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La Relevancia Sociohist y Herm Del Ex
La Relevancia Sociohist y Herm Del Ex
J. S. Croatto
¿Por qué el motivo del éxodo empapa tantas páginas de la Biblia? ¿Por
qué constituye el núcleo kerigmático del AT (resumido en el “yo soy
Yahvé, que te saqué de la tierra de Egipto”)? ¿Por qué el misterio
pascual se expresa en el NT con tantas imágenes que evocan el éxodo
(áfesis/lútrosis = “remisión/rescate”)?
Toda lectura, en efecto, lejos de ser una extracción del sentido fijo
de un texto (concepto tradicional de exégesis), es una producción
de sentido. En esto coinciden tanto la lingüística y la semiótica
como la hermenéutica. Lo hemos analizado en otra parte 3. Por
tanto, toda lectura del motivo bíblico del éxodo hecha desde
situaciones de opresión y desde procesos/movimientos de
liberación es una exploración de su reserva de sentido, de su
fecundidad siempre inédita. Es una relectura, lo que implica
redimensionar el hecho arquetípico para que sintonice con sucesos
nuevos. Es un acto eisegético. Contra lo que a veces se escucha
desde los recintos académicos (que saben mucho sobre la historia
de los textos), la eiségesis es el anverso de la exégesis, no su
deformación. Toda lectura, aún la que pretende ser neutral o
“científica”, es eiségetica antes de ser exegética. Ahora bien: los
textos que tematizan sobre la liberación, y que se condensan tan
bien en el motivo del éxodo, no tienen mejer lector que el
oprimido que busca su liberación. El académico, nos puede decir
todo sobre el pasado del texto (contexto, redacción, tradiciones,
etc.), pero el oprimido nos da, desde su praxis de liberación, lo
“no dicho” de lo dicho del texto, o sea, su valor kerigmático
presente.
3
Hermenéutica bíblica. Para una teoría de la lectura como producción de sentido. (Buenos Aires 1984(.
Su pérdida, la del destinatario y la del “mundo” del texto (aunque
los conozcamos por el análisis de la obra) nos deja a solas con el
texto, cuyo mensaje debe ser descifrado por aquellas reglas del
lenguaje que sirvieron para su misma condificación. Mas, por otro
lado, todo texto es monosémico en su producción (el autor quiere
decir algo a alguien sobre alguna cosa), no así cuando se distancia
de ese momento. Se hace polisémico por la desaparición de
aquellos tres elementos clausuradotes del sentido o por la
complejidad de sus códigos, que permiten entrar nuevamente en
él desde muchas perspectivas. De ahí que su lectura desde otro
horizonte de comprensión, por otros receptores, sin la presencia
reguladora del autor, es una relectura, una nueva clausura del
sentido que no tiene por qué coincidir con la primera lectura.
Interpretar es crear no repetir. Quien interpreta una sinfonía no
repite su primera emisión, sino que saca del texto transmitido
nuevas posibilidades de sentido. Se es más fiel a un texto cuando
es recreado que cuando se pretende reeditar su primer mensaje,
tarea imposible, por otra parte.
Nota:
Publicado en la revista Concilium 209 (1987): 155-164)