Professional Documents
Culture Documents
D I O S E S
HÉROES
Y ORÍGENES
DEL MUNDO
LECTURAS DE M I T O L O G Í A
Se reúnen en este libro veinticuatro lecturas sobre mitos que tratan del origen
del mundo, de las relaciones entre dioses y hombres, del nacimiento o los ava-
tares de un dios o de grandes héroes. Las lecturas se plantean desde diversos
puntos de vista, unas veces se trata de profundizar en el sentido de los mitos,
otras de comparar las versiones griegas con otras similares de varias culturas del
Próximo Oriente, otras de examinar las imprecisas fronteras que separan el mito
de otras manifestaciones de la cultura griega, como el cuento popular, la histo
ria o la filosofía. De este modo puede apreciarse la enorme variedad temática,
formal y funcional de los mitos y su enorme versatilidad, su capacidad de reno
varse constantemente en su forma, en su tratamiento literario, en su organiza
ción, en su estructura o en su función, de ampliarse, simplificarse y combinarse.
Incluso podemos ver cómo, al hilo de la evolución del pensamiento griego, gene
raron otras formas de entender el mundo más evolucionadas o contribuyeron
al discurso filosófico en terrenos a los que no llegaba el pensamiento discursivo.
Pese a venir de épocas y culturas muy lejanas, los mitos continúan resistiéndose
a desaparecer en un mundo tecnificado y práctico como el nuestro, y no dejan
de ofrecernos de un modo u otro la posibilidad de disfrutarlos, de comprender
mejor el mundo y de entendernos a nosotros mismos.
A B A D A EDITORES
L E C T URAS DE MI TOLOGÍ A
LECTURAS
S e rie Mitología
© A lber to B er n a b é, 2 0 0 8
© A b ad a E d ito r e s , s .l., 2 0 0 8
C alle del G o b ern ad o r l8
28 0 14 . M adrid
T el.; 9 14 2 9 6 6 8 2
fax; 914. 297 5°7
www.abadaeditores.com
d is e ñ o E s t u d i o J o a q u ín G a llego
p ro d u cció n G u a d a l u p e G is b e r t
isb n 9 7 8 - 8 4 - 9 6 7 7 5 - 3 5 - 0
d e p ó sito legal M -4 3 2 3 5 - 2 0 0 8
^ r e im p r e s ió n D alubeht A ll r
im p r e s ió n L a v e l
ALBERTO BERNABÉ
Dioses, héroes
y orígenes del mundo
LECTURAS DE MITOLOGÍA
A B A D A EDITORES
L E C T U R A S DE M ITO LOGÍA
Este lib ro form a parte de los trabajos del Proyecto de Investigación C o n solid er
C « C o sm o g o n ía y escatología en las religio n es del M ed iterrán eo O rie n ta l:
sem ejanzas, diferencias, p ro c e so s*, financiado p o r la Sub d irección G eneral
de Proyectos de Investigación, de la Secretaria de Estado de Política C ientífica
y T ecnológica del M in isterio de E d u cación y C ien cia (H U M 2 O O 6 -0 9 4 .0 3 ).
A m is h ija s . H e le n a e Ir e n e ,
q u e ya n o tie n e n e d a d d e q u e les c u e n te c u e n to s
PRESENTACIÓN
M a d r i d , n a vi da dk s de 2007
I
COSMOGONÍAS Y TEOGONÍAS
1. MITOS DEL NACIMIENTO DEL MUNDO: COSMOGONÍAS
i.j. ¿ Q ué es u n a c o s m o g o n ía ?
D e n tro de la m ito lo g ía g rie g a, c o m o en la de otras m ú ltip le s culturas,
existe un a m p lio r e p e r t o r io de m itos q ue se s u p o n e que o c u r r i e r o n los
p r im e r o s en la « h i s t o r i a m í t i c a » , esto es, los q ue se r e f ie r e n al n a c i
m ien to del m u n d o o , p o r m e j o r d e c ir , al p r o c e s o de c ó m o el m u n d o
llegó a o rgan izarse clel m o d o en que lo c o n o c e m o s . L o s llam a m o s c o s
m ogonías, un t é r m i n o grie go que sign ifica « n a c i m i e n t o del m u n d o » .
Es p o s ib le , sin e m b a r g o q ue este n o m b r e p ued a i n d u c i r a e n g a ñ o a
oyentes de nuestra ép o ca . E n efecto, para el h o m b r e de hoy, un relato
sobre el origen del m u n d o p o d ría so n a r a algo asi c o m o la versión mítica
de las in d ag acio n es q ue practican hoy los astrofísicos o los teó rico s del
Big Bung. Se trata, sin e m b a rg o , de algo m uy distinto, sobre todo p o rq u e
la palabra husmos tenía para los griegos un sen tid o un tanto d iferen te de
lo que n o s o tro s hoy e n t e n d e r ía m o s p o r « m u n d o » , ya q ue sign ificaba,
antes que nada, el o r d e n , la org an iza ció n a r m o n io s a . Había kosmos. p o r
e jem p lo , en una ha b itació n o rd e n a d a y todavía hoy nos queda en esp a
ñol cosmética algo de ese uso an tigu o, au n q u e trivializado en la o r g a n iz a
c ió n a r m o n i o s a q u e p r o v o c a n en un r o s t r o o en el c u e r p o d ife r e n t e s
p rodu cto s em b e lleced o res. S o b r e esta base, c o sm o g o n ía d eb ería tradu-
cirse más bien c o m o « n a c im ie n t o del o rd e n del m u n d o » . Pero hay algo
más q u e todavía hay q u e t e n e r p re s e n te : y es q u e ese « o r d e n del
m u n d o » abarca más aspectos de los cjue creería m o s a p r im e ra vista.
14 I. COSM OGONÍAS Y TEO GONIAS
Y T IP O S C A R A C T E R ÍS T IC O S
En toda c o s m o g o n ía suele h a b er un estado inicial d ife r e n t e en to d o al
actual y un acto c o sm o g ó n ic o que desencadena un p roceso de o rg an iza
ción de ese estado in icial hasta lleg ar a la fo r m a en q u e el m u n d o está
constituido. E llo o c u r r e ta m b ié n en un tie m p o e sp ec ifico , u n tie m p o
sagrado, inicial. El tiem po de las cosm ogon ías es especial, hasta el punto
de que en algunas lenguas orientales recibe designaciones específicas, de
igual m odo que los cuentos infantiles se sitúan en un tiem p o (el cara c
terístico « h a b í a una v e z » ) in te m p o r a l y a h is tó r ic o . P o r e je m p lo , los
egipcios hablan de « l a p rim era vez del m u n d o » . S ó lo cu an d o el m u n d o
ha sido o rg an iza d o y ha to m a d o su c o n f ig u r a c ió n actual c o m ie n z a a
correr nuestro tiem po, el tiem po p r o fa n o .
Veam os un p a r de textos p a ra e j e m p li f i c a r algo de lo q ue acabo de
decir.
U n o p o d r ía ser el c o m ie n z o del P o em a b a b i ló n i c o de la C r e a c ió n
llamado EmimaElis. La versión que nos ha llegado se rem onta al siglo XI a .C .
pero sabemos que la orig in al deb ió ser m u ch o más antigua. V eam o s sus
nueve p rim eras líneas:
E n el p r in c ip io , en v e rd a d , n o h ab ía m ás q ue las A g u a s, la O la . Las
aguas d esearo n : « ¿ C ó m o co n segu irem o s p r o c r e a r ? » E llas se e sfo rz aro n ,
se in fla m a ro n d e a rd o r y en ellas, q ue asi a rd ían de ard o r, se d esarro lló u n
huevo de o ro .
E l a ñ o n o h abía n a cid o en to n c es, p e r o este h uevo de o r o flo tó tanto
cuanto d u ra un año.
E n ese añ o se d esarro lló u n H o m b re, Prajapati.
1.3 . Fu n c io n e s d e las c o sm o g o n ía s
Después que Anu hubo creado el cielo, que el cielo hubo creado la tie
rra, que la tierra hubo creado los ríos, que los ríos h ub ieron creado los
canales, que los canales h ubieron creado el m arjal y que el marjal hubo
creado al gusano, el gusano com pareció llorando ante Samas, brotaron sus
lágrimas en presencia de Ea: « ¿ Q u é me darías tú p o r alim ento m ío ?
¿Q u é me darías para que ch u p e?» « Y o te daré el higo maduro y el albari-
co q u e». « ¿ D e qué me servirán el higo maduro y el albaricoque? ¡Leván
tame entre los dientes y las encías del hom bre, hazme vivir!
decir que la referen cia al estado de cosas p rim o r d ia l (esto es, el recurso
a un m ito c o s m o g ó n ic o ) presta peso y a u to r id a d al texto y con ecta el
origen del en can tam ien to, del ritual o de la institución al que la recita
ción del m ito acom paña, nada m en os que con la estructura evolutiva del
mundo.
Desde el p un to de vista de las form as literarias, tam bién toda c o s m o
gonía es variada, p ued e ser desde un brevísim o relato en prosa hasta un
extenso p oem a lle n o de e p is o d io s . E n gra n m e d id a la fo r m a ad op tad a
depende de factores diversos, desde la evolución literaria de los pueblos
que enuncian los mitos, hasta la fu n c ió n que se les e n c o m ie n d e a éstos.
E n s e g u n d o lugar, en lo q u e se r e f ie r e al e sq u em a n a rr a tiv o , se
insertan en un esquem a que op era p o r disociacion es de un estado in d i-
feren ciad o inicial. L o que añade la visión griega en estas cosm og on ías es
una n o c i ó n de p o la rid a d . Las d iso c ia cio n es suelen ser de pares de e l e
m en to s o p u estos, q ue van c re a n d o una realidad de base op ositiva. Las
p rim eras son p u ra m en te mecánicas. Lu ego pasan a una fase de u n io n e s
sexuales.
E n t e r c e r lu ga r, la o r g a n iz a c ió n del m u n d o n o se c o n c ib e c o m o
rep en tin a . Suele pasar p o r una fase en que el o r d e n n o es el actual, sino
u n a esp ecie de fase in t e r m e d ia q ue se caracteriza p o r la p r e s e n c ia de
m o n s tru o s y p o r una fase de luchas o tanteos.
Hay un a lu ch a , casi s ie m p r e en tre los p o d e re s del o r d e n y los del
d e s o rd e n , p e ro los del deso rd en n o son d e rro ta d o s para sie m p re , .sino
sólo p rovision alm en te, de m o d o que pueden reaparecer en form as múl
tiples: en la tierra son los terrem o to s, los cataclism os; en el m ito , seres
m o n stru o so s q ue se rebelan contra la d ivin idad. Incluso esta especie de
situación de alerta vigilante, de lucha c o n tin u a es im p rescin d ib le para la
bu en a marcha del m u n d o , ya que la im p o sic ió n de un o r d e n sin p o s ib i
lidad de r u p tu r a p o d r ía co n v ertirse en leta rg o y estagn a ció n . P o r otra
parte, a m en u d o las fases de esta lucha se asocian a los p eríod o s alternati
vos de fertilidad y parálisis p o r los que pasa la tierra en los ciclos anuales.
1.6 . C o s m o g o n ía s f il o só f ic a s
demos como una materia. FM proceso es, sin embargo, gradual, y todavía
Tales creía que «todo está lleno de dioses» y que algunos seres inmate
riales, como la piedra imán, tienen alma porque pueden mover a otros
cuerpos. En el capítulo 2 4 examinaremos las condiciones del difícil
tránsito de las formulaciones míticas a las filosóficas.
1.7. C olofón
2 .1. L a c o sm o g o n ía g r ie g a m ás a n t ig u a
Sigue la mención de los tiernas Titanes, enlazando así con las genera
ciones de dioses. Se ha puesto de relieve con acierto que, mientras los
demás escritores que tratan sobre la creación del mundo se imaginan un
estado anterior y lo describen, tal narración se halla ausente del texto de
Hesíodo. K 1 poeta no nos dice ni cómo surge Caos ni qué había antes,
ni siquiera si había algo antes. Resulta tan poco claro que ha dado pie a
muchas interpretaciones erradas sobre Caos en autores antiguos y
modernos. C o n todo, ésta es toda la información que tenemos y hemos
de conformarnos con lo que podemos derivar de esta simple frase. Pero
creo que, sin pecar de imaginativo, resulta suficiente para obtener algu
nas conclusiones.
2 -2 . C aos
« L o primerísimo» lo que Hesíodo sitúa en el origen absoluto del acon
tecer, es Caos. Los antiguos entendieron mal qué era Caos. Probable
mente en gran medida por culpa del propio Hesíodo, que se hace
entender mal en este aspecto por su falta de concreción. Aristóteles en la
tísica 2 0 8 b 3 0 interpreta Caos como el espacio, un concepto éste bas
tante moderno y elaborado, sobre bases matemáticas, primero por Pitá-
goras y luego por Zenó n y por Platón, por lo tanto muy posterior a
1 lesíodo. Aun cuando sea anacrónica, la interpretación del Estagirita es
la que más se acerca a lo que hoy creemos que es el verdadero sentido de
Chaos.
Los estoicos creyeron que se trataba de « a g u a » , sobre la base de una
relación etimológica errónea con el verbo 'verter' (en griego se dicen,
respectivamente chaos y cheo, cf. Zenó n SVF I 2 9 - >7 vo n A rn im ) Otros
autores lo consideraron como materia informe, previa a la ordenación
del mundo. Es el caso de Luciano, quien nos dice (,4mores 3 2 ) :
2.3. E l prim er a c o n t e c im ie n t o
2 . 5 . EL O R D E N D E L M U N D O , C O N J U N T O D E P O L A R I D A D E S : C O N C L U S I Ó N
Queda asi un conjunto ordenado en polaridades. En lo más alto el
Cielo, en lo más bajo el mundo subterráneo. Ju n to al Cielo, el límpido
Eter, abajo del todo Erebo, la espesa tiniebla de la muerte. Bajo el Eter
y sobre la Tierra, se reparten ordenadamente y por turnos el espacio Día
y Noche. La T ierra, aunque esté personificada es, a la vez, la realidad
física que tiene ya llanuras, montes y mares. Alrededor de la extensión
de la tierra, el Océano, anillo acuoso que constituye los límites de este
mundo.
32 I. C O S M O G O N ÍA S Y T E O G O N ÍA S
3 .1 . L a t e o g o n i a d e J e r ó n i m o y F I e l a n i c o
C o m o contraste c o n la c o s m o g o n ía hesió dica. p resen to otra, para que
pueda advertirse la variedad de solu cio n es propuestas p o r los griegos. Se
trata de una co s m o g o n ía ó rfic a , p e r o atrib u id a a J e r ó n i m o y H e la n ic o ,
autores s o b re los q u e n o s ab em o s m u c h o . L o s d a tam o s más o m e n o s
hacia el s. II a . C . N o debe ex tra ñ a rn os que sea una teogonia ó rfica a t r i
buida a otros n o m b res. La razón es que se su p o n ía q ue el p r o p io O r fe o
fue el i n s p i r a d o r de v a ria d ís im a s o b ras, de f o r m a q ue cada u n o de los
diversos poetas a los q u e se atrib u ye n no era s in o un m e r o a m a n u e n s e
de su voz, a m o d o de u n m é d iu m de un a p oesía q ue les era revelada y
ajena p o r su naturaleza al tiem p o .
La c o n o ce m o s de m o d o muy deficien te, ya que sólo nos han llegado
algunas referen cias so b re ella, en dos fuen tes, am bas en p ro sa: D a m a s-
cio, el filó s o fo n e o p la tó n ic o del v / v i d . C . y A te n á g o ra s , un apologeta
del cristianism o de fines del II d . C . Presento el texto de D am ascio (Sobre
los principios 1 2 3 bis, al que llam arem os D) y el de Aten ágoras (En favor Je los
cristianos 1 8 . 3 ss., al que llam a rem o s A ), sep aran d o los diversos ep isod ios
aludidos, a fin de o b te n e r un cuadro ap ro x im ad o del relato original. H e
elim in ado del farragoso texto de Dam ascio las pintorescas explicaciones
que añade para en cajar los testim on ios ó rfic o s en el sistema del n e o p la
ton ism o tardío.
36 I. C O S M O G O N ÍA S Y T E O G O N IA S
3 .2 . E n e l o r ig e n , e l a g u a
Se postula en este poem a que en p r in c ip io fue el agua. Veam os las carac
terísticas de esta agua y el m ecanism o p o r el que da lugar a la d e s c e n d e n
cia p o ste rio r:
3 .3 . T ie m p o y N e c e sid a d
3 .4 . D e s c e n d e n c i a df. T i e m p o
El p o em a c o n tin u a ría n a r r a n d o la descendencia de T i e m p o :
3 .5 . E l h u e v o c ó s m i c o
U n nuevo a c o n tec im ien to tiene lugar en el escenario de la co sm o g o n ía:
3 .6 . P r im o g é n it o
Tras la rup tura del cascarón del huevo c ósm ico, hace su a p a ric ió n el ser
que se había ido g e n e r a n d o d en tro de él:
D Y en tercer lugar, adem ás de éstos, u n dios b icó rp o re, con alas de oro
sobre los hom bros, que tenia p o r naturaleza a am bos lados cabezas de toro y
sobre su cabeza una m on stru o sa se rp ie n te que adoptaba las más variadas
form as de anim ales ... Tam bién esta h istoria sagrada celebra a P rim o gén ito.
A Y tam bién apareció una especie de d io s b ic ó rp o re .
3 . 7 . PAN
Damascio acaba su breve relato con el n ac im ien to de Z e u s - P a n :
3.8 . A l g u n o s r a s g o s d e l a c o s m o g o n ía d e J e r ó n i m o y I I e l a n i c o
La novedad con respecto a la Teogonia de H esío do es que, m ientras que en
ella Z eus asu m ía s im p le m e n t e su papel de rey de h o m b r e s y dioses, en
ésta asume una fu n ció n p oco frecuente en las teogonias griegas, que es la
de ser el responsable de la o r d e n a c ió n del m u n d o .
Se plantea en esta o b r a , pues, un a c o s m o g o n ía bastante abstracta,
pero clara, en mi o p i n ió n . Del agua p r im o r d ia l, indistinta y atem p oral,
que contiene en sí el ge rm en de las cosas, se decanta o « c o a g u la » barro.
40 I. C O S M O G O N ÍA S Y T E O G O N ÍA S
4 .1. E p im é n id e s y su c o s m o g o n ía
4 .2 . Los p r i m e r o s p r i n c i p i o s
Sobre los p erson ajes divinos que E p im é n id e s situaba en el p r in c ip io de
las cosas, con tam os co n dos textos que hacen referen c ia a ellos ( E p i m é
nides, frag m e n to 4 b B e rn a b é):
D am ascio, Sobre los principios 12 4 ( - Eud om o. fragm ento 150 W ehrli) Epi
m énides postuló dos p rim ero s p rin cip io s, A ire y N och e, esto es, h o n ran d o
con el s ile n c io la u n id a d a n te rio r a am b os, de los q u e fu e e n g e n d ra d o el
T á rta ro (su p o n go que el tercer p rin c ip io , com o u n a cierta mezcla c o m b i
nada de los d os). D e ellos, dos T itan es, un in te rm e d io co m p ren sib le, lla
m ados así p o rq u e en am b os se d istiend e la p u m a y el e x tre m o 1. M ezclados
Una de las simas de la tierra resulta ser con mucho la mayor y atraviesa
de parte a parte toda la tierra. A ella se refiere H om ero cuando dice ...
(cita litada 8 .1 4 ) y es la que en otro lugar él y otros muchos poetas han lla
mado T ártaro . En efecto, en esta sima confluyen todas las corrientes y de
ella vuelven a (luir ... la causa de que fluyan de allí y de que vuelvan a co n
flu ir es que esta masa de agua no tiene ni fundam ento ni lecho.
4 .4 . E l h u e v o c ó s m i c o y s u d e s c e n d e n c i a
A partir de esta nueva situación surge un huevo. D am ascio in terpreta el
proceso c o m o un a mezcla (de n u ev o , quizá, r e fle jo de un a u n i ó n
sexual). P ien so que en la im ag in a ción de E p im é n id e s , la lim itació n del
espacio c o b ra f o r m a c o r p ó r e a a lo alto y a lo a n c h o , en el h u ev o , un
m odelo q ue usan los ó r f ic o s y tam bién otras m ito lo g ías. Si los T it a n e s
representan la p o sibilidad de los límites, el huevo es la c o n c re c ió n c o r
pórea de los límites.
D a m a scio se d e tie n e a q u í, d e s in te r e s a d o p o r la c o n t i n u a c ió n de la
historia, y se lim ita a señ alar que del huevo « l u e g o su rg ió otra g e n e r a
c i ó n » . N o s deja así sin q u e p o d a m o s d a r respuesta a d o s c u estio n es
im portantes: una, si la ru p tu ra del huevo da lugar, c o m o en la teogonia
de J e r ó n i m o y H e la n ic o , a C i e l o y T i e r r a . La segunda, si en el i n te r io r
del huevo se hallaba algún ser p r im ig e n io , c o m o E ro s en las c o s m o g o
nías órficas.
C o n respecto a la p r im e r a cu estión . 1 ie rr a y quizá C ie l o se citan en
otro fragm ento a trib u id o a E p im é n id e s . c o m o verem os a c o n tin u a c ió n .
Pero un a cosa es q ue se h ablara de ellos en la t e o g o n ia de este p o eta y
otra muy distinta saber si p u ed en situarse en este p u n to de la genealogía
divin a. P o r o t r a p a r te , la f r e c u e n t e a s o c ia c ió n de T á r t a r o y la T i e r r a
(p. ej. en H e sío d o. Teogonia 8 4 1 etc. tartaragaies) hace verosím il que, tras el
n acim ien to del T á r t a r o , siguiera el de la T i e r r a . Y no m e n o s esperable
es la ap a r ic ió n con secu en te de C i e l o , para finalizar la c o n stru cc ió n del
m u n d o . A r r ib a , el C i e l o , d ebajo de él, la T i e r r a y d eb ajo del todo, s i r
viendo de so p o rte a sus raíces, el Tártaro.
C o n respecto a la segu n da, nada sabem os, p e ro me p arece evidente
c^ue el m o d e lo del h u evo exige c^ue en su in t e r io r s u r g ie r a u n ser que
sirviera c o m o p r i n c i p i o de la g e n e r a c ió n de las cosas. E n este se n tid o
48 I. COSM OGONÍAS Y TEO GONIAS
4 .5 . H a r p ía s y S ir e n a s
Es de nuevo Filodem o el que nos suministra un nuevo retazo de in fo r
mación sobre la teogonia de Epim énides (fragmento 4 7 Bernabé):
3 La lectura es dudosa, porque sólo se lee el final. Podría ser O céano o C ro n o . Pero
la pareja C ie lo (U ra n o ) y T ie rra es m ucho más habitual y, adem ás, co in c id iría
m ejor con lo que he argum entado sobre un posible origen de ambos a p artir de la
fractura del huevo.
4. LA C O SM O G O N ÍA o e e p i m é n i o e s 49
Tam bién dice que las H arpías guardan las manzanas A cusilao (frag
mento IO Fowler). Epim énides también lo dice, y que eran las mismas que
las I lespérides.
4.6. C r o n o y s u p r o g e n i e
4.7. O c éa n o , F. s t i g e y Pirante
T a m b ié n se refería E p im é n id e s en su p o em a a O c é a n o y a Estige, su
hija, que, c o m o es sabido, co n fig u ra la laguna in fern al (Pausanias
8 . 1 8 . 2 = Epim énides, fragmento 5 2 Bernabé):
4 .8 . Z eus O C U P A E L P O D E R : LA R E B E L I Ó N D E T i F E O
Por últim o , es de e s p e r a r que Z e u s se haría con el p o d e r en el cielo .
Pero, de igual m o d o q u e en H e s ío d o ( Teogonia 835 ss-)- se registra un
intento de un antagonista p o r arrebatárselo, un antagonista que es ta m
bién T ife o (T ifó n ) , de ac u erd o con una noticia de F ilo d em o oscurecida
por el mal estado del p a p i r o ( F i l o d e m o , De la piedad p. 4 6 G o m p e r z =
Epiménides, frag m e n to 53 B e rn a b é ):
4 .9 . C o n c l u s ió n
p r o c e d a d e u n a f u e n t e ò r f i c a a n t ig u a c o n s i d e r a n d o q u e hay d i fe r e n c ia s
n o t a b l e s c o n o tr a s f u e n t e s c l a r a m e n t e ó r f i c a s y q u e eso p a r e c e c o n t r a
d i c t o r i o c o n u n a secta q u e t e n d e r í a a m i r a r su s l i b r o s t r a d i c i o n a l e s
c o m o s a c r o s a n t o s . E s te a r g u m e n t o es i n c o n s i s t e n t e c u a n d o se u tiliza
p a r a r e f e r i r s e a u n a t r a d i c i ó n c o m o la ò r f i c a , q u e n o es d o g m á t i c a en
a b s o lu to , ya q u e r e g is tr a m o s e n ella n u m e r o s a s v a r ia c io n e s d e u n a s ob ras
a otra s.
E n esta lín e a s it u a r ía m o s a West (The Orphic Poems. O x f o r d 1 9 8 3 * 1 1 2 ) ,
q u i e n c r e e q u e la m a y o r p a rte del d e l ic a d o h u m o r d e este p a s a je se basa
e n el u s o d e e l e m e n t o s d e t e o g o n i a s s e r i a s y a d m i t e u n c o m p o n e n t e
ò rfico .
Antes aún no existía la estirpe de los inmortales, hasta que Kros unió todas
las cosas: 700
a medida que se iban uniendo unos a otros, nacieron el cielo y el océano,
la tierra y la estirpe im perecedera de los dioses felices. Asi pues somos
con mucho los más antiguos de todos los felices. Sí, nosotros.
El p a saje p u e d e d i v i d i r s e e n d o s p a r t e s . L a p r i m e r a (vv. 6 8 5 - 6 9 2 )
constituye u n a e s p e c ie d e e x o r d i o a la s e g u n d a , q u e a d o p t a la f o r m a d e
una c o s m o g o n ía . E n la p r i m e r a hay u n a a d v o c a c ió n a los h u m a n o s , t r a
tados c o n d e s p r e c i o , e n c o n t r a p o s i c i ó n a las aves. E n t o r n o d e la fra s e
fu n d am en ta l, la e x h o r t a c i ó n « p r e s t a d n o s a t e n c i ó n » se a r t ic u l a n : an tes,
una sarta d e a p o s i c i o n e s a « h o m b r e s » , de sp ec tiva s, a u t é n t ic o s in s u lt o s
(w. 6 8 5 - 6 8 7 ) y d e s p u é s u n a se rie d e a p o s i c io n e s a « a n o s o t r o s » (i. e. las
aves) qu e c o n s titu y e n el p o l o o p u e s t o d e las a n t e r i o r e s , es d e c ir , s o n d e
to d o e lo g io s a s ( w . 6 8 8 - 6 8 9 ) . p a r a c e r r a r c o n u n « p r o g r a m a » d e lo
que se va a c o n t a r .
La segund a pa rte ( w . 6 9 3 _ 7 0 3 ) c o m ie n z a p o r u n c a m b io d e t ie m p o ,
m odo y p e r s o n a v e rb a l. D e u n a s e c u e n c ia exh ortativa (se g u n d a s p e r s o n a s
de im perativo y de s u b ju n tiv o ) se pasa a otra n a rrativa (en tercera p e r s o n a
y e n im p e r f e c t o d e in d ic a t iv o ) . L a u tiliz a c ió n d e u n v o c a b u l a r i o a m p u
loso da u n t o n o s o l e m n e al c o n j u n t o —s ó lo i n t e r r u m p i d o p o r a lg u n a s
rupturas d e lib e ra d a s p a r a p r o v o c a r el e fec to c ó m i c o — y el m e t r o a n a p é s
tico favorece en el o r ig in a l la s im ilit u d f o r m a l d e l p a saje c o n las c o s m o
gonías ép icas, ya q u e in c lu s o se p u e d e n u tiliz a r l i t e r a l m e n t e s e g m e n t o s
dactilicos, r e i n t e r p r e t a d o s c o m o a n a p e s t o s . El ú ltim o verso y una
p e q u e ñ a p a r t e d e l a n t e r i o r f o r m a n u n a e s p e c ie d e c o n c l u s i ó n , c o n lo
que el relato p r e c e d e n t e q u e d a m ás b ie n c o m o la a r g u m e n t a c i ó n d e u n a
tesis que p r e t e n d e d e m o s t r a r s e : la d e q u e las aves s o n seres p r i m i g e n i o s .
L o s e l e m e n t o s q u e c o n f i g u r a n a m b a s p a r t e s m u e s t r a n h asta q u é
pu nto A r is t ó fa n e s c o n o c ía la l ite r a tu r a g rie g a y era capaz d e d a r re g is tro s
v a ria d ís im o s a su p o e s í a . C o m e n c e m o s c o n m a y o r d e t e n i m i e n t o el
c o m en ta rio del texto.
5.3. H o m b r e s e f í m e r o s y a v f .s d i v i n a s
En la p r i m e r a d e las d o s s e c c i o n e s e n q u e h e m o s d i v i d i d o el te x to , la
parte i n t r o d u c t o r i a , se c o m b i n a n d o s r e c u r s o s b ie n c o n o c i d o s d e la
épica: el t r a to c o n d e s p r e c i o a lo s h u m a n o s p o r p a r t e d e l p e r s o n a j e ,
g e n e ra lm e n te u n a d i v i n i d a d , q u e les h a c e u n a r e v e l a c ió n y el e s b o z o d e
un « p r o g r a m a » del c o n t e n i d o . Este se da e n o r d e n d e im p o r t a n c i a , n o
56 I. COSM OGONÍAS Y TEOGONIAS
5 .4 . E l «PROGRAMA»
y en él todos
los inm ortales se gestaro n : dioses felices y diosas,
ríos, fuentes am ables y todo lo dem ás.
5 . 5 . L O S C O M I E N Z O S DE LA C O S M O G O N Í A
En v. 6 9 3 se usa « h a b í a » , el ve rb o existencial, n o « n a c i ó » , el p r o p i o
del tránsito del n o - s e r al ser. Se está ha b lan d o, pues, de seres p r im i g e
nios, que existen desde s iem p re. El uso del tiem p o pasado n o s proyecta
a un tiem p o m ític o , a un estadio m uy a n t ig u o de la e v o lu c ió n del
mundo: « a lo p r im e r o h a b ía » . Se m e n c io n a n (sin que sepam os si A r i s
tófanes p r e te n d e h a cer c o r r e s p o n d e r el o r d e n de m e n c i ó n co n el de
aparición) Caos, N o c h e, E re b o y T á r ta r o , q ue recibe el calificativo t r i
vial de « a n c h u r o s o » (cf. H e s ío d o , Teogonia 8 6 8 . Himno a ¡Termes 374-- y-
dentro de la literatura órfica. Himnos órficos 57 - ' ° y 5 ^ - 7 )-
Se p odría traer a colació n la existencia de alguna t eo g o n ia ó rfica en
que aparecen elem en tos sim ilares, p e r o es más p ro b a b le que Aristófan es
no pretenda más q u e a l u d i r a los t ó p ic o s seres p r i m o r d i a l e s . T o d o s
ellos, aunque aparecen en cosm ogon ías órficas, son tam bién hesiódicos.
De este verso, desde lu eg o, n o p o d r ía n ded u cirse ar g u m e n to s c o n c l u
yentes sobre un a p o s ib le fu e n te ó r fic a del poeta c ó m ic o , so b re to d o ,
porque no ap a rece el ser más exclusiva y d if e r e n c i a l m e n t e ó r f i c o ,
Tiempo. P or ello parece q ue lo que ha p re te n d id o nuestro a u to r es más
bien m en cio n ar los elem en to s c o m u n es a más de una co sm o g o n ía; a d e
más de las órficas y la de H e sío d o , que h e m o s citado, p o d ía n citarse las
de Acusilao y M useo.
6o I. COSMOGONÍAS V TEOGONIAS
5 .6 . F l huevo có sm ico
E n el v. 6 9 4 se in s is te e n q u e « p e r o t i e r r a a ú n n o h a b ía , n i a ir e ni
c i e l o » , c o n toda p r o b a b i l i d a d p ara v o lv e r s o b r e la idea ce n tra l d e q u e las
aves s o n p r i m i g e n i a s , m ás a n tig u a s a ú n q u e estos e l e m e n t o s . L a seg u n d a
p a rte d e este v e rs o y el s ig u ie n te
n o s lle v a n ya a u n t e r r e n o q u e es ó r f i c o c o n c l a r i d a d . B a s te c i t a r un
p a s a je d e las Rapsodias ( « O r f e o » , f r a g m e n t o 1 14 B e r n a b é ) :
E n la v e r s i ó n ó r f i c a , s in e m b a r g o , es T i e m p o , n o N o c h e , q u ie n
p o n e el h u e v o , m ie n t r a s q u e en A r is t ó f a n e s , 1 i e m p o n o a p a re c e . Parece
q u e A r i s t ó f a n e s ha p r e f e r i d o u n ser m e n o s a b s tra c to . N o c h e , p e r s o n a je
d e im p o r t a n c i a en las c o s m o g o n í a s ó r f ic a s y e n o tra s. O t r a d i f e r e n c i a es
cjue en las Rapsodias el h u e v o es u n e l e m e n t o « f a b r i c a d o » ( « d i s p u s o » ) ,
m i e n t r a s q u e e n la c o m e d i a es n a t u r a l ( « e n g e n d r a » ) , lo q u e a s i m il a la
v e r s i ó n d e A r i s t ó f a n e s a la d e J e r ó n i m o y H e l a n i c o ( « O r f e o » . f r a g
m ento 79 B ernabé, « e n g e n d ró un h u e v o » ).
T a m b i é n p u e d e c i t a r s e a este r e s p e c t o las Argondutieas ó r f i c a s , u n
p o e m a q u e es m u y p o s t e r i o r a la é p o c a d e A r is t ó f a n e s , p e r o en u n pasaje
en q u e el p r o p i o p o e t a está a l u d i e n d o a p o e m a s s u y o s q u e se s u p o n e n
a n t e r i o r e s ( 1 2 - 1 4 ) - E n t r e lo s t e m a s t r a t a d o s p o r O r f e o se n o s d ic e :
E n p rim e r lugar (se. hablé sobre) la im placable necesidad del an tigu o C aos
y T iem po , cóm o c rió b ajo su ilim itad o regazo
a E te r y a glo rio so F.ros de d ob le naturaleza (es d ecir, « b is e x u a l» ).
L o s vv. 6 9 5 - 6 9 8 m a r c a n el p u n t o d o n d e el i n f l u j o ó r f i c o es m ás
p e r c e p t ib le ; « l o p r i m e r o » n o s lleva d e n u e v o a la é p o c a p r i m i g e n i a , y se
h a b la d e u n a c o n t e c i m i e n t o o c u r r i d o e n la n o c h e d e lo s t i e m p o s : la
p r o d u c c i ó n n a tu r a l d e u n h u e v o h u e r o . H e p r e f e r i d o esta t r a d u c c ió n d e
hupenemion, f r e n t e a o tr a s i n t e r p r e t a c i o n e s p r o p u e s t a s : « q u e se o r i g i n a
p o r el v i e n t o » o « b a t i d o p o r lo s v i e n t o s » . E l s e n t i d o h a b i t u a l d e esta
p a l a b r a e n g r i e g o es « h u e r o » , n o f e c u n d a d o » , q u e se p r o d u c e s in
u n i ó n sexu al ( c o m o n o s a clara u n e s c o lio al p a s a je ) . Y así lo usa A r i s t ó
teles, p o r e j e m p l o e n Historia de ¡os Animales 5 5 9 b 2 l s s . I n c l u s o e n c o n t r a
m o s u n u so en este s e n t id o en el p r o p i o A r i s t ó f a n e s : d e la o b r a p e r d id a
5. UNA COSMOGONÍA CÓMICA 6l
Dédalo se n o s h a n c o n s e r v a d o d o s f r a g m e n t o s ( 1 9 3 y * 9 4 K a s s e l - A u s t i n )
relacion ado s c o n t o d a v e r o s i m i l i t u d c o n la a v e n t u r a d e Z e u s c o n L e d a .
En el f r a g m e n t o 1 9 3 - a lg u i e n c o m e n t a q u e L e d a «1 la p u e s t o u n h u e v o
g r a n d í s i m o , c o m o u n a g a l l i n a » y e n el f r a g m e n t o 1 9 4 . u n p e r s o n a j e
justifica lo o c u r r i d o d e f o r m a c ó m ic a :
E n el ú l t im o p a saje e n t i e n d o q u e A r i s t ó f a n e s n o q u i e r e d e c i r q u e de
este huevo n o s a ld rá u n a cr ía (d e h e c h o s a ld rá H e l e n a ) , s i n o q u e n o ha
sido f e c u n d a d o p o r u n i ó n c o n u n m a c h o , c o n lo q u e el p e r s o n a j e q u e
habla trata d e p o n e r a salvo la h o n e s t id a d d e L e d a . C r e o q u e el s e n t id o
de la palabra a q u í es id é n t ic o al del texto d e las A w s q u e n o s o c u p a .
El huevo es u n e l e m e n t o t í p i c a m e n t e ó r f i c o , p e r o es p r o b a b l e q u e
A ristó fa n es haya o p t a d o p o r la c o s m o g o n í a del h u e v o p o r q u e es la q u e
le viene m e j o r p a ra d e f e n d e r la a n t ig ü e d a d d e las aves. Q u iz á se r e fie r e a
este m is m o m ito en o t r o pasaje (Geritades. f r a g m e n t o 1 7 0 K a s s e l - A u s t i n ) :
Pero según el d ich o p o p u la r yo (af irm o ) que tod os salim os del m ism o
cascarón.
T o d av ía en v. 6 9 5 se le a p li c a a N o c h e el e p í t e t o « d e alas n e g r a s » ,
que a p are ce p o r p r i m e r a vez, q u e s e p a m o s , e n E u r í p i d e s ( Hécuba 7 0 5 ) .
aplicado a u n a e s p e c ie d e v is ió n f a n t a s m a l . L a N o c h e n o a p a r e c e c a l i f i
cada así en n i n g u n a o b r a q u e yo c o n o z c a . P arece q u e so trata d e u n i n t e
rés de A r is t ó fa n e s p o r m a r c a r c o m o a la d o s a los seres p r i m i g e n i o s (en la
tra d ic ió n ó r f i c a lo s o n T i e m p o y F a n e s ) . L o q u e sí se h a b ía a p l i c a d o
antes a la N o c h e e r a el a d je t iv o s i m p l e « n e g r a » ( c f . I l e s í o d o . Teogonia
2 o ) , así c o m o el c o m p u e s t o « d e n e g r o s c o r c e l e s » ( E s q u i l o , f r a m e n t o
69.6 R a d t).
5.7. E ros
Es muy sign ific ativo q u e A r i s t ó f a n e s n a r r e el n a c i m i e n t o d e E r o s a p a r t ir
de u n h u e v o , ya q u e es u n a c o n s t a n t e e n la p o e s ía t e o g ó n i c a ó r f i c a q u e
este d ios, i d e n t if ic a d o m á s ta rd e c o n F an es, nazca d e u n h u e v o .
E n el v. 6 9 7 se a c r e c ie n t a la i n t e n s i d a d d e lo q u e p o d e m o s d e t e c t a r
c o m o i n f l u j o ó r f i c o . L a d e s c r i p c i ó n d e E r o s r e c u e r d a la a p a r i c i ó n d e
Fanes en u n p a s a je p e r t e n e c i e n t e a la Teogonia d e J e r ó n i m o y H e l a n i c o ,
en la v e r s ió n p ro s a ic a d e D a m a s c i o ( « O r f e o » , f r a g m e n t o 8 0 B e r n a b é ) ,
don d e se m e n c i o n a a E r o s - F a n e s c o m o « p o s e e d o r d e alas d o r a d a s s o b r e
62 I. COSM OGONÍAS Y TEOGONIAS
5 .8 . O tras en tid a d es pr im ig en ia s
5.9. U na pa ro d ia g e n ia l
d o n d e p r e d o m i n a de un m o d o cla ro el in f l u j o q ue p o d e m o s detectar
c o m o in eq u iv o ca m en te ò r f i c o ; b) la a b u n d a n c ia de seres alados. A lg u
nos lo eran en la trad ición , co m o E ro s ; a otros, c o m o C a o s y N och e, no
d u d a en p o n e r l e s alas para in te n s if ic a r el e fecto . La N o c h e , n a tu ra l
m e n te las tien e n egra s. El elec to se había ya a n t ic ip a d o al a ñ a d ir a los
insultos al g é n e r o h u m a n o el de « s e r e s carentes de a l a s » , y c) relación
c o n el aire y el esp acio , a q u í a ñ a d ie n d o e le m e n to s de las cosm ogon ías
p reso c rá tic a s. T o d o ello in s e r to en m o d e lo s t r a d ic io n a le s , so b re todo
hesiódicos. y a d obado con salidas de ton o cóm icas (especialm ente el uso
de un vocabulario de g ran ja, c o m o « e m p o l l ó » ) .
N o obstante, esta ap recia ció n no debe llevarnos a desp ach ar el valor
de este te s tim o n io c o m o un p u r o in v e n to c ó m ic o . P e n sem o s un
m o m e n t o so b re e llo . H e m o s visto hu ellas de H o m e r o y de H e sío d o ,
au to res, p o r su p u esto , b ie n c o n o c id o s de los esp ectadores atenienses,
c o m o p a t r im o n io cultural de todos los griegos que son. Las palabras de
E u r íp id e s y de los dem ás trágicos se habían o íd o en el m is m o teatro en
que se representaba la o b ra del có m ico . ¿ T e n ía n los asistentes a la co m e
dia el m ism o c o n o c im ie n t o de la p oesía ò r f i c a ? La respuesta n o puede
ser más que afirmativa. T o d o este sabio m on taje req uiere, para ser a p re
cia d o (y A r is t ó f a n e s desea q u e lo sea) de u n a cierta c o m p lic id a d del
p úblico. El invento genial de esta « o r n i t o g o n í a » es haber puesto al ser
vicio de una idea cóm ica c o m o la de la su p rem a cía de las aves, un tema
típico de las cosm ogon ías órficas « s e r i a s » ; el del huevo cósm ico del que
sale un E ro s alado, l a cosa no ten dría la m e n o r gracia si al público no le
resultara c o n o c id a la c o s m o g o n ía del huevo, ya q ue la c o m ic id a d surge
del hallazgo de in s e r ta r el v iejo relato r e lig io s o ò r f i c o en un con texto
c ó m ic o c o m o el de IxisAues.
E llo s u p o n e la existencia y el c o n o c im ie n t o p o r parte del p ú b lico de
escritos ó r fic o s y excluye un a tra n s m is ió n de la literatu ra ò r fic a en c í r
culos secretos. D igo esto, p o r q u e se ha sup u esto q ue la poesía ò rfic a se
transmitía en círculos religiosos cerrados, p ero es claro que obras litera
rias c o n o c id a s en estas c irc u n s ta n c ia s n o e ra n suscep tibles de c re a r la
c o m p licidad con el público que he postulado. E n consecuencia, este tes
t im o n io im plica un c o n o c im ie n to bastante preciso de esta literatura p o r
parte de A ristó fan es y de su p úblico.
l o d o lo cual n os lleva, para c o n c lu ir, a reiv in d ic a r el te stim o n io de
A r is t ó f a n e s c o m o el más an tig u o de q u e d is p o n e m o s de un a Ieogonía
ò rfica de d ifu s ió n relativam ente am p lia en Atenas.
MITOS Y LITERATURA
6. TEM AS MÍTICOS DE LA ÉPICA GRIEGA ARCAICA PERDIDA
6.1. L a épica g r i e g a a r c a i c a p e rd id a
Puede resu ltar a p r i m e r a vista ch o ca n te t o m a r p re c is a m e n t e la p oesía
épica griega arcaica p e rd id a c o m o can tera para c o n f i g u r a r un catálogo
-desde luego provisional y sin la m e n o r p reten sió n de exhaustividad— de
los muy diversos p rop ósito s con los que un m ito p uede verse en u n cia d o .
En efecto, nada hay más r u in o s o que el estado actual de n uestro c o n o c i
miento sobre lo que fue una extensa p ro d u c c ió n épica desde el siglo V I I I
al V a .C ., p ero q u e n o gozó de la suerte de la ¡liada y la Odisea de H o m e r o
o de los Trabajos y los Días y la Teogonia de f le s ío d o y q u e. p o r tanto, n o ha
llegado hasta n osotros más que frag m e n taria m en te y en una p r o p o r c ió n
m ínim a. El p r o b le m a básico para q u ie n e s se traten de m o v e r en este
terreno es precisam en te el de las e n o r m e s lagunas en nuestra i n f o r m a
ción sobre estas o b ra s . N u e st ro m aterial so b re p o e m a s q u e t u v ie r o n
miles de versos de e x te n s ió n suele re d u c irs e —y eso e n el m e j o r de los
casos—a una d ocena de versos, algún resu m e n del ar g u m e n to y diversas
referencias de valo r desigual. S ó lo la p acien te la b o r filo lógica de añ os y
años, en u n a m o r o s o es tu d io de citas, r e fe r e n c ia s de seg u n d a m a n o y
representaciones artísticas ha p e r m i t i d o r e c o n s t r u ir , s iq u ie r a sea de
modo a p ro x im ad o , el c o n te n id o de esta cuantiosa p r o d u c c ió n literaria.
Pese a todo, creo que hay buen as razones para escoger la épica arcaica
perdida c o m o m u e strario de la m ito lo gía griega. E n efecto, p o r lo que
sabemos, en estos p oem as se hallaba ya representada u n a gran p ard e de
la enorm e variedad de mitos que luego c o n o c e re m o s a través de la lírica,
el dram a o los m itó g r a fo s . Es m ás; f u e r o n p r e c is a m e n te estas o b ra s la
68 II. MITOS Y LITERATU RA
6.2. ¿ D iferencias de c a l id a d ?
U n o de los aspectos de estas obras sobre el que más se ha insistido desde
la a n tig ü e d a d es la d ife r e n c ia de c alidad e n tr e esta ép ica p e r d id a y
H o m e r o . La m a y o r ía de los j u i c i o s de los p r o p io s grie g o s respecto al
C ic lo —n o m b r e g e n é ric o para designar, en ocasion es una parte, a veces
toda la p r o d u c c i ó n ép ica de este p e r í o d o — im p lic a n un a v a lo ra c ió n
negativa de su calidad lite ra ria . Ya A r is t ó t e le s en su Poética ( l 4 5 9 a 37 )
situaba a H o m e r o muy p o r en cim a de los dem ás creadores del epos. y en
el m is m o s e n tid o el g ra m átic o A r is ta rc o y su escuela p u s ie r o n to d o su
e m p e ñ o en d e p u r a r el texto de H o m e r o , c o n c e b id o c o m o la sum a p e r
fección , de elem en to s esp u rio s q ue h u b iera n p o d id o in tro d u cirse en él
p roced en tes del C ic lo . A lg u n o s autores m o d e r n o s han insistido en esta
excep cion alidad de H o m e r o y en su s u p e r io r id a d sobre los dem ás p o e
tas arcaicos, bien explícitam ente, bien de m o d o tácito al silen ciar en sus
estudios sobre la épica c u alq u ier referen cia a las obras perdidas.
T o d o ello se d e b e , e n mi o p i n i ó n , a u n grave e r r o r de ó p tic a . La
c o m p a r a c ió n de calidad es del todo ociosa, ya q ue las d ife re n c ia s entre
H o m e r o y la épica cíclica se basan en algo que nada tiene que ver con la
calid ad , s in o co n una c o n c e p c ió n m uy d if e r e n t e de la lite ra tu ra y del
m u n d o en ge n e ral. P o r c e ñ irn o s al tema que n os o cu p a, el tratam iento
de los temas legen darios p o r parte de la [liada (el caso de la Odisea es bas
tante d is tin to ) se basa en u n a v isión au stera de la vida h u m a n a que
insiste sin p aliativo s en la in e v ita b ilid a d de la vejez y de la m u e rte en
c o n tra p o s ic ió n a la ju v e n tu d e in m o rta lid ad que caracterizan a los d i o
ses felices. E n ese e n t o r n o , el h e ro ís m o h u m a n o ad qu iere to d o su valor
c o m o u n in tento de s u p e ra r p o r m ed io de la acción una situación a su
m ida. P o r ello se excluyen del h é ro e h o m é r ic o todos los elem en to s que
p u d ie ran desvirtuar esa visión, tanto los caracteres s o b re h u m a n o s, com o
p ued en ser los p oderes mágicos o la in v u ln e rab ilid ad , c o m o los aspectos
n o heroicos, c o m o la cobardía, la traición o in clu so lo eró tico.
6 . TEMAS MÍTICOS OE LA ÉPICA GRIEGA ARCAICA PERDIDA 69
6.3. R a s g o s de la ép ic a c íc l ic a
6 .4 . V e r s a t i l i d a d d e los m ito s
I Véase el capitulo 2 3 - 3 -
7 4 II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
6. 8 . M itos de viajes
6.10. M itos h u m o r ís t ic o s
6 .11. C o lo fó n
Este rápido re co rrid o nos ha p erm itid o ver que en la épica griega arcaica
cabían los más variados temas míticos y tam bién có m o estos temas podían
servir a gran n Limero de p r o p ó s ito s d ife re n te s. A s im is m o h e m o s visto
cómo de cada u n o de esos g r u p o s tem áticos derivan luego m otivos m uy
aprovechados p o r nuevos gén eros literarios, creados en épocas p o ste rio
res. La varidad y versatilidad caracterizan desde el o rig e n las creacion es
míticas de los griegos y es esa sin duda un a de las razones que ha p e r m i
tido que se m an ten ga d u r a n te siglos el interés p o r ellos y q ue in clu so
vuelvan una y otra vez a recibir tratam iento literario en nuestros días.
7. EL NACIMIENTO DE ATENEA EN LA LITERATURA GRIEGA ARCAICA
7.1. In t r o d u c c i ó n
Un tema religioso que interesaba m u c h o a los griegos era el de la venida
al mundo de sus dioses. En variadas fuen tes, sobre to d o en los h im n o s
en h o n o r de las d iv in id a d e s, se hacía r e fe r e n c ia a ese im p o r ta n te
momento del a l u m b r a m i e n t o de un n uevo d ios, q u e se n a rra b a con
cierto detalle. M otivos c o m o el de Leto abrazada a la p alm era de la isla
de Délos para d ar a luz a A p o lo o c o m o el de A fr o d ita s u rg ie n d o de las
aguas p ueblan rep etidas veces las n a r r a c i o n e s p oéticas y n o m e n o s las
creaciones artísticas griegas.
El n acim ien to de A te n e a resultaba esp ec ialm en te atractivo p o r una
particularidad e x c e p c io n a l: la diosa no nacía de un p arto n o r m a l , ni
siquiera de m adre, sin o de la cabeza de Z eu s. Sabem os, en efecto, que el
tema tentó desde m uy p r o n t o a los poetas, q u ien es se r e f i r i e r o n a él en
numerosas o c a sio n e s. N o o b stan te, c u a n d o in te n t a m o s r e c o p ila r , de
labios de los creadores literarios de época arcaica, los detalles sobre este
insólito a l u m b r a m i e n t o , los resu ltad os n o son nada a le n ta d o r e s: la
inform ación n o es ni ab un dan te ni en ocasiones lo bastante explícita, en
algunos casos p o rq u e n o se nos ha conservado en su integridad o r i g i n a
ria la c o m p o s ic ió n o el pasaje re fe r id o a este tema, sin o que sólo c o n ta
mos con a lu sio n e s de segu n d a m a n o o algún fr a g m e n to m is e r a b le : en
otros, p o r q u e el a u to r se r e fie r e , de m o d o fugaz y alusivo, a u n a c u es
tión q ue s u p o n e bien c o n o c id a p o r sus oyentes. C o n to d o , voy a tratar
de p r e s e n ta r a q u í un a r e c o p ila c ió n de estos te s tim o n io s , de los que
8 2 II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
7.2. H omero
La e x p r e s ió n es en g r ie g o bastante a m b ig u a : el v e r b o usado p or el
poeta ( tekes) se em p le a in d is tin t a m e n te para « e n g e n d r a r » el padre y
para « p a r i r » la m a d r e . E n H o m e r o es fre c u e n t e el uso de este verbo
r e f e r id o a v a r o n e s y, desde lu e g o , en n a c im ie n t o s n o r m a le s . Por lo
tan to , n ad a hay en el verso que a u to r ic e a ver a q u í u n a a lu s ió n a un
n ac im ien to insólito de A ten ea.
Pocos versos después, añade el p r o p io A res (¡liada 5 - 8 8 o ) :
7.3. H esío do
Zeus, soberano de los dioses, tomó com o prim era esposa a Metis,
la más sabia de los dioses y de los hombres mortales.
Mas cuando ya estaba ella a punto de parir a Atenea, la diosa de ojos de
lechuza,
Zeus engañó arteram ente su espíritu
con palabras lisonjeras y la albergó en su propio vientre, 890
según las artimañas de T ie rra y de C ielo estrellado,
pues era así com o ambos se lo habían aconsejado para que la dignidad real
8 4 II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
Por causa de esta disputa, ella (I lera) alum bró un hijo glorioso,
sin la amorosa unión con Zeus, poseedor de la égida. I lefesto,
que sobresale por sus habilidades entre todos los Uránidas.
Aquél, por su parte, con una hija de O céano y Tetis de hermosa melena.
a espaldas de Hera. de hermosas mejillas, com partió su lecho: 5
tras engañar a Metis, pese a lo muy sabia que era.
la tomó en sus manos y la albergó en su propio vientre,
por temor de que pariera otro dios más poderoso que el rayo;
por ello el m orador del éter, el C rónida que reina en la altura.
la engulló de repente, pero ella de Palas Atenea en seguida io
7 .4 . M useo
Para co m p leta r el cu adro de las n arra cio n es sobre el n acim ien to de Ate
nea p ro c e d e n te s de la épica griega arcaica, q u ed a n p o r an a liza r un par
de testim onios de difícil valoración, p e ro que. una vez precisados, resul
tan de cierta im p ortan cia. El p r im e r o de ellos es un texto m uy fragmen
tario de F ilo d e m o , Déla Piedad p. 3 1 G o m p e r z q ue, en la m edida en que
p o d e m o s leerlo, dice;
A Zeus dicen que H efeslo le abrió la cabeza, pero según el poeta que
atribuyó su obra a Eum olpo, fue Palamaón.
7.5. Los H i m n o s h o m é r i c o s
7 .6 . E s t e s í c o r o E Í b i c o
La lírica coral arcaica se interesó asim ism o p o r n a r r a r el nacim iento de
la d io s a . E s t e s íc o r o le d e d ic ó al m e n o s el p asaje de un p oem a que,
c o m o tal, se n os ha p e r d i d o , p e r o del q ue c o n s e r v a m o s las suficiente*
n oticias c o m o para r e c o n s t r u ir alg u n o s de los e le m e n to s esenciales de
la h is t o r ia . E n p r i m e r lu g a r, d i s p o n e m o s de un verso c itad o por un
a n tigu o com entarista litera rio , con servado en un p a p ir o (fragmento 56
P a g e ):
lo q u e c o in c i d e c o n la n o tic ia q u e n o s da u n e s c o lio a A p o lo n io de
R odas 4 - 13 l O-
Estesícoro fue el prim ero en decir que Atenea saltó, ya en armas, del»
cabeza de Zeus.
7. E l N A C IM IE N T O OE A T E N E A EN L A L IT E R A T U R A GRIEGA A R C A IC A 8 9
7.7. PÍNDARO
También P ín d aro se sin tió tentado p o r este m otivo y así, al hablar de la
isla de Rodas, dice (Olímpicas 7 -34 ss- ) :
... donde antaño el gran rey de los dioses roció la ciudad con nevada de oro
cuando, gracias a las habilidades de Hefesto
con su hacha forjada en bronce, salló Atenea de lo alto de la cabeza de su
padre
y clamó con poderoso grito.
Y ante ella se estremeció el C ielo, así como la madre T ierra.
7 .8 . A p o l o d o r o
Los m itógrafos griegos son sin duda muy posteriores al ám bito temporal
que me he m a r c a d o , p e r o , c on t o d o , d e b e n e x a m in a r s e , d a d o que
m an ejaban textos m uch o más antiguos y p erd id os irrem isib lem en te para
n osotros. N o obstante, c o m p r o b a m o s que, pese a esta ventaja, tampoco
au m en tan gra n cosa lo que ya sabem os. Así, A p o l o d o r o (Biblioteca 1.3 .6 )
nos cuenta:
Zeus se une a Mctis ... mas cuando estuvo embarazada se apresuró a tra
gársela, porque la T ierra le había dicho que después de parir la hija que iba
a nacer de ella, pariría un hijo que llegaría a ser dueño del cielo. Por este
tem or se la tragó. Cuando se acercaba el momento del nacimiento, Prome
teo o, según dicen otros. 1 lefesto, le golpeó la cabeza con un hacha y saltó
Atenea con todas sus armas de lo alto de su cabeza hacia el río Tritón.
7 .9 . P a n o r a m a d e u n a e v o l u c i ó n
T o d o lo d ic h o nos p resen ta un c u a d r o bastante c o h e r e n te , escueto en
los detalles y c o n escasas v a r ia c io n e s : A te n e a nace de Z e u s y. salvo
I l o m e r o , que n o lo aclara expresam ente, las demás fuentes coinciden en
que lo hace de su cabeza. A este respecto hay que reseñar que durante un
tiem po tuvo un cierto éxito una hipótesis de Bergk, según la cual la pala
bra griega koruphe, que aparece en varias de las fuentes para referirse a la
cabeza de Z eu s, indicaba un o rig e n an tigu o de la leyenda en que koruphe
tenía otro valor sem ántico bien c o n o c id o , el de « c im a de m o n t a ñ a » . La
leyenda antigua n arra ría, pues, el n acim ien to de la diosa a p artir de un
monsparturiens y n o de la cabeza de Z e u s. Ya criticada desde an tigu o con
buenas razones, esta hipótesis es hoy u n á n im e m e n te rechazada. El tema
del varón que da a luz aparece d o c u m en ta d o en paralelos orientales bien
c o n o c i d o s , c o m o el m ito h u r r i t a de K u m a r b i 3 y n o deb e, p o r tanto,
ex tra ñ a rn o s su presencia en un au to r tan in flu id o p o r los m itos orien
tales c o m o es H e sío d o.
T a m p o c o la i n t e r p r e t a c ió n estoica del m ito , segú n la cual Atenea
nace de la cabeza de Z eu s p o r ser una diosa de la inteligencia, tiene visos
de ser aplicable a las fases arcaicas del mito, ya que la relación de la inte
ligencia con el cerebro se documenta en Grecia p or primera vez en
Hipócrates, o quizá en Alcmeón de Crotona (fragmentos A 5. 8, IO, I I ,
13 Diels-Kranz).
Es más a d m isib le la e x p lic a c ió n de O n ia n s (The Origins o f European
Thought, Cam bridge, I 9 5 4 > 3 ^ ) . quien presenta paralelos de la concepción
primitiva, m an ten ida en G recia hasta muy tarde, de que la cabeza poseía
la mayor cantidad de materia relacion ada con la p ro c r e a c ió n , en la idea
de que el sem en p r o c e d e de la m éd u la y que el c e re b r o era asim ism o
médula. A ello se un ía la o b se rv a ció n de q u e el p e lo crecía c o n m ay o r
profusión en los lugares en q u e hay más c o n c e n t r a c ió n de « m a t e r ia
gris», entendida en este sentido, a saber, la cabeza y j u n t o a los órg an o s
sexuales. A dem ás subyace la idea arcaica de que quien genera es el varón,
que siembra en la m u je r c o m o se siem bra una semilla en tierra.
Hesíodo c o m b in a este m ito del h o m b r e que da a luz con el tema de
Metis. Q u e sepam os, es el ú n ico que lo hace (lo sigue A p o lo d o r o , lo que
es por supu esto ir r e le v a n t e ). C o n ello c o n s ig u e dos o b je tiv o s: el p r i
mero, ligar el tema con el m ito de sucesión divina: Z eus debe in t e r ru m
pir la cadena de reyes d erro ta d o s p o r sus sucesores ( C i e l o - C r o n o - Z e u s )
y lo hace d e v o r a n d o a M etis antes de q u e ésta dé a luz. Ya v im o s las
inconsecuencias q u e d e n u n c ia b a n el cará cte r h í b r id o de esta v ersió n
hesiódica. El se g u n d o ob jetivo es « r a c i o n a l i z a r » , si cabe usar este té r
mino, el parto de Z eu s, hacien do que haya co n c u rso f e m e n in o para que
éste se p ro d u zc a, ya q u e seria e n t o n c e s M etis q u ie n h abría gestad o en
realidad a Atenea.
Ya en H e sío d o. tam bién en Estesícoro y en el Himno Homérico 2 8 (y de
ahí en adelante casi todas las fuentes co in c id e n en ello), se señala que la
diosa nace arm ada, y es asi c o m o aparece en las represen tacion es fig u r a
das, desde un á n f o r a de la isla de Teños datada en el VII a . C . H o y día
tiende a explicarse esta circunstan cia b ie n p o r q u e con ella se relacion a a
la diosa con las técnicas de fabricación que patrocin a, bien p o rq u e A t e
nea es concebida c o m o una d efen so ra del Estado.
En cuanto a la específica referencia de que se precisa un hachazo para
facilitar el p a rto , es p r o b a b le q ue r e m o n t e a un p o e m a te o g ó n ic o del
siglo VI a . C . , a t r ib u id o a M u se o , ya q u e es in d e m o s t r a b le —si b ie n n o
imposible— que el tema apareciera ya en Estesícoro, pues nuestra i n f o r
mación a este resp ecto es defectiva. M e n c i o n e s ya claras y expresas las
tenemos en el siglo V a . C . , en F ín d a r o y luego en E u r íp id e s (Ion 4 5 2 )-
En la icon ografía, según el an tigu o, p ero aún excelente análisis de C o o k
92 ti. M IT O S Y L IT E R A T U R A
8.1. U n m ito de gr a n a n t ig ü e d a d
En la Odisea e n c o n t r a m o s un a m e n c ió n de T e se o en la Nekyia
(encuentro con los m u e rto s), c u an d o O d is e o se e n cu e n tra en la galería
de m ujeres c o n d e n a d a s a Fedra, P ro c ris y A r i a d n a , dos de ellas esposas
de Teseo (Odisea I I . 3 2 1 - 3 2 5 ) :
I Hefesto.
9*> II. MITOS Y LITERATU RA
8 .3. T e s e o . en H esío d o
En el co rp u s hesiódico hallam os varias m e n cio n es de este h é ro e o de su
leye n d a. En la leogoma n o se m e n c io n a a T e se o . p e r o sí a A r i a d n a . En
una e n u m e r a c ió n , casi al final de la ob ra, de u n io n e s de dioses y morta
les, se alude a esta h e ro ín a en los siguientes té rm in o s ( 9 4 7 " 9 4 9 ) ;
8. TESEO EN LA POESÌA ARCAICA Y CLÁSICA 9 7
un verso al que ya he h e c h o r e f e r e n c ia , d a d o q u e es id é n t ic o al q ue
hallábamos en la ¡liada.
En el Catálogo tenían cabida las leyendas relacionadas c on Teseo y nos
han llegado algunos ecos de ellas. P o r e je m p lo , un frag m e n to papiráceo
narra el nacim iento del M in o t a u r o (H e s ío d o , fr a g m e n t o 1 4 5 M e r k e l-
bach-West):
El p e r s o n a je de T e se o ap arecía ta m b ié n en el C i c l o y en o t r o s poemas
épicos del final de la época arcaica. De nuevo sin em b a rg o son dos epi
so d io s de su leyenda ya c o n o c id o s los q ue a t r a je r o n p r in c ip a lm e n t e la
atención de los poetas: el rapto de H elen a y el viaje al Más Allá con Pirí-
too.
E n lo que nos ha llegado del p oem a las Ciprias, atribu ido a Estasino de
C h i p r e y datado en el siglo VII a . C . , hallam os dos m e n c io n e s de l e s e o .
La p r im e r a de ellas p roced e del arg u m en to de Proclo, en el que nos dice
(P ro c lo , Crestomatía en Poetae Epici Graeci I, Leipzig 1 9 8 7 , 4 0 ) :
hijos de Teseo. asi que D em ofonte se la re q u irió a A gam enón. Este dijo
que estaba dispuesto a concederle ese favor, pero que no lo haría hasta que
Melena diera su con sentim ien to. U na vez que él le envió un heraldo,
Helena le concedió el favor.
8 .5 . L a H eraclea d e P a n ia s is y l a M iniad a
La Heraclea de Paniasis de H alicarnaso, un poeta épico del V' a . C . , se o c u
paba de los trab a jo s de H e ra c le s , el g ra n « c o m p e t i d o r » m ítico de
T eseo. E n u n o de ellos, la bajada a los in fie r n o s en busca del C a n C è r
b e ro , H eracles se en cu en tra a Teseo y a P irítoo, si bien Paniasis se m ues
tra in n o v a d o r sobre la fo rm a en que aparecen allí am b os h éroes (P a n ia
sis, frag m e n to 14 B e rn a b é = Pausanias IO .2 9 .9 ) :
Más abajo que Ulises están sentados en los tron os Teseo y Piritoo.
Teseo tiene la espada de Piritoo y la suya en ambas manos y está mirando las
espadas. Podrías imaginar que se duele por unas espadas que Ies resultaron
inútiles y que no les procuraron provecho para sus aventuras.
Del h o r r o r q ue p ro v o c a en M e la g ro el a t r e v im ie n to de am bos
héroes, y más si el final de la aventura es, c o m o creem os, el descrito p or
Pausanias, p o d e m o s c o n c lu ir q ue la versión de la Miniada p resen taría el
descenso al Hades de leseo y P iritoo c o m o un acto de hybris, de soberbia,
m erec id am en te castigado p o r los dioses, a u n q u e quizá el p oem a t e r m i
nara con la liberació n de l e s e o .
8 .6 . L a T e s e id a
algunas de las cuales no hay unidad. De modo semejante hay también m úl
tiples acciones de uno solo de las que no resulta una unidad de acción. Por
ello da la im presión de que yerran todos los poetas que com pusieron una
Heracleida. una Teseida y poemas de este jaez, pues creen que, com o 1leracles
era uno sólo, se sigue que la historia sería también unitaria.
Dice que es hem bra (la cierva) y de áureos cueros p o r seguir la trad i
ción. Pues el autor de la Teseida afirm a que era de este m odo, al igual que
Pisandro de C am iro y Perecides.
104 II. MITOS Y LITERATU RA
Asi dicen que sucedió esto [se refiero a la historia de Megareo y sus hijos,
uno de los cuales. T im alco. «había muerto a manos de Teseo cuando fue
con los D ioscuros sobre A fid n a » ]. Yo qu iero escrib ir la versión c o in c i
dente con la de los m egarenses, pero no puedo estar de acuerdo en todo
con ellos. ... pero ¿q u ién escribió que T im alco, hijo de M egareo vino a
A fidna con los D ioscuros? ¿ Y cóm o podría creerse que m uriera a manos
de leseo, cuando Alemán ... ? (la continuación la examinaremos mas adelante).
8.8. E l c o fr e de C ípselo
8 .9 . B r e v e s r e fe r e n c ia s en la lír ic a
Sim ónides afirma que la vela entregada por Egeo no era blanca, sino
Una purpúrea vela, en la humedad
teñida de flores de una encina
en plena floración
y que habían concertado que eso seria el signo de que estaba a salvo.
G obernaba la nave
Féreclo. el Amarsíada.
Aún dentro de este tema hay que reseñar una referencia a la descen
dencia de leseo y Ariadna que hallamos en lón de Quios, procedente de
su Fundación de Quios (lón. Elegías 7):
8 . TESEO EN LA POESÌA ARCAICA Y CLÁSICA 107
Aseguraban ser
hijos de Zeus y de Posidón afamado por sus corceles.
Los ejemplos en serie van unidos por una misma idea central, la del
amor desatinado que produce una catástrofe. C o m o en las Ciprias, Teseo
vuelve a ser citado como paradigma del amor que trae consigo la desgra
cia. No olvidemos que, aunque esta introducción no es considerada del
propio poeta, Teognis era megarense y estos versos podrían pertenecer a
un poeta de su círculo, y por tanto, inmerso en la tradición de su ciu
dad, hostil a nuestro héroe.
Estesícoro nos brinda sendas versiones innovadoras en su Helena y,
posteriormente, en su Palinodia, aunque de ellas sólo nos han llegado
vagos ecos. En la Helena se aludía a Teseo, de acuerdo con una referencia
indirecta de Pausanias ( 2 . 2 2 .6 = Estesícoro, fragmento 14 Page) en que
leemos:
El nombre que falta podría ser Fedra, según Lobel, el primer editor
del papiro, pero él mismo piensa que un nombre menos convencional
parece más adecuado. Es evidente que Estesícoro consideraba priorita
rio en la elaboración de sus leyendas aquello que el público deseaba oír
y que era capaz de someterlas a las mayores manipulaciones. De ahí que
hiciera desaparecer de la leyenda de Helena su unión con Teseo.
El tercer tema de la leyenda teseica que da lugar a referencias en la
lírica es el de las Amazonas. A él se refieren los fragmentos 1 7 4 ~1 7 ^*
Píndaro. Lamentablemente se trata en todos los casos de fragmentos de
transmisión indirecta, apenas ecos de la trama. En el primero de ellos,
Pausanias ( 7 . 2 . 6 ) afirma que Píndaro no estaba demasiado bien infor
mado cuando decía que
8 .10 . B a q u ílid es
8.11. C o n c l u s io n e s
extranjera, hija del rey malvado, que dota al héroe del expediente que le
permite volver de un lugar del que nadie ha vuelto (definible como el
Más Allá), el triunfo sobre el monstruo y el regreso, la unión con la
princesa extranjera. Un esquema muy antiguo, también, tal como se ha
puesto de relieve por algunos autores, quienes lo han comparado con el
mito de Edipo e incluso con el cuento bororo de Geriguiguiatugo. En
efecto, el esquema de los tres mitos es similar: el abandono por el padre,
el exilio como cazador o luchador contra monstruos, la vuelta, la muerte
del padre y su sustitución. En la versión griega de Teseo, el parricidio,
sin embargo, aparece atenuado en forma de un lamentable olvido.
Si Teseo era realmente un héroe popular, se explicaría quizá su
escasa incidencia en la primera literatura, de base aristocrática, y su pos
terior magnificación, paralela al nacimiento de la democracia griega.
Este proceso de conversión de personaje de segunda fila en gran
héroe no fue, sin embargo, repentino. Primero consiguió introducirse
en el Ciclo, al socaire del afán de este tipo de literatura de « d e v o r a r»
leyendas pintorescas y aspectos del cuento popular orillados o desaten
didos por H o m ero . El C iclo trata del tema de Teseo y Ariadna como
paradigma de amor destructivo, destinado al fracaso, aunque con «final
feliz», muy del gusto cíclico, por intervención de dioses. Y también nos
cuenta el rapto de Helena y la recuperación por los Dioscuros, que se
llevan a Etra, la madre de Teseo, así como la posterior recuperación de
la anciana, para complementar la vaga alusión de la Ufada a la presencia
de Etra en Troya.
Un punto más avanzado en el proceso de aumento de la importancia
de Teseo es la Miniada. Parece que persiste la antigua concepción del viaje
de Teseo y Pirítoo a los infiernos como paradigma de soberbia (hubris).
Pero al mismo tiempo, Teseo y Pirítoo le sirven al poeta como « cice ro
nes», como hilo conductor para ensartar temas del mito beocio encar
nados en los ilustres castigados con los que se encuentran y de los que
acabarán formando parte. Hay ya, probablemente a principios del V a.C .
y en Orcómeno, una nueva valoración del héroe que aparece como p ro
tagonista, no sabemos si del poema completo, pero sí, por los menos, de
un episodio importante.
Pero es en Atenas donde, desde finales del siglo VI a .C . Teseo des
pega de sus orígenes modestos hasta adquirir una situación de prepon
derancia. El mito adquiere en manos atenienses una dimensión política.
La mitología ateniense no podía al principio competir con otras mito
logías regionales de Grecia, pero se desarrolla con el creciente dominio
n8 II. MITOS Y LITERATU RA
esa misma dirección se alinearán luego la imagen del héroe que nos pre
senta el teatro, como gobernante sabio y prudente, responsable del
sinecismo y campeón de la democracia. Y también, el uso y abuso del
tema por los oradores y autores tardíos y la desmesurada utilización de
su mito como tema de toda clase de artistas. Pero esto, como diría Rud-
yard Kipling, es ya «otra historia».
9. LOS MITOS DE LOS HIMNOS HOMÉRICOS.
EL EJEMPLO DEL HIMNO A AFRODITA
9.1. C o n sid e r a c io n e s g e n e r a le s
7 ) C u a n d o se n a r r a n o t r o s m it o s s e c u n d a r io s en el h i m n o n o s o n en
m o d o a lg u n o d i g r e s io n e s , s i n o q u e se r e f i e r e n a asp ecto s c o m p l e m e n t a
rios d e esta o r g a n i z a c i ó n d e lo s a g r a d o , q u e c o n f i g u r a n c o n el r e la t o
p rin c ip a l u n v e r d a d e r o s istem a m ític o .
8 ) E s c o r r i e n t e q u e i n t e r v e n g a n e n la t r a m a lo s s e r e s h u m a n o s , ya
que el m i t o c o n c i e r n e t a m b i é n y d e m o d o m u y d i r e c t o al p a p e l d e lo s
seres h u m a n o s en los erga y timai d e los d i o s e s : e n lo s erga, p o r q u e h e m o s
dicho q u e i n c lu y e n , a d e m á s d e las a ctivid ad es d el d io s , las d e los m o r t a
les q u e a c e p t a n su a y u d a ; e n las timai, p o r q u e lo s h o m b r e s e s tá n m u y
im p lic a d o s e n las h o n r a s q u e s o n d e b i d a s a lo s d i o s e s y e n a q u e l l o q u e
debe evitarse e n la r e la c i ó n c o n e llo s.
9) F o r m a l m e n t e , lo s //imnos e s tá n e s c r it o s en el v e r s o p r o p i o d e la
épica, c o n f ó r m u l a s m u y s im il a r e s y e s q u e m a s n a r r a t i v o s p r á c t ic a m e n t e
id én ticos, p e r o se e s t r u c t u r a n d e u n a f o r m a del t o d o p a r a le la a las c o m
p o s ic i o n e s d e la l í r i c a , c o n las q u e t i e n e n t a m b i é n m u c h o s p u n t o s de
c o n ta c to . E l m á s i m p o r t a n t e es q u e t o d o s e l l o s (y lo q u e d i g o a h o r a es
a p lic a b le t a m b i é n a lo s h i m n o s d e m e n o r e x t e n s i ó n ) p r e s e n t a n u n a
estructura básica trip a rtita , d i f e r e n t e d e la e s tru c tu r a d e lo s p o e m a s é p i
cos y c a r a c te r ís tic a , e n c a m b i o , d e las c o m p o s i c i o n e s l ír ic a s . L o s in ic ia
una i n t r o d u c c i ó n , r e f e r i d a al p r e s e n t e , en q u e se p i d e a u n d i o s q u e
cante ( o b i e n el a e d o d e c l a r a en p r i m e r a p e r s o n a q u e va c a n t a r a u n
dios). S ig u e u n a p a rte c e n tra l d e e x te n s ió n m u y v a ria b le , q u e va desd e su
práctica in e x is t e n c ia ( p o r e j e m p l o , el Himno 1 3 ) . a u n a b reve r e f e r e n c i a a
rasgos c a ra c te rís tic o s del d io s , o p e q u e ñ a s escen a s d e su a c t u a c ió n , hasta
llegar a lo s l a r g o s y c o m p l e j o s r e la t o s d e lo s h i m n o s l l a m a d o s « m a y o
r e s » , e n lo s q u e se n a r r a n m i t o s . L o s c i e r r a u n a p a r t e f i n a l e n q u e se
saluda a la d i v i n i d a d , y e n q u e el a e d o , d e n u e v o r e t o r n a d o al p r e s e n t e ,
al aquí y al a h o r a , a la r e a lid a d d e su e n t o r n o , p u e d e p r o m e t e r q u e v o l
verá a c a n ta rla o p e d i r su i n t e r c e s i ó n p a ra a lg o . O s e ñ a la q u e se a c o r d a r á
de o tr o s d io s e s .
I n c lu s o a lg u n o s e s t u d io s re c ie n te s h a n p r o f u n d i z a d o en v e r lo s Him
nos c o m o f r u t o d e u n a t r a d i c i ó n i n d e p e n d i e n t e o p a r a l e l a a la d e la
épica, n o c o m o m e r o s d e r iv a d o s d e ella.
1 0 ) A u n q u e d e s c o n o c e m o s la o c a s ió n c o n c r e t a en q u e se e n t o n a b a n
estas c o m p o s i c i o n e s , al l im it a r s e n u e s t r a i n f o r m a c i ó n s o b r e e llo s p r á c
ticam en te a la c o n t e n i d a en sus p r o p i o s textos, lo q u e está c la ro es q u e el
h i m n o se c o n c e b í a c o m o u n h í b r i d o d e e l o g i o y d e s ú p l i c a . S i c o n el
elo gio el a e d o p r e t e n d e c a p t a r la b e n e v o l e n c i a d e l d i o s , la s ú p li c a trata
de l o g r a r n o t a n t o u n a a c t u a c i ó n c o n c r e t a d e la d i v i n i d a d , c u a n t o
128 II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
p o n e r l a e n u n a d i s p o s i c i ó n f a v o r a b l e . Si se le r e c u e r d a n al d i o s cuáles
s o n su s e s f e r a s d e a c c i ó n , si se s e ñ a l a n c u á l e s s o n lo s p e l i g r o s d e su
a c t u a c ió n , p a r a q u e e jerz a las p r i m e r a s y evite lo s s e g u n d o s , si, adem ás,
se ce n tra el pa p el d e los h o m b r e fre n te a esos dioses, se c o la b o r a a la crea
c i ó n d e u n a r e l a c i ó n a r m o n i o s a y esta b le e n t r e h o m b r e s y d i o s e s . U n a
r e la c i ó n en q u e el a e d o t ie n e u n p a p e l p r i m o r d i a l .
1 1 ) E n e f e c t o , es el a e d o el q u e e s t a b le c e u n a r e l a c i ó n c o n el dios,
b i e n p o r q u e lo g l o r i f i c a , b i e n p o r q u e s o lic ita su a yu d a, b i e n p o r ambas
cosas. P e r o n o se trata tan s ó lo d e h a la g a r lo . El h o m b r e d e c la ra r e c o n o
c e r lo q u e le d e b e al d io s , sab e c u á le s s o n las c a p a c id a d e s p o s itiv a s d e la
d iv in id a d a la q u e e lo g ia y s u p lic a , p e r o t a m b ié n sus a sp ecto s p e lig ro s o s.
C o n su c a n to , el h o m b r e m a n ifie s ta q u e c o n o c e cuál es el p a p e l d e todos
( h o m b r e s y d io s e s ) e n el o r d e n del m u n d o , a m e n u d o , p i d e a la p r o p ia
d i v in id a d q u e se los in s p ir e y. e n t o d o caso, lo c o m u n i c a al g r u p o q u e lo
es c u c h a . A s í , al a c t u a r c o m o u n a e s p e c ie d e m e d i a d o r o d e a c tu a liz a d o r
d e d i c h o o r d e n , c o l a b o r a a ctiva m e n te a m a n t e n e r l o . E l h o m b r e e n c u e n
tra su ra z ó n d e s e r al s a b e r el l u g a r q u e o c u p a e n ese o r d e n u n iv e rsa l y el
p a p e l q u e le c o r r e s p o n d e .
1 2 ) D e a h í la i m p o r t a n c i a q u e a d q u i e r e n l o s te m a s a q u e a n t e s he
a l u d i d o : a) el n a c i m i e n t o d e l d i o s , cu y a a p a r i c i ó n o b l i g a r á a p l a n t e a r
c u á l es la f u n c i ó n q u e va a t e n e r e n ese m u n d o p r o g r e s i v a m e n t e d i f e
r e n c i a d o ; b ) u n c o n f l i c t o , a tra v é s d el c u a l se llega a u n a s o l u c i ó n , la
s o l u c i ó n d e f in it iv a q u e c o n s a g r a u n o r d e n c o n s is t e n t e en q u e cada dios
y cada h o m b r e t i e n e n su p a r t e y su f u n c i ó n a s ig n a d a e n él. El c o n f l ic t o
sirve a m e n u d o p a ra q u e los d io s e s estab lezcan d e m o d o d e f in it iv o c u á
les s o n e n c o n c r e t o sus erga y su s timai y c) u n a f ie s ta , u n a c o n m e m o r a
c i ó n , u n e l e m e n t o q u e sirve d e r e c o r d a t o r i o d e la f o r m a en q u e se lo g ró
el a c u e r d o . E n r e la c ió n c o n esa fiesta o c o n el m o tiv o q u e c o n m e m o r a la
in s t a u r a c ió n del o r d e n , el a e d o , s u in t é r p r e t e , esta b le ce u n v ín c u l o con
el d i o s a q u i e n le d e c la r a c o n o c e r los t é r m i n o s d e ese o r d e n (a m e n u d o
p i d i é n d o l e q u e se lo s i n s p i r e ) , y c o n el g r u p o s o c ia l a q u i e n se los
r e c u e r d a ; d e a lg u n a f o r m a r e p r o d u c e y actualiza c o n e llo la o r g a n iz a c ió n
d e lo s a g ra d o .
T r a s estas r e fe r e n c ia s n e c e s a r ia m e n t e b reve s s o b r e lo q u e s o n h o y las
o r i e n t a c i o n e s e n la i n t e r p r e t a c i ó n d e los h i m n o s h o m é r i c o s , c e n t r a r é
m i a t e n c i ó n en u n o d e e llo s , p a r a m i g u s to , el m á s e x q u is it o : el Himno a
Afrodita.
9. LOS M IT O S D E LOS HIMNOS HOMÉRICOS 129
9 - 2 . U N E J EM P L O: E L H lM N O A A F R O D I T A
O b ra atípica c o m o pocas, el Himno a Afrodita se re sin tió más q ue n in g ú n
otro de la falta de a te n c ió n de los c o m e n ta r is ta s , y así fu e tild a d o de
mera aventura galan te, de p oesía civil co m p u e sta a m ay o r g lo ria de los
Enéadas y de c o m p o s ic ió n llen a de d ig r e s io n e s in c o m p r e n s ib le s . S ó lo
desde hace bastante p o c o ha sid o o b je to de v a rio s tra b a jo s q u e han
puesto de m anifiesto el p r o f u n d o significado que tiene este h im n o d e n
tro de lo que he llam ado « o r g a n iz a c ió n de lo s a g r a d o » .
Pasemos a un exam en, necesariam ente ráp id o , de la organ ización del
m aterial m ític o d e n t r o del h i m n o . Iré p r e s e n ta n d o los v ersos de cada
parte significativa, seguido de u n breve c o m e n ta rio . L o s n ú m e r o s entre
paréntesis se rem iten a los versos del h im n o .
9.3. P r o em io
1 res corazones hay, sin em b argo, a los que n o puede p ersu ad ir ni en gañar.
I El doble nacimiento de Hestia se explica por el mito narrado por Hesíodo. leognnía
454-ss. Crono iba engullendo a sus hijos conforme iban naciendo y I lestia. por ser
la primogénita, fue engullida la primera. Luego, se vio obligado por Zeus a vomi
tarlos y, en consecuencia la volvió a «dar a luz» la última.
9. LO S M IT O S D E LO S HIMNOS HOMÉRICOS 13 '
su a c t iv id a d , d e f o r m a i n d i s c r i m i n a d a s o b r e d i o s e s y h o m b r e s , y p o r
e l l o , e n m á s d e u n a o c a s ió n , p r o v o c a el a m o r y el d e s e o d e u n i ó n entre
d io s e s y m o r t a l e s . E n el h i m n o se n a r r a , en clím cwque su p o d e r se ejerce
in c lu s o s o b r e el d i o s s u p r e m o d e l p a n t e ó n o l í m p i c o , s o b r e Z e u s , e n a je
n á n d o l o y p r o v o c a n d o q u e e n g a ñ e a su le g ít im a es p o s a , H e r a . Esta p r o
m is c u i d a d , en u n m o m e n t o e n q u e está a p u n t o d e llevarse a t é r m i n o el
o r d e n e s t a b le c id o p o r Z e u s , es m u y p r o b l e m á t i c a , p o r d o s m o t iv o s : a)
p o r q u e d i c h o o r d e n i m p l i c a u n a t a ja n t e s e p a r a c i ó n d e d i o s e s y h o m
b r e s , p e r o s o b r e t o d o , b ) p o r q u e el p o d e r d e A f r o d i t a a fe c ta al o r d e n
j e r á r q u i c o e n la m e d id a e n q u e p u e d e p r e d o m i n a r s o b r e el d el p r o p i o
Zeus. E s ésta la c r is is e n la o r g a n i z a c i ó n d e l p o d e r d i v i n o q u e ha de
so lu c io n arse .
Z e u s , a q u i e n c o r r e s p o n d e s o l u c i o n a r l a , d e c i d e e n t o n c e s q u e la
m e j o r f o r m a d e c a s t ig a r a A f r o d i t a es c o n su s p r o p i a s a r m a s , c o n v i r
t i é n d o l a d e h e c h iz a d o r a e n h e c h iz a d a , d e e n a m o r a d o r a e n e n a m o r a d a
( 4 5 - 52 ).
Pero también a ella misma Zeus le infundió en su ánimo el dulce deseo 45
de unirse a un varón mortal, para que, cuanto antes,
ni siquiera ella misma estuviera alejada de un lecho mortal
y asi no pudiera decir, jactanciosa, entre todos los mortales,
sonriendo dulcemente, la risueña A frodita.
que había unido a los dioses con m ujeres mortales 50
y que les habían parido hijos mortales a los inm ortales
y que asimismo había unido a diosas con hom bres mortales.
E s te es el « d e s i g n i o d e Z e u s » , c u y o c u m p l i m i e n t o se r e f l e j a r á en
5 3 - 1 6 7 . L a u n i ó n d e A f r o d i t a c o n u n m o r t a l h a r á q u e la d io s a e x p e r i
m e n t e to d o s los p r o b l e m a s q u e r e p r e s e n t a esta r e la c i ó n y p r o v o c a r á que
p o n g a f in a este tip o d e u n i o n e s . D io s e s y s e re s h u m a n o s n o v o lv e rá n a
u n i r s e . L a ú n i c a i n m o r t a l i d a d q u e ca b e a lo s h o m b r e s es la d e su e s p e
cie : el h o m b r e su b s is tirá en ta n to q u e A f r o d i t a siga e j e r c i e n d o su p o d e r
p ara q u e se e m p a r e j e y cre e n u e v o s seres, f o r m a n d o así p a r t e d el pro c eso
d e p e r p e t u a c i ó n del m u n d o , c o n v i r t i é n d o s e e n c r e a d o r e s e llo s m is m o s .
E n e a s , n a c id o d e la d io s a y el m o r t a l , el ú l t i m o p r o d u c t o d e este t ip o de
u n i o n e s , s im b o l iz a esta p e r p e t u a c i ó n . Y s o b r e t o d o , la j e r a r q u í a d ivin a
q u e d a r á e s ta b le cid a d e m a n e r a « a d e c u a d a » , c o n u n a A f r o d i t a s o m e tid a
a la a u t o r i d a d d e Z e u s . L o s á m b it o s d e a c tu a c ió n d e la d io s a , e n u n c ia d o s
p o r s e p a r a d o e n lo s p r i m e r o s ve rso s, esto es, d io s e s / h o m b r e s / a n i m a
les, d e b e n p e r m a n e c e r t a m b ié n s e p a r a d o s .
9. LO S H IT O S D E LO S HIMNOS HOMÉRICOS 133
9.4. A f r o d i t a s e e n a m o r a
Z eus p o n e e n m a r c h a s u d e s i g n i o al s u s c i t a r en la d i o s a el a m o r p o r
A n q u ise s.
S e trata d e u n v e r d a d e r o « f l e c h a z o » i n s t a n t á n e o , al m o d o d e lo s
efectos q u e p r o d u c e la p r o p i a A f r o d i t a (5 3 ~5 7 )-
La d io sa , e n a m o r a d a , in ic ia sus p r e p a r a t iv o s p a r a la s e d u c c i ó n .
S e trata d e u n a e s c e n a t íp ic a y a d e m á s d e o r í g e n e s l i t e r a r i o s m u y
antiguos. E l a d e r e z o d e u n a m u j e r (o u n a d io s a ) p a r a s e d u c ir es u n te m a
que h a l l a m o s ya e n la l i t e r a t u r a o r i e n t a l , y así, e n r e p e t i d a s o c a s i o n e s
Istar se e n g a l a n a y a d e r e z a p a r a s e d u c i r . S e h a n s e ñ a l a d o , a d e m á s , lo s
paralelos e n t r e esta e sc en a y a q u e lla s o tra s en las q u e el g u e r r e r o se a r m a
para el c o m b a t e . Igual q u e el g u e r r e r o se calza la co ra z a y las g re b a s p ara
d e r r o t a r al e n e m i g o , A f r o d i t a se reviste d e su s a r m a s d e s e d u c c i ó n , las
joyas y los a d e r e z o s , p a ra q u e A n q u i s e s se r i n d a a sus e n c a n t o s .
c o y u n d a g e n e r a l i z a d a . E n el ca so d e l o s a n i m a l e s , la u n i ó n sex u al no
r e q u i e r e d e lo s r e f i n a m i e n t o s d e la s e d u c c i ó n .
S i g u e la escen a del e n c u e n t r o .
La d io s a llega ( 7 5 ) y se d e s c r ib e la s it u a c ió n d e s o le d a d d e A n q u is e s ,
p r o p i c i a p a ra el e n c u e n t r o a m o r o s o ( 7 6 - 8 0 ) .
La d io s a d e b e d isfra z a rs e ( 8 1 - 8 3 ) , p o r q u e n o p u e d e m a n if e s t a r s e tal
c o m o es (se in s is t e , c o m o l u e g o se r e i t e r a r á , e n la g r a n d i s t a n c i a q u e
m e d i a e n t r e h o m b r e s y d i o s e s ) . S e a d v ie r t e q u e la d io s a « t o m a la a p a
r i e n c i a e n talla y f ig u r a d e u n a j o v e n » p o r q u e lo s d io s e s s o n m ás altos e
i n c o m p a r a b l e m e n t e m ás h e r m o s o s q u e los h o m b r e s . A p r o v e c h a e n t o n
ces el p o e ta p a r a h a c e r u n a d e s c r i p c i ó n d e la j o v e n e n q u e la d io s a se ha
t r a n s f o r m a d o ( 8 4 - 8 9 ) i n s i s t i e n d o d e n u e v o s o b r e lo s a d e r e z o s . El
p o e ta a n t i g u o d e s c r i b e c u a n d o hay a lg u i e n q u e está m i r a n d o el o b je to
d e s c r it o .
9 .6 . R e a c c i ó n d e A n q u i s e s
La visión de la d io sa p r o d u c e efectos in m e d ia t o s so b re A n q u is e s : un
e n a m o r a m i e n t o r e p e n t i n o , ex p u esto escu eta m en te en m e d io verso:
« D e A n q u is e s se a d u e ñ ó el a m o r » (9 i). C o n t o d o , r e a c c io n a c o m o
h o m bre respetuoso, que co n o c e los lím ites entre h o m b res y dioses.
9.7. H i s t o r i a f i c t i c i a d e A f r o d i t a
Esta toma de distancias p o r parte de A n q u is e s obstaculiza los planes de
Afrodita, que no desea provocar en él un a m o r respetuoso, sin o el deseo
de unirse a ella. Para ven cer sus reparos, le n arra una historia engañosa
136 II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
( 1 0 8 - 1 4 2 ) . l o cu a l está e n c o n s o n a n c i a c o n la id e a d e q u e u n o d e los
e l e m e n t o s d e la s e d u c c i ó n es p r e c is a m e n t e el e n g a ñ o .
L o s p u n t o s b á s ic o s d e la h is t o r ia f ic tic ia d e A f r o d i t a s o n : a) su d e c l a
ració n de q u e n o es u n a d io s a , p a r a lo cual se in v e n ta u n a falsa i d e n t id a d
( 1 0 8 - 1 1 6 ) , m o s t r a n d o u n a c u r i o s a in s is te n c ia s o b r e u n a sp e c to r a r a vez
t e n i d o e n c u e n t a e n la l i t e r a t u r a a n t i g u a , la r a z ó n p o r la q u e , s i e n d o
e x t r a n je r a , c o n o c e b i e n la l e n g u a d e lo s t r o y a n o s ; b) el e l e m e n t o a ñ a
d id o d e q u e s o n lo s d i o s e s lo s q u e p r o p i c i a n s u u n i ó n c o n é l, p a r a lo
cual se in v e n ta u n fa ls o r a p t o ( 1 1 7 - 1 2 9 ) , y c) la s ú p li c a d e s e r a c e p ta d a ,
que im p lic a el h a la g o del p o r t e y n o b le z a d e A n q u i s e s , y su p r o p i a p r e
sen tació n c o m o u n « b u e n p a r t i d o » ; v ir g e n , n o b l e y ric a . El c o l o f ó n de
la súplica ( 1 4 1 - 1 4 2 ) es cjue se case c o n ella, o b t e n i e n d o asi u n a b o d a q u e
sería d e s e a b l e , y e s t i m a b l e , t a n t o d e s d e el p u n t o d e vista s o c ia l c o m o
desde el r e lig io s o .
L o q u e es d estacab le en t o d o este p a r l a m e n t o es q u e se esboza en él lo
que s eria la u n i ó n a d e c u a d a , s e g ú n lo s c á n o n e s q u e se p r e t e n d e n e s t a
b lecer en el n u e v o o r d e n : la u n i ó n r e g u l a r d e h o m b r e y m u j e r , a m b o s
s o lte ro s , a m b o s d e clase n o b l e , d e n t r o d e u n m a t r i m o n i o r e g u l a r c o n
in t e r c a m b io d e p r e s e n t e s y c e l e b r a c i ó n d e u n b a n q u e t e , b i e n a c e p t a d o
p o r h o m b r e s y d io s e s y b e n d e c i d o p o r u n a f lo r i d a d e s c e n d e n c ia . C o m o
e j e m p l o d e u n a s i t u a c i ó n p o l a r m e n t e o p u e s t a , p u e d e r e c o r d a r s e la
u n ió n d e H e l e n a y P a r is e n la ¡liada, p r o t o t i p o d e u n i ó n i r r e g u l a r c o m o
pocas: H e l e n a está ya ca s a d a c o n o t r o h o m b r e , M e n e l a o , la u n i ó n se
debe a u n r a p t o , s in b o d a , s in a c to s s o c ia l e s , n o es a c e p t a d a p o r los
h o m b r e s , ya q u e p r o v o c a u n a g u e r r a , y n o es b e n d e c i d a c o n d e s c e n d e n
cia, p u es H o m e r o n o n o s h ab la d e q u e h ay a n t e n i d o n i n g ú n h ijo e n los
diez a ñ o s q u e d u r a la g u e r r a .
L o t e r r i b l e es q u e este p e r f e c t í s i m o c u a d r o p r e s e n t a d o p o r A f r o d i t a
es del to d o falso y a u n q u e A n q u i s e s n o lo sabe, el o y e n te (h o y , el le c t o r ) ,
sí. El d e s ig n io d e Z e u s se c u m p l e así en v a r io s p l a n o s , a) A f r o d i t a v e n c e
los o b s t á c u l o s q u e i m p i d e n q u e A n q u i s e s se u n a c o n e lla , c o n lo q u e
ob ed e ce al d i o s q u e la o b lig a a s u f r i r el e f e c t o del p o d e r q u e es p r o p i o
de ella y q u e ha e j e r c i d o a n t e s e n d e m a s í a , b ) al t i e m p o se e n u n c i a el
parad igm a d e lo q u e d e b e r á n s e r las u n i o n e s c o rr e c ta s e n t r e p e r s o n a s en
138 II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
9 .8 . R e s p u e s t a d e A n q u i s e s a l d i s c u r s o d e A f r o d i t a
N a t u r a l m e n t e esta e l a b o r a d a p ie z a d e e n g a ñ o c o n s i g u e t o t a l m e n t e su
o b j e t i v o . A n q u i s e s , t o c a d o en su c a b a l l e r o s i d a d y c r e y e n d o q u e se
e n c u e n t r a e n la s i t u a c i ó n d e s u p e r i o r i d a d q u e p e r m i t e la c o n d e s c e n
d e n c i a , ve q u e s u a m o r , a n te s r e f r e n a d o p o r el r e s p e t o , q u e d a ah o ra
l i b r e d e o b s t á c u l o s ( l 4 3 - 1 4 4 ) - E n e l l o es a y u d a d o p o r el p o d e r de la
d io s a , q u e i n f u n d e en él d e s e o (himeros).
L a re sp uesta d e A n q u i s e s ( l 4 5 ' r5 4 ) es u n p r o d i g i o d e i r o n í a , e n t e n
d i e n d o c o m o tal la c o m p li c i d a d q u e el a e d o establece e n t r e él y los o y e n
tes ( q u e c o n o c e n la v e r d a d ) , d e f o r m a q u e las p a la b ra s del h é r o e ( q u e n o
la c o n o c e y está d e l t o d o e n g a ñ a d o ) t i e n e p a r a e l l o s u n s e n t i d o p o l a r
m e n t e o p u e s t o al q u e tie n e p a ra el p r o p i o A n q u i s e s ’ . E n e fe c to , A n q u i
ses r e s p o n d e c o n u n a c o n d i c i o n a l e n la q u e r e p it e , a b r e v ia d o s , los e l e
m e n t o s b á s ic o s d e la h i s t o r i a fic tic ia d e A f r o d i t a : A c c e d e a c a s a r se c o n
ella a) si es m o r t a l , b) si p e r t e n e c e a u n l in a je ilu s tr e y c) si la b o d a está
s a n c i o n a d a p o r lo s d i o s e s . A n q u i s e s s u p o n e q u e las c o n d i c i o n e s so n
v e r d a d e r a s y q u e p o r e l l o la p r e s u n t a j o v e n « s e r á l la m a d a p o r s i e m p r e
esposa s u y a » ( 1 4 8 ) . L o s o y en te s, en c a m b i o , sab en q u e tales c o n d i c i o n e s
s o n falsas y q u e p o r ta n to , lo q u e A n q u i s e s está d i c i e n d o en r e a lid a d , sin
s a b e r lo , es q u e A f r o d i t a j a m á s va a s e r su es p o s a . L o q u e el p o e ta le hace
4 Este recurso se usa habitualmente en tragedia y por eso lo conocemos más bien
como «ironía trágica», véase el capítulo IO, § 3 - 1.
9. LOS M IT O S D E LOS HIMNOS HOMÉRICOS 139
9.9. L a un ió n se c o n su m a
La diosa i n t r o d u c e en este m o m e n t o en su d is c u rs o la p r i m e r a d i g r e
sión: la referen cia a G a n im e d e s ( 2 0 0 - 2 1 7 ) -
• 4 4 II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
I.os más semejantes a los dioses de entre los hombres inm ortales, 200
en porte y en prestancia, son siem pre de vuestro linaje.
En verdad, al rubio Ganim edes el prudente Zeus
lo raptó por su belleza, para que viviera entre los inmortales
y en la morada de Zeus sirviera de escanciador a los dioses,
maravilla de ver, honrado entre todos los inm ortales. 205
mientras vertía de la áurea cratera el rojo néctar.
Del ánim o de Tros se adueñó un insufrible dolor, y no sabía
adonde le habría arrebatado a su hijo la divina tem pestad5,
así que lo lloraba sin cesar, día tras día.
Zeus se apiadó de él y le dio, como recompensa por su hijo. 210
corceles de trote vivo, de los que llevan a los inmortales.
Se los dio, pues, como regalo, para que los conservara. Mas quien lo
reveló todo,
por mandato de Zeus, fue el m ensajero Argicida:
cómo sería inmortal y desconocedor de la vejez, por igual a los dioses.
Así que, cuando por fin éste oyó las nuevas de Zeus, 215
ya no lloraba más, sino que alegró sus mientes en su fuero interno
y. gozoso, se dejaba llevar por los corceles de pies com o torbellinos.
T e n e m o s a q u í u n a r e fe r e n c ia al a n t ig u o o r d e n d e las cosas, e n el qu e
to d a v ía las f r o n t e r a s e n t r e h o m b r e s y d i o s e s e r a n m á s fá c ile s d e t r a s p a
sar. P ero t a m b ié n c a b r ía p la n te a r s e si, en el f o n d o , n o su byace u n a t o l e
r a n c i a d e la h o m o s e x u a l i d a d , q u e d e s d e el p u n t o d e vista g r i e g o es
m u c h o m e n o s p e l i g r o s a p a r a el o r d e n s o c ia l q u e los a m o r e s i n d e b i d o s
entre h o m b re y m u je r.
G a n i m e d e s (del q u e se a d vie rte q u e es d e la e s tir p e d e T i t o n o ) era u n
m o r t a l y f u e a c e p ta d o e n t r e los d io s e s , p a ra lo cual se le c o n c e d i e r o n los
d o s r a s g o s q u e lo s d i f e r e n c i a n d e los h o m b r e s : i n m o r t a l i d a d y e t e r n a
ju ven tu d .
A c o n t i n u a c i ó n lle g a la s e g u n d a d ig re sió n .- el t e m a d e T i t o n o ( 2 1 8 -
238).
a A n q u is e s la in m o r t a l id a d
E n el « n u e v o orden>>, la u n i ó n de u n a d io sa c o n u n m ortal es ya
una vergüenza, algo que no debe o c u r r i r . A fr o d ita se refiere a su capa
9. LO S M IT O S D E LOS HIMNOS HOMÉRICOS 147
6 Los versos 274"275 están en contradicción con la prom esa posterior de la diosa de
que ella lo traería personalm ente. Parece que se trata de la contam inación de dos
versiones diferentes.
148 II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
c o n s titu y e n el re v e rs o d e T i t o n o y c o m p l e t a n el c u a d r o d e las c o m b i n a
c i o n e s p o s ib le s e n t r e m o r t a l id a d e i n m o r t a l i d a d q u e c a b e n : a) i n m o r t a
les y s i e m p r e j ó v e n e s s o n los d io s e s (y G a n i m e d e s ) ; b) m o r t a l e s y s i e m
p r e j ó v e n e s , las N i n f a s ; c) i n m o r t a l , p e r o c o n d e n a d o a l a vejez, T i t o n o ,
y d ) m o r t a l e s y s o m e t i d o s a la v e je z : l o s s e re s h u m a n o s (y A n q u i s e s ) .
I n c l u s o S e g a l ( Classical Weekly 6 7 , 1 9 7 4 - 2 0 5 ~ 2 I 2 ) Ha o b s e r v a d o q u e hay
u n a sutil c o r r e s p o n d e n c i a e n este c u a d r o c o n las r e f e r e n c ia s g e o g rá fica s
y c o n la a l i m e n t a c i ó n :
G a n i m e d e s (y lo s d i o s e s ) e s tá n e n el O l i m p o : t o m a n n é c t a r y
a m b r o s í a . T i t o n o vive e n lo s c o n f i n e s d e la T i e r r a , en el O c é a n o . T o m a
ce rea l ( a l im e n t o h u m a n o ) y a m b r o s í a . L a s n in f a s están en el m o n t e Ida,
t o m a n a m b r o s í a . A n q u i s e s vive e n la c i u d a d ( T r o y a ) y se a l i m e n t a de
ce re a l c o m o los h u m a n o s .
El p a p e l d e las p o l a r i d a d e s es d i s t i n t o . M ie n t r a s el caso d e T i t o n o es
u n d e s a s tr e , u n a s o l u c i ó n p e o r q u e la d e la m o r t a l i d a d , las N i n f a s so n
las v e r d a d e r a s m e d i a d o r a s e n t r e h o m b r e s y d i o s e s : c o m o l o s á r b o l e s
p u e d e n r e n a c e r y d a n la i m p r e s i ó n d e n o e n v e je c e r n u n c a hasta q u e un
día m u e r e n . S e ha p u e s to d e re lie ve la c o n s ta n te u tiliz a c ió n d e t e r m i n o
l o g ía v e g eta l « f l o r e c i e n t e l i n a j e , f l o r i d a p r o g e n i e » , etc . D e a lg u n a
f o r m a la c a p a c id a d d e r e n o v a c i ó n d e los se re s h u m a n o s n o se e j e r c e en
los t é r m i n o s d e s u v id a, s i n o en la d e su e s p e c ie . Y es a h í d o n d e está el
p a p e l d e A f r o d i t a , el i m p o r t a n t í s i m o p a p e l , p r o p i c i a r la r e n o v a c i ó n de
la e s p e c ie a través d e la u n i ó n y la f e c u n d a c i ó n p a r a d a r l u g a r a n u e v o s
seres.
A frod ita m ism a acepta tam bién estas fron teras, garantiza que con su
actitud n o volverá a p r o p i c i a r q u e se tran sgred a n y e n trará en la d is c i
plina de los olím p ico s.
C o n se cu e n te m e n te , la m archa de la diosa ( 2 9 O es tam bién abrupta.
Su parlam en to n o adm ite discusión ni siquiera réplica
S ólo queda para acabar el h im n o un breve final con las características
fórmulas que llam am os de saludo y de tran sición ( 2 9 2 - 2 9 3 ) -
9 .17 . C o l o f ó n
Vemos cóm o el análisis (necesariam ente rápido) de los m itos c on ten id os
en el Himno a Afrodita sirve de ilustración a las características q ue les asig
i5 o II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
n a m o s a estos h i m n o s . Y s o b r e t o d o n o s re vela la e x t r a o r d i n a r i a s a b id u
r ía p o é t i c a d e l a n ó n i m o a u t o r d e esta v e r d a d e r a j o y a l i t e r a r i a , q u e ha
s a b id o c o n c e n t r a r e n m e n o s d e tre sc ie n to s v e rs o s u n a p r o f u n d a carga de
c o n t e n i d o c u a ja d a e n u n a e x p r e s i ó n f o r m a l e x q u is ita .
10. M U JER ES LOCAS, M U JER ES A SE SIN A S: CONTRAFIGURAS
DE LA M UJER IDEAL EN LOS MITOS GRIEGOS
I O . 2 . 1. L a m a n ia d io n is ìa c a
p é r d id a del s e n t id o d e la re a lid a d , s i n o c o m o u n a e x p e r ie n c ia d e i n t e n
s i f i c a c i ó n d el « p o d e r m e n t a l » , u n a e s p e c ie d e v it a lid a d d e s a f o r a d a , de
s u p e r a c i ó n d e los lím ite s d e la n o r m a l i d a d . L o c u r i o s o del éxtasis d i o n i -
s ia c o es q u e casi n u n c a lo a lc an z a u n i n d i v i d u o p o r sí m i s m o , s i n o qu e
es u n f e n ó m e n o d e g r u p o , q u e se p r o p a g a casi d e f o r m a c o n t a g io s a . El
d i o s p r o v o c a e n sus s e g u i d o r e s u n a e n o r m e e n e r g í a q u e d e b e s e r l i b e
ra d a en u n a danza d e m o v i m i e n t o s b r u s c o s y e n u n a s e r ie d e g rito s d esa
f o r a d o s ; en o c a s io n e s , estalla e n el e j e r c i c i o d e la v io l e n c ia c o n t r a a n i
m a les y, e n casos e x t r e m o s , c o n t r a p e r s o n a s . L o s p a r tic ip a n te s se sien ten
« f u e r a d e s í » , c o m o si p o r m o m e n t o s n o f u e r a n e llo s ( d e a h í el u so de
m á sca ras q u e d o t a n al u s u a r io d e u n a m o m e n t á n e a i d e n t i d a d d ife r e n t e )
y p i e r d e n sus i n h i b i c i o n e s , sus m ie d o s , sus b u e n o s m o d a l e s , su re sp eto,
p o s e íd o s d e u n a e u f o r i a e x tr e m a q u e n o c o n o c e el c o n t r o l .
El d i o s a p a re c e s ie m p r e r o d e a d o d e su g r u p o d e d e s e n f r e n a d o s d e v o
to s y de vo tas (m á s devotas q u e d e v o to s ). Q u i e n se r i n d e a este d i o s debe
a r r ie s g a r s e a p e r d e r su id e n t id a d h a b itu a l y « v o l v e r s e l o c o » , lo q u e es,
c o m o v e r e m o s , al m i s m o t i e m p o d i v i n o y s a lu d a b le .
Esta p o s e s i ó n d iv in a es ca ra c te rís tic a d e lo s cu lto s d i o n i s í a c o s y en la
m a y o r ía d e lo s casos n o p r o d u c e e fe c t o s p e r n i c i o s o s . L o s rito s del d ios
se c e l e b r a n f u e r a d e la c i u d a d , f u e ra del á m b it o del o r d e n , en el c a m p o ,
d e n o c h e , y se d e s a r r o l l a n n o r m a l m e n t e s in i n c i d e n t e s . E n los m ito s ,
s ó lo c u a n d o se trata d e i n d iv id u o s q u e se o p o n e n a esos cu lto s es c u a n d o
la l o c u r a d e las m u je r e s , s u scitada p o r D i o n i s o , se t o r n a en i n s t r u m e n t o
del castigo del d i o s , sea p a ra la p r o p i a p e r s o n a p o s e íd a , sea p a r a a lg u n o
d e sus a lle g a d o s , q u e se n o s h ab ía p r e s e n t a d o c o m o a n ta g o n is ta del d io s.
A sí p u e s , el a n ta g o n is ta , el q u e se o p o n e a los d e s ig n io s del d i o s s u fr e u n
castigo e j e m p l a r , su p r o p i a l o c u r a o su d e s t r u c c ió n a m a n o s d e o tra p e r
s o n a (a m e n u d o d e su p r o p i a fa m i lia ) q u e se vuelve lo ca . Es el caso d e las
h ijas d e M in ia s en O r c ó m e n o , y d e la m u j e r d e P e n te o en l e b a s .
10 .2 .2 . L as h i j a s dk M i n i a s
10 . 2 . 3 . ÁOAVE
I Q u e fo rm ab a parte de su disfraz de m u je r.
10. M U J E R E S LOCAS, M U J E R E S A S E S IN A S 155
¡S o y yo, m adre m ía. yo, tu Hijo! ¡Penteo, al que diste a luz en la m orada
de E q u ió n ! ¡T en piedad de m í, m adre, y no vayas a m atar, p o r culpa de mis
e rro re s, a tu p ro p io h i jo ! '
Pero ella echaba espum a de la boca y revolvía sus pupilas en p len o d es
vario. sin p ensar lo que hay que pensar. Estaba poseída p o r Baco y n o a te n
día a Penteo. C o g ie n d o con sus dos m an os el brazo izq u ierd o, y apoyando
el pie en los costados del desgraciado, le d esgarró y a rra n có el h o m b ro , no
con su fuerza p ro p ia , sin o p o rq u e el dios habia dado destreza a sus m an os3 .
L u e g o In o co m p letab a el resto de la a c c ió n , d esg a rra n d o su ca rn e ,
m ien tras se le echaba e n cim a A u tó n o e y tod a la tu rb a de bacantes. H ab ia
un g rite río total: a la vez él, que gem ía de d o lo r con todo lo que le quedaba
de vida, y ellas con sus g rito s de tr iu n fo . A rran cab a una un brazo, otra un
p ie con su calzado de caza, m ien tras en el d escu artizam ien to q u ed aban al
d esn ud o sus costillas. Y todas, con las m anos teñidas de sangre, se pasaban
una a otra co m o una pelota la carn e de Penteo.
1 0 .2 .4 - R a z o n e s de ia lo c u r a
IO .3-1. C litemestra
7 Odisea 3 .1 9 3 - 1 9 8
II. M IT O S Y L IT E R A T U R A
8 Odisea 1 1 .4 0 6 - 4 1 1 .
9 Odisea I I .4 2 1 - 4 3 0 .
ÍO Odisea I I .4 3 2 - 4 3 4 .
10. M U J E R E S LOCAS, M U J E R E S A S E S IN A S 161
1 0 .3 .2 . M e d f .a
Pero ah ora ya todo es en em igo y están en ferm o s los lazos más q u erid os.
Pues tra ic io n a n d o a los que son sus p ro p io s h ijo s y a mi am a, Jasón busca
el lecho de una boda regia, u n ién d o se a la hija de C re ó m e , el so b eran o del
país. Y M edea desgraciada, desp reciada, grita los ju ra m e n to s , invoca la fe
insigne de la d iestra y p o n e p o r testigos a los dioses del pago que recibe de
Ja s ó n ,(\
F.a, niños, entrad en esa rica casa y a la nueva esposa de vuestro padre,
mi señora, suplicadle, pedidle que no seáis desterrados del país, llevándole
este tesoro: pues es lo que más es preciso, que ella reciba los presentes en
su mano.
Id cuanto antes: y ojalá retornéis cual m ensajeros de buenas nuevas
para vuestra madre, de aquello que ansia lograr, teniendo éxito2^.
O b h ijos, h ijos, para vosotros hay una ciudad y una m orada en que,
cuando me abandonéis con mi desdicha, viviréis por siempre lejos de vues
tra m adre: m ientras que yo iré a otra tierra desterrada antes de haber
tenido ayuda de vosotros y de veros felices, antes de prepararos el lecho y la
m ujer y la unión de la boda y levantar en alto las antorchas2'*.
10 .4 . C o n c lu sio n es
ii.i. In t r o d u c c ió n
11.2 . L a v e r s i ó n a n t i g u a
T e n e m o s so b re la v e rs ió n an tigu a e n p r i m e r lu g a r un texto de diversos
le xic ó g rafo s q u e n os tra n s m ite n u n a cita de C a lim a c o ( i V - I I I a . C . ) en
que se habla de D io n is o Z ag reo , c o m o h ijo de Z eu s y de P erséfon e.
Hay aún otros datos in directos que testim on ian la antigüedad de este
m ito . Es el caso de un fra g m e n to de P ín d a r o , q ue n os ha llegado en el
m arc o de una cita p latón ica so b re la re e n c a r n a c ió n de las alm as (Menón
8 ib ):
i i .3. L a v e r s i ó n de l a s R a pso d ia s
La p r i m e r a de estas v e r s io n e s más recien tes es la q ue se n a rr a b a en las
Rapsodias. Veam os algu n os de los testim o n io s significativos, para r e c o n s
truir luego a p a rtir de ellos la secuencia de los hechos.
3 Aparecen I.ibcr. Jú p ite r y Proserpina, en vez de Baco. Zeus y Por.sé lone, porque
I ligino es un autor latino y utiliza los nombro romanos de los dioses.
4 I.a frase entrecomillada es una rila literal del texto poético. I.o de «entidad inte
lectiva» y «núm ero intelectivo» no es de la fuente original, sino de la interpreta
ción del comentarista neoplalónico.
18 2 III. O R P H IC A
5 Se relaciona el nom bre etim ológicam ente con hiptamai « sa lta r» , pero más adelante
veremos que se ha propuesto que su nombre encubre el de una diosa de Asia Menor.
11. N A C IM IE N T O S Y M U E R T E S D E D IO N ISO EN LO S M IT O S Ó RFIC O S 18 3
II.4. L a v e r s ió n de i n f l u jo e g ip c io
Lo que está claro es que en la que he llam ado « V e r s ió n de in flu jo e g ip
c io » sí se p r o d u c e n diferen cias im p ortan tes con la de las Rapsodias, a p a r
tir del d e s m e m b r a m i e n t o de D io n i s o . A te n e a n o i n te r v ie n e e n la
acción, sin o cjue es R e a - D e m é t e r (en esta época ambas diosas se id e n t i
fican prácticam ente) la que recolecta los restos y de ellos renace el dios.
No hay ya u n a ge stació n p o s t e r i o r . C o n o c e m o s esta v e r s i ó n p o r los
siguientes textos:
D escu b rió tam bién (Isis) el fárm aco de la in m o rta lid a d , p o r m ed io del
cual n o só lo re su citó y d evolvió la vida a su h ijo H o ru s . q u e había sido
o b je to de una c o n s p ira c ió n p o r p arte de los T ita n e s y fu e e n co n tra d o
m u erto b ajo el agua, sin o que adem ás lo hizo in m o rtal.
i i . 5. C o n c lu sió n
través del tamiz de Platón. P or otra parte, en el E gip to h elen izado de los
T o lo m e o s , a p r o v e c h a n d o la c o n flu e n c ia con el m ito de O s iris, el m ito
dion isíaco y los ritos que van aparejados con él alcanzan cierto p r e d ic a
m ento e incluso las sim ilitudes ya existentes entre am b os m itos y ritos se
ac e n tú a n c o n algu n as m o d if i c a c i o n e s del a r g u m e n t o del m ito d i o n i
síaco, sobre todo en el final según el cual Rea recoge los trozos del dios
y lo r e c o m p o n e . Es lo q u e lla m a m o s « v e r s i ó n de i n f l u j o e g i p c i o » .
Aparte de ésta, se desa rrolló otra versión , la co n o c id a c o m o « d e las Rap
sodia.s». p ro b a b le m e n te más fiel a la antigua, en la q ue es el corazón del
dios, rescatado p o r A ten ea el que p e rm ite cjue D io n is o vuelva a la vida,
p o r in te rve n c ió n de S é m e le , si bien el d io s debe t e r m in a r su gestación
en el m uslo de Z eu s para que luego H ip ta lo críe en tre serpientes y toda
la im ag in ería cultual dionisíaca. Esta versión c o n o c e ría junto a su a n d a
dura religiosa, un interesante desarrollo filosófico en el ám bito del N e o
p la to n ism o , d o n d e se c on vierte en esqueleto de un e d ificio conceptual
com plejo, en el que aquí, p o r razones obvias, no cabe ni siquiera in te n
tar p enetrar. N o obstante, la otra versión, la de in flu jo egipcio, tam bién
alcanza cie rto d e s a r r o llo en G r e c ia , se g u ra m e n te al h ilo de algunas
modas que revalorizan lo egipcio c o m o algo de especial prestigio.
A u n cu a n d o no he h e ch o sin o esbozar u n a cu estión co m p le ja , creo
que, d e ja n d o h a b la r a las fu en tes, sin p r e ju ic i o s , se p u e d e avanzar un
poco en la d e t e r m i n a c ió n de las diversas f o r m a s q u e el m ito de la
muerte y la resu rrec c ió n de D io n is o alcanzó en el ám b ito ó r fic o .
12. LA TELA DE PENÈLOPE: ¿HUBO UN MITO ORFICO
SO BRE DIONISO Y LOS TITANES?
1 2 . i. U n m i t o v a r i a s v e c e s t e j i d o y d e s t e j i d o
El título de « L a tela de P e n é lo p e » q ue he d ado a este análisis del m ito
órfico de D io n is o y los T ita n e s p rete n d e ser una especie de m etáfora de
las alternativas de c o n stru c ció n y destru cc ió n a que este m ito se ha visto
so m etid o p o r p arte de los e stu d io so s a lo largo de la h is t o r ia . T ra s su
c o n s tru c c ió n a p a r t i r de los textos p o r filó lo g o s e h is t o r ia d o r e s de la
religión del pasado siglo o p r in c ip io s de éste que c o m e n z a ro n a in te r e
sarse p o r el o r fis m o , asistim os a su puesta en cu estión , en c o n so n an cia
con una n ega c ió n de la existencia del p r o p i o o r fis m o , p o r una serie de
investigadores que va de W ilamowitz a L in fo r th y M o u lin ie r o D o d d s y a
su reco n stru c c ió n , tam bién en a r m o n ía con u n a reco brada creen cia en
la existencia del o r f is m o , en la m a y o ría de los estu d io s más rec ien tes.
Pero en 1 9 9 2 B risson (Hommage á Jean Pépin, Paris 4 8 1 - 4 9 9 ) socavó una de
las bases de la r e c o n s t r u c c ió n del m ito , en un análisis, in g e n io s o p e ro
discutible, de un texto f u n d a m e n t a l ( O l i m p i o d o r o , Comentario al Fedón
1 . 3 - 6 ) . Y en 1999 E d m o n d s (Classical Anticjuity 18 , 3 5 ~73 )- volvió a deste
j e r , esta vez del t o d o , el tejid o de P e n é lo p e con u n a p ro p u e sta m u c h o
más radical (p. 3 6 ) :
tiana con dogm a basado en u n m ilo cen tra l, esp ecíficam en te salvación de
un pecado original a través de la m uerte y resurrección de un dios que sufre.
Estos son los datos p ertin en tes para la r ec o n stru c ció n del m ito que nos
o cu p a: Z eu s tiene con su hija P ersélon e un h ijo : D io n is o al que algunas
fu en tes llam a n Z a g r e o . L o s T it a n e s , p o r en v id ia (y p o r in s tig a c ió n de
l le r a ) , en ga ñ an a D io n is o con diversos objetos, lo m atan, lo d e s m ie m -
bran y lo devoran . Z e u s fu lm in a a los T itan es. De los restos de los T i t a
nes y del p r o p io D io n is o p ro ced e n los h o m b res. Hay en ellos, pues, una
naturaleza dual. M ientras D io n iso es rein tegra d o a su c o n d ic ió n inicial,
los h o m b r e s h e r e d a n y d eb en e x p ia r el p ecad o de sus an tep asad o s, los
T itan es. Tal expiación se extiende a lo largo de varias vidas y exige c u m
p li r u n a s erie de c o n d ic i o n e s p ara lib e r a r s e de tal m a n c h a : rituales,
tabúes, m o r a le s . U n a vez c u m p lid a s , el alm a, d iv in a , se re in t e g r a a su
c o m u n id a d c o n los dioses. Si n o , p ro s ig u e su ciclo de males y r e e n c a r
naciones.
Se n o s dice q ue tema era tratado en un Relato sagrado o en varios y era
objeto de rituales, sobre todo los que se llam an teletai. C o n frecuencia se
atrib u ye a O r f e o la c o m p o s ic ió n del Relato sagrado y la fu n d a c i ó n de los
rituales.
y los T itanes
El argu m en to m ítico es el sigu ien te. E n O rfe o se en seña que hay cua
tro re in a d o s. El p rim e ro es el de C ie lo , al que su ced ió C r o n o , tras h aber
cortad o los g e n ita les de su p a d re ; Z eu s su c ed ió a C r o n o y re in ó , u n a vez
•94 III. O R P H IC A
q ue h u b o p re c ip ita d o a su p ad re en el T á r t a r o . L u e g o a Z e u s le su ced ió
D io n iso ; y se cuenta q u e, co m o consecu en cia de una m aq u in ació n u rd id a
p o r H era, los 1 itanes. sus gu ard ian es, d esm em b raro n a D io n iso y d evo ra
ro n su carn e. Irrita d o c o n tra ellos Zeu s los fu lm in ó co n el rayo y del resi
d ú o de los vapores em itid os p o r ellos se p ro d u jo la m ateria de la que n acie
ro n los h o m b re s. P o r eso está p r o h ib id o su ic id a rse ... p o rq u e n u estro
c u e rp o es de D io n is o . ya q u e so m o s de h ech o u n a parte de él. si estam os
co n fo rm a d o s p o r el resid u o de los T ita n es que c o m ie ro n su carn e.
E d m o n d s se a d h ie re a la in te r p r e ta c ió n a lq u ím ic a, e insiste (p. 4 ° )
en que:
1 2 . 5 . F l T E S T IM O N IO DF. PLU TA R CO
E n el cu rso de su a r g u m e n t a c ió n so b re si se debe c o m e r c a rn e (Sobre el
consumo de carne 1 7 P - 9 9 6 B ) , Plutarco se refiere a antecedentes antiguos:
12 .6 . L a r e f e r e n c i a a r g u m e n t a l d e l a s A r g o n á u t ic a s ó r fic a s
E nco ntram o s otro testim onio m uy im portan te en las Argonauticas órficas. Su
autor finge que la obra ha sido escrita p o r O r fe o y en consecuencia p r e
198 III. O R P H IC A
... la revelación de los dioses que nos fue tran sm itid a p o r los antigu os
teú rgos, según la cu al, cu an d o Zeu s o rd en ab a el u n iverso , gotas de sangre
sagrada cayeron del ciclo y d ie ro n o rigen al gé n e ro h u m an o .
1 Tam bién se postula el origen titánico de los seres humanos en un am biente clara
mente órfico en el Himnoórfico 37 - Se les m enciona com o «antepasados de nuestros
antepasados».
2 F.n H esíodo, Teogonia 18 3. A polodoro, Biblioteca 1. 1.4. « O r fe o » , fragm ento 188 B e r
nabé se habla de gotas de sangre caídas del cielo en diversos combates teogónicos.
12. L A T E LA D E P E N É L O P E 199
según D ión C risósto m o los hom bres habrían nacido de la sangre vertida
p o r los T ita n es durante la guerra que sostuvieron contra los dioses (la cursiva es m ía).
o p in ió n reiterada p o r E d m o n d s (5 6 n . 65 ):
... sin o que alguien creó en verdad com o una raza sem ejan te a los feli
ces a los h om bres, p ero in fe rio re s en fuerza, sea la raza d c já p e t o , el sabio
Pro m eteo ... sea que h em os nacido de la divina sangre coagulada que fluyó
de los T itan es.
3 1-a palabra so traduco norm alm ente p o r « in ic ia c io n e s » , pero estos ritos no sólo
eran iniciáticos, sino que se realizaban con personas ya iniciadas. Tenían en gen e
ral que ver con la suerte del alma después de la muerte.
202 III. O R P H IC A
Los m isterios de D ioniso son absolutam ente inhum anos: era aún un
niño y los Curetes lo rodeaban en una danza armada, cuando los Titanes se
insinuaron por medio de un engaño con la ayuda de juguetes, lo desmem
b raro n . cuando aún era un n iñ o, com o lo cuenta el poeta de esta telete,
O rfeo el tracio:
Una piña, una peonza, muñecas articuladas.
12. LA T E LA DE P E N É L O P E 203
4 E n g r ie g o « p a l p i t a r » se di ce pallo, de ahí el j u e g o e t im o ló g ic o c o n el n o m b r e de
Palas.
5 Es decir, los pusieron al fuego. Los asan tras haberlos cocido.
204 III. O R P H IC A
b O bv ia m e n te , los T itanes.
7 S e refie re a D io n is o .
12. L A T E L A DE P E N È L O P E 205
E u f o r i ó n r e f e r id o al m o m e n t o en q u e los titan es se p in t a n de b la n c o
p ara e n g a ñ a r a D i o n is o ( f r a g m e n t o 8 6 de C u e n c a ) o la m e n c i ó n del
c o c in a m ie n to de D io n is o en C a lim a c o y E u f o r i ó n (escolio de L ic o f r ó n
Alejandra 2 0 8 ) , todos ellos citados en el capitulo a n t e r io r ( 1 1 . 2 ) .
A ú n a ñ a d o u n texto m a r g in a l, p e r o q u e t ie n e su i m p o r t a n c i a . Se
trata de u n a tabella defixionis del s. III a . C . hallada en L ilib e o en la que se
m e n c io n a n jun tos P erséfon e, los T ita n e s y los « m u e r t o s m a ld it o s » .
P ero m u c h o más im p ortan te, p o r su antigüedad, es u n pasaje de P la
tón, Menón 8 l b , que se refiere a una historia sobre el alm a in m o rta l y su
trasm igrac ión , la m etem psicosis, contada p o r « sa ce rd o te s y sacerdotisas
a quienes im p o rta d a r cuenta de su t r a b a jo » (citado en el capitulo II). A
c o n tin u a c ió n . Platón cita a P ín d a r o (frag m en to T33 M ae h le r):
en O r f e o son in ic ia d o s en D i o n is o y en C o r e (e. d. P e r s é f o n e ) » . U n
esq u em a q u e n os p re se n ta ta m b ié n la ic o n o g r a f í a de los pínahes de
L o cro s, cuadritos votivos de arcilla en que se representan im ágenes rela
cionadas c o n el culto, especialm ente u n o en que aparecen jun tos P ersé
fon e y D io n is o .
1 2 . 1 0 . R e f e r e n c ia s a l m it o t it á n ic o e n P l a t ó n
Pero en trem o s en un testim o n io muy im p o r ta n te : Platón ab ord a en las
Leyes ( 7 0 1 b ) el p roblem a del exceso de libertad. E n el curso de su razon a
m iento, expuesto en clímax, se refiere al extrem o de la libertad mal usada:
A lgu ien p o d ría d ecirle a aquel ... a q u ien un m alvado deseo instiga ...
a ro b a r los tem plos, lo sigu ien te: ... N o es h u m a n o ni d ivin o el mal que te
m ueve a h o ra a m arch ar al d esp o jo sacrilego , sin o u n acicate c o n n atu ra l a
los h om bres p o r antiguas injusticias im pu ras, que vaga funesto en to rn o de
ello s y del que es n ecesario d efen d erse con tod o ah in co.
te m a 701 b 854b
Se debe luchar contra esa sin librarse nunca de las es necesario defenderse
situación, que es mala. desgracias con todo ahínco
Si no. el hom bre no
puede librarse de ella.
(fr. 2 1 9 Isnardi Párente), c o m o <<no buena, sino T itán ica y que culm ina
en D i o n i s o » . Le m en ción es oscura, p ero unida al resto de la argum en ta
ción, adquiere bastante sentido.
E n un t e r c e r pasaje (Cratilo 4 0 0 c ) , P la tó n n os re fle ja un a d o c t r in a
ó r fic a segú n la cual el a lm a está a h e r r o ja d a en p r i s ió n o c o m o en una
sepultura en el cu erp o . Y lo está p o rq u e debe pagar castigo. O bviam en te
no p u ed e ser un castigo p o r lo c o m e t id o en vida, sin o p o r algo c o m e
tido antes de estar e n c e r r a d a en el c u e r p o . La f ra s e o lo g ía es de n u evo
sem ejante (el alma paga castigo, se en c u en tra en p r is ió n , etc.).
T e n e m o s las piezas de u n puzle q u e casan e n t re sí, a u n q u e sea de
fo rm a in c o m p le ta y a lg u n o s p r e te n d e n d e m o st r a r q ue n o p r o c e d e n de
un puzle, sin o que son realidades in d ep en d ien te s. S ó lo un partípris p r e
vio p ued e llevar a n ega r lo evidente, p e r o es algo q ue o c u r r e a m e n u d o
en lo que se relaciona con el o r fis m o , c o m o si h u b ie ra una d eterm in ada
voluntad de co n v ertir al o r fis m o en algo m ín im o , inconsistente, tardío,
o, lo que es p e o r, inventado.
12.11. C o n c l u s io n e s
Es h o ra de r e s u m ir b r e v e m e n te las a r g u m e n t a c io n e s q ue se han ido
señalando a lo largo del capitulo.
El te stim o n io de una serie de pasajes literales de las Rapsodias y de las
referencias de los N eop latón icos y de o tros autores coin cid e en m o strar
nos que en este p o em a ó r f ic o q ue datam os hacia el s. I a . C . se narraba
una h isto ria q u e in c lu ía la d e v o r a c ió n de D i o n i s o p o r los T it a n e s , la
fu lm in a ció n de los rebeldes, el o r ig e n de los seres h u m a n o s a p a r tir de
sus restos, la situ ació n del alma en p risió n en el c u e rp o y su tra n s m ig ra
ción a diversos c u e r p o s hasta lo g r a r su lib e r a c ió n fin a l p o r o b r a de un
D io n iso restitu id o a su c o n d i c i ó n in ic ia l. El te s tim o n io de O l i m p i o -
doro, libre de la acusación de que se trata de u n a in te rp retac ió n alq u í-
mica, está ap oyad o p o r o tro s textos de los n e o p la tó n ic o s q ue lo hacen
más fiable.
C o in c id e p len a m en te con esta secuencia la referencia del au to r de las
Argonduticas álficas, que p rete n d e pasar p o r ser el p r o p io O r f e o , y que nos
cuenta que él trató en una o b ra a n te rio r, q ue sólo puede ser las Rapsodias,
el tema del n acim ien to de D io n is o , su destrucción a m anos de los T i t a
nes y el n a c im ie n t o de los seres h u m a n o s . U n ele m e n ta l p r i n c ip i o de
im plicación n os lleva a que si el p oeta de las Rapsodias traza u n a historia
sagrada que va desde la c o n f i g u r a c i ó n del m u n d o hasta la su erte de las
almas, p asan do p o r la h isto ria c en tral de la d e v o r a c ió n de D i o n i s o , es
210 III. O R P H IC A
e n c u e n tr a a h e r r o ja d a en el c u e r p o p o r q u e debe e x p ia r un a cu lp a, y es
o b vio que esa culpa había sido c o n traíd a antes del n a c im ie n t o , p o r q u e
se habla de que los seres h u m a n o s n acen para e x p ia r el castigo, q ue les
toca en tanto que p ertenecien tes a la especie h u m an a. Es una in feren cia
evidente, no un p re ju ic io cristianizante ni un espejism o.
V e m o s t a m b ié n te s tim o n io s a n t e r io r e s a las Rapsodias en P ín d a r o ,
H e r ó d o t o , P latón , C a lim a c o y E u f o r i ó n , que a p u n tan a la consistencia
de ese m ito (quizá no en todos sus detalles p e r o sí, desde luego, en sus
e le m e n to s básicos) en fecha más t e m p r a n a q u e su f o r m u l a c i ó n en el
p o em a ó r f ic o ta rd ío . Y el esq uem a de las lam in illas áureas sólo alcanza
un sign ificado co h eren te a la luz de este m ism o p aradigm a.
Hay. adem ás, u n a persistencia de sím bolos, e incluso de vocabulario
v erdaderam en te notable, que sólo se explica si todos los pasajes se r e m i
ten a u n esq uem a c o m ú n .
T o d o ello n os lleva a c o n c l u i r q ue el m ito ó r f i c o de D i o n i s o y los
T it a n e s n o es u n a c o n s t r u c c ió n del siglo X I X , s in o q u e p r o c e d e de la
G recia antigua, de sectores religiosos un tanto m arginales y que p o r ello
no e n c u e n tr a u n a d if u s i ó n tan a m p lia en las fu en tes c o m o la de o tro s
mitos. Los diversos autores, co m o p o r otra parte o c u r re siem p re con los
m itos, se le c c io n a n u n o s e le m e n to s del p a ra d ig m a , o tr o s , o tr o s , p e r o
n u n c a a ñ a d e n en la n a r r a c i ó n (n o en la i n t e r p r e t a c ió n , q u e es otra
cosa), e lem en to s in c o m p atib le s c o n el esquem a trazado. E l esq uem a es
tan coh eren te , que p o d e m o s r e c o n s tr u ir lo de u n m o d o m uy vero sím il.
Es, ad em ás, u n e s q u e m a del to d o c o n s e c u e n te a lo la rg o del t ie m p o .
R e s p o n d e , p o r tan to , a u n m o v im ie n t o r e lig io s o q u e tuvo u n a larga
d u r a c ió n , u n a larga p re s e n c ia . ¿ Q u é o t r o c a n d id a to de tan larga p r e
sencia p o d e m o s hallar q ue no sea el o r f i s m o ?
S u s t itu ir esta c o h e r e n c ia p o r el in te n to de e x p lic ar h e c h o s q ue son
de la m ism a naturaleza c o m o h echos aislados, que es resultado de otras
causas, in determ in ad as y n o explicitadas, y que p ro v ien en de paradigm as
religioso s de los q u e n o h e m o s o í d o h a b la r n u n c a , es s im p le m e n t e
acientífico y un in tento de explicar obscura per obscuriora.
13. ORFEO, EL MÚSICO TRANSGRESOR
13 .3 . U n a p a t r i a , u n a é p o c a , u n a f a m i l i a
L a m a y o ría de las veces se decía de O r f e o q u e fue trac io , a u n q u e una
tradición bastante consistente lo relaciona con M acedon ia. C ie rto s p o e
tas e r u d ito s t r a ta r o n de lo c a liz a r de f o r m a más c o n c r e ta su p atria y
h a b la r o n de ciu dades d e te rm in a d a s, c o m o H e m o . C i c o n i a o D io . Y la
m ayoría de ellos co in c id en en co n sid e ra rlo m uy an tigu o, en algún caso,
antepasado de H o m e r o y de H e sío d o . S u p articipación en la expedición
de los A r g o n a u ta s lo situaba p o c o antes de la g u e r r a de T r o y a , p e r o el
contraste entre su datación antigua y la evidencia de que las obras que se
le atribuían eran posteriores a las d e H o m e r o dio lugar a algunos « a r r e
g l o s » en su b io g r a f ía , in c lu s o a p o s tu la r más de un p e r s o n a je c o n el
m ism o n o m b r e .
E n ép oca m ic è n ic a (fin e s del II m i le n i o a . C . ) c o n t a m o s c o n dos
rep resen tacion es figu radas que algu n os autores c o n s id e ra n que p ued en
c o r re s p o n d e r a O r f e o : una, en un fresco del salón del t r o n o del palacio
de N ésto r en Pilo, en el que, de acuerdo c o n la reconstrucción del acua
relista Piet de J o n g , vem os a u n p e r s o n a je q ue tañe u n a cítara de cinco
13. ORFEO, E L M Ú SIC O T R A N S G R E S O R 215
13 .4 . U n a i n m e n s a h a b i l i d a d m u s i c a l
C o m p o n e n t e i m p r e s c in d ib le de la leyend a de O r f e o es su h a b ilid a d
m usical q u e le p e r m ite c o n m o v e r la n atu ra lez a c o n su c a n to . Y así,
S im ó n id e s , poeta a caballo entre los siglos V I y V a . C . . nos o frece ya una
b rillante d escrip ción de los efectos de su arte (PMG 5 6 7 ) :
... e in n ú m eras
sobrevolaban las aves su cabeza,
y los peces, erguido s
del m ar de lapislázuli saltaban
al son de su bello canto.
13.5. A rgo n au ta
La leyenda del viaje de J a s ó n en la nave A r g o p ara ir a b u scar el V e l lo
cin o de o r o es un tema a n t iq u ís im o en la literatu ra grie ga; alg u n o s de
sus e p is o d io s son a lu d id o s p o r H o m e r o y m u c h o s creen q u e sirvió de
m odelo para ciertos pasajes de la Odisea. T a m b ién H e sío d o in c o r p o r a en
su Teogonia algu n a r e fe r e n c ia al m ito y la e x p e d ic ió n fue tratada c o n
m ayor d e t e n i m ie n t o en p o e m a s é p ico s arcaicos c o m o las Corintíacas de
E um elo o las Naupadias. O r f e o a u n q u e destaca entre los diversos h éroes
que, a m o d o de « a u x i l ia r e s e s p e c ia liz a d o s » , a c o m p a ñ a n al jefe de la
expedición, n o es su protagonista, un papel que le co r re sp o n d e a J a s ó n .
P robablem en te es p o r eso p o r lo que n o es m e n c io n a d o en las concisas
referencias h o m éricas ni en las hesiódicas.
Sin em bargo , es en el ám b ito de la leyenda de los A rg on au tas d o n d e
O r fe o aparece d o c u m e n t a d o e n ép o ca más an tigu a. F a v o rin o n o s dice
que fue el ven c ed o r en la prueb a de la lira, en lo s ju e g o s Istmicos f u n d a
dos p o r los m a r i n e r o s de la A r g o y p arec e h a b e r usad o c o m o fu e n te a
Eum elo (s. V I I I - V I I a . C . ) . Más de un siglo más tarde, S im ó n id e s , a d e
más del h e rm o so pasaje a q ue antes me he r e fe rid o en q ue la m úsica de
O rfe o hace danzar a p ájaro s y peces en el agua azulada, parece referirse
también al poeta tracio y al p o d e r de su can to en o t r o pasaje q u e p r o
cede con toda p ro b a b ilid ad del m ism o p oem a (PMG 595 ) :
mar. Tam bién provisto del m ism o instrum ento y en contexto argonáutico
nos aparece en la Hipsipilu de Eurípides (fragmento 75 2 g Kannicht).
P ero es en las Argonáuticas de A p o l o n i o R o d i o d o n d e O r f e o aparece
con un papel más d e fin id o , quizá el más relevante, entre los dem ás p ar
ticipantes e n la ex p e d ició n , a excep ción , n aturalm en te, de los p rotago
nistas de la ob ra, J a s ó n y M edea. Las fu n cio n es que asum e en m uchos de
los ep isodios en que aparece son las p rop ias de un can to r maravilloso. Y
así lo h a llam o s c o m o c ó m itr e , q ue m arca c o n su lira la cad en cia de los
r e m e r o s de la nave, p e r o , fr e n te a la ag o ta d o ra cad en cia del auténtico
có m itre. su m úsica tiene un valor lenitivo, m ágico, q ue consigue que los
m a r in e r o s r e m e n sin esfu erzo El carácter t r a n q u iliz a d o r de su música
sirve ta m b ié n para a p a c ig u a r las ren c illas su rg id as e n t re los p ro p io s
navegantes con un p o em a c o s m o g ó n ic o -te o g ó n ic o , para que el recuerdo
de la in stauració n del o r d e n en el m u n d o sirva c o m o facto r de restable
cim ien to del o rd e n entre los hom bres.
Destaca sobre todas las dem ás su capacidad para c o m b a tir u n o de los
mayores p eligros del viaje: las Siren as, cantoras del Más A llá que causan
la p e r d ic ió n de los m a r in o s e m b e le s á n d o lo s co n su can to letal; O r fe o
con sigu e vencerlas en su p r o p io terren o y em belesarlas para destruirlas.
El tem a aparece tam b ién en la ic o n o g ra fía an tigu a. P ro b a b le m en te
es O r f e o al p erso n aje que canta a c o m p a ñ a d o de una lira ante sirenas en
u n lécito ático de fig u r a s n e g ra s c o n s e r v a d o en H e i d e lb e r g (ca. 5 ^ 0 -
5 7 0 a . C . ) y el citarista rep resen tad o j u n t o a dos siren as en un h e rm o so
g r u p o de t errac o ta de g ra n t a m a ñ o , quizá de o r ig e n t a re n tin o (c. 3 10
a . C . ) , conservado en el J . Paul Getty M useum de M alibu.
P o r su p arte, D i o d o r o ( 4 . 4 0 - 6 6 ) , q u e d e p e n d e de fu en tes más
ra c io n a listas, p resen ta un a im ag en m e n o s m aravillosa del b a r d o . Su
p o d e r no es so b re h u m a n o , sino que se debe a que había sido iniciado en
Sam otracia ( 4 -4 3 -1), y sólo su piedad explica que pueda con v en cer a los
dioses, b ien para c a lm a r u n a t o r m e n ta ( 4 . 4 3 ) ' b ie n p a ra atraerse el
favor del dios del m ar G la u c o ( 4 -4 8 -5 ~7 )-
Ya en ép oca ya muy tardía, un poeta d e s c o n o c id o , q ue p rete n d e dar
n o t o r ie d a d a su p o e m a h a c i é n d o l o c ir c u la r c o m o o b r a del p r o p io
O r f e o , n arra la ex p e d ición en p r im e r a p erson a. Si n o el p rotago nism o
en la acc ió n . O r f e o tien e al m e n o s u n p r o t a g o n is m o lite ra r io , al c o n
vertirse en p resu n to au to r de la o b ra, a la que llam a m o s c o n v e n c io n a l
m en te Argona'uticasórficas. •
13. ORFEO, EL MÚSICO TRANSGRESOR 219
1 3 .6 . In te n to de re sc a te de u n a esposa d ifu n ta
El episodio central en las versiones latinas del m ito de O r f e o y el que ha
tocado más p r o f u n d a m e n t e la s e n sib ilid ad de los poetas y m ú sic o s que
han tratado el tema más adelante es la m u e rte tem pran a de su esposa y el
intento de O r f e o de rescatarla, p o r a m o r, de los in fie r n o s .
Las coin ciden cias que presentan la versión de O v id io y la de V irg ilio
en el d e s a r r o llo arg u m en ta! de la m u e rte de E u ríd ic e y del viaje el Más
Allá de O r f e o se suele a tr ib u ir a que am b os poetas se han basado en una
fuente helen ística c o m ú n . U n estu d io so inglés, B o w ra ( ClasicaI Quarterly
4 6, 1 9 5 2 . 1 1 3 - 1 2 6 ) llegó a la c o n c lu s ió n de q ue e n ella se desa rrollab a
p o r p r i m e r a vez el tem a del final d e s g ra cia d o fre n te a v e r s io n e s más
antiguas en q ue el rescate h abría t e r m in a d o co n éxito. E n realid ad no
hay un so lo te s tim o n io c o n c lu y e n te p a ra ace p tar esta idea. N o lo es el
pasaje de la Alccstis de E u r í p i d e s ( 357 ' 3 6 2 ) en 9 ue A d m e t o , llega al
colm o del c in i s m o , d esp u é s de h a b e r ac e p tad o que su esp osa Alcestis
muera en su lugar, cu an d o dice:
Pero a O rfe o . el h ijo de F.agro, lo d esp ach aro n , fracasado, del H ades,
tras h a b erle m o strad o una im agen de su m u je r, en cuya busca h abía id o ,
p ero sin entregársela, p o rq u e les parecía, com o citaredo que era, un h o m
bre débil y que n o se había atrevido a m o rir p o r a m o r com o A lcestis. sin o
que se las h abía in g en iad o p ara e n tra r vivo en el H ades. Precisam ente p o r
ese m otivo le h icie ro n pagar castigo y provocaro n que alcanzara la m uerte a
m anos de m ujeres.
A lo la r g o del t ie m p o se f u e r o n i n c o r p o r a n d o al c o n j u n t o de rasgos
m ítico s de O r f e o d iversos aspectos n u ev o s. P o r u n a p arte, un a a b u n
dante p r o d u c c ió n literaria, con cretam en te poem as que al p r in c ip io sólo
13. ORFEO, E L M Ú SIC O T R A N S G R E S O R 223
13.8. P r o d ig io s en t o r n o a su muerte
13.9. U n m ito in t e r p r e t a d o d e m il m a n e ra s
El m ito de O r f e o , c o m o to d o s los m ito s, ha s u f r id o las idas y ven idas,
incluso las « m o d a s » , de la p r o p ia in v estig ació n so b re los m ito s. Es
im posible p r o f u n d i z a r aquí en esta cu estión , p e r o sí p u e d o o fr e c e r un
rápido esbozo de las más im p ortan tes in te rp retacio n e s que se han o f r e
cido sobre el m ito de O r f e o .
D e n t r o de una visió n de los m ito s c o m o leyendas religiosas, O r f e o
fue in te rp retad o c o m o una antigua divin id ad in fe r n a l, p e r o c u an d o se
generalizaron las teorías de la Escuela de C a m b r id g e sobre la m itología
com parada y el estudio fo lc ló ric o de los mitos, O r f e o fue to m ad o c o m o
un rey-sacerdote, m ien tras que d en tro de la tendencia de la in te r p r e ta
ción « t o t é m i c a » de los mitos, fue co n sid e ra d o c o m o un zo rro sagrado.
224 III. O R P H IC A
im p o r t a n c i a c a re c e m o s de datos, p o d e m o s a f i r m a r que O r f e o es un
p erso n aje m arginal en la épica. Y no olvidem os que las aventuras de los
A rg on au tas tien en más p arecid o con las de Simbad el Marino q ue con las de
los h éroes de la ¡liada.
Los rasgos mágicos de O r f e o n o son , adem ás, m uy coh eren tes con la
t ip o lo g ía h e r o ic a de la saga g r ie g a . Y la leyen d a de su d esc en so a los
i n f ie r n o s en busca de su m u j e r p a re c e un tem a m uy p o c o a p ro p ia d o
para la épica, c o m o tam p oco lo era, a ojo s de los griegos, para la trage
dia, a la vista de que su leyenda n o resultó in teresan te c o m o tema para
los au to res de este g é n e r o lite r a r io , pese a los rasgos trágico s q u e para
nuestra sensibilidad p uede tener. U n o rig en del p erson aje en el cuento
p o p u la r sería c o h eren te con el cu ad ro que acabo de presentar.
1 4 . i. M i t o s g r i e g o s y m i t o s d e l P r ó x i m o O r i e n t e
Los hallazgos cada vez más im p ortan tes de d o cu m e n to s literarios p r o c e
dentes de diversas c u ltu ra s del P r ó x im o O r i e n t e , asi c o m o el n o tab le
p ro g re so en el estu d io de las len guas en q u e están escritos han t e n id o
c o m o resu ltad o un c o n o c i m ie n t o más p r o f u n d o de u n a r iq u ís im a
literatura, q ue antes n os estaba vedada. El acceso a textos lite r a r io s del
P róxim o O r i e n t e an tigu o p e r m itió desde muy p r o n t o ad ve rtir en ellos
similitudes, a veces m uy estrechas, con ob ras griegas, especialm ente en el
terren o de los m itos. Esta circ u n stan c ia ab re nuevos c a m in o s al c o n o
c im ien to de la literatu ra griega, al situarla en u n n u evo con texto, p e ro
también plantea nuevas in terro gantes sobre la fo rm a en que tales i n f l u
jos p u d ie r o n p ro d u cirse y sobre su intensidad.
A tales in te r r o g a n t e s se les han d a d o respuestas m uy variadas e i n
cluso contrapuestas: desde q u ien es c o n sid era n la literatura griega c o m o
una litera tu ra o rie n t a l más (r e c u é r d e s e , p o r e je m p lo , la p rovocativa
frase de West. HesioJ Theogony, O x f o r d 1 9 6 6 , 3 1 : « G r e c i a es parte de Asia:
la literatura griega es literatura del P ró x im o O r i e n t e » ) y en c o n s e c u e n
cia han a d ve rtid o p a ra le lo s i n n u m e r a b le s , hasta q u ie n e s c re e n q u e la
literatura griega es un p r o d u c t o tan sólo h e lé n ic o , i n c o n t a m in a d o de
cualquier in flu jo extern o que exceda lo an ecd ótico . E ntre otras razones
de esta disparidad p o d ría señalarse u n a: que n o se ha desa rro llad o s u f i
cientemente una m etodología para estudiar los préstam os literarios que
supere la m e r a c o n stata c ió n de p a r e c id o s , a u n q u e a u to res c o m o B u r -
kert, West o M o n d i han dado pasos m uy im p ortan tes en este terren o .
234 IV. M IT O S G R IE G O S Y M IT O S D E L P R Ó X IM O O R IE N T E
M i p r o p ó s it o es o f r e c e r algu n as re fle x io n e s m e to d o ló g ic a s so b re la
fo r m a en que p u e d e n estudiarse los in flu jo s o rie n ta le s so b re los textos
grie go s, sobre to d o en el t e r r e n o de los textos m ito ló g ic o s , refle xio n es
necesariam ente som eras, dado que un análisis p r o f u n d o r e q u e r ir ía m u
c h ísim o más esp acio . U tilizo el t é r m in o « o r i e n t a l » de f o r m a c o n v e n
c io n a l, ya q ue es un a realidad m u l t i f o r m e , ad em ás de q u e o b ed ece a
nuestra perspectiva « o c c id e n t a l » q ue oscurece la riqueza y variedad de
las culturas que en glo b am o s bajo esta etiqueta reduccionista.
M e lim it a r é , en to d o caso, a suscitar alg u n o s p r o b le m a s básicos,
a c o m p a ñ a d o s de algu n os e jem p lo s, to m ad o s en su m ayoría de las re la
ciones entre textos hititas y griegos, n o sólo p o r ser el ám b ito q ue m e es
más fam iliar, sino p o r q u e los hititas o c u p a ro n una p osición privilegiada
entre O r ie n te y O cciden te, tanto de un m o d o físico, geográfico, p o rq u e
la Península A n a to lia es el espacio in te rm e d io en tre el P ró xim o O rie n te
y el M e d it e r r á n e o , c o m o p o rq u e los hititas fu e r o n muy receptivos para
ad o p tar c o m o p ro p io s temas literarios, m itos y leyendas de p roced e n cia
ajena, sobre todo de las gran des culturas vecinas del C re c ie n te Fértil, y a
su vez. t r a n s m it ie r o n alg u n o s e le m e n to s de o r ig e n o rie n ta l a la litei-a-
tura griega, a u n q u e sigue sien d o un m isterio la fo rm a exacta en que esta
tran sm isió n se p r o d u jo .
según cada un o
del sacro vientre de su m adre iba llegan d o a sus ro d illas.
14.4. F a c t o r e s q u e d e b e n c o n s i d e r a r s e
E xp uestas algu n as de las d ific u lta d e s in icia le s del a su n to , p a s a re m o s a
e x a m in a r a lg u n o s factores q u e, en m i o p i n i ó n , d e b e r e m o s t e n e r en
cuenta e n el análisis de los p réstam os.
14.4.I. El p r i m e r o sería la exigen cia para d e t e r m i n a r q ue existe en
realidad un préstam o. P odem o s r e c u r r ir a ciertos criterios: es ya antiguo
el r e q u e r i m i e n t o de q u e haya un alto n ú m e r o de c o in c id e n c ia s o bien
sim p lem en te de la iden tid ad de detalles m uy precisos. O t r o buen crite
rio es la p r e s e n c ia de in c o n s e c u e n c ia s en el texto g r ie g o . S i un a u to r
trata de in tro d u c ir en su n a r ra c ió n un elem en to ajen o , es frecuente que
no logre hacerlo de un m o d o p erfecto y se adviertan las suturas. Hay un
caso bastante interesante en un pasaje del Himno homérico a Demeter5.
14-4 -2 - El segu n do sería la exigencia de rig o r en el texto orien tal que
p rete n d em os c o m p a r a r . Resulta cu rio so constatar que filó log os clásicos
c o m p e te n te s q u e efec tú a n un severo c o n t r o l f ilo ló g ic o s o b re el texto
griego sobre el que versa su c o m p ara c ió n , no m uestran la m ism a e x ig en
cia con el texto oriental m ism o ni sobre el tratam iento filo lógico del que
ha sido ob je to . Es aú n c o r r ie n te hallar en trabajos recientes referencias
a libros de los añ os cin cu e n ta y hechas sobre e d ic io n e s de textos a veces
muy anteriores. Esta cierta c o m o d id ad resulta peligrosa, no sólo p o rq u e
los avances de la filo log ía acadia, hetita o egipcia, p u ed en h a b er llevado
a rein terpretar el sentido de m uchas palabras, y a alterar en gran m edida
la in terpretació n de m uchas frases del texto o fre c id o , sin o incluso p o r
que el p r o p i o texto p u e d e h a b e r c a m b ia d o p r o f u n d a m e n t e p o r el
hallazgo de n uevo s fr a g m e n t o s , p o r h a b e r sid o r e o r d e n a d o s los f r a g
mentos antiguos o p o r nuevas lecturas.
E n sum a, el texto o rien tal ob je to de estudio debe ser c o n o c id o en su
versión más m o d e r n a y fiab le, d e b e m o s in te n t a r p r o f u n d i z a r lo más
posible en el contexto m ítico, religioso, ideo lóg ico y literario en que se
en cu en tra (p ara lo cual es in d isp e n sa b le la con sulta de la ya n u m e ro s a
bibliografía secu nd aria que se ha p r o d u c id o sobre estos textos) y, ante la
insalvable dificultad de la falta de c o n o c im ie n t o de la lengua en que es
tán escritos, debe consultarse a un experto, para la reso lu ció n de d e t e r
minados aspectos du dosos.
1 4 . 4 . 3 . El te r c e r facto r q u e d e b e m o s t e n e r en cuenta en el estudio
com parativo sería el in te n to de d e t e r m in a r d ó n d e y cu án d o se p r o d u c e
14 .5 . C o lo fó n
15.2. E l D e s c e n s o d e Is t a r a lo s in fie r n o s
I Las traducciones de este texto son las de F. l-ara Peinado, Mitos súm enos y aca Jio s. Madrid
19 8 4 .
24-8 IV. MITOS GR IEG O S Y MITOS D EL PRÓXIMO ORIEN TE
C u a n d o se sació de llo ra r
de b eb er com o vin o lágrim as
en voz alta g im ió a la lu m in a ria de los dioses, Sapsu:
C árg am e, p o r favor a B a’ lu, el victo rio so , etc.
1 5 .4 . L a s v e r sio n e s h ititas
M ira, hay h igos. D el m ism o m o d o que los h igos son dulces. T e lip in u ,
que tam bién tus entrañ as y tu alm a se en d u lcen .
D el m ism o m od o q u e d e n tro de la aceitu n a hay aceite, y d e n tro de la
uva hay vin o , T e lip in u , que d en tro de tu alm a haya tam bién bo n d ad .
2 5 2 IV. MITOS G R IEGO S Y MITOS D EL PRÓXIMO ORIENTE
1 5 .5 . E l H i m n o h o m é r i c o a D e m é t e r
En Grecia encontramos el tema en el Himno homérico a Deméter, que se data
entre finales del VII a .C . y principios del VI a .C . En él se nos describe
que Perséfone, hija de Deméter, es raptada por el dios de los infiernos,
Hades. Antes de desaparecer bajo tierra, la muchacha da un grito, que es
oído por su madre. Su reacción se describe así ( 4 0 - 4 8 ) :
15 .6 . U n cu en to de G rim m y un po em a c o n t e m p o r á n e o
Incluso, an d a n d o el tiem p o , hallam os paralelos de esta in te r r u p c ió n de
la vida y la fe rtilid a d en el c u en to p o p u la r, en temas c o m o el de la Bella
durmiente del bosque. V e am o s la d e s c r ip c ió n de los G r i m m c u a n d o la
muchacha se p in c h a el dedo c o n un huso:
15 .7 . E s b o z o d e a n á l i s i s del. r e c o r r i d o d e un m it o
T e r m in a d a s las lectu ras, e s b o c e m o s el r e c o r r id o y las a lte ra c io n e s que
han s u frid o estos temas básicos, co m en z an d o de nuevo p o r el p r in c ip io ,
p o r O r ie n te y p o r el segu n d o m ile n io .
S egú n una in terpretació n extendida, el m ito b a b ilo n io del Descenso
de Istar parece estar m otivado en última instancia c o m o una explicación
m ítica (lo q ue llam am os u n aitian) de la d esa p a ric ió n de V en us, planeta
de Istar, al tiem po que co m o un aition de la estacional d esaparición de la
fertilid ad . Se trata p o r tanto de un m ito de los que se asocian c o n a c o n
tecim ien to s cíclicos de la naturaleza y se n a r ra n de fo r m a re c u rre n te , a
plazo lijo , en un ritual anual. S u trama es bastante sim ple y, au n cuando
tien e u n e la b o r a d o cará cte r lite r a r io , c o n serva a ú n un a clara rela c ió n
con un ritual: lo más p robable es que se recitara a plazo fijo y que a c o m
p a ñ a r a un rito en el q u e desvestían y volvían a vestir u n a im a g e n de la
diosa al tiem p o q ue iban recitan d o el m ito . La diosa Istar, es una diosa
m ad re de las fieras, gu errera y divinidad del a m o r, lo que la hace la p r o
tagonista más a d ec u a d a p ara u n m ito c o m o éste q u e c o n c i e r n e so b re
t o d o a la d e s a p a r ic ió n universal del deseo a m o r o s o . A p a r e c e a q u í p o r
p r i m e r a vez el tem a r e c u r r e n t e de las m a n ife s ta c io n e s de d u e lo e n el
rostro y en el cabello.
El p o e m a u g a rític o de B a 'l u y M ó tu p r e s e n ta u n a e s tru c tu ra más
com p licad a. H allam os un a serie de elem en to s coin cid en tes con el a n te
r io r : la d esaparición de B a ’ lu y su m uerte a m an os de M ótu es el c o r r e
lato de la desaparición de Istar y su marcha al m u n d o de los m uertos p o r
el ataque de Ereskigal; asim ism o, la desaparición de u n o y de o tro p r o
1 5 . EL OIOS QUE DESAPARECE 2 5 5
tinguir lo que era antiguo y lo que fue añadido por Filón y a estudiar un
tipo de modificaciones del mito de características muy distintas de las
que pretendo examinar aquí. La versión de Apolodoro, por su parte, es
ya contaminada, tardía, propia de un mitógrafo, y comporta, también
p o r su parte problemas propios. He preferido, por ello, dejar ambas
fuera de consideración.
Las similitudes entre la versión hesiódica y el poema hurrohitita son
tan evidentes que fueron advertidas desde el mismo momento en que
las tablillas hititas pudieron leerse. Hoy día son de sobra conocidas por
los estudiosos y están en todos los manuales de literatura griega y de
literatura y religión hititas. Podría parecer en principio ocioso volverá
insistir en esta cuestión. Sin embargo hay algunas razones que me han
animado a reexaminarla: la primera es que considero muy interesante
la propuesta de analizar los motivos de la intromisión de niveles tem
porales en el tiempo mítico en que se supone cjue nacieron los dioses, y
más aún, en las disputas de éstos por el poder. 1.a segunda es que en los
últimos años se ha introducido en la discusión sobre estos mitos una
nueva versión: la teogonia órfica que conocemos sólo a través de los
comentarios contenidos en el llamado Papiro de Derveni. La tercera es el
intento de determinar el motivo por el que los mitos de soberanía se
asocian con el tema de las relaciones sexuales anormales y los nacimien
tos extraordinarios. La cuarta es que, si analizamos las dos versiones,
observamos que, pese a las semejanzas en la trama, hay una profunda
diversidad en la concepción religiosa de ambos mitos. Por ello, la com
paración entre las dos versiones puede permitirnos acceder a un exce
lente ejemplo de la forma en que, utilizando los mismos elementos, se
configuran dos relatos de significado distinto en una y otra cultura, que
traslucen hasta qué punto es diferente la manera en que hititas y griegos
conciben la naturaleza de sus dioses y sus relaciones con el mundo y
con los hombres. En consecuencia, pasaré revista a los detalles que
diferencian ambas versiones, examinándolos como síntomas de la gran
diversidad existente en las concepciones religiosas y mitológicas que las
sustentan.
El orden en que procederé será el siguiente: tras examinar cada una
de las versiones míticas de este tema, esbozaré los contenidos básicos de
este complejo mítico y la ideología que, en mi opinión, los sustenta, y
señalaré las diferencias de detalle entre cada versión, para terminar por
un análisis de los significados comunes y diferenciales entre ellos.
16 . GENERACIONES DE DIOSES Y SUCESIÓN INTERRUMPIDA 26l
1 6 . 2 . E l MITO H U R R O H 1TITA
La versión más antigua que conocemos de este mito es un texto hitita.
Entre los documentos hallados en los archivos de Bogazkóy, la antigua
Hattusas, capital del reino hitita, se encontraron algunos textos mitoló
gicos. Los más interesantes, tanto por su contenido como por su valor
literario son, sin duda, los que configuran el llamado « C i c l o de
K um arbi». El terminus ante quem de estos textos es el siglo XIII a .C ., ya que
la capital hitita fue destruida hacia el 1 2 0 0 a . C . , pero los mitos son
indudablemente más antiguos. Los poemas están escritos en hitita, pero
proceden de una versión hurrita. Incluso hay restos de esa versión, que
debe situarse hacia el x v i / x v a . C . , pero son demasiado escasos para
facilitar la comparación con la hitita. Sabemos, al menos, que la versión
hitita ha respetado los nombres de los personajes de la hurrita, como el
del dios protagonista, K um arbi, y el del monstruo Ullikumm i. Aun
cuando se trata de mitos de origen hurrita, me referiré siempre a ellos
como hititas, dado que es hitita la lengua en que están escritos.
El poema que más va a interesarnos en este capítulo es el que se tituló
convencionalmente El reinado de los cielos o la Teogonia. Y digo convencional
mente por dos motivos: el primero, porque el título original del poema
parece ser El canto de Kumarbi, y el segundo, porque ni es un reinado de los
cielos (toda la lucha por el poder sucede en la tierra), ni tampoco es una
verdadera teogonia, ya que no se describe el sucesivo nacimiento de
diversos dioses, sino más bien sus sucesivos destronamientos. Es proba
ble que fueron las similitudes con la Teogonia hesiódica las que condicio
naron este segundo título. Más apropiado es el de La realeza divina.
El poema nos narra en un verso rudimentario pero no carente de
belleza la forma en que diversos dioses se usurpan el poder, hasta que
uno de ellos, llamado Tesub y cuyo carácter de dios de la Tempestad y
divinidad suprema del panteón hurrita lo asimilan al griego Zeus, co n
sigue detener esta cadena de destronamientos y sale victorioso del
intento de derrocarlo promovido por su antecesor. En otros poemas se
continuaba la narración con nuevos intentos de ocupar el supremo
poder divino por parte de otros personajes'.
Tras un proemio en que se invoca a los dioses primigenios en gene
ral y a una serie de divinidades por su nombre, comienza la narración.
¡Rom pe el cráneo de Kum arbi! Así que por el cráneo subió K A .Z A I.,
el héroe, el rey.
2 Véase capitulo 7
264 IV. MITOS G R IEGO S Y MITOS D EL PRÓXIMO ORIEN TE
modo que la piedra, por haber sido tocada por el dios, se convierte en
un objeto de culto. El episodio parece ser la justificación mítica (aition)
de la aparición de un meteorito.
Luego nace también Tesub, esta vez por el «b u e n lugar». Tras una
laguna y un episodio distinto, que no hace al caso, la narración queda
interrumpida, pero nos es posible conjeturar que terminaría con la
derrota de Kumarbi. Además de porque el final no podría ser otro, hay
un texto, un ritual de exorcismo, en el que se nos dice que Tesub deste
rró a Kumarbi y a su séquito, los «dioses primigenios», al mundo sub
terráneo.
Una última precisión que conviene recordar es que aunque se trata de
un mito hurrita —Kumarbi pertenece al panteón de los dioses hurritas—,
hay en él rasgos que denuncian un origen mesopotámico. En efecto, el
nombre del segundo dios, Anu, corresponde claramente al sumerio An,
es decir, el Cielo, como el de Alalu, su antecesor, al sumerio Alala, unos
de los « 2 1 padres y madres» del dios del Cielo mencionados en una lista
de dioses babilonia. Sin embargo, no conservamos ningún mito proce
dente de esta cultura que pueda servirnos de modelo del que nos ocupa,
aun cuando hay detalles semejantes en el Enuma Elis babilonio y en la Teo
gonia Je Dunnu. En la Historia fenicia narrada por Herenio hilón, al hitita
Alalu le corresponde Eliún, en griego Hipsisto «el más alto », a Anu,
otro dios del cielo del que no se da el nombre fenicio, sino sólo el
griego, Cielo. Lo sigue aún el fenicio El, que se identifica en textos de
Ras Shamra con Kumarbi (il hmrb), llamado con el nombre griego de
C ro n o . L.uego se citará varias veces en el texto Ba’al Hadad, identificado
con el griego Zeus, que corresponde al hurrita Tesub.
La continuación de la historia en el poema El reinado de los cielos nos es
desconocida, por el pésimo estado de conservación del texto. Pero sabe
mos que con el final del « R e in a d o de los cielos» no se terminan los
desafios para Tesub, ya que se nos han conservado otros poemas, en los
que Kumarbi continúa siendo una amenaza para él. Aunque no vuelve a
enfrentarse personalmente con él, va engendrando descendientes para
que lo destronen. Me limitaré tan sólo a apuntar los temas. Kumarbi,
unido con la hija del Mar, engendra al dragón Hedammu, de inmensa
voracidad que arruina a los hombres, provocando que éstos no puedan
hacer ofrendas a los dioses, de modo que los dioses padecen hambre,
lstar debe seducirlo y narcotizarlo y luego el monstruo acaba por ser
derrotado'*.
16. G E N E R A C IO N E S D E D IO S E S Y SU C E S IÓ N IN T E R R U M P ID A 265
Se trata pues de una tom a del p o d e r divin o (no otra cosa significa el
reparto de riquezas y h o n o r e s y la o c u p a c ió n del O li m p o ) p o r parte de
D e nuevo hallam os una divisoria tem po ral en tre los dioses de antaño
y los nuevos, que habrían de ser los g o b e rn a d o s p o r Zeus.
C r o n o , u n id o a Rea, tiene seis hijos a los que va d evo ran d o nada más
n acer. A h o r a sí se declara laxativam ente que las m otivacion es son evitar
que algu n o de ellos le arrebate el p o d e r real, p osib ilid ad que se expresa
p o r m e d io de p rofecías de la T i e r r a y del C ie lo (Teogonia 4 5 9 - 464 -):
que bien pronto, tras haberlo domeñado con su fuerza y con sus brazos, +90
iba a desposeerle de su privilegio y a reinar entre los inmortales.
1 6 . 4 . L A T E O G O N I A DE L P A P I R O DE D E R V E N l
Hay dentro de la literatura griega otro eco de este mismo mito, en una
teogonia órfica que nos recoge el llamado Papiro de Derveni, un rollo de
papiro hallado en 1 9 6 2 , en Derveni, a IO km al noroeste de Salónica,
jun to a una tumba perteneciente a un grupo de seis, en los restos de la
pira funeraria. Destinado a ser quemado, el papiro rodó de la pira y
sólo se chamuscó, lo que, paradójicamente, posibilitó la conservación
de una gran parte de él, ya que, de otro modo, la humedad lo habría
destruido hace ya muchos siglos. Nos ha llegado gran parte de él. El
rollo se data entre 3 4 0 y 3 2 0 a . C . , lo que lo convierte en uno de los
más antiguos papiros griegos conservados.
La mayor parte del texto que se ha conservado contiene un comen
tario anónim o, de corte alegórico y muy influido p o r lecturas de los
presocráticos. I .a obra objeto de comentario era una Teogonia órfica, que
podemos fechar a fines del siglo VI a . C . y que presenta notables simi
litudes con otras teogonias órficas de épocas posteriores —y que ya
conocíamos a través de algunas referencias y un puñado de fragmentos
literales—, pero también algunos rasgos diferenciales en puntos impor
tantes.
Es difícil hacer afirmaciones claras sobre esta Teogonia, dado que sólo
conservamos de ella los versos o segmentos de verso que cita su anónimo
comentador. Por el orden de las citas parece claro que el poema comen-
4 Véase el capitulo 7-
Véase el capitulo 18.
16 . GENERACIONES OE DIOSES Y SUCESIÓN INTERRUMPIDA 269
zaría por cantar la gloria de Zeus, para retroceder luego en una especie
de Jlash-back en el que se contarían los orígenes de esta situación.
En la interpretación de algunos de los aspectos que para nuestro
propósito son más importantes hay considerables divergencias entre los
estudiosos. Sin entrar en una discusión profunda, fuera de lugar aquí,
presentaré los versos citados en el papiro que resultan más relevantes
para el tema que nos ocupa, y referiré las interpretaciones divergentes
más significativas. OF seguido del número de fragmento corresponde al
de mi edición de los poemas de « O r f e o » .
6 Se supone que precederá una Irase como «canta /voy a cantar a los d ioses...».
7 Se refiero a Crono, que había castrado a Cielo.
270 IV. M IT O S G R IE G O S Y M IT O S D E L P R Ó X IM O O R IE N T E
con sid era ció n de este p ro b lem a, que ni se plantea siqu iera en religiones
de este tip o . E n c a m b io , en re lig io n e s cuyos dio ses son m ú ltip les y
nacen en g e n e rac io n es sucesivas si que cabe plantearse p ro b lem as sobre
la estructura del p o d e r y las disputas p o r la so b e ran ía en tre esos dioses.
El m ito a b o rd a esta cu estió n de d ife re n te s fo r m a s : un a es n a r r a r la
d isp uta e n tr e el d io s q u e o cu p a el p o d e r s u p r e m o y o tr o s dio ses o un
m o n s t r u o , disp u ta en que el p r i m e r o sale v ic t o r io s o . Esta es la fo rm a
característica de los m itos estacionales, c o m o los de lucha con tra el d r a
g ó n , p o r e je m p lo , en los que, tras el com bate anual y la victoria del dios
sobre el d ra g ó n , se trasluce el c on trol o rd e n a d o de las estaciones y de las
aguas, a u n q u e el m otivo aparece en otros m itos en q ue este reto al dios
tr iu n fa d o r es ocasional, c o m o la T if e o m a q u ia hesiódica .
O t r a f o r m a de a b o r d a r el p r o b l e m a de las luchas e n tre dio ses es la
derro ta del dios su p r e m o y su sustitución, a veces definitiva, a veces sólo
te m p o r a l. C o n fr e c u e n c ia estos m ito s de t ra n sm isió n del p o d e r sirven
de explicación mítica a un cam bio en los cultos que se ha p r o d u c id o p o r
el d e v e n ir de la h is to ria de los h o m b r e s . P o r c ita r u n e je m p lo , la l la
m ada Teología de Menjis egipcia surge c u an d o la p r im e ra dinastía traslada su
capital a M e n fis , cuyo d io s p r o t e c t o r e r a Ptah. S e n a r r a e n t o n c e s un
m ito en q ue Ptah a d q u ie r e una p a rtic u la r im p o r ta n c ia y una situación
de p re e m in e n c ia fren te a los dem ás dioses.
U n a tercera f o r m a , más esp ecífica, de p r e s e n ta r el p r o b le m a de las
luchas en tre dioses es la q ue aq u í nos ocu p a, la existencia de dioses que
nacen , un os después de otros, sucesivos, cada u n o de los cuales arrebata
el p o d e r a su a n te c e s o r, para ser a su vez d e s t r o n a d o , y los diversos
intentos de lo gra r que el ciclo se detenga, hasta que de hecho se detiene.
E n estos m ito s, un d io s lleg ado el ú lt im o c o n s ig u e d e t e n e r el ciclo de
d e s t r o n a m ie n t o s y r e in a , m ie n tra s q ue los dioses p r i m i g e n io s q u e d a n
relegados.
E n tales relatos hallam os siem p re unas características m uy estables:
a) Es característico que los dioses de an tañ o no reciban culto.
b) S u e le tratarse de dioses rela c io n a d o s c on los e le m e n to s p r i m o r
diales. P o r citar algunos ejem p lo s, A p su y T ia m at en el Enuma Elis b a b ilo
n io . re p r e s e n ta n p r o b a b l e m e n t e el agua d u lce y el agua salada, c o m o
O c é a n o y Tetis en alguna vaga alusión h o m é ric a q ue trasluce un m o d e lo
s im ila r (¡liada 1 4 - 2 0 0 s . , I 4--24-4-)- el g r u p o de los « d io s e s a n t ig u o s »
l 6 . 6 . LA. O R G A N I Z A CI Ó N DE L MITO H U R R OH I T I TA
En el c o n j u n t o m ític o q u e n os n a r r a el texto h u r r o h it i t a h a llam o s las
siguientes características:
O bservam os, lo p r im e r o , que no hay referencia a una cosm og on ía ni
a un estadio a n t e r i o r al de la disp u ta p o r el p o d e r . El p r o b le m a de la
s o b e ran ía se p r o d u c e desde el p r in c ip i o . O en otras palabras, todas las
divinidades m en cio n ad as en el relato, desde la p r im e r a , son reyes.
V em os tam bién que los rein ad o s de los p r im e r o s dioses se extienden
p o r plazos de t ie m p o fija d o s , « n u e v e a ñ o s c o n t a d o s » , a d ife r e n c ia de
los o t r o s cjue h e m o s trata d o , en q ue n o se h a cen p r e c is io n e s de este
tipo. P robablem ente esta circunstancia de reinados regulares sucesivos es
p ro p ia de un m ito ag rario cíclico. S in em b a rgo tam bién se señala cjue se
16. G E N E R A C IO N E S D E D IO S E S Y S U C E S IÓ N IN T E R R U M P ID A 277
I a dinastía 2"dinastía
Alalu Anu
9 Cf. infra.
278 IV. M IT O S G R IE G O S Y M IT O S D E L P R Ó X IM O O R IE N T E
c u m p lid o s , se c o m p o r t a n de u n m o d o m uy d is tin to : A la lu hu ye a la
negra tierra, m ien tras que A n u sube al cielo. P od ríam o s p ensar, a partir
de ello, que A n u rep resen ta u n a g e n e r a c ió n de dioses del cielo y Alalu
un a g e n e ra c ió n de dioses de la tierra. Se ha ad aptado la sep ara ción del
cielo y de la tierra al m ito sucesorio de un a fo r m a totalm en te distinta a
la hesiódica.
Pero más im p ortan te aú n es destacar el segundo aspecto, y que enlaza
adem ás con la p artic u larid a d del em barazo del dios v aró n al que m e he
r e fe r id o antes: T esu b no es sólo h ijo de A n u , sin o que lo es tam bién de
K u m a r b i , en la m ed id a en que éste le ha servido de « m a d r e » obligada.
H e m os de corregir, p o r lo tanto, el esquema de los parentescos dinásticos
/a dinastía 2 a dinastía
A lalu Anu
Kum arbi
Tesu b
lO Véase el capitulo 2 .
16. G E N E R A C IO N E S DE D IO S E S Y SU C E S IÓ N IN T E R R U M P ID A 28l
C o m o el rival c o n t r a el q u e se lu c h a , U ll i k u m m i , re p re se n ta una
vuelta al m u n d o p r im i g e n i o , al pasad o, al o r d e n a n t e r i o r al p r e s id id o
p or Tesub, los m edio s r e q u e r id o s para d efen derse de él han de ser t a m
bién p rim ig e n io s .
T am bién son distintos los resultados secu nd arios que p ro d u c e la cas
tración de A n u y la de C i e l o . El sem en de A n u e sc u p id o p o r K u m a r b i
fertiliza la m on tañ a: y de ello resulta el n acim ien to de u n dios, Suwaliya,
esto es, Tasm isu , h e r m a n o y visir de Tesu b:
16.8. O r g a n iz a c ió n d el m ito
en l a T e o g o n ia d el Pa p ir o de D e r v e n i
N u e stro análisis de la Teogonia alud ida en el Papiro de Derveni se ve obstacu
lizado p o r su carácter fra g m e n ta rio y p o r las dificultades de in te rp reta
c ió n q ue suscita. C o n to d o , p o d e m o s en sayar algu n as p ro p u estas, por
provision ales que p ued an ser.
Q u e sepam os, no se especifican plazos de tie m p o , aspecto éste en el
que se alinea más b ie n con la versión de H e sío d o.
C ad a u n o de los dioses im p licados es, c o m o en la v ersión hesiódica.
hijo del a n te rio r ; tam bién aquí se trata de un con flicto de g eneraciones.
Así que se m e n c io n a n las m adres: N och e (a u n q u e p ro b a b le m e n te no se
un e a nadie para ten er a C i e l o ) , Rea, c o n la que Z eu s p rete n d e com eter
incesto, y Metis.
El p r o b le m a de la s o b e r a n ía n o se p lantea desde el p r i n c ip i o . Hay,
c o m o en H e sio d o , dos etapas: una en que no se suscita aú n la cuestión.
16. G E N E R A C IO N E S D E D IO S E S Y S U C E S IÓ N IN T E R R U M P ID A 285
falo y el e m b a r a z o del d io s . Es su c o m e n t a r is t a , en c a m b i o , el q ue
intenta h a c e rlo .
E n todas las ve rs io n e s h a lla m o s un « t i e m p o m í t i c o » p r i m i g e n i o ,
d e s o r d e n a d o c o m o el de los p r o p i o s dioses p r im i g e n i o s , más b ien un
« p r e t i e m p o » . q ue an te c e d e al t ie m p o de los dioses n uevo s, t ie m p o
o rd e n a d o, el de las estaciones, las noches y los días, n uestro tiem po .
En suma. G o m o ocu rre siem p re en la adaptación de los m itos de una
c om u n id ad a otra, tam bién H e sío d o ha h eredado secuencias narrativas,
peripecias, segm entos de trama o líneas argum éntales básicas de un m ito
oriental, p e r o éstas tien en para los hititas u n sign ificado , a la luz de los
intereses b ásicos de su p r o p ia cu ltu ra , de sus c o o r d e n a d a s religiosas,
sociales, ideológicas, m ien tras que en el ám b ito griego, estas secuencias
narrativas o a rg u m e n t o s cristalizan en otra estru ctu ra c o n s ig n ific a d o s
muy d istin to s. H e m o s p o d i d o ver c ó m o los m ito s de K u m a r b i y los
n arra d o s en la Teogonia h e sió d ic a y en la de D e r v e n i, se c o n s tru y e n con
materiales de la m ism a cantera, p ero sus diferen tes autores levantan con
ellos edificios diversos.
En este se n tid o es la sem án tica de los m itos, un factor m uy i m p o r
tante en su estudio, la que n os p erm ite trascen der las m eras sim ilitudes
en el detalle. Y así. vem os c ó m o las ideologías básicas de dos culturas se
manifiestan de un m o d o n ítid o en la ad ap tación de un m ism o m aterial
mítico.
17. VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LA ANARQUÍA:
EL MITO HIT1TA DEL DIOS KAL Y S U S PARALELOS EN HESÍODO
1 7 . 1. M i t o s s e m e j a n t e s
En dos cu ltu ras sep ara d as en el esp acio y en el t ie m p o e n c o n t r a m o s
relatos q u e tie n e n n u m e r o s o s p u n to s e n c o m ú n en tre sí: el h itita del
dios K A L y d iv erso s m itos g r ie g o s c o m o el de la E d a d de O r o , el de
P ro m eteo y el de P a n d o r a . T o d a s estas v e r s io n e s p re s e n ta n un a gra n
c o m p le jid a d rica en m atices, s o b re to d o p o r q u e en el m u n d o g r ie g o
fueron tratados p o r muy diversos autores, cada u n o de los cuales ap o rtó
su p r o p ia carga id e o ló g ic a y sus p r o p ia s in t e r p r e t a c io n e s . N o sería,
pues, posible a b o r d a r ese c o n ju n t o de m itos en toda su c o m p lejid ad en
los reducidos limites de este trabajo. P or ello me p r o p o n g o un objetivo
más lim itado: analizar los aspectos del relato del dios K A L y de los mitos
hesiódicos que se r e la c io n a n co n la m o tiv a c ió n de la situ a c ió n de los
seres h u m an os. La c o m p a r a c ió n entre ambas versiones p erm ite observar
esquemas de p e n s a m ie n t o c o m u n e s respecto a la in t e r p r e t a c ió n de
motivos fu n d am e n tales en las relacion es en tre dioses y h o m b r e s , c o m o
son el trabajo, el bienestar, el o rd e n y el culto, p ero tam bién da pie a ver
algunos p u n tos de divergencia im p ortan tes, que p o n e n de m anifiesto la
diversidad de las ideologías religiosas en las que u n o y otro se integran.
K u m a r b i , a u n q u e d e s c o n o c e m o s si c o m o u n p o e m a in d e p e n d ie n te o
c o m o u n e p i s o d i o de o t r o p o e m a m a y o r . E n el c a p ít u lo a n t e r i o r me
he r e f e r id o a alg u n o s p o e m a s de este cic lo . E n el texto q u e n os ocupa
el an tagon ista de T esu b al s u p r e m o p o d e r en el cielo se d e n o m in a bajo
la f o r m a s u m e r ia K A L , sin q u e p o d a m o s a v e r i g u a r q u é d iv in id ad
encubre.
La p arte legib le del relato c o m ie n z a en m e d i o de u n a batalla en la
que in tervienen T esub y su h e rm a n a Istar con tra el d ios K A L y en la que
am b o s h e rm a n o s llevan la p e o r parte. K A L hiere a Istar en el pecho con
un a flecha y a T e su b c o n u n a p ie d r a . El d io s K A L arrebata en ton ces a
T esu b las rien d as y el látigo, p r o b a b le m e n te s ím b o lo s de su au to ridad.
E llo significa que se hace con el p o d e r en el cielo.
E n efecto, en otro frag m e n to , Istar le refiere a K A L q ue el dios Ea lo
re c o n o c e c o m o rey. E so q u ie re d e c ir q ue los dioses más an tigu os acep
tan de b u e n g r a d o la nueva situ ació n o in clu so q ue la h an p ro p ic ia d o ,
a u n q u e d e s c o n o c e m o s los p o sib les m o tiv o s. El h e c h o es q u e K A L se
m uestra feliz:
El lo b o es el a n im a l p r o t o t í p ic o (in c lu s o aú n en los c u e n to s e u r o
peos, m u ch o s siglos después) del e n e m ig o del lab rieg o y del pastor. La
ausencia de lobos en los años del g o b ie r n o de K A L parece in dicar, pues,
un m o m e n t o e n q u e los h o m b r e s n o se ven am e n a z a d o s p o r p e lig ro s .
A u n q u e la c o n t in u a c ió n está en m uy mal estado, alcanzam os a leer cjue
lo que se describe es una situación de b ien estar en la q ue los h u m an o s se
p e r m it e n d e r r o c h a r e in c lu s o , n a d ie ro b a y, en el c o lm o del b ien estar
«cerveza y vin o flu ían p o r los v a lle s» . A c o n tin u a c ió n leem os:
Si an iq u iláis a la h u m an idad ,
ya n o celebrarán m ás a los dioses,
y nunca más os o fre cerá n in g u n o pan gru eso ni lib ació n .
Su ced erá que T esu b, el p o d ero so rey de K u m m iya,
tendrá que cog er p o r si m ism o el arad o.
Y sucederá que Is ta ry Hebat
ten d rán que m o le r p o r sí m ism as con la p ied ra m olar.
I 7 . 3 . L O S MITOS H ESIÓ D IC O S
1 7 . 3 . 1 . Ei. m i t o d e P r o m e t e o y P a n d o r a f.n l a T e o g o n ia .
4 Por ejem plo, en Teogonia Il6ss.. cuando se refiere a que «surgió el C a o s» , sin expli
car cuál era la situación antes de que se produjera su apertura. Véase capítulo 2.
17. V E N T A JA S E IN C O N V E N IE N T E S D E L A A N A R Q U ÍA 297
S e g ú n esa frase, P r o m e t e o n o ha c o n s e g u id o e n g a ñ a r a Z e u s , q ue
sólo fin g e ser e n g a ñ a d o . S in e m b a r g o , lo q ue n a r r a a c o n t i n u a c ió n
parece co n tra d ic to rio con esa p o sibilid ad ( 5 5 4 ' 5 5 5 ) :
1 7 . 3 - 2 - P r o m e t e o v P a n d o r a en T r a b a jo s y d ía s
El p ia d o so H e s ío d o c o m ie n z a el d e s a r r o llo de su p o e m a didáctico
d eclara n d o que la mala situación del h o m b r e en la tierra —ob liga ción de
t r a b a ja r , e n f e r m e d a d y m u e r t e — se d eb e a la i n t e r v e n c ió n de Z eu s.
A h o ra n o se molesta en especificar que el en gañ o es sólo aparente ni que
es aceptado v o lu n tariam en te p o r Z eu s. La mala situación de la h u m a n i
dad aparece ah o ra justificada p o r q u e es una con secuen cia de la culpa de
P ro m eteo , al e n g a ñ a r al dios su p r e m o ( 47 ss-)- El castigo consiste, igual
que en la Teogonia, en p riv a r del fu eg o a los h o m b r e s , p e r o ta m b ié n en
trabajos y días se n os cuenta que P r o m e te o roba el fuego para llevárselo a
17. V E N T A JA S E IN C O N V E N IE N T E S DE L A A N A R Q U ÍA 299
17 .3 .3 . E l m n o d f. l a E d a d d e O ro
A c o n t i n u a c i ó n , y ello n o p u e d e ser casu alidad, H e s ío d o n a r r a o tr o
m ito. q u e . c o m o v e r e m o s, es c o m p l e m e n t a r i o de éste: el M ito de las
Edades. Tampoco p o d em o s e n tra r en la com p lejid ad de su análisis, sino
que nos lim ita re m o s al tema q ue nos o c u p a : las referen c ia s a la c o n d i
ción h u m a n a . H e sío d o i n t r o d u c e el tem a ( 1 0 6 - 1 0 8 ) a l u d ie n d o de
nuevo a la c o m u n id a d original de dioses y h o m bres:
1 7 . 3 . 4 . Mi t o s NO C O N T R A D IC T O R IO S
5 El verso 12 0 no está en todos los códices y suele ser elim inado p o r los editores.
17. V E N T A JA S E IN C O N V E N IE N T E S DE L A A N A R Q U ÍA 301
17 .3 .5 . ADAPTACIÓN HESIÓDICA
H e sío d o ha r e e la b o r a d o sus m a te ria le s ad maioremgloriam de Z e u s , p e r o
parece q u e te n e m o s s u ficien tes e le m e n to s para s u p o n e r q u e versio n es
más antiguas del m ito t e n d r ía n u n se n tid o d ife r e n te al de aq uel q ue le
ha dado H e sío d o . A n a lic em o s la cuestión con m ayor d e te n im ie n to :
a) En cu an to a las características de la Edad de O r o , hallam os que n o
existe el trabajo (la tierra p ro d u c e esp on tán eam en te) y los h o m b res son
felices. El estado a que nos rem ite esta situación carece de todos los ras
gos característicos de la socied ad o r d e n a d a : n o existen las fu n c io n e s ni
los co m etid o s, no existe el c o n flic to ni la g u e rra , n o existe n in g u n a de
las necesidades p ro p ias de lo que p o d ría m o s llam ar en térm in o s m o d e r
nos. el Estado. Se trata de una situación d iferen te y a n t e r io r al o r d e n a
miento actual: la an arqu ía perfecta, p ero en sus aspectos positivos.
b) L o s h o m b r e s de o r o son c o n t e m p o r á n e o s de C r o n o . H ay un a
auténtica co n trad icc ió n en el hecho de que C r o n o es un dios d ev o ra d o r
de sus h ijo s y castrado r de su padre, p e r o es asim ism o rey en una época
de especial p r o s p e rid a d y felicid ad para los seres h u m a n o s . La e x p lic a
ción de esta c o n t r a d i c c i ó n p u e d e estar en cjue C r o n o es el d io s del
período del caos. 1.a an arquía p erm ite acercarse al terren o de lo no p e r
m isible p o r el o r d e n , p e r o t a m b ié n in serta rse en la fe lic id a d de la
ausencia de tra b a jo y de a m o s. E n o tro s t é r m i n o s : la a n a r q u ía tiene
aspectos positivos y aspectos negativos. Positivos son la ausencia del tra
bajo. la falta de re g u la c ió n , la ab solu ta lib e r ta d . N egativo s, la falta de
frenos a las actitudes desaforadas, agresivas, la inexistencia de p rin c ip io s
reguladores que p e r m ite n c u a lq u ie r c o m p o r t a m ie n t o . In cluso, p r o b a
blemente. la im p revisibilidad de la organ ización del m u n d o .
c) P o r ú ltim o , el fin de su raza no se p r o d u c e d u ran te el re in a d o de
este dios, s in o d u ra n te el de Z eu s ( « p o r v olu n tad del g ra n Z e u s » ) . La
razón de que el c am b io de rein ad o produzca la desaparición de esta raza
parece ah ora clara. Z eu s representa el a d ve n im ie n to del o r d e n , con sus
aspectos negativos, p e ro tam bién con sus aspectos positivos.
302 IV. M IT O S G R IE G O S Y M IT O S D E L P R Ó X IM O O R IE N T E
1 7 . 4 . 1. S e m e j a n z a s
A la luz de esta in te rp retació n , el m ito de K A L presenta estrechos para
lelos con el esq uem a h e sió d ic o . E n p r i m e r lugar, K A L se inserta en el
e le n co de antagon istas de T e su b q ue p r e te n d e n volver al caos o r ig i n a
r i o . E llo n os lleva una vez más a K u m a r b i (cuyas r e la c io n e s c o n K A L
d e s c o n o c e m o s ) , p e r o s a b e m o s q u e favorece su acc eso al p o d e r . La
vuelta al caos o r i g i n a r i o es sin e m b a r g o selectiva y c o n t r a r i a a la que
había c ara cte rizad o a U llik u m rn i y a I l e d a m m u . F re n te a una vuelta a
los aspectos destructivos, arra sad ore s, del C a o s , que se planteaba en los
m ito s del a n t a g o n ist a p é tr e o y del a n ta g o n ista s e r p e n t i n o , se plantea
aquí un r e t o r n o a sus rasgos positivos, gratificantes. El trabajo de la tie
rra y la o b te n c ió n de fru to s, aso ciados al sa c rific io , son aco m pañ an tes
esenciales del m u n d o o r d e n a d o . El exceso de bien estar hace in n ecesa
r io el tra b a jo y p ro v o c a q ue los h o m b r e s n o c u m p la n sus d e b e re s con
los d ioses. El n u evo a d v e n im ie n t o de T e s u b restablece la situ a c ió n de
o rd e n , de igual m o d o q ue la llegada de Z e u s acaba c o n la E d ad de O r o
o c on la p o s ib ilid a d de q ue los h o m b r e s g a n en sustento sin trabajar. La
r e la c ió n t r a b a jo - s a c r i f ic i o n o se ex presa, p e r o subyace al relato. Es la
v io la c ió n de la justicia sacrificial la q ue p rov oca la c o n d e n a a trabajar.
E n a m b o s casos el o r d e n re p re s e n ta q u e cada u n o tenga su p a p e l: los
h o m b r e s tr a b a ja n , c e le b r a n a los d io ses, s o b r e to d o p o r m e d i o del
s acrific io y, a c a m b io , los dioses los p ro te g e n . Hay n o r m a s q u e p r o h í
ben los excesos y coartan la libertad. Se p ie rd e la felic id ad im previsible
y se ga n a u n o r d e n más in fe liz . E n a m b o s casos es u n a tr a s g r e s ió n la
q u e p ro v o c a el cese de la s itu a c ió n de fe lic id a d : en K A L los h o m b r e s
a b a n d o n a n sus deb eres p o r q u e el d io s n o les agobia, en H e s ío d o n o es
17. V E N T A J A S E IN C O N V E N IE N T E S DE L A A N A R Q U ÍA 3 0 3
Sin em bargo hay tam bién p ro fu n d a s diferencias entre el m ito hitita y los
griegos, que traslucen una diversidad de p en sam ien to religioso.
El m ito hitita sitúa el c o n flic t o e s tric ta m en te en el á m b ito del t r a
bajo. Se r o m p e una situación en la que los dioses d ep en d en de los h o m
bres para su sustento. Esta m an era de ver las cosas es ajena a H e sío d o. La
situ ació n es la m ism a si c o m p a r a m o s el m ito hitita de l e l i p i n u c o n el
Himno homérico a Deméterh. Es la irritación de la diosa la que causa un desas
tre en la tierra, ah ora red u cid o a la falta de vegetación, ya que D em é ter
es diosa del cereal. La diosa provoca el h a m b re de los h o m b res, p e ro ya
no el h a m b re de los dioses, p o r q u e el poeta grie go no co n s id e r a a p r o
piado con su visión de los dioses el que p ued an pasan h am bre. Tampoco
Zeus es en n in g ú n m o m e n t o una d iv in idad que m an tien e a los ho m b res
en su p ap el de o b r e r o s de los d ioses, p o r p u r o in te rés egoísta, s in o el
dios q ue castiga un a trasg resió n . De n uevo hace su a p a r ic ió n la pied ad
hesiódica y un nuevo con cep to de la divinidad.
Lo q ue n os p resenta H e sío d o en el caso de P ro m eteo , adem ás de un
conflicto de h o n ra , ya que los dioses se ven ag redido s en su h o n ra si los
seres h u m an o s les dan la p e o r parte, es un a com p eten cia de inteligencias
y de voluntades, de meiisy de en ga ñ o . El Z eu s p ró v id o (metieta) no puede
quedar p o r deb ajo del d e fe n s o r de los h o m bres. P ro m eteo (relacion ado
con pro-methes, el precavido, el que tom a p recau cion es).
Por otra parte, los antagonistas n o aparecen al m is m o nivel. K A L es
un dios q ue vence a Ie s u b y le arre b a ta el t r o n o de los d io ses. O c u p a
aunque sea p o r p oco tiem p o , el g o b ie r n o de h o m b res y dioses. P r o m e
6 Vcase el capitulo 1 5 .
304 IV. M IT O S G R IE G O S Y M IT O S D E L P R Ó X IM O O R IE N T E
teo en n in g ú n m o m e n t o p re te n d e te n e r el p o d e r de Z eu s. El g o b ie rn o
del dios su p re m o en los m itos o rien tales es un con flicto ab ierto , p e rp e
tuo, en el q u e ú lt im o d io s es d e r r o t a d o reiterad a s veces, in c lu s o es
m u t ila d o , s u fr e , se a t e m o r iz a , d eb e u n a y o tra vez r e c u p e r a r el p o d e r
p e rd id o , un p o d e r , pues, siem p re inestable. E n el m ito grie go la histo
ria es c e r r a d a . Las am enazas al p o d e r del ú lt im o d io s fracasan y Zeus
n un ca ve su re in o seriam ente am enazado. Ello q u iere d ecir q ue, m ie n
tras en m ito orien tal el d eso rden es un a constante alternativa, una a m e
naza q ue se realiza a in tervalo s en un a h isto ria q ue n o t e r m in a n un ca,
para H e sío d o el o rd e n actual ha q u edado asentado de m an era definitiva.
P o r ú lt im o , P r o m e t e o es un f i lá n t r o p o . N o se d ic en sus m otivos,
p e r o se m u e stra s ie m p re d eseo so de ay u d ar a los seres h u m a n o s . K.AL
no lo es, tan sólo es perezoso y se d esp reoc u p a de sus fu n c io n es.
17.5. C olofón
al D rag ón . F.l h ijo del d io s de la Tem pestad se en con traba con el D ragón y
le gritó a su p ad re, hacia el cielo: « ¡In c lu y e m e tam bién a m í, no me respe
te s !» Y el dios de la Tempestad m ató al D ragón y a su p ro p io h ijo .
3 C f . el capítulo 17.
18. L A LU C H A C O N T R A E L DRAG Ó N EN A N A T O LIA Y EN G R E C IA 3 "
1 8 .3 . V e r s i o n e s g rieg as
de un n o m b r e o r ie n t a l: el u g a rítíco y fe n ic io S a p h o n . N o es ra ro que
este n o m b r e se i d e n t i fi q u e , a su vez, c o n el de H a z z i - C a s io , el monte
entre C ilicia y S ir ia , escen ario del m ito en las version es hurritas.
T i f e o es m e n c io n a d o en la Ufada de H o m e r o ( 2 . 7 8 1 - 7 8 3 ) . p ero sólo
c o m o un a p in c ela d a de c o l o r en un sím il c o n el f r a g o r que p ro d u ce el
avance de las tropas:
4 Q u e son O r t o , C é r b e r o y la H id r a de L e r n a .
IV. M IT O S G R IE G O S Y M IT O S D E L P R Ó X IM O O R IE N T E
1. C o m o en H e s ío d o , la T i e r r a es la m a d re q u e . fu r io s a , se une a
Tártaro y t ie n e un h ijo m o n s t r u o s o . Se trata de un p a r to tard ío de la
divin idad p rim ig e n ia .
2 . Se sitúa el m ito en una localización geográfica con creta; com o era
de esperar, en C ilic ia.
3 . I-a d e s c r ip c ió n del m o n s t r u o re c u e rd a en p arte a H e d a m m u , ya
q u e es a n t r o p o m o r f o y s e r p e n t i n o , y en p arte a U ll i k u m m i , pues es
e n o r m e , su cabeza llega a las estrellas e invade el cielo , y a r r o ja fuego y
piedras incandescentes c o m o un volcán.
4 . La huida de los dioses y su conversión en animales, que está también
en N o n o , es una re c u rre n c ia del tem a a n a to lio ; en El Cunto de Ullikummi
K u m a r b i dice, re fir ié n d o s e a los dioses, « l o s d is e m in a r é c o m o a pája
r o s » . H esíodo silencia este motivo y la posibilidad de derrota de Zeus.
5 . Z e u s lo ataca c o n los rayos, lu eg o c o n una hoz de ad a m a n te , un
m aterial m ítico m uy d u r o ; sin d u d a es la m ism a a r m a c o n q u e C r o n o
castra a C ie lo . El uso del arm a p rim ig e n ia es o tro p un to de contacto con
el Cunto de Ullikummi.
6. La lucha en la q u e Z e u s es d e r r o t a d o t ie n e lu g a r en el m onte
C a s io , el I lazzi de los textos hititas. A llí « lle g a n a las m a n o s » , c o m o en
la lucha con tra el d ragón hitita.
7- T i f ó n mutila a Z eu s y se lleva una parte fun dam ental de su cuerpo,
los ten d o n es, c o m o en el m ito hitita, el d ra g ó n se lleva el cora zón y los
ojos de Tesub. Y custodia este trofeo un d ra g ó n fe m e n in o .
8. G racias a otro person aje, en este caso, dos dioses, se recu peran sin
lucha las partes mutiladas.
9 . Z e u s r e c o b r a así su fu erza, c o rr e la t iv a m e n t e a c ó m o la « a m o n
t o n a » en el texto de H e sío d o , q u ie n había s ile n c ia d o , sin e m b a r g o , la
derro ta de Zeus.
1 0 . El m o n s tr u o es aú n e n g a ñ a d o . C o m e u n o s m iste rio so s « f r u t o s
de u n d í a » que p re te n d id a m e n te iban a darle fuerza y que p r o d u c e n el
efecto c o n t r a r i o . A p o l o d o r o a c u m u la dos v e r s io n e s a n a to lia s: la del
r o b o de ó rg an o s y la del en ga ñ o c o n la c om ida.
1 1 . Llega luego al m o n te N isa. aú n en A n a to lia , luego al H e m o , en
los Balcanes, ya en p len o desplazam iento hacia occid en te. A r r o ja m o n
tes e n t e r o s . A p o l o d o r o a p r o v e c h a p ara i n t r o d u c i r , en u n in c iso , un
m ito e t io ló g ic o s o b r e el n o m b r e del H e m o « m o n t e de la s a n g r e » .
T i f e o sigue hacia o ccid en te, a Sicilia , en rela c ió n co n otra leyenda que
lo p o n e en c o n ex ió n con el Etna, que aparece en P ín d a r o y en E sq uilo y
que p odía p r o c e d e r de la Titanomaquia cíclica.
18. L A LU C H A C O N T R A E L DRAG ÓN EN AN A T O LIA Y EN GREC IA 319
1 8 .4 . C o n clu sio n es
El verso 4 6 del Himno Homérico a Deméter presenta la rep etició n —si b ien en
contextos m uy d iferen tes— de dos palabras que ap arecen en versos muy
próxim o s y, p o r otra parte, p ro d u c e una cierta q u ie b ra en la c o n t in u i
dad del relato, todo lo cual es habitualm ente co n sid era d o c o m o un s im
ple d escu ido o un a p u r a m uestra de torpeza e n la técnica n arrativa del
autor, p e ro en mi o p i n i ó n , y p o r m otivos que trataré de razon ar, p uede
profundizarse en las m otivaciones de estos fe n ó m e n o s y es p osible expli
carlos c o m o la h u ella de un p r o c e s o de c o n t a m i n a c i ó n de m o tivo s
diversos q u e el p o eta n o ha l o g r a d o e n s a m b la r de u n a f o r m a acertada
del todo.
El a n ó n i m o a u to r del h i m n o acaba de n a r r a r c ó m o D em é ter, al o í r
los ecos del g r it o de s o c o r r o de su h ija P e r s é fo n e , siente un p r o f u n d o
dolor y lo m anifiesta r o m p ie n d o su tocado y echándose p o r los h o m b r o s
un m anto o s cu ro . Es en este m o m e n t o c u a n d o aparece el pasaje ob jeto
de este capítulo (w . 4 3 - 4 6 ) :
I Véase el contexto del pasaje y otras semejanzas con mitos orientales del Himno en §
15-5-
326 IV. M IT O S G R IE G O S Y M IT O S D E L P R Ó X IM O O R IE N T E
2 O t r o n o m b r e de D em éter.
1 ?. HIMNO HOMÉRICO A OEM É TER ¿3 -4 6 3 2 7
E n nota al pasaje en su ed ició n del texto, V ian señala que esta m eta
m o r fo s is n o tien e o tro ob jeto que dar un a justificación q ue ex p liq u e el
n o m b r e de T a u r o . E s éste un tem a, sin e m b a r g o , q u e n o ap arece, que
sepam os, en n in g ú n o tr o au to r de la literatura griega. L o que sí es evi
d en te es q u e , para los grie gos, el n o m b r e de la c o r d ille r a del T a u r o se
identificaba con el n o m b re c o m ú n del to ro , y hallam os diversos pasajes
en q ue se trata de s e ñ a la r las raz o n es de esta d e n o m i n a c i ó n . A sí, p o r
e je m p lo , D io n is io Periegeta 6 4 1 ss. n os dice:
... porque la parte de ella que mira hacia el mar se parece a la testuz de
un toro.
Tales testim onios p o n e n , pues, de m anifiesto que para los griegos era
claro q ue la co rd illera se llamaba del T o r o , y que el n o m b r e se debía a la
ío r m a abrupta de sus cimas.
Los autores m o d e rn o s, dados a p o n e r siem p re en duda lo dem asiado
obvio, d u d a ro n de que algo tan elem ental p u d ie ra ser cierto y así h alla
m os algu n as p ro p u e sta s q u e tratan de b u scarle o t r o o r i g e n al n o m b r e
(c o m o o r i g i n a d o en a r a m e o tur. tura, s ie n d o la relac ió n c o n el t o r o un
e r r o r de los griegos, entre otras etim ologías n o m en o s com plicadas). En
to d o caso, un a h isto ria q u e e x p liq u e el n o m b r e de los m o n t e s p o r la
presencia de Z eus m etam orfoseado en el citado lugar sólo la hallam os en
N o n o . Ya es e x tra ñ o este a is lam ien to d e n t r o de la litera tu ra griega del
tema mítico de la m e tam o rfo sis de Z eu s c o m o etiología del l a u r o . Pero
un análisis más d e te n id o de este pasaje y de su situación en la ob ra sus
cita una extrañeza m ayor.
20. UN MITO ETIOLÓGICO ANATOLIO S O B R E E L TAURO 333
2 1 . 1. L a m u e r t e c o m o v i a j e
M u c h o s p u e b lo s im a g in a n el tran ce de la m u e rte c o m o un viaje a o tro
lugar. E n este capítulo voy a fija rm e en dos viajes al Más A llá, p ro d u c to
de la literatura religiosa de dos culturas lejanas entre sí. p ero que se nos
m uestran c o m o em p a re n ta d o s, a u n q u e sea d ifícil para n o so tro s d e t e r
m in ar la fo r m a en que la relación se p r o d u jo : se trata, p o r un a parte, de
un ritual hitita al que d e n o m in a m o s El gran viaje del alma y, p o r otra, de las
lam inillas órficas de o ro .
21.2. E l g r a n v ia je del a lm a h it it a
C o m e n z a ré p o r El gran viaje del alma hitita. u n texto datado hacia la mitad
del II m i le n i o a . C . A u n q u e se e n c u e n tr a en estado f r a g m e n t a r io (dos
g ran des fr a g m e n t o s y no del to d o leg ib les), es p o s ib le s e ñ alar algu n as
lineas f u n d a m e n t a le s p ara su in t e r p r e t a c i ó n . I r e m o s e x a m in a n d o los
diversos pasajes que lo c o m p o n e n . El c o m ie n z o se ha p e r d i d o , p o r lo
que ig n o ra m o s las circunstancias en que el texto se leía. L o p r i m e r o que
en con tram os en el p r i m e r frag m e n to conservado es una d escrip ción del
sueño general de la naturaleza:
Q u e el D eseado sea
18 go lpead o p o r sus garras, que la cabra con sus pezuñas
lo go lp ee, que el ca rn e ro con sus cu ern o s lo go lpee,
20 que la m adre oveja con su h o cico lo go lpee.
La diosa m adre está llo ro sa . Po r las lágrim as
22 está go lp ead a. T o d o lo que es b u e n o para ella
está ab ierto sobre las nueve partes del c u erp o .
24 Q u e sea go lpeada, p e ro el alm a está rozagante
en sus partes, que no sea consu ltado n in gú n o rácu lo para ella.
Es d ifíc il c o m p r e n d e r p o r q u é se p r o p o n e q ue d iversos an im a le s
destrocen al e n ig m á tico p e r s o n a je llam a d o « e l D e s e a d o » . P ero c o m o ,
después de n a r r a r q ue el D esead o es d e s tru id o , se m e n c io n a de i n m e
diato a la diosa m adre y se dice de ella que está m uy afligida, parece que
el D esead o tien e u n a r e la c ió n afectiva c on ella. Y a la vista de lo q ue se
dice después, la so lu c ió n más p ro b a b le parece que el « D e s e a d o » sea un
hijo de la diosa m adre, alu d id o c o m o « t o d o lo que es b u e n o para e l la » .
Pero el D eseado es destructible, luego es m ortal.
Frente a la destrucción del Deseado, su alm a aparece en plenas facu l
tades. N o es n ec esa rio c o n s u lta r n in g ú n o r á c u lo so b re ella, p o r q u e en
su óp tim a situ ació n n o le hace falta. Parece pues que la destrucció n del
D esea d o es c o n d i c i ó n n e ce sa ria : a) p ara q u e el a lm a c o n siga e n c a m i
narse a su lugar en el más allá, y b) para devolver a la naturaleza el o rd e n
alterado. E llo explicaría la in te r v e n c ió n de los a n im ales d o m é stico s en
su d estru c ció n . Si los an im ales son víctim as de la falta de fertilidad y el
Deseado es causante de esa situación parece lógico que sean los p r o p io s
anim ales los que intervengan en el restablecim iento del o r d e n atacando
al D eseado para p o d e r así r e c u p e r a r su p r o p ia fertilid ad . L o que i g n o
ram os es la relación del D eseado con el alma h u m an a. Pero la c o n t in u a
ción del texto nos da algunas pistas.
S ig u e u n d iá lo g o en estilo d ir e c t o , in c lu s o se ha d ic h o q u e c o n
estructura de catecism o, cuyos in te rlo cu to res p arecen ser la d ivin idad y
el alma del d ifu n to :
Acaba a q u í el p r i m e r fr a g m e n t o . E n el s e g u n d o v em os p o r q u é el
tenaivas parece ser el p e o r de los lugares m en c io n ad o s.
2' el funesto
lenawas ... n o recon o ce.
2 J .3 . L as l a m in il l a s ó r f ic a s de o ro
Las lam inillas de o ro , de muy p e q u e ñ o tam añ o, c o n tie n e n textos incisos
sobre ellas. H an ido ap a recien d o en tum bas de diversos lugares de G r e
cia y se datan desde 4 0 0 a . C . , hasta un ejem p la r p r o d u c id o en R o m a en
el siglo I I I d . C . F u e r o n c o lo ca d as e n la m a n o , el p e c h o o la boca del
m u e rto (c o m o se hacía con el ó b o lo para C a r o n te ) .
L o s textos están escritos e n verso y c o n t ie n e n r e f e r e n c ia s al otro
m u n d o , bien in dicacio n es sobre su « g e o g r a f í a » , bien saludos a los d io
ses in fe r n a le s , b ien deseo s de fe lic id a d en el más allá p a ra el alm a del
m u e rto . C o n toda evidencia sus usu arios esperan o b te n e r un a situación
de p r iv ile g io en el o t r o m u n d o , gracias a q ue los textos les in d ic a n lo
que deb en hacer o decir.
Es p ro b a b le que estos textos p roced a n en ú ltim o t é r m in o de pasajes
de u n Descenso a los infiernos, a t r ib u id o a O r f e o . O r f e o n a t u r a lm e n t e no
existió, p e ro el a n ó n i m o a u to r del p o e m a buscó garantía para sus reve
lac io n e s e n u n p e r s o n a je q u e , segú n la leye n d a, h abía b a ja d o al otro
m u n d o a b u scar a su esposa d i f u n t a y tuvo así o c a s ió n de v er lo que
acontecía allí y volver para c o n ta rlo .
Para facilitar la c o m p a r a c ió n , en lugar de p re s e n ta r el texto de cada
un a de las lam in illa s 2, p resen to u n a secuencia c o m b in a d a para c o n f ig u
r a r diversas fases en el o r d e n q ue p o d ía n h a b e r ten id o en el p o e m a del
que derivan.
2 Pueden encontrarse los textos, traducciones y com entarios, así com o abundante
bibliografía en A. Bernabé —A . I. Jim énez San Cristóbal, Instrucciones para el Más Alia.
Las laminillas órficas de oro, M adrid, 2 0 0 1.
21. E L V IA J E D E L A L M A A L M Á S A L L Á 343
E n cuanto al lugar malo, está en el El gran viaje del alma hitita asociado al
o lv id o , al castigo y a la p re s e n c ia de fa n g o . El tem a de la fu e n te del
olvido en el Más Allá aparece en todo el im ag in a rio griego, si bien com o
el agua de la que beben los m u e rtos y que los convierte en una especie de
so m b ra s sin m e m o r ia . En las lam in illas, el tem a a d q u ie r e un a d i m e n
sión d iferen te: se hace referen cia a un a fuen te, señalada p o r un blanco
ciprés, de la que los iniciados n o deb en b e b e r ’ sin d u da p o r q u e es agua
del olv id o, fren te al agua de M n e m ó s in e (la M e m o r ia ) q u e les p erm ite
r e c o r d a r la in ic ia c ió n y sab er lo q u e d e b e n h a c e r. E n el m ito hitita
parece que el tenawas consiste en una especie de m a r de olvido.
El fa n g o , n o se m e n c i o n a e n las la m in illa s , p e r o sí en o t r o s textos
órfic o s, asociado al castigo de los n o in iciad os, q ue consiste, en tre otras
cosas en un esfuerzo in útil: llevar agua en un cedazo a una tinaja a g u je
reada. Asi, nos dice Platón (Fedón 6 9 c ):
Q uien llega al I lades no iniciado y sin haber cum plido los ritos yacerá
en el fango, pero el que llega purificado y cum plidos los ritos, habitará allí
con los dioses.
21. E L V IA JE D E L A L M A A L M Á S A L L Á 345
3 C f. el cap ítu lo 12 .
346 IV. M IT O S G R IE G O S Y M IT O S D E L P R Ó X IM O O R IE N T E
21.7. B a l a n ce
22.1. M ito s y c u e n t o s
22.8. C o n c lu sió n
I No es ocioso recordar que los docum entos hallados en los palacios m icénicos no se
guardaban para la posteridad, sino que se escribían sobre tablillas de barro fresco,
luego secas al sol, y que cada año se desechaban. Lx>s incendios que destruyeron los
palacios las cocieron perm itiendo así que pudiéram os leerlas. De ahí que los d ocu
mentos de cada yacim iento sean sólo de un año
364 V. L A S D IF U S A S F R O N T E R A S D E L H IT O
acon tecim ien tos, cabe preguntarse cuál era el m e d io al que rec u rrían los
p r i m e r o s g r ie g o s p a ra satisfa cer lo q u e lla m a m o s « c u r i o s i d a d h is t ó
r i c a » , es decir, en sen tido general, el deseo de c o n o c e r los hechos o c u
rr id o s en el pasado.
2 3 .3 . E l c a m in o h a c ia la h is to r ia
D u r a n t e los siglos V I y V a . C . asistim os al tr á n s ito de estas fo rm a s
p re h is t o r io g r á fic a s a v erd a d eras o b ras de h is t o r ia . Las c o n d ic io n e s de
ese tránsito son m últiples y com plejas, p e ro m erece la pena, siquiera sea
de fo r m a esquem ática, in te n tar su fo r m u la c ió n .
Es ésta la ép oca del d e s a r r o llo de las c iu d a d e s , a c o n s e c u e n c ia del
cual la organización política se hace más c om p leja; se necesita una a d m i
n istración com p licad a; las relacion es en tre ciudades, cada vez más esta
bles, r e q u ie r e n tratados, c o n tr a to s , a c u e r d o s, y es im p o r t a n t e p o r vez
p r im e r a fija r los datos del pasado para saber a q ué atenerse a la h o ra de
o r ie n t a r la con d u cta fu tu r a de la ciu d ad . S u r g e n así los llam ados lo g ó -
grafos, especie de cronistas locales, necesarios para d e te rm in a r los a c o n
tecim ien to s del pasado reciente relacion ados con la ciudad.
Es a s im is m o ésta la é p o c a de las c o lo n iz a c io n e s , q u e lle v a ro n a los
griegos lejos de sus ciudades natales y los p u siero n en contacto con otras
c o m u n id a d e s extrañas, de c o stu m b re s a m e n u d o m uy d ife re n te s de las
suyas. E llo abre nuevos ho rizon tes a sus m entes y estim ula su interés y su
c u riosidad. La apertura hacia nuevos m u n d o s se am plía aú n más cuando
el i m p e r i o p ersa en e x p a n s ió n asim ila a las c iu d a d e s griegas de A sia
M e n o r. P o r otra parte, se d esarrollan el c o m erc io y las técnicas de nave
gación , lo que hace surgir nuevos intereses de tipo práctico; la necesidad
de registros que señalen las distancias entre los p u erto s, las costas p e l i
grosas. la situ ació n de las m e jo r e s rutas. Esas son las razon es de ser de
los llam ados Periplos, c o m o el de Escílax, del siglo VI a . C . , hoy p erd id o ,
q ue recogía i n f o r m a c i o n e s s o b r e su viaje desde el In d o hasta el G o l f o
A r á b i g o , o el p e r ip lo a n ó n i m o q u e sirv ió de base a la Ora marítima de
A v ie n o , d e s c r ip c ió n de la costa desde Tarteso s hasta M arsella. J u n t o al
in terés p o r las i n fo r m a c i o n e s de tip o g e o g r á fic o a u m e n ta asim is m o la
c u rio sid ad p o r los datos que hoy lla m a r ía m o s e tn o g rá fic o s, ya que p o r
p r im e r a vez la rea lid a d se m o s tr a b a tan in te resan te c o m o las fantasías
que llenaban los versos de la Odisea de pueb lo s lejan os y fabulosos, com o
los lotófagos o los lestrígones.
P ero hay a d em ás o t r o h e ch o i m p o r t a n t e . El co n tacto c o n O r ie n t e
n o se lim ita al c o n o c i m i e n t o de p u e b lo s d i f e r e n t e s y de sus exóticas
c o s tu m b re s , s in o q u e p e r m it e p o r p r i m e r a vez a los g rie g o s a c c e d e r a
una organ ización de los m ateriales históricos totalm ente nueva y de una
riqueza a so m b rosa. A n te los ojo s de ho m b res q ue n o tenían o tro c o n o
c im ie n t o de los a n t e c e d e n te s de su ciu d ad q u e los ú ltim o s c ie n añ o s ,
más allá de los cuales sólo q uedaba un o scu ro pasado m ític o , ap arecen
370 V. L A S D I F U S A S F R O N T E R A S D E L M IT O
23.4. A l g u n o s e je m p l o s
Hasta qué p u n t o es gra d u a l el trán sito de épica a h isto ria es algo fá c il
m ente co m p ro b ab le: basten algunos ejem plos para dem o strarlo. E u m elo
de C o r i n t o había com puesto, hacia finales del V I I I a . C . , un p oem a épico
so b re C o r i n t o llam a d o las Corintíacas. C u a n d o los c o r in t io s , en la época
de los logó grafos, s in tiero n la necesidad de d is p o n e r de un a historia en
p rosa de su ciu d ad se lim it a r o n a p r o s if ic a r el viejo p o e m a é p ic o . De
igual m o d o . A cu sila o de A r g o s , u n o de los p r i m e r o s h is t o ria d o r e s del
siglo V a . C . hace u n uso sistem ático p ara su n a r r a c ió n de los p r i m e r o s
acon tecim ien tos de A rg o s, del p o em a épico la Forónida. H elan ico de Les-
bos intenta la gran empresa de establecer una cron ología sistemática, para
la que recu rre a las genealogías épicas, a más de los datos de los registros
de O r i e n t e p r ó x i m o y las listas de a rc o n tes. Esta mezcla de e le m e n to s
heterogéneos, c o m o son los hechos y p ersonajes históricos con las t r a d i
c io n es m íticas p ro v o ca la c o m is ió n de n o p o c o s e r r o re s . N i el p r o p i o
H e r ó d o to siquiera se sustrae a esta situación, y así los motivos para esc ri
b ir su o b ra son stridosensu épicos, según nos indica en el p r o e m io ( l . l ) :
24.1. S obre e l t ít u l o
24.3. Un e je m p l o
E n p r i m e r lugar, la frase in t r o d u c t o r ia « h u b o u n t ie m p o en q u e »
nos traslada al tiem p o m ítico, igual que el « h a b ía un a v e z » de los c u e n
tos de hadas nos sitúa en el m u n d o de las hadas, los o g ros, los g n o m o s y
las princesas. Se rem ite el relato a un tiem p o m ítico a n te rio r, en que las
cosas n o eran c o m o ah ora son, en el que se p r o d u jo una tran sfo rm ación
de la realidad. Tal y c o m o nos cuenta este relato, la tran sfo rm a ció n c o n
siste en que un n ú m e r o excesivo de h o m b res agobiaba a la T i e r r a , p o r lo
q ue Z eu s atizó la gu erra de Tro ya.
E n s e g u n d o lu g a r, la T i e r r a a p a re c e c o m o un p e r s o n a je « d e p r o
f u n d o p e c h o » , agobiada p o r el peso de los h o m b re s y cuya mala situ a
c ió n hace que Z eu s se apiade de ella. Es pues una historia con creta, en
u n m o m e n to con creto y con protagonistas p ersonales: Z eu s, y la Tierra,
ésta n atu ra lm en te p erson ificada.
2 4 .5 . E s b o z o d e las c o n d ic io n e s h ist ó r ic a s
Q U E F A C I L I T A N LA E S P E C U L A C I Ó N R A C I O N A L
Las c o n d i c io n e s h istóricas en q u e tales f e n ó m e n o s se p r o d u j e r o n son
sin du d a d em asiado c om p lejas para d esa rrollarlas aquí en detalle, p ero
cabe hacer m e n c ió n de las que creo más im p orta n tes. Es inevitable que
algunas de ellas c o in c id e n con las expuestas a p ro p ó s ito del tránsito del
p en sam ien to m ítico al h istórico, tratado en el capítulo a n terio r.
E n p r i m e r lu g a r, h u b o u n a c o n d ic i ó n básica. La r e lig ió n griega
carecía de d o g m as y de un a casta sacerdotal en carg ad a de m a n t e n e r la
o r t o d o x ia , c o m o sucedía en otras culturas. De ahí que c u alq u ier n o v e
dad q u e se p r o d u je r a en el c a m p o del p e n s a m ie n to n o ch o caba, en
p r in c ip io , con n in g u n a ideo logía religiosa in transigen te. C u a n d o estos
c h o q u e s se p r o d u c e n , el t r a s f o n d o es s ie m p re p o lític o . A n a x á g o ra s es
384 V. L A S D IF U S A S F R O N T E R A S D E L M IT O
2 4 .6 . A c t it u d e s d e lo s g r ie g o s a n t e l o s m ito s
A n tes de pasar a la otra cuestión fu n d am e n tal, que es la de las relaciones
entre m ito y p en sam ien to racional, con vien e que alud am os a un aspecto
n o s iem p re ten id o e n c o n s id e r a c ió n . ¿ C u á l es la actitud de los griegos
ante los m ito s? Las actitudes de los ho m bres ante los mitos n o son sie m
pre las mismas. A n te el m ito caben posturas m uy diversas. La p rim e ra , y
más antigua, claro está, es creerlos. Es lo que hacían los antiguos y lo que
decim os que siguen haciendo los pueblos prim itivos de hoy. Pero la v e r
dad es que no sólo los prim itivos. E n esto de creerse los mitos, los h o m
bres de hoy no van a la zaga de los primitivos, ya que creen en una serie de
mitos precisam ente p orq u e no se dan cuenta de que son mitos. Los p u e
blos de la A n tig ü e d a d vivieron r o d e ad o s de m ito s y tard aro n m u c h o en
ocuparse de lo que eran, de igual m o d o que los hom bres h ablaron lenguas
durante m ucho tiem po sin con ocer lo que era la gramática. Para un griego
del siglo V I H a . C . , p o r ejem p lo , los h o m bres a p re n d ie r o n a co n tro la r el
fuego p o r un generoso obsequio de Prom eteo, que se lo rob ó a los dioses.
Lo creían c o m o algo del todo cierto, com o creían que realm ente rein ó en
Tebas, en tiem po s muy antiguos, u n desdichado rey, de n o m b r e E d ip o ,
que mató a su padre y se casó con su m adre. M uchos siglos después, en las
c ron ologías con p retensió n histórica, hallam os a los person ajes del mito
com p artien d o fecha con los seres históricos, com o prueba de la perviven-
cia de esta creencia en la realidad de los mitos. Incluso en autores cristia
nos, com o Eusebio. En un libro tan interesante com o mal traducido, Paul
Veyne (¿Creyeron losgriegos en sus mitos?. Barcelona 19 8 7 ) se plantea la cuestión
de si los griegos creían en sus mitos, lo que nos llevaría a preguntarnos qué
enten dem os que es creer y sobre las m odalidades de creencia y de verdad.
D ejem os la cuestión apuntada y prosigam os.
E n s e g u n d o l u g a r se p o d ía (y se sigu e p u d i e n d o ) d i s f r u t a r de un
m ito s im p le m e n t e p o r su belleza f o r m a l o su c ap acidad de ev o c a ció n .
386 V. L A S D IFU SA S FR O N T E R A S D E L HITO
24 .7 . R el a c io n e s e n t r e m ito y pe n sa m ie n t o r a c io n a l
P asem os al análisis de la últim a cu estió n , lo s diversos m o d o s en q u e se
re la c io n a n en tre sí el m ito y el p e n s a m ie n to ra c io n a l. El hecho de que
los p r i m e r o s filó so fo s d ie ra n el gra n salto de in te n ta r sustitu ir la c o n
fianza en las viejas respuestas m íticas p o r una nueva fo r m a ra c io n a l de
a b o r d a r la c o m p r e n s i ó n del m u n d o n o d eb e h a c e rn o s caer en el e s p e
j i s m o de p e n s a r q u e G r e c i a se c o n v i r t i ó de g o lp e de u n a f o r m a de
p e n s a m ie n t o a o t ra . Y n o s ó lo lo d ig o en el s e n tid o o b v io de q u e no
todos los grie g o s f u e r o n filó so fo s y que las ideas filo só fica s, c o m p a r t i
das p o r un c o n ju n t o n o muy a m p lio de intelectuales, coexistían con un
p e n s a m ie n t o aú n m ític o p r o f e s a d o p o r la i n m e n s a m a y o ría de la
p o b la c ió n . Es q ue la sustitu ción del p e n s a m ie n to m ítico p o r el p e n s a
m i e n t o r a c io n a l n o fu e ni total n i r á p id a . F r e n te a la a n t ig u a v is ió n
sim plista de la c o n v e r s ió n griega del m ito al /ogos, se ab re c a m in o cada
vez m ás u n a v is ió n m ás rica y m atizada de la r e la c ió n e n t re estas dos
f o r m a s de v e r el m u n d o q u e a d vie rte q ue existe a m b as u n a c o m p le ja
relació n de ida y vuelta.
L o s viejo s m ito s in flu y e n d e c isiv a m e n te en la c o n f i g u r a c i ó n de las
e x p lic a c io n e s f ilo só fic a s de la re a lid a d . P o r otra p arte la ex p lic a c ió n
388 V. L A S D IF U S A S F R O N T E R A S D E L M IT O
5 Véase capitulo 16 .
392 V. L A S D IF U S A S F R O N T E R A S D EL MITO
[Probaré tam bién que O rfe o com puso] un h im n o que expresa cosas
sanas y legítim as, pues p ronu ncia un discurso sagrado con su poem a y no
era posible (para ellos) expresar el sentido de los nombres y lo que quieren
decir. Y es que la poesía es algo extraño y com o un acertijo para la gente.
Pero O rfeo no quería decirles acertijos increíbles, sino grandes cosas por
m edio de acertijos.
Así que dice (O rfeo) que este Crono nació del Sol para la T ierra, porque
él fue la causa, a través del sol, de que unas cosas chocaran ( krouesthai ) con
otras. Por esta razón d ice: (él), que hizo algo terrible, y el verso siguiente;
C ielo, h ijo de Noche, que fue el prim erísim o en reinar.
A l darle (O rfeo) el nom bre de C ro n o al Intelecto, porque hace chocar
unas cosas con otras, dice que le hizo algo terrible a Cielo, porque se había visto
privado de la soberanía. Y a C ro n o lo llam ó así por su actividad, y a cada
una de las demás cosas (las llamó) de acuerdo con el mismo razonam iento.
24. MITO Y F ILO SO FÌA: C A M IN O S D E IO A Y VUELTA 393
2 4 .8 . C olofón
para ver cómo puede adaptarse a form ulaciones nuevas que obtienen de
él nuevos significados. E n general el mito es el gran aliado de los escri
tores antiguos y m odernos, que disponen de una cantera temática que
pueden explotar de un modo muy libre, utilizando referentes conocidos
para jugar con el conocim iento que el público tiene de ellos. A menudo
lo interesante no es qué mito cuentan, sino cóm o lo hacen, am pliando
unos aspectos, silenciando otros, m odificando otros, o sim plem ente
poniendo de relieve aspectos o implicaciones menos evidentes, que p er
miten ver un viejo mito a una nueva luz.
Por otra parte, hemos examinado algunos ejem plos de cóm o « v ia
ja n » los mitos, m anteniendo algunos esquemas narrativos, pero
sufriendo m odificaciones, a veces muy profundas, para adaptarse a los
distintos esquemas culturales o motivaciones básicas de las culturas que
los im portan de otra. E n este sentido hay un am plio flujo de temas
desde Mesopotamia y Egipto a Grecia, flujo en el que destaca el im p o r
tante papel m ediador de los mitos hititas. E l análisis de la form a en que
una cultura m odifica los elementos de un mito que tom a prestado de
otro ámbito cultural es revelador de sus propios modos de pensar acerca
del m undo, de los dioses y de las relaciones de éstos con los hom bres.
En algunos casos se advierten desajustes en la adaptación y «su tu ra s»
que revelan que ha habido un préstamo de otro mito, deficientem ente
inserto en la línea principal del relato.
También hemos visto como hay toda suerte de actitudes hacia los mitos,
que pueden ser creídos, combatidos, interpretados, analizados o disfru
tados por su belleza estética y por el placer de oír historias singulares.
Por últim o, hemos asistido a la capacidad de los mitos para generar
de sí, al hilo de la evolución del pensamiento griego, otras formas más
evolucionadas, o de co n trib uir ellos m ism os al discurso filosófico en
terrenos a los que no llegaba el pensam iento discursivo. Y hemos
podido com probar las complejas relaciones que se m antienen entre el
mito y el cuento popular.
Los mitos, esas realidades complejas, cambiantes, polim órfícas, que,
venidas de épocas y culturas muy lejanas, continúan moviéndose entre
nosotros, resistiéndose a desaparecer en un m undo tecnificado y prác
tico com o el nuestro, continúan ofreciéndonos de un modo u otro, por
su lectura directa o a través de análisis que intentan que comprendamos
algo m ejor la m entalidad de los antepasados que los crearon , materia
para disfrutar, para soñar, para entender m ejor el m undo y para co m
prendernos mejor a nosotros mismos.
ÍNDICE DE NOMBRES
Abism o: 45 A nu: 2 0 , 2 6 2 -2 6 4 , 2 7 7 -2 7 8 , 2 8 2 -2 8 3 ,
Acamante: l O O , I o 8 360
Admeto: 219 An ubis: 187
Adonis: 258 Anzili: 2 4 9 -2 5 0
A fidno: 99 Apolo; 3 2 , 8 1, 87, 89, roí, 109 , 12 4 -
Afrodita: 50, 69, 78. 81, 83, 86, 99, 12 5 , 13 0 , 138 , 16 3, 179, 18 1, 2 0 3 ,
1 2 3 - 1 2 5 , 12 8 - 14 3 , 146 , 14 8 -14 9 , 2 15 , 22 4 . 3 12 - 3 13 , 326
258 , 284, 3 I4 - Víase lambíen Cipris, Appu: 239
Ciprogenia, Citerea Apsu: 15 -16 , 272
Agamenón: 94. I O O , 1 08 , 15 7 -16 4 , 216 , Aqueloo: 269
365-375 Aquiles: 69, 9 4 -9 5 , r63, 36 5, 368
Agave: 15 4 -15 6 Aranzah: 2 6 2 -2 6 3 , 2 7 l
Agua(s) (en mitos griegos): 2 3 II (en Arcesilao: 77' 3^8
mitos indios): 18 Ares: 8 2 -8 3 , J 30
Aire: 24, 4 1- 4 4 , 5 2 , 75 Argicida: 136 , 14 4 , 147' Viras# también
AJala: 264 Hermes
Alalu: 26 2, 264, 2 7 7 -2 7 8 , 280 Argo (nave): 19, 166, 215, 217
Alcestis: 2 I9 “ 220 Argonautas: 76, 16 5, 2 14 , 217, 2 2 6 - 2 2 7 ,
Alcítoe: 15 3 257
Alejandro: 9 4 > 366* Véase París Argos: 13 6 n. 2
Alóadas: 3 12 , 3 15 . 3 2 2 Ariadna: 9 5-9 9 , 10 6 -10 7 , 115 , 117, 359
Amazonas: I O 2 - I O 3 , 109 Arsipe: 15 3
Am ón: 20 Árlemis: 95, 13 0 - 1 3 1 , 136 , 163, 375
Anactes: 1 0 8 Asclepio: 2 2 8 -2 2 9
'Anatu: 2 4 8 -2 4 9 , 2 5 5 -2 5 6 Astianacte: 73
Anfión: 77, IO I Ataru: 249
Anfítrite: 110 Atenea: 78, 8 1-9 2 , 98, 13 0 - 1 3 1 , 135,
Anquises: 13 3 - 14 3 . 146, 14 8 -14 9 18 1-18 2 , 18 5 -18 6 , 189, 2 0 3 , 26 3.
Antígona: 162, 386 2 6 8 , 2 8 7 -2 8 8 , 3 13 , 39 3. Véase también
Antíope: 77, 98, I O O , 10 3 , 109 Palas, Trítogenia
An: 264 Atlante: 46, 28 2, 311
398 I n d i c e OE n o m b r e s
A tón: 2 0 Corónide: 3 2 6
Atrahasis: 295 Creonte: 16 6 -16 7 , 171
Atrida: 159 Creúsa: I I I
Aurora: 69, 14-5 Criseida: l6 l
Autólico: 2 3 8 Crises: 161
Autónoe: I 54--I55 Crónida: 85, 87. III- Víosí fomfrií'n Zeus
Ayante/Ayax: 9 7 ’ C ronión: 145. 22 8 . Waif también Zeus
Baal/Ba’lu: 2 4 8 -2 4 9 , 2 5 4 -2 5 6 II Ba’al C rono: 4 6 -4 7 , 48 n. I, 4 9 -5 1. 91, 13 0 -
Hadad: 264 T3 L x93> t 96, 239 , 26 4 , 2 6 6 -2 6 7 ,
Baco: 155, 18 2, 198, 2 0 0 - 2 0 1 . Vea«tam 2 6 9 -2 7 1. 2 7 3 , 2 7 5 , 2 7 7 , 2 7 9 -2 8 3 ,
bién Dioniso 2 8 5-2 8 6 , 2 9 9 -3 0 1, 3 0 4 , 3 13 - 3 14 .
Barón de Münchhausen: 227 3 18 , 3 6 0 ,3 7 8 , 392
Bella durmiente: 78, 2 5 3 . 3 5 4 ’ 3 5 ® Curetes: 49: I O I , 2 0 2 - 2 0 3 , 359
Beroe: 18 1 Dagan: 2 7 1
Blancanieves: 3 5 3 - 3 5 4 - 3 5 9 . 378 Dardánida: 14 1
Brim ó: 198, 2 0 1. 2 0 3 Dédalo: 87, 95
Bruja (personaje de cuento): 354*355 Delfine: 3 17
Cadmo: 15 3 -15 6 , 18 4 , 2 3 6 , 316 , 3 3 3 - Deméter: 56, 10 2 , 12 5, 18 5 -18 6 . 2 0 3 ,
334 2 19 , 2 41 . 2 5 2 - 2 5 3 - 2 5 6 -2 5 7 , 3 0 3 ,
Caliope: 215 3 25 -3 29 * Véase también Deó
Calipso: 309 Demofonte: I O O , 10 8 -10 9
Caos: 22, 2 7 '3 2 . 38 . 4 0 , 4 3 -4 4 , 5 4 . Deó: 326 . Véase también Deméter
5 9 -6 0 , 6 2 ,6 4 , 2 8 0 .2 9 6 n. 4 D esead o:3 3 9 - 3 4 0 , 3 4 5 -3 4 6
Caperueita roja: 3 54 Día: 27, 3 1
Caronte: ÍOI, 2 19 , 3 4 2 Dike: véase Justicia
Casandra: 16 0 , 16 3 -16 4 Diocles: 253
Castor: 69, 99. Veose fam&ién Dioscuros, Diomedes: 69, 3^8
Tindáridas D ione: 8 3
CéJeo: 2 5 3 Dioniso: 9 5 - 9 7 , 99, 151- 157, 172, 177-
Ceneo: 94. 97 189 , 19 1- 2 11, 3 4 5 - 3 4 6 , 3 5 8 , 3 9 3 "
Cerbero: IOO, 2 2 1 39 4 || Dioniso Zagreo: 177. I79 _*8o,
C erción: 97, 11 1 - 1 1 2 19 1-19 2 , 2 0 4 II Líber: 18 1. Véase tam
Ceto: 5 1, 3 13 bién Baco, Vino
C ielo: 24. 2 7 - 3 2 , 38 , 4 0 , 4 5 . 4 7 . 4 8 y Dioscuros: 69, 95, 99, 10 5 , 10 7 - 10 8 ,
n. I, 4 9 -5 1, 63, 83, 89. 9 1, 19 3, 115 , 117- Véase también Castor, Polideu-
2 6 4 -2 6 7 , 2 6 9 -2 7 1, 2 7 5 , 27 7 , 2 8 0 - ces, Tindáridas
286, 288, 3 18 , 3 4 3 , 3 4 6 , 3 5 4 .3 6 0 , dios de la Tempestad (hitita): 2 6 1, 3 0 7 -
3 7 8 , 392 3 10 , 319 , 3 2 8 ,3 3 3 , 3 3 5 - 3 3 6
Cierva de C erinía: 10 4 diosa madre (hitita): 3 3 9 " 3 4 °
Cipris: 129- Veas« (amblen Afrodita Diosa Solar de la Tierra (hítiia): 34 0 ,
Ciprogenia: 86. Véase también Afrodita 3 4 5 -3 4 6
Circe: 73, 165 dragón: 3 0 6 , 3 2 2 : en cosmogonías grie
Citerea: 12 9 , I4 L r4 9 - Véase también gas: en la òrfica (= Tiem po-H eracles)
Afrodita 3 7 : en la Teogonia de Hesíodo ( =
Clímena: 95 Tifeo ): 3 ! 4 > en Nono (= T ifó n ): 316
C lío: 2 16 II dragón femenino, en el Him no hom é
Clitemestra: 10 8 , 15 1, 15 7 -16 5 , 17 2 -17 3 rico a Apolo (Dragona); 3 13 ; en Apolo -
C ore: 2 0 6 . Véase también Perséfone doro (dragona, D elfine): 3 I 7 " 3 l8 ||
In d i c e d e n o m b r e s 399
E u r ip i d e s : 6 4 , 9 0 , l o 6 . 1 5 4 , 1 6 5 - 1 7 3 , Hedammu: 2 7 9 , 2 9 4 - 2 9 5 . 3 1 0 - 3 1 1 , 3 1 9 -
219 3 2 2 . 333
(Alcestis 2 9 4 ) : 6 2 ; ( 3 5 7 - 3 f>2 ): 219 H egias de T re z é n : IO O
II ( Bacantes 5 6 2 S S .) : 2 1 6 ; H elan ic o (al que se atribuye, con
( lI I 4 ss.): 1 5 4 1 5 5 : ( l 3 0 2 s.): J e r ó n i m o , un a te ogon ia ó r fic a ): 3 5 ’
156; (1344 ): 156 II (Fenicios 3 9 . 4 2 - 4 3 . 4 5 . 4 7 . 51 . 6 0 - 6 1
1 6 3 ) : 6 2 II ( Hécuba 7 0 5 ) : 6 1 II H e la n ic o de L e s b o s: 374
(Ion 4 5 2 ): 91 II (Medea l 6 ss.): H e rá clito : 3 ^ 9 - 3 9 1
166; ( 3 6 S S .) : 16 6 -16 7; (fra g m e n to 3 0 M arco vic h ): 37 O ;
( 2 2 0 ss.): 1 6 7 ; (5 73 SS .): 1 6 8 ; (fr. 5 2 M .) : 3 8 9
(774SS.) : 1 6 8 ; (787SS.): 16 9 ; H éreas de M égara: 9 6 , I O 4 - I O 5
(969SS.): 17O ; ( l 021 ss.): 1 7 0 ; ( fr. I Jacoby): 9 8 ; (fr. 2 j . ) : 1 0 4
( l0 4 0 s s .): I 7 I ; ( l l 85 ss.): 17 1 ; H e r e n i o F iló n de B ib lo s : 2 3 5 . 2 5 9 - 2 6 0 ,
( 1 2 6 1 s . ) : 1 7 2 II ( f r a g m e n t o 2 6 4 II Historia fenicia: 2 6 4
7 5 2 g K a n n ic h t): 2 1 8 ; (fr. H eródoto: 76. 2 0 2 . 2 1 1 , 3 6 3 , 372. 3 7 4 *
8 3 9 .10 K .): 58 375
E u s e b io de C e sare a: 2 5 9 . 3 8 5 (Historia 1 . 1 ) : 374; (3 .6 1): 202;
Eustacio: ( 2 . 132 ): 2 0 2 ; ( 2 . 144 ): l 8 7 ;
( Comentario a la Odisea I 7 6 9 -35 ss- ): ( 2 .17 o ) : 2 0 2 ; (4 .7 9 ): 2 0 2
36 8 H e s io d o : 18. 2 3 , 2 5 - 2 6 , 2 8 3 2 . 3 8 - 3 9 ,
E v é m e r o de M esana: 3 8 7 4 3 - 4 7 . 5 0 - 51 . 5 3 . 5 6 - 5 9 . 6 l , 6 4 ,
Favori n o : 2 1 7 67. 7 4 -7 5 . 83 84, 8 9 - 9 2 . 96 98,
Ferecides de Atenas: 1 0 3 - 1 0 4 1 3 0 , 16 1 , 1 6 3 , 1 9 8 n. 2 . 1 9 9 , 2 0 6 ,
( fra g m e n t o 1 4 8 F ow ler): 9 8 2 10 . 2 14 , 2 17. 2 25 , 2 39 . 259- 2 6 5
Ferecides de S i r ó : 2 3 268. 273, 275-276, 278 -279 . 280
Lidias: 2 2 0 289, 29 1. 2 9 6 - 3 0 5 , 3 13 . 315 , 318,
F ilo d e m o : 1 8 6 - 1 8 7 3 2 1- 3 2 2 . 326 . 33 1. 35 3. 36 0 . 365
(De la piedad p. 6 G om p erz): 8 7; 366, 370. 373. 378. 382 383 II
(p. 16 G . ) : 1 8 5 ; (pp- *9 y 61 Teogonia 2 3 . 2 6 . 3 0 . 3 2 . 3 9 . 4 3 . 4 6 .
G . ) : 4 2 : (p- 3 ' C .)> 8 6 : (p. 67. 74- 75. 83. 85. 92. 96. 2 17. 2 39 .
4 3 G . ) : 4 8 ; (p. 4 6 G . ) : 5 1 ; 259 261. 265. 268. 273. 277. 289.
(p. 4 7 G . ) : 1 8 6 : (p. 61 G . ) : 296. 298. 310 . 3 2 0 321, 33 1. 36 5-
4 3 : (e n H c n r i c h s , Cronache 3 6 6 . 3 8 2 II Trabajos y dias: 6 7 . 2 9 8 -
Ercolanesi 5. 1975. 35): 18 6 ; 299. 36 5-36 6. 382
(en O b b in k , Cronache Ercolanesi (Escudo 1 8 2 ) : 9 6 II (Teogonia 2 0 ) : 6 l :
2 4 . 1994 - >3 2 ): 1 8 5 (26SS.): 5 6 : ( 2 7 s . ) : 3 7 3 ; ( 9 4 -
F iló n de B ib los: véase I le re n io f i l ó n de 10 3): 3 2 : (10 5): 57; (105
Hiblos 113): 2 6 5 ; ( l0 8 s.): 58; (116
Fin n ico M a te r n o .Ju lio : 18 3 133): 27; (II6 -II7): 29. 296
(6 .4 ): 18 2 . 3 5 8 11. 4 ; ( i i g 1 2 0 ) : 3 0 . 4 4 ; ( l 2 3
Forónida: 3 6 7 . 374 12 4 ): 3 1: (126): 31; (l2 9 ): 31:
Génesis 1 : 3 8 ( 1 3 1 ) : 3 1 ; O33.SS.): 3 1 . 4 6 ;
Gran viaje del alma, el: 3 3 7 - 3 4 2 . 3 4 4 “ 3 4 7 ( I 37 s.): 281 ; ( 1 3 8 ) : 2 7 3 : ( 1 5 5 -
Hall usili I: 3 3 4 1 5 6 ) : 2 6 6 : ( 1 6 4 S S .) : 2 8 l ;
I lecate o de A b d c r a : 1 8 6 (166): 2 6 6 , 2 8 l (172): 2 66;
Mecateo de M ile to : 7 4 . 1 8 7 . 3 7 1 - 3 7 2 . ( 1 7 4 s .) : 2 8 2 ; ( 1 8 2 1 8 7 ) : 2 6 6 :
3 7 9 - 3 8 5 II Genealogías-, 7 4 , 3 7 2 ( 1 8 3 ) : 19 8 n. 2 : ( l8 8 s s .) : 8 3 .
( fra g m e n t o 1 Ja coby): 3 7 1 2 8 3 - 2 8 4 ; (2 0 7S S.): 4 5 ; ( 217 ):
4o 6 ÍN D IC E D E N O M B R E S
( 2 .2 2 .6 ) : 10 8 : ( 5 . 1 9 .2 - 3 ) : Proclo: 73, 98 . 18 4 , 39 1
10 5 ; (7-2.6): 109-, (8 .18 .2 ): 5 0 : (Comentario al Cratilo 5 6 ■! 6s.
( 8 .3 7 .5 ) : 18 0 . 2 0 1 ; (9 -3-2 ): Pasquali): 4 5 ; ( 7 7 .2 4 P.): 196
87; ( 10 .2 5 .8 ) : 99: (1O .2 9 .9 ): || (Comentario a la República II
lOO, 1 0 2 ; ( l0 .2 9 .1 0 ) : 96 7 4 . 26 ss.): 19 6 ; (li 338 .IIS S .):
Pequeña Ufada: véase Lesques 19 6 II (Comentario al Timeo I
Pericles: 3 ^ 5 - 3 ® 4- 4 0 7 .2 2 ) : 1 8 2 : (II 1 4 5 .1 8 ) :
P índ aro: 57. 86 87. 8 9 - 9 2 . 1 0 3 , 10 7 . 1 8 1 ; (III 2 9 7 .8 ) : 2 0 5 ||
10 9 , Jl6 . 18 0 . 2 0 4 - 2 0 5 , 2 11 , 215 , (Crestomatía): 73 - 9 8 - IOO.
2 17 , 2 2 5 , 3 18 , 3 2 2 . 3 5 2 - 3 5 9 3 6 8 . 3 7 3 || (Himno 7 -lIss.): 182
(Olímpica 3 .5 0 b ) : 10 3 ; (7.34SS.): Pródico: 5 4 , 56 . 59
8 9 ; ( 1 3 . 2 1 ) : 3 2 7 II (Pilica Protágoras: 3 9 0
3 -47 s.): 2 2 8 : (4 .17 6 S .): 215 : Realeza divina : 261
(8 .9 5S .): 57 II (fragmento 6 f Regresos:
Maehler): 10 9 ; (fr* 3 4 M .): (fragm ento 7 B ernab é): 69
8 9 ; (fr. 1 3 3 M .) : 18 0 . 2 0 5 ; Reinado de los cielos o Teogonia: 2 6 1 - 2 6 4 . 3 6 0
(frr. 17 4 - 17 6 M .): 10 9 ; (fr. Reinado del dios UAL: 2 9 1- 2 9 6 , 3 0 2 - 3 0 5
2 4 3 M .): 10 7 ; (fr. 2 5 8 M .): Rig Veda :
10 7 (10 .12 9 ).- 16
Pisandro de C a m iro : 7 1. 10 3 Saco de Troya: véase A retino
Pisandro de Laranda: 3 3 3 . 3 3 6 Safo: 2 2 3
(fragm ento 15 H eitsch): 3 3 4 (fragm ento 2 0 6 Voigt): 10 6
Pisistrátidas: 12 4 Saneuniatón: 259
Pisistrato: 96. 9 8 , 10 4 Servio:
Pitágoras.- 28 (Comentario a la Eneida 6 .2 l) : 10 6
Pitóstrato: 119 Sim ónides: 1 0 3 , 10 9 . I l 6-217
Platón: 2 8 . 3 9 , 10 6 . 1 8 0 - 1 8 2 , 18 9 , (P.M G550): 10 6 ; (PMG 5 6 7 ): 2 16 :
2 0 5 - 2 0 8 , 2 1 1 . 2 15 , 2 1 9 - 2 2 0 . 3 4 4 , (PMG 5 9 5 ): 2 17
3 8 6 3 8 7 . 3 9 0 - 3 9 1 || Cra'tilo: 3 9 1 || Sim p licio :
Eutijrón: 3 9 1 II República: 38 6 (Comentario a las Categorías de Aristóteles
(Banquete I 79 d ): 2 19 II (Crátilo 3 7 7 .1 2 ) : 2 0 8 || (Comentario a la
4 0 0 c ) : 19 9 . 2 0 9 II (Fedón Física de Aristóteles 2 4 a ! 3 ): 38 9
6 2 b ): 2 0 8 : (6 9 c ): 3 4 4 : Sócrates: 5 8 . 3 8 4
( lile ) : 4 5 || (Gordos 4 9 3 a) ; Sófocles: 71 II Edipn rey: 2 5 8
3 4 5 II (Leyes 7 0 1b ): 179 . 2 0 6 II (Áyax 12 6 ) : 57 || (Edipo en Colono
(Menón 8 lb ): 2 0 5 II (República 10 8 2 ) : 58
3 6 3 c ): 344 Sosibio;
Plutarco: 19 6 - 19 7 , 2 0 1 , 2 10 II Vida de (fragm ento 2 2 ja c o b y ) : 92
Tesen: 38 6 Suda :
( Causas romanas 4 2 ) : 271 II (Sobre el (s. ti. Prodikos): 59
consumo de carne I 7 p- 9 9 6 B ): Supiyahsu: 3 3 4
19 6 , 2 0 8 || (Vida de Teseo 1 7 -5 ) : Tales de M ileto: 2 4 2 5 . 36 , 3 7 9 . 3 8 3 .
10 6 : (2 0 ): 9 7 : (2 8 ): 10 3 , 10 9 38 8 . 394
Pseudo-Plutarco: Telegonía: véase Eugam ón
(Misceláneo 2 ): 38 8 T eofrasto: 3 8 9
Poema de Gilgamés: 14 2 T eognis: 10 8
Poema de Mió Cid: 3 5 7 ( 1 2 3 1 - 1 2 3 4 ) : 10 7
Polignoto: 10 2 Teogonia de Derveni: véase Papiro de Derveni
ÍN DICE DE N O M B R ES 4O 9
Teogonia de D unnu: 26 4 Graf: 22 4 , 22 7
Teología de Menfis: 272 Grim m : 2 5 3 , 3 5 1, 3 6 0 -3 6 1
Textos de las pirámides-. 2 0 Guthrie: 53
Textos de los sarcófagos-. 16 Hägg: 236
Tesada: Jarnés; 254, 258
(testim onio I Bernabé): 10 2 : Jim enez San Cristobal: 342 n. 2
(fragmento I B.)-. 103 ; (fr. 2 Jo n g: 2 14
B .): 10 3 K ipling: 121
Titanomaquio cíclica: 3 18 K irk : 53
Tolomeos: 18 8 -18 9 K roll: 44
Toma de /jilp a : 3 35 Lara Peinado: 247 n- I
MMummi: véase Canto de Ullikummi Ledere : 5 1
Virgilio: 214 , 219, 2 2 1 Lin forth: 19 1
(Geórgicas 4 .4 5 3 - 5 2 5 ): 2 13 - 2 14 Lobel: 10 9
Zenón: Machado: 357
(S V F 2 9 .17 von A rnim ): 28 Marcovich: 38 1
Zidi: 334 M ondi: 117, 238
Zópiro: II9 M oulinier: 5 3 « ^9 *
Nestle: 377
Onians: 91
III. A utores m odernos Otten: 3 34
(N o se recogen ios autores de ediciones Perrault; 36 1
rifados como lull’ s) P ro p p : 3 5 3
Raven: 53
Afanásiev: 3 5 1 Richardson: 3 2 6 -3 2 7
Bergk: 9 0 Rodriguez Almodovar: 3 5 L 35 ^
Bernabé: 4 1 . 3 4 2 n. 2 Rudhardt: 2 2 4
Bettelheim: 3 5 6 Schefold: 119
Bidez: 19 8 Schliemann: 365
Borgeaud: 2 2 4 Schofield 53
Bowra: 2 J 9 Segal: 148
Bremmer: 224 Smith; 14O
Brisson: 37, 19 1, 1 9 3 - 1 9 4 , 199 Veyne: 385
Brow n: 324 Vian: 19 8, 3 2 0 - 3 2 1, 3 3 2 -3 3 3
Burkert: 236 Wehrli: 45
Buxton: 377 West: 5 1, 54, 85, 18 3, 2 3 3 , 239
Cook: 91 Wilamowitz: 191
Corneille: 357 Wolf: 12 3
Del Olm o Lete: 2 4 8 - 2 4 9
Diels: 4 9
Diez Platas: 2 8 4 IV. G e o g r á f i c o s
Disney: 355 (N o se recogen los lugares de edición
Dodds: 19 1 de libros cttodos)
Edmonds: 1 9 1 - 1 9 4 , 197, 1 9 9 - 2 0 1 , 2 0 6
Edmunds: 238 Abzuwa: 293
Eliade: 17, 371 Acrocorinto: 166
Espinosa: 3 5 1 Afidna: 99, 10 4 , 10 8
Fernán Caballero: 3 51 Alejandría: 12 3
4 io ÍN DICE OE H O M BRES
Alepo: 3 35 Día: 9 5 , 98
Amazonas: 357 Dicte: 49
Anatolia: 234 , 2 5 0 , 3 0 7 , 3 0 9 , 3 18 -3 19 , Didima: 10 9
322 Dio: 2 14
Apolonia: 385 D orio: 2 2 9
Arábigo, golfo: 369 Duddul: 293
Argos: 10 8 , 364, 374 Ebla: 235
Asia: 2 3 3 Ecalia: 229
Asia M enor: 8 3, 1 2 5 , 182 n. 5 , 3 3 3 , Éfeso: 3 8 4
3 6 9 . 3 7 9 . 3 8 3 -3 8 4 Éfira: 3 6 8
Atenas: 4 1 , 5 0 , 6 4 , 7 7 , 9 2 , 9 5 , 9 & - 9 9 > Egipto: 1 8 7 - 1 8 9 , 2 0 2 , 3 1 7 , 3 8 3 , 3 9 6
IO 4 -IO 5, 10 7 , IO 9 -III, 114 , I I7 - I2 0 , Eleusis: 1 1 2 , 2 5 2 , 2 5 6 - 2 5 7
16 5, 168, 188, 244, 364, 384 E p id au ro: 1 1 3
Ática: 99, IIO Escironias, rocas: 112
Aulide: 163 Esmirna: 20 2
Balcanes: 3 18 Esna: 20
Beocia: 77, IOI, 15 2, 2 2 4 Etna, monte: 3 1 7 - 3 1 8 , 3 2 2
Biblos: 2 3 5 , 259 Esparta-, 5 0 , 9 9 , 1 0 8 , III
Bogazkóy: 261 Estrasburgo: 3 8 9
Cálcide: I0 8 Europa: 236
California: 17 Fenicia: 3 2 0
Cambridge: 223 Frigia: 1 3 6
Canea (Cidonia): 215 Grecia: 2 4 . 3 7 . 7 2 , 7 5 ~7 6 , 8 3 , 9 1, n e
Casio, monte: 3 1 1 - 3 1 2 , 3 17 - 3 18 . Véase ll? , 1 5 4 . 15 7 . 1 6 5 - 1 6 6 , 1 8 7 - 1 8 9 ,
también Hazzi 2 0 2, 211, 2 2 3 - 2 2 4 , 2 3 5 -2 3 6 , 238,
Castalia, fuente: 3 13 252, 307. 3 2 0 -3 2 2 , 342, 3 56 -357 .
Cesarea: 259 3 6 3 -3 6 4 .3 7 0 , 3 7 9 .3 8 4 .3 8 7 .3 9 6 .
Chipre: 86, 13 3 , 149 , 284 Halicarnaso: IOO, 3 6 4 . 374
Ciconia: 214 Halpa: 2 7 9 . 3 3 4
Cidonia: 215 Hamelin: 227
Cilicia: 2 3 7 , 3 12 , 3 16 -3 19 , 3 2 2 Hattí: 235
C irene: 7 7 - 368 Hattusas; 2 6 1 , 3 3 5
Citerà: 284 Hazzi, monte; 3 1 1 - 3 1 2 , 3 1 8 - 3 1 9 . Véase
Citerón, monte: I 5 3 " I 54 también Casio
Cnoso: 82, 9 5 » 364 Hebro, río; 2 1 4
C olofón: 367, 384, 39O Heidelberg: 2 18
Cólquide: 16 5 -16 6 Heliópolis: 20
C oricia, cueva: 3 16 -3 17 . 3*9 Hemo, ciudad; 2 14
C orico: 2 3 5 , 316 Hemo, monte: 3 17 - 3 18
C orinto: 74, 77, 16 5 -16 8 , 2 15 , 36 7- Hermúpolis: 2 0
3 6 8 ,374 Hímera: 1 0 8
Crem ión/Crom ión: III Ida, monte; 49, 1 3 3 - 1 3 4 , 14 8 , 182
Creta: 49, 95, IIO Ilion: 10 8 , 2 3 5 . 3 6 6 , 3 8 0 . Véase también
Delfos: 1 02, IIO, 119 , 179 n. I, l8 l, 18 3, Troya
18 5 -18 6 , 2 15 , 267, 3 6 0 I n d o :369
Délos: 81 Istmo (de Corinto): 1 0 2 , III, 1 1 3
Derveni: 58, 2 5 9 -2 6 0 , 268, 27 0 , 28 4 - Itaca: 73
289, 392 Italia: 3 8 3 - 3 8 4
ìn d ic e d e n o m b r e s 411
P r e s e n t a c ió n 7
I. C o s m o g o n í a s y te o g o n ia s
1. Mitos del nacimiento del mundo: cosmogonías i 3
2. La cosmogonía de Hesíodo 2 7
3. Una cosmogonía òrfica 35
U. La cosmogonía de Epiménides 4 i
5. Una cosmogonía cómica (Aristófanes, Aves 685 ss.) 53
II. M it o s y lite ra tu ra
6. Temas míticos de la épica griega arcaica perdida 67
7. El nacimiento de Atenea en la literatura griega arcaica 81
8. Teseo en la poesía arcaica y clásica:
politización de un mito 93
9. Los mitos de los Himnos Homéricos:
el ejemplo del Himno a Afrodita 123
10. Mujeres locas, mujeres asesinas:
contrafiguras de la mujer ideal en los mitos griegos 151
III. O r p h ic a
11. Nacimientos y muertes
de Dioniso en los mitos órficos 177
12. La tela de Penèlope:
¿hubo un mito òrfico sobre Dioniso y los Titanes? ' 9 i
13. Orfeo, el músico transgresor 2 1 3
IV. M i t o s g r i e g o s y m ito s del P r ó x im o O rie n te
H . Influencias orientales en la literatura griega:
reflexiones metodológicas 233
15. El dios que desaparece en mitos griegos
y del Próximo Oriente 247
16. Generaciones de dioses y sucesión interrumpida:
el mito hitita de Kumarbi,
la Teogonia de Hesíodo y la del Papiro de Derveni 259
17. Ventajas e inconvenientes de la anarquía:
el mito hitita del dios KAL y sus paralelos en Hesíodo 291
18. La lucha contra el dragón en Anatolia y en Grecia:
el viaje de un mito 307
19. Himno Homérico a Deméter U2-U6-.
adaptación de un motivo anatolio 325
20. Un mito etiológico anatolio sobre el Tauro (CTH 16)
en Nono (Dionisíacas 1.408s.) 331
21. El viaje del alma al Más Allá:
un paralelo entre hititas y órficos 337
V. L a s d i f u s a s f r o n t e r a s d el mito
22. Mitos al amor de la lumbre:
temas míticos en el cuento popular 351
23. Mito y epopeya en los orígenes de la historiografía griega 363
24. Mito y filosofía: caminos de ¡da y vuelta 377
E p ílo g o : c o n s id e r a c io n e s f i n a l e s 395
Ín d ic e de n o m b r e s 397
I. M itológicos y literarios; p e rso n a je s de cuen to s 397