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tencial y psiquico de la investigacién de campo, parece que el material etogrifico, aunque esté presente, se hubiera vuelto fifo, dstante y mudo. Los datos se transformaron, con el paso del tiem- po, en meras ilustraciones, en algo muy alejaclo, de la experiencia totalizadora que, aunque pueda ocurrir en otras circunstancias, simboliza la inves. tigacién de campo. En suma, los datos perdieron presencia tedrica, yel didlogo entre la teorfa del antrop6logo y las teorias nativas, didlogo que se da en el antropélogo, desaparecié, Elinvestigador solo, sin interlocutores inceriorizados, volvi6 a ser occidental (Peirano, 1995: 51-2, tn.) Qué buscamosemtonces en sinografia? Una dimensién particular dl recntido dsplinaio, donde sea poable Sutin progesiainente determinades concepts po ovros més adecuado,abarcatis yuntersales (Petar, 1095: 18) La emograia como enfoque no pretende re. produce segen parsigias exibeidos, sno vinclar tori einvesigaionyvorcer asi nets descr ts. Ext libro muestra que ess descurimients se po. dicen de manera nvedossy undacional en el wabae de cp yeni cao por un dempo vale Ia pena meer Ios pies en el nro y deer a comortdad de In oii y las eters Giones del ensiyo, x porque anos pueblo sometdos 2a gloalzacin como ss spss operan en mateed de sgnicacin eenocntrics (Briones a al, 1996). Ex tos marcos no deben ser ignoraes, aunque st omnipre sencia, al menos en fos catposscadénico, sel vs Divas Para destino, la eiogrataofece medion inmejorabes, porque desde mu eotatra humana nos per mit conocer, ai baja presaleciente peo engors imagen de que todos pevtenecenos al mio muna de z 4. Una breve historia del trabajo de campo etnografico La historia del wabajo de campo emogritfico se asocia, en antropologia, al estudio de culturas exéticas, y fen sociologia, a segmentos marginales de la propia socie- ad. Aqui nos ocuparemos de la tradicién antropologica bbritinica y norteamericana que, por su posicién académi- ‘ca dominante, models la prictica emografica en las de- mis ciencias sociales durante el sigio XX. Los prolegémenos Desde el siglo XV, con Ia expansién imperial europea y Ia invenci6n de Ia imprenta, la noticia de la existencia de distintas formas de vida humana circulaba en libros que consumian las sociedades de sabios de las metr6polis ew ropeas y los micleos de gente “culta” de las colonias y nue- vas naciones. El proceso era paralelo al de la boténica y ta zoologgia que, desde el siglo XVIII, se convirtieron en. modelos para la ciencia social. Sin embargo, la reflexién, sobre Ia diversidad humana no abandonaria lossillones dle Inespeculaci6n filos6fica sino hasta finales del siglo XIX. Inglaterra, a la vex primer Estado nacional, cuna de la re- volucién industrial y met6poli del mayor imperio capita lista, fue también el hogar de los “padres de la antropolo- gia". Oriundos del campo de las leyes y las humanidades, Jogos buscaban inseribir la informacién dispersa fa sobre las culturas lejanas y salvajes en el hilo a comin de la historia de la humanidad. De esta manera, cestablecian leyes para la evolucién humana y la difusién de bienes culeurales segiin los dos paradigmas que domi: aban tanto los estidios del hombre como las ciencias na turales, El evolucionismo y el difusionismo diferfan en su consideracién de la variacién en las euleuras humanas, que cl primero atribuia a diferencias en la velocidad y grados desu evolucién y el segundo al contacto entve los pueblos, pero coincidlan al no cuestionar el supuesto de que estas cculuuras representaban el pasado de la humanidad. Para fundamentar sus teorias ambos necesitaban gran- des cantidades de informacidn y artefactos que expontan en los museos, cuyas vitrinas presentaban artéculos de dis {intos pueblos (Chapman, 1985; Jacknis, 1985; Stocking, 1985). La logica de estos agrupamientos procedia de! ms- terial que trafan los viajeros y de los cuestionarios sobre los modos de vida de los salvajes que los comerciantes, rmisioneros y funcionatios administraban m ciones particulares y oficiales, imperiales federales. Los cuestionarios mis conocidos fueron el Notes and Queries ‘on Anthropology, que distibuyé el Royal Anthropological Institute desde 1874 hasta 1951 (RAL, 1984), y la circular sobre términos de parentesco del norteamericano Lewis H. Morgan (1862). Estos cuestionarios proveyeron una nutrida pero hete- rogénea informacién, pues quienes debian responderios ‘no dominaban las lenguas nativas, ni estaban consustan- \dos con el interés cientifico. Salvo notables excepcio- nes, Ia division entre el recolector y el analistexperto era irremontable. Ademds, Ia informacién desmentfa la ‘especulacién de las teorias corrientes, lo que ponia en evi ddencia la necesidad de emprender trabajos in situ (Kuper, 1073; Uny, 1984) En 1888, el 2o6logo Alfred C. Haddon encabez6 la pri- ‘mera expedicin antropologica de Cambridge al estrecho de Torres, en Oceania, para obtener material sobre las cot Ea a ses de osaborigenes yas expeies tonoogitcas Los en panda expediion, ambien diigidn por Haddon, toe pby T600, a que uacendio ala seria del abo Sapo. Entre los miembros del equlpo se encontaba Be AR Rivers, el pcslogo experimental que, admis we us bes del neta geneal6geo", el etal, sein seria “xt problems abaactos por medio de te método consin en pau el ee hnechos concreto samiento de sistemas de parentesco, muy distintos de los oc és iacién (Rivers, 197 Gaentales, a través de la alianza yla filiacién (Rivers Guando en 1913 aplic6 el mismo método al estudio de los Toda de Ia India, Rivers enuncié lo que se convertiria en el principio vertebral del trabajo de campo: lanecesidad de investigaciones imtensivas en una comunidad de alrededor de 400 0 500 (habitan tes), en la cual el trabajador vive por un afio 0 mas y estudia cada detalle de su vida y cultura (Stocking, 1983: 92, vm) Desde entonces, Haddon comenz6 a bregar por que en faturas misiones participaran observadores entrenados y antropélogos experimentados. En 1904, afirmé que un nuevo enfoque sobre el trabajo de campo debia incluir studios exhaustivos de grupos de personas, 14% tweando todas las ramilicaciones de sus genslo- sgias con el método comprensivo adoptado por el Dr. Rivers para los islefios del estrecho de Torres y para los Toda (Urry, 1984: 47, n.) Asi, un perfodo que comenzé con wna clara division entre cl experto y el recolector culminaba con una reunién de ambos, que operaba como base del conocimiento in situy

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