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04 RESUMEN Guber
04 RESUMEN Guber
Antropólogo nativo:
Antropólogo extranjero:
RESUMEN
El trabajo de campo etnográfico: El texto aborda la historia del trabajo de campo etnográfico
en antropología y sociología. Se menciona que esta práctica se asociaba al estudio de culturas
exóticas en antropología y a segmentos marginales de la sociedad en sociología.
I. Los prolegómenos
La tradición antropológica británica y norteamericana: Se destaca que la tradición
antropológica de estas dos regiones, debido a su posición académica dominante, modeló la
práctica etnográfica en otras ciencias sociales durante el siglo XX.
Prolegómenos: Se hace referencia a los prolegómenos históricos del trabajo de campo
etnográfico. Desde el siglo XV, con la expansión imperial europea y la invención de la imprenta,
se comenzó a difundir información sobre distintas formas de vida humana en libros que eran
consumidos por las sociedades cultas.
Los "padres de la antropología" en Inglaterra: Se menciona que Inglaterra, como el primer
estado nacional, cuna de la revolución industrial y metrópoli del mayor imperio capitalista, fue
el hogar de los "padres de la antropología". Estos etnólogos buscaban inscribir la información
dispersa sobre culturas lejanas y salvajes en la historia de la humanidad.
Evolucionismo y difusionismo: Se señala que el evolucionismo y el difusionismo fueron los
paradigmas dominantes en los estudios del hombre y en las ciencias naturales. Estas teorías
establecían leyes de la evolución humana y la difusión de bienes culturales, considerando que
las culturas representaban el pasado de la humanidad.
Recolección de información y artefactos: Se menciona que para fundamentar las teorías
antropológicas, los etnólogos necesitaban recopilar grandes cantidades de información y
artefactos que luego se exhibían en museos. La información se obtenía a través de viajeros,
cuestionarios administrados por comerciantes, misioneros y funcionarios, entre otros.
La necesidad de trabajos in situ: Se plantea que la información recopilada mediante
cuestionarios no era suficiente y a menudo desmentía las teorías existentes. Esto mostró la
necesidad de emprender trabajos de campo in situ para obtener datos más precisos y
comprender en profundidad las culturas estudiadas.
El método genealógico: Se menciona el método genealógico desarrollado por W. H. R. Rivers,
que consistía en estudiar sistemas de parentesco diferentes a los occidentales a través de la
alianza y la filiación. Este método se convirtió en un principio vertebral del trabajo de campo.
La importancia de observadores y antropólogos entrenados: Se destaca la importancia de
contar con observadores entrenados y antropólogos experimentados en las misiones de
trabajo de campo. Esta idea surgió como resultado de la necesidad de estudios exhaustivos y
comprensivos de los grupos de personas en su entorno cultural.
La reunión del experto y el recolector: Se menciona que el período histórico del trabajo de
campo etnográfico inició con una clara división entre el experto y el recolector, pero culminó
con la necesidad de reunir a ambos para obtener conocimiento in situ y consolidar el prestigio
disciplinar.
II. Los héroes culturales
El texto se centra en dos figuras clave en el desarrollo del trabajo de campo etnográfico: Franz
Boas y Bronislav Malinowski. Boas, de origen alemán, y Malinowski, de origen polaco, son
considerados los fundadores del trabajo de campo moderno en Gran Bretaña y Estados
Unidos, respectivamente.
El enfoque de Boas: Boas defendía la necesidad de realizar un trabajo de campo intensivo y en
profundidad en unas pocas comunidades para obtener material etnográfico auténtico. Su
objetivo era recolectar artefactos, registrar textos en la lengua nativa y comprender cómo
piensan, hablan y actúan las personas en su propia cultura.
El método genealógico de Rivers: Se menciona el método genealógico desarrollado por W. H.
R. Rivers, que consistía en pautar el relevamiento de sistemas de parentesco a través de la
alianza y la filiación. Este método se convirtió en un principio central del trabajo de campo
etnográfico.
El contexto europeo: En Europa, el término "etnografía" se asociaba al estudio de los "pueblos
primitivos o salvajes" en su dimensión socio-cultural. En la escuela inglesa de antropología,
liderada por A. R. Radcliffe-Brown, se enfatizaba la necesidad de realizar trabajos descriptivos
sobre pueblos analfabetos y analizar la integración sociocultural de los grupos humanos.
La teoría funcionalista: Se menciona que la teoría funcionalista sostenía que las sociedades
están integradas en todas sus partes y que las prácticas, creencias y nociones de los miembros
cumplen una función para la totalidad. Esto implicaba un enfoque holístico y contextualizado
en el trabajo de campo.
La influencia de Malinowski: Bronislav Malinowski, influenciado por la lectura de "La rama
dorada" de Georges Frazer, se convirtió en un destacado etnógrafo. Su trabajo de campo en
Melanesia, especialmente en las Islas Trobriand, se considera fundamental en el desarrollo de
la metodología etnográfica. Malinowski enfatizó la importancia de aprender la lengua nativa,
vivir entre la gente que se estudia y observar en detalle las rutinas de la vida cotidiana.
El trabajo de campo como labor de composición: Se destaca que el trabajo de campo implica
una labor de composición que va desde la recolección de datos hasta la recreación o evocación
de la vida indígena. Se mencionan los diferentes métodos propuestos por Malinowski para
reconstruir el "esqueleto" de la sociedad, recoger los aspectos de la vida cotidiana y
comprender el punto de vista del nativo.
El conocimiento holístico de la cultura: Malinowski propuso un conocimiento holístico de la
cultura de un pueblo, pero a través de un aspecto o conjunto de prácticas, normas y valores
significativos para los nativos. Su enfoque permitía vincular aspectos que solían aparecer
escindidos en los informes de los expertos y diferenciar entre la cultura real y la cultura ideal.
La consolidación del trabajo de campo: El trabajo de campo se consolidó como una actividad
individual realizada en una sola cultura. Se convirtió en la experiencia más totalizadora y
distintiva de los antropólogos, el lugar de producción de su saber y el medio de legitimarlo. Su
propósito era proporcionar una visión contextualizada de los datos culturales en la vida social
tal como era vivida por los nativos.
III. La etnografía antropológica y sociológica en los EE.UU.
Desarrollo del trabajo de campo en los Estados Unidos: Desde los tiempos de Boas, la
recolección de datos se realizaba sin intermediarios, lo que era coherente con la naturaleza
pragmática de la vida norteamericana en el siglo XIX.
Departamento de sociología de la Universidad de Chicago: Robert E. Park y W. I. Thomas
impulsaron el desarrollo del trabajo de campo etnográfico en este departamento en la década
de 1930. Se centraron en el estudio de la vida urbana y grupos marginales, utilizando técnicas
etnográficas y métodos de otras disciplinas como pruebas proyectivas, encuestas y cálculos
demográficos.
Estudios de comunidad y campesinado: Se llevaron a cabo estudios de comunidad y
campesinado en México, especialmente en Chiapas, por parte de Robert Redfield y Egon Vogt.
También se estudió la pobreza urbana, como lo hizo Oscar Lewis con sus historias de vida de
familias pobres en México y Puerto Rico.
Desplazamiento de métodos de poblaciones pequeñas a sociedades estratificadas: Los
estudiosos de comunidad y sociología urbana tuvieron que adaptar métodos desarrollados
para el estudio de poblaciones pequeñas a sociedades con millones de habitantes, lo que tuvo
importantes implicancias teóricas y epistemológicas.
Cambios en la relación entre el etnógrafo y los nativos: Antes de 1960, la tensión entre la
proximidad y la distancia entre el etnógrafo y los nativos era central en el trabajo de campo.
Sin embargo, este enfoque comenzó a replantearse con los movimientos de liberación y la
caída del colonialismo.
Debate sobre hacer etnografía en la propia sociedad: Surgió un debate sobre las ventajas y
limitaciones de hacer etnografía en la propia sociedad, la ética profesional y la publicación de
autobiografías de campo.
Desmitificación del trabajo de campo: La publicación del diario de campo de Malinowski
generó polémica al relativizar la posición idealizada del etnógrafo. Otras biografías y trabajos
también buscaron desmitificar la figura del etnógrafo asexuado, invisible y omnipresente.
Dos posturas: Se destacan dos posturas respecto a la investigación etnográfica en la propia
sociedad. Algunos argumentaban que el contraste cultural promueve el conocimiento
científico desinteresado y neutral, mientras que otros defendían que vivir en la propia
sociedad eliminaba obstáculos innecesarios y permitía una interacción más natural.
Reconocimiento de la "natividad" del etnógrafo: Se cuestionó el concepto de "natividad" del
etnógrafo, reconociendo que su conocimiento está situado históricamente y que su
pertenencia a una sociedad influye en su perspectiva.
Cambios en la práctica del trabajo de campo: A pesar de mantenerse fieles a las premisas
iniciales, los etnógrafos fueron reevaluando su práctica y otorgando nuevos valores a la
relación de campo. El proceso de familiarizarse con lo exótico se revirtió en exotizar lo familiar,
beneficiando al propio investigador.
IV. El exotismo de la natividad:
Antes de 1960, el trabajo de campo se centraba en la tensión de proximidad-distancia entre el
etnógrafo y los nativos.
Movimientos de liberación y la caída del colonialismo provocaron cambios en esta relación y
generaron un debate sobre las ventajas y limitaciones de hacer etnografía en la propia
sociedad.
La publicación del diario de campo de Malinowski en 1967 desató una polémica que
cuestionaba la posición idealizada del etnógrafo y su aislamiento con otros blancos.
Otras biografías y trabajos buscaron desmitificar la figura del etnógrafo, reconociéndolo como
un ser sociocultural con un conocimiento situado históricamente.
Se debatió sobre hacer antropología en contextos exóticos o en la propia sociedad, con
argumentos que destacaban la curiosidad y percepción que provoca el contraste cultural y la
ventaja de la observación participante en la propia sociedad.
Ambas posturas reconocían la importancia de acceder al mundo social de manera no mediada,
ya sea manteniendo distancia o fusionándose con la realidad estudiada.
El debate puso en cuestión el papel del investigador como miembro de una sociedad y
portador de un sentido común.
Los etnógrafos reconceptualizaron su práctica y le dieron nuevos valores a la relación de
campo, exotizando lo familiar en lugar de familiarizarse con lo exótico.