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‘DANIEL FEIERSTEIN /LAASA compilador Bi \Crr sta f ‘waTTitas BJRNLUND eric MARKUSEN MARTIN MENNECKE ~ DaNieL FEIERSTEIN HENRY HUTTENBACH vaHaKW DADRIAN ‘20 TRAVERSO CUILLERMO LEVY Towis BOROVINSKY ‘BARBARA HARFF aoam JONES Bruno GROPPO ENOCIDIO en la modernidad UF EDUNTREF 234 EDITORIAL DE LA UNIVERSIOAD NACIONAL DE TRES DE FEBRERO Apuntes sobre novedad y articulacién EL hazismo y el genocidio nazi Guillermo Levy y Tomés Borovinsky Todavia consideramos pertinente, a 60 afios de finalizado el régimen nazl, hacemos esta pregunta: £Cual es la particularidad del nazismo? Nos seferimos al nzismo como ideologia, como régimen, como movimiento politico en el poder, como conduccién de fuerzas sociales en Europa du- ante més de una década. Y también preguntamos: £Cudl es la particula. fided del genocidio nezi con respecto a otros prepesos de extenminio que regstra la historia? : <_Elfenémeno del nazismo y del genocidio nazi sigue reclaméndonos preguntas, respvestas, interpelaciones; tenemos la certeza de que hablar del nezismo y del genocidlo nazi no es hablar de una experiencia encapsu- “lada en un lugar: Alemania y en un tiempo: décadas del 30 y del 40, ||P ( © El intento nuestro, como tantos otros, es continuer con el camino que busca escapar a un tipo de andilsis de estos fenémenos -el nazismo Yel genocicio que éste produjo~ que buscan cerrar explicaciones en lugar {7142 abriras, costicar més que historizar, construr demonios mds que ver @ § seres humanos coneretos que fueron parte de los hechos, castigar a = thes sobre todo para induttar a otros, i | Queremos hacer una referencia critica a este cmulo de posiciones _ SPstemolégico-palticas que construyeron visiones tedricas y, sobre todo, sentido comin que nos aleja de la posibiidad de aprehender crtica- A dat ‘del genocidio 4 los que ven al nazismo como antagonico a la civliza- én modema, los que plantean los genocidios y a éste en particular, en émrinos de totaitarismos, entendiendo al liberalismo econdmico y polit- mo antidato, “También pretendemos cuestionar la visi6n que ve en los alemanes, y 1) $U8 supuestas caractersticas culturales o raciales, la explicacién del mmo, O aquelia otra vsién que caracteriza al nazismo como opuesto a fa26n, equela visién que oculta el carécter racista de toda la civilizacién rest Glen Lng Tom Briaky 7 moderna previa ala segunda guerra mundial, colocando al racismo elm. = ‘nacionista core un “invento nazi-alemén” contrario a las ideas de su épo. : imo, hay quienes buscandenodadamente alguna vatlale pine cipal, determinante, explicativa de todo y, también, quienes ven al antise. risa nazi como una continudad lea y lineal del antsemitismo aly largo de fa historia, Nos interesan dos cuestiones que estén conectadas. En primer térmi- no, busca a novedad -justamente porque creemos que hay bastante poca novedad en el naismo ye genocio nal En segundo térino, nos propo- nemos avanzar un poco mas de lo que ya se hizo, en encontrar, no variables determinantes 0 explicaciones verdaleras, sino lgieas explcativas. En este sentido, en esta doble blsqueda, planteamos analiza a azismo yal genocido naz, como productos de una combinaciin de una cantidad de variables en un escenario histérico particular. Cartided de variables, que en si mismas, separedas, encapsuladas, tenen poca nin- guna novedad, Lo que queremos buscar, en todo e280, so centr enel tao de articulactén logeada ene estos elementos y en la capacidad polica del nazismo de logar esta pecullar aiculacién de elementos que, en prin cipio, nada tendilan que ver enue si. ‘Aicular flosofias, con necesidades, con interpretaciones de la is: toria,con proyectos totals, con respuestas coyunturales, logrando conde oir a toda la Gerecha fascista eutopea, habia de una gran capucidal put tia, Toda poltica que se wuehe hegemérica es eso, aricuacién de de rencias: de fuerzas, de valores, de clases, de objetivos, horizantes, y Wack ciones diferentes en una fuerza comin. No estamos hablando acd de la obviedad politica que seria el hecho de que se junten fuerzas opuestas en un Parlamento porque tlenen un ‘objetivo coyuntural en comtn, sino que estamos pensando la operacisn politica que implica articular y potenciar la diferencia en una diectiin Comin, que la imprime la fuerza que conduce toda la sociedad. Enel 90 del nazismo, mas que pensarlo como un movimiento monolitico que ex presa a una sociedad homogénea, lo vemos como un movimiento Cuy poder est4 en la capacidad de articular, en cada momento, tanta civersh, dad por dentvo y por fuera de Alemania. La novedad no estara en la “ot mula dela erticlacién de lo diverso” sino en un tipo de articulacén ext 12, espectfica y criminal, que no nes permite obviar la mired critica sobre muchas de ls partes aticladas, al mostrar ésta, en determinadas com diciones, su potencialidad genocida. Como producto de esta articulacién, dos elementos ceritraies se Va". a constitu en novedades histreas: a *eolucién fina” al mismo tempo v8 ‘Apuntes sobre noveded y atculacin ta sistematizacin de un tio de genocicio que va a ser novedosé cuantitativo, © Sea por la cantidad de victimas producidas, coms! rabiualmente, sino fundamentalmente, por lo eminenterverte enaifthy vo, a converse el genocidio nazi en un elvaje de dos tipos de matarzas striormente existentes, pera no conectadas. £1 genocidio a los “otis” externos, que estén afuera del tettorio. (como los genocicios colonales en la moderidad capitalista sobre las idlacones de Africa, Asia y Oceania) y los genocicios donde los “otros” a eirinar, vven entre “nosotros” (nos referimos aqui a los genocidos estric- tamente politicos 0, como sugleren los trabajos de Omer Bartov y Marie Fleming, “Eenocidios domésticos"),* uno de cuyos antecedentes puede ser la matanza posterior @ la derrota de la comuna de Paris? El genocidio nazi serd el clvae, la transicién entre los dos modos de mnatanze, Serd genocico racial, coloialy police a la vez. Los nazis pien- sen un rediseio racial de Europa que tambin serd un redisefo politico. Usan las metéforas mécicas ya presentes ~"extpacién de tumores", “sa. carlas partes enfermas del cuerpo sano" en cuanto a medicina doméstica, gero también "destrui las razasinferiores como necesidad vital de las razas superiores, como destino natural” en cuanto a medicina colonial, externa. A éstas le adosardn metéforas de la ingenierfa producidas por ellos, ti "tedisefo social’: eiminar el comunismo, implantar poblacién alemana en tenitoros ocupados, impiezes étricas, etc. la técrica de desaparicién es también una préctica de ingenierla politica y soclal que planifica el futuro, que piensa en términos de lucha ideoégiea la realizcién simbdlica de la matanza, Los nazis empezaron a implementar esto bien avanzada la guetra cuando, forzando a los prsione- {28 a desenterrar cuerpos para quemaris, les prohibian lamarios muer- ts, sélo pocian decir Figuren.? Los genocicios poiticos posteriores, especialmente los ejecutados bajo la Doctrina de a Seguridad Nacional, tomardn, entre ottos, este apren- Gia de la escuela nazi no la cantidad de muertos nila industrializacisn (2 la muerte, sino esta parte, que en el nazigmo resuita inescindble de la ‘tse colonial, racial del genocicio, que es la parte que en su forma pura va 4 Car crigen a los genocidios eminentemente politicos de la Guerra Fria. Por lo So Bly sgt ts of ode Gnd pth Hac ad Mihi of Mader Hae Reing, “cence sn tne dy Pale i he Hae 9 at fate calatalyy Ben Klerone the Space of Coctde. Ros Reser sens _ Perec omoriége Unvasty Bess Cage, 2608 {We fz Tver 0 vlerl nac ano geneloge exes, CE, Buenos Res, 200 Ls tetimonos que dan cuenta de ete sien, ene muchos over tetnorion ‘Sheviventes,reiutan paticularmente claes en te pelicula “Shoah de dude Gane fan) Sear eS eer Ge muertos y de medios, el seeret, sia {1 Brusbas. 880 el objetivo de alterar relaciones ‘oxplcar un fenémeno europea coro al fablérnb'y @i'hazismo, sino que logran, mediante el mismo proceso, encapsuiat estas exneriencias en un territorio, en una poblacién y un periodo’ Cortode'tertipo;:eliminando cual- quier variable de andlisis ligada a lo geopailtico, él ¢ontexto de la Europa de entreguerras, el problema del comirismd') 1acisis de! liberaismo, Nada de esto colabora en construir'una mifada' que ayude a prevenir la repeticién de los hechos, en circunstancias Nuevas y sobre todo con ropa- Jes nuevos. Enzo Traverso considera que es necesarlo analizar la tendencia a ‘exbulsar de la “trayeetoria del mundo occidental” los erimenes gel nazismo Y Postula tres interpretaciones que tienen en comin el buscar uni-causali- Gades, eliminar sujetos histéricos, y de alguna manera poner las cémares: ... de gas por fuere de la civilizacién moderna: 8) La interpretacién que ve al nazismo como antiboichevismo: la bar- barie nazi seré entonces una respuesta a la barbarie soviética, el ‘genocidio de los judios como el punto ctilmine de na “guerra civil europea”. Emest Noite seria el mayor representante de esta linea tedrica. 'b) La visién que analiza al nazismo como reaccién antiliberal simétri- 2 al comunismo. En este sentido, nazismo, fascismo y comunis. mo son fendémenos parecidos que se emparentan al ser enemigos comunes de la democracia; regifrie iterios como “parén- {esis en el camino de la demeeraéldlbdl Furet seria un repre. ‘sentante de esta historiogratia’ ae ©) La que ve al nazismo coms und’ Batoldiia‘alemana, El libro de Danie! Goldhagen Los verdugos'Wlintatio§ tis Hiver es la expre- sién méxima de esta linea de interpretacién histérica, El trabajo de Goldhagen, por tanto, es la realizacién mas lograda de a idea de alemanidad del enocidio nazi. El hijo de un sobreviviente del azismo, vuelve desde los Estados Unidos a la Alemania Federal, para Perdonar a los “hijos de la barbarie”, redimiéndolos y explicando que el “Broblema” era de los alemanes de la época del nazismo, mientras que hora que ya aprendieron a vivir bajo las leyes de la occidentalidad demo- Critica, todo esté ‘bajo control. El libro vende miles de ‘ejemplares y ade- més, como respuesta al “certificado de civilidad”, el Reichstag alemén le torga el premio a la democracia. El autor basa gran parte de sus ‘afirmaciones en las conclusiones que xtrae analizando el estudio sobre el comportamiento del batalién 101 de Hamburgo, yaestudlade por Christopher Browningen sulibro Ordinary mon? be cia de genocidio Politico, que no es. racial ni vinculado a ningu- wnneae aus: a) Supuestamente "es", sino fundementalmente a lo 7 "e", NO “discrimina™ ni edad, ni sexo, nj religion, ni clase. E; Xérminos liberals, es un genovid completamente “democritico”. kere a particularizacién excesiva, » banalizada, del fenémeno i en eet st genocido nazi en particular nos lleva a caine rip, Gel nezismo y del genecidio que éste rodujo, de forma tal que s g 3 i 3 E H €. = = g 3 z 3 : “Nos referimos al cay "or reins ne de ee a Cas del Car ai “Colores, arid er cen cndest 9 Trovecto “ance in de un exci de etna ae gute ncn ge one, es tie fi a ATT S08, snd ce nce Seti tes Grn das "Sle Wil saben Avo Be ate de Auvich, Peni noe Perens tre ue panera 7 @ e & 2 ne & 3 1 e a § E 2 bet C9. 2 aii [103 212 Chistopher Browning, Ordinory Men, Harper Collins, New. York, 1993, ee , Necesided de aniquilar al “otto negatvo"es,una préctica tpicamente Christopher Browning, en su trascendental estudio sobre modema que debe ser analizada en su’ propio ‘toritexto. La fébrica, el & bean 101 de reseroa del polct de Famburge, descubyis taylorismo y el forcismo, tan utilzades en los campos de esterminio, asi ues mulemtbras de esa unidad que fuera actives participates como también la dhvsién del trabao, la racionaidad buroorética y el valor en el exterminio, de judios enJa Unién ‘Sovittica, a pesar de no de la obediencia a la autoridad, eran comunes a todos los paises occiden- ‘tales. Ni siquiera las iatanzas con gases, que ademas de ser usadas por "anton principio psicione tients, tampoco cumple. los mismos alemanes en la Primera Guerra, también fueron utilizadas por ron sus acciones criminales contrasu poluntad, neon omprobacién condujo a Browning a formular su te- los ftallanos en Etiopia en 1935. En ese sentido, desglosando partes, sis sobre los hombres comitnes y Corrietites— dado quela ‘confor- 2 poco hay que hayan inventado los nazis. ‘macién social de ese grupo nb sé difetehclaba, ‘de modo significa- La experiencia de Stanley Milgram, que demostré que el 63% de {vo del resto de la poblaciéi. A pesar de ello, Goldhagen, to- : ‘bs participantes de una experiencia (norteamericanos, hombres y mujeres. mando el mismo material pero eden acercamiento ‘mucho ‘comunes) podian enviarle hasta 450 voltios a un desconocido que nada Inds superficial, ecurrea otra argumentacén ysostiene que los les habla hecho simplemente por obedecer el principio de la experiencia impulsos faniticamente antisemitas de aguellos hombres que {| Gientfea, nos dice muchas cosas. De hecho, podrlamos pensar a este integraban el batllén de poictsiendo por certo efectioamente reals en precios ensos individuals, constituyeron el motor y la ‘molivacién que los leo a perpetrar sus stidicas acciones contin tes jude. Ademds,trastoca las aseveaciones de Brouming ‘efriéndose alos “alemanes comunesy corrientes”,haciéndoles responsables en forma general de loque ocurri6.* Pero mas ald de las intenciones de Goldhagen, Jper qué funciona su libro y su discurso? € Qué efectos tiene en la, Actualidad? Lo que ‘consigue con, 8us teorfas @s encapsular en los alemanes de aquellos afios, en sus Caracteristicas particulares, en su antisemitismo, alejandonos y extraiidn- dlonos a nosotres mismos de cualquier acercamisnto al genevx ‘no Sea como vitimia, a peer }) porcentaje de sujetos absolutamente obedientes como modesto si toma- | mos en cuenta que en la “experiencia Milgram’ no mediaban ni una guerra “nl una amenaza de muerte como podtian alegar muchos perpetradores >) Mazis, Esto nos podra demostrar, sin pruebas exactas pero can una mues- jf tTa muy fuerte, que e! 63% de nosotros, por lo menos, podria ser parte, {© una pieza, de un dispositivo de tortufa'o de un ‘genocidio. Tanto Milgram como Brovming, nos. ‘sugleren pensar a los perpetra- 5. dores de un genocidio como hombres ofélnarios ynorinales. También Gol- 7. dhagen, cuando toma el ejemplo del batall6i'101°US Hamburgo; habla cle z.,, hombres cortientes de los cuales muchos ri siquiera estaban afllados al | Partido nazi. Pero hay una gran diferencia: La explicacién de Goldhagen, tue pone en palabras el simplismo del sentido comin dorinante cere J, Que sélo el odio antisernita, sdio el profund odio eontra los judlos arraiga- | do en toda la sociedad alemana hizo posible que “hombres corrientes” " Sometieran semejantes crimenes. Buscamos, en ese sentido comtin que expresa Goldhagen, ese odio "Que nos expla y que nos exonera, sélo sino lo poseemos, pero ese odio | Muchas veces no aparece ni en burécratas, ni en conductores de trenes, ni ‘enfabricantes de gases, nl en perpetradores directos. 2Entonces? El circu- Nel décadas “4 antes, por, arte: ‘del establishmentide l@'Shoab en Israel; el libro de Arendt ‘ohs e|juico a Eichmann en Jeruslén,® Mientras que Goldhagen preten. Ae “demonizar”@ los alemanes dea dpc del Tecer Reich, Avert nos © 4 é comin ag Sasso deeni que es Exhmeny, come un hobs "Bde determinacién y de posblidad de tealzacisn del exterminio se ex: ios fesbaciea: pe se ies i ‘ende: sale de Alemania, se desplaza del odio contra les judios y penetra rescomunes, Boe was eetaceres fueron, en general, hombres y mue- {oto el egadociizatoro modemo, Es una nea devastadoraeincémoda, . racismo pero no lo inventaron. Tampoco crearon Pera a nuestro criterio, es mucho mas cercana a'la realidad de los hechos. el darwinismo social, ni la ‘eugenesia, y mucho menos e! imperialismo. La > nega. * RLSRTRGE ct meee et edn git 2 dl tv de Dai Tapa caesar pc dvb , etn Ses estas te gis, Eee, Buns Aes, 200 Aaeanennten a dlcads pain cin, en ate Goldhagen", en "Nos referimos ala experiencia de Staniey Milaraateilizda' fines de los setenta en la se te Conl.Fsalce egt ie let,“ ebaele rad ate GELU) y guns er aA Gn cect "Nes referimos al manumental trabajo de Hannah Arendt ch Fe oho ee ee the sobre ly benatided de mol, (Gta complet}, Ed. Lumen, Bateelonn ibaa” oe OUR ube locausto que: r TTigmunt Max Horkneime, Es en esta linea que Zygitiit Bauinan explica en Modemidad y Ho- Rebates Cuando se pide ala gentesie se plantee las preguntas més terrible ,cimafuepailaligrp? (Cina pd suceer en el corazén de la:parte mdsicvilizada del mundo?, no se suele perturbar ni su tranquilidad nisu equlibrio moral. Elexamen elas culpas se disfraza de inestigaci6n sobre las causas. Las ralces del horror, nos dicen, se deben buscary se encuentran en a obsesin de Hitler, en el servilismo de sus partiarias, en Ia erueldad de sus seguidores yen la corrupcién moral de sus ideas. Sin embargo el ejercico de centrarseenlaalemaniad del cr- ‘men considertndola como el aspecto en el que reside la explica- cin de lo sucedido eal mismo tiempo un eercicio que exonera «todos ls dems y especialmentea todo lo dems... Cuanto més citlpables seam ellos masa salvo estar el resto de nosotros.22 ‘Siguiendo el pensamiento de Bauman, es sugestivo preguntarse sobre ‘Nuestra cercania con respecto al horror. De ah que Max Horkheimer seriala- ra que quien no hable de capitallsmo, no puede hablar de fascismo.!3 Asunto secreto del Reich Berlin, 5 de Junio de'i9é2 Cambios a efectuar et losstehjculos especiales actualmente en servicio en Kulmahof, lulrigo xen los que estén en construc- ion seal Desde et mes de,Digienteree 1941, 97.000 han sido tra- fades “verarbeitet” por los tres vehfculas en servicio, sin inci- ddentes mayores. Sin embargo, teniendo en cuenta las obseroacio- nes hechas hasta hoy los siguientes cambios téenicos se imponen: 1-Lacarga normal de ios camioneses generalmentede 9 a 10 por m?, En os velifculos Saurer que son muy voluminosos la utilizacin mésximaa del espacio no es posible. Noa causa de una sobrecarga eventual sino porque un cargamento hasta la capaci- dad maxima tendria repercusiones sobre la estabilidad del vehf- culo, Una disminucin del espacio de carga parece por lo tanto nnecesaria, Seria indispensable reducir ese espacio de 1 metro en |igar de tratar de resolver el problema, como se ha hecho hasta 1 Modemided y Holocaust, Sequitur, Toledo, 1997. fe juden und Europa, Frankfurt det Mero, 1985. "Este memorindum, se puede ver en la pelicula Shoa de Claude Lanamann, primer fas2) be baveldeltanbe hora, disminuyendo el nimero de piezas por eargar lo que aca- rrea Ia desventaja de un tiempo de funcionansiento mas largo, pues el espacio vacio también debe ilenarse de 6xido de carbono. En cambio, si se disminuye el espacio de carga, cargando com- pletimenteel vehfculo,el tiempo defuncionamiento puede redi- cirse considerablemente. Los constructores de la mfquina nos dijeron en una ocasién, que reducir la parte trasera del canton ‘acarrearia un desequilibrio indeseable el tren delantero, segiin ellos, estariasobrecargado, Pero en realidad, el equlibrio se res- tablece involuntariamente por el hecho de que la mercancfa car- _gada muestra, durante el furicionamiento, una tendencia natu- ‘al aatropellarseen las puertastrasera; termina, al final dela operaci6n, acostada sobre todo ese liigar. Dé ésta manera, nose produce ninguna sobrecarga eel tren delantero. 2- Es necesario proteger Ia ilumindciin de a destruccién sms de lo que se ha hecho hasta ahora. Rejillas de hierro deben cubrir las ldmparas para evitar su deterioro. La prctica ha de- riostrado que se puede prescindir de ellas puesto que mparente- mente nunca se han utilizado, Sin embargo, se ha obseroado que en el momento de cerrar las puertas el cargamento siempre se abalarza fuertemente hacia ellas “hacia las puertas- cuando Mega Ia oscuridad. Esto resulta del hecho de que el cargamentose precipita naturalmente hacia la luz cuando oscurece, fo que dfi- caultael cierre delas puertas. Ademés se pudo obseroar que por el caricter inquietante de a oscuridad, los gritos estallan siempre ‘ent el momento del cierre de las puertas. Serfa pues oportimo encender las luces antes y durante los primeres minutos del fun- cionamiento, 3+ Para facilitar la limpieza del vehfculo es necesario si- tuar un orficio de drenaje hermético en medio del piso. La tapa del orificio, de un didmetro de 200 a 300 miilimetros estard pro- vista de un sifbn plano, de fornia til que'los Iquidos fluidos puedan evncuarse durante el fiticibriainieilé: En el momentode In limpieza, el orificio de desagite seroird para’ eoncuar as in- smundicias més gruesas. Los ta dbs iencionadosarri- ‘ba debert ser plicades a los velitilas én servicio s6lo cuando tengan que ser reparados. Respecto ie iés 10 vehiculos nuevos pedidos a Saurer, deben estar, en lo posible, equipados con todas las innovaciones y cambios como resultado de la préctica y la experiencia, Sometido a la decision del Gruppenletter Il. D, $5-Obersturmibalifiirer Walter Rauf (153) ue Qué tendria de espantoso este’ memorandum si no fuese que se std hablando de los camiohes que asesinaban judios con gas descargan- do el combustible adentro del eamién? eDénde esta la locura, la irracionalidad, el odio demencial con el que ‘se nos aparécen los perpetratiores nazis después de tantas lecturas y peliculas? Todo lo contrario. Palabras téenicas, vacladas de toda pasién. En este memorandum vemos claramente cémo, a partir de la racionalidad burocrética, piensan y solucionan problemas de eficiencia, productividad y costos entre un Estado y una empresa. Soluciones a problemas nuevos, imprevistos (el tema de la iluminacién, la establlidad del auto, el drenaje de las “inmundicias"). El capitalismo funcionando. La empresa Saurer le vende camiones al Estado Alemén, éste le pide ‘modificaciones en los vehiculos, los problemas se plantean y se solucionan ” sin alterar nada del lenguaje que puede usar cualquier téenico, cualquier sgerente en una empresa actual, cualquier Estado que contrata una empre- ‘sa para alguna actividad. La muerte es tamizada por la racionalidad buro- critica indiferenciandose de cualquier otra actividad. La sensacién de re- pulsién esta viva en el que escribe: aparece con respecto a “las inmundi- cias” pero no a los asesinatos producidos. La muerte es ya una actividad absorbida por esta égica. Uno podirla |hferir que al suprimir la palabra “per- sonas” por “mercancias” se esté efedtuando tan sdlo un cambio de lengua- Je para tapar el crimen y nid dasa Yast: En Ultima instancla, dé ser asf, es interesante ver cérro las formas, la estructura de razonamiento y la técnica usada son las mismas que utilizamos para infinidad de tareas. ‘acilit6 mumerosos materiales para ia redaccién de a descenden- cia del hombre, en su relato de 1863 sobre su viaje por Africa {finatizaba hablando de i “redencién” del continente. Frente a ppoblaciones desprovistas de lengua escrita y de cultura y con- vveycido de que la esclavitud era una necesidad, Rende imagina- bael futuro, elcome ao dun iti deco zacién britinica y francesa. Bajo el dorpiniosde,tas potencias colonials, os africanos transformarfan, suc Elbert en una especie de jardin, construirfanciudades.en medio dela jumgla instalarfan riego en los desiertos..Liuego de finber,cumplido su farea inyectardo este elixir vital-en ls venas desu madre y restituyéndole su -belleza inmortal-Ios africanos podtrian aban donar el escenario de la historia, Es posible, conclu Reade, que en larealizacin de esta tarea sean exterminados. Tenemos que ‘aprender a observnr este resultado con sangre fria.** 2% La eugenesia y toda forma de esterlizacién a los considerados def- > olentes, enfermos incurables o rézas indeseables era un pensamiento do- __ Minante en Occidente, que no implicaba en esa época perversin alguna, _ > ncluso en las ciudades més importantes de Latinoaméea, el pensamien- ‘0 racial favorable a la esterlizacién ~que los nazis practicaron con su programa de eutanasia, desde el principio de su régimen- era muy popular también en los sectores progresistas que planteaban la seculaizacién de la sociedad e incluso por intelectuales y dirigentes socialistas. Los nazis pensaron un rédiséo racial europea. Esto se nos aparece como una locura, pero el mundo anterior a la. derrota.del.nazismo era pensado por los paises cilzados en términos,parseidos. Algunas pobla- ‘iones destinadas a unes tareas y otras destinadas.a otras, esta en el espiritu de la divsin internacional del trabajo, y,esfaidelimitacién demo- iéfica es también espacial. Pueblos entems sve, ivep) desaparecer en Un laissez far natural, 0 con una aceleracian artificial pedamos decir con ln “keynesianismo racial”, como en el caso dé los nazisyLo que pretendie- ron hacer fue un trabajo de ingerieda secede idetst continental, don- 4 la “solucion final” era la punta visible del iceberg, Es a pertr de la solucion final, que se vio la posibiidad de pianificar & Civilizactén y barbarie La conquista colonial de Asia, Africa y Oceania llevada @ cabo por las potehcias europeas en expansién durante gran parte de los sigos XX y X%, se levé la vida de entre 50 y 60 milones de personas. Estas persones {que no pertenecian a Estados reconocidos, no tenian entidad juridica. Es- taban ademés, clasificados -como toda la humanidad- por toda la cit sgencia cientfica, cultural y politica de la 6poca, en razas; en este caso, en razas inferiores. Las razas inferiores Iban a desaparecer por el deveri natural de la evolucién. 1 de “Africa para los blancos” no era el suefio de un alucinado, lider loco, de Europa, era el proyecto politico demografico Implementar, en pocos afios, la matarza de millones de hombres gracias racional de la Europa imperialista y.civlizatoria. iH ‘@l desarrollo industrial, a divisién del trabajo, la racionalidad de medios, Wiliam Rend eiloryvajro, conocido hoy en fos svar loos je) Bi Nabe a ca copia dia por la larga correspondericia iidntenida con Darwin, al que Nos. pareeg. (ple somriadk> NUscat, Causa a PEa gatIP®,PREOICRS meee el genocico nazi ene! colorialsiro ranista de Occiderte, més que en el WH relato de ia ideologla dela eongusta elit y de sus matanzas en rlacién al nario fextb muy bien tatado en ol capitula2,delayvolncia naz, ob. ct. "La Wolencia nazi, 0b. Gt, Cap. 2, p. 74. antisemitismo tradicional europes. Eneste punto hablar de la berbatie nazi, équé implica? Si los productos aborninables que genera e! nazismo ‘son fruto de una articulacién de elementos absolutamente vigentes y leg- timos en todo el mundo moderno. £Cémo pensar la barbarie nazi sin pen- sar en todo caso la barbarie moderna? Qué es lo “barbara”? ZEI racismo, 'a esterlizacién de los “indeseables", el coloriallsmo, la racionalidad buro- crética, las matanzas con gases, la destruccién de poblaciones civles, la eliminacién de la democracia liberal, e! deseo de aniquilr al comunismo? Neda de esto es una novedad del nazisirio. Recluir y demonizar al nezismo sirve s6lo como estrategia para indlultai" toda la modemidad liberal, ecua- cidn posible sdio construyendo “jeratquias” de muertos. Las matanzas de civiles en el este llevadas a cabo por los Einsatzgruppen, aniquilamientos de clentos de miles de personas, son claramente fruto de la planificacién de un Estado criminal, La bomba atéinica arrojada en Hiroshima, levén- dose la vida de mds de 200.000 personas, no lo es. El derecho de matar y la fuerza de las ambighedades Pero vale la pena detenerse en la pregunta acerca de las excusas y los mecanismos con los que funciona este poder justiieador, esta volun- tad destructora. Ya decia Rosseau en ol sig Xvi: Ademés, todo malhechor, que al atacarel derecho socal, se convierte por sus fechorias en rebelde ytraidora la patria, deja de ser miembro de ella al violar sus leyes,e incluso le hace Ia ‘guerra. Entonces a conseroacién del Estado es incompatible con In suya, es preciso que pereaca uno de los dos, y cuando se hace ‘moriral culpable, no es tanto como ciudadano cuanto como ene- migos™ 5 La existencia del interés geri por sobre el particular, ~que se com vertiré en matric ordenadora Ue lin'sifrimero de tradiciones politicas- se puede expresar a lo largo de la histbtia' moderna de diversas maneras. Esa voluntad general puede operar'a través ls la idea de patria, de nacién, de pueblo, de socialism y, partir dé'I6s‘rezs, también desde la idea de raza. &I nazismo, logra artibular la idea dé raza que, como explica Hannah Arendt, # venia expresando una resistencia*aristocratica contra la “igual: cidn” de las burguesias nacionalistas o liberales, con la idea de nacién. 3.3, Rousseau, fl contrat socal, Cap. V, Alianza Eéitoia, Madi, 1998, Ver Hannah Arendt, Los orgenes dl totalitariime, Taurus, Madi, 1998, 156) Ser alemén y ser ario pasa a ser una identdad y una causa comin, que ‘compete y movilza a toda la nacién. La nacién, que unifica en ccludadania pobres y ricos, ya no se con- tradice con la identidad racial. Es més, se articula|y fertalece. La identidad neal va @ ser una identidad nacional-racial, cémo una articulacién explosi- ‘va, que va a incorporar a la agenda de toda ia hacidhn alemana la necesi- dad de supervivencia y fortaleza de la raza. El discurso racial que hasta ese momento habia logrado legitimar “cientificamente” el exterminio de millo- res de atficanos y asidtices, ahora con todo su potencial legitimacior de aniquilamiento, ayudaba a neutvalzar cualquier resistencia a la elimina- clén de “otros enemigos” politicos, raciales y politicos-raciales al interior de Europa. En este sentido, también la conciencia de la pertenencia a una raza y la necesidad de defenderla, se puede expresar y asumir como una ‘voluntad general, en donde el enemigo son las razas minoritarias que po- nen en peligro su existencia, En todos los casos que se da un ordenamiento ideolégico a partir de. la idea de voluntad general, aunque més diluidamente en su forma racial, ‘se plantea una incompatibilidad mortal. Hay algunas practicas, obviamen- ‘te no definidas en el tratado de filosofia politica de Rousseau, que colocan {al otro por fuera de esa voluntad general. Ese “estar fuera” es hacerle la Bverra al contrato o a la patria, y eso legitimard la. muerte. Muerte estatal legitima, no como un acto de venganza, sifé'dé supéivivencia. ‘Acd, en esta concepcién matriz, se esté construyendo la principal legtimidad de matar del Estado modernd? el rotre'néyativo", al que nece- Sariamente hay que exterminar, es el que‘genkricarhiénte estd en guerra ‘contra la mayorfa, contra el contrato, cdl iaei6, Ent cada momento, el poder configuraré los grupos y practicas que estén afuera o adentro y, Por lo tanto, las acciones de los de “afuera” serdn acciones de guerra que legtimamente estarén penadas con la muerte. La defensa de la reptiblica en la Revolucién Francesa, que implicé el so de la gullotina por parte dal Estado, la persecucién a revolucionarios y Pacifistas en la Primera Guerra Mundial, la defensa de la nacién-raza con el consecuente confinamiento en campos de los “otros” construidos como ‘enemigos, la defensa de Occldente o del cristianismo o del capitalismo 0 4e la libertad, 0 combinaciones de éstas -segtin quien las enuncie- que Sivié como sustento de los genocidios bajo la Doctrina de la Seguridad ‘Nacional en Latinoamérica, tienen en comin, la defensa de lo propio, Universal y legitimo, contra sus enemigos. En todos estos casos, la muerte se planfea como muerte necesaria Y egtima, y en la medida en que esa explicacién se convierte en hegerné- nica, el Estado no serd nunca Visto como Estado éximinal. 246 searih oon tat \! prowetina Gr poder en la modemidad no es, entonces, e! hecho de matar. No es crimen necesariamente provocar la muerte; un Estedo no se convertird en eriminal cuando mate. Sino, solamente, cuando no logre Configurar ese matar en el marco de'la.detéhsa de un contrato legitimo, de valores considerados legitimos, en el marco de la supervivencia de la na- ci6n, de la democracia, de la hurianidad, de la raza. El “otro a extermi- par”, portacior de un origen o de una préctica ligada a un origen, tiene que estar construido eomo enemigo de [6 gus eri cada momento se defina come legitimo a defender, Al afirmarse que hay -a partir de la instalacién como hegemsnico en Occicente del paradigma recial desde mediados de! siglo XX- hombres ‘Superiores ¢ inferiores en términos biolégicos, al existir seleccién natural y triunfo natural de los més aptos, le muerte estatal, deliberada, causada Por fuera de la politica, queda legitimatia. Los por lo menos 50 millones de muertos, aceptados, con muy pocos matices, por quierda y derecha entre el siglo XIX y XX en las colonias de Aftica, Asia y Oceania ast io indican, I nazismo no inventa, propone otra ‘ecuacién; articula todo de otra ‘manera, generando asi, una novedad: Las razas a exterminar o esclavizer, estén también adentro ~no sdlo afuera- de Europa: judios, gitanos, esla- ‘os, fazas extrafias a los arios pero que habitan en Europa y estén mezcla- das con el resto. La muerte extrapolitica, o que por lo menos se presenta or fuera de la politica, que reinaba desde hacia décadas en los pueblos colohizados, inure en Europa. El otro negativo, en este casa, es'milctio mas cercano que en el caso Ge las colonias y este’ “otro” tiene’ relabionés'construidas, Acd lo que se cuestiona, mayoritariamente, en la& priffidas tifticas al racismo nazi pre- exterminio, no es en absoluto la'ékistinéia‘te razas:humanas, ni de la Superioridad racial de algunais'de’éstes, i Siqulera el derecho de unas sobre otras; sino, fundamentalimérite,uiérieS Son esas razas a extermi- nar. No hay ruptura de paradigma en este punto; lo que tenemos es un Conimiento de la Identidad de las victimas. Del “oto externo” pasamos a “otros externos e Intemos” a la vez. Esos otios pertenecen a otva raza, a otra nacién, estén afuera, pero viven entre nosotros, Esta pertenencia externa e interna al mismo, tiempo, que se expresa dde manera més clara con los judios, se va a artieular con una combinacién de las interpretaciones raciales y Politicas; por eso decimos que el nazis- mo construye “otros negativos” raciales, politicos y politico-raciales. Esta Ultima categoria que une el ser biolégico con el hacer, con un hacer polit- C0, se plasma de la mejor manera en la construccién de la categoria étni- co-paltica del “judeo-bolchevique’, Esta ambigiiedad de lo extemo y 10 intero, lejos de ser una debilidad para el poder, va a implicar, como en | i) ‘ i otras ambigiedades del nazismo, una potenciacién de las posiblidades 4 artoutselén politica: Contra ese conjunto canstruide como otreded ne- ‘ztiva, externa e intema, se podrd usar el ciscurso colonial racista como el dliscurso de denuncia de una préctica politica, comunista o capitalista. La imagen bestial del nazismo y del genocidio por ellos ejecutado, desgraciadamente no estd tan estrechamente relacionada con el horror produecido, en si mismo, sino por dos motivos: a) Con la no-lgitimacién de luna parte importante do la humanidad de fos suietos marcedos y extermi- rnados por un lado, yb) con lo visible exalcto que se hace, después de la ‘guerra, la pianifcacién sistemética del ariqulamiento, Esta visbilidad, esta desnudez de su carécter pianficado, sistemético, inhumane distaba mu- cho de la pocea vsiblidad enistente eni Occidente con respecto a los geno- Ciios coloniales, Si bien la industrialzacién del exterminio y el uso de la maquinaria bburoerdtica que implementa el nazismo, éolaborana que la vsibilidad del ‘genocidio nazi y su horror se conservén eh él ticripo, es la construccién liegitima del otro exterminado lo que sigue siéhido el tema que produciré, ‘todavia en el marco de la hegemon(a del pafadigma racial en la ciencia, el Punto més repudiabie, Por lo menos hasta:el fin de la Segunda Guerra Mundi, Repudio que no lograron produc lo’ pueblos colonizados. La construccién social de la ajenidad en el caso del genocidio nazi en Europa funcioné mucho menos; no en cuanto su efcacia genacida sino ‘en su capacidad de constiturse en hegernénica mundialmente, como silo fue la idea de la necesicad de la conquista colorialy el inevitable entren- tamiento de razas, La invsiblided es una estrategia eficaz a la hora de superar las be- - Treras morales, las tensiones intemas y colectlvas de la poblaclén no direc- ‘tamente involucrada en las matarzas, y que permiten la creaolén de con- ‘Sensos también invisibles pero activos. La estrategia de la invisibilidad, ‘que hizo que los nazis gbiligaran a los prisioneros, bien entrado el genoci- dio, a desenterrar cadaveres y quemarlos. Esta estratega que también Con esto no estamos afirmando que ol discuso rectal del nazismo sex sblo utititarista, on al fin de lograr Fines politicos. En este sentido hay ya posilones planteadas muy larat como la discusién de Ame Mayer y ChestopherBrowining, en sus respectivos \wabajos “Way did the Heavens not Darke. The Final Solution Ia History” y “The Path to Senocide" donde el primero ve al ractmo mucho mas come tnd uiliaeién en la lucha «antral comunismo y el segundo plants'ts saridad ‘al proyecto racial de loz nazis, panicled del utente que tate inl, unendiate racial ap Nosotros, cremos que pudieron coexist amas L6gicas-en.un tgimen que se caracte: ‘it6 por su capacidad aticulatria mis git pot sv homoneidad total de proyectos. EL trabajo de Daniel Feierstein “Algunas ciscusionesen tora las lOgicas de causalidad en los modos de explicacién del genocide nazi. Vajer, Browsing, Baumen y un debate abierto sobre ls cvsstisn del por qué del afiguilamento chaste bro, se explaya sobre sta polémiza. oat 2 fepresoresistindaridareé ton su Politica de hacer desapare. | Ger las victimas, no debe lima prueba juridica. Sus uscs son de contribuir al anestesiainieits oi lide, no ver, ‘ 1 860 & una préctica para borrar ja ‘ambiciosos y entre ellos esti ef ‘Conciencias que pueden, con fac. 28 a i lithic, jrto con la constucelén de a Esta ot alenidad de ese “otro" @ aniqula, fue ‘Slaramente exitosa en el genocidio Feta Convencion confima, ademds, un hecho inédto en la jutispru Genria internacional la préctioa del genociio estédefnida por quien ve Wetlma y no por un tipo de préctiea determinada, Noliendo al nazismo, éste construye,articula, una sintesis entie ese * También del 2110 lado, el del pragmatismo, funcional con que el nazismo sea solo una testauracién consenvadora, tenemos a Himmler en 1944, ofeciendoun mailer fara ver et concepto teérico y jurtdico de estado de excepeién y su utilizacion en el Baca ceo de ni Agamben, Estado de exepcn,hdiona Hida dN Buenos Ales, 2008 2 Gc Hobsbawm, Historia del Siglo XX, Cp. 1, 4, Citic, Espa, 1996, ‘Mot referines libro de etry Her, El modemismoreacconro, CE, Buenos Ares, 193, (162) Anuntes sobre novedadyaticaacion 4 jusios ingaros para negociar la paz. Son dos ejemplos de pujas entre seguir un programa ideol6gco e implementar polices pragmaticas que no mien idenloga y queen el raismo fueron una tenscn permanente. Ese noi para ats i para adelante, ~no hay revolucién ni antcap- talista ni ringuna ota, no hay tampoco clramente restauracién un mo- mento anterior~ se nos aparece, junto al estado de excencién permanen- te, en el contexto de un capitalismo monopélico y una guerra imperialista ‘como una original y novedosa variante y articulacién de una maquinaria sin ‘mediaciones; una maquinaria de reaizacién de saqueo y genocidio colo rial y politico, extemo e interno, bereits taeroreicim arrears indefin cidn con la articulacién de lo esistente que, en esas condiciones, otorgé un oder de matar casi absoluto. Articulacién excepeional mas que novedad singular. El nazismo como fascismo europeo Sefiala Michel Foucauit en su texto Sujeto y Poder que Una de las numerosas rezones por las cuales son, para nosotros, tan desconcertantes [el fascism y el estalinismo], es que a despecko desu excepeionatidad histérica no son en absoli- 40 originales. Emplearon un extendido mecanismo ya presente ert la mayoria de as otras sociedad. Ms vin: adespecho de su propia locura interna, emplearon ampliamente las ideas y los ‘mecantismos de nuestra racionalided politica’.2* Justamente porque venimos reafirmarca el eardcter modemo del na- zismo, és que no debemos enalizarlo como un hecho aislado del resto de los fenémenos de! siglo pasado. Mas allé de la ausencia de grandes novedades con él surgimiento del nazismo, creemos que se dio tedricamente en la academia, una forma de encapsulamiento y ajenizacion del nazismo bajo el concepto de totalita- rismo, en debate con las visiones que hablan de fascismo, Entonces, por un lado, estan las visiones que hablan de Fascismo, donde a grandes rasgos se incluye al nazismo y al égimen italiano, y por otra parte estdn los que prefie- ren utilizar el concepto de totalitarismo, para hacer referencia primero al fescismo italiano, luego al régimen nazi y finalmente al estalinismo. Frente a esta polémica, y siguiendo el texto de Enzo Traverso en este misma libro, consideramos que el totalitarismo y su historia como concep- ‘= "wie Foucault, en “EL sujetoy el poder” on Nas até det estructuratismo y la hermeneu- fica", Hubert, Dreyfus. Rabinow, Nueva vision, Bunor fits, 2001 Guitermo Leoy [Toms Borovinky to, esté demasiado determinado por la coyuntura politica de cada mo- ‘mento en el que fue aplicado. De ahi su variacién y su falta de cansecuen- cia como herramienta tedrica a través del siglo X*. Desde su nacimiento como cancepto-guerra contra el fascismo italiano, pasando por la reapro- placién hecha por el mismo régimen, para luego ser utilizado contra el hazismo y la Unién Sovietica, De ahi que Traverso explique que el concepto es una caja colmada de diversos contenidos de caracter polimorfo, malea- bile, eldstico y en definitiva, ambiguo. Y mas especiticamente *...un térmi- no camalaénico, adoptado a voluntad con una finalidad polmica". ‘También lan Kershaw aborda el debate directamente en su recionte- mente reeditade libro, La dictadura Nazi, planteando la mayor utlided te6- Tica del concepto de fascismo por sobre el de totalitarismo. El autor no plantea obviar el concepto de totalitarismo y simplemente catalogarlo como Un “baluarte de la Guerra Fria", sino que afirma que su despliogue practi co-conceptual como hetramienta de analisis es de “limitado potencial’ 2 Limitacién que se coneretiza al tener que subordinar conceptualmente el analisis del nazismo con el del estalinismo, y viceversa. Ya que creemos que por mas que tengan ciertas semejanzas, nos parece forzado analizar- los conjuntamente como dos fendmenos ligados, como una cierta tradi- cl6n bibliogréfica pretence hacer. El concepto de fascismo, en cambio, hace hincapié en la posicién del narismo en el contexto de los fascismos europeos, en plena decaden- cia de la utopia y los valores liberales a nivel mundial. Ese universo liberal ue se caracterizaba, en palabras de Eric Hobsbawn,” por el rechazo de la dictadura y del gobierno autoritario, el respeto del sistema constitucional con gobiemos libremente elegidos y por asambleas representativas que garantizaban el imperio de |a ley. También eran insoslayables el respeto por los derechos y las lbertades de los ciudadanos, es decir, derechos a la ‘expresion, opinién y reunién. Sin embargo, esta atmésfera liberal implosio- 1n6 por fuerza de sus propias contradicciones intermas, luego de la exhibi cién de atrocidades de la Gran Guerra Mundial. Esta es la denominada Era de fas catéstrofes, en la que e' liberalismo politico sufrié un grave retroce: $0, que se hace evidente en las cifras que dispara el historiador inglés en SU ya clasico libro sobre el sigio 2X. En él, el autor coteja que en 1920, el mundo occidental tenia 35 regimenes que podian ser catalogados como constitucionales. Mientras que en 1938 ya vemos que sélo 17 pueden ser tiquetados con ese calfcativo. ¥ ya en el ocaso de la titima Guerra Mun- dial, en 1944, slo 12 paises pueden ser considerados como de regime- * Tan Kershaw: Lo dictodura Nez, Problemas y perspectives de inerpretacon, Siglo x0, Buenos Aites, 2004, p. 58. frie Mobsbawn, of. ct, p. 116 Apunts sobre novedad yatieuacion res constitucionales. De ahi que el autor agredve que la derecha como fuerza anti-liberal, “en los afos treinta, parecia la fuerza del futuro” 2° Los denomninados fascismos europeos se difundieron a lo largo y an- cho del continente, teniendio presencia en paises como Gran Bretafa, Ilr da, Norvega, Finlandia, Francia, Austria, Espana, Portugal, Hungyia, Ruma ria, Yugoslavia, Polonia. Pasando tanto por la Europa corientemente ceno- minada como la més arcaica, hasta la més modemnizada, civiizada y occ: dental, Asi se descarta la visién que estuia al fascismo como procicto cle naciones con poca tradicién democrdtica, con un bajo desarrollo econémica. Es.en su libro Los fascismos, donde Buron y Gauchon explican que el fascismo (pensando en el caso francés) “traduce" una crisis general del pensamniento y de la préctica politica de los Estados denominados mas avanzadios. Peto es importante remarcar, como plantea Hobsbawn, que et ascenso de Hitler al poder en 1933, es un catalizador del surgimiento cle movimientos similares de importancia territorial y gubernamental. Es entonces indispensable considerar la crisis del liberelismo como caldo de cultivo para la proiferacién de los fascismos. Pero es en este conterto que vemos a grandes raszos dos caracteristicas comunes entre todos los fascismos eutopeos, Por un lado, que todos, en mayor o menor medida, se encolumnan detrds de la conduccién alemana. Y por otro, que todos estos fenémenos que nosotros consideramos como fascistas esta- tian, en palabras de lan Kershaw, “claramente dentro del amplio contexto europeo de movimientos radicals anti-socialistas, nacional-integracioni tas, que también rechazaban las formas, aunque no la sustancia econé: mica, de la sociedad burguesa, derivadas."® De esa manera se puede entender que, en principio, lideres anti- fascistas como Winston Churchill hayan sentido “simpatias” por el nacierte Duce italiano en el poder.” Ademés, es importante recordar que, antes de desatada la guerra, Francia ¢ Inglaterra tenian una poitica de disciplina- miento frente a Italia y Alemania, y de ataque ante la URSS. La misma ambigiledad es evidente en el “ambivalente” apoyo a la reptilica espaio- le frente al franquismo. El enemigo comiin iricial europeo, era el comunis- mo y no el fascism. Despersonalizar y articular ‘Como ya explieitamos anteriormente, el nazismo debe ser conside- rado como un fenémeno politico en el contexto de los fascismos euro- = frie Hobsbawn, ob, cit, 119. Tan Kershaw Nazi 0b. cit, pe The » Fic Mobsbawm, ob ct, p. 120 Tanto el pacto de Munich, donde Gran Bretafiay Franca prfirieron pactar con Hite, Guutermo Leey / Toms Borooinsky 20s, pero come todo fascism, tuve sus propias especifeldades poltioas ue lo diferenciaron det resto. Para considerar el caso alemén es importante tener en cuenta el Proceso a partir del cual Hitler aleanza el poder del aparato estatal de gobierno. Pero siempre y cuando lo hagamos para clarificar el proceso po: ltico que geneté el razismo y el genosida,y no en cambio paca homologar al nazismo con Hitler. Esto citime es primordial para la comprensin det nazis “como para la eomprenstin de cualauer fendmena poltico- ya ue de no ser asi, uno puede terminar en ese tipo de explcaciones super fciales,faciistas y efectvstas, que remiten la responsabilidad del genoch dio a un “demente”, artista frustrado que leg, nadie sabe cémo, @ sober. nar Alemania, y salié a conquistar Europa, Por ello, es interesante que el ‘mismo lan Kershaw, uno de los bisgrafos de Hier, sostenga una vsién, a ‘uestro entender bastante poco personalista, aundue teniendo en eusrta el papel de Hitler en el proceso nazi, De ahi también laimportancia que da autor al azar, como factor clave en el ascenso de Hitler al poder ‘Si consideramos en parte, al nazismo como un acontecimiento polt- co més, y pese a que serialamos constantemente que pertenece al conten to de los fascismos europeos y que tiene unas singulardades especiales ‘como cualquier otro; ZQué es lo nuevo? Cul es la gran novedad dei navie- ‘m0? Simplemente la sintesis La articulacién de miltples factores exsten. ‘es en una cierta posicién, que dan como resultado esa violencia naz de la ue habla Traverso, La articulscién es esa coneriin de engrangjes que da forma y movimiento a la maquinaria nazi en toda eu érea do influencia Teniendo en cuenta la linea de pensamiento del intelectual Ernesto Leclau, podemos considerar al fscismo alemén como una organvaron contingente de posiciones diferenciales, que articulados entre sf dan for. mma a fo que conocemos como nazismo. Asi podemos entender como fue «jue grupos tan elsimiles entre si pudleton represontar en la figura de Hit ‘er Kdeales aparentemente contradictoios. Son justamente estos grupos diferentes los que funcionan a partir de una légica de equivalencias on ia articulacién autontaria, gracias a la cual se genera una concentiaciSn de ‘deales politicos en la conduccign del gobierno del Tercer Reich por dentro ¥ Por fuera de Alemania. Entencliendo al proceso articulatorio como Construceién de puntos nodales que flan parcialmente el sentido, Pensardo a la equivalencia como “By Siempre hegeménica en la medida antes que frenarlo junto a la URSS, ites ena unto a a URS, asin svi previa a a segunda guera donde inente inasin impeilista tanta de (a Alemania nash Sana, Gran Bretata y France, mustan cua ere ara ocldete capa Tan Kershaw, Aer, Biblioteca Nueva, Madrid, 2000, p56 Emesto Laclau, Hegemontay estategia socialite, FCE, Buenos Altes, 2006, p. 130 punts cabre novedady atcnacion cen que no establece simplemente una alianza entre intereses dados, sino ‘que modifica la propia identidad de las fuerzas intervinientes en dicha alianza’ Es por ello que en esta alianza se da una batalla politica por la hhegemonia ideolégica entre ciertos factores intervnientes, que segmental- ‘mente se van superponiendo intensivamente, siempre y cuancio estén en condiciones de disputar poder politico. Donde el poder permanentemente incorpora, distorsiona y articula las cistintas partes. Con la decadencia de la Republica de Weimar, tras la crisis del ‘29, surge en la Alemania de entreguerras un “sitio de vaclo”, generdndose una caida de los fundamentos que aseguraban un orden trascerdente, haciér dose necesario, en palabras de Laclau, unica ciertos espacios politicos a través de articulaciones hegeménicas. Surgen asi “une fijacién autoriteria del orden social en las altas jerarquias establecidas por el Estado, como fen el caso del fascisino”.** Sin embargo, este fascismo no €s tal, debido a un deseo proto- fascista latente en las masas alemanas. Como sefala Zizek, lo que hace que el fascismo sea ideoldgico, es su articulacién, la forma en la que se hace funcionar ese deseo legitimo de emancipacién (deseo de una vida comunitaria auténtica, rechazo de la explotacién capitalista,ets.), que en ‘su particular versin nazi, se consigue mediante la eliminacién de los ju- dios. Es asi que se legitima el regimen, redireccionando el deseo hacia el peor de los destinos. Es en esta sintonia que Zizek sefiala que: {a ideolo- ‘Ba fascista “manipula” el anhelo auténtico por parte de! pueblo de una verdadera Solidaridad comunitaria y social... desde luego dicha ideologia distorsiona fa expresién de este deseo con el objeto de legitimar las rela- ciones de explotacisn y daminacién social. Sin embargo, para poder llegar a la cistorsiin de este auténtico deseo, tiene primero que incorporarlo.”” Dentro del proceso de articulacién, que da como posibiicad al nazis- ‘mo, percibimos toda una serie de elementos cferenciales que funcionan a través de una légjca de la equivalencia y otra lbgica dla diferencia. Pucien do agltinar en sui movimiento al viejo nacionalisno Voikish, a parte de a Gite industrial alemana, intereses de campesinos que ven como posit dad real el quedarse con las tieras o con les propiedades de fs judios, ‘exmiltares resentidos pot la Primera Guerra Mundial, profesionales liber les y empleados que ven posibildades de ascenso social, desocupados & Emesto taclau, ibidem, p. 207. 2 Eamesto Laclay, idem, p. 211. °* Ver Fiidsie Jameson y slave) 2zek, Estudios Cuituraes. Reflexiones sobre el mitclturo liso, Paidée, Buenot Aies, 2008, p. 14. Fede Jameson y Slave} Zizek, ob. cit, p. 140 Guitermo Levy | Tamds Borovinty {Que ven en fa reconstruccién de Alemania su integracién, etc. Es de esta manera que estos elementos son equivalentes entre si, pero diferentes, ‘Ademés, &s hegeménica porque mantiene la diferencia, pero ésta se sub. Werte en un flido intento de crear una identidad cerrada, que no sera ta Cuando usamos fa nociin de articulacién para pensar el nazismo también nos referimos, como ya insinuamos, a la capacidad de articula len en su dimensién europea. La capacidad politica, kleoldgica, econémi- ©, respaldada obviamente por la fuerza militar, de convertr @ toda la etecha fascista europes, también muy diferente entre sf, en una gran fuerza social continental, Intento de unifcacién que ya tenfa antecedentes antes de empezada la guerra, en la reunién de la internacional fascista de Montreaux en 1935, Tenemos fascismos europeos diferentes, con sus particularidades, uizés como elementos comunes, las ideas de comunidad nacional, como caso del fascismo noruego de Vidkun Quislng, ihrer de Noruega duran te la ccupacién alemana, que preconizaban un fascismo politico (antico- ‘munista y antiibera)y un fasc'smo racial en el sentido de una comunidad nérdicay hasta, en este caso, un fascismo “unwversal", imperalista en el sentido que Noruega debia retomar su misién enilzadora emprenclda mil afos atras El anticomunismo, como bandera principal, también configura al fas cismo finlandés det movimiento Lupua y luego del Movimiento nacional patriStico debido a los confictos fronterizos con la URS, El anticomunismo y antisemitismo del fascismo hiingaro se combina ‘con una linea mucho mas revolucionaria que otros fascismos, que se en- cuentran més cerea del eonservadurismo tradicional, El fascismo hungaro, que en 1935 ya tenia doscientos mil miembros, lama al reparto de las ‘andes propiedades. La particularidad nacional es el “hungarismo” que se plantea como la forma huingara del nacional-socialsmo. Los rumanos en cambio, tienen un fascismo mucho més mistico y teligoso, también pro- fundamente anticomunista sobre todo por ser frontera de la URSS."* Estas particulardedes, que s6lo mencionamos para algunos paises, Pa nos hablan precisamente de la enstencia de una homogeneidad fascis, a 0 nazi sino de una enorme fuerza social europea, anticomunista y ant liberal articulala, conducida por el nazismo alemén. Cada pais tuvo uno o varios grupos y partidos fascistas que apoyaron ‘al nazismo. Muchos gobiernos incluso funcionaron como regimenes ala. os, hasta legado el caso de los Ustachas que, en el gobierno del Estado azi-croata, produjeron y condujeron solos el genocidio de cientos de mi- les de serbios. 7, Buron y P, Gauchon, ob cit, pp. 130-172 Aunts sobre novedadyaticulacin ‘También los nacionalistas catdicos, como los de los paises baticos, Vieron en los nazis, ademés de una afinidad ideol6gjca, al liberador del dominio sovietico. En el otto extreme de Europa, la “simpatia neutral” del fascismo espaol operé también a favor de esa gran fuerZa social europea, sin necesidad de interven en la guerra ni declarerse semejante a los nazis Esta es la gran capacidad politica del nazismo; corvertirse en una fuerza de Estado dentro de Alemania que mantwo durante 12 anos una articulacién hegeménica, y por fuera de Europa llevar esta artculacién, ‘mas claramente politica, conduciendo a toda la “nueva” derecha europea anicomunista y antiiberal desde la década del treinta y durante la guerra. Asimismo, este proceso articulatorio implica "relaciones antagéni- cas" para las cuales se requiere de un “Otvo" con el cual enfrentarse. Mareando un adentro y un afuera, un amigo y un enemigo. Necesitancio de un “Otro” a partir del cual dferenciarse y constituirse. Ademds, es necesa- rio considerar al nazismo como una identidad incompleta, producto de un antagonismo y no de una contradiccién, ‘ Las relaciones no surgen de identidades plenas. Para pensar lo pol tico en términos relacionales, es necesaria la existencia de un Otro, y la constituci6n de identidades abiertas que se enfrentan. Es por ello que Lactau agrega sobre la relacién con el Otro que: su ser objetivo es un simbolo de mi no ser, y de este modo es desbordado por una pluralidad de sentidos, que impide fjario coma posibiliad plena.. El antagonism mar: cca entonces el limite del orden. Por o tanto, asi como el Otro no deja ser totalmente al Uno, se desata un proceso de construccién de otredad ne gativa, Siendo ésta una practica moderna, que puede evar a un genocidio como el ocurrdo en la Segunda Guerra Mundial, pero que puede volver a practicarse nuevamente. Conclusiones El nazismo, que se perpetud doce afos en el poder aleméin, como ya plantea Raul Milberg," imenté realmente muy poco. Lo que si preduj, son puntos de inflexién importantes. Saltos, que sf fueton mas alld de la aticu- lacién de las partes existentes: la “solucién final”, lasistematizacién de las figuras étnico/politicas como la del “judeo/bolehevique", el clivaje de practi car una ldgica de exterminio combinada: por un lado hacia afuera -como en los genocidios coloniales- y por otro, hacia adentyo, ~como en los geno- Cidios eminentemente polticos. Es asi que el genocidio funciona a partir de ® Ernesto Laclau, 0b. eft, p. 145. © Ea La entrevista roalizada al historiador Ral Hilberg por Caude Lananan en la poicla Shas, lermo Levy (Toms Borooinsly Luna 6glca de ingrieria social que pretende el rediseno de la sociedad en sv totaldad, La solucicn final es el gran salto, la gran invencién del nazismo, como también explica Hilberg’ La muerte de toda la poblacién julia no era un hecho sélo coyuntural, ya que el objetivo no aeababa con la muerte fisica, 5 termina con los judios de Europa era también negar su exstencia hacia @! pasado, ya que la destruccién de los cuerpos no era sélo debida a una intenclonalidad de evitar et castigo. La desapariciin estaba en el marco de tuna estrategia mucho més ambiciosa. Esta ingenietia social implcaba, como ya hemos planteado, la destruccién de los cuerpos, pero también la Imodificacién de la historia, y el condicionamiento del futuro, Esto podemos verio histéricamente, ya que terminada la Segunda Guerra Mundial, surgian las luchas por la descolonizacién bajo el fantasmna de la revolucion y el tercermundismo. Asi, los ingjeses y franceses, que tanto habian hecho por tiberar al mundo del nazismo, necesitaban de la represién sistematica de los pueblos insurectos. Asimismo, surgia en Francia 'a guerra de contrainsurgencia, que daria origen a la Doctrina de la Seu. ‘dad Nacional, la cual implicaba el exterminio sistematico de cientos de Inules de personas. Pero esto no se podia nombrar come genocidio. La Convencién para la Preveneién del genacicio confirma el hecho de que la Préctica del genocidio es el tinico delito que se define por quién es la Vietima y no por un tipo de préctica determinada.** 1 cémo pensemos y actuemos ftente a estas précticas determina el tipo de articulaciones del que participamos. E! genocicio nazi necesité una Clerta legitimicad, que mantwo parcialmente hasta su derrota, utlizando algunas concepciones aifundidas y defendidas por todo e! mundo moder. ‘no, La no-politzacién del delto de genccidio posterior ala Segunda Gue- tra facilté enormes metarcas que las potencias necesitaron en su lucha Contra los movimientos Iibertarios en todo el mundo. Podemos hoy no detener algunos procesos en marcha en e corto plaz0, pero al quitarles su legitimidad, sin duda los debiltamos. Es por ello que no adoptamos la visién acerca de la excepcionalidad de! nazismo en tanto rovedad. Lo que si vemos es lo excepional del tpo de articulacién que produjeron, los saltos por ella logrados, y por sobre todo, por qué el poder cultural de! mundo occidental, capitalist, liberal, Cemocratica, imperil, los necesité ver como tan “especiales”, como tan poco “corrientes" “~ Fara un desarrollo exhaustive de esta cuestin, véasa “Una discusén abieta la volen- {a politica en Argentina y su peculisridad genoclda", en Daniel eletein'y Gualorcg Levy (comp.): Hasta que fa muerte aos separe. Poder y précticas saciles yenscueg re, ‘América Latina, Ediciones al Margen, Buenes hives, 2086 No se aprendieron las lecciones del Holocausto? Evaluando los riesgos de genocidio y matanzas poltticas desde 1955* Barbara Harff “No sélo debernos recordar lo que ocurné, sino también por qué y cémo cour". Al recordar el Holocausto,“debemos aprender sus lecciones yaplicarlas a sucesos contemporaneos” (Matas: 1992, 185). sah ‘apren- {i6? Sabemos que los genocidos y las matareas polticas son fenémenos recurrentes; que desde la Segunda Guerra Mundial han tenido lugar cerea de 50 eventos de esta naturaleza; que estos episodios han costado la vida de ene 1222 ries de no combate mis que todas as tins de gues neon rained 2945 un ol sein ano rara vez moths el accionar de quienes manejan la politica. cd También sabemos que a pesar de Camboya, Bosnia y Ruanda, se han aprendido algunas leeciones. Durante las citimas décadas, los exper tos en genocidio yen el Holocausto se han unio pare combati la ignoran cia acerca de las causas de estos sucesos, para ivolucrar alos polices y para movilizar la empatia del pUiblico, Algunos han escuchado. Tras los. ‘acontecimientos de Ruanda, la administracién Clinton apoyé el empleo del andisis de la clencia social para expicar los genocidios y el conflicto étnico, con miras a desarrollar sistemas de alerta precoz para detectar desastres humanitarios en potencia. El estudio que aqui se presenta fue apoyado en parte por dos administvaciones sucesivas y se basa en aos de ‘esto pra leads cabo poe luracos en ext com- Ivo del genocidio y de fenémenos similares, re Rael de ia adcade de los '80, los cientificos sociales comen- zaron a estutia el genacidio comparativamente (véanse Fein 1979, 1992; Herff 1987, 1992; Kuper 1981 y Melson 1982). Estos pioneros, analiza dos en Totten y Jacobs 2002, definieron e! fenémeno, acumularon eviden- te tf ti pad on sin de dacs x to We lense th Abeon fetal Scenes even, aps? 3,200 “tas its e as geno-paiticdlasy ls victimes etn tabuladas para el Ustad de casos Yy wlctimas en la Tabla 1 con et agregado de episodis que tuvieron Lugar entre 1945 1954 presentados en Haiff 1992,

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