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HUMANITAS ANUARIO DEL CENTRO DE ESTUDIOS HUMANISTICOS UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON 1972 Guy Srrsow, encuesta de Suzanne Brogger “Matrimonio de quince” (traducido por Ma. Luisa Icaza), Le Nouvel Observateur, septiembre, 1969. Micuen Daancourr. “gPor qué los jévenes rechazan el ‘sistema’?” Réalités Reoue de Paris, julio, 1970, anny Réorne. “La pareja: Florecimiento y asfixia de dos personas”, Réalités Revue de Paris, enero, 1971, Tarcowa Ouivier. “El suicidio de los adolescentes, El grito de una juventud desorientada” Hebdo. T. C, Témoignage Chrétien, no, 1384, trad., Ma. Luisa Tcaza, Torroovy pe Quéreram. “Un juicio excesivo: la dimisién del padre”, Réali- tés Revue de Paris, noviembre, 1970. Comentario de Edmé Dominguez a “la rebelién de los jévenes” de ALFRED Suavy, Ed, Calmann-Levy, 1970. Estudios de las Universidades Latinoamericanas para el Primer Congreso Lati- noamericano de Orientacin. UNAM, México, 1970, Nota: La bibliografia sobre la realidad mexicana est incluida dentro del texto, UN NUEVO ASPECTO DE LA REFORMA EN MEXICO Dr. Rroiaro A. Jounson, Ex Génsul de Jos EU en Monterrey. (Traduccién del Lic, Alberto Garcia Gémez) Hace va cerca de treinta afios que Richard Patee hizo un comentario de mi libro acerca de la Revolucién Mexicana de Ayutla en la Revista Hispanoame- ricana de Historia (Hispanic American Historical Review). Se lamentaba de que yo “habia sido seducido por el liberalismo", Para entonces, esta critica me parecié regocijante, debido a ini conviccién de que Ia tolerancia y la valider filoséfica del liberalismo podrian proteger la objetividad del trabajo de ‘un historiador, Hoy, acepto la valides basica del cargo, pero seguirfa negando ain el que a mayoria de mis contemporineos y yo fuimos seducidos, Mis bien, fuimos condicionades a una incuestionable aceptacién de las verdades del liberalismo ¥ de la posibilidad de escribir una historia aceptable; si bien, asi condicio- nada. Todos nosotros, desde Iuego, vimos claramente que los. historiadores marxistas y, clericales, no podrian alcanzar objetividad a expensas de sus convicciones. Yo —y sospecho que la mayorfa de mis contemporineos. tam- bién—, fracasé en ver la viga en mis propios ojos, Aun entonces nadie sofié con alcanzar una absoluta objetividad. Lo que sucedi6 y sigue sucediendo fue el grado conseguido: Ia relatividad del éxito en los esfuerzos pata divorciar preconceptions, ideologias 'y crecncias propia’ de un dia, de las valoraciones histéricas, El propésito de este ensayo’ ¢s el de sugerir que las evaluaciones de Ja més grande época de la Reforma en Mé- xico, de 1855 a 1867, requieren especiales, sin duda, esfuerzos heroicos de los historiadores, para apartarse ellos mismos del tema de su materia, Esto es aii por dos ‘razones; primero muchos de sus problemas exponen una 577 17 contemporancidad muy seductora como para atraer a los modernos esrT0i0% saregtblemente bacia los radicales liberales y su causa, Ademés, los franceses, tl emperador Maximiliano y los conservadores mexicanos ¥ ‘moderados, quie- nes apoyaban a unos u otros o ambos, deberian quedar sujetos a todas las co- mrentes actuales, con objeto de lograr ser oidos. Segundo, como trataré de mostrar, el entero histérico del periodo presenta no usuales obstéculos di- Ficiles a In conciencia del reinvestigador y muchas tentaciones a los liberales, quienes desean ver premiadas las virtudes ideolégicas. Bi paso de los afios y un cuarto de siglo de trabajo diplomético, me inducen a un peereamiento mAs pragmético que aquél de mi primer trabajo, Mi posi- ibn politica permanece siendo liberal, pero ha legado 8 set més moderada que pura, Sin embargo, considero necesaria una reexaminacién de la etapa se td Reforma, no’ debido ‘a’ una foslzacién personal, sino més bien a una snvestigaci6n intensiva acerca de Ia carrera de un importante general mode- ado, easi desconocido hasta ahora, la que claramente revel6 esta necesidad, No Jateataré una exhibiciSn acerea de mi aficidn, el general José LOpe2 Uranga, tino algunas conclusiones producto de Ta investigacion acerca de su larga ca- rrera; ilustrarén mi tess. Los treinta afios de feroz guerra civil y extranjera, que emperor, cot la Revelucién de Ayutla y terminaron en Querétaro, trajeron un triunfo abru- seen a Ia faocién juarista de los puros. Consecuentemente, Jos resultados Tontempordneos de la lucha y evaluaciones de sus salient figuras, trazaron fieidamente una linea que determin6 el. que todos los ‘conservadores, mode- rads y aun a los oponentes radicales de Judrez, « una condenacién politica al limbo. Tov modstados liberales desepatecieron como faction después de 1967. La aiuistia de 1870, periniti' la mayorin de este grupo resurgir und ver mas en Ia dite social y econémica de" México. Algunos, aun recuperaron *® influencia politica, pero nadie enconteé fécil el desafiar la ‘yersién juarista del conflicto, Ta gran masa de la literatura historica y la de Tas memorias de las etapas juarsta, lerdsta y de ta, de Diaz, sgiuieron las lineas de propaganda estable- tidas durante o inmediatamente, después de, la lucha. Algunos escritores six tzuicron la Tinea ciegamente, Bn. otros casos, intentas para adular o exculpar, ‘produjeron el mismo resultado ‘Algunos pocos conservatlores desterrados publicaron historias y ‘memorias, presentanco sus propias versiones, propagandisticas ‘Un pusfiado de historia- ores extranjeros, “principalmente Zamaceis y Brancfort, buscaron la forma oe conterair resultados més objetives, peto el gran impacto de T= documenta- 578 Es : naires del puro, tendieron a inclinar la balanza hacia como lo i ineficaciz Reo gape hi fedonuneao teenie dee eee, hee ies conservadores y moderados y sus actividades. _ La absorcién a — . dogeia del puro en la elaboracién del nacionalis- cee intensificacién y ampliacién de Ta ee resultaron de la. politizacién apap as indios durante el largo conflicto, La semideifi- ee aa Diaz, ocurrié como parte del contenido de la ited amcnie al nacionalismo mexicano, Esto, desde 20, al revisionismo lo més dificil, por no decir arriesgado, espe- cialmente para los escritores mexi scritores mexicanos, aun 56 ars, h nsitastede hes 0s, aunque la revolucién de Madero des- Durante nuestro sig! ss eee ‘unos pocos conservadores, tales como el Padre Cuevas, eee ee Francisco Bulnes, y un pugiado de bi6grafos filo- ietistas, a quienes los’ lazos familiares les dieron incenti ks F 3 lieron incentives y sancién, esas acercamientos revisionistas al perfodo 0 a los rasp ee on bowen a los 0 a los guiz ae Nig" and exrtores ha’ ejareido "inden ane -xcepto Bulnes quien provocé un diluvio de piadosos elogios ‘a ‘Jusrez. = Desde luege nif i a i Diep men contribuciones a Ja historiografia mexicana han Epes ee siglo por Cosfo Villegas, Amndiz y Freg, Toro, Teja ee ee sons meicands j etianjets, Peo roalvancuy Bes eae las interpretaciones fundamentales del conflicto eo ene % ee de los conservadores 'y moderados en él, Sin Pat vices os a editado y publicado mucho de la docu- la cual cualquier in i Self a Wain an ee haa eas Cary RAR y no sis: tematicas correcciones de las distorsiones y omisiones de lo puro, también han a s de las distorsion nes de Si los histori i sei a aren seers generalmente no se han atrevido a hacer las igicoentien shale de lo puro, los historiadores de los Estados aeeenaetranas ee tienden a ver el periodo de Ia Reforma a través sealers venir determinacién de un liberal, republicano, federal, menos igualitarios en una sociedad secular. Pocos estudiosoa tales como Pattee y Castaiieda, intentaron alg ctificacién, si bien con pi ¢ y Castaiieda, inte alguna re i lguna_rectificacién, c Probablemente, los conservadores mexicanos. y los jefes_moderad joderados, cuyas reputaciones si ‘ Reins han suftido la mayoria severamente de negligencia y_distorsibn, puedan. ser rehabilitados dentro del contexto del nacionalismo mexi- 579 cand 6 el disgusto comitt para las lites de cualquier clase, Mas atin, algunos dle esos hombres peleaton hheroicamente por su patria en contra de los Estados Unidos y en contra de los franceses durante los primeres afios de la Interven: ‘ion, Muchos moderados que apoyaron a Maximiliano también rindieron in- estimables servicios al liberalismo durante la Revolucién de Ayutla, la Guerra de la Reforma, la Intervencién, y aun bajo el Imperio. Sin duda, 1a legislacién liberal del gabimete de Ramirez. desvié a muchos de,los conservadores seguido- res de Maximiliano, y su prejuicio antifrancés fue notorio, No importantes diferencias ideolbgicas, de hecho, dividieron a los ures y alos moderados. La insistencia de los moderados en la evolucién, mas que en el cambio revolucionario'y sus convieciones'de que un acomodamiento podria Sicanraise con Ia mayoria de los conservadores, engendr6 el odio entre las dos sas iberales, Las Iuchas sobre el control federal y el de los gobiernos estatales, jntensificaron este odio. Los puros, quienes parecian haber sido més que un tqupo aspirante, parecian haber estado més hambrientos de trabajo y de Her Gque los moderados, Lot moderadot, teniendo un poco més que perder, $= daclinaron hacia la precaucién y el acomodamiento, Debido a que Jes mode, railos fueron pragmatisis y los_uros y, conservadores. tendieron a conceder tma mayor importancia a las consideraciones ideol6gicas, ambas_facciones txtremas antipatizaron a los moderados, tanto como ellos lo hicieron uno del iro, La Fesultante lucha sin cuartel, predestind a Jos moderados a la extincibn como faccién politica. ‘Aunque los puros, los moderados y los conservadores,igualmente protestaban semvir alinterés nacional, todos ellos lo interpretaban en términos de sus miras activas politica, las que representaban. solamente los criollos, unos pocos mes tps econémicamente avanzados y unos indios dispersos. El sistema de, partido tuve existencia mas de nombre, que @ una organizacion de hecho. Lazos de familia, patrocinio, origen local, interés comporativo, cauaillismo regional y Jocal, ¢ inumerables alianzas y combinaciones, sostuvieron juntas a las facciones iertimente no solidarizadas en la persecucién de metas a corto término; nor- ualmente, la posesién de lx presidencia, el control del gabinete, o et dominio de una’ régign 0 Estado, Hasta la época de Diaz, de hecho, el sistema s° deairrollé con més similitud hacia un avanzado tipo feudal, que a un mo- demo Estado, Ninguno de los tres partidos desunidos denominados y ninguno de sus. rus chos sequidores pueden haber mostrado que hayan manifestado interés genuino ano, excepto en su oratoria. Los conservadores, por ejemplo, se preociparon piblicamente acerca del bienestar spiritual de las masas y del destino de los parias y enfermos, quienes depen- en Ia gran mata no politica del pueblo mexic: 580 dian d istenci dian dela Ilsa pars asistencia. Los moderaos prometeronbeneiar a és del desarrollo econémico, estimuldndol . onémico, Jo, por, el res propndad y la trnqulde domi Lay pros pregonaron comet : Is Reforma como na solckn para ls enfermedades fale y cole aia 2aciéo Peo en. todas as cats, ls interes. de dae, les de corporacién y el mejoraminto o beef personal paecan imped ls expertnaas de lot es "ius més pros, En conte; tds os protagonists del gan drama represen Se ‘stablesnino", ye mataban los mimos, como uno , ser hombres de su clase, de su tiempo y Iu si ea 1 y lugar, Paraddji so Mariniino y si eonore mostrar alga inet real con ial ae oe Sus esfuerzos débiles para mitigar los abusos del sistema hacendario, respuestas negativas de todos los sectores polit ; : ts politicos. El piblico, en ge- eral, gan poco de lt Leyes de Reforma, sino hasta despues bel ght Dias, porque ls Tea no podia por més dempo finan oy iitads serv ios sociales que-habia otorgado.previamente, y porque la. ditribucién, de la tierra lleg6 a estar muy mal repartida despué i Sees Sent ons aes de la venta de las tierras ejidales eh hecho sobresaliente que debe subrayarse, a la luz del triunfante ruro para marcar a todos los partidarios del imperi i im res, ¢s que todas las facciones lamaron alas naciones isl eds sate ae para elt oven Gh coins VC peta ieron la bienvenida a la asistencia francesa d - eon y los moderadlos ace} ximili obiern Chae i eae as i be Juérez, a su vez, llev6 a cabo el Tratado McLane campo, obteniendo la ayuda naval de los Estad i a i e rniend y stados Unidos para romper el bv “ Miramén sobre Veracruz y deportar a Santa Anna, San poco malestar en sus esfuerzos para obtener el auxilio de Estados Unidos du at la dpe y el Imperio, El hecho brutal que aparece es que todos Racine en preparados a sacrificar el interés nacional para de- ar a sus enemigos domésticos, Esta revelacién no iqui : : : i6n no muestra ni siquiera cues- tiones de ibn 8 s de sinceridad y dedicacién de todos los jefes de todas eae ae Esto sencillamente afirma la veracidad de que el inflexible sostén ie oe incluyendo el relativismo 0 la moderacién, induce a una estrechez de visién y a una distorsin d i6 f le percepcién caj i foam -pcién capaz de rendir resultados _hlzonos de os ands presente dbvimente spares como fentatvo wu njetul a de conjetrs En tanto qe una gran mnyera de mondgrafia expe ae cbietvaments los propa yaciades de as ts principals faconsy le sus jefes, un tratamiento razonablemente b: s i razonablemente balanceado de la época y de su : . " personajes, permanecers, imposible. Necesitamos saber, por ejemplo, mucho més 581 acerca de'la composicién racial y socio-econémica de las facciones, “ a de los caudillos’regionales y locales, las actividades de los jefes oo conservadores el rango preciso y el valor de los servicios soas realizados por la Iglesia antes de la Reforma, las afiliaciones partidaristas y los enn les de los compradores de ls propiedades detamortizadas y asi Por el eto. La evidencia de la participacién’ de la masa en la lucha, otra de — través de la leva 0 bandidaje, podria brindar mucho interés, como lo harian cuidadosos estudios de los dos tiltimos fenémenos. Aun sin tales estudis, algunas deshumbrante inquidades y erores permane- cen en pie, erores principalmente de omisin, Sugieren lineas inicales, pro. ‘vechosas para la investigacién, que pueden abrir las puertas a més ampl reavalios. Sin disminuir la estatura de figuras tales como las de Judrez y Zaragoza, ne- cesitanse resultados de acuerdo con uma’ més apropiada atencin yun més claro tratamiento de sus contemporineos y especialmente de aus adverarios: iertamente, la verdadera estatura de un gran hombre s6lo puede ser medica en términos de las dimensiones exacas de ss colgss y opnnente poraus despreciarlos o ignorarlos, se le priva de wn elemento esencial de su hu ‘Weemish, en los {:Acaso no es tiempo ya de romper los moldes de Parson cuales Ta figura de los urs de esta época de la historia mesicana permanece todavia impoluta? ;No es tiempo ya de presentar tun completo elenco de los protagonistas en tamasio natural de éste, el més grande drama de la historia de México? PORTUGAL EN EL MUNDO ACTUAL, Dr. Cartos Avcusto FERNANDES Embajador de Portugal en México No may motivo més vélido, noble y oportuno para un encuentro que la amistad. Agradezeo por eso al Club Sembradores de Amistad el honor y la oportu: nidad que me dio para poder ofrecerles también, en toda su pureza y sin. ceridad, mi propia amistad —la amistad de portugués a mexicano y de Portugal a México, Y, como embajador de los portugueses ante los mexicanos, no creo nada més apropiado en esta ocasiin que dar a conocer a los Sembradores de Amis- tad lo que es Portugal, tomando en cuenta su rica herencia del. pasado, los importantes intereses del presente y las promisorias esperanzas del futuro, La/amistad tiene por base el conocimiento, Sé6lo existe cuando se practica, cimentindose con la prictica. Para que los mexicanos nos conozcan mejor voy a hacerles un resumen tan claro cuanto posible de lo que significa Portugal en el momento presente, a fin de que mexicanos y portugueses se tornen ms amigos, libres de prejuicios de cualquier naturaleza, Portugal, que es hoy més bien una pequefia potencia, tiene, sin embargo, problemas que s6lo afectan a las grandes potencias, La importancia interna- cional de un Estado y sus problemas correspondientes, no dependen solamente de su fuerza militar, econémica y cultural, sino también de sus posiciones es- tratégicas. Portugal es. directamente.afectado por la, lucha Este-Oeste. La nacién portuguesa constituye un. Estado independiente’ cuya’ sobérania s6lo reconoce como limites, en el orden intemo, la moral y el derecho, y, en el internacional, los que resulten de las convenciones 0 tratados libremente celebrados o del derecho consuetudinario libremente aceptado, competiéndole cooperar con otros Estados en la preparacién y adopcién de sohuciones que interesen a la paz entre los pueblos y al progreso de la humanidad. Portugal 583

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