Un amanecer de sangre

En un pequeño pueblo el sol teñía el cielo un brillo angelical, sus habitantes se

preparaban para hacer sus labores diarias, los hombres irían a sembrar y
cosechar de la madre tierra, mientras que las mujeres se ocuparían de las arduas
labores del hogar, un día común y corriente ¿no?

En un instante sin previos aviso barios helicóptero que surcaban por los cielos
bajaron de picada agresivamente como un halcón cuando va por su presa
llenando el corazón de los habitantes del pueblo de un mal presentimiento por la
crisis militar que tanto azotaba al país, como una jauría de bestias aparecieron de
los montes varios militares armados los cuales abrieron fuego los habitantes
indefensos.

Presos de la situación varios se dieron a la huida viendo como las calles de su

hogar se llenaban de un rojo carmesí mientas escuchaban el sonido de los fusiles
y los gritos que podían ser de un ser querido, sus padres, un hijo o un amigo,
varios lograron escapar y esconderse en los montes y lugares aledaños, pero para
las personas que no tuvieron la suerte de poder huir tuvieron que presenciar actos
de lo más bajo e inhumados sin poder hacer nada siendo presos del temor de
perder su vida si intentaban hacer algo, convirtiendo así un común y corriente día
en un mismísimo infierno. Dejado perdidas irremediables y un vacío en el corazón
del pueblo.

Jorge Mario Meza Simanca