El trastorno alimenticio pica corresponde a un síntoma, según el DCM V, el deseo
compulsivo de comer sustancias no comestibles por un período mayor a un mes, sin aversión a la comida (Maya, 2011), manifestación del cuerpo ante la necesidad de minerales como el hierro. Por lo general, lo que comen las personas con pica no les hace daño. Sin embargo, a veces lo que comen les causa complicaciones, como estreñimiento, obstrucción del tubo digestivo, envenenamiento por plomo por comer virutas de pintura, o una infección parasitaria por comer heces (Attia, 2011). Antecedentes de trastorno pica, se deriva de la apalabra latina pica que significa urraca (pica pica) ave perteneciente a la familia de los cuervos, conocidos por su apetito voraz y por comer, o “tratar de comer”, un amplio rango de sustancias, incluyendo muchas que no son propiamente alimentos (Maya, 2011). De manera instintiva, los animales irracionales (urracas) suelen picar de forma impulsiva a manera de alimento, sin lograr un limite de consumo. Según Khorozyan, la fragmentación del hábitat y la disminución sustancial de sus presas naturales debido a la cacería ilegal de fauna silvestre. Lo anterior impacta directamente en las poblaciones de presas, lo que disminuye el alimento natural disponible dentro de su hábitat, obligándolos a buscar alimento en otras áreas (Juan de Dios Guerrero-Rodríguez). Retomando la observación particular, un grupo de urracas cazaban a un diminuto animal y ante los picotazos ilimitados, lograron perforarlo hasta matarlo, para después ingerirlo. A través de la historia, a parte del aspecto médico propiamente dicho, la pica se ha relacionado con la literatura, la religión y la cultura. En Estados Unidos y en el Caribe, a finales del siglo XVIII, se le conocía como caquexia africana síndrome que se presentaba especialmente en esclavos, caracterizado por geofagia, anorexia, astenia, palidez, edema, hepatomegalia; y, en la fase terminal, con ulceras en la piel y finalmente la muerte (Maya, 2011). Es prevalente compartir, en términos generales, la pica afecta a poblaciones con mayor susceptibilidad de poder de deficiencia de hierro, zinc y la combinación de éstas, como sucede en niños y jóvenes de países pobres y en mujeres gestantes en estados socioeconómicos en donde predomina la pobreza (Maya, 2011).