro su cabello y cuando finalmente puede abrir los ojos, asiente
con la cabeza—. Bien, ahora Finn, hiciste algo malo. Solo estoy aquí
para obtener algunas respuestas de ti. ¿Sabes quién soy? Puedes
hablar cuando te haga una pregunta. —Retrocedo y espero a que
hable.
—El padre de Katie, mira, yo no iba a hacerle nada… solo iba a
hablar con ella.
—Deja de mentir, Finn. Sé de tu obsesión enfermiza y retorcida
por las niñas. Debería matarte solo por eso, pedazos de mierda como
tú me hacen feliz, de que no tengo hijos. Katie no existe. Necesitaba
traerte aquí y esa artimaña fue la forma más fácil. Quiero que
respondas algunas preguntas sobre lo que está pasando con todos los
secuestros... La familia Juric, la familia Sever, la familia Vavra, la
familia Bianucci —Con cada nombre que digo, sus ojos se agrandan
más y más.
—¿Secuestros? No sé nada sobre secuestros. —Agarro una
herramienta de la mesa auxiliar y rápidamente me acerco a él.
Tirando de la mordaza desde el cuello hasta la boca y me pongo a
trabajar.
Un taladro manual con altas RPM es maravilloso para atravesar la
piel. Me aseguré de conseguir uno con cable de alto voltaje para no
perder energía. Son compactos y nadie cuestiona a alguien en una
ferretería comprando un taladro nuevo.
Coloco la broca en el centro de su rótula y mantengo presionado el
botón de encendido. Apenas puedo escuchar sus gritos por encima
del ruido y el zumbido de la poderosa máquina. Afortunadamente,
compré unas gafas protectoras por recomendación de la vendedora,
la seguridad es lo primero, había dicho ella. La sangre y pequeñas motas
de hueso vuelan hacia mi cara mientras perforo su pierna con todas
mis fuerzas. La broca con punta de diamante atraviesa el hueso y el
tejido blando antes de atravesar la articulación y finalmente salir por
el otro lado de la pierna.
Mi rostro y mi pecho están cubiertos de su sangre y, aunque sigue
gimiendo, no es suficiente. Este bastardo ayudó a que se llevaran a mi
Bella. ¿Cómo se atreve a acostarse aquí y decirme que no sabe
quiénes son?
Rápidamente me acerco a su otro lado y repito el proceso en esa
otra pierna. Cuando termino, el suelo está resbaladizo con su sangre
y tengo que usar un poco de la cuerda para hacer unos torniquetes
para que no se desangre.
Me acerco a la parte superior de la mesa donde Finn está
convulsionando y gimiendo de dolor. Sus gritos se detuvieron a la
mitad de la segunda rodilla.
—Ahora, voy a preguntarte de nuevo y si me das una respuesta
que no creo que sea verdadera, voy a tomar el taladro y hacerte
muchos agujeros más. ¿Lo entiendes?
Él asiente con la cabeza lentamente.
—Bien. —Bajo la mordaza—. ¿Qué sabes al respecto?
—Solo soy un trabajador de Interpol. No sabía que algo así iba a
pasar. Lo lamento. Lo lamento. Por favor... No me hagas más daño.
Por favor. —Su súplica es lamentable y casi lo golpeo de nuevo solo
para que se calle.
—¿Estás diciendo que no tuviste nada que ver con eso?
—No. No lo hice—responde, pero primero duda. Los mentirosos
consiguen el taladro.
Le acerco la mordaza a la boca y él me grita que espere incluso
antes de que pueda volver a levantar el taladro. No esperaré. No
tengo tiempo para la misericordia. Necesito respuestas directas,
ahora mismo.
Hago cuatro agujeros nuevos en el cuerpo de Finn. Uno en cada
mano y uno en cada hombro, luego uso la cera de las velas que he
estado quemando para verter en cada una de estas heridas abiertas.
La cera actúa como una especie de agente cauterizador, no es el
mejor, pero servirá por ahora. Esta vez se desmaya y tengo que
despertarlo antes de que pueda terminar.
Una vez que todo está en su sitio de nuevo, le quito la mordaza y
espero a que se calme un poco.
—No estás perdiendo tanta sangre. Esto podría continuar por
mucho tiempo. —Me limpio las gafas y espero a que empiece a
hablar de nuevo.
—Sé quiénes son los objetivos, pero nunca supe exactamente
quién está detrás de ellas. Te lo juro Me dijeron que, si los ayudaba,
me pagarían cinco millones al año por el resto de mi vida y se
asegurarían de que nunca fuera a la cárcel por… mi enfermedad. —
Un ceño fruncido aparece en mi rostro, es un maldito pedófilo, no
voy a tener lástima de él.
—¿Qué te hicieron hacer?
—Fue un proyecto largo, de casi un año. Me dieron una lista de
nombres que necesitaba encontrar cada vez que salían del país o
compraran algún medio de transporte. Registros de automóviles.
Luego me dieron nombres de personas asociadas con toda esa
información. Al final de todo, había al menos tres cajas de
información. —Toma una respiración profunda y continúa—. Una
vez que se fueron, no escuché nada. Ningún dinero, sin inmunidad,
me estafaron. Entonces, busqué la información, incluido el historial
de viajes del hombre con el que había estado en contacto. Fue
entonces que todo comenzó a encajar. Fotos de algunas de las
mujeres que me hicieron buscar y que fueron transportadas a trenes y
aviones privados.
—Quiero el nombre de tu contacto y toda la información que
encontraste.
—No lo tengo… está en el trabajo. —Él niega con la cabeza.
—¡Lažljivac! (NdelT: ¡Mentiroso!) —Ni siquiera me molesto con la
mordaza, sino que tomo el taladro y se lo meto en el ojo. Solo toma
un segundo para que el bocado atrape y arranque el globo blando de
su cara—. ¡Deja de mentirme!
Estoy seguro de que no lo dejó en el trabajo, probablemente ni
siquiera lo buscó en la computadora de su trabajo. Todas esas
computadoras del gobierno están monitoreadas. Incluso si encontrara
toda la información en el trabajo, seguramente no la almacenaría allí.
La información está en algún lugar que solo él conocería y accedería.
Apostaría dinero que tiene una copia guardada en la nube.
Le castañetean los dientes y su único ojo bueno gira en su cabeza.
—Dime dónde puedo encontrarlo o empiezo a hacer tunear tus
intestinos.
—A salvo. En internet.
Joder, lo sabía.
Me apresuro a mi bolso y saco mi portátil. Uso la ropa del hombre
para limpiarme las manos antes de abrirlo y colocarme donde pueda
ver. Es un proceso difícil, pero me guía a través de todos los
cortafuegos y puertas traseras hasta que llego a la información que
había guardado en el servidor. La abro primero y son casi 10
gigabytes de documentos y fotos escaneados, videos y números.
Junto con la información de un pequeño equipo especializado en
secuestros. No sé que sean parte de ninguna familia, pero lo
averiguaré. Lo guardo todo en mi nube personal usando una
contraseña de cifrado para que sea más difícil acceder.
—Suéltame. No sé nada más. Por favor—gime Finn débilmente
desde la mesa. No hay forma de que pueda hacer eso. Ya me ha visto
la cara y sabe que estoy buscando a estas personas. Es un lastre,
además hay otros pecados que necesita expiar.
—Buen trabajo, ahora que ya no tengo nada de eso, hablemos de
lo que ibas a hacer con Katie. —Agarro mi taladro mientras él llora
derrotado.
Al final de la noche, había hecho la uretra de Finn mucho más
ancha, sus testículos mucho más pequeños y su habilidad para gritar
pidiendo ayuda mucho más fuerte. Lo mato perforando agujeros en
sus pulmones y lo veo asfixiarse con su propia sangre.
Estoy exhausto después de eso. No sé cómo la gente hace esto
todo el día y todavía puede caminar como si nada hubiera pasado.
Todo lo que quiero es una bebida y una siesta.
Le digo a Wire que mañana terminaré con la casa y que hay un
regalo para que se ocupen sus compañeros de limpieza. Luego me
quito la ropa, me ducho y me voy a dormir. Me siento un poco más
en paz que en los últimos días y un paso más cerca de recuperar a mi
Bella.
 
Capítulo 15

Josip
 

Me toma otros cuatro días encontrar y llegar a la ubicación de mi


próximo objetivo. Revisé la información que obtuve de Finn. No sé
sobre las otras familias, pero por toda la información que tenía sobre
la familia Juric, sabía exactamente de qué se trataba, fechas de envío,
reuniones con asociados y socios comerciales. Solo sabía de estas
transacciones, porque había asistido a cada una de ellas. Me aseguré
de que los tratos fueran sólidos y se mantuvieran. Corroboré que
cada detalle coincidiera con lo acordado. Quienquiera que esté detrás
de esto tenía una lista de todas las transacciones comerciales de las
que formaban parte las familias. Ellos podrían escoger a cuáles
querían que renunciaran. Es casi genial. Averiguar cuál es la
demanda de algo y luego forzar a quien lo está suministrando a dar
un paso atrás.
Wire ha sido un maldito regalo del cielo. Utilizo a su gente y a él
para viajar y averiguar quién es el líder del grupo. Continúa
preguntándome si necesito que él venga y me ayude, pero sigo
negándome.
De camino al bar de peep show 2que a mi próximo objetivo le gusta
visitar, recibo una llamada que no esperaba.
—¿Da?
—Soy Kaja, Josip—dice y espera mi respuesta. No debería estar
llamándome. Algo ha pasado.
—¿Qué está sucediendo? —Me apoyo contra la pared,
conteniendo la respiración hasta que empieza a hablar de nuevo.
—Han comenzado a liberar a las rehenes. Katarina logró regresar.
Oh Dios.
—¿Bella?
Kaja no responde a mi pregunta.
—Katarina quiere hablar contigo.
—¡Kaja, no! —Intento decirle, pero es demasiado tarde, ya está
cambiando el teléfono. Katarina es una bratok, con rango superior a
Kaja en la familia y la hija de sangre de Marko. Si hay alguien que
debe respetar las reglas es ella.
—¿Estás ahí, Josip?
—Estoy exiliado, no puedes…
Ella me interrumpe antes de que pueda terminar.
—Al carajo con eso. A la mierda con todo eso ahora mismo.
Escúchame. Tienes que moverte más rápido.
Conocía a Katarina desde hacía años y rara vez había encontrado a
una mujer más insensible que ella. Nunca la he visto llorar. Aunque
puedo escuchar la emoción y el graznido de su voz en este momento.
—Bella todavía está viva y te ama. Es fuerte y luchadora, pero no
durará mucho más. ¡Dime que estás cerca de encontrar una
respuesta!—solloza Katarina e inspira entrecortadamente.
—Sí, estoy cerca. Creo que estoy cerca. Estoy a punto de atrapar a
uno de los guardias que formaba parte del grupo de secuestradores—
respondo rápido.
—Bueno, estábamos todas en un mismo lugar. No sé la ubicación,
pero si él te dice dónde nos dejó, encontrarás a Bella. Encuéntrala y
tráela a casa.
Pongo mi mano libre en mi cabello y tiro. Sabía que el tiempo se
estaba acabando, pero escuchar a Katarina decir esto es como un
signo de exclamación en el tictac del reloj. Estoy tan cerca, pero tiene
razón, tengo que moverme más rápido. Ya ha pasado una semana del
tiempo que me ha dado Marko. Necesito terminar esto ahora.
—Lo haré.
—No quiero creer que lo harás, le dije que no lo harías. Una parte
de mí cree que ella sabe que lo harás. —Katarina me desea suerte y le
devuelve el teléfono a Kaja.
—¿Dónde estás?
—Chicago.
—¿Qué diablos estás haciendo allí?
—Es donde está el Doberman. —Miro hacia la entrada del sórdido
bar y observo a la gente que entra y sale.
—¿Doberman? Nunca he oído hablar de él.
—Sí, yo tampoco. Pero está a punto de oír hablar de mí—gruño al
teléfono y Kaja tiene el descaro de reírse.
—¿Qué diablos es gracioso?—le ladro.
—Josip, nunca te he visto matar a un maldito insecto, pero aquí
estás conspirando para matar y torturar a los hijos de puta. Es un
buen cambio para ti.
—Ya sabes lo que dicen, son de los silenciosos de los que te tienes
que cuidar. Te avisaré cuando tenga más información. Gracias, Kaja.
Cuelgo antes de que pueda decir algo más. Camino hacia el club y
Doberman es el primer bastardo que veo. Es alto y musculoso, con
una cola de caballo y se está quedando ligeramente calvo en la parte
superior.
Me quedo allí y observo a las chicas bailar, bebiendo la cantidad
adecuada de alcohol para que parezca que no lo estoy esperando
específicamente. Se queda allí durante unas horas y cuando está listo
para irse, se tambalea.
Espero unos segundos para que no parezca que me voy detrás de
él y luego salgo. Hago todo lo posible para que parezca que estoy tan
borracho como todos los demás que salen del club, pero en realidad,
solo he tomado un trago. He estado dejando todas las otras bebidas
por el bar.
Encuentro a Doberman detrás del bar cerca de su coche meando
como un maldito idiota en el lado de la pared. Mierda desagradable.
Me coloco detrás de él, espero a que vuelva a meterse la polla en los
pantalones y le inyecto un sedante en el cuello. No es instantáneo y se
gira para pelear conmigo.
—Hijo de puta, ¿qué diablos es esto? —Sus palabras se arrastran
tanto por la medicación como por la bebida.
—Tu Juicio Final, sospecho.
—¡Vete a la mierda, chico! —Mueve un pesado brazo en mi
dirección. El hombre tiene al menos el brazo unos ocho centímetros
más largo que el mío. Si voy a pelear con él, tendré que acercarme lo
más posible a su cuerpo. No es algo que quiera hacer, pero en
realidad no me está dando otra opción. Me deslizo debajo de su golpe
y doy un paso hacia adelante. Lo golpeo dos veces en el costado y uso
el codo para golpearlo una vez en la barbilla. No soy el hombre más
grande, así que en un día normal cuando está sobrio, mis golpes
probablemente no harían mucho para detenerlo. Excepto que hoy, al
estar tan borracho, tropieza y es todo lo que necesito para
desmayarlo. Le doy puñetazos en la cara hasta que el último, junto
con la droga que le inyecté, es suficiente para noquearlo. Lo dejo allí
junto a la pared y su coche apresurándome a buscar mi vehículo de
alquiler.
Ni una sola persona ha pasado y miro alrededor del área para ver
si hay cámaras de vigilancia. Eso es lo bueno de estos lugares
miserables. Nadie quiere que lo atrapen saliendo de uno.
***
La próxima vez que Doberman se despierta está atado a una
columna de hormigón con un collar especial alrededor del cuello.
Pensé que era gracioso que se pusiera el nombre de un perro solo
para ser asesinado por un collar.
—¿Qué carajo quieres? —Su voz se arrastra y mueve la cabeza de
un lado a otro tratando de encontrarme. Hace frío en Chicago, tuve
que hacer una pequeña fogata para mantenerme caliente mientras
esperaba a que se despertara. Me froto las manos una vez más antes
de acercarme a él.
—Te voy a matar. ¡No tienes idea de con quién diablos te estás
metiendo! He matado a hombres tres veces tu tamaño. ¡Pedazo de
mierda! —me grita
Espero con impaciencia a que deje de despotricar.
—¿Sabes quién soy, Doberman?
—Sí, un jodido hombre muerto—gruñe.
—No, tú lo serás en breve. —Le doy una sonrisa cortés y doy otro
paso más cerca de él—. No soy un hombre que tenga mucho tiempo
ni nada que perder, Doberman. Tú, por otro lado, tienes todo que
perder. Tu rango, tu dinero, tu vida.
Se ríe exageradamente.
—¿Crees que me importa si muero? ¡No! He estado esperando la
muerte durante una década.
—¿En serio? Déjame ayudarte con eso entonces. —Presiono un
interruptor en la bomba rudimentaria que he colocado en su cuello y
comienza una cuenta regresiva de doce minutos.
—¿Qué es esto? ¿Qué estás haciendo? —La bravuconería que
había en su voz hacía unos segundos se ha ido y el miedo ocupa su
lugar.
—Tienes doce minutos para contarme todos los detalles de los
secuestros. De la familia Juric, la familia Bianucci, la familia Vavra, de
todas ellas. Si no lo haces, este pequeño dispositivo te volará la
cabeza y te la arrancará del cuerpo. —Abre la boca para hablar, pero
levanto la mano para detenerlo—. Antes de que digas algo sobre que
si te mato no obtendré la información, recuerda que tienes todo un
grupo por el que puedo pasar. Os mataré a todos y cada uno de
vosotros hasta que obtenga las respuestas que necesito.
—No sé de qué estás hablando.
Miro el reloj.
—Once minutos.
—¡Mira! Quítame esto y te diré todo lo que sé.
—¿Qué va a hacer esto contigo? Kao muha bez glave (NdelT: Como
una mosca sin cabeza). ¿Qué vas a lograr dando rodeos? —Inclino mi
cabeza hacia un lado y solo miro al idiota.
—¡Está bien, está bien! ¡Mierda! Mi grupo y yo fuimos contratados
para infiltrarnos y secuestrar a una lista de personas. Nos pagaron
bien a todos, diez millones a cada uno, nos dieron la mitad por
adelantado y la otra mitad la recibimos una vez finalizado el trabajo.
—Déjame adivinar, ¿nadie apareció con la segunda mitad?
—No, los hijos de puta nos estafaron. Planeamos y entregamos a
todas esas mujeres solo para recibir mierda al final.
Saco una foto de Rooster del bolsillo.
—¿Es este el hombre para el que estabas trabajando?
—Ese es uno de ellos. Rooster. Al menos así dijo que se llamaba.
El hijo de puta loco. Insistió en que lo dejáramos venir a las misiones
con nosotros. Hizo las cosas interesantes. Había otros dos que
trabajaban con él. Una mujer llamada Camy y un hombre cuyo
nombre nunca supe. Rooster habló todo el tiempo, pero parecía que
el otro hombre era el que estaba a cargo de todo. Él nunca habló. Ni
una sola vez.
Miro el cuello del hombre. Quedan siete minutos.
—Siete minutos, será mejor que empieces a hablar más rápido.
—¡Mierda, hombre, qué carajo! Te estoy dando todo. ¿Qué diablos
quieres saber? —Tira de las ataduras, pero me aseguré de que
estuviera bien atado. No tengo tiempo para tratar de atraparlo y
sujetarlo si logra escapar.
—¿Dónde las dejaste? ¿Cuántas dejaste?
—Doce, dejamos doce—dice él rápidamente—. Tratamos de
regresar por el resto de nuestro dinero, pero los guardias dispararon
y mataron a dos de mis hombres antes de que pudiéramos abrir la
boca. Rooster nos dijo que, si alguna vez volvíamos a dar la cara, el
castigo sería más severo. Aceptaría cinco millones en lugar de la
muerte cualquier día.
Quedaban cinco minutos.
—¿Dónde está?
—Benton Harbor, Michigan. Hay una pequeña vía de servicio en
Graham Avenue que te lleva a Ox Creek. Hay algunas empresas y un
campo de golf, hay un gran desarrollo comunitario que están
utilizando. Está todo cerrado, todavía en construcción. Llevaron a las
mujeres allí. ¡No sé exactamente a que casa! ¡Ahora, vamos, quítame
esto! —Se queja y el sudor le cae por la cara. Quedan poco menos de
cuatro minutos.
Agarro el collar, pero en lugar de apagarlo, solo me aseguro de
que esté seguro. No hay forma de que lo apague, ni siquiera había
sido una opción.
—Secuestraste a mi mujer y la entregaste a esos jodidos
monstruos. ¿De verdad crees que te dejaré ir?
—No, no puedes… ¡espera! Puedo ayudarte, llevarte adentro.
Podemos sacarle todo. —Se sacude y tira—. ¡Vamos, hombre, por
favor! ¡Suéltame!—llorisquea con fuerza. No necesito que él me haga
entrar. No quiero sacarles todo. Quiero recuperar a mi mujer. Él no es
necesario para eso. Me alejo de él rápidamente. La cantidad de
explosivos que usé en el collar es más que suficiente para volarle la
cabeza. Estamos en un sitio de construcción abandonado, así que,
aunque no me preocupa despertar a los vecinos, todavía tendré que
hacer un poco de limpieza. Me dará tiempo suficiente para pensar en
mi próximo paso. De una forma u otra mañana será el último día de
toda esta mierda. Mañana, tendré a mi Bella.
 
Capítulo 16

Josip
 

El bastardo había dicho la verdad sobre todo. De hecho, hay una


pequeña comunidad de casas todavía en construcción justo al lado
del río. El problema que tengo es que no sé en cuál de estas casas
podría estar Bella.
Hablé con Kaja esta mañana y me aseguró que nada había
cambiado, nadie llamó para decirles que Bella había sido asesinada.
Me dijo que se transmitieron nuevos pedidos de Marko, ya que mis
dos semanas casi habían terminado. Si no cumplía con mi parte del
trato, vendrían a matarme. Eso está bien, no estaba tratando de huir
de ellos. Solo estoy tratando de asegurarme de que mi mujer esté
segura.
Me quedo atrás unos minutos y solo examino la escena. Hay
algunos coches, pero realmente no veo a nadie conduciendo o
caminando. Hay un coche que me sorprende ver aquí. Es un Maserati
y por lo que parece en muy buen estado.
Necesito moverme rápido.
Le informo a Wire que este es el final del camino y que tendré que
salir de la ciudad rápido y regresar a Las Vegas, por lo que le pidió a
Fly que organice un vuelo privado para mí. Sólo necesito llegar a la
pista de aterrizaje privada. No sé si voy a tener a alguien
persiguiéndome, así que realmente espero poder confiar en lo que me
dijo.
Todas las casas se ven iguales y Katarina realmente no pudo
decirme nada, además de que hay un largo pasillo que conduce a
unas escaleras. El problema es que ninguna de las casas está
completamente construida excepto dos y ya las había revisado.
Me pongo la capucha sobre la cabeza y empiezo a avanzar.
Compruebo la primera casa que todavía está en construcción y
descubro que los cimientos ni siquiera están bien colocados. Me
muevo de allí y me apresuro a pasar a la siguiente. Hay un guardia
acostado en una plataforma semi construida con un cigarrillo en la
boca mirando hacia el cielo nocturno. A la mierda él y su relajación.
Saco uno de los cuchillos de la funda en mi costado y lo más
silenciosamente que puedo me acerco sigilosamente por detrás de él
y golpeo el delgado metal en un costado de su cabeza. Su sien es lo
suficientemente suave como para no ofrecerme ninguna resistencia.
Un pequeño chorro de sangre brota de la herida cuando saco el
cuchillo de su cráneo. Reviso los bolsillos del hombre para ver si tiene
algo útil. Encuentro un teléfono, pero está protegido con contraseña.
Lo deslizo en mi bolsillo, alguien más puede ser capaz de abrirlo.
La casa de al lado está un poco más construida, pero ninguna de
las ventanas está abierta. Me agacho y empiezo a caminar hacia allí,
pero un enjambre de guardias de seguridad sale por la parte trasera
de una ellas corriendo en mi dirección.
Joder, saben que estoy aquí.
Me agacho cuando un coche viene de la dirección opuesta y se
encuentra con los hombres que corren desde la otra casa por el centro
de la calle. Una mujer sale y comienzan a hablar. Lo que sea que se
digan parece un poco animado, pero realmente no puedo captar
ninguna de las palabras.
La mujer vuelve al coche y se dirige hacia donde están
estacionados los otros coches, mientras todos los guardias corren en
mi dirección. Tengo que salir de aquí antes de que me atrapen. No
hay forma de que pueda enfrentarlos a todos yo solo.
Corro hacia la casa sin ventanas mientras el grupo pasa corriendo
junto a la casa en la que estaba y se dirige hacia la cerca. Deben estar
tratando de acercarse por detrás. Podré pasar desapercibido por un
segundo más o menos en esta casa. Justo cuando llego a la ventana,
un guardia que no vi viene caminando por la esquina. Me lanzo en su
dirección antes de que pueda verme y agarro su barbilla y la parte
superior de su cabeza.
—Qué carajo…
Le rompo el cuello antes de que pueda decir la frase completa o
pensar en contraatacar. Me aseguro de que su cuerpo no toque el
suelo, sino que lo arrastro hacia un lado de la casa donde podría ser
más difícil de ver para uno de los otros guardias. Necesito salir de la
vista y rápido.
Salto por la ventana y justo cuando estoy a punto de ponerme de
pie, algo fuerte me golpea en un lado de la cabeza. El golpe es
suficiente para hacerme tambalear, pero sé que, si caigo, eso es todo.
No puedo desmayarme. Necesito pelear. La persona vuelve a
balancear la tubería, pero el balanceo es descuidado. Trato de sacar
mi cuchillo, pero mi mano aterriza en la culata de mi arma. En el
mismo movimiento agarro la tubería, saco mi arma y empujo al
bastardo contra la pared.
Coloco el arma debajo de su barbilla, pero la persona es mucho
más pequeña de lo que hubiera anticipado. Mi corazón se rompe en
dos y vuelve a suturarse mejor que antes, cuando veo bien a quién
estoy sosteniendo.
—Oh... joder... ¿Bella?
 
Capítulo 17

Bella
 

Justo cuando pensaba que la vida no podía empeorar, lo hace.


Estos bastardos fueron fieles a su palabra. Todos los que pagaron
los rescates recuperaron a su familiar. No soy una de esas personas y
sé que no lo seré. Aunque estoy segura de que una vez que se den
cuenta de que lo mío no va a salir como ellos quieren, Rooster y sus
amigos me matarán. Ese no es el caso. Tal como está la cosa ahora,
solo estamos otra mujer y yo, Christine Bianucci se fue. El dolor ahora
solo se divide entre nosotras dos. En lugar de matarme como pensé
que harían, me he convertido en su juguete personal.
—¡Levántate! —El agua de un cubo grande me salpica la cara y
me tiran del pelo antes de que tenga la oportunidad de despertarme.
—¡Qué! ¡Suéltame!—grito y trato de levantarme, pero me muevo
demasiado rápido.
Me atan a una silla fuera de la sala principal. Una habitación en la
que nunca he estado.
—¿Qué es lo que queréis? —Miro alrededor de la habitación y veo
que hay otros dos hombres además de Rooster y el hombre con las
cicatrices en la cara. No sé mucho sobre los negocios de otras familias
y quién es quién, pero apostaría mucho dinero a que estos dos
hombres son parte de la mafia de alguien.
—No la conozco. ¿Estás seguro de que es parte de la familia De
Luca?—dice uno de los hombres con un acento europeo muy
marcado.
—Sí, los pendejos no quisieron pagar el rescate. Supongo que no es
un miembro importante, pero estoy seguro de que todavía hay una
petición por ella.
—Le preguntaré a Yemen. Aunque lo dudo, ¿por qué no matas a
ésta?
—Odiaría que todo ese trabajo se desperdiciara. —Rooster se
encoge de hombros—. Déjame traer a la otra. Su familia no pudo
pagar el rescate a tiempo, pero hicieron un gran esfuerzo.
Los dos salen del espacio dejándome con el segundo hombre que
no conozco.
—Eres una pequeña cosa bonita, ¿verdad?—dice el hombre y se
acerca a mí.
—No soy una pequeña cosa—le gruño. Mi voz es débil, pero lo
fulmino con la mirada.
—Oh, no, no seas mala. —Él se acerca y trata de acariciar mi
cabello. Aparto la cabeza y su mano no da en el blanco.
—¡Maldición, no me toques!—le grito lo mejor que puedo.
Me agarra la cara y pasa una mano por mi cabello. Grito en agonía
porque mi cuero cabelludo no está curado y él tirando de mi cabello
solo vuelve a abrir las pequeñas costras que han comenzado a
formarse.
—No debes entender qué coño está pasando aquí. Estamos aquí
para averiguar qué hará Ilia contigo. No vales nada en este momento.
Podría tenerte para mí si se lo pidiera. Aprenderás a complacerme.
Estarás rogando por mi polla en poco tiempo. Sé amable conmigo y
tal vez te tome para mí en lugar de dejar que te vendan a las guaridas
de los gladiadores. Ahora dame un beso. —Inclina su rostro más
cerca del mío. Espero el momento perfecto y le muerdo el labio.
Siento que mis dientes aprietan y un músculo se corta. Trato de
balancear la cabeza de un lado a otro, pero su mano sigue sujetando
mi cabello.
—¡Maldita perra! —Me golpea una y otra vez hasta que lo suelto.
Cuando lo hago y miro hacia arriba para ver su rostro, noto que su
labio inferior está colgando. No completamente cortado, pero solo
unido, por un lado. Me río al verlo.
Se lleva la mano a la boca y gime de dolor.
—¡Mmmm, maldita puta de mierda! —Él corre hacia mí y
comienza a patearme y golpearme. Patea tan fuerte la silla en la que
estoy atada se rompe y soy capaz de rodar como una bola una vez
que libero mis brazos de la madera detrás de mí, tirando de ellos
debajo de mis piernas y de regreso al frente de mi cuerpo.
—¡Te voy a matar! —Continúa pisoteándome y golpeándome, la
sangre de su labio está goteando libremente sobre mí. Ruedo hacia el
otro lado cuando una de las patadas me obliga a toser sangre.
Justo a mi lado está la silla de madera rota. Todavía tengo las
muñecas atadas, pero puedo mover las manos.
—¡Ay!—grito y me arqueo hacia adelante cuando me da una
fuerte patada en la espalda.
Cuando me enrosco, agarro la madera que está justo a mi lado.
Está un poco podrida, pero hay algunas piezas que todavía están en
muy buen estado y parecen lo suficientemente afiladas como para
causar algún daño.
No creo que sea suficiente para matarlo, pero al menos es
suficiente para herirlo. Levanto la pieza de madera y la golpeo contra
su muslo. Me lleno las manos de astillas, pero la pieza se clava en su
muslo como esperaba.
—Oh Dios. ¡Qué mierda! ¡Ilia! ¡Rooster!—grita el hombre y cae al
suelo. No sé lo que hice, pero sí sé que en el momento en que el
hombre golpeó el suelo y se quitó la madera de la pierna, grandes
chorros de sangre formaron un arco en el aire. Me quedo allí con las
manos esposadas frente a mi cuerpo y lo miro por un segundo hasta
que me doy cuenta de lo que estoy viendo y lo que significa para mí.
No sé cómo salir de aquí, pero al menos tengo que intentar escapar.
Tengo que intentarlo. Me pongo de pie y miro alrededor de la
habitación. La habitación en sí parece más una sala de
almacenamiento que un dormitorio, pero hay piezas de metal,
tuberías y madera por todas partes. Recojo uno de los tubos que me
sería bastante fácil de llevar y sostener en mi mano y corro hacia la
puerta. Cuando la abro, uno de los guardias de seguridad ya se dirige
hacia mí. O escuchó al hombre gritar o viene para llevarme de
regreso a la sala comunitaria. Tenía que deshacerme de él.
—Oye, ¿qué carajo es lo que estás haciendo? —Él se precipita en
mi dirección; levanto el tubo y le golpeo la cabeza con todas mis
fuerzas. Un fuerte crujido estalla en el aire y el hombre cae al suelo.
Bajo el tubo una y otra vez hasta que ya no se mueve. No reviso para
ver si está muerto. No me importa si lo está. En este momento, lo
único que me importa es que no me va a perseguir. Salto sobre su
cuerpo y abro otro juego de puertas. Hay un pasillo largo y luego un
conjunto de escaleras que conducen hacia arriba. Recuerdo haber
caminado por este largo pasillo mientras aún tenía los ojos vendados,
pero no recuerdo haber subido nunca las escaleras.
—¿Qué diablos está pasando aquí?—escucho personas detrás de
mí, están más lejos, pero nadie todavía está en mi línea de visión.
Parece que la mayoría de los guardias de seguridad se han ido. Está
inquietantemente silencioso. Corro escaleras arriba. Cuando llego al
rellano, me doy cuenta de que estoy en una casa. No está terminada,
de hecho, solo queda el esqueleto de la casa en este momento. ¿Por
qué diablos alguien construiría todo ese espacio en la planta baja
antes de terminar la casa real? Esto debe haber tardado mucho en
construirse.
Realmente no quiero estar caminando en una casa sin terminar,
porque estoy segura de que nada es estable y, además, estoy a la
intemperie. No hay un lugar para que me esconda. En cuanto suban
las escaleras, verán dónde estoy.
Corro a pesar del dolor en la espalda, el costado, el brazo y los
pies. Ni siquiera me detengo a recuperar el aliento. Más abajo hay
otras casas que están terminadas o casi. No sé dónde se encuentra
este lugar, pero no creo que pueda correr a casa. Necesito idear un
plan, necesito pensar con claridad por un segundo.
Escucho motores y personas gritando, pero no me doy la vuelta
para ver qué tan cerca o qué tan lejos están de mí. Necesito
concentrarme en escapar de aquí, eso es todo lo que ahora importa.
Hay una casa que está casi terminada, pero faltan las ventanas. Me
deslizo por una de éstas y me aprieto lo más que puedo contra una
de las paredes. Me llevo las manos a la cara y lloro. No salen
lágrimas, pero la adrenalina de todo lo que está pasando en este
momento está empezando a pasarme factura. No puedo hacer que
mis manos dejen de temblar y mis oídos captan cada sonido que
escucho. Pasan varios coches, pero no me asomo para ver dónde se
detienen. No quiero arriesgarme y que me vean.
—Ella está aquí. Sé que esa maldita perra todavía está aquí en
alguna parte. ¡Ésta es la maldita razón por la que no puedes ser
amable con estas putas! Te toman por tonto—grita alguien.
—¿Los dejo solos por un segundo y todo se va al carajo? ¿Qué está
pasando? —Esta vez conozco la voz, es Camy, debe estar regresando
de donde sea que haya ido.
—Una de las chicas escapó.
—¿Mierda? Bueno, ¿quién es? ¿La De Luca o la Bianucci?
—De Luca.
—Como sea, ella no vale nada, divertíos con ella, muchachos.
Necesito ir a hablar con Ilia sobre la otra. Tenemos nuestro pago. —
Después de unos segundos, escucho que un motor se enciende y un
automóvil se aleja.
—Ve allí y revisa esa casa. No ha podido salir de la propiedad. Las
puertas siguen cerradas. Ella todavía está aquí tratando de
esconderse.
Me llevo una mano a la boca y hago lo posible por no llorar. He
estado en esta posición antes, escondiéndome de un hombre que
estaba tratando de atraparme. La última vez no terminó muy bien
para mí.
Los pasos se mueven en una dirección diferente, pero no sé a
dónde van ni cuántos guardias hay.
—¿Qué carajo-?—dice uno de los hombres afuera, pero no escucho
nada más después de eso.
Escucho pasos moviéndose en mi dirección.
Oh Dios. Me van a encontrar. Mi corazón trata de salirse de mi
pecho. Estoy tan cerca de ser libre que no me pueden atrapar ahora.
Intento hacer lo mismo que había hecho en el sótano. Me pego
contra la pared y cuando el hombre entra, me balanceo con todas mis
fuerzas. Aterriza con fuerza contra su cabeza, pero no es suficiente
para noquearlo. Me balanceo de nuevo, pero el hombre se estira y
agarra el tubo antes de que pueda hacer contacto. Me lo arranca de la
mano, luego me golpea con fuerza contra la pared y presiona una
pistola debajo de mi barbilla.
Oh, Dios, no.
Cierro los ojos con fuerza y espero la bala que acabará con mi
vida.
—Oh... joder... ¿Bella?
Vuelvo a abrir los ojos y el hombre que tengo delante se quita la
capucha de la cabeza y retira la pistola de mi barbilla.
Mi respiración se atasca en mi garganta mientras lanzo mis manos
todavía atadas sobre su cabeza y hacia su cuello. Lo abrazo con
fuerza y sollozo enormes lágrimas de alivio.
Mi caballero de brillante armadura ha llegado, Josip está aquí.
 
Capítulo 18

Josip
 
—Jebote... Oh, Dios mío. Bella. Oh Dios. Lo siento. ¡Joder! —
Presiono mis labios contra los suyos y ella cae sobre mí.
—Estás aquí, Josip. No puedo creerlo—dice ella y me devuelve el
beso.
—¿Qué carajo es esto? —Saco sus brazos de alrededor de mi
cuello y veo que sus muñecas todavía están encadenadas—. Tenemos
que sacarte de aquí.
—No, no te preocupes por eso, tenemos que regresar. Todavía hay
alguien allí. —Ella se aleja de mí, pero no la suelto. Honestamente, no
sé si alguna vez la soltaré.
—Bella, me importa una mierda cualquier otra persona. Tenemos
que irnos ahora. —Agarro sus muñecas con más fuerza y tiro de ella
en la dirección opuesta.
—No, por favor, no podemos dejarla ahí, no lo entiendes. ¡Por
favor! —Esos ojos azul claro se clavaron en los míos y aunque todo en
mí me dice que me vaya como alma que lleva el diablo de aquí, haré
cualquier cosa para sacar esa mirada de sus ojos.
—¿Quién más está ahí?
—Hay un hombre llamado Rooster, una mujer llamada Camy y
otro hombre del que no estoy segura. Hay un hombre nuevo llamado
Ilia, y otro que estoy segura que maté. No sé cuántos guardias hay,
pero mucho menos de los que había antes. Es la única razón por la
que pude escapar.
Chispazos de sorpresa en mi mente. Ese no es un nombre común,
pero no hay forma de que Ilia esté aquí. Ilia Vavra fue el primer
afectado por esta mierda, ¿por qué carajo estaría aquí?
—Ilia… ¿Alguna vez dijeron un apellido? ¿Cómo era?
—No recuerdo era difícil de ver, aunque es la primera vez que
escucho de él. Nunca antes ha estado aquí.
Ésta podría ser la prueba, si realmente es Ilia Vavra el que está
detrás de esta mierda, entonces Marko necesita saberlo. Estoy en
guerra con mi necesidad de sacar a Bella de aquí y obtener la prueba
que necesitaría para reunirme con mi familia.
—Si volvemos a esa habitación, harás todo lo que te diga, Bella. Si
te digo que te des la vuelta y corras, eso es lo que harás. ¿Lo
entiendes? —Mantengo mi mirada en la suya esperando que me dé
una respuesta. Quiero regresar con mi familia, pero su seguridad es
lo primero, a la mierda todo lo demás. Si vuelvo a casa y me quieren
matar, que así sea. Mientras Bella esté a salvo, eso es todo lo que
importa.
—Lo entiendo, estoy contigo. —Ella agarra mi mano lo mejor que
puede con las esposas todavía en las suyas.
Salgo por la parte de atrás de la casa que aún está en construcción
y me dirijo a la casa de la que Bella me dijo que acababa de escapar.
Hago todo lo posible por no pasar por un terreno demasiado
irregular, ya que le cuesta trabajo enfocar la vista.
Sigue diciéndome que está bien, pero puedo ver la cojera y la
forma en que se agarra el costado cuando tiene que moverse más
rápido de lo que le gustaría. Mi mujer está sufriendo.
—¿Estás segura de que vas a ser capaz de hacerlo? No te ves bien.
—Lo último que necesito en este momento es que ella lo estropee
todo porque estoy tratando de averiguar exactamente qué está
pasando aquí.
—Estoy bien, lo juro. Solo quiero salir de aquí lo antes posible,
solo tenemos que buscar a Christine primero—me susurra ella.
Finalmente llegamos al largo pasillo del que Katarina me había
hablado y puedo escuchar a alguien hablando. Un fuerte acento
europeo y una actitud arrogante en su voz.
—Necesito a su familia si voy a tomar el control de la costa este.
Ya tengo todo el oeste. Creo que tal vez debamos esperar un poco
más para que su familia pague el resto del rescate. —Me presiono lo
más cerca posible de la pared y me aseguro de que Bella haga lo
mismo. Empujo la puerta para abrirla un poco y, efectivamente, Ilia
maldito Vavra está allí hablando con Rooster, una mujer que asumo
es Camy, y su jefe de seguridad, Butcher. El rostro de Butcher fue
cortado por una familia rival, dejándolo con un solo ojo, una oreja y
una capacidad parcial para hablar.
No sé qué carajo está pasando, pero sé que Marko y el resto de
ellos se alegrarán de saber que la serpiente en la hierba no es otro que
el mismísimo Ilia Vavra.
Saco el teléfono y tomo algunas fotos. También tomo un video,
pero ni siquiera tengo tiempo para enviárselo a nadie, un fuerte golpe
en la parte posterior de mi cabeza me obliga a soltar el teléfono y
protegerme.
—¡Oh, mierda! Josip—grita Bella.
Me quito de encima a la personas detrás de mí, saco el arma y
disparo dos veces. El guardia cae al suelo en un montón.
—¡Qué carajo!—grita Rooster y viene en dirección a la puerta a
todo marcha. Me paro detrás y lanzo todo mi peso contra la puerta
que se abre y lo golpea en la cara. El golpe lo deja inconsciente.
—¿Qué demonios es esto?—grita Camy mientras corre hacia
donde está Christine Bianucci, tratando de arrodillarse detrás del
cuerpo de la mujer secuestrada para cubrirse.
—¿Josip? Hubiera esperado a alguien más que a ti—dice Ilia
mientras le apunto con mi arma.
—Sorpresa. —Sonrío y aprieto el gatillo. La bala le da en el pecho
a la derecha y cae contra Butcher.
Un fuerte silbido viene detrás de mí. Rooster prendió fuego a una
de las paredes y de alguna manera se escapó por donde entramos.
Todo el lugar no es más que yesca y madera podrida. Estamos
rodeados de llamas antes de que pueda parpadear.
—¡Ahhh! ¡Rooster! ¡No, maldición no me dejes!—grita Camy en la
puerta donde están ella y Christine. Las llamas las tienen a ambas
encajonadas.
—¡Bella vete! —Me giro para gritarle y es entonces que la veo con
el teléfono todavía en la mano y la luz encendida. Ella debe haber
estado usándolo para ver en la oscuridad.
—¡No! ¡No voy a dejarte!
—¡Por el amor de Dios, mujer! ¡Vete!
Vuelve a negar con la cabeza y sé que no sirve de nada discutir
con ella.
Ilia y Butcher se han escabullido por otro camino. Por lo que
puedo decir, no hay forma de Christine y Camy logren salir de aquí
desde donde están encajonadas.
—¡Jebote!—maldigo y me lanzo a través de las llamas, mi sudadera
y mis pantalones se chamuscan, pero afortunadamente no se
incendian. Agarro la silla y rompo las patas de madera, lo que le
permite a Christine ponerse de pie. Agarro a Camy y, aunque soy su
enemigo, la amenaza de quemarse viva es suficiente para que se
aferre a mí como si fuera su vida. No hay nada que podamos hacer
además de seguir adelante.
—Nunca lo lograremos—dice Christine a mi lado.
—Solo tenemos que correr. Ve rápido—digo entre dientes—. ¡Uno,
dos, tres! —Los tres corremos a través de las llamas. No tengo tanta
suerte como la primera vez. Mi sudadera se incendia primero y luego
la camisa de Christine.
—¡Joder! ¡No! —Christine balancea los brazos en completo pánico.
—¡Detente!—le grito—. Maldita sea, detente. —Me quito la
sudadera lo más rápido posible antes de derribar a la mujer en pánico
al suelo y apagar el fuego.
—¡Tú!—le gruño a la mujer acurrucada en el suelo—. O nos
encuentras una manera de salir de aquí o todos moriremos
quemados.
—Por ahí. —Incluso en este intenso calor, los dientes de Camy
castañetean de miedo. Supongo que quemarse hasta morir no es una
prioridad en su lista de formas de morir.
Sigo sus instrucciones y atravesamos un largo pasillo de
habitaciones, en una habitación hay una mujer fallecida hinchada en
el centro.
El fuego aún no ha llegado tan lejos, pero sé que es solo cuestión
de segundos.
—Bella, teléfono. —Ella me lo entrega sin dudarlo. Estoy
absolutamente extasiado de ver que no ha dejado de grabar. Paso el
teléfono sobre el cuerpo de la mujer muerta. A pesar de que su rostro
está en mi dirección, no puedo distinguir quién es.
Las llamas ahora lamen su camino a través de esta puerta y el
humo se está volviendo insoportable.
—Tenemos que salir de aquí—digo y los cuatro salimos corriendo
por la última puerta.
—Oh, Dios—grita Bella mientras tropieza con uno de los
cadáveres en el suelo y cae. Hay un montón.
—¿Qué carajo es esto?—me giro hacia Camy, pero ella no dice una
palabra.
—Los guardias. Estaban matando a los guardias—sisea Christine.
No quieren testigos de lo que estaban haciendo. Esto tenía todo el
jodido sentido del mundo. Sin testigos, sin nadie que les diga a los
demás qué carajo está pasando.
Una fuerte explosión estalla detrás de nosotros y todas las chicas
gritan. Toda la frágil estructura está a punto de derrumbarse a
nuestro alrededor.
—A la mierda esto. —Camy corre hacia la puerta de al lado
dejándonos atrás al resto.
—¡Oye, espera un maldito minuto! Sranje—agarro a Bella y sigo a
Camy.
Hay otro conjunto de escaleras que conducen desde el sótano al
otro extremo de la casa sin terminar. Me lanzo encima de Camy antes
de que pueda alejarse más de nosotros.
—¿A dónde carajo crees que vas? La única manera de escapar de
nosotros es si te meto una maldita bala en la cabeza. —Le doy la
vuelta para que la mujer pueda ver mi cara. Solo que, en lugar de
miedo, veo una estúpida sonrisa en su rostro.
—¿Qué crees que hará llevarme contigo? Ya ganaron. No hay nada
que nadie pueda hacer.
—Sí, tal vez ellos se escaparon, pero pensaron que no eras lo
suficientemente importante para su plan como para llevarte con ellos.
Que eras prescindible. —Me bajo de ella y la levanto. Lucha conmigo
a cada paso, pero podría ser vital para descubrir exactamente qué
está pasando.
Llegamos afuera y el Maserati se ha ido. No tengo idea si Rooster
se fue con ellos o no. Lo único que sé con certeza es que necesito sacar
a estas chicas de aquí rápido, el fuego se está extendiendo de
estructura en estructura, iluminando el cielo. No podré explicar esta
mierda si aparece la policía. Marko tampoco me pagará la fianza.
Corremos lo mejor que podemos hacia mi coche de alquiler. Meto
a Camy en el maletero, Christine en el asiento trasero y ayudo a Bella
a subir en el asiento del acompañante. Las llamas se elevan hacia el
cielo detrás de mí con el final de mi viaje por delante.
Tomo el teléfono y los once minutos de video que Bella ha logrado
tomar y llamo a Kaja. Es hora de hacerle saber a la familia que vuelvo
a casa.
 
Capítulo 19

Josip
 

Fly cumple con su promesa, en el momento en que llego a la pista


de aterrizaje, el avión está allí y listo para partir. A lo largo del
pequeño pueblo, los camiones de bomberos corren hacia el
descontrolado incendio que habíamos causado. Me pregunto qué
dirán las noticias cuando encuentren todos los cuerpos. Me pregunto
si ese detalle en particular alguna vez tendrá la oportunidad de llegar
a las noticias.
No tengo nada para quitarles los grilletes a Christine y Bella, pero
ninguna de ellas se queja.
Christine llama a su padre en cuanto estamos en el aire. No sé lo
que están diciendo, porque están hablando en italiano. Aunque por
las sonrisas y lágrimas que salen de su rostro, estoy seguro de que
está feliz de escuchar su voz.
Uso algunas de las bridas que están a bordo para atar las manos
de Camy y poner un poco de cinta adhesiva sobre su boca. Al igual
que Christine, en el momento en que estuvo a bordo, no hizo nada
más que hablar. Excepto que no es nada que yo quiera oír.
Bella, sin embargo, no ha dicho mucho de nada.
—¿Alguna vez vas a hablarme —Giro su cara para que mire en mi
dirección.
—No puedo creer que aparecieras. No pensé que lo harías y
estaba bien con eso. No puedo creer que viniste por mí. —Su voz no
es más que un susurro.
—¿Pensaste que estaba mintiendo cuando dije que te amaba?
¿Pensaste que era algo que le decía a todo el mundo? —No quiero
enfadarme, pero ¿qué clase de hombre se creía que era para dejar que
la golpearan y mataran y no venir a rescatarla?
—Oh Josip, sé que me amas. Pero también sé que este rescate no
habría llegado con la bendición de nadie. Me encontraste, pero
¿cuánto te costó? —Sus ojos caen y puede que sea la única vez en
toda nuestra relación que he querido ponerle las manos encima a esta
mujer de una forma que a ella no le gustaría.
—Orabella, no me importa quién nos bendiga o cuánto me cueste.
Eres mía. ¿Entiendes eso? Voy a volar las puertas del infierno si eso
significa que estarás a salvo. Todo esto de escondernos, se acabó.
Toda esta mierda de no valgo la pena se acabó. Toda esta mierda de
dos familias diferentes se acabó. Tú. Eres. Mía. —Aprieto su barbilla
con tanta fuerza que las lágrimas brotan de sus ojos. Cuando ella
asiente con la cabeza, la suelto.
Me recuesto en el asiento y cierro los ojos por un segundo.
Christine y Bella ya han comido y bebido lo que han querido en el
avión. Ambas necesitarán tratamiento médico adicional, pero por
ahora, no hay nada más que pueda hacer por ellas. Ya llamé a Kaja y
le dije que le hiciera saber a Marko que voy en camino con cierta
información. Le dije que trajera a los De Luca también si fuera
posible.
Todo lo que me queda por hacer ahora es averiguar exactamente
qué sabe Camy sobre lo que está pasando. Ella puede ser la clave
para influir en Marko.
—Creo que es hora de que tú y yo tengamos una pequeña charla.
—Todavía quedan algunas horas hasta que regresemos a Las Vegas.
Arranco la cinta de su boca y ella gime de dolor.
—No te voy a decir una mierda. Nunca. Será mejor que me mates.
Christine es la que responde:
—No, no te matarán. Me aseguraré de eso. Me aseguraré de que te
mantengan con vida durante años. Me aseguraré de que te hagan la
misma mierda que tú y Rooster nos hicieron. Me aseguraré de que
cada momento de tu vida desees algo tan dulce como la maldita
muerte. Dile a él lo qué diablos quiere saber o ese será tu futuro. No
sé nada sobre la familia con la que estás trabajando, pero los Bianucci
no son una familia con la que joder.
Los ojos de Camy se agrandan y la veo tragar nerviosamente. Sus
ojos se mueven entre Christine y yo antes de volver a posarse en mí.
—¿Qué es lo que quieres saber?
Le sonrío y saco el teléfono. Afortunadamente, estos teléfonos
desechables son bastante avanzados. Todavía me queda un poco de
espacio en el dispositivo para almacenar más datos. Abro el
reproductor de video y empiezo a grabar.
—¿Cuánto tiempo has estado trabajando para Ilia Vavra?
—Hace unos meses, encontré a Rooster en Nueva Orleans después
de que las cosas salieron mal con otro plan de secuestro que estaba
haciendo con alguien llamado Vale. A él no lo conocí. Rooster es todo
lo que siempre quise y él sabe lo que quiere en la vida.
—Sí, tú no—dice Bella desde donde está sentada a mi lado.
Aprieto su pierna suavemente. No quiero que Camy deje de hablar
solo por ser maliciosa.
—Cierra la maldita boca, estúpido coño. No sabes una mierda
sobre Rooster. Tiene los ojos puestos en el premio mayor.
—Sí, el premio, tú dijiste que ya ganaron. ¿De qué estás hablando?
—Una vez que todo se calmó, el señor Vavra encontró a Rooster y
tramaron este plan. —Ella se encoge de hombros y mira hacia otro
lado.
—¿Cuál es exactamente el plan?
—Todos vosotros, jodidos tontos. ¿No lo puedes ver? —Ella pone
los ojos en blanco y hace rebotar una pierna hacia arriba y hacia
abajo. Claramente nerviosa.
—Hazlo más tonto para nosotros.
—Ilia explotó la maldita debilidad de todos. Incluso hizo que
secuestraran a su propia hija, porque no le importa un carajo lo que
tiene que hacer para ganar. Todos vosotros, hijos de puta altos y
poderosos, caminan por aquí como si no pudieran ser vencidos y
todo eso. Solo se necesitaron algunos pocos secuestros para poner de
rodillas a toda la organización. ¿Crees que somos los únicos que lo
vemos? ¿Crees que tus clientes y aliados no lo ven? Te garantizo que,
a esta altura el próximo mes, habrá un nuevo líder de todas las
familias. Italianas, croatas, españolas, Irlandesas. Ilia Vavra será el
que todos estarán buscando y Rooster estará allí a su lado. —Ella se
ríe antes de levantar una ceja y mirarme.
Odio admitirlo, pero tiene razón. No puedo hablar por todos, pero
Marko Juric es venerado casi tanto como un jodido dios. La gente da
su vida por él. Pagan honorarios sustanciales solo para poder decir
que la familia Juric los protege. Es temido y elogiado solo por ser
quien es.
En tan solo pocas semanas, Ilia destrozó todo eso. Ilia no solo nos
destruyó, sino que dejó que todo el mundo lo viera. Nunca le temes a
un dios que sangra.
 
Capítulo 20

Josip
 

Incluso antes de poner un pie en Košnica, casi puedo sentir la


tensión en el aire.
—No tenemos que entrar allí. ¿Qué pasa si no te creen? ¿Qué pasa
si Marko no es suficiente para sacarte del exilio? —Bella ha estado
llorando desde que le dije que a menos que tuviera pruebas
suficientes de que Ilia estaba detrás de esto, me ejecutarían por ir en
contra de la familia Juric.
—Tal vez tenga razón, Josip. No sé a cerca de tu gente, pero con la
mía, algo así es definitivamente una sentencia de muerte. Vuelve
conmigo, mi gente te protegerá. Te debo la vida.
—No, tengo que enfrentar esto. Ésta es mi familia y si eligen
terminar con mi vida porque les he hecho mal, eso es justo lo que
sucederá. Esta es la vida a la que pertenezco, y hoy puede ser el día
que la dejo. —Creo que tengo suficiente para demostrarle a Marko
que en efecto es Ilia. Tengo toda la información que obtuve de Finn y
Doberman, el video tembloroso pero visible del interior de la casa, así
como el teléfono que recogí de uno de los guardias. Todo parece
férreo, pero he visto a Marko matar solo por principios. Nadie lo
cuestionaría. Podría traerle toda esta información y él todavía podría
ponerme una jodida bala en la cabeza.
—Tiene que haber otra manera.
—Ésta es la única forma, Bella. Es la forma correcta. Tú lo sabes y
yo lo sé. —Beso su frente y salgo del coche. Quito la cinta de la boca
de Camy dado que tenemos que caminar a través de una tienda
pública repleta antes de llegar a las escaleras que conducen al
Košnica. Le coloco una chaqueta sobre las esposas y me aseguro de
que se quede callada. Está petrificada de que deje que Christine la
lleve de vuelta a Nueva York. Lo que sea que Rooster les hizo a esas
mujeres allí abajo debe haber sido una amenaza suficiente para
mantenerla bajo control. Obviamente, no es lo suficientemente fuerte
como para someterse al mismo trato que les dio a ellas.
El bar por el que pasamos tiene algunos clientes. Miran los rostros
magullados e hinchados de las mujeres, pero nadie dice una palabra.
Hay algunos jadeos, pero nadie se atreve a detenerme. Me dirijo a la
puerta y Geoff, uno de los guardias, está allí para detenerme.
—Hrabra si, gospodine Vlasic. Umrećeš večeras. (NdelT: Es valiente,
señor Vlasic. Va a morir esta noche) —gruñe mientras me mira
fijamente. Él piensa que es valiente que haya aparecido, todos deben
saber lo que he hecho. Cree que hoy es el día en que muero, pero sé
con seguridad que él morirá primero si sigue hablándome como si
estuviera loco. Exiliado o no, no voy a dejar que me falte al respeto.
—Pazi što govoriš (NdelT: Mira lo que dice) —le advierto. Si salgo
vivo de esto, tengo todo el derecho de volver aquí y romperle el
maldito cuello por hablarme así.
Pone los ojos en blanco, habla por su micrófono en la manga
anunciando mi presencia y me deja bajar las escaleras. Las tres
mujeres me siguen, Bella y Christine a cada lado de mí, mientras yo
arrastro a Camy detrás de mí.
En el momento en que llego al nivel del suelo, estoy flanqueado
por tres grandes guardias que me quitan todas las armas y nos
escoltan a los cuatro a una gran sala de banquetes.
Marko Juric, Sven, Liam, Luka, Kaja, Leo De Luca y otro hombre
que no conozco están sentados esperando a que entre.
—Estoy muy feliz de que no me hayas hecho buscarte, Josip—dice
Marko mientras toma un sorbo de un caldo marrón oscuro que está
frente a él—. Supongo que por el grupo de mujeres que has traído
contigo hay algo que debes decirme. Espero que sea bueno. Dime
algo que te salve la vida. —Toma otro sorbo de su caldo.
No veo ninguna razón para endulzarlo.
—El hombre responsable de apuñalarte por la espalda es Ilia
Vavra.
—Nemoguće (NdelT: Imposible)—murmura Sven con
incredulidad.
Kaja sonríe alegremente, probablemente impresionado con la
información.
—¡Sandeces! —dice Leo y también se inclina hacia adelante en su
silla, incrédulo.
Los brillantes ojos dorados de Marko saltan hacia los míos y
aparta su plato,
—Habla rápido. —Su rostro se vuelve de un profundo tono rojo y
cada músculo de su cuerpo se tensa en anticipación de lo que voy a
decir.
Si hay una pizca de duda, me matará solo por sugerir que Ilia tuvo
algo que ver con esto. Ya es hora de que pruebe mi caso.
 
Capítulo 21

Josip
 

Rápidamente. Exhaustivamente. Irrefutable.


Las pruebas que le proporciono a Marko no dejan lugar a dudas
de que Ilia está detrás de todo lo que ha estado pasando. Camy, con
un poco de persuasión, incluso explica el plan y cómo pudieron
secuestrar a todas las mujeres de sus familias. Muestro las
grabaciones, los registros de llamadas. La evidencia más
condenatoria es el video. Se puede ver a Ilia y a su conocido secuaz,
Butcher claramente en la pantalla. No se puede negar. No hay otra
explicación que se pueda tener. Ilia Vavra nos ha traicionado.
Golpéanos justo donde nos duele… nuestra familia.
—Debería haber sabido que podría contar contigo, Josip. Escuchar
que uno de nuestros aliados ha ido contra nosotros de esta manera es
triste por decir lo menos, pero al menos sé que tu lealtad es tan fuerte
como nunca. Es hora de que vuelvas a casa.
Gracias carajo.
Sven, Kaja y Luka están listos para abrazarme. Si alguna vez dudé
de que fueran mis hermanos, la mirada de pura euforia en sus rostros
en este momento me dice que nunca más tendré que hacerlo. El
problema es que esto no ha terminado.
—Señor Juric, me siento honrado como siempre de que me
permita volver a su familia, pero lamento decir que nada ha
cambiado.
—¡Josip! —Sven niega con la cabeza probablemente pensando que
soy un tonto loco por no aceptar el perdón que su padre me está
dando y huir.
—No me voy a esconder más. Ya la perdí una vez; no lo volveré a
hacer.
Marko deja caer su cuchara sobre la mesa y mira a Leo antes de
volverse hacia mí:
—Me avergüenzas, Josip. Eso no lo decido yo. La regla ya se ha
establecido, como la anterior de que obedeces o mueres. No entiendo
por qué pasarías por todo esto solo para volver a ponerte en la misma
posición.
—Ella es mi mujer. Dime, ¿lucharías menos por la mujer que
amas? —Me mantengo erguido, no hay nada que él pueda decir que
me haga retroceder.
—Está bien, Josip. Por favor, no hagas esto—susurra Bella a mi
lado.
Me giro para mirarla, qué rápido se olvida.
—Recuerdas lo que dije en el avión.
—Veo que voy a tener que intervenir aquí—dice Leo De Luca—.
¿Si me permite, señor Juric? Parece que éste es mi problema.
—Si te parece bien. —Marko se reclina y deja que Leo tome la
palabra.
—Es una vergüenza que la madre de Orabella la haya traído a esta
vida de la forma en que lo hizo. Marcada para siempre con un sello
de vergüenza. Para nunca ser más que un fantasma vagando por los
pasillos. Así como no me gustaría ser juzgado por los errores de mi
padre, me parece incorrecto responsabilizarla por los de su madre.
Varios amigos de la familia han llamado para pedirme que la libere
de su castigo. —Se vuelve hacia Marko—. Su yerno, Wire, creo que lo
llaman, le hizo un favor a la familia De Luca cuando encontró y se
deshizo de algunos cabos sueltos. —Se vuelve hacia mí y Bella me
agarra del brazo—. Sobre la base de eso y del hecho de que has
regresado con esta información, estaría dispuesto a entregársela a
Josip con ciertos requisitos.
—¿Cuáles son?—pregunto inmediatamente. Ella va a ser mía. No
me importa lo que él quiera que haga.
—Tranquilo, Josip. —Sven levantó la mano, con una leve sonrisa
en su rostro.
—Se casarán de inmediato y el nombre De Luca será borrado de
su registro. No quiero seguir siendo responsable de ella. En segundo
lugar, Orabella nunca acudirá a ningún miembro de la familia De
Luca en busca de ayuda, de ahora en adelante ella estará
completamente sola. Por último, ni Orabella ni Josip intentarán
asumir ningún asiento de poder dentro de la familia De Luca, eso
incluye a su descendencia—deja de hablar y espera a que responda.
Lo miro y después miro alrededor de la habitación.
¿Está loco? ¿Eso es todo? ¡Hubiera hecho todo eso de todos
modos!
Me doy la vuelta para caminar hacia un lado de la habitación.
—¿No estás de acuerdo?—pregunta Leo y escucho a Sven y Luka
jadear sorprendidos.
—Por supuesto, estoy de acuerdo. Soy el contador, necesito tomar
nota de sus demandas. Quiero esto en blanco y negro. —Tomo papel
y bolígrafo, para escribir a mano todas sus peticiones.
Firma seguido de Marko. Soy el último en firmar justo después de
Orabella. A partir de entonces, ella es mía.
Una ronda de aplausos estalla en la habitación, levanto a Bella y la
beso. Finalmente, puedo hacer esto y nadie puede decirme una
mierda al respecto. Ella ahora me pertenece. Llevaré su culo a una de
estas capillas en The Strip para que sea oficial.
Orabella De Luca ya no es un secreto.
***
El hombre que estaba en la sala de banquetes del que no sabía, era
un enlace de la familia Bianucci, él está aquí para recuperar a
Christine.
Camy es llevada por Luka. ¿A dónde? No estoy seguro, pero
tampoco estoy seguro de que ella no hubiera estado mejor con
Christine. Nunca he visitado las celdas de la prisión que dirige Luka.
Para alguien tan despreocupado y feliz, a menudo me pregunto cuán
sádico podría ser realmente para mantener prisioneros durante años.
No quiero saber lo que tiene reservado para la mujer que puso una
mano sobre su hermana.
Una vez que transfiero toda la información a Sven y Luka, me
devuelven mis pertenencias y me permiten llevar a mi mujer a casa.
No tiene absolutamente nada, lo que la hace completamente
dependiente de mí. Me encanta saber que depende completamente de
mí cuidarla y sé que ella confía en mí lo suficiente como para saber
que lo haré.
Hice que el médico de cabecera viniera a mi casa y revisara a
Bella. Ella está severamente desnutrida, magullada, deshidratada, su
hombro está torcido y tuvieron que ponerle más de treinta puntos de
sutura en varias partes de la cabeza. Ella no me dijo exactamente lo
que había sucedido solo que le tiraron del pelo muy fuerte.
Además de eso, le da un certificado de buena salud.
El médico instala una vía intravenosa con líquidos para recuperar
algunos de sus electrolitos, así como algunos antibióticos para
combatir cualquier posible infección que pueda tener. Le consigo
todo lo que pueda para que se sienta más cómoda.
Me ha llevado años llegar a este punto, no hay forma de que lo dé
por sentado.
—¡Por favor, Josip! Solo relájate. Estoy bien, siéntate.
—¿Cómo puedo sentarme? Sé que te duele y no quieres decir
nada.
—Me duele, pero no puedes hacer nada al respecto en este
momento. Siéntate conmigo. Honestamente, no creo que nadie se
haya preocupado por mí tanto como tú en este momento. —Ella se ríe
y se mueve ligeramente en la cama para ponerse más cómoda.
—Bella, mereces que los reinos se preocupen por ti, hasta que eso
suceda, tendrás que lidiar conmigo haciéndolo. —Me inclino y beso
su frente antes de moverme hacia la puerta para conseguir más
almohadas para ella.
—Josip.
—¿Mi Bella?—le respondo
—Te amo.
—Yo también te amo, más que a mi propia vida. Nunca lo olvides
—digo y le sonrío a mi reina.
Finalmente, ella está aquí y es toda mía.
 
Epílogo

Josip
 

En dos semanas tengo mi marca en ella y una pequeña boda


planeada para Bella. Me dijo que estaba más que feliz de ir al juzgado
y obtener una licencia de matrimonio, pero yo no. A Bella se le ha
negado todo durante toda su vida. Es hora de que le den lo que su
corazón desea.
Katarina exige que se le permita venir. Aparentemente, habían
formado un gran vínculo mientras ambas estaban encerradas en ese
infierno.
Desafortunadamente, una vez que Marko descubrió que Katarina
había dado información vital, fue removida de su posición en la
familia, todos los años de su arduo trabajo se borraron en cuestión de
días. No hay forma de que ella la recupere tampoco. Marko la ha
considerado indigna. Lo mejor que puede esperar ahora es un buen
esposo con quien emparejarse. Es una pena ya que ella era muy
buena en su trabajo.
El resto de la familia también salió a apoyarme. Sven y Luka nos
inundan a los dos con regalos y dinero. Las mujeres de la familia
hicieron un escándalo por ella y el vestido de novia.
Exclaman con asombro ante el anillo de tres quilates que le
compré con poca antelación. Todos hacen todo lo posible para
asegurarse de que Bella se sienta como si fuera parte de la familia.
Una vez que termina la ceremonia, ella realmente lo es, tanto para los
estándares de la familia Juric como a los ojos de la ley. Orabella De
Luca ahora es oficialmente Orabella Vlasic y no podría estar más
jodidamente feliz. No asistieron tantas personas como hubiera
esperado, porque tal como Camy había dicho, algunos de nuestros
aliados de repente encontraron una mejor oferta en lo que la familia
Vavra podía ofrecerles. Los tratos que habían abarcado años se han
interrumpido porque ahora están tratando con Ilia Vavra. Tiene una
mano en cada una de nuestras líneas de ingresos y, por lo que he
oído, es lo mismo para algunas otras familias también. Más rápido de
lo que habíamos imaginado, Ilia Vavra se abalanzó y se hizo cargo.
Marko Juric ya no es el centro neurálgico de la mafia croata, hemos
caído por debajo de la familia Vavra. Está pesando mucho en la
mente de todos, pero en este momento todo lo que me preocupa es
Bella y asegurarme de mantener una gran sonrisa en su rostro.
—Espero que te hayas hartado de la recepción, porque estoy listo
para quitarte ese vestido. —Me acerco y le susurro al oído.
—¡Josip! —Se vuelve de un rojo brillante y mete la cabeza en mi
hombro.
—No te alejes ahora, eres mía para siempre. Será mejor que te
acostumbres a que te deseo todo el tiempo. Tenemos algunos años
para compensar. —Le froto la espalda suavemente y siento que se
derrite contra mi cuerpo.
La música es lenta y relajante mientras nuestros huéspedes comen
la comida proporcionada por el hotel. En lugar de tener la boda en
una de nuestras casas, había decidido alquilar uno de los hoteles The
Strip para la celebración. Ahora que recuperé todos mis activos, tengo
más dinero del que sé qué hacer con él. Quiero darle la boda de
cuento de hadas que nunca supo que quería. El hotel ha hecho un
gran trabajo brindándole eso.
Veo a Katarina parada a un lado esperando la autorización para
hablar con Bella. La saludo con la mano y después de besar a mi
sonrojada novia por millonésima vez hoy camino hacia donde están
Kaja, Sven y Luka.
—¡No deberían ser ellos quienes se encarguen de eso! Él es
nuestro jodido problema—gruñe Sven.
—¡Él era el problema de ellos primero! Además, es demasiado
tarde—replica Luka.
—No sé si ellos...—comienza a hablar Kaja, pero se detiene
cuando se da cuenta de que estoy justo detrás de ellos.
—¿Qué haces lejos de esa hermosa mujer tuya, Josip? —me
pregunta Sven, la máscara que reserva para las personas que no
conoce plantada en su rostro.
—Ella y Katarina están allí riendo y chillando sobre lo perfecto
que es todo. No creo que mi testosterona pueda aguantar el golpe.
¿Qué está pasando?— pregunto yendo directo al grano.
—Nada de lo que debas preocuparte. Ésta es tu boda. —Luka
sonríe y me da palmaditas en el hombro, obviamente sin querer
molestarme.
—Mentira. —Me encojo de hombros—. Algo está mal.
—Déjalo, Josip. No hay nada que puedas hacer al respecto ahora.
—Dime, Kaja. —Me dirijo a la única persona en el grupo que
técnicamente supero en rango, si no me dijeran como mis hermanos,
haría que me lo dijera como su superior.
—Sranje (NdelT: mierda) —Él suspira y mira a su alrededor por
un segundo—. Está bien, pero no quiero que salgas corriendo para
tratar de lidiar con esto cuando tienes una nueva esposa que cuidar.
Ya no necesitas ser el asesino.
Después de escuchar sobre el asesinato que cometí para llevarle la
información a Marko, algunos de los muchachos comenzaron a
llamarme el asesino. Nadie pensó que tenía ese asesino en mí.
Siempre ha estado allí, acechando bajo la superficie; solo necesitaba
una razón para salir. Recuperar a mi Bella fue esa razón.
—Creo que decidiré si necesito hacer eso. —Entrecierro los ojos y
espero a que me diga cuál es el problema.
—Si tú lo dices. No tengo la información exacta, pero por lo que
obtuve de Wire, Rooster ha vuelto a aparecer. Los Wings of Diablo y
los Spawns of Chaos están detrás de él. Aparentemente, se quedó sin
lugares a donde ir. Es solo cuestión de días hasta que yazca muerto
en algún lugar .
Detrás de Rooster.
Finalmente, el hijo de puta que había lastimado a mi mujer está a
punto de recibir lo que le corresponde. No tengo ninguna duda de
que los MC se asegurarán de que reciba exactamente lo que se
merece, pero me aseguraré de permanecer cerca en caso de que haya
algunas lecciones adicionales que necesiten que les enseñe.
—Mmm, sabía que Ilia no lo mantendría por mucho tiempo.
Rooster nunca fue el que necesitábamos perseguir. Es a Ilia. La cabeza
de Ilia es la que debemos servirle a Marko en un plato.
Todos asienten y una mirada asesina se apodera de los tres. Ilia
pudo haber ganado la batalla, pero al enfrentarte a la familia Juric,
nunca ganarías la guerra.
Fin

 
 

EL CONO del SILENCIO


Traducción

Colmillo
Corrección

La 99
Edición

El Jefe
Diseño

Max
 
 
 
Notas

[←1]
The Strip, es un área rodeada de lujosos hoteles casinos y luces de
neón, muy representativa de Las Vegas. Además de un casino,
los amplios complejos de hoteles albergan una gran variedad de
tiendas de marcas famosas, restaurantes refinados y conocidos,
recintos para eventos musicales, de comedias y actos circenses.
Los turistas suelen concurrir a las aguas danzantes del Bellagio,
que se elevan coreográficamente al ritmo de música clásica.
[←2]
Es un espectáculo en el que se mira por una ranura, como si
estuvieras espiando por el ojo de la cerradura la intimidad de
otras personas.

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