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Labruna
Labruna
Se retiró en el Club Atlético Platense, club en el cual debutó como director técnico
y obtuvo el tercer puesto de la Primera División del Fútbol Argentino tras perder en
semifinales ante Estudiantes de La Plata y obtener el tercer y cuarto puesto, con
suplentes, ante River Plate por 2-1, tras ir perdiendo el partido. En simultáneo fue
entrenador de Defensores de Belgrano, donde salió campeón de la Segunda
División del Fútbol Argentino. Ganó su primer campeonato de Primera división
como entrenador dirigiendo a Rosario Central, en 1971, y posterior a aquello,
obtuvo otros seis títulos dirigiendo al River Plate, siendo uno de los técnicos más
ganadores en la historia del club de Núñez. Fue el DT del equipo millonario
cuando el club cortó una racha de 18 años consecutivos sin logros oficiales, hasta
obtener el título de 1975.
Cómo jugador
En 1939, aún juvenil, fue convocado a jugar en la Primera a raíz de una huelga de
los profesionales del club por una sanción aplicada al crack de la institución, José
Manuel Moreno. Y justamente le tocó vestir la casaca número 10, la que usaba el
“Charro”. Sus goles y excelente rendimiento determinaron que, una vez superado
el conflicto, Moreno tuviera que jugar de entreala derecho porque a Labruna era
imposible sacarlo.
Así se inició una carrera fantástica, que se prolongó por dos décadas en la primera
de River y que terminó ya con 41 años, en la Navidad de 1959, porque no formaba
parte del nuevo proyecto de “fútbol-espectáculo” que decidió la dirigencia
millonaria con la incorporación de varios futbolistas extranjeros. En esos 20 años,
el gran Angelito se dio el gusto de integrar junto a Juan Carlos Muñoz, Moreno,
Adolfo Pedernera y Félix Loustau la delantera de la llamada “La Máquina” y,
compartiendo cartel con Amadeo Carrizo para muchos mejor arquero del siglo,
Santiago Vernazza, Eliseo Prado, Walter Gómez y nuevamente Loustau, “La
Maquinita” del triplete de campeonatos de 1955, 56 y 57. Esos fueron los picos de
una carrera futbolística que lo destacaron por su gran capacidad goleadora,
afianzada en una técnica depurada y en una guapeza sin límites. Era famoso
aquello de que cuando Angelito “agachaba la joroba” (forma muy particular en que
arqueaba su cuerpo) al ingresar al área, al arquero rival no le quedaba otra que ir
a buscarla al fondo de la red. Sus 293 anotaciones en 515 partidos son una
categórica demostración de este olfato y sentido del gol. En ese amplio período de
20 años, fue asiduo integrante de la Selección Nacional, en épocas en que nuestro
representativo solo competía a nivel sudamericano, donde obtuvo los títulos en
Sudamericanos de Guayaquil 1946 y Lima 1955, aunque en este caso como
suplente de Enrique Omar Sívori. Cuando la Argentina volvió al ruedo mundial en
Suecia 1958, también estuvo Angelito, con 39 años, para soportar un fracaso que
hizo historia.
En 1969 sufrió una de las peores tragedias que un ser humano pueda padecer: la
muerte de su hijo Ángel Daniel, que a esas alturas aparecía como un serio
continuador de su trayectoria en la Primera de River.
Fallecimiento
Cumplía una gran campaña como DT de Argentinos Juniors. Falleció el 19 de
septiembre de 1983, mientras se encontraba en la habitación de un sanatorio,
donde había sido sometido a una intervención quirúrgica por un problema en la
vesícula, de la que se estaba recuperando satisfactoriamente. Sin embargo,
cuando se preparaba para caminar junto a Ubaldo Matildo Fillol, que había ido a
visitarlo, murió a consecuencia de un paro cardíaco y cayó en brazos del arquero
a los 64 años de edad.[1]Los restos fueron inhumados a las 16 horas del día 20 de
septiembre en el Cementerio de Chacarita.
Estadísticas
Como jugador
Ángel Labruna ganó 16 títulos entre nacionales e internacionales como jugador
con la camiseta del Más Grande y gritó 293 goles, lo que lo convierte en uno de
los máximos anotadores del fútbol argentino en la era profesional.
Cómo Dt
Como entrenador, dio otras seis vueltas olímpicas: fue el conductor del equipo que
cortó la racha negativa con el bicampeonato en 1975, obtuvo el Metropolitano de
1977 y también se consagró tricampeón entre 1979 y 1980.