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DE CAJAMARCA”
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
INTEGRANTES:
Alegría Infante Anaís
Bautista Marin Karen
Herrera Fustamante Lizet
Mejía Rodriguez Joselin Araceli
Lopez Cabrera Backner
DOCENTE:
INTRODUCCIÓN:
La pregunta antropológica por excelencia que nos hacemos cuando nos
encontramos frente a nosotros mismos es ¿quién soy? Usualmente, lo primero
que se nos viene a la mente es la palabra “persona”, pero ¿qué tanto sabemos
acerca de este término? ¿Dónde se originó su concepto, especialmente, el
jurídico? ¿Qué características tiene?
Pues bien, para muchos autores la “búsqueda” de la persona comenzó en la
gran Roma. En este Imperio, la persona en Roma era todo ser real capaz de
ser sujeto activo o pasivo de un derecho, es decir, es y será capaz de adquirir
derechos o contraer obligaciones. Pero, a diferencia de la actualidad, en Roma
no todos los hombres eran personas ni las personas eran hombres. La persona
es pues el hombre considerando su status. Por ello, se entiende que para ser
considerado “persona” se tenía que cumplir con ciertos requisitos y gozaba de
3 status que más adelante se detallarán.
I.I ETIMOLOGIA:
El término del que proviene la palabra “persona” deriva del latín, se
conocía como persōna que significa “máscara de actor”, “personaje
teatral”, “personalidad, persona” (Corominas & Pascual 2250)
El término persona es considerado característico del uso en el pueblo
romano, pero también parece poseer el mismo significado que la voz
griega; πρόσωπον (prosopón), de donde se ha supuesto que
derivaría la forma latina. Pues la forma griega πρόσωπον posee el
significado de máscara. Al hablar de la máscara de los personajes
teatrales el estoico Epicteto dice: “recuerda que tú no eres otra cosa
que actor de un drama, el cual será breve o largo según la voluntad
del poeta […] Puesto que a ti sólo te corresponde el representar bien
a la persona que se te destina, cualquiera que sea: corresponde a
otro elegirla” (Abbagnano 909).
Los romanos aunque conocieron la idea del ente capaz de ser titular
de derechos y obligaciones que es el Sujeto de Derecho, no
utilizaron esta denominación, que en el Derecho Moderno es
sinónimo de persona, por lo tanto, se impone la necesidad de hacer
un análisis histórico del mismo.
Acerca de la palabra “persona”, según “Aulo Gelio” era la mascarilla
del actor con la que este se cubría la cabeza y a la vez, le permitía
aumentar y clarificar su voz; por la cara anterior imitaba un rostro
humano y por la posterior era una peluca.
I.II LA PERSONA:
Entender a la persona como el que tiene capacidad para ser titular de
derechos y obligarse, significa que puede ser sujeto activo o pasivo de
derecho, puede adquirir derechos y contraer obligaciones significa que
puede ser titular de un derecho, por ejemplo ser titular de una
servidumbre (Aramburu, )
Tengamos en cuenta que no todos los hombres eran considerados
personas en Roma, de esta forma, podemos señalar como ejemplo de la
excepción a los esclavos, quienes formaban parte de la propiedad de
sus amos y eran considerados cosas, por lo cual, no gozaban del
ejercicio de derecho alguno.
En el Derecho romano, cuando hablamos de “persona” debemos
distinguir dos clases: persona física y persona moral o jurídica.
“Cuando se hace referencia al término persona se debe diferenciar entre
la persona: física y la jurídica. Las Jurídicas se conocen como
universitates, colegia, corpora, por mencionar algunas. También el
Estado y las corporaciones son entidades a las que se les da
personalidad por sus características, podían tener patrimonio propio, y
había independencia entre la entidad y los miembros que la componían
respecto de las obligaciones” (Aramburu)
PERSONA FÍSICA:
Para tener una personalidad completa era necesario reunir
tres elementos o status; éstos eran:
● Status libertatis: Tener libertad y no ser esclavo.
● Status civitatis: Ser ciudadano.
● Status familiae: Ser jefe de familia y no estar bajo
ninguna potestad.
Todas estas características configuraban la idea de
persona reconocida como tal por el derecho. La pérdida
de alguna de ellos traía como consecuencia una
disminución en la personalidad, una capitis deminutio.
I.1.1 LOS STATUS:
I.1.1.1 Status libertatis:
En sus Instituciones, Gayo empieza por decirnos que los
hombres pueden ser libres o esclavos; los primeros serán
considerados como personas y los segundos como cosas,
división ésta que tiene como base la posesión o la pérdida de
la libertad (Gayo, 1, 9)
a. Los ingenuos:
Nacían y morían libres sin haber pasado por un período de
esclavitud en sus vidas.
b. Los libertos
Eran los individuos libres, pero en algún momento de su
pasado fueron esclavos y se les otorgó la libertad
(manumisión).
Tanto los ingenuos como los libertos eran libres desde el
punto de práctico estaban en condiciones de inferioridad.
No poseían el ius honorum y tenían obligaciones con su
patrono.
Con respecto a los Libertos podemos encontrar tres clases:
● Los Libertos ciudadanos Romanos: los
manumitidos por formas solemnes. Eran los mejor
posicionados ya que no solo adquirían la libertad
sino también la ciudadanía romana.
● Los Libertos latinos Junianos: entre ellos se
encontraban los que no habían sido manumitidos
por las formas solemnes, no contarán con la edad
de 30 años, etc.
● Los Libertos Dedicticios: eran los esclavos
condenados a penas infamantes que hubieran sido
manumitidos.
c. Esclavos:
Un individuo se encontraba en calidad de una cosa, es
decir, era propiedad de otro, este tenía la libertad para
disponer de él. A diferencia del hombre libre, el esclavo no
es sujeto de derechos sino un simple objeto, por lo cual, no
tenía potestad para ser parte de relación jurídica alguna, es
decir, estaba impedido de tener patrimonio activamente
(propiedades o créditos) ni pasivamente (deudas), además
no puede contraer matrimonio, y a su vez, no puede
establecer un verdadero vínculo familiar, ni puede
presentarse ante los tribunales como demandante o
demandado; por lo tanto, todo proceso establecido en su
contra será nulo.
El esclavo no poseía ningún derecho de carácter político,
ni podía contraer matrimonio, en dado caso, la unión de
carácter marital que celebre, contubernio, sólo producirá la
creación de un parentesco natural; es decir, de
consanguinidad (cognatio).; no puede tener propiedad
alguna, lo que adquiera será en nombre del amo y para el
amo.
“Es el derecho el que despoja de capacidad jurídica al
esclavo; éste conserva su personalidad natural que de
hecho le permite comportarse en la vida como los hombres
libres, así sus relaciones maritales dan origen a una
filiación natural, o si goza de un peculio otorgado por el
amo, su situación es semejante a la del propietario; sin
embargo, no goza del derecho de propiedad ni del de
posesión, tiene meramente una detentación, es decir, el
hecho natural de tener algo; le falta la consagración formal
para que estos hechos alcancen categoría jurídica”
(Morineau M. y Iglesias R., 2015).
B. NO CIUDADANOS
Los no ciudadanos o extranjeros eran los que
carecían de la
ciudadanía romana, no gozaban del ius civilis, se
regían por el ius
gentium. Estos se dividían entre “peregrinos” y
“latinos”” (ARAMBURU)
a. Latinos: Los Latinos eran peregrinos
tratados con más ventajas con respecto a la
ciudadanía romana. Los latinos estaban en
una situación intermedia entre el ciudadano y
el peregrino. Se dividían en veteres, coloniarii
y latini juniani.
● Los latini veteres eran los antiguos
habitantes del Lacio. Esta calidad con
posterioridad se amplió a todos los
pobladores de Italia, a los que Roma
reconoció como latinos
aproximadamente en el año 267 a.C.
● Latini coloniarii. Para afianzar sus
dominios, los romanos adoptaron la
política de crear colonias en los
territorios conquistados, cuyos
habitantes, los latini coloniarii, no
tenían ningún derecho político ni
gozaban del ius conubii. Con el
tiempo, esta clase de latinos fue
equiparándose cada vez más a la de
ciudadanos romanos hasta que las
diferencias desaparecieron por
completo.
● Los latini iuniani son aquellos libertos
manumitidos de forma no solemne.
Estos libertos podían convertirse en
ciudadanos romanos con relativa
facilidad.
Si bien sabemos las ideas del Código Civil es uno de lo mas importantes es por
ello que hemos optado por citar la siguiente idea:
Las personas jurídicas de Derecho público (El Estado, las regiones, las
municipalidades, la Iglesia, las universidades estatales, etc.) son
creadas por ley, están investidas de la facultad de imperio, tienden a la
realización de un fin social, esto es, de interés general, y su patrimonio
generalmente lo obtienen de las contribuciones de todos los habitantes
del país.
1. Populus romanus
- Fundaciones
En efecto, las entidades que con este nombre aparecen en la época clásica no
son verdaderas fundaciones, sino patrimonios consignados a una persona
jurídica ya existente con una determinada obligación. Los particulares que
deseaban destinar su patrimonio a un determinado fin, no tenían más
alternativa que donar o legar los bienes a una persona jurídica ya existente (por
ejemplo, un Municipio), imponiéndole la obligación de aplicar las rentas y frutos
de los mismos a fines determinados: culturales, de recreo o beneficencia. No
eran verdaderas fundaciones en sentido jurídico, ni tenían independencia, más
bien se trataba de disposiciones sub modo, esto es, imponiéndole como carga
modal la obligación de destinarlos al fin previsto.
2. Fundaciones de alimentos
Particularmente, éste fue el supuesto a partir del cual razonaron los juristas de
la primera mitad de 1800. En Francia, se había notado que «la existencia de
esta persona metafísica es lo que la jurisprudencia llama ficción»". A partir del
mismo supuesto nació, en Alemania, la llamada teoría de la ficción, primera
entre las teorías que, en época moderna, trataron de explicar por qué el
derecho regula, de manera similar al hombre, y a entidades no humanas […]
Dicha situación cobra vigor con la aparición en el escenario del mundo jurídico
de la extraordinaria Teoría Pura del Derecho que, concebida por Hans Kelsen,
concitó la atención de los juristas del siglo XX. Sus planteamientos formalistas
fueron receptados con entusiasmo, sin problemas ni cuestionamientos, por la
inmensa mayoría de los hombres de derecho. Por ello, discrepar de Kelsen era
considerado, hasta no hace mucho tiempo, casi como un acto herético. El
indudable rigor de la construcción kelseniana así lo justificaba. De ello tenemos
personal experiencia.
Sin embargo, estos habitantes no huma- nos del Planeta, destinados a convivir
con los hombres, no llovieron desde el cielo. Las personas jurídicas se
componen, a su vez, de hombres, que son los socios o los administradores de
las colectividades organizadas que reciben el apelativo de personas jurídicas; o
bien se componen, como ocurre en las agrupaciones de sociedades, de
personas naturales y de otras personas jurídicas, las cuales, sólo en el vértice
de la agrupación estarán compuestas por seres humanos […] (p. 13).
Por ende, éste es el límite que separa, en materia de personas jurídicas, a los
tradicionalistas de los innovadores: los prime- ros están convencidos de la
existencia real de otros sujetos de derecho, además de los seres humanos-sin
importar su calidad de elemento de la realidad prenormativa, tan solo verificado
por el legislador, o en calidad de elemento de la realidad normativa, creado ex
novo por el legislador-; los otros nutren la convicción opuesta de que la
existencia de estos ulteriores sujetos de derecho tan sólo es el alcance de una
construcción doctrinal, acogida como tal por el lenguaje legislativo y por tanto
posible de ser sustituido por otras construcciones, igualmente idóneas para
ofrecer la representación conceptual del fenómeno normativo. La recepción de
esta construcción doctrinal en el lenguaje legislativo no significa que ella se
transformó en la voluntad del legislador, vinculante para el intérprete; y,
además, la "omnipotencia" de la ley no puede -y respecto de ello no hay duda-
llegar hasta ese punto (pp. 14-15).
Por ende, el Artículo 76 del Código Civil establece que: “La existencia,
capacidad, régimen, derechos, obligaciones y fines de la persona jurídica, se
determinan por las disposiciones del presente Código o de las leyes
respectivas. La persona jurídica de derecho público interno se rige por la ley de
su creación”.
Cabe hacer tres comentarios al artículo que regula tanto la definición como el
contenido del estatuto de la asociación.
Primero, que en cuanto las asociaciones religiosas, están rigen su vida interna
de acuerdo con el estatuto aprobado por la autoridad religiosa. Este artículo ha
pensado en las órdenes religiosas que, para tener una vigencia en la vida civil,
requieren de una personalidad jurídica. Para estos efectos si se constituyen
como asociaciones civiles, el máximo órgano es la Asamblea, es decir, la
Comunidad de los Jesuitas, la Comunidad de los Dominicos, la Comunidad de
los Mercedario.
Segundo, el Art. 82 inc. 3° del C.C., ha exigido que en el estatuto se exprese
"los bienes que conforman parte del patrimonio social", sin embargo, ha habido
una interpretación adecuada por parte de los registros públicos al no aplicar
literalmente este artículo, ya que no tendría sentido que cada vez que la
asociación compre un inmueble o mueble, tenga la necesidad de modificar su
estatuto.
Tercero, en ningún apartado del Art. 82, referente al contenido del estatuto,
señala la exigencia del representante legal de la asociación.
Para terminar con esta parte de la monografía, Fernández (1998) nos da una
concepción que engloba la importancia y el concepto de persona jurídica en
nuestra legislación actual desde una visión tridimensional de la persona
jurídica, la misma que no podemos obviar y, es menester y esencial para
nuestro trabajo y al respecto refiere que: La «persona jurídica» es el resultado
de la interacción dinámica de sus dimensiones sociológico-existencial,
axiológica y formal-normativo a las que nos hemos referido en precedencia.
Para comprenderla unitariamente no es posible prescindir de alguna de ellas ya
que, de hacerlo, tendríamos tan sólo una visión recortada, parcial y
fragmentaria de la misma. En la persona jurídica, los seres humanos, a través
de sus conductas intersubjetivas, interaccionan con los valores que vivencian y
que otorgan un sentido a su accionar y, ambos, con la normatividad jurídica
que regula tales conductas, especialmente con aquella norma de excepción
que permite derivar sus derechos y deberes a un centro ideal y unitario de
referencias normativas.
El Código Civil peruano de 1984 ha recogido la visión tridimensional de la
«persona jurídica». Ello se pone de manifiesto a través del texto de los artículos
80°, 99°, 111° y 134°, en los que se describe ah asociación, a la fundación, al
comité y a la comunidad campesina y nativa, respectivamente. En todos
aquellos numerales se hace referencia a que cada una de dichas «personas
jurídicas» es una «organización de personas» que se propone fines valiosos de
carácter no lucrativo. Es decir, en los citados artículos se mencionan tanto la
dimensión sociológico-existencial como la dimensión axiológica de la persona
jurídica.
Es fácil advertir una contradicción entre lo descrito en los artículos 80°, 99°,
111° y 134° y lo prescrito en el artículo 78° antes mencionado. En efecto, al
describir aquellos artículos a cada una de las personas jurídicas reguladas en
el Código Civil -asociación, fundación, comité y comunidad campesina y nativa-
establecen que son «organizaciones de personas que persiguen finalidades
valiosas» no lucrativas, mientras que en artículo 78° se considera a la persona
jurídica como «distinta de sus miembros». Insistimos que la distinción existe
pero que ella es sólo «formal>>, es decir, en lo que atañe a la imputación de
derechos y deberes, más no en cuanto a la naturaleza misma de la persona
jurídica, ya que los seres humanos y los valores por ellos vivenciados son
inherentes a su naturaleza.
Art. 78°. -
1.- La persona jurídica es sujeto de derecho distinto de sus miembros.
LEGISLACIÓN ACTUAL.
Hablar de “sujeto del Derecho” es hablar de la “persona”, lo cual denota tanto al
individuo (persona física), como al ente social (persona jurídica o universitas
personarum o universitas rerum), y que reúnen los requisitos necesarios para
alcanzar la cualidad de ser titular de derechos y obligaciones en una sociedad
determinada.
fuente: Freepik
fuente: tu gesto
fuente:Numisbids
Y, finalmente, como sexto punto tenemos a las Hereditas Iacens que constituye
lo que hoy conocemos como transmisión sucesoria de pleno derecho,
reconocido en el art. 660 del Código civil: “Desde el momento de la muerte de
una persona, los bienes, derechos y obligaciones que constituyen la herencia
se trasmiten a sus sucesores.”
fuente: Lp Derecho.
Las fundaciones de alimentos fueron creadas por los emperadores para asistir
a niños, ancianos, desvalidos, si bien es cierto pueden considerarse como
fundaciones en el sentido técnico- jurídico pero ya en la práctica los
emperadores en realidad confiaron ciertos bienes a determinadas ciudades con
el objetico de aplicar intereses a la alimentación de los más necesitados, es así
pues que los emperadores nunca dejaban de ser el propietario de los
alimentos. Ya en el siglo V, con la aparición de emperadores cristianos,
aparecen las verdaderas funciones (tanto el técnico-jurídico y practico) más
conocidas como causas pías, se reconocía la personalidad jurídica a aquellas
entidades que buscaban dar amparo de patrimonio a los pobres, huérfanos,
ancianos y desvalidos.
Artículo 99.- Noción
Al tratarse una entidad sin fines de lucro que vela por asuntos sociales, es
entonces que se ve de manera empírica que dichas fundaciones reciben
diferentes apoyos tanto económicos y materiales, es por eso que se necesita
de una comisión específica que se encargue del correcto funcionamiento de
estas. Esto se evidencia en el artículo 103 y 105 del código civil
realmente-actualizado/
Mario Arias [Abogando TV]. (10 de junio del 2019). Personas Jurídicas en el
Derecho Romano[Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?
v=r7Jkv0f_xh4
https://diariooficial.elperuano.pe/pdf/0015/3-ley-organica-de-
municipalidades-1.pdf
https://repositorio.unprg.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12893/3118/BC-
TES-TMP-1971.pdf?sequence=1&isAllowed=y